4 Cas N3562 2013lima Norte
4 Cas N3562 2013lima Norte
4 Cas N3562 2013lima Norte
admita adulterio
El plazo para presentar una demanda de divorcio por causal de adulterio se extingue a los
seis meses de conocida la infidelidad o tras cinco años de producida ésta. Así, pese a que
una pareja de casados ya no conviva o uno de los cónyuges admita que engañó al otro,
los jueces solo validarán el plazo legal y no otras circunstancias.
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Se trata del recurso de casación interpuesto por Mónica Ruth Rubina Reyes contra el
auto de vista contenido en la Resolución número noventa y ocho corriente a fojas
ciento treinta y ocho emitido por la Primera Sala Civil de Corte Superior de Justicia
de Lima Norte que revoca la Resolución número once que declara infundada la
excepción de caducidad y reformando la misma la declara fundada y en
consecuencia concluido el proceso y ordena el archivo definitivo del mismo en el
extremo del divorcio por la causal de adulterio.
b) Infracción normativa del artículo 339 del Código Civil, sostiene que la Sala
Superior efectuó una interpretación errónea de dicho precepto legal y ampara la
excepción propuesta sin considerar que la recurrente refiere en su demanda que al
viajar a Chile el once de mayo de dos mil diez no tuvo conocimiento de las dos
contestaciones efectuadas en el proceso de alimentos y en el de violencia familiar
mediante las cuales presentó la partida de nacimiento de la hija extramatrimonial
habida la que asimismo demuestra que la actual conviviente del demandado es la
madre de la precitada hija por lo que la caducidad de la causal de adulterio no se
encuentra arreglada a ley; y,
III. CONSIDERANDO:
ETAPA POSTULATORIA
Demanda.- Por escrito obrante a fojas uno Mónica Ruth Rubina Reyes demanda a
Melitón Rojas Tapullima divorcio por las causales de abandono injustificado y
malicioso del hogar y de adulterio alegando como fundamentos de su demanda que
con fecha veintiséis de junio de mil novecientos noventa y tres contrajo matrimonio
con el demandado ante la Municipalidad Distrital de Carabayllo siendo su ultimo
domicilio conyugal el ubicado en la Manzana “O” lote 01 Asentamiento Humano
Los Olivos Pro Sector C Parcela B San Martín de Porres habiendo surgido durante
dicha relación hechos que crearon incomprensión e incompatibilidad de caracteres
retirándose el demandado del hogar conyugal el treinta y uno de octubre de mil
novecientos noventa y nueve llevándose sus prendas personales así como un ropero
y una cama de fierro VHS por lo que procedió a efectuar la denuncia por abandono
de hogar el ocho de noviembre de dicho año y en cuanto a la demanda por adulterio;
arguye que en una oportunidad vio a su esposo con una mujer refiriéndole que sólo
era su amiga y que ahora ha tomado conocimiento que es su compañera con quien
ha concebido una niña nacida el veintinueve de marzo de dos mil siete quien a la
fecha tiene cuatro años de edad.
CUARTO.- Que, asimismo es del caso anotar que la motivación de las resoluciones
judiciales constituye una garantía constitucional que asegura la publicidad de las
razones que los jueces tuvieron en cuenta para pronunciar sus sentencias
resguardando a los particulares y a la colectividad de las decisiones arbitrarias
aspecto que también ha sido establecido por el Tribunal Constitucional en el
fundamento jurídico número once de la sentencia número 1230-2003-PCH/T1 y en
ese contexto debe precisarse que el Derecho a la Prueba es un elemento del debido
proceso que posibilita a todo sujeto procesal utilizar los medios probatorios que
resulten necesarios para acreditar los hechos que sirven de fundamento a su
pretensión el cual se encuentra regulado por el artículo 197 del Código Procesal
Civil2.
