Teorías de La Interpretación.
Teorías de La Interpretación.
Teorías de La Interpretación.
2º
Bachillerato. ESAEM.
Profesor: Manuel Campos.
TEORÍAS DE LA INTERPRETACIÓN
En la primera mitad del siglo XX se observan dos grandes tendencias, la del método
Stanislavski (naturalismo) y las corrientes vanguardistas antinaturalistas que insisten en
revalorizar el cuerpo del actor y la escenografía teatral. Esto a la larga, con el impacto que
supuso la irrupción del cine dará lugar a una especie de “separación” entre actores de cine y
TV (realismo, psicologismo, convencionalismos burgueses) y actores de teatro (expresión
corporal, vanguardismo, culturalismo estético)
La importancia del Naturalismo radica en que aplicará el Método Científico de Bernard al arte
y la literatura. Se trata de aplicar el rigor científico a la literatura; la materia artística es la
verdad objetiva captada de la vida sensible a partir de la observación. Los escritores
naturalistas mostrarán la influencia del ambiente, la fisiología y la herencia sobre la bestia
humana. Como un científico, probarán mucho hasta conseguir algo bueno, con personajes y
situaciones, de cuyo choque surgirán unos u otros conflictos. A través de ese choque, el
personaje irá cambiando. Si el ser humano está determinado por el medio y la herencia
genética, no es libre, por lo que el naturalismo entra en conflicto con la idea religiosa.
El Naturalismo, como práctica escénica que seguía los postulados del realismo,
profundizando en ellos a través de la aplicación del método científico para reflejar de
manera precisa la realidad social en la que vive el artista, fue imponiéndose en la novela de la
segunda mitad del siglo XX pero apenas tenía repercusión en un teatro comercial que seguía
siendo fiel al estilo melodramático de la pieza bien hecha romántica.
Fue en algunos grupos aficionados en los que se impuso una revolución que acabaría
extendiéndose e imponiéndose en la forma de hacer teatro y que se basaba en la observación
minuciosa y estricta de la realidad.
En 1887 se abrió una pequeña sala en el extrarradio de París que tuvo por nombre el Theatre
Libre de André Antoine, que, como actor aficionado, montó con sus empleados (trabajadores
de la empresa del gas) una serie de obritas cortas entre las que se encontraba la adaptación de
un cuento de Emile Zola. Los postulados de Zola sobre la aplicación del realismo en escena no
habían triunfado antes. La importancia de André Antoine reside, ya no solo en la creación del
Theatre Libre, sino en la modernización de la escena europea de finales de siglo (se le
considera el primer director de escena moderno) en tanto empieza a huir de los
convencionalismos, artificios y los arquetipos y sus representaciones se irán caracterizando por
la sencillez y la naturalidad. Modificó el estilo interpretativo que existía hasta el momento,
ostentoso y antinaturalista. Si hasta entonces la compañía giraba en torno a su actor o actriz
principal, en sus montajes consideró la importancia de todos los actores, que cada miembro
del reparto actuara en función de los requerimientos de su personaje y de la obra; los actores
deberían comportarse con naturalidad, no decir su discurso de cara al público sino actuar
como si este no existiese, moverse con libertad, sin importar que en algún momento saliesen
de su campo visual o hablaran de espaldas a este, comportarse como lo harían en la vida real.
Fue el creador del concepto cuarta pared, que hace referencia a una pared imaginaria que
separa el escenario del patio de butacas, al actor del público.
Muchos hombres de teatro quisieron seguir sus pasos: August Strindberg en Dinamarca, Otto
Braham en Alemania, pero sin duda el más aclamado fue Staninlavski.
