Filosofia Resumen Parcial 2
Filosofia Resumen Parcial 2
Filosofia Resumen Parcial 2
Texto: Capítulo II “Los siglos XV y XVI: el nacimiento del sujeto moderno” del texto Tiempos modernos, de
Enrique Del Precio.
Renacimiento
Dentro de la religión
TEISMO
Dios acompaña al ser humano, lo premia, lo ayuda y también lo castiga.
Dios se muestra mediante sus actos, milagros, los cuales solo en los puede hacer,
interviniendo el orden natural.
Es el creer que existe un Dios que ha creado al mundo, en el que interviene y actúa —y,
más aún, creer que no hay más dioses que este Dios.
La iglesia: reúne expertos para interpretación de dios.
DEÍSMO.
Es una filosofía que deriva la existencia y la naturaleza de Dios de la razón y la experiencia
personal, en lugar de hacerlo a través de los elementos comunes de las religiones teístas
como la revelación directa, la fe o la tradición. Los deístas, en general, rechazan la religión
organizada y los dioses personales "revelados" argumentando que Dios es el creador del
mundo, pero que no interviene de forma alguna en los quehaceres del mundo.
Los deístas típicamente también tienden a rechazar los eventos sobrenaturales (milagros,
profecías, etc.) y a afirmar que Dios no interfiere en la vida de los humanos y las leyes del
universo.
Texto: Historia de la filosofía del Renacimiento a la Posmodernidad, de Gilbert Hottois.
La evolución de las ideas, que es una parte importante de este proceso, está marcada por
la transformación de la representación del mundo, el cambio en la naturaleza del
conocimiento científico.
Revolución Cosmológica: A finales de la Edad Media, la representación dominante del
mundo es de origen aristotélico. La representación medieval del cosmos es compleja ya
que la influencia de Aristóteles está subordinada los dogmas cristianos, es modulada de
distinta manera y también lleva impresa la marca de la concepción cosmológica originaria
del astrónomo Ptolomeo.
Explique por qué la obra de Nicolás Copérnico asesta golpes decisivos a la concepción
aristotélica medieval del universo. ¿Cuáles eran las características de la concepción
medieval del cosmos? ¿Cuáles son las rupturas que introduce el heliocentrismo?
Utopismo
El espíritu utópico del Renacimiento resalta la contingencia de los órdenes sociopolíticos.
Las cosas podrían ser de otra manera y el humanismo de los utopistas confía en que los
hombres poseen la capacidad de transformar sus condiciones de vida.
El pensamiento utopista ya no escoge como centro de referencia la physis, sino las polis, el
espacio utópico es a menudo la ciudad. El utopismo refleja sus fundamentos teóricos en
ciudades ficticias ideales y autárquicas, lugares cerrados y autónomos de vida colectiva
capaces de abastecerse por si solos. Además, rechaza la idea de un destino predestinado
por la naturaleza o la divinidad, al mismo tiempo que la esperanza en una salvación divina.
El ser humano puede eliminar perfectamente las fatalidades de su condición (ej. injusticia,
sufrimiento, desigualdad) a través de sus propios medios ayudado por el desarrollo de la
ciencia y la técnica.
Por último, la utopía intenta romper con la concepción de una sociedad pasada más
fructuosa que sostiene que cualquier devenir supone un deterioro. Pero esto solo hasta que
se establezca la utopía, porque una vez desarrollada la sociedad perfecta esta ya no
necesita progresar. Asimismo, todo planteamiento utópico, por más irreal que sea su
conformación, esconde una crítica a la sociedad existente, aunque no se lo plantee
explícitamente. Ej. si digo que no debería existir la propiedad privada, entonces estoy
diciendo que la propiedad privada es perjudicial para la sociedad.
