La Narrativa de La Generación Del 98

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LA NARRATIVA DE LA GENERACIÓN DEL 98

La generación del 98
Dentro del movimiento general del Modernismo, en su acepción más extensa, un grupo de autores se distinguió en España por
su preocupación crítica por la situación social y política del país. Azorín los denominó Generación del 98 por el impacto que
supuso para ellos la pérdida de las últimas colonias (Cuba, Puerto Rico y Filipinas) que se produce en ese año. Este
acontecimiento se toma como hecho de valor simbólico de la decadencia y la situación de grave crisis que atraviesa España en
ese momento. El núcleo inicial de la generación se encuentra el llamado Grupo de los Tres, constituido por Pío Baroja, Ramiro de
Maeztu y José Martínez Ruiz, conocido posteriormente con el seudónimo de Azorín. Más tarde se incluiría en la nómina de
escritores del 98 también a Miguel de Unamuno, Antonio Machado (desde Campos de Castilla) y Valle-Inclán (desde Luces de
bohemia) entre otros. El pensamiento del 98 estuvo marcado por las ideas del regeneracionismo y la filosofía krausista. Otros
filósofos influyentes que estos autores intentaron incorporar al pensamiento de España fueron: Friedrich Nietzsche (Azorín,
Baroja y Unamuno), Arthur Schopenhauer (particularmente Baroja), Sören Kierkegaard (Unamuno) y Henri Bergson (Antonio
Machado).
El Grupo de los Tres, es la denominación que se dio a la agrupación de Pío Baroja, Ramiro de Maeztu y José Martínez Ruiz, que
en 1901 publican en la revista Juventud un manifiesto, “El manifiesto de los tres”, en el que se defendía la transformación de
España y su equiparación con los países europeos. Aunque encontraron apoyo ocasional en Unamuno e incluso en Maura, el
fracaso en distintas acciones condujo al pesimismo y a la desintegración del grupo, cuyos miembros siguieron direcciones
diversas. Además de una posición ideológica común, el grupo del 98 comparte unas opciones estéticas y creativas:
- El carácter intelectual y la dimensión social de las preocupaciones de esta generación hacen que el ensayo y la novela sean
los géneros dominantes.
- Rechazo del realismo, con preferencia por un mayor subjetivismo y contenidos introspectivos.
- Expresión sobria y antirretórica, con períodos breves, impresionistas.
- Presencia de temáticas comunes: la preocupación por España y las vías de solución a sus problemas, la angustia
existencial, el paisaje (particularmente el castellano, como emblema de España) y una visión pesimista y desengañada de la
existencia.

Renovación de la novela en la generación del 98


En la novela encontramos algunas de las obras más significativas de la generación del 98, cuyos autores inician a principios de
siglo una renovación del género, alejándolo del realismo, en la búsqueda de la expresión de la realidad personal e interior. En este
sentido, se considera una fecha clave 1902, año en el que se publican cuatro obras significativas: La voluntad, de Azorín; Camino
de perfección, de Baroja; Amor y pedagogía, de Unamuno; Sonata de Otoño, de Valle-Inclán. La renovación de la novela que sucede
en este momento tiene como principales componentes:
- Personaje único. La trama se centra particularmente en un personaje protagonista, para adentrarse en su mundo interior
y su lucha interna frente a un mundo donde no encaja. Se trata de un personaje inadaptado, antiburgués, rebelde, amoral y
fracasado, que con frecuencia llega a la destrucción total.
- Preocupación por España. Las novelas reflejan la inquietud por la decadencia política y social de España, con dos líneas
ideológicas principales: la regeneracionista y la anarquista (sobre todo en los primeros años de algunos autores).
- Pérdida de importancia de la trama. La historia que se cuenta pierde importancia, la acción es mínima y, en algunos casos,
el espacio y el tiempo están poco definidos. En ocasiones, el paisaje adquiere el valor de un personaje más. Cobra especial
relieve el paisaje de Castilla y sus pobladores.
- Narración fragmentada. En lugar de una línea de acción continua, el relato se descompone en secuencias o estampas para
las que se seleccionan momentos significativos del protagonista mezclados con reflexiones.
- Antirretoricismo. El estilo huye del exceso de adorno, las frases tienden a la brevedad y a la expresión sencilla de las ideas.

Pío Baroja
SU OBRA LITE RARI A
Las novelas de Baroja reflejan una concepción pesimista de la vida y del mundo: la vida es incomprensible, dolorosa y cruel.
Su visión del ser humano es crítica y su postura hostil hacia la sociedad. Puede organizarse su producción en tres etapas:
- La primera etapa es en la que se encuentran sus títulos más significativos. Junto a las obras con el protagonismo,
característico en el autor, de personajes inadaptados, marcados por su preocupación existencial y enfrentados a un
mundo en el que acaban generalmente sucumbiendo ( Camino de perfección, La busca, El árbol de la ciencia );
encontramos novelas de aventura protagonizadas por hombre de acción, como Zalacaín el aventurero y Las inquietudes
de Shanti Andía.
- En la segunda etapa continúa las líneas iniciadas en la etapa anterior, pero lo más destacado es el cultivo de la novela
histórica, siguiendo la estela de los Episodios nacionales de Pérez Galdós. En Memorias de un hombre de acción recoge
veintidós novelas en las que sigue las aventuras de Eugenio de Avinareta, antepasado del autor que fue conspirador
liberal y participó en las intrigas de la España de Fernando VII e Isabel I. Se puede considerar una tercera etapa en el
periodo final de su vida, en el que decae su creación. Destacan de este último momento sus memorias, tituladas Desde
la última vuelta del camino.

