7017 Código de Aguas
7017 Código de Aguas
7017 Código de Aguas
Expte. N° 90-13.433/1998.
Sancionada el 21/12/98. Promulgada el 24/12/98.
Publicada en el Boletín Oficial Nº 15.569, del 11 de enero de 1999.
TÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES
PRINCIPIOS – AGUAS INTERJURISDICCIONALES
TÍTULO II
DEL USO DEL AGUA PÚBLICA Y DE LOS DERECHOS Y OBLIGACIONES QUE DE ÉL
RESULTAN
TÍTULO III
CATEGORÍAS ESPECIALES DE AGUAS
Capítulo Cuarto: Aguas que Tengan o Adquieran Aptitudes para Satisfacer Usos de Interés
General
Art. 134.- Aguas que adquieran aptitudes para uso de interés general. Cuando las aguas
privadas tengan o adquieran aptitud para satisfacer usos de interés general, previo pago de la
indemnización correspondiente, pasarán al dominio público, debiendo la Autoridad de Aplicación
registrarlas en consecuencia.
Art. 135.- Prioridad de concesión. Ya en el dominio público, el antiguo propietario podrá solicitar
concesión de uso de estas aguas; para obtenerla tendrá prioridad sobre los otros solicitantes que
pretendan usos del mismo rango, conforme al orden establecido en el artículo 24 de este Código,
siempre que renuncie en forma expresa al derecho a la indemnización como condición para obtener
esta concesión. Si el antiguo dueño después de recibir indemnización solicita el uso de las aguas
que antes le pertenecían, deberá reintegrar el valor percibido como condición para el otorgamiento
de la concesión.
TÍTULO IV
DEFENSA CONTRA EFECTOS DAÑOSOS DE LAS AGUAS
TÍTULO V
REVENIMIENTO, SALINIZACIÓN, DESAGÜES Y AVENAMIENTO
TÍTULO VI
DE LOS CONSORCIOS
Capítulo Único
Art. 184.- Concepto - Ámbito -jurisdicción territorial. A los efectos de este Código llamase
consorcios de usuarios a las personas físicas o jurídicas que se agrupen o se constituyan para el uso
de agua pública desde una toma, presa común, sistema de cauces específicamente determinados
para la administración, control, aforo, planificación, conservación, mantenimiento y preservación de
la infraestructura hídrica para riego u otros usos especiales, con sujeción al artículo Nº 81 de la
Constitución Provincial, las normas de las Leyes Nros. 6.842 y 6.845, las disposiciones de este
Código y la reglamentación que al efecto se dicte. Los usuarios de aguas subterráneas alumbradas
por perforaciones, podrán constituir consorcios para su explotación, bajo el régimen del presente
Código, quedando la Autoridad de Aplicación facultada para propiciar su constitución cuando las
circunstancias así lo requieran.
Las atribuciones y funciones de los consorcios de usuarios se ejercen dentro del ámbito descripto en
el párrafo anterior y se extienden a toda actividad que directa o indirectamente afecte la normal
distribución de las aguas, la integridad de los cauces y la cantidad o calidad de las aguas que
conduzcan. La demarcación de dicha área será efectuada por la Autoridad de Aplicación.
Art. 185.- Constitución. El Poder Ejecutivo a través de la Autoridad de Aplicación propiciará la
reunión en consorcios a todos los usuarios de una fuente común para asegurar el uso racional y el
más apto aprovechamiento del agua.
Art. 186.- Facultad indelegable. No obstante la constitución del consorcio, es indelegable la
facultad de la Autoridad de Aplicación de disponer cuando estime necesario, la defensa y correcta
utilización del agua pública.
Art. 187.- Constitución de oficio - Lotes urbanos. La constitución de un consorcio podrá ser
promovida de oficio en función del artículo 185, o a petición de cualquiera de los usuarios de una
fuente común e inclusive de los municipios. Será autorizado previa notificación a la totalidad de los
usuarios del sistema, y siempre que, a juicio de la Autoridad de Aplicación resulte técnica y
económicamente conveniente. En el caso de usuarios correspondientes a lotes urbanos o
suburbanos, la municipalidad o comuna respectiva designará a uno de sus funcionarios el que tendrá
el carácter de un consorcista más, así como la comunidad de usuarios, a uno de sus miembros para
que los representen en las deliberaciones del consorcio.
Art. 188.- Miembros. Serán miembros del consorcio los propietarios o poseedores de los predios y
de los establecimientos industriales beneficiados por concesión de uso especial de agua pública de
fuente común, vinculados al objeto del consorcio.
El carácter de miembro del consorcio cesa de pleno derecho con la extinción de su condición de
propietario de la heredad o establecimiento beneficiado por la concesión de uso especial, pero se
transmite a los sucesores en el dominio de éstos.
Art. 189.- Requisitos. Toda solicitud de constitución de un consorcio deberá cumplir con los
requisitos que requiera la legislación vigente, ya sea que la promueva el Estado, el Municipio o los
particulares.
Art. 190.- Formación - Acto administrativo. El acto administrativo de constitución del consorcio
que dicte la Autoridad de Aplicación fijará los fines específicos del mismo y los límites de su
actuación, debiéndose incluirse entre otros, las siguientes funciones:
a) Ejercerá la representación legal de los miembros del consorcio.
b) Administrará y distribuirá los caudales en función de los distintos usos y las categorías de
los derechos empadronados, con criterios de equidad y eficiencia.
c) Los consorcios tramitarán las cuestiones de carácter administrativo que se susciten en su
zona de influencia y resolverán los conflictos que se planteen entre los usuarios con motivo
del uso y de la preservación de las aguas.
d) Deberá contar con una registración actualizada de los derechos de agua que contenga:
titularidad, tipo de usos, categoría de derechos, dotaciones y vuelcos autorizados.
e) Deberá poseer un plano del área territorial bajo su jurisdicción con demarcación del
recorrido del cauce, ubicación de las tomas generales, derechos empadronados, cultivos
existentes, utilización de aguas subterráneas y demás datos conducentes a una eficiente
distribución del agua.
f) Dispondrá la suspensión de la entrega de dotación del agua y aplicará multas en los casos
previstos en este Código y cuando específicamente se le delegue esta atribución.
g) Adoptará todas las medidas necesarias para prevenir, impedir y reducir la contaminación de
las aguas o el deterioro de los cauces y preservarlos de cualquier otro efecto nocivo.
h) Aplicará las demás disposiciones que integran el régimen legal de las aguas en la Provincia
y ejecutará los actos autorizados por la Autoridad de Aplicación.
i) Podrá adquirir o arrendar bienes, designar y contratar personal y disponer su remoción.
j) Someterá el Estatuto a aprobación por Decreto del Poder Ejecutivo, debiéndolo publicar en
el Boletín Oficial de la Provincia.
Art. 191.- Naturaleza jurídica. Los consorcios, una vez constituidos de conformidad a lo indicado
en los artículos precedentes, serán personas jurídicas de derecho público sin fines de lucro, gozarán
de autarquía, serán entes públicos no estatales, con plena capacidad para actuar en el ámbito del
derecho público y privado, con arreglo a las prescripciones de este Código, su reglamentación y a
sus Estatutos y supletoriamente a los principios generales del derecho administrativo en todo lo
relativo a las funciones públicas que le han sido delegadas.
Art. 192.- Efectos jurídicos. Desde la fecha que establezca el acto administrativo de su
reconocimiento, el consorcio será responsable del suministro, distribución del agua y evacuación de
sus excedentes en su zona de influencia y a tales fines de la infraestructura hidráulica comprendida
en la misma; todo ello de acuerdo a los reglamentos, planes e instrucciones que imponga la
Autoridad de Aplicación.
Asimismo los consorcios asumirán responsabilidades exclusivas por los daños y perjuicios
provocados al Estado o a terceros con motivo de los hechos, actos u omisiones de cualquier
naturaleza resultante de su propia actividad, la de sus dependientes y contratistas.
Corresponderá también a los consorcios vigilar que los usuarios hagan uso racional y eficiente de
las aguas, dando aviso inmediato a la Autoridad de Aplicación de cualquier irregularidad que pueda
producirse.
El consorcio y sus miembros serán solidariamente responsables ante el Estado o la Autoridad de
Aplicación respecto de las contribuciones a que estén obligados como usuarios de agua pública.
Art. 193.- Cargas - Prorrata. Los consorcios establecerán las diferentes cargas financieras y
prorratas, las que podrán ser modificadas cuando el interés de uno o más usuarios, previa
verificación de la Autoridad de Aplicación, haya variado notablemente respecto a las circunstancias
en base a las cuales las contribuciones fueron anteriormente establecidas.
Art. 194.- Estatutos. Los Estatutos deberán contener, entre otros requisitos que establezca la
reglamentación, las normas para la realización de las reuniones de la Asamblea General de los
usuarios, así como para la constitución, renovación de los órganos del consorcio, sus funciones y
atribuciones.
Art. 195.- Participación obligatoria. La participación en el consorcio de usuarios es obligatoria,
estará condicionada al reconocimiento de los respectivos derechos de uso. El consorcio no podrá
poner en ejercicio nuevas utilizaciones, sin la previa concesión, autorización o permiso de uso del
agua, otorgada por la Autoridad de Aplicación.
La Autoridad de Aplicación podrá otorgar nuevas autorizaciones para el uso del agua pública
disponible comprendida en la circunscripción consorcial. En tal supuesto los nuevos usuarios serán
obligatoriamente incorporados al consorcio proporcionalmente a sus derechos.
Art. 196.- Decisiones - Integración - Intervención. Las decisiones del consorcio son obligatorias
para todos los consorciados, inclusive los disidentes o ausentes.
El consorcio tendrá la facultad para aprobar la distribución provisional y definitiva de la prorrata
entre los usuarios.
Si un miembro no puede integrar su aporte o no lo hiciera a su debido tiempo, los demás
consorcistas están obligados a cubrir dicho aporte en la proporción de sus propias cargas, quedando
a salvo las acciones del consorcio contra el integrante en mora.
Las cargas del consorcio podrán consistir en aportes de dinero o en obras, servicios u otros aportes
en especie debidamente justipreciados.
Los consorcios de usuarios de aguas públicas funcionarán bajo el contralor directo de la Autoridad
de Aplicación, la que a instancias de los interesados o de oficio, podrá anular las decisiones
ilegítimas de aquéllos.
La Autoridad de Aplicación deberá intervenir la administración de los consorcios que por
negligencia en la ejecución, operación de los servicios, mantenimiento de las obras o por
inobservancia de las norma legales, reglamentarias o estatutarias, comprometa en forma grave como
consecución de los fines de la institución y los bienes de terceros.
Art. 197.- Ejecución de obras - Prestación de servicios. La Autoridad de Aplicación podrá
autorizar al Consorcio, y siempre que los estatutos así lo prevean, a ejecutar obras o prestar
servicios de interés común de sus integrantes cuando los mismos guarden adecuada relación con la
finalidad principal del consorcio, se adopten las medidas pertinentes a fin de asegurar una correcta
diferenciación de los resultados económicos y no se afecte de modo alguno el normal
funcionamiento de las actividades específicas de la institución y/o terceros.
Deberá ejecutar aquellas obras y trabajos necesarios para el mantenimiento, conservación, mejora y
limpieza de la infraestructura hídrica de su jurisdicción.
Art. 198.- Consorcios de segundo grado - Naturaleza jurídica. Los consorcios de usuarios de una
cuenca o sub-cuenca podrán agruparse en asociaciones de segundo grado para el mejor
cumplimiento de sus fines, para la defensa de los derechos y fomento de los intereses de los
consorcios de usuarios agrupados y para la coordinación de las actividades comunes, en la medida
que sean compatibles con una administración eficiente del recurso para todos los usos y en procura
del bien común zonal.
El consorcio de segundo grado será administrado por un número igual de representantes de cada
uno de los consorcios de primer grado que lo integren.
Los consorcios de segundo grado al igual que los de primer grado que lo integran, gozan de plena
capacidad jurídica para actuar en el ámbito del derecho público y privado, encontrándose facultados
para elaborar sus propios estatutos de organización y funcionamiento; designar a sus autoridades,
adquirir o arrendar bienes, designar y contratar personal y disponer su remoción y administrar sus
rentas.
Art. 199.- Reglamentación. La reglamentación fijará las normas para la organización de las
comunidades de usuarios, procurando la mayor participación de éstas en la administración del
servicio y en el mantenimiento y mejoramiento de la infraestructura afectada a éste, con adecuación
a las particularidades de cada caso.
Art. 200.- Administración y alcance del consorcio de segundo grado. Los canales principales,
sus diques de toma o derivación o los cauces naturales de los cuales se desprenden hijuelas se
administran por el consorcio de segundo grado correspondiente según sus Estatutos, los que deberán
ser aprobados por el Poder Ejecutivo de la Provincia, sin perjuicio del contralor de la Autoridad de
Aplicación.
