Espiral Del Silencio Resumen 2
Espiral Del Silencio Resumen 2
Espiral Del Silencio Resumen 2
De acuerdo con la autora, “lo que había sucedido había sido descubierto y comentado siglos
antes, pero sin entenderlo: el poder de la opinión pública. Bajo su presión, cientos de miles
–no, más bien millones- de votantes habían participado en lo que se llamaría un vuelco de
último minuto”.
En 1965, se había medido mucho más de lo que se había entendido. Así, aunque los dos
partidos según las encuestas estaban prácticamente empatados en intención de voto, otro
conjunto de datos señalaba un movimiento continuo y completamente independiente. Justo
al final la gente se subió al carro ganador. Como atrapados por una corriente, el 3-4 % de
los votantes se vieron arrastrados hacia el partido que, según la expectativa general, iba a
vencer.
Quizá los seguidores de ambos partidos estuvieran igualados en número, pero no contaban
con la misma energía, entusiasmo ni ganas de expresar y exhibir sus convicciones. La
Ostpolitik fue introducida por el Canciller Willy Brandt, socialdemócrata, para normalizar
relaciones con Europa del Este. Los que apoyaban esta política pensaban que sus ideas
acabarían siendo aceptadas por todos, por lo que se expresaban abiertamente y defendían
confiadamente sus puntos de vista. Los que la rechazaban, se sentían marginados, por lo
que se retiraron y se callaron. Esta inhibición hizo que la opinión que recibía apoyo
explícito pareciera más fuerte de lo que era realmente, y la otra opinión más débil.
Otra hipótesis relacionada con la espiral del silencio es que la gente adapta realmente su
conducta a la fuerza o a la debilidad aparente de las distintas opciones. Con las encuestas
que se realizaban para comprobar o rechazar esta hipótesis se buscaba saber si los
diferentes grupos de opinión diferían en su disposición a defender públicamente sus puntos
de vista y convicciones. La facción más dispuesta a proclamar su posición tendrá un
mayor impacto e influirá más, por tanto, en los demás, que podrían acabar
incorporándose a su grupo de seguidores aparentemente mayor o creciente.
Otras encuestas confirmaron que los que confían en la victoria se pronuncian y los
perdedores tienden a callarse. Pero por hablar o pronunciarse no se entiende sólo
conversar con la palabra, también es ponerse un pin en la solapa, una calcomanía en el
coche, leer un periódico de izquierda o derecha. Callarse es también no llevar ese pin,
calcomanía o periódico.
Si alguien percibe que el clima es en contra de sus creencias, se sume en la espiral del
silencio y difícilmente pegará una calcomanía en su coche a favor de su partido/candidato.
Las encuestas también mostraron que en una situación pública, los hombres están más
dispuestos a participar en una conversación sobre temas controvertidos que las mujeres, los
jóvenes más que los mayores, y los pertenecientes a estratos sociales superiores más que los
de estratos inferiores. Esto tiene repercusiones evidentes sobre la visibilidad política de los
diversos puntos de vista. Si una facción atrae a muchos jóvenes o personas con alto nivel
educativo, tiene más posibilidades de parecer la facción destinada a lograr la aceptación
general.
Pero también influye el acuerdo entre las convicciones propias y la evaluación que cada
uno realiza de las tendencias vigentes, el espíritu de la época, el ánimo de los que parecen
más modernos, más sensatos, o la sensación de que la gente mejor está de nuestro lado.
Otro resultado de las encuestas señalaba que hay una tendencia postelectoral a que más
gente afirme haber votado por el partido ganador de lo que indicaran los votos recibidos por
éste, sobre todo, si va en la dirección de la opinión mayoritaria del grupo al que se
pertenece.
Es interesante especialmente el primer experimento donde los individuos con tal de tener
un sentido de pertenencia y aceptación con el grupo, toman la decisión de respaldar una
opción que notoriamente es errónea y contraria a sus intereses (el experimento es sobre
unas líneas comparadas con otra, donde notoriamente una es desigual, sin embargo, ésta es
la seleccionada por la mayoría).
La imitación puede ser una fuente del miedo al asilamiento al hacer lo que el resto de los
individuos hacen, no obstante, también puede ser una fuente de aprendizaje, ya que los
individuos aprenden las mejores prácticas y las ejercen ellos mismos, como un síntoma del
deseo de expandir la provisión de conocimientos.
