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Segundo Parcial

Semiótica del teatro

Alumnas: Tamara Bucspun y Eimi Gonzalez

Comisión: 9 y 11 hs

Docente: Lucía Möller


Análisis descriptivo:

Comenzamos la obra leyendo un poema en el que encontramos varios choques


semánticos, en principio se le atribuye la característica de filántropo (persona que se
dedica a trabajar por otras y procura su progreso y su bien de manera desinteresada) a
los socorristas. Ellos no son altruistas, sino que sus propósitos son la inspección, el
control: entran a las casas para ver la forma de vida de la gente, qué tienen, qué hacen y
si rompen el orden establecido por Hitler. Por otro lado se utiliza el término despectivo
“covacha” para referirse a los hogares de las personas más necesitadas a nivel
económico, la palabra que proviene de “Cueva” puede ser cobijo tanto de personas
como de animales, sin distinción. Esta relación humano-animal no solo se ve en la
utilización de esta palabra, si no en la forma en que los tratan: como irracionales (lo que
representa una amenaza), brutos, ignorantes y sobre todo como una especie que hay que
domesticar.

Posteriormente se configura a la clase alta como superior, “altaneros” porque son


quienes dan las “sobras y harapos”, pero más adelante, la anciana, quien tiene recursos
limitados y recibe este socorro, convida a los S.A las pocas manzanas que le dieron y de
todas formas no entra en el parámetro de “superior”. Así que esta designación es
selectiva y discriminatoria. En la primera parte de la segunda estrofa nos encontramos
con el siguiente choque semántico: se habla de la “mano”, que ya de por sí tiene la
connotación de ayudar pero que a la vez está ahí para aplastar y destruir. Una suerte de
amigo-enemigo. “La misma mano que aplasta a los hermanos les tiende, diligente, la
limosna”, esto lo vemos en el nivel de la historia cuando los S.A entran a la casa para
“acudir” a un pedido de ayuda (socorro) y les brinda a esta familia comida pero a su
vez, al final, secuestran a una de sus integrantes.

Para seguir con las contradicciones: se les da una limosna, que es un bien para personas
carenciadas, con el propósito de que no se escuche ninguna queja ni se puedan revelar
ante este sistema, es decir, hay una intención encubierta, una especie de chantaje
implícito. A su vez, se utiliza la ironía: “Pero a los pobres, el mendrugo de pan se les
atraganta con el Heil Hitler” como si esta fuese una elección, como si estuvieran
entusiasmados por proclamar su apoyo al líder que les da y también les quita (más de lo
que les da). Pero sabemos que fue todo lo contrario, no había opción. A su vez esto
podría tener que ver con la percepción que tenía Hitler sobre el asunto de su
candidatura: como fue elegido democráticamente tenía una idea generalizada de
“elección” sobre la realidad de ese momento. Sin embargo la realidad estaba amoldada
por sus propias reglas y restricciones. Y cualquiera que se dignara a “revelarse” en
contra de ella tendría que pagar las consecuencias con su propia vida o incluso con
trabajo forzado.

Luego del adelanto del prólogo aparece el nivel de la representación. Los núcleos de
tiempo y espacio nos anclan en “Karlsruhe, 1937. Habitación de una anciana (…)”. Esta
ciudad coincide con una Alemana. El mandato de Hitler ya ha comenzado, faltan dos
años para la Segunda Guerra Mundial, esto indica empobrecimiento en la región y
escasez de recursos.

Al comenzar la obra nos encontramos con una referencia no literal sobre Hitler:
“Sí, abuela, esto se lo manda el Führer” como si él fuera omnipresente y fuese capaz de
ofrecer atención personalizada a cada uno de sus habitantes. Sin embargo su accionar es
de forma masiva para los pobres con la finalidad de crear un sentimiento de “unidad” y
provocar así una estabilización interna. Funcionaría como analgésico para tapar los
síntomas de una sociedad fuertemente censurada, castigada, disconforme y con hambre.
En la frase siguiente “para que no digan que no se ocupan de ustedes” tenemos el
deíctico “ustedes” que excluye, aleja a los S.A de estas dos personas que representan a
los pobres, no las trata como iguales.
La anciana agradece inmediatamente la limosna. Acepta su miseria y su condición, es
sumisa y constantemente quiere incluir a Erna en esa sumisión. El miedo está implícito
en cada frase y acción. Todo esto va construyendo su estatuto de personaje. Por otra
parte, por primera vez escuchamos el nombre de su hija, el único que conocemos hasta
ahora.

