Sentencia T-452/22: Volcánicas en El Que Se Recogen Ocho Testimonios en Los Que Se Le Acusa de
Sentencia T-452/22: Volcánicas en El Que Se Recogen Ocho Testimonios en Los Que Se Le Acusa de
Magistrada ponente:
DIANA FAJARDO RIVERA
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
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conductas, mediante la intimidación y el ejercicio abusivo de poder sobre las
supuestas víctimas.
10. Además, la noticia publicada por las demandadas fue replicada en otros
medios, como Noticias Uno11 y el diario El Tiempo.12
7
A través del canal de Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=XWu0-27mj8w&t=563s.
8
A través del canal de Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=ghMeFCiysiw&t=3s.
9
A través del canal de Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=BUgUOgIOCqY.
10
Disponible en: https://www.lasillavacia.com/historias/historias-silla-llena/las-denuncias-de-acoso-y-abuso-
sexual-contra-ciro-guerra-y-el-rol-de-los-medios/
11
https://www.youtube.com/watch?v=wiykMbzPGhE.
12
https://www.youtube.com/watch?v=qWBqywDSWsM.
3
marco de esta denuncia,13 se celebró audiencia de conciliación el 15 de julio
de 2020, en la que solicitó a las periodistas retractarse de sus afirmaciones y
reparar los perjuicios materiales y morales ocasionados; sin embargo, esta
etapa concluyó sin acuerdo en razón a que las periodistas afirmaron que
contaban con el soporte probatorio que respalda sus acciones. En un escenario
diferente, con el objeto de lograr la rectificación, el tutelante promovió
solicitud de conciliación ante el Centro de Arbitraje y Conciliación de la
Cámara de Comercio de Bogotá, trámite que también fracasó.
4
en el contexto de los acontecimientos. En el caso objeto de estudio la
indefensión es incuestionable “atendiendo al alto impacto que generan esta
clase de publicaciones producto de su alcance y difusión, y el poder
dispositivo que sobre ellas tiene quien las realiza, que conserva para sí la
facultad de acceso al medio y el manejo de la publicación.”
16. Finalmente, se refirió a los dos escenarios de conciliación en los que les
solicitó a las accionadas que rectificaran y se retractaran de lo afirmado en el
reportaje, escenarios en los cuales no se llegó a ningún acuerdo (supra, 11).19
18. En este sentido, han mencionado que algunos de los proyectos de Ciro
Guerra se han financiado con recursos públicos -por lo tanto, de los
impuestos- que le han permitido alcanzar el prestigio nacional e internacional
que ostenta, poder que utiliza “para acosar y abusar mujeres”. Las
publicaciones y declaraciones de las demandantes, en consecuencia: “(…)
revelan […] una intención que supera la de dar a conocer un hecho noticioso,
dirigiendo sus actuaciones para generar una suerte de ajusticiamiento
privado en contra de quien declaran culpable de unas supuestas conductas
que les habrían sido puestas en conocimiento por las supuestas víctimas,
realizando aseveraciones dirigidas a afectar su buen nombre y su honra, al
calificarlo […] como un acosador y abusador sexual (…).”
19
El accionante sostuvo que no solicitó rectificación de ningún medio de comunicación pese a que, luego de
publicado el artículo en Volcánicas, Catalina Ruiz Navarro concedió varias entrevistas (a El Espectador,
Semana, Blu Radio, El Tiempo y la Silla Vacía), insistiendo en que Ciro Alfonso Guerra Picón era
responsable de conductas de acoso y abuso sexual. No obstante, no estima que los referidos medios hayan
desconocido sus derechos.
5
manifestaron abiertamente en sus declaraciones y, en esa medida, son
responsables por sus acciones y el daño causado:
6
en los lugares en los que presuntamente ocurrieron los hechos objeto de
testimonio demostrando, con ello, “su falta de técnica investigativa revelando
la inseguridad en el contenido del artículo.”
Pretensiones
7
que las fuentes cuenten sus versiones y, en general, la información allegada y
(ii.5) ofrecer atención psicológica y acompañamiento a víctimas. Por último,
en caso de que no se conceda este periodo probatorio, (iii) negar la acción de
tutela.
26. Sobre el mal uso de los mecanismos judiciales, las accionadas indicaron
que antes de esta petición de amparo se interpuso otra acción de tutela, cuyo
conocimiento asumió el Juzgado Treinta y Seis Civil Municipal de Bogotá el 5
de noviembre de 2020 y fue fallada desfavorablemente a las pretensiones del
señor Guerra Picón el 17 de noviembre de 2020. Interpuesta la impugnación
respectiva, el juez de segunda instancia declaró la nulidad de todo lo actuado
durante la primera instancia, incluyendo el auto admisorio de la demanda,
pues encontró que no se había vinculado al trámite a los portales de Internet,
redes sociales, buscadores y demás plataformas en las que se encuentra
información relacionada con el reportaje que motivó la queja del tutelante. El
proceso se devolvió al Juzgado de primera instancia y, antes de que se
profiriera un nuevo auto admisorio, el accionante solicitó el retiro de la acción.
Mediante auto del 18 de diciembre de 2020 resolvió “[e]n atención a la
solicitud elevada por el apoderado de la parte accionante y como quiera que
el Juzgado 9o Civil del Circuito de esta ciudad, declaró la nulidad de lo
actuado inclusive del auto mediante el cual se avocó conocimiento, de
conformidad con el artículo 92 del Código General del Proceso, se autoriza
el retiro de la acción de tutela de la referencia. Por secretaría déjense las
constancias respectivas y archívese el presente asunto.”24
24
Consulta en la carpeta “04ReconvencionCatalina”, archivo 8, enlace drive.
8
fueron las víctimas, quienes decidieron contar sus historias y solicitaron
mantener en reserva su identidad en atención a la estigmatización que genera
en la opinión pública este tipo de relatos y a la posible afectación de sus
carreras; (iv) la publicación, amparada por la libertad de pensamiento y
opinión, toma las versiones entregadas por las víctimas y “se les da un
alcance razonable y sustentado en el ordenamiento legal aplicable”; (v) las
víctimas tienen derecho a no ser revictimizadas; y (vi) el tutelante tuvo
oportunidad de contestar los hechos relatados, pero la “desechó alegando una
supuesta persecución en su contra”.
28. Señalaron también (vii) que la traducción del reportaje a varios idiomas
obedece a una práctica común y que la cobertura realizada por distintos
medios responde al interés público que este despertó. Destacaron que en
ninguna de las entrevistas se llamó “violador” al tutelante y que como
periodistas dieron su opinión sobre hechos que, “cuidadosa y
responsable[mente]” informaron, “frente a los cuales existen bases creíbles
que les permiten opinar y pensar de manera sustentada que el señor Guerra
sí incurrió en actuaciones correspondientes con el abuso y acoso sexual.”
Adujeron que, (viii) contrario a lo dicho por el tutelante, la Fiscalía General de
la Nación sí ha indagado las conductas de las que se acusa a Ciro Alfonso
Guerra Picón, como dan cuenta algunas actuaciones adelantadas por la
Fiscalía 219 Seccional Unidad de Delitos Sexuales.25
9
judiciales especiales para evitar una revictimización. Destacaron que “el
accionante busca presionar a las denunciantes a enfrentarlo judicialmente, o
en su defecto, alegar que los relatos son ficcionales ante la negatoria de las
víctimas a acudir a las vías judiciales.”
32. Por último, para las accionadas (vi) no se cumple con el requisito de
inmediatez, en tanto transcurrieron más de tres (3) meses entre la publicación
realizada en el portal Volcánicas y la presentación de la acción de tutela.
34. En esta misma dirección, el argumento del tutelante acerca de que, sin
una decisión judicial, no está permitido que un medio de comunicación realice
manifestaciones que revisten interés público parece convincente. Sin embargo,
aceptarlo tendría un efecto devastador para el periodismo investigativo y
golpearía con mayor intensidad a las denuncias sobre violencia sexual como
una forma de violencia contra la mujer. Esto es así porque (i) probar tales
conductas judicialmente es complejo, pues se desarrollan en ámbitos privados,
(ii) pese a su interés público el sistema judicial se ha mostrado poco eficaz
para investigarlas y juzgarlas, (iii) existe un gran estigma social para las
denunciantes, y (iv) hay un alto índice de impunidad en torno a estos delitos.
10
seguir, y que, dada su fundamentación, debe protegerse, pues “[n]o puede
admitirse el escenario […] de que los periodistas solo puedan opinar sobre
los asuntos […] después de que la justicia se hubiere pronunciado […] pues
ello conduciría a un cercenamiento peligroso de la prensa en un sistema
democrático.”
37. Bajo esta distinción, precisaron que han sido cuidadosas porque cuando
informan hechos se han asegurado que cumplan con el requisito de veracidad,
dando voz a personas vulnerables, y cuando exponen su opinión, han indicado
que “es su pensamiento y no que estén declarando la responsabilidad penal
del accionante. Por ejemplo, como confiesa el demandante en el hecho 3.16,
una de las demandas indicó que ‘por supuesto que pienso que CIRO
GUERRA es culpable’.”
Advierte que un caso similar fue fallado por la Corte Constitucional en la Sentencia T-391 de 2007 (M.P.
29
Manuel José Cepeda. SV. Rodrigo Escobar Gil), de manera que existe precedente en la materia.
11
40. Finalmente, las demandadas manifestaron que la eventual suspensión
del largometraje “Cortés y Moctezuma” por parte de la empresa Amazon fue
justificada en razones asociadas a la pandemia; e insistieron en que cuentan
con el soporte probatorio suficiente para la publicación del reportaje.
12
43. Publicaciones Semana S.A.37 solicitó ser desvinculada del trámite pues
su intervención en los reparos del tutelante contra las periodistas demandadas
consistió en una entrevista realizada por Victoria Eugenia Dávila y Jairo
Lozano a Catalina Ruiz-Navarro,38 denominada “Ciro Guerra y las denuncias
por acoso y abuso sexual: esta es la información -Semana Noticias”, en la
cual no hubo señalamientos por parte de Semana S.A. Además, indicó que (i)
el tutelante no demandó a Semana y no efectuó una solicitud de rectificación
al medio; con todo, concluyó, (ii) Semana no ha lesionado derecho alguno del
reclamante, pues fue la entrevistada quien “se ratificó en sus expresiones
relacionadas con una serie de acontecimientos, sin que de parte de los
entrevistadores hubieran sido construidos juicios de valor ni calificaciones en
uno u otro sentido respecto de la situación fáctica publicada en su momento
en el artículo “VOLCÁNICAS” del 24 de junio (…).”39
45. Mediante fallo del 4 de marzo de 2021, 40 el Juzgado Quinto Penal del
Circuito con Función de Conocimiento de Bogotá resolvió “negar por
improcedente” el amparo, por considerar que no cumple con el requisito de
subsidiariedad y no se demostró el riesgo de un perjuicio irremediable. El
Juzgado sostuvo que lo publicado por las accionadas son historias de varias
mujeres en cuyos relatos no se afirma una condena o culpabilidad en cabeza
de Ciro Alfonso Guerra Picón; consideró que las periodistas “simplemente se
limitan a comentar la situación ocurrida y a mencionar lo relatado por las
presuntas víctimas”,41 en ejercicio legítimo de la libertad de expresión sin
desconocer los derechos fundamentales del actor. Agregó que se encontraba
en curso un proceso penal relativo a la presunta comisión del delito de
calumnia en contra del aquí accionante, siendo indiciadas las accionadas; en
consecuencia, sostuvo, esa es la vía pertinente para resolver el conflicto aquí
planteado.
37
Respuesta suscrita por la apoderada general, Julia Prado Cantillo.
38
https://www.youtube.com/watch?v=ghMeFCiysiw&t=3s.
39
Semana cuestionó la competencia del juez municipal para conocer de este asunto.
40
El proceso había sido asignado inicialmente al Juzgado Doce Penal Municipal con Funciones de Control de
Garantías de Bogotá, el cual, avocó conocimiento de la acción, integró el contradictorio y profirió sentencia
de primera instancia el 8 de enero de 2021. No obstante, mediante Auto del 17 de febrero de 2021, el Juzgado
Cincuenta y Tres Penal del Circuito con Función de Conocimiento de Bogotá declaró la nulidad de todo lo
actuado con base en el artículo 37 del Decreto 2591 de 1991, el cual dispone que las acciones de tutela que se
dirijan contra medios de comunicación deben ser conocidas por jueces del circuito
41
Página 7, fallo de primera instancia.
13
46. A continuación, descartó la ocurrencia de un perjuicio irremediable que
habilitara de manera transitoria la procedencia del amparo. Para ello tuvo en
cuenta que el señor Guerra Picón había acudido anteriormente ante un Juez
Constitucional buscando el amparo de los mismos derechos y con base en los
mismos hechos que expone en este proceso, pero terminó por retirar la
demanda, lo que deja claro que la presunta vulneración a sus derechos no era
inminente, ni necesitaba una protección urgente e inmediata a sus derechos.
d. Impugnación
14
apoderado del tutelante especificó que la veracidad se desconoce cuando la
información es inexacta y “en realidad corresponde a un juicio de valor u
opinión y se presenta como un hecho definitivo”,45 y la imparcialidad cuando
se presenta una versión unilateral, acabada y pre-valorada de los hechos al
público, ya que ese principio implica que la información debe corresponder a
la presentación de unos hechos de forma objetiva y que permita al público
conocer diversos puntos de vista. En consecuencia, sostuvo que las accionadas
no se limitaron únicamente a comentar un simple suceso, “sino que
desarrollaron toda una acusación e incluso una teorización de los hechos
[…] que da lugar a la realización de un juicio público y mediático en el cual
fue declarado culpable, sin que mediara la decisión judicial única capaz de
respaldar semejantes conclusiones.”46
51. Además, dice, “se dedicaron a sacar conjeturas sobre unos hechos
inexistentes, que no tienen sustento en los presuntos relatos que se habrían
transcrito en el reportaje, y que tampoco son simples ‘opiniones’ sobre la
situación narrada, sino que son inventos producto de la imaginación de las
periodistas, que por tanto carecen de absoluta veracidad y soporte, todo ello
para que el público adopte como cierta la conclusión que ellas abiertamente
señalan en su publicación (…).”47 Por otra parte, las periodistas faltaron a la
obligación de presentar el contraste de las versiones, ya que no permitieron
que el accionante ejerciera correctamente el derecho de réplica. Todo lo
anterior demuestra, según el impugnante, que la decisión de primera instancia
no se acompasa con la realidad procesal. Finalmente, aclaró que no se
pretende que no se publiquen hechos noticiosos, sino que se haga solo de
manera responsable.
52. El apoderado del tutelante señaló que, si bien existen otros mecanismos
judiciales -a los que incluso ya ha acudido-, lo cierto es que no son idóneos
para la protección inmediata que requiere,49 al punto que la Corte
Constitucional ha afirmado que la acción de tutela es el mecanismo adecuado
para la protección de los derechos fundamentales al buen nombre y a la honra,
más en un caso como este, dado que Ciro Guerra “es un director de cine con
fama y reconocimiento nacional e internacional, por lo que como sucede con
cualquier personaje vinculado al mundo del arte, su trabajo depende en gran
medida de su reputación, lo que hace que cualquier afectación a la misma
repercuta en su desempeño profesional, poniendo en riesgo su normal
que le hemos dado como país y que le hemos dado para que nos represente como país, para acosar y abusar
mujeres”, “no la actriz que violó o que abusó o que acosó o que agredió Ciro Guerra ” y “él obviamente sabe
a quienes acosó y de quien abusó porque él lo hizo”. Escrito de impugnación, págs. 7 y 8.
45
Escrito de impugnación, pág. 13.
46
Escrito de impugnación, pág. 10.
47
Escrito de impugnación, pág. 10.
48
Escrito de impugnación, págs. 17 a 23.
49
“(…) ¿qué sucederá si después de todo este despliegue ‘informativo’ y pasados los varios años que
infortunadamente tarda la actuación judicial, el señor CIRO GUERRA sale absuelto o peor aún, jamás es
investigado por los hechos? ¿Será posible que de alguna manera se retrotraigan los efectos del actuar poco
profesional de las periodistas que le han venido causando en este momento?” Escrito de impugnación, pág.
22.
15
desempeño (…), ya que ninguna productora quiere verse catalogada como la
que ‘apoya’ [a] personas que se vinculan con ese tipo de acusaciones.”50
54. La Sala de Decisión Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Bogotá dictó sentencia de segunda instancia el 26 de abril de 2021. En esta,
revocó la decisión de primera instancia y concedió el amparo al señor Ciro
Alfonso Guerra Picón y ordenó a las accionadas rectificar la información
contenida en su reportaje, con apego a los principios de veracidad e
imparcialidad.
55. La Sala citada consideró que, si bien los y las periodistas pueden hacer
denuncias públicas y presentar información sobre hechos que podrían ser
constitutivos de delitos, el reportaje de Las Volcánicas no satisface los
estándares de veracidad e imparcialidad. El primero, debido a que algunos
apartes de la nota periodística conducen a entender que, en efecto, Ciro
Alfonso Guerra Picón fue condenado por hechos delictivos; y el de
imparcialidad, pues las periodistas no concedieron al peticionario un espacio
para presentar su punto de vista, debido a que no fue contextualizado sobre los
hechos y las denuncias durante la llamada que le realizaron. En criterio del
juez constitucional de segunda instancia, las periodistas debieron asumir una
carga mayor para asegurar la seriedad de la investigación periodística, en
especial, en consideración a la gravedad de los hechos recogidos en este
reportaje.
50
Escrito de impugnación, págs. 19 y 20.
51
Escrito de impugnación, págs. 23 a 27.
52
Escrito de impugnación, pág. 23.
53
Escrito de impugnación, pág. 26.
54
Escrito de impugnación, pág. 27.
16
II. RECUENTO TRÁMITE DE REVISIÓN
17
puesta a disposición de las partes e intervinientes el 23 de mayo de 2022, 61 de
conformidad con el artículo 64 del Reglamento interno. Con Auto de 21 de
junio de 2022 fue actualizada la contabilización de los términos procesales
para fallar.
59. Para tal efecto, reiteró varios de los argumentos expuestos en la tutela y
otros momentos procesales; y precisó que, de acuerdo con la jurisprudencia de
la Corte (sentencias T-525 de 1992 y SU-274 de 2019), cuando no existe
respaldo judicial sobre la comisión de un delito, cualquier información que
sobre ello se difunda deberá “adoptar formas lingüísticas condicionales o
dubitativas, que denoten la falta de seguridad sobre su responsabilidad”,63 por
lo que no se pueden emitir juicios de valor sobre la responsabilidad de una
persona que ni siquiera ha sido escuchada, como aconteció con su poderdante.
60. Al respecto, destacó que los relatos publicados por quienes serían las
víctimas no incluyeron calificativos sobre la persona acusada ni sobre los
hechos, “por lo que todas las afirmaciones sobre la culpabilidad de mi
poderdante fueron realizadas directa y exclusivamente por las autoras del
artículo, lo que hace que […] ellas sean las directas responsables tanto de la
inexactitud de lo que dicen como de las consecuencias derivadas de ello.”64
Finalmente, llamó la atención en que los medios de comunicación -o la
opinión pública, en general. no pueden ser tribunales que juzguen conductas,
ya que solo las autoridades judiciales pueden “definir responsabilidades,
luego de un procedimiento institucionalizado, que debe ser respetado con
18
todas sus condiciones”,65 como lo es el derecho de defensa, entre otras
garantías.
19
idénticas ante jueces distintos: (i) presentó una primera acción de tutela que
retiró, e instauró una nueva idéntica, que es objeto de revisión; (ii) instauró de
manera simultánea acciones penales, civiles y constitucionales por los mismos
hechos; y (iii) solicitó pretensiones de censura idénticas en el marco de los
procesos constitucionales y civil.70
20
esas afirmaciones sí comprometen la veracidad de la publicación.”75 Por otro
lado, reiteró lo afirmado en la acción de tutela y en el escrito de impugnación
acerca de que las periodistas también desconocieron el principio de
imparcialidad.
66. Así las cosas, señaló nuevamente que el incumplimiento de las cargas
de veracidad e imparcialidad en la información por parte de las periodistas
vulneró los derechos de Ciro Guerra, quien no está en una posición
privilegiada, “pues lo cierto es que aquellas son quienes tienen acceso de
primera mano a los medios y quienes han tenido la posibilidad de difundir,
como mejor les ha parecido, toda la información tanto en relación con su
publicación, como posteriormente en lo que respecta a las acciones iniciadas
por CIRO ALFONSO GUERRA, quedando a mi poderdante únicamente el
camino de actuar por las vías legales (…)”,76 lo cual es lo mínimo que puede
hacer una persona que resulta afectada en sus derechos y bienes por la
actuación de otro, sin que por ese hecho sea considerado como un abusador
del sistema legal.
75
Intervención de la parte accionante de 26 de mayo de 2022, pág. 11.
76
Intervención de la parte accionante de 26 de mayo de 2022, págs. 16 y 17.
77
Intervención de la parte accionante de 26 de mayo de 2022, pág. 17.
78
Intervención de la parte accionante de 26 de mayo de 2022, pág. 18.
