Dialnet LaCarbonariaYLaCrisisEuropea1848 1069986

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 13

La carbonaria y la crisis europea (1848)

Portugal y España - Semejanzas

TAVARES
MARIAMANUELA RIBEIRO
Universidad de Coimbra

Sólo en razón de un cambio de mentalidad podremos entender la


aparición de hombres animados de una nueva sensibilidad, defensores de
un patriotismo que los llevaría a luchar por la emancipación y liberación
de su país, como Mazzini, Kossuth y Garibaldi, entre otros. En el seno
del Romanticismo se albergaba también la hidra revolucionaria.
No siempre, sin embargo, las aspiraciones liberales pudieron expan-
dirse libremente. Muchas se nutrían y cobraban fuerza dentro de las
sociedades secretas.
Además de la masonería y otras sociedades y con diferencias de
ritos, grados y símbolos, surgiría la Carbonaria. Esta logró una gran
difusión por obra de los republicanos franceses y las logias inglesas, que
se oponían a la masonería napoleónica, y adquirió un notable desarrollo
en el contexto del Risorgimento italiano.
A despecho del régimen absolutista consignado en las determinaciones
del Congreso de Viena, consolidadas por la Santa Alianza que reorganizó
parte de la Europa postnapoleónica basándose en un equilibrio que hacía
cuerpo con los principios legitimistas, la ideología revolucionaria de 1789
seguía manteniéndose en estado latente. Los postulados de la Revolución
Francesa daban forma al ideal de los movimientos nacionalistas europeos.
A su vez la burguesía, que había alcanzado una evidente supremacía
económica, ante la tentación de intereses liberales y descontenta con el
predominio de las medidas feudales que frenaban sus ambiciones en lo
econ0mic0, se organizaba con vistas a obrar un cambio que pudiese ase-
gurarle una injerencia directa en el poder político.
El Risorgirnento italiano encarnaba ese deseo de formación de un
Estado nacional y, en consecuencia, desencadenó un furioso combate
por la libertad e independencia en contra del absolutismo monárquico y
el dominio extranjero. En este contexto la Carbonaria desempeñaría un
papel fundamental. Su programa político, orientado a la acción, se define
básicamente por la defensa de los principios democrático-liberales y de
independencia nacional, denominador común de los varios grupos car-
bonarios. Ahora bien, ante el deseo general de liberar la patria italiana
del yugo extranjero, diferían las opiniones en cuanto a los medios para
lograrlo. Los miembros más moderados aspiran a una monarquía consti-
tucional, mientras los más radicales luchan por la república. Justifican
con este fin la necesidad de la revolución 1;
La Carbonaria llegó a su apogeo en Italia hacia 1820 y hasta consi-
guió influir decisivamente en el poder de Nápoles y del Piamonte. A raíz
del Congreso de Laibach (1821) se restablece el régimen absolutista y los
carbonarios son perseguidos. Muchos de ellos se exiliaron, repartiéndose
por diversos países europeos y llevando consigo el germen del carbona-
rismo. Así sucedió en España y Portugal.
En la Península Ibérica fue el general Pepe quien trató de organizar
la sociedad secreta, que llegaría a tener una dimensión internacional. En
España, como refieren los profesores Eiras Roe1 e Iris Zavala, los liberales
exaltados acogieron favorablemente la propuesta y acabaron por fundar
el primer círculo: la Sociedad Constitucional de los Patriotas Europeos2.
En Lisboa, el general italiano y su adjunto, el coronel Pizza, crearon un
nuevo círculo en 1822 ó 1823, al que pertenecían, entre otros, el general
Sepúlveda, José da Silva Carvalho, Cristóváo Pedro de Morais Sarmento,
Lobo de Moura y el coronel Joáo Freire de Andrade'. Pepe intentó
poner en marcha una sociedad europea que impidiese la invasión de la
Península Ibérica por las tropas del duque de Angulema; Luz Soriano
hasta afirma que «los oficiales italianos dispersos por las distintas capitales
europeas eran quienes, por medio de las sociedades secretas, fomentaban
la revolución en todo el Sur de Europa)>?

