Ped 03209

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ORIGINALES

Caracterización de la obesidad en los adolescentes

Characterization of obesity present in adolescents

Raquel González Sánchez,I René Llapur Milián,II Doris Rubio Olivares III

I
Especialista de II Grado en Pediatría. Máster en Investigación en Aterosclerosis.
Profesor Auxiliar. Facultad de Ciencias Médicas «Calixto García Íñiguez». La
Habana, Cuba.
II
Especialista de II Grado en Pediatría. Máster en Atención Integral al Niño.
Profesor Auxiliar y Consultante de Pediatría. Hospital Pediátrico de Centro Habana.
La Habana, Cuba.
III
Especialista de I Grado en Bioestadística. Máster en Estudios de Población.
Asistente de Bioestadística. Facultad de Ciencias Médicas «Calixto García». La
Habana, Cuba.

RESUMEN

INTRODUCCIÓN. La obesidad ha ido aumentando en proporciones epidémicas en


el mundo y se presenta muchas veces desde la niñez, por lo que resulta importante
la prevención en edades tempranas. El objetivo de este estudio fue caracterizar la
obesidad en los adolescentes en relación con la frecuencia de presentación,
presencia de antecedentes personales y familiares, estilos de vida inadecuados y
enfermedades asociadas.
MÉTODOS. Se realizó un estudio de corte transversal, retrospectivo, entre enero y
junio de 2006, que incluyó a 180 adolescentes de 4 consultorios médicos del
Policlínico Plaza. Las variables de estudio fueron edad, sexo, peso, talla,
circunferencia de la cintura, tensión arterial, frecuencia de consumo de alimentos,
horas de actividad física y sedentarias, antecedentes personales de lactancia
materna, peso al nacer y antecedentes familiares de obesidad, diabetes mellitus y
diabetes gestacional.
RESULTADOS. Uno de cada 5 adolescentes presentó sobrepeso corporal. El alto
peso al nacer, los antecedentes familiares de obesidad, diabetes y diabetes
gestacional y el consumo de alimentos grasos y azúcares fue mayor en los
adolescentes con sobrepeso. Uno de cada 3 adolescentes con sobrepeso corporal
presentó prehipertensión o hipertensión arterial.
CONCLUSIONES. El sobrepeso corporal y la obesidad se presentaron con
frecuencia en los adolescentes y estuvieron relacionados de manera significativa
con el alto peso al nacer y la hipertensión arterial como enfermedad asociada
frecuente.

Palabras clave: Obesidad, adolescencia, actividad física.

ABSTRACT

INTRODUCTION: Obesity is increasing in epidemic proportions at worldwide, and


many times starts from childhood, being necessary its prevention from early ages.
The aim of present paper was to characterize obesity in adolescents according to
frequency of presentation, presence of personal and family backgrounds,
inappropriate lifestyles, and comorbidities.
METHODS: From January to June 2006, a retrospective and cross-sectional study
was made including 180 adolescents from 4 consulting rooms of "Plaza" Polyclinic.
Study variables were: age, sex, weight, height, girdle circumference, arterial
pressure, foods consumption frequency, physical and sedentary activity times,
personal backgrounds of breastfeeding, birth weight, and family backgrounds of
obesity, mellitus and gestational diabetes.
RESULTS: One of each 5 adolescents had a body overweight. The high birth
weight, family backgrounds of obesity, diabetes, gestational diabetes, and fatty
foods and sugars consumption were higher in overweight adolescents. One of each
3 adolescents with overweight body had a pre-hypertension or high blood pressure.
CONCLUSIONS: Body overweight and obesity are frequent in adolescents and a
significant way; they were related to a high birth weight, and high blood pressure
as a frequent comorbid process.

Key words: Obesity, adolescence, physical activity.

INTRODUCCIÓN

La obesidad ha sido considerada una de las epidemias del siglo XXI, por el aumento
creciente que ha tenido en los últimos años. Es un problema emergente de salud
pública y afecta a amplios sectores de la población, tanto a niños como a adultos. 1

La obesidad es un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares y además es


considerada una enfermedad en sí. En su génesis intervienen factores genéticos y
ambientales, pero los factores genéticos no pueden por sí solos explicar la
explosión de obesidad que existe en el mundo.