Por las razones expuestas y en aplicación de lo preceptuado por el artículo 397 del
Código Procesal Civil declararon: INFUNDADO el recurso de casación interpuesto
por Mónica Ruth Rubina Reyes; en consecuencia NO CASARON la sentencia de
vista contenida en la Resolución número noventa y ocho obrante a fojas ciento
treinta y ocho dictada el dieciséis de mayo de dos mil catorce por la Primera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte; DISPUSIERON; la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano” bajo
responsabilidad; en los seguidos por Mónica Ruth Rubina Reyes Melitón Rojas
Tapullima y otro sobre Divorcio por Causal de Adulterio; y los devolvieron.
Integran esta Sala los Señores Jueces Supremos Cunya Celi y Calderón Puertas por
licencia de los Señores Jueces Supremos Mendoza Ramírez y Cabello Matamala.
Ponente Señora Valcárcel Saldaña, Jueza suprema.
S.S.
HUAMANÍ LLAMAS
VALCÁRCEL SALDAÑA
MIRANDA MOLINA
CUNYA CELI
CALDERÓN PUERTAS
[1]
Monroy Cabra, Marco Gerardo, Principios de Derecho Procesal Civil, Segunda
Edición, Editorial Temis Librería, Bogotá Colombia, 1979, p. 359.
[2]
De Pina Rafael, Principios de Derecho Procesal civil, Ediciones Jurídicas
Hispano Americanas, México D.F, 1940, p. 222.
[1]
Sentencia del Tribunal Constitucional número 1230-2003-PCH/TC “el Derecho a
la Debida Motivación de las Resoluciones Judiciales es una garantía del justiciable
frente a la arbitrariedad judicial previendo que las resoluciones judiciales no se
encuentren justificadas en el mero capricho de los magistrados sino en datos
objetivos que proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del caso
posición que guarda relación con lo expuesto en la sentencia número 1230-
2003.PCH/TC Fundamento jurídico número once, al indicar que, uno de los
contenidos del derecho al debido proceso es el derecho de obtener de los órganos
judiciales una respuesta razonada motivada y congruente con las pretensiones
oportunamente deducidas por las partes en cualquier clase de procesos. La exigencia
de que las decisiones judiciales sean motivadas en proporción a los términos del
inciso 5 del artículo 139 de la Norma Fundamental garantiza que los Jueces
cualquiera que sea la instancia a la que pertenezcan expresen el proceso mental que
los llevó a decidir una controversia asegurando que el ejercicio de la potestad de
administrar justicia se haga con sujeción a la Constitución y a la ley pero también
con la finalidad de facilitar un adecuado ejercicio del Derecho de Defensa de los
justiciables. De ese modo la exposición de las consideraciones en que se sustenta el
fallo debe ser expresa clara legítima lógica y congruente
[2]
Picó I Junoy, Joan. El Derecho a la Prueba en el proceso civil, Barcelona, Bosch
1996, pags. 32, 33.
Sumilla: Para la adjudicación del bien de la sociedad conyugal a favor del cónyuge
que se considera más perjudicado con la separación, debe justificarse en relación a
las circunstancias personales de cada cónyuge, así como la situación de desventaja y
menoscabo patrimonial del cónyuge más perjudicado con la separación.
2.1. DEMANDA
El veintiocho de mayo de dos mil quince Gabino Morocco Atamari acude al órgano
jurisdiccional para interponer una demanda de Divorcio por Causal de Separación de
Hecho por más de dos años, y que se pronuncie el órgano jurisdiccional sobre la
liquidación de la sociedad de gananciales del bien inmueble ubicado en el Pueblo
Joven “Viva El Perú”, Lote U-3, Segunda Etapa, Distrito de Santiago, Provincia y
Departamento de Cusco, inscrito en la Partida número 02040713 de los Registros
Públicos de Cusco. Sostiene que:
II) Desde el dieciocho de julio de dos mil once por razones de incompatibilidad de
caracteres y distanciamiento, ya no convive con la demandada, quien sigue viviendo
en la casa, cuya extensión es de ciento cincuenta metros cuadrados (150 m2), que
han construido durante su relación matrimonial, por lo que le corresponde el
cincuenta por ciento (50%) de dicho inmueble.
