Frecuencia Cardiaca

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FRECUENCIA CARDIACA

¿Qué es la frecuencia cardiaca?


La frecuencia cardiaca es el número de veces que se contrae el corazón durante
un minuto (latidos por minuto). Para el correcto funcionamiento del organismo es
necesario que el corazón actúe bombeando la sangre hacia todos los órganos,
pero además lo debe hacer a una determinada presión (presión arterial) y a una
determinada frecuencia. Dada la importancia de este proceso, es normal que el
corazón necesite en cada latido un alto consumo de energía.

¿Cuál es la frecuencia cardiaca normal?


Por regla general, la frecuencia normal en reposo oscila entre 50 y 100 latidos por
minuto (lpm). Sin embargo hay que detallar algunos aspectos que alteran su
estado:
 Cuando nacemos tenemos una frecuencia cardiaca elevada porque la actividad
del organismo es muy intensa. A partir del primer mes de vida, va disminuyendo
hasta llegar a la edad adulta, manteniéndose estable después de los 20 años.
 Varía a lo largo del día y la noche y en respuesta a diversos estímulos, por lo que
su medición tiene gran variabilidad.
 Al realizar ejercicio físico el corazón produce una respuesta normal que es la
taquicardia (la frecuencia cardiaca en reposo está por encima de 100 latidos por
minuto -lpm-).
 También puede producirse bradicardia (la frecuencia cardiaca está por debajo de
50 lpm).

¿Por qué hay que controlarla?


Algunos estudios realizados en poblaciones sanas, así como en pacientes
hipertensos, con cardiopatía isquémica o con insuficiencia cardiaca, demuestran
una asociación entre la frecuencia cardiaca y el riesgo de muerte. Según esto,
cuanto mayor es la frecuencia cardiaca, menor es la expectativa de vida.
Esta relación también se ha observado en los animales. Los mamíferos que
presentan un mayor número de pulsaciones por minuto tienen una expectativa de
vida corta:
 Ratones: 500-600 latidos por minuto: esperanza de vida de uno o dos años.
 Ballena y elefante: 20-30 latidos por minuto: esperanza de vida de unos 60 años
(a esta edad los animales son considerados longevos).
 Hombre: 70 latidos por minuto: esperanza de vida actual mayor de 70 años.

¿Cómo mantener una frecuencia cardiaca normal?


 Practicando ejercicio físico de forma regular. Se estima que cada 1-2 semanas de
entrenamiento aeróbico podríamos conseguir una reducción en la frecuencia
cardiaca en reposo de un latido por minuto.
 Existen fármacos que son capaces de reducir la frecuencia cardiaca. Algunos de
ellos también se utilizan para el tratamiento de la cardiopatía isquémica (infarto o
angina de pecho) o la insuficiencia cardiaca.
Cómo afectan otros factores a la frecuencia cardíaca

 Temperatura del aire: Cuando las temperaturas (y la humedad) son


elevadas, el corazón bombea un poco más de sangre, por lo que la
frecuencia del pulso puede aumentar, pero normalmente no más de 5 a
10 latidos por minuto.
 Posición del cuerpo: En reposo, sentado o de pie, el pulso suele ser el
mismo. A veces, durante los primeros 15 y 20 segundos después de
incorporarse, el pulso puede subir un poco, pero después de un par de
minutos se debería estabilizar.
 Emociones: Si está estresada, ansiosa o “extremadamente feliz o triste”,
sus emociones pueden incrementar su pulso. 
 Tamaño del cuerpo: El tamaño del cuerpo normalmente no cambia el
pulso. Si es muy obesa, es posible que su pulso en reposo sea más alto de
lo normal, pero normalmente no más de 100. 
 Uso de medicamentos: Los medicamentos que bloquean la adrenalina
(betabloqueantes) tienden a ralentizar el pulso, mientras que demasiados
medicamentos tiroideos o una dosis demasiado alta lo incrementa.