1. ADOLFOOMODEO, L'etb del Risorgimento Italiano, 9a ed., Nápoles 1965; L. SALVATORELLI,


Pensiero e azione del Risorgimento, Turin 1963; P. GUICHONNET, L'unité italienne, París 1970; Ph.
GUT, L'unité italienne, París 1972; S. J. WOOLF,The Italian Risorgimento, Londres 1969; RENATO
S~RIGA Le, societb segrete, l'emigrazione politica e iprimi moti per I'independenza, Módena 1942;
CARLOFRANCOVICH, Albori socialisti nel Risorgimento. Contributo allo studio delle societb segrete
(1776-1835), Florencia 1952, entre otros.
2. ANTONIOEIRASROEL,((Sociedades secretas republicanas en el reinado de Isabel II», en
Hispania. Revista española de historia, t. XXII, n.o 86, Madrid, 1962, p. 251-310; e 1~rs.M.ZAVALA,,
Masones, comuneros y carbonarios, Madrid 1971, p. 167-192.
3. SIMAOJOSÉ DA LUZ SORIANO,História da Guerra Civil e do estabelecimento do governo
parlamentar em Portugal, 3a época, t. 11, parte 1, Lisboa 1882, p. 181-182, nota 2; y A.B.C., año
VII, n.o 350, Lisboa, 31-3-1927, p. 20.
4. SIMAOJOSE DA LUZ SORIANO, op. cit., 3a época, t. 11, parte 1, p. 181, nota 2 Cf. ISABEL
NOBREVARGUES, ((LaRevolución de 1820. Notas para el estudio del liberalismo portugués y de su
correlación peninsular», en Siglo XIX. Revista de Historia, año 11, n.Q 3, enero-junio de 1987,
Monterrey, México, p. 183.
Pero la aspiración a la unidad nacional y universal adquiere el ca-
rácter de idea mística y traduce un principio ético sobre todo con Mazzini
(1805- 1872). De hecho, el pensamiento mazziniano radica esencialmente
en el ideal de unidad 5. Los conceptos de independencia y libertad, vincu-
lados al credo republicano, eran consecuencia lógica de esa unidad 6. Así,
la unificación italiana se convierte en la razón prioritaria de su lucha,
retrasando incluso, aunque sin renunciar a ella, la instauración de la
República, síntesis suprema de la Unidad.
Carbonario entre 1827 y 1829 y secretario de la Alta Venda La Spe-
ranza, de Génova, fue perseguido y vivía desterrado en Francia cuando
tuvo lugar la caída de Carlos X. A juicio de Mazzini, la Revolución
Francesa había iniciado una era. Otra, social y religiosa, se inaguraba
bajo la égida italiana. Le alentaba la esperanza de una Italia unida, a la
que incumbiría la misión última de la revolución universal. Al cosmopo-
litismo del siglo XVIII sucedería el internacionalismo de los pueblos, la
Santa Alianza de los pueblos liberados por la restauración de su propia
nacionalidad. De acuerdo con su concepto redentor de la nación y del
mundo, crea en Marsella, en 1832, la Joven Italia, asociación educadora
que preparaba a los ciudadanos para la insurrección. Sustituida en 1834
por la Joven Europa, integraba a italianos, alemanes y polacos y defendía
el principio de que todos los pueblos participarían en la misión sagrada
de una lucha común. La unidad era la garantía de esta misión, y la
libertad la garantía del progreso. Visión apocalíptica de una nueva era
más noble, visión religiosa del mundo y de la vida, representación mítica
del progreso, son las pilastras que sustentan la doctrina mazziniana. Dios
figura en la cúspide del edificio social y el pueblo en la base. La sociedad
humana se concibe a imagen de la sociedad divina, es decir, la voluntad
del pueblo expresa la voluntad de Dios. De ahí que el sufragio universal
sea un mito y la asociación la divina síntesis, el medio de Regeneración
de esa gran familia que es la humanidad 7. El elemento religioso, afirma
Mazzini en su obra Fede e Avvenire (1835), universal e inmortal, es base
de la asociación y principio fundamental en la consolidación de la unidad
moral y de un catolicismo humanitario 8.
Mazzini identifica la democracia con la república. Sólo la Nación
era soberana y la república la forma natural de la democracia, o sea que
no tenía un contenido meramente político, sino también social? Sus

5. Cf. E M I L I AMORELLI,Giuseppe Mazzini. Quasi una biografía, Roma 1984, p. 31.


6. ((Senzaunith non ve veramente Nazione)) («Sin unidad no hay verdaderamente Nación))),
GIUSEPPE M A Z Z I N INote
, autobiografiche, en ((Scrittiediti e hediti)),Imola 1906-1943, vol. 11, p. 45
y 49.
7. G. M A Z Z I N IFede, e Avvenire, en ((Scrittidi Giuseppe Mazzini scelti a cura della R. com-
missione per l'edizione nazionale degli scritti di G. Mazzinib, Bolonia 1920, p. 95 y 99.
8. Idem, ibidem.
9. ((Per Repubblica non intendiamo una mera forma di Goberno, un nome, un'opera di riazione
da partito, da partito che vince a partito vinto. Noi intendiamo un principio; intendiamo un grado
ideales políticos, filosóficos y religiosos se asientan en principios univer-
salistas. La Joven Europa es un claro ejemplo de esta doctrina interna-
cionalista. El soporte de las preocupaciones de Mazzini es sin duda alguna
la nación, pero el fin último de sus anhelos es la humanidad. En otras
palabras, la humanidad se construiría definitivamente cuando todos los
pueblos hubieran conquistado el libre ejercicio de su soberanía; se aso-
ciarían entonces en una federación republicana cimentada por un pacto
común 10.
La doctrina religiosa de Mazzini, ligada a una misión de carácter
jacobino, no fue bien entendida por muchos. La Carbonaria misma mostró
una clara hostilidad para con el programa de la Joven Italia. No obstante,
el ideal de Fraternidad y el ideal universalista eran comunes a la doctrina
de Mazzini y la de aquella sociedad secreta.
La dispersión de los refugiados italianos por diversos países europeos
y las relaciones que establecieron propagarían ese ideario de una alianza
europea. En abril de 1834, los refugiados políticos de distintos países se
reunieron en Berna y organizaron allí una sociedad europea, la Joven
Europa, con algunas ramificaciones. Entre éstas se contaban la Joven
Alemania, la Joven Polonia, la Joven Italia y la Joven España.
En España las sociedades secretas disfrutarían de una mayor tole-
rancia durante el gobierno de Espartero, en los años cuarenta. En 1842,
la Sociedad de los Regeneradores Españoles, rama de los Regeneradores
Europeos, seguía naturalmente las orientaciones de italianos diseminados
por varios países y cuyas manifiestas intenciones anticiparon las líneas
pragmáticas de los movimientos revolucionarios de 1848: democracia,
sufragio universal, república, remedio de la miseria de las clases trabaja-
doras 11.
Desde la proclamación de la mayoría de edad de Isabel 11, en 1843,
vendría a imponerse el sistema moderado, reforzado por los ministerios
conservadores de González Bravo y Narváez.
Este liberalismo, de acentuado cariz conservador, tiene afinidades
con el sistema inaugurado en Portugal, en 1842, por Antonio Bernardo
da Costa Cabral, que restableció la Carta Constitucional de 1826.

