Tema 1 Neuro
Tema 1 Neuro
Tema 1 Neuro
de la neuropsicología
M. Arnedo Montoro
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE
Al finalizar el capítulo el alumno será capaz de:
» Conocer las raíces históricas de la neuropsicología y su desarrollo reciente como disciplina
neurocientífica.
» Reconocer los avances en este campo en función de las progresivas innovaciones tecnológi-
cas y los cambios en la concepción del cerebro.
» Identificar los principales autores y sus aportaciones a los diversos ámbitos del saber neu-
ropsicológico.
» Diferenciar las contribuciones de los métodos anatomoclínico y experimental al conocimien-
to de la relación cerebro-conducta en neuropsicología.
INTRODUCCIÓN
La historia de la neuropsicología como disci-
La neuropsicología es una disciplina neurocientí- plina reglada es muy reciente. En 1948, Hans-
fica que estudia la relación entre el cerebro y la Lucas Teuber utilizó por primera vez el término
conducta (Kolb y Wishaw, 2017). Comparte con en una comunicación dentro de un simposio de
la psicología el interés por comprender los procesos la American Psychological Association (APA) cele-
cognitivos, afectivos y sociales y las características brado en Boston. Sólo un año después la palabra
de personalidad que dan lugar al comportamiento, neuropsicología en su acepción actual apareció
y con las neurociencias, el objetivo de conocer el formando parte del título de la obra de Donald
sistema nervioso, especialmente el cerebro, desde O. Hebb: The organization of behavior: a neu-
una perspectiva multidisciplinar. La neuropsicolo- ropsychological theory, con el objetivo de expresar
gía ha crecido de manera exponencial desde la se- la idea de que para entender la conducta humana
gunda mitad del siglo xx, sobre todo en los últimos se requiere una comprensión del funcionamiento
25 años, debido al propio auge de las neurociencias cerebral (Kolb y Whishaw, 2017).
y de la psicología dentro de la comunidad científica El respaldo como disciplina científica se pro-
=y de la sociedad en general-, así como al desarro- dujo en la década de 1960 tras la consolidación
llo tecnológico de la neuroimagen, presente en la de su práctica clínica en Estados Unidos, la pu-
mayoría de los grandes hospitales que atienden el blicación de las dos primeras revistas del área,
daño cerebral y en muchos de los departamentos, Neuropsychologia (Henry Hécaen, 1963) y Cortex
institutos y centros de docencia e investigación psi- (De Renzi, 1964) y la constitución, en 1967, de la
cológica, por lo que las imágenes del cerebro son International Neuropsychological Society (UNS). En
ahora más accesibles a los neuropsicólogos que en 1980, la APA crea una división específica para la
cualquier época anterior (Brown et al., 2017). neuropsicología clínica —división 40— y en 1996
4 SECCIÓN | e Introducción a la neuropsicología clínica
la reconoce como especialidad (Junqué y Mataró, El cerebro como órgano rector de la conducta sur-
2000). gió como una idea nueva compartida por algunos
En 1998, durante la conferencia de Houston filósofos y médicos griegos coctáneos de Hipócra-
para la formación especializada en neuropsicolo- tes y representó una aproximación diferente a la
gía clínica, se elabora un documento que recoge que se había mantenido en civilizaciones anterio-
la instrucción teórica y práctica reglada necesaria res. Hace 4.000 años en Mesopotamia se afirmaba
para su acreditación profesional. Sin embargo, que era el corazón quien gobernaba el intelecto, y
en numerosos países —entre ellos, España— no se el hígado, las emociones. El corazón tuvo también
dispone de un itinerario oficial para la capacita- un papel destacado en Babilonia, India y aun en
ción como neuropsicólogo clínico a nivel estatal; Egipto, a pesar de que allí se han encontrado papi-
de ahí que muchos profesionales, desde distintos ros que ya describían los efectos del daño cerebral
ámbitos, se atribuyan dicho título sin demostrar sobre el sistema motor.
un riguroso aprendizaje en esta disciplina. En En la Antigua Grecia, el Corpus Hippocraticum
España, la única especialidad reconocida hasta el (400 a.C.) recoge casos de personas que perdían
momento en el contexto sanitario es la de psicolo- el lenguaje tras sufrir lesiones en la cabeza. Indi-
gía clínica. No obstante, si bien el neuropsicólogo ca que la parte más importante del cerebro no se
clínico adquiere conocimientos de psicología clí- correspondía tanto con la sustancia cerebral como
nica en los programas académicos, es obvio que con los ventrículos, al observar que eran estructu-
ambas disciplinas difieren en su objeto de estudio, ras «huecas», igual que los nervios, por donde fá-
metodología, conceptos y terminología, instru- cilmente circularían los espíritus incorpóreos de la
mentos de evaluación, técnicas de intervención e psique para ejercer su influencia sobre el cuerpo.
intereses de investigación. Desde distintos orga- La relevancia atribuida al cerebro no acabó con la
nismos, como la Federación de Asociaciones de teoría cardiocéntrica, que siguió teniendo partida-
Neuropsicología Españolas (FANPSE), se trabaja rios hasta casi finales del Medioevo: el cerebro no
en la redacción de los criterios para un futuro títu- podía representar el asentamiento físico de algo
lo de ámbito nacional, e incluso el Colegio Oficial tan inmaterial como se concebía la mente. Aún
de Psicólogos empieza a expedir una acreditación hoy es habitual asociar el cerebro con la cogni-
de experto en neuropsicología clínica. Pero sin un ción, pero cuesta pensar que también sea respon-
reconocimiento por parte del Estado no se con- sable de las emociones, y con frecuencia se sigue
seguirá regular la profesión de manera definitiva. haciendo referencia al corazón cuando se habla de
En este capítulo se expondrán brevemente los los afectos.