a) Infracción normativa de derecho material de los artículos 301, 318, 322 y 323 del
Código Civil, toda vez que la demanda debió haber sido declarada fundada en el
extremo de la liquidación de la sociedad de gananciales para luego ordenar que los
cónyuges se repartan la mitad del inmueble sito en el Pueblo Joven “Viva El Perú”,
Lote U- 3, Segunda Etapa, Distrito de Santiago, Provincia y Departamento de
Cusco, y de ninguna manera dar forma a una supuesta indemnización y adjudicación
a favor de la demandada, por lo tanto, con este razonamiento del Colegiado
Superior, al accionante, el cual ha formulado su pretensión de Divorcio por la
Causal de Separación de Hecho, prácticamente se le ha sancionado y despojado del
derecho que tiene a la sociedad de gananciales;
b) Infracción normativa material del artículo 345-A del Código Civil, toda vez que
la sentencia de vista pretende aplicar erróneamente dicho numeral, por cuanto la
demandada en su debida oportunidad no ha solicitado indemnización ni adjudicación
alguna del citado inmueble, además no ha demostrado perjuicio alguno que haya
sufrido como consecuencia de la Separación de Hecho; y
CUARTO.- Así, la Sala Superior al amparo de lo previsto por el artículo 345-A del
Código Civil confirma la sentencia de primera instancia, indicando que la mejor
manera de efectuar la reparación constituye la forma establecida por el A quo, por
cuanto se avoca únicamente a la liquidación de la sociedad de gananciales y a la
indemnización que se le ha otorgado a la demandada. En dicho contexto, teniendo
en cuenta los parámetros fijados en el Tercer Pleno Casatorio realizado por las Salas
Civiles Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la
República (Casación número 4664-2010- PUNO) de fecha dieciocho de marzo de
dos mil once, para una correcta interpretación de los alcances del precitado artículo
10 -sobre la indemnización o adjudicación preferente de los bienes a favor del
cónyuge más perjudicado como producto de la separación o del divorcio- se ha
establecido como precedente judicial vinculante en el punto 4 del fallo que:
“(…) para que proceda la indemnización (juicio de procedibilidad) por los daños
producidos como consecuencia -nexo causal- del hecho objetivo de la separación de
hecho o del divorcio en sí, el juez debe verificar la relación de causalidad, sin que
deba exigir la concurrencia del factor de atribución, puesto que se trata del divorcio
remedio (…) es necesario puntualizar que generalmente, salvo situaciones
excepcionales, con la ruptura de hecho se produce para ambos cónyuges perjuicios
de diversa naturaleza, pero uno de los consortes resulta más perjudicado que el otro.
En el contexto del juicio de procedibilidad el juez verificará si existe en el proceso
en concreto un cónyuge más perjudicado, al cual se refiere el artículo 345-A del
Código Civil. Cosa distinta es que en el ámbito del juicio de fundabilidad se tengan
en cuenta algunos aspectos de la culpa o dolo del cónyuge para determinar la
magnitud de los perjuicios, y graduar el monto de la indemnización a favor del
cónyuge más perjudicado (…)”.
Por las razones anotadas y en aplicación del artículo 396 inciso 1 del Código
Procesal Civil, declararon:
S.S.