79
La Relatoría para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos allegó
memorial en este caso, sin embargo, dado que su intervención se restringió a remitir informes, decisiones de
la Corte Interamericana de Derechos Humanos y otros documentos relacionados con los aspectos puestos a su
consideración, no se hará una reseña adicional. Sin perjuicio de que dichas piezas sean analizadas como parte
del estudio normativo y jurisprudencial requerido.
21
a. Escuela de Investigación y Pensamiento Penal “Luis Carlos
Pérez” - POLCRYMED, de la facultad de Derecho, Ciencias
Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Colombia
72. Señaló que en sus investigaciones ha observado que existe una práctica
80
Sentencias T-145 de 2016; T-121 de 2018; T-117 de 2018; T-277 de 2018; T-243 de 2018; T- 244 de 2018
y T-102 de 2019.
81
Intervención de POLCRYMED, pág. 7.
82
Consagrado en el artículo 9 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, en el artículo
11 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, en el artículo 8 de la Convención Americana de
Derechos Humanos, y en el artículo 9 de la Constitución Política de Colombia
83
Intervención de POLCRYMED, pág. 9.
22
periodística que no responde a la presunción de inocencia pues cuando los
medios de comunicación informan sobre asuntos penales refiriéndose a los
indagados o investigados como “presunto criminal”, “presunto violador”,
“presunto asesino”, “presunto acosador”, entre otros, generan juicios,
valoraciones o atribución de responsabilidad de manera encubierta o velada.
El interviniente consideró, entonces, que en el caso concreto en el que se
debate la posible comisión de delitos de violencia sexual en contra de mujeres
es relevante la existencia de un proceso penal en curso, porque el tipo de
información que se difunde despierta en la ciudadanía interés, furor e
indignación sin que sea necesario exigir un fallo judicial para informar sobre
la ocurrencia de tales hechos porque, siguiendo la jurisprudencia
constitucional, sería una carga desproporcionada hacia la víctima.84
84
Sentencia T-243 de 2018. M.P. Diana Fajardo Rivera.
85
Intervención de POLCRYMED, pág. 21.
23
75. La problemática surge cuando por un indebido tratamiento informativo
se construye una narrativa de culpabilidad de forma anticipada, no se garantiza
efectivamente la presunción de inocencia, se traslada el debate judicial a un
ámbito no jurídico o se realiza una sobreexposición de la imagen, honra y
buen nombre de las personas. Además, advirtió que el principio de veracidad
debe estudiarse desde dos perspectivas: la verdad y/o veracidad en los medios
de comunicación y la verdad en el proceso penal. En la primera, la noticia se
encuentra “condicionada a un ambiente que se rige por parámetros
comerciales”, lo cual la aleja de la función de informar y formar la opinión
pública de una manera libre e imparcial, pues termina primando la capacidad
de lograr raiting y garantizar mayores ingresos a la empresa.
24
escrache, se refiere y tiene un origen literalmente a ‘arrojar algo con fuerza’
o ‘fotografiar a una persona’ (Barragán, 2020) y, se refiere, al tipo de
denuncias públicas que también son conocidas como ‘funas’ en Chile y en
Argentina, las que se convirtieron en herramientas utilizadas por colectivas
feministas defensoras de DDHH para la protección de la publicación de
denuncias de acoso o abuso en redes sociales y, no fue sino hasta la segunda
mitad del siglo XX que adquirió el sentido con el que actualmente se conoce
en redes sociales. (p. 15-20.)”88
79. Esta forma de denuncia pública ha sido usada en los últimos años de
manera masiva por mujeres que, a través de las redes sociales digitales,
reivindican una vida libre de violencias. En este orden de ideas, consideró que
la misma difiere del ejercicio de la actividad periodística, en tanto que los
periodistas tienen un rol social específico que les demanda mayor atención al
cumplimiento de los estándares de la noticia y la información que divulgan.
81. Sostuvo que para los movimientos feministas el acceso a los medios de
comunicación digitales, así como a las redes sociales, en el marco de
denuncias por hechos de violencias basadas en género es muy importante,
pues es un mecanismo democrático y un espacio no hegemónico que permite a
las mujeres denunciar las situaciones por las que han atravesado y
empoderarse al transmitir ese tipo de hechos.
83. En cuanto al caso bajo estudio, destacó, como factores a tener en cuenta
en el ejercicio de ponderación de derechos que este supone, la posición
asimétrica en la que se encuentran el accionante, por un lado, y las mujeres
que se consideran sus víctimas, por otro. El primero es un director de cine de
talla internacional nominado a prestigiosos premios por su gremio de trabajo;
las ocho mujeres cuyas denuncias presentaron las accionadas son ciudadanas
del común. Estas mujeres decidieron exponer sus casos “de manera segura al
88
Ibidem, pág. 17.
25
no tener que mostrar sus nombres y mantener sus datos protegidos, los cuales
resultan esenciales para evitar escenarios de revictimización;
adicionalmente, permite que, en esa desproporcionada relación de poder, las
cargas puedan equilibrarse un poco a favor de las mujeres víctimas de
violencias y discriminación al no sentirse solas frente a las denuncias
realizadas, al sentir el apoyo que estos medios de comunicación, desde la
movilización social, podrían llegar a darles.”89 El otro aspecto que consideró
transversal al caso es la existencia de discursos especialmente protegidos
como el de la salvaguarda de los derechos humanos de las mujeres, que en el
caso concreto se encuentra unido estrechamente a la protección de la actividad
periodística.
26
interpretaciones judiciales que reproducen las discriminaciones a las que
históricamente han estado sujetas (…).”90 Por ello, una sentencia de la Corte
Constitucional resulta ser un escenario idóneo para dar visibilidad y
aprehender en toda su complejidad el carácter estructural y generalizado de la
discriminación en contra de las mujeres y la violación sistemática de sus
derechos.
88. Para ello, hizo especial énfasis en el caso de Guzmán y otras contra
Ecuador (2020), en el que la Corte Interamericana de Derechos Humanos
consideró que los actos de abuso sexual que sufrió una adolescente de 14 años
de forma reiterada (por un periodo de 2 años) por parte del Vicerrector de su
colegio, y posteriormente, por el médico de la institución, que la llevaron al
suicidio, fueron actos de acoso sexual que constituyen violencia basada en
género, por su condición de ser una mujer adolescente.
89. Advirtió que la ineficacia del sistema de justicia para abordar y resolver
casos de violencia contra las mujeres ha sido documentada por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos mediante informes en los cuales
recomienda a los Estados adoptar medidas que les permitan a las mujeres
contar con recursos idóneos y efectivos para abordar tales casos. 92 Este asunto
se ve reflejado a nivel interno en la desconfianza de las mujeres frente al
sistema penal; destaca que, según los datos del Instituto Nacional de Medicina
Legal y Ciencias Forenses, entre marzo y noviembre de 2020, se practicaron
9.652 exámenes médico legales por presuntos delitos sexuales, 93 y pese a que
se incrementó significativamente el número de llamadas a las líneas de
atención relacionadas con violencia de género entre marzo y noviembre de
2020, comparado con el mismo periodo del 2019, muchas de estas llamadas
no llegaron a ser denuncias formales y aproximadamente un 90% de los casos
de violencia sexual denunciados en Colombia quedan en la impunidad.94
90
Intervención Universidad del Rosario, pág. 3.
91
Artículo 2(b) de la Convención Interamericana de Derechos Humanos; artículo 1.1 de la Convención
Americana de Derechos Humanos, en conexión con el artículo 7 de la Convención Belém do Pará y artículo 2
de la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Estas normas establecen que los
Estados tienen deberes específicos de investigar y sancionar cualquier acto de violencia de género ya sea en el
ámbito público como en el privado, lo cual debe ejecutarse siguiendo el estándar reforzado de la debida
diligencia.
92
En este punto cita: CIDH, Acceso a la Justicia para las mujeres víctimas de violencia en las Américas,
OEA/Ser.L/V/II. Doc.63, 2007. “Violencia y discriminación contra mujeres, niñas y adolescentes: Buenas
prácticas y desafíos en América Latina y en el Caribe”, OEA/Ser.L/V/II. Doc. 233, 2019; Acceso a la justicia
para mujeres víctimas de violencia sexual: la educación y la salud, OEA/Ser.L/V/II. Doc.233/19, 2019;
Acceso a la justicia para mujeres víctimas de violencia sexual en Mesoamérica, OEA/Ser.L/V/II. Doc.63,
2011.
93
Ministerio de Salud y Protección Social. “Todos podemos poner fin a la violencia contra la mujer”
Minsalud, Boletín de prensa No 960 del 25 de noviembre de 2020, acceso el 25 de marzo de 2021.
https://www.minsalud.gov.co/Paginas/Todos-podemos-poner-fin-a-la-violencia-contra-la-mujer.aspx.
94
Ángela María Agudelo Urrego. 2020. “En Colombia, el 90 por ciento de los delitos sexuales quedan en la
impunidad”. Semana Rural, 7 de julio. Acceso 15 de febrero de 2021.
https://semanarural.com/web/articulo/encolombia-el-90-por-ciento-de-los-delitos-sexualesqueda-en-la-
impunidad/1507. Castellanos Forero, María Camila. Motivaciones y consecuencias de usar el escrache
feminista como mecanismo de denuncia pública por parte de víctimas de violencia sexual en Colombia, 2021.
Recuperado de: http://hdl.handle.net/1992/53306.
27
90. En este contexto, el ciberactivismo feminista que tiene lugar en las redes
sociales, medios digitales, e incluso medios impresos constituye, en su
opinión, una forma de denuncia pública en el que (i) el testimonio de una
persona puede motivar a otras a contar su historia, (ii) tramitar el dolor de las
víctimas para salir de la herida, (iii) generar una condena social hacia las
personas represoras y llamar la atención sobre una problemática silenciada por
años, (iv) propiciar la solidaridad y empatía entre ellas, para que decidan
cuidarse y protegerse entre ellas, (v) desarrollar el empoderamiento femenino
y (vi) denunciar la ineficacia del derecho o incitar una relectura de las
definiciones legales sobre violencia de género.95
92. Destacó que Ciro Alfonso Guerra Picón es una persona pública y
famosa lo cual genera “un desbalance y una asimetría” frente a las ocho
mujeres que narraron los hechos de violencia sexual, quienes son actrices
desconocidas o mujeres buscando labrarse un nombre en el mundo del cine.
Por su parte, las periodistas accionadas “no realizaron un encuadre de los
hechos narrados bajo el tipo penal de acoso o abuso sexual que, si bien
existen en la legislación penal, ellas no tienen la autoridad jurídica para
realizar una acusación que tenga el peso de llevar al implicado a las
instancias de justicia. En ninguna parte del reportaje se establece que las
conductas encuadran en un tipo penal específico citando una norma penal. Es
más, desde una visión jurídica, uno de estos testimonios puede considerarse
no como acoso o abuso sexual, sino como violación sexual.”96
93. Agregó que la investigación adelantada por las periodistas siguió los
estándares periodísticos de veracidad que no son los mismos estándares
legales de prueba; y recuerda que según la jurisprudencia constitucional
colombiana la aplicación de los estándares de veracidad e imparcialidad que
rigen las investigaciones periodísticas no debe generar “un efecto silenciador
95
Intervención de la Universidad del Rosario, pág. 8.
96
Intervención de la Universidad del Rosario, pág. 12.
28
o inhibidor del debate y de la difusión de informaciones de alta relevancia
pública.”97
96. Por último, resaltó que, desde las teorías feministas y de género, acudir
al periodismo independiente feminista u otros medios de comunicación digital
como mecanismos alternos de denuncia social es una vía para exponer hechos
de violencia de género, para informar, dar voz y empoderar a las mujeres que
la experimentan; su objetivo no es juzgar ni acusar formalmente al presunto
agresor tipificando conductas delictivas. Su meta tampoco es vulnerar los
derechos fundamentales de las personas implicadas, que generalmente son
hombres con mayor poder, reconocimiento y prestigio social que las mujeres.
“La intención es dar a conocer información de relevancia pública e interés
social contando los hechos de violencia de género, utilizando la
multifuncionalidad del testimonio, pues el rompimiento del silencio les
permite enlazar experiencias similares, dando paso a la empatía y sororidad
por medio de redes sociales, e incluso […] la socialización de sus
experiencias traumáticas les permite empoderarse dentro de un uso
terapéutico y que puedan afrontar esta situación desde un entorno social
acompañadas y respaldadas por miles de mujeres.100 Alzar la voz, ha
permitido que en las redes sociales se puedan multiplicar anécdotas que
tienen impactos en proporciones gigantes, impulsando a otras mujeres a
97
Sentencia T-298 de 2009. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
98
“Manisha Gupte (2013) The Concept of Honour: Caste Ideology and Patriarchy in Rural Maharashtra,
Economic and Political Weekly Vol. 48, No. 18” Intervención de la Universidad del Rosario, pág. 22.
99
Intervención de la Universidad del Rosario, pág. 23.
100
Este artículo permite que personas sobrevivientes de violación sanen y difundan sus historias personales,
como modelo de investigación y estrategia feminista. MASON, S. & CLEMANS, S. 2008. “Participatory
Research for Rape Survivor Groups. A Model for Practice”. Journal of Women and Social Work. Vol. 23 n°1.
29
hablar sobre situaciones similares o completamente diferentes, creando en las
redes una viralización de historias referentes a la violencia de género.101”102
d. Media Defence
30
violencia contra la mujer. Sus informes y cubrimiento pueden motivar la
formación de movimientos populares como #NiUnaMenos y #MeToo, e
impulsar la acción de los gobiernos para modificar sus legislaciones y
prácticas.104
101. El rol de la prensa es aún más importante si toma en cuenta que las
voces de las mujeres han sido “reprimidas, controladas o castigadas
explícitamente por leyes, políticas y prácticas discriminatorias e
implícitamente por actitudes sociales, normas culturales y valores
patriarcales”; y que la región latinoamericana, de acuerdo con la CIDH, se ha
caracterizado por la “escasa participación de las mujeres en la agenda de los
medios y la forma [discriminatoria] en la que son representadas cuando
efectivamente aparecen en las noticias”. El periodismo puede ser esencial
para enfrentar tales patrones.
31
restricciones a la libertad de expresión deben ser excepcionales y, en cualquier
caso, cumplir con los requisitos de un test de ponderación estricto, conocido
como test tripartito en el ámbito de la libertad de expresión.
107. Los SLAPP constituyen una seria amenaza para la libertad de expresión
en temas de interés público como la violencia sexual, así que los jueces deben
adoptar acciones cuidadosas al aplicar las garantías a la libertad de expresión.
Indica que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, recientemente se
refirió a una creciente conciencia sobre los riesgos de procesos judiciales
iniciados para limitar la participación pública, e indicó que el desbalance de
poder entre demandante y demandado muestra la falta de un interés legítimo
en la restricción de la expresión.
110
Cita la Sentencia C-135 de 2021. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
33
113. Sobre el primer punto, señaló que son elementos distintivos del acoso
judicial: (i) la judicialización de conflictos de libertad de expresión, (ii) que el
litigio prima facie se refiera a una causa infundada, (iii) la desigualdad de
cargas entre las partes en conflicto y (iv) la pretensión de silenciar un asunto
de interés público. Planteó que, usualmente, se obliga a las víctimas de acoso
judicial a responder frente a jueces o fiscales y se las somete a un proceso
extenso y desgastante económica y emocionalmente.
111
Intervención del Grupo de Litigio Estratégico Carlos Gaviria Díaz, nota al pie N° 1: “Véase: Corte
Suprema de Justicia. Sala Penal. Sentencia del 2 de septiembre de 2020. Radicación No. 50587. M.P. Dra.
Patricia Salazar Cuéllar (…).”
112
Intervención del Grupo de Litigio Estratégico Carlos Gaviria Díaz, pág. 4.
113
Intervención del Grupo de Litigio Estratégico Carlos Gaviria Díaz, pág. 5.
35
ocasiones utiliza los términos “presunto”, “presuntamente”, “al parecer”, que
dan cuenta de la posible ocurrencia de los acontecimientos narrados.
120. De otro lado, sostuvo que las tres jurisdicciones involucradas en este
caso (penal, civil y constitucional) son idóneas para dirimir este tipo de
controversias, por lo que “es importante que la Corte deje en claro que en los
eventos en que efectivamente se vulnere el derecho a la honra a partir de
acusaciones temerarias y sin fundamento, el afectado podrá iniciar las
acciones penal, civil y constitucional para la protección de sus garantías
constitucionales y legales.”114 Sobre la jurisdicción penal, en particular,
subrayó que debe usarse de manera excepcional.
IV. CONSIDERACIONES
a. Competencia
114
Intervención del Grupo de Litigio Estratégico Carlos Gaviria Díaz, pág. 9.
115
Intervención del Grupo de Litigio Estratégico Carlos Gaviria Díaz, págs. 11 y 12.
116
Intervención del Grupo de Litigio Estratégico Carlos Gaviria Díaz, pág. 12.
36
123. El ordenamiento jurídico prevé reglas especiales para conflictos
constitucionales que involucran el ejercicio de la libertad de prensa. Así,
cuando la acción se dirige contra medios de comunicación, se exige al
peticionario solicitar la rectificación al medio antes de acudir a la tutela. Esta
regla se relaciona con la importancia de la prensa para la construcción de un
sistema democrático sólido: constituye una garantía para que los periodistas y
los medios puedan verificar la información transmitida, en caso de alguna
inconformidad, sin que se active el aparato judicial.
125. Los criterios mencionados (quién, cómo, sobre quién o qué, a quién
comunica) son también útiles y necesarios para el estudio de fondo, pues
permiten comprender los mensajes en su contexto, la intensidad de las
posibles afectaciones, la relevancia pública del discurso comprometido, su
nivel de difusión, o los valores constitucionales que podría defender quien
emite un mensaje (sentencias T-155 de 2019 y T-203 de 2022, entre otras).
117
Ver, entre otras, la Sentencia SU-245 de 2021. M.P. Diana Fajardo Rivera. AV. Diana Fajardo Rivera.
37
128. En el ámbito de la tutela, existe cosa juzgada constitucional si, después
de una sentencia en firme se presenta una nueva acción en la cual (i) hay
identidad de partes, (ii) hay identidad de hechos y (iii) se discute el mismo
problema jurídico. La firmeza del fallo se produce cuando la sala de selección
de la Corte Constitucional en turno decide no seleccionar el caso, o cuando se
dicta la sentencia definitiva por parte de este Tribunal.
130. Si bien no existe una discusión entre las partes en torno a la existencia
de cosa juzgada o temeridad, es para la Sala relevante, como cuestión previa,
señalar que en este caso no se configuran tales fenómenos, puesto que, si bien
el sistema jurídico prohíbe presentar dos tutelas respecto de las cuales
concurran los criterios previamente referidos, y, en efecto, en este proceso se
afirmó por las demandadas que el señor Guerra interpuso una tutela previa a
aquella sobre la que recae esta revisión, lo que se encuentra -tal como lo
sugieren las periodistas tuteladas- es que la primera tutela no dio lugar a la
apertura formal de un trámite de amparo y, por lo tanto, no puede
configurarse, por ejemplo, el fenómeno de la cosa juzgada. A continuación, la
Sala precisa esta circunstancia.
38
la Jueza, sin embargo, la solicitud de amparo era improcedente, porque no se
satisfizo el requisito previo de rectificación. Por lo anterior, resolvió “negar”
el amparo invocado.
134. A partir de lo anterior, es válido sostener que (i) antes del trámite de
tutela en el que se inscribe el ejercicio de la competencia por la Corte en sede
de revisión, el señor Guerra interpuso una solicitud de amparo con identidad
de partes, hechos y objeto, y que (ii) como consecuencia de la nulidad
decretada por el Juzgado Noveno Civil del Circuito de Bogotá, dicho trámite
no inició, pues antes de que el Juzgado Treinta y Seis Municipal de Bogotá
volviera a pronunciarse sobre la admisión de la tutela y la vinculación a
quienes como demandadas e intervinientes debían ser convocados en garantía
del derecho al debido proceso, quien promovía la acción de tutela la retiró. De
esto último también da cuenta el sistema de consulta de procesos de la rama
Judicial,120 en el que se indica que (i) el 15 de diciembre de 2020, se recibió el
fallo (sic) de segunda instancia del Juzgado Noveno Civil del Circuito de
Bogotá y, el mismo día, pasó la tutela al despacho; (ii) el 16 de diciembre de
2020 se allegó memorial de retiro de demanda y, (iii) sin que existiera
actuación adicional, mediante el auto del 18 de diciembre de 2020 el Juzgado
Treinta y Seis Civil Municipal de Bogotá autorizó el retiro de la acción.121
119
Consulta en la carpeta “04ReconvencionCatalina”, archivo 8, enlace drive.
120
Al respecto, es posible revisar el siguiente vínculo de Internet:
https://procesos.ramajudicial.gov.co/procesoscs/ConsultaJusticias21.aspx?EntryId=q%2bfaKKCLDJuI
%2bjphB2VXss6rqYc%3d. Consulta efectuada teniendo en cuenta que el número de radicado de esta primera
acción de tutela es el 11001400303620200072800.
121
Para adoptar esta decisión, el Juzgado de primera instancia acudió a lo dispuesto en el artículo 92 del
Código General del Proceso, según el cual “[e]l demandante podrá retirar la demanda mientras no se haya
notificado a ninguno de los demandados.”
