Tema 56. El Arte Clásico. Grecia y Roma.

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TEMA 56.

EL ARTE CLÁSICO: GRECIA Y ROMA

INTRODUCCIÓN.

1. EL ARTE DE GRECIA.
1.1.Arquitectura.
1.2.Escultura.
1.3.Cerámica.
2. EL ARTE DE ROMA.
2.1.Arquitectura.
2.2.Escultura.
2.3.La Pintura Mural y el Mosaico.
2.4.El arte Tardorromano.

CONCLUSIÓN.

BIBLIOGRAGÍA.

WEBGRAFÍA.
INTRODUCCIÓN.

Podemos considerar a la Antigua Grecia como el primer territorio de Europa que destacó por su
desarrollo artístico. A partir de la asimilación de las formas del arte egipcio y persa, el arte griego
continuó evolucionando en una búsqueda estética de la belleza ideal, basada en la imitación de la
naturaleza, el uso de la razón, la proporción y la armonía, que sirvieron de modelo e inspiración en
épocas posteriores. Por otro lado, el arte romano se convertirá en el gran transmisor del legado
clásico por toda la cuenca mediterránea, introduciendo ciertas innovaciones como el retrato o el
relieve histórico en escultura, o nuevas tipologías como las termas, la basílica, el anfiteatro así
como la construcción de grandes infraestructuras como puentes, acueductos o calzadas romanas.

1. EL ARTE DE GRECIA.

Son varios los elementos que tuvieron que confluir para dar lugar al desarrollo del arte griego tal y
como lo conocemos. Uno de ellos es la situación geográfica, pues el contacto con otras grandes
civilizaciones, como Egipto y Mesopotamia, tuvo una gran influencia en el arte griego. Otro
elemento es que el arte griego también refleja el pensamiento de la época a la que pertenece,
trasmitiéndonos ideas como: la visión antropocéntrica (el hombre es la medida de todas las
cosas), la concepción platónica de la belleza (representación de la naturaleza en su estado ideal)
y un espíritu curioso (experimentación de nuevos cánones o correcciones ópticas en la
arquitectura).

1.1.Arquitectura.

La arquitectura griega se caracteriza por: la escala humana (los edificios griegos fueron
construido a medida del ser humano) la belleza, (la búsqueda de la belleza a partir del equilibrio y
la armonía llevó a complejos cálculos matemáticos y a realizar correcciones para evitar
malformaciones ópticas), la importancia del entorno (preocupación por el entorno natural y la
topografía) y el carácter escultórico principalmente del exterior. Para su construcción, la
arquitectura griega sustituyó los materiales pobres como la madera o el adobe por la piedra. En
general, se trata de una arquitectura arquitrabada, preocupada por el aspecto exterior que llevó
a la búsqueda de las proporciones ideales o canon.
Los Órdenes.

Fue precisamente la búsqueda de las proporciones ideales lo que llevó al desarrollo de los distintos
órdenes. Podemos definir el orden arquitectónico como la disposición y proporción de los
elementos verticales del templo (columna, capitel y basa) en relación a los elementos horizontales
(estilóbato y entablamento). Los diferentes órdenes de la arquitectura griega son:

 Dórico: se origina en el Peloponeso en torno al siglo VIII a.C. Se compone de columna sin
basa, apoyada sobre estilóbato, de fuste estriado con arista viva, con éntasis
(ensanchamiento) capitel formado por collarino, equino y ábaco, y entablamento
compuesto por arquitrabe, friso (decorado con metopas y triglifos) y cornisa sobre la que
descansa el frontón triangular y el tejado a dos aguas.
 Jónico: Se origina en Asia Menor y se difunde durante el siglo V a.C. Se compone de
columna con fuste esbelto de ligero éntasis, acanalado de arista roma, la columna descansa
en una basa formada por dos toros y una escocia, el capitel está formado por equino
decorado por dos volutas y un ábaco. El entablamento está compuesto por un arquitrabe
decorado por tres bandas horizontales, un friso corrido decorado con relieves y una cornisa
sobre la que descansa el frontón triangular y el tejado a dos aguas.
 Corintio: Surge a partir del siglo IV a.C. Se diferencia del jónico únicamente por su
capitel, que tiene forma de cesta decorada con hojas de acanto.

