Introduccion Incendios Forestales - Jesus Dona

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior


Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz
Universidad Nacional Experimental de la Seguridad
Eje Altos Mirandinos
Unidad Curricular: Preparación contra incendios

Incendios Forestales

Profesor: Dicente:

Capitán (CBEM) José Oropeza Dona Jesús

C.I: V-29.765.790

Los Teques, Abril 2022

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Los incendios forestales tienen un impacto devastador. Una de las consecuencias
más visible es la destrucción del ecosistema y del paisaje. La vegetación destruida
aportaba oxígeno, capturaba CO2, sostenía el suelo y daba cobijo y alimento a
una gran variedad de organismos.

La pérdida de suelo por erosión es la más grave de todas las consecuencias de


incendios forestales. La destrucción de la estructura superficial del suelo y arrastre
de cenizas origina una compactación que impide la penetración del agua,
reduciendo así su humidificación. Las lluvias torrenciales arrastran las cenizas y
las aguas aumentan su turbidez contaminándolas.

Los incendios forestales liberan a la atmósfera importantes cantidades de CO2,


además de otros gases y partículas, lo cual favorece el efecto invernadero y el
cambio climático. Las partículas de carbón y las cenizas en suspensión, tienen,
por otro lado, un efecto perjudicial en la salud de las personas.

Entre las diferentes causas habituales que originan un incendio forestal, se


encuentran: Los Incendios intencionados, entendiéndose por intencionalidad tanto
la acción premeditada como la casual, según datos del Gobierno de España, los
incendios intencionados representan cerca del 60 % de los casos. Motivaciones
múltiples como la quema no autorizada, ilegal e incontrolada de superficies
agrícolas, ya sea quema de rastrojos, o para regeneración de pastos para el
ganado. O bien, la acción de pirómanos, vandalismo o animadversiones
personales, así como la intención de ahuyentar animales. La negligencias y
causas accidentales, a misma fuente gubernamental tiene cifrados un 20 %-25 %
de los incendios con un origen accidental: colillas y hogueras mal apagadas,
motores y máquinas, quema de matorral, líneas eléctricas, quema de basuras,
trabajos forestales, etc. A lo que hay que añadir causas como los rayos, que
representan, cerca de un 4-5 % de los casos.
Reproducción de incendios anteriores, que no llegaron a extinguirse, suponen
cerca del 2 %, pudiendo afectar a nuevas zonas.

Cualquiera que sea la causa de estos incendios forestales, el impacto y las


consecuencias ecológicas, humanas y económicas que producen son muy
sensibles: Se quema la piel de la Tierra, y al quedar desprotegida, afecta al suelo
llegando incluso a modifican su composición biológica. A la par están los daños
para una parte de la población animal de la zona, especialmente la que tenga
menos movilidad (invertebrados, crías de aves o mamíferos, etc.). Paralelamente
se producen alteraciones irreversibles del equilibrio del medio natural y
contaminación de ríos por aguas que arrastras partículas y cenizas en suspensión
e impacto sobe el paisaje.

De igual manera, en ocasiones el fuego puede llegar a dañar la piel de las


personas e incluso producir quemaduras y lesiones por intoxicación y / muerte de

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aquellas personas que intervienen en su extinción o se ven sorprendidos por el
efecto de las llamas, provocando perjuicios para la salud de las poblaciones
locales más próximas.

A esta destrucción, se le suma la de bienes e infraestructuras (casas, almacenes,


postes de electricidad y comunicaciones, etc.), y todos los recursos económicos
asociados al valor del bosque (tanto de uso como de no uso) .

En los incendios forestales, la topografía define en gran medida las diferentes


severidades del fuego, demostrando que la pendiente, el aspecto y la posición
topográfica son variables con mayor influencia en la clasificación de las
severidades del incendio. El aumento de la temperatura, los cambios en los
patrones de lluvia y nieve, los cambios en las comunidades de plantas y otras
alteraciones relacionadas con el clima han aumentado enormemente la
probabilidad de que se produzcan incendios, y de mayor intensidad y amplitud que
en el pasado. También dependiendo del material combustible natural que sea
ignitado, el fuego tomara un mayor o menor tiempo para propagarse, ya que no es
lo mismo que un eucalipto o ciprés entre en ignición ya que tiene una sustancia
que acidifica el cuerpo del árbol causando un proceso de inhibición momentánea
retardando la pirolisis del material, a comparación de un pino que tiende a ser más
fácil de ignitarse ya que la sabia que contiene actúa como catalizador y permite la
propagación más rápida del fuego.

Para contener al incendio, para detener su avance, de modo de poder extinguirlo


más tarde, se identifican dos métodos: el directo y el indirecto, dependiendo,
respectivamente, si el incendio es controlado con el trabajo del escuadrón junto al
fuego o bien si el personal trabaja a una cierta distancia de él, interviniendo la
vegetación en la trayectoria del fuego para dejar al incendio sin combustible.

El método directo este trata de controlar el incendio v se logra extinguiendo al


fuego en el frente de avance, llamado la cabeza del incendio, y en otros sectores
activos. Para ello los brigadistas cubren al fuego con tierra lanzada con palas,
enfrían con agua y cortan la continuidad de la vegetación combustible en el mismo
borde del incendio.

