Silabo de Gs II Actualizado-2
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PROFESIONAL POLICIAL
2022
SÍLABUS
GESTION DE LA SEGURIDAD II
I. DATOS GENERALES
HORAS SEMANALES : 06
CRÉDITOS :
PERIODO ACADEMICO : IV SEMESTRE
II. SUMILLA
La Asignatura forma parte del Currículo de Estudios para los Cadetes de Primer Año de la
Escuela de Oficiales PNP, las Unidades de Aprendizaje desarrollan contenidos relacionados
con la “GESTIÓN DE LA SEGURIDAD” en todos los campos de la actividad profesional Policial
donde se desempeñe el oficial de Policía.
III. OBJETIVOS
A. OBJETIVO GENERAL
Desarrollar competencias para posibilitar el óptimo ejercicio de la función policial en
aspectos relacionados con la Gestión de Seguridad Policial.
B. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Impartir conocimientos básicos sobre la Gestión de Seguridad.
Capacitar en las técnicas y procedimientos de Gestión de Seguridad.
Conocer el dominio cognoscitivo y procedimientos de la Gestión de la Seguridad.
IV. CONTENIDOS CURRICULARES
I UNIDAD
GESTION DE LA SEGURIDAD II
Gobernabilidad y Gobierno de la
Seguridad Equipo
Conocer los nuevos Analizar y
La Institución Policial desde la
DÉCIMO enfoques y
Perspectiva de la Geopolítica de reflexionar, sobre las Multimedia
PRIMERA la Seguridad evolución de la formas de
SEMANA La Formación Policial en la
geopolítica de la planeamiento y Participación
Geopolítica de la Seguridad aplicación de la Grupal
La Inseguridad en América seguridad, para
geopolítica de la
Latina desde la Geopolítica poder desarrollar un
de la Seguridad
seguridad, en
nuevo tipo de nuestras normas
Lluvia de ideas.
Crimen Organizado y
GEOPOLITICA planeamiento en las policiales para el
Sistema Mundo: Nuevas Diapositivas
DE LA Realidades operaciones desarrollo de las
SEGURIDAD Geopolítica de la Seguridad: policiales. futuras operaciones
Los Costos del Crimen policiales.
DÉCIMO
SEGUNDA EXAMEN PARCIAL II
SEMANA
DECIMO
QUINTA EXPOSICIÓN DE TRABAJOS APLICATIVOS GRUPALES
SEMANA
DÉCIMO SEXTA
SEMANA EXAMEN FINAL
V. METODOLOGÍA
VI. EVALUACIÓN
10
PE = Promedio de exámenes parciales
PO = Intervención oral
TA = Trabajo de investigación monográfica
EF = Examen final
VII. BIBLIOGRAFÍA
LA INSEGURIDAD EN EL PERÚ
Comisión Económica para América Latina y el Caribe
LA GLOBALIZACIÓN DE LA ECONOMÍA, EL CRIMEN Y LA SEGURIDAD
Luis Alberto Restrepo M.
FUENTES ELECTRÓNICAS
GEOPOLITICA
http://recursosbiblio.url.edu.gt/publicjlg/biblio_sin_paredes/fac_pol/geo_pol/cap/01.pdf
GESTION DE LA SEGURIDAD II
PRIMERA SEMANA
(08 AGOSTO 2022)
SEGURIDAD
CONCEPTOS BÁSICOS
Seguridad (del latín securitas) cotidianamente se puede referir a la ausencia riesgo o a la confianza en
algo o en alguien. Sin embargo, el término puede tomar diversos sentidos según el área o campo al que
haga referencia en la seguridad. En términos generales, la seguridad se define como “el estado de
bienestar que el ser humano percibe y disfruta”.
Una cosa segura es algo firme, cierto e indubitable.
La seguridad es una necesidad esencial de la persona, de los grupos humanos y del Estado al mismo
tiempo un derecho inalienable del hombre y de las naciones.
La seguridad implica garantía, protección y tranquilidad de las personas, frente a amenazas o presiones
que atenten contra su existencia, sus bienes, o el ejercicio de sus derechos.
Una definición dentro de las ciencias de la seguridad es “ciencia interdisciplinaria que está encargada de
evaluar, estudiar y gestionar los riesgos a los que se encuentra sometida una persona, un bien o el
ambiente”.
Se debe diferenciar la seguridad sobre las personas (seguridad física), la seguridad sobre el ambiente
(seguridad ambiental), la seguridad en ambiente laboral (seguridad e higiene), etc.
Las ciencias de la seguridad (como rama de las ciencias empíricas) se estudian en distintas universidades
en carreras tanto de grado como de postgrado.
La seguridad consiste en hacer que el riesgo se reduzca a niveles aceptables, debido a que el riesgo es
inherente a cualquier actividad y nunca puede ser eliminado. Para explicar esta frase, es importante
recurrir a la definición de los valores. “Los valores son principios que nos permiten orientar nuestro
comportamiento en función de realizarnos como personas. ... Los valores, actitudes y conductas están
estrechamente relacionados.
Según la pirámide de Maslow, la seguridad en el ser humano ocupa el segundo nivel dentro de
las necesidades de déficit. Según la teoría de las necesidades de Bronisław Malinowski, la seguridad es
una de las siete necesidades básicas a satisfacer por el ser humano. Para explicar esta frase, es
importante recurrir a la definición de valor. “Los valores son principios que nos permiten orientar
nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas. ... Los valores, actitudes y conductas
están estrechamente relacionados. Son muchas las organizaciones que trabajan para lograr la seguridad,
como la ONU.
seguridad física (asegurar la integridad del propio cuerpo) y de salud (asegurar el buen
funcionamiento del cuerpo)
necesidad de seguridad de recursos (casa, dinero, automóvil, etcétera)
necesidad de vivienda (protección).
Necesidades sociales (afiliación)
Son las relacionadas con nuestra naturaleza social:
la estima alta concierne a la necesidad del respeto a uno mismo, e incluye sentimientos tales como
confianza, competencia, maestría, logros, independencia y libertad;
la estima baja concierne al respeto de las demás personas: la necesidad de atención, aprecio,
reconocimiento, reputación, estatus, dignidad, fama, gloria e incluso dominio.
La merma de estas necesidades se refleja en una baja autoestima e ideas de inferioridad. El tener
satisfecha esta necesidad apoya el sentido de vida y la valoración como individuo y profesional, que
tranquilamente puede escalonar y avanzar hacia la necesidad de la autorrealización.
La necesidad de autoestima es la necesidad del equilibrio en el ser humano, dado que se constituye en el
pilar fundamental para que el individuo se convierta en la persona de éxito que siempre ha soñado o en
un ser humano abocado hacia el fracaso, el cual no puede lograr nada por sus propios medios.
Autorrealización
Este último nivel es algo diferente y Maslow utilizó varios términos para denominarlo: «motivación de
crecimiento», «necesidad de ser» y «autorrealización».
Es la necesidad psicológica más elevada del ser humano, se halla en la cima de las jerarquías y es a través
de su satisfacción que se encuentra una justificación o un sentido válido a la vida mediante el desarrollo
potencial de una actividad. Se llega a esta cuando todos los niveles anteriores han sido alcanzados y
completados, o al menos, hasta cierto punto.
Personas autorrealizadas
Maslow consideró autorrealizados a un grupo de personajes históricos que estimaba cumplían dichos
criterios: Abraham Lincoln, Thomas Jefferson, Mahatma Gandhi, Albert Einstein, Eleanor
Roosevelt, William James, entre otros.5
Maslow dedujo de sus biografías, escritos y actividades una serie de cualidades similares. Estimaba que
eran personas:
Arnold Wolfers (1962), académico realista, definió dos lados del concepto de seguridad: «Seguridad en el
sentido objetivo mide la ausencia de amenazas a los valores adquiridos; en el sentido subjetivo, la
ausencia de miedo a que dichos valores pudieran destruirse». Estar seguro sería, pues, encontrarse libre
de miedos y, a la vez, libre de necesidades.
Así, la seguridad es, a priori, un concepto con connotaciones positivas, pero, ¿quién define las
necesidades? ¿Quién define los miedos? Tradicionalmente, los académicos clásicos entendían que la
seguridad, para perpetuar su existencia, era el objetivo al que los estados aspiraban, aquello que
motivaba su comportamiento y estrategias en las relaciones internacionales. Los estados eran vistos
como los únicos actores que intervenían en la escena internacional y, por lo tanto, eran sus intereses los
que determinaban las acciones internacionales. Este enfoque alude a la seguridad nacional como
principal Seguridad y motivación de los actores. Un enfoque transnacional, también se centrará en los
estados como principales actores, pero, a su vez, intentará promover la seguridad internacional como el
objetivo deseable de la comunidad internacional.
Es por ello, también, que los conceptos «seguridad» y «paz» se encuentran a menudo unidos en la jerga
de las Naciones Unidas.
El concepto Homeland Security, nació poco después de los atentados del 11-S en Estados Unidos,
ya que a partir de esa catástrofe se empezó a percibir un cambio en las amenazas tradicionales de
los estados. De pronto el enemigo, que siempre se había concebido fuera de las fronteras, se
convertiría en global, hasta el punto de poder existir en diferentes territorios de forma
descentralizada, incluso en el interior de las propias fronteras; y pierde el rostro, por lo que se hace
cada vez más complejo prevenirlo y combatirlo.
Dichas amenazas a la seguridad, se afirma, son, prioritariamente: el terrorismo internacional, la
inmigración ilegal, el narcotráfico, la delincuencia organizada, la violación de las comunicaciones,
entre otras.
El desarrollo de la política de Estados Unidos a partir del 11-S viró hacia ese nuevo concepto de
seguridad que se concretó en la creación del Department of Homeland Security y en la aprobación
en el Congreso de la National Security Strategy (2002) donde se define el terrorismo como la
principal amenaza al país norteamericano.
Esta nueva estrategia de seguridad combina aspectos policiales, militares y de seguridad en todos
los ámbitos de la vida nacional, tanto del espacio público como del ámbito privado, creando diversas
agencias dedicadas a ejercer una estrecha vigilancia en aeropuertos, transportes, comunicaciones,
transacciones financieras e internet, entre otros. Vigilancia que se realiza mediante la colaboración
entre agencias estatales de seguridad, activos militares, compañías privadas de seguridad e
industrias fabricantes de armas. Todo ello implica una fusión entre las esferas de política interior y
exterior de los estados y, por ende, de la política de defensa y de seguridad; exigiendo un esfuerzo
de colaboración entre los distintos actores de la sociedad, a saber, cuerpos y fuerzas de seguridad
del estado, empresa privada y sociedad civil.
Las políticas de Homeland Security han repercutido en los estados en los que se aplica en un
drástico recorte de las libertades individuales y colectivas de la sociedad civil, rebasando en algunos
casos los límites de los Derechos Humanos, ya que se justifican medidas de control que afectan a
la cotidianidad de la ciudadanía: controles en los aeropuertos, puertos y fronteras; control de la
información; control sobre los flujos migratorios; implantación de sistemas de videovigilancia. El
Estado se convierte en el Gran Hermano que todo lo sabe y todo lo controla. Ello ha generado
multitud de respuestas de rechazo entre la población civil, que ha visto mermadas sus libertades y
así lo han denunciado y lo continúan denunciando muchas entidades de derechos humanos.
También algunas organizaciones de ámbito internacional han propuesto modelos alternativos a
la Homeland Security. En 1994 el programa para el desarrollo Humano de las naciones Unidas
introdujo el concepto de Seguridad Humana como contraposición al paradigma imperante de la
seguridad nacional, intentando implementar una visión más integral de la seguridad desde el punto
de vista de las personas, garantizando las libertades y eliminando las necesidades y los miedos de
los ciudadanos.
TIEMPOS DE SEGURIDAD Y SU RELACIÓN CON EL RIESGO
La seguridad busca principalmente la gestión del riesgo, esto significa como actuar ante el mismo.
Existen distintas acciones que se pueden tomar, pero es importante realizar siempre un análisis de
riesgo para poder planificar la seguridad.
El riesgo se puede: aceptar, prevenir, transferir o mitigar. Cada determinación está enfocada en el
momento de acción sobre la gestión del mismo.
No son acciones excluyentes pudiendo, en distintos grados, tomarse cada una de estas medidas.
SEGURIDAD Y MIEDO
Podríamos decir que estar seguro es encontrarse libre de miedos y tener cubiertas las necesidades. La
seguridad, por lo tanto, está íntimamente relacionada con la ausencia de miedo y con el riesgo de ver
amenazados los valores y nuestro sistema actual de vida. Ahora bien, las amenazas, como las
inundaciones, los desastres naturales o el terrorismo, pueden ser objetivas o subjetivas; el miedo, en
cambio, es siempre subjetiva.
La relación entre seguridad y miedo es inversa: es lógico tener más miedo en situaciones de menos
seguridad (y más riesgo), y en cambio el miedo tendría que disminuir cuando la seguridad crece y el
riesgo baja. Más riesgo implica más posibilidad de amenazas, menos seguridad objetiva, y,
probablemente, más miedo. Menos riesgo comporta una reducción de la posibilidad de amenazas, más
seguridad objetiva y tendría que implicar menos miedo.
Dado que la seguridad y el miedo (en contraste al riesgo) no son fácilmente medibles, la evaluación del
riesgo puede ser uno de los elementos clave para comprender y evaluar objetivamente el peligro y el
grado de seguridad objetiva. Porque el miedo va ligado a la percepción que tenemos del riesgo a morir, a
tener problemas o a ser atacados, y estos riesgos, objetivos, se pueden estudiar y conocer.
HISTORIA DE LA SEGURIDAD
La seguridad ha existido desde los inicios de la historia y su evolución ha ido ligada de una manera u otra
a la del ser humano en todo su ámbito de actuación.
Esta preocupación inicial de preservar la vida, se convirtió en una necesidad obligatoria para
salvaguardar la especie y evitar su extinción. Desde este momento el ser humano se ha enfrentado a
toda clase de amenazas durante su largo camino en busca de la seguridad.
Hoy en día el objetivo de la seguridad ha evolucionado, dejando atrás el único objetivo de preservar la
especie humana y diversificándolo buscando otros orientados a la seguridad jurídica, económica, laboral,
social, etc.
De la misma forma que los objetivos de la seguridad han ido evolucionando, la evolución de la seguridad
en las empresas no ha quedado atrás y ha experimentado un cambio sustancial desde sus inicios,
principalmente motivado por los avances tecnológicos a los que se ha visto expuesta.
En la década de los 70, la seguridad en las empresas estaba centrada en garantizar el buen uso de la
información por parte de los empleados confiando en el sentido común para garantizar la seguridad de la
organización. Sin embargo y debido a la inclusión y evolución de la tecnología, aparecieron nuevos
riesgos que hicieron que esta “seguridad” quedara obsoleta.
Uno de los principales motivos por los que el avance de la tecnología propulsó un cambio en la tendencia
de seguridad de las empresas, en las comunicaciones, vino motivado principalmente por los virus que se
convirtieron en los principales motores de crecimiento para la Seguridad de la Información a nivel
mundial debido a la globalidad de sus objetivos.
En el caso de Perú este asunto es, al parecer, particularmente grave. Aunque no existen estudios
concluyentes al respecto, se estima que sólo el 25% de los actos delictivos son denunciados. Por otro
lado, los estudios realizados hasta el momento para el caso peruano han incidido en una u otra
manifestación violenta o criminal para sugerir así los niveles de inseguridad imperantes. Asimismo, gran
parte de las inquietudes se han focalizado en el ámbito de Lima Metropolitana. Estos enfoques si bien
son valiosas contribuciones no dejan de ser parciales.
Los daños que produce la delincuencia son elevados para el tamaño de la economía peruana y, por otro
lado, generan un clima de desconfianza muy perjudicial para la organización social. Además, a diferencia
de lo que ocurrió con la subversión, esta vez no se tenía al frente un problema cuyas características
podían ser definidas sin dificultad.
Durante la presente década esta actividad ilícita viene postrando una suerte de “reconversión”, exigida
por las variaciones de los precios internacionales de los estupefacientes y las políticas de interdicción
llevadas a cabo en la región latinoamericana. Los resultados, hasta el momento, han sido la reducción de
las áreas de cultivo de coca y, por otro lado, que el Perú deje de ser un exclusivo productor de materia
prima para pasar a ser productor final, es decir, de clorhidrato de cocaína. Una de las consecuencias de
estos cambios en el “negocio” de las drogas es el explosivo aumento del consumo interno de estas
sustancias, especialmente en el mercado urbano.
Por otro lado, la violación de los derechos humanos (DD.HH.) también debe ser incorporada como un
factor importante que afecta la seguridad del país. Si bien se reconoce internacionalmente que Perú ha
avanzado significativamente en este campo durante los últimos años, es obvio que aún subsisten graves
problemas al respecto. Al lado de estas manifestaciones ilícitas se encuentran aquellos actos de violencia
que atentan contra la seguridad de los ciudadanos, los cuales no son considerados como ilegales por la
población. Entre ellos, los más notorios son la violencia doméstica ejercida contra las mujeres y los niños
y, por otro lado, los accidentes de tránsito. En ambos casos el Perú muestra un rápido crecimiento de
casos que resulta muy ilustrativo para medir el deterioro de las condiciones de vida. Todas estas
expresiones que fomentan, de una u otra manera, el sentimiento de inseguridad de la población peruana
son sin duda síntomas de graves problemas que radican en la sociedad. Sin embargo, esta explicación es
parcial.
El otro lado del problema es la incapacidad institucional para hacer frente a esta realidad. Es un hecho
que la policía peruana se encuentra sumida en una profunda crisis de manera tal que bien podría formar
parte del problema, dado la gran cantidad de efectivos que se hallan comprometidos en actos delictivos.
Asimismo, las otras instituciones públicas que guardan relación con la seguridad pública, como son el
Ministerio Publico, el Poder Judicial y el sistema penitenciario, también procesan sus propias crisis y
resultan inadecuados para las circunstancias actuales que presenta el país.
La falta de respuesta por parte del Estado ha motivado que la sociedad opte por algunas formas de
defensa que, salvo algunas excepciones -como los “serenazgos” organizados por las municipalidades de
Lima Metropolitana-son más bien espontáneas y sin ningún control institucional. Estas respuestas
sociales no sólo son onerosas e ineficaces sino también peligrosas y contraproducentes para disminuir la
inseguridad.
En los barrios urbanos marginales, por ejemplo, son cada vez más frecuentes los linchamientos
tumultuosos de supuestos delincuentes. De esta manera, la seguridad ha devenido en un aspecto
prioritario para la agenda que debe desarrollarse en Perú. La población se siente más amenazada que
nunca por la delincuencia, los empresarios están preocupados por sus costos de seguridad y las
autoridades buscan diseñar estrategias adecuadas para un problema urgente. En ese sentido, en ese
sentido se busca motivar respuestas al: cómo, dónde, cuándo y por qué se producen las acciones que
afectan la seguridad de la población peruana. Así, hemos tratado de reconstruir la evolución de estas
expresiones violentas durante la presente década, para de esa manera ofrecer un acercamiento que
ayude a responder las interrogantes expuestas.
La reciente encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) señala que El Instituto Nacional de
Estadística e Informática-INEI, en el marco de integrar y difundir información estadística
producida por las entidades públicas, el Informe Técnico “Estadísticas de Criminalidad,
Seguridad Ciudadana y Violencia, enero-marzo 2022”, una visión desde los registros
administrativos, proporcionados por el Ministerio del Interior-Policía Nacional del Perú.
Las estadísticas de la criminalidad revelan que el país mantiene como una problemática
importante la inseguridad ciudadana, la cual afecta el derecho que todo individuo tiene a la vida,
a la libertad y a la seguridad. La criminalidad está constituida por los delitos denunciados ante
las autoridades policiales y se expresa en diversas modalidades.
Por ello, es importante analizar los diferentes aspectos circundantes de la delincuencia y
criminalidad, con la finalidad de conocer la incidencia, características y las zonas geográficas
donde se genera esta situación de violencia.
DENUNCIAS POR COMISIÓN DE DELITOS
Contra el patrimonio (2021) 247 672 casos
Contra la vida, el cuerpo y la salud (2021) 39 302 casos
Contra la seguridad pública (2021) 51 935 casos
Contra la libertad (2021) 36 336 casos
Semestre: noviembre 2021 – abril 2022 (Porcentaje)
El 21,1% de la población de 15 y más años de edad del área urbana a nivel nacional son
víctimas de algún hecho delictivo.
Población víctima de algún hecho delictivo, por motivo de la no denuncia, según ámbito de
estudio Semestre: noviembre 2021 – abril 2022 (Porcentaje)
A nivel nacional urbano, de la población de 15 y más años de edad víctima de algún hecho
delictivo, no denuncia el hecho principalmente porque: “Es una pérdida de tiempo” (37,6%),
“Desconoce al delincuente” (22,3%) y porque es un “Delito de poca importancia” (14,5%).
Asimismo, en las ciudades de 20 mil a más habitantes, los principales motivos son: “Es una
pérdida de tiempo” (39,7%), “Desconoce al delincuente” (20,9%) y porque es un “Delito de poca
importancia” (14,1%), según los resultados del último semestre en análisis
Población de 15 y más años de edad, víctima de más de un hecho delictivo, por ámbito de
estudio Semestre: noviembre 2021 – abril 2022 (Porcentaje)
Según los resultados del semestre en análisis, el 8,9% de la población de 15 y más años de
edad del área urbana a nivel nacional, son víctimas de más de un hecho delictivo
Asimismo, la geografía del miedo parece responder a elementos diversos cuando se reconocen las
regiones donde más del 90% de la población siente temor, entre las que destacan: Tacna con 93,6%,
Arequipa con 93,2% , la Provincia de Lima con 92%, Madre de Dios con 92%, Huancavelica con 91,3%,
Tumbes con 90.5% y Callao con 90.4%.
Este panorama plantea la necesidad de realizar estudios serios para entender los motivos del miedo.
Como punto de inicio, planteamos cuatro razones que consideramos claves.
Primero, es imposible hablar de las políticas de seguridad ciudadana. Los cambios permanentes de
ministros y de sus equipos, así como el cambio de liderazgos al interior de la Policía Nacional del Perú
hacen prácticamente imposible identificar estrategias políticas y, por ende, diferencias. Desde esa
perspectiva, la magnitud del problema no depende realmente de las políticas de seguridad. Entonces,
afirmar que son las políticas del presidente Castillo las que se evalúan en una encuesta es impreciso. Los
ministros de Interior se han convertido en un fusible que al quemarse impide que las prioridades, los ejes
fundamentales e incluso los tipos de acciones a desarrollar sean tomados en cuenta.
Segundo, que la lucha contra la delincuencia esté mal evaluada es entendible si se considera que la
cobertura policial es insuficiente, los cambios no se evidencian y la ciudadanía se siente desprotegida.
Asimismo, la justicia no está funcionando y los niveles de impunidad son enormes. El sistema carcelario
ni castiga ni rehabilita; más bien consolida carreras criminales. No hay motivos reales para evaluar la
criminalidad bien, más aún cuando los medios de comunicación enfatizan diariamente los hechos
delincuenciales que ocurren día a día y que no tienen ninguna consecuencia real sobre los victimarios.
Respecto a la carencia de policía, la ciudadanía tiene razón. Hay pocos funcionarios policiales en los
lugares que más lo requieren. Se necesita mayor presencia y patrullaje en partes importantes del país,
pero, especialmente, en Lima Metropolitana donde la cobertura es mínima. Por lo tanto, se necesitan
con urgencia más policías en la calle realizando tareas inteligentes de patrullaje para lo cual una buena
relación con la comunidad es necesaria.
Respecto al reclamo de la ciudadanía por más castigos, no es necesaria una agenda legislativa, porque,
en los últimos años, se han aumentado las penas de forma incluso caótica. La respuesta policial dura no
necesariamente es más efectiva. Tener leyes duras y ninguna capacidad de inteligencia no sirve. Eso está
claro en cualquier análisis internacional.
Tercero, a pesar de que los niveles elevados de violencia en los hogares y especialmente contra las
mujeres son un hecho evidente, los ciudadanos identifican la calle como lugar de temor. Se invisibilizan
problemas estructurales, y el robo se constituye como la principal amenaza que tendría el país en temas
de seguridad. Por ello, es necesario reconocer la complejidad de la violencia y sus múltiples aristas.
La encuesta nos permite observar cómo los ciudadanos optan por encerrarse en sus hogares, lo cual
limita su vida en la calle y, además invierten en comprar mecanismos precarios para resguardarse. Todos
estos son elementos peligrosos para la convivencia democrática.
El Perú está en el vértice de las principales rutas del crimen organizado y ha visto el desarrollo de
mercados ilegales como en la minería, la tala y la trata, y cuenta con mínimas respuestas de política
pública sostenidas en el tiempo.
Cuarto, la corrupción parece ser la sombra que nadie reconoce detrás de los hechos relacionados con la
inseguridad ciudadana.
La justicia criminal requiere de instituciones que construyan su legitimidad basada en acciones efectivas
y justas. La sensación generalizada de corrupción en estos ámbitos yace en los pilares mismos de la
inseguridad, dado que consolidan la sensación general de desprotección.
El Perú está en el vértice de las principales rutas del crimen organizado en América Latina. El país
contribuye con el desarrollo de mercados ilegales diversos que incluyen la minería ilegal, la tala, la trata
de mujeres, y cuenta con mínimas respuestas de políticas públicas sostenidas en el tiempo. Un panorama
nada auspicioso que debería estar en el primer lugar de la agenda pública.
SEGUNDA SEMANA
(15 AGOSTO 2022)
SEGURIDAD INTEGRAL
CONCEPTO
Es la seguridad total, es decir, es la que abarca todos los campos, condiciones y situaciones dirigidas a
uno o más objetivos. En el siglo XXI los países de América del sur, han mostrado llegar a tener
una economía bastante fuerte e integrada, menos pobreza y democracia con mayor estabilidad
en relación a la inestabilidad política del siglo XX. Pero, uno de los mayores problemas que se
evidencia es la violencia, delincuencia y crimen es decir inseguridad (PNUD, 2013).
Se puede afirmar que la seguridad se ha convertido un factor esencial en la política
gubernamental, claro está que la seguridad entendida como una Seguridad Integral, es decir
teniendo en cuenta todos los factores que afecten a los campos de poder del país, más no el
concepto retrogrado de la seguridad nacional como aquella que solo se afecta por otro Estado.
El principal concepto en el cual se basan los estudiosos de la materia: la “Seguridad Integral”
hace referencia a la “aplicación globalizada de la seguridad, en la que se tienen en cuenta los
aspectos humanos, legales, sociales, económicos y técnicos de todos los riesgos que pueden
afectar a todos los sujetos activos participantes en la actividad de una entidad” (Meneses,
2014).