Los consorcios de usuarios y las asociaciones de segundo grado quedan sometidas de pleno derecho
a este régimen. Los consorcios y asociaciones existentes deberán adecuarse al presente Código
dentro del plazo de dos (2) años de la vigencia del presente.
TÍTULO VII
DEL REGISTRO PÚBLICO Y CENSO DE LAS AGUAS
TÍTULO VIII
DE LAS OBRAS HIDRÁULICAS
TÍTULO IX
DEL RÉGIMEN DE UTILIZACIÓN DE LAS AGUAS PÚBLICAS Y DISTRIBUCIÓN DE
CAUDALES
TÍTULO X
RESTRICCIONES AL DOMINIO – OCUPACIÓN TEMPORAL – SERVIDUMBRES
ADMINISTRATIVAS Y EXPROPIACIÓN IMPUESTAS EN RAZÓN DEL USO DE LAS
AGUAS O DEFENSA CONTRA SUS EFECTOS NOCIVOS
TÍTULO XI
JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA
TÍTULO XII
DISPOSICIONES TRANSITORIAS Y FINALES
Dada en la Sala de Sesiones de la Legislatura de la provincia de Salta, a los veintiún días del mes de
diciembre del año mil novecientos noventa y ocho.
FERNANDO E. ZAMAR – Pedro Sández – Dr. Guillermo A. Catalano – Dr. Luís G. López Mirau.
Decreto Nº 4.913
Ministerio de la Producción y el Empleo
Expte. Nº 90-l3.433/98 Referente.
VISTO el proyecto de ley aprobado por las Cámaras Legislativas en sesión realizada el 21 de
diciembre de 1998, mediante el cual se aprueba el Código de Aguas de la provincia de Salta y;
CONSIDERANDO
Que el texto del Artículo 6º del proyecto de ley aprobado crea el Consejo Asesor Provincial del
Agua con la finalidad de actuar como un órgano de consejo y asesoramiento de la Autoridad de
Aplicación, integrado por usuarios del agua pública. Y la creación de tal instituto es plenamente
compartido por el Poder Ejecutivo, empero se considera conveniente que su constitución no recepte
un número clausus, permitiendo la flexibilidad de la norma y así maximizar la participación de los
distintos representantes de los sectores comprometidos. En consecuencia resulta procedente la
observación parcial de tal precepto;
Que en el Artículo 51 del proyecto aprobado se dispone la obligatoriedad de la publicidad de toda
modificación, alteración o cancelación del catastro de agua, imperativo compartido por el Poder
Ejecutivo: salvo en lo referente al caso mínimo de cinco días de publicación. Tal mecanismo de
publicidad resulta, en virtud de la experiencia registrada por la administración excesivamente
onerosa para los usuarios, por lo que se considera apropiado dejar librado a la reglamentación el
término de publicación de tales actos;
Que en la forma del Artículo 56 del proyecto sancionado se incorpora el primer párrafo última
parte, la necesidad de aprobación por ley de la determinación del canon anual por el derecho al uso
del agua.
Encontrándose en la ley establecidos los límites y parámetros para la determinación del valor del
canon por parte del Poder Ejecutivo, y atento a razones de celebridad y flexibilidad, resulta
conveniente que tal determinación sea establecida por el mismo, en el marco de los parámetros
establecidos, sin necesidad de aprobación legislativa. Ello es así por cuanto un proceso deliberativo
en ambas Cámaras para aprobar el canon ya determinado por el Ejecutivo de conformidad a la ley
vigente, resultaría un desgaste innecesario provocándose demoras que conlleven, una suerte de
inseguridad jurídica, con los pertinentes perjuicios a los usuarios;
Que en el mismo orden de ideas resulta inconveniente dejar establecido en el precepto normativo el
procedimiento y órganos encargados de la cobranza del canon anual por derecho al uso del agua,
debiéndose dejar librado a la potestad administrativa la determinación de tales extremos
suprimiéndose el texto del segundo párrafo del Artículo 56. Ello de conformidad a lo establecido en
el Artículo 144 de la Constitución Provincial;
Que asimismo, en orden a lo normado por el Artículo 310 del proyecto aprobado, corresponde
concluir la inconveniencia de la referencia al Código de Procedimientos Administrativos. La norma
es clara en cuanto a que la única vía de cobro compulsivo de las obligaciones en mora por
conceptos referidos al uso del agua pública, es la judicial; empero en el marco de nuestro
ordenamiento procesal, corresponde la aplicación de las normas pertinentes del Código de
Procedimientos Civil y Comercial.
Por ello, en ejercicio de las potestades acordadas por los Artículos 131, 144, inciso 4) de la
Constitución Provincial y Artículo 13 de la Ley 6.811;
Artículo 1º - Obsérvese parcialmente el proyecto de Ley sancionado por las Cámaras Legislativas
en sesión realizada el 21 de diciembre de 1998, mediante el cual se aprueba el “Código de Aguas de
la Provincia de Salta” en lo que respecta al Artículo 6º de conformidad a lo establecido por los
Artículos 131 y 144 inciso 4) de la Constitución y Artículo 13 de la Ley Nº 6.811, ingresado bajo
Expediente Nº 90-13.433/98, el que queda redactado de la siguiente manera:
“Artículo 6º- Autoridad de Aplicación.- El Poder Ejecutivo determinará la Autoridad de Aplicación
respetando la legislación vigente de principios de política de agua y medio ambiente.
Créase el Consejo Asesor Provincial del Agua, a fin de asesorar y aconsejar a la Autoridad de
Aplicación, el que deberá estar integrado por los usuarios del agua pública”.
Artículo 2º- Obsérvase con los fundamentos dados en los considerandos del presente el plazo de
publicidad establecido en el Artículo 51 del proyecto de ley sancionado por las Cámaras
Legislativas, cuya redacción queda establecido de la siguiente forma:
“Artículo 51- Publicidad. Las inscripciones, modificaciones, alteraciones o cancelaciones de los
Catastros de Aguas, a instancia de parte o de oficio, deberán ser publicadas en el Boletín Oficial, y
en un diario de circulación de toda la Provincia, y para los mismos se seguirá el procedimiento
establecido en este Código, para el otorgamiento de concesiones de uso de agua pública”.
Artículo 3º- Obsérvese, con arreglo a las razones esgrimidas en los considerandos, la frase “y
aprobado por ley” del primer párrafo, última parte, del Artículo 56 del proyecto de ley sancionado.
Dicho párrafo quedará redactado de la siguiente manera:
“Artículo 56.- Determinación del Canon. La determinación del canon anual por derecho al uso será
realizado por el Poder Ejecutivo Provincial previo informe de la Autoridad de Aplicación”.
Artículo 4º- Obsérvese, con el alcance dado en los fundamentos de este decreto, el segundo párrafo
del Artículo 56 del proyecto de ley sancionado.
Artículo 5º - Obsérvese, por el alcance dado en los fundamentos de este decreto, la frase “vía de
apremio, aplicándose el Código de Procedimiento Administrativo y” inserta en el Artículo 310 del
proyecto de ley. El citado precepto quedará redactado de la siguiente forma:
“Artículo 310. - Vía de Apremio. Corresponderá la vía judicial para el cobro del canon, tasas,
contribuciones y mejoras, reembolso de obras o trabajos efectuados por cuenta o en beneficio de
personas titulares del uso del agua, álveos u obras públicas, multas o cualquier obligación
pecuniaria establecida por este Código, leyes o reglamentos de aplicación. Las apelaciones no
tienen efecto suspensivo”.
Artículo 6º - Con las salvedades establecidas en los artículos anteriores promúlgase el resto del
texto sancionado como Ley de la Provincia Nº 7.017.
Artículo 7º - El presente decreto será refrendado por el señor Ministro de la Producción y el Empleo
y por la señora Secretaria General de la Gobernación.
Artículo 8º - Comuníquese, publíquese en el Boletín Oficial y archívese.
DECRETO 1.502/2000
Salta, 12 de junio de 2000.
Por ello,
El Gobernador de la provincia de Salta
DECRETA
Artículo 1º.- Reglamentase el Art. 51 de la Ley Nº 7017, como sigue: Deberán ser publicadas en el
Boletín Oficial y en un diario de circulación en toda la Provincia: 1) Las inscripciones de
concesiones de uso de aguas públicas en el Catastro de Aguas, por el término de cinco (5) días. 2)
Las modificaciones, alteraciones o cancelaciones de derechos concedidos, por el término de tres (3)
días. 3) Las cancelaciones de derechos concedidos para irrigar superficies de hasta una (1) hectárea,
por el término de un (1) día.
Art. 2º.- El presente decreto será refrendado por el señor Ministro de Infraestructura y por la señora
Secretaria General de la Gobernación.
Art. 3º.- Comuníquese, publíquese en el Boletín Oficial y archívese.
Decreto 1.989/2002
SALTA, 28 de octubre de 2002
Vigente, de alcance general
Visto
Visto la necesidad de reglamentar el Art. 126 de la Ley 7.017, Código de Aguas de la Provincia de
Salta; y
Considerando
Que el cuerpo citado ordena que será la Autoridad de Aplicación quién procederá a determinar la
línea de ribera de los cursos naturales de agua dentro de la jurisdicción de la provincia de Salta.
Que dicho cuerpo legal expresa claramente el criterio con que se fijar dicha línea de ribera,
definiéndose por el artículo 2.577 del Código Civil, y este determina que será el criterio de la línea
"a que llegan las más altas aguas en su estado normal".
Que determinado el criterio jurídico, el procedimiento para aplicarlo será fijado por la
reglamentación que se establezca al efecto, lo que así se hace.
Que es necesario fijar conceptos claros en lo que ha definiciones jurídicas respecta, manifestando
que el "lecho" de un curso de agua es la superficie de tierra que las aguas ocupan habitualmente,
denominándoselo también "cauce, alveo o madre", empleando el Código Civil con preferencia los
términos "cauce" (art. 2.340, inciso 3) y "lecho" (art. 2.577, 2581,2642 y concordantes).
Que la Ley de aguas de España en su art. 32 habla de alveo o cauce, y el Código Civil de Bolivia
(art. 305) emplea el vocablo madre como sinónimo de lecho o cauce, siendo estos los antecedentes
de la ley de aguas vigente en la Provincia de Salta.
Que al art. 2577 del Código Civil, criterio que debemos aplicar en la presente reglamentación, dice
claramente que el límite del lecho de un río se determina "por la línea a la que llegan las más altas
aguas en su estado normal", criterio este que, en su esencia, adoptan las mayorías de las
legislaciones vigentes en materia de aguas, como lo establecido en el Código Rural Uruguayo en su
artículo 389; la Ley de Aguas de Bolivia, art. 47; el Código de Aguas de Perú, art. 32; el Código
Civil de Portugal, art. 3 y el Código de Aguas de Brasil, art. 9.
Que esto significa que para determinar el límite del lecho de un río se consideren los aumentos de
nivel de las aguas debido a causas de carácter "permanente" (SCJ), fallo 105, p g. 446,447-
considerando 18).
Que esas causas de carácter permanente constituyen jurídicamente lo que se denomina "crecidas
ordinarias", en oposición a las "causas extraordinarias o accidentales" (tempestades, inundaciones,
etc).
Que este criterio de "crecidas ordinarias" lo aplican no solamente la legislación española (art. 32)
sino las legislaciones uruguaya, peruana, boliviana, y lo mismo hace la Comisión de Reformas de
nuestro Código Civil, siguiendo el proyecto del Dr. Bibiloni.
En igual criterio sostenían los romanos cuando establecían que crecidas ordinarias significaba "vaso
lleno" o plenissimun flumen" y, con gran acierto, los manifiesta la doctrina argentina, especialmente
el Dr. Guillermo Cano en su trabajo para el consejo Federal de Inversiones, manifestando que "las
crecientes ordinarias son parte esencial de la normalidad del río".
Que en cambio, las causas accidentales, extraordinarias o transitorias o anormales que originan un
aumento en el nivel de las aguas, en nada influyen para determinar el límite del lecho o alveo de los
cursos de agua. Es por eso que las "inundaciones", que son fenómenos imprevistos y sin
regularidad, para nada influyen en las determinación de la línea de ribera.
Que consecuentemente al establecer el Código de Aguas de Salta que la línea de ribera se determina
por el nivel de las más altas aguas en su estado "normal", implícitamente rechaza, a esos efectos, el
más alto nivel determinado por causas "anormales" o "no permanentes".
Que para influir en la determinación del lecho de la línea de ribera o curso de agua, las crecidas
deben ser "ordinarias" y de ningún modo "extraordinarias".
Que el terreno que las aguas cubren a raíz de una inundación, no forman parte del lecho del río, y
pueden denominarse "margen" del mismo, que es la parte externa del lecho cuyo límite está dado
por la línea de ribera.
