7017 Código de Aguas

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LEY Nº 7017

Expte. N° 90-13.433/1998.
Sancionada el 21/12/98. Promulgada el 24/12/98.
Publicada en el Boletín Oficial Nº 15.569, del 11 de enero de 1999.

El Senado y la Cámara de Diputados de la provincia de Salta, sancionan con fuerza de


LEY

“CÓDIGO DE AGUAS DE LA PROVINCIA DE SALTA”

TÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES
PRINCIPIOS – AGUAS INTERJURISDICCIONALES

Capítulo Primero: Del Objeto y Ámbito de Aplicación


Artículo 1º.- Competencia. En el territorio de la provincia de Salta todo lo atinente a la tutela,
gobierno, poder de policía, captación, aducción, administración, distribución, conservación, defensa
contra los efectos nocivos de las aguas públicas superficiales y subterráneas, sus fuentes, álveos,
riberas, obras hidráulicas y las limitaciones al dominio en interés a su uso se regirán por este
Código.
Art. 2º.- Aguas del dominio público provincial - Definición. Son aguas del dominio público
provincial todas las que se encuentren dentro de esta jurisdicción y no pertenezcan a particulares
según los preceptos del Código Civil.
Art. 3º.- Aguas Privadas. Las aguas de naturaleza jurídica privada, expresamente declaradas como
tales, en su ejercicio regular, quedan sometidas a las disposiciones contenidas en este Código.
Art. 4º.- Limitaciones. El dominio público sobre las aguas en la provincia de Salta, no admite otras
limitaciones que las que resulten de este Código.
Art. 5º.- Declaración de utilidad pública. Podrán declararse de utilidad pública y sujetas a
expropiación, previa indemnización, todas las aguas privadas que sean o puedan ser tributarias del
agua pública y todos los terrenos para el estudio, construcción, ocupación, funcionamiento,
embellecimiento y servicio de cada una de las obras que se construyan por disposiciones de este
Código. También se podrán declarar de utilidad pública y sujetas a expropiación, en igual forma, las
tierras para caminos, extracción y conducción de materiales pétreos, los acueductos, embalses,
pozos y represas de uno o varios propietarios, destinados a la construcción de obras o que se
consideren necesarios a los fines del presente Código.
Art. 6º.- Autoridad de aplicación. El Poder Ejecutivo determinará la Autoridad de Aplicación,
respetando la Legislación vigente de principios de política de agua y de medio ambiente.
Créase el Consejo Asesor Provincial del Agua, a fin de asesorar y aconsejar a la Autoridad de
Aplicación, el que deberá estar integrado por los usuarios del agua pública.
(Texto vigente conforme Veto parcial Art. 1 del Decreto Nº 4913/ 1998).
Art. 7º.- Atribuciones de la Autoridad de Aplicación. Las atribuciones amplias de la Autoridad de
Aplicación son las siguientes:
a) Planificar y organizar todo lo concerniente al aprovechamiento de las aguas, su uso,
preservación y reserva.
b) Organizar y regular lo referente a la defensa del patrimonio hídrico de la Provincia,
estableciendo reservas para el abastecimiento de las poblaciones y los demás usos de interés
general.
c) Reglamentar y tener intervención en todas las actividades y obras públicas o privadas
relativas a la planificación, estudio, captación, conducción, uso, conservación y manejo del
agua en cualquiera de sus estados y a la protección y control de sus efectos nocivos.
d) Inventariar y evaluar permanentemente el recurso hídrico en todo el territorio provincial.
e) Controlar y vigilar la regularidad del uso de las aguas en general y el régimen de permisos y
concesiones. Disponer su extinción en los casos que así corresponda conforme a las
previsiones del presente Código.
f) Adoptar cuantas medidas y acciones se prescriban en este Código como inherentes a la
Autoridad de Aplicación.
g) Será el representante natural de la Provincia ante los Organismos Interprovinciales y
Nacionales en lo atinente a los recursos hídricos.
h) Deberá disponer, y será el centro de información, de toda la legislación referida a los
recursos hídricos y demás temas vinculados con este Código.
i) Iniciará los trámites legales de expropiación referidos en el artículo 5º.
j) Propiciará la formación de consorcios de usuarios.
Art. 8º.- Uso múltiple. El Estado Provincial procurará el uso múltiple de las aguas coordinándolo y
armonizándolo con el de los demás recursos naturales. A tal efecto inventariará y evaluará los
recursos hídricos, planificará y regulará su utilización en procura de su incrementación,
conservación y máximo beneficio público, teniendo en cuenta la demanda actual, el impacto
ambiental y su proyección futura, debido a que es un recurso natural limitado, dotado de valor
económico y que deberá ser utilizado en forma racional e integral para lograr el desarrollo
sustentable.
Art. 9º.- Política de aprovechamiento. En las zonas en que el agua sea necesaria como factor de
desarrollo, la Autoridad de Aplicación, en coordinación con los demás organismos públicos, y con
la colaboración de los consorcios de usuarios, señalará las prioridades y las obras necesarias. Los
proyectos de interés general de uso múltiple, técnica, económica y socialmente justificados tienen
prioridad sobre los de uso singular o particular.
Art. 10.- Reservas, vedas y limitaciones. El Poder Ejecutivo, a solicitud de la Autoridad de
Aplicación podrá declarar reserva de determinados recursos hídricos y vedar o limitar un uso
determinado o estimular usos en detrimento de otros.
El acto administrativo que establezca la reserva, veda, limitación o estímulo no afectará
aprovechamientos anteriores legítimamente realizados y deberá ser fundado, estableciéndose su
plazo de duración, el que podrá ser renovado también por acto debidamente fundamentado.
Art. 11.- Efectos de la veda y reserva. Durante el período de reserva o de veda no se otorgarán
concesiones sobre el recurso reservado ni sobre el uso vedado, pero podrá otorgarse permiso
precario, exclusivamente en los casos de reserva sujeto a las condiciones de la misma. Durante la
época de la reserva o veda, la Autoridad de Aplicación recibirá pedidos de concesión registrándolas
provisoriamente para tramitarlas en su oportunidad aplicando el principio “primero en el tiempo,
primero en el derecho” cuando se levante la reserva o veda.
Art. 12.- Regulación. Las reservas, vedas, declaración de agotamiento, limitaciones, estímulos,
concesiones, permisos y prioridades, serán declaradas por el Poder Ejecutivo a instancia de la
Autoridad de Aplicación mediante acto administrativo, con el fin de regular el uso de las aguas,
condicionándolo a las reales necesidades y posibilidades. Los turnos serán regulados directamente
por la autoridad de aplicación. Los usuarios afectados, a tal fin, podrán elevar propuestas.

Capítulo Segundo: Aguas lnterjurisdiccionales


Art. 13.- Aguas interprovinciales - Aplicación del principio del aprovechamiento. Las aguas
públicas que atraviesen, penetren, salgan o limiten la jurisdicción de la provincia de Salta con otras
provincias, se consideran a los efectos de este Código, aguas interprovinciales.
La provincia de Salta propiciará y fomentará la constitución de tratados o convenios con sus
limítrofes aplicando los criterios de la unidad de cuenca; previo intercambio de información, de
proyectos y estudios pertenecientes a este ámbito hidrográfico, evitando especialmente el impacto
nocivo y el cercenamiento de los derechos de las demás provincias integrantes de la cuenca. Estos
pactos o convenios respetarán lo estatuido por el artículo 125 de la Constitución Nacional.
Art. 14.- Dominio de las aguas interprovinciales. La provincia de Salta reafirma su dominio sobre
las aguas públicas interprovinciales que discurren por su territorio.
Art. 15.- Dominio y jurisdicción de las aguas internacionales. La provincia de Salta, en razón de
ser necesario sujeto del aprovechamiento de las aguas internacionales, solicitará ante la Nación su
obligada participación e información en todos los convenios o tratados que esta última propicie con
los países limítrofes vecinos y terceros interesados.
Art. 16.- Jurisdicción provincial. Nulidad de actos de poderes nacionales, provinciales y
municipales: Cualquier acto de poderes nacionales, provinciales o municipales que modifiquen o
extingan derechos de la provincia de Salta sobre las aguas de su dominio público sin la previa
conformidad del Poder Legislativo Provincial, serán nulos, de nulidad absoluta y sin valor ni efecto
alguno, con excepción de aquellos poderes delegados expresamente al Gobierno Federal que se
encuentran comprendidos en la Constitución Nacional.

TÍTULO II
DEL USO DEL AGUA PÚBLICA Y DE LOS DERECHOS Y OBLIGACIONES QUE DE ÉL
RESULTAN

Parte Primera: De Los Usos Comunes

Capítulo Primero: Bebida y Usos Varios


Art. 17.- Concepto - Extensión del derecho. Todos podrán usar las aguas del dominio público para
beber, lavar ropa o cualquier otro objeto, bañarse, abrevar, bañar animales domésticos o extraerlas
por medios manuales o mecánicos adecuados haciendo de ella un uso racional y razonable.
En todos los casos será condición indispensable para que proceda al uso común, que no se
deterioren los álveos, márgenes y obras hídricas; que no se produzca una alteración perjudicial en la
calidad y caudal del agua; que no se detenga, demore, desvíe o acelere en forma alguna el curso o la
surgencia de las aguas ni el régimen normal de su aprovechamiento; que no se excluya o perjudique
el igual uso que puedan hacer los demás o los derechos particulares de terceros.
Art. 18.- Limitaciones. En heredad privada nadie puede penetrar para buscar o usar del agua
pública de no mediar permiso de su dueño u orden judicial que así lo disponga.
Art. 19.- Prioridad y gratuidad. Los usos comunes tienen prioridad sobre cualquier otro uso
privativo. En ningún caso las concesiones o permisos podrán menoscabar su ejercicio; son gratuitos
y sólo podrán imponerse tasas cuando, para su ejercicio, se requiera la prestación efectiva de un
servicio.
Art. 20.- Conflictos. La Autoridad de Aplicación determinará, en los casos concretos, cuando se
trata de un uso común o de un uso privativo que exija concesión o permiso.

Capítulo Segundo: Pesca


Art. 21.- Formas autorizadas. En las aguas públicas que corren por cauces naturales o artificiales,
aunque hubieran sido estos últimos construidos por concesionarios y a menos de haberse reservado
en el Título de Concesión el aprovechamiento de la pesca, todos pueden pescar con anzuelos u otros
instrumentos autorizados, sujetándose a las leyes y reglamentos vigentes que sobre la materia
hubieran dictado las autoridades competentes, y siempre que no perjudiquen el régimen hidráulico
ni se deterioren los cauces o sus márgenes ni se ingrese ilegítimamente en heredades privadas o bajo
la tutela del Estado.
Art. 22.- Prohibiciones: Explosivos - narcóticos y otro medio depredatorio. Queda terminante y
absolutamente prohibida la pesca mediante el uso de explosivos, narcóticos o cualquier sustancia
nociva que altere el estado biológico de las aguas.
Art. 23.- Prohibiciones: encañizadas. Queda prohibida la construcción de encañizadas o cualquier
otra clase de dispositivos pesqueros fijos que entorpezcan el curso de las aguas y el pasaje de los
peces.

Parte Segunda: De los Usos Especiales

Capítulo Primero: Del Derecho de Uso


Sección Primera: Generalidades
Art. 24.- Tipos de usos especiales - Importancia - Facultades de la Autoridad de Aplicación.
Entiéndense por usos especiales y en orden de importancia, los de:
a) Abastecimiento de poblaciones.
b) Irrigación.
c) Industrias.
d) Pecuario.
e) Energía Hidráulica.
f) Minería.
g) Acuacultura.
h) Termo - Medicinales.
i) Recreativo.
La Autoridad de Aplicación, en caso de concurrencia y cuando hubiere coincidencia en el objeto y
fuente, dentro del orden de preferencias, podrá otorgar las concesiones privilegiando aquellas tierras
y empresas de mayor utilidad e importancia económica y social y, en igualdad de circunstancias, a
las que primero hubieren solicitado la concesión.
Art. 25.- Otorgamiento. El uso especial de las aguas públicas debe ser otorgado por permiso o
concesión, y no confiere delegación del poder público a su titular, sino simplemente el derecho al
uso.
Art. 26.- Nulidad. Toda concesión o permiso de uso que no se otorgue conforme a las disposiciones
de este Código, será nula desde su origen y su nulidad no dará lugar a indemnización alguna.

Sección Segunda: Del Permiso


Art. 27.- Otorgamiento - Derecho. El permiso de uso es un acto administrativo en virtud del cual,
la Autoridad de Aplicación, otorga un derecho precario sujeto a revocación en cualquier tiempo y
sin derecho a indemnización alguna, que se dará únicamente en circunstancias transitorias y hasta
tanto el motivo causante del permiso desaparezca.
Art. 28.- Prohibición de cesión. El permiso no es cesible y será otorgado sin que perjudique a los
concesionarios.
Art. 29.- Incendio - Calamidades públicas. En caso de incendio u otra calamidad pública, el uso
de las aguas necesarias para evitar o contener el daño, no requerirá trámite alguno ante la Autoridad
de Aplicación.
Art. 30.- Construcción y conservación de caminos. La Autoridad de Aplicación otorgará permiso
de uso del agua pública para su utilización en la construcción y conservación de caminos públicos.
El caudal necesario será prorrateado entre todos los concesionarios y permisionarios, si no existen
excedentes disponibles. Produciéndose daños comprobados a concesionarios, éstos deberán ser
indemnizados.

Sección Tercera: De la Concesión


Art. 31.- Concesión: Definición. La concesión es el acto jurídico-administrativo o ley en cuya
virtud puede adquirirse el derecho subjetivo al uso de las aguas públicas. El derecho-obligación que
otorgan las concesiones a particulares es para “el uso productivo” del agua, en la proporción y bajo
las condiciones establecidas en este Código y su reglamentación, y éstas serán otorgadas sin
perjuicio de terceros.
Art. 32.- Título de concesión. Para el otorgamiento de concesiones se observará el orden de
preferencia establecido en el artículo 24, previo estudio del impacto ambiental, si fuera el caso, y se
extenderá a favor del concesionario un “Titulo de Concesión” en el que constará la fecha de
otorgamiento y se determinarán e individualizarán con precisión sus límites, alcances y todo otro
requisito que imponga la reglamentación.
El “Título de Concesión” es el Decreto del Poder Ejecutivo Provincial o la ley especial en su caso,
mediante el cual se fijan los derechos y las obligaciones que asume el concesionario, así como el
tiempo de duración de dicho derecho, el que notificado, publicado e inscripto en el Libro de
Registro de Aguas respectivo, le transfiere derechos subjetivos para el uso especial del agua del
dominio público, adquiriendo seguridad jurídica dicho derecho mientras cumpla el beneficiario con
las disposiciones de este Código, su reglamentación y las del Título de Concesión.
Art. 33.- Destino del agua. El agua pública concedida no podrá ser usada para otro destino,
extensión o proporción mayor, que el que resulte del “Título de Concesión”. En caso de cambio de
destino u otra alteración será necesaria la previa autorización expresa de la Autoridad de Aplicación
y razón fundada teniendo en cuenta que no se producirán daños a terceros y contaminación.
Art. 34.- Naturaleza de la concesión - Embargo. La concesión de uso del agua pública, no forma
parte del concepto de dominio privado, pero en el caso de ser inherente al suelo es un Derecho Real
Administrativo que sigue el destino del mismo. Las concesiones no pueden ser embargadas ni
enajenadas sino con el terreno, industria e instalaciones para el que fue otorgado el uso del agua.
Art. 35.- Expropiación. Toda concesión de uso del agua pública está sujeta a expropiación, previa
indemnización, en favor de otra concesión, de acuerdo al orden de preferencias establecidos por el
artículo 24.
Art. 36.- Garantía jurídica - Plazo. Las concesiones otorgadas con arreglo a la Ley Nº 775 se
encuentran protegidas por las garantías constitucionales en resguardo de la seguridad jurídica. No
tendrán plazo de extinción siempre que las mismas mantengan el uso y objeto para el que fueron
otorgadas, respeten las condiciones y obligaciones impuestas por este Código o se haya establecido
expresamente una duración determinada en los usos especiales.
Art. 37.- Extinción de las concesiones. Son causales de extinción:
a) La renuncia.
b) El vencimiento del plazo por el cual fue otorgada.
c) La caducidad.
d) La revocación.
e) La falta de objeto.
f) Nulidad.
Art. 38.- Renuncia. El concesionario podrá renunciar en forma total o parcial en cualquier tiempo a
la concesión. Esta deberá presentarse ante la Autoridad de Aplicación, la que la aceptará previo
pago total de la prorrata y de las contribuciones adeudadas. Requerirá para la aceptación la
conformidad expresa de los acreedores del inmueble cualesquiera fueren. Su efecto se producirá a
partir de su aceptación.
Art. 39.- Vencimiento del plazo. Vencido el plazo se produce la extinción automática de la
concesión. La Autoridad de Aplicación adoptará las medidas conducentes para cancelar la
inscripción y tornará posesión de las instalaciones y mejoras hechas por el concesionario.
Art. 40.- Caducidad. La concesión será declarada caduca en forma total o parcial y la Autoridad de
Aplicación fijará los plazos y modalidades de notificación o comunicación, cuando:
a) Transcurrido un año a partir de su otorgamiento no hayan sido ejecutadas las obras
comprometidas, los trabajos o los estudios a que estaban obligados los concesionarios a
realizar por disposición de este Código o el Título de Concesión salvo que estos últimos
hubieran otorgado un plazo mayor, siempre que las causas no sean imputables a negligencia,
imprudencia o impericia del usuario.
b) Por el no ejercicio efectivo e injustificado del derecho otorgado durante el plazo que se fije
para cada uso especial del agua pública.
c) Por infracción grave o reiterada a disposiciones de este Código, del Título de Concesión o
de los reglamentos vigentes.
d) Por el cese de la actividad que motivó el otorgamiento.
e) Por el empleo del agua en uso distinto del concedido.
f) Por el desequilibrio o alteración grave del equilibrio ecológico.
La caducidad produce efectos desde la fecha de su declaración. Será declarada por decreto del
Poder Ejecutivo de la Provincia previo informe de la Autoridad de Aplicación por las causas
enumeradas precedentemente, de oficio o a petición de partes, previa audiencia de los interesados.
En ningún caso la declaración de caducidad trae aparejada indemnización, ni exime al
concesionario del pago de las deudas que mantuviera con la Autoridad de Aplicación en razón de la
concesión.
La iniciación del trámite de declaración de caducidad será registrada como anotación marginal en
los libros de Registro y Catastro.
Art. 41.- La revocación. Cuando mediaren razones de interés público debidamente acreditadas o
cuando las aguas fueren necesarias para abastecer usos que le preceden en el orden establecido por
el artículo 24, el Poder Ejecutivo previo informe de la Autoridad de Aplicación podrá revocar las
concesiones, indemnizando el daño emergente. El concesionario podrá impugnar el informe
mencionado.
Art. 42.- Monto de la indemnización. En el caso de revocación la falta de acuerdo en la
indemnización facultará al concesionario a recurrir a la vía judicial previo reclamo administrativo,
la que en ningún caso suspenderá los efectos de la revocación ni la declaración de extinción por
falta de objeto cuando el Estado fuere culpable.
Art. 43.- Falta de objeto. Cuando se produjere la falta de objeto, la concesión se extinguirá sin que
ello genere indemnización a favor del concesionario por:
a) Agotamiento de la fuente de provisión.
b) Por perder las aguas aptitud para servir al uso para el que fueron concedidas.
Art. 44.- Nulidad. La nulidad, o sea el vicio que existiendo en la constitución del derecho, impide
su nacimiento y produce su extinción. Este vicio puede existir en los siguientes casos
especialmente:
a) En la tramitación administrativa necesaria para la creación del derecho.
b) En la condición que debe reunir la persona que solicita el permiso o concesión.
Según la sustancialidad o importancia de los requisitos omitidos o viciados, se producirá la
inexistencia o la nulidad absoluta o relativa, lo que acarreará los diversos efectos de dichas
sanciones y particularmente la posibilidad o imposibilidad de solución por el transcurso del tiempo.
Art. 45.- Tipos de concesiones. Las concesiones de uso del agua pública pueden ser de ejercicio
permanente o eventual y cualquiera de éstas, a su vez, sujetas o no a turno.
Art. 46.- Concesión de ejercicio permanente. Concesión de ejercicio permanente es el derecho de
uso que se otorga para ejercitar en cualquier época del año y los concesionarios tendrán derecho a
recibir en la proporción que corresponda y en forma racional una dotación de agua, que otorgare en
cada caso la Autoridad de Aplicación, en base al régimen hidrológico de la zona, a la naturaleza y
destino dado al agua.
A partir de la vigencia de este Código no se otorgarán concesiones de ejercicio permanente mientras
no sean aforadas sus fuentes de provisión.
Art. 47.- Concesión de ejercicio eventual. Concesión de ejercicio eventual es el derecho de uso
que se otorga cuando, por la abundancia de agua, estén o queden cubiertos los derechos
permanentes. En este caso los concesionarios recibirán una dotación regular de agua, pero
únicamente cuando la fuente tenga caudal sobrante del destinado a las concesiones permanentes.
Art. 48.- Suspensión temporal del uso. El uso del agua podrá ser suspendido temporariamente en
los siguientes casos:
a) En los períodos anuales fijados para efectuar el mantenimiento y las reparaciones necesarias
en las obras de captación, conducción, almacenamiento y sus accesorios.
b) En forma total o parcial cuando el concesionario no dé cumplimiento a las obligaciones
establecidas en este Código. La suspensión de la dotación se mantendrá mientras dure la
infracción, como medida precautoria.
c) En los casos de mora en el pago de las contribuciones que gravan la concesión acorde a los
factores de ponderación que establezca la reglamentación correspondiente.
d) En los casos fortuitos y de fuerza mayor.
Art. 49.- Obligación de pago. Todo bien inmueble, incluso las instalaciones e industrias con
concesiones de agua, responden por las cantidades devengadas por contribuciones, cánones, tasas,
multas u otros gravámenes, dispuestos por este Código y la Autoridad de Aplicación, cualquiera sea
su poseedor o propietario.
Art. 50.- Derechos del concesionario. Además de los derechos enumerados en el presente Código,
el concesionario para el ejercicio de la concesión, podrá solicitar a su costa la expropiación del
terreno; obtener la imposición de servidumbre y restricciones administrativas; solicitar la
construcción o autorización para construir obras; y ser protegido inmediatamente por la Autoridad
de Aplicación cuando sus derechos sean amenazados o afectados.
Los concesionarios pueden asociarse formando consorcios para administrar o colaborar en la
administración del agua, conforme a las disposiciones de este Código y demás leyes especificas
vigentes.
Art. 51.- Publicidad. Las inscripciones, modificaciones, alteraciones o cancelaciones en el Catastro
de Aguas, a instancia de parte o de oficio, deberán ser publicadas en el Boletín Oficial, y en un
diario de circulación en toda la Provincia, y para los mismos se seguirá el procedimiento establecido
en este Código, para el otorgamiento de concesiones de uso de agua pública. (Texto vigente
conforme Veto parcial Art. 2 del Decreto Nº 4913/ 1998).
Sección Cuarta: De las Obligaciones Comunes a Permisionarios y Concesionarios
Art. 52.- Obligaciones. El Concesionario y el Permisionario tienen las siguientes obligaciones:
a) Cumplir las disposiciones de este Código, los reglamentos y actos administrativos que en su
consecuencia dicte la Autoridad de Aplicación.
b) Usar efectiva y eficientemente el agua haciendo de ella uso productivo.
c) Construir las obras a que está obligado en los términos, plazos y características fijados por
este Código, el Título de Concesión, los reglamentos y los actos administrativos de la
Autoridad de Aplicación.
d) Conservar las obras e instalaciones hidráulicas en condiciones adecuadas y contribuir a su
conservación y mantenimiento mediante su servicio personal o pago de contribuciones que
fije la Autoridad de Aplicación.
e) Permitir las inspecciones, autorizar las ocupaciones temporales necesarias y suministrar los
datos, planos e información que disponga o solicite la Autoridad de Aplicación.
f) No producir polución ni contaminación de las aguas.
g) Pagar, según corresponda, el canon, regalías, tasas, impuestos, prorratas y contribuciones
que se fijen en razón del permiso o la concesión otorgados, conforme a lo dispuesto en los
artículos 53 y subsiguientes de la Contribución. Estas obligaciones no podrán ser rehusadas
ni demoradas alegando deficiente prestación del servicio, falta o disminución de agua ni
falta o mal funcionamiento de las obras hidráulicas, salvo que las mismas no sean
imputables a la Autoridad de Aplicación.
h) El permisionario o concesionario deberá efectuar, por sí o a pedido de la Autoridad de
Aplicación cuando así lo estime necesario, periódicamente la actualización de todos los
datos inherentes al otorgamiento del permiso o concesión.

Sección Quinta: De la Contribución


Art. 53.- Canon - Regalías. Toda concesión de aguas o permiso, cualesquiera fuera el uso a que se
destine, deberá pagar el canon, regalía o demás contribuciones establecidas en este Código y en su
reglamentación. Reconociéndose al agua como un bien económico, deberá concientizarse al usuario
de su real valor.
Art. 54.- Canon - Derecho al uso. Todo usuario del agua del dominio público, cualquiera sea la
categoría, con o sin servicio, deberá abonar anualmente un “canon” por derecho al uso sin que ello
signifique garantía del uso mismo, y también regalías, prorrata y demás contribuciones, según
corresponda.
El canon es la contribución económica que se fija en función del derecho de uso que se confiere,
debiendo pagarse en forma independiente del rendimiento de la explotación o aprovechamiento que
se haga al dominio sobre el cual se confiere el derecho, siendo su causa el título que habilita a su
beneficiario para el aprovechamiento.
La regalía es un tributo en función del aprovechamiento económico que se haga del recurso y
derecho y se determina en proporción a dicho aprovechamiento productivo.
La prorrata es una cuota-parte proporcional que le corresponde a cada usuario por el servicio, y está
destinada a cubrir los gastos de construcción, reparación, conservación y administración particular
de los acueductos o infraestructuras que los beneficien.
Art. 55.- Uso agropecuario - Fijación del canon. El canon correspondiente por la concesión de
derecho de agua para uso agropecuario se fijará en proporción a la magnitud de la misma y será
uniforme dentro de cada sistema. Se tendrá en cuenta para ésta y otro tipo de concesiones de uso,
las características propias de cada forma de utilización.
Art. 56.- Determinación del canon. La determinación del canon anual por derecho al uso será
realizado por el Poder Ejecutivo Provincial previo informe de la Autoridad de Aplicación.
Para la determinación del valor del canon se deberá tener en cuenta la condición hídrica de la
fuente, su ubicación regional o zonal, si se efectúa uso con consumo, si se produce alteración física.
Teniendo en cuenta para cada uso las siguientes variables:
a) Agua con destino al consumo de poblaciones urbanas: por cada metro cúbico por segundo o
el que se haya fijado por leyes especiales o en los pliegos de concesión respectivos, estando
ésta sujeta al servicio por privados.
b) Agua para uso agrícola, cuando no sea susceptible de medición: por hectárea y por año; caso
contrario por metro cúbico por segundo, siguiendo el parámetro de 0,525 litros por segundo
por hectárea por año (lts./seg. por Ha. por año).
c) Agua para uso pecuario: por metro cúbico por segundo en función del consumo diario del
género y de la especie que se explote.
d) Agua para uso industrial o minero: en metros cúbicos por segundo, o lo que se disponga en
el Título de Concesión.
e) Agua para la producción energética: por cada kw de capacidad instalada.
(Texto vigente conforme Veto parcial Art. 3 del Decreto 4913/1998).
Art. 57.- Obligaciones de los escribanos y autoridades judiciales. No podrá extenderse escritura
pública de naturaleza alguna que afecte o modifique el dominio de cualquier bien inmueble con
derechos o aprovechamiento del agua pública, ni inscribirlo en el Registro de la Propiedad, sin
previo certificado de libre deuda de las contribuciones y/o regularización, cánones, tasas, multas y
demás tributos, relativas al derecho de agua otorgado al inmueble en cuestión.
Los funcionarios del Registro de la Propiedad y Escribanos, que no cumplan con esta disposición,
serán pasibles, cada uno de ellos, de la aplicación de una multa equivalente al valor de las
contribuciones y demás importes adeudados al hacerse la operación. El incumplimiento de este
requisito hará observable el instrumento.
Art. 58.- Responsabilidad del pago. En concesiones personales, el responsable del pago de todas
las contribuciones que correspondan, incluidos el canon y la prorrata será su titular.
En las concesiones reales, serán responsables solidarios y mancomunados del pago del canon:
a) El titular del dominio de los inmuebles beneficiados con la concesión.
b) El usufructuario o arrendatario cuando el contrato agrario así lo estipule.
c) El comprador con posesión, aun cuando no posea escritura traslativa del dominio.
d) El ocupante o adjudicatario de tierras fiscales en legal situación.
e) La sucesión indivisa, mientras se mantenga en ese estado.
Art. 59.- Determinación del débito contributivo y fecha de imposición. La determinación del
débito contributivo se hará según la liquidación que realice al efecto la Autoridad de Aplicación, y
será exigible desde la fecha de otorgamiento del permiso o del Título de Concesión, o desde la de su
efectivo uso, lo que ocurra primero.
En los usos de agua pública asignada a los servicios públicos, el canon se abonará desde la fecha de
su efectiva utilización. La Autoridad de Aplicación podrá adoptar análogo tratamiento a las demás
derivaciones, cuando a su criterio la magnitud y trascendencia socioeconómica de los
emprendimientos productivos que así lo hagan aconsejable.
Art. 60.- Prorrata. Independiente del canon, regalías o contribuciones anuales, los concesionarios
deberán retribuir en la proporción que determine la Reglamentación por todos los trabajos de
carácter general o particular que se realicen para la mejor utilización de los recursos hídricos en el
sistema.

Capítulo Segundo: De los Usos Especiales en Particular


Sección Primera: Uso Municipal y Abastecimiento de Poblaciones
Art. 61.- Uso municipal. El agua para usos municipales, tales como riego de jardines, arbolado,
paseos públicos, limpieza de calles, extinción de incendios, está comprendida en el presente Código
y requiere permiso o concesión, quedando facultada la Autoridad de Aplicación para su
determinación en cada caso en particular.
Art. 62.- Uso de agua y prestaciones del servicio. Las concesiones de uso aludidas en este Titulo
serán otorgadas por el Poder Ejecutivo previos: informe de la Autoridad de Aplicación y estudio del
impacto ambiental; sea que el servicio sea prestado por la misma Autoridad o por concesión o
convenio con otras entidades estatales, consorcios o particulares.
Art. 63.- Áreas críticas. En áreas en donde las disponibilidades de agua para uso municipal sea
crítica, la Autoridad de Aplicación puede prohibir o gravar con contribuciones especiales los usos
suntuarios como piletas de natación, casas particulares de una determinada superficie o riegos de
jardines según se disponga en la Reglamentación.
Art. 64.- Naturaleza jurídica. El uso de las aguas del dominio público destinadas a las necesidades
de consumo de la población es un derecho de ésta y no puede ser objeto de concesiones a favor de
personas privadas, pero sí podrá ser objeto de concesión o licencia para los particulares, el servicio
de abastecimiento de las aguas potables y efluentes cloacales.
Art. 65. - Dotación. Toda población tendrá derecho a que se le conceda el uso del agua pública
necesaria, en forma permanente y sin límite de tiempo, con las limitaciones de los artículos Nros.
36, 258 y 259. Queda facultada la Autoridad de Aplicación para determinar las dotaciones en cada
caso concreto.
Art. 66.- Concepto de población. Se entiende por población a los grupos habitacionales
determinados por la Ley de Municipios. Considerase también como población, a los asentamientos,
caseríos, establecimientos o colonias educacionales, hospitalarias, de asilo, penales, clubes de
campo, o cualquier otro con fines de asistencia social y recreativos.
Art. 67.- Condiciones de otorgamiento de concesión. La concesión para los usos comprendidos en
esta Sección será otorgada previa verificación del volumen de la fuente de provisión y de la
posibilidad de desaguar sin perjuicio de terceros ni del medio ambiente. La Autoridad de Aplicación
deberá especificar las obras de infraestructura necesarias para la adecuada potabilización de las
aguas que se destinarán al uso humano.
Art. 68.- Prestación del servicio. La modalidad de prestación del servicio será definida por leyes
especiales y por los Reglamentos que al efecto se dicten.