El Templo.

El edificio más característico de la arquitectura griega es el templo, es concebido como la casa de


Dios, generalmente se situaban en la parte más alta de la ciudad, en un conjunto sagrado
denominado témenos.

Como norma general podemos establecer que la planta de los templos griegos tiene forma
rectangular, aunque es posible encontrar excepciones como es el caso de los tholos, en los que la
planta tiene forma circular.

En concreto, la planta de los templos griegos suele tener la siguiente disposición: Naos o cella
(morada de la divinidad), Pronaos (pórtico de entrada), Opistodomos (estancia utilizada para
albergar el tesoro). En cuanto a la planta, podemos distinguir diferentes tipologías de templos
dependiendo de la disposición de las columnas, por ejemplo: In antis (con dos columnas entre los
muros de la naos), Próstilo (con un solo pórtico en la parte delantera), Anfipróstilo (con pórtico
en la parte delantera y trasera), Períptero (todo el templo rodeado de columnas), Díptero
(rodeado por dos hileras de columnas), Pseudoperíptero (rodeado por columnas adosadas al
muro), Tholos (planta circular).

También podemos distinguir distintas tipologías dependiendo del número de columnas dispuestas
en el frente o parte delantera del templo, por ejemplo: Dístilo (dos columnas), Tetrástilo (cuatro
columnas), Hexástilo (seis columnas), Octástilo (ocho columnas) o Decástilo (diez columnas).

Arquitectura de la Época Arcaica (SS. VIII-VI a. C.).

La arquitectura griega arcaica se caracteriza por el predominio del orden dórico, la utilización de
la piedra caliza (en lugar del mármol) y un aspecto rudo y tosco. Estos aspectos se distinguen por
que las columnas utilizan un módulo con proporciones poco esbeltas y la utilización de grandes
capiteles con enormes ábacos. De este periodo son el Heraion (Templo de Hera en Olimpia),
el templo de Atenea en Paestum o el el templo de Afaia en Egina.

Arquitectura de la Época Clásica (SS. V-IV a. C.).

Fue, sin duda, la renovación de la acrópolis de Atenas, la obra de mayor envergadura y belleza
emprendida durante esta etapa, donde destacó el templo del Partenón, dedicado a la diosa Atenea
Partenos, construido entre el 447 y el 432 a. C. por los arquitectos Ictinos y Calícrates bajo la
supervisión de Fidias, quien además se encargó de la decoración escultórica de las metopas,
frontones, frisos y la gran escultura crisoelefantina de la diosa Atenea que se encontraba en el
interior del templo. La entrada al recinto de la Acrópolis se realizaba a través de una entrada
monumental que recibía el nombre de Propileos. También destaca el pequeño templo de Atenea
Niké, obra del arquitecto Calícrates en el 425 a. C. en estilo jónico y con disposición in antis. El
Erecteion es quizá el más original, construido hacia el 421 a. C. por Mnesicles. En el siglo IV a C.
quizá la obra más destacada fue el Teatro de Epidauro en la región del Peloponeso, uno de los
más bellos y mejor conservados.

Arquitectura de la época Helenística (SS. III-I a. C.).

