Semana 14 RN 2020 I

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Introducción

Más de tres mil kilómetros abarca la costa peruana, en este vasto territorio se desarrollan ecosistemas
únicos en términos de biodiversidad, productividad y potencial pesquero. Estas dinámicas biológicas
permiten hacernos entender cuáles son las principales especies que son capturadas en el mar peruano y
las técnicas que utilizan los pescadores (en sus diferentes tipos) para obtenerlas. En esta sección,
conoceremos los ecosistemas, las artes y métodos de pesca, y las principales cifras e impacto de la
pesquería marina en el Perú.
Los ecosistemas marinos

La costa peruana se extiende por tres mil kilómetros a lo largo del océano Pacífico (INEI, 2010). Es uno de
los mares más ricos en términos de biodiversidad, productividad y potencial pesquero (Chávez et ál., 2008;
FAO, 2007; Guevara-Carrasco y Bertrand, 2017). Biogeográficamente, las aguas costeras peruanas
comprenden dos provincias: Pacífico Sureste Templado-Cálido (provincia peruana) y Pacífico Este Tropical
(provincia panameña) (Spalding et ál., 2007); mientras que la región costera comprendida entre los 4° S y
6° S es considerada un ecotono o zona de transición entre estas dos provincias contrastantes (Hooker,
2013 y Barahona, 2017).
En cuanto a circulación oceánica, la capa superficial del mar peruano (<25 m) está dominada por dos
corrientes que son impulsadas por el viento hacia la línea ecuatorial: la Corriente Costera Peruana (CCP),
que fluye cerca de la costa hasta 90 km de distancia, y la Corriente Oceánica Peruana (COP), que fluye a
más de 180 km de la costa (Chaigneau et ál., 2013). A nivel subsuperficial, el norte peruano está
influenciado por la Corriente Ecuatorial Subsuperficial (CES), que fluye tanto hacia el este sobre el eje
ecuatorial como hacia el sureste, llegando a la costa peruana sobre los 5° S (Chaigneau et ál., 2013). Más
al sur se encuentran las Contracorrientes Subsuperficiales del Sur: primera (pCCSS) y segunda (sCCSS),
que fluyen hacia el este y se aproximan a las costas a 5° S y 7° S, respectivamente (Chaigneau et ál.,
2013). Un poco más al sur, la circulación hacia los polos está compuesta, principalmente, por la Corriente
Subsuperficial de Perú-Chile (CSPC) y un flujo secundario más débil hacia el polo, la Contracorriente Perú-
Chile (CCPC) (Chaigneau et ál., 2013). La Corriente Subsuperficial de Perú-Chile es clave para el mar
peruano porque transporta hacia regiones extratropicales una masa de origen casi ecuatorial, relativamente
cálida, rica en nutrientes y pobre en oxígeno. Esta constituye la principal fuente de aguas de surgencia
costera (o afloramiento) que alimenta la intensa productividad primaria local (Chaigneau et ál., 2013)
¿Qué y cómo se pesca en el Perú?

