Riquelme Jadue - 2003
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Capítulo 2
HACIA UNA NOSOLOGÍA INTEGRADA DE LOS TRASTORNOS
DE LA PERSONALIDAD Y EL ESPECTRO DE LO LIMÍTROFE
En los últimos años, los trastornos de la personalidad están teniendo una mayor aten-
ción clínica. pasando de complicadas teorías a una actual preocupación por una mayor
precisión en la nosología y en el tratamiento. Esto se manifiesta por la presencia en
congresos y reuniones científicas. dentro de una perspectiva más clínica y operativa.
Quiénes nos dedicamos al trabajo clínico, encontramos indispensable conocer bien este
aspecto del diagnóstico ya que siempre está interactuando con el diagnóstico del Eje l.
propuesto por la asociación psiquiátrica americana desde el DSM 111 (1987) interfiriendo
el pronóstico o afectando la interacción terapéutica.
• Persona, viene de una voz etrusca que pasó al griego como máscara, para la tragedia y la comedia.
44 1 ••• Trastornos de Personalidad : Hac ia una mirada inte gral
Por su parte, Kernberg (1967 , 1977, 1981, 1987) y Millon (1996-2001 ), han hecho apor-
tes significativos proponiendo, desde distintas perspectivas, comprensiones que permi-
ten orientar el trabajo clínico para el mejor tratamiento de estos cuadros; el primero
adapta criterios dimensionales, categoriales y la teoría estructural de la mente, el segun -
do, propone un criterio dimensional con un análisis factorial con un modelo interpersonal
del tratamiento.
Otros autores destacados son el ya citado Allport y Bowlby (1969), siendo Kurt Schneider
(1934) el más destacado de los autores contemporáneos desde una perspectiva históri-
ca, con su importante obra Las personalidades psícopátícas, que todavía seguimos re-
descubriendo y que analizaremos en el presente trabajo, entre otras clasificaciones.
A continuación, detallaremos una serie de definiciones básicas para entender las clasifi-
caciones que examinaremos:
Factores Estiopatogénicos
Factores psicológicos
Desde la teoría del aprendizaje a la teoría conductual , se postula que sobre el niño se
ejercen modelos que ocasionarían trastornos de la personalidad . Desde una visión
cognitivista y la influencia en nuestra personalidad de las denominadas cogniciones, el
procesamiento de la información, los esquemas y las reglas personales, los procesos
interpersonales, etc., estarían a la base de alteraciones de la personalidad .
Las distintas teorías psicoanalíticas enriquecen el trabajo clínico y han dado suficientes
instrumentos psicoterapéuticos para la intervención clínica . Como factores etiopatogénicos
de estos trastornos, el psicoanálisis propone que las vivencias traumáticas tempranas
afectarían el desarrollo del Yo, constituyéndose en un Yo más débil que utilizaría princi-
palmente mecanismos de defensa primitivos para resolver sus conflictos. Bion (1957 a)
plantea que en toda persona existe un núcleo psicótico. Sin embargo, existen sujetos en
que este núcleo es mucho más evidente e invasor en el funcionamiento de su aparato
mental, y se expresaría clínicamente en la psicosis y en los trastornos graves de persona-
lidad . Como Bion , muchos autores psicoanalíticos han estudiado los factores etiológicos
de estos trastornos y han postulado que ciertos conflictos en la separación, niveles bajos
de diferenciación en los padres, déficit en la función materna, fallas en la confianza
básica, entre otros, serían reconocibles en las historias tempranas de estos pacientes.
Factores socioambientales
Existe suficiente evidencia clínica de que el ambiente tiene una importancia fundamental en
el desarrollo de las personas. Es frecuente encontrar en los sujetos con trastornos graves de
46 1 ••• Trastornos de Personalidad : Hac ia una mirada inte gral
Factores biológicos
Los factores biológicos se han relacionado con las enfermedades psiquiátricas mayores,
y estos cuadros clínicos se han considerado subsfndromes de las enfermedades psiquátricas
mayores. Se ha visto que los sistemas de neurotransmisión involucrados son parecidos a
los de los trastornos mayores. Entonces tenemos que los trastornos de personalidad
comprometen diferentes sistemas de neurotransmisión, dependiendo de los distintos
cluster. Asimismo, se correlacionan con enfermedad afectiva con esquizofrenia y trastor-
nos ansiosos. Los sistemas de neurotransmisión propuestos se pueden ver en el Cuadro
Nº 1. Siever (1991) sostiene que las distintas agrupaciones de personalidad o cluster
corresponden a una dimensión particular de la personalidad . Por ejemplo, en el caso de
la esquizofrenia involucra lo cognitivo, y el sistema de neurotransmisión más comprome-
tido es el dopaminérgico. En tanto, el trastorno que se relaciona con estos desordenes
de personalidad es la esquizofrenia. En éste también podemos ver que, en los trastornos
afectivos e impulsivos se compromete la regulación del afecto y el control de impulsos.