Sección Segunda: Irrigación


Art. 69.- Uso agrícola - Requisitos. Las concesiones para uso agrícola tienen carácter real, se
conceden sin límite de tiempo mientras se cumpla con lo requerido en este Código y con la
siguiente categorización, según la disponibilidad de caudales: Concesiones Permanentes de acuerdo
a lo definido en el artículo 46, y Concesiones Eventuales de acuerdo a lo definido en el artículo 47
de este Código.
Se otorgará concesión de uso de agua para irrigación, cuando se reúnan los siguientes requisitos:
a) Ser propietario del terreno a irrigar, ser adjudicatario de tierras fiscales, al Estado y a las
personas físicas que demuestren por información sumaria judicial que por más de veinte
años poseen en forma pública, pacífica e ininterrumpida inmuebles rurales.
b) Que los predios tengan aptitud para ser cultivados mediante riego, y sean de dimensión igual
o superior a la unidad mínima económica definida para la zona de que se trate.
c) Que el curso de agua del que se solícita la concesión, tenga caudal disponible y aptitud para
ser concedida.
d) Que los predios o terrenos a irrigar puedan desaguar convenientemente.
e) Y todo otro requisito o documentación en base al procedimiento que exija la
reglamentación, la que deberá tener en cuenta las distintas realidades y zonificación de la
Provincia.
Art. 70. - Permisos. En el caso en que el solicitante no pueda acreditar debidamente su Título de
Dominio, se podrá otorgar permiso de acuerdo a las circunstancias de necesidad y oportunidad.
Art. 71.- Extensión regable. Ninguna propiedad puede gozar de una dotación de agua superior a la
necesaria para su extensión regable. Se considerará extensión regable a aquella superficie que,
declarada por el concesionario, sea verificada por la Autoridad de Aplicación. Su ubicación o
localización dentro de la propiedad estará limitada únicamente por la aptitud del lugar para ser
regado.
Art. 72.- Dotación. Se establece como dotación máxima para la extensión regable de una propiedad
la de 0,525 litros/segundo por cada hectárea. Esta dotación será aforada en el comparto de arranque
de la acequia que conduce los caudales a la propiedad.
Art. 73.- Facultades de la Autoridad de Aplicación. La dotación fijada en el artículo anterior, no
podrá ser aumentada, pero sí disminuida si resultase excesiva.
Podrá ser excepcionalmente aumentada cuando se tratare de cultivos no tradicionales cuya
necesidad de agua requiera una mayor dotación y siempre que la misma se base en estudios técnicos
precisos, lo que será verificado por la Autoridad de Aplicación. Todo ello supeditado a la capacidad
y disponibilidad de la fuente.
Art. 74.- Aguas recuperadas - Estímulo. Cuando el concesionario, con los caudales acordados,
pueda, por obras de mejoramiento o aplicación de técnicas especiales, regar mayor superficie que la
concedida, no abonará tributo por esta mayor extensión, pero sí estará obligado a comunicar esta
circunstancia a la Autoridad de Aplicación a los fines de su registración como nota marginal en su
Título de Concesión. Este estímulo durará el tiempo que se justifique la permanencia de la
optimización en el uso del recurso, o cambio del titular del inmueble beneficiado.
Art. 75.- Ley especial. Las concesiones de agua para irrigación, con una dotación de más de
quinientos lts/seg., sólo podrán ser otorgadas por Ley Especial de la Provincia. Las concesiones de
menor dotación que la indicada, procederán por Decreto del Poder Ejecutivo. En ambos casos será
indispensable el previo informe de la Autoridad de Aplicación.
Art. 76.- Limitaciones y caducidad. No podrá otorgarse por Decreto del Poder Ejecutivo a un
mismo concesionario, dos o más concesiones del uso del agua pública para riego sobre un mismo
sistema de regadío, que sumadas excedan los quinientos lts/seg. En este caso será necesaria una Ley
Especial para una nueva concesión. Por el no uso productivo y consecutivo de tres (3) años se
producirá la caducidad de la concesión.
Art. 77.- División de las concesiones de riego. Cuando una propiedad se subdivida por venta,
herencia u otros motivos, entre dos o más propietarios, los derechos de uso del agua pública se
dividirán en forma proporcional teniendo en cuenta las hectáreas empadronadas bajo riego y la
superficie total susceptible a ser regada del catastro, siempre que éstas posean la aptitud técnica y
económica de serlo. Los nuevos titulares tendrán también el derecho de usar los acueductos, las
tomas y todo otro accesorio ya sean públicos o comuneros, contribuyendo a los gastos de
manutención por medio de prorrata. En caso de aguas públicas y privadas la subdivisión la
efectuarán los interesados y la Autoridad de Aplicación podrá negarla sólo cuando se viole lo
establecido en el artículo 2.326 del Código Civil. En todos los casos deberá hacerse uso productivo
del agua.

Sección Tercera: Industrias


Art. 78. - Uso industrial. La concesión para uso industrial se otorga con la finalidad de emplear el
agua para producir calor, corno refrigerante, como materia prima, disolvente reactivo, como medio
de lavado, purificación, separación o eliminación de materiales o como componente o coadyuvante
en cualquier proceso de elaboración, transformación o producción. Esta concesión es real y puede
otorgarse con o sin consumo de agua.
Art. 79.- Entrega de dotación. En la concesión para uso industrial deberá expresarse el caudal:
a) En litros por segundo, cuando se consuma totalmente el agua.
b) En litros por segundo acordados en uso sin consumo.
c) En litros por segundo y porcentual a consumir.
d) En litros por segundo a descargar.
Art. 80.- Requisitos para obtener concesión y habilitación. Para obtener concesión para usos
industriales es requisito indispensable la presentación de la documentación que la reglamentación
exija. No se autorizará la habilitación de la concesión hasta que la Autoridad de Aplicación
compruebe que el funcionamiento de las instalaciones no causará perjuicio a terceros ni al medio
ambiente, dándole intervención a las Autoridades competentes.
Art. 81.- Efluentes industriales. Cuando el uso de agua para industrias produzca alteraciones en las
condiciones físicas o químicas del agua, álveos o en el flujo natural del caudal, la Autoridad de
Aplicación reglamentará los procesos de saneamiento de los efluentes.
Art. 82.- Cambio de ubicación del establecimiento. En caso de cambio de ubicación del
establecimiento, la Autoridad de Aplicación autorizará el cambio de ubicación del punto de toma o
descarga, siempre que fuere técnicamente factible y no cause perjuicios a terceros y al medio
ambiente. Todas las obras necesarias para el nuevo emplazamiento serán a cargo del concesionario.
Art. 83.- Suspensión del suministro. Si con motivo de la concesión reglada en esta Sección se
causare perjuicio a terceros o al medio ambiente, se suspenderá su ejecución hasta que el
concesionario adopte oportuno remedio. La reiteración negligente, imprudente o intencional de
infracciones a este artículo determinará la caducidad de la concesión, la que será definitiva e
irrecurrible.
Art. 84.- Duración de la concesión. Estas concesiones durarán mientras se ejerciten para la
industria y mantuvieren el objeto para el que fueron otorgadas.
Art. 85.- Extinción. Caducan sin derecho a indemnización alguna para el concesionario, en los
siguientes casos:
a) Si dentro del término de seis meses contados desde la fecha de otorgamiento del Título de
Concesión ésta no ha sido ejercitada, con las eximiciones que fije el mismo.
b) Por la interrupción durante el lapso de más de un año en el ejercicio de la concesión.
c) En cualquier tiempo si las aguas de desagües resultaren nocivas para la salud de las
personas, animales o vegetales y si dentro del término que estime peligroso la Autoridad
competente, el concesionario no impidiera la contaminación.
Art. 86. - Ley especial. En el otorgamiento de concesiones para industrias, con dotación superior a
trescientos litros por segundo, serán otorgadas por Ley Especial.

Sección Cuarta: Pecuario


Art. 87.- Requisitos - Naturaleza jurídica. La concesión para uso pecuario se otorgará cuando se
reúnan los requisitos exigidos para las concesiones de irrigación en el artículo 68, para bañar o
abrevar ganado propio o ajeno. Estas concesiones serán reales y sin límite de tiempo mientras se
cumpla con lo requerido en este Código.
Art. 88.- Dotación. La dotación se establecerá en metros cúbicos durante un tiempo determinado y
será fijada en cada caso particular por la Autoridad de Aplicación de acuerdo a la Reglamentación.
La concesión podrá disminuirse cuando el concesionario no cumpla con los fines propuestos o haya
reducido la importancia del establecimiento.
Art. 89.- Extinción. Se extingue por las causas siguientes:
a) En cualquier fecha si durante dos años consecutivos el concesionario no hiciere uso del
agua.
b) En los casos del artículo 43.
Art. 90.- Abrevaderos públicos. Sin perjuicio de lo expresado en el artículo 86, la Autoridad de
Aplicación podrá autorizar abrevaderos públicos de acuerdo y bajo las modalidades que fije la
Reglamentación.

Sección Quinta: Energía Hidráulica


Art. 91.- Otorgamiento. Se otorgarán concesiones para aprovechamiento de energía hidráulica
siempre que no se impida otros usos especiales. Para su solicitud se deberá presentar la
documentación que requiera la reglamentación y el estudio de impacto ambiental.
Art. 92.- Tipo de empleo – Carácter. Estas concesiones se otorgarán cuando se emplee la fuerza
del agua para uso cinético directo (rueda, turbina, molinos) para generación de electricidad. Son
concesiones reales y permanentes.
Art. 93.- Fines - Duración. Se otorgarán para fines privados o para prestar un servicio público y su
duración será la que se fije en el Título de Concesión.
Art. 94.- Unidad de medida - Entrega de dotación. En las concesiones para uso energético la
dotación deberá expresarse en kw/hora.
Art. 95.- Limitaciones. Las concesiones para aprovechamiento de energía hidráulica serán
otorgadas por el Poder Ejecutivo previo informe de la Autoridad de Aplicación. Las que excedan
una potencia instalada de 2.000 kw serán otorgadas por Ley Especial.
Art. 96.- Trasvasamiento de cuenca. Será necesaria una Ley Especial cuando se requiera para la
producción y aprovechamiento de la energía hidráulica verter las aguas de una cuenca en otra u
otras, o cuando aquéllas deban ser desviadas para su aprovechamiento en una distancia tal que
produzcan un impacto que perjudique a terceros o al medio ambiente. Se requerirán especialmente
todos los estudios necesarios de impacto ambiental de acuerdo a la Reglamentación.
Art. 97.- Uso privado. Las concesiones de uso de agua para producir energía hidráulica con fines
privados durarán mientras se la utilice para el objeto para el que fueron concedidas y se respeten los
preceptos de este Código y los de la Reglamentación.
Art. 98.- Caducidad. Las concesiones para el aprovechamiento de energía hidráulica caducan
después de un año de no hacerse uso productivo de la misma o el tiempo que especifique el Titulo
de Concesión.
Art. 99.- Contribuciones. El canon, la regalía y la prorrata si correspondieren, serán soportados por
el concesionario conforme a la Reglamentación que se dicte y que en cada caso fijará la Autoridad
de Aplicación.

Sección Sexta: Minería


Art. 100.- Uso minero - Plazo. El uso de aguas alumbradas con motivo de explotaciones mineras o
petroleras, tanto en su extracción como en la recuperación de petróleo o de gas natural, se hará por
concesión de acuerdo a las disposiciones de este Código, sin perjuicio de la aplicación de las
disposiciones del Código de Minería, leyes complementarias y legislación petrolera. También
necesita concesión el uso de aguas o álveos públicos en labores mineras. Estas concesiones son
reales y sin límite de tiempo y se otorgarán en consulta con la Autoridad Minera o a pedido de ésta.
Art. 101.- Alveos, playas, obras hidráulicas. La autoridad minera no podrá otorgar permisos o
concesiones para explotar minerales en o bajo álveos y en zona de obras hidráulicas sin la previa
conformidad de la Autoridad de Aplicación.
Art. 102.- Servidumbre de aguas naturales. A los efectos del Código de Minería, se considerarán
aguas naturales a las aguas privadas de fuente o de vertiente y a las aguas pluviales caídas en
predios privados.
Art. 103.- Hallazgo de agua subterránea. Quienes realizando trabajos de exploración o
explotación de minas, hidrocarburos o gas natural encuentren aguas subterráneas, están obligados a
poner el hecho en conocimiento de la Autoridad de Aplicación dentro de los treinta días de
ocurrido; a impedir la contaminación de los acuíferos y a suministrar a la Autoridad de Aplicación
información sobre el número de éstos y profundidad a que se hallan, espesor, naturaleza y calidad
de las aguas de cada uno. El incumplimiento de esta disposición hará pasible al infractor, previa
audiencia, de la aplicación por parte de la Autoridad de Aplicación, de las sanciones previstas en el
Título XI -Capítulo Cuarto: Régimen Contravencional, o las que establezca la reglamentación.
Si el minero solicitare concesión tendrá prioridad sobre otros solicitantes de usos de la misma
categoría según el orden establecido en el artículo 24.
Art. 104.- Desagües de minas. El desagüe de minas se regirá por el Código de Minería si se ha de
imponer sobre otras minas; y por este Código si se impone sobre predios ajenos a los de la
explotación minera.
Art. 105.- Perjuicios a terceros. Las aguas utilizadas en una explotación minera o de hidrocarburos
serán devueltas a los cauces en condiciones tales que no se produzcan perjuicios a terceros y al
medio ambiente. Los residuos o relaves de la explotación minera en cuya producción se utilice el
agua, deberán ser depositados a costa del minero en lugares donde no contaminen las aguas
subterráneas o superficiales o degraden el ambiente y en perjuicio de terceros. La infracción a esta
disposición causará de pleno derecho la suspensión del uso del agua hasta que se adopte oportuno
remedio, sin perjuicio de la aplicación, previa audiencia, de una multa que será graduada por la
Autoridad de Aplicación, conforme a lo preceptuado por este Código; también, como pena paralela
podrán aplicarse las sanciones conminatorias establecidas en este Código.
Art. 106.- Entrega de dotación. Al otorgar las concesiones aludidas en esta Sección la Autoridad de
Aplicación determinará los modos y formas de entrega del agua o uso del bien público concedido.

Sección Séptima: Aquacultura


Art. 107.- Uso. Para el establecimiento de viveros o el uso de cursos de agua o lagos naturales o
artificiales para siembra, cría, recolección, pesca o caza de animales y otras variedades de fauna y
flora acuáticas con fines comerciales, se requiere permiso o concesión, los que serán otorgados por
la Autoridad de Aplicación previa intervención de las Autoridades competentes. Estas concesiones
serán personales y temporarias.
Art. 108.- Otorgamiento. Para obtener concesiones de agua para estos usos deberá el solicitante
cumplir los requisitos exigidos en el artículo 69 excluido el inciso a) y aportar el estudio biológico
del espacio elegido y también cumplir con los requisitos que fije la reglamentación. Las aguas de
desagües deberán volver a las fuentes.
Art. 109.- Plazo. Estas concesiones se otorgarán por un plazo que no exceda de diez (10) años y
podrán ser renovables.
Art. 110.- Limitación. El concesionario no podrá perjudicar el régimen hidráulico ni deteriorar los
causes o márgenes ni la calidad de las aguas.
Art. 111.- Extinción y caducidad. Se extingue o caduca por las causas siguientes:
a) En cualquier fecha si durante dos (2) años consecutivos el concesionario no hiciere uso del
agua salvo indicación en contrario en el Título de Concesión.
b) En los casos del artículo 43.
Art. 112.- Conservación de la fauna y flora acuática. La Autoridad de Aplicación podrá obligar a
todos los usuarios de aguas como condición de goce de sus derechos, a construir y conservar a su
costa escaleras para peces y otras instalaciones tendientes a fomentar, desarrollar y permitir la vida
de la fauna y flora acuáticas.

Sección Octava: Aguas Termo - Medicinales


Art. 113.- Uso Medicinal - Plazo. El uso o explotación de aguas minerales y termales dotadas de
propiedades terapéuticas o curativas por el Estado o por particulares, requerirá concesión otorgada
por la Autoridad de Aplicación. Deberá ser tramitada con la necesaria intervención de la autoridad
sanitaria. Estas concesiones son personales y temporarias. En caso de concurrencia de solicitudes de
particulares y del propietario de la fuente en donde broten, será preferido este último. Las
solicitudes formuladas por el Estado tendrán siempre prioridad.
Art. 114.- Fangos radiactivos. La explotación de los fangos radiactivos se rigen por las
disposiciones de este Código.
Art. 115.- Protección de fuentes. La Autoridad de Aplicación, con la necesaria intervención de la
autoridad sanitaria, podrá establecer zonas de protección para evitar que se afecten fuentes de aguas
minerales y termales terapéuticas.
Art. 116.- Utilidad pública. A los efectos de la aplicación del artículo 2.340 - inciso 3º del Código
Civil se considera que las aguas minerales y termales terapéuticas tienen aptitud para satisfacer usos
de interés general.
Art. 117.- Embotellado de agua mineral. El embotellado de agua mineral será reglamentado y
controlado por la autoridad sanitaria. Pagarán el canon que fije el Poder Ejecutivo Provincial por
medio de la Autoridad de Aplicación.

Sección Novena: Uso Recreativo


Art. 118.- Uso recreativo. La Autoridad de Aplicación otorgará permisos o concesiones de uso de
tramos de cursos de agua, áreas de lagos, embalses, playas fluviales o lacustres e instalaciones para
recreación, turismo o esparcimiento público. También otorgará permisos o concesiones de uso de
agua para piscinas, campamentos o balnearios. Esta concesión será personal y temporaria.
Art. 119.- Modalidades del uso. Las modalidades de uso de bienes públicos o entrega de agua para
el uso aludido en esta sección será establecido en la reglamentación y en el título de concesión.
Art. 120.- Intervención de organismos competentes. Para la concesión de estos usos debe darse
intervención previamente a la autoridad a cuyo cargo esté la actividad recreativa, turística o
deportiva en la Provincia, esta autoridad regulará en coordinación con la Autoridad de Aplicación
todo lo referido al uso establecido en esta Sección, a la imposición de servidumbres y restricciones
al dominio privado y el ejercicio de la actividad turística o recreativa conforme a una adecuada
planificación.
Art. 121.- Otorgamiento. Podrán solicitar concesiones para uso recreativo todas las personas
físicas o jurídicas con o sin fines de lucro. Para obtener concesiones de agua para uso recreativo
deberá el solicitante cumplir los requisitos exigidos en el artículo 69 excluido el inciso a). Deberá
presentar el proyecto que indique la ubicación y características técnicas del emprendimiento. Las
aguas de desagües deberán volver a las fuentes.
Art. 122.- Plazo. Estas concesiones se otorgarán por un plazo que no exceda de diez (10) años y
podrán ser renovables.
Art. 123.- Limitación. El concesionario no podrá perjudicar el régimen hidráulico ni deteriorar los
cauces o márgenes ni la calidad de las aguas.
Art. 124.- Extinción y caducidad. Se extingue o caduca por las causas siguientes:
a) En cualquier fecha si durante dos años consecutivos el concesionario no hiciere uso del agua
salvo indicación en contrario en el Título de Concesión.
b) En los casos del artículo 43.
Art. 125.- Contribución. Los cánones, regalías y prorrata si correspondiere, serán soportados por el
concesionario conforme a la reglamentación que se dicte y que en cada caso fijará la Autoridad de
Aplicación.

TÍTULO III
CATEGORÍAS ESPECIALES DE AGUAS

Capítulo Primero: Cursos de Aguas y Aguas Lacustres


Sección Primera: Cursos de Aguas
Art. 126.- Determinación de la línea de ribera. La Autoridad de Aplicación procederá a
determinar la línea de los cursos naturales conforme al criterio establecido por el artículo 2.577 del
Código Civil y de acuerdo al procedimiento técnico que establezca la reglamentación, dando
intervención en la operación a los interesados. Las cuotas determinantes de la línea de ribera se
anotarán en el Libro de Catastro que prevé este Código. La Autoridad de Aplicación podrá rectificar
la línea de ribera cuando el cambio de las circunstancias lo haga necesario.
Art. 127.- Conducción de agua por cauces públicos. Toda agua que se derive hacia un canal
público se considera pública. No es permitido conducir aguas privadas por cauces públicos. Los
casos especiales serán considerados por la Autoridad de Aplicación.

Sección Segunda: Aguas Lacustres


Art. 128.- Lagos no navegables. Los lagos no navegables que se encuentran dentro de una
propiedad privada, formados en y por cauces naturales y que constituyan fuente o naciente de un río
que excede los límites de ésta, pertenecen al dominio público.
Los ribereños tienen derecho a su aprovechamiento para usos domésticos; para otros usos debe
solicitarse permiso o concesión, teniendo preferencia sobre los no ribereños en caso de concurrencia
de solicitudes para un mismo uso.
Art. 129.- Línea de ribera. La Autoridad de Aplicación procederá a determinar la línea de ribera de
los lagos conforme al procedimiento técnico que establezca la reglamentación, dando intervención
en las operaciones a los interesados. Las cotas de determinantes de la línea de ribera se anotarán en
el Libro de Catastro que prevé este Código. La Autoridad de Aplicación podrá rectificar la línea de
ribera cuando el cambio de las circunstancias lo haga necesario.
Art. 130.- Margen de los lagos navegables. La Autoridad de Aplicación delimitará también la zona
de margen o ribera externa de los lagos navegables.

Capítulo Segundo: Aguas de Vertientes


Art. 131.- División de terrenos donde corren aguas de vertientes. Cuando una heredad en las que
corran aguas de una vertiente se divida por cualquier título, quedando el lugar donde las aguas
nacen en mano de un propietario diferente del lugar en donde murieren, la vertiente y sus aguas
pasarán al dominio público y su aprovechamiento se rige por las disposiciones de este Código. Los
propietarios del predio para poder continuar utilizando el agua deberán solicitar concesión de uso, la
que le será otorgada una vez cumplimentados los requisitos exigidos en el artículo 68.
Art. 132.- Otorgamiento de concesiones. Las concesiones serán otorgadas conforme a la división
de las aguas que hayan establecido los interesados, siempre que no contraríen lo dispuesto en el
artículo 2.326 del Código Civil. A falta de procedimientos expresamente definidos, la Autoridad de
Aplicación pautará la división, respetando los usos y hechos existentes con anterioridad a la
división y lo establecido en el artículo 2.326 del Código Civil.

Capítulo Tercero: Aguas de Fuentes


Art. 133.- Fuentes privadas. Salvo acuerdo en contrario, si una fuente brota en e1 límite de dos o
más heredades su uso corresponde a los colindantes por partes iguales.

Capítulo Cuarto: Aguas que Tengan o Adquieran Aptitudes para Satisfacer Usos de Interés
General
Art. 134.- Aguas que adquieran aptitudes para uso de interés general. Cuando las aguas
privadas tengan o adquieran aptitud para satisfacer usos de interés general, previo pago de la
indemnización correspondiente, pasarán al dominio público, debiendo la Autoridad de Aplicación
registrarlas en consecuencia.
Art. 135.- Prioridad de concesión. Ya en el dominio público, el antiguo propietario podrá solicitar
concesión de uso de estas aguas; para obtenerla tendrá prioridad sobre los otros solicitantes que
pretendan usos del mismo rango, conforme al orden establecido en el artículo 24 de este Código,
siempre que renuncie en forma expresa al derecho a la indemnización como condición para obtener
esta concesión. Si el antiguo dueño después de recibir indemnización solicita el uso de las aguas
que antes le pertenecían, deberá reintegrar el valor percibido como condición para el otorgamiento
de la concesión.

Capítulo Quinto: Pluviales


Art. 136.- Apropiación de aguas pluviales. El aprovechamiento de las aguas pluviales que,
conservando su individualidad, corran por lugares públicos, podrá ser reglamentada por la
Autoridad de Aplicación o las municipalidades. En este último caso los reglamentos serán puestos a
consideración de la Autoridad de Aplicación para su aprobación, requisito éste esencial para su
vigencia.

Capítulo Sexto: Aguas Atmosféricas


Art. 137.- Cambio artificial de clima. Toda modificación de la fase atmosférica del ciclo del agua
a través de la siembra de nubes u otros sistemas o procedimientos orientados a provocar lluvias
artificiales, evitar granizos u otros fenómenos atmosféricos climáticos deberá ser autorizado por la
Autoridad de Aplicación, aún cuando se intente la mera realización de experiencias de carácter
científico. En los permisos o concesiones que se otorguen se dará obligadamente intervención a la
autoridad que regula la actividad aeronáutica y meteorológica.
Art. 138.- Daños. Los daños y perjuicios que pueden provocarse en las instalaciones o propiedades
de terceros por efecto del permiso o concesión conferido a que se refiere el artículo anterior deberán
ser indemnizados por el permisionario o concesionario, en cuanto pueda demostrarse la vinculación
del perjuicio sufrido por el reclamante con el fenómeno o cambio de clima local producido.
Art. 139.- Carácter de las concesiones o permisos. Los permisos o concesiones aludidos en este
Capítulo serán personales y temporarios. Se exigirá al solicitante, previo su otorgamiento, fianza
suficiente para cubrir los potenciales daños y perjuicios que su accionar pudiera ocasionar. Se
otorgarán para su uso en zonas perfectamente delimitadas y por los plazos que fije la
reglamentación.

Capítulo Séptimo: Aguas Subterráneas


Art. 140.- Definición - Uso de las aguas subterráneas. Llamase aguas subterráneas a las que se
encuentran debajo de la superficie del suelo en la zona de saturación y almacenadas en formaciones
geológicas, surgentes o capaces de permitir su extracción por el hecho o acción del hombre. La
exploración, alumbramiento y explotación de las aguas subterráneas de acuíferos libres o
confinados o semiconfinados, su uso, control y conservación se rigen por el presente Código.
Art. 141.- Uso común. El alumbramiento, uso y consumo de aguas subterráneas es considerado uso
común y por ende no requiere concesión ni permiso cuando concurran los siguientes requisitos:
a) Que la perforación sea efectuada, por medios manuales o mecánicos empleados
racionalmente.
b) Que la extracción se efectúe para uso en la escala debida.
c) Que el agua se destine a necesidades domésticas del propietario superficiario o del tenedor
del predio.
En tales casos deberá darse aviso a la Autoridad de Aplicación, la que podrá solicitar la información
y la realización de investigaciones y estudios que estime pertinente.
Art. 142.- Uso especial. Fuera de los casos enumerados en el artículo anterior es necesario la
obtención de permiso o concesión de la Autoridad de Aplicación para la explotación de aguas
subterráneas.
La concesión se otorgará al superficiario dueño del inmueble cuando se trate de predios
particulares. Cuando se trate de predios del dominio público o privado del Estado, podrá otorgarse a
cualquier persona.
En caso que el solicitante del permiso o concesión sea persona pública o privada, no sea dueño del
terreno y éste pertenezca a particulares, el Poder Ejecutivo, en caso de ser de evidente conveniencia
el otorgamiento de la concesión e ineludible la ocupación de terrenos privados, declarará la utilidad
pública de la superficie necesaria para ubicar la perforación, bomba, acueductos y sus accesorios,
emplazamientos de piletas o depósitos, camino de acceso y toda otra superficie que resulte
indispensable para el desarrollo de la actividad objeto de permiso o concesión y procederá a la
expropiación.
Art. 143.- Carácter de las concesiones. Las concesiones de uso de aguas subterráneas, salvo las
que se hubieran obtenido por declaración judicial de aguas privadas, serán eventuales.
Art. 144.- Exploración. Salvo prohibición expresa y fundada de la Autoridad de Aplicación,
cualquier persona puede explorar, por sí o autorizar la exploración en suelo propio, con el objeto de
alumbrar aguas subterráneas. Si la exploración se encarga a una empresa, ésta deberá dar aviso a la
Autoridad de Aplicación informando el plan de trabajo o método de exploración.
El suelo ajeno o de dominio público o privado del Estado, sólo podrá explorar el Estado o
contratistas autorizados por éste, previa indemnización al propietario u orden judicial.
Art. 145.- Trabajo de perforación. Los trabajos de exploración y alumbramiento de aguas
subterráneas sólo podrán ser efectuados por el Estado o por empresas legalmente inscriptas en el
Libro de Registro de acuerdo a lo indicado en el artículo 201. Para el uso común rigen las
disposiciones establecidas en el artículo 141.
Art. 146.- Otorgamiento de concesión. Cumplidos los requisitos que fije la reglamentación, la
Autoridad de Aplicación aconsejará al Poder Ejecutivo el otorgamiento o no de la concesión
solicitada.
Art. 147.- Limitaciones al dominio con motivo del uso del agua subterránea. Para las labores de
exploración, estudio, control de la extracción, uso y aprovechamiento de las aguas subterráneas, las
autoridades encargadas de tales tareas tendrán libre acceso a los predios privados, con autorización
de propietario u orden judicial. Para realizar perforaciones o sondeos de pruebas, muestras de suelos
o tareas que demanden ocupación temporánea o permanente del suelo podrán establecerse
restricciones administrativas, servidumbres o expropiaciones según se establece en el Título X de
este Código.
Art. 148.- Condiciones de uso de las aguas subterráneas. La Autoridad de Aplicación en ejercicio
de las facultades que le otorgan las disposiciones de este Código, los reglamentos y las obligaciones
fijadas en el Título de Concesión, podrá en cualquier tiempo:
a) Designar el o los acuíferos de donde se permitirá extraer agua.
b) Ordenar modificaciones de métodos, sistema o instalaciones.
c) Ordenar pruebas de bombeo, muestras de agua, aislación de napas o empleo de determinado
tipo de filtros.
d) Fijar regímenes extraordinarios de extracción en caso de baja del nivel del acuífero
conforme a lo establecido por la Autoridad de Aplicación en base a las disposiciones de este
Código y de la reglamentación.
e) Adoptar cualquier otra medida, que prevean los procedimientos legales, que importando sólo
una restricción al dominio, sea conveniente para satisfacer el interés público, preservar y
conservar la calidad y cantidad del agua que tienda a lograr un empleo beneficioso para la
comunidad.
Art. 149.- Control de extracción. Todas las perforaciones deberán estar provistas de dispositivos
aprobados por la Autoridad de Aplicación que permitan controlar el caudal de la extracción y
mecanismos adecuados para interrumpir la salida de agua cuando éstas no se usen o no deban ser
usadas.
Art. 150.- Protección de perforaciones. La Autoridad de Aplicación ordenará establecer alrededor
de la perforación una zona de protección dentro de la cual se limitará, se condicionará o se
prohibirán acciones que puedan contaminar, entorpecer, afectar o interferir su correcto uso o poner
en peligro a las personas o bienes de terceros.
Art. 151.- Conservación de las aguas. Además de las disposiciones generales para todas las
concesiones o permisos, los usos de aguas subterráneas se ajustarán a las siguientes:
a) Que el alumbramiento no cause alteraciones físicas o químicas que dañen las condiciones
naturales del acuífero o del suelo.
b) Que la explotación no produzca interferencias con otras perforaciones o cuerpos de agua, ni
perjudique a terceros.
Art. 152.- Sectores de explotación. A medida que se determinen los límites y características de los
acuíferos, la Autoridad de Aplicación los dará a conocimiento público pudiendo constituirse
sectores de explotación de aguas subterráneas.
Art. 153.- Operación de perforaciones. Se hallan o no constituidos los sectores de explotación,
cuando existan perforaciones vecinas y razones técnicas lo aconsejen, la Autoridad de Aplicación
de oficio o a pedido de interesados podrá disponer la clausura de una o varias o su operación
conjunta.
Art. 154.- Mantenimiento y operación conjunta de una o varias perforaciones. Cuando una
perforación sirva a varios concesionarios o varios concesionarios se sirvan de varias perforaciones,
los gastos de mantenimiento serán soportados por ellos en proporción al uso máximo acordado en
concesión.
Art. 155.- Aguas subterráneas de difícil disponibilidad. Estímulo. Las aguas subterráneas
ubicadas a profundidad mayores o iguales a trescientos (300) metros, serán objeto de concesión
para las personas físicas o jurídicas que utilicen la forma de la Iniciativa Privada dispuesta por la
Ley Nº 6.838 del Sistema de Contrataciones de la Provincia.
Al tratarse de aguas subterráneas serán aplicables los requisitos, condiciones y procedimientos
fijados por este Código, la reglamentación que se dicte al efecto y lo que determine la Autoridad de
Aplicación.
Los riesgos de búsqueda, cateo o exploración, serán afrontados por quien solicite la concesión en
forma exclusiva.
Para el supuesto de alumbramiento de agua subterránea la autora de la iniciativa se convertirá en
adjudicataria procediéndose inmediatamente al concertamiento de un Contrato de Concesión en el
que se fijarán los derechos y las obligaciones de dicha concesionaria.
El canon o regalía, que será obligatorio para la concesionaria, será determinado por el Poder
Ejecutivo en cada caso particular a instancia de la Autoridad de Aplicación, consistirá en aportar un
porcentaje del agua descubierta o alumbrada o su equivalente en dinero. Si el Estado optara por
recibirla en especie, ésta deberá ser entregada en boca de pozo a los efectos del correspondiente
aprovechamiento por parte de la Administración.
Art. 156.- Recarga artificial de acuíferos subterráneos. Donde sea física y económicamente
posible, la Autoridad de Aplicación podrá realizar trabajos para recarga de acuíferos e imponer a los
concesionarios de uso de aguas subterráneas la obligación de hacer las obras o trabajos necesarios
para ello, o para retornar al subsuelo los excedentes no usados. Estos gastos se prorratearán entre los
beneficiados en proporción al uso máximo acordado en concesión, o se las considerará como obras
de fomento, según resuelva fundadamente la Autoridad de Aplicación.
Art. 157.- Contravenciones. La contravención a las disposiciones contenidas en los artículos
anteriores o las resoluciones de la Autoridad de Aplicación dictadas en virtud de las atribuciones
conferidas por este Código, conllevarán las consiguientes sanciones, las que serán aplicadas previa
audiencia, en función de lo previsto en el Titulo XI - Capítulo Cuarto: Régimen Contravencional, o
lo que establezca la reglamentación, para los casos:
a) Cuando el contraventor no sea concesionario de aguas subterráneas.
b) Cuando el contraventor sea una empresa, se aplicarán las sanciones mencionadas, sin
perjuicio de la suspensión o cancelación de la matrícula en el Libro de Registro de
Concesiones.
c) Cuando el contraventor sea un concesionario o solicitante de concesión de aguas
subterráneas, se aplicarán las sanciones mencionadas sin perjuicio de disponer la suspensión
del uso del agua o la caducidad de la concesión. Cuando la infracción sea imputable a la
empresa perforadora y al permisionario, o concesionario de concesión, se sancionará a
ambos.
Art. 158.- Vapores endógenos. Son aplicables, en lo pertinente, las disposiciones sobre aguas
subterráneas a los vapores endógenos.

