0% encontró este documento útil (0 votos)
116 vistas

Úlceras Arteriales

Las úlceras arteriales son lesiones que aparecen como consecuencia de un déficit de riego sanguíneo y procesos isquémicos crónicos, generalmente causados por obstrucción arterial debido a arteriosclerosis. Presentan características como dolor intenso, tamaño pequeño, fondo seco y necrótico, y bordes definidos. Su diagnóstico se basa en la ausencia de pulsos arteriales y las características de la úlcera, aunque se puede confirmar con exploraciones hemodinámicas. Su tratamiento incl
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
116 vistas

Úlceras Arteriales

Las úlceras arteriales son lesiones que aparecen como consecuencia de un déficit de riego sanguíneo y procesos isquémicos crónicos, generalmente causados por obstrucción arterial debido a arteriosclerosis. Presentan características como dolor intenso, tamaño pequeño, fondo seco y necrótico, y bordes definidos. Su diagnóstico se basa en la ausencia de pulsos arteriales y las características de la úlcera, aunque se puede confirmar con exploraciones hemodinámicas. Su tratamiento incl
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 26

Úlceras arteriales

Piel y Anexos
¿Qué son?
Las úlceras arteriales son lesiones que aparecen como
consecuencia de un déficit de riego sanguíneo y procesos
isquémicos crónicos, siendo la obstrucción arteriosclerótica
la causa más importante de los procesos obstructivos
arteriales de la extremidad inferior.

Existen dos grandes tipos de úlceras producidas por


isquemia: si afectan a vasos de gran, mediano y pequeño
calibre se denominan úlceras por macroangiopatía y si
afecta a capilares se denominan úlceras por
microangiopatía.
Características
Dolor intenso, tamaño pequeño, profundas,
fondo seco y necrótico, ausencia de tejido de
granulación, bordes redondeados y
definidos, piel circundante pálida y sin vello,
y coloración gris, negruzca o amarillenta.

La ausencia de pulsos arteriales (pedio,


tibial, poplíteo y femoral) junto a las
características de las úlceras, constituyen un
signo de indudable valor para un correcto
diagnóstico aunque la confirmación tenga
que realizarse con exploraciones
hemodinámicas.
Epidemiología
Las tasas de incidencia y prevalencia de la
arteriosclerosis de la extremidad, guardan relación
con la edad, oscilando su incidencia anual entre el
0,2% de personas entre los 35 y 39 años y el 0,7% de
personas entre los 65 y 70 años

La prevalencia de las úlceras arteriales se sitúa


alrededor del 5% de todas las úlceras vasculares, y la
incidencia suele situarse entre 20 y 40 por cada
100.000 personas y año3

En uno de los últimos estudios epidemiológicos sobre


úlceras de MMII desarrollado por el GNEAUPP, se
estima que el 7,2% de las lesiones localizadas en MMII
son de etiología arterial12
Clasificación de la isquemia

La obstrucción arterial aguda, provocada por embolia o trombosis, no implica la aparición de


úlcera arterial. La úlcera de etiología isquémica corresponde a la fase de “Isquemia crítica”
que se define como la persistencia de dolor en reposo y/o úlcera en la pierna y/o el pie y se
evidencia un ITB <0,5.
Esta isquemia es secundaria a dos tipos de etiología: la arteriosclerosis (98%) y la
tromboangeitis (2%).
Ambas presentan un patrón inicial inflamatorio que afecta al endotelio y parte de la capa
media muscular de las arterias, aunque presentan claros elementos de diferenciación como
pueden ser el patrón anatomopatológico, edad de inicio, morfología y evolución clínica
Tromboangeítis obliterante o
enfermedad de Buerger.
Es una enfermedad crónica que afecta a las
arterias. Entre sus factores de riesgo se
encuentran: DM, tabaco, HTA, dislipemia,
fibrinógeno, factores genéticos alteraciones
hemorreológicas, e hiperhomocisteinemia. Esta
enfermedad se asocia a una base o predisposición
genética, siendo el consumo de tabaco la causa
desencadenante de la sintomatología, ya que
produce una oclusión de las arterias de pequeño y
mediano calibre en MMII y MMSS3
Úlcera Hipertensiva Arterial o
de Martorell.
l. La primera descripción de estás úlceras fue
realizada por F. Martorell en el año 1945,
publicando en las Actas del Instituto Policlínico de
Barcelona, una nota clínica denominada “Las
úlceras supramaleolares por arteriolitis en las
grandes hipertensas”
Diagnóstico
Las úlceras son localizadas en la cara lateral
externa del tercio medio o inferior de la
extremidad, suelen ser superficiales, planas y
con bordes hiperémicos con tejido necrótico,
con gran cantidad de fibrina y provocando un
intenso dolor.

Aparecen de forma espontánea o como


consecuencia de un mínimo traumatismo,
pudiendo ser unilateral o bilateral. Su
diagnóstico se basa en: edad, sexo, historia y
evolución de HTA diastólica y la ausencia de
pulsos tibiales.
Prevención El cuidado de la persona con úlceras arteriales
va dirigido a controlar y evitar la aparición de
nuevas úlceras así como promover su
autocuidado.