Un altar es un espacio especialmente reservado para rendir culto a una divinidad, cumple
un rol de adoración. La esfera celeste y el globo terráqueo en el altar del templo de la
ciudad del sol podrían significar la confluencia que existía en ese período entre la teoría
geocéntrica y la heliocéntrica: el templo en el centro de la ciudad representa el Sol, pero el
globo terráqueo y la esfera celeste pueden simbolizar la diferenciación entre la región
sublunar y supralunar que hacía Aristóteles. En relación con esto podemos ver el lugar que
ocupan las ciencias en el Renacimiento porque los símbolos están ubicados en un lugar
central de la ciudad, además de que se comienza a cuestionarse cómo está conformado
verdaderamente el cosmos, a pesar de que la religión no concuerde con la surgente teoría
heliocéntrica.
La forma de la ciudad: Se divide en siete círculos enormes llamados de acuerdo con los
siete planetas, y se pasa a de uno a otro a través de puertas nombradas como los cuatro
puntos cardinales. En el círculo superior se encuentra el templo, el cual tiene una forma
completamente esférica, lo que podría representar al Sol en el centro del cosmos y por eso
el propio nombre de la ciudad. El interior del templo reproduce la estructura aristotélico-
ptolemaica del cosmos. En el techo se encuentran pintadas fijas todas las estrellas con sus
respectivos nombres y, colgadas de él, siete lámparas de oro que simbolizan los siete
planetas. Además, el globo terráqueo y la esfera celeste sobre el altar pueden simbolizar la
diferencia entre la región sublunar y supralunar. Todas las imágenes relacionadas a
plantas, animales, sustancias, etc. Están acompañadas de pequeñas leyendas que
especifican sus características, usos, propiedades medicinales, efectos que trae para el ser
humano. Cuestión en la que se ve referenciada la característica práctica de la ciencia
nueva y la concepción de la naturaleza como algo que se puede dominar y utilizar para el
propio beneficio.
Su forma de procreación también se ve influenciada por las ciencias: las parejas son
formadas según su contextura física para obtener una descendencia cada vez más
“óptima” y el día de la procreación es determinado bajo planificaciones científicas estrictas,
de acuerdo con las conclusiones que determine la astrología. La función del astrólogo y el
médico es significativa en el sistema reproductivo de la ciudad del sol.
Para su organización los solares dejaron de lado el principio de propiedad privada. Esto fue
así ya que para ellos la propiedad privada originó el amor propio, lo que lleva a querer
acumular riquezas y bienes para poder heredarlas a sus hijos. De esta forma, el que tiene
muchas riquezas puede atentar contra el Estado por el poder que le dan sus posesiones; o
bien, el que tiene pocas riquezas se vuelve avaro e hipócrita. Por lo tanto, eligen vivir de
manera que todos los bienes sean de todos y sean repartidos igualmente por los
magistrados, lo mismo que con las ciencias, los saberes, los lugares de esparcimiento.
Nada necesario se le niega a nadie y los magistrados se aseguran de que nadie reciba más
de lo que merece. Eligen priorizar el amor a la comunidad por sobre el amor a uno mismo.
La educación de la ciudad del sol se da a partir de imágenes y experiencias. Los muros
que rodean la ciudad están llenos de pinturas que reproducen fielmente la realidad en sus
distintas ramas: animales, idiomas, artes, ciencias, mapas, artesanías, etc.
Los niños aprenden todas las disciplinas recorriendo los muros con sus maestros, al igual
que se dedican a las artes manuales y la actividad física. A todos se les enseñan todos los
conocimientos. Los solares también eligen a sus funcionarios bajo criterios específicos. Su
representante principal, Hoh, necesita tener muchos conocimientos sobre todas las
disciplinas, pero tiene que destacarse especialmente en la teología y la metafísica.
Consideran que aquel que posee solamente el saber de gobernar se vuelve alguien egoísta
y autoritario. Además, la forma de educación de los solares le permite tener un
razonamiento activo que lo capacita para poder adaptarse a cualquier situación.
La Ciudad del Sol es una sociedad que valora la igualdad y bienestar común de sus
habitantes por sobre las libertades individuales.
