Incorporation of The Aquifer River Connection and The Underground Flow With R Gwflow in The Hydrological Model of T Mez

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Ribagua

Revista Iberoamericana del Agua

ISSN: (Print) (Online) Journal homepage: https://www.tandfonline.com/loi/trib20

Incorporación de la conexión río acuífero y del


flujo subterráneo con r.gwflow en el modelo
hidrológico de Témez

N García-Bravo, J Álvarez-Rodríguez & a Potenciano de Las Heras

To cite this article: N García-Bravo, J Álvarez-Rodríguez & a Potenciano de Las Heras (2021)
Incorporación de la conexión río acuífero y del flujo subterráneo con r.gwflow en el modelo
hidrológico de Témez, Ribagua, 8:1, 2-12, DOI: 10.1080/23863781.2022.2037474

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RIBAGUA
2021, VOL. 8, NO. 1, 2–12
https://doi.org/10.1080/23863781.2022.2037474

Incorporación de la conexión río acuífero y del flujo subterráneo con r.gwflow en


el modelo hidrológico de Témez
N García-Bravoa, J Álvarez-Rodríguezb and a Potenciano de Las Herasc,d
a
Centro de Estudios Hidrográficos del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX), Madrid, España; bCentro de Estudios
de Técnicas Aplicadas del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX), Madrid, España; cDirección General de Protección
Civil y Emergencias, Madrid, España; dDepartamento de Geodinámica, Estratigrafía Y, Universidad Complutense de Madrid, Madrid, España

RESUMEN ARTICLE HISTORY


En este trabajo se presenta un modelo hidrológico que incluye la conexion río acuífero y la Received 11 January 2021
simulación distribuida de la fase subterránea, para la evaluación de recursos hídricos en Revised 1 November 2021
grandes regiones, durante largos periodos de simulación y con pasos temporales quincenales Accepted 30 Jan 2022
o mensuales. El modelo utiliza la implementación del modelo de Témez y el comando r. KEYWORDS
gwflow para para simular la fase superficial y subterránea respectivamente. Ambos funcionan
sobre SIG-GRASS. El elemento de acople entre la fase superficial y la subterránea es el lecho r.gwflow; SIG-GRASS;
del río, que actúa como una capa semiconfinante a través de la que se transfiere un flujo de coupled model; river-aquifer
agua en uno u otro sentido, dependiendo del gradiente entre los niveles de río y acuífero. El connection; Hydrological
modelo acoplado resuelve primero la fase superficial, que completa las condiciones de model
contorno para la resolución, a continuación, de la fase subterránea. La suma de las compo­
nentes superficial y subterránea en la red hidrográfica proporciona la aportación total. Siendo
el tiempo del proceso el principal condicionante para la implementación del modelo, se
exponen diferentes aproximaciones para reducirlo, como distinguir la propagación hasta las
celdas de río y en celdas de río y limitar la aplicación de fórmulas geomorfológicas a estas
últimas.

Incorporation of the aquifer river connection and the underground flow


with r.gwflow in the hydrological model of Témez
ABSTRACT
This work describes a hydrological model that includes stream-aquifer connection and dis­
tributed groundwater flow simulation. The model purpose is to estimate hydrological
resources during large simulation periods with monthly or biweekly time steps. The model
uses the Témez model implementation in GRASS-GIS to simulate surface water phase and the
r.gwflow GRASS-GIS command to solve the groundwater flow equation in 2D. The coupling
element between both phases is the riverbed, which acts as a semiconfining layer trough that
the flow transfers in one way or another, depending on the gradient between river and
aquifer water levels. In the coupling model, the surface phase solves first, and completes the
boundary conditions needed to solve, then the groundwater phase. The sum of the surface
and groundwater contribution in the river network offers the total water resources. As
computational time is a determinant aspect for the functioning of the model, we present
different approaches to reduce it. For example considering separately the surface runoff
propagation and the propagation in the previously defined river cells and limiting the
employment of geomorphological formulae to the latest.

1. Introducción y objetivos
modelos matemáticos son herramientas útiles para
Freeze y Harlan en 1969 [1] propusieron la simular las distintas fases del ciclo hidrológico bajo
representación del ciclo hidrológico mediante la la limitación práctica de su operatividad. Los mod­
secuencia de procesos hidrológicos representados elos de evaluación de recursos hídricos son una her­
por leyes físicas, utilizando sus expresiones ramienta básica en planificación hidrológica.
matemáticas, parámetros con significado físico y pro­ Permiten conocer el recurso natural y establecer las
cedimientos numéricos de resolución. Así, los necesarias reservas ambientales, analizar las