39
estudio de fondo-, es imperativo afirmar que, dada la nulidad decretada y lo
sucedido a continuación, no existió formalmente una acción de tutela inicial -
la primera y previa a la que ahora motiva la decisión de la Sala- sometida a
conocimiento de un juez. Si esto no ocurrió, es decir, si ninguna autoridad con
competencia jurisdiccional conoció de una solicitud de amparo, formalizando
dicho conocimiento a partir de la expedición del auto admisorio, no hay lugar
a considerar que sobre este asunto recae la figura de la cosa juzgada.
40
resolverse”. Al respecto, por ejemplo, según lo dispuesto en el Código
General del Proceso, el desistimiento -de las pretensiones- se encuentra
regulado en el artículo 314, como un evento de terminación anormal del
proceso, mientras que el retiro de la demanda se prevé en el artículo 92 de
dicho estatuto, con algunas implicaciones en tanto existan medidas cautelares.
Así las cosas, nuevamente, advierte la Sala que aquello que se verificó en esta
ocasión respecto de la primera acción de tutela formulada por el señor Guerra
no condujo a un desistimiento, sino a un retiro de su escrito, en un momento
en el que el juez de primera instancia no había asumido conocimiento sobre el
caso -por virtud del alcance de la nulidad decretada- ni, tampoco, adoptado
medida alguna que permita afirmar que estaba en curso una tutela.
41
142. En esta oportunidad el señor Ciro Alfonso Guerra Picón acude a la
acción de tutela en condición de persona natural y a través de apoderado
judicial,128 razón por la cual la Sala concluye que se acredita el requisito.
b.5. Subsidiariedad
incapaces absolutos y las personas jurídicas; (iii) mediante apoderado judicial, caso en el cual el apoderado
debe tener la condición de abogado titulado, debiendo anexarse a la demanda el poder especial para el caso o
en su defecto el poder general respectivo (en el que debe constar expresamente la facultad de presentar
acciones de tutela); (iv) por medio de agente oficioso; o (v) por parte del Defensor del Pueblo y los personeros
municipales. Sentencias T-493 de 2007. M.P. Clara Inés Vargas Hernández; SU-055 de 2015. M.P. María
Victoria Calle Correa y T-073 de 2022. M.P. Diana Fajardo Rivera. AV. Alejandro Linares Cantillo.
128
En el expediente T-8.407.436 consta el respectivo poder especial.
129
Decreto 2591. “ARTÍCULO 42. PROCEDENCIA. La acción de tutela procederá contra acciones u
omisiones de particulares en los siguientes casos: (…) 7. Cuando se solicite rectificación de informaciones
inexactas o erróneas. En este caso se deberá anexar la transcripción de la información o la copia de la
publicación y de la rectificación solicitada que no fue publicada en condiciones que aseguren la eficacia de
la misma.”
42
ámbito del derecho penal, se prevén los delitos de injuria y calumnia, 130 que
conducen a sanciones por la lesión del bien jurídico del honor; en el derecho
civil, la responsabilidad extracontractual persigue la reparación del daño
causado, en especial, en el plano económico; y, en el constitucional, la tutela
puede ser el medio más eficaz para obtener la rectificación inmediata de
publicaciones que desconocen los estándares constitucionales y del derecho
internacional de los derechos humanos.131
130
Ley 599 de 2000, por la cual se expide el Código Penal: “TÍTULO V. DELITOS CONTRA LA
INTEGRIDAD MORAL. CAPÍTULO ÚNICO. DE LA INJURIA Y LA CALUMNIA: ARTÍCULO 220.
INJURIA. <Penas aumentadas por el artículo 14 de la Ley 890 de 2004, a partir del 1o. de enero de 2005.
El texto con las penas aumentadas es el siguiente:> El que haga a otra persona imputaciones deshonrosas,
incurrirá en prisión de dieciséis (16) a cincuenta y cuatro (54) meses y multa de trece punto treinta y tres
(13.33) a mil quinientos (1.500) salarios mínimos legales mensuales vigentes. // ARTÍCULO 221.
CALUMNIA. <Penas aumentadas por el artículo 14 de la Ley 890 de 2004, a partir del 1o. de enero de
2005. El texto con las penas aumentadas es el siguiente:> El que impute falsamente a otro una conducta
típica, incurrirá en prisión de dieciséis (16) a setenta y dos (72) meses y multa de trece punto treinta y tres
(13.33) a mil quinientos (1.500) salarios mínimos legales mensuales vigentes.”
131
Con todo, la Corte ha señalado que cuando se presenten casos relacionados con información difundida a
través de los medios de comunicación y la posible afectación de los derechos a la honra y el buen nombre, las
vías penal y civil pueden resultar inadecuadas para la protección que se demande, por lo que se puede actuar
directamente a través de la acción de tutela con base en la Constitución. Sentencia T-357 de 2015. M.P.
Gabriel Eduardo Mendoza Martelo. De igual manera, la Corte ha advertido que si bien no existe una
prohibición expresa, diversos organismos de derechos humanos han señalado la necesidad de no adoptar
medidas penales, en tanto es el medio más restrictivo y severo para establecer responsabilidades. Sentencia T-
543 de 2017. M.P. Diana Fajardo Rivera. SV. Carlos Bernal Pulido. Cfr. Relatoría Especial sobre la
promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión de la ONU. Informe anual 1999,
párr. 28; y CorteIDH. Caso Palamara Iribarne Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de
noviembre de 2005. Serie C N° 135, párr. 79, y Caso Kimel Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 02 de mayo de 2008. Serie C N° 177, párr. 76.
132
M.P. Paola Andrea Meneses Mosquera. SPV. Cristina Pardo Schlesinger. Esta sentencia resolvió el caso de
un ciudadano que consideraba vulnerados sus derechos fundamentales a la intimidad, honra, imagen, buen
nombre, dignidad humana y presunción de inocencia por la publicación en las redes sociales Facebook e
Instagram, hechas por colectivos feministas contenían una foto suya, su cédula y su dirección de residencia
acusándole de haber violado a una joven. El amparo fue hallado formalmente procedente, en específico,
respecto al requisito de subsidiariedad, frente a las vías penales, señaló: “la acción penal por injuria y
calumnia que el señor Pedro Pérez inició no es un mecanismo idóneo y efectivo para resolver las
pretensiones que formuló en la solicitud de tutela frente a estas accionadas. De un lado, no es un mecanismo
idóneo, en tanto, a pesar de que el accionante se refiere a la posible configuración de los delitos de injuria y
calumnia, el señor Pedro Pérez no persigue la declaratoria de responsabilidad penal de las accionadas. Por
el contrario, este solicita (i) el amparo de sus derechos fundamentales y (ii) que las accionadas se retracten
públicamente por las publicaciones, rectifiquen la información y le ofrezcan disculpas públicas, las cuales
son pretensiones que pueden ser resueltas por el juez de tutela de acuerdo con lo previsto por el artículo 42.7
del Decreto 2591 de 1991. De otro lado, no es un medio eficaz en concreto, puesto que no es lo
suficientemente célere para evitar que la presunta difamación se siga divulgando en la red y prolongando en
el tiempo.”
43
fundamentales por medio de (i) la solicitud de retiro o enmienda ante el
particular que hizo la publicación, (ii) la reclamación ante la plataforma
donde se divulgó la información y (iii) las acciones penales y civiles
ordinarias. Estos mecanismos de autocomposición y medios judiciales
ordinarios de defensa son prima facie idóneos y efectivos.”133
133
Sentencia T-275 de 2021. M.P. Paola Andrea Meneses Mosquera. SPV. Cristina Pardo Schlesinger.
134
M.P. José Fernando Reyes Cuartas
135
Sentencia T-356 de 2021. M.P. José Fernando Reyes Cuartas.
44
desproporcionada de la libertad de prensa, y puede llevar un mensaje de
silenciamiento a las y los periodistas
155. En el caso objeto de estudio, tanto del análisis del escrito en que Ciro
Alfonso Guerra Picón y Ciudad Lunar solicitaron convocar a Catalina Ruiz-
Navarro y Matilde de los Milagros Londoño Jaramillo al Centro de Arbitraje y
Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá (sin perjuicio de la reserva
sobre las fórmulas intentadas entre las partes), y del escenario preprocesal que
tuvo lugar ante el Fiscal 225 de la Casa de Justicia de Kennedy, la Sala
observa que fue explícita la solicitud de rectificación.
156. Es cierto que existieron otras aspiraciones o pretensiones por parte del
peticionario en estos escenarios, principalmente de carácter indemnizatorio,
que posiblemente incidieron en la frustración de un eventual acuerdo, también
45
es cierto que las periodistas plantearon que no admitirían ninguna pretensión
de rectificación, debido a que el reportaje “Ocho denuncias de acoso y abuso
sexual contra Ciro Guerra” no desconoció ningún derecho del peticionario.
b.7. Inmediatez
46
de lo solicitado (principios ultra y extra petita).136 Esta competencia no faculta
al juez para omitir los problemas de relevancia constitucional que presentan
los accionantes, sino que le confía la misión de defender los derechos de la
manera más amplia posible, permitiéndole superar obstáculos puramente
formales o argumentativos.
47
intervenciones (amicus curiae y conceptos técnicos) recibidos por solicitud
expresa de la Sala.139
168. Para resolver los problemas jurídicos planteados, la Sala (i) reiterará la
jurisprudencia constitucional sobre la libertad de expresión, así como (ii) el
discurso de género, las reivindicaciones feministas y las denuncias por acoso
sexual como discursos especialmente protegidos.140 Posteriormente, (iii)
hablará de los derechos fundamentales al buen nombre, la honra y la
presunción de inocencia y sus posibles tensiones con las libertades de
expresión y prensa; (iv) incorporará un contexto histórico sobre el escrache y
el periodismo feminista; y (v) se referirá a el acoso judicial como el abuso en
el ejercicio del derecho a la administración de justicia.
139
Según se enunció en el recuento del trámite de revisión, la información recibida con ocasión de los autos
de 22 de febrero y 5 de abril de 2022 fue puesta a disposición de las partes el 23 de mayo de 2022 por la
Secretaría General de la Corte Constitucional.
140
M.P. José Fernando Reyes Cuartas.
141
Los aspectos generales de esta línea se retoman, principalmente, de la reconstrucción realizada en la
Sentencia T-203 de 2022. M.P. Diana Fajardo Rivera. AV. Alejandro Linares Cantillo.
48
170. La libertad de expresión es un derecho humano. 142 Ello implica, entre
otras cosas, que es universal; que guarda una estrecha relación con otros
derechos y libertades y, que es necesaria para asegurar la dignidad de la
persona humana. Así, la libertad de expresión es un atributo de toda persona;
su relación con derechos como la educación, la cultura y la participación
política, entre otros, resulta evidente; y tiene un vínculo innegable con la
dignidad, pues la expresión hace parte de la autonomía, del pensamiento y la
comunicación;143 al tiempo que se integra al concepto más amplio de libre
desarrollo de la personalidad, al ejercicio de la creatividad y a la construcción
de la identidad de cada persona.
172. Este derecho cuenta con una dimensión individual y una colectiva. En
su aspecto individual abarca no solo el derecho a expresarse sin interferencias
arbitrarias, sino también el derecho a utilizar cualquier medio apropiado para
difundir su pensamiento. Según jurisprudencia reiterada de la CorteIDH y esta
Corporación, esta dimensión no se agota en el reconocimiento teórico del
derecho a hablar o escribir, sino que comprende el derecho a utilizar cualquier
medio para difundir el pensamiento y hacerlo llegar al mayor número de
destinatarios, de manera que expresión y medio de difusión son indivisibles y
las restricciones sobre las posibilidades de divulgación constituyen una
limitación de este derecho. La vertiente individual del derecho abarca también
la potestad de escoger el medio en que se expresan las ideas. La dimensión
colectiva comprende el derecho de todas las personas a recibir tales
pensamientos, ideas, opiniones e informaciones de parte de quien las emite.145
142
La libertad de expresión ha sido reconocida en los principales tratados y pactos de derechos humanos. Así,
el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU (1948) establece que todo
individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; a no ser molestado a causa de sus opiniones; a
investigar y recibir informaciones y opiniones; y a difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier
medio de expresión. El artículo 4º de la Declaración Americana de los Derechos del Hombre (1948) asegura
que toda persona tiene derecho a la libertad de investigación, de opinión y de expresión y difusión del
pensamiento por cualquier medio. El artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos prevé
el derecho de toda persona a la libertad de expresión, el cual comprende la libertad de buscar y difundir
información e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras; oralmente, por escrito, en forma impresa o
artística, o por cualquier otro procedimiento; así como la garantía de toda persona de no ser molestada por sus
opiniones, con ciertos límites. En el ámbito regional, la Convención Americana sobre Derechos Humanos
establece, en su artículo 13, que todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión. La
regulación convencional establece que esta comprende las libertades de pensamiento, expresión e
información; la prohibición de censura previa, sin perjuicio de la existencia de responsabilidades ulteriores,
definidas legalmente, necesarias para asegurar el respeto a los demás, la seguridad nacional, el orden público
o la salud o moral públicas; y la obligación de los Estados de prohibir por vía legal la propaganda a la guerra,
la apología al odio nacional, racial o religioso, entre otros aspectos.
143
Sentencia SU-396 de 2017. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
144
Según el artículo 20 de la Constitución Política, “[se] garantiza a toda persona la libertad de expresar y
difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar
medios de comunicación masiva. // Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a
la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura.” Sobre el contenido de cada componente, con
especial amplitud, Cfr. Sentencia T-391 de 2007. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa. SV. Rodrigo Escobar
Gil.
145
Sentencia C-091 de 2017. M.P. María Victoria Calle Correa. AV. Luis Guillermo Guerrero Pérez. AV.
Aquiles Arrieta Gómez (e). SV. Alejandro Linares Cantillo. SV. Antonio José Lizarazo Ocampo. SV. Gloria
Stella Ortiz Delgado.
49
173. Además, la Corte Constitucional ha explicado que es necesario
diferenciar dos componentes de la libertad de expresión: la libertad de
expresión en sentido estricto (o de opinión) y la libertad de información.
Ambas, por supuesto, aluden a la posibilidad de comunicar e intercambiar
datos. La primera, sin embargo, abarca todos los enunciados que pretenden
difundir ideas, pensamientos, opiniones, entre otros; 146 mientras que la
segunda se refiere a la capacidad y la posibilidad de transmitir noticias sobre,
o dar a conocer, sucesos determinados.147
146
El derecho a la libertad de expresión ha sido definido por la jurisprudencia constitucional como “la
garantía fundamental por virtud de la cual se permiten divulgar los propios pensamientos, opiniones, ideas,
conceptos y creencias de hechos o situaciones reales o imaginarias, ya sea en actos sociales, académicos,
culturales, o políticos, o en medios masivos de comunicación social, o en fin, a través de obras artísticas o
literarias, sin que ello conlleve a la vulneración de otros derechos fundamentales.” Sentencia SU-396 de
2017. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
147
“(…) el derecho a la libertad de información hace referencia a la circulación y recepción de noticias
sobre un determinado suceso de la realidad, relacionadas con el entorno físico, social, cultural, económico y
político. De ahí que mientras la divulgación de información se rige por los requisitos de veracidad e
imparcialidad exigidos constitucionalmente, el derecho a la libertad de expresión no está sometido a esas
condiciones.” Sentencia SU-396 de 2017. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
148
“8. Así, la libertad de expresión en sentido estricto (i) no presupone objetividad ni imparcialidad sino, al
contrario, asunciones de contenido subjetivo. (ii) Ampara la facultad de manifestar toda clase de
pensamientos, sentimientos y opiniones, en diversos ámbitos y a través de una multiplicidad de medios, (iii)
así como todos los discursos al margen de su nivel de elaboración y el tono en que se pronuncien, incluso si
no es mayoritariamente compartido. (iv) Pese a esto, no extiende su nivel de protección a las manifestaciones
a favor de la guerra o de odio por cualquier motivo que inciten instigar a la discriminación; tampoco las
manifestaciones de pornografía infantil ni las que inciten públicamente a cometer genocidio.” Sentencia T-
693 de 2016. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
149
“10. La razón de ser de lo anterior consiste en que la libertad de información es un derecho bilateral o de
doble vía. Por un lado, consiste en la facultad de buscar y publicar información y, por el otro, es la
prerrogativa en cabeza de los destinatarios de conocer esa información. (…) Por este motivo, de quien halla
y divulga información depende en gran medida la realización del derecho de aquel que la recibe y, como
consecuencia, en el primero recaen límites y deberes.” Sentencias T-693 de 2017. M.P. Luis Ernesto Vargas
Silva; SU-396 de 2017. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado y T-110 de 2015. M.P. Jorge Iván Palacio Palacio.
50
aspiración y derecho del auditorio (la sociedad en general, o los destinatarios
específicos del mensaje) a recibir información veraz, seria y confiable.150
150
“9. A diferencia del carácter intrínsecamente subjetivo y personal de la libertad de expresión stricto
sensu, los contenidos que constituyen el ejercicio de la libertad de información tienen una carga
constitucional de objetividad. Esta modalidad de la libertad de expresión se realiza a través de discursos, ya
no abiertamente valorativos, expresivos o especulativos, sino mediante exposiciones
tendencialmente descriptivas de hechos, situaciones y conductas de autoridades, instituciones e individuos.
Tal circunstancia hace que el sujeto no sea enteramente “libre” sino que tenga un marco de referencia,
determinado por el objeto pretende dar a conocer, el cual delimita el legítimo ejercicio de su derecho (…)
11. Los receptores de la información tienen derecho a recibir contenidos que básicamente correspondan a la
verdad. Como contrapartida, quienes encuentran y publican informaciones no les está permitido transmitir
datos tergiversados, incompatibles con la realidad o decididamente falsos. La jurisprudencia constitucional,
ha considerado que el emisor de la información tiene la obligación de comunicar contenidos ciertos,
objetivos y oportunos y, más frecuentemente, ha señalado que su facultad encuentra límites en las
obligaciones de (i) veracidad e (ii) imparcialidad de la información comunicada, (iii) de separar la
información de la opinión y (iv) de garantizar el derecho a la rectificación.” Sentencia T- 693 de 2016. M.P.
Luis Ernesto Vargas Silva. En el mismo sentido, ver sentencias T-650 de 2003. M.P. Alberto Rojas Ríos. SV.
Luis Ernesto Vargas Silva; SU-1723 de 2000. Cit.; T-391 de 2007, Cit.; T-074 de 1995, Cit.; T-260 de 2010,
Cit.; T-040 de 2013, Cit.; T-135 de 2014, Cit.; T-914 de 2014, Cit.; T-688 de 2015. Cit.; y T-731 de 2015,
Cit., entre otras.
151
La carga que debe asumir quien ejerza el derecho a la libertad de informar consiste en llevar a cabo un
esfuerzo (i) razonable y (ii) previo de constatación de los contenidos que pretende presentar como hechos, lo
cual significa que únicamente puede comunicar como tales los contrastados con a partir de datos objetivos.
Según la Corte, se falta a la veracidad cuando los datos son contrarios a la realidad, por (i) negligencia o (ii)
mala intención; (iii) en aquellos casos en que la información en realidad corresponde a un juicio de valor y se
presenta como un hecho cierto, (iv) y en los supuestos en que la información, pese a ser literalmente cierta, es
presentada de tal forma que induce a conclusiones falsas o erróneas. (Sentencia T-693 de 2016, citada. En el
mismo sentido, las sentencias T-040 de 2013, Cit., y T-914 de 2014). A su turno, En la Sentencia T-369 de
1993 (M.P. Antonio Barrera Carbonell), la Corte consideró desconocido el principio en mención por un
periodista que en un programa radial de noticias transmitido en las mañanas afirmó que el Ministro accionante
había reconocido ante la Comisión Quinta del Senado la evasión de más de 132 millones de pesos en
impuestos, pese a que, como se probó con las evidencias presentadas dentro del proceso de tutela, se trataba
de una información errónea.
152
“[E]sta Corporación también ha reconocido que la distinción en relación con la subjetividad y
objetividad del contenido expresado no es del todo tajante pues, en cualquier caso, una opinión lleva de
forma más o menos explícita un contenido informativo, al mismo tiempo que toda presentación de
información supone, por su parte, algún contenido valorativo o de opinión. Circunstancia que determina que,
si bien en principio no pueda reclamarse absoluta o total veracidad e imparcialidad sobre los juicios de
valor, al menos sí puedan y deban exigirse tales con respecto a los contenidos fácticos en los que se funda
esa opinión. Y, de forma correlativa, es exigible también que los emisores de información puedan distinguir
entre el contenido meramente informativo y la valoración u opinión mismos.” Sentencia T-145 de 2016. M.P.
Luis Guillermo Guerrero Pérez.
51
las cuales el deber de veracidad en el ámbito de la información se traduce en
una diligencia debida y no en uno de alcanzar la verdad.