Los sistemas de neurotransmisión comprometidos son el colinérgico, noradrenérgico y
serotorinérgico. Los trastornos vinculados son los afectivos y de control de impulsos. Los
sistemas comprometidos en los trastornos ansiosos quedan explicados en el mismo cuadro.
Sección 1 • Evolución del concepto, epidemologla y diagnóstico ■♦ 1 47
Los intentos por establecer una clasificación tienen un gran número de dificultades,
como la misma definición de personalidad normal o la gran cantidad de trastornos des-
critos. De cualquier forma. en el campo de la psicología el método más utilizado ha sido
el de la clasificación dimensional de la personalidad, habiéndose estudiado múltiples
modelos como los de Eysenck y Mil Ion, que se miden en cuestionarios factoriales.
3. Manual Diagnóstico y Estadístico, DSM 111, DSM 111-R y DSM IV, que clasifica a los
trastornos de personalidad con un criterio categorial.
4. Otto Kernberg propone una clasificación utilizando un criterio estructural, que com-
bina criterios categoriales y dimensionales.
5. Theodore Millon utiliza un criterio dimensional con análisis factorial, y propone una clasi-
ficación de 14 tipos de trastornos con una serie de subtipos en sus formas adultas.
Se examinan brevemente las ventajas y las limitaciones de cada una de éstas, y cómo
pueden integrarse en el trabajo clínico y terapéutico.
Personalidades psicopáticas
Este autor plantea que en el ser psíquico individual se distinguen, junto a numerosos
rasgos parciales, tres complejos de facultades : la inteligencia, la vida de los sentimientos,
pulsiones corporales (vitales) . Estos tres aspectos o vertientes se hallan íntimamente rela-
cionados, pero pueden ser considerados aisladamente.
Las personalidades anormales son desviaciones de un tipo medio de personalidad . Rige, por
lo tanto, como una norma para su consideración dicho término medio, y no una norma
valorativa . Entre las personalidades anormales y aquellos estados que designamos como
normales, aparecen transiciones muy frecuentemente, como una gradiente, sin que exista
un límite entre unas y otras.
De las personalidades anormales este autor separa como personalidades psicopáticas aque-
llas que sufren por su anormalidad, o que debido a ella hacen sufrir a la sociedad. Describe
una serie de tipos de personalidades psicopáticas incomparables entre sí; tipos entre los
cuales son posibles, frecuentes, múltiples y variadas combinaciones. Es así como desde el
tipo bien acentuado hasta los más simples "rasgos " existen toda clase de gradaciones.
Psicópatas hipertímicos: también denominados psicópatas activos, son los tipos extre-
mos de personalidades con estados de ánimo fundamentalmente alegre, temperamen-
to vivo y una cierta actividad. Frecuentemente son bondadosos y están dispuestos a
Sección 1 • Evolución del concepto, epidemologla y diagnóstico ■♦ 1 49
ayudar; son eficientes, capaces de rendir, pero carecen de firmeza y profundidad. Son
poco dignos de confianza, no tienen sentido crítico. son descuidados y fáciles de in-
fluenciar. La conducta es con frecuencia informal. sin sentido de las distancias y dema-
siado libre. Junto a estos hipertímicos más equilibrados existen también hipertímicos
agitados. excitados. sin estados de ánimo fundamentalmente alegre. Los hipertímicos
son especialmente incluibles dentro del círculo psicopático en calidad de hipertímicos
pendencieros o como hipertímicos impulsivos. Se comprende que -debido a su tempe-
ramento vivo y su elevado sentimiento de suficiencia- incurren fácilmente en querellas.
En general. los hipertímicos no se sienten satisfechos con nada y se mezclan gustosos en
cosas que les son indiferentes. Estos trastornos son. como veremos más adelante,
homologables a los ciclotímicos e hipomaníacos descritos por Kernberg.