Cuándo llamar al médico


Si toma un betabloqueante para reducir la frecuencia cardíaca (y disminuir la
presión arterial) o para controlar un ritmo anormal (arritmia), es posible que su
médico le pida que supervise y registre su frecuencia cardíaca. Controlar la
frecuencia cardíaca puede ayudar a su médico a determinar si debe cambiar la
dosis o administrar otro medicamento.

Si su pulso es muy bajo o si tiene episodios frecuentes de frecuencias cardíacas


rápidas inexplicables, especialmente si la debilitan, la marean o le provocan
desmayos, informe a su médico, quien decidirá si se trata de una emergencia. Su
pulso es una herramienta que la ayudará a hacerse una idea de su estado de
salud.

Frecuencia cardíaca normal en reposo según la edad:


 Recién nacidos de 0 a 1 mes de edad: de 70 a 190 latidos por minuto.

 Bebés de 1 a 11 meses de edad: de 80 a 160 latidos por minuto.


 Niños de 1 a 2 años de edad: de 80 a 130 latidos por minuto.
 Niños de 3 a 4 años de edad: de 80 a 120 latidos por minuto.
 Niños de 5 a 6 años de edad: de 75 a 115 latidos por minuto.
 Niños de 7 a 9 años de edad: de 70 a 110 latidos por minuto.
 Niños de 10 años o más y adultos (incluso ancianos): de 60 a 100 latidos por
minuto.
 Atletas bien entrenados: de 40 a 60 latidos por minuto.

*Fuente: Institutos Nacionales de la Salud / Biblioteca Nacional de Medicina de los


EE.UU.

¿Cómo medir la frecuencia cardiaca?


Dado que la frecuencia cardiaca cambia de una persona a otra, es conveniente
que cada individuo conozca la suya. El pulso puede sentirse en la muñeca, el lado
del cuello, el interior del codo, la parte posterior de las rodillas, la zona de superior
de los pies, la ingle y otros lugares del cuerpo donde haya una arteria cerca de la
piel.
Para medirlo, se ha de poner el dedo índice y el dedo medio o corazón en alguno
de estos puntos; habitualmente, el pulso se suele tomar en la muñeca (ejercicendo
una leve presión con dichos dedos -índice y medio- de una mano en la muñeca
opuesta, justo en el área por debajo de la base del pulgar), o en  el cuello (a uno
de los lados de la nuez, ejerciendo también una pequeña presión con esos dos
dedos en esa zona) y contar el número de latidos durante sesenta segundos.
Igualmente, puede recurrirse a dispositivos como medidores de frecuencia
cardíaca que se colocan en el dedo o los pulsómetros que usan los deportistas.

¿Qué factores alteran las pulsaciones?


Además de la edad, la frecuencia cardiaca también puede variar en función de
determinadas circunstancias y estímulos, ya que el corazón aumenta o ralentiza la
velocidad con la que late para asegurarse de que el cuerpo cuenta con la cantidad
apropiada de sangre para abordar diferentes acciones -por ejemplo, subir unas
escaleras- y situaciones -por ejemplo, protegerse en caso de peligro-.
Otros factores que pueden alterar la frecuencia cardiaca son la temperatura y la
humedad del aire -el número de latidos puede aumentar levemente cuando estas
son más elevadas-, la posición del cuerpo -aunque el pulso no varía tumbado,
sentado o de pie, sí puede subir un poco durante los quince o veinte segundos
después de incorporarse- y las emociones fuertes. Por ejemplo, acelera el pulso
sentirse muy feliz, excitado o angustiado, así como sufrir ataques de pánico o de
ansiedad o padecer estrés.
Aunque el tamaño del cuerpo tampoco suele alterar la frecuencia cardiaca, la
obesidad sí podría aumentar el número de latidos. También son capaces de
modificarla algunos medicamentos como los betabloquantes, que tienden a
ralentizarlo, mientras que un exceso de algunos medicamentos utilizados para
tratar problemas con el funcionamiento de la tiroides pueden acelerarlo.
Igualmente, el tabaco o la ingestión de grandes cantidades de alcohol o cafeína
pueden aumentar el número de pulsaciones.