TÍTULO IV
DEFENSA CONTRA EFECTOS DAÑOSOS DE LAS AGUAS

Capítulo Primero: Disposiciones Generales


Art. 159.- Conservación de aguas. La Autoridad de Aplicación dispondrá las medidas necesarias
para prevenir, atenuar o suprimir los efectos nocivos de y en las aguas, entendiéndose por tales los
daños que por acción del hombre o la naturaleza puedan causar a personas o cosas.

Capítulo Segundo: Contaminación


Art. 160.- Contaminación. A los efectos de este Código, se entiende por aguas contaminadas las
que por cualquier causa son peligrosas para la salud, no aptas para el uso que se les dé, perniciosas
para el medio ambiente o la vida que se desarrolla en el agua o álveo o que por su olor, sabor,
temperatura o color causen molestias o daños.
Art. 161.- Inventario. La Autoridad de Aplicación, en colaboración con la autoridad sanitaria, hará
un inventario de las aguas dentro de un plazo de cinco años, a contar desde la promulgación de este
Código, estableciendo su grado de contaminación, el que se registrará en el Libro correspondiente
del Catastro de Aguas. Este inventario será actualizado anualmente. El Poder Ejecutivo formulará
planes para evitar o disminuir la contaminación.
Art. 162.- Grados de contaminación. La Autoridad de Aplicación determinará en los reglamentos
que dicte, previa consulta con las autoridades sanitarias u otra competente, los niveles máximos
permitidos de alteración del estado natural de las aguas, los que estarán orientados a mantener y
mejorar el nivel sanitario y a posibilitar el mejor uso de las aguas, como así también evitar la
propagación de las enfermedades infecto-contagiosas de carácter endémico, transmisibles directa o
indirectamente por el agua.
Art. 163.- Prohibiciones. Queda prohibido depositar animales muertos, basuras o desperdicio junto
a los cursos de agua, o arrojarlos a los mismos. La Autoridad de Aplicación podrá hacerlo retirar
por cuenta del que los depositó.
Art. 164.- Aguas cloacales. Las aguas cloacales y aquéllas con residuos nocivos de los
establecimientos industriales, no pueden ser arrojadas a los cursos naturales o acueductos. Para ser
arrojadas deberán ser sometidas previamente a un tratamiento eficaz de depuración y purificación,
no pudiéndose superar los niveles de contaminación que fije la reglamentación de esta ley y de
medio ambiente.
Art. 165.- Sanción. En caso de contaminación por concesionarios o permisionarios, la Autoridad de
Aplicación podrá suspender la dotación, declarar la caducidad de la concesión o aplicar las multas y
sanciones conminatorias conforme a lo preceptuado en el Título XI - Capítulo Cuarto: Régimen
Contravencional, o las que establezca la reglamentación. Si la contaminación fuera causada por
titulares de uso de aguas privadas o por terceros, se sancionará a los culpables conforme lo
establecido en este artículo.

Capítulo Tercero: Inundación, Erosión Hídrica y Sedimentación


Art. 166.- Cargo del costo de obras. Las obras necesarias para evitar inundaciones, cambio o
alteración de cauces, corrección de torrentes, encauzamiento o eliminación de obstáculos en los
cauces públicos, se ejecutarán bajo el régimen de fomento o prorrata. Al disponerse la realización
de las obras se determinará la forma en que se amortizará su costo teniendo en cuenta la entidad
económica de los bienes protegidos, la capacidad contributiva de los beneficiados y el beneficio que
las obras generen.
Art. 167.- Reconducción. Si un curso natural cambiase de cause la reconducción de las aguas al
antiguo lecho requiere el permiso de la Autoridad de Aplicación. En caso de urgencia manifiesta
puede el perjudicado realizar las tareas necesarias y transitorias pertinentes, previa notificación
fehaciente a la Autoridad de Aplicación.
Art. 168. - Obra de defensa de particulares. Los particulares sean o no permisionarios o
concesionarios de uso de aguas públicas pueden, dando aviso a la Autoridad de Aplicación, plantar
o construir defensas dentro del límite de sus propiedades; cuando estas defensas se construyan en
cauces públicos se requerirá la autorización de la Autoridad de Aplicación, pudiendo ésta obligar a
los particulares a sujetarse a la reglamentación.
Art. 169.- Caso de emergencia. En caso de peligro inminente de inundación, a fin de evitar daños
mayores a las vidas humanas y cosas, cualquier autoridad podrá hacer u obligar a hacer las defensas
necesarias mientras dure el peligro.
Art. 170.- Protección de cuencas. La Autoridad de Aplicación podrá fijar áreas de protección de
cuencas hidrográficas, fuentes, cursos o depósitos de aguas donde no será permitido el pastaje de
animales, la tala de árboles ni la alteración de la vegetación. También podrá la Autoridad de
Aplicación disponer la plantación de árboles o de bosques protectores.
En estos casos el propietario podrá ser indemnizado por el daño emergente probado. En caso de que
la obligación de plantar árboles se imponga a ribereños concesionarios no se debe indemnización
alguna.
En todos los casos para la tala de árboles situados en las márgenes de los cursos o depósitos de
aguas naturales o artificiales se requerirá permiso de la Autoridad de Aplicación.
Los propietarios están obligados a permitir el acceso a sus propiedades al personal encargado de
construcción de defensas y remoción de obstáculos, que previamente se haya identificado.
Art. 171.- Información previa. Previo al otorgamiento, por parte de la autoridad competente, de
permisos o concesiones de uso de cauces, márgenes o extracción de áridos, la Autoridad de
Aplicación evaluará si el permiso o concesión afectará desfavorablemente las riberas o el flujo de
aguas, si así fuera desaconsejará el otorgamiento del permiso o concesión, o se exigirá la
construcción de las obras necesarias y la aplicación de las técnicas de operación adecuadas para
prevenir los peligros y los daños.
Art. 172.- Zonas inundables. La Autoridad de Aplicación, para las zonas ribereñas determinará los
sectores que puedan ser afectados por inundaciones, en los cuales no se permitirá la instalación de
asentamientos poblacionales o fijación de obstáculos que puedan afectar el curso de las aguas. Las
nuevas construcciones o plantaciones que se efectúen en zonas ribereñas deberán ser autorizadas
previamente por la Autoridad de Aplicación, debiéndose proyectar y ejecutar las obras necesarias
para prevenir el riesgo de inundación.
Art. 173.- Penalidades. Las infracciones a las disposiciones del artículo precedente serán
sancionados, previa audiencia, con multa que será graduada por la Autoridad de Aplicación
conforme a lo preceptuado por este Código; también, y como pena paralela podrán aplicarse las
sanciones conminatorias establecidas por este cuerpo legal. Sin perjuicio de ello la Autoridad de
Aplicación podrá ordenar la demolición de las obras o la destrucción de los obstáculos o demolerlos
o destruirlos por cuenta del infractor.
Art. 174.- Atribución de costos. Cuando se construyan diques o presas que tengan por objeto
prevenir o controlar inundaciones, al aprobar el proyecto la Autoridad de Aplicación delimitará la
zona en la cual las propiedades quedan beneficiadas con la protección. Los propietarios de esos
predios pueden ser obligados al pago de los costos en proporción razonable al beneficio que reciben
y conforme a la Ley de Contribución de Mejoras.
Art. 175.- Sedimentación. Se entiende por sedimentación a la introducción en el agua de partículas
en suspensión que pueden provocar el cambio del curso natural y también afectar la limpidez y
claridad del agua.
La Autoridad de Aplicación determinará si la sedimentación es causada por el régimen del curso del
agua, por la naturaleza del suelo donde escurre, por excesiva velocidad del agua o bien por erosión
producida por e1 uso inadecuado del suelo y demás recursos naturales conexos en cualquier punto
de cuencas. Asimismo reglamentará las medidas necesarias para evitar el efecto dañoso; en el
supuesto que la sedimentación se haya producido por inadecuada explotación de recursos hídricos
por parte de los usuarios, se procederá a aplicar las sanciones establecidas en el Titulo XI - Capítulo
Cuarto: Régimen Contravencional, o lo que establezca la reglamentación.

Capítulo Cuarto: Desecación de Pantanos


Art. 176.- Desecación. Los propietarios de terrenos pantanosos que, previo estudio del impacto
ambiental, quieran desecarlos o sanearlos, podrán extraer de terrenos del dominio público o privado
del Estado, con la autorización correspondiente, la tierra, arena o piedras necesarias para las labores.
Cuando se declare insalubre un terreno pantanoso, la autoridad de aplicación dispondrá su
desecación teniendo en cuenta el balance hídrico y condiciones ecológicas de la zona.
Si el terreno pertenece a un solo propietario, éste puede optar por proceder a su desecación en el
plazo que se le fije; si no lo realizara, lo hará el Estado por medio de terceros y por cuenta de aquél,
previa expropiación.
Si el terreno pertenece a varios propietarios la tarea será realizada o costeada por todos en
proporción a la superficie que pertenezca a cada uno, o bien en caso de no haber acuerdo unánime o
no realizarse en el plazo fijado, la hará el Estado por medio de terceros y por cuenta de aquéllos,
previa expropiación.

TÍTULO V
REVENIMIENTO, SALINIZACIÓN, DESAGÜES Y AVENAMIENTO

Capítulo Primero: Avenamiento y Desagües Particulares


Art. 177.- Revenimiento y salinización. Nadie puede provocar el revenimiento o salinización de
sus terrenos o de terrenos ajenos.
La violación de lo dispuesto por este artículo causará, si el infractor fuere titular de permiso o
concesión, la suspensión del uso del agua o del ejercicio de los derechos emanados de la concesión
o permiso hasta que se adopte oportuno remedio, o la caducidad de la concesión o permiso, según la
gravedad de la infracción. Además, previa audiencia la Autoridad de Aplicación aplicará las
sanciones previstas en el Título XI - Capítulo Cuarto: Régimen Contravencional, o las que
establezca la reglamentación.

Capítulo Segundo: Avenamiento y Desagües Generales


Art. 178.- Desagües de mejoramiento integral. Corresponde a la Autoridad de Aplicación la
formulación de un plan integral de desagües y drenajes.
Art. 179.- Sistematización. En el plan aludido en el artículo anterior se deberán sistematizar las
corrientes y posibilitar la utilización benéfica de las aguas de desagües.
Art. 180.- Consorcios - Obras. La construcción y mantenimiento de estas obras podrá ser
encargada o autorizada por la Autoridad de Aplicación a consorcios de usuarios en la forma y
condiciones que en cada caso se establezca la reglamentación.

Capítulo Tercero: Filtraciones


Art. 181.- Filtraciones. Todo acueducto o depósito artificial deberá construirse de manera que no se
produzcan filtraciones que causen perjuicios.
Art. 182.- Ejecución y emplazamiento de obras. En caso de acueductos o depósitos privados, las
obras de acondicionamiento para evitar filtraciones serán ejecutadas por el titular de la concesión o
permiso en la forma en que establezca la reglamentación. La Autoridad de Aplicación las podrá
ejecutar o hacer ejecutar por cuenta del emplazado en caso de que no se realicen las obras según la
necesidad o en el plazo fijado, sin perjuicio de la aplicación de las sanciones previstas en el Título
XI - Capítulo Cuarto: Régimen Contravencional, o las que establezca la reglamentación.
En los cursos y depósitos naturales de agua y en los cursos y depósitos artificiales del dominio
público o privado del Estado, las obras serán ejecutadas por el Estado o los particulares autorizados.
En todos los casos los acueductos o depósitos artificiales deberán guardar las distancias que
establezca la Autoridad de Aplicación para evitar daños a terceros.

Capítulo Cuarto: Defensa Contra Efectos Nocivos de las Aguas Atmosféricas


Art. 183.- Aguas atmosféricas. La defensa contra efectos nocivos de las aguas atmosféricas se
regirá por lo establecido en los artículos 137, 138 y 139 de este Código.

TÍTULO VI
DE LOS CONSORCIOS

Capítulo Único
Art. 184.- Concepto - Ámbito -jurisdicción territorial. A los efectos de este Código llamase
consorcios de usuarios a las personas físicas o jurídicas que se agrupen o se constituyan para el uso
de agua pública desde una toma, presa común, sistema de cauces específicamente determinados
para la administración, control, aforo, planificación, conservación, mantenimiento y preservación de
la infraestructura hídrica para riego u otros usos especiales, con sujeción al artículo Nº 81 de la
Constitución Provincial, las normas de las Leyes Nros. 6.842 y 6.845, las disposiciones de este
Código y la reglamentación que al efecto se dicte. Los usuarios de aguas subterráneas alumbradas
por perforaciones, podrán constituir consorcios para su explotación, bajo el régimen del presente
Código, quedando la Autoridad de Aplicación facultada para propiciar su constitución cuando las
circunstancias así lo requieran.
Las atribuciones y funciones de los consorcios de usuarios se ejercen dentro del ámbito descripto en
el párrafo anterior y se extienden a toda actividad que directa o indirectamente afecte la normal
distribución de las aguas, la integridad de los cauces y la cantidad o calidad de las aguas que
conduzcan. La demarcación de dicha área será efectuada por la Autoridad de Aplicación.
Art. 185.- Constitución. El Poder Ejecutivo a través de la Autoridad de Aplicación propiciará la
reunión en consorcios a todos los usuarios de una fuente común para asegurar el uso racional y el
más apto aprovechamiento del agua.
Art. 186.- Facultad indelegable. No obstante la constitución del consorcio, es indelegable la
facultad de la Autoridad de Aplicación de disponer cuando estime necesario, la defensa y correcta
utilización del agua pública.
Art. 187.- Constitución de oficio - Lotes urbanos. La constitución de un consorcio podrá ser
promovida de oficio en función del artículo 185, o a petición de cualquiera de los usuarios de una
fuente común e inclusive de los municipios. Será autorizado previa notificación a la totalidad de los
usuarios del sistema, y siempre que, a juicio de la Autoridad de Aplicación resulte técnica y
económicamente conveniente. En el caso de usuarios correspondientes a lotes urbanos o
suburbanos, la municipalidad o comuna respectiva designará a uno de sus funcionarios el que tendrá
el carácter de un consorcista más, así como la comunidad de usuarios, a uno de sus miembros para
que los representen en las deliberaciones del consorcio.
Art. 188.- Miembros. Serán miembros del consorcio los propietarios o poseedores de los predios y
de los establecimientos industriales beneficiados por concesión de uso especial de agua pública de
fuente común, vinculados al objeto del consorcio.
El carácter de miembro del consorcio cesa de pleno derecho con la extinción de su condición de
propietario de la heredad o establecimiento beneficiado por la concesión de uso especial, pero se
transmite a los sucesores en el dominio de éstos.
Art. 189.- Requisitos. Toda solicitud de constitución de un consorcio deberá cumplir con los
requisitos que requiera la legislación vigente, ya sea que la promueva el Estado, el Municipio o los
particulares.
Art. 190.- Formación - Acto administrativo. El acto administrativo de constitución del consorcio
que dicte la Autoridad de Aplicación fijará los fines específicos del mismo y los límites de su
actuación, debiéndose incluirse entre otros, las siguientes funciones:
a) Ejercerá la representación legal de los miembros del consorcio.
b) Administrará y distribuirá los caudales en función de los distintos usos y las categorías de
los derechos empadronados, con criterios de equidad y eficiencia.
c) Los consorcios tramitarán las cuestiones de carácter administrativo que se susciten en su
zona de influencia y resolverán los conflictos que se planteen entre los usuarios con motivo
del uso y de la preservación de las aguas.
d) Deberá contar con una registración actualizada de los derechos de agua que contenga:
titularidad, tipo de usos, categoría de derechos, dotaciones y vuelcos autorizados.
e) Deberá poseer un plano del área territorial bajo su jurisdicción con demarcación del
recorrido del cauce, ubicación de las tomas generales, derechos empadronados, cultivos
existentes, utilización de aguas subterráneas y demás datos conducentes a una eficiente
distribución del agua.
f) Dispondrá la suspensión de la entrega de dotación del agua y aplicará multas en los casos
previstos en este Código y cuando específicamente se le delegue esta atribución.
g) Adoptará todas las medidas necesarias para prevenir, impedir y reducir la contaminación de
las aguas o el deterioro de los cauces y preservarlos de cualquier otro efecto nocivo.
h) Aplicará las demás disposiciones que integran el régimen legal de las aguas en la Provincia
y ejecutará los actos autorizados por la Autoridad de Aplicación.
i) Podrá adquirir o arrendar bienes, designar y contratar personal y disponer su remoción.
j) Someterá el Estatuto a aprobación por Decreto del Poder Ejecutivo, debiéndolo publicar en
el Boletín Oficial de la Provincia.
Art. 191.- Naturaleza jurídica. Los consorcios, una vez constituidos de conformidad a lo indicado
en los artículos precedentes, serán personas jurídicas de derecho público sin fines de lucro, gozarán
de autarquía, serán entes públicos no estatales, con plena capacidad para actuar en el ámbito del
derecho público y privado, con arreglo a las prescripciones de este Código, su reglamentación y a
sus Estatutos y supletoriamente a los principios generales del derecho administrativo en todo lo
relativo a las funciones públicas que le han sido delegadas.
Art. 192.- Efectos jurídicos. Desde la fecha que establezca el acto administrativo de su
reconocimiento, el consorcio será responsable del suministro, distribución del agua y evacuación de
sus excedentes en su zona de influencia y a tales fines de la infraestructura hidráulica comprendida
en la misma; todo ello de acuerdo a los reglamentos, planes e instrucciones que imponga la
Autoridad de Aplicación.
Asimismo los consorcios asumirán responsabilidades exclusivas por los daños y perjuicios
provocados al Estado o a terceros con motivo de los hechos, actos u omisiones de cualquier
naturaleza resultante de su propia actividad, la de sus dependientes y contratistas.
Corresponderá también a los consorcios vigilar que los usuarios hagan uso racional y eficiente de
las aguas, dando aviso inmediato a la Autoridad de Aplicación de cualquier irregularidad que pueda
producirse.
El consorcio y sus miembros serán solidariamente responsables ante el Estado o la Autoridad de
Aplicación respecto de las contribuciones a que estén obligados como usuarios de agua pública.
Art. 193.- Cargas - Prorrata. Los consorcios establecerán las diferentes cargas financieras y
prorratas, las que podrán ser modificadas cuando el interés de uno o más usuarios, previa
verificación de la Autoridad de Aplicación, haya variado notablemente respecto a las circunstancias
en base a las cuales las contribuciones fueron anteriormente establecidas.
Art. 194.- Estatutos. Los Estatutos deberán contener, entre otros requisitos que establezca la
reglamentación, las normas para la realización de las reuniones de la Asamblea General de los
usuarios, así como para la constitución, renovación de los órganos del consorcio, sus funciones y
atribuciones.
Art. 195.- Participación obligatoria. La participación en el consorcio de usuarios es obligatoria,
estará condicionada al reconocimiento de los respectivos derechos de uso. El consorcio no podrá
poner en ejercicio nuevas utilizaciones, sin la previa concesión, autorización o permiso de uso del
agua, otorgada por la Autoridad de Aplicación.
La Autoridad de Aplicación podrá otorgar nuevas autorizaciones para el uso del agua pública
disponible comprendida en la circunscripción consorcial. En tal supuesto los nuevos usuarios serán
obligatoriamente incorporados al consorcio proporcionalmente a sus derechos.
Art. 196.- Decisiones - Integración - Intervención. Las decisiones del consorcio son obligatorias
para todos los consorciados, inclusive los disidentes o ausentes.
El consorcio tendrá la facultad para aprobar la distribución provisional y definitiva de la prorrata
entre los usuarios.
Si un miembro no puede integrar su aporte o no lo hiciera a su debido tiempo, los demás
consorcistas están obligados a cubrir dicho aporte en la proporción de sus propias cargas, quedando
a salvo las acciones del consorcio contra el integrante en mora.
Las cargas del consorcio podrán consistir en aportes de dinero o en obras, servicios u otros aportes
en especie debidamente justipreciados.
Los consorcios de usuarios de aguas públicas funcionarán bajo el contralor directo de la Autoridad
de Aplicación, la que a instancias de los interesados o de oficio, podrá anular las decisiones
ilegítimas de aquéllos.
La Autoridad de Aplicación deberá intervenir la administración de los consorcios que por
negligencia en la ejecución, operación de los servicios, mantenimiento de las obras o por
inobservancia de las norma legales, reglamentarias o estatutarias, comprometa en forma grave como
consecución de los fines de la institución y los bienes de terceros.
Art. 197.- Ejecución de obras - Prestación de servicios. La Autoridad de Aplicación podrá
autorizar al Consorcio, y siempre que los estatutos así lo prevean, a ejecutar obras o prestar
servicios de interés común de sus integrantes cuando los mismos guarden adecuada relación con la
finalidad principal del consorcio, se adopten las medidas pertinentes a fin de asegurar una correcta
diferenciación de los resultados económicos y no se afecte de modo alguno el normal
funcionamiento de las actividades específicas de la institución y/o terceros.
Deberá ejecutar aquellas obras y trabajos necesarios para el mantenimiento, conservación, mejora y
limpieza de la infraestructura hídrica de su jurisdicción.
Art. 198.- Consorcios de segundo grado - Naturaleza jurídica. Los consorcios de usuarios de una
cuenca o sub-cuenca podrán agruparse en asociaciones de segundo grado para el mejor
cumplimiento de sus fines, para la defensa de los derechos y fomento de los intereses de los
consorcios de usuarios agrupados y para la coordinación de las actividades comunes, en la medida
que sean compatibles con una administración eficiente del recurso para todos los usos y en procura
del bien común zonal.
El consorcio de segundo grado será administrado por un número igual de representantes de cada
uno de los consorcios de primer grado que lo integren.
Los consorcios de segundo grado al igual que los de primer grado que lo integran, gozan de plena
capacidad jurídica para actuar en el ámbito del derecho público y privado, encontrándose facultados
para elaborar sus propios estatutos de organización y funcionamiento; designar a sus autoridades,
adquirir o arrendar bienes, designar y contratar personal y disponer su remoción y administrar sus
rentas.
Art. 199.- Reglamentación. La reglamentación fijará las normas para la organización de las
comunidades de usuarios, procurando la mayor participación de éstas en la administración del
servicio y en el mantenimiento y mejoramiento de la infraestructura afectada a éste, con adecuación
a las particularidades de cada caso.
Art. 200.- Administración y alcance del consorcio de segundo grado. Los canales principales,
sus diques de toma o derivación o los cauces naturales de los cuales se desprenden hijuelas se
administran por el consorcio de segundo grado correspondiente según sus Estatutos, los que deberán
ser aprobados por el Poder Ejecutivo de la Provincia, sin perjuicio del contralor de la Autoridad de
Aplicación.
Los consorcios de usuarios y las asociaciones de segundo grado quedan sometidas de pleno derecho
a este régimen. Los consorcios y asociaciones existentes deberán adecuarse al presente Código
dentro del plazo de dos (2) años de la vigencia del presente.

TÍTULO VII
DEL REGISTRO PÚBLICO Y CENSO DE LAS AGUAS

Capítulo Primero - Del Registro Público de Aguas


Art. 201.- Registro de aguas. Todo derecho especial o privativo del uso del agua, de
aprovechamiento de cauces, de perforación y explotación de aguas subterráneas y aquéllos relativos
a las aguas del dominio privado o los que en el futuro se otorgaren, sus modificaciones en el modo,
extensión, tipo, naturaleza u otra y sus extinciones por cualquier causa, deberán inscribirse en un
registro especial que se denominará Registro de Aguas, y que a tal efecto llevará la Autoridad de
Aplicación.
Art. 202.- Registros a llevar. La Autoridad de Aplicación deberá llevar los siguientes libros de
Registro de Aguas:
a) Libro de Aguas pertenecientes al Dominio Privado.
b) Libro de las Aguas Públicas Superficiales, el que podrá dividirse en secciones de acuerdo al
uso especial y a la fuente.
c) Libro de las Aguas Públicas Subterráneas.
d) Libro de Registro de Empresas de Perforación para Extracción de Aguas Subterráneas y de
sus Directores Técnicos.
e) Listado de Registro de Usos Especiales en Trámite.
Esta enumeración es sólo enunciativa.
Art. 203.- Foliatura. Todos los libros detallados en el artículo anterior serán foliados y rubricados
por el Escribano de Gobierno y cada hoja llevará su sello respectivo, deberán confeccionarse sin
interlíneas, enmiendas o raspaduras; tampoco podrán contener en las inscripciones blancos ni
huecos, a fin de que no pueda haber lugar a intercalaciones ni adiciones. Cada derecho inscripto
tendrá su número de matrícula. Si se agotare el espacio correspondiente a una inscripción o siempre
que la claridad lo aconseje se dejará constancia de la continuación en un nuevo folio del libro, bajo
el mismo número de matrícula originaria.
Art. 204.- Carácter del registro, efectos de la inscripción. Los registros aludidos en el presente
capítulo son públicos y cualquier persona habilitada conforme al reglamento puede solicitar copia
autorizada de sus asientos.
El derecho al uso privativo del agua pública sólo producirá efecto con respecto a terceros desde el
momento de la inscripción del “Título de Concesión” que acuerde el uso en el Registro pertinente.
La inscripción en este caso será realizada por la Autoridad de Aplicación dentro de los cinco (5)
días perentorios de otorgada la concesión, pudiendo el titular del uso acordado instar la inscripción
de su derecho.
Art. 205.- Requisitos de la inscripción. Toda inscripción en Registro de Aguas deberá contener la
indicación precisa del grupo de aprovechamiento de que se trata, según la clasificación del artículo
24. Además, deberá contener la magnitud del derecho concedido, el nombre de su titular, la fecha
en que fue otorgado, acto mediante el cual se otorgó, curso de agua por el cual se abastece y lugar
por donde se hace la derivación de la dotación. Si se tratare de una concesión o permiso, cuál es la
superficie del terreno a que se refiere el derecho concedido. Finalmente se dejará constancia de la
categoría del derecho, si es permanente o temporal, la duración del mismo.
Art. 206.- Cambios de titular. Deberá inscribirse en el Registro de Aguas todo cambio de titular de
los derechos otorgados.
Art. 207.- Modificación del dominio. Deberá tomarse razón en el Registro de Aguas, de toda
modificación o mutación que se opere en el dominio de un inmueble afectado por un derecho de uso
del agua pública, sea que el acto se efectúe privada o judicialmente.
Art. 208.- Base de las anotaciones. El Titulo de Concesión a que se refiere el artículo 32, una vez
registrado en el Libro respectivo, será la base para las anotaciones relativas al derecho concedido.
Art. 209.- Inscripción errónea. No crea derecho alguno la inscripción en el Registro que no se
ajuste fielmente al contenido del Título de Concesión en virtud del cual se confirió derecho
privativo de uso del agua pública.
Art. 210.- Procedimiento de rectificación. La rectificación de errores en las inscripciones que no
se ajusten fielmente al Título de Concesión será efectuada de oficio o a petición de parte, con
audiencia de interesados.
Art. 211.- Inscripciones en los Registros de la Dirección General de Inmuebles y de la
Autoridad de Aplicación. El derecho al uso de aguas públicas inherentes a un inmueble, será
inscripto en la Dirección General de Inmuebles como registración complementaria de la inscripción
del inmueble e integrativa del asiento de dominio y en los Registros de la Autoridad de Aplicación.
La Autoridad de Aplicación comunicará a dicha Dirección General de Inmuebles las concesiones de
uso de agua pública, inherentes a inmuebles que tenga registradas, enviando copia autorizada del
Título de Concesión o Permisos que se otorguen. Sin perjuicio de ello el titular de la concesión
puede también solicitar su inscripción en el Registro aludido.
La Dirección General de Inmuebles está obligada a comunicar a la Autoridad de Aplicación, todo
acto que modifique el dominio de los inmuebles afectados por un derecho de uso del agua pública.
A dicha comunicación deberá hacerla dentro del término improrrogable de cinco días en que el acto
haya sido registrado.
Art. 212.- Obligaciones de los Escribanos y autoridades judiciales. No podrá extenderse escritura
pública de naturaleza alguna que afecte o modifique el dominio de cualquier bien inmueble con
derechos o aprovechamiento del agua pública, ni inscribirlo en el Registro de la Propiedad, sin
previo certificado donde deberá constar si es inherente al inmueble el derecho y objeto de usar
aguas públicas o privadas. El incumplimiento de este requisito, hará observable el instrumento.
Los funcionarios del Registro de la Propiedad, Escribanos y Jueces de Paz, que no cumplan con esta
disposición, serán pasibles, cada uno de ellos, de la aplicación por parte de la Autoridad de
Aplicación previa audiencia, de las sanciones previstas en el Título XI - Capítulo Cuarto: Régimen
Contravencional, o las que establezca la reglamentación.
Deberá darse cumplimiento en estos actos, a lo dispuesto en la Sección Quinta de las
Contribuciones.
Art. 213.- Anotación de modificaciones del dominio y derechos reales. Efectuadas las
comunicaciones aludidas en el artículo 211, la Autoridad de Aplicación anotará en el Registro
correspondiente las modificaciones o cambios que se operen en el dominio. En caso de que tales
modificaciones sean efecto de decisiones judiciales o actos administrativos, para quedar
perfeccionadas, deberán ser inscriptas en los registros establecidos en el artículo 202.