di educazione conquistato da2 Popolo; un programma d'educazione da svolgersi; un'istituzione politica


atta a produrre un miglioramento moralen (((Por República no entendemos una mera forma de
gobierno, un nombre, una obra de reacción de partido, de partido que vence a partido vencido.
Entendemos un principio; entendemos un grado de educación conquistado por el Pueblo; un programa
de educación que debe desarrollarse; una institución política capaz de producir una mejora moral)).
GIUSEPPE MAZZINI,Scritli editi e inediti, vol. XLI, p. 16-17.
10. VITTORIOPARMENTOLA, ((Mazzinie la democrazia europea», en Cultura e Scuola, Florencia,
año X I I , n.Q 45-46, enero-junio de 1973, p. 22; BIANCAMONTALE, ((Mazziniin alcuni aspetti della
storiografia laica», en Mazzini tra insegnarnento e ricerca. Atti del seminario di aggiornamento
(Tivoli, marzo-abril de 1981), Roma 1982, p. 39-58; y EMILIAMORELLI,op. cit., p. 11-12.
11. ANTONIOEIRASROEL,OP. cit., P. 291-294.
Políticamente estamos ante dos gobiernos en grado sumo centraliza-
dores. La Carta de 1826, con sus cláusulas moderadas, se convierte en
sostén doctrinal del conservadurismo cabralista y, al igual que la Consti-
tución española de 1845, atenúa los principios liberales, fortalece las prer-
rogativas regias y permite la instauración del «orden» legal, preconizado
por la facción dominante.
En el plano socioeconómico, la gestión administrativa de Costa Ca-
bral fomenta la concentración capitalista y beneficia a una alta burguesía
financiera y de propietarios. La monarquía isabelina y el gobierno español
contaban igualmente ,con una alta burguesía vinculada a una aristocracia
acaudalada, así como a juristas de renombre y generales. En Portugal, lo
mismo que en España, ciertos sectores de la burguesía y de las clases
desfavorecidas se oponían al statu quo.
Desde el punto de vista estratégico, España estaba manifiestamente
interesada en ayudar a mantener en Portugal un gobierno que le fuese
favorable y defendiera una praxis política similar con relación a su tradi-
cional aliada, Inglaterra 12.
Costa Cabral tenía buen cartel en el gobierno madrileño. Baste con
decir que, tras las revueltas civiles, en mayo de 1846, los Cabrales son
expulsados del país y amistosamente recibidos en España. Además, la
admiración de Costa Cabral por Narváez era enorme. Les vinculaba una
gran amistad consolidada por la semejanza de sus caracteres (ambos eran
irascibles, apasionados y violentos) y por su confianza y estima mutuas.
Nada, pues, tiene de extraño que, tr& la llegada de Costa Cabral a España
y dada la vigencia del ministerio palmelista en Portugal, el país vecino
reforzara su defensa territorial enviando tropas a la zona fronteriza, so
pretexto de que en esas regiones limítrofes había españoles progresistas
que preparaban un movimiento revolucionario junto con los septembrinos
portugueses. La política de Saldanha, que en la Emboscada del 6 de
octubre de 1846 depuso el ministerio septembrino del duque de Palmela,
fue prácticamente idéntica a la de la administración cabralista.
Ante la coyuntura politica, social y económica del pais, liberales de
izquierdas (septembrinos) y partidarios del rey D. Miguel (realistas) deci-
den aunar sus fuerzas para acabar con la facción dominante.
Las autoridades españolas vieron, desde el comienzo de las luchas
civiles (revuelta popular de Maria da Fonte y rebelión militar de Patulea,
1846-1847), el peligro que corrían las monarquías constitucionales penin-
sulares y los vigentes gobiernos centralizadores. Se iniciaron las negocia-
ciones con Leopoldo Augusto Cueto y Luis González Bravo (enero-
noviembre de 1846 y enero-abril de 1847), reanudadas después con el

12. O Livro Azul ou Correspondencia relativa aos Negócios de Portugal. Traducido del inglés,
Lisboa 1847, doc. 14, p. 17.

857
ministro plenipotenciario en Lisboa, Luis López de la Torre Ayllón (25
de abril de 1847 -22 de enero de 1848). Luchar contra el destronamiento
de D.a María 11significaba a la vez defender la propia causa y conservar
en el trono a Isabel 11 de España.
La política diplomática de Costa Cabral en Madrid afianzaba su
actuación en pro del robustecimiento de las relaciones hispano-
portuguesas, y la idea de unión ibérica surgía así, en la trama política de
Europa, como un frente a la vez ofensivo y defensivo con relación a
Inglaterra. En el plano interno, se aspiraba a mantener el orden y la
seguridad y a fortalecer el bloque conservador contra las pretensiones de
los ({progresistas));en lo exterior, la alianza ibérica permitiría a ambos
países emanciparse de la tutela que Inglaterra, y hasta Francia, ejercían
sobre Portugal 13.
La reacción anticabralista, que fue creciendo a partir de 1848, se
acentuó con la revuelta militar de 1844, iniciada en Torres Novas. Este
levantamiento, aunque abortado, mostró que la oposición permanecía
activa y no dejaría de intensificar poderosamente su combate contra el
sistema vigente 14. La agitación político-social culminaría en 1846-1847.
Derrotadas las fuerzas septembrinas y miguelistas gracias a la intervención
extranjera, la situación portuguesa a fines de 1847 y principios de 1848
era preocupante. Los bandos vencidos conservaban todavía su ardor re-
volucionario, alimentado por una coyuntura externa que tenazmente pre-
tendían cambiar y también por la coyuntura externa: la oposición al
gobierno de «orden» del ministro español Narváez, el visto bueno a la
protección ingles a y los movimientos nacionalistas europeos, en particular
la revolución republicana francesa del 24 de febrero de 1848 15.
El ejemplo del establecimiento de la república en Francia, el efecto
moral de las insurrecciones que cundían por Europa y los pronuncia-
mientos y revueltas de España 16 tuvieron sus repercusiones en Portugal.
El hambre, el desempleo, la inestabilidad política, el creciente descontento
por la opresora administración central y, finalmente, los resultados de
las elecciones celebradas en octubre de 1847 explican la multiplicación
de focos insurrecionales, el aumento del bandolerismo y la reorganización