Que profundizando más el concepto, la inundación en nada modifica o altera el derecho de
propiedad del dueño de las tierras cubiertas por las aguas, y esto es así aunque la inundación fuere
pasajera o prolongada, total o parcial (Marienhoff, Miguel; Régimen de las Aguas Públicas y
Privadas de la Argentina, Tesis doctoral, p g. 22, idem Chardon y Demolombe, para el derecho
francés, Mercado y Rafael García para el derecho español, al igual que Luis Claro Solar y Mazza
para el derecho italiano).
Que los principios que anteceden ya fueron sostenidos por el derecho romano, cuando definían a las
más altas aguas en los momentos de las tormentas ordinarias con el "plenissimun flumen"
(Institutas, Libro 2, Título 1, Párrafo 24; Digesto, libro 41, título 1: ley 7, párrafo 6; y libro 43,
título 12; ley 12, párrafo 5 y 6, ídem ley de Aguas de España, art. 40; Código de Aguas de Perú, art.
40, Código Rural Uruguayo art. 349; Ley de Aguas de Bolivia art. 57; Código Civil de Ecuador art.
643 y Código Civil de Chile, art. 653).
Que en el derecho argentino todas las legislaciones provinciales sostienen el "plenissimun flumen",
o como lo llama la doctrina "a vaso lleno", y como dice el Dr. Joaquín López, autor de los códigos
de agua para Córdoba, Santiago del Estero, Catamarca, Ecuador, Venezuela, México y actualizador
de los códigos de aguas de Francia y España, "la mayoría de las legislaciones del mundo tienen
establecido que la línea de ribera está determinada en los cursos de agua por las más altas crecientes
normales u ordinarias".
Que el lecho de un curso de agua está formado por dos partes: por el " piso o fondo" y por las
"riberas". El piso o fondo es la "superficie sobre la cual corre el agua". Las riberas constituyen los
costados del lecho, "entre los cuales corre el agua" (Miguel Marienhoff, Tratado del Derecho
Administrativo, tomo 6, Tesis Doctoral; idem Gilardoni, tomo 1, p g. 54; Gay de Montell, Teoría y
Práctica de la Legislación de Agua, p g. 77 y siguientes).
Que en el Art. 35 de la ley de Aguas de España, fundamento del artículo que analizamos, las
"riberas" son las fajas laterales de los alveos de los ríos, hasta el límite que las aguas alcancen en
sus mayores avenidas ordinarias; y "márgenes" son las zonas laterales que lindan con la línea de
ribera, pudiéndose decir con toda claridad que las riberas pertenecen al lecho del río, mientras que
las márgenes son las zonas laterales de los ríos, y que por lo tanto no pertenecen a su alveo.
Que la jurisprudencia en el caso "Sociedad Puerto de Rosario c/ la empresa Deposito de Gomas s/
expropiación", la sentencia dijo que " según la doctrina universalmente adoptada por todos los
jurisconsultos que se han ocupado del estudio de los ríos desde el punto de vista histórico y jurídico,
éstos se componen de tres elementos constitutivos de los mismos:
1) El caudal del agua que la contienen.
2) Su lecho, o sea la franja de tierra que las aguas ocupan permanentemente.
3) Las llamadas riberas internas o playas, que se componen de los terrenos que las aguas ocupan y
desocupan periódicamente en sus más altas crecientes ordinarias".
Es decir, acepta como indiscutido el "plenossimum flumen" de Paulo. (sentencia Confirmada por la
CSJ de la Nación, con fecha 8 de mayo de 1909).
Que a fin de evitar desinteligencias con el Código Civil ha definido claramente en su artículo 2.750,
segunda parte, que "el deslinde de los fundos que dependen del dominio público corresponde a la
jurisdicción administrativa" y esta jurisdicción pertenece al orden provincial.
Que la fuente del artículo citado a los Juristas Demolombe, Pardésus y Fourcat, los que a su vez se
basan en la obra de Aubry et Rau, los que dice; "en cuanto a la delimitación de los fundos que
dependen del dominio público, ella entra en las atribuciones exclusivas de la administración y de la
jurisdicción administrativa, definición que ha tomado el codificador Dalmacio Vélez Sarfield.
Que al respecto la jurisprudencia ha dicho" la determinación de la línea de ribera en el terreno,
pertenece en primer lugar al poder administrador, pero no es, desde luego, un asunto de carácter
judicial" (Cámara Federal, Capital, sentencia del 14/06/13) Que en el "caso Barassi" el Juez Dr.
Orús sostuvo: "corresponde a la autoridad administrativa determinar en el terreno la línea hasta
donde llegan las más altas marcas, según lo establecido la Excelentísima Cámara Federal de la
Capital en Junio 4, de 1913".
Que la doctrina nacional esta conteste con el criterio mencionado en la aplicación concreta del
Artículo 2.750 del Código Civil cuando dice "el deslinde de los fundos que dependen del dominio
público corresponde exclusivamente a la jurisdicción administrativa". Ya Alfredo Castello decía en
su obra Derechos de Aguas (1919) "la determinación del cauce debe hacerla, cualquiera sea el
método que fije la ley pertinente, el Poder Ejecutivo". En igual posición, los Dres. Marienhoff,
Spota y Guillermo Allende en su obra Derechos de Agua con acotaciones hidrológicas.
Que como dice Marienhoff la fijación de los límites de las cosas públicas, a la vez que su deslinde
respecto a los bienes de dominio privado, constituyen un acto administrativo llamados "acto de
delimitación".
Que consecuentemente "delimitar un curso de agua significa señalar en el terreno los límites de
aquel, con lo que al propio tiempo se fija la línea que lo separa de las heredades limítrofes. Que si
está definido el acto de delimitación, este consiste única y exclusivamente y no en otra cosa en una
operación.
Que se reduce a "constatar" en la forma más aproximada posible, los límites naturales del curso de
agua.
Por ello, resulta aceptada la afirmación de los tratadistas argentinos Guillermo Cano, Miguel
Marienhoff y Alberto Spota de que "los ríos y el mar fijan por sí mismos sus límites". Se trata, en
síntesis de la constatación de un lecho.
Que como dice el maestro Marienhoff, existen dos sistemas principales para delimitar un curso de
agua, y estos son los que en Francia sostuvieron el Consejo General de Puentes y Calzadas en el
Ministerio de Obras Públicas por un lado, y el Consejo de Estado, por otra parte.
Que de acuerdo al primer criterio el límite de un río debe fijarse no solo sobre cada ribera, sino en
relación a cada punto de cada ribera, considerando separada e independientemente de la ribera
opuesta y de los otros puntos de la misma ribera.
Que para el Consejo del Estado Francés este no considera aisladamente a las dos riberas, ni sigue
los accidentes naturales del terreno, sino que adopta un "plan general de desbordamiento"
determinado por el nivel que alcanzan las aguas cuando comienzan a desbordarse sobre un número
considerable de puntos.
Que nos parece práctico y acertado el primer criterio del Consejo General y del Ministerio de Obras
Públicas, ya que será necesario caminar el río en conjunto con técnicos idóneos, fijando a izquierda
y derecha del curso de aguas los lugares por donde naturalmente el río a pasado y luego unirlos con
una línea que determinará la ribera.
Que para llegar a un plan de desbordamiento, siguiendo el criterio del consejo de Estado Francés,
puede resultar que tierras que forman parte del lecho sean adjudicadas a heredades linderas y que
partes de estas sean adjudicadas al curso de agua.
Que consecuentemente creemos acertado aceptar el primer criterio, ya que con el mismo se
constatará el estado real de los lugares, teniendo el merito de la exactitud, y es por eso que resulta
preferible y aceptable.
Que resulta" la confirmación del hecho", pues como dice la doctrina argentina, se confirma con
exactitud la zona esta la cual llegan "efectivamente" las aguas en su estado normal.
Que las aguas y las tierras comprendidas dentro las líneas de ribera son cosas del dominio público
(Art. 2340, inciso 4 y 6, del C.C.) y por lo tanto son inembargables, inalienables, y no se admite la
prescripción adquisitiva del dominio por parte de particulares.
Que el uso y goce por parte de particulares solo se puede dar por las figuras del Permiso Precario y
la Concesión, debiéndose cumplir todas las condiciones para los usos especiales fijados por el
Código de Aguas, la que se extinguirá cuando se den las causales de renuncia, vencimiento del
plazo por el cual fue otorgada, caducidad, revocación, falta de objeto y nulidad conforme a los
artículos 37 al 44 de la Ley 7.017.
Por ello, y en función de las facultades conferidas por la Ley N. 7017.
El Gobernador de la provincia de Salta DECRETA
Artículo 1.- Apruébase la Resolución N. 070/02 de la Agencia de Recursos Hídricos, que establece
el procedimiento para la determinación de la línea de ribera, conforme dispone el artículo 126 de la
Ley 7.017 que en copia forma parte del presente decreto.
Art. 2.- El presente Decreto será refrendado por el Señor Ministro de la Producción y el Empleo y
por el Señor Secretario general de la Gobernación.
Art. 3.- Comuníquese, publíquese, en el Boletín Oficial y archívese.
LOPEZ ASENSIO
RESOLUCION: 000070
VISTO la necesidad de reglamentar el artículo 126 de la Ley 7.017, Código de Aguas de la
Provincia de Salta; y CONSIDERANDO: Que el cuerpo normativo citado ordena que será la
Autoridad de Aplicación quien procederá a determinar la línea de ribera de los cursos naturales de
agua dentro de la jurisdicción de la provincia de Salta.
Que dicho cuerpo legal expresa claramente el criterio con que se fijara dicha línea de ribera,
definiéndose por el artículo 2.577 del Código Civil, y este determinará que será el criterio de la
línea " a que llegan las más altas aguas en su estado normal".
Que determinado el criterio jurídico, el procedimiento para aplicarlos será fijado por la
reglamentación que se establezca al efecto, lo que así se hace.
Que es necesario fijar conceptos claro en lo que a definiciones jurídicas respecta, manifestando que
el "lecho" de un curso de agua es la superficie de tierra que las aguas ocupan habitualmente,
denominándoselo también "cauce, lveo o madre", empleado el Código Civil con preferencia a los
términos "cauce"(art. 2.340, inciso 3) y "lecho"(art. 2.577, 2.581,2.642, y concordantes) Que la Ley
de Aguas de España en su art. 32 habla de alveos o cauce, y el Código Civil de Bolivia (art. 305)
emplea el vocablo madre como sinónimo de lecho o cauce, siendo estos los antecedentes de la ley
de aguas vigente en la Provincia de Salta.
Que el art. 2577 del Código Civil, criterio que debemos aplicar en la presente reglamentación, dice
claramente que el límite del lecho de un río se determina "por la línea a la que llegan las más altas
aguas en su estado normal", criterio este que, en su esencia, adoptan las mayorías de las
legislaciones vigentes en materia de aguas, como lo establecido en el Código Rural Uruguayo en su
artículo 389; la Ley de Aguas de Bolivia art. 47; el Código de Aguas de Perú art. 321; el Código
Civil de Portugal art. 3 y el Código de Aguas de Brasil, art. 9.
Que esto significa que para determinar el límite del lecho de un río se consideren los aumentos de
nivel de las aguas debidos a causas de carácter "permanente"(SCJ, fallo 105, p g. 446, 477-
considerando 18).
Que esas causa de carácter permanente constituyen jurídicamente lo que se denomina "crecidas
ordinarias", en oposición a las "causas extraordinarias o accidentales"(tempestades, inundaciones,
etc.).
Que este criterio de "crecidas ordinarias" lo aplican no solamente la legislación española (art. 32)
sino las legislaciones uruguaya, peruana, boliviana, y lo mismo hace la Comisión de Reformas de
nuestro Código Civil, siguiendo el proyecto del Dr. Bibiloni.
Que igual criterio sostenían los romanos, cuando establecían que crecidas ordinarias significaba
"vaso lleno" o "plenissimun flumen" y, con gran acierto, lo manifiesta la doctrina argentina,
especialmente el Dr. Guillermo Cano en su trabajo para el Consejo Federal de Inversiones,
manifestando que "las crecientes ordinarias son parte esencial de la normalidad del río".
Que en cambio las causas accidentales, extraordinarias o transitorias o anormales que originan un
aumento en el nivel de las aguas, en nada influyen para determinar el límite del lecho o lveo de las
cursos de agua. Es por eso que las "inundaciones", que son fenómenos imprevistos y sin
regularidad, para nada influyen en la determinación de la línea de ribera.
Que consecuentemente al establecer el Código de Aguas de Salta que la línea de ribera se determina
por el nivel de las más alta aguas en su estado "normal", implícitamente rechaza, a esos efectos, el
más alto nivel determinado por causas "anormales" o "no permanentes".
Que para influir en la determinación del lecho de la línea de ribera o curso de agua, las crecidas
deben ser "ordinarias" y de ningún modo "extraordinaria".
