Porongos Su Primera Etapa1925

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FERNANDO GUTIÉRREZ

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FERNANDO GUTIÉRREZ

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(SU PRIMERA ETAPA)

La pesquisa suele realizarse en-


tre sombras y escombros, con la
intuición por luz y la ventura por
lazarillo.

RICARDO ROJAS.

MONTEVIDEO
«CASA A. BARREIRO Y RAMOS» S. A
Calle Bartolomé Mitre, 1467
1925
I

Las tierras de Porongos 124 años atrás. — Sus dos únicos propietarios:
Miguel Ignacio de la Cuadra y Franciseo de Alzáibar. — Delimita-
ción de los latifundios de ambos, — Pintoresco episodio coadyu-
vante en esa delimitación. — El vaquero Guaycurú. — Salida fiscal
de los campos ubicados en la parcela de Francisco de Alzáibar. -—
División del latifundio de Miguel Ignacio de la Cuadra. — Adjudi-
cación y límites de las doce estancias que lo integraban.

Allá por el año 1800, dos únicos propietarios tenían derecho


a la casi totalidad de las tierras de Porongos: don Miguel
Ignacio de la Cuadra, Teniente Coronel de artillería de plaza
y uno de los hombres más acaudalados de la dominación es-
pañola, y la sucesión de aquél, Francisco de Alzáibar, '“Ca-
ballero del Orden de Santiago””, “Capitán de Navío de la Real
Armada””, conductor de las familias que llegaron de Canarias
a poblar la ciudad fundada por Zavala; de gran influencia
en la Corte, ante la que representó al Cabildo de Montevideo,
en momentos críticos de la vida económica de la naciente
ciudad; muy ambicioso de fortuna, que al hablar de sus bie-
nes, al decir de Carlos Ferrés (1), pronunciaba varias veces
la palabra millón y refería sus “utilidades supercrecidas”,
sus ““innumerables ganados””, sus “cuantiosísimos bienes?”?;
que después de haber gozado de gran erédito y fortuna se
vió envuelto en “intrincados enredijos judiciales””, cuyo re-
==
(1) Carlos Ferrés. — Epoca Colonial, — La Compañía de Jesús en
Montevideo.
A,

sultado fué el embargo de todos sus cuantiosos bienes que lo


redujo al más infeliz estado, cortándole todos sus giros y
negocios, situación precaria de la que fué redimido por una
Real Cédula expedida por Su Majestad, en Aranjuez, el año
1745, que declaró la injusticia de los embargos.

Dió margen a la delimitación de ambos latifundios un pin-


toresco episodio ocurrido en el último tercio del siglo XVITT.
—En el año 1778 denunció de la Cuadra a las autoridades
que en el centro de sus terrenos, casas y ganados *“* se ha
puesto el baquero (1) Guaycurú matando y devorando en

(1) ““El sistema de que se valen, — dice el P. Cataneo, citado por


Juan Agustín García, — para hacer en brevísimo tiempo tantos estra-
gos, es el siguiente: se dirigen en una tropa a caballo hacia los lu-
gares en que saben se encuentran muchas bestias, y llegados a la
campaña completamente cubierta, se dividen y empiezan a correr en
medio de ellas, armados de un instrumento, que consiste en un fierro
cortante de forma de media luna, puesto a la punta de una asta, con
el cual dan al toro un golpe en una pierna de atrás, con tal destreza
que le cortan el nervio sobre la juntura;_la pierna se encoge al instante,
hasta que después de haber cojeado algunos pasos, cae la bestia sin
poder enderezarse más; entonces siguen a toda la carrera del caballo,
hiriendo otro toro o vaca, que, apenas reciben el golpe, se imposi-
bilitan para huir, De este modo, diez y ocho o veinte hombres solos
postran en una hora, siete y ochocientos, Imaginaos qué destrozo harán
prosiguiendo esta operación un mes entero, y a veces más. Cuando
están saciados, se desmcntan del catailo, reposan y se restauran un
poco. Entre tanto, se ponen a la obra los que han estado descansando,
y enderezando los animales derribados se arrojan sobre ellos a man-
salva, degollándolos, sacan la piel y Rehar o la lengua, abandonando
el resto para servir de presa a los cuervos”
RAE, SEA

uno y en otro, cuanto ganado tengo y encuentra, siendo sa-


bedor dicho baquero que aquellas son mis casas, ganados y
terrenos por haberme trabajado en ellos; y así sin más con-
ciencia está asolando sin mi consentimiento ni orden de mis
capataces, insolentando sin respeto ni temor a Dios ni a la
Justicia. Por cuyo motivo ocurro a la notoria justificación de
V. S. a fin de que se digne mandar y ordenar se comprima
éste tan notorio perjuicio y verificado el hecho con sumaria
información se castigue y escarmiente los tales atrevimientos,
poniéndome, en el caso que no dudo esté en mis terrenos, en
posesión de la faena que haya ejecutado en sebo, grasa y
cueros””.
La espectabilidad que daban al peticionante, en el ambiente
austero de la Colonia, su limpio linaje, su fortuna cuantiosa
y sus eselarecidos servicios al Rey, era de suyo un Otro sí
que impetraba decisión urgente, y las autoridades hicieron
lugar, de inmediato, al petitorio, arbitrando los medios para
deligenciarlo, Se quitó al vaquero Guaycurú un cargamento
enorme de sebo, grasa y cueros; y como los sucesores de Al-
záibar reclamaran esos frutos, pretendiendo que habían sido
tomados en su propiedad, el episodio dió origen a un litigio
sobre límites de los dos latifundios.

Miguel Ignacio de la Cuadra tenía título, más o menos per-


fecto, de las tierras que comprenden hoy toda la sexta sec-
ción del Departamento de Flores y parte de la quinta sección.
Poseía, además, sin título, una extensa faja de tierra al Oeste
del Arroyo de Porongos. — En el mes de Mayo de 1802, en
oposición a los que querían echar las bases de un pueblo en
== Biz

torno de la Capilla que administró Fray Mhunuel Ubeda, y


que al efecto, sostenían que los terrenos en que la Capilla ha-
bía sido erigida eran realengos, probó don Miguel Ignacio
de la Cuadra, por información sumaria que levantó el Juez
comisionado de los partidos de Maciel y Porongos, don Lúcas
Quintero,en la que depusieron los testigos Bernado Bogarín,
Rafael Sosa, Pablo Rivera, José Prudencio de Santillán y
Claudio Insaurralde, que poseía desde unos quince años atrás
una extensión considerable de campo al Oeste del Arroyo Po-
rongos. El testigo Santillán dijo que ese campo se extendía
hasta la “Cuchilla o' Albardón que divide las aguas a las
costas de Marincho, que es otro arroyo al Oeste con separación
del de Porongos””.
He ahí el latifundio de de la Cuadra, del que el 5 de Febrero
de 1793 vendió a José Fernández, por ante José de Silva.
Regidor decano, Alcalde Ordinario de 2.” voto, un campo
““con media legua y trescientas varas más de frente al Norte,
que hacen tres mil y trescientas varas, y legua y media de
fondo al Sur, sito en el Partido de Maciel; lindando por di-
cho frente con más tierras del vendedor, por el Sur con Ma-
nuel Durán y por el Oeste con más tierras del mismo vende-
dor; cuyo terreno comprende desde donde se halla establecido
el comprador en las nacientes del Maciel””

En suma: de Miguel Ignacio de la Cuadra eran la mitad de


las tierras de Porongos.
La otra mitad perteneció á Francisco de Alzáibar, cuya he-
redera, su sobrina Gabriela de Alzáibar, tuvo como arrenda-
tarios, por el año 1800, a José Benítez, entre los arroyos Ma-
A EA EPA

rincho y Sauce; a Bernardo Osuna, vecino de los Cerros de


Ojolmí (1); a José Mariano Almirón, vecino del Arroyo Sa-
randí (2); a Antonio Ferreira, vecino de las puntas de Ma-
rincho, que le pagaba veinte pesos anuales por una fracción
de campo de una legua de frente por dos de fondo (3), y a
Felipe Flores, en la costa de Arroyo Grande y Sauce. (4).
Abandonados esos campos por doña Gabriela de Alzáibar o
por los herederos de ésta, el Gobierno los dió en enfiteusis; más
tarde los dió en venta, según se detalla a continuación y consta
en el expediente archivado en la Escribanía de Gobierno y Ha-
cienda, bajo la carátula: “Relación o noticia de las enajena-
ciones y concesiones en enfiteusis que el Supremo P. C. ha
hecho de las tierras que reclaman por de su propiedad los
herederos de don Manuel Solsona de Alzáibar””.
El día ocho de Enero de 1834 vendió el Superior Gobierno
a don Ramón Sosa el Rincón del Palacio, con calidad de
pagar el importe de toda el área que resultase después de
mensurado.
En trece de Enero del año expresado, vendió el Superior
Gobierno a don Luis Torrado de Castro un campo situado
entre los arroyos Sarandí y Tala, compuesto de dos suertes
de Estancia.
En veintiuno de Febrero del mismo año, vendió el Supe-

(1) Fojas cinco vuelta del expediente número cuarenta y seis, del
año mil ochocientos dos, archivado en la Escribanía de Gobierno y
Hacienda.
(2) Fojas cinco y seis del expediente referido,
(3) Fojas once vuelta del expediente referido.
(4) Padre del General Venancio Flores.
—10—

rior Gobierno a don Felipe Flores, un campo sito en el De-


partamento de San José, lindante por el Este con terrenos
conocidos por de doña Margarita Hernández (cuchilla por
medio), por su fondo al Oeste con el Arroyo Grande, por el
Norte, con una cañada que le llaman el Sauce, desde sus ver-
tientes hasta su barra con el Arroyo Grande, y por el Sud
con el Arroyo del Pantanoso, desde sus vertientes hasta su
barra en dicho Arroyo Grande, siendo su área de veinticinco
mil ochocientas veintidós cuadras cuadradas.
En Septiembre veinticinco del indicado año, vendió el Su-
perior Gobierno a don Adrián Medina un campo situado de
esta parte del Yi con frente al arroyo nombrado de la Guar-
dia y fondo hasta la cuchilla que divide aguas al Sarandí y
Porongos, por el costado Oeste el Arroyo de los Manantiales,
y por el Sur las cabezas de los terrenos de don José Ruiz,
hasta tocar con la Cuchilla Grande que divide aguas a San
José, cuyo terreno después de mensurado, ha resultado tener
el área de cinco leguas más ciento siete cuadras.
En primero de Diciembre de mil ochocientos treinta y cua-
tro, vendió el Superior Gobierno a don Marcos García un
campo situado entre los arroyos Porongos y Sarandí, cuya
población se halla en el paraje eonocido por “Tierra Blanca””,
compuesto de dos leguas, más un millón trescientas setenta y
cinco mil varas cuadradas,
En veintinueve de Agosto de 1835 vendió el Superior Go-
bierno a don Segundo Velazco un campo en la jurisdicción de
Porongos, entre las puntas del Sarandí hasta la barra del Cu-
rupi y desde allí línea recta al rumbo del Arroyo de Marin<cho,
lindando con la cuchilla que con él divide sus aguas, y si-
guiéndola hasta las nacientes del Arroyo de los Manantiales
Ed
y

y de éste tirando una línea hasta las puntas del Sarandí,


siendo su área cuatro suertes de Estancia.
El mismo día, mes y año, vendió el Gobierno a los señores
don Francisco Velazco y don Casimiro Arias, un campo si-
tuado entre Manantiales y Arenales, con frente al Oeste con
el Arroyo Grande y por el Sud el Arroyo de la Guardia. —
No expresa más linderos, siendo su área siete suertes de Es-
tancia. ;
El catorce de Febrero de 1835, vendió el Superior Gho-
bierno a don Santiago Sayago un campo sito en el Departa-
mento de San José entre los arroyos Arenal Chico, Arroyo
Grande, Arroyo del Pantanoso y Cuchilla Grande; cuya área
es de seis y tres cuartos leguas cuadradas y más siete millones
ciento cincuenta y cuatro mil ciento diez varas cuadradas.
En Junio tres de 1836, vendió el Superior Gobierno a don
Juan Francisco Fernández, una tierra de pastoreo situada
en el Rincón de Palacios y Porongos, lindando por su cos-
tado con el Arroyo de Marincho, y por el otro con don Marce-
lino Villegas y don Paulo Montenegro; siendo su área dos
suertes de Estancia.
El día veinte del mismo mes y año, vendió el Superior Go-
bierno a don Francisco Fernández un campo sito en el De-
partamento de San José, lindando por el Norte con la cañada
que nace en la Cuchilla Grande y hace barra con el Arroyo
de Porongos, por el Sur y Oeste con dicha cuchilla, y por el
Este con el referido arroyo; compuesto de una y tres euartos
leguas «cuadradas más cinco millones doscientas ochenta y
cineo mil varas.
El veintitrés de dicho mes y año dió en enfiteusis el Su-
perior Gobierno a don Martín Benítez, un campo sito en el
Departamento de San José, lindando por el Sud con el Arro-
yo del Sauce y por el Oeste con el Arroyo Grande. — No
expresa más linderos. — Compuesto de media legua de frente
y una y media de fondo.
El día diez y nueve de Octubre de mil ochocientos treinta y
seis, hizo donación el Superior Gobierno a don José Llupes.
de unas tierras de pastoreo sitas en el Departamento de San
José, lindantes por el Norte con terrenos del Estado y con
la familia Durán; por el Sud con don Juan José Durán o
más bien con propiedad pública; por el Este con don Vicente
Durán Mayada; y por el Oeste con el Arroyo de Escudero,
compuesta su área de dos suertes contiguas de Estancia.
En diez de Noviembre del mismo año, vendió el Superior
Gobierno a los señores don Pedro Rosé, don Pedro, don Fe-
lipe y don Pascual Campos, unas tierras para estancia situa-
das en el Departamento de San José entre Sarandí por el
Este, el Marincho por el Oeste, el Yi por el Norte y sus fon-
dos aguas arriba hasta el albardón grande de dichos Sarandí
y Marincho, siendo su área de veinte leguas y mil trescientas
diez y ocho cuadras cuadradas.
En diez y siete de Marzo de mil ochocientos treinta y siete
vendió el Superior Gobierno a don Pedro Castro un campo
situado en el Departamento :de San José entre los arroyos
Boyada y Tapera, lindando por el Norte con tierras que se
dicen ser de los herederos de don Juan Esteban Durán y con
campos de propiedad pública; por el Sud, con don José Llu-
pes, por el Este con el Arroyo Escudero y por el Oeste con
tierras del Estado, siendo su área, según mensura practi-
cada, de una suerte de Estancia.
El día diez y nueve de Julio de mil ochocientos treinta y
18

nueve, vendió el Superior Gobierno a don Timoteo Balles-


teros un campo situado en las inmediaciones del pueblo de
Porongos, lindando por el Sud con terrenos del Ejido, por
el Norte con la Cañada de Balta, por el Este con don San-
tiago Lemos y camino real de la Cuchilla, por el Oeste con
el Arroyo Sarandí, compuesto de una legua cuadrada y más
once millones novecientas cincuenta y nueve mil varas.
Con fecha diez y nueve de Diciembre de mil ochocientos
cuarenta y dos, vendió el Superior Gobierno a don Juan *
María Besne e Irigoyen y otros socios los Rincones de Pa-
lacios y Porongos, siendo el área del primero de diez y ocho
y media leguas, y el segundo siete y media leguas, que for-
man un total de veintiséis leguas cuadradas. (1).