13. «...ces deux pays, dis-je, ne peuvent manquer de sentir profondément les résultats de tout
changement et de toute modijiication dans la politique de Z'un d'eux. Aussi ai-je toujours regardé
comme impossible qu'un gouvernement révolutionnaire subsistht au Portugal, tant que le gouvernement
espagnol serait conservateur et vice-versa)) ((L.. estos dos países, digo, no pueden dejar de sentir
profundamente los resultados de todo cambio y toda modificación en la política de uno de ellos.
Por eso he considerado siempre imposible que un gobierno revolucionario subsistiera en Portugal
mientras e1 gobierno español fuese conservador, y viceversa»), Carta de Costa Cabral al ministro
Guizot, Madrid, 1 de julio de 1847, en T T - Arch. Costa Cabral, A. 1. Correspondencia, fasc. 120.
14. MARIAMANUELA TAVARES RIBEIRO,((A restauraqao da Carta Constitucional e a Revolta
de 1844», en Revista de História das Ideias, vol. 7, Coimbra, 1985, p. 183-241.
15. MARIAMANUELA DE BASTOSTAVARES RIBEIRO,Portugal e a Revoluqio de 1848, Coimbra
1990; y ANTONIOEIRASROEL,{(Moderados y Carlistas: La ((Patuleia))y la reacción española)), en
Revista Portuguesa de História, t. XI, Coimbra, 1964, p. 189-228.
de la guerrilla por grupos ya realistas, ya liberales radicales. La indignación
de los radicales, para quienes la paz impuesta era «la paz de los cemente-
rios», llegó a su colmo cuando comprobaron que no se cumplían con
fidelidad las condiciones del protocolo firmado en 1847. La oposición
fue derrotada en lucha desigual.
Esta intolerancia del gobierno, que se manifestó en medidas, entre
otras muchas, como prohibir las asociaciones políticas en Portugal, im-
pedir las suscripciones a favor de D. Miguel y reforzar el control policial
para acallar las voces de la «patulea» (ala liberal radical) a través de la
prensa o sofocar los alborotos de los realistas, llevó obviamente a que se
organizaran de nuevo las fuerzas vencidas. En efecto, apenas envuelto el
cadáver en su mortaja, pululaban ya los gérmenes de la vida ...
En esta situación interna y externa se estableció, en Coimbra, la
Carbonaria Lusitana, sociedad secreta que se reunió por vez primera el
29 de mayo de 1848 en la Rua da Ilha 17. Según sus Estatutos, constaba
de tres Cámaras: Alta Venda, Barracas y Chogas. Sus fines, consignados
en los mismos Estatutos, se definen en el artículo primero de forma un
poco vaga: «La Sociedad Carbonaria es una orden filantrópica que tiene
por meta mantener la verdadera libertad del país y el socorro mutuo de
sus consocios». Puestos en circulación en 1848, los Estatutos habían sido
redactados hacía ya tiempo, aun antes de la revolución republicana fran-
cesa. De ahí que su formulación fuera todavía poco incisiva y se contentara
con la expresión «verdadera libertad)}.
La Carbonaria no tuvo, en Portugal, una existencia regular. Desde
1834 los carbonarios estaban integrados en la Masonería del Norte, como
nos lo muestra Miguel Antonio Dias 18. En 1843, según este autor, existían
en Lisboa una Alta Venda y tres Barracas: Viriato, Aljubarrota y Pacheco.
De allí emanaban órdenes para que se difundieran por el país esas células
carbonarias. Las divergencias surgidas entre los miembros de la Alta
Venda llevó a algunos disidentes a regresar o vincularse a la Masonería
del Norte «donde de hecho trabajaban»'? La Carbonaria cobró cierta
importancia después de la Patulea y se reorganizó precisamente en 1848
en Coimbra, donde ganaba terreno una joven oposición al gobierno ca-
bralista. El fracaso de la revuelta militar de Torres Novas, que se llevó a
cabo con la participación activa de los estudiantes y habitantes de Coimbra
en el levantamiento del 8 de marzo de 1844, exacerbó aún más a los
liberales exaltados 20, como consta por la abundante documentación que

16. Sobre los acontecimientos de España véase SONSOLES CABEZA SANCHEZ-ALBORNOZ, LOS
sucesos de 1848 e n España, Madrid 1981, entre otros.
17. JOAQUIM MARTINS DE CARVALHO, O Conimbricense, Coimbra, n.Q4469, 24-4-1890, p. 2.
18. MIGUELANTONIO DIAS,Architectura Mystica d o Rito Francez ou Moderno pelo aucfor
da Biblioteca Maconica e da História da Franc-Maconaria, s. l., 1843, p. 267.
19. Idem, ibidem.
20. MARIAMANUELA TAVARES RIBEIRO,op. cit., p. 217-225.
nos brinda el diario Opposig¿io Nacional, que circuló entre el 9 de julio y
el 24 de septiembre de 1844. Algunos de sus redactores eran miembros
de la logia Philadelphia (1844), que tenía por Venerable al profesor de
matemáticas Dr. Agostinho de Morais Pinto de Almeida (Hno. Sócra-
tes) 21. En palabras del periodista Martins de Carvalho, esta logia «tomó
más la forma de una comisión política que de masonería organizada9.
Muchos de sus miembros, en efecto, llegarían a integrarse en la Carbo-
naria. El clima de conspiraciones que se vivía en Europa existía también
en Portugal, alimentado por la actuación de los carbonarios, liberales
radicales que representaban un abrazo armado)) contra el statu quo.
El general y carbonario Joaquim Pereira Marinho 23 fue quien recibió
órdenes del extranjero para establecer la Carbonaria en Portugal. Se
encargó de esta misión el padre António de Jesus Maria da Costa, miem-
bro de la junta revolucionaria de Coimbra en 1846-1847 y tesorero de la
logia Philadelphia (Hno. Sikyes).
En la reunión de la Carbonaria del 29 de mayo de 1848, dicho clérigo
fue elegido superior consejero de la Alta Venda (Vendicta Conirnbricense)
con el nombre simbólico de Ganganelli. Su casa y la botica de que era
propietario se convirtieron en centros de reunión de los liberales radicales,
y allí se publicaban clandestinamente periódicos y panfletos anticabralistas
y carbonarios 24. Además del órgano director y coordinador 25 propio de