Según resultados del estudio NANHES (National Nutrition Health Examination


Survey), la prevalencia de obesidad en los adolescentes de 12 a 19 años, que era
de 5,0 en los años de 1976 a 1980, se duplicó con cifras de 10,5 en el estudio de
los años 1988 al 1994 y se triplicó entre el 1999 y el 2000, con una prevalencia de
15,5 %. En el grupo de edades de 6 a 11 años, de 6,5 % en 1976-1980 pasó a
15,3 % en 1999-2000.2 La prevalencia de sobrepeso en niños y adolescentes entre
6 y 19 años de edad es de 13 a 14 % en los Estados Unidos, 3 veces la prevalencia
observada del 4 al 5 % durante el decenio de 1960. 3

La prevalencia de sobrepeso y obesidad en los jóvenes es particularmente alta en


los países de América del Norte, Gran Bretaña y el sudoeste de Europa. El estudio,
realizado en gran parte por Health Canada, mostró que en la mayoría de los países
una alta proporción de niños presenta sobrepeso y este está asociado a bajos
niveles de actividad física (excepto en los Estados Unidos) y largo tiempo
observando la televisión.4

Cuba no escapa a esa epidemia. Al comparar un estudio provincial sobre


crecimiento, desarrollo y estado nutricional de niños y adolescentes entre 0 a 19
años efectuado en Ciudad de La Habana en 1998 con otro similar realizado en
1993, se pudo conocer que durante esos 5 años se incrementó el porcentaje de
individuos con exceso de peso para la talla de 9,3 a 13,1 % (1,4 veces). 5

La obesidad se asocia a otras enfermedades concomitantes como la hipertensión


arterial, diabetes mellitus y síndrome de insulinorresistencia, forma además parte
del síndrome metabólico, llamado también síndrome de Reaven, que adquirió el
nombre de quien lo describiera, o cuarteto de la muerte, constituido por 4
enfermedades: obesidad, hipertensión arterial, diabetes y dislipidemia.

El sobrepeso y la obesidad son el común denominador cuando existen varios


factores de riesgo y el sedentarismo se considera a su vez causa de ambos. 6
Investigaciones realizadas han demostrado que el tiempo empleado en ver
televisión está directamente relacionado con el mayor consumo de comidas. Del
mismo modo que, el observar la televisión durante las comidas está asociado al
incremento del consumo de comidas ricas en energía y pobres en nutrientes. 7

La obesidad de la infancia persiste muchas veces hasta la vida adulta. Se ha


sugerido que tres estadios de crecimiento pueden ser críticos para el desarrollo de
obesidad persistente y que influyen en la existencia de enfermedades asociadas en
la adultez: el período prenatal, el período de rebote de adiposidad (4 a 8 años de
edad) y la adolescencia.8

Se calcula que un tercio de los niños obesos en edad preescolar y la mitad en edad
escolar serán adultos obesos. El riesgo de desarrollar obesidad adulta en niños
mayores de 9 años que son obesos es de hasta el 80 % a los 35 años. 9

Para medir la obesidad, el indicador que se recomienda utilizar es el índice de masa


corporal (IMC), por su alta validez y confiabilidad. En el niño y adolescente no
ocurre como en el adulto, que existen valores fijos de IMC para el sobrepeso y la
obesidad independientemente de la edad y el sexo del individuo.