Tras la llegada al poder de Alejandro Magno en el 336 a. C. comienza un nuevo periodo en la


historia de Grecia caracterizado por la expansión de la cultura griega por la costa asiática y el
norte de África, recibiendo numerosos influjos y mezclando diversos estilos, con la consiguiente
ruptura de la norma clásica. Esta arquitectura se caracteriza por la pérdida del significado del
edificio, que ahora tiene un significado relacionado con la suntuosidad y la ostentación de poder,
la ruptura del lenguaje clásico, por la utilización de dimensiones colosales, uso libre del
módulo de la columna, mayor empleo de decoración escultórica y la combinación de los órdenes
arquitectónicos en el mismo edificio, así como un mayor interés del espacio interno. Uno de
los ejemplos más representativos de la arquitectura helenística fue el desaparecido Mausoleo de
Halicarnaso y el Altar de Zeus en Pérgamo.

1.2.Escultura.

El gran desarrollo de la escultura griega estuvo impulsado por las necesidades decorativas de los
templos y para la decoración de espacios públicos con esculturas de bulto redondo de carácter
conmemorativo que representaban a dioses, héroes, atletas o ergastinas.
La escultura griega se caracteriza por la armonía de las proporciones, en concreto, las figuras
solían tomar como módulo la cabeza, siendo el canon de 7 cabezas (la altura de la figura equivale
a 7 cabezas) el más utilizado, el principio de diartrosis, es decir, se acentúa la división entre el
tronco y las extremidades, y el contrapposto, basado en la disposición armónica del cuerpo
humano, cunado una parte se encuentra en movimiento o tensión y su opuesto se encuentra en
reposo. Para su elaboración se emplearon materiales como la madera, la piedra, el marfil y hasta
el oro, pero sin duda, los más utilizados fueron el bronce y el mármol. No obstante,
independientemente del material todas las esculturas estaban profusamente policromadas.

Escultura de la Época Arcaica (SS. VIII-VI a. C.).

La escultura arcaica griega estuvo profundamente influida por la escultura egipcia y persa. Uno
de los primeros motivos representados fue el de las xoanas, figuras femeninas de madera, marfil,
terracota o cera que tenían una función votiva. También estuvo muy extendida la representación
de los kouroi, que representaban a atletas desnudos, como el kouros de Sunión, kouros
Anavyssos o los gemelos Cleobis y Bitón, y de las korai representaban a sacerdotisas vestidas
con una túnica de lana (jitón) o de lino (peplo) en ocasiones cubiertas con un manto que
descansaba sobre los hombros (himation). Algunos de los ejemplos más conocidos son la Dama
de Auxerre, la koré del Peplo, o la Hera de Samos. Estas esculturas se caracterizaban por su
composición cerrada de estatua-bloque, el hieratismo o falta de expresión, la frontalidad, es
decir, con un solo punto de vista y la geometría.

Desde mediados del siglo VI a. C. hasta comienzos del siglo V a. C. asistimos a una evolución
de la escultura arcaica hacia una representación mucho más naturalista, que se manifiesta en
algunas piezas como el Jinete Rampin, o el Moscóforo, que evolucionarán hacia modelos más
naturalistas que iniciarán el Estilo Severo, por su inexpresividad, como observamos en el grupo
de los Tiranicidas, el Auriga de Delfos, o los Guerreros de Riace. También destacó la
decoración escultórica de los tímpanos de los templos. Uno de los ejemplos más antiguos
conservados es el del Templo Aphaia en Egina.

Escultura Clásica (SS. V-IV a. C.).

A partir de la segunda mitad del siglo V a. C. comienza un importante cambio en la decoración


escultórica. Las características que sintetizan esta nueva forma de representación son: la
utilización de escorzo, rompiendo la frontalidad, el estudio de la anatomía, la sistematización
de la representación (proporción) y la representación del ethos (contención emocional).
La primera etapa (S.V. a.C.) de la representación clásica estuvo representada por Mirón, que se
caracterizó por representar el movimiento con su famoso Discóbolo. Otro de los escultores
destacados fue Policleto que a través del Doríforo plasmó su conocido canon. El punto
culminante del clasicismo lo alcanzamos con Fidias quien mejor representó el ethos, en obras
como Atenea Lemnia o la Atenea Partenos.
A partir del siglo IV a. C., la escultura griega comienza a buscar lo concreto, lo particular y lo
emocional, una mayor experiencia sensorial a través de la percepción de los sentidos y una mayor
expresividad en los rostros. De este periodo destacaron algunos autores como Praxíteles que
rompió con la rigidez al emplear la conocida como “curva praxiteliana”, como podemos ver en su
Hermes con Dionisos niño o la Afrodita de Cnido. Scopas aportó el pathos (dinamismo
emocional). En sus obras, los cuerpos se agitan expresando dolor, éxtasis o melancolía, como
muestra su Ménade. Por su parte, a Lisipo aportó el canon de 8 cabezas como observamos en su
Apoxiómenos o su Hércules Farnesio.