cambios históricos más relevantes en la concepción Durante la Edad Media no se destacan grandes
del cerebro y sus vínculos con el comportamiento contribuciones al estudio de la relación entre el
humano, con mayor hincapié en los sucedidos a cerebro y la conducta; de hecho, se considera un
lo largo de los siglos xIrx y xx, cuando surgen los período de oscurantismo para la ciencia. La Igle-
pioneros de la neuropsicología (para una revisión sia prohíbe las disecciones de cadáveres humanos,
más extensa, v. González Álvarez; 2010; Rooney, y la idea de que el cerebro no mantiene relación
2017). alguna con la mente perdura, al igual que persiste
la teoría ventricular, aun cuando se acumulaban
evidencias de que eran las lesiones en la sustancia
UN POCO DE HISTORIA
gris —y no en los ventrículos— las que afectaban a
la sensación, la percepción, el sistema motor, el
Es el cerebro, no el corazón
lenguaje o la memoria.
Los hombres deberían saber que del cerebro y nada Los estudiosos renacentistas consiguieron por
más que del cerebro vienen las alegrías, el placer, la risa,
fin desligarse del influjo de la escolástica medieval
el ocio, las penas, el dolor, el abatimiento y las lamen-
taciones. A través del cerebro en particular nosotros
y retomaron los escritos originales de filósofos y
pensamos, vemos, oímos y distinguimos lo feo de lo médicos griegos y latinos, a la vez que recupera-
bello, lo malo de lo bueno, lo agradable de lo desagra- ron el uso de cadáveres humanos para su estudio.
dable [...]. Sostengo que el cerebro es el órgano más Leonardo Da Vinci (1452-1519) y Andreas Vesa-
poderoso del cuerpo humano [...] y así mantengo que lio (1514-1564) son exponentes de esa época. Da
el cerebro es el intérprete de la conciencia [...]. Vinci construyó la primera maqueta tridimensio-
Hipócrates (460-369 a.C.), Tratados hipocráticos. nal de los ventrículos y comprobó que no tenían
Sobre la enfermedad sagrada, 2001, p. 69 la estructura ni la funcionalidad que tradicional-
CAPÍTULO 1 e Concepto y breve historia de la neuropsicología 5
mente se les atribuía; trazó el recorrido de algunos dáveres humanos —asimismo prohibido durante el
nervios desde la nariz, la boca o los ojos hasta el Imperio Romano-— y basó sus observaciones en los
cerebro y detalló la superficie de los hemisferios de animales (fig. 1-1).
cerebrales. El problema es que no publicó sus di- En el siglo xvi, las investigaciones muestran
bujos, a diferencia de Vesalio cuya obra anatómica definitivamente que no hay espíritus animales en
fue mucho más difundida y quien, a través de sus el interior de los nervios, aunque hasta finales del
precisas disecciones del cerebro, corrigió los erro- xvi Galvani (1737-1798) no confirma que en
res en los postulados de Galeno. Admitidos como realidad son conductores de electricidad. Destaca
dogmas en épocas previas, dichos errores podrían también en el siglo xvm el gran anatomista Tho-
atribuirse a que Galeno tampoco tuvo acceso a ca- mas Willis (1621-1675), quien en 1664 publi-
A = 7 TA
Fig. va? P09 16.
PRAESENS
quod ad relilamin PA
£trebri portion? artince, nulo
lacx parte uariat:atgs id fola
babet proprium, quod callo»
fin corpus bic anteriori
fna fe
de ácerebro prímim liberanis
mus, ac deín elenatumin pogle
riorareflcximas, fepeum dexo
triac uentriculorum
de
ucllentes
, 29 corporis inflar
ecfludinisextruéhi fuperiorem
Juperficicmob oculos ponitesa
AA AAA bo B,B,
ed Q, Booc desn D,D, D, o E
o F,o Gu HE cadem
bicindicant que in querte
fo
gura.Sic quoque o L,Lyr
MMouo0orPoa
esdeminfinuant.
B,R) R Notatur inferior callofi corporis fuperficies.ef enimid á fuafedo motum,atgue in postes
rior reficxcan, S,T,V Supe
Figura 1-1. A] Dibujo anatómico de un cerebro realizado por Leonardo Da Vinci, donde se observan el sistema
ventricular y el circuito visual, entre sus notas. B)] Dibujo detallado de una visión anterior del tronco encefálico,
lll ventrículo, cerebelo y tálamo de Thomas Willis (de su obra Cerebri Anatomie). C) Dibujo de Andreas Vesalio de
un corte axial del cerebro con ilustración detallada de los ventrículos laterales. Los tres dibujos se basaron en el
estudio minucioso de cadáveres.
6 SECCIÓN | e Introducción a la neuropsicología clínica
ca su obra Cerebri anatomie, en la que propone talento para las palabras, el sentimiento religioso,
por primera vez que la corteza cerebral cumpliría etc., así hasta 27 o 35 (nunca hubo consenso en-
funciones específicas, señalando que los procesos tre ellos acerca del número exacto). El desarrollo
mentales debían situarse en la sustancia gris y en superior de una función se correspondería con un
los núcleos más profundos del cerebro, y no en los mayor tamaño del área cerebral implicada, que se
ventrículos; mientras que la complejidad de surcos vería reflejado, a su vez, en una prominencia más
y circunvoluciones corticales no tendría, como se elevada en la región del cráneo correspondiente.
creía en épocas anteriores, un papel de mero re- Por el contrario, una depresión en el cráneo indi-
vestimiento de los vasos sanguíneos, sino que se caría menor crecimiento cortical en esa zona y, en
relacionaba con habilidades cognitivas (v. fig. consecuencia, una capacidad funcional reducida.