Capítulo Segundo - Del Censo de las Aguas


Art. 214.- Censo, inscripción. Todas las aguas públicas y privadas deben estar inscriptas en el
Libro de Censo de las Aguas Superficiales y Subterráneas que llevará a ese efecto la Autoridad de
Aplicación, en concordancia con el registro aludido en el capítulo precedente, y en el que se
indicará, a efectos de conocer en forma completa los recursos hídricos de la Provincia, los
regímenes hidrológicos, la ubicación de los cursos de agua, lagos, lagunas, aguas termominerales,
fluidos y vapores endógenos o geotérmicos; los acuíferos, caudales aforados, volúmenes en uso,
usos acordados, obras de regulación y de derivación efectuadas y aptitudes que tengan o puedan
adquirir las aguas para servir a usos de interés general.
Art. 215.- Información para el censo. Para elaborar y actualizar este censo la Autoridad de
Aplicación realizará los estudios pertinentes. Los concesionarios de uso de aguas públicas y
privadas y prestadores de servicios, están obligados a efectuar, cada vez que se produzcan
modificaciones, la rectificación y actualización de los datos inherentes a la concesión. En forma
complementaria, la Autoridad de Aplicación, por resolución fundada, podrá solicitar la información
y muestras que estime pertinentes. La falta de estas informaciones, las actualizaciones de la misma
o la falsedad de la suministrada hará pasible al responsable de la aplicación por parte de la
Autoridad de Aplicación, de las sanciones previstas en el Título XI - Capítulo Cuarto: Régimen
Contravencional, o las que fije la reglamentación.
Aquellos usuarios que aprovechen el agua pública con exclusividad deberán comunicar en forma
semestral -durante los meses de julio y enero- a la Autoridad de Aplicación los volúmenes y
caudales usados mensualmente y la descripción gráfica de las obras de captación, aducción y de las
áreas o instalaciones beneficiarias, para el período comprendido.

TÍTULO VIII
DE LAS OBRAS HIDRÁULICAS

Capítulo Primero: Disposiciones Generales


Art. 216.- Concepto de obra hidráulica. A los efectos de este Código se denomina obra hidráulica
a toda construcción, excavación o plantación que implique alterar las condiciones naturales de la
superficie, subsuelo, flujo o estado natural de las aguas y tenga como objeto la captación,
derivación, alumbramiento, conservación, descontaminación o utilización del agua o defensa contra
sus efectos nocivos.
Art. 217.- Clasificación de acueductos. A los efectos de este Código, los acueductos se clasifican
en: canales, hijuelas, acequias, desagües, drenes y conducto, los que se definen como:
a) Canal: Es el acueducto que deriva directamente del curso natural proveedor del agua.
b) Hijuela: Es el acueducto que deriva del canal o de un curso natural.
c) Acequia: Es el acueducto menor derivado de una hijuela empleado para la distribución y uso
del agua dentro de la propiedad del concesionario.
d) Desagües: Es el acueducto donde se arrojan o donde se recogen las aguas excedentes.
e) Drenes: Es el acueducto destinado a drenar las tierras encenagadas.
f) Conducto: Es un canal cubierto, o tubería, o espacio cerrado por donde circula el agua.
Art. 218.- Aplicación del régimen. Nadie podrá usar privativamente de aguas públicas en sistemas
o cuencas sino mediante obras construidas de acuerdo a este Código y a la reglamentación vigente y
previa autorización de la Autoridad de Aplicación.
Art. 219.- Requisitos para construcción de obras. Para la construcción de toda obra hidráulica,
incluidas las que efectúen concesionarios o permisionarios en su propiedad se exigirá la
presentación ante la Autoridad de Aplicación, de la documentación técnica y estudios ecológicos
sobre el impacto ambiental que requiera la reglamentación, y no podrá ejecutarse obra alguna sin la
previa aprobación, autorización y anotación en el Catastro de Aguas por parte de la Autoridad de
Aplicación.
Art. 220.- Modificación o supresión de obras. La Autoridad de Aplicación podrá disponer el
retiro, modificación, demolición o cambio de ubicación de las obras en los casos siguientes:
a) Si ello es necesario o conveniente para mejor uso, conservación o distribución de las aguas o
defensa contra sus efectos nocivos.
b) Si no hubiera cumplido la exigencia de la reglamentación o no se ajustaran a los planos y
proyectos aprobados.
c) Si por haber cambiado las circunstancias que determinaron su construcción resultan inútiles
o perjudiciales.
Art. 221.- Obras complementarias. Si como consecuencia de la construcción y manejo de nuevas
obras se pueda causar perjuicio a los intereses generales o a un interés o derecho concreto, deberán
preverse y construirse obras complementarías para evitar esos perjuicios.
Art. 222.- Conservación de obras. La conservación y limpieza de las obras estará a cargo de los
que tengan derecho a su uso o reciban sus beneficios sin distinguir su situación topográfica, en la
proporción, forma, método o sistema que establezca la Autoridad de Aplicación. En caso de
incumplimiento de las obligaciones establecidas en este artículo, la Autoridad de Aplicación, previo
emplazamiento, podrá realizar o mandar hacer, las obras o trabajos correspondientes al
concesionario o permisionario por cuenta de éste, sin perjuicio de la aplicación de las sanciones
previstas en el Título XI - Capitulo Cuarto: Régimen Contravencional, o las que fije la
reglamentación.
Art. 223.- Obstáculos - Prohibición. Queda prohibido poner obstáculos en los acueductos o en
toda otra conducción, que interrumpan el libre curso de las aguas. Sólo podrá ponerlos la Autoridad
de Aplicación cuando lo juzgue oportuno y necesario. El concesionario podrá obtener un permiso
escrito para hacerlo en la forma que la Autoridad de Aplicación disponga.
Art. 224.- Adecuación de acueductos y desagües. En caso necesario, la Autoridad de Aplicación
ordenará a los propietarios de acueductos y desagües o interesados en el uso de los mismos, que
efectúen las obras o trabajos pertinentes para adecuarlos a los requisitos de este Código, de los
reglamentos respectivos y de las condiciones bajo las cuales fueron autorizados. Si dentro del
término establecido por la Autoridad de Aplicación, éstos no efectúan los trabajos de referencia,
serán ejecutados por la Autoridad de Aplicación por cuenta y cargo de los propietarios o interesados
y su valor podrá ser cobrado por vía de apremio, según lo dispuesto en el Capítulo de Jurisdicción y
Competencia de este Código.

Capítulo Segundo: Obras Hidráulicas Públicas


Art. 225.- Obras públicas. A los efectos de este Código se consideran obras hidráulicas públicas a
las construidas para utilidad o comodidad común, y las que se efectúen en cosas de dominio público
del Estado, quienquiera que las haya construido o pagado.
Art. 226.- Alveos desecados por trabajos públicos. Los álveos desecados por efecto de obras o
trabajos públicos pertenecen al Estado.
Art. 227.- Ley aplicable. Las obras hidráulicas públicas serán estudiadas, proyectadas y construidas
de acuerdo al régimen y normativa de este Código y su reglamentación en materia de obras públicas
de la Provincia o a lo que se establezca en convenios con la Nación u otras provincias para la
construcción de determinadas obras.
Art. 228.- Apropiación de proyecto. En caso que obras públicas proyectadas por particulares cuyos
planos o proyectos hayan sido presentados al Estado, y no hayan sido construidas por cualquier
causa, el Estado podrá, sin costo alguno, utilizar los planos, estudios y proyectos efectuados.
Art. 229.- Expropiación. Individualización. Los terrenos declarados de utilidad pública para la
construcción de obras según los artículos 304 y 305 serán individualizados por la Autoridad de
Aplicación al aprobarse la realización de las mismas.
Art. 230.- Obras de fomento. Las obras públicas serán de fomento en los casos que así lo ordene
expresamente la Autoridad de Aplicación o el Poder Ejecutivo según la escala de las mismas.
Art. 231.- Uso de obras construidas. El concesionario o permisionario que necesite hacer uso de
un canal, depósito u obra ya construida, deberá pagar a la Autoridad de Aplicación, o a quién ésta
indique, la suma que se fije en concepto de derecho a su uso. Es a su cargo el costo de las nuevas
obras necesarias para el ejercicio de su derecho.
Art. 232.- Requisitos de las obras. Además de los que en cada caso establezca la Autoridad de
Aplicación, las obras hidráulicas deben cumplir con los siguientes requisitos:
a) Se construirán siempre que el permiso o concesión no pueda servirse adecuadamente por
obras ya construidas.
b) Contarán con los elementos, instrumental u obras complementarias que permitan usar, medir
y controlar adecuadamente los caudales.
c) Las obras de canales de aducción y desagües deberán recorrer el trayecto más corto
compatible con el uso a que están destinadas, los accidentes del terreno y las construcciones
u obras existentes.
d) No ocasionarán perjuicios a terceros.
e) De correr dos o más canales paralelamente, de ser factible deberán unificarse.
f) Los estudios de impacto ambiental.

Capítulo Tercero: De las Obras de Defensa


Art. 233.- Obligación del permiso. A los efectos de lo dispuesto en el artículo 2.643 del Código
Civil, los ribereños, para ejecutar obras de defensa, deberán solicitar el permiso previo de la
Autoridad de Aplicación, el que será otorgado con la indicación de las condiciones necesarias para
que las corrientes de agua del curso natural no se desvíen en forma perjudicial a otros ribereños o
produzcan inundaciones y alteraciones al régimen hidráulico.
Art. 234.- Intervención de la Autoridad de Aplicación. Si un curso natural del dominio público
cambiara la dirección y ubicación de su lecho por acción natural o por culpa de los ribereños, la
reconducción de las aguas a su antiguo cauce requerirá la intervención previa de la Autoridad de
Aplicación.

Capítulo Cuarto: Obras Hidráulicas Privadas


Art. 235.- Obras privadas. Los particulares podrán construir libremente obras hidráulicas para uso
de sus derechos en los casos en que su Título, las disposiciones de este Código o la reglamentación
no exijan permiso previo o presentación de planos ante la Autoridad de Aplicación, no perjudiquen
a terceros y sean compatibles con la buena distribución de las aguas. Es responsabilidad de los
particulares asesorarse técnicamente a fin de evitar esos daños.
Art. 236.- Obras privadas que necesiten autorización. En el caso en que para las obras a construir
por particulares se exija permiso previo o presentación de planos, la Autoridad de Aplicación
determinará los modos y formas de su construcción y los requisitos para su habilitación en base a la
reglamentación.
Están comprendidas en esta disposición las obras, entre otras que agregue la Autoridad de
Aplicación por vía de la reglamentación: represas, terraplenes y relleno de huaycos, cárcavas u
hondonadas, que modifiquen el libre escurrimiento de las aguas.
Art. 237.- Costos y conservación de obras privadas. En todos los casos el costo de las obras
aludidas en este capítulo y el de su conservación y mantenimiento será soportado por el titular del
permiso o de la concesión.

TÍTULO IX
DEL RÉGIMEN DE UTILIZACIÓN DE LAS AGUAS PÚBLICAS Y DISTRIBUCIÓN DE
CAUDALES

Capítulo Primero - Aguas de Desagües


Art. 238.- Aguas de desagües. Se entiende por aguas de desagües el caudal que queda sin
consumirse por los usos especiales.
Art. 239.- Concesión de aguas de desagües. Las concesiones de uso del agua de desagües se
limitarán al aprovechamiento de aquélla que los titulares de concesiones de aguas vírgenes
abandonen después del ejercicio legal de su propio derecho, y podrán ser solicitadas desde la salida
de la respectiva propiedad.
Art. 240.- Dotaciones de refuerzo. Podrán otorgarse concesiones de uso del agua de desagües que
sirvan de refuerzo a las dotaciones de los cauces de aguas vírgenes cuando convenga a este objeto
por las características de la zona, a criterio de la Autoridad de Aplicación y siempre que no se
causen daños a terceros.
Art. 241.- Plazos de otorgamiento de la concesión de desagües. Las concesiones de uso del agua
de desagües son temporarios y eventuales, por el término que fijará la Autoridad de Aplicación y en
función de los caudales disponibles.
Art. 242.- Desagües - Requisitos. Los desagües deberán llenar los siguientes requisitos:
a) Respetar el plan general de desagües que elaborará la Autoridad de Aplicación.
b) Las aguas no deberán ser arrojadas a la superficie de los terrenos, sino volcadas siempre a
otro curso natural o artificial conforme a las reglas del buen arte de la ingeniería hidráulica.

Capítulo Segundo - De las Tomas y Compartos


Art. 243.- Cantidad de tomas y canales. El número de tomas temporales en los cursos naturales y
canales será el menor posible y la Autoridad de Aplicación está facultada para mandar a cerrar las
que considere innecesarias o reunir varias en una sola y no se permitirá la existencia de dos o más
canales contiguos.
Art. 244.- Toma de derivación - Requisitos. Toda derivación de canal, hijuela o acequia, tendrá su
toma con la respectiva compuerta, estos elementos pertenecen al tramo derivado y deberán cumplir
con los siguientes requisitos:
a) No causar perjuicios a terceros.
b) Tener la ubicación, nivel, dimensión y formas establecidas por la Autoridad de Aplicación.
Deberán también contar con las obras de control y medición de caudales.

Capítulo Tercero - De la Construcción de las Obras de Distribución


Art. 245.- Contribución por prorrata. En la construcción de obras hidráulicas de interés general,
que la Autoridad de Aplicación no realice con el carácter de obras de fomento, contribuirán todos
los concesionarios de aguas públicas beneficiadas, en base a la prorrata definida en los artículos 54
y 249.
Art. 246.- Pago proporcional por el uso. El que pretenda usar un acueducto existente para ejecutar
una concesión que se le haya otorgado, deberá pagar a los propietarios de dicho acueducto la parte
que le corresponde. Esta parte se establecerá en proporción directa a la magnitud de la nueva
concesión, en proporción inversa a la magnitud total de las concesiones existentes y en proporción
directa al costo del acueducto, con las equivalencias establecidas en los artículos 55 y 249.
Art. 247.- Obras de ensanche. En el caso del artículo anterior, si el acueducto no tuviese capacidad
suficiente para servir a la nueva concesión, el titular de ésta hará de su exclusiva cuenta las obras de
ensanche que fuera menester, sin perjuicio del pago a que se refiere el artículo precedente.

Capítulo Cuarto - Del Mantenimiento de las Obras de Distribución


Art. 248.- Concesionarios - Obligaciones. La conservación, limpieza y reparación de las obras de
conducción, distribución y almacenamiento, desde su arranque hasta sus confines, será por cuenta
de los concesionarios interesados en ello. Los concesionarios contribuirán con la prorrata de los
artículos 54 y 249, proporcionalmente a la magnitud de sus respectivas concesiones, sin distinción
de ubicación ni situación topográfica.
Art. 249.- Prorrata – Proporcionalidad. Cuando varios concesionarios de distintos grupos de usos
especiales se abastezcan de un mismo acueducto, a los efectos de establecer la proporcionalidad en
la prorrata, se adoptarán las equivalencias siguientes:
a) Se tomará como base la hectárea empadronada con concesión de uso permanente del agua
pública para irrigación.
b) Las concesiones de uso del agua pública para abastecimiento de poblaciones, industrias y
demás usos especiales, contribuirán por cada medio litro por segundo de dotación unitaria
con igual cantidad de la que se establezca para una hectárea empadronada bajo riego
permanente.
c) Las concesiones de uso del agua pública para energía hidráulica equivaldrán, por cada 3
kwh, a una hectárea empadronada bajo riego permanente.
Art. 250.- Aguas de desagüe - Eximición. Los concesionarios de usos del agua de desagües están
eximidos de contribuir al mantenimiento establecido en los artículos 245 y 248 pero la
conservación, limpieza y reparación de los desagües será por cuenta de los concesionarios que
desaguan y de los que utilizan las aguas de desagües. Estos últimos contribuyen con una cuota parte
igual a la mitad de la que corresponde a los primeros, distribuida proporcionalmente a sus hectáreas
empadronadas.
Art. 251.- Concesiones permanentes y eventuales - Contribución. Si de un mismo acueducto
utilizan el agua titulares de concesiones permanentes y a la vez titulares de concesiones eventuales,
la proporción con que estos últimos deben contribuir a los fines de los artículos 245 y 248, será la
tercera parte de lo que contribuyan por hectáreas los primeros.
Art. 252.- Pago - Subrogación y repetición. Si los concesionarios no cumplieren con las
obligaciones de los artículos anteriores dentro del término establecido por la Autoridad de
Aplicación, los trabajos, serán ejecutados por la Autoridad de Aplicación por cuenta y cargo de los
propietarios o interesados y su valor podrá ser cobrado por las vías legales correspondientes.

Capítulo Quinto - De los Cruces de Acueductos entre sí o con Caminos Públicos


Art. 253.- Nuevo acueducto. Cuando un nuevo acueducto atraviesa una vía pública existente, se
construirán puentes de las características que indique el organismo competente.
Los gastos de construcción y mantenimiento del o los puentes serán soportados por los titulares de
las respectivas concesiones, de conformidad con lo que disponga la reglamentación.
Art. 254.- Nuevo camino. Cuando un nuevo camino atraviese un acueducto, deberá construirse un
puente que reúna las exigencias hidráulicas que indique la Autoridad de Aplicación y las exigencias
viales que indique el organismo competente. Los gastos de construcción y mantenimiento del o los
puentes serán soportados por el organismo encargado del camino.
Art. 255.- Construcciones - Obligatoriedad. Los titulares de acueductos o las autoridades
encargadas de los caminos, no podrán impedir que se construyan en los cruces los puentes
necesarios por cuenta de quién corresponde, según los artículos anteriores, siempre que dichas obras
no impidan el libre curso de las aguas, ni reduzcan la capacidad del acueducto, ni traben el libre
tránsito de los vehículos.
Art. 256.- Cruce de acueductos. Cuando un curso de agua cruce a otro, la Autoridad de Aplicación
determinará las características de las obras y quién cargará con los gastos de construcción y
mantenimiento.
Art. 257.- Predios linderos con cursos de aguas. Los titulares de propiedades privadas lindantes
con cursos de agua podrán construir por su cuenta los puentes que sean necesarios, siempre que no
impida ni entorpezcan el libre paso de las aguas ni reduzcan la capacidad del acueducto. La
Autoridad de Aplicación determinará en cada caso las características de la obra en conjunción con
la Autoridad responsable del camino, que será construida por los interesados bajo la supervisión de
la Autoridad de Aplicación. Los gastos de construcción y conservación del puente serán a cargo del
particular cuando se trate de un acueducto existente y a cargo de los usuarios o la Administración,
según determine la Autoridad de Aplicación, en caso de tratarse de un nuevo acueducto.

Capítulo Sexto: Del Aforo y Distribución de las Aguas


Art. 258.- Aforo. Durante cinco (5) años a partir de la vigencia de este Código, la Autoridad de
Aplicación deberá establecer por fuente, el aforo del agua pública, cuyo promedio será denominado
“De Partida”.
Una vez determinado este aforo De Partida, la misma Autoridad en períodos de diez (10) años
renovará el mismo, los resultados de esta renovación serán considerados provisorios, y será
definitivo el valor promedio de todos los aforos efectuados desde el De Partida.
Los aforos se realizarán en las estaciones y en los módulos parciales de tiempo que establezca la
reglamentación, teniéndose en cuenta para el otorgamiento de las concesiones a aquéllos
correspondientes al cuatrimestre crítico.
Art. 259.- Dotación permanente con aforo definitivo. Sólo se podrán otorgar concesiones con
dotación permanente de agua únicamente después de determinado el aforo definitivo y previo
reajuste de las dotaciones existentes.
Art. 260.- Reparto - Principio de la equidad. En el reparto del agua a varios concesionarios que se
surten de un mismo acueducto, se realizarán obras que garanticen la más estricta equidad ajustada a
los derechos de cada uno.
Art. 261.- Suspensión inculpable. Toda suspensión de entrega de agua que no sea consecuencia de
una sanción, debe realizarse en la época del año que menos perjuicio ocasione la falta de la misma,
salvo caso de fuerza mayor. En todos los casos deberá darse un preaviso con la anticipación que fije
la reglamentación. Toda suspensión no autorizada por este Código o sin el preaviso correspondiente
hará responsable al que la autorice o la ejecute.
Art. 262.- Turnado. En épocas de extraordinario y notorio estiaje, la Autoridad de Aplicación,
ordenará el reparto del agua por turnos entre todos los concesionarios afectados y este turnado
subsistirá mientras dure la escasez del caudal de agua.
Las concesiones de carácter permanente podrán ser sujetas a turno, en cuyo caso la dotación de
agua a suministrarse se fijará por la alícuota expresada en litros por segundo que resulta del caudal
disponible y la cantidad máxima de metros cúbicos por año equivalente al total de la concesión
otorgada y distribuida en el número de períodos que el caudal disponible permitiere.
Art. 263.- Estiaje - Turnos. Ordenado el turno, se repartirá el agua entre todos los canales
derivados del río o de sus afluentes, proporcionalmente al número de hectáreas empadronadas y
cultivadas que cada canal debe surtir. Pero si el caudal de agua fuere tan exiguo que no alcanzare
para una dotación proporcional y simultánea a todos los canales, éstos también se sujetarán a turno.
Art. 264.- Caudal insuficiente. Si el caudal de agua no alcanzare para satisfacer todas las
dotaciones de las concesiones eventuales, éstas serán ordenadas por antigüedad y prelación.
Art. 265.- Concesiones permanentes y eventuales - Turnos. Cuando de un mismo acueducto se
surtan concesiones permanentes y eventuales y en él se recurra al reparto por turno, las concesiones
eventuales no recibirán dotación de agua mientras dure el turno.
Art. 266.- Turnos: Pérdidas e imputaciones. Cuando se disponga el reparto por turno, el tiempo
que emplea el agua para llegar a la boca de derivación de cada uno de los concesionarios, se imputa
en su contra y la cola o corte de agua pertenece al concesionario para quien cesa el turno.
Art. 267.- Pérdida del Turno. El concesionario que no hiciera uso del agua en el momento que
conforme al turno establecido le corresponde, no podrá entablar reclamo alguno ni exigir otra
dotación en su reemplazo.
Art. 268.- Turnos - Requisitos. Cuando el reparto del agua se realice por turno, la Autoridad de
Aplicación podrá establecerlos en la forma más conveniente, ésta deberá ajustarse a los siguientes
requisitos:
a) Obtendrá de los concesionarios información sobre la clase de cultivo, si el agua es para riego
y la sugerencia de éstos para la formación de los turnos.
b) Comunicará a los interesados los días de turno que le corresponda, el volumen de agua que
se le entregará y el tiempo que durará la entrega.
c) Hará conocer los límites de las secciones en que se haya dividido la zona empadronada para
el establecimiento de los turnos.
d) Deberá asegurar las dotaciones para los usos especiales, según el orden de prelación del
artículo 24.
Art. 269.- Disminución de caudal – Responsabilidad. La Autoridad de Aplicación no será
responsable por la disminución del caudal del agua que ocasione a su vez reducción en las
dotaciones necesarias y suficientes, siempre que no incurra en negligencia, imprudencia o
impericia.

TÍTULO X
RESTRICCIONES AL DOMINIO – OCUPACIÓN TEMPORAL – SERVIDUMBRES
ADMINISTRATIVAS Y EXPROPIACIÓN IMPUESTAS EN RAZÓN DEL USO DE LAS
AGUAS O DEFENSA CONTRA SUS EFECTOS NOCIVOS

Capítulo Primero: Restricciones al Dominio


Art. 270.- Imposición. Además de las establecidas por este Código para la mejor administración,
explotación, exploración, conservación contralor o defensa contra efectos nocivos de las aguas, la
Autoridad de Aplicación puede establecer restricciones al dominio privado imponiendo a sus
titulares o usuarios obligaciones de hacer, de no hacer o de dejar hacer.
Art. 271.- Ingreso a predios privados. Los funcionarios pertenecientes a la Autoridad de
Aplicación encargados de la administración, explotación, exploración, conservación y control de las
aguas, su uso o defensa contra sus efectos nocivos, tendrán acceso a la propiedad privada con
autorización de su propietario o morador, sin otro requisito que su identificación e indicación de la
función que están cumpliendo, de lo que puede exigírseles constancia escrita la que deberá ser
notificada al propietario o morador, en caso de serles negada la entrada se podrá solicitar orden de
allanamiento.
Art. 272.- Indemnización. La imposición de restricciones al dominio privado no da derecho a quien
las soporte, a reclamar indemnización alguna, salvo que, como consecuencia directa e inmediata de
su ejecución, se produjera daño patrimonial concreto.

Capítulo Segundo: Ocupación Temporal


Art. 273.- Ocupación temporal. La Autoridad de Aplicación puede disponer por resolución
fundada y previa indemnización, la ocupación temporal de la propiedad privada y de obras. Para
establecer una ocupación temporal serán de aplicación las normas y procedimientos establecidos
para las servidumbres.
Art. 274.- Facultad del ocupante. La resolución que disponga la ocupación temporal, deberá
enumerar taxativamente las facultades conferidas al ocupante y el tiempo previsto para su ejercicio.
Vencido el plazo de ocupación, las cosas se restituirán al estado en que se encontraban al producirse
la ocupación temporal. Las mejoras, si las hubiere, quedarán a beneficio del predio o de la obra
afectada.
Art. 275.- Urgencia. En caso de urgencia y necesidad pública es aplicable a la ocupación temporal
lo prescripto por el artículo 2.512 del Código Civil.

Capítulo Tercero: Servidumbres Administrativas


Sección Primera: Disposiciones Generales
Art. 276.- Imposición. Corresponde a la Autoridad de Aplicación determinar y autorizar la
constitución de servidumbres administrativas, cuando ello sea necesario para el ejercicio de los
derechos otorgados en una concesión o permiso conforme al procedimiento que establezca la
reglamentación, previa indemnización de daños y perjuicios. El procedimiento que se establezca
requerirá la audiencia de todos los interesados y garantizará el derecho de defensa. En los planos de
lugares gravados con servidumbres se hará constar su existencia. Las servidumbres administrativas
subsistirán mientras existan sus causas o motivos determinantes.
Art. 277.- Destino del padre de familia. Cuando un terreno rural con concesión de uso de agua se
divida por cualquier causa, los dueños de la parte superior, inferior o de la fuente que sirve de
abrevadero o saca de agua, según el caso, quedarán obligados a dar paso al agua para riego o
desagüe o permitir la saca o abrevadero como servidumbre, sin poder exigir por ello indemnización
alguna y sin que sea necesaria una declaración especial. No obstante el dominante puede exigir que
la Autoridad de Aplicación declare la preexistencia de la servidumbre.
Art. 278.- Prescripción. Las servidumbres administrativas aludidas en este Código no pueden
adquirirse por prescripción salvo las continuas y aparentes establecidas en el artículo 3.017 del
Código Civil.
Art. 279.- Requisitos para imponer servidumbres. Se impondrá servidumbre administrativa
cuando ello sea necesario para el ejercicio de los derechos emanados de una concesión, ya sea de
realización de estudios, obras, ordenamiento de cuencas, protección y conservación de aguas, tierra,
edificios, poblaciones u obras, control de inundaciones, avenamiento y desecación de pantanos o
tierras anegadizas no siendo ésta una enumeración taxativa.
Toda servidumbre constituida, para tener efecto se inscribirá en los Registros de Aguas y de la
Propiedad.
Art. 280.- Fundamento de la oposición. El dueño del predio rural sobre el que se quiere imponer
servidumbre, podrá oponerse probando que el peticionante no es titular de la concesión, que ella
puede imponerse sobre otro predio con menores inconvenientes o que puede servirse el derecho de
quien quiera imponer servidumbre usando de terrenos del dominio público. La Autoridad de
Aplicación resolverá en definitiva.
Art. 281.- Indemnización. La indemnización por imposición de servidumbres administrativas
comprenderá el valor del uso del terreno ocupado por la servidumbre, los espacios laterales que fije
la Autoridad de Aplicación para posibilitar su ejercicio y los daños que cause la imposición de la
servidumbre teniendo en cuenta la desvalorización que sufre el sirviente por la subdivisión. Será
fijada, previa audiencia de partes, por la Autoridad de Aplicación. Si hay conformidad en el monto
el trámite quedará terminado en sede administrativa.
La disconformidad con el monto no obstará a la imposición de la servidumbre.
Cuando el dueño de la heredad a gravar no esté conforme con la tasación efectuada por la Autoridad
de Aplicación, ésta iniciará juicio por expropiación, previo depósito por aquél a cuyo beneficio se
va a imponer la servidumbre del monto fijado por La Autoridad de Aplicación, más un treinta por
ciento para responder a costas, intereses y eventuales aumentos de la indemnización.
Art. 282.- Inversión de prueba. El acueducto, camino de saca de agua o de abrevadero existente,
se considerará servidumbre constituida e indemnizada salvo prueba instrumental en contrario. El
dominante puede exigir de la Autoridad de Aplicación, declaración expresa en un caso concreto.
Art. 283.- Medios para ejercer la servidumbre. El derecho a una servidumbre comprenderá los
medios necesarios para ejercerla. Las obras se realizarán bajo la supervisión de la Autoridad de
Aplicación a expensas del dominante y no deberá causar perjuicios al sirviente.
Art. 284.- Daños, inversión de prueba. El sirviente tiene derecho a indemnización por todo daño
que sufra con motivo del ejercicio de la servidumbre, salvo que el dominante acredite que los
perjuicios provienen de culpa o dolo de terceros, del perjudicado, sus encargados o dependientes.
Art. 285.- Ejercicio del derecho. El sirviente no puede alterar, disminuir ni hacer más incómodo el
derecho del dominante, ni éste puede aumentar el gravamen constituido. La Autoridad de
Aplicación, en caso de infracción a la disposición de este artículo, restituirá las cosas al estado
anterior y aplicará al responsable, previa audiencia, una multa que graduará conforme a lo
preceptuado por este Código además de las sanciones conminatorias correspondientes.
Art. 286.- Audiencia de conciliación. La Autoridad de Aplicación obligatoriamente deberá llamar
a audiencia de conciliación a las partes y en caso de duda decidirá a favor de la heredad sirviente,
salvo en caso de servidumbre de acueducto, saca de agua o de abrevadero existente y en el caso de
sustracción o disminución del agua por parte del propietario del fondo sirviente.
Art. 287.- Cambio de objeto. Las servidumbres establecidas con un objeto determinado, no podrán
usarse para otro fin sin previa autorización de la Autoridad de Aplicación.
Art. 288.- Urgencia. En caso de urgencia y necesidad pública, es aplicable a las servidumbres lo
prescripto por el artículo 2.512 del Código Civil.

Sección Segunda: Servidumbre de Acueducto


Art. 289.- Condiciones y mantenimiento de acueductos. La servidumbre de acueducto es el
derecho real administrativo, que confiere a su titular la facultad de hacer pasar el agua por un fundo
ajeno. La conducción de aguas por acueductos se hará de manera tal que no ocasione perjuicios a la
heredad sirviente ni a las vecinas. La Autoridad de Aplicación, verificado que el acueducto no reúne
las condiciones adecuadas, exigirá su construcción o reparación bajo apercibimiento de efectuar las
obras por administración a costa del dominante.
Art. 290.- Características del acueducto y accesorios. La Autoridad de Aplicación determinará las
características del acueducto, su anchura y la de los espacios laterales.
Art. 291.- Trazado. El trazado de los acueductos será el que, permitiendo la circulación de las
aguas por gravedad o a presión, sea el más corto. Si se elige otro recorrido se requerirá justificación
técnica y económica de la decisión.
Art. 292.- Acueducto existente. El que tenga en su heredad un acueducto propio o impuesto por
servidumbre, podrá impedir la apertura de uno nuevo ofreciendo dar paso a las aguas por el
existente. Si fuere menester ensanchar el acueducto para dar paso a mayor cantidad de agua, deberá
el dominante indemnizar al sirviente por el terreno ocupado por el ensanche y accesorios. Las
nuevas obras que sean necesarias construir y las reparaciones o modificaciones que requieran las
existentes serán solventadas por los que reciban beneficios de ella. El mantenimiento del acueducto
correrá por cuenta de los que lo usen en proporción al volumen introducido, pero el sirviente o la
Autoridad de Aplicación podrán exigir a cualquiera de los dominantes el mantenimiento del
acueducto o el pago de los gastos que cause, sin perjuicio de los derechos que corresponden a quien
se vio obligado a mantener el acueducto o a efectuar pagos contra los restantes co-obligados.
Art. 293.- Obras a cargo del dominante. El dominante deberá construir a su costa los puentes y
sifones necesarios para comodidad del sirviente en los puntos y con las características que fije la
Autoridad de Aplicación. El sirviente podrá construir a su costa los puentes, pasarelas y sifones que
desee, dando aviso a la Autoridad de Aplicación.
Art. 294.- Accesorios de la servidumbre. Es inherente a la servidumbre de acueducto el derecho
de paso por el espacio lateral del personal encargado de su inspección, explotación y conservación.
Para el ingreso de este personal se dará previo aviso al sirviente. También es inherente a la
servidumbre de acueducto el depósito temporario, en el espacio lateral, del material proveniente de
la limpieza del acueducto y del necesario para su conservación.
Art. 295.- Obras necesarias. El dominante efectuará las obras de refuerzo de márgenes que sean
necesarias y podrá oponerse a toda obra nueva en los espacios laterales que afecte el ejercicio de la
servidumbre.
Art. 296.- Responsabilidad objetiva. Los dueños y tenedores del fundo sirviente son
solidariamente responsables de toda sustracción o disminución de agua que se verifique en su
predio y de los daños que se causen al acueducto, salvo que demuestre su falta de culpabilidad.

