Rodriguez Solano Evidencia1
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Ingeniería Química
Cultura de género
Grupo: 002
Evidencia 1.2:
Ensayo del ¨sistema sexo-género¨ y ¨feminismo y
masculinidad¨
Los antecedentes del movimiento a nivel mundial se ubican a finales del siglo
XVIII, pero la actividad pública más visible se ubica en los últimos años del
siglo XIX. A lo largo del tiempo, las perspectivas del feminismo se han
multiplicado y diversificado, lo que obliga a hablar de la existencia de
feminismos, en plural, y no restringir la variedad de enfoques en una sola
categoría. Por mencionar algunas de las variantes del feminismo, podemos
mencionar: feminismo liberal, feminismo radical, feminismo socialista,
ecofeminismos, feminismo cultural y de la diferencia, feminismo de la
igualdad, feminismo comunitario, feminismos afrodescendientes, entre
otros.
La chica danesa nos narra la historia del pintor Einar Wegener, quien fuera
la primera persona del siglo pasado en hacerse un cambio de sexo a través
de una cirugía, y de su esposa, la reconocida artista déco, Gerda Wegener.
Más allá de todas las disputas existentes entre las categorías de ‘mujeres
Cis’, que es el nombre con el que la teoría queer nos ha etiquetado a quienes
poseemos de nacimiento una vulva, ovarios y matriz, y ‘mujeres trans’, que
son las personas que deciden ser mujeres aun cuando física y
biológicamente no les fue otorgada la suerte, existe algo que no tiene género
y que no está ni debería estar en la mesa de discusión: la dignidad humana.
Si bien los feminismos abogan por los derechos de las mujeres, también
quienes deciden transitar no sólo al sexo femenino, sino al masculino, sufren
injusticias sociales, psicológicas y problemas de salud físicas que su lucha
debería retomar, en lugar de hacernos una guerra con términos despectivos
como terf, porque, evidentemente, sus problemas no son exactamente los
mismos que los de las personas que nacimos con sexo femenino.
“La primera ola (del feminismo), que sería en la que se contextualiza esta
película, tiene como objetivo principal el derecho al voto y el derecho a otras
cosas como los hijos, los bienes patrimoniales o la igualdad frente a los
hombres en términos de la ley. Fue una época en la que se buscó igualdad
jurídica, el acceso a los mínimos derechos y el no estar a cargo de un varón
que fuera su padre, su hermano, su esposo, e incluso sus hijos
varones”, explicó la maestra Ilady Abril Torres Sánchez, académica de la
Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
“El miedo, rechazo y resistencia a que las mujeres accedan a ciertos espacios
existe y sigue vigente, y quizá ya no se manifiesta en rechazar el derecho al
voto, pero sí de otras formas. Es una discriminación más matizada o quizá
menos evidente, pero que cotidianamente las mujeres vivimos en el día a
día. Hay profesiones muy masculinizadas en donde tenemos que adoptar
ciertas conductas masculinas o determinadas reglas de convivencia para
poder ejercerlas”, dijo.
Es por todo esto que debemos hablar del Sistema Sexo-Género como dos
caras de la misma moneda, que han sido construidas igualmente sobre ideas
erróneas de lo que es ser hombre o mujer, para sustentar así el modelo
patriarcal capitalista. Sin embargo, es necesario analizar ambas dimensiones
del mismo sistema también de forma independiente para comprender cómo
se ha construido un sistema patriarcal que oprime de igual forma a todas las
mujeres, desde diferentes ámbitos y culturas. Nuestra opresión emana del
mismo lugar, el sistema Sexo-Género, pero dependiendo de las
determinaciones que atraviesen a cada mujer, ya sean de raza, de orientación
sexual o de identidad de género, el patriarcado hará su mella en ellas de una
manera o de otra.