Algo importante es que los seres humanos priorizan la aceptación social a través de la
imitación o de efectuar las mismas decisiones que tomó el grupo antes que votar por lo
correcto, es decir, es más importante la aceptación y estimación social, que inclusive
decidir sobre lo correcto. En esto tiene que ver nuestra naturaleza social, la cual nos hace
temer aún más la separación y el aislamiento así como desear el ser respetado y querido por
la sociedad.
Esto nos lleva a discutir el tema de los valores individuales vs los valores aceptados en la
sociedad, tales como libertad de pensamiento/sumisión inconsciente por citar un ejemplo,
en esta lucha de valores, las creencias individuales se pueden ver supeditadas a los valores
colectivos e inconscientemente estar sujetos a las reglas sociales mayoritarias.
El resultado de otro test para no fumadores indicaba que las personas preferían exteriorizar
su punto de vista si había más personas que compartieran su punto de vista, que en el caso
de que hubiera un mayor número de personas que opinara lo contrario, lo cual indicaba que
las personas preferían no desacreditarse ante la sociedad por una discusión en la cual
notoriamente ellos opinarían lo contrario.
La desaprobación de alguien por no compartir los valores o el punto de vista de la sociedad
no se da de un modo consciente sino porque es una reacción práctica, ya que la persona que
está en desacuerdo puede lesionar los intereses de la llamada “comunidad”.
La opinión pública puede ser expresada por cualquier persona y puede expresarse sobre
cualquier tema, no debe ser privativa de los llamados expertos en el tema, asimismo, el
individuo puede expresarse respecto a lo que aprueba o desaprueba considerando claro, un
posible aislamiento.
Actualmente las redes sociales son canales de comunicación que se caracterizan por su
velocidad de transmisión y por su viralidad en la reproducción, especialmente he notado
que si se expresa una opinión contraria a la mayoría, se corre el riesgo de caer en herejía y
por ende comenzar a ser castigado por los usuarios de dichas redes, un ejemplo de esto lo vi
en las pasadas elecciones, donde en el ambiente de redes era castigado expresar de manera
pública un apoyo al candidato del PRI Enrique Peña Nieto (no soy Priista), por lo tanto el
solo hecho de demostrar preferencia hacia él era objeto de ataques y por ende las personas
preferían abstenerse.
De manera continua se presentan casos en la sociedad que la polarizan y donde los usuarios
de las redes se inclinan preferentemente hacia cierta tendencia, y si alguien en dichas redes
expresara un punto de vista contrario, sería víctima de ataques y descalificaciones.
Por último, en las redes sociales considero que la acepción de opinión pública está
íntimamente ligada a la opinión común, de la mayoría o generalmente aceptada, de ahí que
por ejemplo las campañas de los candidatos estén en lugares comunes tratados en las redes
tales como pobreza, inseguridad, educación, desempleo y desarrollo económico. Es de
notar que la mayoría de los usuarios de las redes dejan entrever en sus opiniones que no son
culturalmente desarrollados de manera integral por las continuas faltas de ortografía o en su
caso, los escasos elementos para emitir una opinión, ya que consideran que lo general es lo
correcto, no obstante que en nuestro país hay un sesgo importante debido a que los usuarios
de las redes no componen la totalidad sino en el mejor de los casos una parte de ésta, ya que
hay amplios sectores que no tiene acceso a la tecnología, no usan las redes sociales o a
pesar de tener las dos anteriores no emiten sus opiniones por este medio.
- Hume: “el gobierno sólo se basa en la opinión”. (Aunque la gente haya renunciado
al uso de la fuerza a partir de la fundación del Estado, no ha entregado su capacidad
de aprobar y desaprobar).
- Los gobernantes no tienen nada que les sostenga excepto la opinión. El gobierno,
pues, se funda sólo en la opinión. Aplica tanto para los gobiernos despóticos y
militares tanto como para los más libres y populares.
- Las otras causas de orgullo - la virtud, la belleza y la riqueza – influyen poco
cuando no las secundan las opiniones y los sentimientos de los demás. A los
hombres de mayor discreción e inteligencia les resulta muy difícil seguir su propia
razón o inclinación si se opone a la de sus amigos o compañeros cotidianos.