Que el terreno de las aguas cubren a raíz de una inundación, no forman parte del lecho del río, y
pueden denominarse "margen" del mismo, que es la parte externa del lecho cuyo límite está dado
por la línea de ribera.
Que profundizando más el concepto, la inundación en nada modifica o altera el derecho de
propiedad del dueño de las tierras cubiertas por las aguas, y esto es así aunque la inundación fuere
pasajera o prolongada, total o parcial (Marienhoff, Miguel; Régimen de las Aguas Públicas y
Privadas de la Argentina, Tesis Doctoral, p g. 22; idem Chardon y Demolombe, para el derecho
francés; Mercado y Rafael García para el derecho español, al igual que Luis Claro Solar y Mazza
para el derecho italiano).
Que los principios que anteceden ya fueron sostenidos por el derecho romano, cuando definían a las
altas aguas en los momentos de las tormentas ordinarias como el "plenissimum flumen" (Institutas,
Libro 2, Título 1, párrafo 24; Digesto, Libro 41, título 1; Ley 7, párrafo 6; y Libro 43, título 12; Ley
12, párrafo 5 y 6; iden Ley de Aguas de España, art. 40; Código de Aguas de Perú, art. 40; Código
Rural Uruguayo, art. 349; Ley de Aguas de Bolivia, art. 57; Código Civil de Ecuador; art. 643 y
Código Civil de Chile, art. 653).
Que en el derecho argentino todas las legislaciones provinciales sostienen el "plenissimun flumen",
o como lo llama la doctrina " a vaso lleno", y como dice el Dr. Joaquín López, autor de los códigos
de agua de Córdoba, Santiago del Estero, Catamarca, Ecuador, Venezuela, México y actualizador
de los códigos de agua para Francia y España, "la mayoría de las legislaciones del mundo tienen
establecido que la línea de ribera está determinada en los cursos de agua por las más altas crecientes
normales u ordinarias".
Que el lecho de un curso de agua está formado por dos partes: por el "piso o fondo" y por las
"riberas". El piso o fondo es la "superficie sobre la cual corre el agua". Las ribera constituyen los
costados del lecho, "entre los cuales corre el agua" (Miguel Marienhoff, Tratado del Derecho
Administrativo, tomo 6, Tesis Doctoral, idem Gilardoni, tomo 1, p g. 54; Gay de Montell, Teoría y
Práctica de la Legislación de Agua, p g. 76 y siguientes).
Que el artículo 35 de la Ley de Aguas de España, fundamento del artículo que analizamos, las
"riberas" son las fajas laterales de los alveos de los ríos, hasta el límite que las aguas alcancen en su
mayoría avenidas ordinarias; y "márgenes" son las zonas laterales que lindan con las líneas de
ribera, pudiéndose decir con toda claridad que las riberas pertenecen al lecho del río, mientras que
las márgenes son las zonas laterales de los ríos y por lo tanto no pertenecen a su alveo.
Que la jurisprudencia en el caso "Sociedad Puerto de Rosario c/la empresa Depósito de Gomas s/
expropiación", la sentencia dijo que "según la doctrina universal adoptada por todos los
jurisconsultos que se han ocupado del estudio de los ríos desde el punto de vista histórico y jurídico,
estos se componen de tres elementos constitutivos:
1) El caudal de agua que contienen
2) Su lecho, o sea la franja de tierra que las aguas ocupan permanentemente.,
3) Las llamadas riberas internas o playas, que se componen de los terrenos que las aguas ocupan y
desocupan periódicamente en su más altas crecientes ordinarias".
Es decir, acepta como indiscutido el " plenissimun flumen" de Paulo.
(Sentencia confirmada por la CSJ de la Nación, con fecha 8 de mayo de 1.909) Que a fin de evitar
desinteligencia el Código Civil ha definido claramente en su artículo 2750, segunda parte que "el
deslinde de los fundos que dependen del dominio público, corresponde a la jurisdicción
administrativa" y está jurisdicción pertenece al orden provincial.
Que la fuente del artículo citado pertenece a los juristas Demolombe, Pardésus y Foucart, los que a
su vez se basan en la obra de Aubry et Rau, los que dicen: "en cuanto a la delimitación de los
fundos que dependen del dominio público, ello entra en las atribuciones exclusivas de la
administración y de la jurisdicción administrativa, definición que ha tomado el codificador
Dalmasio Vélez Sarsfield.
Que al respecto la jurisprudencia ha dicho" la determinación de la línea de ribera en el terreno,
pertenece en primer lugar al poder administrador pero no es, desde luego, un asunto de carácter
judicial" (Cámara Federal Capital, sentencia del 14/06/13).
Que en el "caso Barassi" el Juez Dr. Orús sostuvo:"corresponde a la autoridad administrativa
determinar en el terreno la línea hasta donde llegan las más altas marcas, según lo ha establecido la
Excelentísima Cámara Federal de la Capital en Junio 4 de 1.913".
Que la doctrina nacional está conteste con el criterio mencionado en la aplicación concreta del
artículo 2.750 del Código Civil cuando dice" el deslinde de los fundos que depende del dominio
público corresponde exclusivamente a la jurisdicción administrativa”. Ya Alfredo Castello decía en
su obra Derecho de Agua (1919)" la determinación del cauce debe hacerla, cualquiera sea el método
que fije la Ley pertinente, el Poder Ejecutivo". En toda posición, los Dres. Marienhoff, Spota y
Guillermo Allende en su obra Derecho de Agua con acotaciones hidrológicas.
Que como dice Marienhoff la fijación de los límites de las cosas públicas, a la vez que su deslinde
respecto a los bienes de dominio privado, constituyen un acto administrativo llamado" acto de
delimitación".
Que consecuentemente "delimitar un curso de aguas significa señalar en el terreno los límites de
aquel, con lo que al propio tiempo se fija la línea que lo separa de las heredades limítrofes.
Que si está definido el acto de delimitación, este consiste única y exclusivamente y no en otra cosa
en una operación que se reduce a "constatar" en la forma más aproximada posible, los límites
naturales del curso de agua.
Por ello, resulta aceptada la afirmación de los tratadistas argentinos, Guillermo Cano, Miguel
Marienhoff, y Alberto Spota de que "los ríos y el mar fijan por si mismos sus límites". Se trata, en
síntesis de la constatación de un lecho.
Que como dice el maestro Marienhoff, existen dos sistemas principales para delimitar un curso de
agua, y estos son los que en Francia, sostuvieron el Consejo General de Puentes y Calzadas y el
Ministerio de Obras Públicas por un lado, y el Consejo de Estado, por otra parte.
Que de acuerdo al primer criterio el límite de un río debe fijarse no solo sobre cada ribera, sino en
relación a cada punto de cada ribera, considerando separada e independientemente de la ribera
opuesta y de los otros puntos de la misma ribera.
Que para el Consejo de Estado Francés este no considera aisladamente a las dos riberas, ni sigue los
accidentes naturales del terreno, sino que adopta un "plan general de desbordamiento" determinado
por el nivel que alcanzan las aguas cuando comienzan a desbordarse sobre un número considerable
de puntos.
Que nos parece práctico y acertado el primer criterio del Consejo General y del Ministerio de Obras
Públicas, ya que será necesario caminar el río en conjunto con técnicos idóneos, fijando a izquierda
y derecha del curso de agua los lugares por donde naturalmente el río ha pasado y luego unirlos con
una línea que determinará la ribera.
Que para llegar a un plan de desbordamiento, siguiendo el criterio del Consejo de Estado Francés,
puede resultar que tierras que forman parte del lecho sean adjudicadas a heredades linderas y que
partes de estas sean adjudicadas al curso de agua.
Que consecuentemente creemos acertado aceptar el primer criterio, ya que con el mismo se constata
el estado real de los lugares, teniendo el merito de la exactitud, y es por eso que resulta preferible y
aceptable.
Que resulta "la confirmación del hecho", pues como dice la doctrina argentina, se confirma con
exactitud la zona hasta la cual llegan "efectivamente" las aguas en su estado normal.
Que las aguas y las tierras comprendidas dentro de las líneas de ribera son cosa del dominio público
(Art. 2.340, inciso 4 y 6, del C.C.) y por lo tanto son inembargables, inalienables y no se admite la
prescripción adquisitiva del dominio por parte de particulares.
Que el uso y goce por parte de particulares solo se puede dar por las figuras del Permiso Precario y
la Concesión, debiéndose cumplir todas las condiciones para los usos especiales fijadas por el
Código de Aguas, la que se extinguirá cuando se den las causales de renuncia, vencimiento del
plazo por el cual fue otorgada, caducidad, revocación, falta de objeto y nulidad conforme a los
artículos 37 al 44 de la Ley 7.017.
Por ello, y en función de facultades conferidas por la Ley 7.017 y Decreto N. 1.379/02.
La Agencia de Recursos Hídricos RESUELVE:
Artículo 1.- Apruébase el procedimiento para la determinación de línea de ribera, conforme dispone
el Artículo 126 de la Ley 7.017, Conceptos y Denominaciones que como Anexo I y II forman parte
de la presente resolución.
Art. 2.- Solicitar al Poder Ejecutivo Provincial a través del Ministerio de la Producción y el Empleo
la ratificación de este acto administrativo.
Art. 3.- Publíquese en el Boletín Oficial por dos (2) días. Comuníquese al Ministerio de la
Producción y el Empleo, Dirección General de Inmuebles, Area Ingeniería Hídrica de esta Agencia
y elévese las actuaciones al Organismo citado en el artículo que precede.
ANEXO I: Procedimiento Para la Determinación de la Línea de Ribera
Artículo 1.- Realización de la determinación. La determinación de la línea de ribera podrá realizarse
por decisión propia de la Autoridad de Aplicación o a solicitud de partes interesadas.
Art. 2.- Partes interesadas. Serán partes interesadas todos los que se consideren con un interés
legítimo o en un derecho subjetivo y los organismos provinciales de participación obligatoria.
Art. 3.- Comisión. La Autoridad de Aplicación nombrará a una Comisión Técnica que estará
conformada, con profesionales de reconocida experiencia en trabajos asociados con estudios que
formen parte de la delimitación de la línea de ribera, siendo los expertos un Ingeniero Hidráulico o
Ingeniero Civil, un Geólogo, y un Agrimensor. Esta Comisión se avocará al estudio y
determinación de la línea de ribera sobre la base del presente procedimiento.
La Autoridad de Aplicación fijará la zona en donde se realizará el estudio y aprobará el plazo y el
método propuesto por la Comisión para expedirse.
Art. 4.- Notificación. La Comisión formada al efecto deberá notificar a todas las partes interesadas
que la Autoridad de Aplicación ha decidido realizar la determinación de la línea de ribera
correspondiente y además la Comisión deberá publicar en el Boletín Oficial por 2 (dos) días y en el
medio gráfico de mayor difusión un aviso de inicio de la determinación prevista.
Art. 5.- Plazo de Presentación. Las partes involucradas deberán presentar a la Comisión toda
información, estudio, planos o cualquier otro dato que sirva u oriente a la misma en la
determinación de la línea de ribera dentro de los 15 (quince) días de notificados.
Art. 6.- Métodos. El método a aplicar para la determinación de la línea de ribera a proponer por la
Comisión Técnica deberá ser técnicamente sustentable en función de la información existente y de
las características del río que se trate.
Art. 7.- Características Morfológicas. La línea de ribera deberá delimitarse por el nivel
correspondiente al caudal de la máxima crecida ordinaria; considerando además las distintas
características que tienen los ríos en la Provincia, en especial los procesos asociados con la
migración lateral provocada por la erosión natural.
Art. 8.- Condiciones en la aplicación del método. Para la determinación del método la Comisión
Técnica deberá tener en cuenta la siguiente prelación.
1- Datos de Registro: Determinación de aforos levantados en forma sistemática que permita
estadística no menores de 50 años.
Referencia de información de caudales determinados en lugares en los cuales puedan medirse con
previsión como puentes, alcantarillas, etc.
2- Registro Fotográficos: De existir registro fotográficos y/o satelitales que permitan a escala
adecuada acercarse lo más precisamente al hecho real.
3- Modelo Matemáticos: En caso que los datos sean insuficientes o no existan, podrá emplear un
estudio de cuenca con modelos matemáticos.
Art. 9.- Trabajo de campo. La Comisión Técnica deberá amojonar a izquierda y derecha del curso
los lugares de la más alta aguas por donde naturalmente el río ha pasado, es decir el máximo nivel
de las crecidas ordinarias: propiamente dicha. Teniendo como objeto la confirmación de un hecho,
fijando con exactitud las zonas que las aguas ocupan en sus más altas crecientes ordinarias. La
cantidad de puntos a determinar deberá ser la suficiente de manera que permita una clara
determinación de las líneas de ribera.