ROMERO DÍAZ
CABELLO MATAMALA
MIRANDA MOLINA
DE LA BARRA BARRERA
CÉSPEDES CABALA
FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Mediante resolución expedida por ésta Suprema Sala, de
fecha diez de marzo del dos mil cuatro, se declaró PROCEDENTE dicho recurso, por la causal
prevista en el inciso tercero del artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil, esto
es, la contravención de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso, indicando
la contravención de los artículos cuatrocientos sesentiuno, doscientos veintiuno y trescientos
setenticuatro del Código Procesal Civil, indicando que no se ha tomado en cuenta la condición
de rebelde de la emplazada, contraviniéndose el artículo cuatrocientos sesentiuno del citado
Código Procesal, por lo que debió de aplicarse la presunción legal relativa sobre la verdad de
los hechos expuestos en la demanda, a favor del recurrente; siendo esto así, debió amparase
su demanda; por otro lado, conforme al artículo doscientos veintiuno del Código Adjetivo, en
su alegato de defensa, la emplazada no ha negado la maternidad del menor, lo cual no se ha
tenido en cuenta; asimismo, se ha contravenido el artículo trescientos setenticuatro del Código
Adjetivo, porque, junto a su recurso de apelación, adjuntó nuevos medios probatorios que
acreditaban su posición, los mismos que no han sido merituados; CONSIDERANDO:
PRIMERO:. Que, la presente causa versa sobre divorcio por causal, tramitada en la vía de
conocimiento; SEGUNDO:
Que, el debido proceso tiene por función asegurar los derechos fundamentales
consagrados en la Constitución Política del Estado, dando a toda persona la
posibilidad de recurrir a la justicia para obtener la tutela jurisdiccional de los
derechos individuales, a través de un procedimiento legal, en el que se le de
oportunidad razonable y suficiente de ser oído, ejercer el derecho de defensa,
de producir prueba y de obtener una sentencia que decida la causa dentro de
un plazo establecido en la ley procesal; TERCERO: Que, la contravención del
derecho al debido proceso es sancionada por el juzgador con la nulidad procesal, y se
entiende por ésta a aquel estado de anormalidad de acto procesal, originado por la carencia
de alguno de los elementos constitutivos o vicios existentes sobre ellos, que potencialmente lo
coloca en situación de ser judicialmente declarado inválido; CUARTO: Que, el artículo
trescientos setenticuatro del Código Procesal Civil estipula que sólo en los procesos de
conocimiento y abreviados las partes o terceros legitimados pueden ofrecer medios
probatorios en el escrito de formulación de apelación o en el de absolución de agravios,
señalando los casos pertinentes; QUINTO: Que, el recurrente en el numeral cuarto de su
escrito de apelación de sentencia -obrante a fojas ciento cincuenticinco presenta nuevas
pruebas, tales como: fotocopias certificadas de las partidas de nacimiento de dos menores de
edad, con lo que supuestamente se encontraría acreditada la causal de adulterio de su esposa
doña Fiviana Garay Malvaceda; SEXTO: Que, a pesar de ello, el Ad quem no ha admitido ni
rechazado dichas pruebas; SÉPTIMO: Que, en consecuencia, se ha incurrido en la causal de
nulidad prevista en el artículo ciento setentiuno del Código Adjetivo; SENTENCIA: Estando a
las consideraciones expuestas; y, de conformidad con lo establecido en el apartado dos punto
uno del inciso segundo del artículo trescientos noventiséis del Código Procesal Civil;
declararon: FUNDADO el recurso de casación interpuesto por Dionisio Valencia Agurto, a
fojas ciento noventicuatro; CASARON la resolución de vista de fojas ciento ochentitrés, su
fecha treintiuno de octubre del dos mil tres, expedida por la Sala Mixta de la Corte Superior de
Justicia de Huaura, en consecuencia la declararon NULA; ORDENARON que la citada Sala
emita nuevo fallo previo pronunciamiento sobre la prueba presentada por el demandante en su
recurso de apelación; en la causa seguida por Dionisio Valencia Agurto contra Fiviana Garay
Malvaceda, sobre divorcio por causal; DISPUSIERON se publique la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; y los devolvieron.- SS. ECHEVARRIA
ADRIANZEN, TICONA POSTIGO, LOZA ZEA, SANTOS PENA, PALOMINO GARCIA.
El presente trabajo de investigación trata sobre el divorcio por causal de adulterio, pues
como se sabe, por el matrimonio los cónyuges se deben recíprocamente la fidelidad, y
cuando esta fidelidad se quiebra, ergo se convierte en una infidelidad, que trae como
consecuencia la ruptura del vínculo matrimonial. Bien, como sabemos el adulterio
implica que uno de los cónyuges haya tenido relaciones coitales extramatrimoniales con
otra persona, de diferente sexo.
Por tal motivo nos hemos planteado el siguiente problema, ¿Cómo se puede probar
la configuración de adulterio en un proceso de divorcio?, pues hasta donde
sabemos, resulta muy difícil acreditar dicha causal cuando nos encontramos ante un
proceso de divorcio por causal de adulterio. Asimismo, dada la dificultad para acreditar
las relaciones fuera del matrimonio, el medio por excelencia que nos permite probar la
configuración del adulterio, es la partida del hijo extramatrimonial.