El latifundio de Miguel Ignacio de la Cuadra, comprendía


doce estancias que tenían las denominaciones siguientes: San
Gregorio, del Horno, del medianero Miguel Pintos (costa de
San José), del medianero Patricio González Pintos, de San
José, del medianero Baltazar Sena (Orqueta de Porongos),
del medianero Juan Séspedez (entre Porongos y Sarandí
Chico), del Mangrullo (costa del Yi), del medianero Rafael
Sosa (en el Rincón de Porongos y Sarandí), de los Molles, '
del medianero Lúcas Quintero (en Maciel) y del mediantro
Roque Mendoza.
En ellas pastaban en el año 1805 ciento cuatro mil qui-
nientos treinta animales vacunos, dos mil veintiséis caballa-

(1) Las referidas, son todas las salidas fiscales de los campos de
—Porongos, parcela de Alzáibar, hasta el 24 de Agosto de 1857.
—14—

res y setecientos ochenta ovinos, tasados los primeros a $ 0.80


cada uno; a $ 1.23 los segundos y a $ 0.11 los últimos (1),
Los límites de esas grandes estancias eran los siguientes:
Estancia San Gregorio: Por su frente el Arroyo San José,
por su costado el de la Chacara, por una parte y por la otra
el San Gregorio, viniendo desde su barra a dar con la del
gajo que entra en éste como a tres cuadras al Sur de su po-
blación, desde donde continuando éste último por su costa al
Sud hasta ponerse en línea recta con la nombrada del Horno
y el Cerro Pelado que se halla en la orqueta del expresado
Arroyo de la Chacara, cuya línea forma su límite por la parte
Norte.
Se atribuía a los campos de la Estancia San Gregorio una
extensión aproximada de ocho suertes avaluadas en $ 3.680.
Estancia del Horno: Por el Norte la estancia precedente
de San Gregorio hasta el Cerro Pelado o costa del gajo de
la Chacara, que tiene su tendencia por el Norte de aquél, por
el Sud le describe el mismo Arroyo San Gregorio hasta sus
puntas, linderas con don Andrés y don Pedro Durán, y por
el Norte hasta dar con la Cuchilla Grande derrame de ambos
arroyos San Gregorio y Chacara.
Se estimaba en seis suertes la extensión de los campos de
esta estancia, avaluada en $ 2.800.
Estancia del medianero Miguel Pintos. — Costa de San

(1) Cedido por el señor Eugenio T. Cavia, reproduzco un plano de


los campos de Miguel Ignacio de la Cuadra que divulga interesantes”
nociones históricas, no obstante sus imperfecciones y errores geográ-
ficos. En él están ubicados los **rodeos”? de de la Cuadra y las cons-
trueciones de piedra que se alzaban en sus campos.
q 1
José: Dos suertes que se componen de una legua de frente
desde la barra al Arroyo de la Chacara, lindero con la de San
Gregorio, «aguas arriba, y de allí legua y media de fondo
rumbo al Norte próximamente fijando a la Cuchilla por una
línea paralela al costado opuesto que lo forma el Arroyo de
-San José, donde hace barra el primero.
Taszdas en $ 900.
Estancia del medianero Patricio González Pintos, de San
José: Por el Norte el Arroyo San José desde el punto lindero
de los pertenecientes a la del medianero Pintos, aguas arriba,
hasta sus vertientes o Cuchilla Grande; por el costado opuesto
lindando con el mismo 'y Arroyo de la Chacara hasta dicha
Cuchilla Grande y de allí siguiendo ésta hasta las citadas ver-
tientes del San José. :
Se estimaba su área en seis suertes, avaluadas en $ 2.650.
Estancia del medianero Baltazar Sena, Orqueta de Poron- '
gos: El Arroyo Porongos se tendrá por costado del Este desde
sus nacientes aguas abajo hasta dar con la barra de otro
arroyo, gajo que desagua en aquél más abajo de la población
del otro medianero Modesto González, sirviendo dicho gajo
por costado al Oeste de dichas tierras; y sus fondos a la Cu-
chilla Grande linderas de Patricio, de donde nacen los ex-
presados Porongos y su gajo.
Tres y media suertes de campo, avaluadas en $ 100, en vir-
tud de tener sólo de ellas derecho de ““acción y posesión ””.
Estancia del medianero Juan Séspedez, entre Porongos y
Sarandí: Por el Este lindero con las señaladas de la viuda
medianera Chaves y por el Oeste costado opuesto con el Arro-
yo Sarandí hasta sus nacientes, que manan de la Cuehilla
EE,
1E

Grande al Sur y por el fondo que mira al Norte hace límites


con las tierras señaladas a beneficio de la Capilla de la Tri-
nidad.
Cuatro suertes de estancia próximamente, avaluadas en $ 120,
por tener en ellas solamente derecho de “acción y posesión ”?.
Estancia del medianero Rafael Sosa, en el Rincón de Po-
rongos y Sarandí. — Comprendida entre los arroyos Poron-
gos y Sarandí: el primero por el Este y el segundo por el
Oeste que forman su rincón y su lindero Sur hasta dar con
los límites asignados a la Capilla de la Trinidad.
Qcho suertes y media avaluadas en $ 200, ““por tener sobre
ellas derecho de posesión de cerca de veinte años”.
Estancia del medianero Modesto González, Costa Sur de
Porongos: Su frente al Norte lo forma un arroyo gajo que
entra en los Porongos al Este más abajo del Paso de la La-
guna, (1) y para al Sur del puesto nuevo de la Estancia Man-
grullo a media legua de distancia próximamente: su costado
por el Oeste es formado del mismo Arroyo Porongos hasta sus
nacientes; su opuesto al Este lo describe la Cuchilla de Vi-
las Boas, y su fondo es la Cuchilla Grande.
Cinco suertes y media tasadas en $ 2.360,
Estancia del Mangrullo. Costa del Yi. — Por el Norte el
Yi, por el Este el Arroyo Porongos desde su barra siguiendo
sus aguas arriba hasta dar en la barra del gajo que entra en
aquél, más abajo del Paso de la Laguna y hace lindero al
Sur con la del medianero Modesto González, su opuesto cos-
tado al Este lo describe el arroyo nombrado del Sauce que
entra en el Yi más abajo de la Barra de Maciel; y su frente

(1) Actual paso de Calatayud.


e

se comprende en la Cuchilla Villas Boas, desde donde forma


ésta las vertientes a los citados arroyos Sauce y gajo divi-
sorio de las de Modesto.
Once suertes tasadas en $ 4.950.
Estancia de los Molles: — Su frente al Nordeste es for-
mado por el Arroyo Maciel; su costado al Noroeste con el
del Sauce lindero de las señaladas a la del Mangrullo; su
costado opuesto por el Sudeste lo hacen el Arroyo de la Car-
pintería que entra en el de Maciel desde cuya barra siguién-
dole aguas arriba por el Oeste de su costa hasta dar con la
barra del Arroyo Hondo que entra en igual fuente al paraje
que llaman de la tropa de Silva, desde euyo punto continuán-
dole hasta sus nacientes y espiradas siguiendo una línea pa-
ralela con el Arroyo de Molles que queda al Oeste y sus fon-
dos se extenderán hasta la Cuchilla Villas Boas, lindero con
la del medianero Modesto González.
Doce suertes tasadas en $ 5.400.
Estancia del medianero Lúcas Quintero, en Maciel. — Sus
límites los describen los arroyos Carpintería y Tala en forma
de rincón que amhos desaguan en el de Maciel, el primero
para el Oeste y el segundo al Este, con sus fondos al tercero
por el Norte, y su frente al Sur siguiendo los dos primeros
aguas arriba hasta dar con las Piedras o Loma alta que se ha-
lla en su inmediación, como media legua de distancia al Este
de la población del medianero Roque Mendoza.
Seis suertes y media tasadas en $ 2.700.
Estancia del medianero José Antonio Oroño, en Maciel :—
Rincón formado por los arroyos Maciel y Tala, el primero
por el Este y el segundo por el Oeste, extendiéndose su
fondo desde la barra del segundo, aguas arriba, hasta dar con
2
e,
Yo E

“las tierras vendidas o pertenecientes a don José Fernández.


Cinco suertes y media tasadas en $ 2.530.
Estancia del medianero Rogue Mendoza: — Por el Este
el Arroyo del Sauce y entra en el Tala y es lindero del me-
dianero Oroño, y de José Fernández en la parte de arriba;
por el Norte hasta la Loma alta divisoria con Quintero, y
desde este punto donde fenece en el de Carpintería, siguién-
dole aguas abajo por la costa del Oeste, hasta dar con la barra
del" Arroyo Hondo, lindero de la Estancia de Molles hasta
sus puntas, o paralelo que hacen en la Cuchilla Villas Boas ;
desde cuyo punto se continúa por ella hacia el Sur, hasta dar
con la Cuchilla Grande, la cual seguida hasta donde forma
vertientes al citado arroyo gajo del Sauce, lindero de Oroño
y Fernández.
Nueve suertes tasadas en $ 4,050.

Don Miguel Ignacio de la Cuadra era casado con doña


Inés Durán. uno de los siete hijos de don Manuel Durán y
de doña María del Cristo Pérez.
Consta a fojas mil doscientas treinta y nueve del juicio
testamentario de Miguel Ignacio de la Cuadra y de doña Inés
Durán (tercera pieza de autos), archivado en el Juzgado Le-
trado de lo Civil de primer turno, que aquél confirió poder
para testar, en primer lugar, a su esposa doña Inés Durán,
a quien por el mismo acto instituyó por su universal here-
dera, y en segundo lugar, al cura de la Matriz don Juan José
Ortiz, y en tercer lugar, a don Lorenzo Ulibarren.
Doña Inés Durán murió intestada dos años después de su
esposo Cuadra. sin haber cumplido tampoco la voluntad de
éste Otorgando su testamento; entonces el cura Ortiz procedió
e otorgarlo en la forma que se registra a fojas mil doscientas
treinta y nueve de los autos testamentarios referidos.
S esposos de la Cuadra e Inés Durán no tuvieron suce-
SOres directos; por eso todos los bienes fincados por muerte
de ambos cónyuges pasaron a los herederos colaterales de
doña Inés, que lo fueron sus seis hermanos, doña Candelaria,
doña Martina, don Ventura y en representación de éste su hija
Menor, doña Matilde Durán, don Juan Esteban, don Vicente
y don Manuel Segundo, que habiendo muerto antes que ella,
fué representado por su sucesión compuesta de sus hijos don
Juan José, don Manuel Tercero, don José que era demente,
don Andrés, don Pedro, doña Juana y don Antonio.
Para formalizar y liquidar estas dos valiosas testamenta-
rías, refundidas en una sola, apoderaron todos los herederos
a don Juan José Durán, personaje de campanillas ya en
aquella época, pues más tarde fué gobernador de Montevideo,
Y a su tía y suegra doña Candelaria, hermana de doña Inés,
según todo ello consta de los poderes que se registran a fojas
mil veinte, mil doscientos veintiuna, mil doscientos veintitrés
y mil doscientos veintitrés vuelta.
Mediante todas esas escrituras de mandato, vino a quedar
don Juan José Durán apoderado general de toda la sucesión
y administrador general de estas herencias hasta su final di-
visión, que ocurrió en el año de 1808 (1).
Dividido el latifundio de Maciel, Porongos, San Gregorio

(1) La partición practicada en los antos sueesorios de Miguel Ig--:


nacio de la Cuadra e Inés Durán fué aprobada con fecha 30 de Oe-
tubre de 1808.
Po,
yREA

y el Yi, se hicieron en él las siguientes adjudicaciones: a don


Vicente Durán, la Estancia a cargo del medianero Miguel
Pintos, la de Patricio González, la de la medianera Simona
Chaves, viuda de Baltazar Sena, la de Juan Séspedez y la
de Rafael Sosa; a Josefa, la Estancia Molles; a Juan José,
Mangrullo; a Juana, la de cargo del medianero Lúcas Quin-
tero; a Pedro, la de Oroño; y a Joséel demente, la de Mo-
desto González.
A doña Candelaria, doña Martina, don Ventura, don Juan
Esteban, don Manuel Segundo, don Manuel Tercero, don An-
drés y don Antonio se les adjudicó campo en el latifundio
de Cerro Largo (1).