La vestimenta, las comidas, la reproducción, la distribución de bienes, la división de las
tareas y oficios que a cada uno le son correspondidas, son determinadas por los
magistrados y especialistas en cada área. Ningún habitante de la ciudad del sol puede
elegir sobre ninguna de las cuestiones que competen a su vida en la ciudad, todo se mide y
distribuye de acuerdo con el bienestar común, la igualdad y el progreso de la comunidad.
le otorga lucidez y sensatez, por lo que no será una persona despreciable ni tampoco
anhelará el poder, por lo que hará lo mejor para su comunidad. Critican a la sociedad del
genovés que tiene por gobernantes a personas ignorantes que solamente están en el
poder porque fueron elegidos por un sector dominante o por ser hijos de la aristocracia.
También desaprueban a la nobleza que goza de grandes lujos y prestigio sin haber hecho
nada y, en cambio, desprecian a aquellos que desarrollan actividades más útiles y nobles,
como los artesanos.
Modernidad
Hallar un método fue el problema más importante del siglo XVII (17), por un lado, por el
rechazo a las antiguas concepciones de la realidad. Los modernos sentían que no podían
confiar ni siquiera en sus propios sentidos y la experiencia se remitía a las matemáticas
como única fuente inconmovible de conocimiento; ya que, por ejemplo, el descubrimiento
de Copérnico de que la tierra gira se contradecía con lo percibido por los sentidos.
Por lo tanto, era necesario descubrir un nuevo método autorizado e infalible que brinde
explicaciones seguras e indudables sobre la realidad. Todo innovador científico, dice
Randall, atacaba el problema del método. Este nuevo método estaba caracterizado por la
experimentación. A partir de la reproducción de un fenómeno se determinan a través de la
razón sus causas, procedimiento que debe fundarse estrictamente en las leyes
matemáticas (otra característica del método: la matematización de la realidad).
Leonardo Da Vinci había establecido las bases del método científico moderno, pero no fue
hasta 100 años después, con Galileo Galilei, que no fue aplicado seriamente y lo suficiente.
Para este nuevo método el conocimiento sensible debe ir acompañado de la razón, no es
suficiente con la simple observación de los fenómenos y su aparente funcionamiento, se
deben determinar sus causas racionalmente. Para aplicarlo se elige un caso (ej. una bola
cae por un plano inclinado), se lo analiza para determinar cuál es el principio matemático
del cual es ejemplo (ej. ley de aceleración), se deducen las consecuencias
matemáticamente y se las prueba mediante nuevos experimentos.
¿En qué sentido Galileo consuma la revolución copernicana?
Con la construcción del telescopio, Galileo pudo observar la aparición de una nueva
estrella, ver las montañas de la luna y calcular su altura, descubrió 4 de los satélites de
Júpiter, encontró que Venus pasa por fases al igual que la Luna, y calculó que los lugares
oscuros del Sol están muy próximos a la superficie. A partir de estos descubrimientos,
confirmó a través de existencias físicas la teoría matemática de Copérnico y terminó con
las diferencias aristotélicas entre el cielo y la tierra, mostrando que el primero no era
inmutable y perfecto, sino que en él también ocurrían transformaciones. En síntesis, los
aportes de Galileo sumaron a los cálculos matemáticos de Copérnico la confirmación física
de su teoría.
¿Cuáles son las diferencias entre una ciencia aristotélica tomista y la ciencia moderna?
En principio, la ciencia aristotélica tomista se fundaba en el conocimiento sensible,
mientras que la ciencia moderna busca dudar exhaustivamente de ellos porque no los
considera fiables, por lo que busca las verdades a través del uso de la razón.