Staninlavski observó que la forma de actuar de los actores de la época era exagerada y
sobreactuada, basada en el divismo, por lo que buscó la forma de desarrollar un sistema que
dotara de naturalidad al actor. Dio soluciones a los problemas que planteaba el Naturalismo
Hijo de una familia próspera, Staninlavski creció en contacto con el poco teatro que había
en la Rusia zarista e hizo sus pinitos como actor aficionado. En 1888 fundó la Sociedad de Arte
y Literatura en la que empezó a defender los postulados naturalistas desde sus labores de
actor y director. Los principios de sus puestas en escena estaban marcados por los postulados
observados en obras de la Compañía de los Meninger. Esta compañía fue famosa por ser,
junto a Antoine, una de las primeras en defender los postulados naturalistas en teatro: ofrecer
una imitación de la vida con minucioso detalle con el objetivo de que el espectador tomara
por cierta y verdadera la fábula de la obra.
En 1897 crea junto a un crítico y dramaturgo llamado Danchenko el Teatro del Arte de
Moscú. En la línea del Teatro Libre de Antoine, ambos se ponen manos a la obra para iniciar
una revolución en todos los aspectos teatrales. La relación simbiótica entre ellos conjugaba la
selección de nuevas dramaturgias y la búsqueda de nuevas metodologías que permitiesen
llevarlas a escena. Querían desterrar las convenciones teatrales que arrastraba el teatro de la
época y que habían instalado el histrionismo y la artificialidad de los actores. En los inicios del
teatro del Arte, se continuó la base del trabajo ya realizado en la Sociedad de Arte y Literatura:
el interés de Staninlavski estaba en la forma exterior de la puesta en escena. Sin embargo,
progresivamente el trabajo fue sustentándose en un análisis más profundo del mundo
interior de los personajes. Este produjo una revolución sinigual en la historia de la
interpretación, pues se acabó sistematizando un método de interpretación acorde a las
necesidades escénicas naturalistas.
Mucha culpa de esto tuvo también el autor Antón Chejov ya que sus obras, como decía
Staninlavski, proponen un lenguaje que se fundamenta en “lo que no se transmite con las
palabras, sino en lo que está oculto detrás: las pausas, las miradas de los actores, la irradiación
de los sentimientos interiores…” Aunque ya era conocido antes de trabajar con Staninlavski,
fue el estreno de su Gaviota lo que le encumbró eternamente.
Propósito principal del personaje de una obra. Para llegar al superobjetivo, el personaje debe ir
cumpliendo objetivos parciales en las diversas unidades o secciones de la obra. Cuando todos
los objetivos están unidos de forma lógica, el personaje puede conducir una línea continua a
través de la acción.
El sistema de Staninlavski
El método es el nombre que, comúnmente, se ha dado al proceso que ideó y
experimento Staninlavski para generar su primera pedagogía actoral. Se basaba en una técnica
vivencial según la cual, tras los primeros pasos de estudio y análisis pormenorizado de la obra,
los intérpretas deberían interiorizar el mundo emocional del personaje para proyectarlo en
escena como si lo vivieran realmente. La técnica suplía la pura inspiración garantizando que el
trabajo escénico podía repetirse con seguridad y solidez sin caer en la monotonía. Formuló los
principios básicos de su técnica a partir de estos conceptos básicos: la relajación, la
concentración, la memoria emocional, los objetivos y los superobjetivos. Su método consistía
en que el actor sintiera las emociones que interpretaba. Para ello, se recurría
a ejercicios y estrategias que estimulaban la imaginación, la improvisación, la relajación
muscular, la respuesta, la rememoración de episodios del pasado… El método se basa en
cuestiones como: ¿por qué el personaje hace esto?, para así el actor ponerle una meta al
personaje en cada escena, o el llamado ``si mágico´´, en que el actor se pone en la piel del
personaje y se pregunta: Si yo fuera él, ¿cómo reaccionaría?
En los últimos años de sus prolijas investigaciones elaboró la teoría de las acciones físicas, a
partir del desarrollo experimental de algunas ideas que llevaron a cabo sus alumnos. En ella
contradecía algunas de sus ideas anteriores, como la memoria emocional.
En definitiva, el sistema de Staninlavski puede dividirse en dos tramos: la teoría del primer
Staninlavski, basada en la emoción y la experiencia autobiográfica del actor, y la del último
Staninlavski, desarrollada ya por sus alumnos a partir de sus escritos inclonclusos, y basada
en las acciones físicas.