21. Personalidades bien conocidas en los ambientes de Coimbra eran miembros de la Loja
Philadelphia: 1.e' Vigilante, Duarte Nazaré (Wno. CamiIlo Desmoulins); 2.0 Vigilante, Dr. António
Luís de Sousa Henriques Seco (Hno. Viriato 1.9; Orador, António A. Teixeira de Vasconcelos
(Hno. OYConnelZ);Tesorero, Padre António de Jesús Maria da Costa (Hno. Sibyes).
22. JOAQUIM MARTINS DE CARVALHO, O Conimbricense, n.o 2166, 2-4-1868, p. 1.
23. Bachiller en Matemáticas por la Universidad de Coimbra, Comendador de la Orden de
Cristo y Caballero de S. Benito de Avis, oficial del ejército, combatió en la India a las órdenes del
Conde do Rio Pardo, gobernador general durante la revolución de 1820. En 1835, siendo gobernador
de Cabo Verde, fue juzgado y procesado en consejo de guerra. Volvió a ocupar su puesto en 1837.
Desempeñó también las mismas funciones en Mozambique y, más tarde, en Peniche. Como carbonario
usaba el nombre simbólico de B .'. P .'. Kleber (INOCENCIO FRANCISCO DA SILVA,Diccionario
Bibliographico Portuguez, t. 4.0, Lisboa 1860, p. 145, y t. 12, 1884, p. 129-130).
24. António de Jesús Maria da Costa, fraile de la orden de los carmelitas descalzos en el
Colégio de S. José dos Marianos, en Coimbra, renunció a la vida religiosa para dedicarse a una
intensa actividad política en el ala de los liberales radicales. Tomó parte en la revuelta de 1844, en
Coimbra. Aquí fue miembro de la junta gubernativa creada el 17 de mayo de 1846 y combatió en el
bando de las fuerzas populares, por lo que estuvo encarcelado en el Limoeiro. Colaborador del
periódico Opposi@o Nacional (1844) y editor de la hoja O Povo (1846), su casa sirvió de local para
imprimir folletos anticabralistas, así como el Regulamento y otros documentos relativos a la Carbo-
naria Lusitana (JOAQU~N MARTINSDE CARVALHO, O Conimbricense, n.0 2166, 2-4-1868, p. 1).
25. La Alta Venda estaba constituida por el Sup .'. Cons .'. Padre António de Jesús Maria da
Costa (B .'. P .'. GanganelZz]; l e [ Asistente, Dr. Francisco Fernandes da Costa (B .: P .: Timon 2.9;
2.0 Asistente, Dr. Raimundo Venancio Rodrigues (B :. P :. Washington 2.9; Orador, Dr. António
Luís de Sousa Henriques Seco (B :. P .: Cicioso, que después tomó el nombre de Martim de
Freitas); lerSecretario, Dr. José Joaquim Manso Preto (B :. P :. Lagrange); 2.0 Secretario, Porfírio
José da Costa (B .'. P .'. Gomes Freire); G .'. Guar .'. Se1 :., Abílio Roque de Sá Barreto (B .'. P .'.
Robespierre 1.q y José Maria Ferreira (B .'. P .'. Cid); Guar .'. Ch .'., Manuel Maria Correia (B .'.
P .'. Lafayette); Thes .'. y Guar :. Sel .'., José de Meneses Parreira (B .'. P :. Cid); Guar :. Ch .'.,
Manuel Maria Correia (B :. P :. Lafayette); Thes :. y Guar :. Se1 .'., José de Meneses Parreira (B
.', P .'. Washington 1.9;M .: de Cer .'., Adelino António das Neves e Melo (B :. P :. Napoleao);
la Alta Venda o Choca MZe («Choza Madre})),se eligieron el l o de junio
del mismo año la comisión de justicia26, la de finanzas 27 y otra encargada
de las relaciones con las demás «Chozas))2*.Estas últimas funcionaban
como escuelas elementales donde los carbonarios se instruían para los
((sublimesfines a que la Orden se destina)),mientras las «Barracas» tenían
por cometido ejecutar las decisiones de la Alza Venda (S:. A:. V...).
Son significativos los nombres de las ((Barracas))instaladas en Coim-
bra, por ejemplo Igualdade e UniGo (((Igualdad y Unión»))28,y los de las
((Chozas)):16 de Maio (((16 de Mayo)),fecha conmemorativa de la revuelta
popular de 1846, en Coimbra), que tomó después el nombre de Segredo
(«Secreto») para escapar de las redes de la policía que ejercía sobre ella
cierta vigilancia; Choca F'raternidade (((Choza Fraternidad))) y la Choca
Liberdade («Choza Libertad))), que recibió varios elementos de la «Choza