Este método, también conocido como ataque directo, se usa en vegetación de


poco tamaño, en incendios iniciándose, aún pequeños, en sectores menos
intensos de un incendio mayor y para extinguir pequeños focos de fuego
originados por pavesas, o sea brasas transportadas por el viento más delante de
la cabeza.

Con este método se reduce la superficie y el daño al mínimo y el borde del


incendio queda extinguido de inmediato. Si se dispone de agua es, sin duda, el
método más efectivo. Sin embargo, expone al personal al humo y al calor, se

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pueden producir accidentes en topografía abrupta transitando para acercarse a las
llamas y, además, pavesas pueden encender fuegos que encierren al personal,
especialmente en laderas.

El método indirecto o control se logra rodeando al incendio, encerrándolo dentro


de una línea de control, a cierta distancia de la cabeza del incendio y de sus
lugares activos. A esa distancia ya no es posible lanzar tierra o agua, por lo que el
combate indirecto se basa en eliminar o cortar la continuidad de la vegetación en
la trayectoria del incendio.

Una línea de control, por su parte, es el conjunto continuo de cortafuegos


naturales y artificiales ya presentes en el área afectada y de los cortafuegos que
se construyen durante el combate. También forman parte de la línea de control los
bordes del incendio extinguidos naturalmente y los bordes que se extinguen
mediante el trabajo del personal.

A su vez, un cortafuego es una faja de terreno que no tiene combustible o donde


éste no está en condiciones de arder. De esta forma los cortafuegos cortan la
continuidad de la vegetación, impidiendo así que el fuego se propague al carecer
de combustible.

Cortafuego es un término amplio, de uso general. Hay varios tipos de cortafuego,


pero todos tienen algo en común: carecen de combustible o, en algunos casos, el
combustible no está en condiciones de arder.

Por ejemplo, una línea cortafuego es una faja de terreno, de la longitud que sea
necesaria y de varios metros de ancho, donde se ha cortado y extraído toda la
vegetación y se ha raspado y cavado el terreno hasta el suelo mineral.

Los cortafuegos de agua y de retardante, cubren a la vegetación con agua y


productos químicos e impiden que se incendie.

La línea de fuego es una franja estrecha de terreno donde la vegetación


combustible en la trayectoria del incendio se elimina con fuego, aplicado a partir
de una faja de un ancho no mayor a un metro, donde el suelo se ha raspado y
cavado hasta el suelo mineral, o sea hasta que sólo haya tierra y piedrecillas. El
fuego así aplicado se llama quema de ensanche, la que por avanzar contra el
viento podrá apagarse luego de algunos metros, pero, aunque ello ocurra,
cumplirá su objetivo de ensanchar la faja carente de combustible, sin el esfuerzo
del personal, como en el caso de la línea cortafuego.

Para construir una línea de fuego, una vez que el Jefe de Incendio determina
dónde se va a iniciar y terminar y cuál va a ser su trayectoria, la brigada trabaja
dispuesta en una fila, con las herramientas de corte adelante para abrir paso y

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eliminar vegetación, a continuación, las herramientas de raspado y cavado para
eliminar la vegetación superficial hasta el suelo mineral y luego equipos de
encendido para la quema de ensanche.

Durante el combate o método indirecto para establecer la línea de control se


aprovechan los cortafuegos presentes y se construyen los que sean necesarios
(línea de fuego, línea cortafuego, cortafuego de agua, cortafuego de retardante),
uniéndolos para que no queden lugares por donde pueda seguir avanzando el
fuego. El borde del incendio ya extinguido y la parte posterior del incendio, llamada
cola, también son parte de la línea de control y permiten anclar en ellos a otros
cortafuegos.

El método indirecto se usa cuando el calor y el humo impiden el trabajo del


personal, si el terreno es de topografía abrupta, si la vegetación es densa, si la
propagación es rápida, si hay emisión de pavesas, si el frente es muy amplio y en
incendios de copas. En general, cuando no es posible el ataque directo. El trabajo,
a su vez, es más seguro para el personal y las condiciones de trabajo más
confortables permiten sostener más tiempo el trabajo, con mejor rendimiento.
Pero, como desventaja, se sacrifica vegetación, que puede ser valiosa.

Dentro del método de combate indirecto, una variante de la quema de ensanche,


es decir del concepto y acción básica de extinción de usar fuego para eliminar
vegetación en la trayectoria del incendio, es el contrafuego. Sólo varía la
magnitud. El contrafuego es utilizado para quemar vegetación en zonas más
amplias y creando un fuego que logre avanzar contra el incendio, quemando el
combustible en la trayectoria que, por su comportamiento, lleva el incendio.
Cuando los dos fuegos se encuentran el incendio se extingue por carencia de
vegetación combustible. Es un recurso extremo, dada la probabilidad que sea
inmanejable y que complique la situación.

Una forma de ataque indirecto, ya que no se trabaja sobre directamente en el


borde, es el llamado método paralelo, donde se construyen cortafuegos paralelos
a los bordes del incendio, flanqueando al incendio, como pinzas, desde la cola
hacia la cabeza.

Una vez controlado el avance del incendio, logrando detenerlo dentro de la línea
de control, se inicia la etapa llamada de liquidación, donde se extingue todo fuego
en el borde del incendio y al interior de la línea de control.

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