2.1 . El Simbolismo.
La evolución del teatro en el siglo XX deriva en una reacción contra el naturalismo, como
una liberación respecto al dominio literario, o como la superación de una estética caduca. En
cualquier caso, mientras se gestaba y desarrollaba el naturalismo, surgía una corriente de sentido
contrario, en buena parte derivada del Romanticismo, que se impuso primero en la poesía de la
mano de Boudelaire, Rimbaud, Verlaine y otros poetas franceses de la segunda mitad del siglo
XIX. Era el simbolismo.
Con el sustrato idealista derivado de la filosofía de Platón y con una fuerte influencia del
vitalismo de Nietzsche, el simbolismo renegaba de la posibilidad de comprender y representar el
mundo real mediante la ciencia (naturalismo). Por el contrario, consideraba el mundo un enigma
al que solamente se podía acceder por medio de la intuición. La incorporación de los postulados
simbolistas en teatro se debe al belga Maurice Maeterlink con obras como El pájaro azul, La
intrusa o Los ciegos, donde creó un mundo de fantasías, sueños, y ambientes cargados de
misterio. La realidad -planteaba- es invisible a los ojos. La influencia de Maeterlink se extendió
por toda Europa y contribuyó a la creación de un teatro alejado de la realidad visible, abierto a
los mundos fantásticos y legendarios, pero también a la consolidación de una estética abierta a
nuevas búsquedas en el campo de la puesta en escena.
Esta nueva formulación en la escenificación se puso en práctica en pequeños teatros
surgidos tras la experiencia del Teatro Libre de Antoine, como el Théâtre de l’art de Paul Fort o
el Théâtre de l’Ouvre de Lugne-Poe, o en algunas experiencias del Teatro del Arte de Moscú,
que estrenó El pájaro azul.
Dentro de este movimiento de renovación estética hay que destacar a dos teóricos
fundamentales:
De otro lado, Reinhart realiza montajes espectaculares con escenarios múltiples y giratorios y
Piscator integra al espectador como un elemento más de la escenografía.
La ley básica de la Biomecánica de Meyerhold es que cada movimiento que realiza el actor
en escena debe involucrar cada parte del cuerpo
El país donde más caló el teatro político fue la Alemania de entreguerras. El representante del
teatro político alemán más famoso es Erwin Piscator, creador del teatro proletario y director
del Teatro del Pueblo de Berlín.
Contemporáneo de Piscator, Brecht fue una de las figuras más influyentes del teatro
contemporáneo. Poeta, narrador, dramaturgo, director de escena y teórico del teatro, su
actividad fue fundamental para la creación de un teatro que no solamente se basará en la
puesta en escena de obras de contenido político expreso, sino que adoptará formas que darán
un sentido político a lo que veía el espectador. Es decir, introduce el elemento político tanto en
la historia como en la recepción del espectador. Para ello, diferenció el teatro de tradición
aristotélica (todo el anterior) al que denominó teatro dramático, de su teatro, que denominó
teatro épico (épico no en el sentido heroico sino en el sentido de narrativo).
La perceptiva clásica le sirve de base para formular las líneas maestras de su teatro: a la unidad
de acción que lleva a un clímax a través del conflicto, Brecht opone una serie de sucesos
fragmentados al modo del relato épico; frente a la mímesis aristotélica, exige una distancia
racional y analítica de los hechos; y a la catarsis griega, prefiere una actitud reflexiva del
espectador que le permita comprender la situación y decidir con plena conciencia sus
acciones.