CONTACT N García-Bravo [email protected] Centro de Estudios Hidrográficos del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas
(CEDEX), Pº Virgen del Puerto 3, Madrid 28005, España
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estrategias de gestión hidráulica y la ordenación de El tratamiento agregado de la fase subterránea con­


los consumos de una cuenca [2]. Sin embargo, la sidera los acuíferos o masas de agua como entes uni o
estimación del recurso hídrico natural y, en concreto, pluricelulares, los modelos de tipo distribuido permi­
la simulación del ciclo hidrológico constituye una ten dividir el espacio que ocupan en elementos de
tarea extremadamente compleja sobre la que aplicar tamaño reducido y distribuir, según la resolución
condiciones de suficiencia de acuerdo a los objetivos adoptada, tanto la información de entrada al modelo
planteados. Los modelos hidrológicos de recursos como los resultados. Es decir, caracterizan de forma
hídricos aplicados a grandes cuencas simulan la específica la información de los parámetros, de forma
transformación de la lluvia en escorrentía, en deter­ que reflejan la variabilidad espacial de los parámetros
minadas escalas temporales y espaciales, mediante fisiográficos y las acciones externas que ocurren sobre
una secuencia de procesos seleccionados, como son el acuífero, como la recarga por precipitación o la
la generación de escorrentía directa, el almacena­ infiltración desde masas superficiales [2]. Asimismo,
miento y derretimiento de la nieve, el agua almace­ son capaces de reflejar la posición de la superficie
nada en el suelo, la evapotranspiración, la recarga a piezométrica en cada uno de los elementos establecidos
los acuíferos, la descarga subterránea a manantiales y y, de esta forma, representar la variabilidad espacial y
ríos y los caudales totales circulantes, entre otras temporal de las interacciones con la fase superfi­
variables. Estos procesos están representados por cial [15].
una serie de ecuaciones matemáticas y principios El tratamiento distribuido de la fase subterránea es
como el de continuidad de masas. habitual en regiones relativamente extensas donde los
La aplicación a grandes territorios y largos periodos recursos hídricos representan gran valor (económico, med­
de tiempo hace necesario el uso de simplificaciones en la ioambiental, etc.). En ellas es frecuente desarrollar y man­
representación matemática de aquellos procesos, cuyos tener modelos hidrogeológicos cada vez más completos
resultados se consideran suficientes de acuerdo a una que incorporan características muy detalladas del entorno
serie de requerimientos [3]. Ejemplo de ello es el modelo y, por supuesto, las relaciones río-acuífero [16,17]. Sin
que tradicionalmente se ha venido utilizando en España embargo, los modelos de flujo subterráneo distribuidos
para la simulación de recursos hídricos a nivel estatal y son menos frecuentes en grandes regiones y, cuando se
como apoyo al proceso de planificación hidrológica. Se aplican a grandes extensiones no suelen representar la
trata de la implementación cuasidistribuida del modelo interacción entre ríos y acuíferos. En algunos casos se
de Témez, de paso temporal mensual y cuyo ámbito de aplican a zonas relativamente áridas o donde los procesos
aplicación son los aproximadamente 505.000 km2 del de interacción no son dominantes. En otros casos, la
territorio, dividido en celdas de 500 × 500 m. representación de las relaciones río acuífero en modelos
Básicamente, esta versión del modelo de Témez consid­ de flujo subterráneo extensos es escasa porque necesitan
era el ciclo hidrológico dividido en dos fases principales, incorporar datos de entrada que, en muchas ocasiones, no
la superficial y la subterránea. La fase superficial con­ están disponibles y, cuando lo están, su incorporación
sidera el almacenamiento en el suelo, la recarga y la dificulta el proceso de calibración. Por este motivo, se
generación de escorrentía directa en cada una de las suelen utilizar otras alternativas para representar las entra­
celdas en las que se distribuye el territorio. La fase das o salidas de agua del acuífero al río. En los casos del río
subterránea es de naturaleza agregada y ofrece una Amarillo [18], Death Valley [19,20] o la Gran Cuenca
respuesta media del acuífero mediante un modelo de Artesiana Australiana [19,21] se consideran drenes o
proporcionalidad entre el volumen total almacenado en pozos de caudal determinado. De entre los modelos exclu­
el acuífero y la descarga total [4–7]. En la simulación de sivamente subterráneos de gran extensión, el modelo de la
recursos hídricos en España, las características de estos cuenca del Rhin [22] incorpora la interacción río acuífero
acuíferos se han ido adaptando a las delimitaciones utilizando el paquete RIVER de MODFLOW [23], pero no
establecidas durante el proceso de planificación la resuelve de forma conjunta sino que admite la
hidrológica [8–10]. Si bien este modelo de recursos ha interacción sin la conexión correspondiente. Destacar,
permitido estimar variables hidrológicas básicas como también, el modelo de flujo subterráneo de la Llanura del
son las series de aportaciones en cualquier punto de la Norte de China [18] que está calibrado en régimen transi­
red hidrográfica en España o el valor de la recarga en los torio, aunque no incorpora la relación río acuífero
principales acuíferos con suficiente precisión no aporta como tal.
información sobre el movimiento del agua en cada uno El avance de las ciencias computacionales e
de los acuíferos o sobre la localización y variabilidad de hidrogeológicas y el aumento de la capacidad de almace­
los flujos de agua establecidos entre ríos y acuíferos, namiento y generación de información junto al desarrollo
aspectos ambos de alta importancia ambiental [11–14]. de nuevos métodos para solucionar la ecuación de flujo
4 N. GARCÍA-BRAVO ET AL.

