ABP Psicometria 3

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 8

AVANCE ABP PSICOMETRIA

Presentado a:

María Camila Navarro

Psicología V semestre

Dayana vergel

María Alejandra Becerra

Yirany Castro

Wendy Segovia

Yennys Morales

Alejandro Reyes

Brenda Mangones

UNIVERSIDAD DEL SINU SECCIONAL CARTAGENA

2022
1. Titulo

Indagar cómo interfiere la ansiedad en el manejo emocional y educativo en los


estudiantes de la universidad del Sinú.

2. Marco teórico.

La ansiedad es una emoción normal que todas las personas experimentamos,


forma parte de mecanismos básicos de supervivencia y es una respuesta a
situaciones del medio que nos resulta sorpresivas, nuevas o amenazantes. Todas
las personas sienten un grado moderado de la misma, siendo ésta una respuesta
adaptativa. La ansiedad sigue siendo un tema de gran importancia para la
Psicología; su incorporación es tardía, siendo tratado sólo desde 1920,
abordándose desde distintas perspectivas. Según el Diccionario de la
RealAcademia Española (vigésima primera edición), el término ansiedad proviene
del latín anxietas, refiriendo un estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo,
y suponiendo una de las sensaciones más frecuentes del ser humano siendo ésta
una emoción complicada y displacentera que se manifiesta mediante una tensión
emocional acompañada de un correlato somático (Ayuso, 1988; Bulbena, 1986).

En general, el término ansiedad alude a la combinación de distintas


manifestaciones físicas y mentales que no son atribuibles a peligros reales, sino
que se manifiestan ya sea en forma de crisis o bien como un estado persistente y
difuso, pudiendo llegar al pánico; no obstante, pueden estar presentes otras
características neuróticas tales como síntomas obsesivos o histéricos que no
dominan el cuadro clínico. Si bien la ansiedad se destaca por su cercanía al
miedo, se diferencia de éste en que mientras el miedo es una perturbación cuya
presencia se manifiesta ante estímulos presentes, la ansiedad se relaciona con la
anticipación de peligros futuros, indefinibles e imprevisibles (Marks, 1986).

La característica más llamativa de la ansiedad es su carácter anticipatorio, es


decir, posee la capacidad de prever o señalar el peligro o amenaza para el propio
individuo, confiriéndole un valor funcional importante (Sandín y Chorot, 1995);
además, tiene una función activadora y facilitadora de la capacidad de respuesta
del individuo, concibiéndose como un mecanismo biológico adaptativo de
protección y preservación ante posibles daños presentes en el individuo desde su
infancia (MiguelTobal, 1996). Sin embargo, si la ansiedad supera la normalidad en
cuanto a los parámetros de intensidad, frecuencia o duración, o bien se relaciona
con estímulos no amenazantes para el organismo, provoca manifestaciones
patológicas en el individuo, tanto a nivel emocional como funcional (Vila, 1984)

La ansiedad entendida como estado se asimila a una fase emocional transitoria y


variable en cuanto a intensidad y duración; ésta es vivenciada por el individuo
como patológica en un momento particular, caracterizándose por una activación
autonómica y somática y por una percepción consciente de la tensión subjetiva.
Cuando las circunstancias son percibidas como amenazantes por el sujeto, la
intensidad de la emoción aumenta independientemente del peligro real, mientras
que cuando las mismas son valoradas como no amenazantes, la intensidad de la
emoción será baja, aunque exista dicho peligro real. La relación entre ambos
puntos de vista es muy estrecha, pues un individuo con alto rasgo de ansiedad
reaccionará con mayor frecuencia de forma ansiosa (Miguel-Tobal, 1996).

La ansiedad rasgo y estado se solapan en varios aspectos, al igual que le ocurre


a la ansiedad crónica y la de tipo agudo; cuando ésta es intensa origina un
sentimiento desagradable de terror e irritabilidad, acompañado de fuertes deseos
de correr, ocultarse y gritar, presentando sensaciones de debilidad,
desfallecimiento y desesperación para el individuo; también, puede haber un
sentimiento de irrealidad o de “estar separado” del suceso o la situación. Todo
esto, indica que la ansiedad se entiende como una respuesta normal y necesaria o
como una respuesta desadaptativa (ansiedad patológica); la ansiedad patológica
se manifiesta con mayor frecuencia, intensidad y persistencia que la ansiedad
normal, es decir, presenta diferencias cuantitativas respecto a aquella
(Spielberger, Pollans y Wordan, 1984).