y Terr :., António Marciano de Azevedo (B .'. P .'. Sidney). Interpretando algunas de estas abrevia-
turas, tenemos: Assist .'. = Asistente; Orad .'. = Orador; Sec .'. = Secretario; G .'. Guar .*.Se1 .'.=
Gran Guardián Sellario; Guar .'. Ch .'. = Guardián-Canciller; Thes .'. e Se1 .'. = Tesorero y Guardián
de los Sellos; M :. de Cer .'.= Maestro de Ceremonias; Terr .: =Terrible; Vig .'.=Vigilante, había
también varios grados inherentes a algunos de estos cargos.
Francisco Fernandes de Costa (1802-1874), profesor de la Facultad de Medicina, diputado
entre 1838 y 1861, desempeñó varios cargos administrativos. Raimundo Venancio Rodrigues (1813-
1879), profesor auxiliar de la Facultad de Matemáticas en 1843, tomó parte activa en las luchas de
la «Patuleia»; su encarcelamiento en el Limoneiro interrumpió su carrera universitaria hasta 1851,
año en que fue reintegrado como catedrático titular. José Joaquim Manso Preto, doctor en mate-
máticas, fue profesor del Liceo de Coimbra. Abilio Roque de Sá Barreto, liberal y masón notorio,
llegó a ser jefe supremo de la Carbonaria en 1862 y fue uno de los fundadores del Centro Electoral
Republicano Democrático de Coimbra en 1878. Adelino António das Neves e Melo era músico y
autor de'libros de canciones populares y de temas religiosos. António Marciano de Azevedo, político
elegido a las Cortes de 1822 por Lisboa y Tomar, representante de este último distrito en vez de
Manuel Borges Carneiro, tuvo que cesar en su cargo al suprimirse la Constitución y sólo en 1826
fue reelegido para representar el distrito de Extremadura, fue miembro de la República de Carrno y
fue despedido de la universidad en 1839.
26. Sus miembros eran el Dr. António Luis de Sousa Henriques Seco, el Dr. Raimundo
Venancio Rodrigues, Venhcio da Costa Alves Ribeiro, José Maria Dias Vieira, el Dr. Joiio Lopes
de Morais y Manuel José Teixeira Guimariies (O Conirnbricense, n.o 2186, 7-7-1868, p. 3). Venancio
da Costa Alves Ribeiro (1814-1872), formado en Derecho, ejerció la abogacía en Coimbra y dejó
algunas obras de carácter administrativo y judicial. J o i o Lopes de Morais (1783-1860), doctorado
en Medicina en 1817, era en 1822 médico asistente en la clínica de la Universidad. Durante las
guerras civiles de 1828 a 1834 se le privó de su cargo universitario; médico y profesor prestigioso,
sufrió persecuciones y fue encarcelado en Almeida por defender un gobierno liberal. Manuel José
Teixeira Guimariies, comerciante, se alistó en las filas liberales, desempeñó varios cargos adminis-
trativos en Coimbra y prestó importantes servicios a la ciudad.
27. Constaba de José de Meneses Parreira, Abílio Roque de Sá Barreto, Porfirio José da
Costa (idem, ibidem), el Dr. António Luís de Sousa Henriques Seco, el Dr. José Joaquim Manso
Preto y Adelino António das Neves e Melo.
28. Presidía la «Barraca» Igualdade el profesor de Filosofía António Jose Rodrigues Vidal
(1808-1879) (B .: P :. Odorico y luego Franklin), que perteneció al «Batallón Académico», fue
redactor en jefe de los periódicos Grito Nacional y O Liberal do Mondego, alcalde de Mealhada y
diputado en Cortes e n 1860. Su secretario era Joaquim Martins de Carvalho (B .'. P .'. Ledru-
Rollin), periodista, desempeñó un papel activo en la Carbonaria, de la que nos ha dejado datos
precisos, y perteneció también a la logia masónica Pátria e Caridade, de Coimbra, en 1852 (Hno.
Lamartine). Hacía de tesorero el catedrático de Medicina José Gomes Ribeiro, que llegó a estar en
la cárcel por su radicalismo liberal.
En cuanto a la «Barraca» Uniio, tenía por jefe a Abílio Roque de Sá Barreto (B :. P .'.
Robespierre), perteneció a la logia Philadelphia (Hno. Lafayette), fue Gran Guarda Sellos en l a Alta
Venda, presidente de la C h o p Kossuth fundada en Coimbra en 1853 y Superior Consejero de la
Alta Venda de la Carbonaria reorganizada en 1862,
16 de Mayo»29. Fuera de Coimbra se crearon también centros carbonarios,
particularmente en Figueira da Foz, Soure y Cantanhede, donde se ins-
talaron ((Barracas)).En Pombal, Anadia, Ilhavo, Braga y asimismo en
Cantanhede se fundaron cChozas». Se estima en unos 500 el niimero de
afiliados a la Carbonaria entre 1848 y 1850. La difusión de sus doctrinas,
la instrucción de sus miembros y la información en general debían reali-
zarse a través de un periódico propio.
Se eligió, pues, una comisión para estudiar el proyecto de fundación
de una tipografía y un periódico -que había de llamarse O Philantropo-
donde se analizaran temas científicos, políticos, artísticos y morales. Ten-
dría un carácter marcadamente doctrinal y una tirada mensual, publi-
cándose en él también artículos políticos de la prensa diaria? Sobre la
viñeta que serviría de modelo al encabezamiento figuraría el epígrafe A
Voz do Povo e da Raza0 (((La Voz del Pueblo y de la Razón))). En el
centro había una cruz rodeada de las palabras del lema revolucionario
({Libertad, Igualdad, Fraternidad, Verdad)), principios esenciales de la
Carbonaria que, asociados al símbolo del triángulo invertido, expresaban
la idea de unión: unión entre Dios y el Mundo, entre Dios y el Pueblo 31.
En la línea del carbonarismo italiano y de la doctrina de Mazzini, los
carbonarios portugueses del siglo XIX tenían una visión religiosa del
mundo y de la vida. El carbonario es como un apóstol que lucha por la
liberación, la unidad y la fraternidad. Y esto sólo puede consumarse por
medio de la república. Mazzini centra su doctrina política en la necesidad
de instaurar el régimen republicano. Para ello son necesarios el sacrificio,
el martirio y, a imagen de Cristo, incluso la muerte. La cruz y la corona
de espinas, tan apreciadas por los románticos, son igualmente símbolos
divinos y humanos de la misión de los apóstoles redentores. Revolucio-
narios, los miembros de la Carbonaria Lusitana, conforme al ideario del
earbonarismo europeo, justifican el carácter conspirador de la Sociedad
para ((sostener la legalidad de su país)), ((proteger a sus consocios» y «de