En la infancia, según datos epidemiológicos y la extrapolación de definiciones en el


adulto, en el plano internacional se utiliza el 85 percentil para identificar el
sobrepeso ligero o moderado, en los que está incrementado el riesgo de obesidad,
y el 95 percentil para la obesidad. A su vez el 85 percentil de IMC coincide con el
120 % de peso para la talla y el 95 percentil con el 130 %, si se considera el 100 %
del peso para la talla en quienes se encuentran en el 50 percentil. Es importante
tener presente que los niños que están por encima del 75 percentil o que crucen el
percentil de forma ascendente tienen mayor riesgo de presentar sobrepeso u
obesidad.10
Las normas nacionales cubanas toman el 90 percentil como punto de corte de
sobrepeso y el 97 percentil para la obesidad. En estudio realizado por el Grupo de
Crecimiento y Desarrollo respecto a la adolescencia, se encontró que el 90 percentil
de las normas cubanas muestra valores inferiores al 85 percentil estadounidense en
uno y otro sexo, y que el percentil 97 queda en una posición intermedia entre los
percentiles 85 y 95 de esos patrones.11 De esta manera al utilizar las normas
cubanas, es posible comparar los resultados con los de la norma internacional, y las
tablas de evaluación nutricional cubanas resultan las más adecuadas para nuestra
población.

El diagnóstico de la obesidad y el sobrepeso corporal en edades tempranas y su


corrección sería una estrategia para evitar la obesidad con sus enfermedades
asociadas en la vida adulta. La caracterización de la obesidad en la adolescencia
ayudaría a identificar variables relacionadas con la obesidad como son los estilos de
vida inadecuados. El objetivo de esta investigación es caracterizar la obesidad en
los adolescentes con relación a la frecuencia de presentación en esta etapa de la
vida, presencia de antecedentes personales y familiares, estilos de vida
inadecuados y enfermedades asociadas como la hipertensión arterial.

MÉTODOS

Se realizó un estudio descriptivo, transversal, retrospectivo. El universo de estudio


estuvo constituido por los adolescentes de 10 a 17 años pertenecientes a 4
consultorios médicos del Policlínico Plaza, quienes fueron estudiados entre enero y
junio del 2006.

Se utilizaron variables cuantitativas y cualitativas. Las variables cuantitativas


fueron: edad, sexo, peso, talla, circunferencia de la cintura, tensión arterial, horas
dedicadas a actividad física y horas de actividades sedentarias, así como número de
días de consumo de alimentos fritos, azucarados, vegetales y frutas. Las
cualitativas, los antecedentes familiares de obesidad, diabetes mellitus y diabetes
gestacional.

El peso y la talla se determinaron mediante el índice de masa corporal. Para la


evaluación del estado de nutrición se utilizaron las tablas cubanas de percentiles de
índice de masa corporal (IMC) según edad y sexo. 12

El estado de nutrición a su vez se dividió en 2 categorías:

 Sin sobrepeso corporal: incluyó las categorías malnutrido, delgado y


normopeso.
 Con sobrepeso corporal: incluyó las categorías sobrepeso y obeso.

La circunferencia de la cintura se evaluó por las tablas confeccionadas como


resultado del "Estudio transversal de crecimiento y desarrollo en niños y jóvenes
habaneros de 9 a 19 de 1998", según edad y sexo13 y se consideró:

 Sin obesidad central: menor o igual del 90 percentil.


 Con obesidad central: mayor del 90 percentil.

Para la tensión arterial se utilizaron las tablas del Cuarto Reporte de Hipertensión
Arterial en Niños y Adolescentes de Estados Unidos (2004), según edad, sexo y
talla.14
La actividad física se recogió según un formulario confeccionado para este fin y,
teniendo en cuenta lo realizado en el estudio de Factores de Riesgo Coronario en
adolescentes (FRICELA),6 se consideró:

 Horas sedentarias: horas diarias dedicadas a ver televisión, video, juegos de


video o computadora, más las horas de permanencia en la escuela, las horas
de lectura en la casa y las horas de sueño.
 Horas de actividad física: horas semanales de educación física en la escuela,
de juego al aire libre o deporte.

Además se halló el cociente de horas sedentarias diarias entre horas semanales de


actividad física.

Para el consumo de alimentos se tuvo en cuenta el número de días de consumo en


la semana, además de la relación alimentos fritos y azucarados / frutas y vegetales.

Procedimiento de la recolección del dato primario. Se aplicó un cuestionario


confeccionado para este fin, a los adolescentes y a sus padres o familiares, y un
examen físico al adolescente, donde se exploró peso, talla, circunferencia de la
cintura y tensión arterial.

