Analisis de Sentencia T - 510 de 2003
Analisis de Sentencia T - 510 de 2003
Analisis de Sentencia T - 510 de 2003
HECHOS
No obstante, luego de ser rechazada por sus padres y de no contar con recursos
económicos para criara a su hija, pues nadie le daba empleo por su condición de
embarazo, esta decidió irse de su pueblo (Berruecos - Nariño), hasta la ciudad
de pasto en donde laboraba como doméstica.
Apremiada por las situaciones antes descritas y orientada por personal del
hospital donde tuvo ocurrencia el parto, esta optó por dar a su hija en adopción
desde el mismo día de su nacimiento, para lo cual acudió hasta el Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar – regional Pasto, a entregar a su niña.
No obstante, solo dos días después del nacimiento de Alicia, su madre firmó
consentimiento para entregar a esta en adopción, tal consentimiento fue
otorgado el 18 de julio de 2002. Sin embargo la situación de Beatriz, cambió
cuando consiguió empleo como doméstica (devengaba un salario mínimo) en
una casa en la ciudad de Pasto, fueron sus patrones, quienes al verla triste y
deprimida le preguntaron el motivo, procediendo está a indicar lo que sucedió
con su hija, recibiendo de estos un total apoyo y consejos de que recuperara a
su hija, en consideración a que ya se encontraba en situaciones para tenerla con
ella, para lo cual además le brindaron el servicio de un abogado.
ANTECEDENTES PROCESALES
Asimismo considera la accionante que su hija debe estar con madre biológica
pues esta dio su consentimiento para darla en adopción, porque las situación
que padecía para entonces la obligaron a tomar esa decisión, la cual catalogó
como apresurada y desesperada, por lo que no devolverle a su hija vulneraría el
derecho que a esta última le asiste de crecer con su madre biológica, más si se
tiene en cuenta que al momento de impetrar la acción constitucional esta no
había sido dada en adopción a sus nuevos padres, por lo que afirma que su
revocación fue oportuna y que una norma no puede estar por encima de los
derechos de los niños como si estos no fueran considerados seres humanos.
En ese orden de ideas solicitó al Juez que mientras la justicia ordinaria decide
sobre la patria potestad, ordenara al ICBF, Regional Nariño, la suspensión del
proceso de adopción en curso y dispusiera la entrega de la menor a su madre
biológica para que sea ésta quien le prodigue el cuidado necesario.
Posterior a ellos a la señora Beatriz se le comunicó el auto por medio del cual se
iniciaba el proceso administrativo de adopción, el cual figuraba como protegida
la niña Alicia, por lo que en dicho auto se ordenó se le brindara a la señora Beatriz
asistencia psicológica con la finalidad de que esta comprendiera la decisión que
estaba tomando, lo cual a juicio del accionado así se hizo, por lo que la
accionante dos días después, es decir el 18 de julio otorgó su consentimiento
para la adopción.
Cabe resaltar que el accionado indicó que los motivos que adujo la señora
Beatriz para dar en adopción a su niña Alicia, se fundamentaron en que esta
tenía 2 hijos más a su cargo y que económicamente no se encontraba en
condiciones de criar a su hija Alicia, por lo que lo mejor para esta era que fuera
socorrida por una familia que le pudiera brindar los cuidados que ella no le podía
brindar.
Valga aclarar que con dicha inspección la corte pudo constatar que juan, hijo de
Beatriz, vivía con sus abuelos en perfectas condiciones, de las cuales debe gozar
todo niño dentro de una familia y que esta lo visitaba periódicamente y le
brindaba ayuda tanto económica como emocional.
Por lo que para resolver, el anterior problema jurídico, hizo estudio de (i) la
determinación del interés superior de menores en casos concretos, (ii) los
derechos y deberes de la familia biológica frente a los niños, así como la
situación jurídica de los padres adoptantes y (iii) los requisitos para otorgar y
revocar el consentimiento para dar a un menor en adopción.
De otro lado se indicó que para establecer cuáles son las condiciones que mejor
satisfacen el interés superior de los niños en situaciones concretas, debe
atenderse tanto a consideraciones (i) fácticas –las circunstancias específicas
del caso, visto en su totalidad y no atendiendo a aspectos aislados–, como (ii)
jurídicas –los parámetros y criterios establecidos por el ordenamiento jurídico
para promover el bienestar infantil–.”
Señaló la Corte, que los derechos de los niños no son absolutos y que no
prevalecen mecánicamente sobre los derechos de las demás personas, es por
ello que señaló que a los padres de los niños también le asisten derechos, tales
como; reprenderlos en los momentos en que estos realicen malos actos o por
ejemplo escoger la educación que le darán a los niños, estima la sala que en los
casos en que exista confrontación de los derechos de los niños con los de sus
padres, se buscará siempre tomar la decisión que menos afecten los primeros.
La Sala, al referirse sobre este aspecto de gran importancia adujo, que a los
padres adoptantes les asisten derechos en el proceso de adopción y estos
radican en el principio de confianza legítima, pues estos actúan de buena fe, bajo
el principio de solidaridad porque deciden brindar amor y cariño a niños que no
tienen una familia en la cual crecer, es este derecho de confianza legítima el cual
debe ser respetado a estos padres, de otro lado ante la situación de que los niños
en adopción se encuentren viviendo con sus padres adoptivos, se debe estudiar
cada caso en concreto la posibilidad de que estos se sustraigan de sus familias
sí que se afecten su crecimiento y desarrollo, sostuvo además la corte que aún
en los eventos en los cuales después de haber entregado un menor en a padres
adoptantes y que deban ser sustraídos por algún motivos, estos últimos seguirán
con sus derechos de adoptar más adelante y si ellos desean, se reitera al
momento de sustraer a un menor de su familia adoptante, deberá estudiarse si
tal situación es perjudicial para los intereses del menor.