178. Existe una premisa básica y transversal para el análisis de todo conflicto
relacionado con el ejercicio del derecho fundamental a la libertad de
expresión: en principio, todas las manifestaciones del pensamiento están
amparadas o cobijadas por el manto protector de este derecho. Esta premisa
tiene dos grandes fundamentos. Por una parte, la relación entre la libertad de
expresión y la construcción de la democracia;153 por otra parte, la riqueza del
pensamiento y el lenguaje, que hace imposible predecir lo que puede ser
pensado y enunciado.154
153
La estrecha relación entre la democracia y la libertad de expresión ha sido destacada en diversas
oportunidades por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Así, en su Opinión Consultiva 05 de 1985,
sobre la colegiatura obligatoria para periodistas, señaló que “[...] la libertad de expresión es un elemento
fundamental sobre el cual se basa la existencia de una sociedad democrática. Es indispensable para la
formación de la opinión pública. Es también conditio sine qua non para que los partidos políticos, los
sindicatos, las sociedades científicas y culturales, y en general, quienes deseen influir sobre la colectividad
puedan desarrollarse plenamente. Es, en fin, condición para que la comunidad, a la hora de ejercer sus
opciones esté suficientemente informada. Por ende, es posible afirmar que una sociedad que no está bien
informada no es plenamente libre”, párr. 70. También el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha
señalado que “[…] la libertad de expresión constituye uno de los pilares esenciales de una sociedad
democrática y una condición fundamental para su progreso y para el desarrollo personal de cada individuo.
Dicha libertad no sólo debe garantizarse en lo que respecta a la difusión de información o ideas que son
recibidas favorablemente o consideradas como inofensivas o indiferentes, sino también en lo que toca a las
que ofenden, resultan ingratas o perturban al Estado o a cualquier sector de la población. Tales son las
demandas del pluralismo, la tolerancia y el espíritu de apertura, sin las cuales no existe una sociedad
democrática. [...] Esto significa que [...] toda formalidad, condición, restricción o sanción impuesta en la
materia debe ser proporcionada al fin legítimo que se persigue.” Posición semejante ha sido defendida en
muchos casos contenciosos, tales como Ivcher Bronstein v. Perú, La Última Tentación de Cristo (Olmedo
Bustos y otros), TEDH, Case of Scharsach and News Verlagsgesellschaft v. Austria, 2004; Case of Perna v.
Italy, Judgment, 2003; Dichand and others v. Austria, 2002; Case of Lehideux and Isorni v. France, 1998;
Case of The Sunday Times v. United Kingdom, Judgment of 29 March, 1979; y Eur. Court H.R., Case of
Handyside v. United Kingdom, 1976.
154
De acuerdo con la Sentencia C-650 de 2003 (M.P. Manuel José Cepeda Espinosa), reiterada de manera
reciente en la Sentencia SU-274 de 2019 (M.P. José Fernando Reyes Cuartas. AV. Diana Fajardo Rivera),“la
libertad de expresión en una democracia cumple las siguientes funciones: "i) permite buscar la verdad y
desarrollar el conocimiento; ii) hace posible el principio de autogobierno; iii) promueve la autonomía
personal; iv) previene abusos de poder y v) constituye una “válvula de escape” que promueve la
confrontación pacífica de las decisiones estatales o sociales que no se compartan, lo que favorece la
resolución racional y pacífica de los conflictos, como resultado del debate público y no de la confrontación
violenta.”
155
Ver, entre otras, la Sentencia SU-396 de 2017. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
52
181. Presunción de primacía de la libertad de expresión frente a otros
principios constitucionales. La libertad de expresión tiene una prevalencia
prima facie en caso de colisión normativa con otros principios; esto significa
que el derecho “entra” con una ventaja inicial frente a otros principios en los
ejercicios de ponderación que realizan los jueces y el Legislador al adoptar sus
decisiones. Esta presunción puede desvirtuarse si, a pesar de esa ventaja
inicial se demuestra que, consideradas todas las circunstancias relevantes de la
tensión, los principios que se oponen se verían afectados en forma
particularmente intensa. Una prevalencia prima facie opera, por definición,
antes de considerar todos los aspectos relevantes.156
156
Con todo, esta presunción no opera cuando están de por medio expresiones abiertamente discriminatorias.
Así lo explicó la Sala Plena en la Sentencia C-091 de 2017 (M.P. María Victoria Calle Correa) al estudiar la
constitucionalidad del tipo penal de hostigamiento, contenido en la Ley antidiscriminación o Ley 1482 de
2011.
157
En este sentido, dijo la corte en la Sentencia T-391 de 2007 (citada): “El marco general de las
limitaciones admisibles a la libertad de expresión, lo proveen los artículos 19 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, y 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos, que orientan la
interpretación del artículo 20 de la Carta y demás normas concordantes. Una lectura detenida de estas
disposiciones revela que las limitaciones a las libertades de expresión (en sentido estricto), información y
prensa, para ser constitucionales, deben cumplir con los siguientes requisitos básicos: (1) estar previstas de
manera precisa y taxativa por la ley, (2) perseguir el logro de ciertas finalidades imperiosas, (3) ser
necesarias para el logro de dichas finalidades, (4) ser posteriores y no previas a la expresión, (5) no
constituir censura en ninguna de sus formas, lo cual incluye el requisito de guardar neutralidad frente al
contenido de la expresión que se limita, y (6) no incidir de manera excesiva en el ejercicio de este derecho
fundamental.”
158
Al respecto, Cfr. Sentencia SU-420 de 2019 (M.P. José Fernando Reyes Cuartas. SPV y AV. Diana
Fajardo Rivera. SPV y AV. Alejandro Linares Cantillo. AV. Carlos Bernal Pulido. AV. Luis Guillermo
Guerrero Pérez) y, sobre el alcance de los tests mencionados, Sentencia C-345 de 2019. M.P. Gloria Stella
Ortiz Delgado.
159
Sentencia T-391 de 2007. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.
53
184. Tres de estas presunciones -el amparo de toda expresión, la prevalencia
en conflictos y el carácter sospechoso de las restricciones- son derrotables; la
última es una regla definitiva (una presunción de pleno de derecho): la
censura está definitivamente prohibida.160
160
Sentencia C-091 de 2017. M.P. María Victoria Calle Correa.
161
Sentencia T-391 de 2007. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa. En este punto, sin embargo, debe
considerarse que, por una parte, solo tres presunciones son desvirtuables (no así la prohibición de censura) y
que, con todo, de acuerdo con el artículo 13.4 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, esta
prohibición tiene una excepción. De acuerdo con esta disposición, 4. Los espectáculos públicos pueden ser
sometidos por la ley a censura previa con el exclusivo objeto de regular el acceso a ellos para la protección
moral de la infancia y la adolescencia, sin perjuicio de lo establecido en el inciso 2.
162
Al respecto ha dicho la Corte: “(a) la expresión oral en el idioma que se elija; (b) la expresión escrita o
impresa en el idioma que se elija; (c) la expresión simbólica o artística en cualquier forma que ésta se
manifieste; (d) la difusión de ideas, pensamientos, opiniones, relatos, información y otras formas de
expresión, por cualquier medio de comunicación que se elija; (e ) la búsqueda, la obtención y la recepción de
información, ideas, opiniones y otras formas de expresión, incluidas aquellas que están en poder del Estado;
y (f) la posesión de informaciones o materiales expresivos, impresos o en cualquier otra forma susceptible de
tenencia, su transporte o distribución.” [Casos Herrera Ulloa, párr. 113; Ivcher Bronstein; párr. 152; La
última tentación de Cristo, párr. 69, citados]. “La expresión protegida por esta libertad puede ser tanto la del
lenguaje convencional, como la manifestada a través de conducta simbólica o expresiva, convencional o no
convencional. Las comunicaciones cubiertas por la libertad de expresión stricto senso pueden ser efectuadas
tanto a través del lenguaje oral o escrito como a través de conductas con contenido expresivo o
implicaciones expresivas. Tanto las unas como las otras reciben protección constitucional, puesto que es
claro que la ‘expresión’ cubierta por la libertad en comento no se restringe a las comunicaciones verbales. //
La expresión puede efectuarse a través de cualquier medio elegido por quien se expresa, teniendo en cuenta
que cada medio en particular plantea sus propias especificidades jurídicamente relevantes. Tal como se
señaló anteriormente, uno de los elementos constitutivos de la libertad de expresión stricto senso, en su
dimensión individual, es el derecho de quien se expresa a transmitir y difundir su mensaje de la manera en
que mejor considere hacerlo, y a través del medio que elija para el propósito. En consecuencia, la expresión
puede efectuarse a través de cualquier medio seleccionado por quien se expresa, y la protección
constitucional se extiende a dicho proceso de transmisión y difusión, así como al medio utilizado, ya que la
libertad constitucional que se estudia protege tanto el contenido de la expresión como su forma.” Sentencia T-
391 de 2007. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa. SV. Rodrigo Escobar Gil.
54
187. A continuación, se expone el alcance de la prohibición de censura en el
orden constitucional colombiano.
190. La censura incluye formas burdas, como el recorte de una obra de arte,
la prohibición de transmitir un contenido por los medios de comunicación o el
control previo a la difusión de ciertos mensajes; así como formas más
sofisticadas, incluidas algunas de carácter indirecto, como el uso irregular de
mecanismos de concesión de licencias, la distribución arbitraria de
concesiones sobre el espectro electromagnético (que es necesario para llegar a
la radio o a la televisión), el abuso de controles sobre el papel para
periódicos165 u otras medidas destinadas a disuadir a comunicadores,
periodistas y otros actores sociales de transmitir un mensaje, todo ello con el
fin de inhibir, silenciar o propiciar la autocensura en el ejercicio de la libertad
de expresión, en sus dimensiones individual y colectiva.166
163
Sentencia T-145 de 2019 (M.P. Cristina Pardo Schlesinger): “6.4. El numeral 4 del artículo 13 de la
Convención Americana consagra una única excepción a la prohibición de la censura previa, referente a que
los espectáculos públicos pueden ser sometidos por la ley a censura previa con el exclusivo objeto de regular
el acceso a ellos para la protección moral de la infancia y la adolescencia.”
164
Sentencia T-145 de 2019 (M.P. Cristina Pardo Schlesinger), entre otras: “6.1. Los organismos
interamericanos de protección de derechos humanos definen la censura previa como la violación más
extrema y radical posible de la libertad de expresión, al conllevar su supresión. En palabras de la Corte
IDH “(…) supone el control y veto de la expresión antes de que esta sea difundida, impidiendo tanto al
individuo, cuya expresión ha sido censurada, como a la totalidad de la sociedad, ejercer su derecho a la
información. En otras palabras, la censura previa produce ‘una suspensión radical de la libertad de
expresión al impedirse la libre circulación de información, ideas, opiniones o noticias’. Como se dijo, esto
constituye una violación radical tanto del derecho de cada persona a expresarse como del derecho de todos a
estar bien informados, de modo que se afecta una de las condiciones básicas de una sociedad
democrática.” [CorteIDH, Informe de fondo núm. 90/05. Caso núm. 12.142, Alejandra Marcela Matus
Acuña, Chile, 24 de octubre de 2005, párr. 35].
165
En este sentido, de acuerdo con el Artículo 13, numeral 3, de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, “3. No se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el
abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas, o de
enseres y aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera otros medios encaminados a
impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones.”
166
Para la Corte los actos de censura se pueden presentar de diversos modos, “desde los tipos más burdos de
frenos estatales sobre lo que se puede publicar y los regímenes de autorización previa más expresos, hasta
métodos más sutiles e indirectos de control previo (…).” Asimismo, indica que esos modos de control
previo pueden ejecutarse a través de mecanismos directos e indirectos, dirigidos principalmente sobre: (i) los
medios de comunicación y su funcionamiento; (ii) el contenido de la información; (ii) el acceso a la
información; o (iv) sobre los periodistas, y se relacionan con conductas donde “se prohíbe, recoge, suspende,
interrumpe o suprime la emisión o publicación de un determinado contenido expresivo, así como cuando se
55
191. En un amplio conjunto de sentencias, la Corte Constitucional se ha
ocupado de la censura a la expresión artística. 167 Sin embargo, la censura no se
limita al recorte, edición o prohibición de que se exhiba, divulgue o circule
una obra de arte. Una línea semejante ha mantenido la Corte Constitucional en
el escenario de la difusión de información y programación por parte de
emisoras y canales de televisión. Así, sostuvo que las decisiones judiciales de
ordenar la modificación del contenido del programa radial El Gallo de la
emisora La Mega (Sentencia T-391 de 1997)168 o de ordenar, como medida
provisional, la suspensión de la transmisión del programa Séptimo día, por la
posible afectación al buen nombre (Sentencia T-043 de 2011), no se ajustan a
la Constitución Política, dado que podrían constituir censura.169
exige una inspección oficial previa, visto bueno o supervisión por parte de la autoridad de los contenidos que
se emiten, o una modificación, alteración, adaptación o recorte de los mismos.”
167
Entre estas se destacan la providencia SU-056 de 1995 (M.P. Antonio Barrera Carbonell) en la que la
Corporación consideró que la pretensión de editar o modificar el contenido del libro La Bruja, de Germán
Castro Caycedo, a raíz de una tutela por presunta afectación al buen nombre de algunas de sus protagonistas
fue considerada como una pretensión de censura; la Sentencia T-104 de 1996 (M.P. Carlos Gaviria Díaz. SV.
Hernando Herrera Vergara), en la que se concluyó que el Director de la Casa de Cultura de Valledupar
incurrió en un acto de censura al descolgar las obras de un artista que contenían fotografías de desnudos
masculinas, por considerarlas pornográficas y ajenas a la moral; la Sentencia T-1015 de 2015 ( M.P. Luis
Ernesto Vargas Silva. AV. María Victoria Calle Correa), en la que la Corte Constitucional negó la tutela
presentada por familiares de la artista que, en el marco del proyecto Blanco Porcelana, publicó la cartilla “Un
cuento de AdaS”, y realizó diversas instalaciones destinadas a evidenciar discusiones cotidianas de una
familia barranquillera sobre el color de la piel. Además de negar el amparo, esta Corporación revocó la
decisión del juez de instancia, que consistió en eliminar partes de la cartilla, considerando que ello implicaría
un acto de censura. En la decisión de unificación SU-626 de 2015 (M.P. Mauricio González Cuervo. AV.
María Victoria Calle Correa. AV. Luis Guillermo Guerrero Pérez. AV. Gloria Stella Ortiz Delgado. AV.
Jorge Iván Palacio Palacio. AV. M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub. AV. Luis Ernesto Vargas Silva), señaló la
Corte: “Esta Corporación ha considerado que no constituyen actos de censura previa (i) que una entidad
pública establezca como condición de circulación de una revista cuya elaboración ha financiado, la mención
del ISNN o la referencia acerca de que su contenido no compromete la responsabilidad de la entidad
pública o (ii) que la Comisión Nacional de Televisión no autorice la emisión de un comercial con
fundamento en juicios técnicos. También ha considerado posible (iii) restringir la circulación, en el territorio
nacional, de un libro que puede poner en riesgo los derechos de niños por referirse a circunstancias
relacionadas con elloshttps://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2015/SU626-15.htm - _ftn74 o, (iv)
establecer como falta disciplinaria de los integrantes de las fuerzas militares la realización de
“publicaciones sobre asuntos militares por medio de la prensa, la radio, la televisión o cualquier otro medio,
sin el permiso correspondiente”, al considerar necesario armonizar la prohibición del artículo 20 de la
Carta con la realización de los fines del Estado relativos a la protección de la integridad territorial y la
soberanía nacional. Asimismo la Corte ha concluido (v) que prever la responsabilidad solidaria de un medio
de comunicación por publicidad engañosa, cuando ha actuado con dolo o culpa grave, no desconoce la
prohibición de censura al tratarse de un supuesto de responsabilidad ulterior justificado
constitucionalmente.”
168
M.P. Manuel José Cepeda Espinosa. SV. Rodrigo Escobar Gil.
169
M.P. Humberto Antonio Sierra Porto.
170
M.P. Cristina Pardo Schlesinger. AV. Alberto Rojas Ríos.
56
comunicación; (v) la exclusión del mercado de determinados medios de
comunicación en tanto represalia; o (vi) la atribución de facultades a
organismos estatales para suspender la transmisión de contenidos a través de
los medios masivos de comunicación.”171
193. El uso de las palabras “entre otros” en la decisión citada indica que, en
efecto, este no es un listado taxativo, lo que resulta consecuente con la
imposibilidad de prever, de manera exhaustiva, todos los posibles ejemplos de
silenciar la expresión.
57
obstante, (ii) en tanto realidades jurídicas distintas, admiten regulaciones
diferentes.175
196. Por otra parte, existen discursos especialmente protegidos que deben ser
analizados de manera amplia y cuyas restricciones siempre son especialmente
sospechosas. Sin ánimo de taxatividad, de acuerdo con el derecho
internacional de los derechos humanos y el derecho constitucional, gozan de
una protección especial el discurso político y sobre asuntos de interés
público;176 el discurso sobre funcionarios públicos o candidatos a ocupar
cargos públicos;177 el que constituye en sí mismo el ejercicio de otros derechos
fundamentales, como el que se vierte en la creación y expresión artísticas, el
discurso religioso, la correspondencia, la manifestación pacífica, entre otros; 178
las reivindicaciones de la identidad sexual diversa o la defensa de la equidad
de género y la erradicación de la violencia basada en género,179 así como
aquellos que configuran elementos fundantes de la identidad de las
personas.180 Más adelante, la Sala profundizará en torno a los discursos que
denuncian específicamente casos de acoso, abuso o violencia sexual, dada su
relevancia para el caso objeto de estudio.
175
sentencia T-155 de 2019. M.P. Diana Fajardo Rivera. AV. Alejandro Linares Cantillo. SV. Luis Guillermo
Guerrero Pérez.
176
Herrera Ulloa, cit, párrafo 127; Ivcher Bronstein, párrafo 155, cit. Informe Anual CIDH 1994, Capítulo V.
177
Caso Palamara Iribarne, párrafo 82.
178
“4.2.2.3.1. Dentro del rango de tipos de discursos protegidos por la libertad de expresión en sentido
estricto, el mayor grado de protección se provee al discurso político, al debate sobre asuntos de interés
público, y a los discursos que constituyen un ejercicio directo e inmediato de derechos fundamentales
adicionales que se vinculan necesariamente a la libertad de expresión para poder materializarse. (…) Por
otra parte, existe una serie de modos de expresión que constituyen, en sí mismos, el ejercicio de otros
derechos fundamentales distintos a la libertad de expresión stricto senso, (…) [S]e trata, en resumen, de ocho
tipos de discurso: (a) la correspondencia y demás formas de comunicación privada, (b) los discursos
estéticos, morales, emotivos o personales, manifestados a través de expresiones verbales, artísticas, o de
conductas simbólicas o expresivas, sin perjuicio de la protección constitucional explícita de la libre expresión
artística; (c) la exposición de convicciones y la objeción de conciencia; (d) el discurso religioso; (e) el
discurso académico, investigativo y científico; (f) las expresiones realizadas en el curso de manifestaciones
públicas pacíficas; (g) el discurso cívico o de participación ciudadana, y (h) el discurso de identidad, que
expresa y refuerza la propia adscripción cultural y social. Cada uno de estos tipos de discurso corresponde al
ejercicio de un derecho constitucional fundamental específico.” Sentencia T-391 de 2007. M.P. Manuel José
Cepeda Espinosa.
179
En la reciente Sentencia T-289 de 2021 (M.P. Alberto Rojas Ríos), la Corte Constitucional reconoció que
el discurso feminista está especialmente protegido, no solo porque plasma asuntos de interés público en el
Estado Constitucional de Derecho y porque este incorpora un contenido político emancipador.
180
La CorteIDH, en el caso López Álvarez contra indicó que los estados deben garantizar la posibilidad de las
personas que defienden una identidad étnica diversa de expresar y transmitir su cultura, preservando su
identidad, y diferenciándola de las demás. En ese marco, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión
afirmó: “otras formas discursivas que, de conformidad con el razonamiento anterior, han de gozar de
especial nivel de protección por expresar un elemento integral de la identidad y dignidad personales, son el
discurso religioso y aquellas que expresan la propia orientación sexual y la identidad de género. En efecto,
de una parte, el artículo 12.1 de la convención Americana, al proteger la libertad de conciencia y de
religión, dispone expresamente que este derecho implica ‘la libertad de profesar y divulgar su religión y sus
creencias, individual o colectivamente, tanto en público como en privado’; y el artículo 12.3 establece que
‘la liberta de manifestar la propia religión y las propias creencias está sujeta únicamente a las limitaciones
prescritas por la ley y que sean necesarias para proteger la seguridad, el orden, la salud o la moral públicas
o los derechos o libertades de los demás’. Asimismo, por su estrecha relación con la dignidad, la libertad de
expresión y la igualdad de todos los seres humanos, en esta categoría de discursos especialmente protegidos
se encuentran aquéllos que expresan la propia orientación sexual y la identidad de género. A este respecto,
cabe recordar que la resolución 2435 (XXXVIII-O/08)/84 de la Asamblea General de la OEA, marcó un hito
a nivel internacional en la materia.” Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, Marco Jurídico sobre el derecho a la libertad de expresión, 2010,
disponible en Internet.