Art. 10.- Fijación de la línea de ribera. La Comisión, de acuerdo al método establecido, propondrá
las líneas de ribera a la Autoridad de Aplicación quien notificará a todos los interesados que hayan
participado en la operación, los que tendrán un plazo de 10 (diez) días a partir de la notificación
para realizar las observaciones que consideren necesarias, adjuntando toda la documentación
respaldatoria en que se basan las mismas.
Evaluada las observaciones por la Autoridad de Aplicación, éste emitirá el Acto Administrativo
fijando las líneas de ribera en un plazo de 10 (diez) días hábiles. Esto deberá ser registrado en el
libro de Catastros previstos en el Código de Agua y comunicado a la Dirección de Inmuebles para
su registración y archivo, previa publicación por 2 (dos) días en el Boletín Oficial y un diario de
mayor circulación.
El acto administrativo que fija la línea de ribera establecida por la Autoridad de Aplicación será
apelable ante el Tribunal de Agua fijado en el Artículo 308 de la Ley Provincial 7.017 y sus
reglamentarias.
Art. 11.- Costos. Los costos que demanden la determinación de la línea de ribera serán absorbidos
por quien solicite la determinación de la misma, siendo la Autoridad de Aplicación quien determine
dichos costos.
Art. 12.- Quedan derogadas todas las Resoluciones que se opongan a la presente. Las causas
actualmente en trámite deben retrotraerse para adecuarse a esta reglamentación.
ANEXO II: Concepto y Denominaciones
1) Línea de Ribera: son las líneas que unen los puntos cuyas cotas o niveles corresponden a la más
altas crecientes ordinarias y que limitan las márgenes del cauce.
2) Puntos de Ribera: la unión de estos puntos definir perfectamente a la línea de ribera.
3) Río: agua más cauce, es decir, continente y contenido.
Elementos constitutivos del río:
1) Caudal de agua
2) Lecho
3) Ribera
4) Lecho: superficie de tierra en un curso de agua que estas ocupan habitualmente. También se lo
denomina "cauce", "alveo" o "madre". Está formado por el piso o fondo y por las riberas.
- Piso o Fondo: es la superficie sobre la cual corre el agua.
- Ribera: son los costados del lecho, "entre los cuales" corre el agua.
5) Márgenes: zonas laterales que lindan externamente con la línea de ribera, no perteneciente al río
propiamente, ni a su ribera ni a su alveo.
La dirección de un río se fija por el sentido en que corren las aguas en forma natural, deduciéndose
de ello la ubicación de las márgenes por izquierda y derecha.
6) Crecida: es el proceso de elevación de las aguas de un curso de agua hasta un máximo a partir del
cual descienden.
- Tiempos de Crecidas: pueden ser ordinarias, extraordinarias y excepcionales.
- Crecidas Ordinarias: son aquellas cuyos períodos de recurrencia son iguales o menores a 50 años,
es decir las crecidas que en período de 50 años se producen por los menos dos veces.
-Crecidas Extraordinarias: son aquellas cuyos períodos de recurrencia son menores a 100 años.
-Crecidas Excepcionales: son aquellas cuyos periodos de recurrencias son mayores a 100 años.
7) Participación de los interesados: a los efectos colaborativos con la Comisión.
8) Amojonar: Fijar perfectamente un punto dado por medio de un mojón o estaca.
CONSIDERANDO
Que conforme lo establecido en la Constitución Nacional, art. 41, todos los habitantes gozan del
derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades
productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras y
tienen asimismo el deber de preservarlo;
Que las aguas del dominio público de la Provincia están destinadas a satisfacer las necesidades de
consumo y producción. Siendo los poderes públicos los encargados de preservar su calidad y reglar
el uso y el aprovechamiento
de la aguas superficiales y subterráneas que integran el dominio de la Provincia;
Que el uso de las aguas del dominio público destinadas al riego, es un derecho inherente a los
predios en beneficio de los cuales se conceden, en la medida y condiciones determinadas por el
Código de Aguas de la Provincia y la presente reglamentación, en atención a su función social y
económica, siendo ellos los que estimulan la expansión de las zonas bajo riego y la constitución de
Consorcios de Regantes, teniendo participación los usuarios del agua pública en todo lo
concerniente al aprovechamiento de ella;
Que es necesario reiterar lo consagrado por la Constitución Provincial, siendo la Provincia la que
regula el aprovechamiento de los ríos interprovinciales mediante leyes o tratados con las otras
provincias ribereñas;
Que para ello se hace necesario definir políticas en cuanto al concepto de “desarrollo sustentable” o
duradero, siendo éste el de satisfacer las necesidades de la generación presente sin comprometer la
capacidad de generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades;
Que las conferencias de la Naciones Unidas sobre el Agua y el Medio Ambiente, han dicho que “el
medio ambiente no existe como esfera separada de las acciones humanas, las ambiciones y las
demás necesidades y las tentativas para defender esta cuestión aisladamente de las preocupaciones
humanas, han hecho que el concepto de medio ambiente abarque a todos los recursos naturales,
especialmente al recurso agua”;
Que el desarrollo sustentable o duradero se fundamenta en varias premisas básicas, a saber: el
reconocimiento de las legítimas aspiraciones de las personas a una mejor calidad de vida, situación
que debe ser combinada con el compromiso de no desarticular a las generaciones futuras; el
equilibrio justo, que estaría dado en un manejo sustentable de la naturaleza y el agua;
Que es necesario superar el estado actual de pobreza de nuestros agricultores de subsistencia y el
mejorar el medio que los rodea, respetando estos principios;
Que la calidad de vida y desarrollo sustentable quedan equilibrados con los conceptos expresados,
pues es necesario satisfacer las necesidades básicas de todos los habitantes, extendiéndose ello a
todas las oportunidades de satisfacer sus aspiraciones a una vida mejor;
Que el crecimiento económico no es suficiente por sí solo, pues altos niveles de productividad
pueden coexistir con pobreza general y poner en peligro al medio ambiente en el que se
desenvuelven las actividades humanas y por ende a la vida misma;
Que el desarrollo duradero o sustentable requiere que las sociedades satisfagan las necesidades
humanas aumentando el potencial productivo y asegurando la igualdad de oportunidades para todos;
Que el agua es fundamental para la vida y la sabiduría de su manejo se logrará a través de la
armonización de los aspectos sociales, económicos y ambientales que la identifican;
Que por ello es necesario trabajar juntos gobierno y comunidad para generar una política de Estado
en lo referente al manejo del agua;
Que también es necesario articular la gestión hídrica con la gestión territorial, imponiendo prácticas
sustentables en todas las actividades que se desarrollen en las cuencas provinciales, debiendo
participar el sector hídrico en la gestión territorial, interviniendo en las decisiones sobre el uso del
territorio imponiendo medidas migratorias y restricciones, cuando la modalidad adoptada pudiera
conducir a impactos inaceptables en los recursos hídricos, especialmente la calidad del agua, la
función hidráulica de los cauces y los ecosistemas acuáticos;
Que la falta de servicios de saneamiento adecuados constituyen las causas principales de
enfermedades que impactan negativamente en el desarrollo de las comunidades, la salud de la
población y la integridad de los ecosistemas;
Que la atención de estos problemas exige la integración de las cuestiones relativas al agua potable y
al saneamiento en las políticas de gestión, tanto para las poblaciones urbanas como rurales;
Que las inundaciones recurrentes y la obstrucción del escurrimiento natural de las aguas,
constituyen serios problemas para vastas zonas del territorio provincial, así como también lo son las
situaciones de escasez y sequía, debiéndose implementar una política que evite las extracciones
incontroladas de aguas superficiales y subterráneas, exigiéndose para ello urgentes esfuerzos de
monitoreo, así como una estricta regulación de las fuentes en términos de cantidad y calidad;
Que es necesaria la plena gobernabilidad del sector hídrico y para ello se requiere del compromiso y
el accionar conjunto de los organismos de gobierno y de los usuarios del agua, en una estructura
dinámica y eficiente, como son las que ha consagrado el Código de Aguas de Salta a través de la
Autoridad de Aplicación y de los Consorcios de Usuarios;
Que esta política, fijada por el Gobierno Provincial, se logrará incorporando a la gestión diaria, la
equidad, la participación efectiva, la comunicación, el conocimiento, la transparencia y,
especialmente, la capacidad de respuesta de sus protagonistas a las necesidades productivas;
Que todos los habitantes de la Provincia tienen derecho a acceder al uso de las aguas para satisfacer
sus necesidades básicas de bebida, alimentación, salud y desarrollo. Esto se consigue aplicando el
principio de la equidad en el uso del agua, lo que significa asegurar a la población el acceso a los
servicios básicos de agua potable y de saneamiento, asignando recursos hídricos a proyectos de
interés social y promocionando el aprovechamiento del agua, buscando siempre alcanzar el
equilibrio de un desarrollo sustentable;
Que el agua en algunos momentos, se transforma en factor de riesgo y peligro, ocasionando
pérdidas de vidas humanas y serios daños a los sistemas económicos, sociales y ambientales. Para
prevenir y contrarrestar esos riesgos y peligros, debemos aprender a convivir con las restricciones
que el medio natural nos impone, tanto usuario como gobierno, al tiempo que se deben desarrollar
planes de contingencia y organizar estructura que permita prevenir y mitigar los impactos negativos,
tanto en los fenómenos de excedencia como de escasez hídrica, así como fallas en la infraestructura;
Que las aguas interjurisdiccionales son recursos hídricos compartidos en un condominio de
indivisión forzosa, situación que obliga tanto a los Estados Provinciales cuanto a los usuarios, a
pensar modos organizacionales que permitan la descentralización de funciones, promoviendo la
participación de organizaciones comunitarias en la gestión del agua;
Que es necesario establecer una gestión integrada del recurso hídrico, pasando del tradicional
modelo del desarrollo de la oferta, hacia la necesaria gestión del recurso en forma integrada con
otras jurisdicciones, en atención a sus necesidades, así como actuando en forma simultánea sobre la
oferta y la demanda, apoyándose en los avances tecnológicos y en las buenas prácticas;
Que siendo el agua para consumo humano básico, de prioridad sobre todo otro uso, la creciente
competencia por el uso del agua de una cuenca, de una jurisdicción o de un lugar, exige que los
posibles usos competitivos, se evalúen sobre la base de sus aspectos sociales, económicos y
ambientales en el contexto de una planificación integrada, respetando las prioridades establecidas
en el Código de Aguas;
Que el movimiento de las aguas no reconoce fronteras político-administrativas, sino leyes físicas;
del mismo modo que los mercados de consumo están condicionados por la ecuación entre las
necesidades para su subsistencia y la disponibilidad del recurso;
Que teniendo ello en cuenta, los acuíferos constituyen la unidad territorial más apta para la
planificación y gestión coordinada de los recursos;
Que la consideración de la totalidad de las ofertas y demandas de aguas en una región hidrográfica,
permite detectar las mejores oportunidades para su uso, lográndose al mismo tiempo anticipar
conflictos y minimizar impactos negativos a terceros o al ambiente;
Que para completar los objetivos de una política hídrica, es vital dar continuidad a la gestión
surgida de un trabajo de planificación consensuado, trascendiendo por sobre los períodos de
gobierno. A ese fin, la Provincia desarrollará planes hídricos como instrumento de compromiso
técnico y político para el cumplimiento de los objetivos fijados;
Que la planificación hídrica debe contar con la fuerza legal necesaria que asegure su continuidad y
con los mecanismos de actualización que correspondan;
Que asimismo el logro de los objetivos de la planificación hídrica se alcanza con la adecuada
combinación de acciones estructurales (construcción de infraestructuras) y de medida de gestión
tecnológicas, así como de disposiciones legales, como es la presente reglamentación, que
complementan las obras físicas. Así se propician las normativas para limitar o controlar el uso del
agua y del suelo, la tecnología para disminuir el riesgo hídrico y las medidas para evitar el derroche
y mejore la eficiencia del uso del agua;
Que siguiendo el principio de la centralización normativa y descentralización operativa, el Código y
la presente reglamentación propicia la participación de los usuarios del agua en el manejo de
determinados aspectos de la gestión hídrica. Por ello el presente reglamento fomenta la creación y
fortalecimiento de “Consorcios de Usuarios” del agua, en los cuales se delegan responsabilidades de
operación, mantenimiento y administración de la infraestructura hídrica que utilizan;
Que a los efectos de garantizar los fines de estas organizaciones se han creado marcos regulatorios
en el Código y la presente reglamentación adecuados, como asimismo la Autoridad de Aplicación
dispone de la necesaria capacidad técnica para su fomento, estabilidad, eficiencia y eficacia;
Por ello, en ejercicio de la facultad reglamentaria prevista en el art. 144, inc. 3ª de la Constitución
de la Provincia.
ANEXO
Art. 2º.- El uso por cualquier título de aguas públicas, álveos u obras construidas para utilidad o
comodidad común, no les hace perder el carácter de bienes públicos del Estado, inalienables e
imprescindibles.