E L ESTILO DE SUS NO VE LAS


Baroja propone una novela abierta y cambiante, que busca su amenidad:
- Abundan los diálogos, la acción y la descripción impresionista, a base de pinceladas o unos pocos detalles físicos y
psicológicos: “mi preocupación es hacer la novela poco aburrida, para lo cual dejo los capítulos breves y los párrafos
cortos”.
- Respecto a los personajes, presenta un personaje central, en el que alterna dos tipos: el inadaptado e insatisfecho, que
no actúa sobre el mundo al que se enfrenta; y el personaje aventurero, activo y arrogante, que refleja una aspiración
ideal del autor.
- El narrador tiene una presencia fuerte, interviene y actúa como comentarista de la acción.
- En cuanto a los temas, abunda el retrato de las clases más bajas de ciudades, como Madrid; la recreación de ambientes
y situaciones cotidianas, como si fuera un testigo presencial; la descripción de paisajes en los que sumerge al
protagonista y la descripción de sus propias vivencias en forma de memorias.

Miguel de Unamuno
SU OBRA LITE RARI A
La obra de Unamuno presenta de forma recurrente algunos de los temas de su generación: el problema de España y el
sentido de la existencia. Unamuno concibe la existencia como continua agonía (en el sentido de lucha, del griego agón), en la
búsqueda de una paz que no se encuentra. Esta crisis existencial tiene una naturaleza religiosa, manifestada en la tensión
entre el deseo de la fe y la incapacidad de creer.
En 1914 publica la que, sin duda, es su mejor novela: Niebla. En ella aparece la denominación nivola, para expresar la
renovación del género. Lo más destacable es su ruptura del concepto tradicional de la acción narrativa y el juego
metaliterario. El protagonista, Augusto Pérez, al que ha dejado su novia cuando iban a casarse, decide suicidarse, pero antes
acude al autor de la novela, el propio Unamuno, convertido en personaje, para encararse a él como artífice de su sino. El
personaje se rebela frente al autor, enfrentándolo a su propio destino (también él va a morir y su existencia no es tan
diferente de la del personaje de ficción).
Otros textos notables del autor son Amor y pedagogía (1902), Abel Sánchez (1917), La tía Tula (1921) y San Manuel Bueno,
mártir (1930). En Abel Sánchez se trata el tema de la lucha entre hermanos (cainismo) y el carácter destructivo de la
envidia; La tía Tula, las ansias de maternidad de una mujer soltera, que se hace cargo de la familia de su hermana cuando
esta muere. San Manuel Bueno, mártir, cuenta la historia de un sacerdote que ha perdido la fe, pero que finge mantenerla
para sostener la esperanza de sus feligreses. Conviene destacar que, además de su producción narrativa, Unamuno tiene
una importantísima producción ensayístico-filosófica. También cultivó la poesía y escribió algunas obras teatrales.

E L ESTILO DE SUS NO VE LAS


Las novelas de Unamuno suponen una ruptura con la novela realista, a través de:
- La importancia del mundo interno de los personajes, por lo que adquieren notoriedad el diálogo y el monólogo interior.
- La interpelación al lector, que convierte la novela en un juego intelectual con múltiples interrogaciones y respuestas no
cerradas.
- La acción mínima y concentrada y la ausencia de descripciones (no interesa el realismo externo), en beneficio de la
introspección.

José Martínez Ruiz, Azorín


SU OBRA LITE RARI A
Azorín fue fundamentalmente autor de novelas y ensayos. Su obra es sobre todo una obra de pensamiento, con la obsesión
por el paso del tiempo y la fugacidad de la vida como centro. Por ello las fronteras entre ambos géneros, novela y ensayo, se
borran prácticamente. Aunque puso el subtítulo de novela a unos quince libros, estos apenas se distinguen de sus ensayos.
Desde el punto de vista ideológico evoluciona de un anarquismo juvenil al conservadurismo de su madurez. Pueden
destacarse en su obra novelas de dos tipos:
- Aquellas en las que predominan los elementos autobiográficos y las impresiones suscitadas por el paisaje. Entre ellas
destacan La voluntad (cuyo protagonista, Antonio Azorín, agobiado y pesimista, se marcha al campo en busca de una
vida contemplativa), Antonio Azorín y Las confesiones de un pequeño filósofo.
- En otras, Azorín abandona los elementos autobiográficos, si bien continúa reflejando sus propias inquietudes a través
de personajes míticos. Una muestra de ello es Doña Inés (en la que hace un desarrollo de la protagonista femenina
donjuanesca, relatando de la historia de la imposibilidad del amor, debida a la presión social, entre una mujer de clase
socia alta y un poeta de clase baja). A esta misma etapa pertenece Don Juan, recreación del mito, cuya historia se
transforma haciendo sobrevivir a don Juan para presentarlo en su madurez, convertido en un personaje de naturaleza
reflexiva.

E L ESTILO DE SUS NO VE LAS


Sus novelas se caracterizan por:
- La abundancia de contenidos autobiográficos, a menudo en forma reflexiones personales. Es significativo el hecho de
que adopte como seudónimo el nombre Antonio Azorín, que es el nombre de su personaje protagonista, en el que vuelca
su propia conciencia como escritor.
- La temática del paso del tiempo y la fugacidad de la vida como constante; el pasado de España y la preocupación por su
destino. La vida conduce hacia la destrucción y el paso del tiempo se contempla con nostalgia y dolor.
- El paisaje como objeto de contemplación y reflexión, particularmente el paisaje castellano.
- Las descripciones abundantes y minuciosas frente al hilo argumental leve. Se busca en ese detallismo y en la atención
a lo pequeño la esencia de lo intemporal.

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