II

Fundación de pueblos uruguayos. — Sus orígenes. — Simbólica con-


tienda que constituye el origen de Trinidad. — Carácter de los
primeros pobladores del Río de la Plata. — El dueño de la tierra.
—Rasgos que lo distinguían, — La persecución al intruso, — His:
toria de un lanzamiento en la costa de Maciel el año 1782. — Los
vecinos de Porongos solicitan autorización del Virrey para construir
un templo.

Diversos orígenes existen en la fundación de pueblos uru-


guayos de la época colonial. A cada origen corresponde, elaro
está, distinta energía engendradora.

(1) En Cerro Largo era dueño Miguel Ignacio de la Cuadra, de los


campcs comprendidos entre el Cordovez, Fraile Muerto, Río Negro y

|
Cuchilla Grande.
Hi

La fundación fué, unas veces, obra de noble afán catequista


de almas, practicado con heroísmo singular; otras, el resul-
tado de órdenes militares inspiradas en la necesidad de opo-
Mer una valla a la aspiración de los portugueses, heredada
luego Por los brasileros, de extender su dominio hasta los fe-
rates campos y ricas vaquerías de la costa Norte del Río de
la Plata; sólo por excepción, los humildes y escasos pobla-
dores de la desierta campaña, se congregan con voluntad pro-
Pia, en los días de la Colonia, y acometen solos y en lucha
con la influencia de los poderosos, la empresa, hoy todavía di-
fícil y entonces inverosímil, de la fundación de un pueblo.
Del primer caso son ejemplo Santo Domingo de Soriano
(1624), Aldao, Espinillo o Dulores actual, Víboras y Paysan-
dú (1772), que tuvieron como frailes fundadores a Bernar-
dino de Guzmán, Aldao, Villavicencio y Sandú, respectiva-
mente, émulos de Bartolomé de las Casas en los prolegómenos
de la civilización uruguaya.
Del segundo, Montevideo (1726), Maldonado (1757), Co-
lonia en su segunda época, Salto (1756), San Carlos (1762),
Santa Lucía (1776), Canelones (1778), Las Piedras (1781),
Capilla Nueva o Mercedes (1781), San José (1783), Minas
(1784), Rocha (1793), Melo (1795) y Belén (1801).
Del tercero, únicamente Porongos.
La historia del origen de Porongos, es la historia de una
contienda simbólica en que fueron parte el latifundista y el
proletariado rural de la región. ¡Lucha por la propiedad de
la tierra, paradojal en una época en que existía cl baldío in-
conmensurable, que constituye precioso antecedente socioló-
gico para juzgar nuestra estructura social y sus graves y mis-
teriosos interrogantes!
— 22

Las virtudes de la raza hispana y la existencia del noble


afán igualitario que fermentaba en los primeros peninsulares
que poblaron estos países están de manifiesto en aquel ances-
tral episodio, que traduce intensa inquietud de progreso, an-
sias de mejoramiento de las condiciones de la vida campesina,
irritación y protesta contra un régimen que convertía a unos
pocos en grandes acaudalados y en proletarios a la casi tota-
lidad de los escasos pobladores, diseminados en los campos
solitarios y sin cultivo, como semilla de civilización.

El descubrimiento del continente americano costó sumas in-


gentes al tesoro real de España. No sucedió lo mismo con las
expediciones que al mando de los.“ adelantados””, afianzaron
la conquista. España financió la mayor parte de las expedi-
ciones que vinieron al Plata, por medio de contratos que .ase-
guraban el goce de honores y de beneficios, en la tierra con-
quistable, a los individuos que tomaban a su cargo la em-
presa de reclutar elementos colonizadores y tripulaciones y
soldados que se arriesgaran a cruzar el océano en débiles bar-
cos. Desarraigó así, de su suelo, sus mejores hombres y gran-
des caudales, constituyendo ese drenaje incesante de oro, de
aptitudes y de brazos, que duró tres largos siglos, una de
las causas visibles de su postracción y lecadencia. (1).

(1) Dice Bauzá en la página VIIL de la Reseña Preliminar de la


“Historia de la Dominación Fspañola en el Uruguay””, que el descubri-
miento, conquista y población del Río de la Plata fueron ““yunque
donde se probawon las dotes científicas, políticas y militares de hom-
bres muy distinguidos””,
—93—

Ya en tierras de América, los beneficios otorgados a los


individuos de la legión colonizadora, eran graduados por su
Porte a la eruzada, según los términos del contrato. Y en
€se contrato, el proletario carecía de personería.
Además, el dueño de la tierra debía ser, al mismo tiempo,
Por exigencias de la lucha de la conquista, soldado esforzado
Y hombre de fortuna. Lo primero, para defender sus vastos
dominios de las incursiones violentas de los indios, y en la
Banda Oriental, no sólo de éstos, sinn también de los portu-
gueses y mamelucos que codiciaban la riqueza pecuaria de *
los campos uruguayos; lo segundo, para no fracasar en la ta-
rea ímproba y onerosa de reducir el desierto y de llevar la
civilización a los límites del territorio, para lo cual había que
equipar soldados, levantar fortines, construir sólidos edifi-
cios de piedra (1), e invertir miles de pesos fuertes en la
compra de esclavos (2), más resistentes para el trabajo que el
eríollo o tupamaro y más fieles que éste a la consigna del
patrón.

(1) Tengo en mi archivo copia de un inventario en que se describe


la obra de albañilería y de carpintería de las estancias de San Gre-
gorio, del Mangrullo, de los Molles, del medianero Lúcas Quintero en
Maciel y del medianero Roque Mendoza. — De esas construcciones
sólo existe hoy la de San Gregorio, próxima a la costa del arroyo que
leva su nombre, documento arquitectónico de la época colonial que
debe ser conservado.
(2) Del capítulo ““Esclavatura”?”, del inventario practicado en los
autos sucesorios de Miguel Ignacio de la Cuadra y de Inés Durán, he
tomado la siguiente relación de esclavos:
Estancia San Gregorio. — Miguel, sano y de servicio, con princi-
pios de albañil, de 45 a 50 años de edad, tasado en $ 309.
MO, A

“La propiedad era un lujo tan sólo permitido a los capi-


talistas. — Los pobres más audaces y emprendedores corrían
la aventura de establecerse en las fronteras, en medio de los
indios, Desgraciadamente no eran los salvajes sus únicos ene-
migos; estaban a merced de los hábiles y poderosos, que se
apoderaban de esas tierras denunciándolas como realengas.
Para obtener el título oficial que daba la posesión tranquila.
era necesario cumplir numerosas formalidades fiscales, pagar
honorarios de relatores, abogados, procuradores, pregoneros,
impuestos””. (1).

Francisco Antonio, negro sano y de campo, de 20 años de edad, ta-


sado en $ 309,
Pedro, negro sano, pero menos inteligente en trabajo de estancia,
de 20 años de edad, tasado en $ 280,
Miguel Ignacio, negro sano, de 15 años de edad, tasado en $ 280.
Juan Antonio, negro sano e inteligente en el caballo, de 14 años
de edad, tasado en $ 280. ¿
Gabriel, de 13 años de edad, que por poco inteligente en el caballo
y padecer de unos granos malos en el cuerpo fué tasado en $ 250.
José, de 13 años de edad, menos inteligente que el anterior y con
la misma enfermedad, tasado en $ 230,
Estancia del Horno. — Ramón, sano e inteligente en el caballo, de
17 años de edad, tasado en $ 280.
Estancia Mangrullo, — Felipe, sano, algo inteligente en el caballo,
de 15 años de edad, tasado en $ 280,
José Joaquín, sano, de 14 años de edad, algo inteligente en el ca-
ballo, tasado en $ 280.
““En las estancias, —dice Juan Agustín García en la **Ciudad India-
na??, — se ocupaban los esclavos, mucho más baratos que los asalariados.
Con cien pesos plata se compraban los quince o veinte años de trabajo que
podía dar un negro esclavo, el equivalente de tres o cuatro mil pesos
de jornales?”?.
(1) “La Ciudad Tndiana””, página 21.
—2%—

No era sólo eso. Las autoridades rodeaban de eficaces ga-


rantías el derecho contractual de los terratenientes. La perse-
cución al intruso fué otra de las características paradojales
de aquella época en que el baldío no tenía límites. Los lan-
zamientos eran ejemplarizadores, verdaderos actos de escar-
miento. De la obra paciente, realizada por el intruso, sólo que-
daba un montón de ruinas. Los árboles eran derribados, los
ranchos y corrales demolidos, el mobiliario cargado en ca-
rretas, que el Juez Comisionado del Partido seguía de cerca
con sus geridarmes, hasta que trasponían los límites del lati-
fundio.
De un expediente que existe en el archivo de la Escribanía
de Gobierno y Hacienda (1), resulta que el 24 de Septiembre
de 1782 el Juez Comisionado del Partido de Maciel, concurrió
a la costa de dicho arroyo, se internó en la propiedad de
don Miguel Ignacio de la Cuadra y llegado que fué al pa-
raje donde habían poblado los intrusos Mas y Mazangano, les
notificó, delante de testigos, del cabo de escuadra de dragones
don Manuel Gasso, de cuatro ““individuos de éste””, del cabo
de escuadra de milicias Bernardo González con ocho milicia-
nos, de seis peones y de Ignacio Núñez, una providencia de
desalojo y lanzamiento del virrey, de fecha 19 de Agosto de
1782, ““y después de haberle hecho cargo de dicha Providencia,
y previniéndoles qué derecho tenían para estar establecidos
allí dijeron no tener título alguno para ello; por lo cual y en
fuerza del Superior Decreto les mandé sacar los trastos fuera

(1) Miguel Ignacio de la Cuadra y José Más de Ayala, expediente


que forma parte de los que fueron traídos de Buenos Aires, archi-
vado con el número 125.
— 926 —

de dicho terreno y cargarlos en carros para ponerlos en mar-


cha los cuales ejecutaron sin ninguna repugnancia e Inconti-
nentemente les hice demoler los Ranchos y Corrales y les pre-
vine que en adelante no podían levantar ninguno otro ni menos
poblar en los terrenos pertenecientes a don Miguel Ignacio de
la Cuadra y bajo de graves penas y que así lo tuvieran en-
tendido””.

Había, ciertamente, que aguzar el ingenio para dar estabi-


lidad al hogar y véase cómo procedieron, para realizar ese
propósito, los vecinos de Porongos.
En uno de los últimos meses del año de 1801 los habitantes
de la región limitada por el río Yi y los arroyos Grande y
Maciel, en número mayor de sesenta, dirigidos por el proletario
Francisco Fondar, de cuya vida doy más adelante una breve
noticia, solicitaron licencia del Virrey don Joaquín del Pino—
para construir al Oeste del Arroyo Porongos, un templo donde
se celebrara ““el santo sacrificio de la misa”, y se les '“admi-
nistrasen los santos sacramentos””, obligándose, por su parte.
a construirlo de su peculio, una vez concedida la licencia, y
a “hacer un fondo”” que sirviera de ““congrua sustentación al
ministro de Dios que se dedicase a servirles en calidad de pá-
rroco””.
Decía así el escrito de los vecinos de los pagos de Porongos.
que reproduzco respetando la ortografía con que fué redac.
tado, como lo aconseja la crítica histórica. — ““Exmo. Sor.
“* Fran.“ Jondar, Recid.* hacendado en las ymediaciones del
““ Río Yí por mí y en nombre de todo el vecindario q. com-
** prende el mismo Río con los Arroyos, q. de él nacen, y de
=D

** la Cuchilla Grande, Arroyo Grande, y Arroyo de Maciel


** q. todos son sobre mas de sesenta vecinos hacendados de
** dhos. campos, realengos, y Valdíos de esta Governación
““ Sup.* á V. Exa, con mi mas profundo respecto digo: q.
"“ al paso q. mos hallamos cuidando de nros. ganados, con q.
** somos proficios al pub.“ y al estado Vibimos con el nota-
** ble desconsuelo de carecer de los auxilios, espirituales. porq.
“*isiendo como somos Cristianos, Católicos, Apostólicos Ro-
** manos no tenemos un Parroco q. nos auxilie en los últimos
“* extremos de la vída, y cuando son más necesarios los so-
“* corros espirituales que Dios dejó en adm.” de los Santos
“* Sacramento, habiendo allí un gr.“* numero de familias
** como lo manifiesta el apunte delos vecinos, mas hacenda-
“+ dos, que hay en estos parajes que, con la devida solicitud
** presento: los quales no pueden concurrir a las Parroquias
“* por q. la del Canelon, que es la mas cerca dista mas de 25
“* leguas, de estos parajes sucediendo esto que los dias santos
“* no oyen Misa, q. no cumplen econ el precepto annual, q. no
““* hacen los actos de religion, que deben practicar, que se mue-
““ ren sin confesion ni sacramentos que muchas eriaturas
“* mueren sin el agua del $S.'** Bauptismo, por no haber quién
““lo administre, que se ignora la doctrina Christiana, que-te
**la educación y enseñanza, y en fín que falta el santo temor
““ de Dios verificándose aquella sentencia, de la Escritura
““S,.t* Los pequeñuelos pidiendo pan y no havia quien se
“los partiese: — Eneste conflito hemos acordado todos ma-
“* nifestar estanesecidad espíritual y eonprobada con los yn-
“* formes del R. P. Pred.” Fray Mathias Neyra, y el R. P. P.
“* Jubilado Don Josef Pelliza, del Sagrado orden de Predi-
*“* cadores Prev.? Don Marcelino Leoburgurn, que a esfuerzos
—28—