INTRODUCCIÓN
El matrimonio es una institución de gran importancia para la sociedad, ya que
garantiza la estabilidad y permanencia de la familia como célula fundamental. Sin
embargo, como contraposición al matrimonio existe la figura del divorcio, que
persigue destruir el lazo conyugal cuando se de las causales establecidas en la ley.
Siendo, ello así, a continuación pretendemos centrarnos en el proceso de divorcio
por causal de adulterio para determinar los supuestos de su configuración y su
probanza; asimismo, es menester señalar que el tema de la probanza del adulterio
es muy difícil de acreditar, pues la manera más fehaciente de probar es cuando se
tiene la partida de nacimiento del hijo extramatrimonial de uno de los cónyuges
durante la vigencia de su matrimonio.
Respecto, al tema materia de investigación, la doctrina nacional ha establecido que
la figura del adulterio se configura con la realización del acto sexual fuera del
matrimonio, sea este ocasional o de manera permanente. El problema al hacer uso
de esta causal de divorcio es la manera de probar las relaciones sexuales
extramatrimoniales, lo cual, en la mayoría de las veces, se torna bastante difícil.
Ante esta problemática, la jurisprudencia ha resaltado que, se acepta la partida de
nacimiento del hijo extramatrimonial de un cónyuge durante la existencia del
matrimonio como medio de probanza.[1] De tal manera, tenemos que el adulterio es
la unión sexual de un hombre o una mujer con una persona que no es su cónyuge[2],
es decir, se trata de una relación sexual extramatrimonial que vulnera
recíprocamente el deber de fidelidad que se deben los esposos.[3]
SUMARIO
Introducción
I.El divorcio por la causal de adulterio
1.1. El divorcio
1.2. El adulterio
II.Cuestiones procesales
III.Análisis jurisprudencial
Exp. Nº 287-2009-Lima
Cas. Nº 4907-2007-San Martín
Respecto al párrafo anterior cabe señalar que los elementos mencionados son
individuales y no conjuntos. Este deber legal surge del matrimonio, en virtud del
artículo 288 del Código Civil que dispone que los “cónyuges se deben
recíprocamente fidelidad”.
Como todo acto ilícito, el adulterio requiere no sólo del elemento material constituido
por la unión sexual fuera del lecho conyugal, sino la imputabilidad del cónyuge que
determina la atribución de culpabilidad. Por tanto, no incurriría en adulterio la mujer
que mantuviera relaciones sexuales con un hombre que no es su marido
coaccionada por violencia física irresistible.[18]
PARRA BENITES, señala que como características de la causal de divorcio a las
siguientes:
Taxatividad: por fuera de las causas que trae la ley civil, no puede intentarse el
divorcio por hechos que están excluidos de aquellas, excluye interpretaciones
extensivas ni analogías.
Amplitud relativa: que las consagradas por la ley, son aceptables; pueden
complementarse legislativamente y se podría hacer, a medida que avance la
aplicación de las normas respectivas
Concurrencia: nada obsta para que un divorcio se produzca por la ocurrencia de
varias causales. Es recomendable que cuando se demande divorcio existan las
relaciones sexuales extramatrimoniales.
Se funda en el orden público: sin duda la naturaleza jurídica de las causales, por su
relación con el matrimonio, es de orden público, lo cual conduce claramente su
interpretación.
Son generalmente perentorias: Las perentorias una vez fijadas en el debate con la
prueba requerida, obligaban al juez a sentencia favorable.
No son compensables: Consiste en que si ambos cónyuges incurren en causal de
divorcio, dándose lo demás para este, siempre procederá y no podrá afirmarse que
se neutralicen, toda vez que la culpa de uno no se compensa con la del otro[19].
II.CUESTIONES PROCESALES
Por estar el proceso tipificado en el Código Procesal Civil, al cual se refieren los
procesos de invalidez del matrimonio y los que tengan por objeto el emplazamiento
o desplazamiento del vínculo paterno-filial, a continuación se desarrollaremos los
aspectos procesales del divorcio por causal.