1-1). Sus postulados no calaron entre la comuni- El aspecto del cerebro y del cráneo de las perso-
dad científica de la época, que adoptó las ideas de nas, por lo tanto, variaría dependiendo del grado
investigadores con más prestigio en ese momento, de perfeccionamiento de cada facultad. De esta
quienes afirmaban no observar respuestas intere- manera, el estudio del relieve craneano permitiría
santes tras la estimulación mecánica de diversas elaborar un perfil de las características de la perso-
zonas de la corteza en animales, a diferencia de lo nalidad del individuo; a eso se dedicaron tras di-
que ocurría cuando estimulaban otras estructuras señar el craneoscopio, un instrumento que medía
internas. La concepción de que toda la corteza era protuberancias y concavidades crancales (fig. 1-2).
igual de insensible derivó en la denominada teoría Los postulados de la frenología fueron recha-
de la equipotencialidad cortical, que se erigió en zados tanto por la Iglesia, al considerarlos mate-
doctrina oficial a lo largo del siglo xvi (González rialistas y deterministas, como por los académicos,
Álvarez, 2010). quienes estimaban que a partir de casos muy es-
pecíficos (artistas famosos, criminales, enfermos
mentales, etc.) se hacían generalizaciones desme-
Siglo xix: frenólogos frente
didas, sin experimentación que las fundamenta-
a antilocalizacionistas
ra. Además, las facultades descritas (fe, amistad,
A principios del siglo xIx se conforma una corrien- prudencia, etc.) se calificaron como imposibles de
te de pensamiento que ejercería una gran influen- cuantificar y objetivar. A pesar de las críticas, los
cia en las décadas venideras. Se trata de la freno- frenólogos realizaron aportaciones significativas
logía, que tuvo sus máximos exponentes en Franz al conocimiento del sistema nervioso; la principal
Joseph Gall (1758-1828) y su discípulo Johann fue asentar las funciones mentales en un sustrato
Gaspar Spurzheim (1775-1832). Los frenólogos, físico, el cerebro, susceptible de manipulación y de
también llamados localizacionistas, sitúan las fun- investigación. No había espíritus animales ni cuer-
ciones mentales en el cerebro y conciben la corteza pos etéreos; estudiar el cerebro era la única forma
como un mosaico de regiones específicas asociadas de abordar las funciones mentales. Destacaron,
a cada una de esas funciones: habría una zona para asimismo, la importancia de los hemisferios y de
la amistad, otra para la ira, la lealtad, el sentido del las comisuras interhemisféricas y señalaron la rele-
orden, el asesinato, la ubicación, la prudencia, el vancia de las conexiones corticosubcorticales.
Dz tl
e biie Phrnria M00
ME = * cate
Figura 1-2. A) Divisiones corticales propuestas por la frenología. B] Representación del craneoscopio utilizado
por los frenólogos para medir las protuberancias y depresiones en el cráneo.
CAPÍTULO 1 e Concepto y breve historia de la neuropsicología Ñ
Aunque los frenólogos se equivocaron al par- ticas comprensivas, dejando intactas las expresi-
celar la corteza de una manera excesiva, la espe- vas. Así, a dicha región se la denominó, a partir
cialización funcional del cerebro tardaría sólo de entonces, área de Wernicke —parte posterior
unas décadas en confirmarse en los estudios que del área 22 de Brodmann-, y a las alteraciones
dieron origen a la neuropsicología como discipli- de los aspectos comprensivos del lenguaje, afasia
na. Mientras tanto, hasta casi el final del siglo x1x de Wernicke (v. cap. 12). Este neurólogo y psi-
predominó el movimiento antilocalizacionista, quiatra alemán desarrolló, asimismo, una serie de
con representantes como Flourens (1749-1827), modelos conexionistas para explicar las funciones
Goldstein (1850-1930) o Lashley (1890-1958). lingúísticas que involucraban distintos centros en
Para ellos, aunque las lesiones focales produjeran la producción y comprensión del lenguaje y que
efectos restringidos, en ningún caso significaba se relacionarían entre sí a través de fibras de aso-
que capacidades específicas de la mente pudieran ciación. Una lesión en estas fibras se manifesta-
situarse en zonas tan concretas del tejido cere- ría, por ejemplo, como una afasia de conducción
bral. (v. cap. 13). Según Kolb y Wishaw (2017), los
planteamientos de Wernicke ya sugieren la idea
de que diversas estructuras participan de manera
Afasias, el germen de la neuropsicología conjunta para llevar a cabo una función. Además,
No producía ya nada más que una sílaba, que a propone que la afectación de fibras de conexión
menudo repetía dos veces en sucesión, independiente- supondría efectos similares a los que se originarían
mente de la pregunta que se le hiciera, «tan, tan», en tras un daño en las propias estructuras.
combinación con gestos expresivos. De ahí que en el Los resultados de los trabajos de Broca y Wer-
hospital se le conociera por el paciente Tan.
nicke confirmaron la localización funcional en el
Descripción de Paul Broca del Sr. Leborgne, cerebro, a la vez que mostraron la lateralización
en Rooney, 2017, p. 59 del lenguaje en el hemisferio izquierdo, iniciando
de esta forma el estudio de las asimetrías hemisfé-
El período de 1861 a 1875 fue clave para el co- ricas (recuadro 1-1).
nocimiento de las relaciones entre el cerebro y el En la segunda mitad del siglo x1x se desarrolló
comportamiento y para la neuropsicología, que se una intensa actividad tanto en el campo de la ex-
inició con el estudio del lenguaje. perimentación animal como en el de las descrip-
Entre 1863 y 1865, Paul Broca (1824-1880) ciones clínicas de pacientes lesionados que identi-
presentó el caso de Louis Leborgne, al que le dio ficaban funciones consideradas mentales en áreas
el nombre de paciente Tan porque era la única concretas del tejido cerebral. Así, por ejemplo, las
sílaba que finalmente podía pronunciar; también habilidades visuoperceptivas se relacionaron con
desarrolló de manera progresiva hemiplejía dere- el lóbulo occipital, las capacidades somatosenso-
cha y epilepsia. Sorprendía su buen nivel intelec- riales y somatoperceptivas con zonas parietales, el
tual en comparación con los problemas para emi- aprendizaje y la memoria con regiones temporales
tir palabras. Sus capacidades comprensivas, sin y los cambios en personalidad con daño cerebral
embargo, se mostraban mucho más preservadas. frontal. A partir de estos estudios se elaboraron
Al morir, la autopsia confirmó una lesión en la diversos mapas de representación cortical de las
tercera circunvolución frontal izquierda, la cual, a distintas funciones. El más conocido y utilizado es
partir de este hecho, pasó a llamarse área de Broca el de Korbinian Brodmann (1868-1918).
