Código de Buenas Prácticas de La Provincia de Hispania
Código de Buenas Prácticas de La Provincia de Hispania
Código de Buenas Prácticas de La Provincia de Hispania
de la PROVINCIA DE HISPANIA
IMPLEMENTACIÓN
Corresponderá al Prior Provincial con su Consejo, la adopción, implementación,
divulgación y evaluación periódica de las buenas prácticas a nivel provincial.
FINALIDAD
Este Código de buenas prácticas tiene dos objetivos fundamentales:
1. Cultivar estilos sanos de relaciones interpersonales. La Provincia de Hispania
se preocupa de generar ambientes donde priman modos de relación respetuosos de la
dignidad de todas las personas. La Provincia promueve un modo de relación que supone
el respeto y reconocimiento del otro, adoptando medidas cuando se incurre en
transgresión de los límites inherentes a toda relación interpersonal. En este punto, la
Provincia está llamada a identificar señales de comportamiento que revelan la existencia
de abuso de poder y manipulación de conciencia, tomando medidas cuando se incurre
en dichas prácticas.
2. Formar y capacitar para la prevención de situaciones abusivas. Todos los
trabajadores, voluntarios y colaboradores deben estar suficientemente entrenados
tanto para la prevención de abusos, como para desarrollar y mantener actitudes y
habilidades necesarias para proteger a todos los que participan en las actividades de la
Provincia, en especial a aquellas personas más vulnerables. En esta capacitación hay que
tener en cuenta:
• La formación de los trabajadores, voluntarios y trabajadores en la afectividad,
sexualidad, relaciones interpersonales, así como una adecuada formación en
prevención del abuso de poder, causa última de la mayoría de los abusos:
manipulación de conciencia, abuso de autoridad, abuso sexual y abuso
económico, entre otros.
• La formación periódica de toda persona que tiene alguna responsabilidad
específica respecto de niños/as, jóvenes y personas en situación vulnerable en
todo lo que atañe a la protección del menor y prevención de abusos de todo tipo.
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Las autorizaciones que contienen datos confidenciales se mantienen con cuidado y
atención.
7. Usar la debida prudencia en la comunicación, sobre todo con los menores, también
por teléfono y en las redes sociales.
8. Las actividades se deben llevar a cabo en salas adecuadas para la edad y etapa de
desarrollo de los menores. En la medida de lo posible, los trabajadores, voluntarios y
colaboradores, deben tener especial cuidado para asegurarse de que los menores no
entren ni permanezcan en lugares ocultos a la vista o fuera de control.
9. En caso de conocimiento fundado de conductas improcedentes (exhibicionismo,
conversaciones impropias o relaciones personales inapropiadas) entre menores o
adolescentes en cualquiera de las actividades que se lleven a cabo, se informará
puntualmente a la familia que deberá hacerse cargo inmediatamente del menor.
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(cámaras de fotos, de video, etc.), y no con material personal (teléfonos móviles, tablets,
ordenadores, etc.). De la toma de estas imágenes se informará a los padres, no se hará
exhibición ni difusión pública o privada sin el consentimiento de éstos y se guardarán en
un archivo único, del que será responsable la institución provincial de que se trate.
8. Publicar o difundir, a través de la red o redes sociales, imágenes que identifiquen a un
niño de una manera reconocible sin el consentimiento de los padres o tutores.
9. Ponerse en situación de riesgo o claramente ambigua: entrar en los vestuarios, baños
o duchas mientras estén los menores, compartir habitación de hotel o tienda de
campaña, o subir a un menor a solas en un coche. En el caso de tener que entrar en
vestuarios, baños o duchas mientras estén los menores conviene que entren al menos
dos adultos y del mismo sexo que los menores presentes. En las convivencias,
acampadas o viajes es siempre oportuno invitar a que vayan algunos padres, incluso que
sean parte activa de la organización. En caso de que haya que llevar algunos menores
en el coche, se hará siempre con el consentimiento de los padres y, a ser posible,
acompañado por otro adulto.
10. Quedarse a solas mucho tiempo con un menor, por ejemplo, en la sacristía de la
iglesia, o en una sala o dependencia parroquial, y con la puerta cerrada. Si hubiera que
examinar a un menor enfermo o herido se hará siempre en presencia de otro adulto.
Cuando haya que hablar en privado con un menor, hacerlo en un entorno visible y
accesible a los demás. Una buena sugerencia es que haya puertas de cristales
transparentes o cristaleras en despachos. Cuando se habla con un menor en un
despacho o habitación se debe dejar la puerta abierta, o hablar con él en un lugar donde
otros adultos puedan ser testigos del encuentro. Es decir, es necesario llevar a cabo una
política de “puerta nunca cerrada”. Si, por una razón inusual, se ha estado o se va a estar
a solas con un menor, o cuando se va a tener o se ha tenido un contacto físico relevante
con el mismo por razones sanitarias o disciplinarias, se debe informar a los padres.
11. Es necesario implementar mecanismos de control, junto a los padres, para mantener
encuentros o comunicaciones con alumnos fuera del contexto parroquial, colegial,
deportivo, etc., ya sean presenciales, por correo electrónico o móvil, o a través de las
redes sociales ajenas a las oficiales del centro, parroquia o grupo. En caso de que
formalicen grupos de mensajería instantánea (del tipo WhatsApp o Telegram) o se use
el email o las redes sociales para convocar y organizar o coordinar actividades, los padres
deben recibir los mensajes y participar en la comunicación, no siendo nunca ajenos a la
misma.
SANCIONES
Cualquier conducta inapropiada o acoso que pueda ocurrir entre los menores,
incluso si no integran los detalles de un delito, debe abordarse con prontitud, con
equilibrio, prudencia y delicadeza, informando de inmediato a los padres o tutores.
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Los trabajadores, voluntarios y colaboradores o, en su caso, la propia Provincia,
deben actuar siempre que las personas a su cargo vulneren o no sigan este Código de
buenas prácticas.
Esta actuación se atendrá a los protocolos correspondientes de la Provincia de
Hispania. En casos de gravedad, debe procederse con una “seria advertencia” y dar los
pasos para el alejamiento cautelar inmediato de la tarea o la actividad de la que se trate,
con la comunicación a las autoridades civiles en el caso de estar afectados menores de
edad y, si fuera el caso, con la apertura de un expediente, investigación previa o el
despido.
El primer responsable para acometer estas situaciones es el responsable de la
institución de que se trate. Y en contacto con el Prior Provincial verán el modo de
proceder conforme al protocolo establecido al respecto en la Provincia.
- Firmar el protocolo de actuación con lo relacionado con menores
- Firmar un documento más general sobre comportamiento de buenas prácticas
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