En un segundo lugar, mientras que la ciencia antigua se guiaba por una actitud más bien
contemplativa de la realidad, la ciencia nueva es intervencionista, activa, la naturaleza es
algo que hay que dominar y transformar en función de los fines del ser humano. De esto se
despliega una tercera diferencia que tiene que ver con el fin de la ciencia. Mientras que la
ciencia antigua buscaba conocer las substancias inmutables de las cosas, es decir,
conocer su razón de ser en el cosmos ordenado y divino; la ciencia moderna es
fundamentalmente utilitaria: es necesario conocer lo que me permite tener un control más
exacto de los procesos naturales. La concepción de la naturaleza en distinta: para la
ciencia aristotélica ptolemaica el universo y la naturaleza es algo sagrados, de
conformación divina y superior al individuo (como lo expresa la división sublunar y
supralunar); en cambio para la ciencia moderna la naturaleza es algo potencialmente
dominable, que debe subordinarse al ser humano. Además, la ciencia antigua era
logoteórica y buscaba la aprensión de la realidad a través del lenguaje, mientras que para
la ciencia moderna la experimentación y la elaboración de leyes matemáticas era esencial
para conseguir un conocimiento seguro y no reproducido por las palabras de alguien más.
Texto: Descartes, Discurso del método
Plantea que las ciencias no pueden avanzar debido a un problema de método. Ante esto,
propone un nuevo método, la duda, el dudar metódicamente; éste nuevo método consiste
en dudar de todo hasta encontrar algo de lo que no se pueda dudar. La duda es un
“camino” que me debe llevar a alguna certeza. Es hiperbólica (exagerada), radical y un
método universal. Hay 4 reglas de este método.
1) Análisis, para dudar primero hay que separar/descomponer los hechos.
2) Claridad y distinción, en este punto se establece una nueva noción de verdad, algo
va a ser verdadero cuando deje de dudar. Dejo de dudar, cuando las cosas van a
ser claras y distintas para mí. DUDA=FALSO.
3) Síntesis, una vez establecida la nueva noción de verdad, hay que unir/componer las
partes.
4) Enumeración, por último, se deben revisar/registrar todos los pasos del método.
Con la aplicación de este método, Descartes, logró grandes éxitos en la física y en la
matemática, como ser los ejes cartesianos. En 1641, escribe su obra titulada Meditaciones
metafísicas, obra en la que inspecciona sus ideas y da cuenta de que posee ideas que
provienen de los sentidos e ideas que provienen de la razón. Descartes nos va a decir qué
es lo que existe y lo que no, es decir, aquello que tiene fundamento.
En la primera meditación que realiza, Descartes analiza la fuente de conocimiento del ser
humano (los sentimientos y la razón). Expone que los sentidos engañan dado que nos
brindan impresiones contradictorias de una misma experiencia, pero la insuficiencia de un
sentido se satisface con otro. Ante esto analiza la vigilia y el sueño exponiendo que hay
sueños tan reales que no los distinguimos hasta despertar. Por lo que llega a la conclusión
de que los sentidos no distinguen entre lo real y lo irreal, por lo que los sentidos no son una
fuente confiable del conocimiento.
Por otro lado, si estuviéramos en un sueño o en la realidad, sabemos que 2 más dos va a
dar cuatro. Descartes plantea que podría ser que haya un dios que engañe y nos haga
creer la anterior formula, pero engañar es un defecto, y dios es un ser perfecto, por lo que
no engaña. Plantea la hipótesis de la existencia de un “genio maligno” tan poderoso pero
imperfecto porque engaña, que hace uso de sus recursos para engañarnos sobre lo que
percibimos con los sentidos e implanta ideas en nuestras mentes sin que tengamos
consciencia de ello. La hipótesis de “el genio maligno” juega un papel importante en la
argumentación de Descartes ya que plantea que “lo que percibo tanto por medio de la
razón como por medio de los sentidos, puede ser tomado como verdadero sin tener en
cuenta esta duda acerca de su noción de realidad, al ser transformada por el genio
maligno”. Ante esto, Descartes llega a la conclusión de que, en tanto percibamos algo,
debemos dudar de todo ello en cuanto a que no tengamos algo que nos confirme que es
real, debido a que nadie puede asegurar que no estamos reproduciendo las ideas de otro.