Escultura Helenística (SS. III-I a. C.).

Tras las conquistas de Alejandro Magno (336-323 a. C.) comenzó una enorme difusión del arte
griego, al tiempo que recibía nuevas influencias que lo llevaron a distanciarse el clasicismo,
dando lugar a un arte sincrético en el que confluyeron elementos griegos, persas o egipcios.
Durante el helenismo las ideas de belleza cambiaron, se abandona el idealismo en busca de un
mayor realismo. En cuanto a la temática se recurre a temas cotidianos y anecdóticos dando lugar
a la escultura de género. También cobró importancia el retrato. Por último, se recurre a un
barroquismo decorativo y compositivo que rompe con la concepción clásica de equilibrio. Todo
ello podemos observarlo en esculturas como el Niño de la Espina de la escuela Neoática, el
grupo del Laocoonte de la escuela de Pérgamo, el Toro Farnesio de la Escuela de Rodas o el
Ágora del Nilo de la escuela de Alejandría.
1.3.Cerámica.

Gracias a los restos conservados de cerámica griega podemos conocer cómo fueron las
representaciones pictóricas de la Antigua Grecia en sus diferentes etapas. Durante la Edad
Oscura (S.XIII-VIII a.C.) comenzó a desarrollarse el denominado estilo geométrico, basado en
una decoración de la cerámica en formas geométricas como semicírculos, triángulos, formas en
zig-zag o líneas onduladas dispuestas en bandas, siendo el mejor ejemplo el ánfora de Dipylon. A
finales de la etapa arcaica (S.VI a.C.) comienza la introducción de la figura humana y animales,
generalmente se trata de cerámica de figuras negras sobre fondos claros o rojos, con figuras
estilizadas y contornos rectilíneos en los que se aplica la ley de la frontalidad. Se representan
temas cotidianos y mitológicos como podemos ver en el Vaso François. A finales del siglo V a.C.
durante la etapa clásica, aparece la cerámica de figuras rojas sobre fondos negros, caracterizada
por un mayor número de temas y un mayor naturalismo en la representación, con más detalles
como podemos ver en el Kylix de Zeus y Crisipo.

2. EL ARTE DE ROMA.

La civilización romana se desarrolló a lo largo de 1000 años, por este motivo sus manifestaciones
artísticas evolucionaron a lo largo de las diferentes etapas, pudiendo diferenciarse un arte durante
la monarquía etrusca (753-509 a. C.), un arte durante el periodo de la república (509-27 a. C.), un
arte que llegaría a su esplendor durante el alto Imperio (27 a. C. - 286 d. C.) y un periodo de
decadencia durante el bajo Imperio (286-476 d. C.). En concreto, algunas características comunes
a lo largo de todos estos periodos son: la asimilación de las culturas principalmente etrusca y
griega, el pragmatismo sobre la función estética y la propaganda política (arte al servicio del
poder político).

2.1.Arquitectura.

