La Constante de Planck, Carlos Ramírez-Pantanella

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7
la constante de planck

P
λ=
h
carlos ramírez pantanella

FUNDACIÓN BILBAOARTE FUNDAZIOA - Urazurrutia 32 - 48003 BILBAO


94 415 50 97 - [email protected] - www.bilbaoarte.org
Bilboko Udala FUNDACIÓN Enrique Radigales
Ayuntamiento de Bilbao BILBAOARTE Diseinua
FUNDAZIOA Diseño
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Bilboko Alkatea Edición Enrique Radigales
Alcalde de Bilbao Urtzi Canto
Javier Riaño Pepe Buitrago
Gonzalo Olabarria Zuzendaria Carlos Ramírez-Pantanella
Kultura Zinegotzia Director Argazkiak eta ilustrazioak
Concejal de Cultura Fotografías e ilustraciones
Aitor Arakistain
Koldo Narbaiza Jon Bilbao Marta Ramos-Yzquierdo
Yolanda Díez Koordinazioa Carlos Ramírez-Pantanella
Alba Fatuarte Coordinación Testuak
Ana Viñals Textos
Guillermo Sánchez Alberto Salcedo
Fundación BilbaoArte Muntaia Hori-hori
Fundazioko patronatuaren Montaje Euskara Itzultzea
kideak Traducción Euskera
Miembros del Patronato Ana Canales
de la Fundación BilbaoArte Agurtzane Quincoces Estudios Durero
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BI 01496-2022
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pena
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6 sudor

14 pelo

22 dientes
4
Hay fuerzas fundamentales en la naturaleza que
gobiernan la estructura y la movilidad de todas las
cosas. En física, se denominan campos –entidades que
contienen energía, ocupan espacio y median en nuestras
interacciones con los objetos.
Cada campo F (x,t) representa la distribución espacio
temporal de una magnitud física, es decir, una propiedad
que toma valores distintos en cada punto del espacio-
tiempo y que puede expresarse matemáticamente a
través de una función. En 1900, Max Planck establece
una constante de proporcionalidad presente en los
fenómenos microscópicos de la materia. Define h como
“el cuanto elemental de acción”: la cantidad mínima de
acción implicada en un proceso físico. Su valor es igual
al producto de la energía de las partículas elementales
que la componen por la frecuencia de su onda
5
electromagnética.
Someto restos corporales a campos mínimos de fuerza
para que revelen su carga intrínseca latente. Creo que
existe un pensamiento encerrado en la materia y en su
transformación y me valgo de acciones físicas de “casi
nada” para dar forma simbólica a las ideas. Mínimas
perturbaciones que generen máximas significaciones.
6
La secreción de sudor por las glándulas sudoríparas
de la piel es un mecanismo inconsciente del cuerpo
para su termorregulación. Axilas, plantas de los pies
y palmas de las manos son los puntos donde se suda
primordialmente.
Congelo mi propio sudor corporal con la forma de
monedas para después dejarlas derretir y corroer chapas
metálicas de cobre. La salinidad del sudor reacciona en
contacto con los metales –sus opuestos alquímicos–
generando un impulso eléctrico. Una nueva forma de
energía que otorga autonomía a la materia y que pone
en cuestión la relación entre la expresión y el contenido
simbólico del objeto. El sudor congelado es puro
esfuerzo físico corporeizado: una cantidad cristalizada
que, en su desintegración, pone en marcha un proceso
corrosivo en el soporte. Aquello que en termodinámica
7
se conoce como la propia búsqueda de un material para
hallar su mayor forma de estabilidad o menor estado de
energía interna.
Una moneda efímera y corrosiva, que no intercambia ni
capitaliza nada sino que dilapida mi propio esfuerzo físico
cristalizado. La pérdida calórica se traduce una serie de
grabados que recogen los halos corrosivos estampados
en papel.
Densidad de glándulas ecrinas por cada
4 cm2 de piel.
N.B.:
1.- Se considera equivalente la densidad
del sudor al agua salada, 1027 kg/m3.
2.- Se estima en 1.8 m2 el área media
de piel de un adulto que transpira un
promedia de 0.7 a 1.5 L de sudor / día.

A Time And Motion Study, Lilian and Frank


Gilbreth (1913-1917).

Glándulas
apocrinas

+1200

+800
8

+400

-400
9
10
11
12
13
Collar de cabello trenzado y oro, 46 cm
y 2,4 gr (c. 1850). Museo Nacional del
Romanticismo, CE-8447.

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La intersección de un cabello con un rayo de luz láser
genera un patrón de difracción. En el punto ciego
de intersección, la luz se comporta cuánticamente
como onda y cuerpo y actúa como una nueva fuente
lumínica: las ondas se suman o se anulan, generando
interferencias.
Un holograma funciona como un molde de haces de
luz. Registra las figuras de interferencia constructiva
y destructiva provocadas por las fibras del cabello en
contacto con los fotones de luz. Toda la información
tridimensional del pelo y de su espacio circundante
queda capturada, generando un pliegue espacial. Una
suerte de enredo espacio temporal. Porque el pelo
es la medida de todas las medidas: es portador de
información genética que, en su decoloración, registra
el paso del tiempo. Pero también codifica valores
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culturales y sociales hasta el punto de ser empleado en la
confección de joyería durante el Romanticismo. Sortijas,
broches y collares fueron elaborados a partir del trenzado
de cabello humano. Una manera de incorporar afectos en
enseres personales que suponía la “objetualización” de
una persona o la personificación de un objeto.
El proyecto ha sido realizado en residencia en el Centro
de Holografía y Artes Dados Negros, de la mano
del hológrafo Pepe Buitrago, a quien agradezco su
colaboración y enseñanza.
16
17
La difracción ocurre cuando una onda se
encuentra con un obstáculo o una ranura.
El ancho angular del máximo central es
inversamente proporcional al ancho de
la ranura, es decir, al cociente entre la
anchura y la longitud de onda.

