DIVORCIO
DIVORCIO
DIVORCIO
VISTA:
La causa número cuatro mil ciento setenta y seis – dos mil quince, y efectuados el debate y la
votación correspondientes, emite la siguiente sentencia.
Se trata del recurso de casación interpuesto por Manuel Jesús Hernández Rudas a fojas doscientos
noventa y dos, contra la sentencia de vista de fojas doscientos setenta y cuatro, de fecha veinte de
marzo de dos mil quince, emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia de
Cajamarca, que confirma la sentencia apelada de fojas ciento treinta, de fecha veintisiete de
setiembre de dos mil doce, que declara infundada la demanda.
Esta Sala Suprema, mediante resolución de fojas cuarenta y siete del presente cuadernillo, de
fecha nueve de noviembre de dos mil quince, ha estimado procedente el citado recurso de
casación por las causales de infracción normativa de derecho procesal e infracción normativa de
derecho material. La parte recurrente denuncia lo siguiente:
Infracción normativa procesal del artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política del
Perú, alegando que la recurrida incurre en causal de motivación incongruente toda vez que pese a
realizar una descripción de la secuela de los hechos que constituyen causal de imposibilidad de
hacer vida en común, determina que tanto el hecho de demandar alimentos y retirarse del hogar
conyugal de modo justificado constituyen circunstancias atendibles para el actuar de la
demandada, como si el impugnante hubiere invocado la causal contenida en el inciso 5 del artículo
333 del Código Civil, referente al abandono injustificado del hogar conyugal; indica por otro lado,
que la Sala Superior realiza un juicio de valor a todas luces errado, al concluir que debido a la
fundabilidad del proceso de alimentos número 5009-2009, instaurado por la demandada contra el
recurrente, éste resulta siendo culpable de la imposibilidad de seguir haciendo vida en común,
cuando el solo hecho de acudir al órgano jurisdiccional, aún en el ejercicio del derecho,
resquebraja las relaciones personales de los cónyuges, por lo que la construcción de la sentencia
de vista no guarda coherencia con la parte resolutiva, además de no observarse que en anterior
oportunidad se declaró nula la sentencia de vista mediante ejecutoria suprema por no haberse
establecido al cónyuge culpable, por lo que en este nuevo pronunciamiento la Sala Superior sólo
debió limitarse a indicar al cónyuge culpable de la misma, que en este caso vendría a ser la
demandada;
Infracción normativa material del artículo 333 inciso 11 del Código Civil, refiriendo que se afecta
su derecho pues, el mismo razonamiento efectuado por la Sala Superior se ha encuadrado en el
comportamiento de la demandada, sin tener en cuenta que ésta se justifica como si se hubiera
demandado el divorcio por causal de abandono injustificado del hogar conyugal, lo que ha llevado
a realizar un juicio errado de los autos, sin tomar en cuenta que él acreditó que la causal accionada
se configuró cuando su cónyuge lo demandó por alimentos, para luego retirarse del hogar
conyugal;
Infracción normativa material del artículo 335 del Código Civil, sosteniendo que se afecta su
derecho al haberse realizado un errado juicio de valor sobre la imputabilidad del cónyuge culpable
de la causal invocada para el divorcio, lo cual ha originado que se aplique el presente dispositivo
de modo erróneo, pues por los actos realizados por la demandada, se tiene que el recurrente es el
cónyuge afectado; y
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constituye adulterio y pérdida de gananciales
CONSIDERANDO:
ii) Su esposa hizo abandono del hogar conyugal, llevándose consigo todas las cosas de la casa;
iii) El demandante inició un proceso de régimen de visitas, lo que persuadió a que su esposa
permita voluntariamente que esté con sus hijos en las oportunidades en que pudiera hacerlo,
secuencia de eventos que se ha acreditado con las documentales de fojas seis a doce. Está
acreditado como «primer suceso» el inicio del proceso de alimentos, el cual, atendiendo a su
numeración (5009-2009-F), data indiscutiblemente del año dos mil nueve, suceso que se originó
cuando aún los cónyuges compartían el hogar conyugal, no llegando a un acuerdo conciliatorio,
por lo tanto, el órgano jurisdiccional tuvo que emitir la sentencia de primera instancia con fecha
once de octubre de dos mil diez, y que, siendo apelada por ambos cónyuges, es resuelta en
segunda instancia con fecha doce de setiembre de dos mil doce (datos obtenidos del Sistema
Integrado de Justicia -SIJ), de lo cual se infiere que el hoy demandante incumplió los deberes
derivados del matrimonio, sustraerse de la contribución al sostenimiento económico de su hogar a
pesar de tener medios para hacerlo, constituyendo ello un hecho que configura la causal
de imposibilidad de hacer vida en común.