Por lo que la razón, no es una fuente confiable de conocimiento.
En la segunda meditación que realiza, Descartes encuentra algo de lo que no se puede
dudar: de su propia existencia, de la propia existencia de cada uno. Expone que lo único
que existe es el sujeto, el “yo”, por lo que puede construir conocimiento. Plantea que, si
estoy persuadido de algo, o meramente si pienso algo, es porque yo soy (“yo soy”, “yo
existo”). El genio maligno me engaña, me engaña a mí, por lo que no puedo tener dudas de
que existo, porque me está engañando. Por lo tanto, no tengo dudas de que estoy dudando
ya que dudar es un modo de pensar y pensar es algo que hago yo (“pienso, luego existo” =
cogito ergo sum). No soy más que una cosa que piensa, un RES COGITANS, soy una cosa
verdadera y verdaderamente existente (“soy una cosa que piensa”).
Modernidad: Hobbes
Se lo considera el fundador de la teoría política moderna. En 1651, escribe El Leviatán
ante su preocupación por la falta de control en la Sociedad. En su pensamiento confluyen 2
tradiciones: el iusnaturalismo, el cual consiste en establecer una serie de derechos que
son inherentes a la condición humana (derechos/leyes naturales); y el contractualismo, el
cual consiste en ubicar al Estado como producto de un contrato.
En el desarrollo de su pensamiento habla de que los individuos, en un inicio, viven en un
Estado de Naturaleza donde hay una absoluta igualdad en las facultades del cuerpo y del
espíritu, así como también una absoluta libertad natural ya que cada uno es libre de hacer
todo lo que uno quiera, incluso con el cuerpo del otro. Sin embargo, esta absoluta libertad
natural conduce a los individuos a vivir bajo un Estado de Guerra, donde se percibe una
tensión entre los hombres ya que el otro es visto como un enemigo, y donde se vive con el
peligro y el miedo de sufrir una muerte violenta. Ante la igualdad que los hombres tienen de
sufrir una muerte violenta, estos tienen la necesidad de anticiparse para protegerse a ellos
mismos. Este Estado de Guerra posee 3 causas: la desconfianza, porque los hombres se
enfrentan entre sí para lograr un beneficio; la competencia, dado que todos los hombres
desean lo mismo y todos buscan la seguridad; y la gloria u orgullo, ya que buscan ganar
una reputación. Estas causas establecen un estado de guerra de todos contra todos (“el
hombre es el lobo del hombre”).
Ante el temor a la muerte, cada hombre se muestra dispuesto a renunciar a su libertad
natural en pro de obtener la paz, siempre y cuando los demás también estén dispuestos a
hacerlo. Es decir, los individuos pactan para establecer un representante, una Autoridad.
En este Pacto, se renuncia a todos los derechos excepto al derecho a la vida. Al pactar, los
individuos renuncian a su libertad individual a cambio de una seguridad que asegure paz, lo
cual sólo es posible si todos acceden a abdicar sus derechos individuales al mismo tiempo.
Así, se entra en un Estado Civil donde se establece un Soberano/Leviatán que tiene por
objetivo preservar la vida de cada uno y a quien hay que obedecer. Hobbes, plantea que el
Estado debe ser como el gran Leviatán, no debe haber nada más poderoso que él en su
territorio. Así como también plantea que la legitimidad del poder proviene de la obediencia
de los súbditos. Pensamiento antropológico de Hobbes sobre el Estado de Naturaleza y su
repercusión en la concepción de la vida civil: La naturaleza humana está vinculada con el
egoísmo y la desconfianza, lo que se traduce como una actitud de aislamiento/hostilidad de
un sujeto respecto a los otros. El deseo de la supervivencia personal y “la guerra de todos
contra todos” que, además, es generada por otros factores como la competencia y la gloria,
llevan a la siguiente consecuencia: se sostiene que el individuo es conducido por su razón
a unirse con otros en una sociedad estable y organizada por un Estado, a raíz del temor
recíproco que le infunden los males inevitables que amenazan en el Estado de Naturaleza
(donde no existen concepciones de lo justo e injusto ni una distinción de propiedades).