Desde otra perspectiva, se ha considerado la ansiedad patológica como rasgo y


como estado a la vez (Spielberger, 1966, 1972), traduciéndose en el trastorno en
sí mismo por la presencia de síntomas irracionales y perturbadores para el
individuo. En resumen, la ansiedad alude a un estado de agitación e inquietud
desagradable caracterizado por la anticipación del peligro, el predominio de
síntomas psíquicos y la sensación de catástrofe o de peligro inminente, es decir, la
combinación entre síntomas cognitivos y fisiológicos, manifestando una reacción
de sobresalto, donde el individuo trata de buscar una solución al peligro, por lo que
el fenómeno es percibido con total nitidez.

Si bien es cierto la ansiedad se ha visto como una reacción emocional consistente


en sentimientos de tensión, aprensión, nerviosismo y preocupación que se
acompañan por la activación del sistema nervioso autónomo simpático; ésta es
anticipatoria, teniendo un valor funcional y utilidad biológica (Sandín y Chorot,
1995). Las manifestaciones cognitivas pueden ir desde una leve preocupación
hasta el pánico, pudiendo en sus formas graves implicar la convicción de un
destino inminente, preocupación por lo desconocido o temor de perder el control
sobre las funciones corporales. Las manifestaciones conductuales implican la
evitación de situaciones inductoras de ansiedad, mientras que los cambios
somáticos incluyen la respiración entrecortada, sequedad de boca, manos y pies
fríos, micción frecuente, mareos, palpitaciones cardíacas, elevación de la presión
sanguínea, aumento de transpiración, tensión muscular e indigestión (Sue, 1996).
En definitiva, la ansiedad se refiere a una respuesta a un peligro indefinido,
confuso o imaginario; ésta se caracteriza por la tirantez, inquietud y un sentido de
desamparo. El individuo ansioso anticipa una desgracia, dando como resultado
ciertas manifestaciones clínicas particulares, como sudoración, tensión muscular,
quejidos, pulso acelerado, respiración entrecortada, indigestión, diarrea, disfunción
sexual, entre otras.
3. OPERACIONALIZACIÓN DE VARIABLES

Se realizará una breve entrevista, con el fin de evaluar cada dimensión.

Variable Conceptualización/ Dimensiones Indicadores


definición De las variables de
la variable
Ansiedad Spielberger et al. (1984) Componente • Trato de evitar
definen la ansiedad como una fisiológico: situaciones sociales y
reacción emocional de (Sensaciones en las que se requiera
aprensión, tensión, internas y concentración
preocupación, activación y externas)
descarga del sistema nervioso Hace • Me siento
autónomo, mientras que referencia a la nervioso e irritado en
Tobeña (1997) considerando hora de estar situaciones de
que está tiene gran en una incertidumbre
repercusión en las emociones situación donde
y los mecanismos de defensa el individuo a la • Me produce

al igual que en parámetros hora de sufrir nauseas, temblor,

psicobiológicos. de un ataque tensión muscular

de ansiedad situaciones que

presente requiera pensar mucho

tensión
muscular, • Evito de manera

taquicardia, cotidiana la

sequedad en la responsabilidad de un
boca, temblor, trabajo oral para no
etc. sentir ningún malestar
físico o mental.
Componente  Evito de manera
emocional: cotidiana la
(Evita, evade) responsabilidad
trata de cómo de un trabajo
la persona oral para no
puede actuar a sentir ningún
la hora de sufrir malestar físico o
este ataque, mental.
tiende a ser
irritable y estar  Tiendo a
nervioso e sentirme
incluso huir o enfermo a la
evadir, de lo hora de estar en
que debe hacer grupos
en cierto realizando
momento. ciertas
actividades
académicas.

 Siento temor
pensar que
estoy
equivocado en la
asimilación de
conocimientos
vistos en clases.

 Acostumbro a
tener
pensamientos
negativos acerca
de mi presencia
o mi forma de
hablar a la hora
de intervenir en
clases.

 Me genera
incertidumbre a
la hora de
intervenir
durante las
clases por temor
a equivocarme.

 Siento
sudoración en
mis manos y
taquicardia a la
hora de
presentar una
exposición.

 Tiendo a
bloquearme o
sentirme
agotado a la
hora de estar en
el área
educativa.

 Tiendo a evadir
e ignorar y sentir
angustia o miedo
cuando el
docente me
pregunta sobre
un conocimiento
adquirido
previamente.

4. Bibliografía

Spielberger, C. D., Gorsuch, R. L. y Lushene, R. E. (1997). Cuestionario de


ansiedad

Sierra, J. C., Ortega, V., & Zubeidat, I. (2003). Ansiedad, angustia y estrés: tres
conceptos a diferenciar. Revista mal-estar e subjetividade, 3(1), 10-59.

También podría gustarte