Art. 5º.- La declaración de utilidad pública deberá ser efectuada por la Legislatura, previo informe
que realizará la Autoridad de Aplicación, concordando este artículo con el artículo 304 de la Ley Nº
7017, en tanto que los procedimientos a aplicar, serán los de la expropiación, rigiéndose por la ley
vigente en la Provincia.
TÍTULO II: Del Uso del Agua Pública y de los Derechos y Obligaciones que él resulten
Art. 25.- Todo requerimiento de Permiso o Concesión de agua pública para usos especiales se
tramitará por ante la Autoridad de Aplicación, conforme las previsiones del Código de Aguas
Provinciales y sus reglamentaciones; siendo de plena aplicación -en todo cuanto no sea
incompatible con dicho régimen especial- la Ley de Procedimientos Administrativos de la
Provincia, debiéndose utilizar los formularios que para cada caso establezca la Autoridad de
Aplicación. Salvo los casos en que proceda la notificación personal o por cédula, las partes
interesadas presentadas en las actuaciones, quedarán notificadas los días martes y jueves o el
siguiente hábil, si alguno de ellos fuere feriado, de todo informe, dictamen o providencia de la
Autoridad de Aplicación. A tales fines será de plena aplicación lo normado por los Art. 139; 140 y
141 de la Ley Nº 5348 sobre la vista de las actuaciones. Ello, dejándose debida constancia de las
vistas efectivamente tomadas por los interesados. No obstante lo anteriormente dispuesto, deberá
notificarse personalmente o por cédula a la parte interesada en todas las situaciones previstas en el
art. 146 de la Ley Nº 5348. Se producirá la caducidad de la instancia en todas las actuaciones que,
gestionándose en exclusivo interés privado del administrado, no registraren impulso por el plazo de
doce meses corridos. Dicho plazo se computará desde la fecha de la última petición de las partes o
resolución o actuación de la Autoridad de Aplicación que tuviese por efecto impulsar el
procedimiento y correrá incluso durante los días inhábiles. No se producirá la caducidad cuando los
procesos estuviesen pendientes de alguna resolución y la demora en dictarla fuere imputable a la
Autoridad de Aplicación, o cuando luego de dictada resolución no hubiese sido notificada a quien
perjudica la perención. Tampoco se producirá la caducidad contra el Estado.
Art. 27º.- Para el otorgamiento de Permisos de usos especiales sobre el agua del dominio público,
deberán acreditarse ante la autoridad de aplicación los mismos recaudos que los exigidos para las
Concesiones respecto de la protección y conservación del agua, su fuente, su ciclo y su ambiente.
Art. 32º.- Además de toda otra circunstancia que la Autoridad de Aplicación considere oportuno
hacer constar en el "Título de Concesión", se consignará siempre la obligación de mantener
actualizados los datos de titularidad del inmueble beneficiado. Ello, con la prevención del art. 52
inc. h).
Art. 40º.- Inciso a): Se declarará la caducidad en todos los casos de incumplimiento en la ejecución
de obras, trabajos y estudios, a que estuvieren obligados los concesionarios; salvo que éstos
demuestren que de su parte no hubo negligencia, imprudencia o impericia en el incumplimiento de
sus obligaciones.
Art. 41º.- Cuando por falta de disponibilidad de aguas públicas, no resultare posible otorgar una
concesión, el interesado podrá requerir a la Autoridad de Aplicación que informe respecto de las
concesiones que hubieran sido otorgadas con anterioridad respecto de la misma fuente. Ello, a los
fines de instar su caducidad o revocación en mérito de la prelación legal que tuviera. Cuando la
revocación fundada en las prioridades del art. 24 del Código de Aguas obedeciera a razones de
interés público, la indemnización será afrontada por el Estado Provincial; pero cuando responda al
sólo interés particular del nuevo requirente, será éste quien afrontará la misma.
Art. 42º.- Ejercida la instancia de prelación, la Autoridad de Aplicación correrá traslado a los
interesados y fijará una audiencia de conciliación entre las partes, en la que se procurará determinar
el monto de la indemnización establecida en el art. 41 del Código de Aguas, si correspondiere. En
caso de no arribarse a un acuerdo y, cuando la instancia resulte procedente, la Autoridad de
Aplicación -previa producción de los informes pertinentes- determinará el monto en cuestión
mediante resolución fundada.
Art. 52º.- Inc. h.- El permisionario o concesionario deberá informar a la Autoridad de Aplicación
todo cambio en la titularidad del inmueble beneficiario, manteniendo actualizado el domicilio del
titular de dominio. Las notificaciones efectuadas por la Autoridad de Aplicación al último titular
registrado, en el último domicilio denunciado -o, en defecto de éste, en el inmueble que tiene la
concesión o el permiso- serán válidas aún cuando el domicilio denunciado no estuviere actualizado
por los interesados y además serán oponibles a todo sucesor por cualquier título en el dominio del
inmueble beneficiario.
Art. 53º.- Considerándose al agua un bien económico, toda concesión o permiso deberá pagar el
canon, la regalía, las tasas, los impuestos, las prorratas y las otras contribuciones que correspondan.
Art. 54º.- La Concesión genera un derecho subjetivo al uso. Dicho derecho es inherente a los
predios en beneficio de los cuales se lo concede. El canon es una obligación de pago o contribución
por el derecho al uso y los conceptos diferenciados en el artículo 54 del Código de Aguas no deben
ser confundidos por inclusión, sino considerados cada uno por separado.
Art. 56º.- El Canon será determinado por el Poder Ejecutivo, previo informe de la Autoridad de
Aplicación. La condición hídrica de la fuente será evaluada considerando la calidad de servicio. La
calidad del servicio es la condición y tipo de infraestructura existente en relación a cada usuario. La
calidad del servicio no debe confundirse con el servicio en sí mismo, que es la operación integral
del sistema que puede ser realizado por los usuarios o el Estado. La Autoridad de Aplicación podrá
determinar prorratas o cualquier otra contribución u obligación relacionada con el uso y la
disponibilidad del agua o con los incumplimientos al código de Aguas. El Poder Ejecutivo en los
casos que así lo considere, podrá establecer el canon, la prorrata, o la regalía en la propia concesión.
Art. 57º.- El certificado a que se refiere el artículo aquí reglamentado, será exigible sin perjuicio de
lo previsto en el art. 212 y lo expedirá el organismo responsable de la recaudación según el art. 310
de esta reglamentación.
Art. 60.- La proporción que determina este artículo está relacionada con el beneficio que recibe
cada concesionario o gasto que ocasiona. En el casos de que existan consorcios, éstos fijarán
anualmente en asamblea el monto y forma de distribución de la misma según el criterio señalado.
La Autoridad de Aplicación fijará el criterio de distribución y montos en los otros casos.
Art. 62º.- La autoridad a que se refiere este artículo, la que presta el servicio, es la autoridad
municipal diferente de la Autoridad de Aplicación, que tiene otras funciones.
Art. 63º.- La Autoridad de Aplicación determinará en forma transitoria o permanente el área crítica
por resolución fundada, si fuere necesario establecerá restricciones al uso suntuario y, en los casos
que amerite, fijará caudales máximos de consumo por persona aproximados en 250lts. / persona día.
Art. 67º.- El solicitante de la concesión deberá presentar ante la Autoridad de Aplicación los
proyectos necesarios de obras de infraestructura para ser auditados por ella, dichos proyectos
deberán contener como mínimo los volúmenes de la fuente, el estudio de impacto ambiental, y los
desagües previstos sin perjuicio de terceros ni del ambiente
Art. 68º.- La modalidad de la prestación del servicio para abastecimiento de poblaciones y los
reglamentos que se dicten al efecto serán establecidos por el Ente Regulador de Servicios Públicos.
Art. 69º.- El requerimiento de Concesión de Aguas Públicas para Irrigación, será presentado por
ante la Autoridad de Aplicación del Código de Aguas en las condiciones del presente Reglamento y
acreditando los recaudos exigidos por los incs. a, b y d del art. 69 del mencionado Código. A los
efectos de acreditar la propiedad del terreno a irrigar, además de las posibilidades previstas en el
inc. "a" del art. 69, podrá acompañarse también copia legalizada de Boleto de Compraventa
debidamente publicitado en el registro inmobiliario. A los efectos de acreditar las exigencias de los
incs. b y d del art. 69, el solicitante deberá adjuntar un croquis de riego que, fundado en la mensura
aprobada por la Dirección General de Inmuebles, si la hubiere, graficará las parcelas con aptitud
para ser cultivadas mediante riego, con la ubicación de la toma, los canales por los que el agua
accederá al predio y de los que servirán para desagüe. Ello, acompañando la certificación de
profesional idóneo y habilitado en la materia. Cuando se acredite debidamente que la explotación
agrícola a desarrollar sea compatible con una superficie inferior a la "Unidad Mínima Económica"
definida para la zona de que se trate, la Autoridad de Aplicación podrá eximir al interesado de la
exigencia de que el predio a irrigar alcance dicha extensión máxima. Cumplido con lo establecido
en los párrafos precedentes, la Autoridad de Aplicación: a. Analizará la disponibilidad y aptitud de
caudales a la altura de la toma del curso de aguas requerido, b. Auditará la extensión regable y la
posibilidad de desaguar convenientemente; c. Dispondrá la citación por parte del solicitante, por
treinta (30) días, a terceros interesados en hacer valer sus derechos. Ello, mediante cédula dirigida al
domicilio real de las personas que por cualquier motivo estuvieren utilizando las aguas solicitadas y
mediante edictos que el peticionante deberá hacer publicar por tres (3) o cinco (5) días en el Boletín
Oficial y diario de circulación en toda la Provincia, conforme lo dispuesto en el Decreto Nº
1.502/00 (reglamentario del art. 51 del Código de Aguas); d. Previa verificación, la Autoridad de
Aplicación resolverá las actuaciones. En caso de pronunciarse por el otorgamiento de la concesión,
elevará el expediente al poder Ejecutivo a los fines de la emisión del decreto correspondiente, en los
términos del art. 32 del Código de Aguas.
Art. 80º.- El requerimiento de concesión de Aguas Públicas para uso Industrial será presentado por
ante la Autoridad de Aplicación, acreditando mediante documentación respaldatoria: a) Propiedad
del predio en el que funcionará el establecimiento industrial, y en caso de tratarse de una persona
jurídica, su legal constitución y la compatibilidad de su objeto y capital social con la actividad que
pretende desarrollar valiéndose del uso de Aguas Públicas; b) El Proyecto Industrial en el que se
utilizarán las Aguas Públicas, con indicación de la fuente de la que se pretende la provisión de agua,
del caudal que se requiere según los términos del art. 79 del Código de Aguas, del destino
específico que se otorgará a las aguas, -en su caso- la medida en que éstas se consumirán y el modo
en que se ha de descargar; c) La persona o institución que solicite la concesión para uso industrial
del agua, deberá presentar el correspondiente Estudio de Impacto Ambiental y Social Aprobado por
el organismo competente en la materia, es decir, el Estudio propiamente dicho y el Certificado de
Aptitud Ambiental, Conforme al Capítulo IV de la Ley 7070 y su Decreto Reglamentario; d) El
proyecto técnico a que se refiere el artículo siguiente, cuando correspondiere; e) La Autoridad de
Aplicación podrá exigir la presentación y/o acreditación de cualquier otro elemento o recaudo, en
función de las características que presente cada requerimiento en particular. Con el estudio e
informes técnicos precedentemente aludidos la Autoridad de Aplicación analizará la disponibilidad
de los caudales requeridos y auditará técnicamente las obras proyectadas, previa subsanación de las
observaciones que hubieren efectuado la propia Autoridad de Aplicación y/o los organismos
específicos que ésta consultare. Auditadas las obras proyectadas la Autoridad de Aplicación
resolverá las actuaciones. En caso de pronunciarse por el otorgamiento de la concesión, elevará el
expediente al Poder Ejecutivo a los fines de la emisión del decreto correspondiente, en los términos
del artículo 32 del Código de Aguas. En todos los casos la concesión deberá estar condicionada a la
realización de las obras proyectadas.
Art. 81º.- En los casos en que sean previsibles alteraciones Físicas o Químicas de las aguas, deberá
igualmente acompañarse un proyecto técnico que, sistematizando el tratamiento de aguas residuales
(efluentes líquidos), permita alcanzar los valores admisibles como para ser vertidos en cursos
fluviales, conductos pluviales, pozos y/o en el suelo para su absorción, o bien, en conductos
cloacales, cumpliendo con las normas vigentes en esa materia. A tal fin y considerando los
presupuestos mínimos de la Provincia en Materia Ambiental, se adoptarán los valores de vertido
establecidos por la Autoridad Ambiental u otras competentes.
Art. 87º.- La solicitud de concesión de agua para uso pecuario deberá cumplir con los
requerimientos del artículo 69 de esta reglamentación.
