Caminando en Santidad

CAMINANDO EN SANTIDAD:
La palabra griega para santidad es hagios, cuya raíz significa ser apartado. Tiene dos
matices: ser apartado de y ser apartado para. Somos apartados del mundo y separados
para el servicio a Dios. La santificación incluye: separación, dedicación, purificación,
consagración y servicio a Dios.
INTRODUCCIÓN:
Hoy estamos en medio de una gran batalla espiritual entre las fuerzas del bien y las del
mal, entre Dios y satanás; esto debe llevarnos a elegir un bando porque o estamos en la
luz o estamos en la oscuridad.
¿Es necesario como nuevas criaturas en Cristo que andemos en santidad, por qué?
1) SIN ELLA NADIE VERÁ AL SEÑOR (Hebreos 12:14)
La santidad exige un sacrificio. No todo el que me dice Señor, Señor, entrara en el reino de
los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos (Mateo 7:21). Si
usted decide seguir a Jesucristo de todo corazón, déjeme decirle que el camino no es fácil,
porque tendrá la oposición del enemigo, y hasta de su propia familia. Es un camino en el
que usted tendrá que llevar la cruz cada día, es estar dispuesto a morir cada día al pecado
y seguir a Jesús, habrá momentos en que usted querrá darse por vencido y volver al
mundo. Cuando usted decide apartarse del pecado, los amigos se van a ir, las fiestas se
van a terminar, y los vecinos lo van a criticar; pero todo eso al final usted se dará cuenta,
que no aprovechaba para nada. Solo los que lo entiendan van a seguir siendo fieles a su
amistad. Es increíble, pero los mismos hermanos le dirán que usted era mejor antes de
convertirse a Cristo, y le pedirán que vuelva a su vida anterior. La palabra de Dios nos dice,
que tenemos que revestirnos de Cristo, y que las cosas viejas son hechas nuevas. Esta
usted dispuesto a pasar la prueba, y vivir en santidad. Debemos cuidar nuestra santidad,
recordando que la misma es la consagración que tenemos para Dios, no es un sinónimo de
perfección, sino de luchar cada día para agradar al Padre alejándonos de las cosas
terrenales que no son de edificación o bendición para nosotros o los demás; esto es una
lucha interna y externa en la que necesitamos la ayuda y guía del Espíritu Santo porque Él
nos guía a toda fuente de justicia y verdad.
2) LIMPIÁNDONOS DE TODA CONTAMINACIÓN (2 Corintios 7:1)
Las fuentes de contaminación y corrupción provienen del pecado en nuestra carne, del
mundo y de Satanás. Podemos estar contaminándonos por nuestra carne, por pecados
con nuestro cuerpo, o en nuestra alma; por el viejo hombre, cuando somos dominados
por nuestro propio yo pecaminoso. También podemos estar contaminándonos en nuestro
espíritu, en nuestra alma y corazón por influencias espirituales, por espíritus inmundos y
malignos. Por la boca, por lo que expresa una persona por sus labios se puede saber como
está su corazón y el grado de contaminación que existe en ella. (Mateo 15:18-20)
3) VESTIDOS DEL NUEVO HOMBRE (Efesios 4:24)
La obra de la santidad es definida en la Biblia como el despojarse del viejo hombre (Efesios
4:22) y vestirse del nuevo hombre (Efesios 4:24). Esto implica un cambio en la conducta,
dejar de hacer cosas que corresponden a la vida vieja, de cómo era antes de conocer de
Cristo y comenzar a hacer cosas que corresponden a la nueva vida en Cristo.
El verbo despojarse significa quitarse, como cuando uno se quita la ropa sucia. Esa acción
se concreta cuando experimentamos la salvación. Así pasa en nuestra vida espiritual Pablo
lo expresa en forma elocuente en la carta a los Romanos (6:6):” Sabiendo esto, que
nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con Él…”.
4) FUIMOS LLAMADOS A SER SANTOS (1 Corintios 1:2)
La santidad no es privilegio de algunos, ya que todos creyentes en Cristo Jesús somos
llamados santos. Somos llamados a vivir en santidad según el modelo de Cristo en
nuestras vidas. Cuando miramos el tema de la santidad no hay mayor ejemplo que Cristo
Jesús; Él vivió una vida de extrema santidad para el Padre, aún desde su nacimiento ya
había sido apartado para la obra del Padre.
• Como eres elegido para ser santo, debes guardar de ese privilegio, así como Dios eligió
lugares que fueron hechos santos por su presencia, tu debes guardar ese lugar, tu cuerpo,
tus pensamientos, de esos deseos de la carne. Romanos 7:19
¿Qué es lo que no te dejas ser santo? Con que están batallando en este momento, y no
hace que te acerques a Dios.
¿Cuál fue la debilidad de Sansón? Mujeres Señor, consagramos nuestros corazones y
nuestras vidas a ti. Limpia nuestros pecados y no permitas que nada nos robe nuestra
devoción a ti
Vendrán las tentaciones, no estamos exentos a ellas, que le paso al Joven José: el pecado
sexual es un pecado contra Dios. A José no le importó la burla o lo que pudieran
decir de él por no 'aprovechar la oportunidad' de acostarse con la esposa de su
jefe, Él solo estaba enfocado en agradar a Dios. José nuevamente fue tentado por
la mujer, pero él se mantenía firme y salió huyendo de ahí ( Genesis 39 v. 7-12).
Muchas veces somos presionados por otras personas para caer ante la tentación,
pero un verdadero hombre sabe cuándo es tiempo de correr.
Con que luchan los jóvenes hoy en día: Drogas, alcohol, malas amistades, etc
pero una de ellas es La pornografía es como una droga: primero te atrae, después te
engancha, te trastorna, te cambia por dentro, te hace más débil, te discapacita, y
finalmente te destruye.
Los pensamientos siempre vendrán, y las tentaciones, pero hay que poner
barreras y no caer en el pecado. La Santidad va equipada de pureza: La pureza es
sinónimo de renuncia y de obediencia. Mateo 5:8; 2 Timoteo 2:22
• Su manifestación en la tierra. Éxodo 3:5