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Asimismo, es de advertirse que la referida demanda de alimentos se produjo antes que la esposa
se retire del hogar conyugal, ya que este hecho recién ocurre el día veintitrés de abril de dos mil
diez (véase copia certificada de la denuncia policial que presenta la esposa del demandante sobre
retiro del hogar conyugal, obrante a folios diez), y que sin duda fue la causa determinante o
esencial para que se precipiten posteriores problemas familiares, en los que no sólo se ve
involucrado el cónyuge, sino su propia familia consanguínea, conforme se encuentra descrito en la
copia certificada de la denuncia policial y solicitud de garantías personales de fojas cuarenta y seis,
y de fojas cuarenta y siete a cuarenta y nueve, respectivamente, las que fehacientemente
acreditan que la hoy demandada, días antes de su retiro del hogar conyugal, imputa agresiones a
los hermanos del demandante (Luis Hernández Rudas y Martina Hernández Rudas), así como los
responsabiliza por no permitirle el ingreso a su domicilio (Blanca Flor Hernández Rudas, Martha
Hernández Rudas y Luz Angélica Hernández Rudas), acusaciones que también han sido
judicializadas a través del Proceso de Violencia Familiar número 00108-2010-0-0601-JM-FC-01,
tramitado ante el Juzgado Mixto del Distrito de Baños del Inca, el cual ha terminado con sentencia
de segunda instancia expedida por esta Sala Superior que resolvió confirmar la sentencia de
primera instancia en el extremo que declara fundada la demanda planteada por el Ministerio
Público que declara que existieron actos de violencia física por parte de Luz Angélica Hernández
Rudas y Martha Hernández Rudas contra Carmen Adela Huamán Sayas; la revoca en el extremo
que declaró que también existieron actos de violencia física por parte de Carmen Adela Huamán
Sayas en contra de aquéllas, y reformándola declara infundada la demanda de violencia familiar
(véase la copia certificada de la sentencia en referencia de fojas doscientos treinta y dos a
doscientos cuarenta y uno, admitida como medio probatorio extemporáneo mediante la
resolución número veintiuno de fojas doscientos cincuenta a doscientos cincuenta y dos). Es más,
al momento de presentar denuncia por agresión contra los hermanos de su cónyuge deja expresa
constancia que «su esposo estuvo al interior de su domicilio, pero no hizo nada para defenderla»,
la misma que no ha sido cuestionada por el recurrente.
Esta conducta omisiva que resulta ser injustificable, permite concluir que, a consecuencia de la
demanda de alimentos, existe un deterioro en la relación de pareja, al haberse provocado el
surgimiento de reclamos y enfrentamientos que en adelante han hecho insostenible la vida en
común, en donde incluso han aparecido grescas ante la intervención de los familiares del esposo,
motivando que la esposa se retire del hogar conyugal en forma justificada para salvaguardar su
integridad física y psicológica, así como la de sus menores hijos, todo lo cual permite afirmar que
es el propio demandante quien hizo imposible continuar o reanudar la vida común. En tal
contexto, en cumplimiento del mandato casatorio de la Corte Suprema de Justicia de la República,
se determina que el cónyuge culpable de la causal de imposibilidad de hacer vida en común, es el
cónyuge Manuel Jesús Hernández Rudas, resultando pertinente aclarar que dicha innovación
incorporada a nuestra legislación mediante la Ley número 27495, no implica que se haya admitido
la causal como puramente inculpatoria, ya que los hechos que dan lugar a la imposibilidad de
hacer vida común y, por lo tanto, a obtener el divorcio, sólo pueden ser invocados por el cónyuge
agraviado, no por el que los cometió, según se aprecia en la vigencia para esta causal del principio
de la invocabilidad contemplado en el artículo 335 del Código Civil, advirtiéndose que la intención
del legislador, y con ello la finalidad de la norma, es sancionar el actuar del cónyuge que ha
incurrido en la causal, y de este modo no permitir que el cónyuge fundamente su demanda en una
causal en la que él mismo ha incurrido. Por tales razones y habiéndose determinado que el
demandante es quien ha causado la imposibilidad de hacer vida en común –máxime, si la
demandada Carmen Adela Huamán Sayas ha mostrado su total predisposición para retomar su
relación conyugal- la presente demanda debe ser desestimada declarando su improcedencia al no
haberse cumplido con un requisito de forma prescrito en el artículo antes mencionado,
concluyendo que debe revocarse la sentencia recurrida en este extremo.