Muchos depresivos son infatigables, activos y serios cumplidores de sus deberes, mas no se
alegran con ningún éxito y todo reposo trae consigo el peligro de la irrupción de los fantas-
mas reprimidos. Otros, consideran el sufrimiento como un mérito. lo mismo que la tendencia
a reflexionar y a cavilar. la amargura de la vida terrena sin necesidad de ayuda, les conduce a
buscar refugio en firmes y consoladoras concepciones del mundo, o bien a combatir por
ellas, muchas veces inútilmente. Existen variantes melancólicas, personalidades blandas,
bondadosas y al mismo tiempo tímidas y fáciles de desanimar. y variantes más bien malhu-
moradas: frías. gruñonas. obstinadas, desconfiadas, irritables. criticonas. También existen
depresivos malvados que se complacen con hacer daño. Aquí, puede adoptar un aspecto
fanático el pesimismo frente al destino: se siente alegría cuando las cosas marchan de nuevo
mal. Los depresivos de Schneider son homologables a la personalidad depresiva del DSM IV
y a la personalidad melancólica o typus melancholicus de Tellembach ; además algunas des-
cripciones alcanzan a los subtipos adultos descritos por Millon.
ridad y con deficiente confianza en sí mismas, sin embargo, estos rasgos no son siempre
fáciles de apreciar. La falta de libertad interior y la timidez de los inseguros de sí mismos
se encuentran en ocasiones rígidamente compensadas hacia el exterior mediante una
apariencia demasiado segura, incluso arrogante, o por no querer pasar desapercibido.
Los escrúpulos y sentimientos de insuficiencia de los inseguros de sí mismos repercuten,
no siempre pero frecuentemente, en la conducta ética. Estas personas están siempre
pugnando con remordimientos y escrúpulos de consciencia, y de todo cuanto fracasan
se culpan en primer lugar a sí mismos.
Kretschmer ha descrito con insuperable intuición a estos escrupulosos éticos como sen-
sitivos, así como los desarrollos paranoides que ocasionalmente surgen en ellos. Estos
desarrollos no se deben hacer desembocar directamente en las psicosis. Los sensitivos
son personas cuya vida transcurre dentro de la mayor escrupulosidad de consciencia,
exagerada incluso, pero que a pesar de ello están siempre cavilando culposamente acer-
ca de su propia conducta. Sobre el terreno constituido por estas personalidades, surgen
las obsesiones. Schneider, sugiere que es preferible hablar de psicópatas anancásticos u
obsesivos en lugar de hablar de neuróticos obsesivos.
un modo de ser excéntrico. con el fin de atraer sobre sí la atención, asumen las opinio-
nes y realizan las cosas más extrañas; con frecuencia procuran también adoptar un as-
pecto exterior llamativo. Otra actitud posible es la autoalabanza. Finalmente, la de refe-
rir historias o representar escenas en que se realce la propia personalidad, para lo que se
requiere bastante fantasía. Se trata, en este caso, de seudología fantástica. Con el afán
de representar un papel que le es negado en la vida real. el seudólogo hace teatro ante
los demás y ante sí mismo, este tipo de personalidad es homologable a la personalidad
histriónica. del DSM IV y CIE 1O.
Psicópatas lábiles de ánimo: son personas lunáticas en las que, de modo insospecha-
ble, surgen oscilaciones de ánimo de índole irritable-depresiva. En muchas ocasiones
resulta sumamente difícil asegurar si estos cambios de humor son reactivos, es decir, si
se hallan psíquicamente motivados. De todos modos, estos sujetos tienen días durante
los cuales reaccionan de un modo más fácil. y otros duraderamente depresivos. Se trata
de una reactividad depresiva aumentada y reforzada, sobre un fondo que no se halla en
sí determinado de un modo reactivo. De tales cambios de humor surgen múltiples accio-
nes impulsivas, tales como huidas o excesos de bebidas. Los lábiles de ánimo se homologan
con las personalidades limítrofes, del DMS IV y CIE 1O, de Kernberg y Millon.
Psicópatas explosivos: son aquellas personas que estallan al menor pretexto, es decir,
personas excitables desde el exterior, irritables, que fácilmente montan en cólera. Cual-
quier palabra las hiere y, antes de que la personalidad haya captado y valorado exacta-
mente su peso y significación, surge una reacción explosiva en respuesta al insulto o al
acto de violencia (Personalidades sádicas, del DSM 111-R y de Millon).