29. La ((Choza))16 de mayo estaba presidida por António Marciano de Azevedo (B :. P :.


Sidney), bachiller formado en Derecho, que perteneció al ((Batallón Acad&rnico»en 1846-1847; fue
elegido representante sustituto en las Cortes de 1822 y 1826, y luego de nuevo en 1834; lo despidieron
de la Universidad en 1839 y ocupó un puesto (((Terrible)))en la Alta Venta en 1848. Era lerAsistente
de la ((Choza)).Augusto Pinto Tavares (B .'. P :. Raspail), industrial; 2.0 Asistente, Frutuoso Amadeu
Monteiro (B .'. P :. Dante); leí Secretario, António José Teixeira (B .'. P .'. Cavaignac); Alumno de
Matemóticas, alistado en el ((Batallón Académico))en 1846-1847; 2.0 Secretario, Fortunato Ribeiro
Machado (B .'. P .'. Silvio Pellica); y orador, Joaquim Martins de Carvalho (B .'. P .'. Ledru-
Rollin). Dirigía la «Choza»Fraternidade Joaquim António de Freitas, y los trabajos de la «Choza»
Liberdade estaban coordinados por José António dos Santos Neves (B .'. P :, Huffland).
30. Componían la comisión el Dr. Francisco Fernandes Costa (B .'. P .'. Tirnon 2.9, el Dr.
António Luís de Sousa Henriques Seco (B .'. P :. Cicioso), el Bach. José de Meneses Parreira (B .'.
P :. Washington I.9,el Dr. Raimundo Venancio Rodrigues (B :. P .: Washington 2.9, el Bach.
Adelino António das Neves e Melo (B .: P .'. Napoleüo). Colaboraron también, entre otros miembros,
el Bach. José María Dias Vieira (B .'. P .'. Leclerc) y el Bach. António Marciano de Azevedo (B .'.
P .'. Sidney). Cf. JOAQUIM MARTINSDE CARVALHO, ((Aimprensa periódica em Coimbra. Periódicos
francamente maqónicos)),en O Conimbricense, n.Q 3933, 2-5-1885, p. 1, col. 3 y p. 2, col. 1-3.
31. El diseño de esta viñeta, firmado con el nombre simbólico de B. P. Dupont (Dr. Joio
Lopes de Morais), fue publicado en O Conimbricense, n.o 2510, 16-8-1871, p. 1-2.
fender los derechos políticos de sus conciudadanos)), como nos informa
su Proyecto de ~ a s e i 3 2El
. ((Regimiento))exigía de sus afiliados el uso de
armas: «En sesiones ordinarias o en tiempo de crisis se trabajará sólo
con puñales; únicamente tendrán los puñales desenvainados el Gran Maes-
tre, el 1.Qy 2.0 Asistentes, el Gran Canciller y los Grandes Selladores;
durante las recepciones todos los BB:.PP:. tendrán los puñales desen-
vainados, pero los envainarán en cuanto el recipiendario se siente y tome
el nombre simbólico, a excepción del Gran Maestre, el 1.Qy 2.QAsistentes,
el Gran Canciller y los Grandes Guarda Sellos))33.
A semejanza de lo practicado por los masones utilizaban nombres
simbólicos, tomados de ilustres guerreros (Milcíades, Leónidas, Graco,
Pericles, Cid, Alejandro Magno, Dario, Nelson, Aníbal, Odorico), revo-
lucionarios (Cromwell, Robespierre, Marat, Arago, Louis Blanc, Raspail,
Ledru-Rollin, Lamartine, Saint-Just, Napoleón, Massena, Washington)
o figuras portuguesas (Viriato, Sertorio, Nuno Alvares Pereira, Gomes
Freire, Galamba), algunas de ellas vinculadas también a campañas e in-
surrecciones por la independencia nacional o la liberación de gobiernos
absolutistas o conservadores.
Su ritual de iniciación y el desarrollo de las sesiones eran complicados.
La Alta Venta se componía de un presidente, dos asistentes, dos secreta-
rios, un orador, un tesorero, un gran guarda sellos o canciller y un archi-
vero. Las salas de sesiones y las cámaras estaban pintadas con motivos
sacados de la naturaleza (troncos de árboles, follaje y ramas entrelazadas),
a imitación de las «barracas» que evocaban las viviendas de los carboneros
(carbonari). El tronco de árbol simbolizaba el cielo y la forma redonda
de la tierra, es decir, el universo. La cruz rústica con la blanca corona de
espinas, ambas colocadas en la pared frontal respecto al presidente de la
sesión, recordaban lo arduo de la misión y la pronta abnegación del
apóstol carbonario. Era también significativa la disposición que los car-
bonarios adoptaban durante las sesiones, formando un círculo y cruzando
las manos horizontalmente, a modo de ((cátedra sagrada que simboliza la
Fraternidad de todas las Carbonarias del universo)). El carbonario prestaba
su juramente igualmente sobre una cruz, simbolo de la Fraternidad? El
ingreso se hacía mediante el pago de cuotas, más o menos elevadas en
consonancia con los grados. Se abonaba también el coste de las insignias