“* de su caridad, y zelo han andado predicando el S.t? Evan-


“* gelio, y dando el pasto Espíritual, á aquellas gentes, y €
“* suplic.* esta firmem.'* persuadido que el señor D.” Felix
“* Araza, (1) Comand.** de la espedición de límites de la di-
“* r-ria con la corona de portugal, habia informado al ante-
“* cesor de V. Exa. que es necesario Ó a V. Ex.* fundar cada
“* doze leguas una Iglesia, q.* sírva de Parroquia p.* la repa-
““ ra”, de nras, conciencias, y que tengamos los S.'"* Sa-
“* eram.'"* únicos auxilios, de nra. peregrinación por esto el
“* supp.** por sí yen nombre de todos pretende la licencia
““sup.* de V. Ex.* p.* poder Erigir yedificar un templo á
“* costa del mismo vecindario, proveyendolo de todo lo nece-
““ sario p.* la administra.” de sacram.* á que concurríran
““* los que tienen posibles, con sus din.* y los pobres con sus
“* personas á construír un decente lugar, p.+? q.* se celebre el
““ $," Sacrificio de la Misa, y se nos administren los Sacra-
** mentos á cuyo fín haremos un fondo q.* sirva de congrua
“* sustenta.” al ministro de Dios, q.* se dedicase á servirnos,
** en calidad, de Parroco, y con las facultades, necesarias del
“ 8." Prov." Vicario Cap." y Gov.” del óbispado contribu-
“* yendole a sí mismo con los dros. Parroquiales como todo
** protexta él Sup.**, proponerlo al dho S." Prov.” luego que
“* tenga hallanado la superior licencia de V. Ex.* pués es un
““dolor ver tantas almas como viben separadas de los actos
“* de relig.” por conservar los ganados así caballares, como
“* bacunos, con que se mantienen y haun en esta Guerra han
** servido á su Mag.“ por todo lo qual:

(1) Félix Azara.


— 9 Ñ

“A V. Ex.* rendidam.'* suplica se digne otorgarle á el


. SUpp.“ y ato do áquel vecindario la Licencia q.* solicita,
“ estando como esta, pronto a producir informata.” de lo
. Exp, * con los — existentes citados, p.* comproba.” de su
. Verdad, Y espera de la Grandeza de V. Ex* le ótorge ésta
- Eracia q.* reverente ymplora ete.?.
““Arruego de D." Fran.*% Jondar por decir no saver fir-
“ mar lo hago yo: Geronimo Alonzo de Castro”

TIT

Providencia recaída en la solicitud de los vecinos de Porongos. — El


Virrey accede. — ¿A quién corresponde el honor de la iniciativa?
—Francisco Fondar, fundador de la Capilla de la Santísima Tri-
nidad. — Precursor de la fundación de la ciudad de Porongos.
— Noticia de su vida. — Medianero de Miguel Ignacio de la
Cuadra. — Juicio que éste le inició por desalojo y rendición de
cuentas. — Como financió Fondar su viaje a Buenos Aires. —
Aventuras dignas del manchego ilustre.

El escrito de Fondar fué proveído en la capital del virrey-


nato el 19 de Enero de 1802. (1).

(1) Providencia recaída en el escrito de Fondar, que constituye el


título de propiedad del templo de Porongos y terreno en que está cons:
truído: Buenos Aires 19 de Enero de 1802. — Recibase a! suplicante la
información q.e ofrece sobre los puntos relacionados en este escrito a
cuyo fin se le dá la Comisión necesaria el Ex.mo De este Superior Gov.no
al Juez del Partido donde existiesen los testigos q. deben declarar; y
atendida la necesidad y grave urgencia de la materia como la utilidad
—30—

Disponía el proveyente, en primer término, que se reci-


biera a Fondar la información que ofrecía para probar que
eran realengos los campos situados al Oeste del Arroyo Po-
rongos, a cuyo fin se cometía la recepción de las declaracio-
nes al Juez del Partido “donde existiesen los testigos que
deben declarar””.
En cuanto al fondo del asunto decía, que ““atendida la ne-
cesidad y grave urgencia de la matexia como la utilidad q.
xesultara á los Hacendados y vecinos pox q.”** se pexsona de
que mientras tanto se xealiza en el texxitoxio donde están ci-
tuados, el foxmal establecim.* de una Parrq.* tengan por lo
pxonto los auxilios espixituales a q. con tanta gust.” auvelan,
se les concede el necesaxio pexmiso pox lo tocante á este sup.”
Gov.» y Vize Patxonato R.! p.* q. interinam.'* edifiquen un
oxatoxio público donde pueda celebxaxse el S.'* Sacxificio de
la Misa y administxaxseleslos S.% Sacxam.t""””,

q. resultara a los Hacendados y vecinos por q.nes se persona de que


mientras tanto se realiza en el territorio donde estan cituados, el formal
establecim.t? deuna Parroq.a tengan por lo pronto los auxilios espiri-
tuales a q, con tanta just.* annelan, se les concede el necesario perm'so
por lo tocante a este Sup.or Gov.no y Vize Patronato R.l p.a q. interi-
nom.te edifiquen un Oratorio publico donde pueda celebrarse el S,to Sa-
erificio de la Misa y administrarseles los S.tos Sacram.tos y con copia auto-
rizada De este exped.te pasese oficio al S.or Prov.or Capitular a efecto deq.
por su parte concurra a la mas pronta realización de una obra tau útil y
conveniente a la Religión y al Estado, nombrando provisionalmente un
sacerdote q. baxo la correspond.te congrua q. afianzaran los vecinos
suplicantes Jes proporcione por aora aquellos auxilios q. solicitan, des-
pues de fabricado el referido Oratorio y de hallarse competen.tmte pro-
veido de tasos sagrados y demas necesarios pasamentos. — Basavilbaso.
— 31 —

Finalmente, mandaba que con copia autorizada del expe-


lente se pasara oficio al señor Provisor Capitular, a efecto
€ que, por su parte. concurriera a la más pronta realización
de una obra tan útil y conveniente a la Religión y al Estado,
nombrando provisoriamente un sacerdote que bajo la corres-
Pondiente congrua, que afianzarían los vecinos suplicantes,
€S proporcionara aquellos auxilios que solicitaban, después
de fabricado el Oratorio y de hallarse completamente provisto
de vasos y demás paramentos necesarios.
Como se ve, Francisco Fondar obtuvo la autorización im-
Petrada, para instalar un oratorio público o capilla,. en el
mismo paraje en que se levanta hoy la ciudad de Porongos.
¿Quién era ese Francisco Fondar, — para el que reclamo
los títulos de fundador de la Capilla de la Santísima Tri-
nidad y precursor de la fundación de la ciudad de Poron-
gos, — que congregó en el año 1801 a los vecinos de Po-
rongos, de Arroyo Grande, del Yi y de Maciel, proletarios
todos, llevándolos a disputar al latifundista de la región un
pedazo de tierra para construir en él sus ranchos, bajo la
protección de los delegados de la autoridad real y al abrigo
de la pretensión de los grandes concesionarios, para quienes,
en su desmedido afán de riqueza, todo territorio resultaba
pequeño y «desmedrado?
En algunos documentos su apellido se lee Jondar, en otros
Gondar, y con más frecuencia, Fondar.
Analfabeto era. La solicitud de los vecinos termina así: A
ruego de don Francisco Jondar por decir no saber firmar lo
hago yo: Gerónimo Alonzo de Castro. Pero lo precario de su
intelecto, no le impidió rebelarse contra el sistema prevalente
que ponía la tierra en manos de unos pocos privilegiados; se-
ce

ñalar rumbo a los humildes sin pretensiones pósteras, y arro-


jar al surco, en pleno reinado del absolutismo, una fecunda
semilla de libertad y de igualdad social.
Los datos que he reunido para reconstruir su modesta per-
sonalidad y exhumarla definitivamente del olvido, lo exhiben
infatigable, apremiado siempre por dificultades pecuniarias,
recorriendo la campaña en procura de bienestar. ¡Hermano
del gaucho o gaucho él mismo!
Ni guerrero, ni político, ni acaudalado. Por eso, su re-
cuerdo se ha extinguido antes de un siglo en la tradición oral;
por eso, ni una línea laudatoria consagra su memoria; por
eso, no lleva su nombre ninguna calle del pueblo que soñó
su mente de visionario. — ¡Todos lo ignoran!
En 1913 decía Rafael Obligado al poner en posesión de la
cátedra de literatura argentina a Ricardo Rojas, el glorioso
autor de ““La Argentinidad”? y de ““Mito de Plata””: ““Mien-
tras los hombres de acción externa ocupan con relieve el pri-
mer término, asaltan cumbres o baten enseñas, los otros, los
de la labor oculta, los pulidores del diamante humano, los
que encienden la chispa nacional, no aparecen en escenario
alguno. La historia, achatada bajo su birrete académico y tra-
dicional, no escucha más que clarinadas de victoria o triun-
fos de políticos audaces; ni una página para el vaquero y
el labrador, que son como la raíz de la nación; ni una pá-
gina para el primer industrial que fué entre nosotros el fa-
bricante de escobas y velas de sebo, es decir, de la limpieza
y la luz; ni una página para el que curtió la primer carona,
ereó la blandicia del primer recado y refractó en la plata del
tirador, del estribo o del regatón de la lanza las luces del
alma gaucha”.
pe
Ni una página tampoco, hasta este momento, para el pro
letario rural de mi historia, que encendió un foco inextingui-
ble de civilización en la cuchilla pedregosa de Porongos.
De varios expedientes judiciales que he revisado, surge la
semblanza de Fondar.
El 21 de Junio de 1783 compró a Santiago Bengochea una
suerte de chacra, situada en la costa del Arroyo Toledo, con
una casita de piedra, cubierta de paja, y una atahona vieja,
los anexos de ésta y animales que se utilizaban en la molienda,
obligándose Fondar a devolver al vendedor Bengochea los
bienes referidos, en determinada fecha, y junto con éstos la
suma de cien pesos,
En el momento de la retroventa hubieron dificultades que
fueron resueltas judicialmente, (1) Fondar no tenía dinero,
pero era propietario de unos caballos que ofreció a su acree-
dor como pago de la deuda. Bengochea no aceptó la propo-
sición.
En un otro sí del escrito de demanda, manifiesta Bengo-
chea que *“el dicho Fondar asiste la maior paxte del tiempo
en la Campaña”” y pide se libre orden á los comisionados de
la campaña para que lo hagan bajar 4 ésta ciudad””, á estar
a derecho ““y consiguientem.'”, ordenaxle que, pox sus piés,
ni ajenos salga de ella, sin contestar ésta demanda ó dejar
Apode.” instxuído «.* lo haga, bajo apexcibim.* de una multa”.
Como no pudiera cumplir en su totalidad la obligación con-
traída, le fué embargado a Fondar, para garantir el pago de
enarenta y dos pesos, siete mulas y dos caballos, que quedaba

(1) Expediente del Juzgado de lo Civil de primer turno, archivado


en el año 1785.
le del da

adeudando, un esclavo de su propiedad, llamado Miguel, ““ne-


gro atezado suyo propio como de hedad de veinte y siete años””.
Las leyes de Indias autorizaban la prisión por deudas, El
funcionario que practicó el embargo dejó constancia que “por
hallarse enfexmo el dho Gondar no lo condujo Pxeso, hallán-
dose el dho Negxo esclavo de éste embargo aseguxado en la
R. Caxzel á disp.” de éste Juzgado””.
El esclavo no fué sacado a subasta, lo que prueba que
Fondar pagó a Bengochea lo que le debía.
En el año 1788 le fué demandado a Fondar, por Gregoria
Pereira, ante el Alcalde de 2. voto de Montevideo, el pago
de una obligación de ciento cuarenta pesos. Tampoco recayó
en este asunto sentencia definitiva.
En ese mismo año de 1788, litigó don Francisco García, a
quien debía una suma de dinero. García construía para sí una
casa y Fondar acarreaba ladrillo para la obra. Decía el pri-
mero. que el ladrillo se lo llevaba Fondar a cuenta de lo que
le adeudaba. Este argúía que sólo le pertenecía el importe
del flete o acarreo y que no tenía inconveniente en que se
descontara de la deuda, pero que el ladrillo lo tomaba del
horno de X. X. y debía pagarlo García.
Don Miguel Solsona, procurador de Miguel Ignacio de la
Cuadra, dominado por claudicante encono de procurador,
hace de Fondar la siguiente presentación, en un escrito de
fecha 27 de Febrero de 1802 que más adelante transcribo:
““y tal vez se puede aseguxax, q.* ninguno de los q.* son de
esta clase habxá entxado en la pxetensión de la nueva Ca-
pilla, 4 excepción de un tal Fondax colono medianero de mi
paxte á quien pox habex cumplido el tiempo de su contxata
se le mandó desalojax el texxeno de mi paxte q.* ocupaba pox
35