La seguridad en la actualidad se ha visto como uno de los mayores problemas sin solución,
debido a que abarca la mayoría de los entornos sociales y económicos de la nación, por
ejemplo una seguridad oportuna no es solo la implementación de políticas públicas adecuadas,
sino de legislación, cultura, justicia, transparencia y demás factores que puedan afectar la
Seguridad Integral (Organización de los Estados Americanos, OEA, 2009).
PRINCIPIOS BÁSICOS
LOS RIESGOS
Riesgos es proximidad a un daño. Riesgos es situación, condición o acto con posibilidad potencial de herir
al hombre y/o producir daños materiales o contra el patrimonio de éste.
CLASIFICACIÓN DE RIESGOS
Una persona o ente están expuestos a variados y múltiples riesgos, por esta razón la siguiente
clasificación establece un orden basado en su origen, naturaleza y repercusión.
Riesgos Accidentales: Son los producidos por circunstancias imprevistas, por casualidad, por hechos
fortuitos o sucesos eventuales, por ejemplo: resbalarse, herirse con una máquina, golpearse la
cabeza, caerse de cierta altura, electrocutarse, etc.
Riesgos Intencionales: Son los que proceden de un deseo deliberado, por instinto o por voluntad,
con cierto propósito; por ejemplo: matar, robar, secuestrar, etc.
Riesgos Naturales: Son los riesgos por efecto natural, no preparados, sin la intervención del
hombre, sin arte, sin compostura conforme al orden de la naturaleza.
Ejemplo: un sismo, un maremoto, una lluvia torrencial, un desastre, una epidemia, etc.
Riegos Artificiales: Son los riesgos producidos con la intervención sin propósito ni deseo.
Causas Internas: Son las motivaciones propias, inherentes a la organización, o los miembros de la
empresa.
Fallas mecánicas
Fallos operativos
Condiciones inadecuadas
Negligencia y/o descuido
Actos erróneos
Conflictos laborales
Actos provocados: sabotaje
Causas externas: Son las incidencias ocasionadas por factores ajenos a la organización, cuya motivación,
es imprescindible o inevitable, tales como:
Movimientos sísmicos
Maremoto
Lluvias torrenciales
Huaycos
Inundaciones
UBICACIÓN DE LOS RIESGOS
En el diseño, suponiendo cualquier ocurrencia producto de la Infraestructura del local, sea por
deterioro o defecto técnico.
En los accesos, por la posibilidad de omitirse cualquier previsión o fallas en las medidos de
seguridad.
En los controles, por descuido o negligencia de los encargados.
En la custodia, por omisiones en el cumplimiento de las normas previstas.
En las facilidades, por exceso o abuso de las concesiones.
Riesgos en el Personal
1. En la documentación, por mala asignación del personal idóneo, pudiendo producirse en:
- Los procedimientos
- En los trámites
- El archivo
- La eliminación
2. En la recepción y difusión oral, igualmente, por empleo de personal inadecuado, casos de:
- Malos medios y usos
- Exceso de limitaciones
- Inadecuados controles
3. En la informática, por fallas de personal o del equipamiento, casos de:
- Procedimientos y control errado
- Defecto del equipo
- Defecto en archivos
4. Riesgo en los Bienes y Valores
- En el movimiento local, es decir, en el trámite interno de la empresa.
- En la custodia, bajo responsabilidad de la empresa.
- En el transporte, ya ajeno a la organización
Para la evaluación y prevención del riesgo es conveniente practicar una apreciación o análisis que podría
analizarse bajo tres aspectos: su identificación, su ubicación y su intensidad.
Para una perfecta identificación tiene que tenerse en cuenta la clasificación anterior tratada, para lo cual
se debe contribuir en la investigación con los datos teóricos y la información general.
Aunque un análisis de riesgos no impedirá que algo salga mal, sí será útil para que se tenga un
panorama realista que considere tanto lo positivo como lo negativo y, por lo tanto, para que
fomente mayor confianza entre los involucrados frente a la certeza de que las decisiones que van
a tomarse están bien sustentadas.
MEDIDAS DE SEGURIDAD
Son acciones que adoptamos para prevenir; contrarrestar y/o eliminar el riesgo.
Estas acciones se orientan al análisis de búsqueda y soluciones para evitar en el personal y dentro de sus
bienes y patrimonio: la muerte, la destrucción, el robo, el sabotaje, la invasión y/o lo acción del fuego.
- Aplicar las medidas de Seguridad Integral en la actividad humana para evitar los riesgos.
- Efectuar un planeamiento de Seguridad Integral dentro de la empresa para reducir y/o eliminar
riesgos.
La defensa se refiere a la capacidad de reaccionar con efectividad ante cualquier acto provocado o no.
La SAFETY está referida al ámbito que en nuestro medio se conoció como Seguridad industrial: es decir:
la adaptación de medidas frente a los riesgos accidentales presentados dentro de la empresa, en nuestro
hogar y en nuestras diferentes actividades, en los que se incluyen los riesgos por efecto naturales.
La SECURITY está referida al ámbito de la Seguridad en su más amplia concepción, tales como las
medidas frente a los riesgos intencionales y artificiales, aquellos ejecutados por el hombre con o sin
intención.
SAFETY
Antes de iniciar las actividades operativas, toda organización, conjuntamente con el estudio de
factibilidad, debe planificar su seguridad en base a un diagnóstico de prevención de defensa. Dichos
requisitos deben ser determinados en función de alternativas y posibilidades de vulnerabilidad y
penetración delictiva, así como de los accidentes de carácter laboral y de producción en que puede estar
expuesta /la empresa, o en fado caso puede poner en peligro su existencia.
E s de vital importancia lo claridad y precisión en el planeamiento de todos y cada uno de los campos de
aplicación de lo Seguridad, que se consignarán en el-"Programa de Seguridad de la Empresa", no sólo por
su fácil comprensión, sino que en especial para evitar interpretaciones erróneas que puedan
comprometer su eficaz aplicación.
PLANEAMIENTO DE LA SEGURIDAD
La complejidad de las actuales empresas privadas e instituciones del Estado, y sus funciones tan variadas
y extensas, han dejado a un lado al directivo de larga experiencia como el solucionador de todos los
problemas hoy en día, es casi imposible encontrar a una persona que se a capaz de llegar a la SOLUCIÓN
de problemas que pueda tener una entidad, por más entendido que sea la persona que la dirige. La
adopción de un correcto planeamiento de seguridad es la solución de esta evolución, debiendo contar
con una programación basada en una amplia información que sirva como guía para determinar y fijar las
medidas apropiadas en la satisfacción de las necesidades específicas de seguridad para una determinada
empresa.
La autoridad o sea el derecho de cierta persona o escalón quien va a exigir a otros, ciertos
deberes inherentes a la ejecución de todas las medidas de seguridad. Puede ser directa y/o
delegada, sea cuando la relación es inmediata entre quien dispone y quienes cumplen (casos de
empresas u organizaciones pequeñas) y cuando entre ambos hay elementos intermedios.
La responsabilidad es el sentido de respuesta a la obligación de ejecución de los deberes
asignados.
Los niveles de autoridad y los grados de responsabilidad necesarios, considerando que la
autoridad se manifiesta en forma descendente desde el más alto directivo
Hasta el más simple empleado, a esto se denomina línea de autoridad de mando o de instrucción. En
cambio, la responsabilidad va en sentido inverso o sea ascendente desde el simple y modesto empleado
hasta el más alto directivo, denominándose línea de responsabilidad o de ejecución. En ambos casos en
el planeamiento deberán considerarse las líneas de comunicaciones, ya que por su intermedio se
asegurará la coordinación del trabajo, el cumplimiento de las medidas de seguridad y el conocimiento de
los directivos sobre los problemas, necesidades, resultados periódicos, modificaciones, etc.
Estos pasos perfectamente definidos en el factor tiempo son: el estudio o diseño, la elaboración de
programas de implementación y la supervisión.
EL ESTUDIO
Es el punto inicial base para implementar la seguridad, sin este paso fundamental no podríamos efectuar
una adecuada planificación. En este paso de estudio se basará la "estructura de seguridad de la
empresa".
Para elaborar el estudio se requiere de una serie de datos. Inicialmente se efectuará una recopilación de
información, posteriormente se hace el análisis de riesgos y en base a esto, se plantea la alternativa de
solución; esta deberá considerar:
Aspectos Tácticos: Métodos de operación eficaces en la reducción y/o eliminación de los riesgos.
Aspectos Técnicos: Diseño de implementación acorde con la realidad de la empresa, de su
infraestructura, de sus fines y de su organización.
Aspectos Económicos: Alternativas de costos aplicables a los presupuestos establecidos.
Por último, llevará las conclusiones y recomendaciones del especialista que lo realizó y será elevado al
nivel superior correspondiente para que se tomen decisiones acedadas sobre las medidas a
implementar.
LA ELABORACIÓN DE PROGRAMAS
Después de tomarse las decisiones sobre las medidas a implantar en la empresa, se desarrollarán
cronogramas basándose en los siguientes puntos:
Organización
Entrenamiento
Equipamiento
Motivación y estrategia
Todos los puntos son muy importantes y se podrá dar mayor énfasis a cualquiera de ellos, dependiendo
de la política de la empresa, pero ninguno de ellos se debe omitir.
LA IMPLANTACIÓN DE PROGRAMAS
Esta etapa implementados los programas, se deberá efectuar una medida y constante supervisión, que
permita mantener el nivel de seguridad que se obtuvo al finalizar la implementación durante un periodo
de largo tiempo.
ORGANIZACIÓN DE SEGURIDAD.
Para el efecto se deben establecer acciones de prevención, protección y defensa contra todo riesgo a
que esté expuesta la empresa. Se asignarán responsabilidades y funciones a cada uno de los
componentes de la organización. Se elaborarán planes específicos para cada una de las situaciones
críticas de la empresa.
La bibliografía respecto a tipos de organización es amplia y variada según la orientación que se persigue
en la actividad trazada por la empresa. Para no profundizar en exceso la teoría, es conveniente alternar
con la práctica y realidad de nuestro medio. Una buena orientación es el texto de Luis Safazar Larraín
"Organización y Métodos': en el que se precisa un análisis de las ventajas y desventajas de todos los tipos
de organización, tales como: Lineal o Militar, Lineal con Asesores, Funcional y por Comités. Podemos
recomendar sin temor a equivocarnos, que la más apropiada en nuestro país es la primera, es decir, la
organización lineal o militar de la cual es importante consignar las siguientes características:
Ventajas
La estructura es sencilla, ideal para una empresa que plantea su propio ente de seguridad, sin requerir la
intervención de elementos foráneos provenientes de otra entidad, encargada de esta actividad; se
define una división neta de la autoridad y responsabilidad, es sumamente estable, facilita la rapidez de
acción y es fácil de mantener la disciplina.
Desventajas
Este tipo de organización se considera rígida e inflexible, puede funcionar de un modo arbitrario y
dictatorial; se confía mucho en la pericia y conocimiento personal, suelen asignarse tareas
sobrecargadas, la ausencia de uno o dos hombres puede descalabrar la Organización y los mandos
intermedios pueden oponerse a los cambios necesarios. Todo lo enumerado como desventaja puede
superarse con un apropiado planeamiento y el máximo interés de las fases de la elaboración de
programas y la supervisión.
PRINCIPIOS DE LA ORGANIZACIÓN
Por la coincidencia en los conceptos, tanto los de Henry Fayol como los de James Mooney, en sus
respectivos tratados, los podemos sintetizar así:
La coordinación, consistente en la disposición ordenada del esfuerzo del grupo para dar unidad
de acción con vista a un propósito común. No basta que dos individuos unan sus esfuerzos para
ejecutar una acción, sino es necesario que el esfuerzo que despliegan sea coordinado, o sea que
las acciones deben ser mancomunados.
La graduación o jerarquía, que implica que debe existir una suprema autoridad de donde emana
la conducción desde los elementos directivos hasta los ejecutivos. El trabajo se comparte con
deberes según los grados y correspondiente responsabilidad.
El funcionamiento, requiere determinar clases de deberes perfectamente diferenciados. Se
precisan tres funciones específicas: La determinadora que señala el objetivo por alcanzar; la
aplicadora que dirige la acción para su logro y la Interpretativa, que interpreto la acción según
los procedimientos adoptados. Estas tres funciones se relacionan entre sí como un principio, un
proceso y un efecto. En los países democráticos los gobiernos están organizados con estas tres.
Funciones que toman el nombre de funciones legislativas, ejecutivas y judiciales.
Para el proceso de esta organización deberán considerarse los conceptos básicos siguientes:
Tener en cuenta
Los puntos de contacto, vele decir, las ocasiones de participación de cada miembro
comprometido en la organización.
Las coordinaciones necesarias, suponiendo que cada miembro es componente de un todo. El
radio de responsabilidad termina y comienza con el siguiente.
El comportamiento especial para casos de emergencias, a fin de evitar improvisaciones y
mantener la serenidad en las acciones bajo un ordenamiento lógico y planificado.
Bajo los siguientes principios.
TERCERA SEMANA
(22 AGOSTO 2022)
La globalización es un término ambiguo. Denota procesos muy diversos, así todos ellos tengan un
denominador común, por cierto, muy abstracto y general. Por tratarse de una expresión polivalente, será
necesario precisar, en primer término, cómo la entendemos aquí y tratar de saber a cuál o cuáles de sus
dimensiones se dirigen las críticas. En consonancia con lo que concebimos como globalización, es
además indispensable preguntarnos si ésta es solamente el resultado de una decisión política que pueda
ser revertida, como lo presuponen los movimientos opuestos a ella, o si se trata más bien de un proceso
irreversible, en cuyo caso tales movimientos carecerían de sentido y de futuro. Finalmente, en este
primer punto, diremos algunas palabras sobre la relación entre la globalización económica y el "modelo
neoliberal" con el cual ésta se ha venido imponiendo. ¿Es separable la globalización económica de una
liberalización de los mercados y los estados? ¿Es posible una "alterglobalización"? ¿Hasta qué punto?
Para comenzar, precisemos, pues, lo que entendemos por globalización. En su sentido más general y
abstracto, compartimos la descripción que ofrece Eric Helleiner, para quien la globalización es "un
proceso de ´compresión´ del espacio por el cual la importancia de la distancia se reduce
progresivamente" (Helleiner, 1997), aunque – tampoco sobra advertirlo – ésta no desaparece por
completo. La interconexión espacial permite también una interacción mucho más acelerada y, en
muchos casos, inmediata. Se produce entonces una compresión del tiempo. Se impone un presente
mundial. Podríamos decir que el agitado tiempo mundial impone una noción fugaz de sí mismo, un
tiempo ligero, light, cuyo presente resulta a cada instante absorbido por el remolino de su inmediato
porvenir. Considerada en este nivel de abstracción, la globalización parece un proceso simple. Sin
embargo, como lo hemos dicho, no se trata de un proceso único.
La compresión del espacio y del tiempo se realiza de manera específica y distinta en muy diversos
procesos sociales. Cada uno de ellos posee su propia dinámica de expansión y articulación global, y todos
se relacionan entre sí de manera desigual, dando por resultado un gran proceso genérico de
globalización, muy complejo. Está en marcha una globalización económica, pero también una difusión
global de los patrones políticos de legitimidad, una red global informativa, ciertos valores culturales de
carácter global, preocupaciones ambientales de alcance planetario y, más recientemente, una
globalización de las amenazas mundiales y de la seguridad, por solo mencionar algunos procesos más
destacados.
La conciencia de la globalización política irrumpió en el mundo a comienzos de los años noventa del siglo
pasado, tras el derrumbe de la Unión soviética y la consiguiente exaltación planetaria de los valores de la
democracia y el mercado. La globalización de la economía, que acompañaba silenciosamente la
transnacionalización de las grandes firmas occidentales desde los años setenta, fue recibida con
particular euforia en la primera mitad de la mismos noventa, mientras la dinámica mundial de la
información y las comunicaciones - que viene desde los años sesenta, cuando Mc Luhan se refería a la
"aldea global" - ha cobrado un renovado vigor en torno a la televisión satelital. En los setenta se hizo
consciente la globalización de los problemas ambientales gracias al informe del Club de Roma, mientras
la globalización de la seguridad se disparó a partir de los atentados del 11 septiembre de 2001 y promete
ocupar el proscenio mundial durante varias décadas del presente siglo. Así, pues, el mismo término
alude a dinámicas sociales diversas. Podríamos decir que la desaparición de la Unión Soviética en los
años noventa abrió las compuertas a diversos procesos de globalización que venían ya en marcha desde
por lo menos veinte años atrás.
La globalización se refiere a procesos de muy diversa naturaleza. Más aún, dentro de un solo proceso la
globalización puede existir niveles, formas de manifestación y dinámicas temporales muy variadas. En la
economía, por ejemplo, la globalización de las finanzas ha sido vertiginosa; a ella le sigue la del comercio,
mientras la articulación global de la producción marcha a pasos más lentos. Tras el colapso del mundo
socialista, la democracia se ha convertido, en el campo de la política, en el único paradigma legítimo del
poder, pero mientras en Europa y Estados Unidos distintos tipos de democracia constituyen sistemas
consolidados, en América Latina, Asia y África se conjugan con los poderes locales establecidos para dar
por resultado democracias apuntaladas en redes clientelares, en tanto que en países de tradición
islámica sólo recogen rudimentos electorales. En cada caso se hace, pues, necesario hablar de la
globalización de modo específico.
Sin embargo, también es cierto que todos estos procesos se relacionan entre sí e interactúan unos con
otros produciendo efectos inesperados. Y también esa interacción recíproca hace parte de la
globalización. Un atentado en Irak y su difusión global a través de la televisión afecta el debate político
interno en Washington, puede entorpecer la ayuda norteamericana a Colombia e influir por esta vía en la
suerte del conflicto interno, la estabilidad política y la economía nacional. La crisis argentina y el anuncio
de una posible alianza entre Argentina y Brasil para enfrentar conjuntamente el problema de la deuda,
genera desconfianza hacia la región y puede afectar la estabilidad de otras economías y gobiernos. El
atentado del 11-M en España y su difusión televisiva empujaron enseguida a la baja las principales bolsas
del mundo, contribuyeron al triunfo sorpresivo al Partido Socialista en ese país y podrían incidir incluso
en la campaña electoral británica y norteamericana. Aunque cohesionarán a Europa en una actitud más
firme ante el terrorismo, le han hecho perder al gobierno colombiano su más seguro aliado en ese
continente en el combate contra las organizaciones armadas ilegales. En suma, el planeta se ha
transformado cada vez más en una enorme caja de resonancias en donde cualquier ruido produce ecos
imprevistos en todos los rincones del mundo.
Debemos preguntarnos ahora si la globalización tiene un eje central en torno al cual giren los demás
procesos. La pregunta es importante porque de su respuesta depende, entre otras cosas, si la
globalización es reversible o no. Para numerosos y muy destacados analistas como Ferdinand Braudel,
Inmanuel Wallerstein, Robert W. Cox, James N. Mittelman y otros, el proceso general de globalización
gira en torno a la economía. Incluso en el sentir común, la globalización ha llegado a identificarse hasta
cierto punto con la expansión global de los flujos económicos. Desde este punto de vista, suele ser
considerada como un proceso reversible y derivado básicamente del interés, la voluntad y la decisión
política de poderosos actores internacionales, sean elites, firmas transnacionales o gobiernos.
Como lo señalan los historiadores, otras muchas innovaciones tecnológicas del pasado habían
comenzado ya a desbrozar el camino de la interconexión global. El barco, el tren, el automóvil y el avión,
el teléfono, el telégrafo, la radio y la televisión han acortado tiempos y distancias. Todos estos inventos,
más o menos fortuitos, alteraron en su momento la actividad económica y el conjunto de la interacción
humana. Y algunos de ellos – como el barco, el avión, el tren y los automotores - constituyen hoy la base
material de la globalización. Pero ninguna de estas invenciones tenía los alcances casi inagotables que
posee la informática. Ninguna permitía poner en comunicación y cooperación instantánea a dos o más
agentes (humanos o máquinas) ubicados en cualquier lugar del mundo, y ninguna de ellas ofrecía la
posibilidad de radical transformación de casi todas las dimensiones de la actividad humana, como sí lo
hace la informática.
Del computador, el teléfono celular, la cámara y el reproductor de fotos y video, el equipo de radio y de
música y el televisor vamos pasando a unidades electrónicas multifuncionales, que desempeñan algunas
o todas estas funciones a la vez. Se transforma la vivienda y el entorno inmediato de la vida humana:
aparecen neveras, cocinas, casas, edificios inteligentes. Se multiplican los robots. La comunicación se
hace ubicua y permanente. Se informatiza progresiva e incesantemente todo el aparato productivo y de
servicios. La informatización de la realidad y de las actividades humanas va en aumento y transformación
incesante.
Ahora bien, el proceso de informatización de la actividad social y la globalización que trae consigo es, en
su marcha general, irreversible. Una vez en camino, la información y comunicación siguen tejiendo sin
descanso sus telarañas. Más aún, día a día crece la velocidad de procesamiento y transmisión de
información y esta última penetra nuevas instancias de la actividad social. Ni siquiera eventuales
retrocesos en la economía mundial podrían frenar la expansión e interconexión de las redes de
información. Se trata de un proceso de innovación y transformación sin fin, que apunta hacia una meta
asintótica: la interconexión global, total y permanente del sistema-mundo, en el cual hombres y
máquinas se encuentran cada vez más integrados en una gran red de redes de interacción planetaria.
Esto no quiere decir, en modo alguno, que la globalización solo abarque a quienes están interconectados
por medios electrónicos. Más bien, como lo hemos dicho, la interconexión informática está haciendo
posible e impulsando una globalización de muchas otras dimensiones de la vida social - la economía, la
política, la cultura - en las que todos estamos inmersos. Por esta vía todos estamos globalmente
conectados, querámoslo o no. Es esta experiencia a la que alude la conciencia contemporánea con el
término globalización. Talvez la única dimensión global que obedece a factores diferentes de la
informática es la del medio ambiente, más ligada al modelo general de crecimiento y desarrollo
modernos, todavía altamente depredadores.
Como se sabe, las amenazas convencionales a la seguridad internacional - esto es, las guerras entre
estados o entre bloques de estados en las que se enfrentan ejércitos regulares de un poder más o menos
simétrico - han perdido fuerza. Las guerras entre las potencias, que arrastraron tantas veces a Europa y
luego al mundo entero al borde de la catástrofe, se han vuelto improbables. Ante todo porque, con el
desarrollo de las armas nucleares, toda guerra entre potencias nucleares conllevaría el riesgo inminente
de la destrucción para las naciones enfrentadas e incluso para todo el planeta. En segundo lugar, por el
forzoso entrelazamiento de las economías, a cuyas causas hemos aludido. En un tercer término, porque
la disputa de poder mundial no gira ya en torno a la conquista y el control de nuevos territorios, sino en
torno a la penetración en mercados independientes, pacíficos y prósperos. Y podríamos añadir otras
muchas razones: los elevadísimos costos de las guerras convencionales de hoy, la difusión de la
democracia y su histórica renuencia a entrar en guerras recíprocas, la multiplicación de instancias
internacionales expertas en prevención y solución de conflictos, etc. En último lugar, pero no por ello
menos importante, porque las potencias constituyen hoy sociedades "postheroicas" 8, hedonistas,
centradas en la búsqueda de la utilidad y el placer individuales más que en glorias colectivas que exijan
sacrificio.
Incluso entre países subdesarrollados las guerras se han hecho menos probables. Hasta ahora no han
faltado las excepciones, pero han sido breves. Las disputas han sido impedidas por las potencias como en
el caso de la invasión de Irak a Kuwait en 1990, o han encontrado una rápida solución pacífica, como en
la guerra entre Perú y Ecuador, que concluyó en 1998 gracias a un acuerdo logrado con el apoyo de la
comunidad internacional. A pesar de sus enormes diferencias, India y Pakistán buscan un arreglo pacífico
antes de llegar a un conflicto abierto. Todos ellos se encuentran hoy más urgidos por la cooperación
internacional y la inserción de sus economías en los mercados globales que por las disputas territoriales.
Hacia el futuro son previsibles tres tipos de guerras entre naciones. En primer lugar, la guerra irregular,
no convencional, del Oriente Medio, que talvez sólo concluya cuando se agoten, hacia los próximos años
treinta, las reservas petroleras mundiales y toda la región se vea en la necesidad de buscar un desarrollo
concertado, al margen ya de la presión y el apoyo de las potencias, y en particular de Estados Unidos. En
segundo término, se anuncian ya las guerras por el agua. Y, finalmente, no se pueden descartar del todo
las que, bajo el título de guerra contra el terrorismo internacional, Washington continúe emprendiendo
contra países débiles con el fin de ampliar y consolidar su dominio estratégico mundial, aunque este
riesgo parecería haber disminuido en virtud de los fracasos sufridos en Afganistán e Irak.
En lugar de las antiguas amenazas convencionales, las grandes potencias han definido otras nuevas como
la expansión del SIDA, las migraciones masivas, las violaciones a los derechos humanos, etc. En realidad,
algunos de estos fenómenos constituyen amenazas exclusiva o primordialmente para las potencias y en
particular para Estados Unidos y Europa, quienes las definen sin embargo como peligros globales y
quieren embarcar a todo el mundo en la lucha contra ellas. Pero, junto con la globalización, se ha venido
desarrollando una verdadera amenaza realmente mundial y es el fortalecimiento del crimen organizado:
la globalización de los contrabandos de armas, precursores químicos, drogas, seres humanos y activos
ilegales. De la mano del crimen, prolifera necesariamente la corrupción oficial y privada y una violencia
difusa, que puede adquirir forma orgánica en distintos lugares del mundo, alimentar interminables
conflictos internos y dar pie al terrorismo local e internacional.
Pero a este proceso de pauperización vino a añadirse, en el campo político, la súbita desaparición de la
ilusión revolucionaria que había permitido hasta entonces canalizar la pobreza, el resentimiento y la
protesta social hacia la lucha política. El derrumbe de Moscú y de todo el "campo socialista" acabó con la
esperanza de un sistema económico y social radicalmente diferente del capitalismo. Vale la pena
destacar que a esta ausencia de alternativas creíbles se debe el que la vasta y profunda inconformidad
social existente en el mundo no logre transformarse hoy en propuesta política y se estrelle, sin
mediaciones, con el orden legal e institucional, bien sea en forma de crimen organizado, de protesta
social, de lucha armada o incluso de terrorismo.