Sección Tercera: Servidumbre de Desagüe y Avenamiento


Art. 297.- Servidumbre de desagüe. Es aquella que es utilizada por un concesionario de uso del
agua de dominio público a fin de verter el remanente de las aguas de su concesión en un predio
inferior o en un cauce público.
Art. 298.- Servidumbre de avenamiento. Es aquella que es utilizada por el titular de una concesión
del agua del dominio público para lavar o desecar un terreno o verter en un terreno inferior o cauce
público las aguas que lo perjudiquen.
Art. 299.- Aplicación de normas. Las reglas establecidas para la servidumbre de acueducto son
aplicables a las servidumbres de desagüe y avenamiento.

Sección Cuarta: Servidumbre de Abrevaderos y Saca de Agua


Art. 300.- Servidumbre de abrevadero. A los efectos de la bebida o baño de animales se podrá
imponer servidumbre de abrevadero y saca, que consiste en el derecho de conducir el ganado por
las sendas o caminos que se fijen a través del predio sirviente en días, horas y puntos determinados.
Los gastos de imposición de la servidumbre son a cargo del dominante.
Art. 301.- Derechos del sirviente. Los dueños de los predios sirvientes podrán variar la dirección
del camino o senda, pero no su anchura, el punto de entrada y el objetivo o fin cual es el de llegar a
la fuente de abrevadero a provisión. Los gastos que esta variación ocasione son a su cargo.

Sección Quinta: Extinción de la Servidumbre


Art. 302.- Causales. Las servidumbres aludidas en este Código se extinguen:
a) Por no uso durante dos (2) años por causas imputables al dominante.
b) Por falta de pago de la indemnización en el plazo fijado.
c) Por confusión.
d) Por renuncia.
e) Por extinción de concesión del predio dominante.
f) Por cambio de destino sin autorización de la Autoridad de Aplicación.
g) Por causar grave perjuicio al sirviente o por violaciones graves y reiteradas a las
disposiciones de este Código sobre uso de la servidumbre.
h) Por desaparición de la causa que determinó su constitución, o cambio de circunstancias.
i) Por revocatoria.
Art. 303.- Declaración. La extinción de la servidumbre será declarada por la Autoridad de
Aplicación con audiencia de interesados.

Capítulo Cuarto: Expropiación


Art. 304.- Declaración de Utilidad Pública. Se podrán declarar de utilidad pública las obras,
trabajos, muebles, inmuebles y vías de comunicación necesarias para el mejor uso de las aguas,
defensa contra sus efectos nocivos, construcción de obras y zonas accesorias, debiendo la autoridad
expropiante en cada caso individualizar específicamente los bienes a expropiar.
Art. 305.- Procedimiento. Los procedimientos de la expropiación se regirán por la ley respectiva.

TÍTULO XI
JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA

Capítulo Primero: Jurisdicciones y Competencias


Art. 306.- Regla general. Corresponde a la Autoridad Administrativa de Aplicación entender y
resolver en todo lo relativo al uso, conducción, distribución, administración, cobro de tributos,
permisos y concesiones del recurso hídrico, de acuerdo a las Leyes Nros. 6.835 y 6.842, según
corresponda.
Art. 307.- Medidas precautorias. Todo acto administrativo de la Autoridad de Aplicación tiene
carácter de ejecutorio y presunción de legitimidad.

Capítulo Segundo: Tribunal de Aguas


Art. 308.- Tribunal de Aguas. Toda controversia, reclamo o cualquier situación litigiosa deberá ser
resuelta por el Tribunal de Aguas siempre que no haya sido solucionada por la Autoridad de
Aplicación, o bien que lo resuelto por la misma no satisfaga o resulte presuntamente inequitativa
para el reclamante. Este Tribunal funcionará en el ámbito jurisdiccional del Ente Regulador de los
Servicios Públicos.
En todos los casos los pedidos o presentaciones al Tribunal de Aguas deberán ser realizados por
escrito, debiendo ser resueltas conforme al procedimiento que implementará por vía reglamentaria
el Poder Ejecutivo, teniendo en cuenta los principios del debido proceso, defensa en juicio,
descargo, información y de la Audiencia Pública.
Los fallos y decisiones del Tribunal de Aguas serán apelables ante la Justicia.
Art. 309.- Adjudicaciones - Oposiciones. En el caso de las solicitudes para usos especiales y en el
supuesto de haber oposición de terceros, la Autoridad de Aplicación resolverá en función de la
reglamentación.
Art. 310.- Vía de apremio. Corresponderá a la Vía Judicial, para el cobro del canon, tasas,
contribución y mejoras, reembolso de obras o trabajos efectuados por cuenta o en beneficio de
personas titulares de uso del agua, álveos u obras públicas, multas o cualquier obligación pecuniaria
establecida por este Código, leyes o reglamentos de aplicación. Las apelaciones no tienen efecto
suspensivo. (Texto vigente conforme Veto parcial Art. 5 del Decreto Nº 4913/1998).

Capítulo Tercero: Poder de Policía


Art. 311.- Poder de policía. La Autoridad de Aplicación ejerce la superior tutela sobre las aguas
públicas, sus cauces y riberas, obras hidráulicas de cualquier naturaleza, captación, aducción,
administración, distribución, conservación, fuentes, su utilización, servicio y efectos dañosos de las
aguas públicas. Esta tutela también se extiende sobre las aguas privadas y sus cauces.
Como consecuencia de este poder la Autoridad de Aplicación está facultada para fiscalizar el
estricto cumplimiento de todas las normas y reglamentos vigentes tanto en el aspecto técnico como
en aquellos que hagan a la protección del peligro de las personas y cosas, así como la preservación
del medio ambiente.
En atribución de este Poder de Policía la Autoridad de Aplicación podrá requerir la intervención de
la fuerza pública cuando las condiciones de peligro y urgencia así lo requieran.

Capítulo Cuarto: Régimen Contravencional


Art. 312.- Incumplimientos. Todo incumplimiento a las disposiciones de este Código y a las de los
reglamentos que en su consecuencia se dicten constituyen una contravención y corresponderá la
aplicación de sanciones según se detallan y se disponen en este Código:
a) Advertencia por escrito, en la cual serán establecidos los plazos para la corrección de las
irregularidades.
b) Multas y sanciones conminatorias.
c) Indemnización del daño causado.
d) Suspensión del suministro de agua, según lo dispuesto en el artículo 48.
e) Caducidad del permiso o concesión, según lo dispuesto en el artículo 40.
f) O aquéllas que determine la reglamentación.
Art. 313.- Multas. En los casos en que conforme a este Código corresponda la aplicación de multas,
la Autoridad de Aplicación, teniendo en cuenta las circunstancias del caso, y las personales del
infractor, la entidad del hecho y los perjuicios causados, graduará la multa en base a lo que fije la
reglamentación.
Art. 314.- Sanciones conminatorias. En los casos que conforme a este Código corresponda la
aplicación de sanciones conminatorias, la Autoridad de Aplicación, teniendo en cuenta las
circunstancias del caso, las personales del infractor, la entidad del hecho y los perjuicios causados,
las graduará en base lo que fije la reglamentación.
Art. 315.- Responsabilidad civil y penal. Si de la infracción cometida, resultasen perjuicios o
riesgos a la salud o la vida de las personas o animales, a servicios públicos de abastecimiento de
agua, daños a la propiedad, o perjuicios de cualquier naturaleza a terceros, el infractor será
responsable civil y penalmente por los perjuicios causados comprobados.

TÍTULO XII
DISPOSICIONES TRANSITORIAS Y FINALES

Capítulo Primero: Disposiciones Transitorias


Art. 316.- Aprovechamientos anteriores. Los aprovechamientos anteriores a la vigencia de este
Código, otorgados conforme a la Ley Nº 775, darán derecho a su titular a ratificar y consolidar esa
concesión con el mismo uso y jerarquía que la anterior, sin otro recaudo que la presentación de su
título dentro de los ciento veinte (120) días desde la fecha de notificación fehaciente por parte de la
Autoridad de Aplicación.
Art. 317.- Concesión sin uso. Todo titular de concesión de agua otorgada originariamente con
carácter permanente o eventual y que a la fecha de entrada en vigencia de este Código, se encuentre
sin uso, contará -por esta única vez- con un plazo de ciento veinte (120) días para:
a) Ratificar formalmente el derecho a la concesión o permiso de uso de agua.
b) Reiterar el reconocimiento de concesión legítima con presentación de antecedentes y títulos
que acrediten el derecho al uso legal del agua.
Todo ello en función de la disponibilidad de caudales suficientes en el sistema.
Vencido el plazo de actualización sin que su titular haya hecho uso del derecho que se le otorga,
éste caducará automáticamente, anotándose dicha caducidad en el libro de Registro
correspondiente.
Art. 318.- Concesiones sin tramitación final. Estas deberán ser impulsadas procesalmente por sus
titulares, teniendo un plazo para su terminación de ciento ochenta días desde la entrada en vigencia
de este Código. Vencido este plazo la Autoridad de Aplicación ordenará el archivo de las
actuaciones correspondientes.
Art. 319.- Aprovechamientos de hecho. Los usuarios sin concesiones ni permisos debidamente
otorgados y que aprovechan de hecho el agua del dominio público deberán solicitar concesión
conforme a las normas del presente Código. Si esta solicitud es presentada dentro de los noventa
días de la fecha de vigencia de éste, la concesión les será otorgada siempre que exista caudal
suficiente una vez abastecidas las concesiones pedidas con anterioridad, por aplicación del principio
“primeros en el tiempo, primeros en el derecho”, vencido este plazo y ante la continuidad del uso
ilegal, serán considerados clandestinos con las consecuencias legales que ello implica, debiendo
proceder la Autoridad de Aplicación en consecuencia.
Art. 320.- Discrepancia sobre la naturaleza de las aguas. Los que pretendan tener derecho al uso
de aguas que pudieran considerarse privadas antes de la sanción de la Ley Nacional 17.711 y que
ahora, por aplicación de ese cuerpo legal, son públicas, deberán denunciar su aprovechamiento a la
Autoridad de Aplicación dentro de los noventa (90) días de la fecha en que este Código entre en
vigencia, indicando volumen o por ciento del caudal que utilizan, uso efectuado y superficie
cultivada -si es para riego-.
Podrán solicitar la declaración del uso que vienen efectuando, la que será acordada sin otro recaudo
que el de verificar la exactitud de las declaraciones.
Art. 321.- Derecho adquirido. Cuando exista sentencia basada en autoridad de cosa juzgada que
declare privadas a aguas que conforme a la Ley Nacional Nº 17.711 son públicas, su titular deberá
informar de tal situación a la Autoridad de Aplicación y solicitar la correspondiente concesión de
uso de esas aguas; ello sin perjuicio de que la Autoridad de Aplicación ordene de oficio las medidas
necesarias para regularizar la situación planteada en este caso.

Capítulo Segundo: Disposiciones Finales


Art. 322.- Reglamentación. El Poder Ejecutivo reglamentará el presente Código dentro de los
ciento ochenta (180) días de su vigencia, prorrogables por decreto.
Art. 323.- Derogación. Quedan derogadas las disposiciones de la Ley Nº 775 y todas las leyes y
reglamentos que se opongan a las disposiciones establecidas por este Código.
Art. 324.- Vigencia. Este Código entrará en vigencia a los noventa (90) días de su publicación en el
Boletín Oficial.
Art. 325.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Dada en la Sala de Sesiones de la Legislatura de la provincia de Salta, a los veintiún días del mes de
diciembre del año mil novecientos noventa y ocho.

FERNANDO E. ZAMAR – Pedro Sández – Dr. Guillermo A. Catalano – Dr. Luís G. López Mirau.

Decreto Nº 4.913
Ministerio de la Producción y el Empleo
Expte. Nº 90-l3.433/98 Referente.
VISTO el proyecto de ley aprobado por las Cámaras Legislativas en sesión realizada el 21 de
diciembre de 1998, mediante el cual se aprueba el Código de Aguas de la provincia de Salta y;
CONSIDERANDO
Que el texto del Artículo 6º del proyecto de ley aprobado crea el Consejo Asesor Provincial del
Agua con la finalidad de actuar como un órgano de consejo y asesoramiento de la Autoridad de
Aplicación, integrado por usuarios del agua pública. Y la creación de tal instituto es plenamente
compartido por el Poder Ejecutivo, empero se considera conveniente que su constitución no recepte
un número clausus, permitiendo la flexibilidad de la norma y así maximizar la participación de los
distintos representantes de los sectores comprometidos. En consecuencia resulta procedente la
observación parcial de tal precepto;
Que en el Artículo 51 del proyecto aprobado se dispone la obligatoriedad de la publicidad de toda
modificación, alteración o cancelación del catastro de agua, imperativo compartido por el Poder
Ejecutivo: salvo en lo referente al caso mínimo de cinco días de publicación. Tal mecanismo de
publicidad resulta, en virtud de la experiencia registrada por la administración excesivamente
onerosa para los usuarios, por lo que se considera apropiado dejar librado a la reglamentación el
término de publicación de tales actos;
Que en la forma del Artículo 56 del proyecto sancionado se incorpora el primer párrafo última
parte, la necesidad de aprobación por ley de la determinación del canon anual por el derecho al uso
del agua.
Encontrándose en la ley establecidos los límites y parámetros para la determinación del valor del
canon por parte del Poder Ejecutivo, y atento a razones de celebridad y flexibilidad, resulta
conveniente que tal determinación sea establecida por el mismo, en el marco de los parámetros
establecidos, sin necesidad de aprobación legislativa. Ello es así por cuanto un proceso deliberativo
en ambas Cámaras para aprobar el canon ya determinado por el Ejecutivo de conformidad a la ley
vigente, resultaría un desgaste innecesario provocándose demoras que conlleven, una suerte de
inseguridad jurídica, con los pertinentes perjuicios a los usuarios;
Que en el mismo orden de ideas resulta inconveniente dejar establecido en el precepto normativo el
procedimiento y órganos encargados de la cobranza del canon anual por derecho al uso del agua,
debiéndose dejar librado a la potestad administrativa la determinación de tales extremos
suprimiéndose el texto del segundo párrafo del Artículo 56. Ello de conformidad a lo establecido en
el Artículo 144 de la Constitución Provincial;
Que asimismo, en orden a lo normado por el Artículo 310 del proyecto aprobado, corresponde
concluir la inconveniencia de la referencia al Código de Procedimientos Administrativos. La norma
es clara en cuanto a que la única vía de cobro compulsivo de las obligaciones en mora por
conceptos referidos al uso del agua pública, es la judicial; empero en el marco de nuestro
ordenamiento procesal, corresponde la aplicación de las normas pertinentes del Código de
Procedimientos Civil y Comercial.
Por ello, en ejercicio de las potestades acordadas por los Artículos 131, 144, inciso 4) de la
Constitución Provincial y Artículo 13 de la Ley 6.811;

El Gobernador de la provincia de Salta


Decreta

Artículo 1º - Obsérvese parcialmente el proyecto de Ley sancionado por las Cámaras Legislativas
en sesión realizada el 21 de diciembre de 1998, mediante el cual se aprueba el “Código de Aguas de
la Provincia de Salta” en lo que respecta al Artículo 6º de conformidad a lo establecido por los
Artículos 131 y 144 inciso 4) de la Constitución y Artículo 13 de la Ley Nº 6.811, ingresado bajo
Expediente Nº 90-13.433/98, el que queda redactado de la siguiente manera:
“Artículo 6º- Autoridad de Aplicación.- El Poder Ejecutivo determinará la Autoridad de Aplicación
respetando la legislación vigente de principios de política de agua y medio ambiente.
Créase el Consejo Asesor Provincial del Agua, a fin de asesorar y aconsejar a la Autoridad de
Aplicación, el que deberá estar integrado por los usuarios del agua pública”.
Artículo 2º- Obsérvase con los fundamentos dados en los considerandos del presente el plazo de
publicidad establecido en el Artículo 51 del proyecto de ley sancionado por las Cámaras
Legislativas, cuya redacción queda establecido de la siguiente forma:
“Artículo 51- Publicidad. Las inscripciones, modificaciones, alteraciones o cancelaciones de los
Catastros de Aguas, a instancia de parte o de oficio, deberán ser publicadas en el Boletín Oficial, y
en un diario de circulación de toda la Provincia, y para los mismos se seguirá el procedimiento
establecido en este Código, para el otorgamiento de concesiones de uso de agua pública”.
Artículo 3º- Obsérvese, con arreglo a las razones esgrimidas en los considerandos, la frase “y
aprobado por ley” del primer párrafo, última parte, del Artículo 56 del proyecto de ley sancionado.
Dicho párrafo quedará redactado de la siguiente manera:
“Artículo 56.- Determinación del Canon. La determinación del canon anual por derecho al uso será
realizado por el Poder Ejecutivo Provincial previo informe de la Autoridad de Aplicación”.
Artículo 4º- Obsérvese, con el alcance dado en los fundamentos de este decreto, el segundo párrafo
del Artículo 56 del proyecto de ley sancionado.
Artículo 5º - Obsérvese, por el alcance dado en los fundamentos de este decreto, la frase “vía de
apremio, aplicándose el Código de Procedimiento Administrativo y” inserta en el Artículo 310 del
proyecto de ley. El citado precepto quedará redactado de la siguiente forma:
“Artículo 310. - Vía de Apremio. Corresponderá la vía judicial para el cobro del canon, tasas,
contribuciones y mejoras, reembolso de obras o trabajos efectuados por cuenta o en beneficio de
personas titulares del uso del agua, álveos u obras públicas, multas o cualquier obligación
pecuniaria establecida por este Código, leyes o reglamentos de aplicación. Las apelaciones no
tienen efecto suspensivo”.
Artículo 6º - Con las salvedades establecidas en los artículos anteriores promúlgase el resto del
texto sancionado como Ley de la Provincia Nº 7.017.
Artículo 7º - El presente decreto será refrendado por el señor Ministro de la Producción y el Empleo
y por la señora Secretaria General de la Gobernación.
Artículo 8º - Comuníquese, publíquese en el Boletín Oficial y archívese.

ROMERO - Oviedo - Escudero.

DECRETO 1.502/2000
Salta, 12 de junio de 2000.

REGLAMENTA ART. 51 LEY 7017 CÓDIGO DE AGUAS DE LA PROVINCIA DE SALTA.

VISTO la Ley Nº 7017 denominada "Código de Aguas de la Provincia"; y

CONSIDERANDO: Que por Expte. Nº 34-189321/99 la Unidad de Infraestructura de Desarrollo


señala la impostergable necesidad de establecer el término para las publicaciones de edictos
citatorios para la continuidad del trámite de las concesiones de uso de caudales públicos,
modificaciones, alteraciones o cancelaciones en el Registro del Catastro.
Que la situación planteada se origina en que el Artículo 51 del Proyecto del Código de Aguas
establecía que "las inscripciones, modificaciones alteraciones o cancelaciones en el Catastro de
Aguas, a instancias de parte o de oficio, deberán ser publicadas por cinco días en el Boletín Oficial
y en un diario de circulación en toda la Provincia y para los mismos se seguirá el procedimiento
establecido en el Código para el otorgamiento de concesiones de uso de agua pública".
Que mediante Decreto Nº 4913/98 se observaron algunos artículos del Proyecto, entre ellos el 51,
por considerar que "...tal mecanismo de publicad resulta, en virtud de la experiencia registrada por
la administración, excesivamente onerosa para los usuarios, por los que se considera apropiado
dejar librado a la reglamentación el término de publicación de tales actos".
Que en consecuencia se mantuvo la redacción original del artículo, aunque eliminándose el plazo de
5 días.
Que aún no se ha reglamentado el punto en cuestión y por tal motivo, los trámites de concesión de
uso de caudales públicos y/o modificaciones, alteraciones y cancelaciones se encuentran
suspendidos, al no haberse fijado el término para la publicidad.
Que ante esta situación, la Unidad de Infraestructura, tomando en cuenta que el texto del Código de
Aguas anterior fijaba para estos casos un plazo de diez (10) días y poniendo en consideración su
análisis la trascendencia que el acto de la publicación tiene frente a terceros, propone que se fije un
plazo de cinco (5) días solo para los casos de publicación de edictos citatorios para los pedidos de
concesión de usos de caudales públicos y que, en cambio, para el supuesto de modificaciones,
alteraciones o cancelaciones de derechos, se establezca un plazo de publicación de tres (3) días por
aplicación supletoria del Art. 723 Inc. 2 del C.P.C. y C.
Que el Gerente del Comité de Evaluación y Concesión de Obras y Servicios Públicos del Ministerio
de Infraestructura, considera que la fijación de los plazos para las publicaciones es competencia de
la norma reglamentaria, la que deberá definir la forma en que se efectuarán las publicaciones
previstas en el Art. 51. Ello sin perjuicio de la aplicación de las disposiciones contenidas en los
Artículos 316 a 319 del Código de Agua respecto de las situaciones allí contempladas y en la
medida que los interesados hubiesen dado cumplimiento a los extremos previstos en cada caso.
Que en consecuencia, resulta indispensable garantizar la continuidad de los procedimientos en
trámite y de los que se originen en lo sucesivo, procediéndose a la reglamentación del Art. 51 de la
Ley Nº 7017, sin perjuicio de ejercer en su oportunidad esta facultad en relación al resto del
articulado; fijándose como término de publicación el propuesto por la Unidad de Desarrollo,
atendiendo el conocimiento técnico especifico del tema por los integrantes de la misma.

Por ello,
El Gobernador de la provincia de Salta
DECRETA
Artículo 1º.- Reglamentase el Art. 51 de la Ley Nº 7017, como sigue: Deberán ser publicadas en el
Boletín Oficial y en un diario de circulación en toda la Provincia: 1) Las inscripciones de
concesiones de uso de aguas públicas en el Catastro de Aguas, por el término de cinco (5) días. 2)
Las modificaciones, alteraciones o cancelaciones de derechos concedidos, por el término de tres (3)
días. 3) Las cancelaciones de derechos concedidos para irrigar superficies de hasta una (1) hectárea,
por el término de un (1) día.
Art. 2º.- El presente decreto será refrendado por el señor Ministro de Infraestructura y por la señora
Secretaria General de la Gobernación.
Art. 3º.- Comuníquese, publíquese en el Boletín Oficial y archívese.

ROMERO - AGUIRRE - ESCUDERO

Decreto 1.989/2002
SALTA, 28 de octubre de 2002
Vigente, de alcance general

Visto
Visto la necesidad de reglamentar el Art. 126 de la Ley 7.017, Código de Aguas de la Provincia de
Salta; y
Considerando
Que el cuerpo citado ordena que será la Autoridad de Aplicación quién procederá a determinar la
línea de ribera de los cursos naturales de agua dentro de la jurisdicción de la provincia de Salta.
Que dicho cuerpo legal expresa claramente el criterio con que se fijar dicha línea de ribera,
definiéndose por el artículo 2.577 del Código Civil, y este determina que será el criterio de la línea
"a que llegan las más altas aguas en su estado normal".
Que determinado el criterio jurídico, el procedimiento para aplicarlo será fijado por la
reglamentación que se establezca al efecto, lo que así se hace.
Que es necesario fijar conceptos claros en lo que ha definiciones jurídicas respecta, manifestando
que el "lecho" de un curso de agua es la superficie de tierra que las aguas ocupan habitualmente,
denominándoselo también "cauce, alveo o madre", empleando el Código Civil con preferencia los
términos "cauce" (art. 2.340, inciso 3) y "lecho" (art. 2.577, 2581,2642 y concordantes).
Que la Ley de aguas de España en su art. 32 habla de alveo o cauce, y el Código Civil de Bolivia
(art. 305) emplea el vocablo madre como sinónimo de lecho o cauce, siendo estos los antecedentes
de la ley de aguas vigente en la Provincia de Salta.
Que al art. 2577 del Código Civil, criterio que debemos aplicar en la presente reglamentación, dice
claramente que el límite del lecho de un río se determina "por la línea a la que llegan las más altas
aguas en su estado normal", criterio este que, en su esencia, adoptan las mayorías de las
legislaciones vigentes en materia de aguas, como lo establecido en el Código Rural Uruguayo en su
artículo 389; la Ley de Aguas de Bolivia, art. 47; el Código de Aguas de Perú, art. 32; el Código
Civil de Portugal, art. 3 y el Código de Aguas de Brasil, art. 9.
Que esto significa que para determinar el límite del lecho de un río se consideren los aumentos de
nivel de las aguas debido a causas de carácter "permanente" (SCJ), fallo 105, p g. 446,447-
considerando 18).
Que esas causas de carácter permanente constituyen jurídicamente lo que se denomina "crecidas
ordinarias", en oposición a las "causas extraordinarias o accidentales" (tempestades, inundaciones,
etc).
Que este criterio de "crecidas ordinarias" lo aplican no solamente la legislación española (art. 32)
sino las legislaciones uruguaya, peruana, boliviana, y lo mismo hace la Comisión de Reformas de
nuestro Código Civil, siguiendo el proyecto del Dr. Bibiloni.
En igual criterio sostenían los romanos cuando establecían que crecidas ordinarias significaba "vaso
lleno" o plenissimun flumen" y, con gran acierto, los manifiesta la doctrina argentina, especialmente
el Dr. Guillermo Cano en su trabajo para el consejo Federal de Inversiones, manifestando que "las
crecientes ordinarias son parte esencial de la normalidad del río".
Que en cambio, las causas accidentales, extraordinarias o transitorias o anormales que originan un
aumento en el nivel de las aguas, en nada influyen para determinar el límite del lecho o alveo de los
cursos de agua. Es por eso que las "inundaciones", que son fenómenos imprevistos y sin
regularidad, para nada influyen en las determinación de la línea de ribera.
Que consecuentemente al establecer el Código de Aguas de Salta que la línea de ribera se determina
por el nivel de las más altas aguas en su estado "normal", implícitamente rechaza, a esos efectos, el
más alto nivel determinado por causas "anormales" o "no permanentes".
Que para influir en la determinación del lecho de la línea de ribera o curso de agua, las crecidas
deben ser "ordinarias" y de ningún modo "extraordinarias".
Que el terreno que las aguas cubren a raíz de una inundación, no forman parte del lecho del río, y
pueden denominarse "margen" del mismo, que es la parte externa del lecho cuyo límite está dado
por la línea de ribera.
Que profundizando más el concepto, la inundación en nada modifica o altera el derecho de
propiedad del dueño de las tierras cubiertas por las aguas, y esto es así aunque la inundación fuere
pasajera o prolongada, total o parcial (Marienhoff, Miguel; Régimen de las Aguas Públicas y
Privadas de la Argentina, Tesis doctoral, p g. 22, idem Chardon y Demolombe, para el derecho
francés, Mercado y Rafael García para el derecho español, al igual que Luis Claro Solar y Mazza
para el derecho italiano).
Que los principios que anteceden ya fueron sostenidos por el derecho romano, cuando definían a las
más altas aguas en los momentos de las tormentas ordinarias con el "plenissimun flumen"
(Institutas, Libro 2, Título 1, Párrafo 24; Digesto, libro 41, título 1: ley 7, párrafo 6; y libro 43,
título 12; ley 12, párrafo 5 y 6, ídem ley de Aguas de España, art. 40; Código de Aguas de Perú, art.
40, Código Rural Uruguayo art. 349; Ley de Aguas de Bolivia art. 57; Código Civil de Ecuador art.
643 y Código Civil de Chile, art. 653).
Que en el derecho argentino todas las legislaciones provinciales sostienen el "plenissimun flumen",
o como lo llama la doctrina "a vaso lleno", y como dice el Dr. Joaquín López, autor de los códigos
de agua para Córdoba, Santiago del Estero, Catamarca, Ecuador, Venezuela, México y actualizador
de los códigos de aguas de Francia y España, "la mayoría de las legislaciones del mundo tienen
establecido que la línea de ribera está determinada en los cursos de agua por las más altas crecientes
normales u ordinarias".
Que el lecho de un curso de agua está formado por dos partes: por el " piso o fondo" y por las
"riberas". El piso o fondo es la "superficie sobre la cual corre el agua". Las riberas constituyen los
costados del lecho, "entre los cuales corre el agua" (Miguel Marienhoff, Tratado del Derecho
Administrativo, tomo 6, Tesis Doctoral; idem Gilardoni, tomo 1, p g. 54; Gay de Montell, Teoría y
Práctica de la Legislación de Agua, p g. 77 y siguientes).
Que en el Art. 35 de la ley de Aguas de España, fundamento del artículo que analizamos, las
"riberas" son las fajas laterales de los alveos de los ríos, hasta el límite que las aguas alcancen en
sus mayores avenidas ordinarias; y "márgenes" son las zonas laterales que lindan con la línea de
ribera, pudiéndose decir con toda claridad que las riberas pertenecen al lecho del río, mientras que
las márgenes son las zonas laterales de los ríos, y que por lo tanto no pertenecen a su alveo.
Que la jurisprudencia en el caso "Sociedad Puerto de Rosario c/ la empresa Deposito de Gomas s/
expropiación", la sentencia dijo que " según la doctrina universalmente adoptada por todos los
jurisconsultos que se han ocupado del estudio de los ríos desde el punto de vista histórico y jurídico,
éstos se componen de tres elementos constitutivos de los mismos:
1) El caudal del agua que la contienen.
2) Su lecho, o sea la franja de tierra que las aguas ocupan permanentemente.
3) Las llamadas riberas internas o playas, que se componen de los terrenos que las aguas ocupan y
desocupan periódicamente en sus más altas crecientes ordinarias".
Es decir, acepta como indiscutido el "plenossimum flumen" de Paulo. (sentencia Confirmada por la
CSJ de la Nación, con fecha 8 de mayo de 1909).
Que a fin de evitar desinteligencias con el Código Civil ha definido claramente en su artículo 2.750,
segunda parte, que "el deslinde de los fundos que dependen del dominio público corresponde a la
jurisdicción administrativa" y esta jurisdicción pertenece al orden provincial.
Que la fuente del artículo citado a los Juristas Demolombe, Pardésus y Fourcat, los que a su vez se
basan en la obra de Aubry et Rau, los que dice; "en cuanto a la delimitación de los fundos que
dependen del dominio público, ella entra en las atribuciones exclusivas de la administración y de la
jurisdicción administrativa, definición que ha tomado el codificador Dalmacio Vélez Sarfield.
Que al respecto la jurisprudencia ha dicho" la determinación de la línea de ribera en el terreno,
pertenece en primer lugar al poder administrador, pero no es, desde luego, un asunto de carácter
judicial" (Cámara Federal, Capital, sentencia del 14/06/13) Que en el "caso Barassi" el Juez Dr.
Orús sostuvo: "corresponde a la autoridad administrativa determinar en el terreno la línea hasta
donde llegan las más altas marcas, según lo establecido la Excelentísima Cámara Federal de la
Capital en Junio 4, de 1913".
Que la doctrina nacional esta conteste con el criterio mencionado en la aplicación concreta del
Artículo 2.750 del Código Civil cuando dice "el deslinde de los fundos que dependen del dominio
público corresponde exclusivamente a la jurisdicción administrativa". Ya Alfredo Castello decía en
su obra Derechos de Aguas (1919) "la determinación del cauce debe hacerla, cualquiera sea el
método que fije la ley pertinente, el Poder Ejecutivo". En igual posición, los Dres. Marienhoff,
Spota y Guillermo Allende en su obra Derechos de Agua con acotaciones hidrológicas.
Que como dice Marienhoff la fijación de los límites de las cosas públicas, a la vez que su deslinde
respecto a los bienes de dominio privado, constituyen un acto administrativo llamados "acto de
delimitación".
Que consecuentemente "delimitar un curso de agua significa señalar en el terreno los límites de
aquel, con lo que al propio tiempo se fija la línea que lo separa de las heredades limítrofes. Que si
está definido el acto de delimitación, este consiste única y exclusivamente y no en otra cosa en una
operación.
Que se reduce a "constatar" en la forma más aproximada posible, los límites naturales del curso de
agua.
Por ello, resulta aceptada la afirmación de los tratadistas argentinos Guillermo Cano, Miguel
Marienhoff y Alberto Spota de que "los ríos y el mar fijan por sí mismos sus límites". Se trata, en
síntesis de la constatación de un lecho.
Que como dice el maestro Marienhoff, existen dos sistemas principales para delimitar un curso de
agua, y estos son los que en Francia sostuvieron el Consejo General de Puentes y Calzadas en el
Ministerio de Obras Públicas por un lado, y el Consejo de Estado, por otra parte.
Que de acuerdo al primer criterio el límite de un río debe fijarse no solo sobre cada ribera, sino en
relación a cada punto de cada ribera, considerando separada e independientemente de la ribera
opuesta y de los otros puntos de la misma ribera.
Que para el Consejo del Estado Francés este no considera aisladamente a las dos riberas, ni sigue
los accidentes naturales del terreno, sino que adopta un "plan general de desbordamiento"
determinado por el nivel que alcanzan las aguas cuando comienzan a desbordarse sobre un número
considerable de puntos.
Que nos parece práctico y acertado el primer criterio del Consejo General y del Ministerio de Obras
Públicas, ya que será necesario caminar el río en conjunto con técnicos idóneos, fijando a izquierda
y derecha del curso de aguas los lugares por donde naturalmente el río a pasado y luego unirlos con
una línea que determinará la ribera.
Que para llegar a un plan de desbordamiento, siguiendo el criterio del consejo de Estado Francés,
puede resultar que tierras que forman parte del lecho sean adjudicadas a heredades linderas y que
partes de estas sean adjudicadas al curso de agua.
Que consecuentemente creemos acertado aceptar el primer criterio, ya que con el mismo se
constatará el estado real de los lugares, teniendo el merito de la exactitud, y es por eso que resulta
preferible y aceptable.
Que resulta" la confirmación del hecho", pues como dice la doctrina argentina, se confirma con
exactitud la zona esta la cual llegan "efectivamente" las aguas en su estado normal.
Que las aguas y las tierras comprendidas dentro las líneas de ribera son cosas del dominio público
(Art. 2340, inciso 4 y 6, del C.C.) y por lo tanto son inembargables, inalienables, y no se admite la
prescripción adquisitiva del dominio por parte de particulares.
Que el uso y goce por parte de particulares solo se puede dar por las figuras del Permiso Precario y
la Concesión, debiéndose cumplir todas las condiciones para los usos especiales fijados por el
Código de Aguas, la que se extinguirá cuando se den las causales de renuncia, vencimiento del
plazo por el cual fue otorgada, caducidad, revocación, falta de objeto y nulidad conforme a los
artículos 37 al 44 de la Ley 7.017.
Por ello, y en función de las facultades conferidas por la Ley N. 7017.
El Gobernador de la provincia de Salta DECRETA
Artículo 1.- Apruébase la Resolución N. 070/02 de la Agencia de Recursos Hídricos, que establece
el procedimiento para la determinación de la línea de ribera, conforme dispone el artículo 126 de la
Ley 7.017 que en copia forma parte del presente decreto.
Art. 2.- El presente Decreto será refrendado por el Señor Ministro de la Producción y el Empleo y
por el Señor Secretario general de la Gobernación.
Art. 3.- Comuníquese, publíquese, en el Boletín Oficial y archívese.