Decxeto de V. E. de 28 de Noviembre del año pxóximo pasado,


én cuya vixtud se libxó el coxxespondiente Despacho paxa
su desalojo: Acaso éste sujeto p." pique, y p." venganza con-
txa mi paxte, es p." lo q.* habxá entrado en el complot de
los Otxos pxetendientes, cuya conducta dejo antes bosque-
Jada””. $
Seguramente los mejores datos sobre la vida de Francisco
Fondar están consignados en el juicio que le inició Miguel
Ignacio de la Cuadra por desalojo y rendición de cuentas,
antes las autoridades judiciales del Virreynato, en el año 1801.
Conjeturo la existencia de ese juicio, de acuerdo con un
dicho de Prudencio Zantellán que reproduzco más adelante.
Fondar administró durante seis años la estancia del
**Mangrullo””, una de las doce estancias de Miguel Ignacio
de la Cuadra.
En la Cuchilla de Villas Boas existe un ombú centenario,
al que los vecinos del paraje denominaban, cuarenta años
atrás, ““Ombú de Fondar”? (1). Actualmente se le llama
““Ombú de Escarce””. Junto al ombú existen cimientos de un
edificio que probablemente fueron la base de la estancia del
*Mangrullo””, en los días de la Colonia.
Un arroyo, de escaso caudal y extensión breve, que vierte
sus aguas en el Yi, ha heredado el nombre de la duodécima
estancia de Miguel Ignacio de la Cuadra.
En uno de los últimos meses de 1801 José Prudencio Zan-
tellán o Zantillán, empleado subalterno de Fondar en la es-

(1) Esa referencia meo la hicieron Loreto Gutiérrez, primo her-


mano de mi abuelo, y Seeundino Gutiérrez, hermano de mi padre, que
conocían el ombú desde sus mocedades.
tancia del '““Mangrullo””, gestionó ¡judicialmente “ciertas dili-
gencias preventivas para asegurar cel cobro de $ 25, que éste
le. debía.
Del respectivo expediente, archivado en el Juzgado Letrado
de lo Civil de primer turno, resulta que mi biografiado, ad-
ministrador de aquella estancia, cesó en dicho puesto por ven-
cimiento del contrato de medianería que había celebrado con
de la Cuadra por el término de seis años.
Caducado el contrato, de la Cuadra pidió el “lanzamiento
y separación””, de Fondar, que fueron deecretados, según Zan-
tellán, ““en vista del poco cuidado que hay de aquellos ga-
nados, carneando en el campo por solo un pedazo de carne,
desperdiciando cuero, sevo y grasa, como por tener noticia
puntual de los capataces, la matanza de torillada para solo
sacar la bota del pié: Por todas éstas razones a solicitado
Cuadra la separación y por el abandono que hizo Fondar'de
dicha estancia por euyos motivos está el ganado dispersado, el
que ocasionará muchos gastos para su recogida; y aún que a
Fondar le quede aleuna cosa será mui poco, respecto á que
me consta se han despachado órdenes por éste Gobierno á
los Jueces comisionados don Bernardo Bogarin, y don: José
Fernández, para que pague dos cantidades crecidas que deve
hace muchos años?”
Esa señalada hostilidad de Zantellánes un rayo de luz
proyectado sobre el motivo de mis investigaciones.
A mediados de 1801, terminado el contrato que lo vineulara
a Miguel Ienacio de la Cuadra, llevo Fondar a Cerro Largo
una tropilla de caballos que vendió a Jos portugueses “a cam-
bio de efectos”, de los cuales — dice Zantellán — le pedí
para un par de calzones, pero éste con pocas ganas de satis-
387 —

facer á sus acreedores me pidió un excesibo precio por un


paño ordinario y no combenido pasó a hacer sus ventas al
Pueblo de San José, desde donde me propuso me remitiría el
dinero que me deve; con más el servicio que le hizo mi hijo
]
! en la eonducción de cavallada ya referida nada ha eumplido;
y aunque después vendió otra porción de cavallos en la Co-
lonia igualmente me ofreció me satisfaría de estos, nada ha
verificado; y abandonando la est? pasó á B.* Ay*”,
Aventuras dienas de las del manchego ilustre, que dieron
por resultado la fundación de la Capilla de la Santísima Tri-
nidad.
Toda esa prolongada e ininterrumpida peregrinación de Po-
rongos a Cerro Largo, de Cerro Largo a San José, de San
José a la Colonia y de la Colonia a Buenos Aires, la realizó
Fondar como acarreador de caballos, en la primera etapa y
contrabandista' de paños en las etapas siguientes, con una
sola finalidad: financiar el viaje a la capital del Virreynato
del Río de la Plata, donde sería el representante genuino del
proletariado de los pagos de Porongos y portavoz de sus as-
piraciones de mejoramiento social y económico.
Apenas llevaba los recursos indispensables para cumplir tan
alto designio.
— 38—

IV

La solicitud de los vecinos de Porongos. — Su verdadera finalidad. —


Concedida la autorización para construir el templo, el latifundista
de la región se opone a ella. — Al argumento religioso, opone el
argumento religioso. — Fecha probable de la primer misa celebrada
en la capilla de la Santísima Trinidad. — Seis meses después, Fon-
dar pide autorización para erigir un pueblo en los contornos de la
Capilla y no se la hace lugar.

Meditando el petitorio de los vecinos de Porongos, se 0b-


serva, desde luego, que el deseo de tener un oratorio en el
que periódicamente se oficiara *“el sacrificio de la misa””, —
deseo muy sincero en aquellas humildes gentes educadas en
““el Santo temor de Dios””, — sólo constituía el motivo apa-
rente de aquél.
La verdadera y suprema aspiración de los proletarios, agru-
pados en torno de Fondar, era la de fundar un pueblo que
mejorase su suerte, haciendo posible la vida civilizada en la
campaña desierta.
Esa finalidad aparece hábilmente disimulada con manifes-
taciones de fe religiosa, único medio de ganar, desde el primer
momento, la protección de las autoridades, en aquella socie-
dad cimentada ideológicamente en un doble absolutismo, re-
ligioso y monárquico, en la que el aspecto religioso era en
todos los asuntos el fundamental y el primero que se exami-
naba.
Sed —

Construída la Capilla, sus alrededores se poblarían, más 0


menos tarde, lo que traería aparejado el consiguiente reparto
de tierras entre los pobres.
La oposición del latifundista de la región, don Miguel Igna-
cio de la Cuadra, surgió violenta y enconada. El decreto au-
torizando la erección de la Capilla, fué dictado sin que se
le diera vista para mejor proveer, del escrito de Fondar. Ese
decreto es de fecha 19 de Enero de 1802 y el escrito que se
verá más adelante, de Miguel Solsona, asesor de de la Cuadra,
del 27 de Febrero del mismo año.
El 1. de Febrero de 1802 la dirección de la Capilla fué
confiada a Fray Manuel Ubeda. Cuando Solsona impugnó el
petitorio de los vecinos de Porongos hacía varios días que
Fray Manuel Ubeda había iniciado su apostolado. La primera
misa debe haberse realizado del cinco al diez de Febrero, pues
es de presumir que, concedida la autorización, Fondar alma
mater de aquella obra, la llevaría a término de inmediato, '
previendo la oposición del latifundista y anticipándose a ella.
Miguel Jgnacio de la Cuadra creyendo lesionados sus de-
rechos de propietario, los defendió con armas de igual natu-
raleza a las esgrimidas por Fondar. Al argumento religioso
opuso el argumento religioso,
En los dinteles del siglo XTX las cosas eran aceptadas o
rechazadas, todavía, en nombre de Dios.
He aquí la dura oposición del latifundista:
““ Exmo. Señor: Don Miguel Solsona en nombre, y como
“* apoderado q.* notoriamente soy de Don Miguel Tgnacio de
¿“la Quadra, vecino hacendado de la ciudad de Montevideo
““ y Teniente Coronel de las milicias de Artillería de aquella
** Plaza, ante V, E. como mas haya lugar digo: que de ésta
** Capital de Buenos Ayres ha pasado á los campos de aque-.
““* lla otra Banda del Río de la Plata, donde mi parte posee
“* como suyas propias varias estancias pobladas de ganados,
““ un cierto Religioso Trinitario, que vino de Capellan en un
“* Barco de V. E. p.* q.* forme una Capilla en el paraje que
““le acomode entre los arroyos Grande Yy, y Maciel, 4 re-
** presentación de varios individuos, de los quales unos se
*“* juzgan son arrendatarios, de los terrenos concursados de
““la casa del difunto don Francisco de Alzáibar, y los otros
“* son Medianeros abilitados p." mi parte con toda clase de
ganados, casas y corrales costosos en algunas de sus Estan-
cias,
** Tiene Señor Exmo. éste proyecto un semblante de Reli-
““ gión q. arrebata, si se mira el fin espiritual á q.* se di-
“* rige; y p." eso habrá podido conseguirse, como se ha «con-
“seguido la enunciada Superior resolución de V. E. sin un
““ examen interior, y prolixo de las circunstancias, conducta
“* y modos de obrar, y pensar de los representantes: Pero en
““ sabiendo V. E., como con el mayor respecto lo hago pre-
““ sente á su superior justificación, q. el mayor número de
“* ellos se compone de las gentes vagas, y dañinas q.* andan
““ p." aquellos campos; q.* se quieren apropiar lo ageno de
** qualquiera modo q.* sca; y q.* no son tan anciosos p.” el
*“ culto Divino, ni p." el cumplimiento de los Preceptos de la
“* Telesia, como lo son p." la bebida, p." todo género de de-
“* sorden, p." el robo de ganados, p." su extracción, y por el
“* Comercio clandestino con los Portugueses; penetrará V. E.
“£ q.£ con la sombra de la Capilla, que se intenta edificar, lo
““ q.* se intenta en realidad p.” estas gentes es cubrir como
so

da08 un velo Santo sus criminales conductas, queriendo ha-


"cer creerá V. E. qe son personas de providad, y de buenos
. Procederes; y queriendo también tener un pretesto de re-
-Migión p+* obrar mas á sus anchuras, y no poder ser sepa-
- Tados del parajé en q.* les son más fáciles los robos y extrac-
“iones de ganados y el comercio clandestino p." la inmedia-
“ción 4 los Portugueses: Este es el verdadero y único in-
“ terés, q.* ellos procuran, no su espiritual aprovechamiento.
a Por otra parte los pretendientes no tienen propiedad, ni
* posesión alguna, en la qual deban ser mantenidos entre los
* Arroyos Grande, Yy y Maciel; pues todos aquellos terre-
“ nos en una pequeña parte serán del concurso de la casa de
“ D." Fran.“0 de Alzáibar, ó mas bien del Rey, como lo tiene
““ confesado D.* Gabriela de Alzáibar en un escrito, cuya có-
“ pia presento, y júro con el N.* 1, y en la mayor parte per-
“* tenecen á Don Miguel Ignacio de la Cuadra con títulos
“legítimos de propiedad y eon posesión continua de más de
“ quarenta años, como lo comprueban los dos testimonios, q.*
“igualm.'* presento, y juro, con los N.* 2 y 3: De manera
* que en el enunciado paraje no hay sitio alguno donde pueda
* edificarse la Capilla sin perjuicio de tereeros, y sin consen-
* timiento de sus respectivos Dueños.
“Ni hace falta semejante Capilla en el paraje que se de-
“signa; p." q. mi parte procediendo con las mizas de un
“verdadero Christianismo Apostólico Romano, sin ningún in-
“terés temporal, con desembolso suyo, y p* q* no solo el,
“y su familia, sino también todos los habitantes de aquella
“comarca tubiesen donde pudiesen cumplir el precepto de
“la Misa, intento y puso p.” obra el edificio un oratorio públi-
—49—

“* eo en la Quinta que tiene situada cerca del Río Yy (1) ; Para


“* euyo oratorio público obtuvo la completa licencia del Hl.=-
“* S.r Don Fray Sebastian Malbar y Pintos, Dígnisimo Obispo
“* q.* fué de ésta Diócesis en 17 de Febrero de 1784, como
““ consta del Testimonio q.* también presento, y juro con el
“* N.* 4, Desde ésta época existe el significado Oratorio, y
“* con el tienen los q.* son verdaderos cireumvecinos, y hom-
“* bres de bien, donde cumplir el precepto de la Misa: y tal
““ vez se puede asegurar, q.” ninguno de los q.* son de ésta
““ clase habrá entrado en la pretención: de la nueva Capilla,
“* 4 excepción de un tal Fondar colono medianero de mi parte
“* a quien p." haber cumplido el tiempo de su contrata se le
“* mandó desalojar el terreno de mi parte q.* ocupaba por
** Decreto de V. E. de 28 de Noviembre del año próximo pa-
** sado, en cuya virtud se libró el correspondiente Despacho
“* para su desalojo: Acaso éste sujeto p." pique, y p.” ven-
“* ganza contra mi parte, es p." lo q.* había entrado en el com-
“* plot de los otros pretendientes, cuya conducta dejo antes
“* bosquejada.
“* Por estas razones, y p. encargo particular de mi parte
“* hago oposición formal á el establecimiento de dicha nueva
** Capilla: Y mo tiene duda q.* ellas son muy suficientes, ó

(1) En Porongos, sexta sección, costa del Yi, campos de Escarce,


existe el ““Rincón de las Higueras'”, así denominado por varios árboles
de esa especie, de edad centenaria, vestigios de la Quinta de Miguel
Tgnacio de la Cuadra, Las ruinas del oratorio ya no existen. Hace cua-
renta años fué destruído el rancho de horeones de coronilla que de la
Cuadra refiriera como fundamento de su oposición a las aspiraciones
de los humildes de los pagos de Porongos, ¿Se ofició aMí misa, alguna
vez?
— 43 —
173

¿Para que desde luego se sirva mandar V. E. q.* se recoja


z
Su Superior Decreto p.* aquel establecimiento é imponer
. Perpetuo silencioá los pretendientes ó quando menos para
* que Se sirva mandar suspenderlo y q.* se me dé vista del
- Expediente p* hacer la oposición más en forma, y rebatir
- qualesquiera falsos fundamentos q.* hayan alegado: y por
“tanto, haciendo el pedimento más util.
“A V. E. suplico se sirva haberme p." presentado á nom-
- bre de D.” Miguel Ignacio de la Cuadra, con los quatro do-
““ eumentos, q.* he dicho y por opuesto á4 el establecimiento
“de la nueva Capilla: Y en su consequencia proveer y man-
“dar según y cemo acabo de proponer: pués así es justicia
““ q.* pido con costas ete. y juro. Exmo. Señor. — Miguel
“* Solsona”.