La catástrofe soviética no fue producto exclusivo de las decisiones equivocadas de la cúpula del partido -
medidas que hubiesen podido ser evitadas, como aún lo piensan algunos. Fue la conclusión de un
prolongado e inevitable deterioro estructural de un sistema insostenible. Desde los años setenta, la
rigidez de economías centralizadas y burocratizadas impedía competir con unas potencias occidentales
embarcadas en un proceso frenético de innovación tecnológica que supone una alta creatividad y
competencia individuales. A esto se agregaba la pesadez, ineficiencia y corrupción de un sistema político
no sujeto al escrutinio público. Al mismo tiempo, y a consecuencia de los dos factores anteriores, las
condiciones de vida de la gente se deterioraban sin cesar y los dirigentes no encontraban otra manera de
responder a su inconformidad sino mediante la represión, como aconteció en la República Democrática
Alemana, Hungría, la antigua Checoslovaquia y Polonia. La reacción oficial no hacía sino incentivar el
descontento. La izquierda de Europa occidental lo sabía pero buena parte de las izquierdas de América
Latina lo ignoraban o pretendían desconocerlo. Y muchos siguen atribuyéndolo a un presunto
estalinismo, desviación fortuita de un buen proyecto - desvío que, sin embargo, curiosamente, se
reprodujo en los más distintos horizontes, desde los Urales hasta el Caribe. Se niegan a reconocer que
una radical socialización de la propiedad anula forzosamente la creatividad individual en favor de un
aparato político investido de poder total, y por ello inoperante y descompuesto. En cualquier caso,
desaparecida la Unión soviética, la izquierda marxista se quedó sin discurso político, se desvaneció el
espejismo revolucionario de las masas en el antiguo Tercer Mundo, y desapareció la amenaza de la cual
se servían los países entonces "subdesarrollados" para presionar la ayuda de las potencias de occidente.
Los pobres del mundo quedaron, pues, sin horizonte utópico, sin discurso político y sin respaldo
internacional.
Como si fuera poco, la globalización ha disminuido la capacidad de los estados más débiles para
responder a las demandas sociales de la población. Urgidos por la competencia global, han tenido que
renunciar a funciones y recursos de los que antes disponían para equilibrar e integrar la sociedad,
garantizar su propia reproducción y velar por su seguridad y la de toda la nación. Disminuyen sus
ingresos en razón de la reducción de impuestos y aranceles; ante la limitación de sus recursos, se ven
obligados a restringir el gasto público, del que hacen parte, entre otros, la inversión social y en la
seguridad. Además , buena parte del control sobre las finanzas públicas pasa a manos del banco central,
lo que, si bien puede prometer mayor estabilidad macroeconómica en el mediano y largo plazo, limita la
capacidad de respuesta del ejecutivo a las continuas, urgentes y sorpresivas demandas de poblaciones
pobres. En suma, a la vez que crecen la pobreza y la miseria, ha desaparecido la esperanza en una
alternativa política y los estados son cada vez más impotentes para responder a las exigencias y la
inconformidad de las mayorías. Cunde entonces la desesperación.
Pero si el estado se ha debilitado, no ha acontecido lo mismo con los actores privados, tanto legales
como ilegales. A falta de posibles proyectos colectivos, prolifera la búsqueda de soluciones particulares,
de individuo o de grupo, así sea al margen o en contra de la ley. Prosperan de una parte el trabajo
informal, y, de otra, el delito individual, el crimen organizado, la corrupción y la violencia.
Los vacíos de estado son copados por capos del crimen, que encuentran en las masas sin empleo y en el
sector informal una cantera de reclutamiento inagotable. Y las comunicaciones, ahora ubicuas,
instantáneas y de alcance global, multiplican la capacidad de concertación entre agentes privados
mientras debilitan la capacidad de los estados para controlarlos. Todo ello, sumado, crea un círculo
vicioso: se desarrollan redes transnacionales del crimen que debilitan los estados, lo cual, a su vez, le
abre mayores espacios a las redes criminales, que por esta vía han llegado a controlar y administrar una
poderosa economía global de carácter ilegal.
De hecho, bajo el manto de la globalización económica legal prosperan hoy los dos negocios más
poderosos de la economía mundial: el contrabando de armas y el tráfico de drogas y delitos conexos
(como el comercio de precursores y el lavado de activos), ligados con frecuencia entre sí 9. Unidos a las
armas y las drogas, se desarrollan también otros tráficos como los de artículos electrónicos, partes de
automotores, seres humanos, órganos y sangre. Es lo que muchos denominan la "globalización sombra".
El petróleo solo ocupa hoy un tercer lugar en la economía mundial. La globalización en la sombra es,
pues, la cara oculta de la "globalización a la luz", aunque el producido de los negocios de aquélla sea
difícil de contabilizar. El FMI estima los montos de dinero ilegal que circulan en la economía mundial
entre los 600 mil millones y 1 billón 500 mil millones de dólares año, lo que representa entre 1,5 y 3,75%
del Producto Mundial Bruto (Willman, 2001). Los amplios márgenes que median entre los extremos de la
estimación revelan la dificultad para precisar los montos de las economías ilegales. Talvez por esa razón
la mayor parte de los economistas suelen abstenerse de ese tipo de cálculos, pero con ello, no sólo se
condenan a cometer graves errores en sus propios cálculos y sino que contribuyen a encubrir la
economía criminal.
No se trata aquí de dos mundos paralelos. Ambas dimensiones de la economía, la legal y la ilegal, están
mutuamente relacionadas. La globalización en la sombra realiza sus ganancias en la economía legal,
sobre todo a través del sistema financiero internacional y la economía informal. Negocios tan diversos
como agencias de propiedad raíz, venta de programas o discos piratas, tarjetas madre o memorias para
computadoras, celulares, equipos de música, televisores, etc. son utilizados para blanquear dinero. Por
estas vías, la globalización legal recibe una parte significativa de sus propios recursos. Hay además entre
ambas economías un pacto implícito, que se expresa en regulaciones como la reserva bancaria, los
paraísos fiscales, la compartimentación soberana de inteligencia entre órganos judiciales y policivos, etc.
A mi juicio no se debería hablar hoy de globalización económica sin una referencia explícita a la
expansión global del delito, así como de la corrupción y el crimen que necesariamente lo acompañan.
En las "nuevas guerras" la frontera entre organización criminal y organización política se torna porosa. Si
se ven acorralados, estos grupos no tienen reparo en recurrir a formas terroristas de acción. En
pequeños comandos compartimentados, atentan contra civiles inocentes con el fin de crear pánico,
hacer sentir su poder y presionar por sus presuntos objetivos políticos. Tales formaciones y sus guerras
tienden a prolongarse por tiempo ilimitado en razón del contraste entre la carencia de claros objetivos
políticos, que permitan una negociación, y la permanente afluencia de recursos financieros y militares,
que consienten la prolongación de la guerra e incitan a ella. Incluso si se logra ponerle fin al conflicto
abierto, perdura una enorme violencia difusa, que no permite establecer una clara diferencia entre paz y
guerra. Este es hoy el caso, por ejemplo, en El Salvador y Guatemala. Además, no es difícil que, en la
medida que se sientan más aislados y cercados, tales grupos recurran a vínculos puntuales con
organizaciones similares del ámbito internacional, que les permitan ampliar la magnitud y el radio de
acción. Por esta vía, el terror tiene hoy la tendencia a su expansión global.
LA GLOBALIZACIÓN DE LA SEGURIDAD
Hasta septiembre de 2001, la seguridad de los estados y naciones, tanto externa como interna, era de
competencia exclusiva del estado nacional y constituía el verdadero núcleo duro de la soberanía. Las
tareas de defensa nacional frente a enemigos externos competían al ejército mientras la seguridad
interna de los ciudadanos era competencia de la policía. Después del 11-S, tanto los atentados terroristas
contra las torres gemelas como la respuesta no menos terrorista de Bush en Irak arrasaron la última
trinchera nacional. El atentado en España ratificó esta tendencia.
Por principio, las amenazas del terrorismo internacional a la seguridad no provienen de un territorio ni
de un estado determinado. Son desterritorializadas, ubicuas y multinacionales, y pueden provenir de
redes enteramente privadas, aunque éstas puedan contar también con el respaldo directo o indirecto de
algunos estados. Al Qaeda, por ejemplo, está conformado por grupos de afganos, sudaneses, saudíes,
egipcios, argelinos, marroquíes, etc., y de la organización no están ausentes algunos estadounidenses o
europeos. Estrictamente compartimentada, Al Qaeda tiene presencia en unos treinta estados diferentes,
incluyendo los propios Estados Unidos y distintos países de Europa. Esto quiere decir que no puede ser el
objetivo de una guerra convencional por parte de ejércitos regulares. Las instituciones militares se
desarrollaron para el combate contra formaciones similares con el fin de salvaguardar o conquistar
determinados territorios, y no para la defensa de territorios bien definidos frente a un enjambre de
pequeños grupos móviles que revolotean por el mundo y que pueden hacer de cualquier elemento o
circunstancia un arma inesperada.
Sin embargo, en contravía de estos nuevos hechos, la administración Bush estableció su nueva doctrina
de seguridad basada en la "guerra preventiva" contra el terrorismo y los "estados cómplices", guerra en
la cual, según el presidente, deben cooperar todos los demás estados. A ese título Washington ha
lanzado ya dos guerras convencionales, altamente tecnificadas, contra dos estados: una contra
Afganistán y otra contra Irak, contando para ello con el apoyo de numerosos gobiernos.
Como es conocido, Europa, con excepción de la Inglaterra de Blair, la España de Aznar y la Italia de
Berlusconi, no ha ocultado sus reservas en relación con la doctrina Bush y aboga más bien por el
fortalecimiento de los estados y las sociedades que sufren la presencia del terrorismo así como por el
desarrollo conjunto de labores de inteligencia policial. La mayor parte de países de América Latina,
comenzando por los más fuertes, como México y Brasil, van incluso más allá. En la conferencia de la OEA
sobre seguridad, celebrada en México el 27 y 28 de octubre de 2003, se propuso una doctrina de
seguridad regional basada en la concepción de seguridad humana, de origen canadie nse, que había sido
planteada por primera vez en el informe sobre desarrollo humano del PNUD, en 1994 . Esta doctrina
amplía la noción de seguridad a casi todas las dimensiones de la existencia social de los individuos, como
el trabajo, la salud, la educación, etc. La lucha contra el terrorismo estaría centrada entonces, según esta
visión, ya no tanto en el fortalecimiento de los estados sino en el mejoramiento de las condiciones
generales de vida de la gente.
¿Ante la preocupación por la seguridad global se puede entonces temer (o esperar) un freno prolongado
o incluso un retroceso de la globalización económica? Francamente, no. Como ya lo hemos señalado, la
globalización es, por razones distintas, una exigencia de todas las economías. El proceso de globalización
puede haberse tornado más lento tras el 11 de septiembre, pero esa lentitud es quizás más aparente que
real. De hecho, la Unión Europea ha continuado ampliándose y contará, a partir de mayo de 2004, con 25
miembros. Con dificultades avanzan las negociaciones del ALCA, pero siguen su marcha. Los acuerdos
entre una CAN casi inexistente y el Mercosur se anuncian para un plazo inmediato.
Por otra parte, el problema de fondo de la época no radica en definir si la globalización de la economía
debe continuar avanzando o no, debate que además resulta inútil. Con parálisis o retrocesos temporales,
la interconexión económica global es irreversible. El foco de los esfuerzos tampoco debe dirigirse en
contra de algunas de las inevitables medidas de ajuste y liberalización de las economías, que resultan
inherentes a su creciente integración, aunque en este campo cabe todo el empeño por lograr unos
acuerdos que concedan condiciones favorables a los países y sectores más vulnerables. El problema de la
época se basa más bien en el retraso de las instituciones políticas, confinadas aún a los espacios
nacionales, con relación al resto de las dimensiones de la vida social, que tienen ya un carácter
supranacional.
Faltan instituciones políticas y de seguridad con alcance regional y mundial, que estén a la altura de los
enormes retos que plantea la información, la comunicación y la economía de hoy. El sistema de Naciones
Unidas, ideado después de la segunda guerra para preservar la paz entre las naciones - y utilizado en
realidad para desviar la guerra entre las potencias hacia países del Tercer Mundo o como foro de las
denuncias formuladas por estos últimos en contra de las potencias occidentales - no responde, en su
conformación actual, a las exigencias de hoy. La OTAN, diseñada para hacerle frente a la eventual
expansión del bloque socialista en el espacio europeo y a sus amenazas de corte convencional, resulta
inútil frente a las amenazas del crimen y el terrorismo globales.
Las nuevas instituciones políticas y de seguridad aún por diseñar deberán asumir, en el nivel regional y
global, algunas de las funciones que antes competían exclusivamente a los estados nacionales. En
particular, les incumbe la tarea de velar por la transferencia efectiva de capitales, tecnologías y ciencia, y
de mitigar, a todo lo largo del lento proceso de creación de mercados regionales y globales, las enormes
asimetrías que hoy existen entre las distintas economías nacionales, así como de imponer el
cumplimiento de las normas colectivamente aceptadas. Así mismo, la seguridad no puede seguir siendo
un cometido de organismos jurisdiccionales, policivos y militares meramente nacionales. La Corte Penal
Internacional debe cobrar mayor vigencia y contar con el apoyo de policías e inteligencia de alcance
transnacional. Mientras no se desarrollen instituciones políticas y de seguridad legítimas y de gran
alcance, la economía del crimen seguirá convirtiéndose en la más formidable amenaza a la estabilidad
mundial. Como los topos, minará las bases de la sociedad organizada mediante sus dos espadas: la
corrupción y la violencia.
En este campo, Estados Unidos y una Europa cada vez más afirmativa compiten por la expansión de su
propio modelo de autoridad política global. La administración Bush se ha esforzado por imponer una
especie de monarquía universal respaldada por los argumentos realistas del poder y de la fuerza, incluso
en contravía de las normas del derecho internacional, de Naciones Unidas y de la misma comunidad de
naciones. No otra cosa es la doctrina de la "guerra preventiva" contra quien Washington considere como
terrorista, así carezca de pruebas y argumentos, como sucedió en Irak. El terrorismo sirve en este caso
de comodín para justificar cualquier guerra que contribuya a expandir la presencia y el poder
norteamericanos.
La Unión Europea, en cambio, le apuesta a la construcción de una autoridad mundial por la vía propia del
idealismo: la negociación política de los conflictos, y el fortalecimiento de los estados y las sociedades
nacionales así como de los organismos y acuerdos multilaterales. Le brinda su apoyo, al menos retórico,
al sistema de Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad y la Corte Penal Internacional. Hay que tener en
cuenta, sin embargo, que, a lo largo de su historia, los países europeos fueron los creadores y principales
promotores del realismo en las relaciones internacionales. Su actual idealismo es bienvenido, aunque es
posible que su celo humanista de hoy haya que atribuirlo más bien a que, al menos por ahora, no están
en capacidad o no tienen interés de asumir responsabilidades centrales en la seguridad global, que
prefieren delegar en manos de Washington como lo hicieron a todo lo largo de la guerra fría.
Es posible, sin embargo, que, tras el 11 de marzo, estemos ante un nuevo giro en la geoestrategia global.
En un primer momento, el triunfo de los socialistas en España, las fuertes críticas del presidente electo a
Blair, Bush y la guerra en Irak, así como su decisión de retirar las tropas españolas de esa nación a
mediados de 2004 a no ser que la ONU asuma la dirección del proceso político, parecen ahondar aún
más la ruptura entre el viejo continente y Washington. Sin embargo, a mediano plazo, las cosas podrían
ser distintas. El rotundo fracaso de Estados Unidos en Afganistán e Irak, el reciente atentado en Madrid y
la reacción electoral del pueblo español, las amenazas en Francia podrían más bien acercar las posiciones
de ambos lados del Atlántico.
En efecto, no sería de extrañar que el castigo infligido por los electores españoles al gobierno de Aznar y
a su Partido Popular, se extienda a un rechazo similar de Blair en Gran Bretaña y de Bush en Estados
Unidos. Pero aun si no se produjera una derrota electoral semejante, la próxima administración
estadounidense, cualquiera que sea, se verá en la necesidad de moderar el talante unilateral de su
política exterior. Las falsas justificaciones, los deplorables resultados y las duras críticas suscitadas por la
guerra contra Irak, así lo exigen. Washington tendrá que otorgarle mayor reconocimiento a organismos
multilaterales como las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad y la nueva Corte Penal Internacional,
mostrarse más dispuesto a firmar convenios internacionales como el acuerdo de Kyoto sobre la emisión
de gases, buscar un mayor consenso internacional para la lucha contra el terrorismo, poner en salmuera
su doctrina de "guerra preventiva" contra los estados cómplices e incorporar en alguna medida la
preocupación por el fortalecimiento de los estados y naciones débiles como lo propone Europa. De este
modo, encontraría probablemente un apoyo mucho más amplio a sus esfuerzos por la seguridad mundial
y por la suya propia tanto en la Unión Europea como en el resto de la comunidad internacional. Europa,
por su parte, tras el 11 de marzo, se verá en la necesidad de cerrar filas con Washington en la lucha
contra un terrorismo que ha puesto a temblar sus cimientos.
Si América Latina no continúa refugiándose en la retórica de una Seguridad humana que está todavía
muy lejos de su alcance, puede contribuir a la gestación de una visión más equilibrada de la seguridad
global, que le de todo el peso a la creación de instituciones políticas transnacionales y al fortalecimiento
de la legitimidad de los estados – tareas estrechamente relacionadas con los esfuerzos por crear
sociedades más equitativas - sin descuidar por ello la necesidad del fortalecimiento jurisdiccional,
policivo o militar de los estados y la región, según las circunstancias. El nuevo contexto internacional post
11 de marzo abre un amplio espacio favorable para esa gran convergencia.
Como quiera que sea, teniendo en cuenta el extraordinario desarrollo de las redes globales del crimen
organizado, sus crecientes vínculos con organizaciones insurgentes, contrainsurgentes y/o sobre todo
con redes puramente terroristas, no cabe duda que ningún estado, ni siquiera el estadounidense, está en
capacidad de garantizar por sí solo su propia tranquilidad. La seguridad en red garantizada por cuerpos
civiles de inteligencia y organismos jurisdiccionales transnacionales se ha convertido en un reto global.
Pero sin un gran esfuerzo mancomunado por un tránsito hacia mercados mundiales más equilibrados, no
habrá fuerza policiva o militar que pueda frenar la expansión del terror.
CUARTA SEMANA
(29 AGOSTO 2022)
SISTEMAS DE SEGURIDAD
Los sistemas de seguridad son un Conjunto de elementos necesarios, que se usan para proporcionar
protección a personas y/o bienes. Actualmente se pueden aplicar en viviendas, negocios/ empresas,
entidades gubernamentales, etc.
En el caso de los sistemas de seguridad enfocados en viviendas o negocios, podemos identificar una
unidad de control como un panel central, elementos periféricos conectados a él y unidades de aviso. En
el caso de Alarmas, los dispositivos cuentan con conexión a una Central Receptora de Alarmas (CRA), la
cual en menos de 1 minuto evaluará el salto de alarma y alerta a actuadores como la Policía Nacional del
Perú o Serenazgo.
Un sistema de seguridad aglomera tanto medidas como dispositivos de seguridad con el fin de proteger
un inmueble, identificando y resolviendo todas sus vulnerabilidades.
Fotodetectores
Sensores magnéticos
Sirena de alta potencia
Panel de control móvil
Lectora de llaves
Llaves inteligentes
Además, según las características del inmueble a proteger, el sistema de seguridad puede contar con
elementos adicionales como sensores de humo, detectores perimetrales y pulsadores S.O.S.
Se puede afirmar que la seguridad se ha convertido en una necesidad básica real. Creando una demanda
masiva por sistemas de seguridad tanto para hogares como negocios.
Según estudios de INEI de Diciembre del 2018, 9 de cada 10 peruanos poseen una percepción de
inseguridad; es decir que tienen la sensación que pueden ser víctimas de algún evento que atente contra
su seguridad. De esta población, el 70% percibe que su vivienda puede ser robada.
SEGÚN SU FUNCION
Podríamos distinguir tres tipos principales de sistemas de seguridad según su funcionalidad. Los sistemas
anti intrusos, que detectan la presencia de personas no deseadas en nuestro hogar o negocio,
los equipos anti incendios, pensados para localizar posibles focos de incendio o humo y advertirnos, y
los sistemas de cámaras de vigilancia o CCTV.
Cómo cada situación es diferente, es importante un buen asesoramiento para escoger correctamente
cuales son los elementos que debemos incluir en nuestro sistema de seguridad. Las alarmas con
vigilancia 24/7 siempre son la mejor opción si se quiere evitar preocupaciones innecesarias.
Dentro de este análisis de riesgo, lógicamente tenemos siempre en cuenta legales de cada instalación.
Dependiendo del tipo de actividad, el grado de seguridad debe adecuarse. Por ejemplo, una joyería o
administración de lotería requerirán una alarma de Grado 3, mientras que para pequeños negocios o
comercios bastaría con una de Grado 2.
Como hablamos antes de los diferentes grados de seguridad, por ejemplo, los sistemas de seguridad
de Grado 1 no pueden estar conectados a una central receptora. También existen alarmas destinadas a
simular una alarma real, pero sin función real, alarmas disuasorias, incapaces de activar un protocolo de
seguridad… Estos tipos de sistemas ofrecen un tipo de protección bastante bajo en caso de riesgo.
En el grupo de alarmas que sí envían señales a una central receptora son: alarmas cableadas y alarmas
inalámbricas. Se debe tener esto presente cuando se valore, qué tipo de sistemas de seguridad elegir
para tu hogar o empresa.
Teniendo estos factores en cuenta, más o menos podemos saber qué tipo de equipo de seguridad es el
más adecuado para nuestro hogar o empresa, pero siempre es recomendable una opinión
profesional. Deja que los expertos te asesoren para encontrar el sistema de seguridad ideal adaptado a
tus necesidades.
Sistema de Alarmas
Es uno de los sistemas más usados por las empresas a la hora de defenderse contra los ladrones durante
las 24 horas del día. Gracias a que la tecnología ha evolucionado mucho, las alarmas cada vez son más
profesionales y ofrecen una mayor seguridad a las empresas. Es más, a día de hoy se pueden diseñar
alarmas adecuadas a cada empresa, es decir, la protección que se va a conseguir será mucho más
elevada.
Sistemas de Vigilancia
Es un medio ideal para las empresas que quieran tener seguridad física en cualquier momento. A pesar
de que las nuevas tecnologías han avanzado mucho, la verdad es que la vigilancia a través de los
vigilantes de seguridad sigue siendo más profesional y segura. Es más, si a esto le sumamos otros tipos
de seguridad, la empresa podrá conseguir estar realmente segura.
La principal ventaja de tener vigilantes de seguridad es que en caso de robo estarán en el lugar para
impedir que el mismo se realice. Es decir, la probabilidad de que un ladrón ataque un negocio con alarma
y vigilancia es muy baja.
Sistemas de Videovigilancia
Si quieres que todo este seguro, lo mejor que puedes hacer es instalar cámaras de video vigilancia en los
puntos clave. Así se lo pondrás mucho más difícil a los ladrones, los cuales no tendrán ni un solo hueco
para intentar atacar tu empresa sin ser descubiertos. Además, este sistema de seguridad no solo manda
las imágenes en tiempo real a la central, sino que también guarda esas imágenes para ser consultadas en
el futuro en caso de ser necesario.
Es una opción que ofrecen las empresas de seguridad a los clientes que quieren disfrutar de unas
medidas de seguridad más elevadas. A través de este sistema podrás saber que tu negocio está vigilado
durante las 24 horas del día por verdaderos profesionales. De esta manera, si los trabajadores de la
central notan que hay algo sospechoso en la empresa, podrán tomar medidas para ver si realmente esas
anomalías las está provocando un ladrón. En tal caso, solo tendrán que llamar a la policía para que
impidan el robo.
Es un servicio que no todas las empresas de seguridad ofrecen. Este servicio se caracteriza por mandar
de manera urgente a unos vigilantes en caso de que salte una alerta. Estos vigilantes tendrán que
impedir que los ladrones se escapen hasta que llegue la policía. Este servicio también incluye patrullas a
través de los vigilantes para hacer que los ladrones se lo piensen dos veces a la hora de atacar un
negocio.
Si quieres que a tu empresa no entre cualquier persona, los puntos de control de accesos te serán de
gran utilidad. Estos puntos harán que las personas que quieran entrar en tu empresa se tengan que
identificar. Así todo estará mucho más seguro.
Este tipo de seguridad puede ser de tres tipos. Autónomo, integral o completo. Dependiendo de las
necesidades de tu empresa, la opción elegida deberá ser una u otra.
Este sistema de seguridad incluye diferentes tipos de seguridad de los cuales te acabo de mencionar. A la
hora de contratar un sistema de seguridad integral, la empresa contratada hará un estudio de lo que
necesita tu empresa para darte la seguridad que realmente mereces. Esto hará que los robos sean casi
imposibles.
La Integración de Sistemas permite el control centralizado de todos los sistemas de seguridad, domótica
y explotación, mejorando su eficacia y coordinación y optimizando los costes y recursos necesarios. Un
Sistema de Seguridad Integral se compone de módulos de subsistemas que responden a las diferentes
funciones de seguridad requeridas, pudiendo centralizar subsistemas tales como: CCTV, control de
accesos, sistema anti-intrusión, detección y extinción de incendios, megafonía e interfonía, alarmas
técnicas, etc.
Beneficios
Administración de sistemas separados mediante el uso de un solo software fácil de utilizar, que
también permite la búsqueda y reproducción de alarmas de acceso e intrusión de forma eficiente.
Brinda mejor seguridad al usar una sola tarjeta para desarmar un sistema y otorgar acceso, además se
eliminan códigos de usuarios compartidos.
Elementos Tangibles: Proporcionan protección física al sistema y tienen presencia palpable. En este
grupo se encuentran los medios técnicos y humanos.
Medios Humanos: es el personal de seguridad especializado, que está preparado para reaccionar
adecuadamente ante cualquier novedad o alerta que se presente en la instalación donde el personal
preste su servicio. Dentro de las funciones que realiza este personal están: patrullas a pie y motorizada,
centros de control. También cuenta con herramientas auxiliares como perros adiestrados, elementos de
comunicación (teléfono, fax, radios), detectores, etc.
Medios Técnicos: se dividen en activos (electrónicos) y pasivos (físicos). Los elementos físicos se refieren
a las barreras que impiden o retardan la acción de una amenaza, éstas pueden ser: puertas blindadas,
muros, vallas. Los elementos electrónicos son los dispositivos que trabajan en forma activa para
detectar, analizar y comunicar un posible riesgo, estos elementos son: los sistemas de detección de
intrusos e incendios, controles de acceso, circuito cerrado de televisión (CCTV), alarmas, etc.