Psicópatas desalmados: son personas que carecen o casi no tienen compasión, vergüen-
za, sentido del honor, remordimientos, consciencia. Son con frecuencia sombríos, fríos,
gruñones y según sus actos, impulsivos, brutales y crueles. Los desalmados son fundamen-
talmente incorregibles o ineducables, ya que en los casos acentuados, falta toda base
sobre la que pudiera actuar una influencia constructiva. Lo que más llama la atención de
estas personas es que tienen falta de conciencia moral. esto es, que conocen las leyes pero
hacen caso omiso de ellas. Además los desalmados, no toman en cuenta el valor del otro,
por lo que pueden pedudicar a alguien sin sentir culpa ni remordimientos; no se arrepien-
ten de lo que hacen, porque no sienten que hagan daño; esto lo precisa Bleuler al describir
que estos pacientes tienen un defecto en los sentimientos morales; este tipo de psicópatas
se correspondería con la personalidad antisocial del DSM IV y disocia! del CIE 1O, el antiso-
cial de Kernberg y Millon.
Su aspecto social es de la inestabilidad (personalidad limítrofe del CIE 1O, variante abúlica
y desanimada de Millon).
1 Criterio Asistemático
1. Psicópatas Hipertfmicos
2. Psicópatas Depresivos
3. Psicópatas Inseguros de sí mismos
4. Psicopatas Fanáticos
5. Psicopatas Necesitados de Estimación
6. Psicópatas Lábiles de Animo
7. Psicópatas Explosivos
8. Psicópatas Desalmados
9. Psicópatas Abúlicos
10.Psicópatas Asténicos
• Al revisar la descripción de estos cuadros clínicos, todos están implícitos en el espectro limítrofe.
Al revisar las descripciones clínicas de cada uno de estos trastornos que efectuó Kurt
Schneider (Cuadro Nº 2), se podría hacer hoy el diagnóstico de estructuras limítrofes con
el conocimiento y la propuesta hecha por Kernberg, ya que todos tienen graves
Sección 1 • Evolución del concepto, epidemologla y diagnóstico ■♦ 1 53
En este apartado vamos a explicar una serie de cuadros o trastornos que aparecen en un
momento determinado en personas, hasta ese momento normales y que sobrevienen
por una causa concreta conocida, por lo que las denominamos transformaciones de la
personalidad. y que agruparemos en tres grandes conjuntos .
La transformación se debe a la experiencia vivida de una forma muy estresante con un profun-
do efecto sobre la personalidad del sujeto, independientemente de su vulnerabilidad . Son
ajemplos, las experiencias vividas en los campos de concentración, secuestros. torturas. maltra-
to, catástrofes naturales o exposición prolongada a situaciones amenazantes para la vida.
Suele ser frecuente que a este tipo de transformación le preceda un trastorno por estrés
postraumático, pasando a estados crónicos o secuelas irreversibles de este trastorno .
Según el CIE 1O, esta transformación de la personalidad debe ser persistente y tiende a
manifestarse con rasgos rígidos y desadaptativos que llevan a un deterioro de las relacio-
nes personales y de la actividad social y laboral. Por lo general, la transformación de la
personalidad debe ser confirmada por la información de un tercero.
Esta transformación de la personalidad debe haber estado presente por lo menos duran-
te dos años y no se puede atribuir a un trastorno de la personalidad preexistente.
54 1 ••• Trastornos de Personalidad : Hac ia una mirada inte gral
Las pautas para el diagnóstico definitivo, además de los claros antecedentes u otra
evidencia de enfermedad, lesión o disfunción cerebral, se basan en la presencia de
dos o más de los siguientes rasgos.
• Marcada alteración en el ritmo y flujo del lenguaje, con rasgos tales como
circunstancialidad, pegajosidad e hipergrafía.
1 Criterio categorial
1. Desorden de Personalidad Paranoide
2. Desorden de Personalidad Esquizoide
3. Desorden de Personalidad Disocia!
4. Desorden de Personalidad lmpulsiva,Limftrofe
5. Desorden de Personalidad Anancástico
6. Desorden de Personalidad Ansioso
7. Desorden de Personalidad Dependiente
8. Otros trastornos
En el apéndice del manual de diagnóstico DSM IV, se han considerado los trastornos de
personalidad negativista y depresivo. También hemos considerado el apéndice del DSM
111-R. que incluye el trastorno sádico y el trastorno masoquista o autodestructivo . Todos
estos trastornos están propuestos para futuras clasificaciones, considerándose que exis-
te una evidencia clínica para proponerlos. no siendo aún suficiente para considerarlos
como entidades clínicas independientes.
