Monografia - CONFLICTOS SOCIALES EN EL PERU

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“Año 

de la Universalización en el Perú”

ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR PNP “PILCOMAYO”


- HUANCAYO

TEMA:

CONFLICTO SOCIALES
EN EL PERU

INTEGRANTES : SO3 ELIBELTON CAJAS PAJUELO

CATEDRATICO : ST3 PEDRO ENRRIQUE PAUCAR ROJAS

HUANCAYO - PERÚ
2020

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DEDICATORIA
A nuestros padres por su guía, sus
consejos y sus enseñanzas en mi
formación profesional.

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INTRODUCCIÓN

El panorama de la conflictividad social en el Perú en los últimos 20 años se ha


mostrado especialmente complejo y dinámico. Este contexto se ha ido configurado
por un proceso de expansión de actividades extractivas, especialmente mineras,
para el aprovechamiento económico de los recursos naturales mayormente en
territorios de comunidades campesinas y nativas. De acuerdo con la Defensoría del
Pueblo, se observa como constante que más del 50% de los conflictos sociales son
de tipo socioambiental. Estos procesos conflictivos han generado una gran fricción y
tensión en la sociedad en su conjunto.

Ha costado mucho responder a este desafiante escenario de manera


constructiva, tanto por factores estructurales como por una falta de enfoque para
entender el fenómeno conflictivo y abordarlo. Entre los factores que condicionan las
estrategias de respuesta encontramos entre otros: los altos niveles de desconfianza
en la sociedad en general y de las comunidades en particular frente a actores
externos; un tejido social desestructurado y debilitado por la violencia sufrida durante
el conflicto armado interno, el desplazamiento, el autoritarismo, la pobreza rural y la
inequidad; la debilidad de la institucionalidad del Estado para procurar bienes y
servicios públicos, y promover la participación ciudadana efectiva; la historia de
impactos ambientales producto de actividades extractivas; y, una crisis profunda de
representatividad de los partidos políticos para canalizar las demandas sociales. Es
en medio de este contexto que se produce el avance de una lógica económica
orientada a promover la inversión, sin presencia efectiva y eficiente del Estado para
el cumplimiento de su rol de garante de derechos tanto frente a la actuación de las
propias agencias estatales como de las empresas privadas. Así, se evidencia que a
la base de la conflictividad social existe.

En años recientes, el país ha sido testigo del aumento de la conflictividad


social, derivado fundamentalmente de la llegada de industrias extractivas,

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especialmente de empresas mineras, atraídas por los altos precios internacionales,
las ventajas comparativas del país y las favorables reglas de juego establecidas.

Las estadísticas disponibles muestran que, a octubre del presente año, un


53% de los conflictos registrados por la ONDS se desencadenaron en torno a las
industrias extractivas (38% por minería, 15% por hidrocarburos).

Junto a estos, se pueden hallar también otros conflictos sociales que


competen a la esfera de los Gobiernos Locales o Municipalidades, los mismos que
suelen ser registrados en las estadísticas mensuales de la Defensoría del Pueblo.
Así, en el Reporte N° 116, correspondiente a octubre del presente año, se consigna
la existencia de 22 conflictos (13 “activos” y 9 “latentes”) en 12 departamentos del
país. Justamente, en varios de estos casos, el elemento corrupción está presente, y
ha influido de distinta manera en el desencadenamiento o agravamiento del mismo.

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Conflic
tos
Sociale
1. DISPUTA POR RECURSOS ECONOMICOS Y NATURALES

s en el En el caso de las industrias extractivas, las poblaciones no se sienten


involucradas en el desarrollo económico y no perciben directamente los

Perú
beneficios de la inversión privada y pública, considerando que la industria
minera en los últimos años se ha instalado en las zonas andinas del país,
caracterizadas por la desigualdad, pobreza y ruralidad.
En estos ámbitos, el incremento de los ingresos municipales por el
canon minero y otras fuentes ha generado expectativas entre diversos líderes
y grupos locales por acceder al control y disposición de los mismos,
contribuyendo también a generar disputas, ya sea por la vía electoral o
mediante pugnas de carácter político.