-áreas 44 y 45 de Brodmann- y a este tipo de A finales del siglo xIx se produjo uno de los
alteración del lenguaje expresivo, se la denominó mayores descubrimientos de la historia de la neu-
afasia de Broca (v. cap. 11). Casos similares se ha- rociencia, que afectó a todas las disciplinas inte-
bían comunicado con anterioridad, pero a Broca resadas en el sistema nervioso, incluida la neuro-
se atribuye el mérito de realizar una síntesis de los psicología. Hasta entonces, el anatomopatólogo
correlatos anatomofuncionales de la faceta expre- podía juzgar la apariencia del tejido cerebral daña-
siva del lenguaje. do y palpar su mayor o menor firmeza —las lesio-
Unos años después, en 1874, Karl Wernicke nes lo reblandecen—, pero la llegada de las tincio-
(1848-1904) mostró cerebros de pacientes con nes y el microscopio permitirá analizarlo de una
lesiones en la circunvolución superior del lóbulo forma más precisa. Con estos procedimientos,
temporal del hemisferio izquierdo, que les habían en 1889, Santiago Ramón y Cajal (1852-1934)
ocasionado una pérdida de las habilidades lingúís- muestra sus preparaciones histológicas en el Con-
8 SECCIÓN | e Introducción a la neuropsicología clínica
+ Estudios actuales sobre cerebros de pacientes ce como alexia pura y que denominó ceguera pura
afásicos han mostrado que las lesiones que oca- a las palabras. Presentó en la Sociedad de Biología
sionan una afasia de Broca o de Wernicke son más de París el caso de un paciente de 68 años de edad
amplias que las que se identificaron inicialmente, que, tras sufrir una hemorragia cerebral, había per-
ya que incluyen un mayor número de regiones dido su capacidad para leer palabras y notas musi-
corticales y también subcorticales. Incluso se ha cales, a pesar de tener preservado el lenguaje oral
analizado con técnicas de neuroimagen el cerebro y la escritura, si bien tampoco podía leer lo que él
del propio Sr. Leborgne quien, al parecer, sufría mismo había escrito. No mostraba agnosia visual,
una enfermedad neurodegenerativa que afectaba sólo una hemianopsia homónima derecha —reduc-
a zonas extensas de la corteza, entre las que se ción del campo visual derecho de ambos ojos- y
contaban las que ahora se describen en el circuito una hemiacromatopsia también derecha -inca-
implicado en la afasia de Broca. Este tipo de afa- pacidad de percibir color en la mitad derecha del
sias vinculadas a procesos neurodegenerativos se campo visual de ambos ojos- que no justificaban
estudiarán en el capítulo 27 dentro de las denomi- sus déficits en lectura. La autopsia reveló un daño
nadas afasias progresivas primarias. en la corteza visual izquierda y en la circunvolu-
+ Aun con estas particularidades, se confirma la do- ción angular. Aunque se habían comunicado casos
minancia del hemisferio izquierdo para el lengua- similares con anterioridad, nunca se había llevado
je, así como la localización funcional de un circuito a cabo un estudio tan pormenorizado como el de
en la región frontal para las habilidades expresi- Déjerine, al correlacionar la lesión con la evalua-
vas y el aprendizaje y uso de la gramática, y de un ción neuropsicológica del paciente durante 4 años.
sistema posterior, que abarca los lóbulos temporal » Sus observaciones llevaron a incluir dentro del
y parietal, involucrado en el análisis fonológico de modelo conexionista, propuesto por Wernicke-
los sonidos del habla y en las capacidades com- Lichteim para explicar los circuitos del lenguaje,
prensivas. una región de la circunvolución angular implicada
+ Esta dominancia hemisférica se mantiene para la en lo que se designó como procesamiento de las
lectoescritura. Respecto a la lectura, Joseph Jules imágenes ópticas de las letras, y que hoy denomina-
Déjerine (1849-1917) fue el primero en considerar mos decodificación visual-verbal, imprescindible
en 1892 el fenómeno que en la actualidad se cono- para una lectura eficaz.
Figura 1-3. A] Dibujo de una célula de Purkinje de Santiago Ramón y Cajal. B) Dibujo de Allen Moses [neurociru-
jano de principios del siglo xx) de un plano sagital con la anatomía del bulbo olfatorio y parte del sistema límbico.
Ambos basados en cortes observados al microscopio con el uso de tinciones.
