El documento define el dolo como un vicio del consentimiento que consiste en el engaño o artificio utilizado para inducir a error a una persona y hacerla celebrar un negocio jurídico. Explica que el dolo puede ser bueno o malo, positivo o negativo, determinante o incidental, y que para viciar el consentimiento debe ser obra de una de las partes y haber sido determinante para la celebración del acto jurídico. También describe los efectos del dolo y cómo este es regulado en el Código Civil chileno.
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El documento define el dolo como un vicio del consentimiento que consiste en el engaño o artificio utilizado para inducir a error a una persona y hacerla celebrar un negocio jurídico. Explica que el dolo puede ser bueno o malo, positivo o negativo, determinante o incidental, y que para viciar el consentimiento debe ser obra de una de las partes y haber sido determinante para la celebración del acto jurídico. También describe los efectos del dolo y cómo este es regulado en el Código Civil chileno.
El documento define el dolo como un vicio del consentimiento que consiste en el engaño o artificio utilizado para inducir a error a una persona y hacerla celebrar un negocio jurídico. Explica que el dolo puede ser bueno o malo, positivo o negativo, determinante o incidental, y que para viciar el consentimiento debe ser obra de una de las partes y haber sido determinante para la celebración del acto jurídico. También describe los efectos del dolo y cómo este es regulado en el Código Civil chileno.
El documento define el dolo como un vicio del consentimiento que consiste en el engaño o artificio utilizado para inducir a error a una persona y hacerla celebrar un negocio jurídico. Explica que el dolo puede ser bueno o malo, positivo o negativo, determinante o incidental, y que para viciar el consentimiento debe ser obra de una de las partes y haber sido determinante para la celebración del acto jurídico. También describe los efectos del dolo y cómo este es regulado en el Código Civil chileno.
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El DOLO
CONCEPTOS GENERALES DE DOLO
Tanto en el error como en el dolo existe por parte de la víctima una falsa representación de la realidad que atenta contra el requisito antes mencionado. La diferencia entre uno y otro está en que, en el primero, la falsa representación que se hace el sujeto surge en forma espontánea; en el segundo, en forma no espontánea y sí provocada por las maquinaciones o maniobras fraudulentas fraguadas por otra persona para engañar e inducir a error al sujeto. El dolo es un vicio del consentimiento constituido por la maquinación fraudulenta destinada a que una persona preste su consentimiento para la celebración de un acto o contrato. El dolo “consiste en el artificio utilizado para engañar a una persona provocando en ella un error o aprovechando el error en que la misma se halla, a fin de inducirla a realizar un negocio jurídico” CLASIFICACIÓN DEL DOLO A) Dolo bueno y dolo malo El dolo bueno consiste en “el comportamiento lícito, realizado con astucia, malicia, halagos, jactancias, propaganda, incitaciones e insistencias que se consideran permitidas en la vida de los negocios o, en general, en las relaciones sociales o jurídicas; para el mismo, cualquier sujeto del mundo del derecho está preparado y habituado” El dolo malo, en cambio, supone un comportamiento ilícito constituido por el engaño que una persona hace a otra para inducir a esta última a una manifestación de voluntad que sin el dolo no habría efectuado, o habría efectuado en condiciones menos onerosas. B) Dolo positivo y dolo negativo El dolo positivo es aquel en que el engaño se realiza a través de razonamientos o actos tendientes a representar como verdaderas circunstancias falsas o a suprimir o alterar las verdaderas. El dolo negativo es aquel en que el engaño consiste en ocultar sagazmente hechos verdaderos.