Una civilización tan compleja como la romana dio lugar a un gran desarrollo de la arquitectura
que se manifiesta en sus múltiples tipologías con el fin de dar respuesta a las diferentes
necesidades públicas, institucionales y religiosas. Las principales características de la arquitectura
romana son: la función utilitarista (arquitectura concebida bajo criterios funcionales), la función
simbólica (representación del poder de Roma), el eclecticismo (influencia etrusca y griega
principalmente), nuevos materiales constructivos (el hormigón romano u opus caementicium
dispuestos a través de aparejos como el opus spicatum, opus reticulatum, opus caticium, opus
testaceum o el opus incertum), las nuevas tipologías (basílica, las termas, el anfiteatro, el circo o
los arcos del triunfo) y la arquitectura residencial (insulae, viviendas de tres a cuatro plantas,
domus, viviendas unifamiliares articuladas en torno a un patio central o villas, grandes viviendas
en una gran entorno natural).
El Templo.

Los templos romanos, inspirados por la cultura etrusca, mantienen ciertas diferencias con el
templo griego. Una de las principales diferencias es su elevación sobre un basamento o podio, con
un único acceso mediante una escalinata en la fachada principal. En la mayoría de las ocasiones,
no estuvieron rodeados por columnas por sus cuatro lados, sino que se cerraban con muros o bien
las columnas se adosaron al muro de la cella, dando lugar a templos pseudoperípteros, lo que
permitía aumentar el espacio interior. Algunos ejemplos son los del templo de la Fortuna Viril en
Roma, la Maison Carrée de Nimes y una nueva tipología de planta centralizada cubierta por
cúpulas, como podemos ver en el Panteón de Agripa.

El Teatro.

El teatro romano también sufrió modificaciones con respecto al teatro griego, algunas de sus
innovaciones fueron la construcción exenta sin necesidad de una colina, una cavea o graderío
semicircular, una orchestra también semicircular y un proscenio y escena muy desarrollados, que
arquitectónicamente servía para cerrar el edificio, como podemos observar en el Teatro Marcelo,
el de Teatro de Pompeya, o los teatros hispanos de Mérida, Sagunto o Itálica.

El Anfiteatro.

Se trata de una nueva tipología arquitectónica que pretendía dar cabida a todo tipo de espectáculos
públicos. Estaba formado por un graderío que rodeaba la arena, lugar donde se desarrollaban los
espectáculos que podían ser luchas de gladiadores (munera gladiatoria), de fieras (venationes) o
naumaquias (representaciones de batallas navales). Los más destacados son el Anfiteatro Flavio
en Roma, el Anfiteatro de Itálica, o el Anfiteatro de Nimes.

El Circo.

Era una construcción destinada también a la exhibición de espectáculos, principalmente carreras


de bigas y cuadrigas, dando lugar a una pista ovalada similar a los hipódromos actuales. Tenía un
graderío con forma elíptica y una espina decorada con diversos motivos o elementos escultóricos.
Uno de los circos más grandes fue el circo Máximo en la ciudad de Roma con un aforo de 200
mil espectadores.

La Basílica.

Era un edificio multifuncional donde se desarrollaban desde la administración de justicia hasta


acuerdos comerciales. Se trataba de un gran espacio rectangular abovedado, podía constar de una
nave o varias y en sus extremos solían construirse ábsides cubiertos con medias cúpulas, el acceso
se llevaba a cabo a través de un nártex o atrio. Algunas de las basílicas mejor conservadas son la
Basílica de Majencio en Roma o la Basílica de Pompeya.

Las Termas.

Se trataba de unos baños públicos, con una función higiénica, sanitaria y un centro de reunión y de
recreo. Tomando como modelo las Termas de Caracalla podemos distinguir las siguientes
estancias: Piscina (al aire libre), vestuario, gimnasio o palestra, frigidarium (baño frío),
caldarium (baño caliente), tepidarium (baño templado). Las diversas estancias podían ser
abovedadas o adinteladas, e incluso cupuladas. Generalmente, el caldarium constituía el elemento
principal y más noble del edificio, alrededor del cual se disponían el resto de las estancias.
Arquitectura Conmemorativa.

