Criterios de Interpretación

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Criterios de interpretación

Los intérpretes cuando van a recurrir a la interpretación no lo hacen desprovistos


de aspectos subjetivos. Están, de alguna manera, prejuiciados, por lo que
recurrirán a criterios que se adecuen a sus métodos. Así, cada intérprete elegirá
su propio camino o vía para lograr desentrañar el qué quiere decir la norma
jurídica. Los criterios de interpretación son las pautas o normas que se usan para
llegar a establecer el verdadero sentido de la norma que interpretamos. Los
criterios más importantes son

Criterio Tecnicista

Es el criterio que busca encontrar la interpretación adecuada dentro del contenido


mismo de la norma, dentro del mismo derecho, para
lo cual recurre a métodos como el literal, el lógico, histórico, sistemática,
dogmática, etc. Este método excluye lo extrajurídico.
Debe quedar claro que “quien asume un criterio tecnicista no tiene, por ese sólo
hecho, un punto de partida y un itinerario de interpretación igual a otro intérprete
que asume el mismo criterio”.
Se asume que la tarea de interpretación consiste en desentrañar el significado de
una norma jurídica, a partir del derecho mismo y sin la intervención de elementos
externos.
Criterio Axiológico
Es un criterio que introduce dentro del campo de la interpretación a criterios
externos a lo puramente jurídico y la interpretación esta prejuiciada por valores
éticos más que por legales. La axiología es una disciplina filosófica que se refiere
a los valores, y son éstos los que dirigen la interpretación. Tal vez el valor más
frecuente en el derecho es el de justicia. Existen otros también importantes, y uno
muy en boga es el de la libertad.
El intérprete asume que la tarea de interpretación consiste en adecuar el resultado
a ciertos valores que deben imperar en loa aplicación del derecho.
No tiene formula general
En este intervienen elementos extraños a lo propiamente técnico-jurídico.
Criterio Teleológico
Este es un criterio que va a la interpretación ya con un fin predeterminado, es
decir, hay un objetivo previo al cual apunta la interpretación. Este es el criterio más
usado en el Derecho Tributario, pero con la denominación de “Criterio Económico”.
El fin que está detrás de todo el Derecho Tributario es el económico, es decir, el
de dotar de recursos financieros al Estado para que cumpla y brinde los servicios
que un país demanda, por mayores tributos para el fisco. Como señala RUBIO,
“donde se utilizan criterios teleológicos de interpretación de manera muy extensiva
es en la Administración Pública, la que inclusive recibe instrucciones superiores
bajo la forma de directivas y circulares que, muchas veces, asumen el papel de
fuentes reales de Derecho sin serlo desde el punto de vista formal.
El intérprete asume que la interpretación debe ser realizada de manera que se
obtenga una finalidad predeterminada de la aplicación de la norma jurídica.
Los fines que puede imponerse al interprete son variados y aplicables en distintos
campos del derecho.

Criterio Sociológico
Este criterio toma en consideración al momento de interpretar las diferentes
realidades sociales de un país. Busca que la interpretación lleve la aplicación de la
norma a las diferentes realidades sociales de un país.
Este criterio es importante en países pluriculturales como el nuestro, donde
existen sociedades que viven enmarcadas dentro de un sistema agrícola, mientras
que otras están en la industrial y existen algunas que están en la “tercera ola” de
la que habla Alvin Toffler.
Este criterio es muy importante en el Derecho Tributario, porque soluciona
problemas como:
¿Se aplicaría el Impuesto al patrimonio predial a los nativos?
¿Cuando los campesinos realizan transacciones entre sus comunidades
(trueques), podría exigírseles declaraciones juradas y el pago del I.G.V.
El intérprete asume que la interpretación debe ser realizada de tal manera que la
norma jurídica sea adecuada a las características sociales de la realidad normada.
Se basa en que el derecho no es un fenómeno valido en sí mismo, sino como un
instrumento normativo de la sociedad, un subproducto de ella, explicable a través
de ella y necesariamente adaptable a sus características.
Posición axiomática de interpretación
El intérprete siempre asume una posición axiomática, constituida por una
combinación ponderada de los criterios.
Mientras más conozca una persona de teoría de la interpretación mejor podrá
sostener sus posiciones, pues estará en condiciones de evaluar los alcances de lo
que su contendiente sostiene y también sus propios supuestos axiomáticos (esta
en ventaja frente a quien no la conoce, puede dar no solo la discusión
interpretativa en sí misma y también la meta-discusión sobre cómo debe
interpretarse).
El intérprete debe esforzarse siempre por tomar conscientemente su posición
axiomática, cada vez que interpreta (podrá llenar los vacíos de la interpretación
simple con elaboraciones más sutiles de su proceso de interpretación y
conclusiones).

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