m=4
I = 0.00383
m=3
I = 0.0165 I0
m=2
I = 0.0472 I0
m=1
18
α

I = I0

m = -2

m = -3
19
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22
La fuerza de una semilla depende de la absorción de luz
de la clorofila de sus hojas y de la riqueza mineral del
terreno donde se ubica. Una pulsión de fuerza que hizo
de ellas objetos premonetales: elementos a caballo entre
lenguaje y materia que cuantifican valores, contabilizan
bienes e intercambian recursos.
Los dientes comparten análogamente un germen de
transformación. El endurecimiento instantáneo de
un empaste dental se produce por un fogonazo de
luz ultravioleta. Una reacción de fotopolimerización
donde los fotoiniciadores presentes en los composites
dentales captan la energía lumínica y desencadenan
uniones atómicas de monómeros hasta alcanzar la forma
polimérica molar. Como si se tratasen de diamantes
sintéticos, son pepitas dentales post-producidas
espontáneamente que esparzo por la sala como quien
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suelta granos en un corral...
La fotosíntesis es la absorción de energía
solar por la clorofila de las plantas para
transformarlo en nutrientes para la
elaboración del tejido vegetal.
Planta del cacao. Sus semillas fueron
empleadas como medio de pago en la
América precolombina.

Energía solar

Transpiración

Dióxido de
Clorofila carbono

24

Glucosa y
carbohidratos
para crecimiento Oxígeno

Agua y minerales
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26
27
La canforquinona, el óxido de fosfina
acilo y el ivocerin son los principales
fotoiniciadores empleados en odontología
para realización de empastes dentales
fotopolimerizados.

O
H3C

H3C
O

CH3

O O

28

O O

Ge

O O
29
30
31
Como documentación anexa para respaldar los resultados de
esta investigación, presento tres escritos que dan contexto a
las acciones presentadas en esta muestra.
Son cartas de data incierta y anónimas, pero por el lenguaje, el
tono y las referencias que aparecen en ellas, podemos aventu-
rar los contextos y épocas de las que proceden. Se suceden en
un arco temporal inverso a la concepción mecánica del tiempo.
La más cercana, a caballo entre el siglo XX y el siglo XXI, pro-
viene del ámbito científico. En segundo lugar, hallamos una de-
claración apasionada del ideario de la filosofía romántica de lo
inefable y lo erótico de finales del siglo XIX. Finalmente, aporto
una reflexión enmarcada bajo la máxima “Vanitas vanitatum
omnia vanitas”, que debió ser realizada durante el barroco de
la Edad de Oro, o al menos, escrita bajo su influencia.
Trabajo y dinero nos atraviesan. Los tiempos se derriten y se
amalgaman en un mismo líquido viscoso por el efecto del régi-
33 men productivista y extractivista que bajo diferentes nombres
se ha impuesto formando nuestro paisaje social: no nuestra
naturaleza, sino su domesticación, hasta llegar a la expresión
del valor en lo mínimo, incluida en sus manifestaciones arqui-
tectónicas y de diseño. Como esta muestra: casi toda blanca,
casi toda vacía.