2.5. Caducidad
Respeto de la caducidad, el art. 339 del Código Civil prescribe que la acción de
divorcio por la causal de adulterio caduca a los seis meses de conocida la causa
por el cónyuge ofendido y, en todo caso a los cinco años de producida.
Como se aprecia son dos los supuestos establecidos para el plazo de caducidad
de la acción de adulterio: por un lado, el lapso de 6 meses desde que fuera conocido
por el cónyuge ofendido, en cuyo caso se remite a la prueba; y por otro lado,
tenemos el plazo de 5 años de producida la causal. Respecto a este último supuesto
la Corte Suprema de Justicia ha adoptado claramente dos criterios: como primer
criterio, se ha establecido que el plazo de caducidad empieza a correr a partir de la
fecha de nacimiento del hijo adulterino y que consta en la partida de nacimiento
asentada por el padre del mismo; y como segundo criterio, se ha comprendido que
la causal se produce a la fecha de concepción de ese hijo extramatrimonial.[37]
Sin embargo, con respeto al plazo de caducidad, un sector mayoritario, sostiene
que la continuidad en el adulterio, a través de una relación permanente, impide que
el término de caducidad transcurra; mientras que el otro considera que esa situación
no afecta el término legal, siendo importante tan sólo el momento de conocimiento
de la ocurrencia del hecho invocado, limitándose a una aplicación formalista de la
ley.[38]
III.Análisis jurisprudencial
PRETENSIONES
De los hechos expuestos, se determinan que en este caso materia de controversia
las pretensiones interpuestas por la demandante fueron:
Como pretensión principal, el divorcio por las causales de:
Injuria grave
Adulterio
Conducta dolosa a pena privativa de libertad mayor de dos años
Como pretensiones accesorias:
Otorgamiento de la patria potestad de sus hijos menores de edad
Otorgamiento de la tenencia y el cuidado de sus hijos menores de edad.
FUNDAMENTOS
En el presente caso, materia de análisis se consigna que se ha alegado como
fundamento del recurso, la causal prevista en el inc. 2 del art. 386 del C.P.C., en
cuanto sostuvieron que se había inaplicado el art. 339 del C.C. ya que la Sala
Superior había optado por aplicar el plazo de caducidad de seis meses, en lugar del
plazo de cinco años de producida la causa.[40]
En el considerando primero, vemos que los magistrados de la Corte Suprema hacen
una narración de los hechos esbozados en el escrito de la demanda, señalando
nuevamente todas las causales que fueron alegadas por la señora Reyna Quispe
Chupillón en su demanda. Al respecto, consideramos que debieron centrarse en el
punto materia de revisión conforme al principio de congruencia, el cual como
sabemos obliga a los jueces a pronunciarse solo respecto a lo que es materia de
conflicto de las partes, por lo tanto los puntos que no fueron materia de apelación
no pueden ser materia de casación en conformidad con el art. 388 del C.C.
También, se señala que la demandante alega haberse separado de su cónyuge el
9 de marzo de 2011, es decir, con fecha posterior a la que ella misma sostiene que
tomo conocimiento de la infidelidad del demandado (27-julio-1997) y a la fecha en
la cual ella reconoce haber conocido del nacimiento de la hija extramatrimonial (17-
agosto-2000).
De ahí, que la Sala de apelación ha optado por aplicar el plazo de caducidad de seis
meses, en lugar de cinco años de producida la causa, en razón de que el 17 de
agosto del 2000 la demandante refiere haber tomado conocimiento de la existencia
de la hija del demandado, procreada por éste señor en sus relaciones
extramatrimoniales y que ha sido reconocida en la Municipalidad de Moyobamba.
Punto sobre el cual, difiere la Sala Suprema, pues ésta en su fundamento séptimo
advierte, en primer lugar, que la demanda por la causal de adulterio ha sido
interpuesta oportunamente, dentro de los cinco años que señala la ley, por ende la
acción no ha caducado, ni se ha deducido acción de caducidad; y que respecto al
fondo del asunto, está acreditado el adulterio con la partida de nacimiento de la hija
extramatrimonial, la menor Teresa Lozada Alarcón obrante a fojas uno.