C) Dolo determinante y dolo incidental
Dolo determinante, principal o inductivo, es aquel que induce en forma directa a una persona a realizar una declaración o manifestación de voluntad que, de no mediar el dolo, se habría abstenido de realizar. El dolo incidental, en cambio, no es determinante para la manifestación de voluntad, que la víctima hubiera formulado de todas maneras, aunque, de no existir el dolo, la hubiera formulado en condiciones menos onerosas
EFECTOS DEL DOLO
Para que el dolo vicie el consentimiento, debe reunir los siguientes requisitos: a) Existencia de un engaño o artificio; b) A dicho engaño o artificio se recurre para inducir a una persona a celebrar un acto jurídico; c) Las maquinaciones engañosas deben tener éxito, es decir, la víctima celebra el acto a que se la indujo, acto que surge como consecuencia inmediata y directa del error provocado; d) Si el acto jurídico es bilateral, el dolo debe provenir de la otra parte, o a lo menos, debe ser conocido por ésta. En caso de que dicha parte no hubiera fraguado el dolo y éste fuera obra de un tercero, el dolo no vicia el consentimiento de la parte que celebró el contrato inducido por él, a menos que aquélla hubiera estado en conocimiento del engaño del tercero, caso en el cual debió informar del mismo a la víctima, constituyendo su silencio un dolo negativo que vicia el consentimiento de la parte que lo sufrió si fuera determinante para ésta. DE QUÉ PERSONAS PUEDE PROVENIR EL DOLO a) En los actos jurídicos unilaterales, el dolo debe provenir necesariamente de una persona que no es parte en el acto. Por ejemplo, el dolo que se ejerce sobre una persona para que otorgue testamento debe necesariamente provenir de un tercero, beneficiado o no con la disposición testamentaria. b) En los actos jurídicos bilaterales, el dolo puede provenir de una de las partes o de un tercero. Si proviene de una de las partes y es determinante, vicia el consentimiento. Si proviene de un tercero, no vicia el consentimiento, salvo que la parte que haya conocido el dolo del tercero no lo haya puesto en conocimiento de su contraparte; reticencia que, de ser determinante, vicia el consentimiento. c) En los actos jurídicos plurilaterales, el dolo puede provenir de una de las partes o de un tercero. La nulidad por dolo puede solicitarla solamente la parte directamente engañada, en cuyo caso el acto o contrato plurilateral no se invalida para todas las partes que intervinieron en su celebración, sino sólo para aquella que fue víctima del dolo, “salvo el caso que la participación de ésta en el contrato deba considerarse esencial para las otras”. EL DOLO EN EL CÓDIGO CIVIL CHILENO El legislador conoce el término dolo con tres acepciones o significados diferentes: a) Como uno de los vicios de que puede adolecer la voluntad; b) Como una circunstancia agravante de la responsabilidad del deudor que no cumple la obligación asumida emanada de un contrato (art. 1558). El deudor que infringe la obligación con dolo, esto es, con la intención de perjudicar al acreedor, debe indemnización por los perjuicios directos, tanto previstos como imprevistos; en cambio el deudor que infringe la obligación por culpa o negligencia, responde solamente por los perjuicios directos previstos. c) Como uno de los elementos que integran el supuesto de hecho del delito civil, y que consiste en la intención de causar daño (art. 2284) El dolo está definido en el artículo 44 del Código Civil como la intención positiva de inferir injuria a la persona o propiedad de otro. EL DOLO COMO VICIO DEL CONSENTIMIENTO El Código Civil reglamenta el dolo como vicio del consentimiento en dos disposiciones: los artículos 1458 y 1459. El inciso primero del artículo 1458 establece que el dolo no vicia el consentimiento sino cuando es obra de una de las partes, y cuando además aparece claramente que sin él no habrían contratado. De la disposición transcrita se desprende que para que el dolo vicie el consentimiento debe reunir dos requisitos copulativos: ser determinante y ser obra de una de las partes. La exigencia que formula el Código en el sentido de que el dolo debe ser obra de una de las partes revela que el legislador se refiere en el artículo 1458 a los actos jurídicos bilaterales y, más concretamente, a los contratos. La voluntad puede también encontrarse viciada en los actos jurídicos unilaterales. No lo dice en términos explícitos la ley, pero no cabe otra conclusión si se considera que el Código admite la posibilidad de dolo en actos jurídicos unilaterales, tales como la aceptación o repudiación de una herencia (arts. 1234 y 1237); la renuncia de los gananciales hecha por la mujer o por sus herederos (art. 1782) y el testamento (art. 968 Nº 4º). EFECTOS QUE ATRIBUYE EL CÓDIGO CIVIL AL DOLO El dolo vicia la voluntad cuando es determinante y obra de una de las partes, este último requisito solamente si el acto jurídico en que incide es bilateral. El dolo como vicio de la voluntad se sanciona con la nulidad relativa o rescisión (art. 1682 inciso final). No reuniendo el dolo los requisitos expresados, o sea, cuando no es determinante o cuando teniendo tal carácter no es obra de una de las partes en un acto jurídico bilateral, no vicia el consentimiento, no afecta a la validez del acto jurídico. Sin embargo, el dolo que no reúne las condiciones requeridas para viciar la voluntad da derecho a la víctima para exigir indemnización por los perjuicios sufridos como consecuencia del dolo. La víctima del dolo, para obtener reparación de los perjuicios sufridos, tiene dos posibilidades: demandar a la persona que fraguó el dolo por el total de los perjuicios; o demandar a la persona que, sin haber fraguado el dolo, ha obtenido provecho de él, pero sólo hasta concurrencia de dicho provecho. (1458 CC inciso 2) PRUEBA DEL DOLO Dispone el artículo 1459 que el dolo no se presume sino en los casos especialmente previstos por la ley. En los demás debe probarse. La regla general, de acuerdo con el precepto transcrito, es que el dolo debe probarse por quien alega haber sido víctima de él. CONDONACIÓN DEL DOLO De conformidad con lo dispuesto por el artículo 1465, el dolo no puede perdonarse o condonarse anticipadamente, es decir, antes de que se cometiere. La condonación del dolo futuro adolece de objeto ilícito y se sanciona con la nulidad absoluta. Nada obsta, en cambio, a que el dolo sea perdonado una vez que se haya cometido y haya sido conocido por la víctima.
Ley de Amparo, reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos 2016: Comentada y con jurísprudencia