*« Enun artículo dedicado a la relación de estos dos superiores (es decir, razonamiento) había que ir
grades maestros de la neuropsicología, Tatiana más allá del estudio del organismo individual para
Akhutina (2002) cuenta que cuando su directora centrarse en las relaciones sociales y en el ins-
de tesis le envió un ejemplar a Luria para que lo trumento que las facilita: el lenguaje. La cultura
revisara, él hizo una sola corrección: en el párrafo explicaba el desarrollo de estas funciones com-
donde setrataba de la elaboración detallada de los plejas en mayor medida que la influencia de la
principios de la neuropsicología, tachó su nombre genética, y para investigarlas era necesario inda-
y en su lugar puso el de Lev Semyonovich Vigotsky gar en la historia del individuo: observar cómo las
(p. 108). Este detalle es una prueba de la admira- experiencias del niño con su familia, congéneres
ción y el respeto que Luria sentía por aquel a quien y escuela se interiorizan paulatinamente hasta
se refiere como su maestro, con el que trabajó en convertirse en procesos mentales propios. Desde
la Clínica de Enfermedades Nerviosas y en el Ins- el nacimiento, el ser humano atribuye significado
tituto de Psicología en Moscú. Ambos cursaron las abstracto a esas experiencias con su realidad cul-
titulaciones de medicina y psicología porque consi- tural a través de las herramientas linguísticas que
deraban esta última disciplina indispensable para los otros ya dominan y que le proporcionan me-
entender la conducta humana. diante la guía o el «andamiaje», hasta hacer suyos
* Uno de los primeros problemas a los que se en- tales procesos mentales y refinarlos en constan-
frentaron fue la pugna entre concepciones locali- te diálogo con su medio social. En este diálogo le
zacionistas y antilocalizacionistas, habitual en la confieren un papel primordial al juego, mediante
época en que vivieron. Sus investigaciones clínicas el cual el niño aprende también las normas de su
abogaban por una integración de ambas posicio- comunidad. Sus investigaciones sobre la apari-
nes dentro de sistemas funcionales especializados ción y la construcción de los procesos mentales
que explicaban la organización global del cerebro. han contribuido a entender el desarrollo infantil
Su interés por estudiar las repercusiones que so- normal y patológico, tras crear uno de los prime-
bre estos sistemas provocaba la lesión cerebral los ros laboratorios de psicología para «la infancia
llevó a realizar contribuciones esenciales para la anormal».
caracterización de los síndromes neuropsicológicos + La prematura muerte de Vigotsky por tuberculosis
centrales en la disciplina tal como hoy la conocemos cuando aún no había cumplido los 38 años inte-
lafasias, apraxias, amnesias, agnosias, etc.). rrumpió los estudios que luego continuó Luria, a
* Vigotsky y Luria consideraban que para conocer la quien hoy se reconoce como el «padre» de la neu-
verdadera naturaleza de las funciones mentales ropsicología moderna.
había practicado en 1953, a los 27 años, una lo- con una mayor lateralización en el hemisferio iz-
bectomía temporal bilateral (que incluía parte del quierdo para el lenguaje oral y la lectoescritura, y
lóbulo temporal, la amígdala y el hipocampo), la especialización del hemisferio derecho en fun-
para controlar las frecuentes e intensas crisis epi- ciones visuoperceptivas y espaciales.
lépticas que sufría. Las crisis se redujeron signi- Por último, hay que mencionar la contribu-
ficativamente, pero la operación le provocó una ción que, sin pretenderlo, han supuesto algunos
profunda amnesia anterógrada (recuadro 1-3). El procedimientos de psicocirugía al conocimiento
propio Scoville, muy afectado por ese resultado, acerca de las dramáticas consecuencias del daño
publicó la descripción clínica del paciente para en determinadas zonas corticales, como el lóbulo
aconsejar que no se realizara nunca más este tipo frontal. Hacia 1935, un neurocirujano portugués,
de intervenciones de manera bilateral. Egas Moniz (1874-1955), practicaba leucotomías
La resección del cuerpo calloso cra también prefrontales sección de la sustancia blanca que
uno de los métodos neuroquirúrgicos utilizados, aísla el área prefrontal de sus conexiones subcor-
en este caso para impedir la transferencia de las ticales— que otros cirujanos convirtieron en lobo-
crisis de un hemisferio al otro. Los pacientes callo- tomías —destrucción del tejido prefrontal- para
sotomizados fueron minuciosamente estudiados mejorar la sintomatología de personas con graves
por investigadores como Roger Wolcott Sperry trastornos de ansiedad y conducta violenta. La
(1913-1994) —a quien se le concedió el Premio técnica se propagó por hospitales psiquiátricos de
Nobel de Medicina en 1981— o Michael Gazzani- Europa y América; de hecho, la última se le realizó
ga (1939-). Sus trabajos sobre el síndrome de des- en 1941 a Rosemary Kennedy, hermana menor
conexión que aparece tras dicha lesión del cuerpo del presidente de Estados Unidos, para calmar su
calloso confirmaron las asimetrías hemisféricas, comportamiento errático. El problema es que el se-
CAPÍTULO 1 e Concepto y breve historia de la neuropsicología 11
Recuadro 1-3. H. M., quizás el paciente que más ha aportado al estudio de la memoria
* —H.M, son las siglas por las que, para preservar su * Ala vista de estas secuelas posquirúrgicas, Scovi-
identidad, se conocía a este paciente en las nume- lle se puso en contacto con Brenda Milner, profe-
rosas investigaciones acerca de la memoria en sora de neurociencia cognitiva en el Instituto Neu-
las que participó. Cuando falleció, a los 82 años de rológico de Montreal y en la Universidad de McGill,
edad, el 2 de diciembre de 2008, el mundo supo quien durante más de 55 años estudió la amnesia
que se llamaba Henry Gustav Molaison y que había de H, M. Sus trabajos han contribuido de manera
tenido una vida marcada por una epilepsia resis- esencial a disociar los sistemas implicados en la
tente a los fármacos hasta 1953, fecha en la que memoria y a descubrir el crucial papel que el hi-
Scoville le practicó una extirpación bilateral de pocampo y los lóbulos temporales desempeñan
los lóbulos temporales, que incluyó la amígdala y en esos circuitos. Milner comprobó que H. M. man-
parte del hipocampo, con la que se redujeron las tenía la información durante 20 segundos y que
crisis. este sistema -que hoy conocemos como memo-
* Tras la cirugía, H. M. no reconocía a las personas ria de trabajo- no podía depender de ninguna de
con las que se relacionaba, ni identificaba las ha- las estructuras afectadas por la cirugía. Cuando,
bitaciones del hospital donde residía, el año en el además, en 1962 comunicó que H, M, era capaz de
que vivía o si había desayunado, comido o cenado. aprender a realizar algunas tareas de memoria de
Parecía incapaz de realizar nuevos aprendizajes, procedimientos aunque nunca recordaba haberlas
lo que se conoce como amnesia anterógrada. Sin llevado a cabo, se descartó la teoría vigente en la
embargo, mantenía la mayoría de los recuerdos época de que la memoria era un proceso amplia-
previos a la lesión, es decir, apenas sufría amnesia mente distribuido por todo el cerebro que no se
retrógrada. «Cada vez que entraba en la sala para asociaba a regiones concretas.