2. DÉBIL PRESENCIA DEL ESTADO


De acuerdo al Índice de Densidad del Estado (IDE) elaborado por el
PNUD, las provincias en donde se ubican los proyectos mineros y de
hidrocarburos, en comparación al nivel nacional, muestran promedios
provinciales inferiores en términos de acceso a bienes y servicios públicos.
Algo similar ocurre en muchas
otras municipalidades rurales del país, especialmente en los departamentos
andinos, en donde la cobertura proveída por distintas entidades públicas es
deficitaria.

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3. EXISTENCIA DE ALTOS NIVELES DE DESCONFIANZA DE LA
POBLACION EN LAS INSTITUCIONES PUBLICAS
El grueso de la ciudadanía del país no confía ni otorga credibilidad al
Estado y sus distintas entidades, lo que le resta legitimidad como actor que
representa el interés general. Autoridades y funcionarios del Gobierno
Nacional, tanto como otras de nivel regional y local, suelen ser miradas con
recelo por la población, y no gozan de un amplio reconocimiento.

4. PRECARIEDAD Y FRAGMENTACION DEL SISTEMA POLITICO


Lo que condiciona la existencia de una representación política muy
débil y escasamente legitimada, que suele ser elegida con bajos niveles de
votación y, en muchos casos, son objeto de cuestionamientos, acusaciones y
amenazas de revocación que, en no pocas ocasiones, se han cumplido. Esta
situación afecta la gobernabilidad local y agrava la inestabilidad política en
zonas periféricas del país, especialmente las rurales.

5. POLITICAS Y PRACTICAS DE CIERTAS EMPRESAS


Así como actitudes y comportamientos de funcionarios poco
respetuosos con la cultura y tradiciones locales, y con los estándares
democráticos de un moderno Estado de Derecho.

6. PRACTICAS CLIENTELISTAS Y CAUDILLISTAS INSTITUCIONALIZADAS


EN EL QUE HACER POLITICO
Se trata de relaciones entre líderes, autoridades y caudillos con la
población (o un sector de ella), intercambio de favores que permiten a los
primeros asegurarse una base de apoyo y lograr réditos electorales y/o
políticos; y a los segundos, acceso a bienes, servicios, puestos de trabajo o
parcelas de poder local.

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En el caso específico de los gobiernos locales, la corrupción no parece
constituir un elemento fundamental en el desencadenamiento de conflictos
sociales, aunque ciertamente puede contribuir a agravarlos. La corrupción
puede ser además un elemento de “control” de la conflictividad. El conflicto
social ligado al fenómeno de la corrupción, dependiendo del tipo de régimen
político en el cual se enmarque (democrático o menos democrático), tendrá
distintas manifestaciones y resultados.
Los gobiernos menos democráticos obstruyen las posibilidades de
competencias partidarias y políticas, con ello, los canales de representación
política, se ven perjudicados y dan paso a un sistema clientelista; en
consecuencia, “la eliminación de la competencia política a través de la
captación del contrincante político, generan una concentración de poder que
sería la causa principal para que aflore la corrupción”. La concentración de
poder hace que la corrupción pueda encontrar un mejor escenario donde
asentarse y establecer redes. En un régimen más democrático, la población
tendrá mayores opciones de organización y control frente a denuncias de este
tipo.
“El tipo de régimen político puede incentivar o desincentivar diferentes
tipos de acción colectiva; es decir, la forma en que las características del
régimen, particularmente de la relación entre la sociedad y el Estado posibilita
formas de acción colectiva, y mayor o menor uso de la violencia en el
conflicto”.
Muchos de estos conflictos han estado fuertemente ligados al tema en
diversas modalidades:

a) Acusaciones de corrupción contra el alcalde y otras autoridades locales


por “malos manejos” (supuestos o reales) de los recursos municipales.
En unos casos, tales denuncias parecen tener fundamento real, en
otros, son imputaciones de enemigos políticos (generalmente
candidatos perdedores o

