Noelle Neuman Libro Completo Espiral Silnecio
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Esta misma inhibición hizo que la opinión que recibía apoyo explícito pareciera más fuerte de
lo que era realmente, y la otra opinión más débil. Las observaciones realizadas en unos
contextos se extendieron a otros e incitaron a la gente a proclamar sus opiniones o
«tragárselas» y mantenerse en silencio hasta que, en un proceso en espiral, un punto de vista
llegó a dominar la escena pública y el otro desapareció de la conciencia pública al enmudecer
sus partidarios. Éste es el proceso que podemos calificar como de «espiral del silencio».
El efecto del carro ganador solía explicarse aludiendo a la voluntad general de formar parte del
bando vencedor. ¿Siempre del bando vencedor? La mayor parte de la gente probablemente no
sea tan pretenciosa. A diferencia de la elite, la mayor parte de la gente no espera obtener un
cargo o poder con la victoria. Se trata de algo más modesto: el deseo de evitar el aislamiento,
un deseo aparentemente compartido por todos nosotros. Parece que el miedo al aislamiento
es la fuerza que pone en marcha la espiral del silencio. Correr en pelotón constituye un estado
de relativa felicidad; pero si no es posible, porque no se quiere compartir públicamente una
convicción aceptada aparentemente de modo universal, al menos se puede permanecer en
silencio como segunda mejor opción, para seguir siendo tolerado por los demás.
Plantear la hipótesis de la existencia de este proceso implica afirmar que las personas
observan su medio social; que se fijan en lo que piensan sobre ellas y son conscientes de las
tendencias cambiantes; que registran qué opiniones están ganando terreno y cuáles van a
convertirse en dominantes. ¿Podemos probar estas afirmaciones?
Presumimos que el temor al aislamiento de los individuos normales pone en marcha la espiral
del silencio, y el experimento de Asch demuestra que este miedo puede ser considerable. Y
considerable tenía que ser para explicar los resultados obtenidos con el método de las
encuestas. Sólo suponiendo que la gente teme intensamente quedarse aislada podemos
explicar la enorme hazaña colectiva consistente en saber con precisión y fiabilidad qué
opiniones se están fortaleciendo y cuáles están perdiendo apoyo, y en hacerlo sin recurrir a la
ayuda de ningún instrumento de investigación demoscópica. Los seres humanos economizan la
atención que prestan a las cosas. El esfuerzo que dedican a observar el entorno parece ser un
precio menor a pagar en comparación con el riesgo de perder la estimación de los otros seres
humanos; de ser rechazados, despreciados, de estar solos.
Tres significados de «público»: La interpretación de «público» demostró ser al menos tan difícil
como la de «opinión». Muchos estudiosos han discutido sobre el concepto de «público». Como
afirmaba Habermas, «el uso de "público" y de "lo público" muestra una multiplicidad de
sentidos distintos» (1962, 13). Para empezar, está la acepción legal de «público», que subraya
el aspecto etimológico de «apertura»: es lo abierto a todo el mundo –un lugar público, un
camino público, un juicio público- en cuanto distinto de la esfera privada (del latín privare),
que es algo distinguido o apartado como propio. Encontramos un segundo significado en los
conceptos de derechos públicos y poder público. En este caso, «público» denota alguna
implicación del Estado. Según este segundo uso, «público» está relacionado con los intereses
públicos como se expresa, por ejemplo, en la frase «la responsabilidad pública de los
periodistas». Esto significa que se trata de asuntos o problemas que nos atañen a todos,
relacionados con el bienestar general. Los Estados basan el uso legal de la fuerza en este
principio: el individuo ha cedido a los órganos del Estado la posibilidad de aplicar la fuerza. El
Estado tiene el monopolio del uso de la fuerza. Por último, en la expresión «opinión pública»,
«público» debe tener un significado relacionado con un tipo de adhesión a la opinión pública
crea las condiciones que impulsan a obrar a los individuos, incluso contra su voluntad.
La piel social: El tercer sentido de «público» podría caracterizarse como psicosociológico. El
individuo no vive sólo en ese espacio interior en el que piensa y siente. Su vida también está
vuelta hacia afuera, no sólo hacia las otras personas, sino también hacia la colectividad como
un todo. ¿Qué es eso que «expone» continuamente al individuo y le exige que atienda a la
dimensión social de su medio? Es el miedo al aislamiento, a la mala fama, a la impopularidad;
es la necesidad de consenso. Esto hace que la persona desee prestar atención al entorno y se
vuelva así consciente del ojo público. Los individuos corrientes siempre saben si están
expuestos a u ocultos de la visión pública, y se comportan en consecuencia. Es cierto que las
personas parecen diferir mucho en el modo en que les afecta esta conciencia. El individuo
atiende con inquietud a esta corte anónima que reparte la popularidad y la impopularidad, el
respeto y el escarnio.
21. La opinión pública tiene dos fuentes: una de ellas, los medios de
comunicación.
Los medios suministran a la gente las palabras y las frases que pueden utilizar para defender
un punto de vista. Si la gente no encuentra expresiones habituales, repetidas con frecuencia,
en favor de su punto de vista, cae en el silencio; se vuelve muda.
Es difícil verificar la teoría porque se basa en cuatro supuestos diferentes, así como en un
quinto supuesto sobre la relación entre los cuatro primeros. Los cuatro supuestos son:
1. La sociedad amenaza a los individuos desviados con el aislamiento.
3. Este miedo al aislamiento hace que los individuos intenten evaluar continuamente el clima
de opinión.
El quinto supuesto afirma que los anteriores están relacionados entre sí, lo que proporciona
una explicación de la formación, el mantenimiento y la modificación de la opinión pública.
No cabe duda de que la amenaza de aislamiento existe y que la gente sabe qué opiniones
suponen un alto riesgo de activación de esa amenaza al ser expresadas públicamente.
Actualmente sabemos que los medios de comunicación constituyen la fuente más importante
para la observación constante que el individuo realiza del medio. Siempre que la distribución
de frecuencia de la opinión popular sobre un tema se desvía de las estimaciones de la
población sobre cómo piensa la mayoría de la gente sobre ese tema, podemos sospechar que
se deba a la influencia de los medios de comunicación. En otras palabras: los medios de
comunicación transmiten las ideas sobre las distribuciones de frecuencia (Noelle-Neumann
1989).