LOPEZ ASENSIO
RESOLUCION: 000070
VISTO la necesidad de reglamentar el artículo 126 de la Ley 7.017, Código de Aguas de la
Provincia de Salta; y CONSIDERANDO: Que el cuerpo normativo citado ordena que será la
Autoridad de Aplicación quien procederá a determinar la línea de ribera de los cursos naturales de
agua dentro de la jurisdicción de la provincia de Salta.
Que dicho cuerpo legal expresa claramente el criterio con que se fijara dicha línea de ribera,
definiéndose por el artículo 2.577 del Código Civil, y este determinará que será el criterio de la
línea " a que llegan las más altas aguas en su estado normal".
Que determinado el criterio jurídico, el procedimiento para aplicarlos será fijado por la
reglamentación que se establezca al efecto, lo que así se hace.
Que es necesario fijar conceptos claro en lo que a definiciones jurídicas respecta, manifestando que
el "lecho" de un curso de agua es la superficie de tierra que las aguas ocupan habitualmente,
denominándoselo también "cauce, lveo o madre", empleado el Código Civil con preferencia a los
términos "cauce"(art. 2.340, inciso 3) y "lecho"(art. 2.577, 2.581,2.642, y concordantes) Que la Ley
de Aguas de España en su art. 32 habla de alveos o cauce, y el Código Civil de Bolivia (art. 305)
emplea el vocablo madre como sinónimo de lecho o cauce, siendo estos los antecedentes de la ley
de aguas vigente en la Provincia de Salta.
Que el art. 2577 del Código Civil, criterio que debemos aplicar en la presente reglamentación, dice
claramente que el límite del lecho de un río se determina "por la línea a la que llegan las más altas
aguas en su estado normal", criterio este que, en su esencia, adoptan las mayorías de las
legislaciones vigentes en materia de aguas, como lo establecido en el Código Rural Uruguayo en su
artículo 389; la Ley de Aguas de Bolivia art. 47; el Código de Aguas de Perú art. 321; el Código
Civil de Portugal art. 3 y el Código de Aguas de Brasil, art. 9.
Que esto significa que para determinar el límite del lecho de un río se consideren los aumentos de
nivel de las aguas debidos a causas de carácter "permanente"(SCJ, fallo 105, p g. 446, 477-
considerando 18).
Que esas causa de carácter permanente constituyen jurídicamente lo que se denomina "crecidas
ordinarias", en oposición a las "causas extraordinarias o accidentales"(tempestades, inundaciones,
etc.).
Que este criterio de "crecidas ordinarias" lo aplican no solamente la legislación española (art. 32)
sino las legislaciones uruguaya, peruana, boliviana, y lo mismo hace la Comisión de Reformas de
nuestro Código Civil, siguiendo el proyecto del Dr. Bibiloni.
Que igual criterio sostenían los romanos, cuando establecían que crecidas ordinarias significaba
"vaso lleno" o "plenissimun flumen" y, con gran acierto, lo manifiesta la doctrina argentina,
especialmente el Dr. Guillermo Cano en su trabajo para el Consejo Federal de Inversiones,
manifestando que "las crecientes ordinarias son parte esencial de la normalidad del río".
Que en cambio las causas accidentales, extraordinarias o transitorias o anormales que originan un
aumento en el nivel de las aguas, en nada influyen para determinar el límite del lecho o lveo de las
cursos de agua. Es por eso que las "inundaciones", que son fenómenos imprevistos y sin
regularidad, para nada influyen en la determinación de la línea de ribera.
Que consecuentemente al establecer el Código de Aguas de Salta que la línea de ribera se determina
por el nivel de las más alta aguas en su estado "normal", implícitamente rechaza, a esos efectos, el
más alto nivel determinado por causas "anormales" o "no permanentes".
Que para influir en la determinación del lecho de la línea de ribera o curso de agua, las crecidas
deben ser "ordinarias" y de ningún modo "extraordinaria".
Que el terreno de las aguas cubren a raíz de una inundación, no forman parte del lecho del río, y
pueden denominarse "margen" del mismo, que es la parte externa del lecho cuyo límite está dado
por la línea de ribera.
Que profundizando más el concepto, la inundación en nada modifica o altera el derecho de
propiedad del dueño de las tierras cubiertas por las aguas, y esto es así aunque la inundación fuere
pasajera o prolongada, total o parcial (Marienhoff, Miguel; Régimen de las Aguas Públicas y
Privadas de la Argentina, Tesis Doctoral, p g. 22; idem Chardon y Demolombe, para el derecho
francés; Mercado y Rafael García para el derecho español, al igual que Luis Claro Solar y Mazza
para el derecho italiano).
Que los principios que anteceden ya fueron sostenidos por el derecho romano, cuando definían a las
altas aguas en los momentos de las tormentas ordinarias como el "plenissimum flumen" (Institutas,
Libro 2, Título 1, párrafo 24; Digesto, Libro 41, título 1; Ley 7, párrafo 6; y Libro 43, título 12; Ley
12, párrafo 5 y 6; iden Ley de Aguas de España, art. 40; Código de Aguas de Perú, art. 40; Código
Rural Uruguayo, art. 349; Ley de Aguas de Bolivia, art. 57; Código Civil de Ecuador; art. 643 y
Código Civil de Chile, art. 653).
Que en el derecho argentino todas las legislaciones provinciales sostienen el "plenissimun flumen",
o como lo llama la doctrina " a vaso lleno", y como dice el Dr. Joaquín López, autor de los códigos
de agua de Córdoba, Santiago del Estero, Catamarca, Ecuador, Venezuela, México y actualizador
de los códigos de agua para Francia y España, "la mayoría de las legislaciones del mundo tienen
establecido que la línea de ribera está determinada en los cursos de agua por las más altas crecientes
normales u ordinarias".
Que el lecho de un curso de agua está formado por dos partes: por el "piso o fondo" y por las
"riberas". El piso o fondo es la "superficie sobre la cual corre el agua". Las ribera constituyen los
costados del lecho, "entre los cuales corre el agua" (Miguel Marienhoff, Tratado del Derecho
Administrativo, tomo 6, Tesis Doctoral, idem Gilardoni, tomo 1, p g. 54; Gay de Montell, Teoría y
Práctica de la Legislación de Agua, p g. 76 y siguientes).
Que el artículo 35 de la Ley de Aguas de España, fundamento del artículo que analizamos, las
"riberas" son las fajas laterales de los alveos de los ríos, hasta el límite que las aguas alcancen en su
mayoría avenidas ordinarias; y "márgenes" son las zonas laterales que lindan con las líneas de
ribera, pudiéndose decir con toda claridad que las riberas pertenecen al lecho del río, mientras que
las márgenes son las zonas laterales de los ríos y por lo tanto no pertenecen a su alveo.
Que la jurisprudencia en el caso "Sociedad Puerto de Rosario c/la empresa Depósito de Gomas s/
expropiación", la sentencia dijo que "según la doctrina universal adoptada por todos los
jurisconsultos que se han ocupado del estudio de los ríos desde el punto de vista histórico y jurídico,
estos se componen de tres elementos constitutivos:
1) El caudal de agua que contienen
2) Su lecho, o sea la franja de tierra que las aguas ocupan permanentemente.,
3) Las llamadas riberas internas o playas, que se componen de los terrenos que las aguas ocupan y
desocupan periódicamente en su más altas crecientes ordinarias".
Es decir, acepta como indiscutido el " plenissimun flumen" de Paulo.
(Sentencia confirmada por la CSJ de la Nación, con fecha 8 de mayo de 1.909) Que a fin de evitar
desinteligencia el Código Civil ha definido claramente en su artículo 2750, segunda parte que "el
deslinde de los fundos que dependen del dominio público, corresponde a la jurisdicción
administrativa" y está jurisdicción pertenece al orden provincial.
Que la fuente del artículo citado pertenece a los juristas Demolombe, Pardésus y Foucart, los que a
su vez se basan en la obra de Aubry et Rau, los que dicen: "en cuanto a la delimitación de los
fundos que dependen del dominio público, ello entra en las atribuciones exclusivas de la
administración y de la jurisdicción administrativa, definición que ha tomado el codificador
Dalmasio Vélez Sarsfield.
Que al respecto la jurisprudencia ha dicho" la determinación de la línea de ribera en el terreno,
pertenece en primer lugar al poder administrador pero no es, desde luego, un asunto de carácter
judicial" (Cámara Federal Capital, sentencia del 14/06/13).
Que en el "caso Barassi" el Juez Dr. Orús sostuvo:"corresponde a la autoridad administrativa
determinar en el terreno la línea hasta donde llegan las más altas marcas, según lo ha establecido la
Excelentísima Cámara Federal de la Capital en Junio 4 de 1.913".
Que la doctrina nacional está conteste con el criterio mencionado en la aplicación concreta del
artículo 2.750 del Código Civil cuando dice" el deslinde de los fundos que depende del dominio
público corresponde exclusivamente a la jurisdicción administrativa”. Ya Alfredo Castello decía en
su obra Derecho de Agua (1919)" la determinación del cauce debe hacerla, cualquiera sea el método
que fije la Ley pertinente, el Poder Ejecutivo". En toda posición, los Dres. Marienhoff, Spota y
Guillermo Allende en su obra Derecho de Agua con acotaciones hidrológicas.
Que como dice Marienhoff la fijación de los límites de las cosas públicas, a la vez que su deslinde
respecto a los bienes de dominio privado, constituyen un acto administrativo llamado" acto de
delimitación".
Que consecuentemente "delimitar un curso de aguas significa señalar en el terreno los límites de
aquel, con lo que al propio tiempo se fija la línea que lo separa de las heredades limítrofes.
Que si está definido el acto de delimitación, este consiste única y exclusivamente y no en otra cosa
en una operación que se reduce a "constatar" en la forma más aproximada posible, los límites
naturales del curso de agua.
Por ello, resulta aceptada la afirmación de los tratadistas argentinos, Guillermo Cano, Miguel
Marienhoff, y Alberto Spota de que "los ríos y el mar fijan por si mismos sus límites". Se trata, en
síntesis de la constatación de un lecho.
Que como dice el maestro Marienhoff, existen dos sistemas principales para delimitar un curso de
agua, y estos son los que en Francia, sostuvieron el Consejo General de Puentes y Calzadas y el
Ministerio de Obras Públicas por un lado, y el Consejo de Estado, por otra parte.
Que de acuerdo al primer criterio el límite de un río debe fijarse no solo sobre cada ribera, sino en
relación a cada punto de cada ribera, considerando separada e independientemente de la ribera
opuesta y de los otros puntos de la misma ribera.
Que para el Consejo de Estado Francés este no considera aisladamente a las dos riberas, ni sigue los
accidentes naturales del terreno, sino que adopta un "plan general de desbordamiento" determinado
por el nivel que alcanzan las aguas cuando comienzan a desbordarse sobre un número considerable
de puntos.
Que nos parece práctico y acertado el primer criterio del Consejo General y del Ministerio de Obras
Públicas, ya que será necesario caminar el río en conjunto con técnicos idóneos, fijando a izquierda
y derecha del curso de agua los lugares por donde naturalmente el río ha pasado y luego unirlos con
una línea que determinará la ribera.
Que para llegar a un plan de desbordamiento, siguiendo el criterio del Consejo de Estado Francés,
puede resultar que tierras que forman parte del lecho sean adjudicadas a heredades linderas y que
partes de estas sean adjudicadas al curso de agua.
Que consecuentemente creemos acertado aceptar el primer criterio, ya que con el mismo se constata
el estado real de los lugares, teniendo el merito de la exactitud, y es por eso que resulta preferible y
aceptable.
Que resulta "la confirmación del hecho", pues como dice la doctrina argentina, se confirma con
exactitud la zona hasta la cual llegan "efectivamente" las aguas en su estado normal.
Que las aguas y las tierras comprendidas dentro de las líneas de ribera son cosa del dominio público
(Art. 2.340, inciso 4 y 6, del C.C.) y por lo tanto son inembargables, inalienables y no se admite la
prescripción adquisitiva del dominio por parte de particulares.
Que el uso y goce por parte de particulares solo se puede dar por las figuras del Permiso Precario y
la Concesión, debiéndose cumplir todas las condiciones para los usos especiales fijadas por el
Código de Aguas, la que se extinguirá cuando se den las causales de renuncia, vencimiento del
plazo por el cual fue otorgada, caducidad, revocación, falta de objeto y nulidad conforme a los
artículos 37 al 44 de la Ley 7.017.
Por ello, y en función de facultades conferidas por la Ley 7.017 y Decreto N. 1.379/02.
La Agencia de Recursos Hídricos RESUELVE:
Artículo 1.- Apruébase el procedimiento para la determinación de línea de ribera, conforme dispone
el Artículo 126 de la Ley 7.017, Conceptos y Denominaciones que como Anexo I y II forman parte
de la presente resolución.
Art. 2.- Solicitar al Poder Ejecutivo Provincial a través del Ministerio de la Producción y el Empleo
la ratificación de este acto administrativo.
Art. 3.- Publíquese en el Boletín Oficial por dos (2) días. Comuníquese al Ministerio de la
Producción y el Empleo, Dirección General de Inmuebles, Area Ingeniería Hídrica de esta Agencia
y elévese las actuaciones al Organismo citado en el artículo que precede.
ANEXO I: Procedimiento Para la Determinación de la Línea de Ribera
Artículo 1.- Realización de la determinación. La determinación de la línea de ribera podrá realizarse
por decisión propia de la Autoridad de Aplicación o a solicitud de partes interesadas.
Art. 2.- Partes interesadas. Serán partes interesadas todos los que se consideren con un interés
legítimo o en un derecho subjetivo y los organismos provinciales de participación obligatoria.
Art. 3.- Comisión. La Autoridad de Aplicación nombrará a una Comisión Técnica que estará
conformada, con profesionales de reconocida experiencia en trabajos asociados con estudios que
formen parte de la delimitación de la línea de ribera, siendo los expertos un Ingeniero Hidráulico o
Ingeniero Civil, un Geólogo, y un Agrimensor. Esta Comisión se avocará al estudio y
determinación de la línea de ribera sobre la base del presente procedimiento.
La Autoridad de Aplicación fijará la zona en donde se realizará el estudio y aprobará el plazo y el
método propuesto por la Comisión para expedirse.
Art. 4.- Notificación. La Comisión formada al efecto deberá notificar a todas las partes interesadas
que la Autoridad de Aplicación ha decidido realizar la determinación de la línea de ribera
correspondiente y además la Comisión deberá publicar en el Boletín Oficial por 2 (dos) días y en el
medio gráfico de mayor difusión un aviso de inicio de la determinación prevista.
Art. 5.- Plazo de Presentación. Las partes involucradas deberán presentar a la Comisión toda
información, estudio, planos o cualquier otro dato que sirva u oriente a la misma en la
determinación de la línea de ribera dentro de los 15 (quince) días de notificados.
Art. 6.- Métodos. El método a aplicar para la determinación de la línea de ribera a proponer por la
Comisión Técnica deberá ser técnicamente sustentable en función de la información existente y de
las características del río que se trate.
Art. 7.- Características Morfológicas. La línea de ribera deberá delimitarse por el nivel
correspondiente al caudal de la máxima crecida ordinaria; considerando además las distintas
características que tienen los ríos en la Provincia, en especial los procesos asociados con la
migración lateral provocada por la erosión natural.
Art. 8.- Condiciones en la aplicación del método. Para la determinación del método la Comisión
Técnica deberá tener en cuenta la siguiente prelación.
1- Datos de Registro: Determinación de aforos levantados en forma sistemática que permita
estadística no menores de 50 años.
Referencia de información de caudales determinados en lugares en los cuales puedan medirse con
previsión como puentes, alcantarillas, etc.
2- Registro Fotográficos: De existir registro fotográficos y/o satelitales que permitan a escala
adecuada acercarse lo más precisamente al hecho real.
3- Modelo Matemáticos: En caso que los datos sean insuficientes o no existan, podrá emplear un
estudio de cuenca con modelos matemáticos.
Art. 9.- Trabajo de campo. La Comisión Técnica deberá amojonar a izquierda y derecha del curso
los lugares de la más alta aguas por donde naturalmente el río ha pasado, es decir el máximo nivel
de las crecidas ordinarias: propiamente dicha. Teniendo como objeto la confirmación de un hecho,
fijando con exactitud las zonas que las aguas ocupan en sus más altas crecientes ordinarias. La
cantidad de puntos a determinar deberá ser la suficiente de manera que permita una clara
determinación de las líneas de ribera.
Art. 10.- Fijación de la línea de ribera. La Comisión, de acuerdo al método establecido, propondrá
las líneas de ribera a la Autoridad de Aplicación quien notificará a todos los interesados que hayan
participado en la operación, los que tendrán un plazo de 10 (diez) días a partir de la notificación
para realizar las observaciones que consideren necesarias, adjuntando toda la documentación
respaldatoria en que se basan las mismas.
Evaluada las observaciones por la Autoridad de Aplicación, éste emitirá el Acto Administrativo
fijando las líneas de ribera en un plazo de 10 (diez) días hábiles. Esto deberá ser registrado en el
libro de Catastros previstos en el Código de Agua y comunicado a la Dirección de Inmuebles para
su registración y archivo, previa publicación por 2 (dos) días en el Boletín Oficial y un diario de
mayor circulación.
El acto administrativo que fija la línea de ribera establecida por la Autoridad de Aplicación será
apelable ante el Tribunal de Agua fijado en el Artículo 308 de la Ley Provincial 7.017 y sus
reglamentarias.
Art. 11.- Costos. Los costos que demanden la determinación de la línea de ribera serán absorbidos
por quien solicite la determinación de la misma, siendo la Autoridad de Aplicación quien determine
dichos costos.
Art. 12.- Quedan derogadas todas las Resoluciones que se opongan a la presente. Las causas
actualmente en trámite deben retrotraerse para adecuarse a esta reglamentación.
ANEXO II: Concepto y Denominaciones
1) Línea de Ribera: son las líneas que unen los puntos cuyas cotas o niveles corresponden a la más
altas crecientes ordinarias y que limitan las márgenes del cauce.
2) Puntos de Ribera: la unión de estos puntos definir perfectamente a la línea de ribera.
3) Río: agua más cauce, es decir, continente y contenido.
Elementos constitutivos del río:
1) Caudal de agua
2) Lecho
3) Ribera
4) Lecho: superficie de tierra en un curso de agua que estas ocupan habitualmente. También se lo
denomina "cauce", "alveo" o "madre". Está formado por el piso o fondo y por las riberas.
- Piso o Fondo: es la superficie sobre la cual corre el agua.
- Ribera: son los costados del lecho, "entre los cuales" corre el agua.
5) Márgenes: zonas laterales que lindan externamente con la línea de ribera, no perteneciente al río
propiamente, ni a su ribera ni a su alveo.
La dirección de un río se fija por el sentido en que corren las aguas en forma natural, deduciéndose
de ello la ubicación de las márgenes por izquierda y derecha.
6) Crecida: es el proceso de elevación de las aguas de un curso de agua hasta un máximo a partir del
cual descienden.
- Tiempos de Crecidas: pueden ser ordinarias, extraordinarias y excepcionales.
- Crecidas Ordinarias: son aquellas cuyos períodos de recurrencia son iguales o menores a 50 años,
es decir las crecidas que en período de 50 años se producen por los menos dos veces.
-Crecidas Extraordinarias: son aquellas cuyos períodos de recurrencia son menores a 100 años.
-Crecidas Excepcionales: son aquellas cuyos periodos de recurrencias son mayores a 100 años.
7) Participación de los interesados: a los efectos colaborativos con la Comisión.
8) Amojonar: Fijar perfectamente un punto dado por medio de un mojón o estaca.

DECRETO Nº 2299/03 del día 20-11-2003

MINISTERIO DE LA PRODUCCIÓN Y EL EMPLEO


Expediente Nº 34-4051/03
REGLAMENTACIÓN CÓDIGO DE AGUA

CONSIDERANDO
Que conforme lo establecido en la Constitución Nacional, art. 41, todos los habitantes gozan del
derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades
productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras y
tienen asimismo el deber de preservarlo;
Que las aguas del dominio público de la Provincia están destinadas a satisfacer las necesidades de
consumo y producción. Siendo los poderes públicos los encargados de preservar su calidad y reglar
el uso y el aprovechamiento
de la aguas superficiales y subterráneas que integran el dominio de la Provincia;
Que el uso de las aguas del dominio público destinadas al riego, es un derecho inherente a los
predios en beneficio de los cuales se conceden, en la medida y condiciones determinadas por el
Código de Aguas de la Provincia y la presente reglamentación, en atención a su función social y
económica, siendo ellos los que estimulan la expansión de las zonas bajo riego y la constitución de
Consorcios de Regantes, teniendo participación los usuarios del agua pública en todo lo
concerniente al aprovechamiento de ella;
Que es necesario reiterar lo consagrado por la Constitución Provincial, siendo la Provincia la que
regula el aprovechamiento de los ríos interprovinciales mediante leyes o tratados con las otras
provincias ribereñas;
Que para ello se hace necesario definir políticas en cuanto al concepto de “desarrollo sustentable” o
duradero, siendo éste el de satisfacer las necesidades de la generación presente sin comprometer la
capacidad de generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades;
Que las conferencias de la Naciones Unidas sobre el Agua y el Medio Ambiente, han dicho que “el
medio ambiente no existe como esfera separada de las acciones humanas, las ambiciones y las
demás necesidades y las tentativas para defender esta cuestión aisladamente de las preocupaciones
humanas, han hecho que el concepto de medio ambiente abarque a todos los recursos naturales,
especialmente al recurso agua”;
Que el desarrollo sustentable o duradero se fundamenta en varias premisas básicas, a saber: el
reconocimiento de las legítimas aspiraciones de las personas a una mejor calidad de vida, situación
que debe ser combinada con el compromiso de no desarticular a las generaciones futuras; el
equilibrio justo, que estaría dado en un manejo sustentable de la naturaleza y el agua;
Que es necesario superar el estado actual de pobreza de nuestros agricultores de subsistencia y el
mejorar el medio que los rodea, respetando estos principios;
Que la calidad de vida y desarrollo sustentable quedan equilibrados con los conceptos expresados,
pues es necesario satisfacer las necesidades básicas de todos los habitantes, extendiéndose ello a
todas las oportunidades de satisfacer sus aspiraciones a una vida mejor;
Que el crecimiento económico no es suficiente por sí solo, pues altos niveles de productividad
pueden coexistir con pobreza general y poner en peligro al medio ambiente en el que se
desenvuelven las actividades humanas y por ende a la vida misma;
Que el desarrollo duradero o sustentable requiere que las sociedades satisfagan las necesidades
humanas aumentando el potencial productivo y asegurando la igualdad de oportunidades para todos;
Que el agua es fundamental para la vida y la sabiduría de su manejo se logrará a través de la
armonización de los aspectos sociales, económicos y ambientales que la identifican;
Que por ello es necesario trabajar juntos gobierno y comunidad para generar una política de Estado
en lo referente al manejo del agua;
Que también es necesario articular la gestión hídrica con la gestión territorial, imponiendo prácticas
sustentables en todas las actividades que se desarrollen en las cuencas provinciales, debiendo
participar el sector hídrico en la gestión territorial, interviniendo en las decisiones sobre el uso del
territorio imponiendo medidas migratorias y restricciones, cuando la modalidad adoptada pudiera
conducir a impactos inaceptables en los recursos hídricos, especialmente la calidad del agua, la
función hidráulica de los cauces y los ecosistemas acuáticos;
Que la falta de servicios de saneamiento adecuados constituyen las causas principales de
enfermedades que impactan negativamente en el desarrollo de las comunidades, la salud de la
población y la integridad de los ecosistemas;
Que la atención de estos problemas exige la integración de las cuestiones relativas al agua potable y
al saneamiento en las políticas de gestión, tanto para las poblaciones urbanas como rurales;
Que las inundaciones recurrentes y la obstrucción del escurrimiento natural de las aguas,
constituyen serios problemas para vastas zonas del territorio provincial, así como también lo son las
situaciones de escasez y sequía, debiéndose implementar una política que evite las extracciones
incontroladas de aguas superficiales y subterráneas, exigiéndose para ello urgentes esfuerzos de
monitoreo, así como una estricta regulación de las fuentes en términos de cantidad y calidad;
Que es necesaria la plena gobernabilidad del sector hídrico y para ello se requiere del compromiso y
el accionar conjunto de los organismos de gobierno y de los usuarios del agua, en una estructura
dinámica y eficiente, como son las que ha consagrado el Código de Aguas de Salta a través de la
Autoridad de Aplicación y de los Consorcios de Usuarios;
Que esta política, fijada por el Gobierno Provincial, se logrará incorporando a la gestión diaria, la
equidad, la participación efectiva, la comunicación, el conocimiento, la transparencia y,
especialmente, la capacidad de respuesta de sus protagonistas a las necesidades productivas;
Que todos los habitantes de la Provincia tienen derecho a acceder al uso de las aguas para satisfacer
sus necesidades básicas de bebida, alimentación, salud y desarrollo. Esto se consigue aplicando el
principio de la equidad en el uso del agua, lo que significa asegurar a la población el acceso a los
servicios básicos de agua potable y de saneamiento, asignando recursos hídricos a proyectos de
interés social y promocionando el aprovechamiento del agua, buscando siempre alcanzar el
equilibrio de un desarrollo sustentable;
Que el agua en algunos momentos, se transforma en factor de riesgo y peligro, ocasionando
pérdidas de vidas humanas y serios daños a los sistemas económicos, sociales y ambientales. Para
prevenir y contrarrestar esos riesgos y peligros, debemos aprender a convivir con las restricciones
que el medio natural nos impone, tanto usuario como gobierno, al tiempo que se deben desarrollar
planes de contingencia y organizar estructura que permita prevenir y mitigar los impactos negativos,
tanto en los fenómenos de excedencia como de escasez hídrica, así como fallas en la infraestructura;
Que las aguas interjurisdiccionales son recursos hídricos compartidos en un condominio de
indivisión forzosa, situación que obliga tanto a los Estados Provinciales cuanto a los usuarios, a
pensar modos organizacionales que permitan la descentralización de funciones, promoviendo la
participación de organizaciones comunitarias en la gestión del agua;
Que es necesario establecer una gestión integrada del recurso hídrico, pasando del tradicional
modelo del desarrollo de la oferta, hacia la necesaria gestión del recurso en forma integrada con
otras jurisdicciones, en atención a sus necesidades, así como actuando en forma simultánea sobre la
oferta y la demanda, apoyándose en los avances tecnológicos y en las buenas prácticas;
Que siendo el agua para consumo humano básico, de prioridad sobre todo otro uso, la creciente
competencia por el uso del agua de una cuenca, de una jurisdicción o de un lugar, exige que los
posibles usos competitivos, se evalúen sobre la base de sus aspectos sociales, económicos y
ambientales en el contexto de una planificación integrada, respetando las prioridades establecidas
en el Código de Aguas;
Que el movimiento de las aguas no reconoce fronteras político-administrativas, sino leyes físicas;
del mismo modo que los mercados de consumo están condicionados por la ecuación entre las
necesidades para su subsistencia y la disponibilidad del recurso;
Que teniendo ello en cuenta, los acuíferos constituyen la unidad territorial más apta para la
planificación y gestión coordinada de los recursos;
Que la consideración de la totalidad de las ofertas y demandas de aguas en una región hidrográfica,
permite detectar las mejores oportunidades para su uso, lográndose al mismo tiempo anticipar
conflictos y minimizar impactos negativos a terceros o al ambiente;
Que para completar los objetivos de una política hídrica, es vital dar continuidad a la gestión
surgida de un trabajo de planificación consensuado, trascendiendo por sobre los períodos de
gobierno. A ese fin, la Provincia desarrollará planes hídricos como instrumento de compromiso
técnico y político para el cumplimiento de los objetivos fijados;
Que la planificación hídrica debe contar con la fuerza legal necesaria que asegure su continuidad y
con los mecanismos de actualización que correspondan;
Que asimismo el logro de los objetivos de la planificación hídrica se alcanza con la adecuada
combinación de acciones estructurales (construcción de infraestructuras) y de medida de gestión
tecnológicas, así como de disposiciones legales, como es la presente reglamentación, que
complementan las obras físicas. Así se propician las normativas para limitar o controlar el uso del
agua y del suelo, la tecnología para disminuir el riesgo hídrico y las medidas para evitar el derroche
y mejore la eficiencia del uso del agua;
Que siguiendo el principio de la centralización normativa y descentralización operativa, el Código y
la presente reglamentación propicia la participación de los usuarios del agua en el manejo de
determinados aspectos de la gestión hídrica. Por ello el presente reglamento fomenta la creación y
fortalecimiento de “Consorcios de Usuarios” del agua, en los cuales se delegan responsabilidades de
operación, mantenimiento y administración de la infraestructura hídrica que utilizan;
Que a los efectos de garantizar los fines de estas organizaciones se han creado marcos regulatorios
en el Código y la presente reglamentación adecuados, como asimismo la Autoridad de Aplicación
dispone de la necesaria capacidad técnica para su fomento, estabilidad, eficiencia y eficacia;
Por ello, en ejercicio de la facultad reglamentaria prevista en el art. 144, inc. 3ª de la Constitución
de la Provincia.