En lo referente, a que la decisión se sustenta en el hecho de “nadie dedujo
excepción de caducidad”, recordemos, que el CPC en su art. 446 señala que “el
demandado puede proponer excepciones…” y que además, la excepción de
caducidad puede ser declarada a pedido de parte y de oficio, por lo que la Sala
Suprema no debería decir, que no se ha deducido acción de caducidad, ya que es
un deber de los magistrados analizar si la pretensión a caducado no, pues como lo
dijimos puede ser declarada también de oficio.
Resulta importante, mencionar que en este caso de divorcio por causal de adulterio,
resulto fácil de acreditar su probanza, pues la demandante presento como medio de
prueba, la partida de nacimiento de la hija extramatrimonial del demandado. Como
lo hemos señalado en el desarrollo del trabajo, que el adulterio supone una
contravención al deber de fidelidad conyugal, el cual se lleva a cabo cuando uno de
los cónyuges mantiene relaciones con otra persona, y que es muy difícil de
acreditar, recordemos que tanto la jurisprudencia como la doctrina han considerado
que dicha causal se puede acreditar con la partida de nacimiento del hijo
extramatrimonial. Por lo tanto, en la presente controversia, queda acreditado la
causal de adulterio.
Respecto, al demandando se señala de que este no ha contestado la demanda, lo
que hace a la sala presumir la veracidad de los hechos alegados en la demanda.
Finalmente, la Sala Suprema declaro FUNDADA la demanda de divorcio por causal
de adulterio y en consecuencia disuelto el vínculo matrimonial contraído entre
Reyna Quispe Chupillón y Reynaldo Lozada Tello.
Nosotros, aunque hemos criticado en algunos aspectos la fundamentación de la
Sala. Sin embargo, estamos de acuerdo con lo resuelto, de haber declarado
fundada la demanda, pues como se desprende del caso materia de análisis, la
partida de nacimiento extramatrimonial acredita que el señor Reynaldo tubo
relaciones extramatrimoniales con Jessica producto del cual han tenido una hija,
que se encuentra reconocida por el señor.
CONCLUSIONES
1. Por lo establecido anteriormente en nuestro trabajo; el adulterio consiste en la
relación coital existente entre un hombre o una mujer con persona diferente a la de
su cónyuge; esta causal resulta muy complicada de comprobar pues sobre todo
porque se debe probar fehacientemente el acto sexual cometido por el cónyuge
infractor; se tiene que tener en cuenta que las relaciones adulterinas propiamente
dichas se realizan en la intimidad, de un cuarto cerrado, haciendo casi improbable
obtener pruebas directas.
2. En nuestro país tanto la legislación ,como la doctrina y la jurisprudencia son
unánimes al expresar que dado que resulta muy difícil y tedioso someter al cónyuge
ofendido a probar directamente el adulterio se acepta la prueba presunción al claro
está teniendo en cuenta el caso en concreto. De las pruebas ordinarias y
principales que se pueden ofrecer según nuestra legislación, resultan mucho más
eficientes: La confesión del cónyuge adulterino aunque este medio a utilizar resulte
casi utópico y La presentación de la partida de nacimiento del hijo producto de la
infidelidad; ya que las fotografías, las cartas y los testimoniales muchas veces no
se aceptan como prueba en los juicios para acreditar esta causal. También se
deberá tener mucho cuidado al querer obtener una prueba que demuestre el
adulterio del cónyuge ya que podrían ser declaradas ilegales al haber sido obtenidas
de manera contraria a la ley. Así, por ejemplo, las pruebas obtenidas mediante robo,
hurto o infringiendo algún derecho fundamental de la persona como por ejemplo su
derecho a la intimidad o a la inviolabilidad de domicilio serán declaradas inválidas
por haber sido obtenidas de manera ilegal y por ende no tendrían validez en ningún
proceso.