58
197. Ahora bien, todas las personas son titulares de la libertad de expresión,
pero el margen de protección al discurso es menor para algunos. Esta
limitación no se basa en condiciones que definen la identidad del individuo, ni
pueden constituirse a partir de criterios sospechosos, pues ello afectaría la
igualdad. En cambio, esta limitación tiene origen en dos aspectos; por una
parte, la decisión voluntaria de una persona de asumir en sus actuaciones
determinada notoriedad; y, por otra, la asunción de funciones públicas o de
relevancia pública.
181
Cfr. Caso Ivcher Bronstein contra Perú, párr. 155; en el mismo sentido, los casos de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos Mauricio Herrera Ulloa v. Costa Rica, 2004; Ricardo Canese v.
Paraguay, 2004 y Kimel v. Argentina, 2008. También en el ámbito europeo pueden consultarse las decisiones
del Tribunal Europeo de Derechos Humanos Caso Feldek v. Slovakia, 2001; Sürek and Özdemir v. Turkey,
1999.
182
Casos Dichand and others v Austria; y Lingens v Austria, TEDH.
183
TEDH, Caso Castells v Spain, párrafos. 42 y 46.
184
En este capítulo se reiteran, en esencial, las consideraciones de la Sentencia C-135 de 2021 (M.P. Gloria
Stella Ortiz Delgado), pronunciamiento reciente, de especial relevancia para la libertad de prensa.
59
201. La Corte Constitucional ha reconocido la importancia y la especial
protección que se le otorga al ejercicio periodístico y a los medios de
comunicación, con fundamento en los artículos 20, 73 y 74 de la Constitución.
La prensa ha sido caracterizada por algunos sectores de la doctrina 185, como:
(i) un educador; (ii) un mecanismo que contribuye a la construcción del
diálogo social pacífico; y (iii) un “guardián de la democracia”.186
185
RonNell Andersen Jones. “What the Supreme Court Thinks of the Press and Why It Matters”. Brigham
Young University Law School. BYU Law Digital Commons 66 Aʟᴀ. L. Rᴇᴠ. 253 (2014). Consultado en
https://digitalcommons.law.byu.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1006&context=faculty_scholarship el 03 de
abril de 2021.
186
Traducción del término empleado en la doctrina como “public watchdog journalism”.
187
RonNell Andersen Jones. “What the Supreme Court Thinks of the Press and Why It Matters”. Brigham
Young University Law School. BYU Law Digital Commons 66 Aʟᴀ. L. Rᴇᴠ. 253 (2014). Consultado en
https://digitalcommons.law.byu.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1006&context=faculty_scholarship el 03 de
abril de 2021. Pág. 5.
188
RonNell Andersen Jones. “What the Supreme Court Thinks of the Press and Why It Matters”. Brigham
Young University Law School. BYU Law Digital Commons 66 Aʟᴀ. L. Rᴇᴠ. 253 (2014). Consultado en
https://digitalcommons.law.byu.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1006&context=faculty_scholarship el 03 de
abril de 2021. Pág. 7.
189
“Public watchdog journalism”
190
RonNell Andersen Jones. “What the Supreme Court Thinks of the Press and Why It Matters”. Brigham
Young University Law School. BYU Law Digital Commons 66 Aʟᴀ. L. Rᴇᴠ. 253 (2014). Consultado en
https://digitalcommons.law.byu.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1006&context=faculty_scholarship el 03 de
abril de 2021. Pág. 7.
191
Ver sentencias T-074 de 1995. M.P. José Gregorio Hernández Galindo; SU-056 de 1995. M.P. Antonio
Barrera Carbonell; T-256 de 2013. M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub y T-594 de 2017. M.P. Carlos Bernal
Pulido.
60
componen el material de sus actividades periodísticas (entrevistas, apuntes,
escritos, archivos, fichas, videos, audios, etc.).”192
61
veracidad “supone que los enunciados fácticos puedan ser verificados
razonablemente”,198 es decir, que se constate un deber de diligencia razonable
del emisor, sin que por ello se exija que la información publicada sea
irrefutablemente cierta.199 De este modo, el juez, al revisar la información
cuestionada analizará si “(i) se realizó un esfuerzo por constatar y contrastar
las fuentes consultadas; (ii) se actuó sin un ánimo expreso de presentar como
ciertos, hechos falsos y (iii) se obró sin la intención directa y maliciosa de
perjudicar el derecho al honor, a la intimidad y al buen nombre de otras
personas.”200 Por su parte, la imparcialidad requiere que la información sea
divulgada de “manera completa, impidiendo que se registren y divulguen
datos parciales, incompletos o fraccionados.”201 Estos criterios de veracidad e
imparcialidad deben ser analizados de conformidad con el tipo de emisión
realizada, opinión o información.
198
Sentencia SU-355 de 2019. M.P. Luis Guillermo Guerrero. Fundamento 4.2. Ver también Sentencia T-022
de 2017. M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez.
199
Sentencia SU-355 de 2019. M.P. Luis Guillermo Guerrero. Fundamento 4.2.
200
Sentencias T-260 de 2010. M.P. Mauricio González Cuervo; T-312 de 2015. M.P. Jorge Iván Palacio
Palacio, reiteradas en la Sentencia T-022 de 2017. M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez.
201
Sentencia T-293 de 2018. M.P. Cristina Pardo Schlesinger.
202
Al respecto, la CorteIDH dijo: “considera que existe un deber del periodista de constatar en forma
razonable, aunque no necesariamente exhaustiva, los hechos en que fundamenta sus opiniones. Es decir,
resulta válido reclamar equidad y diligencia en la confrontación de las fuentes y la búsqueda de información.
Esto implica el derecho de las personas a no recibir una versión manipulada de los hechos. En consecuencia,
los periodistas tienen el deber de tomar alguna distancia crítica respecto a sus fuentes y contrastarlas con
otros datos relevantes”. CorteIDH. Caso Granier y otros (Radio Caracas Televisión) v. Venezuela.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de junio de 2015. Serie C No. 293.
Párr. 139.
203
El Tribunal EDH se ha referido a la ética periodística y periodismo responsable. Bajo estos términos, ha
señalado que: “el artículo 10 de la Convención no garantiza la libertad de expresión irrestricta, incluso en lo
que respecta a la cobertura de prensa de asuntos de interés público. En los términos del párrafo 2 de esa
disposición, la libertad de expresión conlleva “deberes y responsabilidades”, que también se aplican a los
medios de comunicación incluso con respecto a asuntos de interés público”. Tribunal EDH. Caso
Verlagsgruppe Droemer Knaur Gmbh & co. Kg v. Alemania. Sentencia del 19 de octubre de 2017. Párr. 44.
204
Tribunal EDH. Caso Verlagsgruppe Droemer Knaur Gmbh & co. Kg v. Alemania. Sentencia del 19 de
octubre de 2017. Párr. 45.
62
la ley; y ii) ser necesarias para el respeto de los derechos de los demás, o la
protección de la seguridad nacional, el orden público o la moral pública.205
63
causan daños a terceros. Este es el caso de EE.UU., en donde la primera
enmienda de la Constitución protege estos derechos e impide al Congreso
promulgar leyes que coarten su ejercicio. Sin embargo, el ordenamiento
jurídico estadounidense prevé, en el derecho de daños (“tort law”) la acción
por difamación, por medio de la cual las personas afectadas pueden buscar la
indemnización de perjuicios. Al conocer de estas acciones, la Corte Suprema
de los Estados Unidos ha sido una de las instancias judiciales precursoras a
nivel mundial en el desarrollo y precisión del contenido de estas
libertades.”210
210
Sentencia C-135 de 2021. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado. AV. Jorge Enrique Ibáñez Najar. AV.
Alejandro Linares Cantillo.
211
Naciones Unidas. Asamblea General. Informe del Relator Especial sobre la promoción y protección del
derecho a la libertad de opinión y de expresión, Frank La Rue. A/HRC/17/27. 16 de mayo de 2011. Párr. 60 y
61. Disponible para consulta en: http://ap.ohchr.org/documents/dpage_s.aspx?m=85, define la brecha digital
como “la separación entre quienes tienen acceso efectivo a las tecnologías digitales y de la información, en
particular a Internet, y quienes tienen un acceso muy limitado o carecen de él.” Citado en el Informe Relatora
Especial para la Libertad de Expresión, 2013, pág. 19.
64
eliminación de barreras de acceso212 y las acciones positivas encaminadas a
alcanzar la universalidad para superar la exclusión, favorecer el ejercicio de
los derechos de acceso a la cultura, a la información y la educación, y
propiciar la presencia de voces usualmente marginadas por razones culturales,
sociales, raciales, de género, etc.;213 así como la gobernanza multisectorial, es
decir, aquella que involucra a los estados, los proveedores de servicios por
Internet, los diseñadores de las aplicaciones, sus administradores y usuarios,
son los principios cardinales defendidos por los expertos de los distintos
sistemas de protección de derechos humanos para la eficacia de estos últimos
en la red.214
65
222. En la Sentencia de unificación SU-420 de 2019,216 la Sala Plena estudió
un conjunto de casos en los que existía un conflicto por publicaciones de
particulares que se referían a otros particulares (personas naturales o
empresas), y consideró que los criterios citados son necesarios para determinar
la relevancia constitucional de estos casos.
225. Quién comunica: debe tenerse en cuenta quién es la persona que emite
la opinión y si esta es la autora del mensaje que se comunica. Deben valorarse
sus cualidades y el rol que ejerce en la sociedad. En concreto, debe apreciarse,
entre otras situaciones, si quien se expresa es un particular, un funcionario
público, una persona jurídica, un periodista, o pertenece a un grupo
históricamente discriminado, marginado o que se encuentra en una especial
situación de vulnerabilidad.
226. Sobre quién o sobre qué comunica: el juez debe interpretar y valorar el
contenido de lo que se comunica, establecer si se trata de una información o
una opinión y determinar de esta forma si se respetan los límites
M.P. José Fernando Reyes Cuartas. SV. Alejandro Linares Cantillo. SPV y AV. Diana Fajardo Rivera.
216
El fundamento normativo de las consideraciones que siguen se encuentra, principalmente, en las sentencias
217
T-155 de 2019. M.P. Diana Fajardo Rivera. AV. Alejandro Linares Cantillo. SV. Luis Guillermo Guerrero
Pérez; y SU-420 de 2019. M.P. José Fernando Reyes Cuartas. AV y SPV. Diana Fajardo Rivera. AV. Carlos
Bernal Pulido. AV. Luis Guillermo Guerrero Pérez. AV y SPV. Alejandro Linares Cantillo.
66
constitucionales del derecho a la libertad de expresión o de información.
También, de ser el caso, debe considerar la forma en que se obtuvo la
información que se publica. En este punto debe tenerse en cuenta si el discurso
es uno de aquellos sobre los cuales se ha desvirtuado la presunción de
cobertura constitucional de la libertad de expresión o si, por el contrario, se
trata de un discurso especialmente protegido.
230. En torno al medio o canal por el cual se emite un mensaje o se hace una
afirmación, la jurisprudencia constitucional que se reitera ha precisado que la
libertad de expresión protege también el medio que se usa para comunicar. Por
tanto, las opiniones o informaciones pueden expresarse a través de libros,
periódicos, revistas, videos, audios, películas, obras de teatro, pinturas,
fotografías, programas de televisión, emisiones radiales, páginas de internet,
redes sociales, cartas, manifestaciones públicas, el uso de prendas con
mensajes expresivos, entre muchos otros. No obstante, cada medio o foro en
particular plantea sus propias especificidades y complejidades
constitucionalmente relevantes, que repercuten en el alcance de la libertad de
expresión en cada caso. Por tanto, en el ejercicio de ponderación en los casos
en que entren en conflicto derechos de terceros con el derecho a la libertad de
expresión, es fundamental que el juez valore el medio o el foro a través del
cual se expresa el mensaje, ya que este incide en el impacto que tenga la
expresión sobre los derechos como el buen nombre, la honra o la intimidad.
67
231. La riqueza de la expresión, amplificada por las posibilidades
incontables de las redes, por una parte; y las presunciones a favor de la
libertad de expresión y en contra de sus limitaciones, por otra, explican la
importancia del análisis del contexto en que se produce la información. El
contexto brindará al juez una comprensión amplia de las tensiones
constitucionales que surgen de la expresión, manteniendo siempre presente
que, en principio, toda expresión está amparada por el derecho fundamental
objeto de estudio.
218
Sentencias T-015 de 2015. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva. AV. María Victoria Calle Correa; y T-050 de
2016. M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo. SPV. Gloria Stella Ortiz Delgado.
219
Sentencias T-914 de 2014. M.P. (e) María Victoria Sáchica Méndez. AV. Luis Ernesto Vargas Silva; y T-
203 de 2022. M.P. Diana Fajardo Rivera. AV. Alejandro Linares Cantillo.
220
En cuanto a la relación de los derechos fundamentales a la honra y al buen nombre con la dignidad
humana, se ha señalado que tratándose de la honra, la relación con la dignidad humana es estrecha, en la
medida en que involucra tanto la consideración de la persona (en su valor propio), como la valoración de las
conductas más íntimas (no cubiertas por la intimidad personal y familiar). El buen nombre, por su parte,
también tiene una cercana relación con la dignidad humana, en la medida en que, al referirse a la reputación,
protege a la persona contra ataques que restrinjan exclusivamente la proyección de la persona en el ámbito
público o colectivo. En el entorno social, la garantía del derecho la honra y al buen nombre es un prerrequisito
para disfrutar de muchos otros derechos. Así, por ejemplo, tratos oprobiosos o desobligantes que ofendan el
buen crédito de una persona o minen el respeto por su imagen, tienen la potencialidad de disminuir sus
oportunidades laborales. Sentencias C-442 de 2011. M. P. Humberto Antonio Sierra Porto. SV. María
Victoria Calle Correa. SV. Juan Carlos Henao Pérez; T-277 de 2015. M.P. María Victoria Calle Correa. SV.
Mauricio González Cuervo; y T-007 de 2020. M.P. José Fernando Reyes Cuartas. SPV. Carlos Bernal Pulido.
68
234. El derecho a la intimidad está orientado a garantizar a las personas una
esfera de privacidad en su vida personal y familiar, al margen de las
intervenciones arbitrarias del Estado o de terceros, con o sin divulgación en
los medios de comunicación. Comprende, de manera particular, la protección
frente a la divulgación no autorizada de los asuntos que conciernen a ese
ámbito de privacidad221 y en los cuales la sociedad, de manera general, solo
tiene un interés secundario,222 lo que permite exigir que lo íntimo no sea
divulgado o publicado y así sustraerse de cualquier tipo de opinión pública al
respecto.223 Este derecho está sustentado en cinco principios que aseguran la
inmunidad del individuo frente a la innecesaria injerencia de los demás: (i)
libertad, de acuerdo con el cual el registro o divulgación de los datos
personales de una persona requiere de su consentimiento libre, previo, expreso
o tácito, o que el ordenamiento jurídico imponga una obligación de relevar
dicha información con el fin de cumplir un objetivo constitucionalmente
legítimo; (ii) finalidad, el que exige que la recopilación y divulgación de datos
de una persona atienda a una finalidad constitucionalmente legítima; (iii)
necesidad, según el cual la información personal que deba divulgarse debe
tener una relación de conexidad con la finalidad pretendida mediante su
revelación; (iv) veracidad, el cual requiere que los datos personales que
puedan divulgarse correspondan a situaciones reales; y (v) integralidad, que
exige que la información que se divulga se presente de manera completa.224
221
Sentencias SU-1723 de 2000. M.P. Alejandro Martínez Caballero; C-489 de 2002. M.P. Rodrigo Escobar
Gil. AV. Manuel José Cepeda Espinosa; C-276 de 2019. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado. SPV. Alberto
Rojas Ríos; C-094 de 2020. M.P. Alejandro Linares Cantillo. SPV. Alberto Rojas Ríos. AV. Gloria Stella
Ortiz Delgado; y T-061 de 2022. M.P. Alberto Rojas Ríos. AV. Diana Fajardo Rivera. AV. Jorge Enrique
Ibáñez Najar.
222
Sentencia T-914 de 2014. M.P. (e) Martha Victoria Sáchica Méndez. AV. Luis Ernesto Vargas Silva.
223
Sentencias T-787 de 2004. M.P. Rodrigo Escobar Gil; T-392A de 2014. M.P. Alberto Rojas Ríos. AV.
María Victoria Calle Correa. AV. Luis Ernesto Vargas Silva; y T-914 de 2014. M.P. (e) Martha Victoria
Sáchica Méndez. AV. Luis Ernesto Vargas Silva.
224
Sentencias T-787 de 2004. M.P. Rodrigo Escobar Gil; T-155 de 2019. M.P. Diana Fajardo Rivera. SV.
Luis Guillermo Guerrero Pérez. AV. Alejandro Linares Cantillo; y T-203 de 2022. M.P. Diana Fajardo
Rivera. AV. Alejandro Linares Cantillo.
225
Sentencias T-411 de 1995. M.P. Alejandro Martínez Caballero; C-489 de 2002. M.P. Rodrigo Escobar Gil.
AV. Manuel José Cepeda Espinosa; T-155 de 2019. M.P. Diana Fajardo Rivera. SV. Luis Guillermo Guerrero
Pérez. AV. Alejandro Linares Cantillo; T-275 de 2021. M.P. Paola Andrea Meneses Mosquera. SPV. Cristina
Pardo Schlesinger; y T-203 de 2022. M.P. Diana Fajardo Rivera. AV. Alejandro Linares Cantillo.
226
Sentencias T-015 de 2015. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva. AV. María Victoria Calle Correa; T-110 de
2015. M.P. Jorge Iván Palacio Palacio; T-007 de 2020. M.P. José Fernando Reyes Cuartas. SPV. Carlos
Bernal Pulido; y T-203 de 2022. M.P. Diana Fajardo Rivera. AV. Alejandro Linares Cantillo.
227
Sentencia T-277 de 2015. M.P. María Victoria Calle Correa. SV. Mauricio González Cuervo.
69
236. El derecho al buen nombre ha sido definido como la reputación que
acerca de una persona tienen los demás miembros de la sociedad en el medio
en el cual se desenvuelve.228 Opera frente al detrimento que una persona pueda
sufrir como producto de expresiones ofensivas o injuriosas, informaciones
falsas o tendenciosas que distorsionan el concepto público que se tiene de ella
y tienden a socavar el prestigio y la confianza de los que disfruta en su entorno
social, o cuando en cualquier forma se manipula la opinión general para
desdibujar su imagen.229
238. Sin embargo, estas cuestiones no pueden ser definidas a partir de reglas
generales fijadas de manera previa, sino que la resolución de cada caso
depende de un análisis particular en el que se tenga en cuenta -entre otras
cosas- la diferencia entre opinión e información (evento en el que son
exigibles las cargas de veracidad e imparcialidad), si la información difundida
versa sobre funcionarios públicos, figuras públicas o particulares, el interés
público de las acciones que aquellos realizan y sobre las que se informa, o si
se trata de discursos de especial protección.
70
produjeron los hechos sobre los cuales se debe realizar la ponderación de
derechos;235 y (iv) el contenido del mensaje difundido.236 Tratándose de
medios de comunicación se debe tener en consideración, además, (a) el grado
de difusión de la información -la magnitud del daño varía según la
información se transmita en el ámbito local, regional o nacional-; (b) su
naturaleza -no resulta igual si lo que se divulga es un asunto de la vida privada
de la persona o su actividad como funcionario o figura pública-; y (c) la forma
como se difunde -el tipo de medio a través del cual se emita la información y
la forma como esta se presenta-.237
Presunción de inocencia
71
declarada responsable penalmente por un delito si no existe tal decisión
judicial.240 Lo anterior, porque la publicación y divulgación de ese tipo de
información puede generar afectaciones significativas e irreparables a los
derechos fundamentales de las personas que son acusadas públicamente. 241 En
cuanto a la información sobre hechos que pueden constituir delitos o sobre
procesos penales, la Corte ha enunciado 242 cinco criterios para lograr que la
libertad de expresión no afecte de manera intensa los derechos fundamentales
a la intimidad, a la honra, al buen nombre y a la presunción de inocencia.
72
(ii) Sin embargo, el nivel de diligencia exigido a los medios de
comunicación no implica una obligación de usar lenguaje técnico ni de
asumir un manejo particular del lenguaje coloquial, salvo que no hacerlo
implique mala intención y ánimo de dañar. Los periodistas deben ser
especialmente juiciosos y diligentes con el lenguaje que utilizan en la
información emitida, pues no pueden inducir al receptor a la culpabilidad de la
persona nombrada como un hecho cierto.246 Así, en concordancia con el
anterior criterio, toda la información relativa a personas no sancionadas
judicialmente debe adoptar formas lingüísticas condicionales o dubitativas,
que denoten la falta de seguridad sobre la culpabilidad.247
73
medios masivos de comunicación tienen el derecho y el deber de denunciar
públicamente los hechos y actuaciones irregulares de los que tengan
conocimiento, en virtud de su función y en razón del interés general que
entrañan esos asuntos, por lo que no están obligados a esperar a que se
produzca un fallo para informar de la ocurrencia de un hecho delictivo.251 Lo
anterior, por cuanto nadie, ni siquiera los poderes públicos, se puede atribuir el
dominio exclusivo sobre la verdad.252 Ello, sin sustituir a los jueces en el
ejercicio de la función de administrar justicia y en la determinación de
responsabilidades, de manera tal que los emisores no pueden, por ejemplo,
afirmar que una persona es penalmente responsable si ella no ha sido
condenada por una sentencia judicial en firme.253
información está limitado por los derechos a la intimidad, al buen nombre y a la honra, que imponen una
responsabilidad social a los periodistas. Esa limitación se materializa en los principios de veracidad e
imparcialidad, los cuales conllevan la obligación a cargo del medio de comunicación de presentar
información cierta, completa, clara y actualizada sobre la situación del investigado o condenado y las
particularidades del proceso penal.” Sentencia C-276 de 2019. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado. SPV.