El Gobernador de la Provincia de Salta


DECRETA

Artículo 1º.- Apruébese la Reglamentación de Código de Aguas de la Provincia de Salta – Ley Nº


7017 – la que, como Anexo forma parte del presente decreto.
Art. 2º.- Encomiéndase a la Autoridad de Aplicación la adecuada difusión pública de las previsiones
de la reglamentación que se aprueba.
Art. 3º.- El presente decreto será refrendado por los señores Ministro de Producción y el Empleo y
Secretario General de la Gobernación.
Art. 4º.- Comuníquese, publíquese en el Boletín Oficial y archívese.-

ROMERO – Brizuela – David

ANEXO

TÍTULO I: Disposiciones Generales: Principios-Aguas jurisdiccionales

CAPÍTULO Primero: Objeto y Ambito de Aplicación


Artículo 1.- Las aguas, cualquiera sea la forma en que aparecen en la naturaleza o la utilización que
se les dé, forman parte de una unidad que es el ciclo hidrológico, siendo objeto de regulación por
parte de la Autoridad competente que es para este Código la Autoridad de Aplicación.

Art. 2º.- El uso por cualquier título de aguas públicas, álveos u obras construidas para utilidad o
comodidad común, no les hace perder el carácter de bienes públicos del Estado, inalienables e
imprescindibles.

Art. 3º.- No requiere reglamentación.

Art. 4º.- No requiere reglamentación.

Art. 5º.- La declaración de utilidad pública deberá ser efectuada por la Legislatura, previo informe
que realizará la Autoridad de Aplicación, concordando este artículo con el artículo 304 de la Ley Nº
7017, en tanto que los procedimientos a aplicar, serán los de la expropiación, rigiéndose por la ley
vigente en la Provincia.

Art. 6º.- La Autoridad de Aplicación determinará la forma de Constitución y funcionamiento del


Concejo Asesor Provincial de Agua.

Art. 7º.- No requiere reglamentación.

Art. 8º.- No requiere reglamentación.

Art. 9º.- No requiere reglamentación.

Art. 10º.- No requiere reglamentación.

Art. 11º.- No requiere reglamentación.

Art. 12º.- No requiere reglamentación.

CAPÍTULO Segundo: Aguas Interjurisdiccionales

Art. 13º.- No requiere reglamentación.

Art. 14º.- No requiere reglamentación.

Art. 15º.- No requiere reglamentación.

Art. 16º.- No requiere reglamentación.

TÍTULO II: Del Uso del Agua Pública y de los Derechos y Obligaciones que él resulten

PARTE PRIMERA: De los Usos Comunes.


CAPÍTULO Primero: Bebidas y Usos Varios.

Art. 17º.- No requiere reglamentación.

Art. 18º.- No requiere reglamentación.

Art. 19º.- No requiere reglamentación.

Art. 20º.- No requiere reglamentación.

CAPÍTULO Segundo: Pesca

Art. 21º.- No requiere reglamentación.

Art. 22º.- No requiere reglamentación.

PARTE SEGUNDA: De los Usos Especiales.

Art. 23º.- No requiere reglamentación.

CAPÍTULO Primero: Del Derecho de Uso.

Sección Primera: Generalidades.

Art. 24º.- No requiere reglamentación.

Art. 25.- Todo requerimiento de Permiso o Concesión de agua pública para usos especiales se
tramitará por ante la Autoridad de Aplicación, conforme las previsiones del Código de Aguas
Provinciales y sus reglamentaciones; siendo de plena aplicación -en todo cuanto no sea
incompatible con dicho régimen especial- la Ley de Procedimientos Administrativos de la
Provincia, debiéndose utilizar los formularios que para cada caso establezca la Autoridad de
Aplicación. Salvo los casos en que proceda la notificación personal o por cédula, las partes
interesadas presentadas en las actuaciones, quedarán notificadas los días martes y jueves o el
siguiente hábil, si alguno de ellos fuere feriado, de todo informe, dictamen o providencia de la
Autoridad de Aplicación. A tales fines será de plena aplicación lo normado por los Art. 139; 140 y
141 de la Ley Nº 5348 sobre la vista de las actuaciones. Ello, dejándose debida constancia de las
vistas efectivamente tomadas por los interesados. No obstante lo anteriormente dispuesto, deberá
notificarse personalmente o por cédula a la parte interesada en todas las situaciones previstas en el
art. 146 de la Ley Nº 5348. Se producirá la caducidad de la instancia en todas las actuaciones que,
gestionándose en exclusivo interés privado del administrado, no registraren impulso por el plazo de
doce meses corridos. Dicho plazo se computará desde la fecha de la última petición de las partes o
resolución o actuación de la Autoridad de Aplicación que tuviese por efecto impulsar el
procedimiento y correrá incluso durante los días inhábiles. No se producirá la caducidad cuando los
procesos estuviesen pendientes de alguna resolución y la demora en dictarla fuere imputable a la
Autoridad de Aplicación, o cuando luego de dictada resolución no hubiese sido notificada a quien
perjudica la perención. Tampoco se producirá la caducidad contra el Estado.

Art. 26º.- No requiere reglamentación.

Sección Segunda: Del Permiso.

Art. 27º.- Para el otorgamiento de Permisos de usos especiales sobre el agua del dominio público,
deberán acreditarse ante la autoridad de aplicación los mismos recaudos que los exigidos para las
Concesiones respecto de la protección y conservación del agua, su fuente, su ciclo y su ambiente.

Art. 28º.- No requiere reglamentación.

Art. 29º.- No requiere reglamentación.

Art. 30º.- No requiere reglamentación.

Art. 31º.- No requiere reglamentación.

Art. 32º.- Además de toda otra circunstancia que la Autoridad de Aplicación considere oportuno
hacer constar en el "Título de Concesión", se consignará siempre la obligación de mantener
actualizados los datos de titularidad del inmueble beneficiado. Ello, con la prevención del art. 52
inc. h).

Art. 33º.- No requiere reglamentación.

Art. 34º.- No requiere reglamentación.

Art. 35º.- No requiere reglamentación.

Art. 36º.- No requiere reglamentación.

Art. 37º.- No requiere reglamentación.

Art. 38º.- No requiere reglamentación.

Art. 39º.- No requiere reglamentación.

Art. 40º.- Inciso a): Se declarará la caducidad en todos los casos de incumplimiento en la ejecución
de obras, trabajos y estudios, a que estuvieren obligados los concesionarios; salvo que éstos
demuestren que de su parte no hubo negligencia, imprudencia o impericia en el incumplimiento de
sus obligaciones.

Art. 41º.- Cuando por falta de disponibilidad de aguas públicas, no resultare posible otorgar una
concesión, el interesado podrá requerir a la Autoridad de Aplicación que informe respecto de las
concesiones que hubieran sido otorgadas con anterioridad respecto de la misma fuente. Ello, a los
fines de instar su caducidad o revocación en mérito de la prelación legal que tuviera. Cuando la
revocación fundada en las prioridades del art. 24 del Código de Aguas obedeciera a razones de
interés público, la indemnización será afrontada por el Estado Provincial; pero cuando responda al
sólo interés particular del nuevo requirente, será éste quien afrontará la misma.

Art. 42º.- Ejercida la instancia de prelación, la Autoridad de Aplicación correrá traslado a los
interesados y fijará una audiencia de conciliación entre las partes, en la que se procurará determinar
el monto de la indemnización establecida en el art. 41 del Código de Aguas, si correspondiere. En
caso de no arribarse a un acuerdo y, cuando la instancia resulte procedente, la Autoridad de
Aplicación -previa producción de los informes pertinentes- determinará el monto en cuestión
mediante resolución fundada.

Art. 43º.- No requiere reglamentación.

Art. 44º.- No requiere reglamentación.

Art. 45º.- No requiere reglamentación.

Art. 46º.- No requiere reglamentación.

Art. 47º.- No requiere reglamentación.

Art. 48º.- No requiere reglamentación.

Art. 49º.- No requiere reglamentación.

Art. 50º.- No requiere reglamentación.

Art. 51º.- Reglamentado por Decreto 1.502/00

Sección Cuarta: De las Obligaciones comunes a Permisionarios y Concesionarios

Art. 52º.- Inc. h.- El permisionario o concesionario deberá informar a la Autoridad de Aplicación
todo cambio en la titularidad del inmueble beneficiario, manteniendo actualizado el domicilio del
titular de dominio. Las notificaciones efectuadas por la Autoridad de Aplicación al último titular
registrado, en el último domicilio denunciado -o, en defecto de éste, en el inmueble que tiene la
concesión o el permiso- serán válidas aún cuando el domicilio denunciado no estuviere actualizado
por los interesados y además serán oponibles a todo sucesor por cualquier título en el dominio del
inmueble beneficiario.

Sección Quinta: De la Contribución

Art. 53º.- Considerándose al agua un bien económico, toda concesión o permiso deberá pagar el
canon, la regalía, las tasas, los impuestos, las prorratas y las otras contribuciones que correspondan.
Art. 54º.- La Concesión genera un derecho subjetivo al uso. Dicho derecho es inherente a los
predios en beneficio de los cuales se lo concede. El canon es una obligación de pago o contribución
por el derecho al uso y los conceptos diferenciados en el artículo 54 del Código de Aguas no deben
ser confundidos por inclusión, sino considerados cada uno por separado.

Art. 55º.- No requiere reglamentación.

Art. 56º.- El Canon será determinado por el Poder Ejecutivo, previo informe de la Autoridad de
Aplicación. La condición hídrica de la fuente será evaluada considerando la calidad de servicio. La
calidad del servicio es la condición y tipo de infraestructura existente en relación a cada usuario. La
calidad del servicio no debe confundirse con el servicio en sí mismo, que es la operación integral
del sistema que puede ser realizado por los usuarios o el Estado. La Autoridad de Aplicación podrá
determinar prorratas o cualquier otra contribución u obligación relacionada con el uso y la
disponibilidad del agua o con los incumplimientos al código de Aguas. El Poder Ejecutivo en los
casos que así lo considere, podrá establecer el canon, la prorrata, o la regalía en la propia concesión.

Art. 57º.- El certificado a que se refiere el artículo aquí reglamentado, será exigible sin perjuicio de
lo previsto en el art. 212 y lo expedirá el organismo responsable de la recaudación según el art. 310
de esta reglamentación.

Art. 58º.- 59º.- No requiere reglamentación.

Art. 58º.- 59º.- No requiere reglamentación.

Art. 60.- La proporción que determina este artículo está relacionada con el beneficio que recibe
cada concesionario o gasto que ocasiona. En el casos de que existan consorcios, éstos fijarán
anualmente en asamblea el monto y forma de distribución de la misma según el criterio señalado.
La Autoridad de Aplicación fijará el criterio de distribución y montos en los otros casos.

CAPÍTULO Segundo: De los Usos Especiales en Particular.

Sección Primera: Uso Municipal y Abastecimiento de Poblaciones.

Art. 61º.- No requiere reglamentación.

Art. 62º.- La autoridad a que se refiere este artículo, la que presta el servicio, es la autoridad
municipal diferente de la Autoridad de Aplicación, que tiene otras funciones.

Art. 63º.- La Autoridad de Aplicación determinará en forma transitoria o permanente el área crítica
por resolución fundada, si fuere necesario establecerá restricciones al uso suntuario y, en los casos
que amerite, fijará caudales máximos de consumo por persona aproximados en 250lts. / persona día.

Art. 64º.- No requiere reglamentación.

Art. 65º.- No requiere reglamentación.


Art. 66º.- No requiere reglamentación.

Art. 67º.- El solicitante de la concesión deberá presentar ante la Autoridad de Aplicación los
proyectos necesarios de obras de infraestructura para ser auditados por ella, dichos proyectos
deberán contener como mínimo los volúmenes de la fuente, el estudio de impacto ambiental, y los
desagües previstos sin perjuicio de terceros ni del ambiente

Art. 68º.- La modalidad de la prestación del servicio para abastecimiento de poblaciones y los
reglamentos que se dicten al efecto serán establecidos por el Ente Regulador de Servicios Públicos.

Sección Segunda: Irrigación

Art. 69º.- El requerimiento de Concesión de Aguas Públicas para Irrigación, será presentado por
ante la Autoridad de Aplicación del Código de Aguas en las condiciones del presente Reglamento y
acreditando los recaudos exigidos por los incs. a, b y d del art. 69 del mencionado Código. A los
efectos de acreditar la propiedad del terreno a irrigar, además de las posibilidades previstas en el
inc. "a" del art. 69, podrá acompañarse también copia legalizada de Boleto de Compraventa
debidamente publicitado en el registro inmobiliario. A los efectos de acreditar las exigencias de los
incs. b y d del art. 69, el solicitante deberá adjuntar un croquis de riego que, fundado en la mensura
aprobada por la Dirección General de Inmuebles, si la hubiere, graficará las parcelas con aptitud
para ser cultivadas mediante riego, con la ubicación de la toma, los canales por los que el agua
accederá al predio y de los que servirán para desagüe. Ello, acompañando la certificación de
profesional idóneo y habilitado en la materia. Cuando se acredite debidamente que la explotación
agrícola a desarrollar sea compatible con una superficie inferior a la "Unidad Mínima Económica"
definida para la zona de que se trate, la Autoridad de Aplicación podrá eximir al interesado de la
exigencia de que el predio a irrigar alcance dicha extensión máxima. Cumplido con lo establecido
en los párrafos precedentes, la Autoridad de Aplicación: a. Analizará la disponibilidad y aptitud de
caudales a la altura de la toma del curso de aguas requerido, b. Auditará la extensión regable y la
posibilidad de desaguar convenientemente; c. Dispondrá la citación por parte del solicitante, por
treinta (30) días, a terceros interesados en hacer valer sus derechos. Ello, mediante cédula dirigida al
domicilio real de las personas que por cualquier motivo estuvieren utilizando las aguas solicitadas y
mediante edictos que el peticionante deberá hacer publicar por tres (3) o cinco (5) días en el Boletín
Oficial y diario de circulación en toda la Provincia, conforme lo dispuesto en el Decreto Nº
1.502/00 (reglamentario del art. 51 del Código de Aguas); d. Previa verificación, la Autoridad de
Aplicación resolverá las actuaciones. En caso de pronunciarse por el otorgamiento de la concesión,
elevará el expediente al poder Ejecutivo a los fines de la emisión del decreto correspondiente, en los
términos del art. 32 del Código de Aguas.

Art. 70º.- No requiere reglamentación.

Art. 71º.- No requiere reglamentación.

Art. 72º.- No requiere reglamentación.

Art. 73º.- No requiere reglamentación.


Art. 74º.- No requiere reglamentación.

Art. 75º.- No requiere reglamentación.

Art. 76º.- No requiere reglamentación.

Art. 77º.- Toda división o unificación de Concesiones de Riego fundada en la modificación de la


extensión y nomenclatura catastral del o los inmuebles a que benefician, se instrumentará por
Decreto del Poder Ejecutivo. La forma de tales divisiones se efectuará en primer término siguiendo
el modo que expresamente hubiere establecido el propietario que inste tal división o unificación; en
segundo término siguiendo el modo que acuerden los interesados y; en tercer término -en defecto de
voluntad expresa del titular o acuerdo de los interesados- siguiendo las proporciones que establece
el artículo 77 del Código de Aguas.

Sección Tercera: Industrias.

Art. 78º.- No requiere reglamentación.

Art. 79º.- No requiere reglamentación.

Art. 80º.- El requerimiento de concesión de Aguas Públicas para uso Industrial será presentado por
ante la Autoridad de Aplicación, acreditando mediante documentación respaldatoria: a) Propiedad
del predio en el que funcionará el establecimiento industrial, y en caso de tratarse de una persona
jurídica, su legal constitución y la compatibilidad de su objeto y capital social con la actividad que
pretende desarrollar valiéndose del uso de Aguas Públicas; b) El Proyecto Industrial en el que se
utilizarán las Aguas Públicas, con indicación de la fuente de la que se pretende la provisión de agua,
del caudal que se requiere según los términos del art. 79 del Código de Aguas, del destino
específico que se otorgará a las aguas, -en su caso- la medida en que éstas se consumirán y el modo
en que se ha de descargar; c) La persona o institución que solicite la concesión para uso industrial
del agua, deberá presentar el correspondiente Estudio de Impacto Ambiental y Social Aprobado por
el organismo competente en la materia, es decir, el Estudio propiamente dicho y el Certificado de
Aptitud Ambiental, Conforme al Capítulo IV de la Ley 7070 y su Decreto Reglamentario; d) El
proyecto técnico a que se refiere el artículo siguiente, cuando correspondiere; e) La Autoridad de
Aplicación podrá exigir la presentación y/o acreditación de cualquier otro elemento o recaudo, en
función de las características que presente cada requerimiento en particular. Con el estudio e
informes técnicos precedentemente aludidos la Autoridad de Aplicación analizará la disponibilidad
de los caudales requeridos y auditará técnicamente las obras proyectadas, previa subsanación de las
observaciones que hubieren efectuado la propia Autoridad de Aplicación y/o los organismos
específicos que ésta consultare. Auditadas las obras proyectadas la Autoridad de Aplicación
resolverá las actuaciones. En caso de pronunciarse por el otorgamiento de la concesión, elevará el
expediente al Poder Ejecutivo a los fines de la emisión del decreto correspondiente, en los términos
del artículo 32 del Código de Aguas. En todos los casos la concesión deberá estar condicionada a la
realización de las obras proyectadas.
Art. 81º.- En los casos en que sean previsibles alteraciones Físicas o Químicas de las aguas, deberá
igualmente acompañarse un proyecto técnico que, sistematizando el tratamiento de aguas residuales
(efluentes líquidos), permita alcanzar los valores admisibles como para ser vertidos en cursos
fluviales, conductos pluviales, pozos y/o en el suelo para su absorción, o bien, en conductos
cloacales, cumpliendo con las normas vigentes en esa materia. A tal fin y considerando los
presupuestos mínimos de la Provincia en Materia Ambiental, se adoptarán los valores de vertido
establecidos por la Autoridad Ambiental u otras competentes.

Art. 82º.- No requiere reglamentación.

Art. 83º.- No requiere reglamentación.

Art. 84º.- No requiere reglamentación.

Art. 85º.- No requiere reglamentación.

Art. 86º.- No requiere reglamentación.

Sección Cuarta: Pecuario.

Art. 87º.- La solicitud de concesión de agua para uso pecuario deberá cumplir con los
requerimientos del artículo 69 de esta reglamentación.

Art. 88º.- Para determinar el caudal a otorgar en las concesiones del uso de aguas con fines
pecuarios, se tomarán como parámetros las pautas aconsejadas por un sistema actualizado de la
producción pecuaria de que se trate; pudiendo la Autoridad de Aplicación incrementar o disminuir
fundadamente dichos parámetros en cada caso, en función de las especiales condiciones del ganado
a atender, sistema de abrevaderos proyectados, clima, caudal disponible y demás circunstancias de
oportunidad, mérito y conveniencia que concurran.

Art. 89º.- No requiere reglamentación.

Art. 90º.- Con la finalidad de atender la cría de ganado, la Autoridad de Aplicación podrá autorizar
abrevaderos públicos, a pedido de los interesados y bajo el cumplimiento de los siguientes
recaudos: a) Acreditar ser propietario - en las condiciones del art. 69 inc. a del Código de Aguas y
su reglamentación - de predios que se vean impedidos de acceder a la concesión de Aguas Públicas
para usos agrícolas o pecuarios; b) Que los predios resulten aptos para usos pecuarios, debiendo
determinar con precisión los peticionarios la cantidad y tipo de ganado a atender con el abrevadero
público que se requiere; c) Que el curso de agua que se afectará el abrevadero, tenga caudal
suficiente disponible; d) Que el predio en que se situará el abrevadero sea público o perteneciente a
alguno de los interesados, caso en el cual deberá asegurarse el correspondiente acceso de los
animales a abrevar mediante la constitución de la servidumbre correspondiente; e) Que los
peticionantes proyecten, ejecuten y mantengan a satisfacción de la Autoridad de Aplicación, las
obras necesarias para captar las aguas y ponerlas a disposición de los animales de modo que se
asegure el cumplimiento de las condiciones establecidas en el segundo párrafo del art. 17 del
Código de Aguas.

Sección Quinta: Energía Hidráulica

Art. 91º.- A los fines de la concesión del uso de Aguas Públicas para el aprovechamiento de Energía
Hidráulica, el interesado deberá adjuntar a su petición el proyecto energético al que se destinará el
uso de las Aguas Públicas, con indicación precisa del curso de agua a utilizar; lugar en el que se
instalarán los equipos con que se aprovechará la energía del curso de agua; dotación requerida en
los términos del art. 94 del Código de Aguas; proyecto de obras por las que se conducirá el agua;
altura del salto o caída útil que se aprovechará; estudio de impacto ambiental y todo otro recaudo
que estime corresponder la Autoridad de Aplicación en función de las características especiales de
cada proyecto en particular. A la presentación precedentemente reglada se otorgará el trámite
previsto en los Art. 80 y 81 del presente reglamento, en cuanto resulten compatibles.

Art. 92º.- No requiere reglamentación.

Art. 93º.- No requiere reglamentación.

Art. 94º.- No requiere reglamentación.

Art. 95º.- No requiere reglamentación.

Art. 96º.- No requiere reglamentación.

Art. 97º.- No requiere reglamentación.

Art. 98º.- No requiere reglamentación.

Art. 99º.- Se regirá por lo dispuesto en el artículo 56.

Sección Sexta: Minería

Art. 100º.- El trámite de concesión de aguas públicas para minería se regirá por lo dispuesto en los
artículos pertinentes del Código de Aguas respecto de las concesiones de aguas para la actividad
industrial y en los Art. 80 y 81 de esta reglamentación. Sin embargo, en estos casos, el solicitante no
requerirá acreditar la propiedad del predio sino el permiso de cateo o el título de concesión
pertinente de la autoridad minera.

Art. 101º.- No requiere reglamentación.

Art. 102º.- La utilización de aguas naturales con fines mineros requerirá de la autorización

Art. 103º.- No requiere reglamentación.


Art. 104º.- No requiere reglamentación.

Art. 105º.- No requiere reglamentación.

Art. 106º.- No requiere reglamentación.

Sección Séptima: Acuacultura

Art. 107º.- No requiere reglamentación.

Art. 108º.- El requerimiento de Concesión de Aguas Públicas para Acuacultura, será presentado por
ante la Autoridad de Aplicación, en las condiciones del presente reglamento y acreditando cuanto
menos el derecho personal de uso del predio que se afectará. Deberá adjuntarse el proyecto
productivo a desarrollar y su correspondiente Estudio de Impacto Ambiental y Social, con
especiales detalles en aspectos biológicos. A los efectos de acreditar las exigencias de los incs. b y d
del art. 69 del Código de Aguas, el solicitante deberá adjuntar un plano del predio en que
desarrollará la actividad de acuacultura, fundado en la mensura aprobada por la Dirección General
de Inmuebles, en el que se grafiquen las instalaciones que se establecerán, su ubicación, la de los
canales por los que el agua accederá al predio y la de los que servirán para desagüe. Según las
características del proyecto a desarrollar, la Autoridad de Aplicación, podrá exigir otros recaudos
que estime pertinentes. Cumplido con lo precedente, la Autoridad de Aplicación: a) Analizará sobre
la disponibilidad y aptitud de caudales a la altura de la toma del curso de aguas requerido; b)
Auditará la aptitud de los predios para ser utilizados en la actividad de que se trate y la posibilidad
de desaguar convenientemente; c) Resolverá las actuaciones. En caso de pronunciarse por el
otorgamiento de la Concesión, elevará el expediente al Poder Ejecutivo a los fines de la emisión del
decreto correspondiente, en los términos del art. 32 del Código de Aguas.

Art. 109º.- No requiere reglamentación.

Art. 110º.- No requiere reglamentación.

Art. 111º.- No requiere reglamentación.

Art. 112º.- No requiere reglamentación.

Sección Octava: Termo-Medicinales.

Art. 113º.- No requiere reglamentación.

Art. 114º.- No requiere reglamentación.

Art. 115º.- No requiere reglamentación.

Art. 116º.- No requiere reglamentación.


Art. 117º.- No requiere reglamentación.

Sección Novena: Uso Recreativo.

Art. 118º.- No requiere reglamentación.

Art. 119º.- Son modalidades del uso recreativo que requieren de la concesión prevista en esta
sección, todos aquellos que, no tomando sus caudales de la red de agua potable, tengan las
finalidades previstas en el art. 118 del Código de Aguas.

Art. 120º.- No requiere reglamentación.

Art. 121º.- No requiere reglamentación.

Art. 122º.- No requiere reglamentación.

Art. 123º.- No requiere reglamentación.

Art. 124º.- No requiere reglamentación.

Art. 125º.- Se regirá por lo dispuesto en el artículo 56, teniéndose en cuenta la importancia
económica del emprendimiento y las posibilidades o necesidades de fomento de la actividad
recreativa, turística o deportiva de que se trate. A tal fin, se dará intervención a las autoridades
competentes en tales actividades.

TÍTULO III: Categorías Especiales de Agua

CAPÍTULO Primero: Cursos de Aguas y Aguas Lacustres.

Sección Primera: Cursos de Aguas.

Art. 126º.- Reglamentado por Decreto 1.989/02.

Art. 127º.- No requiere reglamentación.

Sección Segunda: Aguas Lacustres.

Art. 128º.- No requiere reglamentación.

Art. 129º.- . La determinación de la línea de ribera de los lagos naturales se efectuará conforme a lo
dispuesto por el Decreto Nº 1.989/02 en cuanto resulte pertinente.

Art. 130º.- No requiere reglamentación.

CAPÍTULO Segundo: Aguas de Vertientes.


Art. 131º.- No requiere reglamentación

Art. 132º.- No requiere reglamentación.

Art. 133º.- No requiere reglamentación.

CAPÍTULO Cuarto: Aguas que Tengan o Adquieran Aptiltudes para Satisfacer Usos de Interés
General.

Art. 134º.- No requiere reglamentación.

Art. 135º.- No requiere reglamentación.

CAPÍTULO Quinto Pluviales:

Art. 136º.- Las aguas pluviales que discurran por lugares públicos son de responsabilidad
municipal. Y son los municipios quienes deberán hacer las obras necesarias para evitar
estancamientos y garantizar el normal escurrimiento y aprovechamiento de las mismas. En los
predios rurales los cauces naturales son los que indican los lineamientos de los escurrimientos,
salvo que se realicen obras aprobadas por la Autoridad de Aplicación que modifiquen los mismos.

CAPÍTULO Sexto: Aguas Atmosféricas.

Art. 137º.- No requiere reglamentación.

Art. 138º.- No requiere reglamentación.

Art. 139º.- La Autoridad de Aplicación establecerá en cada caso particular los plazos por los que se
otorgará la concesión o permiso, de acuerdo a las características particulares de cada una.

CAPÍTULO Séptimo: Aguas Subterráneas.

Art. 140º.- Sin Reglamentación.

Art. 141º.- Todas aquellas obras de captación realizadas con fines de "uso común", deberán
registrarse por el o los propietarios del predio donde se emplazan, dentro de los treinta (30) días de
descubierta la fuente de extracción, en el Libro de las Aguas Públicas Subterráneas. La Autoridad
de Aplicación establecerá las condiciones de protección que deberán cumplir estas obras de
captación. Los propietarios de obras de captación para uso común preexistentes a la fecha de
entrada en vigencia del presente reglamento, deberán registrarlas en el Libro de Aguas Públicas
Subterráneas, dentro del plazo de seis (6) meses de dictado este Reglamento. Vencido este plazo las
mismas serán consideradas a todos los efectos como clandestinas. La Autoridad de Aplicación
deberá dar adecuada publicidad a esta obligatoriedad.

Art. 142º.- No requiere reglamentación.


Art. 143º.- No requiere reglamentación.

Art. 144º.- Toda persona física o jurídica deberá informar a la Autoridad de Aplicación la fecha de
inicio y la metodología de exploración. En todos los casos el método de exploración deberá ser
aprobado por la Autoridad de Aplicación. Los responsables de la exploración, deberán entregar una
copia de los resultados obtenidos (en papel y soporte magnético) a la Autoridad de Aplicación, a los
fines de incorporarlos a los archivos y registros de la información hídrica provincial. Se entiende
por contratistas autorizados a terceros autorizados por el Estado.

Art. 145º.- Para la construcción de un pozo o cualquier tipo de obra destinada a la extracción de
aguas subterráneas - salvo en los supuestos del art. 141 del Código de Aguas, en los que la
Autoridad de Aplicación requerirá la información mínima necesaria para su conocimiento y
evaluación - el interesado deberá solicitar el permiso correspondiente ante la Autoridad de
Aplicación, quien establecerá las condiciones del mismo requiriendo como mínimo: 1. el uso que se
le dará al recurso hídrico, 2. los caudales pretendidos, 3. los estudios técnicos realizados para la
ubicación de la obra de captación, 4. un anteproyecto de la obra de captación, 5. un plan de trabajo
y metodología de las siguientes etapas: - Sistema y equipo de perforación (pozos) - Equipos de
zanjeo y excavación (dren) - Control geológico del pozo exploratorio - Perfiles eléctricos - Diseño
del pozo de explotación - Diseño del dren - Entubado, engravado, limpieza y desarrollo (para pozo
o dren) - Características hidráulicas (para pozo o dren) - Calidad física, química y bacteriológica del
agua La Autoridad de Aplicación establecerá una guía metodológica para la construcción de pozos.
Una vez otorgado el permiso el solicitante podrá dar inicio a la construcción del pozo o del dren.
Los trabajos de perforación o de construcción de drenes, serán en todos los casos dirigidos
técnicamente por profesionales (con título habilitante para tal fin). Durante la etapa de construcción
de la obra de captación, la Autoridad de Aplicación podrá realizar auditorías en obra para verificar
la marcha de las mismas según el plan de trabajo presentado. Una vez concluida la obra de
captación, los interesados deberán presentar el Legajo Técnico confeccionado por el Director
Técnico actuante, cumplimentando el plan de trabajo presentado originalmente. En aquellos casos
en que la Autoridad de Aplicación considere necesario, se solicitará la presentación de información
complementaria.

Art. 146º.- La Autoridad de Aplicación establecerá los requisitos para la presentación de solicitud
de concesión de aguas públicas subterráneas extraídas de obras preexistentes y de las que se
construyen luego de la entrada en vigencia del presente Reglamento. Estos requisitos reunirán la
información necesaria sobre: 1. El propietario del terreno donde se halla la obra de captación. 2. La
ubicación precisa y datos catastrales del sitio. 3. Las características constructivas e hidráulicas del
pozo o dren. 4. El tipo de uso que se le dará al agua pública subterránea.

Art. 147º.- No requiere reglamentación.