- El deseo de fama, reputación o crédito ante los demás está tan lejos de ser
condenable que parece inseparable de la virtud, el genio, la capacidad y un talante
generoso o noble.
- La sociedad también espera y exige que, para agradar, se preste atención incluso a
los asuntos triviales. A nadie sorprende observar una mayor elegancia en el vestir y
una conversación más amena en un hombre cuando está con otros que cuando se
encuentra en su casa con su familia.
- La posición social que se ocupa puede clasificarse entre las cualidades que resultan
inmediatamente más agradables a los demás.
- Los ciudadanos se relacionan entre ellos como iguales, pero todos se esfuerzan por
sobresalir. (Noelle-Neumann)
- Las virtudes se demuestran en público, y es en público como se las reconoce.
(Habermas). El espacio púbico es la arena en la que se reconocen los logros
- Madison: el poder de la opinión sobre cada individuo y su influencia práctica sobre
su conducta depende en gran medida del número de personas que él creen que han
compartido la misma opinión. La razón humana es, como el propio hombre, tímida
y precavida cuando se la deja sola. Y adquiere fortaleza y confianza en proporción
al número de personas con las que esté asociada.
- Glanvill: (clima de opinión) – el clima rodea totalmente al individuo desde el
exterior. El individuo no puede escapar de él.
- Noelle-Neumann: La espiral del silencio es una reacción ante los cambios en el
clima de opinión. La expresión “clima de opinión” representa mejor que la de
“opinión pública” la idea de una distribución de frecuencias, de una fuerza relativa
de las diversas tendencias contradictorias. El término “clima”, además, trae a la
mente la imagen del espacio y del tiempo, como el concepto de “campo” y “clima”
también incluye el sentido más completo de lo público.
7. El lanzamiento del término “opinión pública”: Jean-Jacques Rosseau
Pone como ejemplo que de acuerdo a ciertos experimentos los ciudadanos noruegos son
ligeramente más conformistas que los estadounidenses y los franceses un poco menos
(Milgram).
Para Rousseau la opinión pública es “un yugo bajo el cual debía humillarse el miembro
individual de la sociedad”. Añade que la muchedumbre no necesita leyes para coaccionar a
quienes no piensan como ella, le basta la desaprobación pública.
A su vez para Tocqueville la igualdad explica el poder de la opinión pública.
Específicamente en Estados Unidos, aunque establece que en Francia y en cualquier lugar
el principio de igualdad es un hecho. Asume que cuanto más se acercan los ciudadanos a
una posición similar su inclinación a creer en la multitud aumenta, es decir la mayor verdad
debería de ser la de la mayoría. En suma, concibe la opinión pública como la opinión de la
mayoría numérica.
Los mandamientos divinos, los estatutos formales y la ley de opinión convergen, dejando al
individuo sin margen de maniobra para evitar la condena o el aislamiento.
12, 13 y 14
Leopold von Wiese denomina konkrete Masse a una masa de personas en contacto físico o
visual que durante un breve lapso de tiempo, emergen y actúan juntas como un grupo,
como si fueran un solo ser.
La opinión pública reside en las actitudes y los modos de comportamiento que reciben una
fuerte adhesión en un lugar y una época determinados; hay que demostrar para evitar el
aislamiento social en cualquier medio de opiniones establecidas y en un medio de opiniones
cambiantes se pueden expresar sin aislarse. Todos los fenómenos de opinión pública
implican una amenaza de aislamiento y para evitar este aislamiento se tiene que mostrar
aprobación.
La masa concreta puede utilizarse como recurso estratégico para acelerar la difusión de
nuevas ideas. Estas ideas pueden apoyarse en público sin riesgo de aislamiento.
Las multitudes inestables no reflejan la opinión pública, las masas primitivas nacen con el
único objeto de alcanzar el clímax emocional que se produce al participar en una turba
espontánea: la sensación de reciprocidad, la intensa excitación, la impaciencia, la sensación
de fuerza y de poder irresistible, el orgullo, el permiso para ser intolerante y sensible, la
pérdida del sentido de la realidad.
Por ejemplo, en las redes sociales se da mucho que de un tema, una persona escriba algo a
favor o en contra y en seguida tendrá miles de respuestas positivas o negativas, y como no
estamos de frente, es más fácil explayarse y escribir lo que uno piensa, sin embargo,
también hay gente que se deja llevar por la emoción, la pasión del tema y se une a la
opinión de los demás, esté o no de acuerdo.