El Segúndo SA no da lugar a que Erna conteste cuando la anciana le hace una pregunta,
invalidando sus palabras y queriendo censurarla. No permite que se construya, ya que
uno se construye a través del lenguaje y ellos no la dejan hablar. La anciana los invita a
comer manzanas como modo de retribución. A uno de ellos lo llama “hijo mío”, lo que
da cuenta de su insistencia por encubrir la desigualdad de poder a fin de no provocar a
los dos representantes del gobierno. Todos, a excepción de Erna, comen la manzana,
este gesto diríamos que es un gestus en tanto encarnación de una actitud, su significado
sería la revelación de las motivaciones que sustentan el intercambio dramático entre los
personajes. Representa el enfrentamiento entre la unidad alienada por el sistema por un
lado, y a ella por el otro, quien decide no formar parte de ese grupo y “transgredir” las
reglas. Hecho fundamental que conforma su estatuto de personaje. Al nivel de la
representación, esto puede tener que ver también con que es la única que tiene nombre
propio de entre estos personajes. No se resalta su función, a diferencia de los S.A y la
Anciana. Es la única que conserva el poder de decisión y lo utiliza, a diferencia de la
anciana y los S.A, que fueron despojados de sus pensamientos críticos a través del
terrorismo. Luego la anciana comete un error y manda al frente a Erna y a su esposo al
decir: “¡Sírvete, Erna, no te quedes ahí, parada como una tonta! Ya ves que no es como
dice tu marido” Dirigiéndose a ellos como si fuesen personas equivocadas y como si
ella estuviese haciendo lo correcto. Nuevamente esta oración reafirma la ingenuidad de
la anciana, no mide las consecuencias de sus palabras. Erna al decir “nada, chocheras de
vieja”, quiere intentar desacreditar lo dicho y lo va a hacer designándole senilidad a su
madre. La anciana responde que “han subido un poquito los precios”, utilizando la
estrategia de usar un diminutivo en su enunciación para amortiguar el impacto de la
frase. Podríamos hablar en este caso de Polifonía, porque de alguna forma evita hacerse
cargo del todo de lo que dice pero finalmente lo dice. Por otro lado se instaura el libro
de cuentas como sinónimo de un registro que atenta contra el gobierno, viéndose Erna
perjudicada. La abuela advierte por primera vez que lo que le ha dicho a los S.A
perjudica a su hija. No obstante, intenta solucionar su error, afirmando que esos
aumentos son justificados “para reequipar el país”, es decir, para la guerra. El S.A
sostiene que ese registro de cuentas son calumnias, lo que provoca un choque semántico
a nivel del texto ya que un registro sobre un acontecimiento justamente tiene la
finalidad de constatar ese hecho. A su vez, estos dos extraños reparan en el estatuto de
personaje de Erna, y se dan cuenta de que hasta ahora no ha seguido las indicaciones
propias para los ciudadanos nazistas de ese entonces, tal como el saludo fascista
característico de la época: “Heil Hitler”. La anciana continúa queriendo ocultar el
comportamiento “subversivo” de su hija pero no lo logra. El primer S.A denomina a la
casa como “buena cueva de marxistas” esto construye un adentro destinado
exclusivamente al ocultamiento y un afuera virtual peligroso con un acechador que
ronda amenazante y espera el momento justo para atacar. Jamás desaparece, siempre
está presente a través de distintas personas que representan la misma figura: Hitler. A su
vez, aparece el marxista como el enemigo. La anciana, para evitar que los S.A se lleven
a Erna, afirma que “está en su tercer mes”. Es decir, embarazada. La anciana cree que
esto la exceptuaría por lógica humana (o mismo religiosa, si tenemos en cuenta que
según la Biblia, Dios es el autor de la vida y sería un pecado ir contra las leyes de esta
máxima autoridad) pero no lo hace, ya que como dijimos, no son tratados como tal sino
vistos como animales. A pesar de que se llevan a su hija frente a sus ojos, la abuela
sigue demostrando su apoyando al partido nazi repitiendo una y otra vez el saludo, lo
cual es irónico, ya que la misma no está a favor de sus actos. En conclusión, esta última
estrategia no funciona.

En el nivel del discurso encontramos que Brecht publica esta obra en Estados Unidos,
en lejanía espacial e ideológica de su país natal, ya que al hacerlo está exiliado en un
país capitalista. Formaba parte de la resistencia alemana al nazismo, por lo que tuvo que
escapar de la tierra de su origen para que sus reclamos tuvieran lugar a través de un
texto y sirvieran para concientizar sobre la situación. Por ende, este discurso, que es el
texto en contexto, surge justamente en un entorno que le posibilita ciertas cuestiones
como la libertad de expresión, la exposición, etc.