Cinco meses después de inaugurado el oratorio, Fondar soli-


citó autorización del Virrey para erigir un pueblo en los con-
tornos de la Capilla, como resulta del documento que a conti-
nuación se leerá. Pero la influencia decisiva del poderoso lati-
fundista de la Cuadra impidió que esa gestión prosperase.

Buenos Aires 24 de Julio de 1802.


Ex" Ss,

D." Fran.“ Gondar, hazendado en las inmediaciones del


Río Yi jurisdic." de esta Cap. por mi y en nombre de los
vezinos, hazendados en dicho Rio, Arroyo Grande y Cuchilla
grande, y asimismo el Arroyo que llaman de Maciel; ante
V. E. como mejor proceda de dró. paresco y Digo: Que ha-
llandose aquellas familias en un abandono, espiritual, y sin
—44_

las asistencias devidas en punto de Religión, dispersas p.”


aquellos campos, y olvidados de lo que devian tener mas pre-
sente; algunos de los vezinos Pobladores, se presentaron a
V. E. por mi medio manifestando el estado en q.* se hallaban.
y pidiendo licencia p.*? poder hacer un Oratorio publico, donde
pudiesen exersitar los actos de Religion, y tener el consuelo
y socorro en las necesidades espirituales q.* les acaeciesen. —
En efecto V. E. en un acuerdo con el S.* Provisor y Gov."
del Obispado (hoy difunto) se dignaron concederle la licencia
y mandar un Religioso de la Sma. jubilado de Coro y Predica,
q.* con licencia de sus Prelados vino a estas partes nombrado
Frai Manuel de Uveda.el qual renovando el espiritu de su
S.* Fundador. junto a las Gentes dispersas y despues de
anunciarles el S.'* Evangelio les dispuso p.*? q.* le erigiesen
a Dios una Capilla q.* sirviese de Oratorio publico, donde se
celebrase el S." Sacrificio de la Misa, y se administrasen los
demas Sacramentos conforme al Rito de la Iglesia, mediante
las facultades q.* se le fueron conferidas p." el Prelado. —-
Efectivam.* todos convinieron de un Oratorio publico, pro-
visionalm.** de ladrillos y paja, hasta tanto se eonstruia uno
capaz comforme a los posibles q.* cada uno aplicare p.* la
5. Obra, pero queriendo q.* esta es dela advocación de la
Sama. Trinidad, y sea erigida en Parroquia, p.” estar la del
Canelon tan distante q.* hay de treinta y cinco a quarenta
leguas y no poderse ministrar de ella el pasto espiritual a
aquellas obejas, donde hay serca de trecientas personas ca-
bezas de familia, y agregados q.* sirven de Peones p.* la re-
cogida de los Ganados, y faenas de Estancia, yv p* las siem-
bras y recogidas de granos q.* se hacen en aquellos parajes,
por esto les pareció conbeniente pedir á la Sup.” integridad
— 45

E. (como yo en su nombre lo pido) q- en consequencia


a 'Spociciones de las L. L., y de las mismas de $. M. se
de la S erigir y se erija en Parroquia con la misma advocasión
de les Ma. Trinidad, p.* q. asi tengan un Parroco as euide
in Almas de aquellas Gentes, y tengan el remedio espiri-
en todas las ocaciones q.” nesecitasen. — Que asimismo
$e conceda el poder erigir en los contornos de la Capilla un
ueblo con la advoc." de la Sma. Trinidad, q.* sea Villa en
4* puedán nombrarse Alcaldes ordinarios y Juezes Pedaneos,
al hayan de limpiar aquellos campos de ladrones, gente vaga,
Oclosa, visiosa y mal entretenida. — Y que respecto ser aque-
log Terrenos realengos, se nombre un Juez, p* q. en nom.
bre de S. M. y con la plena autoridad de V. E. reparta los
Terrenos q.*¿hayan de servir de asientos de Casas, ordenando
calles, y demas nesesario p.* la ereccion de un Pueblo, q.
deve ser entre el Arroyo de Zarandi y el de Porongos, donde
está: cituada actualm.* la Capilla, y q.* igualm.* se haga un
reparto delas Tierras de Estancia, y de Chacras a los vezinos
q-* tubiesen sus asientos de casa en el Pueblo, o se les con-
firme en la posecion q.* tubiesen, dandoles un Documento q.*
Sirva de comprovante delos Terrenos q.* ocuparen p. q.* asi
no' hayan diferiencias entre los vezinos, y quando quieran ha-
cer 'sus denunciones p.* radicarse en la propiedad de ellos a
cuio efecto se ha de dignar V. E. nombrar por Juez a D.”
'Ambrosio Vivero por Piloto a D.” Manuel Osores, por Ess."o
delas diligencias a D.” Mariano Jose Cren, sugeto en q." tengo
toda mi satisfac.” y por Maestro de Albañil y Picapedrero a
D.* Martin de Oteysa, personas practicas p.* tales mensuras,
repartimientos y delinaciones o las personas q.* sean del Sup.”
agrado de V. E. — Por todo lo qual, y haciendo el mas arre-
— 46—

glado pedimento, A. V. Ex.* pido y Supp.“* q.* haviendome


por presentado con el adjunto poder, se sirva prover en los
Terminos q.* llevo pedido p." ser de Just.* q.* imploro, juro
no proceder de malicia, y p.* ello. — ete.
Arruego de Fran.“ Gondar por mo saber firmar Juan
Pasq.* Barreiro.

B.* Air.* 9 de Agosto de 1802.


Vistos: llebese a debido efecto lo resuelto en autos de 19
de En.” y 16 de Marzo ultimos en quanto a la ereccion dela
Capilla u Oratorio Publico q.* por ellos se permitio construir
p.+* el beneficio espiritual de los vecinos y habitantes en las
inmediaz.** del Rio Yy y demas annexos, declarandose nue-
vam.'* q. por el citado permiso no debe pararle perjuicio al-
guno a D." Miguel de la Quadra en el dominio q. le corres-
ponda en aquellos terrenos ni en los demas dros. con q. legi-
timam.'* se concidere; y respecto a q. delas dilig.** practicadas
de orn. de esta Superior.* por el Juez comisionado D.” Lucas
Quintero se justifica en bastante forma q. la referida Capilla
se halla situada en las Tierras pertenez.*** a Quadra, se de-
clara igualm.'* no haber lugar a las solicitudes ultimamen.*
deducidas por Fran.“ Jondar por si y a nombre delos veci-
nos q. expresa; y no se admitan más escritos como está man-
dado -X- Basavilbaso. — En Buenos Ayres a onze de Agosto
de mil ochocientos y dos notifique el Su.* Decreto que an-
tecede a D." Fran.“ Gondar: doyfé. Basavilbaso. — Endose
de dho. mes y año notifique el expresado Sup.” Deereto a
D.” Miguel Solzona: doy fé. — Basabilbaso.
PE
+PE

Pray _ Manuel Ubeda. — Religioso trinitario calzado. — La orden re-


'glosa de los trinitarios. — Aventura que lo trajo a América. —
Es designado párroco de la Capilla de la Santísima Trinidad. —
Instrucciones con que part:ó a su destino. — Versión incompleta
de su obra. — Fuentes en que podrá documentarse su futuro his- .
toriador. — ¿Fué el fundador del pueblo de Porongos? — La do-
Nación de doña Inés Durán y los herederos de ésta. — Propietario
en la costa del Queguay. — ¿Ayudó a la causa artiguista? — Un
artículo de la Gaceta. — Una carta de Fray Manuel Ubeda.

Diez días después de haber sido concedida la licencia para


el establecimiento del oratorio público, el 1. de Febrero de
1802, el doctor Francisco Tubáu y Sala, Provisor Vicario Ca-
Pitular. Gobernador del Obispado de Buenos Aires, designó
al sacerdote que asumiría la dirección del oratorio.
Ese sacerdote fué Fray Manuel Ubeda, religioso trinitario
calzado, conventual de Barcelona, que por decreto inexeru-
table del destino llegó al Río de la Plata, después de arros-
trar mil peripecias, en los primeros días del año de 1802.
La orden religiosa de los trinitarios, instituída el año 1198
en Francia, en honor de la Santísima Trinidad, y aprobada
por el papa Inocencio TIT, tenía como misión atender a la
redención de cristianos cautivos entre los infieles. Su hábito
constaba de tres colores, en reverencia del misterio de la Tri-
nidad: el hábito blaneo y una cruz triangular de encarnado y
azul.
Había salido Fray Manuel Ubeda de la ciudad de Barce-
lona el 19 de Diciembre del año 1800, con las licencias de sus
—48—

Superiores y del Ministerio de Marina, en calidad de cape-


llán de la fragata, armada en corso y mercancía, “Nuestra se-
ñora del Pilar y Soledad””, que venía al Río de la Plata al
mando de sú capitán don Gerardo Esteve y Llach. (1).
España e Inglaterra se encontraban en estado de guerra
desde 1796, derivando este hecho un serio percance para Fray
Ubeda, y sus compañeros de travesía. La fragata “Nuestra Se-
- ñora del Pilar y Soledad
””, fué apresada en la latitud del cuarto
grado Norte de la línea ecuatorial por el navío inglés. ““Argos””,
de noventa cañones, que la llevó a Río Janeiro.
Sobrevino en 1801 la ruptura de relaciones entre España y
Portugal por haberse aliado aquélla a Bonaparte e invadido
y apresado sobre territorio peninsular, varias plazas fuertes

(1) Certifico el abajo firmado como salí de Barcelona el diez y nueve


de Noviembre del año mil ochocientos en la Fragata de mi mando
nombrada “Nuestra Señora del Pilar y Soledad”?, armado en corso
y mercancía, con destino a ésta capital, y estando en la latitud Norte
.de cuatro grados, nos apresó un Navío de Guerra Inglés nombrado el
““Argos””, de noventa cañones, y habiendo echado los pliegos, y. de-
más papeles al agua entre ellos inadvertidamente estaba la licencia
de los Superiores del Capellán de dicha Fragata el Reverendo Padre
y
Fray Manuel Ubeda, Religioso Trinitario calzado conventual de Bar-
celona: Y pava que conste a pedimento del mismo interesado «Joy la
presente en Buenos Aires, quince de Diciembre de mil cchocientos uno,
— Gerardo Esteve y Llach,
Declaramos los ahajo firmados ser cierto lo arrika contenido, pues
nos consta por haher venido en el mismo Barco de sobre cargo y por
ser así verdad, lo juramos por esta señal de la Cruz. +. Buenos Aires,
fecha ut, supra. — Domingo, Miro y Julio. Juan Bautista Ferrer y
Caminado,
(Archivo de la Escribanía de Gobierno y ITacienda. — Expediente
número 50 de los traídos de Buenos Aires, página 52).
—49—

portuguesas, dando ocasión este hecho para que se impidiese


a Fray Manuel Ubeda la salida de la Colonia portuguesa.
El 6 de Junio de 1801 se celebró un tratado de paz entre
ambos estados beligerantes y meses más tarde, las autoridades
portuguesas remitieron a Ubeda al Río de la Plata, a bordo
de la fragata “Cleopatra”.
Partió Fray Manuel Ubeda para su nuevo destino de Po-
rongos, con las siguientes facultades e instrucciones: *“el Doe-
tor Don Francisco Tubau y Sala, Canónigo de Merced de ésta
Santa Iglesia Cathedral, Provisor Vicario Capitular Gober-
nador de éste Obispado de Buenos Aires Sede - Vacante, y Te-
niente Vicario General de los Reales Ejércitos, y Armadas
de éstas Provincias del Río de la Plata por aútoridad Apos-
tólica, y nombramiento del Eminentísimo, y Excelentísimo
señor Cardenal Patriarca de las Indias etc. etc.; Por cuanto
el Excelentísimo Señor Don Joaquín del Pino, Virrey, Go-
bernador y Capitán general de éstas Provincias nos ha ma-
nifestado la grave necesidad espiritual en que se hallan los
vecinos de las inmediaciones del Río Yi, Cuchilla Grande,
Arroyo Grande, y el Maciel por su superior oficio con que
nos acompañó el expediente original obrado por dichos veci-
nos, pidiendo nos sirviésemos nombrar provisoriamente un
sacerdote que haga la correspondiente congrua les proporcione
los auxilios, que solicitan. Por tanto y teniendo como tenemos
entera satisfacción y confianza del Reverendo Padre Fray
Manuel Ubeda Religioso Trinitario calzado por el tenor de los
presentes le deputamos y nombramos, para que pase a dichos
destinos, y al efecto le concedemos todas las facultades nece-
sarias para el uso, y ejercicio de éste encargo, y para que
pueda administrar y administre el Santo Sacramento de la
4
eos