pasarle unas tareas o ver cómo estaba, era como e H.M. falleció en una residencia de ancianos como
si munca nos hubiésemos conocido», escribía Mil- consecuencia de una insuficiencia respiratoria. Un
ner. «Cada día es único en sí mismo, sea cuál sea año después de su muerte el mundo entero pudo
la alegría que haya tenido y sea cuál sea la triste- asistir en directo a través de internet a la disección
za que haya sufrido», se lamentaba H. M. (Kolb y de su cerebro, realizada en el Observatorio Cerebral
Wishaw, 2017), de la Universidad de San Diego (California, EE.UU.).
guimiento de los afectados era de pocas semanas; nunca más fue Gage. Se volvió irresponsable,
cuando se investigaron las secuelas de la interven- impaciente y violento, con un lenguaje soez y
ción a largo plazo se comprobó el drástico cam- poco interés por sus semejantes. Fue despedido
bio en la personalidad y la cognición que sufrían.
Aunque a Moniz se le concedió el Premio Nobel
de Medicina en 1949, la técnica está erradicada.
Las lobectomías y lobotomías daban lugar a
los referidos cambios de personalidad, en los que
predominaban la apatía, la falta de iniciativa y
la desmotivación, pero no son las únicas altera-
ciones que se originan tras una lesión prefrontal
(Roalfy Gur, 2017). Es un área tan profusamente
conectada con el resto del cerebro que, depen-
diendo de la zona del daño, también se observa el
efecto opuesto. El caso prototípico es el de Phi-
neas Gage, un joven capataz responsable de una
cuadrilla de obreros, que en 1848 sufrió un acci-
dente laboral cuando estaban dinamitando rocas
para tender una línea de ferrocarril en Vermont.
Un error al compactar la pólvora con una barra
de metal de 1 m de longitud y casi 6 kg de peso
hizo que se produjera una explosión y la barra
le atravesó el cráneo tras entrar por el pómulo
izquierdo (fig. 1-4). En pocos segundos recobró Figura 1-4. Fotografía original en la que Phineas Gage
la conciencia y empezó a hablar, pero Gage ya posa con la barra que le atravesó el cráneo,
12 SECCIÓN | e Introducción a la neuropsicología clínica
del trabajo y vagó de un sitio a otro exhibiendo mía y en el metabolismo del cerebro en su evo-
su herida y la barra de metal hasta que murió, lución desde la fase aguda a la crónica. Así, por
unos 12 años después del accidente. Harlow, el ejemplo, la penumbra isquémica —el área de te-
médico que lo atendió, pidió permiso a la familia jido cerebral que recibe menos flujo sanguíneo
para recuperar el cráneo. En 1994, los neurólogos debido al accidente vascular— se reduce a medi-
Hanna y Antonio Damasio llevaron a cabo una da que el paciente se recupera. El edema tras un
reconstrucción detallada de la lesión y concluye- traumatismo craneoencefálico puede disminuir o
ron que la afectación principal se correspondía incrementarse. O puede aparecer hidrocefalia se-
con la zona ventromedial del área prefrontal, una cundaria a la pérdida de tejido cerebral e incluso
región implicada en la regulación de la conducta la adición de procesos degenerativos en zonas co-
individual y social (v. cap. 17). nectadas con el área de la lesión.
En el siglo xx se experimentó también un gran
progreso en el diseño y la estandarización de tests
MÉTODOS EN NEUROPSICOLOGÍA
psicométricos y de tareas o de baterías neuropsi-
cológicas para una evaluación más precisa de los
Método anatomoclínico
déficits neuropsicológicos que origina el daño ce-
rebral, al proporcionar una medida cuantitativa La neuropsicología se inició con el estudio de pa-
de la ejecución asociada al deterioro en relación cientes con lesiones focales. El paciente afásico Le-
con un grupo normativo (asimismo ofrecen datos borgne analizado por Broca, los relatos de Harlow
cualitativos). Con ellos, además, era posible seguir sobre los síntomas de la lesión frontal en Phineas
la evolución del rendimiento de un paciente y va- Gage o los trabajos de Brenda Milner sobre la me-
lorar la eficacia de las intervenciones rehabilitado- moria de H. M. son un buen ejemplo del método
ras o comparar muestras amplias de individuos. clínico-lesional. A partir de las descripciones por-
Entre las primeras baterías cabe destacar la Hals- menorizadas de los cambios que se producían en
tead-Reitan, elaborada en 1935. En 1972, Arthur los procesos sensoriales, motores, cognitivos o en
Benton creó diversas pruebas para la exploración la conducta, se inferían las posibles áreas afectadas
de funciones relacionadas con el hemisferio dere- y, por consiguiente, las funciones que dependían
cho, y en 1985, recuperando la teoría de Luria, de éstas. Antes de la introducción de la neuroima-
apareció la batería Luria-Nebraska (v. las referen- gen, la mayoría de estos cerebros sólo se investiga-
cias correspondientes a los instrumentos de eva- ban tras la autopsia, por lo que era difícil relacio-
luación en la bibliografía general). nar los déficits iniciales con las observaciones que
Finalmente, en las últimas décadas del siglo xx se hacían años o décadas después, cuando al daño
se produjo uno de los mayores avances tecnoló- original ya se habían sumado procesos degenerati-
gicos de todos los tiempos en nuestro ámbito: la vos ocasionados por la propia lesión o por la edad.