Los cambios en la frecuencia y regularidad del pulso pueden ser, así mismo, señal
de alguna afección cardiovascular como la insuficiencia cardíaca, la hipertensión o
la enfermedad valvular cardíaca, por lo que hay que prestarles atención. Otras
enfermedades que secundariamente  pueden alterar las pulsaciones son el
colesterol alto o la diabetes, por mencionar solo algunas.
La realización de esfuerzos y el nivel de forma física y de actividad modifican
también la frecuencia con que late nuestro corazón. Por una parte, esta se
incrementa cuando se realiza algún esfuerzo, como subir una cuesta o practicar
deporte. Por la otra, la personas que realizan actividad física de manera regular o
son atléticas suelen tener una frecuencia cardíaca en reposo más baja (entre las
cuarenta y las sesenta pulsaciones). Como su corazón cuenta con mejores
condiciones físicas, necesita trabajar menos para suministrar la sangre al resto del
organismo. En estas personas, por tanto, suele ser señal de una función cardíaca
más eficiente y de una mejor salud cardiovascular, en ausencia de enfermedad
subyacente que provoque ese número de pulsaciones.
¿Qué revelan las pulsaciones?
Aunque, como hemos visto, el rango de normalidad es grande, un pulso
demasiado bajo o demasiado elevado puede revelar algún problema de salud
subyacente. Por este motivo, es necesario consultar al médico si nuestra
frecuencia cardiaca supera los cien latidos por minuto en reposo.
Las pulsaciones aumentan al hacer deporte.

También, si, sin estar entrenados o estar tomando ninguna medicación que pueda
justificarlo, no alcanza los sesenta; especialmente, en caso de que existan
síntomas como dificultad para respirar, mareos o desmayos.
Sabemos que cuando se practica deporte es normal que la frecuencia cardiaca se
eleve, pero existe un límite recomendado para ello. La Asociación Americana del
Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) recomienda, en líneas generales,
calcularla restando la edad de cada persona a 220. La cifra resultante es
la frecuencia cardíaca teórica máxima, que indica el número máximo de veces que
el corazón debería latir por minuto. No obstante, existe un rango de frecuencia
cardíaca de esfuerzo que no deberíamos sobrepasar cuando hacemos deporte.
Se calcula multiplicando esa frecuencia cardiaca teórica máxima según la edad
por un factor de corrección de 0,50 a 0,85. Es decir, dicho rango se debería
mantener entre el 50% y el 85% del máximo permitido para tu edad. En cualquier
caso, estas recomendaciones pueden precisar ajustes en función de la condición
física o de las posibles enfermedades de cada persona; y del mismo modo, estos
cálculos son meramente una regla orientativa.

Así mismo, con el tiempo, es posible que la práctica regular de ejercicio disminuya
la frecuencia cardíaca, porque el corazón mejora su condición física y necesita
trabajar menos para llevar los suministros de oxígeno y nutrientes a todo el
organismo.