La medición de la tensión arterial se hizo en 2 oportunidades, y se promediaron


posteriormente sus valores. En caso de existir una diferencia mayor de 5 mm Hg
entre las dos primeras mediciones, se realizó una tercera y se promediaron las dos
que tuvieran los valores más cercanos.

Se tuvieron en cuenta los procedimientos éticos establecidos para las


investigaciones biomédicas con seres humanos.

En el procesamiento estadístico se utilizaron la prueba estadística de homogeneidad


con el estadígrafo ji al cuadrado (Χ2) y la prueba de probabilidades exactas de
Fisher, para identificar la relación entre las variables estudiadas. En los casos de las
variables cuantitativas se utilizó la prueba t para diferencias de medias, en
muestras independientes y con varianzas desconocidas, siempre con una
confiabilidad del 95 %.

Los resultados obtenidos se presentaron en tablas que ayudaron a la exposición y


de esta forma se pudieron realizar las generalizaciones para arribar a las
conclusiones y recomendaciones del estudio.

RESULTADOS

Se estudiaron 180 adolescentes de 4 consultorios médicos del Policlínico Plaza de la


Revolución, y sus edades estuvieron comprendidas entre los 10 y 17 años. La
distribución por grupos de edades fue homogénea excepto en el grupo de edades
de 16 a 17 años, representado por un número mayor de adolescentes. La
distribución del sexo fue también similar en los diferentes grupos de edades; el
49,4 % correspondió al sexo masculino y el 50,6 %, al femenino.

El porcentaje de adolescentes con sobrepeso fue de 8,3 % y 11,1 % de obesidad; si


se suman ambas cifras, un poco menos del 20 % de los adolescentes o 1 de cada 5
adolescentes tenían sobrepeso corporal.
Los adolescentes con sobrepeso corporal que presentaron obesidad central medida
por la circunferencia de la cintura representaron el 71,4 %, cifra mucho mayor de
la encontrada en los que no tenían sobrepeso (22 %), por lo que existió una
correspondencia entre el sobrepeso corporal expresado por el índice de masa
corporal y la obesidad central medida por la circunferencia de la cintura, con una
diferencia significativa entre los grupos.

En relación al sexo, según el estado de nutrición, expresado en 2 categorías: con


sobrepeso corporal y sin sobrepeso corporal, se encontró una diferencia
significativa en los adolescentes con sobrepeso, con un predominio del sexo
masculino. Al separarlos por grupos de edades se observó el mayor porcentaje de
sobrepeso en los grupos con edades de 10 a 11, 12 a 13 y 14 a 15 años en los
varones, mientras en el sexo femenino esta relación fue mayor en el grupo de 16 a
17 años.

El alto peso al nacer se relacionó con mayor frecuencia en los adolescentes con
sobrepeso que en los que no tenían sobrepeso, con una diferencia significativa
entre los grupos (p = 0,001). El 14,3 % de los adolescentes con sobrepeso habían
sido macrosómicos, al nacer con relación a un 2,75 % en los que no tenían
sobrepeso corporal.

La lactancia materna se comportó de manera similar en ambos grupos, no hubo


diferencia entre los que lactaron menos de 3 meses con relación al estado de
nutrición: 48,6 % en los sobrepesos y 51 % en los no sobrepesos. De manera
similar se comportó en los que lactaron 3 meses y más: 51,4 % en los sobrepesos
y 49 % en los no sobrepesos, y no hubo diferencia significativa entre los grupos
estudiados.

Los antecedentes familiares de obesidad se presentaron con mayor frecuencia en


los adolescentes con sobrepeso corporal que en los que no tenían sobrepeso, pero
con poca diferencia, que no fue significativa. Los antecedentes familiares de
diabetes mellitus fueron similares en ambos grupos de adolescentes. La diferencia
en relación con los antecedentes de diabetes gestacional en los adolescentes con
sobrepeso fue mayor que las anteriores, aunque tampoco fue significativa (tabla 1).