subterráneo, permiten dar el paso hacia un tratamiento La generación de escorrentía en una celda depende
integrado de la fase subterránea de tipo distribuido [24]. en el mes i de la precipitación (PREi), la evapotran-
La incorporación distribuida de las fases superficial y spiración potencial (ETPi) y del denominado umbral
subterránea se puede realizar según dos tipos de unión: de escorrentía (P0i), umbral de precipitación que
integrada y acoplada. Los modelos integrados resuelven de debe superarse en cada celda para que se genere
manera conjunta las ecuaciones de ambas fases. Los aco­ escorrentía. Las variaciones atmosféricas se interpolan
plados resuelven la relación entre las fases superficial y considerado la información fisiográfica derivada del
subterránea como una secuencia continua de procesos modelo digital de elevaciones (MDE), orientación del
relativamente independientes. Es decir, en los modelos terreno y altitud [34,35].
acoplados primero se resuelve la fase superficial; después, A partir de la PREi y P0i se calcula el denominado
la subterránea adaptando las condiciones iniciales y de excedente mensual (Ti), utilizando una expresión simi­
contorno a los resultados de la resolución de la fase ante­ lar (Ec. 1) a la derivada en los modelos experimentales
rior. Los modelos que resuelven las ecuaciones de forma del Soil Conservation Service [36,37].
acoplada se consideran más apropiados para su aplicación
a grandes extensiones que los de resolución completamente "PREi � P0i )(Ti ¼ 0 )
integrada que tienen grandes requerimientos computacio­ Di ¼ PREi P0i Ti
"PREi > P0i ) ðPREi P0i Þ2
nales lo que limita su aplicación a pequeños territorios Ti ¼ PREi þHmax Hi 1 þETPi 2P0i
[25–27].
El presente artículo presenta la formulación de un Ec. 1. Ley de excedente
modelo hidrológico que incorpora: la implementación Si la PREi supera al valor mensual de Poi, hay exce­
distribuida de la fase superficial del modelo de Témez, la dente; si no, el agua se almacena en el suelo. Di es la
resolución de la ecuación distribuida de flujo retención adicional en el suelo. P0i se considera propor­
subterráneo mediante el modelo r.gwflow del sistema cional al parámetro adimensional de excedente (C) y al
de información geográfica SIG-GRASS [28–30], el uso déficit de humedad en el suelo en el mes i, estimado a su
del modelo de capa semiconfinante de relación río vez como diferencia entre la capacidad máxima de
acuífero también incluida en r.gwflow [31] y el uso de humedad del suelo (Hmax) y la humedad en el suelo en
fórmulas geomorfológicas para el cálculo, en el proceso el mes anterior i-1 (Hi-1) (Ec. 2). Todos los términos
iterativo, de calados y anchos de cauce derivadas de las expresados en mm [32].
campañas de caracterización hidromorfológica realiza­
das en la cuenca del Ebro durante los años 2001 y 2002 P0i ¼ C � ðHmax Hi 1 Þ
(Sin publicar, CHE). Todo ello permite considerar el
Ec. 2. Ley de umbral de escorrentía (P0)
movimiento de flujo subterráneo en la totalidad del
Una vez conocido el término Ti, se puede calcular el
modelo y los intercambios de flujo entre río y acuífero
balance de humedad en el suelo, el valor de Hi actuali­
en las celdas de río. Finalmente recoge las conclusiones
zado y la evapotranspiración real mensual (ETRi) limit­
de la experiencia de simulación realizada con el modelo
ada por la ETPi (Ec. 3 y Ec. 4).
en la cuenca del Segura [32] y propone diversas líneas de
desarrollo futuro. Hi ¼ maxð0; Hi 1 þ PREi Ti ETPi Þ

Ec. 3. Humedad en el suelo (Hi)


2. Propuesta metodológica. formulación del
modelo ETRi ¼ minðHi 1 þ PREi Ti ; ETPi Þ

2.1. Fase superficial. modelo de témez Ec. 4. Evapotranspiración real (ETRi)


Ti se reparte entre escorrentía directa y recarga (RECi)
El modelo de Témez es un modelo hidrológico con­
considerando un parámetro que representa la conducti­
ceptual que simula los flujos en régimen natural en
vidad hidráulica vertical como la capacidad máxima de
España con paso mensual [7]. El modelo de Témez
infiltración (RECmáx) en mm y la carga total de agua en
reproduce los procesos esenciales de transporte del
cada celda (Ti). La Ec. 5 muestra la ley que combina
agua en las distintas fases del ciclo hidrológico, esta­
ambos factores.
blece las leyes de reparto y las transferencias de agua
entre los dos almacenamientos principales considera­ Ti
dos, suelo y acuífero. Las últimas versiones del modelo RECi ¼ RECmax �
Ti þ RECmax
de Témez han sido implementadas y funcionan sobre
SIG GRASS [6,33]. Ec. 5. Ley de recarga o infiltración (RECi)
RIBAGUA 5