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b) personas de su misma lista) que buscan la destitución de las
autoridades con la expectativa de acceder a los cargos. No es
infrecuente que quienes encabezan estas protestas contra la corrupción
en las municipalidades, hayan incurrido antes (o terminen haciéndolo)
en prácticas similares, demostrando que
c) las banderas enarboladas son, en el fondo, un pretexto para realizar
sus propios objetivos políticos.
d) Acusaciones de corrupción cuyo trasfondo es la denuncia de
autoridades por su supuesta (o real) inacción e ineficiencia, o por el
incumplimiento de sus promesas electorales. Estas son sindicadas
como corruptas por no hacer supuestamente lo que se espera de ellas,
lo que despierta sospechas sobre su honestidad en el manejo de los
recursos, pues alguien que no hace obra, es seguramente porque está
apropiándose de la plata.
e) Denuncias por corrupción de alcaldes o regidores con un manejo poco
transparente de sus decisiones o con actitudes autoritarias frente a la
población o a sus opositores políticos. Estas acusaciones se hacen a
alcaldes o regidores que no muestran apertura a las demandas de
ciertos líderes y dirigentes, o de la misma población.

Todas estas situaciones ocurren en un marco de generalizada


desconfianza y escasa legitimidad de las autoridades electas. La sospecha
está instalada, junto al conocimiento por parte de diversos grupos de actores,
de la existencia de normas y mecanismos de participación y control del
desempeño de aquellas.
Los conflictos pueden desatarse cuando un grupo de regidores, líderes
o dirigentes opositores a la gestión del alcalde, con frecuencia apoyados por
un sector de la población, cuestionan abiertamente a la autoridad y piden su
destitución, acompañando sus reclamos En estos años, numerosos conflictos
en gobiernos

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locales tuvieron en la corrupción a uno de los factores
a los que más se apeló para cuestionar a las autoridades, movilizar a la
población y lograr la vacancia.
La dinámica de estos conflictos es más o menos conocida, y la
preocupación en torno a ellos ha conducido al planteamiento de diversas
alternativas desde el Estado. Las iniciativas más destacadas han incidido en la
necesidad de introducir, entre otros, reformas electorales que atañen a
propuestas en torno a los requisitos para ser candidato y para la inscripción de
organizaciones políticas, fiscalización de los comités partidarios, cambios en la
legislación electoral con el fin de dar más estabilidad a las autoridades
elegidas, entre otros elementos. La revisión de dichas instituciones electorales
y políticas, contribuye al fortalecimiento de la gobernabilidad local, aunque no
sean suficientes para combatir los factores de fondo de la corrupción (real o
imaginada).
Abordar el tema de la corrupción desde una perspectiva que busque la
prevención de los conflictos generados o agravados por ésta, evitando así su
estallido, demanda un trabajo en varias dimensiones, y desde distintos frentes,
que comprometa no sólo al Estado, sino también a otros actores provenientes
de la sociedad civil.
Por ello, desde el enfoque de la ONDS, resulta imprescindible diseñar y
desarrollar una estrategia que opere simultáneamente en varios espacios o
dimensiones: a) desde el Estado en sus distintos niveles y sectores, b) desde
la sociedad civil y; c) desde las empresas y el sector privado en general.

7. ULTIMOS CONFLICTOS SOCIALES


a) Diálogo ante el paro agrario
Con la presencia del primer ministro, Salvador del Solar y seis ministros
más, el Ejecutivo instaló una mesa de diálogo para resolver las
demandas de los productores agrarios, quienes realizaron un paro
nacional el pasado 13 de mayo. Entre sus demandas están las medidas

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de protección a la producción de arroz, maíz amarillo duro, leche,
algodón, papa, entre otras demandas.