1 Criterio Categorial
Manifestaciones clínicas: Estas personas son sujetos que se creen explotados por los
demás, son desconfiados, patológicamente celosos, reaccionan a menudo de forma
agresiva. Afectivamente, son individuos fríos, egocéntricos y rígidos. No tienen mu-
cho deterioro social ya que suelen guardar sus ideas para sí; sólo en casos graves se
ven afectadas las relaciones interpersonales. Tienen una cierta incapacidad para per-
donar los agravios o peouicios, presentan un sentido combativo y tenaz de los pro-
pios derechos al margen de la realidad ; hay una predisposición a sentirse excesiva-
mente importantes con una actitud autorreferencial constante . Estos sujetos sienten
preocupación por conspiraciones sin fundamento, son querulantes, rencorosos, reti-
centes a confiar en los demás por temor injustificado a que la información que com -
partan vaya a ser utilizada en su contra . Se enorgullecen de ser racionales y objetivos,
Sección 1 • Evolución del concepto, epidemologla y diagnóstico ■♦ 1 59
Este trastorno sólo figura en la clasificación DSM ya que en la CIE 1O aparece dentro
de los trastornos esquizofrénicos. Estos sujetos son personas marcadamente raras y
extravagantes. incluso para los profanos; su vida diaria se caracteriza por tener pen-
samiento mágico. ideas peculiares y desrealización. Aparece en un 3% de la pobla-
ción y se aprecia un mayor número de casos entre los familiares de pacientes
esquizofrénicos. Existe mayor incidencia entre los gemelos monocigóticos que entre
los dicigóticos.
las tentativas suicidas son más frecuentes e intensas. En algunos trastornos de tipo
disociativo pueden aparecer personalidades histriónicas de base.
Manifestaciones clínicas: Son sujetos con conductas rígidas que con frecuencia se
marcan objetivos inalcanzables y están preocupados por las normas que ellos mis-
64 1 ••• Trastornos de Personalidad : Hac ia una mirada inte gral
Apéndice B DSM IV
Diagnóstico diferencial: Habría que hacerlo con la distimia, siendo ésta episódica, y
la personalidad depresiva de curso crónico. Hay que diferenciar este trastorno con el
resto de las patologías afectivas y con el trastorno de personalidad dependiente.
Diagnóstico diferencial: Habría que hacer el diagnóstico diferencial con las perso-
nas dependientes, ya que estos sujetos se oponen menos, aunque muestran sus
características pasivas. Asimismo con los esquizoides, aunque su negativismo es más
bien una manifestación de indiferencia.
Los sujetos sádicos humillan y desprecian -en presencia de otros- a los que están
bajo su control, ejerciendo violencia psicológica y abusando del poder que tienen en
relación al sujeto abusado. Es posible observar un goce ante el sufrimiento ajeno, ya
sea psicológico o físico; incluso se hace evidente con animales.
Este trastorno tiene la característica de ser egosintónico para el sujeto, por lo tanto
no acuden a consultar espontáneamente; sólo cuando se ven obligados por circuns-
tancias judiciales u otras. Es frecuente que en estos casos estén presentes caracterís-
ticas de los trastornos narcisista y antisocial de la personalidad; además pueden com-
plicarse por trastorno en el abuso de sustancias. Raramente se sienten deprimidos, y
al ser abandonados su reacción es de ira .
Este trastorno de personalidad figura en el apéndice del DSM 111-R para futuras clasi-
ficaciones. Consiste en un patrón patológico de conducta autodestructiva que se
presenta en diferentes contextos: el sujeto evita o tiene poco interés en las experien-
cias placenteras y es proclive a situaciones que le acarrean sufrimiento.
Los sujetos autodestructivos producen enojo en las personas, generando una con-
ducta complementaria a su actitud autodestructiva. Con esto reproducen el patrón
sacio-masoquista, repitiendo compulsivamente la agresión y el sufrimiento de los
cuales son víctima y al mismo tiempo protagonistas.