Como se ha citado anteriormente, la promoción


de hábitos saludables es fundamental para el
control de los factores de riego extrínsecos
tanto en población general como en población
con algún factor de riesgo.

En este sentido, las habilidades de


comunicación profesional y la información
adaptada a la población son aspectos
importantes en el cuidado de las úlceras
arteriales.
Valoración de riesgo
Para valorar el riesgo de presentar insuficiencia arterial, se puede
utilizar diferentes técnicas exploratorias, entre las que se pueden
destacar la palpación, la toma de pulsos periféricos y el ITB
medido por Doppler. Además, la severidad de la insuficiencia
arterial se puede categorizar según la Clasificación de Fontaine

Por otra parte, para determinar las medidas preventivas necesarias, se


debe tener en cuenta aquellos factores extrínsecos e intrínsecos que
sitúan a las personas en riesgo de padecer úlceras arteriales: el
consumo de tabaco, la inactividad física, la ingesta de alcohol y la
presencia de determinadas enfermedades crónicas descontroladas
como la DM, HTA y la dislipemia.
En valoración inicial de la úlcera arterial, así como las sucesivas
valoraciones, deben incluirse y registrarse los siguientes aspectos:
Cuidados y tratamiento
de las úlceras arteriales.
Material y productos para
tratamiento local de
úlceras arteriales según su
evolución
Estándares de
registro de los
cuidados locales
en pacientes con
úlceras arteriales
El seguimiento de los pacientes con lesiones arteriales debe ser
individualizado. Antes de pautar la frecuencia de cura de las úlceras

Seguimiento
arteriales, es necesario valorar a la persona afectada y registrar en su
historia clínica los factores que pueden influir en el proceso de
cicatrización, factores de riesgo de nuevas úlceras, factores
nutricionales, y signos y síntomas de la úlcera a través del examen
físico.
También es preciso valorar el entorno personal y familiar,
especialmente en cuanto a actitudes, habilidades y conocimientos
sobre el problema de salud. Además, durante el cuidado de la lesión, es
importante controlar los factores causales y las barreras locales que
impiden su cicatrización, como son: la eliminación del tejido
desvitalizado, control de la carga bacteriana, control del exudado y
estimulación de los bordes.
En función de la fase evolutiva en que se encuentre la lesión, la
frecuencia de las curas puede realizarse cada 24 horas cuando precise
limpieza, desbridamiento e infección, o cada 48-72h cuando exista
tejido de granulación y en función de varios aspectos: lecho de la
herida, de la piel perilesional, del dolor, del exudado, de la carga
bacteriana, entre otros. En la última fase de epitelización se podrá
realizar cada 72-96 horas, en función de los aspectos antes
mencionados.
Referencias
1. Field MJ, Lohr KN, eds. Clinical practice guidelines: Directions for a new Agency. Institute of
Medicine. Washington D.C.: National Academic Press; 1990.
2. Grol R, Dalhuijsen J, Thomas S, Veld C, Rutten G, Mokkink H. Attributes of clinical guidelines that influence
use of guidelines in general practice: observational study. BMJ. 1998;
317(7162):858-861.
3. Marinel.lo Roura J. Úlceras de la extremidad inferior. Barcelona: Ed. Glosa; 2005.
4. Arboix M, Torra JE, Rueda J. Manual de formación sobre el cuidado de las heridas crónicas. Laboratorio
Indas. S.A. 2004. Disponible en: http://www.indas.es. Consultado el: 23 de mayo de 2008.
5. Soldevilla JJ, Torra JE, Rueda J, Arboix M. Etipatogenia de las úlceras vasculares. En: Soldevilla JJ. Torra JE.
(eds). Atención Integral de las Heridas Crónicas. Madrid: SPA; 2004.
6. Fowkes GR, Housley E, Riemersma RA, Macintyre CA, Cawwod EH, Prescott RJ, et al. Smokings, lipids,
glucosa intolerante and blood pressure as risk factors for peripheral atheroesclerosis compared with
ischemic heart disease in the Edimburg Artery Study. Am J epidemiol
1992; 135:331-40.
7. Cáncer Pérez S, Luján Huertas S, Puras Mallagray E, Gutiérrez Baz M. Arteriopátia periférica, tratamiento y
cumplimiento. 2002; 1(1). Disponible en: http://www.angiologia.es/pdf/
Web/5503/bi030217.pdf Consultado el 12 de agosto de 2006.
8. Housley E, Leng GC, Donan PT, Fowkes RGR. Physical activity and risk of peripheral arterial
disease in the general population: Edinburg Artery Study. J Epidemiol Commun Health 1993;
47:475-80.
9. Martorell F. Las úlceras suprameolares por arteriolitis de las grandes hipertensas. Actas del
Instituto Policlínico de Barcelona. 1945. p.12.
10. Graves JW, Morris JC, Sep SG. Martorell´s hypertensive leg ulcer: case report and concise
review of the literature. J Hum Hypertens 2001; 15(4):279-83.
11. TASC. Management of Peripheral Arterial Disease (PAD). TransAtlantic Inter-Society Consensus. J Vasc
Surg 2000;31(1):S142-155.

También podría gustarte