Alberto Rojas Ríos. Cfr. Sentencia T-040 de 2013. M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub. AV. Alexei Egor Julio
Estrada (e). De igual modo, la Corte ha dicho que incluso puede informarse sobre esas situaciones, “pese a
que la situación haya sido ya dirimida en sentido contrario ante los órganos jurisdiccionales del Estado.”
Sentencia T-275 de 2021. M.P. Paola Andrea Meneses Mosquera. SPV. Cristina Pardo Schlesinger.
251
Sentencias T-040 de 2013. M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub. AV. Alexei Egor Julio Estrada (e); SU-274
de 2019. M.P. José Fernando Reyes Cuartas. AV. Diana Fajardo Rivera; y T-275 de 2021. M.P. Paola Andrea
Meneses Mosquera. SPV. Cristina Pardo Schlesinger.
252
Sentencia T-275 de 2021. M.P. Paola Andrea Meneses Mosquera. SPV. Cristina Pardo Schlesinger.
253
Sentencias T-040 de 2013. M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub. AV. Alexei Egor Julio Estrada (e); y T-275
de 2021. M.P. Paola Andrea Meneses Mosquera. SPV. Cristina Pardo Schlesinger.
254
Sentencia SU-274 de 2019. M.P. José Fernando Reyes Cuartas. AV. Diana Fajardo Rivera. Reiterada en
las sentencias SU-141 de 2020. M.P. Carlos Bernal Pulido. SV. Alejandro Linares Cantillo. SV. Antonio José
Lizarazo Ocampo. SV. José Fernando Reyes Cuartas; y SU-174 de 2021. M.P. José Fernando Reyes Cuartas.
AV. Diana Fajardo Rivera. AV. Alejandro Linares Cantillo. AV. Alberto Rojas Ríos. “Un juicio paralelo es
aquel conjunto de informaciones aparecidas en los medios de comunicación sobre un asunto a tratar por el
órgano judicial, generándose una valoración social del comportamiento de personas implicadas.” Un juicio
paralelo también se entiende “como ‘aquel conjunto de informaciones y noticias, acompañadas de juicios de
valor más o menos explícitos, difundidas durante un determinado periodo de tiempo en los medios de
comunicación sobre un caso, y con independencia de la fase procesal en la que se encuentre’, cuya
característica principal es ‘que se realiza una valoración social de las acciones sometidas a la investigación
judicial, lo que podría influir en la voluntad y opinión de los jueces y, especialmente, de los jurados’.”
74
las variables que puedan presentarse en cada caso y efectuar una
ponderación en los derechos o principios que puedan verse encontrados.”255
Sentencia SU-274 de 2019. M.P. José Fernando Reyes Cuartas. AV. Diana Fajardo Rivera.
255
Criterio fijado en la Sentencia T-275 de 2021. M.P. Paola Andrea Meneses Mosqueda. SPV. Cristina Pardo
256
Schlesinger.
75
de, por ejemplo y de manera relevante, de quién comunica. Por esta razón, es
importante hacer notar desde el inicio que en esta línea existe una
construcción progresiva de estándares más afinados que tienen por objeto dar
cuenta de mejor manera del alcance del derecho a la libertad de expresión, en
materia de información y opinión, cuando se encuentran de por medio
denuncias de fenómenos de discriminación y, en particular, de violencia
basada en género.
76
los mecanismos jurídicos a disposición para su investigación y sanción, por
ejemplo, en casos de acoso o abuso sexual.
261
En esta decisión se destacaron dos asuntos en especial: el tipo de discurso que dio lugar al despido sin justa
causa y el lugar en el que se realizó -un establecimiento de educación superior-.
262
M.P. Alberto Rojas Ríos.
263
Sobre su surgimiento, Remedios Zafra, sostiene que “[a]lgo ocurrió a principios de los años noventa con
la vida en las pantallas y el mundo conectado, que a muchas personas les salieron alas. El “nuevo desorden
mundial” que era el ciberespacio llegaba por módem y calaba en distintas capas de identidades y cuerpos.
De hecho, sabíamos qué pasa cuando una persona se viste de hombre o se viste de mujer, pero no sabíamos
qué suponía vestirse del espacio cibernético. Aunque intuíamos con fuerza que en la pantalla podríamos
probar a desvestirnos de los trajes heredados, crear otros, abordar lo que sobre las identidades no se
comprende y se esconde o domestica, liberarnos de corsés, desplegar las alas. // Entonces y allí (distintas
partes del mundo conectado) latía la energía de cambio de siglo. Allí y entonces aparecieron, como un virus,
desinhibidas e impertinentes “saboteadoras del ordenador central gran papá”, amanes de la tecnología y
cansadas de que las excluyeran de su imaginario. Se hacían llamar ciberfeministas y buscaban “explotar lo
simbólico desde dentro.” “Ciberfeminismo: de VNS Matriz a Labora Cuboniks - Prólogo. Ediciones
Holobionte. 2019. Pág. 12.
77
253. En la Sentencia T-275 de 2021 264 la Sala Quinta de Revisión analizó un
caso en el que un hombre irrumpió en estado de desnudez en una vivienda
cercana a su domicilio, presuntamente afectado por un trastorno psicótico
agudo, agrediendo a una mujer y a dos menores de 18 años residentes del
lugar. En particular, se relató que el hombre maltrató físicamente a una menor
de 16 años, golpeándola, sujetándola por los hombros y afirmando que iba a
engendrar a “Jesús”. Como consecuencia de esta actuación, el padre y
cónyuge de las personas afectadas presentó una denuncia penal. Aunado a
ello, a través de (i) una comunicadora social, amiga de la familia afectada, se
expuso la situación mencionada en su perfil personal de Facebook y en el del
grupo Mujeres Unidas III; por su parte, (ii) los colectivos feministas
@Mujeres I y @Mujeres II también publicaron en sus redes de Facebook y de
Instagram la denuncia y algunas fotos del agresor. Por lo anterior, este último
inició acción de tutela con el fin de obtener la protección de sus derechos
fundamentales a la intimidad, honra, imagen, buen nombre, dignidad humana
y presunción de inocencia.
255. De otro lado, precisó que la apertura de estos canales con el objeto de
denunciar eventos de discriminación por razones de género y, en particular,
violencia contra la mujer a través, por ejemplo, de actos de acoso, tiene la
potencialidad de afectar con intensidad los derechos a la honra, buen nombre
y presunción de inocencia de quien es señalado de haber cometido dichas
conductas, así como de generarle daños irreparables. Lo anterior, sin embargo,
no restringe a las presuntas víctimas, periodistas y usuarios de redes la libertad
de publicar y divulgar “denuncias veraces e imparciales”, sin que para ello se
requiera contar con una condena en firme contra quien es acusado, sin
perjuicio, por supuesto, del deber de quienes acuden al escrache de actuar con
especial cuidado y responsabilidad al divulgar información; en concreto, “los
obliga a cumplir con las cargas de veracidad e imparcialidad aplicables,
abstenerse de incurrir en conductas de hostigamiento, acoso, linchamiento
digital o “cyberbullying”, respetar la presunción de inocencia y no causar
264
M.P. Paola Andrea Meneses Mosquera. SPV. Cristina Pardo Schlesinger.
78
afectaciones arbitrarias y desproporcionadas a la honra y buen nombre de
los acusados.” Para la Sala de revisión citada, el respeto por la presunción de
inocencia exige a quienes emiten el mensaje (i) no afirmar que el implicado es
penalmente responsable si no existe condena, y (ii) usar fórmulas lingüísticas
dubitativas, que eviten que se concluya anticipadamente la culpabilidad.265
257. Para su resolución, la Sala de Revisión reiteró que las mujeres son
titulares del derecho fundamental a una vida libre de violencia y que entre éste
y el derecho a la libertad de expresión existe una relación inescindible, dado
que, como lo ha indicado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos,
el “silencio es el mejor aliado para perpetuar los abusos y las desigualdades
a los que se encuentra sujeta la mujer en todo el hemisferio”,267 por lo cual, en
algunos eventos la restricción a la expresión es una manifestación de
violencia, de revictimización, mientras que su protección materializa “un
mecanismo de defensa y denuncia contra actos que atentan contra su
dignidad”. Indicó que, conforme a lo sostenido en la Sentencia T-238 de
2018, el discurso sobre la violencia de género contra la mujer es de interés
público y, agregó que, conforme a la literatura especializada, es también de
orden político,268 en razón a que a la pretensión de trasladar a lo público
aquello que se consideraba privado y, por lo tanto, de interés solo para la
265
Textualmente, en el párrafo 106 de esta providencia se precisó que “La falta de certeza sobre la
culpabilidad del acusado y los graves riesgos de afectación que estas denuncias suponen, exigen que las
mujeres y usuarios de redes sociales que acudan al escrache como herramienta de denuncia sean
especialmente cuidadosos y responsables con la información que divulgan. En particular, los obliga a
cumplir con las cargas de veracidad e imparcialidad aplicables, abstenerse de incurrir en conductas de
hostigamiento, acoso, linchamiento digital o cyberbullying, respetar la presunción de inocencia y no causar
afectaciones arbitrarias y desproporcionadas a la honra y buen nombre de los acusados. Estos deberes,
cargas y responsabilidades no están encaminados a evitar que se conozca una determinada denuncia de
abuso y acoso sexual, sino a regular las circunstancias de la publicación, racionalizar el ejercicio del
derecho de denuncia y armonizar la libertad de expresión con otros derechos fundamentales e intereses
constitucionales.”
266
M.P. Alberto Rojas Ríos.
267
https://www.oas.org/es/cidh/expresion/docs/informes/mujer_y_LE/Mujer%20y%20libertad%20de
%20expresion%20%20from%20Informe%20Anual%201999.pdf.
268
FACIO, Alda, Et. Al. “Por qué lo personal es político”. JASS. Asociadas por lo justo. Disponible
en: https://www.justassociates.org/sites/justassociates.org/files/dv_3_-_porq_lo_personal_es_politico.pdf.
79
persona involucrada, subyace la mención de lo injusto, que, en consecuencia,
exige cambios profundos de la sociedad.269
269
“De esta forma, se considera que toda denuncia pública que haga una mujer de haber sido víctima de
abuso sexual, además de ser una denuncia (en los términos de la legislación penal), se convierte en una
forma de reivindicación política de los derechos de sus congéneres, la cual le permite hacer manifiesta su
inconformidad con el contexto social en el que se desenvuelve. Por ello, este tipo de expresiones deben ser
concebidas como propias de un discurso de contenido político que goza de una especial protección, en
cuanto comporta una problemática cuya superación es de interés público.”
270
En la Sentencia C-222 de 2022 (M.P. Cristina Pardo Schlesinger. SPV. Natalia Ángel Cabo. SPV. Antonio
José Lizarazo Ocampo) se reiteró que “cuando se trata de denuncias publicadas directamente por las
víctimas de los actos de violencia de género, éstas también tienen una responsabilidad que se concreta en no
emitir falsedades o imprecisiones de mala fe, so pena de ser sujeto de procesos penales o civiles.”
271
“Es así como callar, en redes sociales, o a través del medio de comunicación que se haya decidido usar, a
quien aduce haber sido la víctima de un delito, se configura en un acto de censura con la virtualidad de
generar una interferencia desproporcionada en los derechos de la víctima; mientras que, por el contrario,
permitirle a esta persona expresarse libremente, no significaría un perjuicio irrazonable en cabeza del sujeto
de la publicación, en cuanto su presunción de inocencia se mantendría incólume respecto del resto de
agentes que puedan pretender transmitir la información en cuestión y solo podría desvirtuarse con la
expedición de una sentencia condenatoria en la justicia penal.”
272
En este caso la Corte Constitucional no accedió al amparo, dándole prevalencia al derecho a la libertad de
expresión de la demandada, pese a que la denuncia no se soportó en pruebas documentales y no existían
sanciones penales contra la persona que presuntamente había ejercido violencia por razón del género.
80
260. En la Sentencia T-061 de 2022273 la Sala Novena de Revisión se
pronunció sobre los fallos proferidos dentro de la acción de tutela invocada
por un profesor de la Universidad Nacional de Colombia contra una
académica y vocera de asuntos de género de la facultad de Antropología de la
misma Institución, quien, afirmó el demandante, lideró la publicación de dos
informes en los que fue señalado de presuntos actos de acoso sexual al interior
de la Universidad. Estos informes, que se difundieron también a través de
redes, fueron cuestionados por el tutelante porque, en su concepto, tenían por
objeto discriminarlo por haberse reconocido homosexual y, además, eran
infundados, en la medida en que no existían sanciones ni investigaciones en su
contra y las declaraciones anónimas no ostentaban credibilidad. Por lo
anterior, solicitó la protección de sus derechos fundamentales a la intimidad,
buen nombre y honra.
261. Para su estudio, la Sala reiteró que (i) existen discursos especial o
reforzadamente protegidos, como aquellos que tienen connotación política y
se refieren a asuntos públicos. Entre éstos se encuentran las denuncias por
violencia asociada al género. (ii) El escrache, en particular si tiene por objeto
la defensa de los derechos de las mujeres, cuenta, en principio, con protección
constitucional, en la medida en que, usualmente, al mismo antecede un
escenario de ineficiencia institucional y, por tanto, “en un contexto de
inacción”, se generan “formas de protesta social que gozan de protección
constitucional” con el objeto de que “se hagan puestas en escena que
implican una interpelación a las autoridades públicas y cuyo objetivo es el
reclamo por la omisión de investigación o sanción de responsables de
vulneraciones a los derechos humanos”; (iii) El Estado tiene una obligación
de debida diligencia en la investigación y sanción de casos que comprometen
la violencia basada en género. En concreto, entre otros instrumentos, indicó
que el artículo 3 de la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra la mujer “convención de Belem do Para”
prescribe que las mujeres tienen derecho a una vida libre de violencias, esto
es, entre otras cosas no ser víctimas de discriminación.
81
acosados por el actor”, por lo cual, constituía un ejercicio del derecho a la
libertad de expresión en sentido genérico, ejercicio que en este caso amparó.
264. Ahora bien, respecto al periodismo, dicha providencia (iii) destacó que
el ejercido por mujeres es fundamental para la construcción de una
democracia más incluyente y diversa, “[e]n efecto, la participación de las
mujeres en los medios de comunicación y el periodismo materializa la
igualdad de género y, al paso, fortalece la democracia. Es importante no
perder de vista que la libertad de expresión sin la equidad de género
permanecería reducida en sus alcances y significado para la democracia, pue
dejaría de lado las voces y el entendimiento de más de la mitad de las
personas que habitan el mundo”; también dio cuenta la Corte Constitucional
de los fenómenos de violencia particulares -riesgo diferencial- que enfrentan
las mujeres que ejercen dicha actividad. En este contexto, por último, (iv) se
resaltó la necesidad de garantizar el ejercicio del derecho a la libertad de
expresión a las mujeres, dado que a través del mismo se promocionan y logran
las “transformaciones jurídicas, políticas, sociales, económicas y culturales
indispensables para erradicar la discriminación y/o violencia en su contra y
avanzar también en el camino de “la denuncia de abusos y en la búsqueda de
soluciones que resultarán en un mayor respeto a todos sus derechos
fundamentales.”
Conclusiones
275
M.P. Cristina Pardo Schlesinger.
276
En la Sentencia T-140 de 2021 (M.P. Cristina Pardo Schlesinger) se revisó un caso en el que una periodista
demandó a su empleador, un periódico, porque, luego de que ella hubiera sido víctima de presuntos hechos de
violencia sexual por un compañero de trabajo e informado al periódico, las directivas del mismo no actuaron
con diligencia y enfoque de género para atender este tipo de situaciones. Por lo anterior, invocó la protección
de los derechos fundamentales a la igualdad, no discriminación y a vivir una vida libre de vilencia;
cuestionando, entre otros aspectos, la inexistencia de un protocolo institucional claro de prevención y atención
a casos de violencia por razón del género.
277
“Por la cual se dictan normas de sensibilización, prevención y sanción de formas de violencia y
discriminación contra las mujeres, se reforman los Códigos Penal, de Procedimiento Penal, la Ley 294 de
1996 y se dictan otras disposiciones”.
82
265. Para la jurisprudencia actual de la Corte Constitucional es claro que (i)
el discurso que tiene por objeto la denuncia de la violencia basada en género
contra la mujer cuenta con una protección reforzada, en razón a que constituye
un asunto de interés público y tiene connotaciones políticas, de reivindicación
de derechos humanos de un grupo tradicional y estructuralmente
discriminado;278 (ii) la protección de este discurso no solo deriva del mandato
general de prohibición de toda forma de discriminación previsto en el artículo
13 de la Constitución,279 sino que se nutre del marco obligacional del Estado
en el derecho internacional de derechos humanos,280 encontrando una relación
inescindible entre la garantía de este discurso y la obligación de la debida
diligencia en las denuncias sobre la violencia basada en género, como
elemento fundamental para la reivindicación del derecho a una vida libre de
violencia.
83
nuestra sociedad y aún en las prácticas institucionales justificación especial,
sin prescindir tampoco de las dificultades probatorias que comportan los
asuntos que hasta hace muy poco seguían estando bajo la llave de lo
considerado como privado.
84
determinante en el requisito de imparcialidad; y, finalmente, (vi.4) en la
valoración de las tensiones debe tenerse en cuenta el estatus cualificado de
este discurso y que, en particular, cuando las víctimas denuncian públicamente
las vivencias de violencia por razón del género su relato es importante en
términos de prevención y erradicación de la discriminación estructural e
histórica contra la mujer.
288
Al respecto, sostuvo que: “78. Para finalizar, cabe resaltar que la propia jurisprudencia exige la
observancia mínima de la veracidad e imparcialidad de la información emitida, la cual debe ser evaluada
por el juez competente en cada caso. De esa manera, como fue expuesto líneas arriba, cuando terceros o
medios de comunicación cubren estos asuntos deben cumplir con sus deberes de contrastación objetiva de
fuentes y respetar el consentimiento e intimidad de las víctimas.” M.P. Cristina Pardo Schlesinger. SPV.
Natalia Ángel Cabo. SPV. Antonio José Lizarazo Ocampo.
85
272. En similar sentido, la Relatora Especial sobre la violencia contra la
mujer, sus causas y consecuencias, en el informe A/HCR/44/52 de 2020 ante
la Asamblea General de Naciones Unidas, precisó que “[l]os medios de
comunicación, incluidos los periodistas de ambos sexos, contribuyen de
manera fundamental a informar sobre la violencia contra la mujer basada en
el género, al poner de relieve que se trata de un fenómeno sistemático y
generalizado, centrándose en la responsabilidad del Estado de prevenirla y
combatirla, en particular si informan teniendo en cuenta las cuestiones de
género y con sensibilidad hacia las víctimas.” Agregó la relevancia de los
medios en la modificación de las actitudes hacia la violencia en razón del
género, refiriéndose a fenómenos populares como #NiUnaMenos y el
#MeToo.289
289
Párrafo 64.
290
“[H]abla o dialecto usado en sus orígenes por las clases populares de la ciudad de Buenos Aires y otras
localidades rioplatenses, conocida como “lunfardo”. Parte de sus vocablos y locuciones se introdujeron
posteriormente en la lengua popular y se difundieron en el español de Argentina y Uruguay.” Dadiuk,
Antares y Torres, Carolina Julia. “Derecho humano a la verdad. El escrache como acto parrhesiástico”.
Revista Derechos en Acción. Universidad Nacional de La Plata, Argentina. (2019). DOI:
https://doi.org/10.24215/25251678e289
291
Algunas autoras señalan que este término era utilizado de forma despectiva, de manera que “escrachar
remite a la foto o imagen de quien se quiere exponer por una falta a las normas. En Manso, Noelia D.
“Escrache en redes sociales. Aproximaciones históricas, medios y agendas feministas. (2020).
292
Lo cual se corresponde con el uso de esta palabra en varias letras de tango “La acepción que elegimos, y
con la que se emplea popularmente desde hace más de un siglo, es la que apareció en el diario Crítica del 24
de noviembre de 1913 en el Novísimo Diccionario Lunfardo, que se publicó durante un par de años y que
firmaba, con nombre de fantasía, Ruben Fastrás, como: “romperle la cara a castañazos a una persona; irla
de contundencia hasta el punto de dejarlo desconocido a una grela o a un bacán también.” Y cita como
ejemplo: “Y la tuve que escrachar / Para hacer que se callara” (Gobello y Stilman, 1964: 105). La frase
citada nos demuestra que la voz ya era conocida para esa época con la idea de “golpe”. Encontramos en el
Diccionario Le Robert cracher: Projeter de la salive, des mucosités de la bouche (V. intr. 1).” Dadiuk,
Antares y Torres, Carolina Julia. “Derecho humano a la verdad. El escrache como acto parrhesiástico”.