Elementos Intangibles: son elementos indispensables para que la puesta en marcha del sistema de
seguridad sea correcta; su presencia física no es tan obvia. En este grupo se encuentran: políticas de
seguridad, planes de seguridad, programas de seguridad, procedimientos de seguridad, órdenes de
puesto, normas y protocolos
El tiempo de respuesta frente a situaciones de emergencia y/o riesgo, es más eficiente, al contar con
toda la información necesaria en un mismo sistema, ya que el operador no necesitaría acudir a bajar
informes de cada uno de los sistemas de forma independientes, sino más bien, acudirá a los reportes del
sistema integrado, que consolida toda la información en un mismo informe, esta data puede contener:
señales del panel de alarmas, eventos de un acceso no autorizado y video a la reacción de ocurrencia de
cualquiera de estos eventos anteriores.
Con las pruebas realizadas en los sistemas de intrusión e incendio, se comprobó la reacción del operador
ante un evento en particular, mejorando el tiempo de respuesta frente a las emergencias generadas.
La plataforma de integración es modular y escalable, por esto sin que se afecte al presupuesto inicial, se
colocará lo mínimo indispensable para conseguir un sistema funcional, después se puede proceder al
escalamiento de unidades electrónicas para lograr un sistema óptimo.
QUINTA SEMANA
(05 SETIEMBRE 2022
SEGURIDAD Y CONFLICTO
La Seguridad total no existe. La seguridad total, absoluta es difícil de lograr, pues los peligros no se
pueden prever, pero sí pueden ser neutralizados o reducidos adoptando las medidas de seguridad
adecuadas y de acuerdo a un planeamiento.
La Seguridad es universal y natural. Tiene vigencia en todos los pueblos del mundo, en todas las épocas
históricas, en todas las filosofías sociales y en todas las ideologías políticas, cualquiera que sea el grado
de evolución y cultura.
La Seguridad es una necesidad básica y un derecho inalienable de las personas y de las naciones.
La necesidad de seguridad es innata en el hombre desde que nace hasta que se enfrenta a la vida. Lo
mismo sucede con las naciones que necesitan un ambiente seguro para alcanzar su desarrollo y lograr el
bienestar de la persona humana y, así alcanzar sus objetivos nacionales. Sin seguridad no es posible el
desarrollo y sin desarrollo es difícil lograr la seguridad.
La Seguridad ha de reforzar la libertad del hombre. El hombre requiere un ambiente de seguridad para
vivir en libertad, tanto en su vida privada como pública. La Constitución Peruana Prescribe que toda
persona tiene derecho: a su libre desarrollo y bienestar y a la libertad y seguridad personal.
La Seguridad es responsabilidad del Estado y de toda la colectividad. Para lograr y mantener la
seguridad, el Estado mediante el Sistema de Seguridad y Defensa Nacional y otras medidas de protección
de la persona humana y de la Nación. Las personas y grupos sociales dando cumplimiento a lo dispuesto
en la Constitución y leyes sobre seguridad y defensa nacional.
La Seguridad es integral. Comprende a todo el que hacer nacional. Al Estado así como a personas
naturales o jurídicas, para hacer frente a riesgos, conflictos o amenazas, etc., que se producen al interior
o exterior del país. Tener “conciencia de seguridad” siempre, en todo momento, porque los riesgos,
amenazas o conflictos se presentan en cualquier momento y lugar, debemos estar preparados para
afrontarlos. Teniendo en cuenta que el país se encuentra en zona crítica, por lo tanto, es posible que se
produzcan riesgos causados por fenómenos naturales o por la mano del hombre.
EL CONFLICTO
Es una situación en la cual dos o más personas con intereses diferentes entran en confrontación,
oposición o emprenden acciones mutuamente antagonistas, con el objetivo de dañar o eliminar a la
parte rival, incluso cuando tal confrontación sea verbal, para lograr así la consecución de los objetivos
que motivaron dicha confrontación. Por su condición a menudo extrema o por lo menos nacionalista en
relación a objetivos considerados de importancia o incluso urgencia (valores, estatus, poder, recursos
escasos) el conflicto genera problemas, tanto a los directamente involucrados o a personas externas no
involucradas en el conflicto etcétera.
Se han avanzado varias teorías acerca del origen de este problema (conflicto). Últimamente se puede
alegar que el hombre es un animal social, y, por lo tanto, que responde a las tendencias tanto
de competición como cooperación que se observan en animales sociales. Así se aduce que hay motivos
últimamente biológicos o psicológicos para la agresividad.
Desde este punto de vista la idea más básica, desde la que habría que partir para resolver un conflicto
social de manera adecuada, es que el conflicto empieza con una emoción desbordada.
Otras visiones aducen que, si bien podría haber tales causas inherentes o innatas, no es menos cierto
que a menudo tal conflicto o violencia se expresa ya sea en formas socialmente permitidas o aceptadas o
tiene como meta objetivos que son socialmente valuables. Como mínimo, el conflicto se expresa en un
acto ejercido en relación con otros espectros que, en la interacción e interrelación humana, va desde
situaciones y cuestiones aparentemente simples y sin problemas de consecuencias dolorosas para las
partes, hasta situaciones complejas, peligrosas y violentas. Desde este punto de vista se aduce que «La
convivencia social es considerada una mina abundante de conflictos, donde la fuente más abundante de
molestia son los demás». Para Lewis A. Coser un conflicto es social cuando transciende lo individual y
procede de la propia estructura de la sociedad.
Dos aspectos centrales de los estudios del conflicto social se refieren al origen y la función social de los
conflictos. Así, por ejemplo, para Ralf Dahrendorf, el conflicto es un hecho social universal y necesario
que se resuelve en el cambio social.
De mayor importancia para estos estudios son consideraciones acerca del papel que tanto
el consenso como la coacción y el control social juegan en la sociedad ya sea en general como en el
desarrollo y resolución de los conflictos.
Las teorías del conflicto social buscan explicar, a partir de una percepción de la sociedad que requiere
tanto orden e integración como innovación y cambio, las estrategias que se observan y/o se pueden
seguir para lograr ambas necesidades sociales.
Una asunción central de las teorías del conflicto es que en una sociedad tanto los individuos como los
grupos —no solo pero incluyendo las clases sociales— buscan maximizar sus beneficios —lo que
inevitablemente produce cambio social—. Ese cambio no necesariamente envuelve conflicto físico sino
que puede expresarse en confrontaciones verbales. Paradójicamente, ese conflicto y cambio busca
lograr un orden a fin de mantener en forma estable esos beneficios. Lo anterior da origen a diversas
estrategias y mecanismos tanto a fin de lograr ese cambio como de mantener las formas ya sea
existentes o emergentes. En otras palabras, el objeto de interés no es el origen o causas del conflicto
sino las situaciones o maneras a través de las cuales ese conflicto se puede resolver a fin de lograr una
solución estable y duradera.
Partiendo de la base que el conflicto es el factor principal del cambio social, que se expresa, por ejemplo,
con la formación de grupos de presión y acción social, se busca estudiar como ese conflicto se integra
socialmente, a través de pactos, ya sea acordados o impuestos, con el resto de los actores sociales, en
cambio de estructuras, que, se supone, ocasionaran estabilidad social. Así, desde este punto de vista, el
conflicto social se percibe como algo que, propiamente controlado o integrado, es esencial para el buen
funcionamiento o estabilidad social.
Lo anterior se puede estudiar no solo observando el cómo los diversos sectores o individuos se han
conducido en la práctica, sino también teóricamente, a través de la teoría de los juegos.
ACTUALIDAD
Otros alcances como la revolución y la guerra, como conflictos totales, parece no es posible ser
explicados con el actual soporte teórico. Quizás la primera es predecesora de la segunda y sigan una
primera fase en la que se falla en lograr consenso. Tiene ventajas y desventajas.
Dos aspectos centrales de los estudios del conflicto social se refieren al origen y la función social de los
conflictos. Así, por ejemplo, para Ralf Dahrendorf, el conflicto es un hecho social universal y necesario
que se resuelve en el cambio social.
De mayor importancia para estos estudios son consideraciones acerca del papel que tanto
el consenso como la coacción y el Control social juegan en la sociedad ya sea en general como en el
desarrollo y resolución de los conflictos.
CONFLICTO DE LA REALIDAD
Pseudoconflicto Puede mostrarse de forma agresiva, sin embargo, no existe problema (ya que la
satisfacción de unas necesidades no impide las otras) aunque las partes pueden creer que sí. Casi
siempre suele ser una cuestión de malentendidos, desconfianza y mala comunicación.
Conflicto latente. No se muestra de forma agresiva ya que una o ambas partes no perciben la
contraposición de intereses/necesidades o valores. Estos no se abordan o ni tan solo se reconocen como
conflictos porque no han explotado, porque no existen signos de violencia directa. Esto hará que sigan
creciendo por su propia dinámica.
Por lo que el conflicto innecesario, es decir, aquel en el que la satisfacción de las necesidades de una
parte no impide la satisfacción de la otra, tiene como componentes:
Mala comunicación
Estereotipos
Desinformación
Percepción equivocada del propósito o proceso.
De este modo, la parte genuina de un conflicto se basa en diferencias esenciales y cuestiones
incompatibles, como, por ejemplo:
Perspectiva interpretativa. El conflicto es considerado como algo natural de los grupos y las
organizaciones. Las causas de los conflictos se atribuyen a problemas de percepción individual y/o a una
deficiente comunicación interpersonal. Los conflictos son manifestaciones de la falta de entendimiento
entre las personas en cuanto al sentido de los actos propios o de otros; equívocos que pueden superarse
haciendo que los protagonistas se den cuenta de los errores que contienen sus ideas o creencias. Esta
concepción ignora las condiciones sociales que afectan a los propios sujetos y a sus percepciones.
Estas perspectivas socio-críticas sobre el conflicto determinan que este no es ni positivo ni negativo sino
que tendrá aspectos positivos o negativos según se aborde y se resuelva y dependiendo del proceso que
se utilice para llegar a una solución. “La vida sin conflictos supondría una sociedad de robots, cuyos
miembros habrían eliminado la diversidad y singularidad que nos distingue como humanos”.
Una perspectiva que permita enfocar el conflicto desde una visión positiva, con voluntad de cambio para
conseguir cotas más altas de justicia, es el punto de partida adecuado desde donde parte la resolución
de conflictos.
ANÁLISIS DE CONFLICTOS
Se han determinado tres factores que propician la aparición de un conflicto y que a la vez pueden
proporcionar las condiciones indispensables para su gestión.
Factores culturales. Representan la suma de todos los mitos, símbolos, valores e ideas que
sirven para justificar la violencia o la paz.
Factores estructurales. Son aquellos condicionantes que perpetúan las desigualdades, la falta de
equidad, la explotación, etc.
Factores de comportamiento. Son producto de los factores culturales y estructurales y se
materializan en conductas agresivas (de tipo físico o verbal) o por el contrario en
comportamientos de diálogo favoreciendo el entendimiento y el respeto.
CAUSAS QUE DETERMINAN O PROVOCAN UN CONFLICTO
Frente a una situación de conflicto, sea cual sea su naturaleza, hay multitud de posibilidades de reacción,
tanto a nivel individual como colectivo, dándose las diversas actitudes, según se acepte, evite o niegue el
conflicto.
Negación, Se evita reconocer la existencia del conflicto. Posiblemente, este estallará más tarde
siguiendo la escalada conflictual.
Competición (ganar/perder). Consiste en la actitud de querer conseguir lo que uno quiere; hacer
valer sus objetivos y metas es lo más importante sin importar la otra parte. Esta competición
puede procurar sacar un provecho individual de la situación, o tomarse desde una conducta
agresiva (se combate con una respuesta hostil, violenta y/o militar) o arrogante (no se reconoce
a la otra parte como un interlocutor válido).
Acomodación (perder/ganar). Consiste en no hacer valer ni plantear los objetivos propios con
tal de no confrontar a la otra parte. De esta manera, no se resuelve el conflicto puesto que las
necesidades de una de las partes no han quedado satisfechas.
Evasión (perder/perder). Se reconoce la existencia del conflicto, pero sin deseos de enfrentarse
a él por ninguna de las partes. Con esta actitud no se logra ni la consecución de objetivos ni la
relación idónea para ninguna de las partes involucradas.
Cooperación (ganar/ganar). Las partes en conflicto entienden que es tan importante los
objetivos propios como la relación, por lo que el fin y los medios tienen que ser coherentes entre
ellos.
Negociación. Las partes llegan a un acuerdo sin renunciar a aquello que les es fundamental
(necesidades), pero ceden en lo que es menos importante.
ESCALADA CONFLICTUAL
Aunque no se puede comparar los conflictos armados con los conflictos interpersonales y tampoco
extraer fórmulas generalizadas para solucionarlos si es posible conocer dinámicas muy generalizadas de
los mismos. Una de estas dinámicas es la escalada conflictual, en la que juegan un papel muy importante
las frustraciones, las polarizaciones crecientes, las malas percepciones, la incomunicación, etc. En los
conflictos “micro” también existen factores de aceleración, como la propaganda des informadora, los
rumores, el temor u hostilidad de las partes, un entorno propenso a usar la fuerza, etc. En el siguiente
gráfico se representan de forma esquemática las fases de un conflicto, para visualizar sus posibles fases y
las eventuales fases de trabajo en transformación del mismo.
Es posible anticiparse al conflicto si se reconocen los indicios del mismo. Estos siguen una secuencia
ascendente respecto al nivel de tensión y de lucha entre las partes enfrentadas:
Incomodidad. Hay algún aspecto en el entorno o en la relación que no funciona tal y como lo
estaba haciendo hasta el momento. Es la sensación intuitiva de que alguna cosa no va bien,
aunque no se sepa exactamente de qué se trata.
Insatisfacción. Se trata de una autopercepción en la que una de las partes no se siente a gusto
ante una nueva situación o se ha producido un cambio delante del cual se tienen una sensación
de incertidumbre. De estas derivan discusiones momentáneas.
Incidentes. Pequeños problemas que implican discusiones, resentimientos y preocupaciones ya
que no se tienen en cuenta o se dejan a un lado.
Malentendidos. Las partes hacen suposiciones, generalmente a causa de una mala
comunicación, poca compenetración o percepciones diferentes de una misma situación,
llegándola a distorsionar la percepción de la realidad. El contexto juega un papel muy importante
ya que habitualmente no ayuda, sino que incrementa los rumores.
Tensión. La situación se rodea de prejuicios y actitudes negativas distorsionando la percepción
de la otra parte implicada.
Crisis. Las partes actúan ante la situación de manera unilateral. Se pierden las buenas formas
dando paso a los insultos, la violencia, la lucha abierta, etc.
En este momento se puede decir que el conflicto ha llegado al punto más álgido de la escala conflictual.
J. Burton realiza esta reflexión a propósito de este punto “Cuando el conflicto y la violencia se
intensifican, hay una vuelta a la tradición y al medio represivo de control, incluso a regímenes militares”,
refiriéndose a los macro conflictos. En resumen, se puede definir el conflicto como un proceso de tres
fases:
Para analizar y así comprender un conflicto, J. P. Léderach lo estructura diferenciando tres partes sobre
las que hay que actuar de manera diferente:
Las personas, son los involucrados y afectados. Hay que reconocer qué papel desempeñan,
cómo se relacionan y qué influencia tienen. Averiguar las verdaderas preocupaciones y las
necesidades de fondo de la gente. No hacer del conflicto un problema personal. [sus
sentimientos, emociones, autoestima, percepciones.]
El proceso, es la forma en que el conflicto se desarrolla y como las partes intentan resolverlo o
zanjarlo. Regularmente, intervienen las relaciones de poder (económico, acceso a recursos,
control, etc.) que pueden degenerar en la amenaza como único modo de influir en otros para
producir el posible cambio que mejore la situación. Intentar proponer opciones positivas que no
desafíe a las partes. [trata de la manera como se toman las decisiones y de cómo se sienten las
personas al respecto. Posible deterioro de la comunicación y escalada de problemas añadidos.]
El problema, es el hecho de divergencia entre las partes. Es necesario distinguir entre conflictos
reales (aquellos que la satisfacción de una parte impide la otra) o conflictos innecesarios. [–
Relativos al problema: es el asunto concreto, los temas, hechos y cuestiones que marcan las
distancias entre las personas o grupos enfrentados: diferentes valores, puntos de vista.]
Hay un acuerdo tácito en los cuatro autores que el conflicto tiene su origen en:
SOLUCIONES AL CONFLICTO.
Por ejemplo, de lo anterior, cuando se dice que estamos bajo una amenaza de terremoto o maremoto,
sin embargo, también sirve para que el o los destinatarios de dicha amenaza puedan estar prevenidos y
alerta para tomar las decisiones más convenientes para enfrentar dicho hecho o acontecimiento, ya que
las personas al estar en una situación de alerta pueden pensar en lo que se debería hacer de concretarse
el hecho del cual fue amenazado.
Es un término que sirve para referirse a ese riesgo o posible peligro de que ocurra una situación
específica, y que a su vez genera miedo, ansiedad o estado de alerta en aquella o aquellas personas que
fueron amenazadas, lo cual podemos definir como un maltrato psicológico, ya que el o los individuos que
fueron amenazados pueden sufrir trastornos por la misma, lo cual es un tipo de violencia específica que
en muchas ocasiones es penada por la ley.
En el día a día de nuestra sociedad, y en los más cotidiano el convivir es algo que no es tarea fácil, por
eso surgen en muchas ocasiones problemas y conflictos entre vecinos, cohabitantes, y hasta la propia
familia que convive en una misma casa, de allí que puedan acontecer problemas en los que un individuo
puede amenazar a otro para infundir en éste miedo y así mantener un control psicológico sobre éste,
con la promesa de que si continuar la problemática puede ocurrir un hecho o evento violento como una
desgracia, por ejemplo cuando un vecino escucha música a todo volumen y no deja dormir a nadie y uno
de los vecinos lo llama y lo amenaza con llamar a la policía.
TIPOS DE AMENAZAS
Existen varios tipos de amenazas, por ejemplo las amenazas formales, que son aquellas menos graves,
las que pueden ocurrir en el día a día, como amenazar a un hijo de no hacer algo prohibido sino será
castigado por ello, o aquellas más reales o más peligrosas, que pueden surgir de un evento natural, o
una amenaza de ataque terrorista realizada por un grupo de extremistas, lo que realmente común entre
estos diferentes tipos de amenaza es que siempre crea un estado psicológico de miedo o ansiedad ante
la posibilidad de que se concrete dicha amenaza.
Dentro de los tipos de amenaza también tenemos aquellas que son condicionales, ya que para que no
ocurra el hecho del cual es temido, se solicita al destinatario que cumpla con una condición y mantener
todo en calma, como es el caso cuando un secuestrador pide dinero para no hacerle daño al
secuestrado, por otra parte, está la amenaza no condicional, ya que no existe ninguna condición a
cumplir como puede ser el caso de una amenaza de terremoto.
Es por esto que la amenaza es una falta o un delito, ya que la persona que amenaza, promete un mal
futuro, ilícito, impuesto y determinado con el objetivo de causar miedo, ansiedad y temor a la persona
que es amenazada, lo cual evidentemente afecta su estado de equilibrio sicológico, con lo que ésta
puede verse obligada a actuar de cierta manera o de realizar alguna acción que le sea requerida por
quien lo amenazó.
AMENAZA EN LA SALUD
En la mayoría de los casos cuando nos referimos a algún tema de salud, siempre se ve afectada la vida de
la persona o paciente, por ejemplo cuando existe una amenaza de aborto, es porque está en riesgo la
vida del feto y puede también estar en peligro la vida de la madre, lo cual hace que el seguimiento y
control del embarazo sea mucho mas cuidadoso y con cautela para hacer prevalecer las vida de ambos.
También podemos citar el ejemplo de la amenaza del parto prematuro, y no es más que el riesgo que
puede existir de que el bebe pueda nacer antes del tiempo “normal” lo cual hace que se mantenga un
seguimiento riguroso ante esa posibilidad de nacimiento prematuro.
Hace referencia a la amenaza que puede sufrir un trabajador, por causa de las labores y funciones que
desempeña en su puesto de trabajo, ésta puede ser una amenaza física o mental, por ejemplo quien
trabaja o desempeña sus labores de trabajo expuesto directamente con electricidad en una subestación
eléctrica siempre tendrá una amenaza de sufrir una descarga eléctrica que puede causarle la muerte o
lesiones graves, lo cual es una amenaza sicológica, así como un trabajador que labora en una planta
nuclear, sabe que sus labores y funciones deben ser muy cuidadosas y estrictas, ya que existe una
amenaza de un accidente o tragedia nuclear, que puede afectar la vida no solo de él sino de cientos o
millones de personas.
AMENAZA EN INFORMÁTICA
En la actualidad, es muy común escuchar que existen amenazas contra cualquier tipo de información
digital o contra los propios sistemas informáticos de algún sitio web o alguna empresa importante, y
hasta los mismos gobiernos, lo que significa que se pueda estar bajo una amenaza de un ataque
cibernético por parte de hackers o crackers, que pueden afectar la privacidad de los amenazados o que
pueden develar archivos, fotos, documentos o informaciones que pueden ser confidenciales o
netamente privados, lo cual, puede perjudicar de muchas maneras a las personas que pueden sufrir
dichas amenazas al momento de concretarse éstas.
Es por lo anterior, que existe continuamente preparaciones y desarrollo de métodos y acciones para
evitar ser tan vulnerables a los posibles ataques cibernéticos por parte de las grandes empresas de
sistemas operativos y aplicaciones en el mundo.
LA CRISIS
Es probable que las compañías se encuentren más familiarizadas con el concepto de crisis dentro del
ámbito de la continuidad de negocio. Es decir, con ese concepto de crisis al que la propia ISO22301
define como: “una situación con un alto nivel de incertidumbre que afecta las actividades básicas y/o la
credibilidad de la organización y requiere medidas urgentes”.
Las crisis a las que hacemos referencia en este artículo están generadas por todos aquellos eventos
inesperados e/o inevitables de carácter catastrófico que pueden afectar a los activos críticos, la
estructura financiera, las personas e incluso la reputación, poniendo en peligro la propia supervivencia
de la compañía, y que, siendo verdaderas, no siempre suponen la activación de un plan de continuidad
de negocio.
Las crisis no siempre implican interrupción de la actividad empresarial o amenazas directas a la vida, a la
propiedad o a los activos, pero, sin embargo, casi siempre suponen un peligro para la reputación de una
organización y su marca, incluso si es sólo a través de la necesidad de demostrar una fortaleza y
liderazgo efectivo.
Lo que confirma que las crisis se producen en entornos cada vez más complejos y donde predomina la
incertidumbre, es por ello que la gestión de las mismas requiere a su vez mayor complejidad,
conocimiento y especialización.
Señalar que la complejidad de las propias organizaciones crece, lo que hace que la probabilidad de
enfrentarse a situaciones complicadas, difícilmente predecibles e inestables aumenta. Y con ello la
necesidad de que las empresas cuenten con un plan de gestión de crisis que permita resolverlas.
Las crisis, además de por los múltiples factores que pueden ocasionarlas, se hacen más complejas por la
incertidumbre que les es propia, es decir, en ocasiones no sólo es difícil, sino que es imposible preverlas,
e incluso de haberse previsto son inevitables. En un sentido generalista una crisis es todos evento que
pueda poner en peligro los activos críticos, financieros, humanos, la reputación e incluso la propia
continuidad y supervivencia de la compañía.
A modo de conclusión, podemos afirmar que las crisis se caracterizan, por tanto, en su carácter
inesperado, es decir, son repentinas y limitan la capacidad de reacción. Además, son imprevisibles y de
importancia para todos los grupos de interés de la compañía: accionistas, proveedores, clientes,
consumidores. Suponen y exigen la toma de decisiones aún sin contar con toda la información necesaria,
y además en un entorno de gran exposición mediática.
Esto supone nuevamente un valor añadido y un aspecto altamente reconocido por los grupos de interés,
que compensarán positivamente a esas empresas en las que reconocen este valor o capacidad.
Aunque parezca obvio, en el mundo empresarial altamente competitivo e inestable, las compañías se
enfrentan constantemente a multitud de retos visibles y oportunidades invisibles. La Resiliencia obliga a
desarrollar recursos para afrontar la incertidumbre que ocasiona la crisis. Estos recursos no son más que
el potencial convertido en talento. Es el conjunto de atributos y habilidades innatas que poseemos y que
no habíamos tenido necesidad de utilizar y/o desarrollar.
TIPOLOGÍA DE CRISIS
Son muchos los tipos de eventos o peligros que pueden afectar a una compañía y generar una crisis.
Desde robos de identidad o bases de datos de clientes, a fraudes internos o externos perpetrados contra
o hacia la propia compañía, pasando por rupturas en la cadena de suministro, retiradas de productos,
catástrofes naturales, fallos técnicos… son multitud los peligros potenciales a los que se enfrenta una
compañía.
Poder clasificar la crisis ante a la que nos encontramos, dentro de una u otra tipología nos va a permitir
tratarla y gestionarla de manera individualizada y acorde a la misma. Es decir, la identificación de
diferentes tipos y categorías supone una herramienta muy útil que evita la generalización, y la
simplificación. Nos permite identificar los límites y poder relacionarla con los medios más adecuados
para su gestión, y será determinante para establecer y definir los programas de actuación.
A la hora de hacer una clasificación de las tipologías de crisis nos encontramos con muchas y diferentes
clasificaciones de las mismas, según el concepto en que nos fijemos para identificarlas: en las
características, causas, naturaleza, intensidad, efectos... e incluso se puede hacer una combinación de
ellos para extraer una clasificación u otra.
Según la naturaleza de los acontecimientos que la provocan nos encontramos con la clasificación hecha
por el profesor Piñuel y Westphalen:
Objetivas: a esta categoría pertenecen las crisis provocadas por un acontecimiento de carácter
objetivo, como un atentado, una guerra, un cambio político, huelga, despidos, quiebra, etc.
Subjetivas: aquéllas que son motivadas por acontecimientos subjetivos: un rumor, un
enfrentamiento con la competencia, declaraciones polémicas de un directivo o empleado,
consumidor, etc.
Técnicas: el acontecimiento que la provoca es de carácter técnico, como por ejemplo un fallo en
el mantenimiento, un accidente químico, etc.
Políticas: aquéllas que derivan entre otras de un estado de opinión, como un conflicto social o
una decisión política.
Endógenas: la principal causa es interna, son los casos de conflictos internos mal resueltos o no
resueltos que trascienden y se convierten en crisis de reputación. Estas crisis afectan en primer
lugar a la estructura interna y amenazan con transcender los límites de la organización.