Marta Ramos-Yzquierdo
Carta 1
Querido colega,
¡Por fin lo he conseguido! Tras un año de trabajo, tenemos resul-
tados. Todo el esfuerzo, literalmente, se ha convertido en algo
tangible. Al mismo tiempo es tan frágil e inestable que me hace
dudar de su valor. Como bien sabes, porque has acompañado
todo el proceso, la investigación partió del presupuesto de po-
der medir el rastro de la energía desarrollada en el propio proce-
so. Una tentativa de cuantificar la energía generada en el trabajo
considerando la desmaterialización líquida del organismo que lo
efectúa. Para ello, recogimos las muestras del sujeto, el líquido
que supuraba por los poros al someterlo a realizar el mínimo es-
fuerzo posible (1.01). Nuevamente, dadas las precarias condicio-
nes económicas con las que desarrollamos nuestra labor que tan
bien conoces, el sujeto del experimento fui yo mismo.
Seguí las dinámicas inspiradas por Lilian y Frank Gilbreth en sus
estudios sobre la ergonomía de los cuerpos de los obreros en la
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fábrica, en las que buscaban cómo poder ejercer la fuerza del tra-
bajo con el mínimo movimiento posible. La pregunta para ellos
debió ser la misma que me hago yo: ¿cómo medirlo? Inventaron
en 1913 el cronociclógrafo, que capturaba y puntuaba según un
baremo los movimientos. Pero más significativo para mis propó-
sitos: usaron un estereoscopio para dar una imagen tridimensio-
nal de estos resultados, que se aplicaría para mejorar la eficien-
cia del operario.
El desafío por tanto para mí fue como materializar igualmente la
pérdida calórica del sujeto: yo corriendo de arriba a abajo, todos
los días, a la misma hora, la misma cantidad de tiempo, que era lo
mínimo cuantificable durante los meses de mi residencia. Porque,
¿cómo materializar algo cuando “todo lo sólido se desvanece en el
aire” como diría K. Marx?
El sentimiento fue durante todo el proceso que necesitaba poder
crear un patrón, una unidad de medida que condensara todo este
esfuerzo. “Condensación”, justo la escritura, el seguir el lado más
poético de mis pensamientos, me dio la clave de cómo continuar
mis experimentos. Para preservar algo que surge de la pérdida
calórica del cuerpo debíamos ejercer sobre la materia resultante
la acción opuesta. Si había generado líquido al someterme al ca-
lor, ahora debíamos procesarlo a través del frío.
Es de esta forma en que hemos llegado al día de hoy. He conse-
guido reunir el valor del esfuerzo en una moneda de hielo. Parece
una paradoja: para existir, se detiene en el tiempo, congelada. Al
mismo tiempo, si existe, si la busco y la produzco es porque es-
tamos inmersos en esta dinámica capitalista que se basa en el
impulso: siempre avanzar, siempre seguir, siempre más. Para ello,
nosotros nos hemos convertido en la fuerza de trabajo que im-
prime esa energía necesaria. Con mi experimento quiero apun-
tar que es el trabajo el resultado de la desmaterialización de ese
cuerpo que es generador de la energía del trabajo.
¿Resulta comprensible? En otros tiempos pensaba que el valor
residía en el dinero, en las monedas, pero ellas son solo las divi-
35 sas de un valor, símbolos materiales externos que a lo largo de la
historia y de manera consensuada, no arbitraria sino emblemáti-
ca, que reflejan en la materia los imaginarios culturales que cada
sociedad ha compartido.
¡Ahora he conseguido hacer monedas con mi esfuerzo! He uni-
do concepto y forma en una misma materia. Me siento que quizá
he podido darle cuerpo al análisis que hacía el profesor Franco
Berardi desde Bolonia: “El capitalismo financiero está basado
en la autonomización de la dinámica del dinero, pero más pro-
fundamente en la autonomización de la producción de valor de
la interacción física entre las cosas. El pasaje de la abstracción
industrial del trabajo a la abstracción digital del mundo implica
una transmaterialización del proceso de trabajo.”1
¿Será la forma de ser dueños de nuestro propio valor? Como
siempre, la alegría de nuestras experimentaciones es breve, es
efímera como las monedas que he conseguido formar… Su con-
servación es complicada, su inestabilidad permanente.
He creado un molde de agua. En él, en el sudor, mi cuerpo está
presente. El exceso de toda la actividad necesaria para ello, no
es aparente. Y finalmente, se deshace sobre el metal sobre el que
consigo mostrarla de mejor manera. Intento explicar nuestro uni-
verso de manera objetiva y materialmente coherente. Intento dar
forma a una constante, a un valor que permanezca pero que irre-
vocablemente termina desapareciendo y corroyendo la materia
con la que se relaciona.
¿Tan difícil fue para Planck encontrar esa constante con la que
Einstein consiguió formular el entendimiento contemporáneo y
futuro del tiempo y del universo? ¡Y yo sólo aventuro pensar en
nuestro contexto!
Me identifico tanto con los colegas de Bristol: “La mecánica cuán-
tica predice con notable precisión el resultado de experimentos
con objetos pequeños, como átomos y fotones. Sin embargo,
cuando se observan más de cerca esas predicciones, nos vemos
obligados a admitir que desafían nuestra intuición.”2
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Espero que la poesía me ayude a llegar del experimento en el es-
tudio a una fórmula precisa, concisa, bella y estética…
Mientras, seguiré paseando.
Un fuerte abrazo.