Art. 88º.- Para determinar el caudal a otorgar en las concesiones del uso de aguas con fines
pecuarios, se tomarán como parámetros las pautas aconsejadas por un sistema actualizado de la
producción pecuaria de que se trate; pudiendo la Autoridad de Aplicación incrementar o disminuir
fundadamente dichos parámetros en cada caso, en función de las especiales condiciones del ganado
a atender, sistema de abrevaderos proyectados, clima, caudal disponible y demás circunstancias de
oportunidad, mérito y conveniencia que concurran.
Art. 90º.- Con la finalidad de atender la cría de ganado, la Autoridad de Aplicación podrá autorizar
abrevaderos públicos, a pedido de los interesados y bajo el cumplimiento de los siguientes
recaudos: a) Acreditar ser propietario - en las condiciones del art. 69 inc. a del Código de Aguas y
su reglamentación - de predios que se vean impedidos de acceder a la concesión de Aguas Públicas
para usos agrícolas o pecuarios; b) Que los predios resulten aptos para usos pecuarios, debiendo
determinar con precisión los peticionarios la cantidad y tipo de ganado a atender con el abrevadero
público que se requiere; c) Que el curso de agua que se afectará el abrevadero, tenga caudal
suficiente disponible; d) Que el predio en que se situará el abrevadero sea público o perteneciente a
alguno de los interesados, caso en el cual deberá asegurarse el correspondiente acceso de los
animales a abrevar mediante la constitución de la servidumbre correspondiente; e) Que los
peticionantes proyecten, ejecuten y mantengan a satisfacción de la Autoridad de Aplicación, las
obras necesarias para captar las aguas y ponerlas a disposición de los animales de modo que se
asegure el cumplimiento de las condiciones establecidas en el segundo párrafo del art. 17 del
Código de Aguas.
Art. 91º.- A los fines de la concesión del uso de Aguas Públicas para el aprovechamiento de Energía
Hidráulica, el interesado deberá adjuntar a su petición el proyecto energético al que se destinará el
uso de las Aguas Públicas, con indicación precisa del curso de agua a utilizar; lugar en el que se
instalarán los equipos con que se aprovechará la energía del curso de agua; dotación requerida en
los términos del art. 94 del Código de Aguas; proyecto de obras por las que se conducirá el agua;
altura del salto o caída útil que se aprovechará; estudio de impacto ambiental y todo otro recaudo
que estime corresponder la Autoridad de Aplicación en función de las características especiales de
cada proyecto en particular. A la presentación precedentemente reglada se otorgará el trámite
previsto en los Art. 80 y 81 del presente reglamento, en cuanto resulten compatibles.
Art. 100º.- El trámite de concesión de aguas públicas para minería se regirá por lo dispuesto en los
artículos pertinentes del Código de Aguas respecto de las concesiones de aguas para la actividad
industrial y en los Art. 80 y 81 de esta reglamentación. Sin embargo, en estos casos, el solicitante no
requerirá acreditar la propiedad del predio sino el permiso de cateo o el título de concesión
pertinente de la autoridad minera.
Art. 102º.- La utilización de aguas naturales con fines mineros requerirá de la autorización
Art. 108º.- El requerimiento de Concesión de Aguas Públicas para Acuacultura, será presentado por
ante la Autoridad de Aplicación, en las condiciones del presente reglamento y acreditando cuanto
menos el derecho personal de uso del predio que se afectará. Deberá adjuntarse el proyecto
productivo a desarrollar y su correspondiente Estudio de Impacto Ambiental y Social, con
especiales detalles en aspectos biológicos. A los efectos de acreditar las exigencias de los incs. b y d
del art. 69 del Código de Aguas, el solicitante deberá adjuntar un plano del predio en que
desarrollará la actividad de acuacultura, fundado en la mensura aprobada por la Dirección General
de Inmuebles, en el que se grafiquen las instalaciones que se establecerán, su ubicación, la de los
canales por los que el agua accederá al predio y la de los que servirán para desagüe. Según las
características del proyecto a desarrollar, la Autoridad de Aplicación, podrá exigir otros recaudos
que estime pertinentes. Cumplido con lo precedente, la Autoridad de Aplicación: a) Analizará sobre
la disponibilidad y aptitud de caudales a la altura de la toma del curso de aguas requerido; b)
Auditará la aptitud de los predios para ser utilizados en la actividad de que se trate y la posibilidad
de desaguar convenientemente; c) Resolverá las actuaciones. En caso de pronunciarse por el
otorgamiento de la Concesión, elevará el expediente al Poder Ejecutivo a los fines de la emisión del
decreto correspondiente, en los términos del art. 32 del Código de Aguas.
Art. 119º.- Son modalidades del uso recreativo que requieren de la concesión prevista en esta
sección, todos aquellos que, no tomando sus caudales de la red de agua potable, tengan las
finalidades previstas en el art. 118 del Código de Aguas.
Art. 125º.- Se regirá por lo dispuesto en el artículo 56, teniéndose en cuenta la importancia
económica del emprendimiento y las posibilidades o necesidades de fomento de la actividad
recreativa, turística o deportiva de que se trate. A tal fin, se dará intervención a las autoridades
competentes en tales actividades.
Art. 129º.- . La determinación de la línea de ribera de los lagos naturales se efectuará conforme a lo
dispuesto por el Decreto Nº 1.989/02 en cuanto resulte pertinente.
CAPÍTULO Cuarto: Aguas que Tengan o Adquieran Aptiltudes para Satisfacer Usos de Interés
General.
Art. 136º.- Las aguas pluviales que discurran por lugares públicos son de responsabilidad
municipal. Y son los municipios quienes deberán hacer las obras necesarias para evitar
estancamientos y garantizar el normal escurrimiento y aprovechamiento de las mismas. En los
predios rurales los cauces naturales son los que indican los lineamientos de los escurrimientos,
salvo que se realicen obras aprobadas por la Autoridad de Aplicación que modifiquen los mismos.
Art. 139º.- La Autoridad de Aplicación establecerá en cada caso particular los plazos por los que se
otorgará la concesión o permiso, de acuerdo a las características particulares de cada una.
Art. 141º.- Todas aquellas obras de captación realizadas con fines de "uso común", deberán
registrarse por el o los propietarios del predio donde se emplazan, dentro de los treinta (30) días de
descubierta la fuente de extracción, en el Libro de las Aguas Públicas Subterráneas. La Autoridad
de Aplicación establecerá las condiciones de protección que deberán cumplir estas obras de
captación. Los propietarios de obras de captación para uso común preexistentes a la fecha de
entrada en vigencia del presente reglamento, deberán registrarlas en el Libro de Aguas Públicas
Subterráneas, dentro del plazo de seis (6) meses de dictado este Reglamento. Vencido este plazo las
mismas serán consideradas a todos los efectos como clandestinas. La Autoridad de Aplicación
deberá dar adecuada publicidad a esta obligatoriedad.
Art. 144º.- Toda persona física o jurídica deberá informar a la Autoridad de Aplicación la fecha de
inicio y la metodología de exploración. En todos los casos el método de exploración deberá ser
aprobado por la Autoridad de Aplicación. Los responsables de la exploración, deberán entregar una
copia de los resultados obtenidos (en papel y soporte magnético) a la Autoridad de Aplicación, a los
fines de incorporarlos a los archivos y registros de la información hídrica provincial. Se entiende
por contratistas autorizados a terceros autorizados por el Estado.
Art. 145º.- Para la construcción de un pozo o cualquier tipo de obra destinada a la extracción de
aguas subterráneas - salvo en los supuestos del art. 141 del Código de Aguas, en los que la
Autoridad de Aplicación requerirá la información mínima necesaria para su conocimiento y
evaluación - el interesado deberá solicitar el permiso correspondiente ante la Autoridad de
Aplicación, quien establecerá las condiciones del mismo requiriendo como mínimo: 1. el uso que se
le dará al recurso hídrico, 2. los caudales pretendidos, 3. los estudios técnicos realizados para la
ubicación de la obra de captación, 4. un anteproyecto de la obra de captación, 5. un plan de trabajo
y metodología de las siguientes etapas: - Sistema y equipo de perforación (pozos) - Equipos de
zanjeo y excavación (dren) - Control geológico del pozo exploratorio - Perfiles eléctricos - Diseño
del pozo de explotación - Diseño del dren - Entubado, engravado, limpieza y desarrollo (para pozo
o dren) - Características hidráulicas (para pozo o dren) - Calidad física, química y bacteriológica del
agua La Autoridad de Aplicación establecerá una guía metodológica para la construcción de pozos.
Una vez otorgado el permiso el solicitante podrá dar inicio a la construcción del pozo o del dren.
Los trabajos de perforación o de construcción de drenes, serán en todos los casos dirigidos
técnicamente por profesionales (con título habilitante para tal fin). Durante la etapa de construcción
de la obra de captación, la Autoridad de Aplicación podrá realizar auditorías en obra para verificar
la marcha de las mismas según el plan de trabajo presentado. Una vez concluida la obra de
captación, los interesados deberán presentar el Legajo Técnico confeccionado por el Director
Técnico actuante, cumplimentando el plan de trabajo presentado originalmente. En aquellos casos
en que la Autoridad de Aplicación considere necesario, se solicitará la presentación de información
complementaria.
Art. 146º.- La Autoridad de Aplicación establecerá los requisitos para la presentación de solicitud
de concesión de aguas públicas subterráneas extraídas de obras preexistentes y de las que se
construyen luego de la entrada en vigencia del presente Reglamento. Estos requisitos reunirán la
información necesaria sobre: 1. El propietario del terreno donde se halla la obra de captación. 2. La
ubicación precisa y datos catastrales del sitio. 3. Las características constructivas e hidráulicas del
pozo o dren. 4. El tipo de uso que se le dará al agua pública subterránea.
Art. 148º.- Para el mejor uso y el aprovechamiento racional de las aguas subterráneas, la Autoridad
de Aplicación deberá tener en cuenta los siguientes aspectos: 1.- Que los acuíferos son susceptibles
de explotación siempre y cuando cumplan condiciones de sustentabilidad y de no peligrosidad en el
uso y descarga de los mismos. 2.- El orden de prelación del artículo 24 en lo que respecta a los usos
especiales. 3.- Para las aguas de difícil disponibilidad (art. 155), la Autoridad de Aplicación podrá
autorizar el uso de los acuíferos ubicados en profundidades menores a las establecidas en dicho
artículo, siempre y cuando se demuestre su sustentabilidad, oportunidad, conveniencia y no
peligrosidad del uso. 4.- En los casos que los métodos, sistemas o instalaciones, no cumplan con los
requisitos de sustentabilidad y seguridad, o que la explotación no sea eficiente o produzca
contaminación o cualquier otro parámetro que afecte el uso de las aguas subterráneas, la Autoridad
de Aplicación podrá ordenar la modificación de los mismos o su adecuación y establecer los plazos
correspondientes. 5.- Se considerará régimen extraordinario de extracción no sólo en los casos de
baja del nivel (piezométrico) del acuífero, sino también los casos de ascensos del mismo y en
cualquier otra situación geológica o hidrogeológica particular, que altere las condiciones previstas
originalmente y que por razones especiales deban cambiarse, cuestión que deberá ser aprobada por
la Autoridad de Aplicación.
Art. 155º.- El estímulo consiste en el incentivo a la utilización de aguas subterráneas y/o de difícil
extracción de manera tal que su alumbramiento no sólo posibilite su explotación y uso, sino que
permita poner en disponibilidad de potenciales usuarios este recurso que, por sus características de
complejidad técnica o por lo oneroso de las obras necesarias, no les sean accesibles. Del
emprendimiento debe resultar la concreta posibilidad de acceso al agua mediante una razonable
contraprestación. En esta explotación son aplicables los grados de prelación establecidos en el
artículo 24 de la Ley Nº 7017 y la puesta en disponibilidad del recurso deberá también cumplir con
dicho orden de prelación, priorizando las demandas locales. En todos los casos deberán cumplirse
con las condiciones establecidas en el art. 148 del presente.
Art. 162º.- Los niveles máximos permitidos para las alteraciones del estado natural de las aguas,
serán determinados mediante resolución fundada de la Autoridad de Aplicación, previa consulta con
las autoridades sanitarias u otras competentes y "ad referéndum" del Poder Ejecutivo. Ello, teniendo
en cuenta las características de los distintos cursos de agua, los caudales de efluentes a verter y su
carga contaminante, la capacidad de autodepuración de los cursos de agua en las diferentes
estaciones del año, los usos a los que serán afectadas las aguas y tomando como referencia los
valores establecidos en los cuadros guías (sobre calidad de aguas según los diferentes usos)
establecidos en el Decreto Nacional Nº 831/93, reglamentario de la Ley Nacional Nº 24051. Hasta
tanto se determinen las tablas de valores en cuestión, regirán los valores establecidos por la
Autoridad Ambiental. Sin embargo, la Autoridad de Aplicación estará siempre facultada para
estudiar particularmente cada situación y establecer valores que considere de acuerdo a cada caso
particular.