Las pesquerías más importantes en términos de biomasa desembarcada, rentabilidad económica e impacto
socioeconómico son las siguientes:
• Pesca de anchoveta: puede estar dirigida tanto al Consumo Humano Indirecto (CHI) o al Consumo
Humano Directo (CHD), se realiza con una red de cerco conocida como boliche. La primera es realizada a
lo largo del litoral peruano por embarcaciones de mayor escala (bolicheras), así como embarcaciones de
menor escala (conocidas como vikingas). La segunda es realizada por embarcaciones de menor escala y
artesanales. En datos del Ministerio de Producción (2018), los desembarques anuales en el rango entre
2008 al 2017 están en el orden de 2.3 - 7.1 millones de toneladas.
• Pesca de pota: iniciada en 1991 por flotas asiáticas altamente tecnificadas con el sistema jigging y con
capacidades de bodega de entre 200 y 2000 toneladas (Paredes, 2012). En la actualidad, solo opera la flota
artesanal peruana, compuesta mayoritariamente por embarcaciones de madera con capacidad de bodega
menor a 10 toneladas. La mayoría de estas emplea líneas manuales con anzuelos artificiales (líneas
poteras) y el resto, redes de enmalle (cortineras) (Paredes, 2012). Los desembarques anuales entre los
años 2008 y 2017 van de 96 a 556 mil toneladas (Produce, 2018).
• Pescas de caballa y jurel: capturadas por bolicheras de mayor escala, pero también por embarcaciones
artesanales de pequeño calado, que tienen 38 mm de abertura mínima de malla en sus redes de cerco
(Paredes, 2012). Las embarcaciones de altura emplean redes de arrastre pelágico, cuya abertura mínima
de malla debe ser de 72 mm (Paredes, 2012). Los desembarques anuales entre los años 2008 y 2017 están
entre 0.6 a 422.6 mil toneladas (Produce, 2018).
• Pesca de merluza: comprende al sector industrial de arrastre de fondo, que tiene como base de
operaciones al puerto de Paita (Piura) y debe operar fuera del área reservada a la pesca artesanal (franja
de 5 millas náuticas de la costa), involucrando tres tipos de embarcaciones de arrastre: las menores o
costeras (EAC), las de mediana escala (EAME) y las mayores o embarcaciones factoría (EAM/F). Las EAC
y EAME están autorizadas a operar solo fuera del área reservada a la pesca artesanal, mientras que las
EAM/F están autorizadas a operar solamente a partir de las 10 millas de la costa y a una profundidad mayor
a 100 metros. Al año 2017, la flota arrastrera merlucera industrial del Perú estaba conformada por 28 EAC,
3 EAME y 1 EAM/F (Alarcón y Salazar citados en Morales, 2018). La flota también comprende al sector
artesanal, compuesto por gremios de pescadores ubicados entre Tumbes y Piura, quienes emplean hasta
siete tipos diferentes de artes y métodos tradicionales de pesca de tipo pasivo, entre los que destacan de
mayor a menor nivel de desembarque: líneas de mano con anzuelos (pinta), palangres de fondo (espineles
de fondo) y redes agalleras de fondo (cortinas de fondo) (Guevara-Carrasco y Bertrand, 2017). Los
desembarques anuales en la década de 2008 al 2017 están entre 33.1 a 79.6 mil toneladas (Produce,
2018).
• Pesca de bonito: comprende a todos los subsectores artesanales, de menor escala y de mayor escala.
La extracción de este recurso tiene como principal destino los mercados mayoristas pesqueros (consumo
en fresco) y, en menor proporción, se deriva a la industria pesquera (enlatados y congelados) con fines de
exportación. Los desembarques anuales entre 2008 y 2017 van entre 13.1 a 100.6 mil toneladas (Produce,
2018).
• Pesca de perico: es ejercida exclusivamente por embarcaciones artesanales, las que, sin embargo,
pueden realizar viajes de más de 20 días en altamar para faenar hasta más allá de las 200 millas náuticas
de la costa, con el espinel de superficie como el arte de pesca más utilizado (Amorós et ál., 2017). El
perico se destina fresco, principalmente, al consumo interno y congelado para la exportación (Amorós et
ál., 2017). Los desembarques anuales en la década entre 2008 y 2017 van entre 31.0 y 61.9 mil toneladas
(Produce, 2018).
• Pesquerías artesanales multiespecíficas: por un lado comprenden la captura de peces demersales y
pelágicos costeros (pintadilla, lenguado, chita, pejerrey y cojinova, entre otros) con el uso de redes (cercos,
cortinas, trasmallos, chinchorros), palangres calados en mar abierto o desde la orilla (espineles), líneas y
anzuelos (pinta) utilizados también en mar abierto y desde la orilla. Además, comprenden la extracción de
invertebrados y, finalmente, macroalgas.
Artes y métodos de pesca