llegada de la neuroimagen (v. cap. 3). En 1973 Asimismo, las características demográficas de los
se introduce la tomografía computarizada (TC), pacientes, su nivel premórbido y la comorbilidad
en la década de 1980 se desarrolla la resonancia con otros trastornos también influían en el perfil
magnética (RM) y, a partir de la década de 1990, neuropsicológico que se detallaba.
la neuroimagen funcional: resonancia magnéti- El método anatomoclínico, que con frecuen-
ca funcional (RMf), tomografía por emisión de cia se basa en descripciones de caso único, se
fotón único (SPECT) y tomografía por emisión basaba en posiciones más localizacionistas entre
de positrones (PET), que permiten medir la ac- estructura y función que las que ha aportado la
tividad cerebral mientras el individuo realiza una neuroimagen de manera reciente. Aun así, ha
determinada tarea. Con ellas se identifica y cuan- contribuido de manera muy relevante al conoci-
tifica de manera precisa el área de la lesión, se la miento de la relación entre cerebro y conducta
observa en distintos planos anatómicos y, muy e incluso ha guiado las preguntas que los neu-
importante, se calcula su repercusión sobre otros ropsicólogos han planteado después a las nuevas
núcleos y tractos con los que dicha región se en- técnicas de neuroimagen. En definitiva, el mé-
cuentra conectada. todo lesional no puede ser el único fundamento
Otra de las ventajas de la neuroimagen es que para establecer tales vínculos entre estructura y
permite el seguimiento del curso de la lesión. El función. Como señalan Kolb y Wishaw (2017),
daño cerebral de etiología vascular, traumática o la alteración de un proceso por una lesión cere-
degenerativa provoca modificaciones en la anato- bral focal proporciona información acerca de la
CAPÍTULO 1 e Concepto y breve historia de la neuropsicología 13
implicación de esa área, pero no de otras con las sultados esencial sobre la actividad funcional del
que puede estar interconectada y que también cerebro humano (Tirapu-Ustárroz, 2011). Con-
participarían en el mismo proceso. Más aún, en tinúa el debate acerca de los métodos estadísticos
ocasiones los déficits que se observan se explican que se emplean y sobre si esos análisis excluyen las
mejor por la afectación de esas zonas distantes diferencias individuales, pero más que una crítica
que por la propia región lesionada (fenómeno de negativa deberá ser un nuevo reto para la investi-
diasquisis). gación futura.
La neuroimagen ha contribuido significati-
vamente al desarrollo de las investigaciones ex-
Método experimental
perimentales al permitir estudiar la estructura y
La identificación y la cuantificación del daño ce- función cerebral en grupos amplios de individuos.
rebral a través de las técnicas de neuroimagen han Por ejemplo, ha resultado de gran importancia
contribuido a constatar que una lesión, aunque para abordar aspectos relativos a las emociones o
sea focal, afecta a una amplia red de núcleos y ha- a los cambios evolutivos en la cognición, cono-
ces de fibras (en este momento, la más eficaz para ciéndose así que determinadas conductas depen-
estudiar su morfología es la tractografía mediante den de la emergencia y maduración de circuitos
imagen por tensor de difusión). Así, por ejemplo, cerebrales específicos. E imprescindible ha sido
uno de los primeros trabajos sobre lenguaje que se también para superar el enfoque centrado en el
realizó con TC mostraba que dicha función con- individuo y saltar al de los procesos comunitarios
lleva la participación de diversas estructuras corti- y de interacción humana, que ahora se denomina
cales y subcorticales, junto a un número superior neurociencia social, término introducido por Ca-
de conexiones entre ellas de lo que podía apreciar- cioppo y Bernston en 1992, en referencia a una
se mediante el método anatomoclínico. Cuando disciplina dedicada a comprender cómo los siste-
se investigó con estas técnicas el cerebro del señor mas biológicos en su relación con el medio elabo-
Leborgne descrito por Broca se confirmó el daño ran comportamientos necesarios para adaptarse al
en el opérculo frontal inferior izquierdo, pero lo grupo. En este momento, sin embargo, hay datos
que no pudo detectarse fue el inmenso entramado experimentales relevantes que no se ajustan del
de fibras de sustancia blanca que quedaron afec- todo a lo observado en la clínica, quizá por falta
tadas tras la lesión. Este mismo esquema aparece de pruebas de evaluación sensibles. Se requiere,
prácticamente respecto a todas las funciones y por consiguiente, diseñar tareas que exploren con
procesos que se revisan analizando los cerebros mayor precisión tanto los procesos afectivos como
conservados de aquellos pacientes que, en su los sociales, con procedimientos dinámicos y eco-
época, se estudiaron conforme al método anato- lógicos con los que aproximarse y aprehender la
moclínico (Bigler, 2017). La neuroimagen ha di- complejidad de las relaciones interpersonales en
bujado una nueva arquitectura cerebral basada en la comunidad.