A los miembros de estos grupos nada les parece imposible, les resulta fácil actuar sin
responsabilidad y sin exigencias de constancia. Como escribió McDougall, los individuos
actúan en público desde el conocimiento que poseen de la opinión pública.
¿Qué es la moda? Son formas de comportamiento que cuando son nuevas pueden exhibirse
en público sin quedarse aislado, pero que en una etapa posterior deben mostrarse en público
para evitar el aislamiento.
Las personas pueden estar “in” o “out”, tienen que vigilar los cambios que se producen o
arriesgarse al aislamiento. La amenaza de aislamiento se da siempre que los juicios
individuales consiguen convertirse en opinión predominante.
El límite entre la difamación y el chisme es difuso. Se destrozan las opiniones, se matan las
famas. El antropólogo John Beard Haviland descubrió que los chismes persisten hasta que
la mala conducta acaba saliendo a la luz.
La vida pública se puede sufrir o disfrutar al confrontar las ideas de los más. Si bien no han
sido muy estudiados, sabemos que estos grupos impulsan el cambio social, el momento
exacto o la fórmula con la que lo pueden hacer queda desconocida.
Según Lippman hay diferencia entre las percepciones que la gente obtiene de primera mano
y las que vienen de otras fuentes, específicamente de los medios de comunicación. Además
notó la inconsciencia de las personas sobre esta diferencia. La gente adopta la experiencia
indirecta sin cuestionamientos y la une a sus propias experiencias haciéndolas inseparables,
y creando una realidad distorsionada del mundo.
Lippman asegura que los valores de noticia para los periodistas, son básicamente temas
claros que pueden comunicarse sin contradicciones, conflictos, superlativos; en fin algo con
lo que el lector pueda identificar por ser cercano a él de forma física o psicológica, o por
estar identificado o padecer sus consecuencias.
Las personas tratan por todos los medios de evitar la disonancia cognitiva y mantener
entonces una imagen armónica del mundo, lo que ocurre en una percepción selectiva.
El estereotipo sea positivo o negativo es conciso y poco ambiguo lo que permite a todos
saber cuándo han de hablar y cuando callar. Los estereotipos son indispensables para
encender los procesos de conformidad.
La <<moralidad pública>> comprende las opiniones que hay que defender públicamente
para no aislarse. Luhmann subraya la importancia de la estructuración de la atención, de la
selección de temas, como una fase del proceso de opinión pública, y no deja dudas sobre la
relevancia de los medios de comunicación, que asumen la tarea de seleccionar éstos temas
más que cualquier tribunal.
El segundo aspecto de la impotencia entra en juego cuando se usan los medios como una
picota; cuando orientan la atención pública anónima hacia un individuo entregado a ellos
como un chivo expiatorio para ser <<exhibido>>. No puede defenderse. La observación del
entorno tiene dos fuentes, dos manantiales que nutren la opinión pública: por una parte el
individuo observa directamente su medio; por otra, recibe información sobre el entorno a
través de los medios de comunicación.
La relación entre los medios de comunicación y la audiencia tiende a compararse con una
conversación privada entre dos personas, una de las cuales dice algo y la otra queda
reforzada o convertida. Además, los medios influyen en la percepción individual de lo que
puede decirse o hacerse sin peligro de aislamiento.
El test del tren como situación paradigmática de un pequeño grupo implica la creación de
opinión pública mediante el habla y la resistencia a hablar. Dar a conocer una conducta que
viola normas sin censurarla enérgicamente la hace más adecuada socialmente, más
aceptable.
21. La opinión pública tiene dos fuentes: una de ellas, los medios de comunicación
A principios de 1976, medio año antes de las elecciones federales de Alemania, se realizó
un estudio sobre las intenciones de voto de los entrevistados, sus creencias sobre el posible
ganador, su disposición a demostrar públicamente sus preferencias políticas, su interés por
la política en general y su grado de utilización de los medios de comunicación (periódicos y
revistas leídos –y televisión vista-), con una atención especial a los programas políticos de
televisión.
Existen dos fuentes para obtener información sobre la distribución de las opiniones en
nuestro medio: la observación de primera mano de la realidad y la observación de la
realidad a través de los ojos de los medios. Sólo los que habían observado el entorno con
mayor frecuencia a través de los ojos de la televisión habían percibido un cambio en el
clima electoral; los que habían observado el entorno sin los ojos de la televisión no habían
notado ningún cambio en el clima.