En el Perú, existe una gran diversidad de artes y métodos de pesca de recursos marinos silvestres que son
utilizados con o sin embarcación e involucran desde artes pasivas de bajo impacto ecosistémico (por
ejemplo, la pinta para recursos costeros) hasta artes activas de gran impacto (por ejemplo, red de arrastre
de fondo para consumo humano directo), así como artes y métodos tanto lícitos como ilegales (como es el
caso de chinchorros, bolichitos de fondo o pesca con explosivos).
Salazar (2018) desarrolló un diagnóstico participativo con expertos pescadores, académicos,
investigadores del Instituto del Mar del Perú (Imarpe), funcionarios de Produce y especialistas de ONG
para clasificar 20 artes y métodos de pesca de los subsectores artesanal y de menor escala en el Perú.
Con esa información, logró clasificarlos en cuatro grupos en función a su Índice de Impacto Ecosistémico
(IIE) donde, en una escala Likert que tiene como máximo el número 5, artes de pesca con IIE de 1 tienen
un impacto fuerte, muy desfavorable al ecosistema; y artes con IIE de 5 tienen un impacto menor, favorable
al ecosistema.
Las características de algunas otras artes y métodos de los subsectores artesanal y de menor
escala no considerados en el estudio de Salazar se describen en la tabla anterior. Las
características de las principales artes y métodos de pesca de mayor escala (industrial) se
describen en la siguiente tabla.
La Pesca Peruana en números
Desembarques
Entre todas las formas de uso de los recursos marinos del Perú, la pesca es la más importante. El sector
pesquero es ampliamente dominado por la extracción de la anchoveta, pues para el desembarque total
acumulado en el decenio 2008-2017 en el país, dicho recurso fue responsable de cerca de 82 %, seguido
por la pota (8.2 %), otros invertebrados (2.0 %), el jurel (1.7 %), otros peces (que incluye especies costeras
demersales y pelágicas, con 1.4 %), la caballa (1.4 %), el bonito (1.0 %), la merluza peruana (1.0 %), el
perico (0.9 %) y las macroalgas (0.3 %) (Produce, 2018).
Esta figura provee una mirada cercana a los desembarques en el año 2017, basada en datos oficiales de
Produce, y segregados por especies y grupos de peces, invertebrados marinos y macroalgas. Debe tomarse
en cuenta que estos números no incluyen los desembarques por pesca ilegal, no reportada o no regulada
(pesca INDNR). Un estudio realizado con datos de entre los años 1950 y 2010 estimó que la pesca INDNR
representa hasta un 24 % del total de capturas en el Perú (Mendo y Wosnitza-Mendo, 2014).
Es importante destacar que en el Perú no existe un sistema consolidado de gestión de la información
pesquera, dado que existen discrepancias e inconsistencias entre las estadísticas publicadas por diferentes
entidades del sector. Por ejemplo, al comparar series temporales de desembarque en pesquerías artesanales
tan importantes como son las de merluza y pota, las cifras que maneja Produce (que constituyen las
estadísticas oficiales) y las que maneja Imarpe (entidad que da a Produce soporte técnico-científico en su
labor de ordenamiento pesquero) presentan evidentes discrepancias. Aunque solo Imarpe publica la mayoría
de sus metodologías de seguimiento de pesquerías, las decisiones de ordenamiento pesquero tienen que
basarse en la data oficial generada por Produce. Así se introduce el riesgo de tomar decisiones erróneas por
el empleo de data muy posiblemente sesgada en una magnitud desconocida.

También debe destacarse que la pesca artesanal, pese a tener niveles mucho menores de extracción con
respecto a la pesca industrial, incluye una mayor diversidad de especies capturadas para satisfacer
básicamente el mercado de consumo humano directo.
Exportaciones

Como se aprecia en la figura, la harina y el aceite de pescado dominan las exportaciones de productos
hidrobiológicos marinos, con alrededor de 75 % del volumen total exportado. La exportación de productos
hidrobiológicos marinos generó un ingreso total de 2874.2 millones de dólares americanos FOB en el año
2017, 31.4 % más que en el año 2016.

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