Relajacià N Dinã¡mica

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La relajación

R. Durand de Bousingen

Vivimos en una época agitada donde nuestra energía física como tanto psíquica se
consume mucho más rápido que antes. El hombre moderno es incitado en todo momento
por un exceso de estímulos sensoriales y tentaciones afectivas de todo tipo. El ritmo
acelerado de exigencia nos coloca en un estado de excitación nerviosa permanente. La
necesidad de una higiene física y sobre todo psíquica que permita adaptarse a las nuevas
condiciones de la existencia, resistir a las provocaciones de afuera, se hace cada vez más
urgente. La búsqueda de medios para disminuir la tensión se hace cada vez más imperiosa.

Los medios de relajación tienen un origen muy antiguo, pero su estudio y


aplicación en hombres sanos o enfermos son relativamente de fecha reciente. Primero se
estudiaron conjuntamente en Alemania y Estados Unidos pero su uso se extendió
rápidamente a otros países como Francia.

Los métodos de relajación son conductas terapéuticas reeducativas o educativas, que


utilizan técnicas elaboradas y codificadas manifestándose específicamente en el sector
tensional y tónico de la personalidad. La expansión neuromuscular alcanza un tono de
reposo base de una disminución de la tensión física y psíquica. La relajación es así una
técnica que busca reposo lo más eficaz posible, y al mismo tiempo una economía de fuerzas
nerviosas puestas en juego por la actividad general del individuo. El estado de reposo físico
y mental siempre se ha asociado al relajamiento de tensión muscular. Numerosos
naturistas y filósofos han descrito en la vida una alternativa funcional y un balance
constante entre los estados de tensión y reposo. Todos los principios actuales de la biología
y la psicología modernas reposan sobre este proceso de reducción o equilibrio de las
tensiones.

Desde el punto de vista psicológico Freud, en 1895, retomando las ideas de Fechner
(1873), intento aplicar principios análogos en su concepción dinámica del funcionamiento
de la personalidad. Según Freud, uno de los principios fundamentales que gobierna la
conducta y la experiencia del hombre, esta descritos bajo el nombre de principios de
constancia: puede definirse como la tendencia del organismo a reducir las tensiones y
llevarlas a un nivel tan bajo, o al menos, tan constante como sea posible.
Enfoque bajo una óptica de psicología en general.

Toda la psicología dinámica contemporánea reposa en la noción energética de las


fuerzas psíquicas. Pradines afirma que la cuestión de la tensión de la actividad psíquica,
bien parece, por naturaleza, ser la más general que el psicólogo pueda considerar. Propone
incluso, como introducción a la psicología un Estudio general de la tensión mental.

Janet, ha desarrollado una teoría de la tensión psicológica que parece explicar el


dinamismo de la conducta. Janet definió convencionalmente la tensión psicológica como
“la reunión de dos fenómenos, una síntesis nueva, una fuerte concentración y hechos de
consciencia muy numerosos”; es la capacidad de un individuo para elevarse con sus
acciones con un grado de jerarquía de los actos psicológicos. El valor de los actos referidos,
está en relación estrecha con las concepciones filosóficas de la época y de los imprevistos
sociales del momento.

La psicología dinámica se apoya en la evolución psico-dinamica, en conflicto con el


entorno y concreta así los problemas. Esta manera de comprender las cosas le permite
evitar una energía psicológica de resonancia demasiado fisiológica, y de estrechar más la
realidad.

La tensión psicológica y sus derivados expresan una manera de considerar algunos


fenómenos del campo psicológico, mientras que la tensión muscular es una noción
fisiológica perfectamente limitada y definida. Cuando hago un esfuerzo mental, esta
manifestación mental se acompaña de modificaciones en mi musculatura voluntaria, que se
expresa habitualmente por un aumento de la tensión muscular que percibió mediante el
receptor de mi sensibilidad, en una sensación. El esfuerzo mental se traduce, en mi
sensibilidad, en una sensación de tensión (muscular), incluso de crispamiento (muscular),
que acompaña un cierto tipo de funcionamiento ideativo.

Notemos además, que estas dos series, hipertonía muscular y esfuerzo mental, no
están siempre asociados y que en todo caso nada nos permite objetivar, entre las dos series
de hechos desiguales uno del otro, en el estado actual de nuestros conocimientos, relaciones
cuantitativas cualesquiera, del hecho de la imposibilidad de encontrarse en común.
Técnicas de Relajación: Guía Práctica Escrito

Rosemary A. Payne

La relajación se usa con frecuencia respecto a los músculos, lo cual significa liberar
la tensión y el alargamiento de las fibras musculares, en contraposición al acomodamiento
que acompaña a la tensión o contracción muscular. No obstante, puesto que la relajación
tiene una dimensión tanto mental como física.

Un punto de vista más global es el de Sweeney (1987) que define a la relajación


como un “estado o una respuesta percibidos positivamente en el que una persona siente
alivio de la tensión o del agotamiento” ello incluye aspectos psicológicos de la experiencia
de la relajación, tales como una sensación agradable y la ausencia de pensamientos
estresantes o molestos.

Por lo tanto, la palabra “relajado” se emplea para referirse a los músculos flojos o
bien pensamientos de sosegados. Se supone que existe una conexión entre ellos puesto que
inducirse un estado aparentemente general de la relajación usando métodos fisiológicos o
psicológicos. Puede que la relajación tiene tres objetivos (Titlebaum, 1988)

 Como medida de prevención, para proteger a los órganos del cuerpo de un


desgaste innecesario, y especialmente a los órganos implicados en las
enfermedades relacionadas con el estrés. (Selye 1956)
 Como tratamiento para facilitar el alivio del estrés en condiciones tales como
hipertensión idiopática, dolor de cabeza, insomnio, asma, deficiencia inmunitaria
(Antoni y colaboradores 1991), ansiedad (Öst 1988) y muchas otras.
 Como una técnica para poder hacer frente a las dificultades, para calmar la mente
y permitir el pensamiento sea más claro y eficaz. El estrés puede debilitar
mentalmente a las personas. La relajación puede facilitar el restablecimiento de la
claridad del pensamiento; se ha descubierto que la información positiva
almacenada en la memoria resulta más accesible cuando las personas están
relajadas ( Peveler & Johnston, 1986).

Se han explorado los mecanismos considerados responsables de conseguir un estado


de relajación, dando un cierto lugar a teorías. Algunas de ellas ponen énfasis en los
aspectos fisiológicos, tales como la actividad autónoma y la tensión muscular, mientras que
otras se centran en elementos psicológicos tales como las actitudes hacia uno mismo.
Relajación

Es nuestro estado natural, proporciona principalmente un estado de descanso


profundo a la vez que se regula el metabolismo, ritmo cardiaco, respiración. Nos libera de
tensiones tanto musculares como psíquicas que se acumulan con el paso del tiempo. Es la
capacidad innata del cuerpo para alcanzar un estado especial caracterizado por una
disminución de las pulsiones cardiacas.

La relajación mejora el riego sanguíneo, armonía, la respiración, los latidos del


corazón, distiende músculos y lo más importante proporciona una intensa sensación de
bienestar, calma y tranquilidad cercana al estado de sueño, pero en estado de vigilia.

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