Exógenas, aquellas producidas por causas externas, como las ocasionadas por quiebra bursátil
generalizada en el caso de empresas cotizadas en bolsa, caída de precios relativos, cambios en
las reglas de juego políticas, económicas o legales. En este caso, la crisis afecta a la imagen de la
empresa en primer lugar para pasar a extenderse después al interior de la compañía.
Ordinarias, se trata de crisis corrientes que se pueden dar en cualquier momento dentro o fuera
de la empresa y que tienen que ver con rumores, conflictos, problemas laborales o bien porque
externamente se genera un desgaste en la relación con terceros, proveedores, clientes.
Extraordinarias: Pueden producirse dentro o fuera de la empresa, pero el tiempo de reacción es
escaso. Hace referencia a conflictos generalizados, huelgas, accidente en planta, cambios en el
sistema arancelario, regulación, desregulación, etc.
Según las causas que la producen y teniendo en cuenta la organización como espacio, podemos seguir la
clasificación del Institute for Crisis Management y se distinguen entre:
Operativas, aquellas producidas por fenómenos naturales, adulteraciones, accidentes, etc.
De gestión, se identifican con las producidas por conflictos laborales, discriminación, juicios, etc.
Combinando todos estos elementos podemos seguir la clasificación de crisis estructurada en una matriz
de dos ejes, en la que el eje horizontal tiene en cuenta la naturaleza exógena de la crisis y el eje vertical
el carácter técnico/económico/humano de la misma.
SEXTA SEMANA
(12 SETIEMBRE 2022)
ANALISIS DE LA INSEGURIDAD
Para hablar de inseguridad se debe pensar en una “contravivencia” respecto a la seguridad, donde las
instituciones pertinentes debieran dar respuesta. La seguridad hace referencia a la satisfacción de
derechos básicos de un individuo en distintos ámbitos.
La seguridad es, a su vez, un derecho que se convierte en un componente esencial para la satisfacción
completa de otros. Es imposible pensar en el derecho al trabajo, a la salud, a la educación, a la vivienda
sin contar con "seguridad" en el ejercicio pleno y digno de los mismos. Desde la Ciencia Política la
inseguridad se percibe como un tema que abarca y que trasciende la esfera de lo público.
La inseguridad es un flagelo que atañe al ciudadano en general y lo convierte en un ser cercado, limitado
en su libertad, autovigilado, temeroso y en constante sensación de acoso. En nuestro país y en Mendoza,
en particular, se ha transformado en un problema que supera lo estrictamente policial y judicial para
constituirse en un tema instalado en el debate social, ético y político.
2. El desplazamiento del Estado por el Mercado: Fenómeno reforzado por una impresionante ofensiva
en el terreno ideológico, que "satanizó" al Estado mientras exaltaba las virtudes del Mercado. Esto, a tal
punto, que produjo definiciones culturales fuertemente arraigadas en la población, especialmente en las
clases dirigentes y de poder, que asocian al mercado con un sitio donde se obtienen los beneficios de "lo
bueno" y "lo eficiente".
4. Propuesta de una nueva ideología: La mayor victoria del neoliberalismo se muestra en el terreno de la
cultura y la ideología, convenciendo a amplísimos sectores de la sociedad y a casi todas las elites
políticas, que "no existe otra alternativa", haciéndolas partícipes o justificando el desguace social.
Permea todas las acciones, vivencias y proyectos con desesperanza.
INSEGURIDAD EN EL PERU
En Perú, como en toda Latinoamérica, el alto grado de inseguridad generado por la violencia y la
delincuencia obstaculizan el crecimiento económico y la reducción de la pobreza. Sin embargo, la falta de
datos precisos impide formular en forma adecuada el problema. En el caso de Perú este asunto es, al
parecer, particularmente grave. Aunque no existen estudios concluyentes al respecto, se estima que sólo
el 25% de los actos delictivos son denunciados. Por otro lado, los estudios realizados hasta el momento
para el caso peruano han incidido en una u otra manifestación violenta o criminal para sugerir así los
niveles de inseguridad imperantes. Asimismo, gran parte de las inquietudes se han focalizado en el
ámbito de Lima Metropolitana. Estos enfoques si bien son valiosas contribuciones no dejan de ser
parciales. Este documento busca suplir estos vacíos. En ese sentido ha reunido y ordenado la
información oficial disponible tratando de darle coherencia estadística mediante el levantamiento de
índices. También ha interrelacionado las diversas manifestaciones de violencia que se producen en todo
el país, según tipo y frecuencia.
El otro lado del problema es la incapacidad institucional para hacer frente a esta realidad. Es un hecho
que la policía peruana se encuentra sumida en una profunda crisis de manera tal que bien podría formar
parte del problema, dado la gran cantidad de efectivos que se hallan comprometidos en actos delictivos.
Asimismo, las otras instituciones públicas que guardan relación con la seguridad pública, como son el
Poder Judicial y el sistema penitenciario, también procesan sus propias crisis y resultan inadecuados para
las circunstancias actuales que presenta el país. La falta de respuesta por parte del Estado ha motivado
que la sociedad opte por algunas formas de defensa que, salvo algunas excepciones -como los
“serenazgos”6 organizados por las municipalidades de Lima Metropolitana-, son más bien espontáneas y
sin ningún control institucional. Estas respuestas sociales no sólo son onerosas e ineficaces sino también
peligrosas y contraproducentes para disminuir la inseguridad. En los barrios urbanos marginales, por
ejemplo, son cada vez más frecuentes los linchamientos tumultuosos de supuestos delincuentes. De esta
manera, la seguridad ha devenido en un aspecto prioritario para la agenda que debe desarrollarse en
Perú. La población se siente más amenazada que nunca por la delincuencia, los empresarios están
preocupados por sus costos de seguridad y las autoridades buscan diseñar estrategias adecuadas para un
problema urgente.
EL RIESGO Y SU ORIGEN
Riesgos es proximidad a un daño.
Riesgos es situación, condición o acto con posibilidad potencial de herir al hombre y/o producir daños
materiales o contra el patrimonio de éste.
Riesgo es el impacto y la probabilidad de que una amenaza (o de una serie de eventos/ amenazas)
puedan afectar de manera adversa la consecución de los objetivos.
El origen de la palabra y concepto de riesgo, a la fecha es incierto. Por lo que se asume que es
relativamente reciente y desarrollado a partir del enfoque Dominante (Tecnocrático) y Corriente
Alternativa (Ciencias Sociales). Actualmente el estudio de riesgos abarca campos muy variados de las
ciencias; lo que ha llevado a múltiples interpretaciones y acepciones, generadas por la formación
profesional, experiencias y percepción individual de quienes las han formulado; causando confusión y
polémica. Así aun cuando se reconoce con una connotación antropocéntrica al término riesgo y los
asociados a este, a la fecha no se ha logrado un consenso para unificarlos. En este contexto es
conveniente que como mínimo la definición de los términos empleados en el ámbito científico, sean
reconocibles por la población con el mismo significado, puesto que estos se incorporan en los estudios
de gestión de riesgos, en los cuales se plantean las medidas preventivas para evitar desastres.
Consecuentemente un estudio con errores conceptuales puede ser contraproducente.
ANÁLISIS DE RIESGO
El análisis de riesgo, también conocido como evaluación de riesgos o PHA por sus siglas
en inglés. Process Hazards Analysis, es el estudio de las causas de las posibles amenazas y probables
eventos no deseados y los daños y consecuencias que éstas puedan producir.
Este tipo de análisis es ampliamente utilizado como herramienta de gestión en estudios financieros y de
seguridad para identificar riesgos (métodos cualitativos) y otras para evaluar riesgos (generalmente de
naturaleza cuantitativa).
El primer paso del análisis es identificar los activos a proteger o evaluar. La evaluación de riesgos
involucra comparar el nivel de riesgo detectado durante el proceso de análisis con criterios de riesgo
establecidos previamente.
La función de la evaluación consiste en ayudar a alcanzar un nivel razonable de consenso en torno a los
objetivos en cuestión, y asegurar un nivel mínimo que permita desarrollar indicadores operacionales a
partir de los cuales medir y evaluar.
Los resultados obtenidos del análisis, van a permitir aplicar alguno de los métodos para el tratamiento de
los riesgos, que involucra identificar el conjunto de opciones que existen para tratar los riesgos,
evaluarlas, preparar planes para este tratamiento y ejecutarlos.
Evaluación de riesgo es uno de los pasos que se utiliza en un proceso de gestión de riesgos. El riesgo R se
evalúa mediante la medición de los dos parámetros que lo determinan, la magnitud de la pérdida o daño
posible L, y la probabilidad p que dicha pérdida o daño llegue a ocurrir.
Parte de la dificultad en la gestión de riesgos es que la medición de los dos parámetros que determinan
el riesgo es muy difícil, por lo cual se dice que es un proceso subjetivo. La incertidumbre asociada a la
medición de cada uno de los dos parámetros (L y p) es por lo general grande. La gestión de riesgo
también sería más simple si fuera posible contar con una única métrica que refleje en la medición toda la
información disponible. Sin embargo, esto no es posible, ya que se trata de medir dos cantidades. Un
riesgo con gran magnitud de pérdida o daño y una baja probabilidad de ocurrencia debe ser tratado en
forma distinta que un riesgo con una reducida magnitud de pérdida o daño y una alta probabilidad de
ocurrencia. En teoría los dos riesgos indicados poseen una idéntica prioridad para su tratamiento, pero
en la práctica es bastante difícil gestionarlos cuando se hace frente a limitaciones en los recursos
disponibles, especialmente tiempo para llevar a cabo el proceso de gestión de riesgo.
Además, dentro de la globalización, los factores de riesgo están cada vez más lejos de la empresa, pero
no por eso la afectan en menor medida. De hecho, COVID-19 puso en evidencia cómo un evento que en
un momento parecía tan lejano y aislado, terminó sumiendo al mundo en una crisis global sanitaria y
económica de consecuencias impredecibles.
Eliminar todos los riegos es imposible, pero sí pueden analizarse y tomar las medidas preventivas
necesarias. Así, evaluar el riesgo es importante porque:
Aminora el potencial de pérdidas, protegiendo las vidas de las personas y bienes de la empresa.
Conduce a adoptar medidas para reducir o controlar el riesgo cuando las consecuencias superen los
límites aceptables para la empresa.
Facilita crear manuales o catálogos de buenas prácticas, mejorando la eficiencia de toda la organización.
La evaluación de riesgos puede ser vista como una etapa dentro de la elaboración del plan de gestión de
riesgos de la empresa:
Las actividades del proceso, tienen que estar integradas en el plan operativo institucional, donde se
define los momentos de las intervenciones y los responsables de ejecución.
En el proceso continuo de la Gestión de riesgo, las conclusiones que salen como resultado del control de
riesgo, nos sirven como fuente de información, cuando se entra otra vez en el proceso de la Análisis de
riesgo.
LA CONDUCTA ANTISOCIAL
Las conductas que llevamos a cabo de manera individual como miembro de una sociedad, pueden servir
tanto para preservar y mantener la convivencia como para perturbarla, o alterar el clima y la armonía de
esta. Es decir, existen conductas prosociales y, también, conductas antisociales.
A lo largo de este artículo revisaremos la concepción y características de las conductas antisociales, así
como los factores de riesgo y los diagnósticos que se le asocian.
CONDUCTA ANTISOCIAL
Tradicionalmente, estos actos y comportamientos han sido categorizados como transgresiones, abusos,
infracciones o delitos juzgados y sancionados tanto por la ley, como por la sociedad en general.
Las personas con conducta antisocial pueden establecer el foco de su actuación tanto en espacios o
propiedades ajenas, mediante actos de vandalismo, robos o atracos, como con la intención de perjudicar
otras personas mediante agresiones, ataques y ofensas, así como abusos y acoso.
PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS
El principal problema que existe ante la necesidad de establecer qué puede ser considerado una
conducta antisocial y qué no, ya que la definición de conducta antisocial como toda aquella conducta o
comportamiento que viole las normas sociales o los derechos de las personas engloba una cantidad
demasiado grande y variedad de actos.
Por ejemplo, no lo mismo juzgar como conducta antisocial un atraco, que una pintada en una pared, que
una manifestación en contra de alguna ley o situación injusta. Sin embargo, todas ellas están orientadas
a alterar el orden establecido.
El hecho de que exista tanta flexibilidad en cuanto a la interpretación de ciertos comportamientos como
conductas antisociales supone un problema en la sociedad actual. Además, existe la percepción de que
en los últimos años el número de conductas antisociales ha aumentado considerablemente, puede ser
que como respuesta a los cambios y fenómenos sociales y económicos vividos.
Además, hay que tener en cuenta en cada cultura o sociedad puede determinar una serie de pautas o
normas establecidas que regulen de manera aproximada qué conductas son consideradas como una
agresión u ataque a la sociedad y cuáles no.
FACTORES
No obstante, existen una serie de factores que pueden resultar útiles a la hora de evaluar y distinguir una
actuación como antisocial:
A pesar de esto, podemos establecer que las conductas antisociales son aquellos actos que infringen las
reglas o normas sociales que regulan la convivencia, siempre y cuando estas presenten un grado de
severidad superior al de todas aquellas conductas que se lleven a cabo en el día a día de las personas.
FACTORES DE RIESGO
Otro de los terrenos que investigan algunas disciplinas como la sociología, la psicología, la criminología o
incluso la legislación, son tanto las causas como los factores de riesgo que pueden predisponer a la
población en general a efectuar cualquier tipo de conducta antisocial.
Aunque no se conocen las causas exactas por las que una persona puede desarrollar una conducta
antisocial, existen una serie de factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar
una conducta antisocial.
2. Factores familiares. El ambiente familiar, así como los estilos de crianza son esenciales a la hora de
favorecer la aparición o desarrollo de conductas antisociales. Experiencias como la separación de los
padres, los cambios de hogar o vivencias de situaciones más extremas de abuso o violencia doméstica
pueden resultar desencadenantes para estas conductas. Además, estilos de crianza inadecuados
como los estilos muy permisivos o autoritarios también pueden ejercer un fuerte efecto en ellas.
DIAGNÓSTICOS ASOCIADOS
Aunque estas conductas no tienen por qué darse como consecuencia o en asociación con alguna
patología psicológica o trastorno. Existen una serie de diagnósticos en los que aparecen este tipo de
conductas de manera reiterada.
Según los criterios del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV), el trastorno
antisocial de la personalidad se define por la aparición de un patrón de conducta que revela un desprecio
general de las normas y los derechos de los demás.
Los principales síntomas o señales de este diagnóstico incluyen la infracción de las normas, el engaño y la
manipulación como los principales rasgos distintivos de este trastorno. Así como la impulsividad, la falta
de remordimientos o la despreocupación por la seguridad ajena.
Para que pueda realizarse dicho diagnóstico, la persona debe de tener más de 18 años, de lo contrario se
considera como trastorno disocial de la personalidad.
En este segundo caso, los comportamientos son prácticamente iguales que los del trastorno antisocial de
la personalidad, pero con la diferencia de que se manifiestan en una edad más temprana, concretamente
en la etapa infantil o durante la adolescencia.
Estos comportamientos categorizados como antisociales deben darse de manera recurrente y ser
cualitativamente mucho más graves que las conductas típicas de rebeldía que se esperan a dicha edad.
SEPTIMA SEMANA
(19 SETIEMBRE 2022)
EXAMEN PARCIAL I
OCTAVA SEMANA
(26 SETIEMBRE 2022)
LA PREVENCION
GENERALIDADES
Las ideas de prevenir o prevención poseen una gran variedad de acepciones, todas válidas e indicativas
de las acciones a seguir.
Prevenir, significa "antes de venir", es decir, actuar para que un problema no aparezca o al menos para
que disminuyan sus efectos; igualmente connota: preparación organización, aviso, perspectiva, disponer
con anticipación, prever.
Esto es aplicable no sólo a la política preventiva de una nación, sino también al plano individual, familiar
o comunal. De allí que prevenir quiera decir estar capacitado y dispuesto a evitar los riesgos o las
consecuencias que un problema pueda producir; significa asi mismo crear las condiciones positivas para
la convivencia social y familiar. Además, es el proceso mediante el cual el ser humano, individual o
colectivamente, se interesa y adquiere en su formación integral la capacidad para anticipar los
problemas con respuestas creativas y ajustadas a la realidad.
CONCEPTOS
La prevención, por la tanto, es la disposición que se hace de forma anticipada para minimizar un riesgo.
El objetivo de prevenir es lograr que un perjuicio eventual no se concrete. Esto se puede apreciar en los
dichos populares “más vale prevenir que curar” y “mejor prevenir que curar”. Puesto en otras palabras,
si una persona toma prevenciones para evitar enfermedades, minimizará las probabilidades de tener
problemas de salud. Por lo tanto, es mejor invertir en prevención que en un tratamiento paliativo.
Es posible asociar la noción de prevención al cuidado o la precaución, más allá de lo que respecta a uno
mismo. Se pueden tomar prevenciones en la vivienda (para evitar accidentes, rotura de la estructura,
etc.), en el automóvil (controlar los neumáticos, el motor), en el trabajo (utilizar la vestimenta de
seguridad adecuada) y en cualquier ámbito de la vida cotidiana.
Prevenir también puede ser la acción de advertir a alguien sobre algo o acerca del peligro que le supone
la relación alguna persona en particular: “Quiero prevenirte sobre Juan: es un hombre muy conflictivo y
sus negocios nunca llegan a buen puerto”, “Erica quiso prevenirme sobre la situación, pero yo no la
escuché”.
Según una de las definiciones todavía más difundidas y compartidas (Robert, 1991: 14), sobre todo en
Francia e Italia, la “nueva” prevención es el conjunto de las estrategias dirigidas a disminuir la frecuencia
de ciertos comportamientos, sean estos considerados punibles o no por la ley penal, a través del uso de
instrumentos diversos de aquellos penales. La diferencia respecto al sistema penal consiste en que, al
modelo conceptual pasivo e indirecto de la prevención penal, se contrapone una forma de prevención
directa y proactiva.
En segundo lugar, esto significa que los sujetos responsables de la prevención cambian de manera
radical: no ya —o por lo menos no sólo— los órganos penales del Estado, sino nuevos actores como, por
ejemplo, los entes locales, los servicios sociales, el voluntariado, las empresas privadas, los ciudadanos
comunes. La separación de las agencias penales requiere una aclaración: se sostiene en efecto que,
mientras la policía representa una institución que puede —y aun debe — adoptar a pleno título
estrategias preventivas, estarían excluidas, según algunos (van Dijck y de Ward, 1991) las agencias
encargadas de investigar los delitos, el aparato judicial y el sistema sancionatorio.
Junto a los promotores, también los destinatarios principales de la prevención son los que cambian: ya
no solamente los autores, sino también las víctimas, reales o potenciales o, en sentido todavía más
general, la comunidad entera.
En fin, cambian también las modalidades con las cuales los sujetos responsables deben operar
concretamente: la nueva prevención, en efecto, al contrario de las políticas preventivas penales,
privilegia intervenciones conducidas —a través de varias formas de colaboración— por más sujetos y,
sobre todo, debe ser capaz de acercar a promotores y destinatarios de las intervenciones. Se dirige, en
efecto, en la mayor parte de los casos, a problemas locales, con soluciones locales.
OBJETIVO DE LA PREVENCIÓN
PREVENCIÓN INTEGRAL
No es suficiente conocer y preocuparse por el problema, es necesario que organizarse ya sea individual o
colectivamente a fin de buscar salidas o caminos posibles y válidos en una labor preventiva integral. Es
integral porque debe:
Educar a las personas para que rechacen las drogas, ofreciéndoles alternativas válidas y reales.
Dentro de los programas preventivos que se pueden desarrollar se encuentran:
Programas de información, formación y educación preventiva.
Programas destinados al sector educativo.
Programas destinados a la familia.
Programas de prevención en el ámbito laboral.
Programas de prevención dirigidos a los jóvenes.
PREVENCIÓN POLICIAL
El alcance de las acciones que se relacionan con la prevención y el control de la violencia y el delito, en su
vinculación con los derechos de las víctimas, tendrán diferente impacto según el paradigma que
utilicemos para el diseño e implementación de las políticas sobre seguridad ciudadana. En ese sentido,
en América Latina y el Caribe ha sido prácticamente hegemónico históricamente el paradigma
tradicional, que asocia estas acciones a los conceptos de orden público o de seguridad pública,
directamente centrados en la protección de la institucionalidad estatal. En síntesis, de acuerdo a este
paradigma, cuando se comete una infracción a la ley penal es el orden jurídico estatal el que se lesiona.
Esto implica mirar la seguridad desde el Estado y no desde la persona que es víctima de un hecho
violento o delictivo. Frente a esta posición surgen en los últimos años los primeros esfuerzos para
construir un nuevo paradigma basado en el concepto de seguridad ciudadana, donde el centro de
atención es la persona humana. La seguridad frente al delito y la violencia se construye asociada a la idea
de ampliación de espacios para el ejercicio de la ciudadanía democrática, la que, a su vez, está
íntimamente ligada al reconocimiento y ejercicio de los derechos humanos. En suma, la política de
seguridad ciudadana se concibe como el conjunto de obligaciones del Estado de promoción, protección y
defensa de los derechos humanos, en aquellas situaciones en que se involucran en las acciones relativas
a la prevención y el control de la violencia y el delito.
Algunos elementos para favorecer las intervenciones Policiales eficaces en la prevención, control del
delito y la protección de las victimas
Conforme a los estándares establecidos para el Sistema Interamericano, los Estados miembros deben
tomar acción –tanto en la adecuación del aparato gubernamental, los ajustes a sus marcos jurídicos y la
adaptación de las prácticas institucionales– de forma tal que las fuerzas de policía estén en condiciones
de cumplir de manera eficaz y eficiente sus cometidos en sus procedimientos con víctimas de violencia o
delito, en el marco del Estado Democrático de Derecho. Entre otras medidas, la CIDH recomienda:
Entre otros aspectos, se entiende necesario que los cuerpos policiales ajusten su doctrina institucional de
acuerdo a los estándares y principios internacionales sobre derechos humanos, a los efectos de que, en
el centro básico de los aspectos formativos, operativos e institucionales, se encuentre el cumplimiento
obligatorio de dichos principios y estándares. Asimismo, es relevante que los procedimientos objetivos
de convocatoria y selección se cumplan estrictamente mediante concurso público y elevando los
requisitos de formación curricular previa de los aspirantes a ingresar a la policía. Esto permite, además
de la transparencia esencial en el funcionamiento del Estado Democrático de Derecho, asegurar que
ingresarán a la fuerza pública estrictamente aquellas personas más capaces, desterrando toda forma de
clientelismo político o de prácticas corporativas institucionales negativas.
También para asegurar la calidad de la atención que el Estado, a través de su policía, brinda a todas las
personas en general, y a las víctimas de violencia o delito en particular, deben establecerse y cumplirse
procesos de capacitación policial de calidad. Estos procesos deben abarcar tanto el primer ingreso a la
institución, así como los procedimientos administrativos para habilitar ascensos y destinos profesionales.
Asimismo, resulta esencial desarrollar métodos de actualización y formación permanentes para el
personal que ya se encuentra en funciones.
Otro punto esencial que debe incorporar el marco jurídico que rige a las fuerzas policiales es la garantía
del debido proceso administrativo interno para todo el personal de las fuerzas de seguridad.
Históricamente en la región, las instituciones de policía se han regido por estructuras y normas de
disciplina militares, que vulneran el derecho de cualquier funcionario de realizar los reclamos
correspondientes por la vía administrativa, o gozar de las garantías del proceso administrativo en el caso
de ser sometidos a procedimientos disciplinarios.
La necesidad de eliminar cualquier forma de discriminación para mujeres policías tiene un impacto
directo en las intervenciones con víctimas de violencia o delito. Pero el asunto supera este campo de
actuación: las prácticas (y las normas) que rigen muchas policías de la región son claramente
vulneratorias de los principios de igualdad y no discriminación. La policía debe respetar internamente los
derechos humanos como requisito para que luego respete esos derechos en sus procedimientos y en sus
vínculos con la ciudadanía. El tema se relaciona además con la transparencia de los procesos de ingreso
y, sobre todo, de ascensos a cargos ejecutivos y grados superiores de las fuerzas de policía.
El respeto a los derechos sindicales del personal policial también incide en una institucionalidad más
democrática y mejor calificada para desarrollar todo tipo de intervenciones: una policía civil, al servicio
de todas las personas y con formas de funcionamiento menos vertical y, por ende, con menos riesgos de
caer en el autoritarismo. Como sostiene la CIDH, el ejercicio de este tipo de derechos debe desarrollarse
según el marco que establecen los tratados internacionales de derechos humanos y los convenios
internacionales de la Organización Inter nacional del Trabajo (OIT), que pueden habilitar algún tipo de
restricción o limitación por vía legal del ejercicio del derecho de huelga específica mente.
Destaca la CIDH que en la región “solamente en contadas excepciones los procedimientos policiales
están adecuadamente establecidos por ley”. Toda intervención del Estado en materia de prevención o
control del delito o la violencia puede implicar limitaciones lícitas al ejercicio de algunos derechos
humanos – por ejemplo, la libertad personal o la privacidad. Para que estas intervenciones sean
efectivamente lícitas, deben establecerse por ley –y no a través de normas administrativas, reglamentos,
decretos, ordenanzas, etc.–, y esa ley debe cumplir con los estándares establecidos por el marco del
Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Es imprescindible, además, que ese marco legal
establezca específicamente los procedimientos que debe seguir la policía con víctimas de violencia o
delito, las medidas para evitar la revictimización, la derivación inmediata a servicios profesionales
competentes, la utilización de protocolos de actuación únicos con otras instituciones del Estado
vinculadas al tema, entre otros aspectos.
3. Aspectos operativos
En cuanto a los aspectos estrictamente operativos, el Estado, en forma integral, pero en especial a través
de la policía –como una de las instituciones directamente involucradas en intervenciones con víctimas de
violencia y delito–, está obligado internacionalmente a generar y mantener las capacidades necesarias
para:
2. Investigar, enjuiciar y eventualmente sancionar a los responsables (arts. 1.1, 8 y 25 CADH, Debido
proceso y protección judicial).
es un concepto relativamente nuevo que utiliza un planteamiento preventivo centrado en reducir las
oportunidades para delinquir. La prevención situacional del delito, se centra en el entorno del delito y es
diferente de la mayoría de la criminología porque empieza examinando las circunstancias que permiten
un tipo de delito. Tras comprender estas circunstancias, se introducen cambios en el entorno con el
objetivo de reducir las oportunidades de delinquir. Así, la SCP se centra más en la prevención del delito
que en su castigo o en la detección de los delincuentes. Su intención es hacer que la delincuencia sea
menos atractiva para los infractores.
Prevención Primaria: intentando evitar la aparición del problema y la situación causante del
riesgo.