Tabla 1. Distribución de adolescentes según estado de nutrición


y antecedentes familiares de obesidad, diabetes y diabetes gestacional

Estado Con Sin Total


nutricional antecedentes antecedentes
n % n % n %
---Obesidad *
Con 11 31,4 24 68,57 35 100,0
sobrepeso
Sin 38 26,2 107 73,79 145 100,0
sobrepeso
Total 49 100,0 131 100,0 180 100,0
---Diabetes **
Con 18 51,4 17 48,57 35 100,0
sobrepeso
Sin 70 48,2 75 51,7 145 100,0
sobrepeso
Total 88 48,8 92 51,1 180 100,0
---Diabetes gestacional ***
Con 3 8,57 32 91,42 35 100,0
sobrepeso
Sin 8 5,51 137 94,48 145 100,0
sobrepeso
Total 11 6,1 169 93,88 180 100,0

* X2 con corrección de yates 0,1692; p = 0,6808; Fisher p = 0,5317


** X2 con corrección de yates 0,0215; p = 0,8835; Fisher p = 0,8509
*** X2 con corrección de yates 0,0806; p = 0,7765; Fisher p = 0,4494

La relación de alimentos grasos y azucarados respecto de frutas y vegetales fue


ligeramente mayor en los adolescentes con sobrepeso que en los que no tenían
sobrepeso; en estos últimos predominó el consumo de frutas y vegetales, aunque
no hubo una diferencia significativa entre los grupos (tabla 2).

Tabla 2. Distribución de medias de número de días de consumo de


alimentos
según estado nutricional

Consumo de Medidas Estado de nutrición


alimentos de Con Sin sobrepeso
resumen sobrepeso
Grasas Media 4,52 4,00
t = 1,468 ; p = 0,144
Azúcares Media 5,66 5,23
t = 1,279 ; p = 0,203
Frutas Media 3,14 3,43
t = -0,750 ; p = 0,454
Vegetales Media 3,52 4,08
t = -1,103; p = 0,271
GA/FV Relación 2,48 2,26
GA/FV: alimentos grasos y azucarados respecto de frutas y vegetales.
Fuente: Encuestas

En relación con las horas dedicadas a actividades sedentarias y horas activas o


juegos al aire libre, hubo un predominio de horas sedentarias en los sobrepesos,
mientras que las horas activas predominaron en el grupo sin sobrepeso, aunque
estas diferencias no fueron significativas (tabla 3).

Tabla 3. Distribución de medias de número de horas de actividad física


según estado nutricional

Tipo de actividad Medidas Estado de nutrición


física de Con Sin
resumen sobrepeso sobrepeso
Horas Media 16,86 16,28
sedentarias t = -0,649; p = 0,517
diarias
Horas activas Media 5,66 5,80
semanales t = 0,285; p = 0,776
Horas Relación 3,30 3,18
sedentarias/horas
activas

Fuente: Encuestas.

La hipertensión arterial y prehipertensión fue mayor en los adolescentes con


sobrepeso que en los adolescentes sin él. La hipertensión se presentó 4 veces más
(11,42 %) en los que tenían sobrepeso, que en los que no lo tenían (2,75 %). Si se
suma el número de hipertensos con prehipertensos se obtiene que casi la tercera
parte de los adolescentes con sobrepeso corporal presentaban cifras de
hipertensión o prehipertensión. La diferencia entre ambos grupos de estudio fue
significativa (tabla 4).

Tabla 4. Distribución de adolescentes


según estado nutricional y tensión arterial

Estado Normotensos Prehipertensos Hipertensos Total


nutricional % % % n %
Con 68,57 20,0 11,42 35 100,0
sobrepeso
Sin 84,82 12,41 2,75 145 100,0
sobrepeso

Total 81,66 13,88 4,44 180 100,0

X2 con corrección de yates 6,8491; p = 0,0326.


Fuente: Encuestas.