Art. 164º.- Previo a arrojar cualquier residuo nocivo a los cursos de agua, deberá darse estricto
cumplimiento a los procedimientos previstos en los Art. 80; 81 y 162 del Código de Aguas y su
Reglamentación, en sus partes pertinentes. Los niveles de contaminación serán los establecidos por
la Autoridad de Aplicación del Contrato de concesión para el Abastecimiento a Poblaciones de la
Provincia de Salta.
Art. 172º.- La Autoridad de Aplicación es el organismo competente para expedir las certificaciones
de "no inundabilidad", que constituyen un recaudo indispensable para todo asentamiento
poblacional, urbanización, o plantación en zona ribereña. Ello, previo cobro a los interesados de un
arancel, que fijará para cada caso la Autoridad de Aplicación.
Art. 175º.- Previo determinar las causas de los fenómenos previstos en el art. 175 del Código de
Aguas, la Autoridad de Aplicación podrá disponer la medidas necesarias para mitigar sus efectos,
disponiendo la ejecución de obras de control de fondo o de erosión, muros de sedimentación y/o
cualquier otra obra que, según las características de la cuenca y las exigencias de cada caso, resulte
menester.
Tercero: Filtraciones
CAPÍTULO Único:
Art. 191º.- El Consorcio, para su aprobación definitiva, deberá cumplir con todos los requisitos
fijados por el artículo 190. Cuando los miembros de un futuro Consorcio se auto convoquen,
deberán hacerlo primero a través de una Comisión Organizadora la cual, una vez constituida, deberá
informar a la Autoridad de Aplicación su voluntad de convocar a todos los interesados a la
formación del Consorcio. La Comisión Organizadora solicitará a la Autoridad de Aplicación
autorización para una Asamblea de Constitución de dicho Consorcio, fijando lugar, día y hora,
previa notificación a todos sus integrantes en forma personal o por cédulas o por edictos. La
Asamblea se reunirá en el lugar día y hora fijados y nombrará tres miembros para que la dirijan,
procediendo a aprobar sus Estatutos y nombrar las autoridades, las que durarán en sus funciones el
tiempo que hayan fijado los propios Estatutos. Una vez aprobados los Estatutos y elegidas las
autoridades, las mismas deberán remitir a la Autoridad de Aplicación los antecedentes para su
reconocimiento.
Art. 193º.- Los consorcios fijarán anualmente en asamblea el monto y forma de distribución de la
Prorrata, según el beneficio que reciba cada concesionario o gasto que ocasione, la que será puesta a
consideración y aprobación de la Autoridad de Aplicación.
Art. 195º.- Todo usuario de uso especial cuya concesión o permiso esté incluida en el área
demarcada por la Autoridad de Aplicación para un consorcio, queda incorporado de pleno derecho
al mismo y su participación es obligatoria.
Art. 196º.- No requiere reglamentación.
Art. 198º.- Los Consorcios de Segundo Grado gozarán de personería jurídica, al igual que los de
Primer Grado, la que será otorgada por el Poder Ejecutivo Provincial e inscripta en el libro
respectivo.
Art. 202º.- Los procedimientos y requisitos para efectivizar los registros en los libros
correspondientes, serán establecidos por la Autoridad de Aplicación.
Art. 203º.- Los foliados y rubricados serán hechos por el Escribano de Gobierno o por las personas
que éste designe a tal efecto. En caso de que la tecnología permita el registro de libros por otros
medios equivalentes, en las mismas condiciones que las establecidas por el Código de Aguas, se
podrán utilizar estos nuevos mecanismos, previo dictamen del Escribano del Gobierno y de Fiscalía
de Estado.
Art. 212º.- El Registro Inmobiliario no inscribirá escritura pública alguna que contenga afectación o
modificación del domino de cualquier bien inmueble rural situado en el territorio provincial, sin que
se agregue a las actuaciones el certificado en el cual deberá contar el estado en que se encuentre, en
ese momento, el permiso o la concesión inherente al inmueble. Este certificado será expedido por la
Autoridad de Aplicación, previa compulsa del Registro de Aguas a que se refiere el art. 201 del
Código de Aguas y será exigible sin perjuicio de la agregación del certificado previsto en el art. 57.
Art. 219º.- Cuando para el uso privativo de Aguas Públicas resulte necesaria la construcción de
obras hidráulicas, antes de iniciarlas, el interesado en la construcción de la obra deberá requerir
autorización a la Autoridad de Aplicación, presentándole el proyecto para su visado, con los
pertinentes Estudios Topográficos, Geológicos e Hidrológicos; Estudio de Impacto Ambiental en
los términos exigidos por la normativa ambiental vigente; Memoria Descriptiva y Memoria de
Cálculo; Justificación del Proyecto; Especificaciones Técnicas Generales y Particulares; Análisis de
Precio Unitario; Cómputos Métricos y Presupuesto; Planos Generales y de Detalles y todo otro
recaudo que la Autoridad de Aplicación exija en función de las características de cada caso.
Art. 220º.- No requiere reglamentación.
Art. 222º.- La proporción, forma, método o sistema se fijará en cada caso concreto de acuerdo a las
disposiciones del Código de Aguas y su Reglamentación.
Art. 235°.- Los particulares podrán construir libremente las obras hidráulicas previstas en el art. 235
del Código de Aguas, de conformidad a sus previsiones, pero siempre dentro de los límites de sus
respectivas propiedades.
Art. 236°.- Para los casos de las obras previstas en el art. 236 del Código de Aguas, será de
aplicación lo dispuesto por el art. 219 de mismo código y su reglamentación, en cuanto resulte
pertinente. Además de las previstas en el segundo párrafo del art. 236 del Código de Aguas,
requerirán autorización previa de la Autoridad de Aplicación los desmontes, las obras de
canalización, encauzamiento, saneamientos y desagües pluviales, y toda otra que afecte o modifique
el libre escurrimiento de las aguas.
TÍTULO IX: Del Régimen de Utilización de las Aguas Públicas y Distribución de Caudales.
Art. 243°.- La Autoridad de Aplicación podrá autorizar la realización de los canales contiguos o su
mantenimiento, sólo cuando los usuarios sean diferentes y, a criterio exclusivo de dicha autoridad,
la operación de los mismos sea tanto económica, como técnica y administrativamente más
conveniente.
Art. 253°.- Los gastos de construcción y mantenimiento de los puentes previstos en el art. 253 del
Código de Aguas, serán soportados en los términos de lo dispuesto por los Art. 245 al 252 del
mismo, salvo que el Estado decida asumirlos por régimen de fomento, en consideración a la
envergadura de la obra u otras circunstancias de oportunidad, mérito o conveniencia, determinadas
por la Autoridad de Aplicación en consulta con la Secretaría de Obras Públicas. La decisión de la
aplicación de los fondos en tal carácter, será adoptada por decreto del Poder Ejecutivo.
Art. 258°.- En los casos de aguas superficiales los aforos se practicarán durante todo el ciclo
hidrológico anual mediante mediciones y registraciones metódicas y sistemáticas, en puntos
estratégicos del curso de agua en estudio.
Art. 261°.- La anticipación para el preaviso de este artículo será con una antelación no menor a 48
hs. si las circunstancias y necesidades así lo permiten. Si la causa fuere de urgencia se aplicarán por
analogía las previsiones dispuestas por el artículo 2512 del Código Civil.
Art. 262°.- En el caso de los concesionarios estén agrupados en consorcios, los mismos podrán en
Asamblea establecer la fecha de inicio y terminación del turnado comunicando a la Autoridad de
Aplicación para su aprobación.
CAPÍTULO Primero:
Art. 270°.- El dueño del predio sobre el que se quiere imponer servidumbre, podrá oponerse
probando que la ocupación puede imponerse sobre otro predio con menores inconvenientes o que
pueda ejercitarse el derecho de quien quiera imponer servidumbres, usando terrenos del dominio
público.
Art. 271°.- Negada la entrada a la propiedad privada por el propietario o morador, la Autoridad de
Aplicación o el funcionario que la represente podrá solicitará al Juez de Instrucción de turno con
jurisdicción en el lugar, la Orden de Allanamiento de la propiedad, fundando el pedido en la
necesidad imperiosa de pasar por ese lugar para impedir peligros inminentes que amenacen la vida
y seguridad de las personas.
Art. 272°.- La indemnización al que alude el artículo 272, cuando correspondiere, se aplicará de
acuerdo a los criterios fijados por el artículo 281 del Código de Aguas.
Art. 303°.- Extinguida la servidumbre, el propietario del fundo sirviente vuelve a ejercer
plenamente su derecho de dominio, sin que por ello deba devolver la indemnización recibida.
Art. 306°.- Las facultades fijadas por regla general en este artículo resumen a todas las facultades
fijadas en el artículo primero del Código de Aguas de la Provincia de Salta. Debe entenderse, en
consecuencia, que la Autoridad de Aplicación tiene jurisdicción y competencia en la tutela,
gobierno, poder de policía, captación, aducción, administración, distribución, conservación, defensa
contra los efectos nocivos de las aguas públicas superficiales y subterráneas, sus fuentes, álveos,
riberas, obras hidráulicas y las limitaciones y restricciones al dominio regladas en dicho Código. En
cuanto a la reformulación de competencias fijada en los artículos 9 a 12 de la Ley N° 6842, no
existe contradicción alguna debiéndose respetar lo allí fijado. La Aplicación de la Ley N° 6835 cabe
al ente Regulador, por la jurisdicción concerniente al Tribunal de Aguas, conforme lo dispuesto por
el artículo 308 del Código de Aguas y el Decreto N° 1100/02 que fija el procedimiento.
Art. 308°.- Todas las controversias resultantes de la aplicación del Código de Aguas y de este
Reglamento, deberán ser planteadas y resueltas en primera instancia por los Consorcios, si los
usuarios estuvieren agrupados en la persona jurídica que corresponda, o - en caso de no estar
constituidos - por la Autoridad de Aplicación. Los recursos contra las decisiones de los Consorcios,
serán resueltas por la Autoridad de aplicación. Agotada la instancia de la Autoridad de Aplicación,
las controversias podrán ser recurridas ante el Tribunal de Aguas conforme al procedimiento
establecido en el Dcto. N° 1100/02.
El procedimiento para las controversias dentro de los consorcios será el de la Audiencia Pública y
para ello se aplicará, siguiendo el principio del informalismo, el reglamento vigente para audiencias
públicas del Ente Regulador de los Servicios Públicos.
Art. 309°.- Las oposiciones a las que hace referencia este artículo, deben presentarse en legal
tiempo y forma por quien se considere con derecho, por escrito y fundadas, ofreciendo pruebas. De
la misma se dará vista por el término de cinco (5) días a la otra parte y se fijará un plazo de apertura
a prueba conforme lo disponga la Autoridad de Aplicación, plazo que tendrá una duración de veinte
(20) días, sujeto a regulación por la autoridad en más o en menos, admitiéndose sólo por una vez
prórroga que podrá conceder la Autoridad de Aplicación, a su criterio, en consideración a las
dificultades de producción de la prueba. Vencido este plazo se pondrán los autos para alegar de bien
probado por cinco días en forma conjunta. Luego de ello, la Autoridad de Aplicación resolverá.
Art. 310°.- La competencia para los cobros de los tributos (canon, tasas, contribución de mejoras,
etc.) corresponde a la Secretaría de Ingresos Públicos dependiente del Ministerio de Hacienda y
Obras Públicas, o al organismo que en el futuro la sustituya.
Art. 312°.- El criterio para la aplicación de sanciones será el de progresividad, salvo que la
gravedad o consecuencias perjudiciales de la infracción, a criterio de la Autoridad de Aplicación,
haga aconsejable la aplicación directa de sanciones de mayor gravedad. Las sanciones establecidas
en los incisos a), b), d), e) y f), podrán ser acumuladas con la prevista en el inc. c), atento la
naturaleza resarcitoria de ésta, puesto que la indemnización siempre procederá cuando se verifique
un daño.
Art. 313°.- La multa es una suma de dinero que deberá pagar el contraventor y se fijará entre una y
diez mil veces el valor del máximo canon anual. El monto cobrado de la misma será destinado a
mejorar la infraestructura del sistema afectado.
Art. 314°.- La Autoridad de Aplicación podrá disponer sanciones conminatorias consistentes en el
pago de una suma de dinero que se fijará en un monto diario de una a cien veces el valor del
máximo canon anual. Los montos cobrados podrán ser destinados a quienes hayan sido
damnificados.
Art. 319°.- Los usuarios sin concesiones ni permisos debidamente otorgados que, aprovechando de
hecho las aguas del dominio público, no hubieren regularizado su situación en los términos del
presente Reglamento, serán considerados clandestinos de pleno derecho sin necesidad de
declaración alguna.