Carta 2
Mi estimada amiga,
Mientras te escribo desde este paraje árido, a la sombra del muro
de un palacio de un tiempo glorioso ya pasado, en mitad de una
noche que parece eterna, sostengo en mi mano las joyas de tu
cuerpo. La trenza de la niña que conocí y que fue mi compañera
de juegos y el mechón ya níveo por los lustros que se han suce-
dido desde aquellos días. Nuestras vidas han transcurrido para-
lelas, no juntas. Tejidas como un broche de azabache, malladas
como una pulsera de diamantes. No hay nada más valioso que
el rastro de tu cuerpo. En cada brizna se esconde un trocito de
ti. Cada joya, objeto valioso, eres tú, objeto de mi culto. Perso-
na que se vuelve cosa. Cosa que se anima humana. Las poseo,
como monedas de valor incalculable, y habito en ellas, me uno a
las energías que las sustentan.
Entre nosotras, nunca hemos podido mostrar nuestro afecto, ca-
llado y ocultado entre los cortinajes de las casonas de nuestras
familias, ni siquiera un roce leve de pieles temblorosas por la ten-
sión y por el miedo a las convenciones. La clase obliga. Por eso,
nosotras hemos erigido un campo de afectos de relación entre
las cosas que nos hemos donado. Regalos que son dones, víncu-
los de reciprocidad, como si fuéramos un pueblo único y primi-
genio. Nos hemos construido en la sombra, como se construye a
retazos un monstruo amoroso. Amor monstruoso. En este inter-
cambio reside toda la fuerza benéfica pero también violenta. En
cualquier intercambio o don se sustenta cualquier civilización.
Ahora solo me queda moldear la realidad con un mechón de tu
cabello. Con el de la niña y con el de la adulta. Son rastros de
37 tiempos, son la ranura de la aguja por la que poder observar to-
dos nuestros espacios y estaciones en una sola mirada. Parece
algo mágico, algo maravilloso, algo sublime. Cuando me lo con-
taron no podía creerlo. Cada uno de tus cabellos se ha converti-
do en una onda. El joven científico ha conseguido en su estudio,
dirigiendo rayos precisos y preciosos sobre ellos, hacer un molde
de luz, un vaciado del espacio que ocupan. Me ha explicado que
la luz, ese rayo verde como el último que vemos cuando el sol se
oculta, el mismo para las dos, cada una desde nuestro balcón, es
onda y cuerpo al mismo tiempo, y por eso, trabajando en el espa-
cio intersticial, en la longitud de onda, consigue estas imágenes
que te envío.
Me enredo en tu pelo esperando que tu te enredes en su reflejo. El
tiempo también nos enreda, valioso. Hemos conseguido, callada-
mente, doblegar voluntades, hacer un pliegue temporal en el es-
pacio, imaginar doblar el espacio para encontrar nuestro tiempo.
Sin que nadie los sepa, hemos sido y somos dueñas de nuestros
tiempos, de nuestros deseos, de nuestros cuerpos y sus afectos.
No verbalizado, pero creador de una economía interna, que pone
en circulación una divisa, el pelo, y su imagen, el holograma, dan-
do cabida a la posibilidad de una nueva materia viva, a un nuevo
cuerpo, a una nueva carne.
Siempre tuya, siempre en deuda, siempre don.

Carta 3
Vuestra merced
El tiempo no tiene medida. Aunque lo ajustemos, los dientes de
todas sus señorías se caerán y poblarán el suelo como semillas.
El tiempo se mide y es medido a los pobres que se desloman,
para que nuestros dientes caídos cobren valor tornándose semi-
llas. Que Dios Nuestro Señor los acoja en su gloria y al amparo de
un buen amo, noble o clérigo, para que su cuerpo sirva y encuen-
tre una recompensa bajo su amparo tras la muerte que nos llega
a todos por igual. 38

Un diente, objeto encontrado, objeto polisémico, objeto mínimo


de expresión de la arquitectura de nuestra finitud, nuestro propio
cuerpo. El punto móvil y extraíble de la calavera que yace junto
a las flores que se pudren, las esencias que se desvanecen… su
valor reside en que nos alerta de la volatilidad de nuestras vidas.
Un valor evanescente.
Permítame recordarle que nosotros mismos somos también el
objeto mínimo de una producción onerosa, como dientes des-
parramados por el suelo. Se preguntará vuestra merced por mi
insistencia en el apéndice bucal. En una anotación de una de las
últimas misivas sobre el estado de mis posesiones en la Nueva
Granada, esas tierras ignotas que sorprenden desde su lejanía
por sus costumbres bestiales pero que proveen nuestras arcas
de oro y plata suficiente para que nuestras casas trasciendan
nuestra propia vida, en uno de esos escritos, me relataron como
algunos pobladores de las zonas selváticas, en vez de doblones
de oro usaban semillas que parecían dientes. Mis sueños se tor-
naron imágenes en las que los dientes áureos, dientes de valor
incalculable se tornaban granos que se tornaban plantas que se
tornaban cosechas que nos proveían de granos que eran dientes
que eran oro. Un mínimo esfuerzo para un máximo rendimiento.
El oro es la medida del hombre, el tiempo la de Dios, y los dientes,
ríase vuestra merced con amplia sonrisa mostrando los propios,
son moneda de cambio para la vida de los vivos y la vida de los
muertos. Y como moneda tal que traspasa los tiempos de la ma-
teria, es a Dios Nuestro Señor o al dios que recen los seres de es-
tas tierras lejanas, a quien corresponde dictaminar su valor que
es fe y es credo.
En esta congoja por el rechinar de palas y maxilares, en la espera
del descanso eterno que salvaguarde nuestro status quo de los
dientes ajenos, dejo a vuestra merced hasta la próxima diatriba
o misiva en que le haga participe de mis pensamientos más eté-
reos y más valiosos.
39