Finalmente, la escorrentía superficial del mes i es el transitorio, confinado y libre. El comando r.gwflow
término de excedente que no se infiltra como recarga al necesita definir para cada celda su estado (activa, inac­
acuífero (Ec. 6). tiva o de nivel constante), la recarga, los parámetros
hidráulicos (permeabilidad y coeficiente de almacena­
ESCdi ¼ Ti RECi
miento), el nivel piezométrico inicial y la cota de techo y
Ec. 6. Ley de escorrentía directa (ESCdi) muro del acuífero. Además, permite simular ríos y
drenes para lo que es necesario definir los parámetros
correspondientes de coeficiente de goteo, cota y nivel, en
2.2. Fase subterránea. Ecuación general de flujo su caso (‘river_leak’ y ‘river_bed’ y ‘river_head,’ para ríos
subterráneo y ‘drain_bed’ y ‘drain_leak’ para drenes) y, también,
otras entradas o salidas en forma de caudal. Para su
La ley de Darcy (Ec. 7) establece que la velocidad de flujo
resolución es necesario seleccionar uno de los algorit­
(v) en un medio poroso, saturado, continuo, homogéneo e
mos de los que dispone, el criterio de error, el número
isótropo es proporcional a la permeabilidad (K) y al gra­
máximo de iteraciones, el paso temporal de cálculo e
diente hidráulico (i) existente entre dos puntos. El coefi­
indicar qué tipo de acuífero, libre o confinado, se está
ciente de permeabilidad (K) incorpora las características
simulando. A partir de esta información calcula la nueva
del terreno que atraviesa el agua en profundidad y es
posición del nivel piezométrico y los vectores de veloci­
propio de cada material. Toma dimensiones de longitud
dad de flujo en x e y [28]. Los límites del modelo
entre tiempo [L/T]. El gradiente hidráulico se define
subterráneo se establecen mediante las opciones de
como la relación entre la variación de la cota del agua (h)
estado de la celda. El límite de la zona costera de la
entre dos puntos separados por una distancia (s) [15].
cuenca con el mar se establece por medio de una
@h condición de nivel constante a cota 0 m, referido al
v¼ K�
@s nivel del mar en Alicante. El límite con otras cuencas
Ec. 7. Ley de Darcy puede tener un carácter impermeable o no. En el primer
La ecuación diferencial de flujo subterráneo (Ec. 8) caso, los bordes impermeables de gradiente nulo se
deriva de la aplicación de la ley de Darcy (Ec. 7) a la ley establecen imponiendo a las celdas la condición de cel­
de conservación de masa o principio de continuidad. En das inactivas. De esta forma el flujo subterráneo es
ella se considera que el flujo es saturado, la densidad del paralelo a ellos y se delimita y acota el flujo que se dirige
agua constante y los ejes de anisotropía coinciden con hacia el río. En el caso de límites con otras cuencas con
los ejes principales [15, 38, 39]. las que existe un intercambio de flujo conocido, de
� � � � � � entrada o salida de agua, se establecen bordes de gra­
@ @h @ @h @ @h diente o flujo constante (condición de Neumann), de
Kx þ Ky þ Kz þ Qðx; y; zÞ
@x @x @y @y @z @z forma que exista la misma diferencia de cota de agua de
@h forma permanente entre la celda límite dentro de la
¼ Ss
@t cuenca y la celda en contacto que pertenece a la cuenca
Ec. 8. Ecuación diferencial de flujo saturado en estado colindante. El comando r.gwflow asigna por defecto la
transitorio en un acuífero heterogéneo y anisótropo en condición de gradiente constante a los límites del área de
coordenadas cartesianas orientadas según los ejes prin­ cálculo, pero no ofrece la posibilidad de establecer una
cipales de anisotropía condición de gradiente constante en el contorno del
donde: modelo. No obstante, se puede implementar un algor­
Kx,Ky y Kz: componentes de la permeabilidad en las 3 itmo simplificado, basado en la disposición de un con­
direcciones del espacio [LT−1] torno de celdas de nivel constante (condición de
Kx,Ky y Kz: componentes de la permeabilidad en las 3 Dirichlet) de manera que impongan el gradiente con­
direcciones del espacio [LT−1] stante sobre las celdas activas del modelo. En estas celdas
Qðx; y; zÞ: caudal por unidad de volumen que entra o de nivel constante se recalcula la cota piezométrica en
sale del acuífero [L3T−1] cada paso de simulación para mantener el gradiente
Ss : almacenamiento específico [L3] constante añadiendo o sustrayendo la parte proporcio­
h: altura piezométrica [L] nal del valor del gradiente establecido inicialmente.
t: tiempo [T] El comando r.gwflow funciona sobre el SIG GRASS,
El comando de SIG-GRASS r.gwflow resuelve la soporte sobre el que también está implementado el
ecuación de flujo subterráneo en 2D. Se trata de un modelo de Témez [33]. Para el funcionamiento de SIG-
programa de cálculo numérico para flujo subterráneo GRASS, la información de cualquier parámetro o
6 N. GARCÍA-BRAVO ET AL.