Con esta teoría del distanciamiento pretende hacer pensar al espectador, evitar su
identificación emocional con los hechos o los personajes y sacarlo de la pasividad
contemplativa. Para ello emplea técnicas escénicas como la presencia de un narrador, el relato
fragmentario, frecuentes apartes, el uso de disfraces y de gestualidad artificial, recitados de
poemas y música para detener la acción, carteles informativos…
La idea fundamental de Brecht es que el teatro debe divertir, pero esa diversión debe incluir el
placer de comprender las acciones humanas con el objetivo de transformar la sociedad. Para
ello es esencial que el espectador no se deje llevar por la acción dramática (empatice
emocionalmente) y tenga la posibilidad de reflexionar sobre lo que ve. De ahí, la técnica del
distanciamiento, que busca, a través de distintas formas (canciones, expresionismo
interpretativo, diálogos con el espectador…) evitar que el público conecte emocionalmente
con la obra y los personajes.
Brecht huye de los psicologismos y dice que la función de los actores consiste en no despertar
emociones, sino en hacer pensar al público. Por ello, no debe empatizar con las emociones del
personaje, sino distanciarse de él, evitando la introspección emocional. Es decir, el actor no
debe alienarse mientras representa, sino mantener la lucidez y mostrar de manera crítica y
objetiva los comportamientos de sus personajes. Propone que el actor debe trabajar sobre el
gestus social (técnica desarrollada por Brecht en la que se aborda la actitud del personaje
según el punto de vista que de él tenga la sociedad y el punto de vista que de él tenga el actor
que lo interpreta) mediante posturas corporales, entonaciones y otros signos expresivos
propios de su clase social y su situación histórica.
El teatro de Brecht se denomina teatro épico, y lo diferencia del teatro anterior, al que
denomina teatro aristotélico. El teatro épico se basa en el distanciamiento y en la
consecución del gestus social.
El teatro pobre habla de lo esencial en el teatro. Dice que el teatro puede existir sin trajes y
decorados, sin música, sin iluminación y sin texto, pues la historia del teatro lo confirma. No
obstante, no puede existir sin actores y sin, al menos, un espectador para lograr una
representación. Lo imprescindible acaba siendo el actor, el espectador y la relación entre
ambos, por lo que resta la importancia del resto de elementos, demostrando que el teatro no
deja de existir sin eso, sino que se convierte en algo más puro. Le da una nueva dimensión a la
relación actor - espectador y para eso rompe la separación con el público: en sus obras no
estaba por un lado el escenario y por otro las butacas, sino que todo estaba en el mismo
espacio. El público, al estar dentro del espacio del actor, se siento distinto y vulnerable. El
público tenía un papel.
Centra su trabajo en el cuerpo y la voz, no desde el punto de vista gimnástico sino más bien
fundamentada en imágenes que lo justifiquen. Cuando accionamos llegamos a imágenes que
se traducen en eso que estamos contando con las acciones. Las acciones nos permiten
investigar nuestro mundo imaginario para comunicarlo, por lo que la asociación de imágenes
para transmitir una historia es fundamental.
Para liberar la voz decía que había que trabajar como si el cuerpo cantara, apoyándose en los
resonadores (esos lugares a los que el aire llega y por las cavidades se amplifica). El actor debe
combinar los resonadores y tomar conciencia de su cuerpo.
La autenticidad viene de los deseos o motivaciones, lo que le lleva al impulso y las acciones
físicas. Para él, antes de cada acción física hay un impulso. El impulso habita debajo de la piel.
Si Staninlavski quería conocer las acciones físicas para comprender la lógica del
comportamiento de los personajes, Grotowski usa las acciones físicas partiendo de los
impulsos internos.
En definitiva, Staninlasvsky hace hincapié en la esencia de la propia representación, despojada
de puestas en escena o montajes que desvíen la atención. El actor es el protagonista absoluto
y excluyente en el teatro de Grotowski. En su concepción, el teatro no es más que la relación
entre un actor y un espectador: → Se abandonan los efectos de luces, son los actores los que
"iluminan" mediante técnicas personales. → El rechazo a los artificios del maquillaje y del
vestuario permite al actor cambiar de personajes, tipos y siluetas usando solo su cuerpo y la
maestría de su oficio. → La composición de expresiones faciales sustituye el uso de máscaras.
→ La eliminación de la música permite a la representación misma convertirse en melodía
mediante las voces de los actores y el golpeteo de los objetos.