1. Franco Bifo Berardi, Poesía y finanzas, https://poesia.uc.edu.ve/


poetry-and-finance/

2. Declaraciones de Alberto Peruzzo y sus colegas de la


Universidad de Bristol, en la revista Science, al presentar
los resultados de su experimento con un nuevo tipo de
aparato de medida. (https://elpais.com/sociedad/2012/11/13/
actualidad/1352831188_293252.html)
No hacer nada vs hacer “casi nada”.
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6 izerdia
3
14 ilea
22
hortzak
Naturan badira gauza guztien egitura eta mugikortasuna
gobernatzen dituzten funtsezko indarrak. Fisikan,
eremuak esaten zaie, eta energia duten, espazioa hartzen
duten eta objektuekiko gure interakzioetan bitarteko diren
entitateak dira.
F (x,t) eremu bakoitzak magnitude fisiko baten denbora-
espazioaren banaketa adierazten du, hau da, espazio-
denboraren puntu bakoitzean balio desberdinak hartzen
dituen propietate bat, funtzio baten bidez matematikoki
adieraz daitekeena. 1900. urtean, Max Planckek
proportzionaltasun-konstante bat ezarri zuen materiaren
fenomeno mikroskopikoetan. h “ekintzaren oinarrizko
kantitatea da”: prozesu fisiko batean inplikatutako
gutxieneko ekintza-kantitatea. Bere balioa bere uhin
elektromagnetikoaren maiztasunarekin osatzen duten
oinarrizko partikulen energiaren biderkaduraren berdina da.
Gorputz-hondarrak gutxieneko indar-eremuen mende
jartzen ditut, beren karga intrintsekoa agerian utz dezaten.
Materiari eta bere eraldaketari buruzko pentsamendu itxia
dagoela uste dut, eta, ideiei forma sinbolikoa emateko,
ia ezer ekintza fisikoez baliatzen naiz. Esanahi maximoak
sortzen dituzten asaldura minimoak.
Larruazaleko izerdi-guruinek izerdia jariatzea gorputzaren
mekanismo inkontzientea da bere termoerregulaziorako.
Besapeak, oin-zolak eta esku-ahurrak dira izerditzen
duzun tokiak.
Nire gorputzeko izerdia izozten dut txanpon itxurarekin,
gero urtzen uzteko eta kobrezko txapa metalikoak
ahaltzeko. Izerdiaren gazitasunak metala ukitzean
erreakzionatzen du –aurkako elementu alkimikoak
baitira–, eta bulkada elektrikoa sortzen du. Energia modu
berri horrek autonomia ematen dio gaiari, eta zalantzan
jartzen du adierazpenaren eta objektuaren eduki
sinbolikoaren arteko lotura. Izerdi izoztua ahalegin fisiko
gorpuztua baino ez da: kantitate hori desintegratzean,
prozesu korrosibo bat jartzen du martxan euskarrian.
Hori, material baten bilaketa gisa ezagutzen da
termodinamikan, eta egonkortasun handiagoa edo barne-
energiaren egoera txikiagoa aurkitzea ahalbidetzen du.
Txanpon iragankor eta korrosiboa da, ez du ezer trukatzen
edo kapitalizatzen, baizik eta neure ahalegin fisiko
kristalizatua xahutzen du. Kaloria galtzeak paperean
estanpatutako halo korrosiboak jasotzen dituzten grabatu
batzuk eragiten ditu.
Dirua trukatzeko kaxa balantza eta
pisuekin, zirkulazioan dagoen moneta
kontrolatzeko (1649-1658). Museo de la
Feria Fundazioa.
Ile txirikordadun eskumuturrekoa,
24 cm-ko eta 12,7 gr-ko metalezko,
zorrotada eta perla-aleak, (1866=1900).
Erromantizismoaren Museo Nazionala,
CE-6275.
Ile baten eta laser-argi baten arteko elkarguneak
difrakzio-eredu bat sortzen du. Elkargune itsuan, argiak
uhin eta gorputz gisa jokatzen du kuantikoki, eta argi-iturri
berri gisa jokatzen du: uhinak batu edo deuseztatu egiten
dira, eta interferentziak sortzen dituzte.
Holograma batek argi-sorten molde bat bezala
funtzionatzen du. Argi-fotoiekin kontaktuan dauden
ilearen zuntzek eragindako interferentzia konstruktibo eta
suntsitzaileko irudiak erregistratzen ditu. Ileari eta haren
inguruko espazioari buruzko hiru dimentsioko informazio
guztia harrapatzen da, eta tolestura espazial bat sortzen
da. Nolabaiteko denbora-korapiloa. Ilea neurri guztien
neurria delako: informazio genetikoaren eramailea da,
eta, koloregabetzean, denboraren joana erregistratzen
du. Baina balio kultural eta sozialak ere kodetzen ditu:
Erromantizismoaren garaian, bitxigintzan erabili zen.
Eraztunak, krisketak eta lepokoak giza ilea txirikordatuz
egiten ziren. Afektuak tresna pertsonaletan txertatzeko
modu bat da, eta pertsona bat “objektu bihurtzea” edo
objektu bat pertsonifikatzea zekarren.
Proiektua Holografia eta Arte Jakin Beltzen Zentroan
egin da, Pepe Buitrago holografoaren eskutik, eta
eskerrak eman nahi dizkiot bere laguntzagatik eta
irakaskuntzagatik.
Bi iturri puntualek sortutako uhin-fronteak