variable es incorporada en forma de capas ráster. La Cuando el NP se encuentra por encima de la cota del
conexión entre el río y el acuífero se resuelve en las lecho del río, a través de la capa semiconfinante se
celdas de río mediante un modelo de capa semiconfi­ establece un flujo (Q) proporcional a la variación entre
nante que se describe a continuación. el nivel del río (NR) y el nivel del acuífero (NP), la
anchura del cauce (A), la longitud del tramo (L) y la
permeabilidad (Kr) de la capa semiconfinante e inversa­
2.3. Modelo acoplado de capa semiconfinante. mente proporcional a su espesor (E) (Ec. 10) [40–43]. Si
resolución del intercambio de flujo el NP supera el NR, el gradiente es positivo y el flujo se
dirige hacia el río, que aumenta su caudal gracias a las
El modelo acoplado de capa semiconfinante resulta de
aportaciones procedentes del almacenamiento de agua
aplicar la ley de Darcy (Ec. 7) a un estrato determinado
en el acuífero, denominándose a ésta situación de río
como es el lecho de un río. El lecho del río está consti­
ganador o de descarga subterránea. En el caso contrario,
tuido por sedimentos propios del cauce (limos, cantos,
cuando NP es inferior al NR, el gradiente es negativo y el
etc.) con un espesor y unas características de permeabi­
flujo se dirige hacia el acuífero, siendo el río perdedor o
lidad determinadas. El coeficiente de goteo del lecho
influente, aportando agua en favor de aquel. Los ríos
(CGL) se expresa como inversa del tiempo [T−1] y
perdedores constituyen fuentes de recarga hacia los
representa la relación entre la permeabilidad del lecho
acuífero por infiltración y bajo ellos las líneas de flujo
del río (Kr) y su espesor (E) (Ec. 9). La conductancia es el
son divergentes [44–46]. Si el NP queda por debajo de la
parámetro proporcional al CGL cuando se tiene en
cota del lecho, el flujo del río al acuífero es indepen­
cuenta la longitud y la anchura del río [40].
diente de la posición del NP, siendo proporcional al
Kr calado (NR – Zlecho), la Kr, la L y la A e inversamente
CGL ¼ proporcional a E (Ec. 11) [23,25].
E

Ec. 9. Coeficiente de goteo del lecho (CGL)


Siendo, 2.4. Relaciones geomorfológicas: anchura de
Kr: permeabilidad vertical del lecho del río [LT−1] lámina-caudal y calado-caudal
E: espesor de la formación que constituye el lecho del
Los parámetros que intervienen en la Ec. 10 y la Ec. 11
río [L]
para el cálculo de las transferencias de flujo entre río y
El CGL (Ec. 9) constituye el parámetro básico para
acuífero son, en definitiva, el NR, el NP, la Zlecho, el
simular el intercambio de flujo entre río y acuífero ya que
CGL, la L y la A del tramo de río donde se produce el
supone que el lecho del río constituye una capa semicon­
flujo. Dada la gran cantidad de información que puede
finante, con una conductividad (Kr) y espesor (E) deter­
llegarse a manejar en un modelo de gran extensión y la
minados, a través de la que se establece el intercambio de
dificultad de obtención de algunos de estos datos se
flujo. El comando r.gwflow, en la resolución de tipo libre,
propone el uso de fórmulas geomorfológicas [47] que
presenta opciones para representar y regular el flujo de
relacionan variables como el caudal y el calado o la
agua en las celdas de río mediante la cota del lecho del río
anchura de lámina de agua. Así, la Ec. 12 recoge las
‘river_bed,’ el nivel del río ‘river_head,’ ambos en m, y la
fórmulas potenciales ajustadas en función de los datos
tasa de goteo ‘river_leak,’ en s−1, que equivale al CGL. El
hidromorfológicos recogidos en diversas campañas de
CGL es imprescindible para calcular el flujo intercam­
aforos realizadas en los años 2001 y 2002 en la cuenca
biado (Q) Ec. 10 y Ec. 11, según la posición relativa del
del Ebro. Las fórmulas de la Ec. 12 presentan el calado
nivel piezométrico (NP) y la cota del lecho (Zlecho), ambos
en cm, la anchura en m y el caudal (Q) en m3/s. Aunque
en m.
sería aconsejable aplicar el mismo método para obtener
Kr � A � L los coeficientes regionalizados de otras cuencas, los
Q¼ � ðNR NPÞsi NP > Zlecho datos del Ebro se consideran representativos ya que se
E
obtienen de la combinación de cuencas de diferente tipo
Ec. 10. Flujo intercambiado (Q) para niveles bajo distintas condiciones climáticas [32,47].
piezométricos situados por encima del lecho del río
Anchura ¼ 11; 588 � Q0;31
Kr � A � L
Q¼ � ðNR Zlecho ÞsiNP � Zlecho
E
Calado ¼ 40; 9 � Q0;25
Ec. 11. Flujo para niveles piezométricos situados por
debajo del lecho del río Ec. 12. Relaciones anchura-caudal y calado-caudal
RIBAGUA 7

Figura 2.1. Diagrama de flujo del modelo propuesto.

