Ensayo 8 La Arqueología y La Biblia
Ensayo 8 La Arqueología y La Biblia
Ensayo 8 La Arqueología y La Biblia
Alumna:
A 29 de octubre de 2021
1
Introducción
Muchas personas suelen pensar que la ciencia está enemistada con la fe.
Específicamente, la arqueología fue vista por mucho tiempo, como enemiga del evangelio.
Más adelante, los descubrimientos arqueológicos demostraron la veracidad del texto bíblico.
El desarrollo de esta disciplina ha sido cada vez más en beneficio de la fe cristiana,
constituyéndose actualmente en una disciplina auxiliar en el estudio de texto sagrado.
La importancia de la arqueología
1
Colin Renfrew, Bahn, Paul G. Introducción. (Cambridge University Press: 24 de septiembre de 2021), 3-8
2
Edesio Sánchez Cetina. Descubre la Biblia II. (Miami, Florida: Sociedades Bíblicas Unidas, 2006), 161.
3
Damien Noël. Los orígenes de Israel. (Estella, Navarra: Editorial Verbo Divino; 1999), 4.
2
esta perspectiva librará de los prejuicios ostentados por muchos siglos de considerar a esta
ciencia como enemiga de la fe, por el contrario, encontraremos en ella un camino confiable
para dar a los escépticos evidencias de la credibilidad de la Biblia y a los creyentes, motivos
para alabar a Dios por su bendita Palabra.
En la época actual abunda el subjetivismo y las nuevas revelaciones donde los lectores y,
tristemente, muchos predicadores se sienten libres de interpretar las Escrituras sin considerar la
historia y el contexto original, apelando a la revelación que da “el Espíritu”. De esta manera,
aunque bien intencionados, interpretan la Palabra desde sus propias experiencias y culturas,
alejándose del sentido original del texto. Conviene ver entonces que la arqueología bíblica
es una herramienta hermenéutica invaluable en situaciones en las que las alusiones culturales
y los escenarios sencillamente nos han evitado en el pasado, porque el contexto perteneció
a otro lugar y época completamente ajena a nosotros.
Conviene hacer una breve consideración de los sucesos más relevantes en cada uno de
estos periodos para tener una perspectiva general de cada uno de ellos y el desarrollo de la
historia del pueblo.
4
Sánchez, 177.
5
Ibid, 178.
4
de la llanura.”6 Esto llevó a que el dios de los israelitas fuera conocido como el Dios de las
montañas (1 Reyes 20:23).
Con respecto a la vida familiar se puede notar que los asentamientos humanos en Israel
fueron pequeñas aldeas rurales, cuya cantidad de habitantes no rebasaban las 150
personas. Las investigaciones arqueológicas aportan información sobre tres tipos de aldeas:
(1) villas en formas de anillos, (2) villas con caseríos aglomerados y (3) los conocidos “cascos
de hacienda” constituidos por una edificación central rodeada por pequeñas
construcciones. Las casas, particularmente, tenían diferentes estructuras, siendo la más
común la casa con dos hileras de pilares de piedra, las cuales eran pequeñas edificaciones
de dos niveles con un cuarto amplio como parte de la misma estructura.
La constitución de la familia se hacia a partir del núcleo familiar del esposo y la esposa,
extendiéndose hacia abajo con los hijos y nietos. Hacia los lados se extendía con los
hermanos y sus esposas, mientras que las hermanas ya no eran consideradas como parte de
este clan familiar. A la familia podían agregarse personas como los cautivos de guerra,
exiliados, asalariados o quienes por motivos de desastres familiares se constituían en siervos o
esclavos.
Sin lugar a dudas, la aportación más grande de la arqueología para los predicadores
de la Palabra es la comprensión que les brinda de las sociedades descritas en el texto
sagrado, incluyendo sus ciudades, dinámicas familiares, roles, usos y costumbres. Esto sitúa al
intérprete en el contexto cultural y en la cosmovisión del hagiógrafo, haciéndole partícipe de
ella. De esta manera puede ser fiel al mensaje de Dios y comunicarlo con eficacia,
produciendo en los oyentes actuales el mismo impacto que produjo en los destinatarios
originales.
6
Ibid, 184.
7
Noël, 5.
5
Según lo indica la lectura del documento de Edesio, los hombres y mujeres entre los 12 y 30
años se dedicaban a las tareas más importantes y duras, trabajando de sol a sol, mientras
que los niños ayudaban en las labores menos pesadas. Si bien los hombres adultos se
dedicaban a la preparación de los terrenos para la agricultura, la edificación de viviendas, la
construcción de cisternas y todo lo relacionado con el inicio del establecimiento de una
aldea, el resto de las labores y responsabilidades no presentaba diferenciación entre
hombres y mujeres.8 Esto es importante porque presenta el listado amplio de actividades que
que realizaban las mujeres en el contexto judío incluyendo aquellos trabajos que requerían
precisión y artesanado fino como el hilados, cosido, tintura de telas, producción de cerámica
y varias clases de vasos y canastas. Según lo señala el texto, “el trabajo de la mujer no solo
era más variado que el del hombre, sino que requería un mayor grado de destreza y pericia”.
La dinámica descrita por Edesio Sánchez sobre los detalles familiares y el rol de la mujer en la
sociedad, aportan mucho en la interpretación de pasajes como Proverbios 31:10 al 31. En el
contexto occidental actual es común ver a la mujer descrita en este pasaje como una
heroína multitarea a la que nada se le dificulta, totalmente alejada de la realidad
contemporánea. Surge entonces la frustración al leer el versículo 10: “¿quién la hallará?
Si bien el texto denota dificulta, el tema central expresa, en realidad, la valoración que debe
hacerse del trabajo de la mujer en el hogar. Al considerar la lectura de Edesio, se puede
observar que esta diversidad de actividades era la realidad de las mujeres en la sociedad
rural de Israel. Al analizar en paralelo la lectura documental con el proverbio, se aprecia
algunas actividades ordinarias para las mujeres como la preparación de la comida (vv. 14,
15), el cultivo de la huerta (vv. 16, 17), la producción de textiles (vv. 13, 19, 22) y el trabajo de
sol a sol (v.18). Entonces, cobra sentido la consideración del versículo 29: “Muchas mujeres
hicieron el bien; más tú sobrepasas a todas”. Muchas mujeres israelitas se esforzaban por
dignificar su hogar y su familia cumpliendo con las obligaciones que en su cultura
correspondían.
Quizá la cultura latinoamericana sea distinta, pero el principio que prevalece es el esfuerzo
que cada esposa y madre debe realizar porque en su hogar no haga falta alimento, abrigo y
amor. Independientemente de la cantidad de actividades o la naturaleza de las mismas, el
elogio corresponde a aquellas que se esmeran en las actividades que les corresponden
siendo responsables de aquellos que están a su cuidado. Desde mi perspectiva personal,
este pasaje bíblico en su contexto histórico y cultural, provisto por la arqueología, es digno de
ser compartido con la congregación.
Conclusión
La arqueología es una ciencia que nos auxilia en el estudio de la Biblia. A través de ella
podemos conocer el contexto de las comunidades descritas en ella y apreciar de manera
fiel el mensaje provisto por Dios para la humanidad. Todo intérprete y predicador responsable
debe atender a la arqueología a fin de comprender correctamente el contexto histórico y
cultural de la Escritura y ser fiel a la idea del autor humano, pero, sobre todo, del autor divino.
8
Sánchez, 188.
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