Cinfaconsejos: Cómo mantener una frecuencia cardíaca normal

Hay varias medidas que todos podemos tomar para mantener una frecuencia
cardiaca saludable o mejorarla y, de esta manera, cuidar de nuestro corazón:
 Practica ejercicio físico de forma regular.
Algunas opciones pueden ser salir a caminar, correr o montar en bicicleta. Si
tienes algún problema de salud consulta con el profesional sanitario acerca del
tipo de ejercicio más idóneo para ti.
 En caso de obesidad, pierde peso.
Un mayor peso corporal obliga al corazón a realizar un mayor esfuerzo. Te
ayudarán a reducirlo tanto el ejercicio físico regular como cuidar tu
alimentación. Consulta con un nutricionista qué dieta es conveniente para ti.
 Reduce el estrés.
Este puede elevar tanto las pulsaciones como la presión arterial. Para lograrlo,
intenta practicar técnicas de relajación y de control de la respiración. También
pueden ayudarte actividades como el mindfulness, el yoga y la meditación.
 Deja el tabaco.
Fumar eleva la frecuencia cardíaca, por lo que abandonar este hábito
contribuye a normalizarla y a mejorar tu salud cardiovascular y tu salud en
general.
 Consulta a tu médico si tu frecuencia cardiaca es demasiado elevada o
demasiado baja.
El profesional averiguará si existe alguna afección del corazón que deba ser
tratada, en cuyo caso podrá estar indicado prescribirte fármacos u otros
tratamientos para ayudarte a restablecer una velocidad adecuada para los
latidos de tu corazón.
INTRODUCCION
La frecuencia cardiaca en reposo es un fuerte predictor de mortalidad y morbilidad
cardiovascular en la población general, así como en pacientes con hipertensión,
enfermedad arterial coronaria e insuficiencia cardiaca. También se ha
correlacionado con la aterogénesis en modelos animales y en pacientes. Estos
datos sugieren que cuanto más baja sea la frecuencia cardiaca, menor será la
tasa de complicaciones en enfermos con disfunción miocárdica isquémica o fallo
de bomba. Todo ello es concordante además con el hecho fisiopatológico
conocido de que el miocardio humano disfuncionante por isquemia o contractilidad
inadecuada presenta siempre un déficit energético con una asociación fuerza-
frecuencia negativa, por lo que la reducción de la frecuencia cardiaca puede
mejorar la contractilidad y el aporte energético, al tiempo que reduce el consumo.
En este programa se revisa la importancia de la frecuencia cardiaca y del impacto
de las acciones terapéuticas que la reducen en los síndromes coronarios agudos,
en la enfermedad coronaria crónica estable y en la insuficiencia cardiaca. Su
aportación fundamental será ayudarnos a dilucidar si es acertada o no la noción
de que la frecuencia cardiaca no es sólo un marcador de riesgo, sino también un
factor de riesgo en todas estas situaciones, o en alguna de ellas.
CONCLUSIONES

En condiciones de hipoxia en altura, la capacidad de rendimiento físico está


disminuida debido a la menor disponibilidad de oxígeno. La frecuencia cardíaca
(FC) está muy relacionada con la cantidad de oxígeno que llega a los músculos,
por lo que el fin de este trabajo es conocer la respuesta que tiene  la FC en altura,
tanto en situación de reposo como durante el ejercicio de intensidad submáxima.
Para ello se estudió a los 4 participantes de una expedición al Himalaya, tanto en
situación de reposo, como  durante un test de esfuerzo submáximo, que consistía
en subir y bajar de un escalón de 30 cm, 30 veces por minuto durante 3
minutos. La FC en reposo, aumentó significativamente con la altura (P<0.05). En
cambio, la FC durante el esfuerzo submáximo disminuyó de forma significativa con
la altura y el tiempo de permanencia en ella (P<0.05). En conclusión, este estudio
demuestra que la frecuencia cardíaca durante el esfuerzo submáximo a intensidad
constante disminuye con la permanencia a gran altura. Estos resultados son de
interés para el control de la intensidad del esfuerzo en montaña y/o durante el
entrenamiento en altura.
 

EGRAFIA

https://www.cancer.gov/espanol/publicaciones/diccionarios/diccionario-cancer/def/
frecuencia-cardiaca#:~:text=La%20frecuencia%20card%C3%ADaca%20en
%20reposo,Tambi%C3%A9n%20se%20llama%20pulso.
https://cinfasalud.cinfa.com/p/frecuencia-cardiaca/

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