eta interferentzia-diagramak
Hiperbolak sortzea eraikuntza-
interferentziako puntuek aurrera egitean.
λ
A B
t=7
t=6
t=5
t=4
t=3
t=2
t
t=1 t
A
B
Hazi baten indarra hostoen klorofilatik xurgatutako
argiaren eta lurraren aberastasun mineralaren mende
dago. Diru-aurreko objektu bihurtu zituen indar-pultsio bat
eman zen, eta, horri esker, hizkuntzaren eta materiaren
arteko elementuak, balioak kuantifikatu, ondasunak
zenbatu eta baliabideak trukatzen dituzte.
Hortzek eraldaketa-ernamuin bat partekatzen dute.
Hortzetako enpastearen bat-bateko gogortzea argi
ultramorezko sutauts baten ondorioz gertatzen da.
Fotopolimerizazio-erreakzio bat da: hortz-konpositeetan
dauden fotoinizatzaileek argi-energia hartzen dute
eta berehala monomeroen lotura atomikoak sortzen
dituzten forma polimeriko molarra lortzen dute. Diamante
sintetikoak balira bezala, espontaneoki sortutako hortz-
pipitak dira. Nik aretoan zehar barreiatzen ditut, beste
norbaitek korta batean haziak askatzen dituen bezala...
Txinako Shang dinastian hezurrean
egindako kaurien imitazioak (K.a. XIII-XII.
mendeak). Arkeologia Museo Nazionala.
Ikerketa honen emaitzak babesteko erantsitako dokumentazio
gisa, hiru idazki aurkezten ditut, lagin honetan aurkeztutako
ekintzei testuingurua emateko.
Data ezezaguneko gutunak dira, anonimoak, baina horietan
agertzen diren hizkuntza, tonua eta erreferentziak direla eta,
jatorrizko testuinguruak eta garaiak adieraz ditzakegu. Den-
boraren kontzepzio mekanikoaren alderantzizko denbora-arku
batean gertatzen dira. Hurbilena, XX. mendetik XXI. mende-
ra bitartekoa, arlo zientifikotik dator. Bigarrenik, XIX. mende
amaierako ezin esanezko eta erotikoaren filosofia erromanti-
koaren ideiaren adierazpen grinatsua aurkitu genuen. Azkenik,
hausnarketa bat ekarri dut, “Vanitas vanitatum omnia vanitas”
esaldiarekin lotuta, zeina Urrezko Aroko barrokoan egin behar
baitzen, edo, gutxienez, haren eraginpean idatzi.
Lanak eta diruak zeharkatu egiten gaituzte. Denborak likido li-
katsu berean urtzen eta biltzen dira, izen desberdinekin gure
paisaia soziala eratu duen erregimen produktibista eta estrak-
tibistaren eraginez: ez gure izaera, baizik eta bere etxekota-
suna, balioa gutxienekora iritsi arte, bere adierazpen arkitek-
toniko eta diseinukoetan barne. Lagin hau bezala: ia dena zuria,
ia dena hutsik.
Marta Ramos-Yzquierdo
1. gutuna
Lagun maitea:
Lortu dut azkenean! Urtebetez lanean aritu ondoren, emaitzak
lortu ditugu. Ahalegin guztia ukigarria bihurtu da, literalki. Aldi
berean, hain da hauskorra eta ezegonkorra, zalantzak dituda-
la bere balioaren inguruan. Ondo dakizunez, prozesu osoan
lagundu duzulako, prozesuan bertan garatutako energiaren
arrastoa neurtu ahal izateko aurrekontutik abiatu zen ikerke-
ta. Lanean sortutako energia kuantifikatzeko saiakera izan da,
kontuan hartuta hori egiten duen organismoaren desmateriali-
zazio likidoa. Horretarako, subjektuaren laginak jaso genituen:
ahalik eta esfortzu txikiena egitean poroetatik zornatzen zuen
likidoa (1.01). Berriz ere, hain ongi ezagutzen duzun gure lana
garatzeko baldintza ekonomiko eskasak direla eta, esperimen-
tuaren subjektua ni neu izan nintzen.
Lilian eta Frank Gilbrethek inspiratutako dinamikei jarraitu
nien fabrikako langileen gorputzen ergonomiari buruzko iker-
ketetan, non lanaren indarra ahalik eta mugimendu txikienare-
kin nola gauzatu bilatzen zuten. Haientzako galdera nik neure
buruari egindako galdera bera izango zen: Nola neurtu? 1913an
kronoziklografoa asmatu zuten, mugimenduak baremo baten
arabera harrapatu eta puntuatzeko. Baina hau esanguratsua-
goa da nire helburuetarako: estereoskopio bat erabili zuten
emaitza horien hiru dimentsioko irudi bat emateko, langilearen
eraginkortasuna hobetze aldera aplikatzeko.
Niretzako erronka, beraz, subjektuaren kaloria galtzea nola
gauzatu izan zen: ni ezkerraldearen azpitik korrika, egunero,
ordu berean, denbora-tarte bera... Hori baitzen nire egoitzako
hilabeteetan zenbatu zitekeen gutxienekoa. Izan ere, nola ma-
terializatu zerbait, K. Marxek esango lukeen bezala, “solido
guztia aireratzen denean”?
Prozesu osoan zehar sentsazio bera izan nuen: ahalegin hori
guztia kondentsatuko zuen patroi edo neurri-unitate bat behar
nuen. “Kondentsazioak”, idaztearekin eta nire pentsamenduen
alderik poetikoenari jarraitzearekin batera, nire esperimentue-