Puesta en escena:

Una casa con poca luz y espacio reducido, hay simbología nazi en carteles que ubicados
en la pared, un canasto de socorro de invierno, una mesa que sobre ella tiene una tetera
y tazas relucientes (a su vez iluminados por una luz directa que cae desde arriba) que las
diferencian de todos los otros objetos deteriorados presentes en el lugar. Este juego de té
representa ser la luz al fondo del túnel para la sociedad alemana, permite la
conversación e invita así a los personajes y al público a “sacarse las vendas de los ojos”,
es la única salida posible para terminar con el terrorismo de la época. Ya que vemos que
ser sumisa a la abuela no le funcionó.

Elegimos la restricción C para organizar la puesta a partir de la elección de un sub-


código del lenguaje teatral que sería el Teatro Musical, en el que la actuación está
presente a través de los personajes (que no hablan, por ende su accionar tiene que ser
aún más evidente) en el nivel de la historia y el canto aparece en el nivel de la
representación a través de la narradora que cumple la función de configurar este
subcódigo cantando “Canción de Tomar el Té” de María Elena Walsh. La canción
pretende relatar lo que está sucediendo en escena, a fin de simbolizar que los presentes
no tienen voz en esta época, pero no explicita la situación, si no que utiliza como
estrategia referencias “inocentes” y “fantásticas” que el público tiene que decodificar
para llegar al mensaje literal. Estrategia que es utilizada por Brecht también en
enfermedad profesional para denominar como tal a las enfermedades que contraían los
prisioneros en el campo de concentración.

La música procura acompañar y retardar la acción en diferentes momentos, por ejemplo


la narradora eleva el volúmen y velocidad de su canto para alertar a Erna cuando no
come la manzana que esa acción puede traer consecuencias.

La elección de esta canción contribuye a mantener las relaciones semióticas


desarrolladas, intactactas, puesto que cada estrofa de la misma nos remite a la obra pero
de una forma particular dado que no utiliza literalidades, nos sumerge en un mundo
imaginario en el que a través de personajes ficticios (como la leche y la mermelada),
que a su vez también carecen de nombres propios, nos cuenta una historia que comparte
muchísimas similitudes con Socorro de Invierno y la estrategia de enunciación que hay
detrás que posteriormente analizaremos muy concretamente. Por otro lado tenemos
también el parecido entre los dos autores: María Elena, al igual que Brecht, fue víctima
de la censura impuesta por el Gobierno de facto en Argentina y apostó desde la
literatura a infancias más lúdicas y reflexivas, (aunque creemos que él preconfiguraba
un espectador modelo de más edad que los de la escritora, el fin de sus obras también
era la reflexión).

Finalmente procederemos al análisis de la canción para evidenciar las relaciones


semióticas existentes entre ella y el texto dramático, ya que, recordemos, es
fundamental su enlace para que sea suficiente el canto como sostén explicativo de la
escena, sino, no sé produciría el entendimiento por parte del público, que es el objetivo
final para lograr la crítica.

“Estamos invitados a tomar el té”

Este primer verso funciona como estrategia de enunciación: el sujeto transmisor


empírico apela al sujeto enunciatario virtual para que participe
(en términos de Bettetini) de la obra. Por eso la utilización del deíctico inclusivo
“estamos”, todos formamos parte de esta sociedad alienada, y la salida es grupal.

“La tetera es de porcelana


pero no se ve,”
En referencia a que hay miedo de por medio en esta conversación y mismo en el
accionar de los personajes pero es casi implícito. Podríamos pensar también que lo que
no se ve son las verdaderas intenciones de Hitler, los personajes están cegados por la
alienación producida por el terror.

“Yo no sé por qué”

Opera como un dispositivo repetitivo dentro de la misma obra. El hecho de que hay una
ignorancia construida. Una imposibilidad de hablar que culmina en la excusa de no
saber.

“La leche tiene frío


y la abrigaré,
le pondré un sobretodo mío
largo hasta los pies.
yo no sé por qué”

Este verso actúa como indicio espacio-espacio-temporal (ya que es invierno) y además
lo entendemos como semejanza de la acción de “ayudar” entregando a los necesitados
el socorro de invierno, que en la obra es irónico porque a su vez tiene la finalidad de
vigilar y reprimir. En esta parte, además, se enuncia la acción y se la describe. Tal cual
el fragmento de la obra en que los S.A alardean sobre su ayuda y la abuela describe lo
que contiene la canasta.

“Cuidado cuando beban

se les va a caer

la nariz dentro de una taza

y eso no está bien

yo no sé por qué”

Es un alerta hacia Erna sobre que su acción (rechazar la manzana) puede ponerla en
peligro poniendo en evidencia su juicio. Este mensaje respeta la instauración del
Nazismo sobre que hay cosas que “están bien” y otras que están “mal” (que antes no lo
estaban) y son dignas de castigo.

“Detrás de una tostada se escondió la miel”

En relación al momento donde Erna intenta que se invaliden los dichos de la anciana (a
modo de ocultar su verdadero pensamiento) que la pondrían en una situación
complicada.