Prevención Secundaria: reconociendo individuos o grupos sociales de alto riesgo, y
trabajando para evitar la consolidación de las problemáticas que presentan.
Prevención Terciaria: interviniendo en situaciones y contextos problemáticos ya establecidos,
paliando las consecuencias negativas.
A través de diferentes tipos de intervención preventiva, Fundación Diagrama lleva a cabo
programas para menores, jóvenes y familias en situación de riesgo que ayudan a desarrollar
habilidades con las que resolver de manera adaptativa la problemática que presentan.
Ampliemos mejor los conceptos de :
La prevención primaria se dirige a factores individuales y factores familiares correlacionados con una
posterior participación en delitos. Factores individuales, como apego a la escuela e implicación en
actividades sociales, disminuyen la probabilidad de cometer delitos. Factores familiares, como
adecuadas habilidades parentales, reducen este riesgo para los hijos. Los factores de riesgo son de
naturaleza aditiva: cuanto mayor es el número de factores, más grande resulta el riesgo de cometer
delitos. Además, hay iniciativas que buscan reducir los índices de delincuencia en una población o a nivel
de conjunto.
Por ejemplo, Larry Sherman, de la Universidad de Maryland, en Combatiendo la violencia
doméstica (1993) demostró que cambiar la política de la respuesta policial a llamadas por violencia
doméstica alteraba la probabilidad de violencia posterior. Patrullar los puntos calientes, áreas donde se
sabe que se cometen más delitos, disminuye el número de delitos que se denuncian a la policía en dichas
áreas. Otras iniciativas incluyen policía comunitaria o esfuerzos para capturar a delincuentes conocidos.
Organizaciones como America Most Wanted (Los más buscados de EE. UU.) o Crime Stoppers ayudan a
atrapar a estos delincuentes.
La prevención terciaria se utiliza después de que haya ocurrido un delito para evitar que se repita. Un
ejemplo de esta prevención es la aplicación de nuevas políticas de seguridad tras atentados terroristas
como los del 11 de septiembre de 2001.
La prevención situacional de delitos emplea técnicas centradas en reducir la oportunidad de cometer un
delito. Por ejemplo, aumentar la dificultad para cometerlo, aumentar los riesgos que correrían quienes
intentaran cometerlo, o reducir los beneficios del delito.
La vigilancia a través del uso de circuitos cerrados de televisión (CCTV) es cada vez más común en los
espacios públicos para la prevención de delitos. La justificación para su uso es que disuade a posibles
delincuentes, puede alertar rápidamente a la policía o al personal de seguridad para que intervengan, y
ayuda a que las personas se sientan más seguras. Sin embargo, el uso de CCTV, tiene un costo muy
elevado. Por ejemplo, se estima que en el Reino Unido se gastaron más de 250 millones de libras en
CCTV entre 1992 y 2002, siendo esta forma de vigilancia una de las que recibió mayor financiamiento.
Los programas de sensibilización «Scared Straight» (Asustar para corregir) tienen como objetivo disuadir
el crimen y la delincuencia, al proporcionar a delincuentes juveniles una experiencia de primera mano
sobre la vida en prisión y una interacción con reclusos adultos. Estos programas se promueven como una
estrategia de prevención del crimen, ya que identifica a los jóvenes en riesgo de cometer delitos
(también llamados predelincuentes) para desalentarlos de cualquier conducta delictiva futura. Para ello,
se organizan visitas a la cárcel, de manera que estos jóvenes puedan obtener una visión más real de lo
que significa vivir en prisión.
Una revisión sistemática de 9 estudios realizados en Estados Unidos concluyó que las intervenciones
«Scared Straight» producen efectos negativos, si se les compara con no hacer nada. Específicamente,
siete de los estudios demostraron que la intervención aumentó significativamente las probabilidades de
delinquir por parte de los delincuentes juveniles. Por tanto, no es posible recomendar este tipo de
intervenciones como una estrategia de prevención del crimen. No obstante, si se continúan aprobando
tales programas, se recomienda llevar a cabo una evaluación rigurosa que garantice como mínimo que
estos no causen más daños que beneficios.
Varios factores tienen que darse a la vez para que un delito ocurra:
ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN
La planificación e implementación de una exitosa estrategia de prevención, debe contemplar
fundamentalmente cuatro fases: la realización de un diagnóstico integral y participativo, el diseño de una
estratega adecuada, la administración correcta de la misma, así como su monitoreo y evaluación.
Seleccionándolos y agrupándolos en áreas focales para identificar si son problemas de violencia juvenil,
familiar, acoso escolar, entre otras, o un grupo de problemas con distintos factores de riesgo y/o causas
de violencia asociados: consumo de alcohol y drogas o recuperación de espacios y, así, definir objetivos
que atiendan más de un problema y optimicen recursos.
Determinando las personas que tienen relación directa con el problema, ya sean víctimas o victimarios, y
definiendo si dicha población contribuye a identificar los programas que buscan solucionar problemas
similares, orienten las actividades y movilicen recursos necesarios, así como coadyuven en la
construcción de mensajes clave más eficaces.
Analizando la información sobre los programas y actividades que han sido identificados por la comunidad
en el diagnóstico y valorando los diversos aspectos de la población objetivo, respecto del tipo de
programa propuesto, su costo y la eficacia estimados, así como el interés de otras instancias y la
existencia de capacidad local para actuar.
Determinando la intención del proyecto a realizar y los resultados previstos, es decir, determinar qué,
cómo, dónde, cuándo, quién y con quién se realizará la estrategia de intervención, estableciendo al
menos una meta y uno o varios objetivos claros, definidos, específicos, medibles, alcanzables, realistas,
con plazos fijados.
Planificación de actividades.
Describiendo cómo se logrará cada objetivo y comprendiendo el plan de operaciones para el proyecto.
En otras palabras, describiendo qué, cómo, cuándo, dónde, por qué, para qué y con qué, así como los
recursos humanos que requiere cada objetivo.
Asignación de responsabilidades.
Asignándolas de acuerdo con la capacidad de cada uno de los aliados, para proporcionar al equipo y la
comunidad, una referencia que contribuya a medir costos y visualizar adecuadamente a los aliados.
Una vez diseñada la estrategia, se debe dar paso a la administración de la misma, definiendo un modelo
lógico y difundiendo el plan acción, a fin de organizar, movilizar y controlar recursos con el propósito de
alcanzar las metas y los objetivos propuestos
ESTRATEGIAS PREVENTIVAS
NOVENA SEMANA
(03 OCTUBRE 2022)
TIPOS DE SEGURIDAD
SEGURIDAD PUBLICA
La seguridad pública es un servicio que debe brindar el Estado para garantizar la integridad de todos los
ciudadanos y sus bienes.
La seguridad pública implica que los ciudadanos pueden convivir en armonía, cada uno respetando los
derechos individuales del otro.
En este sentido, la seguridad pública es un SERVICIO que debe ser UNIVERSAL (debe alcanzar a todas las
personas) para proteger la integridad física de los ciudadanos y sus bienes.
Para esto, existen las FUERZAS DE SEGURIDAD (como la policía), que trabajan en conjunto con el PODER
JUDICIAL.
Este Poder tiene la misión de aplicar los castigos que estipula la ley, que pueden ir desde una multa
económica hasta la pena de muerte, según el país y la gravedad del delito.
Las fuerzas de la seguridad pública deben prevenir la comisión de delitos y reprimir éstos una vez que
están curso o se han producido. También es función de las fuerzas de seguridad perseguir a los
delincuentes y entregarlos a la Justicia, que será la encargada de establecer los castigos
correspondientes de acuerdo a la ley.
La seguridad pública también depende, entre otros múltiples factores, de la eficacia de la policía, del
funcionamiento del Poder Judicial, de las políticas estatales y de las condiciones sociales.
Desde febrero de 2018, el Viceministerio de Seguridad Pública del Ministerio del Interior alinea su
desempeño a los siguientes indicadores de seguridad ciudadana contemplados en el Acuerdo Nacional y
medidos periódicamente por el Instituto Nacional de Estadísticas e Información (INEI):
Oportunidad de mejora fortalecer la coherencia entre el marco normativo que regula las funciones
centrales del VSP y su desarrollo de gestión operativo.
Oportunidad de mejora para alinear el trabajo de las 3 Direcciones dependientes del VSP 5 con
respecto a las necesidades prioritarias e indicadores a nivel país en materia de seguridad ciudadana.
Oportunidad de mejora para implementar una estrategia de gestión integrada del VSP y Direcciones
dependientes, a efectos de potenciar la articulación, cooperación, comunicación y
complementariedad en el trabajo interno.
Oportunidad de mejora para fortalecer la articulación entre el VSP y la Policía Nacional del Perú.
Oportunidad de mejora para revisar la gestión de los recursos humanos en cada Dirección
dependiente del VSP y los progresos y retos institucionales a corto y mediano plazo.
Con el fin de optimizar el desempeño del Viceministerio de Seguridad Pública (en adelante VSP), se aplica
un nuevo enfoque estratégico en este órgano a efectos de cumplir tres propósitos. En primer lugar,
alinear todo el trabajo del VSP a los principales indicadores que se miden a nivel país en materia de
seguridad ciudadana, con el objetivo de garantizar su coherencia y aporte a las metas establecidas en
cada indicador, el cual es medido periódicamente por el INEI 6. En segundo lugar, fortalecer la articulación
y colaboración interna entre las tres Direcciones Generales que dependen del VSP para maximizar la
efectividad de las políticas públicas prioritarias y evitar duplicidad o no correlación entre las acciones
ejecutadas. En tercer lugar, impulsar la articulación entre el VSP y la Policía Nacional del Perú, por ser
ésta última el principal órgano institucional que responde operativamente ante la problemática de
inseguridad ciudadana, siendo por ello fundamental la comunicación estrecha entre ambos organismos.
Indicadores a nivel país en materia de seguridad ciudadana que orientan el desempeño del
Viceministerio de Seguridad Pública
La Estrategia Multisectorial para la Prevención Social del Crimen y la Violencia “Barrio Seguro” (en
adelante EMBS) es una política pública que implementa acciones preventivas sociales multisectoriales y
acciones preventivas e investigativas policiales con la finalidad de disminuir los factores de riesgo que
inciden en el crimen y la violencia, en territorios focalizados (barrios) con vulnerabilidades sociales y de
violencia delictiva. Además, la EMBS abarca el trabajo preventivo con la comunidad.
La creación de la Comisión Multisectorial irá acompañada de una estrategia y metodología técnica para
impulsar el cumplimiento de los compromisos multisectoriales. Con este propósito, el VSP impulsará la
aplicación de herramientas técnicas para el monitoreo de la inversión presupuestal de los diferentes
Sectores en los territorios. Adicionalmente, se fortalecerán las capacidades del equipo técnico de la
Dirección General de Seguridad Ciudadana a fin que la implementación de la EMBS cuente con el debido
soporte profesional que garantice su impacto en los beneficiarios y su sostenibilidad. En este marco, el
proceso de implementación, evaluación y monitoreo de la EMBS será evaluado y mejorado.
Policía Comunitaria por Sectores (Vecindario Seguro) es una política pública que implementa la Policía
Nacional del Perú para contribuir al fortalecimiento de la seguridad ciudadana a través del acercamiento
policial a la población bajo un modelo de policía comunitaria. Policía Comunitaria por Sectores
(Vecindario Seguro) descentraliza los recursos y el trabajo policial en la jurisdicción de las comisarias, a
través de la división del territorio en sectores y subsectores, a los cuales se asigna un jefe en cada sector
(“comisario pequeño”) para que él y su equipo brinden una respuesta focalizada al problema, utilizando
un nuevo modelo de patrullaje por sectores, subsectores y cuadrantes y el contacto personal continuo
con la comunidad.
3. Nuevo Plan Nacional de Seguridad Ciudadana 2019-2023 con enfoque dinámico y participativo
El Plan Nacional de Seguridad Ciudadana 2019-2023 (en adelante PNSC 2019-2023) es la principal
herramienta a nivel país, que establece los objetivos, estrategias, compromisos y metas de carácter
interinstitucional que los gobiernos centrales, regionales y locales implementarán para atender la
problemática de la inseguridad ciudadana en el territorio nacional, en las áreas de la prevención de la
violencia y el delito, así como la investigación, sanción y reinserción social.
El nuevo PNSC 2019-2023 buscará eficacia en los resultados, así como el tratamiento diferenciado frente
a la problemática de inseguridad, con intervenciones básicas y estandarizadas para los territorios con
índices bajos o intermedios de inseguridad ciudadana (delitos comunes menores), e intervenciones
priorizadas para los territorios con altos índices delictivos o de inseguridad ciudadana (bandas criminales
y delitos agravados). El nuevo PNSC 2019-2023 también incorporará las estrategias nacionales,
regionales y locales que evidencian resultados positivos, para lo cual se abrirá un amplio proceso de
consultas y recepción de aportes a nivel nacional. Un elemento clave del nuevo PNSC 2019-2023 será
contar con mecanismo técnico efectivo para el monitoreo permanente de los compromisos y las metas.
En el año 2018, el VSP fortalecerá la efectividad del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana, con
énfasis en perfeccionar los resultados e impacto d los comités regionales y locales de seguridad
ciudadana y sus respectivos planes anuales.
Se realizarán las reformas necesarias para garantizar un soporte y acompañamiento técnicos eficientes y
modernos desde el Ministerio del Interior - VSP, a los equipos técnicos de los gobiernos regionales y
locales. Esto incluirá la apertura de un espacio interinstitucional entre el MININTER y el Ministerio de
Economía y Finanzas para diseñar una propuesta técnica que optimice el impacto del Programa de
Incentivos a la Gestión Municipal16 en lo que a seguridad ciudadana se refiere. También se diseñarán
estrategias para promover el cruce de información, experiencias y buenas prácticas en la gestión local de
la seguridad ciudadana.
Los Centros Integrados de Atención en Seguridad Ciudadana (CIASC) constituyen un nuevo modelo de
gestión de las comisarías que presentan un alto flujo de usuarios y denuncias. El CIAS modifica la primera
línea de atención de las comisarías y las integra con módulos de recepción rápida de las denuncias. La
finalidad de los CIASC es brindar una atención de calidad a los usuarios y usuarias, con un buen trato,
certeza en la información u orientación requerida y celeridad en la recepción de las denuncias,
especialmente de aquellas por delitos patrimoniales cometidos en espacios públicos.
Las comisarías del Perú presentan una serie de deficiencias, evidenciadas en diversos documentos
institucionales y externos, en las áreas de infraestructura, dotación de personal vehículos (dotación y
mantenimiento), equipamiento informático y logístico, colchones precarios para el personal policial,
carencia de personal para limpieza, entre otros aspectos problemáticos.
El referido Programa cuenta con dos componentes: visitas a las sedes policiales por parte de un equipo
especializado, y capacitación a los funcionarios de las comisarías en tópicos básicos y fundamentales
referidos a los derechos humanos, con lo cual se reforzar y actualizar sus conocimientos y aplicación en
esta materia.
La Central Única de Denuncias del Ministerio del Interior es una plataforma de atención ciudadana
compuesta por un servicio telefónico y una plataforma virtual por medio de los cuales se reciben quejas,
denuncias e información sobre determinados delitos: corrupción y malas conductas de los servidores y
funcionarios del MININTER, casos de trata de personas y de crimen organizado. Opera a través de la línea
telefónica gratuita 18018 a nivel nacional.
El fortalecimiento del desempeño de las mujeres en las instituciones de seguridad pública constituye un
desafío a nivel global. En el Perú, hay importantes avances19, pero también hay tareas pendientes en
cuyo avance el VSP buscará aportar en el año 2018.
En articulación con la Defensoría de la Policía y la Policía Nacional del Perú, el VSP apoyará la realización
del I Censo de Mujeres Oficiales de Armas de la Policía Nacional del Perú 2018, proceso que permitirá
establecer el estado de situación del desarrollo profesional y personal de las mujeres en la Policía.
En el año 2018 el VSP conformará una mesa de trabajo con la Policía Nacional del Perú dirigida a
optimizar los indicadores de medición del desempeño policial, con énfasis en los indicadores referidos al
trabajo de las comisarías.
SEGURIDAD PRIVADA
En un estudio realizado por la SUCAMEC, presenta y describe el estado situacional del mercado de la
seguridad privada en el país y busca convertirse en un instrumento que sirva de guía para mayor
conocimiento del tema. Para ello, se ha realizado una sistematización y procesamiento de información
proveniente de varias fuentes: se utilizan como insumos la data proporcionada por la Gerencia de
Servicios de Seguridad Privada (GSSP) y la Oficina General de Tecnologías de la Información (OGTIC) de la
SUCAMEC. Este documento se divide en tres apartados, en los cuales se exponen los principales ejes del
mercado de la seguridad privada en el país.
SEGURIDAD NACIONAL
Gran parte de los especialistas dedicados a esta materia sostienen que la seguridad nacional se refiere a
la capacidad que tiene un Estado-Nación para defender sus intereses nacionales entendidos
esencialmente como la integridad territorial y la soberanía política. La seguridad nacional es un concepto
difícil de definir.
En esta línea, Muñoz señala lo siguiente: La seguridad de un Estado se construye y adapta de manera
circunstancial, modificándose de acuerdo a las necesidades de cada país y adaptándose a los contextos
de historia, cultura y sociedad. Las diferentes capacidades de los Estados, su situación interna y la del
entorno internacional hacen que la interpretación de las amenazas y los objetivos nacionales sean vistos
siempre de diferente manera, y motiven así su reformulación constante.
(Muñoz, 2005: 13-15). Surge la necesidad de estructurar la seguridad nacional como una noción que
abarque y represente no solo la defensa del Estado entendida como amenazas militares del exterior, sino
más bien como un concepto integral que contemple también los peligros y/o riesgos que surgen al
interior del Estado. Ya que, tal como precisa Muñoz (2005: 17) «Las amenazas y vulnerabilidades se
presentan en diferentes áreas y es necesario que estas sean analizadas y definidas bajo criterios que las
distingan de un problema político común, para que formen parte de la nueva agenda de seguridad».
Según explica la citada autora, es en este contexto que los conocedores y especialistas en materia de
seguridad giran su interés hacia temas relacionados con la migración, el medio ambiente, los problemas
étnicos y raciales, el terrorismo, el narcotráfico, la política internacional, los derechos humanos, la
gobernabilidad, entre otros. En esta línea, Muñoz (2005: 17-18) hace referencia a la investigación de un
reconocido especialista internacional donde se define y clasifica la seguridad nacional en cinco ejes
rectores:
La seguridad nacional se refiere a la noción de relativa estabilidad, calma o predictibilidad que se supone
beneficiosa para el desarrollo de un país; así como a los recursos y estrategias para conseguirla
(principalmente a través de la defensa nacional).
Un concepto de aparición reciente (1994) es el de seguridad humana; mientras que un concepto limitado
al orden público interior suele definirse como seguridad ciudadana. La seguridad nacional consiste en
que la sociedad, como conjunto, tenga las condiciones de tranquilidad y colaboración necesarias para
poder vivir y prosperar en paz. Seguridad nacional y paz están vinculadas como ausencia de presiones
sobre la sociedad, para que esta sea un ambiente dentro del cual las personas puedan desarrollarse de
buena manera. Está vinculada con la prosperidad, porque una sociedad segura tiene mejores
condiciones para progresar. A su vez, el progreso de la sociedad permite mayores condiciones de
seguridad. La seguridad nacional puede ser amenazada de diversas maneras: bien por el peligro de
conflicto interno, como por ejemplo una sublevación que amenace el orden institucional del Estado.
Como las amenazas siempre están latentes, para alcanzar una mayor seguridad nacional cada sociedad
debe elaborar una política de defensa nacional. La defensa nacional consiste en el conjunto de
precauciones y medidas preventivas necesarias para evitar que las amenazas se vuelvan serias y graves,
tratando de controlarlas, y de ser posible, extinguirlas, como preparación para un eventual conflicto en
el que haya que defenderse de hecho contra un agresor, externo o interno.
DECIMA SEMANA
(10 OCTUBRE 2022)
SEGURIDAD POLÍTICA
INTRODUCCIÓN AL CONCEPTO
La Seguridad Política es uno de los siete componentes de la Seguridad Humana según el Informe sobre
Desarrollo Humano en 1994 para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); el resto
son Seguridad Alimentaria, Seguridad Ambiental, Seguridad de la Salud, Seguridad Ciudadana, Seguridad
Económica y Seguridad Personal. El PNUD indica que la seguridad humana consiste en que los
ciudadanos puedan vivir en una sociedad que respete sus derechos humanos y garantías fundamentales.
Es la necesidad de avocarse a la seguridad de la gente, en lugar de la seguridad nacional.
La Seguridad Política es una aspiración latente en el espíritu democrático que cada nación ejecuta no
sólo en temporadas electorales sino durante la vida diaria del Estado, es el respeto a los derechos
fundamentales del individuo y de sus garantías individuales.
Los indicadores para medir a la Seguridad Política son el incremento de la represión política
(encarcelamientos, torturas, desapariciones, censura), violaciones de derechos humanos y
autoritarismos; desintegración del Estado nación por rivalidades étnicas, religiosas y políticas, así como la
escalada en el gasto militar. Asimismo, otros indicaros fundamentales son Corrupción
(Coherente/Incoherente); Gobernabilidad (movimientos sociales, crecimiento económico, acceso a
sistemas de bienestar o de satisfacción); Rendición de Cuentas (transparencia y acceso a la información);
Estado de Derecho (organización regulada por medio de las leyes); Democracia (Democracias plenas/
Democracia con fallas/ Régimen híbrido/Régimen Autoritario) instituciones autónomas y transparentes.
Nota: El PNUD propone que los Estados incorporen el concepto creado en 1994 de Seguridad
Política en su interior, ya que consideran el más completo y menos político.
SEGURIDAD JURÍDICA
“La seguridad jurídica se convierte en una institución importante en los códigos o constituciones políticas
actuales. se trata de una institución y de una pieza clave del concepto de derecho fundamental y garante
del pacífico ejercicio de los derechos humanos, ya sea de carácter material o inmaterial”.
La seguridad jurídica tiene como principio fundamental la idea de predictibilidad, es decir, que cada uno
conozca de antemano las consecuencias jurídicas en sus relaciones con el Estado y los particulares. La
seguridad jurídica supone la expectativa razonablemente fundada del ciudadano sobre cuál debe ser la
actuación del poder en aplicación del derecho.
Por ello, la Constitución Política del Perú debe incorporar la expresión de la seguridad jurídica, a fin de
mejorar la garantía de los derechos fundamentales, pues la experiencia comparada demuestra que los
países que incorporaron esta institución están logrando su desarrollo, como España, México, Ecuador,
entre otros.
En la filosofía sobre seguridad jurídica, no pierden actualidad las teorías de Thomas Hobbes y de John
Locke, que explican el Estado de derecho y las teorías del Estado así:
Concebido simbólicamente como la gran bestia bíblica, máquina poderosa y monstruo devorador de los
individuos: el Leviatán explica la aparición de las normas y de las distintas formas políticas. Un poder que
elimina el peligro de una guerra de todos contra todos, que se deriva de la condición libre del hombre en
el estado de la naturaleza y que controla las libertades, debe ser riguroso en la aplicación de la ley. Todo
lo que vaya contra este poder es ilícito, pues la libertad está determinada por los términos del acuerdo,
en virtud del cual nació el Estado. Argumenta a favor de la creación de un Estado absoluto que se
constituye mediante un pacto que autoriza al soberano a hacer una política ilimitada que garantice la paz
y la seguridad de los súbditos. Para cumplir estos objetivos puede hacer lo que sea necesario. Será
legítimo mientras logre estos objetivos. “El origen del Estado es el pacto que realizan todos los hombres
quedando subordinados entre sí a un gobernante, que es el que debe procurar el bien para todos. La
idea central de la obra es la organización política que propone: un Estado que limite o prohíba al hombre
atentar contra la vida de los otros, es decir, que supere el estado de la naturaleza garantizando la paz”.
Sostiene que el Estado debe respetar los derechos de la persona, pues, para ello, recibe la concesión de
la voluntad personal del ciudadano, en el sufragio en las elecciones políticas, sin atropellar los derechos
de los gobernados. El poder o el soberano no debe atropellar los derechos de la persona, ya que esos
derechos naturales le fueron concedidos al soberano, a fin de que gobierne con respeto a los derechos
fundamentales de la persona y no aplicando la arbitrariedad.
Esos derechos individuales, económicos sociales establecidos en leyes, que ahora son los derechos
fundamentales que el Estado debe respetar y cumplir, se hallan garantizados y pueden hacerlos efectivos
en la vía de los procesos de garantía constitucional.
“El poder está limitado por los derechos naturales del hombre... El poder legislativo no puede ser
ejercido absoluta y arbitrariamente sobre las fortunas y las vidas del pueblo, pues al tratarse de un poder
compartido por cada miembro de la sociedad y entregado a la persona o asamblea legislativa no puede
llegar a ser mayor que el que esas personas tenían en el estado de naturaleza”.
SEGURIDAD DE INSTALACIONES
La seguridad física orientada a domicilios, oficinas y otras edificaciones es puesta en práctica por la
ciudadanía y por profesionales en el área (seguridad privada, cerrajeros, sistemas de vigilancia). Cualidad
de estar libre y exento de todo peligro, daño o riesgo.
Los objetivos fundamentales de la protección física en las instalaciones son mantener un ambiente
seguro para el personal que allí labora; así como también los activos, la continuidad operacional y la
propiedad intelectual.
La primera fase decisiva en toda actividad de protección física es identificar los riesgos y las amenazas;
entendiendo éstas como toda actividad que puede causar pérdidas o atentar contra los activos de la
organización, sólo así es que podemos tener una apreciación sensata sobre las necesidades de
protección física y como aplicar las medidas de protección necesarias.
Para tal objetivo, deberá tenerse presente las inspecciones periódicas de protección física de las
instalaciones, que nos ayudarán a evaluar los niveles de seguridad existentes. Estas medidas podrán
variar de instalación a instalación, pero deberá existir un factor constante: las medidas de protección
deberán estar orientadas a reforzar la imagen de la empresa y servir de elemento altamente persuasivo
en relación con los riesgos y amenazas existentes.
1. Las medidas de protección deberán estar orientadas a prevenir los accesos no autorizados a las
instalaciones. Deben disuadir cualquier intento de acceso no autorizado; también deberán
detectar y retardar la presencia de personas planificando o llevando a cabo tales intentos, al
mismo tiempo ofrecer un tiempo y capacidad de respuesta adecuado ante los mismos.
4. También será necesario clasificar las áreas, materiales, equipos y recursos estableciéndose
prioridades conforme aquellas que sean las mas críticas y vulnerables.