¿Por qué veían de manera tan diferente la situación política la población y los periodistas?
Una razón era que la población y los periodistas diferían considerablemente en sus
convicciones políticas y sus preferencias por unos u otros partidos. Y, por supuesto, como
deja claro Lippmann, las convicciones guiaron sus puntos de vista.
Las cámaras televisivas pueden conseguir, por métodos puramente ópticos, mostrar a las
personas más positiva o más negativamente. Pueden hacer un plano frontal a la altura de los
ojos a los políticos que les gusten, ya que esto tiende a despertar simpatía y a causar una
impresión de calma y de espontaneidad. En contraparte, si enfocan desde arriba (plano
picado) o desde abajo (plano contrapicado), tienden a provocar antipatía y a producir una
impresión de debilidad o vacuidad.
El <<clima de doble opinión>> -es decir, la diferencia entre el clima percibido por la
población y el clima representado por los medios- fue suficientemente fuerte en 1976 como
para impedir un <<efecto de carro ganador>> en la dirección del vencedor previsto. Esto
sólo se produce cuando el clima de opinión entre la gente y el predominante entre los
periodistas de los medios es diferente.
Las conversaciones continuas entre la gente extienden los mensajes de los medios, la
influencia de los medios es predominantemente inconsciente. La <<ignorancia pluralista>>,
es una situación en la que la gente tiene una idea equivocada de lo que piensa la mayoría de
las personas, y sirve para rastrear la influencia de los medios
La articulación se refiere a suministrar a la gente las palabras y las frases que pueden
utilizar para defender un punto de vista. Si la gente no encuentra expresiones habituales,
repetidas con frecuencia, en favor de su punto de vista, cae en el silencio; se vuelve muda.
La necesidad de estar de acuerdo con el público del que se forma parte, de pensar y actuar
de acuerdo con la opinión, se hace más fuerte e irresistible a medida que el público se
vuelve más numeroso, la opinión más imponente y la necesidad se satisface más a menudo.
Hesiodo describió esa voz como un tribunal moral, un control social, Maquiavelo señaló
que una opinione universale predice los acontecimientos de forma tal que podría creerse un
poder oculto de profeta, Karl Steinbuch señalaba que la voz del pueblo era la voz del
destino y Hegel está entre dos tendencias, la señala como la “la voz del pueblo, voz de
ganado” y “La lengua del pueblo es divina” su reflexión sobre la opinión pública es que no
tiene criterios de discernimiento, ni capacidad de convertir lo substantivo en conocimiento
estricto, contiene todo lo falso y lo verdadero por lo que sólo un gran hombre puede
encontrar la verdad en ella.
Un ejemplo claro lo vemos en el uso de los hashtags que pueden mostrar la voz de ciertos
grupos con tendencias específicas como los partidos políticos (#PRI, #PAN, #PRD) o los
adversarios de los mismos, se puede tener un grupo más amplios si la búsqueda se hace por
ejemplo por acontecimientos (#1DMX) o grupos organizados (#YoSoy132)
En el caso de las redes sociales, el factor de la distancia no importa como tal, sin embargo
el tiempo es un factor determinante, pues mantener una presencia en redes demanda una
actividad constante y personalizada pues no basta con ser caja de resonancia de
información ya elaborada.
Lo público en este caso lo determina el usuario, pues es él quien decide que tan expuesta o
no a otros usuarios está la información que publica.
Es necesario recordar que la teoría de la espiral del silencio se apoya en el supuesto de que
la sociedad amenaza con el aislamiento y la exclusión, a los cuales les temen los individuos
por lo que buscan constantemente la aprobación de su entorno.
Para comprobar el test de aislamiento la autora se vale de las teorías de Darwin que indican
que la naturaleza social del hombre lo llevan a preguntarse cómo se le ve desde el mundo
exterior y a desear crear una impresión favorable para no ser señalado, esto lo hace también
corregir comportamientos.
A partir de esto también debemos considerar que aquellos que polemizan en redes lo hacen
precisamente para tener una frecuencia de exposición más alta, es decir buscan ser más
vistos y no necesariamente más respaldo a sus puntos de vista.