DISCUSIÓN

La prevención de la obesidad en la niñez resulta importante, ya que está asociada


con el desarrollo de una salud desfavorable durante la niñez y la adultez. 15

La adolescencia es un momento de la vida donde ocurren importantes cambios en


el peso. El promedio de ganancia de peso durante la pubertad es de 14 kg en las
hembras y de 15 kg en los varones, con una marcada diferencia en el aspecto
físico.16

La prevalencia de sobrepeso y obesidad se ha triplicado en los últimos 30 años en


Gran Bretaña así como en los Estados Unidos. En niños y adolescentes entre 6 y 19
años de los Estados Unidos, la prevalencia de sobrepeso es de 13 a 14 %, 3 veces
la observada durante el decenio de 1960. 17 En un estudio realizado en 1998 en
Ciudad de La Habana (Cuba), el sobrepeso de niños y adolescentes de 0 a 19 años
fue del 13,1 %.11 En la presente investigación las cifras de sobrepeso y obesidad en
los adolescentes estudiados se corresponde con lo referido en la bibliografía.
La circunferencia de la cintura y la relación cintura/cadera son indicadores de
obesidad central. El incremento de la circunferencia de la cintura es un reflejo de la
acumulación de grasa intraabdominal o visceral y es actualmente la medición
preferida para evaluar la obesidad central en el contexto de estudios
poblacionales.18,19 Tiene ventajas con relación a la medición de los pliegues
subescapular y tricipital en que es más fácil de realizar, reproducible y ofrece
resultados seguros para el pediatra.20

Las personas que presentan circunferencia de la cintura mayor del 90 percentil


tienen más probabilidad de tener múltiples factores de riesgo asociados. 18 En el
presente estudio un alto porcentaje de adolescentes con sobrepeso corporal
presentaron una disposición central de la grasa, hecho que predispone al desarrollo
de enfermedades cardiovasculares.

En la mayoría de los estudios, la obesidad es mayor en el sexo femenino, sobre


todo antes de la adolescencia.21 En una investigación realizada en escolares de 9 a
12 años y en otro grupo de 14 a 17 años, en el centro de salud Cuenca, en España,
se encontró una prevalencia de sobrepeso de 26,6 % y de obesidad del 3,9 %. Al
analizarlo por edades y sexo en edades prepuberales de 9 a 10 años la prevalencia
de sobrepeso fue mayor en los varones, mientras en los adolescentes de 15 a 17
años fue mayor en las hembras.1 Se ha demostrado en un estudio prospectivo
realizado con 314 niños de 8 a 15 años, seguidos durante 8 a 12 años, que un
porcentaje mayor de sujetos del sexo masculino (48,3 %) con relación al sexo
femenino (23,5 %), se convierten en personas con sobrepeso y obesos cuando son
adultos jóvenes.22

En el presente estudio el mayor porcentaje de sobrepeso y obesidad correspondió


al sexo masculino, con una diferencia significativa con relación al sexo femenino.

Estudios epidemiológicos han demostrado que existe una relación directa y positiva
entre el peso al nacer y el índice de masa corporal en la vida futura. La rápida
ganancia de peso durante la lactancia está relacionada con obesidad en etapas más
tardías de la infancia. El bajo peso al nacer está más relacionado con la disposición
central de la grasa u obesidad central, en forma de manzana, la que a su vez se
relaciona más con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. 7

Por otra parte, los recién nacidos de peso alto al nacer comúnmente son resultado
de madres con diabetes gestacional y tienen mayor riesgo de desarrollar obesidad,
así como complicaciones cardiovasculares y diabetes mellitus de tipo 2. 23,24 En este
estudio se encontró un mayor número de adolescentes con sobrepeso que
presentaron alto peso al nacer, con una diferencia significativa en relación a los que
tuvieron peso normal o bajo peso al nacer.

La evidencia de que la lactancia materna protege del desarrollo de obesidad está


inconclusa, aunque algunos estudios muestran efecto protector, otros no lo hacen,
lo cual puede deberse a otros factores confusores. Los estudios de tendencia
secular realizados en Estados Unidos y Gran Bretaña recogen un aumento de la
lactancia a partir de 1990, pero también un aumento de la obesidad. No obstante
es de importancia promover la lactancia materna por todos los beneficios que
conlleva.25 En los adolescentes estudiados no se encontró una asociación entre el
estado de nutrición y el tiempo de lactancia materna que recibieron.