SEXTO.- De autos se tiene que las instancias de mérito sí han cumplido con pronunciarse respecto
a la pretensión de divorcio por la causal deducida en la demanda -esto es, la imposibilidad de
hacer vida en común, debidamente probada en proceso judicial- analizando las cuestiones fácticas
y jurídicas que al respecto han planteado las partes en los actos postulatorios de esta causa, por lo
que no se estaría ante una sentencia incongruente, no encontrándose de la revisión de los
fundamentos del recurso de casación las causales denunciadas (puntos 3.2.a.v y siguientes), se
tiene que lo que verdaderamente denuncia el recurrente es que la conclusión final a la que arriba
la Sala Superior (improcedencia de la demandada) se contradice con los fundamentos
desarrollados en la recurrida (existencia de hechos que debilitan la relación de convivencia
matrimonial), por lo tanto, se estaría ante una «falta de motivación interna del razonamiento»,
esto es, un defecto de la argumentación desde la perspectiva de su corrección lógica o desde su
coherencia narrativa.
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NOVENO. – En autos se tiene que la Sala Superior no sólo ha determinado que existe un
resquebrajamiento en la relación afectiva y convivencial de los cónyuges, sino que como fue
ordenado por este Supremo Tribunal mediante la Sentencia de Casación número 3750-2013-
Cajamarca, obrante a fojas doscientos quince, ha procedido a determinar cuál de los cónyuges
resultaba siendo culpable de dicha situación, pues, si bien los hechos postulados en la demanda
daban cuenta de un accionar negativo por parte de la demandada, los mismos que -superada una
inicial prohibición de trato entre padre e hijos consistían en la interposición indebida de una
demanda de alimentos en contra del demandante, así como en el abandono de la demandada del
hogar conyugal, se ha establecido posteriormente que dichas situaciones se generaron como
consecuencia de la propia conducta del accionante, no sólo al incumplir sus obligaciones
alimentarias para con su cónyuge e hijos, sino al haber permitido la agresión de aquélla por parte
de sus familiares, con los que compartían morada. Con ello se tiene, que no ha existido una
inaplicación del inciso 11 del artículo 333 del Código Civil como denuncia el recurrente, ni tampoco
se ha aplicado a este caso el supuesto de divorcio por separación de hecho -lo cual se comprueba
cuando en la recurrida se señala que en efecto existe un deterioro de la relación conyugal que
haría imposible la vida en común- sino que la Sala Superior ha establecido que en el caso de autos
el demandante había incurrido en la prohibición del artículo 335 del Código Civil, al ser
responsable de los actos que denunciaba como causal de divorcio, no pudiendo este Supremo
Tribunal valorar nuevamente los medios probatorios al respecto, por no ser ello uno de los fines
del recurso de casación, de conformidad con el artículo 384 del Código Procesal Civil, con lo cual se
deben desestimar las infracciones señaladas como denuncias B) y C).
S.S.
MENDOZA RAMÍREZ
ROMERO DÍAZ
CABELLO MATAMALA
MIRANDA MOLINA
YAYA ZUMAETA