5. Los medios de protección empleados no sólo deben ser eficaces, también deben parecerlo, esto
persuadirá a los delincuentes; de lo contrario, pueden acarrear severos problemas
comprometiendo la seguridad de la instalación.
6. El uso de medidas de protección imprevisibles son un poderoso disuasivo para los delincuentes.
7. Las medidas empleadas no sólo deben prever los escenarios actuales; también deben anticiparse
a los escenarios potenciales; si una situación seria se genera en el futuro, será demasiado tarde y
su implementación resultará más costosa.
8. Para optimizar los niveles de protección será necesario incorporar el uso de tecnologías, como
los sistemas electrónicos de protección que permitan reducir los costos de la fuerza de guardia.
10. Los materiales y la información crítica deben concentrarse en lo posible, en un solo lugar.
Finalmente, la experiencia nos ha enseñado que ninguna medida puede garantizar la protección contra
individuos decididos o grupos organizados que tienen el tiempo y la información necesaria, así como
también la disposición a emprender una actividad delictiva contra cualquier organización o persona.
Pero la aplicación de estos principios sin duda nos ayudará a reducir las probabilidades de ocurrencia; y
de suceder minimizar su frecuencia, impacto y severidad.
SEGURIDAD CIBERNÉTICA
Al hablar de términos de seguridad informática se debe entender a las bases que conforman los
cimientos de esta ciencia, para las partes más complejas de esta disciplina, una de estas bases es el
concepto de seguridad, la cual consiste en un estado de bienestar, es la ausencia de riesgo por la
confianza que existe en alguien o algo, si la seguridad se aborda desde el tema disciplinario el concepto
se puede definir como una ciencia interdisciplinaria para evaluar y gestionar los riesgos a los que se
encuentra una persona, un animal, el ambiente o un bien. Existen países en donde la seguridad es un
tema nacional, aunque depende del tipo de seguridad, existen muchos tipos de ésta, por ejemplo, la
seguridad ambiental, la seguridad económica, la seguridad sanitaria y en casi la mayoría de los países
cuando se hace un análisis de la palabra seguridad, se hace referencia a la seguridad de las personas, por
ejemplo, evitar el estado de riesgo de un robo, de un daño físico o de un bien material.
La seguridad siempre busca la gestión de riesgos, esto quiere decir que se tenga siempre una forma de
evitarlo o prevenirlo y que se pueda realizar ciertas acciones para evitar esas situaciones de la mejor
forma. Se definió que la seguridad podría ser catalogada como la ausencia de riesgo, la definición de este
término involucra cuatro acciones que siempre están inmersas en cualquier asunto de seguridad como
son:
SEGURIDAD INFORMÁTICA
Lo primero que se debe mencionar es que en muchos casos se suelen confundir dos conceptos la
seguridad informática y la seguridad de la información, aunque suenen muy parecidos tienen puntos
clave que hacen una diferencia.
La seguridad informática se encarga de la seguridad del medio informático, según varios autores la
informática es la ciencia encargada de los procesos, técnicas y métodos que buscan procesar almacenar
y transmitir la información, mientras tanto la seguridad de la información no se preocupa sólo por el
medio informático, se preocupa por todo aquello que pueda contener información, en resumen, esto
quiere decir que se preocupa por casi todo, lo que conlleva a afirmar que existen varias diferencias, pero
lo más relevante es el universo que manejan cada uno de los conceptos en el medio informático.
Según Aguilera (2011), se puede definir a la seguridad informática como la disciplina encargada de
plantear y diseñar las normas, procedimientos, métodos y técnicas con el fin de obtener que un sistema
de información sea seguro, confiable y sobre todo que tenga disponibilidad.
Actualmente la informática está siendo inundada por toda la información posible, pero la información
por sí sola sigue siendo un universo más grande y en muchos casos más compleja de manejar, ya que los
procesos en muchos casos no son tan visibles para los involucrados. La principal tarea de la seguridad
informática es la de minimizar los riesgos, en este caso provienen de muchas partes, puede ser de la
entrada de datos, del medio que transporta la información, del hardware que es usado para transmitir y
recibir, los mismos usuarios y hasta por los mismos protocolos que se están implementando, pero
siempre la tarea principal es minimizar los riesgos para obtener mejor y mayor seguridad.
Lo que debe contemplar la seguridad se puede clasificar en tres partes como son los siguientes:
• Los usuarios
• La información
• La infraestructura
Los usuarios son considerados como el eslabón más débil de la cadena, ya que a las personas es
imposible de controlar, un usuario puede un día cometer un error y olvidar algo o tener un accidente y
este suceso puede echar a perder el trabajo de mucho tiempo, en muchos casos el sistema y la
información deben de protegerse del mismo usuario.
La información se considera como el oro de la seguridad informática ya que es lo que se desea proteger y
lo que tiene que estar a salvo, en otras palabras, se le dice que es el principal activo. Por último, está la
infraestructura esté puede ser uno de los medios más controlados, pero eso no implica que sea el que
corre menos riesgos, siempre dependerá de los procesos que se manejan. Se deben de considerar
problemas complejos, como los de un acceso no permitido, robo de identidad, hasta los daños más
comunes, por ejemplo, robo del equipo, inundaciones, incendios o cualquier otro desastre natural que
puede tener el material físico del sistema de la organización.
Aguirre (2006), también afirma que la seguridad informática puede definirse como el conjunto de
métodos y de varias herramientas para proteger el principal activo de una organización como lo es la
información o los sistemas ante una eventual amenaza que se pueda suscitar.
Unos de los primeros conceptos cuando se habla de seguridad informática, es el de virus informático. Las
computadoras solo entienden código binario como ceros y unos, en el mundo de las computadoras y de
la informática existen muchos conceptos como el de programas, videojuegos, sistemas operativos y
cualquier clase de software.
El software es uno de los conceptos más abstractos, se lo define como todo lo intangible de la
computadora, son instrucciones que el ordenador espera que se realicen, las cuales pueden ser
instrucciones complejas o instrucciones sencillas.
Analizado el tema clave sobre el software, un virus informático es un programa que tiene como objetivo
dañar o cambiar el funcionamiento de la computadora. Esta es una definición bastante clara, pero el
virus informático no siempre tiene que ser un programa completo, puede ser hasta cierto punto
fragmentos de un programa.
SEGURIDAD SOCIAL
La Seguridad Social es un derecho fundamental que nos asiste a todas las personas. Es también, una
forma de protección que toda sociedad debe dar a sus ciudadanos brindando prestaciones en caso de
enfermedad, maternidad, accidentes, muerte, invalidez, jubilación y se basa en la solidaridad, en la
universalidad, en la integralidad y en la progresividad.
La Seguridad Social es un componente de las políticas públicas en materia de protección social que todo
Estado debe proporcionar a las personas. Su diseño debe buscar la protección integral del ser humano.
Conocerla, desarrollarla, difundirla es tarea de todos.
El término también se usa para referirse a la seguridad básica, un término aproximadamente equivalente
al acceso a las necesidades básicas, tales como alimento, educación y atención a la salud o cuidados
médicos.
CLASES DE SEGURIDAD SOCIAL
ESSALUD
EPS
ONP
AFP
SEGURIDAD VIAL
En los próximos 20 años, de no existir un renovado compromiso con la prevención. En nuestro país,
como consecuencia del proceso de industrialización y la migración del campo a la ciudad, las zonas
urbanas experimentaron un crecimiento acelerado y altamente desordenado en las últimas décadas.
Dada la creciente necesidad de trasladarse aparecieron, y luego proliferaron, en nuestro sistema de
transporte urbano, y especialmente en el interurbano, los vehículos conocidos como “combis" y
"coaster", del mismo modo que los vehículos ligeros (ticos) y mototaxis, que brindan servicios de taxi,
incursionando en el sistema de transporte local. En este contexto, el transporte público, urbano e
interurbano, es percibido como uno de los principales problemas existentes, que diariamente agravan la
seguridad vial de todas las localidades del país. Aunado a ello, surgieron nuevas distorsiones sociales,
como la informalidad en el transporte, la contaminación ambiental, la antigüedad del parque automotor,
la sobreoferta de transporte público, el rápido deterioro de las vías de circulación, el caos vial, por
mencionar algunos que repercuten en la calidad de vida de la población.
Los actuales índices de accidentalidad en el Perú constituyen una razón suficiente para dar inicio al
proceso de restauración de la seguridad vial nacional. El problema de los accidentes de tránsito es
complejo y, por lo general, se pueden aplicar varias soluciones a un mismo problema. Sin embargo, es
importante reconocer que la mayoría de estos accidentes no son atribuibles a una sola causa, sino que
son el resultado de la relación entre los componentes que conforman el sistema de seguridad vial.
CONCEPTUALIZACIÓN
La seguridad vial es un proceso integral donde se articulan y ejecutan políticas, estrategias, normas,
procedimientos y actividades, que tiene por finalidad proteger a los usuarios del sistema de tránsito y su
medio ambiente, en el marco del respeto a sus derechos fundamentales .
A partir de esta definición, la es una responsabilidad compartida que debe contar con la participación
activa de organismos, tanto estatales como de la sociedad civil, para desarrollar estrategias con el fin de
intervenir de manera eficiente en: implementación de mejoras en la normatividad y su aplicación en el
sistema de tránsito, medidas de ingeniería de vías, programas educativos dirigidos a los usuarios,
campañas, formación y acreditación de postulantes a conductores, sistemas de atención de rescate y
emergencia. Asimismo, la seguridad vial contempla los procesos de implementación de políticas públicas
locales, a través de la participación social, la gestión local en seguridad vial, la descentralización e
ingeniería, entre otros. De manera que es necesario describir cada uno de los componentes de la
seguridad vial para identificar y proponer estrategias que implican la participación multisectorial.
La Policía Nacional del Perú asignada al Tránsito es la institución encargada de hacer cumplir el
Reglamento Nacional de Tránsito, fiscalizando su cumplimiento, garantizando y controlando la libre
circulación vehicular y peatonal en la vía pública, Diariamente, la realiza acciones para controlar o
contrarrestar el congestionamiento vehicular y disminuir el índice de accidentes de tránsito. Cuando un
Policía está dirigiendo el tránsito, los usuarios de las vías (conductor y peatón) están obligados a
obedecer y atender sus indicaciones. Las indicaciones de los miembros de la prevalecen sobre las
indicaciones del semáforo, las señales de tránsito y otros dispositivos de control que regulan la
circulación vial
SEGURIDAD DE FRONTERAS
La vigilancia y control de las Fronteras del Perú, es una finalidad fundamental de la Policía Nacional del
Perú, que se efectúa en todos los límites a través de los Puestos de Vigilancias y Complejos Fronterizos,
vigilando la integridad territorial.
En este sentido, una frontera es una herramienta reguladora que cumple una necesidad y proporciona
un servicio básico a la sociedad, así:
Sirve como elemento para promover la seguridad de la sociedad civil; al evitar la entrada o salida
de personas, mercancías o capitales que vulneren la legislación nacional. En última instancia,
contribuye a proteger la integridad física, moral y económica de los ciudadanos y empresas, la
sanidad de plantas y animales, el patrimonio nacional protegido, etc.
Permite realizar un registro de las personas, mercancías y capitales que entran y salen
lícitamente del país, y facilita su posterior gestión por parte de otras administraciones.
Permite obtener recursos económicos, sirviendo tanto para adaptar las cargas tributarias de las
mercancías entrantes como para buscar un marco de competencia equilibrado en el mercado
interior.
Las actuaciones en control de fronteras son tanto más necesarias cuanto mayor sea la diferencia socio-
económica y menor sea la interrelación entre las administraciones de ambos lados de la frontera.
La vigilancia y control no pueden ser objeto de improvisación, sino que, por el contrario:
La vigilancia y control deben estar reguladas; no cabe la adopción de medidas cuando surja la
ocasión. Otra cosa es el dimensionamiento de las medidas que han de estar ajustadas a la
normalidad o excepcionalidad de la circunstancia a tratar (una pandemia, una revuelta social en
el otro lado de la frontera).
La vigilancia y control deben ser permanentes, no ocasionales; Esto no significa que deban
ejercerse a lo largo del tiempo en un mismo lugar, sino que han de ser fijos o móviles, según la
variable circunstancia contemplada.
La vigilancia y control deben obedecer a una planificación racionalizada; Es decir, se establecen
como consecuencia de la información obtenida de las distintas fuentes de suministro
establecidas para el efecto. La eficiencia de los resultados obtenidos dependerá en buen grado
de los sistemas de información previos contemplados al particular.
La vigilancia y control de la frontera no puede ser entendida como tarea de una sola de las
partes en cuestión, sino como una acción armonizada basada en la cooperación y mutua
asistencia de los Estados colindantes; Esto obedece tanto a razones de economía de esfuerzos,
como de lógica y aprovechable división de una común tarea emprendida, en beneficio de
intereses comunes de protección y defensa.
La vigilancia y control no cabe considerarlas como acciones homónimas en la totalidad de la
divisoria internacional, sino distintas y diversificadas en relación con la concreta realidad tratada.
Porque dependen del grado y naturaleza del determinado paso fronterizo.
GEOPOLITICA DE LA SEGURIDAD
Las corporaciones de seguridad son algunos de estos actores estratégicos que pueden dificultar la
concreción de políticas de seguridad que vayan contra sus intereses, disminuyan su protagonismo o
desdibujen sus propios pactos políticos. A ellas se suman la ciudadanía, los medios de comunicación, los
distintos niveles de la administración pública y las cámaras empresarias, todos con distintas visiones y
diferentes abordajes. Si la seguridad es una responsabilidad del gobierno y no de la policía, el gobierno
de la seguridad es una atribución política no delegable que construye los criterios ordenadores de la
seguridad y logra la imposición autoritativa de valores.
Las dimensiones del concepto de gobierno de la seguridad exceden una simple visión reformista
modernizadora porque buscan mucho más que la administración eficiente de las rutinas operativas
institucionales y pretenden una resolución definitiva de las problemáticas de seguridad. En esta presión
de urgencia que va de la teoría a la política, el gobierno de la seguridad no es la capacidad de gestionar
conflictos para volverlos tolerables sino la capacidad de dirigir políticas para hacerlas posibles.
Elskin Velázquez puntualiza diversos aspectos que deben tenerse en cuenta a la hora de pensar el
gobierno de la seguridad:
< El mapa de los actores estratégicos, cuya elaboración es la fase más importante del análisis de
gobernabilidad de la seguridad. Del conocimiento de las características de cada actor depende el diseño,
la aplicación y la viabilidad de las soluciones de gobernabilidad.
< Las reglas que regulan la relación entre los actores de la seguridad, referidas a los principios
< Las dinámicas que determinan el problema de la gobernabilidad en el tiempo, con el fin de conocer
las fases históricamente transcurridas hasta llegar a la situación de conflictividad o de gobernabilidad de
un momento determinado. Se trata de introducir una pauta de historicidad de la gobernabilidad.
Desde el punto de vista del gobierno de la seguridad el deterioro en la seguridad se debe más a las
conflictividades suscitadas entre los actores estratégicos que a los hechos delictivos mismos, en un
contexto donde la toma de decisiones políticas es resultado de la pugna inter-agencias y de la
competencia burocrática. Cualquier disonancia estructural en tiempo y espacio puede entorpecer e
incluso impedir la aplicación satisfactoria de una política de seguridad determinada. El decisor político
debe tener la capacidad y la habilidad de establecer con claridad sus criterios orientadores a fin de
impulsarlos entre los actores estratégicos y crear una base sustentable de gobernabilidad de la
seguridad, que perdure en el tiempo y supere los desafíos.
Para la geopolítica de la seguridad no se trata de actores y sus conflictividades, sino del Estado y su
retiro histórico de la conducción de la seguridad. Así como el Estado se ha retirado de la conducción
de la economía se ha retirado también de la conducción de la seguridad.
Aunque ya pueden encontrarse antecedentes policiales en la salvaje “krypteia” espartana, fue el Imperio
Romano quien creó el primer sistema centralizado de policía asociado a una matriz militar y al paradigma
subyacente de orden público, lo que dio posterior nacimiento a la escuela latina (francesa) en materia de
estructura institucional, la que sería predominante en el mundo occidental.
La división territorial de la estructura orgánica como modelo clásico de las instituciones policiales,
portadoras del control territorial interno del Estado.
El nacimiento de tareas especializadas, como la policía del fuego, policía rural, policía de fronteras,
sin perder la unidad institucional.
El concepto tradicional de policía se asoció con la represión del delito y el mantenimiento del orden, un
concepto de seguridad situado en un entorno de control represivo de la criminalidad, con un fuerte
carácter reactivo.
Terminó consolidándose alrededor de dos modelos básicos: el modelo latino, también conocido como
modelo francés, continental o napoleónico. Creado en 1791 tenía un carácter militar, centralizado y
extendido en todo el territorio.
El otro fue el modelo anglosajón, creado a imagen de la policía metropolitana de Londres, de carácter
civil y dimensión local, al servicio de la comunidad. A pesar de las buenas apariencias, también
segregacionista e imperial.
Todo análisis de modelos policiales gira alrededor de dos componentes, el estratégico y el táctico:
1. El modelo tradicional militarizado, que ve a la policía como garante del orden del Estado.
3. El modelo de organización profesional. Nacido en los años 60s privilegia el profesionalismo para
enfrentar los movimientos antisistema en los países centrales.
4. El modelo comunitario surge en la década de 1980 y tiene como objetivo central gestionar los
conflictos sociales. Este modelo comunitario, al contrario de la política de "tolerancia cero", es un
cambio cultural en los modelos de organización policial y sostiene la noción de que juntos, la policía
y la comunidad, son más eficaces.
La geopolítica de la seguridad asume los desarrollos expresados en los modelos policiales anteriores,
avanzando más allá de la simple sumatoria lineal del carácter estatal, institucional, profesional y
comunitario. Al hacerlo rescata la perspectiva estratégica en los modelos estatal e institucional y la
perspectiva operativa en los modelos profesional y comunitario.
Este argumento sigue utilizándose todavía hoy para justificar a la institución policial como garante del
orden público y el respeto a la normalidad social. La solidez de esta afirmación convierte a toda crítica a
la policía en una crítica a los procedimientos policiales, sin hacer mella en la concepción de policía
vigente en la sociedad contemporánea. Se solicita que dicha garantía se ejerza con respeto a los
derechos humanos y con un desarrollo profesional de las técnicas de investigación, manteniendo al
mismo tiempo el carácter sustantivo de la institución policial, una dualidad metodológica inviable e
inoperante. Si la policía es garante del orden social, sus tácticas operativas tenderán siempre a la
ilegalidad y la corrupción.
Por otro lado, en términos operativos, la geopolítica de la seguridad también afirma dos parámetros
contundentes:
1. Si la nueva “normalidad” tendrá un carácter territorial, los modos operativos tenderán a la mejora
de los indicadores de estatalidad del Estado, en primer lugar de su órgano policial. Ya no se tratará
de la vigilancia sobre la corrupción o la violación de los derechos humanos, sino de la asunción de
rutinas operativas de mayor o menor estatalidad, cuyo ejercicio será automáticamente cuantificado
y calificado en base a indicadores pre-establecidos. La institución policial sostendrá tácticas
operativas “limpias” porque así contribuirá a la construcción de un territorio descriminalizado y a la
des-territorialización del delito. Sin contrapartida estatal-policial el crimen se desterritorializa y
desaparece como comportamiento estatalizado, permaneciendo solo como preferencia individual.
Finalmente, la construcción de una nueva policialidad para una nueva policía no es una tarea
administrativa posible de ser gerenciada, sino que es una tarea indelegable del Estado, resultado de una
histórica necesidad de transformación sin la cual no hay posibilidades de construir instituciones policiales
viables y efectivas. La tarea de contribuir a la mejora de los indicadores de estatalidad, central
responsabilidad estratégica de la policía, no puede realizarse sin el involucramiento completo de la
respectiva autoridad política.
LA FORMACIÓN POLICIAL EN LA GEOPOLÍTICA DE LA SEGURIDAD
Para la geopolítica de la seguridad es necesaria una Policía que posea las características definidas como
propias de una institución de seguridad moderna. Entendiendo a la seguridad como un problema político
y de gobierno, la formación policial no estará centrada en el Derecho sino en los estudios políticos y de
políticas públicas.
Las problemáticas de seguridad incorporan nuevos actores más allá del Estado y sus instituciones. La
formación en seguridad estará abierta al involucramiento de diversos actores de la seguridad,
además de la propia Policía.
Estos criterios ordenadores son provistos a través de las competencias operativas y post operativas
necesarias para el desempeño policial:
Constante formación post operativa que considere a las problemáticas sociales, internacionales y
políticas como parte sustantiva de la formación básica del agente de seguridad. Que los ascensos
estén condicionados, entre otros requisitos, al cumplimiento de determinados estándares de
formación profesional operativa y post operativa.
Las distintas etapas de formación que se vayan cumplimentando otorgarán puntaje dentro de la
carrera policial y serán parte de la escala de ascensos.
El Sistema de Formación Policial y la Universidad de Políticas Públicas de Seguridad contendrán un
Plan Especial de Formación diferenciada y especializada para los miembros del Servicio
Penitenciario.
La formación post operativa de los policías se constituirá sobre la base de los tres pilares que sustentan
la geopolítica de la seguridad:
Geopolítica
Seguridad
Políticas públicas
Por tal motivo, más allá del formato concreto de cada estructura académica, todas girarán alrededor de
este triple núcleo de políticas públicas, geopolítica y seguridad.
El pasado 4 de junio el diario New York Times publicó una nota titulada “Por qué se mata en América
Latina”. Según los periodistas Alejandra Sánchez Insunza y José Luis Pardo Vieiras, América Latina ocupa
el primer lugar mundial en los tres tipos de homicidios catalogados por Naciones Unidas: delictivo,
interpersonal y sociopolítico. El Banco Interamericano de Desarrollo – BID señala que el 50% de los
crímenes en las ciudades latinoamericanas se cometen en apenas el 1.6% de sus calles.
La mayor parte de los asesinatos se concentra en 7 de los 20 países de la región: Brasil, Venezuela,
Colombia, Honduras, Guatemala y México, en gran medida por narcotráfico.
Estos siete países tienen problemas comunes pero también especificidades propias. En México la guerra
contra el narcotráfico se convirtió en el segundo conflicto más letal del mundo, sólo superado por Siria.
En Guatemala, El Salvador y Honduras la guerra de pandillas la convirtió en la región mundial con la
mayor tasa de homicidios. En Colombia las muertes asociadas al conflicto con la guerrilla descendieron
más de un tercio en una década, mientras otras formas de la violencia dejaron más de 12 mil muertos en
2016. Venezuela vive una crisis política y social sin precedentes, con 21.752 homicidios en 2016. En Brasil
crece la disputa por el control territorial, ya sea en la ciudad o en el campo. En total 144.000 personas
mueren asesinadas anualmente en América Latina.
Cada año la ONG mexicana Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal publica el
“Listado de las 50 ciudades más violentas del mundo", casi completamente ocupado por ciudades
latinoamericanas (43 en 2016).
En América Latina 400 personas terminan en la morgue cada día, cuatro cada quince minutos. Con
apenas el 8% de la población mundial América Latina es el continente más desigual y violento del
planeta.
1. Tomar como formatos sinónimos las tasas de homicidios cada 100 mil habitantes y la tasa genérica
de inseguridad es una simplificación que impacta negativamente sobre la percepción de inseguridad
en la ciudadanía y que demanda a los decisores políticas de seguridad centrada en homicidios en
vez de estrategias de aseguramiento de la vida cotidiana. La ciudadanía se preocupa por los
arrebatos, el asalto a viviendas con violencia, el robo de autos y eventualmente el secuestro de
personas, dependiendo de las características de cada país. La tasa de homicidios, tomada como
indicador clave de inseguridad, no expresa la complejidad de la problemática real.
3. Se suele afirmar que la causa de la violencia es la desigualdad “cara a cara”. Para demostrarlo,
Argentina y Uruguay son países con menor desigualdad y menos violencia. Estados Unidos, el país
más desigual del primer mundo, tiene 4 ciudades entre las más peligrosas (Saint Louis, Baltimore,
New Orleans y Detroit). Sin embargo Venezuela es el país menos desigual de la región y el más
violento, con 7 ciudades dentro de las 50 más peligrosas del mundo, siendo Caracas la primera del
ránking global. Menos pobreza y menos desigualdad no implican menos violencia. Hay problemas
de institucionalidad y de estatalidad que están presentes y deben ser considerados.
4. En América Latina la violencia es un proceso construido históricamente: desde las guerras civiles
posteriores a las independencias nacionales, pasando por el asesinato de Eliezer Gaitán hasta la
Operación Marquetalia, en Colombia; como derivación de la política exterior americana de los años
80s en Centroamérica o de la guerra contra las drogas de Nixon, en México. En el Cono Sur
(Argentina, Uruguay y Brasil) las dictaduras militares forjaron instituciones policiales y militares
corruptas, ilegales y criminales que subsisten. Con o sin Estados Unidos el sistema internacional
opera en el trasfondo de la violencia latinoamericana.
7. La territorialidad es el principal componente de los análisis de seguridad, dentro de los cuales los
insumos cuantitativos son un instrumento imprescindible para la comprensión de la realidad, pero
no la definen automáticamente. En términos de seguridad la realidad debe ser significada mediante
la incorporación de la dimensión territorial, o sea geopolítica. Los homicidios, vistos dentro de un
panorama completo de seguridad que incluya todas las problemáticas, son parte de una
territorialidad que circula permanentemente ida y vuelta entre Estado y sociedad, o sea entre las
instituciones de seguridad y las organizaciones criminales. No hay delito sin Estado pero si hay
Estado no hay delito. Recuperar la estatalidad mediante la ocupación del territorio aumenta la
seguridad y mejora los indicadores, en una región donde sólo el 1.6% del territorio urbano está
perdido. Es poco territorio, pero es mucha territorialidad.
La violencia en América Latina no es un relato simple y acumulativo sino la expresión de una región de
desarrollo intermedio, fronteriza con Estados Unidos, donde se encuentran dos potencias emergentes
(Brasil y México), llena de desigualdades y pujas por la distribución de la renta.
CRIMEN ORGANIZADO Y SISTEMA MUNDO: NUEVAS REALIDADES
Hemos venido analizando que, en nuestra óptica, la principal amenaza que se cierne sobre el proceso de
construcción de un Estado continental industrial, lo constituye el crimen organizado a partir de tres
pilares que van creando una matriz mafiosa de penetración sistémica en nuestros Estados que son: el
narcotráfico, el juego y la malversación de la obra publica, y desde este trípode se profundiza un sistema
de diversificación criminal. La politica se vuelve rehén de esta matriz a partir de la lógica del
financiamiento hacia ella. Sin discutir y poner en el meollo del tablero este escenario, no es posible
redefinir un proyecto nacional popular de emancipación continental. Además, todo ello cuenta con la
complicidad a nivel internacional del sistema financiero, y a nivel local de sectores de la politica, la
justicia, el empresariado y la policía, entre otros actores.