Art. 148º.- Para el mejor uso y el aprovechamiento racional de las aguas subterráneas, la Autoridad
de Aplicación deberá tener en cuenta los siguientes aspectos: 1.- Que los acuíferos son susceptibles
de explotación siempre y cuando cumplan condiciones de sustentabilidad y de no peligrosidad en el
uso y descarga de los mismos. 2.- El orden de prelación del artículo 24 en lo que respecta a los usos
especiales. 3.- Para las aguas de difícil disponibilidad (art. 155), la Autoridad de Aplicación podrá
autorizar el uso de los acuíferos ubicados en profundidades menores a las establecidas en dicho
artículo, siempre y cuando se demuestre su sustentabilidad, oportunidad, conveniencia y no
peligrosidad del uso. 4.- En los casos que los métodos, sistemas o instalaciones, no cumplan con los
requisitos de sustentabilidad y seguridad, o que la explotación no sea eficiente o produzca
contaminación o cualquier otro parámetro que afecte el uso de las aguas subterráneas, la Autoridad
de Aplicación podrá ordenar la modificación de los mismos o su adecuación y establecer los plazos
correspondientes. 5.- Se considerará régimen extraordinario de extracción no sólo en los casos de
baja del nivel (piezométrico) del acuífero, sino también los casos de ascensos del mismo y en
cualquier otra situación geológica o hidrogeológica particular, que altere las condiciones previstas
originalmente y que por razones especiales deban cambiarse, cuestión que deberá ser aprobada por
la Autoridad de Aplicación.

Art. 149º.- No requiere reglamentación.

Art. 150º.- La protección de perforaciones o de cualquier obra de captación de aguas subterráneas,


se efectuará teniendo en cuenta las zonas que a continuación se determinan: Zona I, de Protección
Inmediata o de Acción; Zona II, de Protección Próxima o de Atenuación; Zona III, de Protección
Lejana. La Zona de Protección Inmediata o Zona I, es el área inmediatamente circundante a la obra
de captación, que incluye a la misma y a todas sus instalaciones complementarias como
caudalímetro, dosificador de desinfectante, tablero electrónico, sistema de bombeo, etc. Esta Zona,
deberá cercarse a los fines de evitar el ingreso de personas ajenas a la concesión. En esta área no se
podrá almacenar, ni manipular substancias potencialmente contaminantes. Deberá instalarse un
dispositivo (tapa, techo, etc.) que impida el ingreso de partículas o substancias potencialmente
contaminantes a la obra de captación. La Zona Próxima o de Atenuación, o Zona II, es aquella área
circundante a la anterior, y en la cual deberá preverse por parte del concesionario en caso de realizar
cualquier tipo de actividad potencialmente contaminante directa o indirectamente las obras
necesarias para el resguardo del pozo o del sistema. Siendo el propósito de esta Zona, evitar la
contaminación por actividades antrópicas cercanas a la obra de captación. La Zona Lejana, o Zona
III, es la que, circundando a la Zona de Protección II, se extiende a toda el área de recarga de la obra
de captación. Dicha zona deberá ser adecuadamente preservada para evitar cualquier tipo de
contaminación, o cualquier circunstancia que ponga en riesgo la calidad del agua en el corto,
mediano o largo plazo.

Art. 151º.- No requiere reglamentación.

Art. 152º.- No requiere reglamentación.

Art. 153º.- No requiere reglamentación.

Art. 154º.- No requiere reglamentación.

Art. 155º.- El estímulo consiste en el incentivo a la utilización de aguas subterráneas y/o de difícil
extracción de manera tal que su alumbramiento no sólo posibilite su explotación y uso, sino que
permita poner en disponibilidad de potenciales usuarios este recurso que, por sus características de
complejidad técnica o por lo oneroso de las obras necesarias, no les sean accesibles. Del
emprendimiento debe resultar la concreta posibilidad de acceso al agua mediante una razonable
contraprestación. En esta explotación son aplicables los grados de prelación establecidos en el
artículo 24 de la Ley Nº 7017 y la puesta en disponibilidad del recurso deberá también cumplir con
dicho orden de prelación, priorizando las demandas locales. En todos los casos deberán cumplirse
con las condiciones establecidas en el art. 148 del presente.

Art. 156º.- No requiere reglamentación.

Art. 157º.- No requiere reglamentación.

Art. 158º.- No requiere reglamentación.

TÍTULO IV: Defensa contra efectos dañosos de las aguas

CAPÍTULO Primero: Disposiciones Generales

Art. 159º.- No requiere reglamentación.

CAPÍTULO Segundo: Contaminación.

Art. 160º.- En el caso de depósitos privados, el responsable deberá especificar a la Autoridad de


Aplicación las características físicas y químicas de las substancias o productos a almacenar, sean
líquidos, barros o sólidos. Ello, acompañando en caso que le sea requerido, un análisis físico-
químico de las substancias en cuestión, que determine si los mismos pueden generar lixiviados
tóxicos, peligrosos o capaces de alterar la calidad de las aguas subterráneas y/o superficiales. De
verificarse tales posibilidades, previa consulta a la Autoridad Ambiental, se deberán extremar las
medidas tendientes a evitar infiltraciones por la base y laterales del depósito. Se deberá implementar
también defensas que eviten que el depósito sea inundado por corrientes superficiales o por acción
directa de las lluvias, debiéndose en su caso proceder al cubrimiento del mismo. Este tipo de
depósitos deberán evitarse en aquellos sitios que la Autoridad de Aplicación considere de alta
vulnerabilidad en materia hídrica. Para la selección del lugar donde se construirá el depósito, se
deberán contemplar las características de permeabilidad del suelo y la profundidad del nivel freático
con respecto a la cota de fundación de la base del depósito. Se procurará la construcción de estos
depósitos en suelos cuya permeabilidad sea equivalente a 3 metros de material con un K
(permeabilidad) inferior a los 10-7 m/s. La distancia mínima entre la base del depósito y el nivel
freático se establece en 1 metro, pudiendo ser este valor reconsiderado por la Autoridad de
Aplicación en cada caso. En cuanto al diseño del depósito en el caso de contener sustancias
potencialmente contaminantes, se deberá dar total cumplimiento a las especificaciones establecidas
por la Autoridad Ambiental para rellenos sanitarios, rellenos de seguridad, piletas de
almacenamiento, etc.

Art. 161º.- No requiere reglamentación.

Art. 162º.- Los niveles máximos permitidos para las alteraciones del estado natural de las aguas,
serán determinados mediante resolución fundada de la Autoridad de Aplicación, previa consulta con
las autoridades sanitarias u otras competentes y "ad referéndum" del Poder Ejecutivo. Ello, teniendo
en cuenta las características de los distintos cursos de agua, los caudales de efluentes a verter y su
carga contaminante, la capacidad de autodepuración de los cursos de agua en las diferentes
estaciones del año, los usos a los que serán afectadas las aguas y tomando como referencia los
valores establecidos en los cuadros guías (sobre calidad de aguas según los diferentes usos)
establecidos en el Decreto Nacional Nº 831/93, reglamentario de la Ley Nacional Nº 24051. Hasta
tanto se determinen las tablas de valores en cuestión, regirán los valores establecidos por la
Autoridad Ambiental. Sin embargo, la Autoridad de Aplicación estará siempre facultada para
estudiar particularmente cada situación y establecer valores que considere de acuerdo a cada caso
particular.

Art. 163º.- No requiere reglamentación.

Art. 164º.- Previo a arrojar cualquier residuo nocivo a los cursos de agua, deberá darse estricto
cumplimiento a los procedimientos previstos en los Art. 80; 81 y 162 del Código de Aguas y su
Reglamentación, en sus partes pertinentes. Los niveles de contaminación serán los establecidos por
la Autoridad de Aplicación del Contrato de concesión para el Abastecimiento a Poblaciones de la
Provincia de Salta.

Art. 165º.- No requiere reglamentación.

CAPÍTULO Tercero: Inundación, Erosión Hídrica y Sedimentación.

Art. 166º.- No requiere reglamentación.

Art. 167º.- No requiere reglamentación.

Art. 168º.- No requiere reglamentación.

Art. 169º.- No requiere reglamentación.

Art. 170º.- No requiere reglamentación.

Art. 171º.- No requiere reglamentación.

Art. 172º.- La Autoridad de Aplicación es el organismo competente para expedir las certificaciones
de "no inundabilidad", que constituyen un recaudo indispensable para todo asentamiento
poblacional, urbanización, o plantación en zona ribereña. Ello, previo cobro a los interesados de un
arancel, que fijará para cada caso la Autoridad de Aplicación.

Art. 173º.- No requiere reglamentación.

Art. 174º.- No requiere reglamentación.

Art. 175º.- Previo determinar las causas de los fenómenos previstos en el art. 175 del Código de
Aguas, la Autoridad de Aplicación podrá disponer la medidas necesarias para mitigar sus efectos,
disponiendo la ejecución de obras de control de fondo o de erosión, muros de sedimentación y/o
cualquier otra obra que, según las características de la cuenca y las exigencias de cada caso, resulte
menester.

CAPÍTULO Cuarto: Desecación de Pantanos.

Art. 176º.- No requiere reglamentación.

TÍTULO V: Revenimiento, salinización, desagües y avenamiento

CAPÍTULO Primero: Avenamiento y Desagües Particulares.

Art. 177º.- No requiere reglamentación.

CAPÍTULO Segundo: Avenamiento y Desagües Generales

Art. 178º.- El plan de desagües y drenajes integral es la articulación o estructuración coordinada de


los planes particulares realizados por los municipios y los desagües naturales, con la finalidad de
evitar inundaciones y estancamientos.

Art. 179º.- No requiere reglamentación.

Art. 180º.- No requiere reglamentación.

Tercero: Filtraciones

Art. 181º.- No requiere reglamentación.

Art. 182º.- No requiere reglamentación.

CAPÍTULO Cuarto: Defensa Contra Efectos Nocivos de las Aguas Atmosféricas.

Art. 183º.- No requiere reglamentación.

TÍTULO VI: De los Consorcios

CAPÍTULO Único:

Art. 184º.- No requiere reglamentación.

Art. 185º.- No requiere reglamentación.

Art. 186º.- No requiere reglamentación.

Art. 187º.- No requiere reglamentación.


Art. 188º.- Aunque no hayan terminado y obtenido el "Título de Concesión" pero hubieren
demostrado la calidad de poseedores en las condiciones fijadas por el artículo 69 y, previa
declaración jurada de que completarán los requisitos tendientes a la obtención de dicho título, esas
personas físicas integrarán el Consorcio hasta el vencimiento del plazo que les haya fijado el propio
consorcio para el cumplimiento de tales requisitos.

Art. 189º.- No requiere reglamentación.

Art. 190º.- Incisos a) al d) - No requiere reglamentación.

Inc. f) Para la suspensión de la provisión de agua o aplicación de multas, el Consorcio deberá


previamente presentar a la Autoridad de Aplicación un reglamento aprobado en Asamblea, que
defina perfectamente las causales de tales sanciones y mecanismos y plazos para su aplicación,
asegurando el ejercicio del derecho de defensa.

Incisos g) al j) - No requiere reglamentación.

Art. 191º.- El Consorcio, para su aprobación definitiva, deberá cumplir con todos los requisitos
fijados por el artículo 190. Cuando los miembros de un futuro Consorcio se auto convoquen,
deberán hacerlo primero a través de una Comisión Organizadora la cual, una vez constituida, deberá
informar a la Autoridad de Aplicación su voluntad de convocar a todos los interesados a la
formación del Consorcio. La Comisión Organizadora solicitará a la Autoridad de Aplicación
autorización para una Asamblea de Constitución de dicho Consorcio, fijando lugar, día y hora,
previa notificación a todos sus integrantes en forma personal o por cédulas o por edictos. La
Asamblea se reunirá en el lugar día y hora fijados y nombrará tres miembros para que la dirijan,
procediendo a aprobar sus Estatutos y nombrar las autoridades, las que durarán en sus funciones el
tiempo que hayan fijado los propios Estatutos. Una vez aprobados los Estatutos y elegidas las
autoridades, las mismas deberán remitir a la Autoridad de Aplicación los antecedentes para su
reconocimiento.

Art. 192º.- Nace el Consorcio con el reconocimiento de la Autoridad de Aplicación a través de


Resolución fundada. Si faltaren requisitos fijados en artículo 190, el Consorcio funcionará
igualmente con personería jurídica "en formación" y sin que pierda o se disminuyan las facultades
de adquirir derechos y contraer obligaciones, con la condición previa de autorización temporal por
parte de la Autoridad de Aplicación.

Art. 193º.- Los consorcios fijarán anualmente en asamblea el monto y forma de distribución de la
Prorrata, según el beneficio que reciba cada concesionario o gasto que ocasione, la que será puesta a
consideración y aprobación de la Autoridad de Aplicación.

Art. 194º.- No requiere reglamentación.

Art. 195º.- Todo usuario de uso especial cuya concesión o permiso esté incluida en el área
demarcada por la Autoridad de Aplicación para un consorcio, queda incorporado de pleno derecho
al mismo y su participación es obligatoria.
Art. 196º.- No requiere reglamentación.

Art. 197º.- No requiere reglamentación.

Art. 198º.- Los Consorcios de Segundo Grado gozarán de personería jurídica, al igual que los de
Primer Grado, la que será otorgada por el Poder Ejecutivo Provincial e inscripta en el libro
respectivo.

Art. 199º.- El Consorcio de Segundo Grado quedará estructurado de conformidad al Acta de


Constitución, en la que se fijarán las facultades en común del Consorcio y sus integrantes y los
problemas específicos en que deberá intervenir. Si fuere necesario elaborará su Estatuto de
organización. En cuanto a los bienes, deberá distinguirse cuáles son los que pertenecen a cada uno
de los Consorcios integrantes y los que pertenecen al Consorcio de Segundo Grado. Cuando se
adquieran bienes que sirvan para el uso común, éstos pertenecerán en condominio a cada uno de los
Consorcios, pero serán administrados ordenadamente y por turnos si fuere necesario, por el
Consorcio de Segundo Grado. Cuando se trate de emergencias como inundaciones, sequías,
poluciones y contaminaciones, erosiones hídricas y sedimentaciones, desecación de pantanos,
revenimiento, salinización, desagües y avenamientos, filtraciones y efectos nocivos de las aguas
atmosféricas y el ámbito de aplicación territorial abarcare dos o más jurisdicciones de los
Consorcios integrantes de Primer Grado, será el Consorcio de Segundo Grado quien tendrá
competencia para la solución de los problemas comunes.

Art. 200º.- No requiere reglamentación.

TÍTULO VII: Del Registro Público y Censo de las Aguas

CAPÍTULO Primero: Del Registro Público de Aguas

Art. 201º.- No requiere reglamentación.

Art. 202º.- Los procedimientos y requisitos para efectivizar los registros en los libros
correspondientes, serán establecidos por la Autoridad de Aplicación.

Art. 203º.- Los foliados y rubricados serán hechos por el Escribano de Gobierno o por las personas
que éste designe a tal efecto. En caso de que la tecnología permita el registro de libros por otros
medios equivalentes, en las mismas condiciones que las establecidas por el Código de Aguas, se
podrán utilizar estos nuevos mecanismos, previo dictamen del Escribano del Gobierno y de Fiscalía
de Estado.

Art. 204º.- No requiere reglamentación.

Art. 205º.- No requiere reglamentación.

Art. 206º.- Deberá estarse a lo dispuesto por el art. 52 inc. h).


Art. 207º.- La obligación de inscribir toda modificación o mutación en el domino de un inmueble
afectado por un derecho de uso del agua pública, pesa sobre los concesionarios o permisionarios, en
los términos dispuestos por el art. 52 inciso h).

Art. 208º.- No requiere reglamentación.

Art. 209º.- No requiere reglamentación.

Art. 210º.- No requiere reglamentación.

Art. 211º.- No requiere reglamentación.

Art. 212º.- El Registro Inmobiliario no inscribirá escritura pública alguna que contenga afectación o
modificación del domino de cualquier bien inmueble rural situado en el territorio provincial, sin que
se agregue a las actuaciones el certificado en el cual deberá contar el estado en que se encuentre, en
ese momento, el permiso o la concesión inherente al inmueble. Este certificado será expedido por la
Autoridad de Aplicación, previa compulsa del Registro de Aguas a que se refiere el art. 201 del
Código de Aguas y será exigible sin perjuicio de la agregación del certificado previsto en el art. 57.

Art. 213º.- No requiere reglamentación.

CAPÍTULO Segundo: del Censo de las Aguas.

Art. 214º.- No requiere reglamentación.

Art. 215º.- No requiere reglamentación.

TÍTULO VIII: De las Obras Hidráulicas

CAPÍTULO Primero: Disposiciones Generales.

Art. 216º.- No requiere reglamentación.

Art. 217º.- No requiere reglamentación.

Art. 218º.- No requiere reglamentación.

Art. 219º.- Cuando para el uso privativo de Aguas Públicas resulte necesaria la construcción de
obras hidráulicas, antes de iniciarlas, el interesado en la construcción de la obra deberá requerir
autorización a la Autoridad de Aplicación, presentándole el proyecto para su visado, con los
pertinentes Estudios Topográficos, Geológicos e Hidrológicos; Estudio de Impacto Ambiental en
los términos exigidos por la normativa ambiental vigente; Memoria Descriptiva y Memoria de
Cálculo; Justificación del Proyecto; Especificaciones Técnicas Generales y Particulares; Análisis de
Precio Unitario; Cómputos Métricos y Presupuesto; Planos Generales y de Detalles y todo otro
recaudo que la Autoridad de Aplicación exija en función de las características de cada caso.
Art. 220º.- No requiere reglamentación.

Art. 221º.- No requiere reglamentación.

Art. 222º.- La proporción, forma, método o sistema se fijará en cada caso concreto de acuerdo a las
disposiciones del Código de Aguas y su Reglamentación.

Art. 223º.- No requiere reglamentación.

Art. 224º.- No requiere reglamentación.

CAPÍTULO Segundo: Obras Hidráulicas Públicas.

Art. 225º.- No requiere reglamentación.

Art. 226º.- No requiere reglamentación.

Art. 227º.- No requiere reglamentación.

Art. 228º.- No requiere reglamentación.

Art. 229º.- Sin perjuicio de lo establecido por la Ley de Expropiaciones de la Provincia y la


actuación de las autoridades que ella dispone, en los supuestos del artículo aquí reglamentado, será
indispensable la participación de la Autoridad de Aplicación del Código de Aguas, como organismo
específico en la materia hídrica.

Art. 230º.- No requiere reglamentación.

Art. 231º.- No requiere reglamentación.

Art. 232º.- No requiere reglamentación.

CAPÍTULO Tercero: De las Obras de Defensa.

Art. 233°.- No requiere reglamentación.

Art. 234°.- No requiere reglamentación.

CAPÍTULO Cuarto: Obras Hidráulicas Privadas.

Art. 235°.- Los particulares podrán construir libremente las obras hidráulicas previstas en el art. 235
del Código de Aguas, de conformidad a sus previsiones, pero siempre dentro de los límites de sus
respectivas propiedades.
Art. 236°.- Para los casos de las obras previstas en el art. 236 del Código de Aguas, será de
aplicación lo dispuesto por el art. 219 de mismo código y su reglamentación, en cuanto resulte
pertinente. Además de las previstas en el segundo párrafo del art. 236 del Código de Aguas,
requerirán autorización previa de la Autoridad de Aplicación los desmontes, las obras de
canalización, encauzamiento, saneamientos y desagües pluviales, y toda otra que afecte o modifique
el libre escurrimiento de las aguas.

Art. 237°.- No requiere reglamentación.

TÍTULO IX: Del Régimen de Utilización de las Aguas Públicas y Distribución de Caudales.

CAPÍTULO Primero: Aguas de Desagües.

Art. 238°.- No requiere reglamentación.

Art. 239°.- No requiere reglamentación.

Art. 240°.- No requiere reglamentación.

Art. 241°.- No requiere reglamentación.

Art. 242°.- No requiere reglamentación.

CAPÍTULO Segundo: De las Tomas y Compartos.

Art. 243°.- La Autoridad de Aplicación podrá autorizar la realización de los canales contiguos o su
mantenimiento, sólo cuando los usuarios sean diferentes y, a criterio exclusivo de dicha autoridad,
la operación de los mismos sea tanto económica, como técnica y administrativamente más
conveniente.

Art. 244°.- No requiere reglamentación.

CAPÍTULO Tercero: De la Construcción de las Obras de Distribución.

Art. 245°.- No requiere reglamentación.

Art. 246°.- No requiere reglamentación.

Art. 247°.- No requiere reglamentación.

CAPÍTULO Cuarto: Del Mantenimiento de las Obras de Distribución.

Art. 248°.- No requiere reglamentación

Art. 249°.- No requiere reglamentación


Art. 250°.- No requiere reglamentación.

Art. 251°.- No requiere reglamentación

Art. 252°.- No requiere reglamentación

CAPÍTULO Quinto: De los Cruces de Acueductos entre sí o con Caminos Públicos.

Art. 253°.- Los gastos de construcción y mantenimiento de los puentes previstos en el art. 253 del
Código de Aguas, serán soportados en los términos de lo dispuesto por los Art. 245 al 252 del
mismo, salvo que el Estado decida asumirlos por régimen de fomento, en consideración a la
envergadura de la obra u otras circunstancias de oportunidad, mérito o conveniencia, determinadas
por la Autoridad de Aplicación en consulta con la Secretaría de Obras Públicas. La decisión de la
aplicación de los fondos en tal carácter, será adoptada por decreto del Poder Ejecutivo.

Art. 254°.- No requiere reglamentación.

Art. 255°.- No requiere reglamentación.

Art. 256°.- No requiere reglamentación.

Art. 257°.- No requiere reglamentación.

CAPÍTULO Sexto: Del Aforo y distribución de las Aguas.

Art. 258°.- En los casos de aguas superficiales los aforos se practicarán durante todo el ciclo
hidrológico anual mediante mediciones y registraciones metódicas y sistemáticas, en puntos
estratégicos del curso de agua en estudio.

Art. 259°.- No requiere reglamentación.

Art. 260°.- No requiere reglamentación.

Art. 261°.- La anticipación para el preaviso de este artículo será con una antelación no menor a 48
hs. si las circunstancias y necesidades así lo permiten. Si la causa fuere de urgencia se aplicarán por
analogía las previsiones dispuestas por el artículo 2512 del Código Civil.

Art. 262°.- En el caso de los concesionarios estén agrupados en consorcios, los mismos podrán en
Asamblea establecer la fecha de inicio y terminación del turnado comunicando a la Autoridad de
Aplicación para su aprobación.

Art. 263°.- No requiere reglamentación.

Art. 264°.- No requiere reglamentación.


Art. 265°.- No requiere reglamentación.

Art. 266°.- No requiere reglamentación.

Art. 267°.- No requiere reglamentación.

Art. 268°.- No requiere reglamentación.

Art. 269°.- No requiere reglamentación.

TÍTULO X: Restricciones al Dominio-Ocupación Temporal- Servidumbres Administrativas y


Expropiación Impuestas en Razón del Uso de las Aguas o Defensas contra sus Efectos Nocivos.

CAPÍTULO Primero:

Art. 270°.- El dueño del predio sobre el que se quiere imponer servidumbre, podrá oponerse
probando que la ocupación puede imponerse sobre otro predio con menores inconvenientes o que
pueda ejercitarse el derecho de quien quiera imponer servidumbres, usando terrenos del dominio
público.

Art. 271°.- Negada la entrada a la propiedad privada por el propietario o morador, la Autoridad de
Aplicación o el funcionario que la represente podrá solicitará al Juez de Instrucción de turno con
jurisdicción en el lugar, la Orden de Allanamiento de la propiedad, fundando el pedido en la
necesidad imperiosa de pasar por ese lugar para impedir peligros inminentes que amenacen la vida
y seguridad de las personas.

Art. 272°.- La indemnización al que alude el artículo 272, cuando correspondiere, se aplicará de
acuerdo a los criterios fijados por el artículo 281 del Código de Aguas.

CAPÍTULO Segundo: Ocupación Temporal.

Art. 273°.- No requiere reglamentación.

Art. 274°.- No requiere reglamentación.

Art. 275°.- No requiere reglamentación.

CAPÍTULO Tercero: Servidumbres Administrativas.

Sección Primera: Disposiciones Generales.

Art. 276°.- Se tendrá en cuenta el criterio establecido en el art. 270.

Art. 277°.- No requiere reglamentación.


Art. 288°.- No requiere reglamentación.

Art. 279°.- No requiere reglamentación.

Art. 280°.- No requiere reglamentación.

Art. 281°.- No requiere reglamentación.

Art. 282°.- No requiere reglamentación.

Art. 283°.- No requiere reglamentación.

Art. 284°.- No requiere reglamentación.

Art. 285°.- No requiere reglamentación.

Art. 286°.- No requiere reglamentación.

Art. 287°.- No requiere reglamentación.

Art. 288°.- No requiere reglamentación.

Sección Segunda: Servidumbre de Acueducto.

Art. 289°.- Se tendrá en cuenta el criterio establecido en el art. 270.

Art. 290°.- La Autoridad de Aplicación determinará discrecional y fundadamente si es necesario


construir el acueducto a cielo abierto o no, si es necesario impermeabilizarlo, materiales a emplear,
y todas las exigencias técnicas que sean pertinentes, aplicando el buen arte y seguridad de la obra.

Art. 291°.- No requiere reglamentación.

Art. 292°.- No requiere reglamentación.

Art. 293°.- No requiere reglamentación.

Art. 294°.- No requiere reglamentación.

Art. 295°.- No requiere reglamentación.

Art. 296°.- No requiere reglamentación.

Sección Tercera: Servidumbre de Desagüe y Avenamiento.

Art. 297°.- No requiere reglamentación.


Art. 298°.- No requiere reglamentación.

Art. 299°.- Se tendrá en cuenta el criterio establecido en el art. 270.

Sección Cuarta: Servidumbre de Abrevaderos y Saca de Agua.

Art. 300°.- Se tendrá en cuenta el criterio establecido en el art. 270.

Art. 301°.- No requiere reglamentación.

Sección Quinta: Extinción de la Servidumbre.

Art. 302°.- No requiere reglamentación.

Art. 303°.- Extinguida la servidumbre, el propietario del fundo sirviente vuelve a ejercer
plenamente su derecho de dominio, sin que por ello deba devolver la indemnización recibida.

CAPÍTULO Cuarto: Expropiación

Art. 304°.- Corresponde concordar la actuación con lo previsto en el art. 5°.

Art. 305°.- No requiere reglamentación.

TÍTULO XI: Jurisdicción y Competencia

CAPÍTULO Primero: Jurisdicciones y Competencias.

Art. 306°.- Las facultades fijadas por regla general en este artículo resumen a todas las facultades
fijadas en el artículo primero del Código de Aguas de la Provincia de Salta. Debe entenderse, en
consecuencia, que la Autoridad de Aplicación tiene jurisdicción y competencia en la tutela,
gobierno, poder de policía, captación, aducción, administración, distribución, conservación, defensa
contra los efectos nocivos de las aguas públicas superficiales y subterráneas, sus fuentes, álveos,
riberas, obras hidráulicas y las limitaciones y restricciones al dominio regladas en dicho Código. En
cuanto a la reformulación de competencias fijada en los artículos 9 a 12 de la Ley N° 6842, no
existe contradicción alguna debiéndose respetar lo allí fijado. La Aplicación de la Ley N° 6835 cabe
al ente Regulador, por la jurisdicción concerniente al Tribunal de Aguas, conforme lo dispuesto por
el artículo 308 del Código de Aguas y el Decreto N° 1100/02 que fija el procedimiento.

Art. 307°.- No requiere reglamentación.

CAPÍTULO Segundo: Tribunal de Aguas.

Art. 308°.- Todas las controversias resultantes de la aplicación del Código de Aguas y de este
Reglamento, deberán ser planteadas y resueltas en primera instancia por los Consorcios, si los
usuarios estuvieren agrupados en la persona jurídica que corresponda, o - en caso de no estar
constituidos - por la Autoridad de Aplicación. Los recursos contra las decisiones de los Consorcios,
serán resueltas por la Autoridad de aplicación. Agotada la instancia de la Autoridad de Aplicación,
las controversias podrán ser recurridas ante el Tribunal de Aguas conforme al procedimiento
establecido en el Dcto. N° 1100/02.

El procedimiento para las controversias dentro de los consorcios será el de la Audiencia Pública y
para ello se aplicará, siguiendo el principio del informalismo, el reglamento vigente para audiencias
públicas del Ente Regulador de los Servicios Públicos.

En la segunda instancia, es decir ante la Autoridad de aplicación, se seguirá igual procedimiento. La


tercera instancia es decir ante el Tribunal de Aguas, será conforme al procedimiento fijado por el
Decreto N° 1100/02. Las cuestiones procedimentales que no estuvieran regladas por el Código de
Aguas, por la presente reglamentación y las previstas específicamente para el trámite, se regirán por
la Ley de Procedimientos Administrativos de la Provincia. Las decisiones administrativas
definitivas del Tribunal de Aguas, serán apelables ante la justicia contencioso administrativa.

Art. 309°.- Las oposiciones a las que hace referencia este artículo, deben presentarse en legal
tiempo y forma por quien se considere con derecho, por escrito y fundadas, ofreciendo pruebas. De
la misma se dará vista por el término de cinco (5) días a la otra parte y se fijará un plazo de apertura
a prueba conforme lo disponga la Autoridad de Aplicación, plazo que tendrá una duración de veinte
(20) días, sujeto a regulación por la autoridad en más o en menos, admitiéndose sólo por una vez
prórroga que podrá conceder la Autoridad de Aplicación, a su criterio, en consideración a las
dificultades de producción de la prueba. Vencido este plazo se pondrán los autos para alegar de bien
probado por cinco días en forma conjunta. Luego de ello, la Autoridad de Aplicación resolverá.

Art. 310°.- La competencia para los cobros de los tributos (canon, tasas, contribución de mejoras,
etc.) corresponde a la Secretaría de Ingresos Públicos dependiente del Ministerio de Hacienda y
Obras Públicas, o al organismo que en el futuro la sustituya.

CAPÍTULO Tercero: Poder de Policía

Art. 311°.- No requiere reglamentación.

CAPÍTULO Cuarto: Régimen Contravencional.

Art. 312°.- El criterio para la aplicación de sanciones será el de progresividad, salvo que la
gravedad o consecuencias perjudiciales de la infracción, a criterio de la Autoridad de Aplicación,
haga aconsejable la aplicación directa de sanciones de mayor gravedad. Las sanciones establecidas
en los incisos a), b), d), e) y f), podrán ser acumuladas con la prevista en el inc. c), atento la
naturaleza resarcitoria de ésta, puesto que la indemnización siempre procederá cuando se verifique
un daño.

Art. 313°.- La multa es una suma de dinero que deberá pagar el contraventor y se fijará entre una y
diez mil veces el valor del máximo canon anual. El monto cobrado de la misma será destinado a
mejorar la infraestructura del sistema afectado.
Art. 314°.- La Autoridad de Aplicación podrá disponer sanciones conminatorias consistentes en el
pago de una suma de dinero que se fijará en un monto diario de una a cien veces el valor del
máximo canon anual. Los montos cobrados podrán ser destinados a quienes hayan sido
damnificados.

Art. 315°.- No requiere reglamentación.

TÍTULO XII: Disposiciones Transitorias y Finales

CAPÍTULO Primero: Disposiciones Transitorias.

Art. 316°.- No requiere reglamentación.

Art. 317°.- No requiere reglamentación.

Art. 318°.- No requiere reglamentación.

Art. 319°.- Los usuarios sin concesiones ni permisos debidamente otorgados que, aprovechando de
hecho las aguas del dominio público, no hubieren regularizado su situación en los términos del
presente Reglamento, serán considerados clandestinos de pleno derecho sin necesidad de
declaración alguna.

Art. 320°.- No requiere reglamentación.

Art. 321°.- No requiere reglamentación.

CAPÍTULO Segundo: Disposiciones Finales

Art. 322°.- No requiere reglamentación.

Art. 323°.- No requiere reglamentación.

Art. 324°.- No requiere reglamentación.

Art. 325°.- No requiere reglamentación.

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