Revista Derechos en Acción. Universidad Nacional de La Plata, Argentina. (2019). Disponible en:
https://doi.org/10.24215/25251678e289
86
impunidad,293 no habían sido enjuiciados ni condenados por el poder
judicial.294 El escrache consistía en marcar las casas de quienes habían
participado en los crímenes295 con el objetivo de enfrentarles y que sus vecinos
conocieran con qué persona estaban conviviendo.
87
276. El contenido artístico, irreverente y humorístico fue introducido en los
escraches intencionalmente por H.I.J.O.S. La idea era alejar el sufrimiento
inherente a los hechos denunciados y marchar alegremente para vencer la
tristeza que les producida el olvido que promovía el Estado. 298 Los escraches
se convirtieron en una fiesta de la verdad, en un espacio de expresión, de
reivindicación de derechos y de memoria. Con el tiempo, se fueron
popularizando y empezaron a ser más frecuentes y planificados. Por ejemplo,
se incluyó una estrategia mediática que consistía en agendar las
manifestaciones en los horarios centrales de transmisión de los noticieros con
el fin de que fueran trasmitidas en vivo, sin que ello dejara de lado los
escraches barriales menos publicitados que continuaron llevándose a cabo.
277. Esta forma de denuncia fue replicada, algunos años después, en México,
en donde también se creó un H.I.J.O.S. como un grupo que congregó a hijas e
hijos de “desaparecidos, exiliados, asesinados y presos políticos de México y
América Latina, y […] también jóvenes que sin ningún parentesco sanguíneo
[se] sensibiliza[ron] ante esta problemática”299 los cuales, siguiendo el legado
de la organización argentina, también usaron el escrache como una forma de
protesta y denuncia social.300 En Ecuador, un acto de escrache marcó un punto
importante de su historia política, cuando, en abril de 2005, un grupo diverso
de manifestantes expresó su descontento con el gobernante Lucio Gutiérrez -
tercer gobierno removido en ocho años por la acción ciudadana- de manera
pacífica a las afueras de su casa. La respuesta de Gutiérrez fue anunciar que
pondría en “juicio penal a esos forajidos que no eran del pueblo”.
88
forajidos.301 Por último, cabe mencionar que el escrache se usó en España a
partir de la creación del movimiento social Plataforma de Afectados por la
Hipoteca (PAH) que nació como reacción a la crisis inmobiliaria que estaba
afectando al país desde el 2008 y usó esta estrategia de comunicación para
presionar a quienes tenían a cargo la adopción normas que les afectarían
directamente.302
279. Con el tiempo el escrache empezó a ser usado también por mujeres para
denunciar violencias basadas en género. Esta apropiación inició mucho antes
de la aparición de las redes sociales digitales. “Si bien no es amplia la
bibliografía al respecto, encontramos algunas referencias a la utilización de
esta práctica principalmente en barrios populares (Alma y Lorenzo, 2009;
Rodríguez, 2005). Marta Dillon, integrante de H.I.J.O.S, destaca la
reapropiación de los escraches por mujeres en la post crisis del 2001:
301
“El acto, totalmente espontáneo, inauguraba el escrache como repertorio de acción colectiva en Ecuador,
pero además desataba la protesta ciudadana autónoma, sin dirección de partidos ni organizaciones,
articulada a partir de la difusión radial, el boca a boca y las nuevas tecnologías (correos electrónicos y
SMS) de miles de ciudadanos cansados de la política institucional: “yo también soy forajida”, respondió una
mujer por radio La Luna, en referencia a los dichos del presidente. Cientos llamaron a la radio, escribieron
a los diarios y luego lo expresaron en sus pancartas, identificándose y declarándose forajidos, nuevo símbolo
del hartazgo ciudadano y el antagonismo entre la multitud y el gobierno.” (La Hora, 14.04.05). En Radic,
Juan y Delgado Torres, Felipe. “La ciudadanía latinoamericana contra la democracia neoliberal: protestas,
revueltas y reconfiguración política en el tiempo presente (1989-2019) Sociología Histórica, 11(2), 329–370.
https://doi.org/10.6018/sh.487271
302
“En el 2013, siguiendo las prácticas de H.I.J.O.S. Argentina, este grupo empezó a escrachar a quienes
consideraban responsables por “el ahogo financiero de los afectados/victimas por la explosión de la burbuja
inmobiliaria.” PAH le apostó a realizar escraches virtuales a aquellos diputados que decidirían el camino de
la ley hipotecaria, y anunciaron una segunda fase de escrache en caso de no ser escuchados, “[s] i persisten en
mantener la decisión de la cúpula de sus partidos, iniciaremos una segunda fase en la que haremos visible su
actividad legislativa en los barrios en los que viven mediante carteles y manifestaciones para que no puedan
vivir de forma impune y sientan la incomodidad en sus actos cotidianos (comprar el pan, ir al trabajo, al
cine, etc.). Se acabó la impunidad para aquellos que permiten que se sigan vulnerando los derechos humanos
en nuestro país. (Sitio web Afectados por la Hipoteca”. Manso, Noelia D. “Escrache en redes sociales.
Aproximaciones históricas, medios y agendas feministas. (2020).
303
Ibidem.
89
humanos afroamericana Tarana Burke, para denunciar los abusos sexuales en
la sociedad, el cual fue retomado en el 2017 como una campaña viral mediante
el uso de una etiqueta o hashtag en las redes sociales digitales para denunciar
la agresión y el acoso sexual contra mujeres, cometido por un renombrado
productor de cine norteamericano. A nivel latinoamericano, el movimiento
#NiUnaMenos marcó asimismo un punto de inflexión en la acción colectiva
feminista en el continente.304
284. En suma, las acciones de los colectivos a los que se ha hecho referencia
estaban enfocadas a hacer público un comportamiento que consideraban
reprochable de una (o varias) personas específicas y funcionaban, en parte,
como una reacción a un vacío institucional frente a violaciones de derechos
304
En las entrevistas concedidas por Catalina Ruiz-Navarro a diversos medios, tras la publicación del
reportaje objeto de estudio, la periodista señala que tuvo noticia de un fenómeno similar, en Brasil,
denominado meu primer acoso, el cual replicó después, en países hispanoparlantes. (En especial, entrevista
con Las Igualadas).
305
Ibidem.
306
Ibidem.
90
humanos. Esta denuncia pública en algunos casos buscaba una condena
social, como explícitamente lo planteó el colectivo PAH en España, y en otros
una reacción institucional, como es el caso de H.I.J.O.S. en Argentina, cuyos
escraches perseguían la realización una acción estatal que promoviera
memoria y justicia para las víctimas de los crímenes cometidos durante la
dictadura.307 Otro punto en común en el escrache es la ausencia de violencia
física en su ejecución y el uso de símbolos, imágenes, fotografías, relatos,
pruebas y más recientemente hashtags (etiqueta)308 como herramientas para
comunicar aquello de lo que se quiere hablar.
285. Los escraches son actos inicialmente planeados, que luego desembocan
en una respuesta espontánea por parte de la sociedad. Tal como se vio, los
colectivos suelen preparar un acto de escrache inaugural, el cual consistirá en
marcar una casa, hacer una protesta colectiva frente a un lugar estratégico,
marchar recorriendo el territorio que suelen transitar u ocupar los agresores,
publicar textos en medios de comunicación o redes sociales digitales, divulgar
fotos o pruebas, entre otros; una vez materializado, a este acto le sigue,
generalmente, una reacción libre de diversas personas que se interesan en
apoyar futuros actos de escrache, o que pasan a replicar directamente la acción
denunciado historias propias o de personas cercanas.
286. Para lograr ese efecto, el escrache hace uso de canales de amplificación
que permiten llegar a la mayor cantidad de personas posible, de ahí que en
Argentina una parte de la organización de H.I.J.O.S. optara por realizar las
marchas durante los horarios de transmisión de los noticieros centrales;
actualmente, las redes sociales y los medios digitales son escenarios ideales
para escrachar y se han convertido en uno de los canales más utilizados para
ello. Sin embargo, el escrache no se agota en las acciones en red o digitales,
las puestas en escena, el arte callejero, o los grafitis, y muchas otras formas de
expresión continúan escrachando, denunciando, en fin, comunicando asuntos
de interés público y político.
91
institucional, y no es posible reducir sus objetivos y efectos a una perspectiva
netamente punitivista. La historia del escrache muestra que es también una
apuesta por un despertar social, una forma de protesta colectiva y una
expresión artística que quiere iniciar una conversación abierta y pública sobre
temas que han sido tradicionalmente ocultados y que impactan directamente la
vida de las personas. Escrachar es poner en evidencia algo que se desconocía
sobre alguien, es una acción que pretende nombrar aquello de lo que no se
habla, es una puesta en escena que invita a la sociedad a hablar sobre asuntos
que pueden resultar incómodos pero que son necesarios para la transformación
de la sociedad en un espacio libre de violencias.
309
Sin embargo, las periodistas feministas existen de tiempo atrás. “Las primeras redes de periodistas con
visión de género aparecieron en los tempranos ‘90, como una forma de asociación, vinculada a las agencias
de noticias. Las redes agrupan a mujeres y a algunos varones solidarizados con la causa, insertos en medios
masivos, en medios alternativos y también en agencias de noticias de género. Según Sandra Chaher (2010),
el sentido más fuerte de la creación de estas agrupaciones fue compartir la experiencia de una tarea no
valorada en los medios, pero considerada indispensable por quienes estaban fundando estas redes y, a la vez,
generar un espacio de incidencia sobre los medios masivos y sobre las agendas públicas, acompañando la
agenda política del movimiento feminista.” Fernández Hasan, Valeria y Soledad Gil, Ana. “Estrategias del
periodismo feminista, prácticas y política en la reconfiguración del espacio comunicacional”. Perspectivas de
la Comunicación, ISSN-e 0718-4867, Vol. 7, Nº. 2, 2014, págs. 42-54. Universidad Nacional de Cuyo.
Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5283599.
310
Fernández Hasan, Valeria. “El ingreso de la agenda feminista a la agenda de los medios”. La Trama de la
Comunicación, vol. 20, núm. 2, pp. 127-143, 2016. Universidad Nacional de Rosario.
https://www.redalyc.org/journal/3239/323946840007/html/#fn3
92
lo ejercen se dedicaron a informar con perspectiva de género a través de los
medios -masivos o no- de comunicación.
311
Weiner, Gabriela “Así nació una periodista feminista”. Ensayo invitado para The New York Times. 28 de
septiembre de 2021. Gabriela Weiner es una escritora y periodista peruana. El artículo se encuentra disponible
en: https://www.nytimes.com/es/2021/09/28/espanol/opinion/periodismo-feminista-que-es.html
312
Por ejemplo, “en la cobertura del deporte hecha por mujeres, el periodismo tradicional suele recurrir a
una ‘infantilización de las mujeres, así como a una sexualización y cosificación de sus cuerpos’. Así como a
‘centrar la nota en la competencia entre las mujeres, retomando un viejo mito de que las mujeres nos
llevamos muy mal entre nosotras y solo sabemos competir’, ejemplifica la codirectora de LatFem. ‘En
cambio, una cobertura feminista del fútbol femenino, por ejemplo, repara en la fortaleza, en el poder del
equipo, en la posibilidad de dar vuelta políticamente una situación de invisibilidad, y en las proezas
deportivas’, contrapone.” El periodismo feminista llegó para quedarse. 14 de enero de 2021. Artículo
publicado en la sección de Latinoamérica para Deutsche Welle (DW) - cadena de Alemania para el
extranjero-. https://www.dw.com/es/el-periodismo-feminista-lleg%C3%B3-para-quedarse/a-56227343
313
Ibidem.
93
294. En criterio de la Sala, más allá de las diferencias entre el escrache que
realizan las víctimas y la labor de difusión de información responsable que
asume el periodismo feminista, es importante recordar que la vivencia de las
víctimas, y su decisión de levantar la voz de forma individual o colectiva, a
través del lenguaje ordinario o por vías artísticas (performativas); así como su
decisión de hacerlo por vías que preserven su anonimato, e incluso la de callar
ante las cargas sociales que supone hablar sobre estos hechos, son alternativas
amparadas por la Constitución política, pues, en virtud de los principios de
dignidad humana y no discriminación, este Tribunal respeta la agencia de las
mujeres en torno a cómo tramitar los hechos de violencia basada en género
que enfrentan cada día.
314
Constitución Política. “ARTÍCULO 228. La Administración de Justicia es función pública. Sus decisiones
son independientes. Las actuaciones serán públicas y permanentes con las excepciones que establezca la ley
y en ellas prevalecerá el derecho sustancial. Los términos procesales se observarán con diligencia y su
incumplimiento será sancionado. Su funcionamiento será desconcentrado y autónomo.”
315
“ARTÍCULO 230. Los jueces, en sus providencias, sólo están sometidos al imperio de la ley. // La
equidad, la jurisprudencia, los principios generales del derecho y la doctrina son criterios auxiliares de la
actividad judicial.” Cfr. “ARTÍCULO 113. Son Ramas del Poder Público, la legislativa, la ejecutiva, y la
judicial. // Además de los órganos que las integran existen otros, autónomos e independientes, para el
cumplimiento de las demás funciones del Estado. Los diferentes órganos del Estado tienen funciones
separadas pero colaboran armónicamente para la realización de sus fines.”
316
Convención Americana sobre Derechos Humanos. “Artículo 25. Protección Judicial. // 1. Toda persona
tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales
competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la
Constitución, la ley o la presente Convención, aún cuando tal violación sea cometida por personas que
actúen en ejercicio de sus funciones oficiales. // 2. Los Estados Partes se comprometen: a) a garantizar que
la autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado decidirá́ sobre los derechos de toda persona
que interponga tal recurso; b) a desarrollar las posibilidades del recurso judicial, y c) a garantizar el
cumplimiento, por las autoridades competentes, de toda decisión en que se haya estimado procedente el
recurso.”
95
administración de justicia. Este es un derecho universal, pues cobija a todas
las personas, sin perjuicio de que, según el escenario específico en el que se
desarrolla una controversia, existan requisitos para actuar, para ser demandado
o, en general, para ser parte.
96
Política; así como por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, un órgano
cuya jurisprudencia ha sido utilizada por la Corte Constitucional colombiana
en algunas oportunidades, considerando siempre los contextos en los que se
desenvuelve el mismo frente al sistema americano. Es decir, mediante una
comprensión, interpretación y aplicación razonada.
97
intimidación. Como lo expresó la Sala Plena: “estos pleitos son iniciados
para silenciar críticas mediante el gasto de altas sumas de dinero en
representación judicial. Como consecuencia del miedo a un virtual proceso
judicial, las personas se restringen de compartir determinados contenidos de
controversia social, ante la intimidación de ser demandados y verse en la
necesidad de desvirtuar la presunción de culpa.”.
309. Estas afirmaciones demuestran las implicaciones que puede tener un uso
inadecuado de la administración de justicia para enfrentar problemas
relacionados con la libertad de expresión y prensa.
Sentencia T-012 de 2016. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva. SPV. Luis Guillermo Guerrero Pérez, reiterada
319
en la Sentencia SU-201 de 2021. M.P. Diana Fajardo Rivera. SV. Antonio José Lizarazo Ocampo. AV.
Alejandro Linares Cantillo.
98
buscando evitar que se hable de asuntos de interés público, invirtiendo en ello
importantes recursos económicos para contratar los servicios de abogados y
sufragar los costos de los múltiples litigios, si además se advierte un
desequilibrio de poder entre las partes y si quien acude a la justicia pretende
que su contraparte sea condenada a asuntos desproporcionados o imposibles
de cumplir; es posible concluir que la persona está abusando de su derecho
usando el acceso a la justicia como un mecanismo de acoso y no de búsqueda
de la materialización de sus derechos; lo cual, visto en su conjunto, termina
por crear un efecto silenciador que se concreta en la advertencia o aviso a los
periodistas y ciudadanos de abstenerse de expresar sus ideas o comunicar
sobre determinados temas, pues de no hacerlo tendrían que enfrentar las
cargas de este tipo de litigios.
a. Introducción
b. El contexto fáctico
320
M.P. Diana Fajardo Rivera. AV. Alejandro Linares Cantillo.
321
CorteIDH. Caso Ivcher Bronstein Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de febrero de
2001. Serie C No. 74, párr. 154. Cfr. La colegiación obligatoria de periodistas (arts. 13 y 29 Convención
Americana sobre Derechos Humanos), supra nota 95, párr. 42; Eur. Court H.R., Müller and Others judgment
of 24 May 1988, Series A no. 133, parr. 32; y Eur. Court H.R., case of Sürek and Özdemir v. Turkey,
judgment of 8 July 1999, párr. 57 (iii).
99
Las personas participantes en el conflicto: telón de fondo del conflicto
constitucional
320. Para la Sala es relevante señalar que, si bien en términos procesales las
mujeres que compartieron sus experiencias a Volcánicas no son parte de este
322
Ver supra, nota al pie N° 5.
100
proceso judicial, sí tienen un lugar esencial en esta providencia. En la
comprensión del conflicto que le corresponde resolver a esta Corte; en el
enfoque, el análisis de fondo y el desenlace.
324. En ese sentido, la Sala recuerda, desde ya, que tanto el discurso
feminista general como aquel que involucra denuncias concretas por acoso,
abuso o violencia sexual están especialmente protegidos por la Constitución
Política, como se ha explicado a fondo en las sentencias T-239 de 2018, 323 T-
289 de 2021,324 T-061 de 2022325 y C-222 de 2022,326 reiteradas.
101
327. Cinco testimonios se refieren a hechos recientes y se presentan con un
nivel de detalle notorio. Además, después del relato aparecen imágenes o
pantallazos de conversaciones en Whatsapp y en la aplicación Uber, que
describen trayectorias a las que se refieren las mujeres entrevistadas, así como
declaraciones de personas cercanas a las mujeres afectadas: amigos, amigas,
parejas afectivas y compañeros de trabajo. En su conjunto, estos elementos
recogen una suerte de bitácora de los hechos.
330. Las periodistas sostienen que al acoso y abuso sexuales subyacen ante
todo relaciones de poder, y afirman que los distintos fenómenos de denuncia
de los hechos en las redes y los medios son el inicio de una conversación
social inédita. Explican el trabajo conjunto realizado con RecSisters para el
desarrollo del reportaje, un grupo de mujeres organizadas para investigar el
acoso en la industria audiovisual. Señalan que, de acuerdo con una encuesta
adelantada por RecSisters, el 81% de las encuestadas habría sufrido acoso
sexual laboral; y el 84% de las afectadas decidió no denunciar, al tiempo que
quienes sí lo hicieron se enfrentaron a burlas, despidos y otras repercusiones
negativas en el ámbito laboral:
“La encuesta mostró que, dependiendo del cargo, los agresores tienen
distintas conductas y formas de acoso, pues el alcance de este depende
del poder del agresor. Otros espacios de acoso mencionados de forma
reiterada en la encuesta son las fiestas de las producciones, en donde
suele haber uso de fuerza y que luego se justifica con la excusa de haber
estado borrachos. Otro hallazgo fue que para las encuestadas no hay un
acuerdo general sobre la definición de acoso y, en consecuencia, las
mujeres acosadas saben que han pasado por una situación incómoda,
violenta o incorrecta, pero no necesariamente dicen que han sido
acosadas.” (Expediente digital; prueba 1).
1. Denuncia penal
2. Conciliación extrajudicial
327
Ver, prueba 3, expediente digital Formato Único de Noticia Criminal. Conocimiento Inicial.
103
335. El 6 de julio de 2020, Ciro Alfonso Guerra Picón y Cristina Gallego
(esta última, como representante legal de la productora de cine Ciudad Lunar)
convocaron a Catalina Ruiz-Navarro y Matilde de los Milagros Londoño
Jaramillo al Centro de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Bogotá a una
diligencia de conciliación. En el escrito dirigido a la Cámara de Comercio se
afirma que se discutirán las siguientes “pretensiones”: (i) que Volcánicas
rectifique la información contenida en el reportaje de 24 de junio de 2020; (ii)
que se abstenga de mencionar a Ciro Alfonso Guerra Picón en lo sucesivo y de
relacionarlo con hechos delictivos; y (iii) que repare los daños y perjuicios a la
honra y buen nombre del director de cine y la productora Ciudad Lunar.