kin nola jarraitu jakiteko giltza eman zidan. Gorputzaren galera
kalorikotik sortzen den zerbait babesteko, kontrako ekintzatik
ateratako materia landu behar genuen. Beroaren eraginpean
jartzean likidoa sortu banuen, ondoren hotzaren bidez egin be-
har genuen.
Horrela iritsi gara gaurko egunera. Ahaleginaren balioa izo­
tzezko txanpon batean biltzea lortu dut. Paradoxa dirudi: exis-
titzeko, denboran izoztuta gelditzen da. Aldi berean, hor bada-
go, bilatzen badut eta sortzen badut, bultzadan oinarritzen
den dinamika kapitalista honetan murgilduta gaudelako da:
beti aurrera egitea, beti jarraitzea, beti gehiago. Horretarako,
beharrezko energia horrek inprimatzen duen lan-indar bihur-
tu gara gu. Nire esperimentuarekin adierazi nahi dut lana dela
lanaren energia sortzen duen gorputz horren desmaterializa-
zioaren emaitza.
Ulergarria al da? Beste garai batzuetan, balioa diruan eta
txanponetan zetzala uste nuen, baina balio baten dibisak baino
ez dira, gizarte bakoitzak historian zehar eta modu adostuan,
ez arbitrarioan, baizik eta enblematikoan, partekatu dituen
imaginario kulturalak islatzen dituztenak.
Nire ahaleginarekin txanponak egitea lortu dut! Kontzeptua eta
forma gai berean batu ditut. Franco Berardi irakasleak Bolonia-
tik egiten zuen azterketa gorpuztu ahal izan dudala sentitzen
dut: “Kapitalismo finantzarioa diruaren dinamikaren autono-
mizazioan oinarritzen da, zehazki, gauzen arteko interakzio
fisikoaren balio-ekoizpenaren autonomizazioan. Lanaren abs-
trakzio industrialetik munduaren abstrakzio digitalera igarot-
zeak lan-prozesuaren transmaterializazioa dakar.”1
Geure balioaren jabe izateko modua ote? Beti bezala, gure es-
perimentazioek dakarten poza laburra da; iragankorra da, sor-
tu ditudan txanponak bezala... Zaila da kontserbatzea, etenga-
beko ezegonkortasuna baitakar.
Ur-molde bat sortu dut. Bertan, izerdian, nire gorputza dago.
Horretarako behar den jarduera gehiegizkoa izatea ez da itxu-
razkoa. Eta azkenik, metalaren gainean desegiten da, eta horre-
la hobeto erakutsi dezaket. Gure unibertsoa modu objektiboan
eta materialki koherentean azaltzen saiatzen naiz. Konstante
bati (balio iraunkor bati) forma ematen saiatzen naiz, baina,
azkenean, desagertu egiten da eta harekin erlazionatzen den
materia usteltzen da.
Hain zaila izan al zen Planckentzat Einsteinek denboraren eta
unibertsoaren adimen garaikidea eta etorkizuna formulatzeko
erabiltzen zuen konstante hori aurkitzea? Eta nik gure testuin-
guruan pentsatu besterik ez dut egiten!
Asko identifikatzen naiz Bristolen lankideekin: “Mekanika
kuantikoak zehaztasun handiz iragartzen du objektu txikiekin,
hala nola atomoekin eta fotoiekin, egindako esperimentuen
emaitza. Hala ere, iragarpen horiek hurbilagotik behatzen dire-
nean, gure intuizioari erronka egiten diotela onartzera behar-
tuta gaude.”2
Espero dut poesiak lagunduko didala esperimentutik formula
zehatz, labur, eder eta estetiko batera iristen.
Bitartean, pentsatzen jarraituko dut.
Besarkada bat.
2. gutuna
Lagun maitea:
Leku idor honetatik idazten dizudan bitartean, jadanik iragan
den garai loriatsu bateko jauregi baten hormaren gerizpean,
betierekoa dirudien gau baten erdian, zure gorputzeko bitxiei
eusten diet nire eskuan. Ezagutu nuen eta nire jolaskidea izan
zen neskatxaren txirikorda, eta egun haietatik hona gertatu
diren distirengatik elurtutako ile-xerloa. Gure bizitzak parale-
loak izan dira, ez baterakoak. Azabatxezko paparreko bat be-
zala ehunduak, diamantezko eskumuturrekoa bezain saretuak.
Ez dago ezer baliotsuagorik zure gorputzaren arrastoa baino.
Brizna bakoitzean zure zati bat ezkutatzen da. Bitxi, objektu
baliotsu bakoitza... zu zara nire gurtzaren xede. Gauza bihur­
tzen den pertsona. Pertsona bihurtzen den gauza. Baditut, ba-
lio kalkulaezineko txanponak bailiran, eta haietan bizi naiz, be-
rauei eusten dieten energiekin bat eginez.
Gure artean, ez dugu inoiz erakutsi ahal izan gure adiskide-
tasuna, isilik eta gure familien etxeetako gortinajeen artean
ezkutaturik, eta ezin izan dugu larru dardaratien ukitze arin
izan ere, tentsioagatik eta konbentzioekiko beldurragatik. Kla-
seek obligazioak jartzen dizkigute. Horregatik, guk adiskide-
tasun-eremu bat eraiki dugu elkarri eman dizkiogun gauzen
bidez. Opariak dohainak dira, elkarrekikotasun-loturak, herri