“La manteca muy enojada,


la retó en inglés
Yo no sé por qué “

Los socorristas advirtieron que son posibles marxistas y empiezan a levantar la voz,
como “retandolas”.

“Mañana se lo llevan preso


a un coronel
por pinchar a la mermelada
con un alfiler”

Erna cómo sinónimo de coronel porque se la llevan, la secuestran por haber incumplido
las reglas.

“Yo no sé por qué”

La narradora evita dar opinión, se autocensura por miedo.

“Parece que el azúcar siempre negra fue”

La abuela se da cuenta de que los socorristas no son “hijos míos”, sino que son
peligrosos y pueden atentar contra su vida y la de su familia.

Termina la canción y la escena.


En escena, al nivel de la representación, narra/canta Erna que se está en un tiempo
adelantado al de la historia (como si se hubiese producido un desdoblamiento en su
presente para recordar su pasado). Su vestuario es propio de los retenidos en los campos
de concentración: pijama de rayas y posee una panza de 9 meses. Se encuentra
desaliñada.

En el nivel de la historia van a haber 2 personajes (S.A) que visten con el uniforme
característico de estos agentes:

A su vez van a estar también el personaje de La anciana (vestida con un camisón


deteriorado en colores claros y un chalina tejida) y Erna (quien tiene puesto un vestido
negro suelto, también desgastado)
Texto dramático: (aclaraciones de dirección)
Procedimientos Brechtianos presentes en el episodio:

 Efecto extrañamiento: El fin es que el espectador no se sienta identificado con lo


que ve, es decir que no siga alienado, sino que se produzca un espacio para
reflexionar sobre lo que está sucediendo. Para esto, las situaciones se critican a
sí mismas dialécticamente y contraponen de manera lógica sus diversos
elementos. Esto lo vemos en varios momentos, por ejemplo cuando la anciana
dice “No van a reprocharle que lleve un libro de cuentas”, algo que ciertamente
no representa una amenaza. También cuando exclama “¡Pero está en el tercer
mes! ¡No pueden, no deben hacer eso!”, puesto que las embarazadas siempre
son prioridad en una sociedad, y representaría una violencia mayor atentar
contra su vida, el espectador jamás se sentiría identificado con eso. Uno de los
recursos de este efecto también es que se desvela el artificio, en este caso sucede
a través de la mirada directa de la narradora hacia el público y por parte de los
actores que pronuncian el poema inicial y el prólogo del mismo modo (menos
las Ernas).

 El héroe no trágico: El héroe dramático es el pensante, incluso un sabio. El sabio


es el héroe no trágico por excelencia. Esta concepción se refiere a Erna, la cual
no obtiene en la obra su reconocimiento de heroína, pero es la única del episodio
que no está cegada ante el régimen Nazi. Ella, a pesar del peligro al que se
expone, pretende defender a escondidas sus valores e intenciones, pero es
descubierta gracias a la anciana.

 El gesto muestra la significación social y la aplicabilidad de la dialéctica, por


ejemplo cuando la anciana, a modo de agradecimiento, ofrece las manzanas y
Erna decide rechazarlas.. La dialéctica a la que apunta el teatro épico no está
referida a la sucesión escénica, sino que se anuncia en los elementos gestuales
que son base de cualquier sucesión temporal. Es decir, se antepone las acciones
más que la cronología.

 El teatro épico desea un público relajado que se presenta como una colectividad
que está motivada para tomar posiciones. Deben contar con un razonamiento
para tomar una postura, ya que lo que se expresa no es inocente.

 Este episodio puede ser separado del resto de toda la obra y ser analizado por
separado, obteniendo un montón de significados y signos. No obstante, al igual
que los otros episodios analizados, podemos encontrarnos con contradicciones e
ironías.
Correcciones:
1) Añadir los procedimientos Brechtianos (7/11)
2) Que los personajes hablen (7/11) -no fue mucho más desarrollado pero
comprendimos que la docente quería que el texto estuviera presente sumado al
canto. Así que así lo hicimos, sin embargo, la docente luego mencionó la
ccorrección 4 y creímos que esto sucedía por la presencia del texto. Así que
nuevamente decidimos prescindirlo pero dándole mayor protagonismo a la
narradora y a la corporalidad de los actores. Creemos, finalmente, que pudimos
fundamentar esta decision para que esté sustentada.
3) Añadir el texto dramático (14/11) -aunque no comprendimos a qué se refiere dado
que la docente creía habernoslo explicado y pedido con anterioridad, creemos que
podría ir en el mismo sentido que la corrección 2-
4) No queda clara la restricción elegida -No fueron dados los motivos, por tanto nos
enfocamos en quitar los recursos que especulamos que podían contribuir a la
confusión con otras restricciones. Por ejemplo el de infatilizar los personajes.

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