Dentro de la arquitectura conmemorativa podemos distinguir distintas tipologías como los arcos
de triunfo, construidos a manera de puerta de la ciudad, utilizados principalmente para
conmemorar la victoria en una gran batalla o guerra. Solían encontrarse en los foros y se
construían con materiales nobles, como podemos ver en el Arco de Tito, el Arco de Trajano en
Timgad o el Arco de Constantino. Otras tipologías las conforman las columnas
conmemorativas decoradas con relieves como la Columna de Trajano o los altares como el Ara
Pacis.

El Mausoleo.

Se trataba de una construcción funeraria que podía adoptar distintas disposiciones y tipos de
planta, destacando la planta circular, sobre cuya cubierta se situaba un templete con la imagen del
difunto. Algunos de los más destacados son el Mausoleo de Augusto o el Mausoleo de Adriano.

2.2.Escultura.

La escultura romana también estuvo influida por el arte etrusco y el arte griego. De los etruscos
tomó un gusto por el realismo y de los griegos el sentido del volumen, de la composición, del
movimiento y el tratamiento de las superficies. En concreto, podemos distinguir tres géneros:

El Retrato.

Los romanos elevaron el retrato individual escultórico a la máxima expresión de las artes plásticas.
Se caracterizaron por la fidelidad con el modelo, rechazando la idealización griega como vemos
en el Togado Barberini, también por la representación simbólica, pues los retratos de los
emperadores conformaron un género aparte, donde la concepción idealista fue fundamental como
forma de representación simbólica de su poder, como muestra el Augusto Prima Porta o el
Retrato Ecuestre de Marco Aurelio. Asimismo, se caracterizan por unos rasgos fisonómicos muy
marcados, que pretenden reflejar la imagen fiel del modelo y transmitir la personalidad del sujeto
representado. Así como, por la práctica funeraria y el extendido culto a los antepasados a través de la
realización de máscaras de cera a los difuntos (imágenes maiorum) condicionando al retrato.

El Relieve.

Adquirió un nuevo grado de originalidad a partir del siglo I d. C. al utilizarse para la


representación de acontecimientos concretos como guerras o batallas, originando el relieve
histórico, una de las aportaciones más importantes del arte romano. El relieve histórico estuvo
subordinado a la arquitectura, decorando arcos del triunfo, columnas conmemorativas o altares. En
ellos, los escultores utilizaron la perspectiva, logrando una fiel representación de la
tridimensionalidad. Algunos de los relieves históricos más importantes los encontramos en el Ara
Pacis, la Columna de Marco Aurelio o la Columna Trajana.

Reproducciones de Obras Griegas.


Los romanos tenían un gran sentido decorativo, las estancias, jardines y foros solían adornarse con
reproducciones de obras griegas realizadas en mármol. De hecho, hoy conocemos esculturas del
periodo clásico y helenístico gracias a las copias romanas.

2.3.La Pintura Mural y el Mosaico.

Tanto la pintura mural como el mosaico estuvieron estrechamente relacionados con un nuevo
sentido del lujo y del refinamiento adoptado por las clases dominantes de Roma a partir del siglo
I a. C. En las grandes villas y domus romanas encontramos suelos con elaborados mosaicos y
muros con pinturas al fresco. Se desarrollaron en ellos temas geométricos, mitológicos y
representaciones naturalistas de colores vivos y brillantes. La mayor parte de las pinturas
romanas se han perdido, aunque quedan algunos restos como los encontrados en la casa de
Livia, la Domus Aúrea de Nerón y sobre todo, los frescos de la ciudad de Pompeya, a través de
los cuales se ha realizado una clasificación de estilos:

- Estilo I o de incrustación: imitación de revestimientos de mármoles simulando frisos,


paredes o cornisas.
- Estilo II o arquitectónico: imitación e elementos arquitectónicos como columnas, arcos,
pilastras o balaustradas dando sensación de profundidad.
- Estilo III u ornamental: mezcla de los estilos anteriores, donde se introducen
composiciones más complejas y una perspectiva que simula un mundo imaginario.
- Estilo IV o ilusión: a los estilos anteriores se añaden representaciones de seres
fantásticos, escenas mitológicas o picarescas entre cortinajes simulados que envuelven
todos los elementos con gran apariencia teatral.