bakarra eta jatorrizkoa bagina bezala. Itzalean eraiki gara, mai-
tasunezko munstro bat zatika eraikitzen den bezala. Maitasun
izugarria. Truke horretan datza ongintzazko indar guztia, baina
bortitza ere bada. Edozein truke edo dohainetan sostengatzen
da edozein zibilizazio.
Orain errealitatea zure ilearen xerlo batekin moldatzea beste-
rik ez zait geratzen. Neskatoarenarekin eta helduarenarekin.
Denboraren arrastoak dira, gure espazio eta urtaro guztiak
begirada bakar batean ikusteko orratzaren zirrikitua. Zerbait
magikoa dirudi, zerbait zoragarria, zerbait bikaina. Kontatu zi-
datenean ezin nuen sinetsi. Zure ile bakoitza uhin bihurtu da.
Zientzialari gazteak bere ikerketan lortu du argi-molde bat egi-
tea, hots, betetzen duten espazioa hustea, haietara izpi zehatz
eta preziatuak zuzenduz. Azaldu dit argia, eguzkia ezkutatzen
denean ikusten dugun azken tximista berde hori (argi bera da
biontzako, bakoitzak gure balkoitik begiratuta), uhina eta gor-
putza dela aldi berean, eta, horregatik, espazio interstizialean,
hau da, uhin-luzeran lan eginez, bidaltzen dizkizudan irudi
hauek lortzen dituela.
Zure ilean korapilatzen naiz, zure islan sartuko zarelakoan.
Denborak ere nahasten gaitu, baliotsu. Isil-isilik lortu dugu bo-
rondateak makurtzea, espazioan denbora-tolestura bat egitea,
espazioa bikoiztea gure denbora aurkitzeko. Inork jakin gabe,
gure garaien, gure nahien, gure gorputzen eta haien afektuen
jabe izan gara eta gara. Ez da hitzezkoa, baina barne-ekonomia
baten sortzaile da, eta zirkulazioan jartzen ditu dibisa bat, ilea
eta haren irudia (holograma), materia bizi berri baten, gorputz
berri baten, haragi berri baten posibilitateari lekua eginez.
Beti zurea, beti zorretan, beti dohain.
3. gutuna
Zuen mesedea
Denborak ez du neurririk. Egokitzen badugu ere, jaun guztien
hortzak erori egingo dira eta haziek bezala beteko dute lurra.
Denbora neurtzen zaie behea jotzen duten behartsuei, gure
hortz eroriek balioa har dezaten hazi bihurtuz. Har ditzala Gure
Jaunak bere aintzan eta nagusi on, noble edo elizgizon baten
babesean, bere gorputzak zerbitza dezan eta sari bat aurki de-
zan bere babespean, guztioi berdin iristen zaigun heriotzaren
ondoren.
Hortz bat, aurkitutako objektu bat, objektu polisemiko bat, gure
finitutasunaren arkitekturaren gutxieneko adierazpen-objektu
bat, gure gorputza bera. Usteltzen diren loreen ondoan dagoen
burezurretik atera daitekeen puntu mugikorra, desagertzen
diren esentziak... Haien balioa gure bizitzaren aldakortasunaz
ohartarazten gaituena da. Balio ebaneszentea.
Zilegi bekit gogoraraztea gu geu ere ekoizpen garestiaren ob-
jektu minimo garela, lurrean sakabanatutako hortzak bezala.
Ahoko apendizeari buruz galdetuko diozu zeure buruari. Gra-
nada Berriko nire jabegoen egoerari buruzko azken gutunetako
batean, urruntasunagatik beren ohitura piztialengatik harritzen
diren baina gure etxeak gure bizitzatik igarotzeko adina urrez
eta zilarrez hornitzen dituzten lur lauso horiek, idatzi horietako
batean, kontatu zidaten oihanetako biztanle batzuek urrezko
tolesturen ordez hortzak ziruditen haziak erabiltzen zituzte-
la. Nire ametsak irudi bihurtu ziren, non urrezko hortzak, balio
kalkulaezineko hortzak, aleak bihurtzen ziren, ondoren landare
bihurtzeko eta urrezko hortzak emateko. Gutxieneko ahalegi-
na, ahalik eta etekin handiena ateratzeko.
Urrea gizakiaren neurria da, denbora Jainkoarena, eta hortzak
(egin irribarre zabal bat zuenak erakutsiz) trukerako txanponak
dira bizidunentzako eta hildakoentzako. Eta materiaren ga-
raiak gainditzen dituen moneta gisa, Gure Jaunari edo urrune-
ko lurraldeetako izakiek agintzen duten Jainkoari dagokio ha-
ren balioa fedea eta sinesmena dela ebaztea.
Palen eta masailezurren karraska honetan, gure status quo-ak
besteren hortzetatik babestuko duen betiereko atsedenaren
zain, zure esku uzten dut nire pentsamendurik etereoen eta
baliotsuenen hurrengo diatriba edo gutuna.
1.- Franco Bifo Berardi, Poesía y finanzas, https://poesia.uc.edu.ve/
poetry-and-finance/
2.- Alberto Peruzzo eta Bristolgo Unibertsitateko lankideen
adierazpenak, Science aldizkarian, neurgailu mota berri
batekin egindako esperimentuaren emaitzak aurkeztu
zituztenekoak. (https://elpais.com/sociedad/2012/11/13/
actualidad/1352831188_293252.html)
Ez egin ezer vs ia ezer ez egin.

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