Una persona natural es aquella a la que se le puede atribuir palabras/acciones, todo
individuo es autor y dueño de sus actos. Al pactar, los individuos ceden el derecho de ser
sus propios dueños a una persona artificial, quien se vuelve actor y representante de
aquellas acciones que eran individuales. Los hombres, al ceder sus derechos individuales y
acceder a ser representados, aceptan ser súbditos del Soberano, y no podrán cuestionar
sus acciones ya que su finalidad es asegurar la paz y podrá llevar a cabo cualquier medida
que considere necesaria para lograrlo.
Derechos Soberanos (indivisibles)
Unidad n 6
Ilustración
Romanticismo
Texto: Shiller, Sobre la educación estética del hombre, cartas v y IV
emancipación del ser humano ¿Cómo se logra? ¿Qué facultades humanas activar para
ello?
Una primera respuesta fue: la ilustración, actualizado y profundizado la razón, promoviendo
la igualdad como camino posible de la; libertad.
El Romanticismo es un movimiento filosófico, político y artístico que intenta llevar adelante
la Modernidad mediante la pasión y la singularidad. Es una clara respuesta a la Ilustración.
En esta época, la pasión, los sentimientos y el corazón se vuelven la fuente de
conocimiento ya que mi verdadero yo se expresa en las pasiones mientras que el otro yo
es una especie de “yo social”, convencional, alejado de mí (alienado). Además, las
pasiones expresan nuestro verdadero yo porque son únicas.
La sociedad en la Revolución Francesa según Schiller
Para Schiller, las dos clases involucradas en la Revolución representan una disociación
extrema entre dos cosas que deberían ir unidas de manera armónica: por un lado, el puro
instinto, la brutalidad de la naturaleza pura; y por otro el excesivo refinamiento de la razón,
que llega incluso a atentar contra lo natural.
Schiller considera que las dos caras de la decadencia de su siglo son el salvajismo por un
lado y la comodidad por el otro. En las clases bajas esto causó un rechazo hacia el orden
político y un ansioso deseo de satisfacer sus instintos y necesidades más primitivas,
mientras que en las clases altas la depravación del carácter y la pereza se originan en el
seno de su propia cultura.
La Ilustración conduce a una mayor conciencia, entendimiento y progreso, pero esto no
ennobleció al ser humano, sino más bien lo asentó en sus des-virtudes, oponiéndolo a la
naturaleza y acatando a su tiranía moral, resistiendo a sus impresiones y tomando de ella
sus principios, acallando la voz de la misma con sus costumbres para luego cederle la
última palabra y resolución desde una moral materialista.
En definitiva, el refinamiento de las sociedades no convirtió al hombre en un ser virtuoso
sino más bien en un individuo egoísta que padece de esta actitud por su falta de espíritu
sociable. La cultura ilustrada fuerza al individuo a someter su juicio, sentimientos y voluntad
ante el despotismo, la extravagancia y seducción, lo cual aleja al ser humano de la
naturaleza. El sentimiento predominante en la modernidad es una sensación de orgullo y
suficiencia en la cultura y el refinamiento que desde cierta perspectiva aleja al ser humano
de la libertad de la cuál supuestamente es provisto al adherir a este movimiento dado que
dentro del mismo se crean formas cada vez más complejas y exigentes de
comportamiento, sociabilización y pensamiento.
Clases bajas Clases altas
-Clases más numerosas de -Excesivo refinamiento de la razón
extrema pobreza y poco ilustrada.
cultivadas. -Perversión del carácter,
-Ceden a sus instintos animales inclinaciones antinaturales del
CARACTERISTICA y a la brutalidad. comportamiento humano.