Dentro de los factores predisponentes podemos encontrar abuso físico, sexual o psi-
cológico en la infancia; el haber sido criado en una familia en la que se abusaba de la
esposa. Es interesante ver que los factores predisponentes son los mismos que para
la personalidad sádica, sin embargo, aquí la pulsión agresiva se dirige hacia sí mismo.
Estudios iniciales sugieren que este es uno de los trastornos de personalidad más
frecuentes en la población clínica, con mayor incidencia en mujeres.
Esta clasificación opera con la teoría estructural psicoanalítica, y por otro lado integra
criterios dimensionales y categoriales. Propone una conceptualización de las organiza-
ciones de la personalidad en tres niveles : organización neurótica de la personalidad,
organización limítrofe alta y limítrofe baja de la personalidad y organización psicótica de
la personalidad . Kernberg postula que la organización limítrofe de personalidad, en sus
niveles alto y bajo, serla común a todos los trastornos de personalidad . El diagnóstico de
la organización limítrofe de la personalidad se basarla en los siguientes criterios estruc-
turales : debilidad del yo, mecanismos de defensa primitivos y sexualidad perverso-
polimorfa . Este criterio incluye todas las personalidades que hemos revisado en la clasi-
ficación anterior, agregando las personalidades hipocondriaca. hipomanlaca y ciclotímica .
Este autor. no considera la personalidad evitativa. el Cuadro Nº 5 resume estas ideas.
Los síntomas que permiten sospechar una organización limítrofe son: ansiedad difusa y
flotante, lo que se ha denominado panangustia; neurosis polisintomática, que consiste
en que el paciente refiere constelaciones de síntomas neuróticos de diversas áreas
sintomáticas, como por ejemplo. fobias, trastornos disociativos. obsesiones, evitación,
síntomas hipocondríacos, actitud suspicaz frente al medio, síntomas conversivos, etc.
Además, los pacientes limítrofes refieren una sexualidad con tendencias perverso
polimorfas, que consiste en conductas promiscuas que dan cuenta de una relación de
objeto parcial; fallas en la identidad sexual y falta de constancia objetal , lo que hace que
cambien de pareja sexual frecuentemente .
Otro síntoma que nos puede dar luces acerca del diagnóstico de una organización limí-
trofe de la personalidad es el descontrol de impulsos, que se manifiesta en autoagresiones
68 1 ••• Trastornos de Personalidad : Hac ia una mirada inte gral
Diagnóstico Estructural
Los criterios que utiliza Kernberg para el diagnóstico estructural de estos pacientes se
basan en la presencia de un Yo débil, el uso de mecanismos de defensa primitivos,
pérdida del sentido de la realidad ; la presencia de un Superyó sádico y primitivo, y un Ello
que se expresa con alto grado de impulsividad que está presionando por el cumplimien-
to del deseo y por la realización del principio del placer.
La idealización primitiva consiste en que las cualidades de bondad de los otros se exage-
ran de manera patológica, al grado de excluir los defectos humanos comunes.
Esta clasificación contiene catorce trastornos que han sido estudiados con un criterio
dimensional con análisis factorial , lo que ha permitido deducir de estas personalidades
varios tipos adultos dentro de cada desorden de personalidad . Por otro lado, los desór-
denes de personalidad ya descritos por el DSM 11I-R y DSM IV, los reordena de un modo
distinto, teniendo en cuenta un criterio interpersonal. A continuación, presentaremos
cuatro cuadros que resumen las principales ideas de Millon (1996, 2001) .
El tercer grupo con conflictos intrapsíquicos, incluye a los sádicos, compulsivos, negativistas
y masoquistas, enfatiza la conflictiva intrapsíquica de cada uno de ellos y, por otro lado,
nos propone un acento más psicodinámico en el afrontamiento terapéutico.
CUADRO Nº 6 • Clasificación de los desórdenes de personalidad, según Th. Millon (criterio dimensional)
En los siguientes cuatro cuadros sinópticos (Nº 7 al Nº 1O), hemos resumido las ideas de Millon
en torno a los subtipos adultos descritos para cada uno de los trastornos de personalidad
conocidos, y los hemos reunido en cada una de las agrupaciones descritas anteriormente.