La obesidad es una enfermedad en la que intervienen factores genéticos y


ambientales, estos últimos representados por los malos hábitos alimentarios y
estilos de vida sedentarios. La explosión de obesidad en el mundo ha hecho que se
convierta esta enfermedad en una de las epidemias del siglo XXI. Este incremento
de la obesidad no puede ser explicado solamente por la contribución genética de la
enfermedad, sino por los factores ambientales de estilos de vida inadecuados que
se han instaurado paralelamente al desarrollo en muchos países. No obstante la
genética también tiene importancia.

La obesidad en los padres es también un importante predictor de obesidad en la


descendencia durante la niñez. 26 En el presente estudio los adolescentes con
sobrepeso corporal tuvieron un porcentaje mayor de antecedentes familiares de
obesidad y diabetes mellitus, así como de diabetes gestacional, aunque la diferencia
con los que no tenían sobrepeso en ninguno de los casos fue significativa.

Entre los factores ambientales, el estilo de vida sedentario y los malos hábitos
alimentarios son los responsables en gran medida de la obesidad. La actividad física
y las comidas frecuentes fuera del hogar están condicionadas muchas veces por la
familia. La interacción entre los miembros de la familia determina el tipo de
actividades que realiza el adolescente y el tipo de comidas, composición de los
alimentos y preparación de estos.

Al asegurar que todos los miembros de la familia participen diariamente en alguna


actividad física y ayudando a que individualmente los miembros de la familia
consuman una dieta adecuada, se asegura el mantenimiento un balance energético
adecuado.26

Es aconsejable realizar al menos 30 min de actividad física moderada diaria, como


caminar y seguir patrones dietéticos que incluyan el incremento del consumo de
frutas y vegetales. No sólo es importante aumentar la actividad física, además se
deben disminuir las horas sedentarias. Se recomienda no dedicar más de 2 horas al
día frente al televisor, computadora, juegos de video u otras actividades de tipo
sedentario.14

En este estudio se encontró un predominio del consumo de alimentos fritos y


azucarados con relación al consumo de frutas y vegetales en los adolescentes con
sobrepeso corporal y de las actividades sedentarias con relación a las de actividad
física en este mismo grupo, aunque no de una manera significativa.

Entre las enfermedades que acompañan a la obesidad, una de las que más pone en
riesgo la vida del paciente es la hipertensión arterial, sólo superada por la diabetes
mellitus. El aumento en los últimos años del sobrepeso y la obesidad en el mundo
han llevado aparejado un aumento en la hipertensión arterial. En el 4to Reporte de
Hipertensión en niños se plantea que el 30 % de los obesos padecen hipertensión
arterial. Los niños obesos tienen 3 veces mayor riesgo de sufrir de hipertensión
arterial que los no obesos y a su vez alrededor del 30 % de los hipertensos son
obesos.14 Los resultados que arroja el presente estudio concuerdan con lo planteado
anteriormente, en relación a que la 1/3 parte de los obesos son hipertensos, y con
otras investigaciones donde también se encontró una cifra 4 veces mayor de
hipertensión en niños con sobrepeso en relación con los de peso normal.

En síntesis, se concluye que el sobrepeso corporal y la obesidad se presentaron con


frecuencia en los adolescentes estudiados, relacionados de manera significativa con
el alto peso al nacer y la hipertensión arterial como importante enfermedad
asociada.

Se recomienda promover estilos de vida saludable mediante charlas educativas,


desde épocas tempranas de la vida, que incluyan a los niños y a sus familiares, en
las escuelas y la comunidad. Se sugiere estimular la realización de ejercicio físico y
disminuir las actividades sedentarias como los juegos de video y televisión, así
como identificar el sobrepeso corporal desde la niñez y pesquisar la hipertensión
arterial y otros factores de riesgo en estos niños.

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Recibido: 29 de enero de 2009.
Aprobado: 16 de marzo de 2009.

Raquel González Sánchez. Facultad de Ciencias Médicas «Calixto García Íñiguez».


Ave Universidad y J. Plaza. La Habana, Cuba.
Correo electrónico: [email protected]

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