2.5. Funcionamiento y resolución del modelo que pueda existir en cuencas con tiempos de
propagación distintos al paso temporal de
En el modelo planteado se acoplan y solucionan de
resolución.
forma secuencial las fases superficial y subterránea,
(3) A continuación, (punto 2° de la Figura 2.1) se
utilizando los resultados obtenidos de cada una de
resuelve la ecuación de flujo subterráneo mediante
ellas como entrada en la otra de forma consecutiva.
el comando r.gwflow, teniendo en cuenta la RECi
El esquema de la Figura 2.1 describe la secuencia
obtenida en el punto 1°. Se incorporan, además,
básica de los cálculos del modelo en cada paso de
los parámetros hidráulicos y las condiciones de
simulación, en el territorio de la cuenca. Son los
contorno e iniciales. Se establecen condiciones de
siguientes:
contorno en el límite con otras cuencas, en el
límite con el mar y también en la red de drenaje.
(1) Cálculo de la escorrentía superficial y de la
El coeficiente de infiltración en cauce se escala en
recarga utilizando el modelo de Témez.
función de la resolución de la celda. Los
Incorporando las variables de entrada
parámetros de calado y ancho de lámina se calcu­
meteorológicas (PREi y ETPi), los parámetros C,
lan considerando el estado final del paso de cálculo
Hmax, RECmax, Hi-1, se obtienen el P0 (Ec. 2) y el
anterior (Ec. 12). En la red de drenaje la condición
Ti (Ec. 1) para, a continuación, calcular la RECi
de contorno para el modelo de flujo subterráneo es
(Ec. 5) y la ESCdi (Ec. 6). También se obtienen la
el calado final obtenido en la resolución del paso
ETRi y el Hi (Ec. 3).
anterior. La ecuación de flujo subterráneo se
(2) Acumulación de la escorrentía superficial hasta
resuelve en toda la cuenca y se obtiene un nivel
la celda de río inmediata. Conocidos el mod­
piezométrico en cada celda. En cada mes se con­
elo digital del terreno a la resolución ade­
sideran al menos dos resoluciones de 15 días cada
cuada, las direcciones de flujo de cada una
una. La recarga se considera uniformemente dis­
de las celdas y la red de drenaje derivada, se
tribuida en el mes y la aportación superficial de
acumula la ESCdi hasta la celda de río. No se
pasos inferiores al mes se reduce mediante una
ha incorporado ningún modelo de
regla de proporcionalidad respecto al intervalo de
propagación de la ESCdi, asumiendo el error
cálculo considerado.
8 N. GARCÍA-BRAVO ET AL.

(4) Atendiendo a la posición del NPi respecto a la calibraron a partir de la caracterización de las unidades
cota del lecho del río (Zlecho), según las Ec. 10 y hidrogeológicas [10] y de las masas de agua subterránea
Ec. 11, se determina el flujo de descarga al río o definidas en el proceso de planificación hidrológica [8]. El
de recarga al acuífero, considerando el nivel de techo y muro de los acuíferos se representó de forma
río del intervalo anterior (NRi-1) (Figura 2.1). simplificada a partir del conocimiento de sus espesores
(5) Se suman las aportaciones superficiales y medios respecto a las cotas topográficas del modelo digital
subterráneas en cada celda de río y se acumulan de elevaciones. Las permeabilidades del modelo variaron
hacia aguas abajo según las direcciones de dre­ entre 2 · 10−5 m/día (rocas carbonatadas de alteración
naje. Las pérdidas del cauce hacia el acuífero se reducida) y 14 m/día (rocas carbonatadas muy alteradas)
equilibran con los volúmenes generados aguas en función de las litologías tomadas del mapa
arriba. Cuando la suma de la aportación super­ litoestratigráfico 1:200.000 [49]. Se consideraron valores
ficial y subterránea aguas abajo no equilibra las constantes para toda la cuenca de CGL (10−6 s−1) y coefi­
pérdidas de un tramo o cuando existen grandes ciente de drenaje -drain_leak- (3 · 10−8 s−1) [32].
diferencias entre los calados esperados y los obte­ Dada la dificultad de manejar series foronómicas y de
nidos, se replantea el cálculo mediante un tanteo piezometría en régimen natural en la cuenca del Segura
proporcional de nuevos calados sobre el cauce. La por su alto grado de alteración, se usaron las series
escorrentía generada en celdas drenantes a las de simuladas en régimen natural de SIMPA [4] para la
río se mantiene constante durante los tanteos. Si calibración del modelo. El criterio de error se obtiene
este intercambio es compatible con los comprobando el ajuste visual de los resultados men­
volúmenes generados aguas arriba, finaliza el suales y los errores medios relativos (EMR), medio
proceso. Si no fuera suficiente para abastecer las absoluto (EMA) y cuadrático estándar (ECSM), calcula­
pérdidas por el cauce, se van reduciendo los dos en las aportaciones mensuales totales y subterráneas
calados y anchos de cauce, utilizando un factor (señalados con los sufijos Total/Tot y Sub/sub respecti­
reductor de 0,5 del calado tomado como inicial. vamente) de diversos puntos de la cuenca, singular­
(6) Finalmente, con la solución final, se recalculan mente en cabecera y desembocadura donde se dispone
calados y anchos de cauce mediante la Ec. 12. Así de series restituidas. La Figura 3.1 muestra los resultados
calculado, con el flujo intercambiado entre río y de aportación total y subterránea obtenidos en desem­
acuífero se recalcula la escorrentía y se establece bocadura mediante el modelo de tanque (S08) y el mod­
junto a la nueva piezometría de la cuenca como elo propuesto (S12) e incorpora la serie de precipitación
condición de partida para el siguiente paso de media, escalada con respecto a la aportación con un
cálculo. Se repite este esquema de resolución factor de 2,5 (Factor Ap/Pre). Los datos de aportación
tantas veces como se haya establecido hasta com­ en ordenadas están en hm3 y se analiza el periodo
pletar la duración total de la simulación. hidrológico comprendido entre los años 1970 y 1980.
Se obtienen resultados del 0,14 y 0,1 (EMR), de 14,66 y
9,1 (EMA) y de 19,94 y 10,88 (ECSM) referidos a la
3. Resultados y discusión
aportación total y subterránea [32,50,51].
El modelo presentado fue implementado en la cuenca Del análisis de la Figura 3.1 se puede extraer que el
hidrográfica del río Segura, de unos 16,000 km2 de modelo de tanque (Sub S08) está condicionado por la
extensión [32]. Los mapas mensuales de precipitación y precipitación, ya que la recarga a los acuíferos solamente
temperaturas máximas se obtienen mediante interpola­ depende de ella. En el nuevo modelo las fuentes de
ciones y análisis de la influencia de factores fisiográficos infiltración son la precipitación y la escorrentía que
en su distribución espacial [34]. La evapotranspiración se llega del cauce. Esto supone un incremento en la recarga
deriva de las temperaturas utilizando la formulación de al acuífero y, por tanto, el flujo base es capaz de mante­
Hargreaves y mapas de coeficientes correctores de este nerse en épocas de sequía como ocurre a finales de los
método respecto al de Pennman-Monteith. La años 70.
caracterización de la Hmax combina la estimación de pen­ Si bien es habitual el empleo del modelo de tanque
dientes, texturas y usos de suelo, obteniéndose resultados para simular la fase subterránea en modelos de
comparables con las estimaciones obtenidas por otros evaluación de recursos hídricos en régimen natural
autores con metodologías basadas en el estudio de la aplicados a grandes territorios [4,5], la calibración de
humedad del suelo por teledetección [32,48]. Los la rama de recesión de los acuíferos se ve dificultada por
parámetros C, Hmáx y RECmáx se importaron de las simu­ varias razones. En primer lugar, por la alteración del
laciones de recursos hídricos en España [4]. Los régimen hidrológico y de las aportaciones registradas en
parámetros hidráulicos del modelo subterráneo se las estaciones de aforo debidas a la presencia de
RIBAGUA 9