¿Qué es lo que Dios le reveló a su siervo Moisés?
Su santidad. Esta es siempre la primera cosa que el Señor le revela a sus hijos: ¡El los
confronta con Su santidad! Somos obligados a quitarnos nuestro calzado en la presencia
del Señor, y eso significa despojarnos de todas las cosas de este mundo. • El templo 2
Crónicas 29:5 un templo físico, pero también un templo espiritual
5) EL SEÑOR ES SANTO NOSOTROS TAMBIÉN (1 Pedro 1:15-16)

Debemos recordar que sólo Cristo puede hacernos verdaderamente santo. Pablo dijo que
aquellos que han sido resucitados a la vida eterna en Cristo «y revestido del nuevo. Éste,
conforme a la imagen del que lo creó, se va renovando hasta el conocimiento pleno.»
(Colosenses 3:10)
Cristo nos transforma en nuevas personas en Él, personas con un corazón nuevo que
tendrán un profundo deseo de caminar en santidad y ser santos, porque Él es santo. Es
vital que nosotros permitimos que el Espíritu Santo tenga el control incondicional de
nuestras vidas es tener ese dominio propio. somos llamados a reproducir la santidad de
Dios en nuestras propias vidas con la ayuda del Espíritu Santo. Es tener ese dominio
propio de lo que me rodea, que ustedes puedan dominar todo aquello que ven sus ojos, lo
que escuchan tus oídos, lo que tocamos e incluso lo que pensamos. Cuando soy capaz de
dominar, de enseñorear, de reinar, de gobernar eso de lo cual estoy batallando a diario.
En cada momento del día para que podamos «ser conformados a la imagen de
Jesucristo.» (Romanos 8:29)
CONCLUSIÓN:
Hemos visto cómo guardar nuestra santidad, que debemos alejarnos de lo que este
mundo ofrece y trata de darnos para entretenernos en lo malo; siempre recordando que
es a través del Espíritu Santo que vamos siendo santificados cada vez más para el regreso
del Señor Jesucristo por su pueblo.
La santidad comienza por dentro – con nuestros pensamientos, actitudes, valores y
motivaciones – que son las cosas más profundas de nuestro corazón… QUE SOLO DIOS
PUEDE VER. La santidad le da credibilidad a nuestro testimonio.

Caminando en Santidad

Cargado por

Copyright:

Formatos disponibles

Caminando en Santidad

Cargado por

Información del documento

Título original

Derechos de autor

Formatos disponibles

Compartir este documento

Compartir o incrustar documentos

Opciones para compartir

¿Le pareció útil este documento?

¿Este contenido es inapropiado?

Copyright:

Formatos disponibles

Caminando en Santidad

Cargado por

Copyright:

Formatos disponibles

CAMINANDO EN SANTIDAD:

• Su manifestación en la tierra. Éxodo 3:5

5) EL SEÑOR ES SANTO NOSOTROS TAMBIÉN (1 Pedro 1:15-16)

También podría gustarte