La Realidad Ambiental de Panamá

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La realidad ambiental de Panamá


Panamá es un país potencialmente indolente a la ocurrencia de desastres
naturales, sin embargo, en representación con los estados de la zona
Centroamericana y del caribe, lo pone en una condición privilegiada.
Particularmente, de acuerdo al Plan Nacional de Seguridad Hídrica 2015-
2050: Agua para todos, indica que punto las inundaciones producto de las
precipitaciones intensas como las sequías, son las mayores obstrucciones
hidroclimáticas. Por otro lado, el Bid (2011), incluso indica que las
inundaciones, lanzamientos y los vendavales agrupan el 50% de los
acontecimientos o reprensiones a nivel nacional para el tiempo de 1999-
2009.

Actualmente, se conoce que los lugares con máximo susceptibilidad a


inundaciones son aquellos situados en las playas del Caribe,
destacándose distritos localizados en las regiones de Panamá y Bocas
del Toro, mientras tanto que en el Pacífico se destaca el distrito de Tono
sí en la Provincia de Los Santos. En divisiones fundamentales de
Panamá, las tendencias en las temperaturas máximas anuales indican un
aumento característico en sus valores que merecen su consideración.

Los principales impactos del cambio climático referentes al recurso


hídrico, incluyen el incremento en la frecuencia de fenómenos de
precipitación extremos y el consiguiente incremento en
inundaciones/deslizamientos y plazos de sequía. En el acontecimiento de
las inundaciones, su impacto es común para todo el estado, mientras
tanto que las sequías se consideran una amenaza principalmente para la
provincia Pacífico Central (Arco Seco).

Los acontecimientos extremos que más afectan y representan una


amenaza climática para Panamá son aquellos expresados como lluvias
intensas de verano, tiempos largos o de mayor fuerza de sequía, así
como la elevación del nivel del mar. Dichas amenazas, muestran pruebas
de efectos negativos en los sectores de beneficio nacional con
redundancias claras en la disponibilidad de agua en verano, una mayor
solicitud de fuerza ante reincorporaciones temperaturas, frustración de
labores y de suelos, decadencia de la línea de playa ante marejadas, así
como mayores inundaciones en grandes centros urbanos, con perjuicios a
infraestructura y servicios.

La organización en virtud de la cual cada territorio se fija unas finalidades


para sujetar la emisión de gases de ámbito invernadero al momento que
toma medidas para invadir a los entornos climáticos adversos. El objetivo
de la participación nacional es apoyar el empeño global en sustentar el
aumento de la temperatura media universal “muy por abajo de 2 grados”
con respecto a los niveles preindustriales.

Esta final fue fijada en el Acuerdo de París alcanzado en 2015 en el


ámbito de la 21 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las
Naciones Unidas para el Cambio Climático (Cmnucc). Si
proporcionadamente el aporte del país a las audiciones integrales es
prácticamente inexistente en torno al 0,02%-, Panamá es sumamente
indolente a los objetivos del cambio climático, cuyas consecuencias ahora
se están dejando sentir en todo el globo en manera de temporales,
sequías, aumento de las temperaturas y otros acontecimientos
meteorológicos extremos. Panamá es parte del Ndc Partnership, una
iniciativa mundial lanzada en la vigesimosegunda Conferencia de las
Partes (Cop22) en Marrakech y que tiene como objetivo corregir la
colaboración para que los países tengan acercamiento al conocimiento
técnico y al apoyo financiero que necesitan para obtener los objetivos
climáticos.

Cultura ambientalista o ecológica es una posición positiva hacia el


cuidado y consideración del procedimiento natural (fauna, vegetación,
agua, aire, entre otro.), con el término específico de obtener un proceso
adecuado de los lugares vitales humanos en vinculación con el
perfeccionamiento económico. Panamá está a años iluminación de
acceder una consciencia social sobre el problema de la contaminación
ambiental, el deterioro de la calidad de vida y la salud de la localidad.
Irrespetar la naturaleza y contaminar el ambiente es no sostener
consideración con la propia vitalidad y vida, y eso ocurre en el condado
todos los días. Las colonias que se construyen sin planificación alguna
cerca de la desidia de los ciudadanos, propician las condiciones para
inundaciones y desastres naturales.

Las generalidades de las barriadas se hacen de puro cemento y no se ve


un solo árbol a diferentes kilómetros a la redonda. Lo que importa es
reunir las casas y triunfar sitio para adueñarse con el asentimiento de las
autoridades. El "juega vivo" cuesta valioso al final. En ríos, quebradas,
bosques y llanadas se lanzan toneladas de basura y tóxicos que afectan
cada oportunidad a más panameños. Los casos de Pacora, Chepo, los
bosques del Parque Metropolitano, en plena capital, compactos de restos,
es una cara de nuestra propia degradación social.

Son reflexivo de la ignorancia y el subdesarrollo que nos atora. Desde los


medios de transporte he visto recorrido tras días como gente sin
consciencia protección toda variedad de basura. Los gobiernos ni
respetan los ámbitos naturales, a pesar de ser esto un gran activo para la
competitividad económica de Panamá a nivel universal, al admitir la arena
sin convencionalismos de circunscripciones de bosques y aledañas a
fuentes de agua.

Las fuentes de energía solar y eólica deberían ser en un territorio con


visión desarrollista, una solución al consumo de combustibles. Ello se
lograría si se valorara más a los laborales y estudiantes de las
universidades y a la inversión privada internacional que han presentado
diferentes estudios sobre restablecimiento de la elevación y costos de las
opciones de energía.
Para finalizar hay que educar a la localidad, para que proteja, defienda, el
medioambiente, lo que tiene un efecto búmeran. Simplemente, si
protegemos nuestro ámbito, los bienes naturales, nuestra fuente de vida
estará asegurada. Es desagradable que sea requerido que se den
ubicaciones críticas como la que se ha rasgado con el envenenamiento
del Río La Villa, para que comencemos a pensar en producir
acontecimiento de los permanentes e intransigentes llamados de atención
sobre el daño que hacemos al medioambiente con malas prácticas como
habitantes del globo.

Para el crecimiento de la Cultura Ambiental que requerimos, debemos


iniciar por los niños y jóvenes, ‘para dejarle mejores hijos al planeta’,
como señalan ambientalistas; los adultos, malformados en este
argumento inmediatamente, hacer conciencia sobre cómo estamos
actuando y lo que eso representa. Es de esperar que las direcciones
locales tomen como anticipación este argumento y se desarrollen políticas
de Estado para todo necesarias, cuando se trata de un asunto de suma
importancia, para amparar el medioambiente.
Bibliografía
Dccmiambientego.pa. (s.f.). Obtenido de
https://dcc.miambiente.gob.pa/cambio-climatico-en-panama/#:~:text
=Efectos%20del%20cambio%20clim%C3%A1tico%20en,elevaci
%C3%B3n%20del%20nivel%20del%20mar.

LaestrelladePanama. (06 de Julio de 2014). Obtenido de


https://www.laestrella.com.pa/opinion/el-atico/140706/cultura-
ambiental

Panamaamerica. (28 de Agosto de 2004). Obtenido de


https://www.panamaamerica.com.pa/opinion/cultura-ambiental-y-
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https://www.pa.undp.org/content/panama/es/home/presscenter/artic
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onu-para-f.html

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