Al respecto, desde el Ministerio de Agricultura se anunció una


reestructuración con la finalidad de reenfocar los esfuerzos del Estado
en beneficio de los productores agrarios.

b) Las Bambas: Dialogo se mantiene, pero con tropiezos


La minera MMG Las Bambas mantiene el diálogo con la comunidad de
Fuera bamba, sin embargo, aún no se alcanza "un acuerdo factible",
según indicaron. Las vías se mantienen libres y no existió ningún
bloqueo a la actividad de la empresa en las últimas horas. Entre los
distintos temas que se discuten está el ofrecimiento de puestos de
trabajo a las familias de la comunidad.
El yacimiento minero Las Bambas, uno de los mayores del Perú,
produce cerca de 400,000 toneladas de cobre al año, lo cual representa
cerca del 2% de la extracción de cobre en el mundo.

c) Toma de Oleoducto pone en riesgo servicio eléctrico en Iquitos


Petroperú informó que 90 pobladores de la comunidad nativa de
Saramurillo, en la región Loreto, tomaron la Estación 1 del Oleoducto
Norperuano (ONP) provistos de lanzas. El hecho ocurrió el pasado 15
de mayo y desde entonces se han bloqueado las actividades de
hidrocarburos así como los despachos de crudo para la Refinería de
Iquitos, entre otras operaciones.
La Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) advirtió
que esta ocupación ilegal podría afectar el suministro de energía
eléctrica en la ciudad de Iquitos en las próximas horas, pues impide el
suministro de combustible para las plantas generadoras de la región.

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d) Marchan contra peajes en Lurín
Transportistas y vecinos de Lurín marcharon para solicitar el retiro de
los peajes de Rutas de Lima. Tras las confesiones de las empresas
Odebrecht y OAS sobre la entrega de dinero a la exalcaldesa Susana
Villarán, la legalidad de los peajes de Rutas de Lima (Lurín) y Lamsac
(Vía Expresa Línea Amarilla) ha sido cuestionada.

Al respecto, el alcalde de Lima, Jorge Muñoz, anunció que su gestión


revisará los contratos y buscará renegociar los mismos con las
empresas concesionarias en beneficio de la población.

El 64.7% de los conflictos sociales son competencia del gobierno


nacional, de los 184 conflictos registrados al mes de abril, el 64.7% de los
mismos son competencias del Gobierno nacional, según estadística de la
Defensoría del Pueblo. Además, el 64.7% de estos 184 conflictos sociales son
por motivos socioambientales. Áncash (13%), Cusco (9.8%) y Puno (9.2%)
son las regiones que mayores conflictos sociales mantienen.

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CONCLUSIONES

El conflicto es una situación inherente al ser humano como "animal social", le


es consustancial como miembro de un grupo social. El conflicto se puede dar en el
contexto de diferentes puntos de vista, de diferentes objetivos e intereses o de una
socialización, de una historia personal, de un aprendizaje y de unas experiencias
vividas personal y colectivamente que son diversas. En este entramado de las
complejas relaciones grupales, el conflicto aparece de manera social ("natural" como
especie humana). No se trata de negarlo, sino de transformarlo y considerarlo como
una oportunidad de mejora. La gestión del conflicto podrá determinar si éste
finalmente puede ser vivido como positivo, y si ha contribuido al desarrollo y
enriquecimiento del grupo y de sus relaciones interpersonales.

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BIBLIOGRAFIA

 http://ocw.udl.cat/ciencies-socials-i-juridiques/teoria-i-tecniques-de-negociacio/
continguts-1/conclusiones.pdf
 https://www.defensoria.gob.pe/wp-content/uploads/2019/10/Conflictos-Sociales-N
%C2%B0-187-Septiembre-2019.pdf

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Anexo

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En el Perú existen 184 conflictos sociales al 30 de abril de este año, según la
Defensoría del Pueblo. De estos conflictos 134 se encuentran en condición de
activos y otros 48 se encuentran en condición de latentes. Durante el mes de mayo,
iniciaron nuevos conflictos sociales o se reactivaron algunos otros.

15
En medio de la pandemia por el COVID-19, nuestro país no es ajeno a otras
problemáticas. Tal es el caso de los conflictos sociales, los cuales registraron 190
casos, solo en el mes de agosto, según el reciente informe de la Defensoría del
Pueblo.

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