32. Projecto de Bases da Org... da C... L ..., Milán, 1842.


33. A :. G :. D :. M :. D :. U .'. E :. P .: N :. B :. P :. S :. T :. Rit :. das Ch :.
Regimento das Camaras, segundo uso Lusitano, s. 1, 1848, Art. 2.Q, p. 1.
34. El juramento se hacía de dos maneras. Una fórmula era: «J&O y prometo por mi honor y
por lo que para mí hay de más sagrado, tocando con mis manos los Est .'. Ger .'. da A ,'. e S .'. Ord
.'. da C :. L .'. y el Sacratíss .'. Emb .'. do Cr .'.»Podia también ser: «Juro y prometo sobre esta
Cruz, simbolo de la Fraternidad, y en presencia del G. M. de la O., guardar inviolablemente todos
los secretos confiados por esta R. B., asi como cuanto viere y oyere, nunca escribiéndolo, dibujándolo,
grabándolo o dejando de ello cualesquiera huellas, sin que se me haya dado licencia expresa para
hacerlo, en cuyo caso lo haré del modo en que se me haya indicado.,.» (Cf. Arquivo Nacional,
Lisboa, año 1, n.o 24, 24-6-1932, p. 7).
y diplomas estampados en papel o satén blanco, con lo que se contribuía
a sufragar los gastos de las casas donde se instalaban las cámaras carbo-
narias 35. Tenían por patrono a San Teobaldo, cuya fiesta se celebraba el
24 de octubre, y el año comenzaba, según el calendario carbonario, el 21
de marzo 36.
El carbonarismo de Coimbra estaba perfectamente sincronizado con
el movimiento conspirador de Lisboa, donde el centro democrático-
revolucionario dirigido por José Esteviío, Rodrigues Sampaio y Oliveira
Marreca (el Triunvirato Republicano) desarrollaba una intensa actividad
política y revolucionaria. Las fuerzas «progresistas», a semejanza de lo
que acontecía entonces en España, se organizaban en centurias y decu-
rias 37, para colaborar «en el movimiento republicano que se preparaba))38.
En España, como es sabido, el embrionario partido progresista-
democrático alimentaba ya un claro espíritu republicano apoyado también
por sociedades secretas, en concreto la Sociedad de los Regeneradores
Españoles (1842) cuyas líneas programáticas preludiaban el programa de
los demócratas y republicanos de 1848 39: democracia, soberanía popular,
sufragio universal, república, redistribución de l a propiedad, propuestas
de soluciones para remediar la miseria de las clases trabajadoras.
Los «republicanos» portugueses, imbuidos del entusiasmo revolucio-
nario que cundía por Europa en 1848 y a ejemplo de lo que sucedía en
París, Milán, Berlín, Madrid, Sevilla y Barcelona, trataban de organizarse
y lograr el apoyo de las masas populares. El movimiento reunía a exalta-
dos portugueses y españoles en la lucha por un fin común, como puede
leerse en un folleto que circulaba en Portugal en 1848: «Sobre las barri-
cadas ondeará una bandera republicana rojiblanca. Sobre ellas se dará el
grito: ¡Viva la República! iViva la Federación Peninsular! ¡Nada de rey!
¡Nada de regencia!...N40.
Sofocados los movimientos revolucionarios, vencidas las insurrec-
ciones republicanas españolas y con la toma del poder en Francia por
Cavaignac y Luis Napoleón, tampoco se hizo esperar en Portugal la re-
acción contra el entusiasmo de los exaltados.

35. Idem, p. 8.
36. La era de la Carbonaria empezaba a contarse treinta años después del nacimiento de
Cristo, a partir del 21 de marzo. Las estaciones se dividían en tres meses y éstos en días que se
designaban por el nombre de soles. Así, el día 21 d e abril se llamaba el «le=sol de la segunda
primavera)) (Idem, ibidem),
37. Carta oficial del Gobernador Civil de Lisboa, Marques de Fronteira, al Ministro y Secretario
de Estado para los Asuntos del Reino, 6-5-1848 (Arquivo Nacional d a Torre do Tombo - ArquQ
Costa Cabral. C. Miscelánea, m. 36).
38. AUGUSTO JOSÉVIEIRA,História do Parfido Republicano Portugu2z, t. 2.0, Lisboa, s. d.,
p. 129.
39. ANTONIOEIRASROEL, Sociedades secretas..., cit., p. 291-293. Cf., del mismo autor, El
partido demócrata español (1849-1868), Madrid 1961, p. 133-138, y CLARAE. LIDA, Anarquismo y
revolución en la España del XIX, Madrid 1972, p. 44.
40. Fazei barricadas e a República será salva, s. l., s. d.
Esto, unido a las querellas internas, acabó por disgregar la Carbonaria
Lusitana en 1850; cierto que en 1853 el padre António de Jesus Maria da
Costa trató de constituir la «Choza» Kossuth (en honor al héroe nacio-
nalista húngaro), pero sólo en 1862 sería definitivamente reorganizada
bajo la dirección del Sup :. Cons :. Abilio Roque de Sá Barreto41.
Muchos estudiantes, sobre todo de las facultades de Derecho, Matemáticas
y Medicina, y varios profesores universitarios, en especial de Matemáticas
y Derecho, junto con comerciantes e industriales, intentaron llevar a cabo,
en el contexto de la Carbonaria Lusitana, una acción organizada contra
los desmanes y arbitrariedades del gobierno, para vengarse de las afrentas
sufridas durante la guerra civil de 1846-1847.
El insigne orador y polemista masón José Esteváo expresa el sentir
común de los conspiradores con estas palabras lapidarias escritas en marzo
de 1848 en A RevoluqGo de Setembro:
«No declaramos la guerra a la monarquía; declaramos la guerra a
todo mal gobierno. Si la monarquía no realiza el fin de su institución, si
el gobierno representativo no protege a los pueblos contra los abusos del
poder, si la Constitución del Estado no puede resistir a cualquier ventolera
de la monarquía.. . aplaudimos la república porque satisface todos los
sentimientos de nuestra alma... No queremos la república sólo por ser
república; la alabamos porque realiza nuestro programa, porque pone en
práctica aquello a lo que solía darse el nombre de utopías.~4*

41. En 1852 incluso se imprimieron el Regulamento da Carbonaria Portuguesa, el Cobridor


da Carbonaria Eclectica Lusitana y la Organizago das Chops. Se utilizb para ello una prensa
existente en el monasterio de Santa Cruz. En la litografía aparecían tres genios cubiertos con un
escudo y sobre nubes, los cuales representaban la Libertad, Igualdad y Fraternidad (JOAQUIM MARTINS
DE CARVALHO, O Conimbricense, n.o 2166, 2-4-1868, p. 3).
42. A Revoluqio de Setembro, Lisboa, n.o 1805. 14-3-1848. Cf. JOSÉ EsrEvÁo, Obra política
1: Escritos, debates parlamentares e outros discursos. Esdudo introdutório, selecq¿io e notas de José
Tengarrinha, Lisboa, 1962-1963, p. 123.

También podría gustarte