penitencia a todos las personas de uno y otro sexo, sujetos a


nuestra Jurisdicción Ordinaria, y a la Castrense; y así mismo
todos los demás sacramentos aún aquellos que no suelen admi-
nistrarse sino por los Rectores de las Iglesias Parroquiales:
dándole como le damos también la facultad de celebrar, y
autorizar el Santo Sacramento del matrimonio .arreglándose
en todo para ello á lo dispuesto por el Santo Concilio de
Trento, y recibiendo y tomando antes de las Proclamas el
consentimiento á los contrayentes con arreglo á las Reales
Disposiciones de la materia no procediendo en los matrimo-
nios de los militares, ó de personas, que gocen del privilegiado
fuero castrense sin especial comisión nuestra, que ha de pedir
y Obtener en éste Tribunal cada pretendiente presentando da
licencia, que tenga de su inmediato Jefe para contraer ma-
trimonio. Ygualmente le concedemos y damos la facultad de
absolver de los casos reservados sinodales de éste obispado, y
la de habilitar entra confeccionem á los consortes incestuosos
adpetendum debitum en consideración á la larga distancia,
que media para ocurrir en cada caso particular á éste Tri-
bunal; por euyo motivo también, y por lo distantes que se ha-
llan dichos vecinos de su legítimo Parroco y Vicario le damos
facultad para ejercer con los expresados habitantes del Yí,
Cuchilla Grande, Arroyo Grande y de Maciel las veces de tal
Vicario Taranco, Juez Eclesiástico, actuando en todos los ne-
gocios, que se ofrezcan pertenecientes á dicho Ministerio por
ante dos testigos. Todas las cuales ejercerá el nominado Reve-
rendo Padre Fray Manuel Ubeda en iel Oratorio Público, que
allí van á establecer, y fundar los expresados vecinos con los
juramentos necesarios, para los expresados ejercicios, y fun-
ciones Parroquiales, y en el interín en la casa ó lugar de-
ta

cente, que provisoriamente se elija. Y para que éstas letras


lleguen á noticia de todos aquellos fieles, se leerán en un día
festivo al tiempo de la misa á efecto de que le tengan y re-
conozcan con las facultades contenidas; previniendo al men-
cionado Fray Manuel nos avise y nos dé cuenta de los casos
particulares, que le ocurran para proporcionar el remedio en
lo que completa á nuestra jurisdicción y conocimiento. En
testimonio de todo lo cual así se las despachamos, libramos y
demás firmadas de nuestra mano y autorizadas del presente
Notario, en ésta muy noble y muy leal ciudad de la Santísima
Trinidad. Puerto de Santa María de Buenos Aires á primero
de Febrero de mil ochocientos y dos años. — Doctor Francisco
Tubau y Sala. — Por mandato de su Señoría. — Mauricio de
Alba. (Fojas 58, v. á 60 v. del expediente N.* 50 citado) ””.
Poco es lo que sé aún de la obra benemérita que realizó Fray
Mamuel Ubeda al frente de la Capilla de la Santísima Tri-
nidad, que dirigió hasta el año de 1823, fecha de su muerte (1).
Pero tengo la seguridad de que a poco que se investigue,
se podrá reconstruir esa última etapa de su preciosa vida,
íntimamente vinculada a la primera etapa de Porongos.
Yo me había impuesto, con gusto, ese deber, en la época

(1) A fojas once del libro primero de Entierros, de la parroquia


de Trinidad, luce la siguiente partida: Fray Manuel Ubeda. Año de
mil ochocientos veintitrés, día cinco de Mayo, el Reverendo Padre
Fray Miguel Ruis en el Durazno, dió sepultura Eclesiástica con en-
tierro mayor cantado, oficio y misa de cuerpo presente y varias pom-
pas al cadáver del adjunto y Reverendo Cura de esta Parroquia, Fray
Mamuel Ubeda Trinitario que murió ayer de enfermedad natural, de
edad sesenta y más años; y como Teniente Cura de ésta Parroquia
de la Santísima Trinidad, doy fé. — Pedro Elías.
—52—

en que fuí diputado nacional; y el no poderlo realizar, el


tener que abandonar a mitad de la jornada la tarea investi-
gadora, con tanto entusiasmo emprendida, en homenaje al
departamento en que nací, ha constituído una de mis inquie-
tudes.
Otros, más felices que yo, podrán continuarla y deben con-
tinuarla. : :
A ellos indico dos posibles fuentes, en que podrán «docu-
mentarse. ]
Una es el Archivo del Arzobispado de Buenos Aires: la otra,
el “Histórico Nacional”? de Madrid, a donde confluyeron las
colecciones particulares de los monasterios y conventos clau-
surados en el transcurso del pasado siglo, que contenían la
correspondencia epistolar enviada de Indias a aquellas insti-
tuciones religiosas. (1).
Queda dicho que Fray Manuel Ubeda administró la Capilla
de la Santísima Trinidad hasta el año de su muerte.
¿Fué el fundador del pueblo de Porongos? Tal ha sido y es
hasta este momento, la creencia divulgada que tiene como fun-
damento la escritura de donación otorgada en 14 de Abril de
1804, por doña Inés Durán, de legua y media de terreno en
cuadro, a favor de Ubeda ““para que previos los permisos de
la Superioridad y demás Jueces que corresponda pueda re-
partir dicho terreno a los vecinos en él poblados hasta el día
y á los que en adelante quisieran poblarse sin exced erse de

(1) Ho encontrado la afirmación de ese hecho en la exposición


de motivos de un interesante proyecto, auspicioso para los estudios
históricos, presentado por el diputado Jcsé Enrique Rodó, en la $e
sión de la Cámara de Representantes del 25 de Marzo de 1911.
—b3—

Palio que se señalan lo que ejecutará en beneficio común,


pea ual y temporal debiendo separarse el paraje y límites
A recas dicha cesión cuando el sobrino de la compa-
, Don Juan Durán, pase al efecto á dicho terreno,
dando para ello el poder más absoluto que se requiera y en
SU virtud puedan dichos vecinos poseer, disfrutar y gozar a
de Voluntad del terreno que dicho religioso les diera, dispo-
Hiendo “deél como de cosa propia, con buen título como en
realidad lo es, y por virtud de esta escritura le confiere”.
. Opino también que Fray Manuel Ubeda fundó el pueblo
de Porongos. Pero no doy a la escritura de donación, que en
Su parte sustancial he transcripto, la importancia que otros le
han dado por desconocimiento del asunto. Dicha escritura es
exponente de la voluntad de doña Inés Durán que, muerto Mi-
guel Ignacio de la Cuadra, resolvió, piadosamente, terminar
la lucha en que fueron parte su esposo y los proletarios de la
O
región. ¿Pero esa decisión de doña Inés Durán fué respetada
por sus herederos y conocida por Ubeda ? Ñ
No' fué respetada por los herederos. Ál liquidarse las tes-
tamentarías de Miguel Ignacio" de la Cuadra y de Tnés Durán
los “campos: én que existía la Capilla fueron adjudicados a
doña' Matilde Durán, quien el 15 de Febrero de 1811 presentó
al Gobernador Vigodet un extenso escrito, impugnando la vieja
aspiración de los vecinos de Porongos de construir sus vi-
viendas junto a la Capilla, en el que recayó la siguiente pro-
videncia: “Montevideo, diez y nueve de Febrero de mil ocho-
cientos once.Y vistos guárdese lo proveído en autos de quince
y diez y siete de Enero próximo en cuanto á no ser admisible
la denuncia de los vecinos de la Trinidad, no sólo por las
razones en que ellos se fundaron; sino porque resulta de los

e
—54—

documentos presentados por doña Mátilde Durán á fojas treinta


y cuarenta y dos buelta que la conlesión para la ereacción de
una Capilla no debía perjudicar a Don Miguel Ignacio de
1a Quadra eh sus legítimos derechos, según el literal con-
texto de los autos, y providencias del Superior Gobierno. Y
porque habiendo don Francisco Jondar por sí, y a nombre
de los demás vecinos, por su escrito, que en dichos documen-
tos corre a fojas cincuenta y tres, solicitado en la Superio-
ridad erigir en los contornos de la Capilla un Pueblo con los
terrenos, que suponía realengos, el qual debía situarse entre
el arroyo de Sarandí y el de Porongos, haciéndose reparti-
miento de tierras, se pronunció por el mismo Superior Go-
bierno el auto de nueve de Agosto de ochocientos dos, en que
se declaró nuevamente, no sólo que el permiso para la Ca-
pilla no debía pararle perjuicio alguno al referido Quadra
en el dominio que le correspondía en aquellos terrenos, ni
en los demás derechos con que se considerase; sino no haber
lugar a la solicitud de Jondar, ordenándose no se admitiesen
más escritos sobre el particular; cuya providencia volvió a
reiterarse en auto de once de Mayo ochocientos cuatro, se-
gún el documento presentado por los mismos contrarios a fojas
diez y seis de que se hizo mérito en el de este Gobierno de
diez y siete de Enero ya citado. Y por cuanto los vecinos de
la Trinidad, y Jondar con sus nuevas tentativas no sólo se
burlaron de las superiores prevenciones, sino que con el trans-
curso del tiempo, sorprendieron a ambos Gobiernos malicio-
samente y con obrrepeión, y Sub denunciando lo mismo que
se les negó, imponiendo perpetuo silencio, que equivale a no
deberse reputar por partes en lo sucesivo, guárdese lo pro-
veído en las superiores relacionadas resoluciones, sin que
e E

pueda tener efecto de recusación del Asesor de Gobierno, por


no ser Jondar, ni los vecinos partes legítimas. y por no po-
derse en el presente asunto dirigir su dirección a más que al
eumplimiento de las providencias superiores, que se llevarán
a puro y devido efecto con condenación de costas a los vecinos,
y a Jondar para lo que se pasarán los autos al Tazador, y
antes al L.* Donado, que regulará el honorario del Asesor. Y
para que del todo quede concluido éste asunto, y atendiendo
a la exposición de doña Matilde de haver procedido por error,
ignorancia o mala dirección a denunciar sus mismos terrenos,
según lo acreditan sus documentos, que quedando certificados
se le devolverán, suspéndanse las diligencias que a solicitud
de ella se estaban practicando, no sólo por tan poderosa ra-
zón, sino porque haun quando hubiera algún sobrante, éste
fué comprendido en la tazación general de los terrenos que
ofreció don Martín José de Artigas de orden del señor Juez
de tierras, don José Rivadeneira a fojas diez y siete de los
documentos: aceptándosele a la referida doña Matilde en ca-
lidad de donativo los trescientos pesos del otro sí de su escrito,
de que se le darán las gracias a nombre de S. M.*, no debiendo
el Actuario admitir más escritos sobre el particular, y expi-
diéndose al Comisionado la orden para la suspensión de las
diligencias con un serio, y formal apersevimiento contra todos
los que entorpecieron la comisión con protextas, debienda no
interrumpir las providencias del Gobierno a quién debían di-
rigirse, — Vigodet. — D.% Elías. — Ante mí: Fern.? Ign.?
Márquez. — En dicho día notifiqué el anterior auto a doña
Matilde de Durán, doy fé. — Márquez. — En dicho día re-
ferido, hise otra notificación como la anterior a don Gregorio
Quincosis, doy fé, — Márquez. — Nora: Con esta fecha se

w
o bes

libró orden al comisionado de la Capilla Trinidad según se


previene en el anterior decreto, y se entregó a la parte para
su dirección y lo anoto. — Márquez”.
Demostrado queda que los vecinos de Posonnón: ignoraroón la
donación de doña Inés Durán durante muchos años. De lo con-
trario hubieran limitado con ella las pretensiones de doña Ma-
tilde Durán. Lucha esa, del latifundista con el proletariado
rural, del mero poseedor con el propietario apergaminado,
generadora de infinidad de episodios inéditos, interesantísimos,,
que no han tenido historiador!
Fray Manuel Ubeda fué el fundador de Porongos porque ad-
ministró durante veintiún años la Capilla de la Santísima
Trinidad, centro a que convergieron en demanda de protece-
ción espiritual los vecinos todos de la región; porque desde
que llegó a Porongos adhirió resueltamente a la causa de los
vecinos del pago que después de haber conseguido autoriza-
ción para construir la Capilla pretendían que se les otorgarán
junto a ésta, pequeñas parcelas para levantar sus viviendas
humildes de terrón y paja; porque ejerció autoridad civil,
en forma permanente, sobre los adherentes al culto religioso.
desde la capilla histórica, y en uso de esa autoridad, repartió
solares a los pobladores de Porongos (1).

(1) En el archivo municipal de Flores, he encontrado un sólo tí-


tulo que tiene su origen en el reparto hecho por Fray Manuel Ubeda.
Ese indicio es suficiente, en mi concepto dada la forma defectuosa en
que se ha conservado aquel archivo, como prueta de que fué Fray
Manuel Ubeda quién hizo el reparto de solares. El referido títutv
tiene el número 47 del legajo 13, y está precedido de una solicitud de
fecha 22 de Enero de 1833, que diec así en la parte que interesa a
mi relato: — Señor Presidente y Vocales de la J. E, A. Don Anselmo
Pe ER

En 8 de Noviembre de 1810, el señor Felipe Flores, “ve-


cino de la Capilla de los Porongos””, que con anterioridad a
esa fecha había poblado ““una suerte de estancia realenga
con toda clase de ganado en la costa del Queguay, y entre
el arroyo que llaman Sarandí y Guaviyú””, poseyéndola “*
contradicción alguna, y ninguna fatiga”, solicitó título de
Propiedad de dicho campo ante el Gobernador don Gaspar
Vigodet.
Con fecha 11 de Agosto de 1821, don Felipe Flores, vecino
de la Villa de la Santísima Trinidad de los Porongos cedió
el derecho que tenía a ese campo que resultó tener cuatro le-
guas de superficie, en eseritura que autorizó en Montevi-
deo el Escribano Luciano de las Casas, a Fray Manuel Ubeda
“por cuanto el Reverendo Padre Fray Manuel Ubeda, cura
de la expresada Villa de su vecindario, — decía Flores, —
suplió al otorgarse cuanto fué necesario para aquellas dili-
gencias (aludía a las informaciones de realengo, mensura y
avalúo), sin que hasta el presente le haya reembolsado su
importe; no siéndole tampoco posible satisfacer el derecho
de composición, y siéndole deudor de varios favores y con-
sideraciones que le ha dispensado y le dispensa?”
Fray Manuel Ubeda, “cura vicario interino del Pueblo de
la Santísima Trinidad”?, solicitó en Mayo 21 de 1822, título
de propiedad de ese campo. El Fiscal Llambí, a quién pasó

Chavarría, hacendado y de este vecindario, ante ustedes se presenta


y dice: Que hayándose encargado Fray Manuel Ubeda de la repar-
tición de los terrenos solares de esta Villa, le concedió uno de cin-
cuenta varas de frente al Norte con otras eincuenta varas de fondo
al Sur, situado en la cuadra que sigue a lo de Lensano y al mismo
lado....?”
— 58 —

en vista el petitorio de Fray Ubeda, expresó que el expe-


diente se hallaba ““en estado de pasarse a Junta Superior
de Real Hacienda”, pero recordó asimismo “las disposicio-
nes legales sobre venta de bienes raíces a religiosos”. El Ba-
rón de la Laguna prescindiendo de la observación del doctor
Llambí reguló ““la moderada composición””, en 34 pesos cada
legua cuadrada.
Los datos expuestos han sido tomados del expediente en-
cuademado del archivo de la Es. de G. y H. correspondiente
al año 1822, números 164 al 171.