EL INTERÉS SUPERIOR DE LOS MENORES INVOLUCRADOS EN
PROCESOS DE ADOPCIÓN:
EL CONSENTIMIENTO INFORMADO:
En ese orden de ideas, se tiene que el consentimiento debe ser otorgado solo
cuando el ICBF, constate que los padres del niño han entendido sin
ambigüedades la figura jurídica de la adopción, pues no se trata de de que un
psicólogo determine que estos no padecen afectaciones psicológicas, ni que un
abogado diga que estos entendieron los términos para proceder a dar en
adopción al menor, por lo contrario explicó la corte que el lenguaje que debe usar
el ICBF para informar a los padres biológicos que dan a su hijo en adopción,
debe ser comprensible acorde al nivel educativo de estos, por lo que está
prohibido el empleo o uso de terminologías propias de abogados o de personas
capacitadas y con conocimientos jurídicos.
La alta corte, hizo un llamado a erradicar el maltrato al que viene siendo sometida
la mujer que da en adopción a sus niños o aquellas que optan por entregar sus
hijos a familiares u otras personas para que estos puedan gozar de una familia
que los proteja y cuide como la constitución y los tratados constitucionales así lo
indican.
Es muy importante que se tenga en cuenta, como aseveró la corte, que hay
eventos en los cuales muy a pesar de que los padres dan en adopción a sus
hijos, ello no quiere decir que esta sea la manifestación del querer de estos, pues
en muchas ocasiones este consentimiento se da como producto de apremiantes
situaciones que obligan a los padres a tomar estas decisiones.
Como se dijo antes, muchas veces los padres otorgan dicho consentimiento
cuando están imposibilitados para sostener económicamente a sus hijos y creen
que lo mejor para ellos es que crezcan dentro de un seno familiar que los cobije
de cuidados que estos no podrán brindarle, es entonces este un gran ejemplo de
que no en todo consentimiento esta materializada la voluntad de un padre en dar
adopciones a sus hijos.
Este consentimiento sin ninguna duda debe ceñirse a lo establecido por las leyes
civiles, es decir el consentimiento para ser válido debe estar libre de vicios (erro,
fuerza y dolo), así mismo este se debe otorgar sin intereses económicos o de
alguna otra contraprestación, pero además de ello la corte ha sostenido que este
debe ser idóneo constitucionalmente, lo que quiere decir que primeramente que
este debe estar ceñido a la constitución política, lo que implica que este debe ser
apto, asesorado e informado, al respecto la Sala sostuvo:
Asimismo se conoció que esta entregó a su hija al ICBF, el mismo día del parto
en horas de la tarde, asesorada por personal del centro medico donde tuvo lugar
el nacimiento de la menor.
Con la inspección realizada por el juez del municipio donde vive la familia de
Beatriz, se demostró que su hijo convive con sus abuelos y que a este lo tienen
en muy buenas condiciones, pues está acudiendo a la escuela, hace deportes y
se evidenció un niño feliz, sin afectaciones físicas, ni psicológicas palpables, en
su momento este indicó que su madre lo visitaba en ocasiones, y que le
compraba juguetes, que a veces hablaban por teléfono cuando la situación lo
ameritaba, asimismo sus abuelos manifestaron que mantienen buena relación
con la señora Beatriz y que están dispuestos en ayudarla en lo que necesiten,
lo que a la postre es indicativo que muy a pesar de que Beatriz se separó de su
hijo, siempre ha estado al pendiente de este, pues por razones de trabajo esta
no puede estar todos los días con él, asimismo se evidenció que la señora
Beatriz pretende hacer una habitación de sus padres para que en el caso dado
vivir con su hija Alicia y su hijo juan.
LA MEDIDA DE PROTECCIÓN PROCEDENTE EN EL CASO DE ALICIA
Por lo tanto, dadas las anteriores condiciones, considera la Sala que la medida
más apta para promover el desarrollo armónico de Alicia, según las reglas
establecidas por la Constitución, es la de entregarla de vuelta a su madre
biológica efectuando dicha entrega en el seno de la familia extensa en la
población de Berruecos.
En cuanto a los padres adoptivos, la corte estimó que en situaciones como estas,
se les vulnera a estos su derecho a la confianza legítima y buena fe, sin embargo
como se dijo los intereses de los niños prevalecen sobre estos, por lo que
corresponde a estas personas decidir si más adelante adoptan a otro niño o
simplemente renuncian a ello.
PARTE RESOLUTIVA DE LA SENTENCIA
Noveno.- Ordenar a la Secretaría General que los nombres y los datos que
permitan identificar a la menor o a sus familiares sean suprimidos de toda
publicación del presente fallo. Igualmente, ordenar por Secretaría General al
Juzgado Primero de Familia de Pasto que se encargue de salvaguardar la
intimidad de la menor y de sus familiares, manteniendo la reserva sobre el
expediente.
CONCLUSIÓN
No avaló la Sala, el hecho de que tan solo en dos días después del parto a la
señora Beatriz se le permitiera dar en adopción a su hija, y mucho menos cuando
desde el momento de la entrevista, hasta cuando se otorgó el consentimiento
solo habían pasado unas horas, pues del acta en donde se da el consentimiento,
ni siquiera se logra establecer a qué horas de la tarde se realizó la entrevista.
En ese orden de ideas, muy a pesar de que ya habían transcurrido los 30 días
para revocar el consentimiento inicialmente otorgado, tal regla se inaplicó en este
caso, por los motivos expresados, específicamente para garantizar el derecho
de la niña Alicia a crecer en el seno de su familia biológica.