redes funcionales que interactúan para dar lugar a No hay duda de que los avances tecnológicos
la conducta y ha detallado sus regiones centrales han revolucionado la neurociencia y de que los
(hub regions) que, cuando se lesionan, producen trabajos con grupos de individuos han ampliado
déficits que exceden los que cabría esperar por la los datos aportados por los estudios de caso único,
focalidad del daño. pero aún hoy son muchos los clínicos e investiga-
Esta posibilidad de identificar y cuantificar dores que consideran que no deben abandonarse
la lesión con técnicas de neuroimagen, junto a las descripciones centradas en el paciente indivi-
la objetivación de la ejecución del individuo en dual. En este sentido, y para finalizar el capítulo,
su referencia a un baremo a través de las pruebas nos parece oportuna una reflexión de Luria referi-
psicométricas, ha permitido también estudiar la da a la medicina de su época y probablemente de
relación entre cerebro y comportamiento en am- las épocas futuras que empezaba a vislumbrar, y
plias muestras de pacientes y de sujetos neuroló- que valdría también para la neuropsicología y la
gicamente intactos, con procedimientos y tareas psicología.
derivados de la psicología experimental y de la
Los períodos clásicos en medicina están formados
neurociencia cognitiva. La superposición de las
por cuidadosas observaciones en contacto directo con
lesiones de personas afectadas que comparten un los pacientes, diferenciando los síntomas importantes y
déficit similar y la comparación con las mismas describiendo síndromes, todo lo cual era fundamental
áreas en personas sanas aporta un cuerpo de re- en el diagnóstico y tratamiento.
14 SECCIÓN | e Introducción a la neuropsicología clínica
Estos procedimientos han sido postergados. Los mé- medios auxiliares se convierten en decisivos, invirtien-
dicos de nuestro tiempo a menudo pasaban por alto la do el papel de servidores del pensamiento clínico, de
realidad clínica. La observación de los pacientes había modo que el médico sigue los datos instrumentales
sido sustituida por docenas de análisis de laboratorio como un esclavo a su amo.
[...]. No pretendo negar ni menospreciar el papel de
las ayudas instrumentales en medicina. Pero tiendo a A. Luria, Mirando hacia atrás, 1979, p. 155
rechazar intensamente la situación en que todos estos
RESUMEN
La neuropsicología es una disciplina neurocientífica reciente que ha experimentado un de-
sarrollo asombroso en los siglos Xx y XXI.
El progreso en neuropsicología, y en neurociencias en general, ha dependido tanto de los
cambios conceptuales acerca del cerebro y su funcionamiento como de los avances tecno-
lógicos, desde el microscopio y las tinciones histológicas hasta la introducción en el siglo xx
de la neuroimagen estructural y funcional.
El origen científico de la disciplina neuropsicológica se sitúa en los estudios de Broca y
Wernicke sobre las afasias. En su desarrollo también ha tenido un importante papel la
neurocirugía y, especialmente, la neurocirugía de la epilepsia.
A Luria se le considera el padre de la neuropsicología contemporánea al aunar los postu-
lados localizacionistas y antilocalizacionistas en un modelo de sistemas funcionales. La
calidad de sus observaciones y de las evaluaciones que realizó sentó las bases del conoci-
miento actual en aspectos tan propios de la disciplina como las agnosias, apraxias, afasias
o las funciones frontales.
La neuropsicología ha empleado el método anatomoclínico de caso único sobre todo en
sus orígenes y, recientemente, el método experimental con grupos de diverso tamano. El
primero, aplicado a pacientes como el Sr. Leborgne, Phineas Gage o H.M., descritos res-
pectivamente por Broca, Harlow y Damasio o Milner, ha aportado datos muy relevantes al
estudio del lenguaje, el lóbulo prefrontal o la memoria. Con el diseño de tareas neuropsico-
lógicas estandarizadas y la llegada de la neuroimagen, se han podido investigar esos y otros
procesos en muestras más amplias de pacientes, compararlos con aquellas compuestas
por individuos sanos y, mediante el uso de pruebas estadísticas, correlacionar lesiones en
las sustancias gris y blanca con los déficits cognitivos, afectivos y comportamentales que
origina el daño cerebral. Ambas metodologías son necesarias y se complementan en la
investigación sobre las repercusiones de la lesión cerebral.
ES, ACTIVIDADES
» 1-1. Conociendo más pacientes históricos
Y Ejercicio 1. Busca información [fecha de nacimiento y defunción, nacionalidad, contexto histó-
rico, tipo y localización de la lesión, síntoma o síndrome neuropsicológico descrito y la aportación
que supuso la publicación de su caso al ámbito de la neuropsicología, así como el autor principal
que la divulgó) de los siguientes pacientes:
— Soldado Lev Zateski y agnosia.
Auguste D. y demencia.
Paciente S. M. y síndrome de Urbach-Wiethe.
—- Paciente L. M. y acineptosia.
Y Ejercicio 2
al Localiza imágenes de:
Mapa cortical de las áreas de Brodmann.
- Homúnculos sensorial y motor de Penfield.
Tipos de neuronas de Ramón y Cajal.
b] Encuentra un artículo de caso único que represente el enfoque anatomoclínico y un artículo
experimental en donde se comparen grupos. Describe las principales aportaciones y las limitacio-
nes de cada perspectiva metodológica respecto al objeto de la neuropsicología clínica.
Lectura
* González Álvarez J. Breve historia del cerebro. Barcelona: Crítica, 2010.
Revisa de manera amena los grandes avances que se han producido en la historia del estudio
del cerebro. Aparecen los momentos estelares de la neuropsicología que se mencionan en este
capítulo.
Cinefórum
e Clifford G, director. Frances. New York: Brooksfilms, 1982. [Distribuidor en España: Universal
Pictures].
* Forman, M, director. Alguien voló sobre el nido del cuco. New York: Phantasy Films, 1975.
Estas películas son interesantes para cualquier psicólogo porque se centran en la delgada línea
que separa la normalidad de la patología. Además, aparecen la técnica de la lobotomía o la terapia
electroconvulsiva y sus consecuencias.
oearrenoizase |
DE APRENDIZAJE ON