¿Prestó su concurso, Fray Manuel Ubeda, a la causa arti-


guista, en la lucha por la Independencia?
En la página 75 de su obra ““Influencia del clero en la
Independencia Argentina”, Monseñor Agustín Piaggio re-
produce el siguiente artículo, publicado por “Un observa-
dor””, en el número 19 de la ““Gaceta””, correspondiente al 10
de Enero de 1812: — “*“Los párrocos de la Banda Oriental
han dado ya testimonio de esta verdad (de la persuación de
la justicia de la causa de la Independencia), y los inmor-
tales curas don Santiago Figueredo y el Padre Fray Manuel
Weda, cura de Porongos, español de Valencia y de cincuenta
a sesenta años de edad, cuyos nombres pronunciará con
asombro y veneración la más remota posteridad, nos dicen
desde las márgenes del Uruguay, que saben ser párrocos sin
dejar de ser ciudadanos, y que respetan los derechos de la
patria, a la par de los augustos derechos de la religión. A
estos principios brillantes corresponde la instrucción y doc-
trina que ofrece incesantemente a los soldados y familias
del valiente ejército de Artigas””.
—59—

Fray Manuel Ubeda se define él mismo, por lo que dejó


escrito.
Si el estilo es el hombre, he aquí un trasunto fiel de su
espíritu suave y admirable, en el escrito que sigue, en que :
aboga decididamente por la causa de los proletarios que
acaudillaba Jondar, y nos cuenta las peripecias de su inadver-
tido viaje a América y la impresión que le produjo la llegada
a la cuchilla pedregosa en que se alzaba la Capilla de la San-
tísima Trinidad.
Excmo. señor. En contestación a la apreciable de V. E.
de 18 de Julio último recibida el 14 del actual, debo infor-
mar a V, E., que salí de la ciudadde Barna el 19 de Di-
ciembre de 1800, con las licencias de mis superiores, y del
Ministerio de Marina, como consta de la adjunta certifica-
ción, en calidad de Capellán de la Fragata armada en corso
y mercancía nombrada Nuestra Señora del Pilar y Soledad
su Capitán don Gerardo Esteve y Llach, — econ destino a
ésta, y al cuarto grado Norte de la Línea, nos prisionó un
Navío Inglés, y nos llevó al Río Janeiro, antes de tener pro-
posición de salir de allí, declaró nuestro C. M. la guerra a
su M, Fidelísimo, motivo por el cual nos privaron la salida,
y cuando se efectuó la mencionada guerra, hiciéronos pri-
sioneros los Portugueses, seguida la Paz el Gobierno Portu-
guéz me remitió aquí con la fragata de otra nación la Cleo-
patra, como a V. E. le consta pués soy yo uno de los que
remitió aquel Superior Gobierno.
De aquí puede inferir V. E. la pobreza e infelicidad con-
que me allaría al cabo de nueve meses de prisionero, impo-
sibilitado por entonces de restituirme al retiro de mi claus-
tro por falta de medios.
—60—
A pocos días de haber llegado a ésta salió la adjunta con-
cesión de V. E., mandando al Señor Provisor pusiese un Sa-
cerdote que administrase todos los sacramentos en el. Ora-
torio Público, que acababa de conceder por la grande nece-
sidad en que se hallaban los vecinos de las inmediaciones del
Río Yi, Cuchilla Grande, Arroyo Grande, y Arroyo de Ma-
ciel, el Señor Provisor me destinó con los aliatos despa-
chos de Vicario. UE
Aseguro a V. E. que el primer día que llegué a mi destino
me hubiese vuelto al no considerar la grande necesidad es-
piritual de aquellos campos, y lo útil que es, el estableci-
miento de éste oratorio cid a la Patria, alSE y a la
Religión.
Señor Excmo. Sin leona, en el sien que 0 falte. no
ha de haber Sacerdote que quiera incomodarse a estar solo
en un cuchilla en el paraje más pobre del campo, pasando
mil incomodidades, pués pasan los quince y veinte días sin
poder gustar el Pan, apesar de tener el cuidado de hacerlo
conducir a veces de quince y veinte leguas, sin hallar ver-
dura alguna, pués allí sólo se encuentra carne, a más Je
ésto pocas utilidades, porque la uma parte de los vecinos son ad

medianeros de don Miguel Ignacio de la Cuadra, y por miedo


de su Patrón, no contribuyen en nada, aunque tengan Vo-
luutad. La otra parte son unos pobres arrendatarios. del
difunto Alzáibar que de cuatro vacas que tienen han de pa-
gar su arrendamiento, de manera que lo poco que agencio
con las misas y derechos parroquiales lo invierto en aumento
de la Capilla, y sus ornamentos, todo ésto lo hago y sufro
con gusto, y por Dios con la esperanza de que algún día la
piedad de V. E., que ha concedido ese gran alivio espiritual
ED; AR

aquellos pobres, les concederá el poderse poblar, y hacer su


rancho junto a la Iglesia para poder asistir a Misa y fun-
ción de ella, pués es una lástima que haciendo un poco de
mal tiempo, ya no pueden asistir por no tener donde refu-
jiarse.
Esta buena esperanza que me hace sufrir con gusto, éstas
y otras muchas incomodidades, considerando que en breve
la piedad de V. E. lo pondrá en estado estable y perma-
nente, donde puede permanecer con decencia cualquier otro
Sacerdote, y yo retirarme al descanso de mi celda, es la que
ha dado lugar,al señor que acudió a Ja Corte contra V. E.
por haber concedido el mencionado Oratorio, e instando igual-
mente para mi embarque, porque está cierto que esta obra
tan meritoria que V. E. ha hecho ante los ojos de Dios, que-
daron en la nada por los motivos ya expresados, y si per-
manezco en esta teme se efectúe la población a causa de que
sabe que si aquellos pobres piden como deben a V. E. no puede
otro señor alegar razones suficientes para impedirle, pués
en todo el basto terreno que posee como San Gregorio y San
José, los Porongos, y Maciel hasta el Yi, que hay más de vein-
ticineco leguas de fondo, y diez, doce y catorce según los pa-
rajes de frente, no tiene más que una suerte de Estancia de
media legua de frente, y una y media de fondo, que compró
a don Pedro García Villasante, otra de igual magnitud que
permutó con don Francisco Sequeira, otra que le dió el señor Go-
bernador anterior del señor Viana, y otro señor Viana la aprobó
un terreno de cuatro y media leguas de fondo, y dos leguas
y varas de frente de manera que el Señor Capitán Artigas
que fué el tasador, después de haber nombrado por menudo,
concluye diciendo, que el total de los terrenos que contienen
— 62—

los cinco arroyos susodichos a saber San Gregorio, San José,


Porongos, Maciel y Yi, que forman una especie de ángulo
cuadrado, incluyendo las tres suertes de estancia, el terreno
de.las dos leguas y varas de frente, y cuatro y media leguas
de fondo, son sobras y todo son cinco leguas y ochocientas
varas de frente, y ocho leguas menos mil varas de fondo, todo
lo cual fué tasado en mil pesos fuertes, de lo que pago el
diez por ciento que son cien fuertes.
Ya vé V. E. el engaño tan manifiesto que ha hecho a
S. R. M., pués hay cinco leguas y ochocientas varas de frente,
y ocho leguas menos mil varas de fondo, no son la cuarta
parte de los terrenos que contienen los linderos expresados.
lo que es contra lo dispuesto por S.-R. M. en los capítulos
7 y 8 de la cédula dada en San Lorenzo el año 1754, Es
en ésta de Buenos Aires a 29 de Agosto de 1803. — Fray
Manuel Ubeda Relig.2 Trinit.2 Calzado. (Páginas 61 y 62
cuanto tengo que informar a V. E., y por ser verdad lo firmo
del expediente número 50, citado).

ns
APÉNDICE

Lista delos Vezinos queseallan Poblados desde lacosta del


arroio grande hasta Elarroyo e Maciel, tanto como los
Solteros, Vezinos. — Primeram:.'".

Jose Benites casado conquatro, hijas casadas. Yuna soltera


Y quatro hijos barones solteros.
Manuel Benites casado contres hijos barones una hija ca-
Sada, y quatro solteros empleados enel servicio de lRey.
Andres Barcía Soltero, Isidro Paradas Solteros Phelipe
Amaiano casado conuna hija.
- Phelipe Flores casado Empleado en el servicio del Rey.
Ant.” Ferreíra Soltero;
Juan Mílan Casado. -dos solteras, y
con dos hijas casadas
un hijo Soltero.
Tomas Milan casado conseís hijas casadas, quatro solteras,
y tres hijos Solteros.
Juan silba con tres hijos ydos hijas Solteras.
— 64—

Ramon Molina Casado,


Maríano Lop.*, casado,
Fernando Belasco casado condos hijos Barones.
Juan Belasco casado eonsineo hijas casadas y dos Solteras,
y quatro hijos, dos casados y dos solteros.
Juan Fran.“ Belasco casado condos hijas, y unhijo,
“Manuel Cruz casado conseys hijas, y dos barones Solteros.
Rafael Pedreira casado conhijo.
Pedro Callorda casado, con unhijo y tres hijas.
Bernardo De osuna Soltero,
Ant.” Gutierres casado, con ocho hijas dos casadas y seis
Solteras Y unhijo Soltero, .
Pablo Ballejo casado.
Jose Arias casado con quatro mugeres, y unbaron
Míguel Gámará casado, con una hija casada.
Pedro Benites condos hijos casados. .
Clara Chavarría Bíuda con tres hijos, y una hija soltera.
Manuel del Toro casado, condos hijos, y dos hijas Solteras.
Mhnriano Almiron Biudo.
Pedro Airala casado, eondos hijos, y una hija Solteros. .
Luis Decastro, casado condos hijas y dos hijos, Solteros.
Diego Ruis casado con dos hijos y dos hijas solteros.
Domingo Caseres Casado.
Fausto Islas casado con quatro hijos solteros y una hija
casada, y otraSoltera.
Baltasar Senas casado condos hijas, y un hijo soltero.
Juan SesPedes casado conquatro hijos, de los quales uno
casado.
Bernardo Bogarin Soltero.
Rafael Sosa con ocho hijos casados.
Martina Sosa Viuda contres hijos, y una hija soltera.
Blas Carpintero casado, con dos hijos, y una hija.
Fran.“ Jondar Soltero.
Jose '[Ant.* Oroño casado consiete hijos, y una hija Sol-
teros.
Modesto Gonsales Soltero.
Felipe Nuñes Buido condos hijos unacasada yellBaron Sol-
tero.
Lucas Quintero casado condos hijos, y una hija soltera,
Gregorio Tauris casado conquatro hijas.
' Jose Fernandez casado condos hijos, y cinco hijas Sol-
teras y dos casadas.
Jose Gomes casado contres hijos, y una hija Soltera.
Luis Cabral casado condos hijos solteros.
Martin Gonsales easado con sietehijas y cinco casadas y
dos Solteras, ydos hijos Solteros,
Casamiro Callero casado con una hija soltera.
Bartolo S. Jose casado con quatro hijos y tres hijas, y
Unacasada,
Casamiro Senas Soltero.
Labiuda Maria Gerra del Finado Fran.“ El Gallego con-
sinco hijas,
==

Fran.“ 'Trelle casado con:familia


Rosas Chala confamilia, Ñ
Fran.“ Ferreira Casado, tiene dos hijos.
Manuel Pasalagua, tiene seis hijos, y hijas.
Andrés Alparin, casado tiene unhijo.
Vizente Noriega, casado, y tiene tres hijas.
Rita Escudera, tiene, Quatro hijos barones,
Juan Rosario casado, Quatro hijos barones Ytres Mugeres.
Ig.” Real, casado.
Bentura Chalas casado, consinco hijos y tres mugeres,

Arruego, deFran.“0 Jondar. Y p." nosa-


ver Firmar, Lo Firmo Yo, Jose Mar-
ques. — Franco Ferreira, — Arrue:
go de Luis de Castro lo Firmo Miguel
Martinez. — “Arruego de Josef Benitez
por ho saber firmar Firmo ]yo: Geronimo
Alonso de Castro, — Arruego de Ma!
nuel Benites; “Por non Saber Fyrmar,
Firmo Yo: Juan Antonio Dominges—
Vicente Gonzales y Noriega,
E
PBRAS DEL MISMD AUTOR

TUPAMBAÉ—
AS Preliminares de la batalla.
E o
TUPAMBAÉ—
o Primer día de batalla.

TUPAMBAÉ — .
Segundo día de batalla y su-
j “estos posteriores?
PASO
O
DEL PARQUE.
da

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