Aportes Legales Durante La Colonia en Guatemala
Aportes Legales Durante La Colonia en Guatemala
Aportes Legales Durante La Colonia en Guatemala
Los reyes de España siempre consideraron que la donación papal era el fundamento jurídico
esencial para su dominio en América.
También podemos conocer las prácticas de religiosidad popular, cuáles eran las imágenes
de mayor devoción y en qué iglesias estaban, a qué cofradías y hermandades pertenecieron
los testadores y qué obligaciones tenían estas instituciones cuando alguno de sus miembros
fallecía. En la época colonial ocurrieron muchas calamidades y hubo períodos de crisis
económicas que tuvieron hondas repercusiones en la vida de las personas. La importancia de
estos documentos radica en que nos permiten reconstruir la vida cotidiana en los primeros
años de la época colonial y porque muestran cuáles fueron las primeras cofradías de la ciudad.
La dinastía de los Austrias reinó en España durante la mayor parte del siglo XVI y todo el
siglo XVII. Para poder mantener el poder en las colonias de ultramar, esta dinastía optó por
crear un sistema flexible que se adaptara a la realidad de cada lugar y a los intereses de sus
élites. Al respetar la autonomía de las diferentes regiones y el poder de la Iglesia, a pesar del
Patronato Real, tanto la Iglesia como todos los dominios de la Corona eran leales a ella. El
sistema creado por esta dinastía funcionó bien mientras llegaron a las arcas reales grandes
cantidades de plata procedentes de Perú y Nueva España, y mientras los estados europeos no
se fortalecieran.
Al llegar al poder a principios del siglo XVIII, la dinastía borbónica trató de eliminar el
sistema de los Austrias para centralizar el poder en las colonias de ultramar, evitar la
corrupción, aumentar el comercio entre España y sus colonias, evitar el contrabando y los
ataques extranjeros.
los tratados de Palacios Rubios y de Paz y como consecuencia de estos tratados vino la
formulación del requerimiento de 1513. Los derechos sobre la mano de obra indígena
fueron objeto de encendidas polémicas -demasiado conocidas para ser señaladas- que
condujeron, en la década de 1540, a definir una política indígena centrada en la encomienda
de tributos y el repartimiento de indios y que resultaba de un intento de reconciliación entre
los abusos de la primera época, el exterminio rápido de población indígena y los intereses de
la Corona.
La política colonizadora buscó, por todos los medios, impedir la formación de una nobleza
indiana poderosa. El objetivo se logró a medias: si la Corona impidió que la adjudicación de
mano de obra implicada simultáneamente poderes judiciales y administrativos, o que el
reparto de tierras conllevara el de indios, no consiguió impedir la concentración de
propiedades rurales en pocas manos, y en medio de la catástrofe demográfica resultó difícil
aplicar estrictamente la legislación. La burocracia colonial tomó también -pese al complicado
sistema de controles, participación de hecho en la distribución de riquezas. Como resultado
de todo esto, la importancia de sectores terratenientes fuese en aumento, al punto de
convertirse, en los siglos XVII y XVIII, connotados cada vez más por el sentimiento criollo
en un grupo social particularmente fuerte y definido.