1 Estructuras Neuróticas
En los siguientes tres cuadros sinópticos (12, 13, 14), hemos incluido los trastornos de
personalidad que denominamos " Espectro de lo limítrofe " , ya que es posible pensar que
aquí aún falta investigación clínica que permita determinar, con mayor precisión, las distin-
74 1 ••• Trastornos de Personalidad : Hac ia una mirada inte gral
Estos cuadros sinópticos nos facilitan una visión general de la nosología, por un lado, y
por otro, esperamos que en los próximos años haya una mayor precisión en torno al
denominado espectro de lo limítrofe, pensando que se podrían tipificar estructuras men-
tales más específicas que diferencien este amplio grupo de patología de la personalidad .
En nuestra práctica clínica hemos podido distinguir los siguientes grupos, tomando los
criterios clínicos y estructurales:
2. Personalidades inseguras con síntomas obsesivos graves, que otros han denominado
esquizofrenia pseudoneurótica. Estas conductas obsesivas constituyen defensas pre-
carias a núcleos psicóticos muy amplios de la personalidad.
Postulamos desde este capítulo que una única organización limítrofe de personalidad no
explica el amplio espectro de los trastornos limítrofes, y es necesario hacer un esfuerzo
nosológico mayor que permita un mejor acercamiento teórico, clínico y terapéutico, a
este amplio grupo de trastornos.
Por otro lado, la clasificación de Mil Ion (1996-2001 ), y la diferente agrupación de los
desordenes de personalidad, el análisis factorial que ha permitido distinguir distintos
tipos adultos dentro de un mismo trastorno de personalidad, constituyen un aporte
significativo, ya que su integración a la descripción nosológica y a la práctica terapéuti-
ca, permiten un acercamiento más específico en cada uno de estos desórdenes.
76 1 ••• Trastornos de Personalidad : Hacia una mirada integral
Ilustración clínica
Historia: O., de 32 años, no ha tenido pareja, desde los 16, relata temores, inseguridad
intensa, a veces tiene episodios depresivos. Consulta en innumerables oportunidades, se
le diagnóstica depresión endógena sin asumir un tratamiento concordante, consume
psicofármacos en grandes cantidades para aminorar su angustia al contacto con las
personas, para disminuir sentimientos de aburrimiento. Se reconoce muy dependiente
de su familia y se descompensa en forma más grave en relación a la muerte del padre.
Llega a hospitalizarse por dos graves intentos suicidas en los dos últimos meses, en uno
de ellos, como hecho fortuito, se incendia la casa a consecuencia que estaba intoxicándose
con gas, quedando con secuelas de quemaduras.
• Desde lo fenomenológico hasta el DSM IV nos permite tratar los síntomas blan-
cos con una estrategia farmacológica con ansiolíticos, antipsicóticos en dosis bajas y
antidepresivos para mejorar sus angustias, temores tan intensos y su desánimo .
• Haber dejado por mucho tiempo sin diagnóstico el Eje 11, ha hecho que este paciente
realice un largo camino adictivo destructivo que casi termina con su vida .
CONCLUSIONES
Es importante tener una nosología común o comparada que permita homologar estos
cuadros clínicos de difícil diagnóstico, y que se hacen más confusos si es que estamos
denominando con distintos diagnósticos a situaciones similares o dando iguales nom-
bres a aspectos clínicos distintos.
Es importante tener en cuenta la alta prevalencia de los DP, lo que significa que los
encontraremos en todas las instancias de la red de salud mental (13% de Prevalencia en
población general, 20% o más en la población psiquiátrica).
Su pronóstico suele ser malo. especialmente en las estructuras más bajas -en la nomen-
clatura de Kernberg- si no se aborda eficaz e integralmente.
Se requiere de un esfuerzo investigativo en los próximos años para tipificar, dentro del
espectro de lo limítrofe estructuras mentales específicas que permitan intervenir clínica y
terapéuticamente mejor.
Es importante conocer los diferentes criterios nosológicos ya que fuera de tener una
importancia teórica, en la práctica clínica, permite utilizarlos desde un punto de vista
nosológico y terapéutico. Esto deriva en una intervención clínicamente más eficaz, des-
de diferentes perspectivas terapéuticas, y con un criterio multimodal.
Es necesario continuar haciendo este esfuerzo integrativo de las distintas escuelas del
conocimiento psicológico y desde la neurobiología, a objeto de poder clarificar mejor la
nosología de este tipo de cuadros clínicos. Asimismo, la integración de los distintos
aportes del conocimiento, necesariamente, tendrá un efecto en la práctica clínica que
permitirá una mayor eficacia terapéutica en estos complejos casos de la clínica psiquiá-
trica y psicológica.