S -Se comportan de manera -Moral materialista que termina por
vulgar y con tendencias formar personas desinteresadas y
anárquicas cuando se disuelve egoístas.
el orden civil. -Piensan que la única posibilidad de
- Espíritu de la época: no caer en el irracionalismo del
barbarie, mera naturaleza, sentimentalismo es renunciar por
superstición (valor que la completo a él.
ilustración busca desterrar). -Espíritu de la época: Perversión,
antinatural, escepticismo moral (falta
de un principio religioso).
El círculo vicioso Schiller presenta al inicio de la carta IX un círculo vicioso que refiere a
las contradicciones que presenta el iluminismo que, según Schiller, se reduce únicamente a
una cultura teórica.
Por un lado, se sostiene que la teoría debería preceder a la práctica, pero, al mismo
tiempo, la teoría se aprende a partir de la práctica, es decir que aprendemos haciendo.
Para Schiller la lucha política por la liberación externa del hombre no puede darse si en el
interior los hombres continúan siendo esclavos de instintos animales, de los cuales surge
un anarquismo y violencia desenfrenada en el momento en que se anula muy rápido la
autoridad del Estado. El hombre debería estar preparado internamente para su liberación,
ennoblecer su carácter, pero esto tampoco puede darse estando sometidos a un Estado
bárbaro.
Hay que abrir para el hombre un campo de prácticas de la libertad. Mientras pervive el
Estado natural (civil) que asegura la existencia física del hombre, hay que crear los
fundamentos espirituales sobre los cuales se instituirá en un futuro el Estado libre. No es
posible destruir primero el mecanismo del Estado y después andar en búsqueda de otro,
sino que hay realizar una revolución en la manera de pensar antes de cambiar el
mecanismo.
Arte, artista y obra de arte
En esta carta encontramos las esperanzas puestas en el arte como catalizador de las
fragmentaciones a las que está condenado el hombre moderno y la propuesta del artista
educador.
Arte y ciencia están libres de todo positivismo y, por lo tanto, gozan de inmunidad
absoluta. Es decir, ambas esferas son libres e inmunes tanto de la convención como del
capricho humano.
El culto al presente que realizan tanto el arte como la ciencia no es una cuestión de
conveniencia, por el contrario, es algo relacionado con el deseo, con aquella inclinación de
los hombres a las leyes del gusto crítico de la época, lo cual, juega en contra de lo bello y
verdadero porque aun cuando se intenten encadenar, someter y denigrar a nivel primitivo
a estas esferas, ellas trascienden lo inmediato y el tiempo.
Schiller afirma que el artista es hijo de su tiempo, pero no debe satisfacer a las
necesidades y exigencias de su tiempo, sino que debe darles a los hombres lo que
necesitan.
El artista debe plasmar en su obra este modelo íntegro, el sentimiento de libertad, y hacerlo
accesible a sus contemporáneos. La fuente de la belleza es la genialidad del artista, el cuál
extrae la materia y la forma de su obra remontándose a épocas de nobleza y a la esencia
inmutable de la misma. De esta forma, el ideal sobrevive al paso del tiempo; lo que
demuestra la nobleza del arte que, sin importar el tiempo que trascurra, siempre
transciende las eras de manera que puede revivir tiempos remotos.
Schiller busca expresar al individuo como un ser que indefectiblemente debe convivir en la
época a la cual pertenece, pero no necesariamente debe ser arrastrado por las necedades,
desvirtudes e irracionalidades de esta, sino más bien debe arremeter y resistir a ella
aferrado a sus convicciones, razón y pensamientos para purificar sus acciones y
sentimiento moral de toda grosera frivolidad.
El artista debe explorar la esencia del ser humano hasta que éste abandone todo aquello
que es primitivo y ordinario para convertirse en un ser de mayor sofisticación y
sensibilidad con respecto a todo aquello que lo rodea, para Schiller, es aquel que puede
ennoblecer con su arte bello el carácter de sus contemporáneos.