Figura 3.1 Aportación obtenida en desembocadura de la cuenca del Segura en el periodo 1970–1980, [modificado de 31].

estructuras de regulación y a la explotación de aguas Finalmente, cabe destacar la posibilidad que ofrecen los
subterráneas. Esto supone que, en la práctica, el número ejercicios de análisis de sensibilidad para la optimización
de estaciones de aforo en régimen natural útiles para la en la implementación de este tipo de modelos acoplados y
calibración sea escaso, especialmente en tramos medios de su aplicación a grandes cuencas. En este sentido, el
y bajos de las cuencas hidrográficas. En segundo lugar análisis de sensibilidad es una herramienta útil para esta­
por el elevado número de acuíferos, identificados en los blecer los parámetros que más influyen en los resultados,
procesos de caracterización, que se encuentran conecta­ describir cuantitativamente esta influencia, comprobar la
dos a la red fluvial. Esto implica que la calibración se estructura del modelo e identificar los procesos relevantes
realice, en muchos casos, a partir de ramas de recesión [56]. Aunque existen multitud de opciones para realizar­
compuestas por la respuesta de varios acuíferos, exis­ los, los análisis de sensibilidad consisten en variar los
tiendo la posibilidad de alcanzar resultados similares parámetros y analizar su influencia en los resultados del
con distintas combinaciones de parámetros. Frente a modelo. Los avances en este aspecto permitirán determi­
los inconvenientes del planteamiento agregado, simular nar la importancia relativa de los numerosos parámetros
de manera distribuida los intercambios de flujo con la que entran en juego y establecer protocolos que faciliten el
red fluvial permitiría localizar e identificar los tramos de proceso de calibración [57].
conexión río-acuífero en régimen natural, ganadores o
perdedores y considerar su variabilidad estacional y
espacial. Supone, además, una oportunidad para 4. Conclusiones
mejorar los esquemas de simulación de generación de
En síntesis, se ha descrito la composición de un modelo
escorrentía al contemplar los casos de ascenso de niveles
hidrológico para el cálculo de recursos hídricos en
a superficie, por saturación y rebose del acuífero, y la
grandes cuencas. Los datos de entrada son la
consecuente generación de zonas húmedas.
precipitación y la evapotranspiración potencial. Los
A pesar del interés práctico que tiene el tiempo de
parámetros caracterizan el suelo, la generación de
propagación de la escorrentía en una cuenca para el
escorrentía, el movimiento del agua en el acuífero y el
diseño de estrategias de gestión de recursos o avenidas, lecho del río. Los resultados son la evapotranspiración
apenas se encuentra bibliografía que describa el proceso real, el estado de almacenamiento en el suelo, la recarga
en grandes cuencas y para una gama de caudales amplia al acuífero, los flujos de transferencia entre río y
[52,53]. Considerando los datos que se manejan en acuífero, los niveles piezométricos y las aportaciones
grandes cuencas, la escala de tiempo para la que la totales. Pueden usarse, por tanto, los caudales registra­
propagación se considera válida desde el punto más dos en estaciones de aforo y los niveles piezométricos
alejado de una cuenca hasta su desembocadura variaría como variable para el ajuste de parámetros.
entre días, semanas o meses, dependiendo de la magni­ El modelo presenta una gran ventaja al poder distin­
tud de la cuenca y del evento [54,55]. Por tanto, la guir no solo entre aportaciones superficiales, recarga por
elección de escalas de pasos de simulación de quince lluvia y aportaciones subterráneas como hacía el modelo
días quedaría del lado de la seguridad, aunque son tradicional [4], sino también la parte de escorrentía gen­
evidentes las incertidumbres existentes al respecto. erada por ascenso del nivel freático, la recarga y pérdidas
10 N. GARCÍA-BRAVO ET AL.