3. Aunque el adulterio no constituye un delito, es sin embargo la primera y la
principal de las trece causas de divorcio en nuestra legislación; y de probarse,
puede tener consecuencias graves en perjuicio de los intereses del cónyuge que
comete el adulterio; de los supuestos que configuran esta causal el principal es el
acto sexual consumado, de uno de los cónyuges con otra persona diferente a la de
su consorte; quedando al descubierto la infracción al deber de fidelidad existente
entre ambos cónyuges. Quedando claro que debe existir pleno conocimiento y
voluntad de cometer el adulterio, dado que en casos de violación no constituye
adulterio.
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[1][1] VALVERDE MORANTE, Ricardo. Exegesis sobre el plazo de caducidad de la
causal de adulterio en una acción de divorcio. En Jus jurisprudencia, Grijley,
Lima, 8/2008, pp. 23-24.
[2] PLACIDO V., Alex. Manuel de derecho de familia. Un nuevo enfoque de estudio de
derecho de familia, 2da ed., gaceta jurídica, Lima, 2002, p. 196.
[3] Cfr. VALVERDE MORANTE, Ricardo. Ob. Cit., p. 23.
[4] PERALTA ANDIA, Javier A. Derecho de familia en el Código Civil, 3ra ed., idemsa,
Lima, 2002, p. 302.
[5] PLACIDO V., Alex. Manuel de derecho de familia. Un nuevo enfoque de estudio de
derecho de familia, 2da ed., gaceta jurídica, Lima, 2002, p. 194.
[6] HERRERA NAVARRO, Santiago. El proceso de divorcio. Doctrina legislación y
jurisprudencia, Marsol Perú editores, Lima, 1997, p. 55.
[7] PERALTA ANDIA, Javier A. Derecho de familia en el Código Civil, 3ra ed., idemsa,
Lima, 2002, p. 305.
[8] HINOSTROZA, A. Procesos de Separación de Cuerpos y Divorcio. Gaceta Jurídica,
Lima, 2008, p, 179.
[9] HINOSTROZA, A. Procesos de Separación de Cuerpos y Divorcio…Ob. Cit, p, 180.
[10] PARRA BENITEZ, Jorge. Manual de derecho Civil. Personas, familia y derechos
de menores, 4ta ed., Temis, Bogotá, 2002, pp. 338- 339.
[11] Ibídem, p, 182.
[12] Cfr. PLACIDO V., Alex. Ob. Cit., p. 196.
[13] VALVERDE MORANTE, Ricardo. Exegesis sobre el plazo de caducidad de la causal
de adulterio en una acción de divorcio. En Jus jurisprudencia, Grijley, Lima, 8/2008,
p. 23.
[14] Ibídem , pág. 98
[15] ZANNONI, Eduardo, Derecho Civil, de Familia, tomo II, 3ª edición actualizada y
ampliada, Astrea, buenos Aires, 1998, pág. 77
[16] Artículo 336 del código civil: “no puede intentarse la separación de cuerpos por el
adulterio si el ofendido lo provoco, consintió o perdono. La cohabitación posterior al
conocimiento del adulterio impide iniciar o proseguir la acción.”
[17]VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. Divorcio y separación de cuerpos, Editora Jurídica
Grijley, Lima, 2007, p. 53.
[18] PLACIDO V., Alex. Ob. Cit., p. 196.
[19] PARRA BENITEZ, Jorge. Manual de derecho Civil. Personas, familia y derechos de
menores, 4ta ed., Temis, Bogotá, 2002, pp. 338- 343.
[20] PERALTA ANDIA, Javier A. Derecho de familia en el Código Civil, 3ra ed., idemsa,
Lima, 2002, p. 337.
[21] PLACIDO V., Alex. Ob. Cit., p. 197.
[22] HINOSTROZA, A. Procesos de Separación de Cuerpos y Divorcio. Gaceta Jurídica, Lima, 2008,
[23] GUTIÉRREZ CAMACHO, Walter. Cuadernos jurisprudenciales. Suplemento
mensual de dialogo con la jurisprudencia, Gaceta Jurídica Editores, Lima , 2003, p. 12.
[24] Ibídem, p, 96