Igualmente, el mosaico también se puede considerar una técnica pictórica, realizando


representaciones a través de pequeñas piezas o teselas de colores. Las dos principales técnicas de
mosaico fueron el opus tessellatum (piezas grandes) y el opus vermiculatum (piezas
pequeñas). Las temáticas fueron variadas, desde figuras geométricas, escenas anecdóticas o
costumbristas o de inspiración helenística con escenas mitológicas. Uno de los mejores ejemplos
los encontramos en el mosaico del Juicio de Paris o la Batalla de Issos que narra la victoria de
Alejandro Magno en Issos.

2.4.El Arte Tardorromano.

A partir del siglo III d. C. el Imperio Romano entró en una grave crisis que inició una nueva etapa
que conocemos como Bajo Imperio y que marca el ocaso de la civilización romana. En este
período se produjo un profundo cambio social con la extensión del cristianismo, que dejó de ser
perseguido en el 313 d.C. tras el Edicto de Milán de Constantino y la oficialización de la Iglesia
Católica con el Edicto de Tesalónica del emperador Teodosio en el 380 d.C. Estas
transformaciones tuvieron también su reflejo en el arte, iniciando lo que conocemos como arte
tardorromano, que dio lugar a un nuevo lenguaje formal acorde a los cambios sufridos en esta
época. El cristianismo concebido una especial importancia a la vida eterna, frente a la vida
terrenal, trayendo consigo el desprecio del materialismo del mundo clásico. En este sentido, el arte
Tardorromano experimenta una desvalorización del mundo natural, comenzando a mostrar interés
por el mundo sobrenatural, iniciando así en el arte el camino hacia la abstracción.
Tanto en la escultura como en la pintura tardorromana asistimos a un abandono de la perspectiva,
de la tridimensionalidad, enmarcándose las obras en fondos planos, un abandono también del
volumen y el movimiento, con figuras cada vez más planas, rígidas y sin naturalidad, como
observamos en el Busto de Eutropio o en Los Tetrarcas. Al mismo tiempo se introduce un
colosalismo escultórico que podemos observar en la Estatua de Constantino, y en la arquitectura,
como observamos en las Termas de Caracalla o las Termas de Diocleciano.

CONCLUSIÓN.

Tanto el arte griego como el arte romano nos han dejado un legado que sigue siendo admirado en
todo el mundo. Sus obras han influido a distintos movimientos artísticos que han vuelto a revisitar
las obras clásicas en búsqueda de referentes, siendo los más evidentes el Renacimiento y el
Neoclasicismo. Incluso dentro de la disciplina de Historia del Arte, estos estilos se consideran un
referente, en el sentido de que el estudio de cualquier movimiento artístico se realiza a partir de su
cercanía o distancia hacia las formas estéticas clásicas. Los griegos lograron conformar un
lenguaje estético basado en la representación del ideal de naturaleza a través de la lógica, la
proporción y la armonía, que no deja indiferente al espectador actual. Mientras que el arte romano
nos ha dejado un inmenso patrimonio histórico-artístico, en prácticamente toda la cuenca
mediterránea.

BIBLIOGRAFÍA.

BUSAGLI, M. (2004): Roma: Arte y Arquitectura. España. H.F. Ullmann.


ELVIRA, M.A. (1996): Arte Clásico. Madrid. Historia 16.
GOMBRICH, E.H. (2013): Historia del Arte. España. Phaidon Press Limited.
HAUSER, A. (2016): Historia social de la literatura y el arte. España. DeBolsillo.
OCAMPO, E. (1992): Diccionario de términos artísticos y arqueológicos. Barcelona. Icaria.

WEBGRAFÍA.

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