El crimen transnacional no es bloque monolítico del mal pero se consolida a través de las fisuras de
nuestros Estados.
Existe una relación evidente en la relación del crimen transnacional con la globalización economica, o
sea, el carácter des-regulador de una economía casino mundial favorece el crecimiento del crimen
transnacional organizado -constante reducción de regulación y de todo tipo de controles de flujos de
mercancías, capital y personas a través de las fronteras-.
Pero la imagen más contundente de esta amenaza no es un avión, un tanque, o un arma de guerra, sino
un contenedor. El hecho de que la economía global dependa de contenedores ha permitido distribuír
con eficacia la distribución mundial de mercancías. Esto sin embargo ha permitido que las compañías
hayan podido reducir su inventario, con consecuencias para la economía mundial. En la actualidad los
contenedores representan el 90% de los cargamentos comerciales del mundo en términos de su valor. A
la vez, claro esta, los contenedores son realmente estratégicos para los que están implicados en el
comercio de drogas, personas y mercancías ilegales (Mats Berdal y Monica Serrano, “Crimen
Transnacional Organizado y Seguridad Internacional: la nueva topografía”, en Mats Berdal y Monica
Serrano (Compiladores), Crimen Transnacional Organizado y Seguridad Internacional.Cambio y
continuidad,FCE, Méjico, 2005).
El crimen transnacional organizado circula por las mismas rutas que el comercio global lícito, en el
sentido literal como financiero.
El funcionario de aduana como actor, o los grupos organizados que controlan la aduana, más que guardia
fronterizo se convierte en actor aliado del circuito comercial creado, que le significa un volumen de
dinero de millones de dólares. O sea, la fisura del Estado la produce el propio Estado, no un imaginario
enemigo.
La globalización no es el unico aspecto que favoreció el crecimiento del crimen organizado. "Las
economías de guerras" y la indefinición de sus objetivos trae como resultante que los beligerantes se
beneficien de una economía de la droga. Por supuesto, cada conflicto con sus particularidades (en zonas
de Africa, Colombia, los Balcanes), o el gran mercado consumidor del mundo, los EEUU, y su rol en
Mejico y en América Central. A tal punto, que hoy las Maras son prácticamente cárteles de la droga,
como vehículos del trafico de drogas hacia los EEUU.
Los cambios en los modelos de organización se vuelve fundamental analizarlos desde la perspectiva de la
inteligencia criminal y desde un política de Defensa Nacional, que habría que repensarla en estas
condiciones de las nuevas realidades mundiales, entendiéndola como defensa del patrimonio social y
territorial de un país, para no quedar rehenes de discusiones dogmáticas.
Los procesos de cambio organizacional predominante van de las jerarquías -cártel de Medellín o Cali- a la
organización en red, que presenta ventaja para actores tan diversos como empresas multinacionales o
grupos activistas transnacionales.
Las redes ya no tienen un patrón, sino son organizaciones que se convierten en redes auto organizadas,
sin centros de poder en el sentido tradicional. Las organizaciones jerárquicas carecerían de velocidad en
la dinámica actual. El aprendizaje implica nuevas tecnologías, sistemas de transporte, comunicaciones,
etc). La mayor ventaja que se obtiene es la capacidad de respuesta rápida ante un entorno local,
nacional, regional e internacional cambiante (Mabel González Bustelo, Narcotrafico y Crimen
Organizado, Ediciones Icaria, Barcelona, 2014).
Nuestros Estados han quedado a mitad de camino entre el Estado social y los efectos de las políticas de
privatización que han desguazado la estructura organizacional de los Estados, sino también con una
tecno burocracia sin conciencia de proyecto de Estado. El Estado aparece desnudo como en una oleada
polar a todos los niveles.
Y sin dudas, esta situación fue generando una penetración sistémica en todas las áreas del Estado. De un
Estado que carece de proyectos y que, por lo tanto, va tornando el organigrama en un mapa ideal donde
se anidan poderes ocultos aliados al crimen organizado transnacional, por lo que la amenaza es interna-
externa. Cuando hablamos de crimen organizado constituye una equivocación analizarlo como una
dinámica solo externa.
Únicamente desde una reconstrucción política ética podemos tener la fe de que la Patria Grande puede
ser una realidad.
Estado Continental Industrial vs Crimen Organizado Transnacional, es la batalla mas difícil. Sin nombrarla
y analizarla y proyectarla, todo es muy lindo pero secundario.
Los costos indirectos incluyen los cambios de conductas que adoptan las personas para evitar el delito
(menos actividades recreativas o fuera del hogar), las decisiones de inversión de las empresas, y el
impacto sobre la confianza entre los ciudadanos y por parte de los ciudadanos en el gobierno y las
instituciones.
Un método muy utilizado para calcular los costos del crimen consiste en sumar los gastos directos
(públicos y privados) en salud y en prevención y control del delito, y que se realizan como consecuencia
del crimen; el valor de la propiedad destruida como consecuencia del crimen; y los salarios perdidos por
los individuos encarcelados o de las personas incapacitadas o fallecidas como consecuencia del crimen.
La información proviene en general de fuentes secundarias que incluyen presupuesto publico, las
encuestas de gastos de hogares, los registros médicos y las decisiones judiciales. Un problema de este
método, es lograr la información muy detallada sobre gastos públicos y encuestas de familias.
Los costos directos del crimen podrían estimarse con métodos más directos. Por ejemplo, encuestas
directas de cuántos estarían dispuestos a pagar por una reducción de la criminalidad (cerraduras de
seguridad y rejas, vigilancia privada, alarmas, cámaras, etc.). Por supuesto, en este caso, los hogares de
ingresos más altos invierten más.
Los costos indirectos del crimen son más difíciles de estimar. Por ejemplo, se puede recurrir a algunas
técnicas y variables sobre las consecuencias negativas sobre la participación laboral y los salarios, y sobre
las decisiones de inversión. Otro método es cómo los individuos victimizados tienen 10% menos de
confianza en la policía que los no victimizados, y también menos confianza en el poder judicial y en las
redes sociales.
En síntesis, el crimen y la violencia generan costos económicos y sociales significativos. Estimaciones que
utilizan información de los presupuestos públicos y encuestas de gastos de hogares sugieren que estos
costos están cerca del 5% del PBI.
EXAMEN PARCIAL II
PRINCIPIOS
PRINCIPIO DE PREVENCIÓN
PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD
El empleador asume las implicancias económicas, legales y de cualquier otra índole a consecuencia de un
accidente o enfermedad que sufra el trabajador en el desempeño de sus funciones o a consecuencia de
él, conforme a las normas vigentes.
PRINCIPIO DE COOPERACIÓN
El Estado, los empleadores y los trabajadores, y sus organizaciones sindicales establecen mecanismos
que garanticen una permanente colaboración y coordinación en materia de seguridad y salud en el
trabajo.
Las organizaciones sindicales y los trabajadores reciben del empleador una oportuna y adecuada
información y capacitación preventiva en la tarea a desarrollar, con énfasis en lo potencialmente
riesgoso para la vida y salud de los trabajadores y su familia.
Todo empleador promueve e integra la gestión de la seguridad y salud en el trabajo a la gestión general
de la empresa.
Los trabajadores que sufran algún accidente de trabajo o enfermedad ocupacional tienen derecho a las
prestaciones de salud necesarias y suficientes hasta su recuperación y rehabilitación, procurando su
reinserción laboral.
PRINCIPIO DE CONSULTA Y PARTICIPACIÓN
Los empleadores, los trabajadores y los representantes de ambos, y demás entidades públicas y privadas
responsables del cumplimiento de la legislación en seguridad y salud en el trabajo brindan información
completa y veraz sobre la materia. De existir discrepancia entre el soporte documental y la realidad, las
autoridades optan por lo constatado en la realidad.
PRINCIPIO DE PROTECCIÓN
Los trabajadores tienen derecho a que el Estado y los empleadores aseguren condiciones de trabajo
dignas que les garanticen un estado de vida saludable, física, mental y socialmente, en forma continua.
Dichas condiciones deben propender a:
AMBITO DE APLICACION
La presente Ley es aplicable a todos los sectores económicos y de servicios; comprende a todos los
empleadores y los trabajadores bajo el régimen laboral de la actividad privada en todo el territorio
nacional, trabajadores y funcionarios del sector público, trabajadores de las Fuerzas Armadas y de la
Policía Nacional del Perú, y trabajadores por cuenta propia.
ESFERAS DE ACCIÓN
Artículo 5. Esferas de acción de la Política Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo
La Política Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo debe tener en cuenta las grandes esferas de
acción siguientes, en la medida en que afecten la seguridad y la salud de los trabajadores:
Medidas para combatir los riesgos profesionales en el origen, diseño, ensayo, elección,
reemplazo, instalación, disposición, utilización y mantenimiento de los componentes materiales
del trabajo (como los lugares de trabajo, medio ambiente de trabajo, herramientas, maquinaria y
equipo, sustancias y agentes químicos, biológicos y físicos, operaciones y procesos).
Medidas para controlar y evaluar los riesgos y peligros de trabajo en las relaciones existentes
entre los componentes materiales del trabajo y las personas que lo ejecutan o supervisan, y en la
adaptación de la maquinaria, del equipo, del tiempo de trabajo, de la organización del trabajo y
de las operaciones y procesos a las capacidades físicas y mentales de los trabajadores.
Medidas para la formación, incluida la formación complementaria necesaria, calificaciones y
motivación de las personas que intervienen para que se alcancen |11niveles adecuados de
seguridad e higiene.
Medidas de comunicación y cooperación a niveles de grupo de trabajo y de empresa y en todos
los niveles apropiados, hasta el nivel nacional inclusive.
Medidas para garantizar la compensación o reparación de los daños sufridos por el trabajador en
casos de accidentes de trabajo o enfermedades ocupacionales, y establecer los procedimientos
para la rehabilitación integral, readaptación, reinserción y reubicación laboral por discapacidad
temporal o permanente.
Para los efectos del examen de la Política Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, la situación en
materia de seguridad y salud de los trabajadores debe ser objeto, a intervalos adecuados, de exámenes
globales o relativos a determinados sectores, a fin de identificar los problemas principales, elaborar
medios eficaces para resolverlos, definir el orden de prelación de las medidas que haya que tomar y
evaluar los resultados.
Gestionar los riesgos, sin excepción, eliminándolos en su origen y aplicando sistemas de control a
aquellos que no se puedan eliminar.
El diseño de los puestos de trabajo, ambientes de trabajo, la selección de equipos y métodos de
trabajo, la atenuación del trabajo monótono y repetitivo, todos estos deben estar orientados a
garantizar la salud y seguridad del trabajador.
Eliminar las situaciones y agentes peligrosos en el centro de trabajo o con ocasión del mismo y, si
no fuera posible, sustituirlas por otras que entrañen menor peligro.
Integrar los planes y programas de prevención de riesgos laborales a los nuevos conocimientos
de las ciencias, tecnologías, medio ambiente, organización del trabajo y evaluación de
desempeño en base a condiciones de trabajo.
Mantener políticas de protección colectiva e individual. f) Capacitar y entrenar anticipada y
debidamente a los trabajadores.
Artículo 51. Asignación de labores y competencias
El incumplimiento del empleador del deber de prevención genera la obligación de pagar las
indemnizaciones a las víctimas, o a sus derechohabientes, de los accidentes de trabajo y de las
enfermedades profesionales. En el caso en que producto de la vía inspectora se haya comprobado
fehacientemente el daño al trabajador, el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo determina el
pago de la indemnización respectiva.
El deber de prevención abarca también toda actividad que se desarrolle durante la ejecución de órdenes
del empleador, o durante la ejecución de una labor bajo su autoridad, o en el desplazamiento a la
misma, aun fuera del lugar y horas de trabajo.
El empleador controla y registra que solo los trabajadores, adecuada y suficientemente capacitados y
protegidos, accedan a los ambientes o zonas de riesgo grave y específico. Artículo 56. Exposición en
zonas de riesgo El empleador prevé que la exposición a los agentes físicos, químicos, biológicos,
ergonómicos y psicosociales concurrentes en el centro de trabajo no generen daños en la salud de los
trabajadores.
El empleador actualiza la evaluación de riesgos una vez al año como mínimo o cuando cambien las
condiciones de trabajo o se hayan producido daños a la salud y seguridad en el trabajo. Si los resultados
de la evaluación de riesgos lo hacen necesarios, se realizan:
Controles periódicos de la salud de los trabajadores y de las condiciones de trabajo para detectar
situaciones potencialmente peligrosas.
Medidas de prevención, incluidas las relacionadas con los métodos de trabajo y de producción,
que garanticen un mayor nivel de protección de la seguridad y salud de los trabajadores.
El empleador realiza una investigación cuando se hayan producido daños en la salud de los trabajadores
o cuando aparezcan indicios de que las medidas de prevención resultan insuficientes, a fin de detectar
las causas y tomar las medidas correctivas al respecto; sin perjuicio de que el trabajador pueda recurrir a
la autoridad administrativa de trabajo para dicha investigación.
El empleador modifica las medidas de prevención de riesgos laborales cuando resulten inadecuadas e
insuficientes para garantizar la seguridad y salud de los trabajadores.
El empleador adopta las medidas necesarias, de manera oportuna, cuando se detecte que la utilización
de indumentaria y equipos de trabajo o de protección personal representan riesgos específicos para la
seguridad y salud de los trabajadores.
El costo de las acciones, decisiones y medidas de seguridad y salud ejecutadas en el centro de trabajo o
con ocasión del mismo no es asumido de modo alguno por los trabajadores.
El empleador establece las medidas y da instrucciones necesarias para que, en caso de un peligro
inminente que constituya un riesgo importante o intolerable para la seguridad y salud de los
trabajadores, estos puedan interrumpir sus actividades, e incluso, si fuera necesario, abandonar de
inmediato el domicilio o lugar físico donde se desarrollan las labores. No se pueden reanudar las labores
mientras el riesgo no se haya reducido o controlado.
El empleador garantiza la protección de los trabajadores que, por su situación de discapacidad, sean
especialmente sensibles a los riesgos derivados del trabajo. Estos aspectos son considerados en las
evaluaciones de los riesgos y en la adopción de medidas preventivas y de protección necesarias.
En las evaluaciones del plan integral de prevención de riesgos, se tiene en cuenta los factores de riesgo
que puedan incidir en las funciones de procreación de los trabajadores; en particular, por la exposición a
los agentes físicos, químicos, biológicos, ergonómicos y psicosociales, con el fin de adoptar las medidas
preventivas necesarias.
Los empleadores que diseñen, fabriquen, importen, suministren o cedan máquinas, equipos, sustancias,
productos o útiles de trabajo disponen lo necesario para que:
Las máquinas, equipos, sustancias, productos o útiles de trabajo no constituyan una fuente de
peligro ni pongan en riesgo la seguridad o salud de los trabajadores.
Se proporcione información y capacitación sobre la instalación adecuada, utilización y
mantenimiento preventivo de las maquinarias y equipos.
Se proporcione información y capacitación para el uso apropiado de los materiales peligrosos a
fin de prevenir los peligros inherentes a los mismos y monitorear los riesgos.
Las instrucciones, manuales, avisos de peligro u otras medidas de precaución colocadas en los
equipos y maquinarias, así como cualquier otra información vinculada a sus productos, estén o
sean traducidos al idioma castellano y estén redactados en un lenguaje sencillo y preciso con la
finalidad que permitan reducir los riesgos laborales.
Las informaciones relativas a las máquinas, equipos, productos, sustancias o útiles de trabajo
sean facilitadas a los trabajadores en términos que resulten comprensibles para los mismos.
El empleador adopta disposiciones para que se cumplan dichos requisitos antes de que los trabajadores
utilicen las maquinarias, equipos, sustancias, productos o útiles de trabajo.
El empleador garantiza que los trabajadores hayan sido consultados antes de que se ejecuten los
cambios en las operaciones, los procesos y en la organización del trabajo que puedan tener
repercusiones en la seguridad y salud de los trabajadores.
A título grupal, de las razones para los exámenes de salud ocupacional e investigaciones en
relación con los riesgos para la seguridad y salud en los puestos de trabajo.
A título personal, sobre los resultados de los informes médicos previos a la asignación de un
puesto de trabajo y los relativos a la evaluación de su salud. Los resultados de los exámenes
médicos, al ser confidenciales, no pueden ser utilizados para ejercer discriminación alguna
contra los trabajadores en ninguna circunstancia o momento.
El incumplimiento del deber de confidencialidad por parte de los empleadores es pasible de acciones
administrativas y judiciales a que dé lugar.
Todo trabajador tiene derecho a comunicarse libremente con los inspectores de trabajo, aun sin la
presencia del empleador.
Los trabajadores, sus representantes o miembros de los comités o comisiones de seguridad y salud
ocupacional están protegidos contra cualquier acto de hostilidad y otras medidas coercitivas por parte
del empleador que se originen como consecuencia del cumplimiento de sus funciones en el ámbito de la
seguridad y salud en el trabajo
Los trabajadores o sus representantes tienen la obligación de revisar los programas de capacitación y
entrenamiento, y formular las recomendaciones al empleador con el fin de mejorar la efectividad de los
mismos.
Los trabajadores tienen derecho a ser transferidos en caso de accidente de trabajo o enfermedad
ocupacional a otro puesto que implique menos riesgo para su seguridad y salud, sin menoscabo de sus
derechos remunerativos y de categoría; salvo en el caso de invalidez absoluta permanente.
Los trabajadores, cualquiera sea su modalidad de contratación, que mantengan vínculo laboral con el
empleador o con contratistas, subcontratistas, empresas especiales de servicios o cooperativas de
trabajadores o bajo modalidades formativas o de prestación de servicios, tienen derecho al mismo nivel
de protección en materia de seguridad y salud en el trabajo.
Los trabajadores, sus representantes y sus organizaciones sindicales tienen derecho a examinar los
factores que afectan su seguridad y salud y proponer medidas en estas materias.
En materia de prevención de riesgos laborales, los trabajadores tienen las siguientes obligaciones:
Cumplir con las normas, reglamentos e instrucciones de los programas de seguridad y salud en el
trabajo.
Usar adecuadamente los instrumentos y materiales de trabajo, así como los equipos de
protección personal y colectiva, siempre y cuando hayan sido previamente informados y
capacitados sobre su uso.
No operar o manipular equipos, maquinarias, herramientas u otros elementos para los cuales no
hayan sido autorizados.
Cooperar y participar en el proceso de investigación de los accidentes de trabajo y de las
enfermedades ocupacionales cuando la autoridad competente lo requiera o cuando, a su
parecer, los datos que conocen ayuden al esclarecimiento de las causas que los originaron.
Someterse a los exámenes médicos a que estén obligados por norma expresa, siempre y cuando
se garantice la confidencialidad del acto médico.
Participar en los organismos paritarios, en los programas de capacitación y otras actividades
destinadas a prevenir los riesgos laborales que organice su empleador o la autoridad
administrativa de trabajo, dentro de la jornada de trabajo.
Comunicar al empleador todo evento o situación que ponga o pueda poner en riesgo su
seguridad y salud o las instalaciones físicas, debiendo adoptar inmediatamente, de ser posible,
las medidas correctivas del caso sin que genere sanción de ningún tipo.
Reportar a los representantes o delegados de seguridad, de forma inmediata, la ocurrencia de
cualquier incidente, accidente de trabajo o enfermedad profesional.
Responder e informar con veracidad a las instancias públicas que se lo requieran, caso contrario
es considerado falta grave sin perjuicio de la denuncia penal correspondiente.
Artículo 1.- El presente Reglamento desarrolla la Ley Nº 29783, Ley de Seguridad y Salud
en el Trabajo, y tiene como objetivo promover una cultura de prevención de riesgos
laborales en el país, sobre la base de la observancia del deber de prevención de los
empleadores, el rol de fiscalización y control del Estado y la participación de los
trabajadores y sus organizaciones sindicales. Cuando la presente norma haga mención a
la Ley, se entiende referida a la Ley Nº 29783, Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo. (*)
Artículo modificado por el Artículo 1 del Decreto Supremo N° 006-2014-TR, publicado el
09 de agosto 2014, cuyo texto es el siguiente: “Artículo 1.- El presente Reglamento
desarrolla la Ley Nº 29783, Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo, y tiene como objeto
promover una cultura de prevención de riesgos laborales en el país, sobre la base de la
observancia del deber de prevención de los empleadores, el rol de fiscalización y control
del Estado y la participación de los trabajadores y sus organizaciones sindicales. Cuando
la presente norma haga mención a la Ley, se entiende referida a la Ley Nº 29783, Ley de
Seguridad y Salud en el Trabajo, modificada por la Ley Nº 30222.” CONCORDANCIAS:
Ley N° 29783, Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo, Art. 1 Artículo 2.- En aplicación del
principio de prevención, se entienden incluidos dentro del ámbito de aplicación a que se
refiere el artículo 2 de la Ley, a toda persona bajo modalidad formativa y a los
trabajadores autónomos. También se incluye a todo aquel que, sin prestar servicios, se
encuentre dentro del lugar de trabajo, en lo que les resulte aplicable. CONCORDANCIAS:
Ley N° 29783, Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo, Art. 2.
Artículo 5.- El reexamen periódico, total o parcial, de la Política Nacional de Seguridad y Salud
en el Trabajo, a que hace referencia el artículo 4 de la Ley, es prioridad del Estado, y debe
realizarse por lo menos una (1) vez al año con la participación consultiva del Consejo Nacional
de SST.
El resultado del reexamen se considera en las modificaciones de la Política Nacional de
Seguridad y Salud en el Trabajo.
Artículo 6.- Con una periodicidad no mayor a dos (2) años debe realizarse un examen global o
un examen sectorial de la situación de la Seguridad y Salud en el Trabajo, en función de las
prioridades establecidas en la Política Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, el cual se
somete a consulta del Consejo Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo.
CONSEJO NACIONAL DE SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO
Artículo 7.- El Consejo Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo es la instancia máxima de
diálogo y concertación social en materia de seguridad y salud en el trabajo, de composición
tripartita, e instancia consultiva del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, tiene su sede
en Lima y sus sesiones de trabajo se celebran en dicha ciudad. No obstante, puede reunirse en
cualquier otro lugar, previo acuerdo del Pleno.
CONSEJOS REGIONALES DE SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO
Artículo 22.- En los Consejos Regionales de Seguridad y Salud en el Trabajo, los
representantes de los empleadores de la región, a que se refiere el inciso d) del artículo 13 de la
Ley son: uno (1) propuesto por la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales
Privadas (CONFIEP), uno (1) propuesto por las Cámaras de Comercio de cada jurisdicción, uno
(1) propuesto por la Cámara Nacional de Comercio, Producción, Turismo y Servicios -Perú
cámaras y uno (1) propuesto por la Confederación Nacional de Organizaciones de las MYPE.
Los Consejos Regionales de Seguridad y Salud en el Trabajo gozan de autonomía para elaborar su propio
reglamento interno de funcionamiento, conforme lo regulado por el presente Reglamento y el artículo
14 de la Ley.
Los Consejos Regionales deberán elaborar informes de gestión y actividades que deberán enviar al
Consejo Nacional de Seguridad y Salud del Trabajo en noviembre de cada año.
Artículo 40.- El Comité de Seguridad y Salud en el Trabajo tiene por objetivos promover la salud y
seguridad en el trabajo, asesorar y vigilar el cumplimiento de lo dispuesto por el Reglamento Interno de
Seguridad y Salud en el Trabajo y la normativa nacional, favoreciendo el bienestar laboral y apoyando el
desarrollo del empleador.
Artículo 41.- El Comité o el Supervisor de Seguridad y Salud en el Trabajo desarrollan sus funciones con
sujeción a lo señalado en la Ley y en el presente Reglamento, no están facultados a realizar actividades
con fines distintos a la prevención y protección de la seguridad y salud.
La nominación de los candidatos debe efectuarse quince (15) días hábiles antes de la convocatoria a
elecciones, a fin de verificar que éstos cumplan con los requisitos legales.
Artículo 58.- El secretario está encargado de las labores administrativas del Comité de Seguridad y Salud
en el Trabajo.
Artículo 59.- Los miembros, entre otras funciones señaladas en el presente Reglamento, aportan
iniciativas propias o del personal del empleador para ser tratadas en las sesiones y son los encargados de
fomentar y hacer cumplir las disposiciones o acuerdos tomados por el Comité de Seguridad y Salud en el
Trabajo.
Artículo 60.- El Comité o el Supervisor de Seguridad y Salud en el Trabajo pueden solicitar a la autoridad
competente la información y asesoría técnica que crean necesaria para cumplir con sus fines.
Asimismo, podrán recurrir a profesionales con competencias técnicas en seguridad y salud en el trabajo,
en calidad de consejeros.
Artículo 61.- El observador a que hace referencia el artículo 29 de la Ley, podrá participar en las
reuniones del Comité, y tendrá las siguientes facultades:
Artículo 63.- El cargo de miembro del Comité de Seguridad y Salud en el Trabajo o del Supervisor de
Seguridad y Salud en el Trabajo vaca por alguna de las siguientes causales:
Vencimiento del plazo establecido para el ejercicio del cargo, en el caso de los representantes de
los trabajadores y del Supervisor de Seguridad y Salud en el Trabajo.
Inasistencia injustificada a tres (3) sesiones consecutivas del Comité de Seguridad y Salud en el
Trabajo o a cuatro (4) alternadas, en el lapso de su vigencia.
Enfermedad física o mental que inhabilita para el ejercicio del cargo.
Por cualquier otra causa que extinga el vínculo laboral.
Objetivos y alcances.
Liderazgo, compromisos y la política de seguridad y salud.
Atribuciones y obligaciones del empleador, de los supervisores, del comité de seguridad y salud,
de los trabajadores y de los empleadores que les brindan servicios si las hubiera.
Estándares de seguridad y salud en las operaciones.
Estándares de seguridad y salud en los servicios y actividades conexas. f) Preparación y respuesta
a emergencias.
Artículo 75.- El empleador debe poner en conocimiento de todos los trabajadores, mediante medio físico
o digital, bajo cargo, el Reglamento Interno de Seguridad y Salud en el Trabajo y sus posteriores
modificatorias. Esta obligación se extiende a los trabajadores en régimen de intermediación y
tercerización, a las personas en modalidad formativa y a todo aquel cuyos servicios subordinados o
autónomos se presten de manera permanente o esporádica en las instalaciones del empleador.
EXPOSICIONES DEL TC
EXAMEN FINAL