desde el cauce y la descarga al mar. Lo hace además con Disclosure statement


variabilidad temporal, permitiendo una caracterización
No potential conflict of interest was reported by the author(s).
del régimen natural de los ríos. Sin embargo, en se con­
cluye que los resultados alcanzados por el modelo son
mejorables en función de diversos factores. Entre los
Funding
mismos cabe destacar la necesaria mejora en el conoci­
miento hidrogeológico dada la complejidad This work was supported by the TRIB-2020-C4647 [TRIB-
hidrogeológica de la cuenca y de la estructura de los 2020-C4647].
acuíferos y de la información sobre el espesor y permea­
bilidad de los cauces [57]. Ambos aspectos son materia de
trabajo en España, tanto respecto a la mejora del conoci­ References
miento geológico y litoló [49,58], como al avance y la [1] Freeze RA, Harlan RL. Blueprint of a physically-based,
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En [32], se comprobaron los elevados tiempos de et al. Numerical modelling of stream-aquifer interac­
tion: quantifying the impact of transient streambed
cálculo asociados a las operaciones de acumulación de
permeability and aquifer heterogeneity. Hydrological
escorrentías hacia aguas abajo, simplificando la Process. 2018;32(14):2279–2292.
resolución física del movimiento superficial de la [3] Fatichi S, Vivoni ER, Ogden FL, et al. An overview of
escorrentía. Esto incluso a pesar de haber dividido en current applications, challenges, and future trends in
dos partes estas operaciones para el tanteo del carácter distributed process-based models in hydrology. J
ganador y perdedor de los tramos de río: primero hasta Hydrol. 2016;537:45–60.
las celdas inmediatamente anteriores a las de río (única [4] Álvarez-Rodríguez J, Barranco Sanz LM, García-Bravo
N, Potenciano de las Heras A, Villaverde Valero J.
en cada paso de simulación); y segundo, desde cada Evaluación de recursos hídricos en España. M-129.
celda de río hasta desembocadura, permitiendo los Centro de publicaciones. Secretaría general técnica.
diferentes tanteos para ajustar los volúmenes intercam­ Madrid, España: Ministerio de Fomento; 2016.
biados entre el cauce y el acuífero. Esto hace que actual­ [5] Estrela T, Cabezas F, and Estrada F. La Evaluación de
mente se exploren nuevas vías de simulación que parten recursos hídricos en el Libro Blanco del Agua.
Ingeniería del Agua. 1999;6(2):125–138.
de la parametrización de los volúmenes de transferencia
[6] Ruiz García JM. Modelo distribuido para la evaluación
entre acuíferos y del conocimiento previo del carácter de recursos hídricos, Centro de Estudios y
ganador o perdedor de los tramos de río [61]. En este Experimentación de Obras Públicas (CEDEX).
sentido se han propuesto distintas simplificaciones para Madrid: Centro de Estudios Hidrográficos; 1999.
reducir el tiempo de computación. El tiempo de proceso [7] Témez Peláez JR. Modelo matemático de
se reduce al distinguir entre la propagación difusa y la transformación “precipitación-aportación”. Madrid:
Asociación de Investigación Industrial Eléctrica
propagación en celdas de río previamente definidas, ya (ASINEL); 1977.
que solamente en estas últimas se resuelven en sucesivas [8] IGMEY DGA (2011). “Identificación y caracterización de
iteraciones los intercambios del acuífero con el río. La la interrelación que se presenta entre aguas subterráneas,
escorrentía generada en celdas drenantes a las de río se cursos fluviales, descargas por manantiales, zonas
mantiene constante durante los tanteos. En las celdas de húmedas y otros ecosistemas naturales de especial
río se aplican fórmulas geomorfológicas para el cálculo interés hídrico (Actividad 4). Encomienda de gestión
para la realización de trabajos cientifico-técnicos de
de los parámetros de calado y anchura del cauce de los
apoyo a la sostenibilidad y protección de las aguas
que depende el intercambio de flujo entre río y acuífero. subterráneas. M° de Medio Ambiente y Medio Rural y
Si este intercambio es compatible con los volúmenes Marino. Dirección General del Agua; M° de Ciencia e
generados aguas arriba, finalizan los tanteos. Si no Innovación. Instituto Geológico y Minero de España “.
fuera suficiente para abastecer las pérdidas por el [9] MARM, IGME y DGA (2008-2010). Encomienda de
cauce, se van reduciendo los calados y anchos de cauce gestión para la realización de trabajos cientifico-técnicos
de apoyo a la sostenibilidad y protección de las aguas
en un proceso iterativo donde solamente se recalculan subterráneas. M° de Medio Ambiente y Medio Rural y
los estados y propagación en las celdas de río. La Marino. Dirección General del Agua; M° de Ciencia e
reducción de calados para aproximar la solución se Innovación. Instituto Geológico y Minero de España
resuelve en el modelo usando un parámetro multiplica­ [10] MOPTMA-MINER. Libro Blanco de las Aguas
tivo (0,5 en la primera implementación del modelo) del Subterráneas. Madrid: Centro de Publicaciones del
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RIBAGUA 11

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