4. Acciones de tutela
338. Ciro Alfonso Guerra Picón ha presentado dos tutelas contra Catalina
Ruiz-Navarro y Matilde de los Milagros Londoño Jaramillo. En la primera de
ellas, el amparo fue “negado” en primera instancia, por considerar que el
peticionario no solicitó rectificación antes de acudir a la acción; y, en segunda
instancia, la autoridad judicial declaró la nulidad de todo lo actuado, dado que
no se vincularon sujetos que, en su concepto, debían hacer parte de la
reclamación. Ante esta situación, y antes de que se volviera a emitir un auto
328
Prueba 6, expediente digital. Citación a conciliación: “Por medio de la conciliación que se impulsa, el
señor CIRO ALFONSO GUERRA PICÓN, pretende que a efectos de mitigar, detener y reparar los daños que
se le han ocasionado con la publicación realizada en el portal de internet VOLCÁNICAS y las declaraciones
realizadas en EL ESPECTADOR, SEMANA y BLU RADIO, las señoras CATALINA RUIZ NAVARRO y
MATILDE DE LOS MILAGROS LONDOÑO, procedan a: 3.1 Rectificar, por los mismos medios y con la
misma difusión, las declaraciones realizadas en contra del señor CIRO ALFONSO GUERRA PICÓN, en las
cuales se le califica como acosador y abusador sexual. Para la satisfacción de esta pretensión, las señoras
CATALINA RUIZ NAVARRO y MATILDE DE LOS MILAGROS LONDOÑO, deberán realizar la respectiva
publicación en el medio online VOLCÁNICAS, solicitar espacio en EL ESPECTADOR, SEMANA y BLU
RADIO para referirse a esta corrección de información y proceder de la misma forma en cualquier medio
diferente en el cual se hubiera repetido la conducta. 3.2 Abstenerse, en adelante, de realizar cualquier
referencia sobre el señor CIRO ALFONSO GUERRA PICÓN, en la cual se realicen aseveraciones sobre su
responsabilidad por conductas delictivas, relacionadas con los mismos hechos sobre los cuales se refirió la
comunicación que motiva esta petición de conciliación, o cualquier otro hecho diferente. // Se reparen los
perjuicios morales y materiales en las modalidades de daño emergente y lucro cesante, que se han causado a
CIRO ALFONSO GUERRA PICÓN, así como los perjuicios materiales en la modalidad de daño emergente y
lucro cesante causados a la sociedad CIUDAD LUNAR PRODUCCIONES S.A.S., como consecuencia de las
afirmaciones realizadas por las Convocadas, en relación con su culpabilidad frente a las conductas de acoso
y abuso sexual. Estos perjuicios serán detallados dentro de la audiencia que se celebre, atendiendo a que a
la fecha de la presentación de la solicitud aún no están totalmente consolidados, lo que impide que
cuantificación precisa.”
104
admisorio de la solicitud de amparo, el señor Guerra retiró su escrito.
Después, presentó una nueva tutela, por los mismos hechos; la que
actualmente revisa la Sala. Por sencillez en la exposición, la Sala se referirá a
la primera y la segunda acción de tutela.
340. El mismo día (18 de diciembre de 2020),329 Ciro Alfonso Guerra Picón
presentó otra acción de tutela contra Catalina Ruiz-Navarro y Matilde de los
Milagros Londoño Jaramillo por los hechos descritos. En su escrito, solicita
que se ordene a las accionadas (i) retirar el artículo ocho denuncias de acoso
sexual contra Giro Guerra del portal Volcánicas; (ii) rectificar las
declaraciones en las que se le califica como acosador y abusador sexual; y (iii)
abstenerse de realizar cualquier tipo de publicación sobre el accionante en la
que se le vincule con hechos delictivos.
329
De acuerdo con el apoderado de Ciro Alfonso Guerra Picón, el retiro se dio porque el día siguiente
comenzaría la vacancia judicial en la jurisdicción civil, lo que dilataría el trámite. Por esa razón, decidieron
presentar la acción (después del retiro) ante los jueces de control de garantías. Escrito de impugnación, página
27.
105
llevó a la cancelación de algunos proyectos, lo cierto es que ello pudo ser
consecuencia de la pandemia Covid-19.
344. Así las cosas, el conflicto entre Ciro Alfonso Guerra Picón, por una
parte, y Catalina Ruiz-Navarro y Matilde de los Milagros Londoño Jaramillo
(o Volcánicas), por otra, ha seguido un camino complejo en escenarios de
conciliación (judicial y extrajudicial); penal, civil y constitucional. Las dos
conciliaciones fracasaron, pues las partes no han alcanzado un acuerdo acerca
de (i) la rectificación del contenido del reportaje y (ii) la reparación que el
accionante pretende. Existe una investigación penal en curso, por los delitos
de injuria y calumnia que, hasta donde conoce la Corte Constitucional,
permanece activa; y un proceso civil, con pretensiones indemnizatorias que
ascienden aproximadamente a un millón de dólares. La segunda acción de
tutela se encuentra actualmente bajo revisión de la Corte Constitucional (en
esta providencia).
345. Para el apoderado del actor, estos son caminos propios del acceso a la
administración de justicia, pues, cuando se presentan tensiones entre libertad
de expresión o prensa y la honra y el buen nombre, las vías penal, civil y
constitucional, pueden concurrir para satisfacer distintas finalidades. Además,
la negativa de las accionadas en los escenarios de conciliación evidencia que
ya satisfizo el requisito de solicitar la rectificación. Para las demandadas y sus
abogadas, la presentación sucesiva de acciones judiciales, las altísimas
exigencias indemnizatorias (USD $150.000 en el penal y USD $1.000.000 en
el civil) y la pretensión de que se prohíba a Volcánicas publicar nuevos
artículos o reportajes sobre Ciro Guerra constituyen una estrategia de acoso
judicial, que pretende silenciarlas, no solo a ellas, sino a todas las personas
que, desde el periodismo, denuncian la violencia basada en género.
347. En este apartado la Sala (i) aplicará los criterios de quién comunica,
sobre quién o qué comunica, a quién comunica y cómo comunica al caso bajo
estudio; (ii) establecerá las premisas de análisis que guiarán el estudio de los
problemas jurídicos planteados; (iii) resolverá el problema jurídico
relacionado con la tensión entre los derechos fundamentales al buen nombre,
la honra y la presunción de inocencia de Ciro Alfonso Guerra Picón, por un
lado, y el ejercicio del derecho a la libertad de expresión de las accionadas,
por el otro; y (iv) determinará si el litigio iniciado por Ciro Alfonso Guerra
Picón constituye un caso de acoso judicial o abuso del derecho, según lo
plantean las accionadas y diversos intervinientes.
348. Como se indicó, los criterios de quién comunica, sobre quién o qué
comunica, a quién comunica y cómo comunica, son relevantes para el análisis
de conflictos asociados con la libertad de expresión. La Sala responderá a
estas preguntas a partir de la presentación del contexto:
Premisas de análisis
110
Belem do Pará es deber de los estados “alentar a los medios de comunicación
a elaborar directrices adecuadas de difusión que contribuyan a erradicar la
violencia contra la mujer en todas sus formas y realzar el respecto a la
dignidad de la mujer.”
362. Premisas sobre la validez del escrache. Así, (i) la narración de quien
considera ha sido víctima de violencia sexual no está sujeta a los principios de
veracidad e imparcialidad. El primero, pues se entiende que su experiencia no
puede ser negada por un observador externo. El segundo porque la víctima no
tiene por qué asumir un deber de neutralidad frente a los hechos. (Sentencia T-
289 de 2019). (ii) Respecto del periodismo, se exige la observancia mínima de
los deberes de veracidad e imparcialidad (Sentencia C-222 de 2022).332
111
365. Premisa sobre la ausencia de condena y la difusión de la noticia. (v) La
ausencia de una decisión judicial que declare la culpabilidad de una persona
por un delito (en este caso, por acoso, abuso o violencia sexual) no puede ser
condición para la publicación de esta en el marco de las libertades de
expresión y prensa; de ser así, se vaciaría buena parte de su poder como
guardián de la democracia y se proyectaría un efecto silenciador o
paralizador, que no solo acallaría las voces de las víctimas, sino que además
empobrecería y perjudicaría el debate público.
368. Para ello, la Sala (i) seguirá el orden del reportaje, analizando una a una
las notas editoriales escritas por las accionadas; (ii) se referirá a las entrevistas
que dio Catalina Ruiz-Navarro a varios medios de comunicación; y (iii)
estudiará el espacio que le otorgaron las accionadas a Ciro Guerra Picón para
que se pronunciara sobre los hechos narrados en el artículo bajo estudio.
369. Síntesis del relato: su relato se refiere a una reunión de colegas del
medio audiovisual que tuvo lugar en un bar. En esta, Ciro Guerra habría
comenzado a buscarla y a bailar con ella. Cuando los demás asistentes
comenzaron a retirarse ella pidió un Uber, y Ciro se montó en el mismo
vehículo, argumentando que iban en la misma dirección. Allí, él comenzó a
tocarle una pierna, a pesar de que ella le decía que no. El Uber se detuvo,
diciendo que habían llegado al hotel, y Ciro se bajó del carro.
112
371. Nota editorial:
“Este primer caso muestra una serie de conductas que se repetirán en los
próximos testimonios, como el acercamiento en fiestas para buscar un
momento a solas con las mujeres y luego hacer uso de la fuerza para
tocarlas u obligarlas a darle un beso, y la insistencia persistente a pesar
de las muy claras y múltiples negativas de parte de ellas. También es
importante resaltar tres cosas: cómo hace uso de su fama o influencia en
el gremio del cine para impresionar y establecer una relación de poder;
la promesa y ofrecimiento de posibles contactos laborales, y el uso del
espacio de los festivales internacionales, destinado originalmente para
dar a conocer el talento colombiano del gremio audiovisual en el
exterior, para acosar mujeres. Esto último es especialmente importante,
dado que Ciro Guerra es una figura pública y su presencia en estos
espacios tiene el peso simbólico de representar al cine y la cultura
colombianos. Es importante notar también que Beatriz se sintió
intimidada, y luego agredida y manoseada sin su consentimiento, y que
su sensación de incomodidad (por decir lo menos) ha perdurado meses.
Finalmente, algo muy importante: en el momento del acoso sexual hubo
un tercero presente, el conductor del Uber, quien aun sin saber español,
logró entender que Beatriz estaba siendo violentada y tomó la iniciativa
de acortar el viaje para detener a Ciro Guerra, evitando, por fortuna, que
este pasara de ser un caso de acoso a uno de abuso sexual.”
373. Esta nota editorial no desconoce los derechos de Ciro Guerra por las
siguientes razones. Primero, reproducir una denuncia anónima de una víctima
de violencia sexual es un discurso protegido y, al ser un testimonio de quienes
113
afirman haber sufrido violencia en razón del género, las periodistas parten
también del principio de buena fe; segundo, la estructura del reportaje permite
distinguir la voz de la víctima de la que asumen las periodistas; tercero, el
testimonio de Leila (amiga de Beatriz), así como los pantallazos de la
trayectoria recorrida en el vehículo de la aplicación Uber, demuestran un
trabajo investigativo serio, tal como el que exige la jurisprudencia en torno al
estándar de veracidad. Este, además, no debe confundirse con el estándar de
prueba de la sentencia condenatoria en derecho penal (más allá de la duda
razonable), ni la labor periodística puede condicionarse a la existencia de un
pronunciamiento de esa naturaleza, pues ello vaciaría de sentido el ejercicio de
un periodismo de denuncia, al igual que el efecto preventivo (defensa de otras
mujeres) que se evidencia en el escrache y el periodismo feminista.
374. Por último, es cierto que las periodistas hablan de acoso y sostienen que
la intervención del conductor evitó que el caso pasara a abuso. Estas son las
afirmaciones más fuertes en relación con el impacto que la información pueda
tener en los intereses y derechos de Ciro Alfonso Guerra Picón. Sin embargo,
es importante recordar que (i) en este caso el periodismo feminista difunde un
discurso especialmente protegido y proyecta la decisión ética de denunciar la
violencia contra la mujer, correr el velo de la discriminación estructural, y
proveer un espacio seguro para voces que se sienten inseguras ante
instituciones como el derecho penal, o en riesgo frente a la posibilidad del
escrache “directo”; (ii) la opinión de las periodistas (es decir, los juicios de
valor, de deber y estéticos que realizan) no parten del vacío, sino de una
profunda y detallada investigación que, en cuanto pretende informar, ccumplió
con el estándar exigido de veracidad; y (iii) la Corte Constitucional no
encuentra ningún elemento de juicio que conduzca a pensar que la publicación
se inspira en la intención de dañar al peticionario, desde el concepto de la real
malicia, sino que identifica en él la intención de contribuir al debate público
sobre la violencia contra la mujer.
114
377. Nota editorial:
382. Síntesis del relato: Adriana cuenta que acudió al apartamento de Ciro
Alfonso Guerra Picón, por invitación de él, para hablar de proyectos de
trabajo; y explica que tenía un acuerdo con su novio, Héctor, para que este
pasara por ella, después de recoger a una amiga en el aeropuerto, pues desde
un comienzo no se sentía cómoda con la situación. En el apartamento, el
peticionario habría comenzado a pedirle besos, hacer insinuaciones sexuales,
hablar mal sobre su pareja y finalmente, presionarla para tener una relación
sexual. Ella mantuvo comunicación vía WhatsApp constantemente con su
novio; cuando el accionante empezó la presión para que Adriana cediera a
tener una relación sexual con él, ella le mandó varios mensajes de audio a su
novio en los que se oía lo que estaba pasado, por esta razón, este último
comprendió que la situación se había salido de control. Decidió buscar a
Adriana; timbró en distintos apartamentos hasta que encontró el de Ciro. En
ese contexto, Adriana logró huir. La amiga de Héctor presenció todo lo
ocurrido desde que llegaron al edificio de apartamentos. El relato incluye
detalles sobre las horas siguientes en casa de Héctor y algunos días posteriores
a lo narrado.
386. Hasta este punto, la Sala encuentra que las periodistas del portal
Volcánicas realizaron un análisis detallado de los tres relatos que recibieron en
torno al caso de Adriana y emitieron su opinión destacando aspectos
relevantes del mismo para dar cuenta de que se trataría de un claro caso de
violencia basada en género. Sin embargo, desde el título de la historia, y en el
marco de la nota periodística que la acompaña, las accionadas afirman que
este es un caso de abuso sexual. Esta denuncia explícita de lo que podría
constituir un delito, sin embargo, no vulnera los derechos fundamentales del
accionante comoquiera que se usa una palabra para nombrar la realidad de una
posible víctima, sin que ello implique un señalamiento de tipo penal, en tanto,
como se viene sosteniendo, la nota editorial bajo estudio es un ejercicio de
opinión de las periodistas accionadas.
387. En primer lugar, porque las opiniones expresadas por las accionadas
parten del relato de Adriana, sin modificarlo o incluir afirmaciones sobre
hechos que no harían parte del mismo; en segundo lugar, porque tienen un
claro sustento en dos testimonios de personas que habrían presenciado parte
de lo ocurrido, Héctor y Katia. En tercer lugar, debe tenerse en cuenta que el
testimonio de Katia, la amiga de Héctor, termina asegurando que la mañana
siguiente a la ocurrencia de los hechos había hablado con Adriana, la cual le
dijo, explícitamente, que Ciro Guerra Picón la había abusado. En cuarto lugar,
conviene recordar, que el relato de Héctor incluye una conversación que
habría sostenido con un abogado especializado en violencia sexual que le
habría indicado que veía viable no sólo la presentación de una denuncia penal,
sino una eventual condena contra el cineasta, dada la cantidad de material
probatorio que se habría recopilado durante el acto. El novio de Adriana
afirmó “el me dijo que teníamos dos testigos, los chats, los mensajes de audio,
los testimonios de los vecinos donde timbré, los detalles de nuestra historia…
Además, grabamos las llamadas que nos hizo Ciro, así que era un caso muy
fácil de probar y que lo podía condenar a varios años de cárcel.” Con todo,
Adriana y Héctor convinieron no denunciar penalmente para evitar una
revictimización de ella y por no querer volver a revivir el minuto a minuto del
asunto.
391. Síntesis del relato: se refiere a una situación ocurrida en la portería del
edificio donde residía Eliana al momento de los hechos, en el Parkway, y
después de un encuentro en Casa Ensamble, en Bogotá. En esta oportunidad,
Ciro Guerra se ofreció a acompañar a Eliana a su casa, y al entrar en el
edificio, la empujó contra una pared y la manoseó. Ella señala que, aunque
Ciro es muy grande, ella entrena, de modo que finalmente pudo rechazarlo con
un empujón. En 2018 se encontraron en Cartagena y ella le dijo que le debía
unas disculpas. Ciro habría respondido “qué pena contigo si te ofendí” y
334
“De acuerdo con los datos registrados en el sistema de vigilancia de violencia intrafamiliar, maltrato
infantil y violencia sexual (SIVIM), existe una tendencia al incremento anual estadísticamente significativo
de la tasa de violencia sexual en el Distrito Capital, con un cambio porcentual anual de 8,86 % entre los
años (Joinpoint versión 4.6.0.0). En el periodo 2012 a 2020 se notificaron 51.453 casos de violencia sexual.
En el año 2020 la tasa estimada para la ciudad es de 91,5 casos por cada 100.000 habitantes. || En el año
2020 se notificaron 7.669 casos de violencia sexual, un 9,5% más que el año anterior. En el 83,7 % las
víctimas fueron mujeres y el 16 % hombres mostrando una relación 4 a 1, es decir, por cada 4 mujeres
agredidas, violentan un hombre.” Tomado del observatorio de Salud de Bogotá, Saludata. Disponible en:
https://saludata.saludcapital.gov.co/osb/index.php/datos-de-salud/salud-mental/tasaviolenciasexual/.
119
habría atribuido lo ocurrido a un momento emocional asociado a la separación
de su esposa.
396. Por otra parte, la Sala encuentra que las periodistas diferencian
claramente entre el relato -en el que transcriben un testimonio de quien se
considera víctima por razón del género y realizan afirmaciones descriptivas
del mismo- y su opinión, en la cual reiteran su apreciación sobre el patrón de
comportamiento del accionante en relación con el acoso. Calificativo que,
como se ha explicado, no afecta los derechos del accionante en tanto la
libertad de opinión no está sometida a los mismos requisitos de la libertad de
información, y toda vez que esa opinión parte de los hechos que las periodistas
120
investigaron. Recuérdese que la Corte ha señalado que, aun cuando las
opiniones en sí mismas no están sujetas a las cargas de veracidad e
imparcialidad, las circunstancias fácticas que las sustentan sí lo están. 335 Sobre
esto, es necesario destacar que el relato de Eliana se complementa con el
testimonio de Miguel, lo cual respalda la apreciación de que las periodistas
obraron con diligencia para verificar lo dicho por sus fuentes reservadas, de
manera que cumple con el estándar de veracidad que viene siendo usado por la
Sala en tanto se referían a una información con relevancia pública.
398. Carolina relata que conoció a Ciro Guerra en el rodaje de una película
en Cartagena. El director de cine llegó después que el resto del equipo y en
una primera salida a un bar, cuando estaban bailando, le tocó “la cola” por
fuera del pantalón; ella buscó con la mirada a una amiga, a quien después le
contó lo ocurrido. Indica que las compañeras de trabajo mencionaron que “el
tipo” era “una seba” y que lo describieron como “un cerdo”. Días después, en
una reunión alrededor de una piscina, se sentaron a tomar whisky, y Ciro
Guerra comenzó a indagar sobre su vida sexual, a preguntar con insistencia
con cuántos directores de cine se había acostado y a describir actos sexuales
explícitos que le gustaría llevar a cabo.
335
Sentencia T-1198 de 2004. M.P. Rodrigo Escobar Gil.
121
“En este caso se suma un nuevo elemento al patrón descrito: el contexto
laboral, donde Guerra se encuentra en una clara posición de poder sobre
la acosada. Durante el acoso sexual a Carolina, Guerra mantenía con
ella una relación laboral y de poder, todo ocurrió en un escenario
laboral. Podemos ver cómo, a pesar de que hay una relación laboral
jerárquica, Guerra eligió hacer comentarios sexualmente cargados,
inapropiados e incómodos, algunos incluso agresivos, como presumir
que Carolina tenía sexo con los directores.
Es importante resaltar que en el sector audiovisual, y en general en
industria cultural, muchas relaciones laborales se crean y afianzan en el
entorno de la fiesta, lo cual hace que sean escenarios aparentemente
informales, pero con una gran importancia profesional. Además, la gran
mayoría de los proyectos audiovisuales incorporan fiestas: los festivales
de cine, televisión y documental, y los lanzamientos de las
producciones, entre otros eventos públicos; no asistir a estos encuentros
tiene un impacto y un alto costo en las relaciones públicas y laborales
para los miembros del gremio.
Las personas con quienes hablamos, que fueron contratadas para ese
rodaje, coinciden en que la productora encargada del proyecto hizo que
se dictara un taller sobre prevención del acoso sexual para todas las y
los contratantes, y Ciro Guerra no asistió.”
403. Lo anterior, comoquiera que las periodistas consideran que este caso
incluye un elemento adicional al patrón que describen en el artículo, esto es, el
122
contexto de trabajo en el que la subordinación de la víctima frente al director
es propia de ese tipo de relaciones. Nada de lo dicho por las periodistas en el
portal de Volcánicas en el espacio dedicado al caso de Carolina contiene
afirmaciones que puedan vulnerar los derechos a la honra, al buen nombre o a
la presunción de inocencia del accionante. Nótese que, al calificar las actitudes
de Ciro Guerra en el caso que presentó Carolina las accionadas usan los
adjetivos sexualmente cargados, inapropiados, incómodos y agresivos,
expresiones que pueden resultar difíciles de asimilar para el accionante, pero
que se encuentran amparadas por la Constitución que protege especialmente la
libertad de expresión, más aún, cuando está enfocada a un discurso protegido
como lo es el de la violencia de género.
123
6. Los tres relatos adicionales
407. Síntesis: al final del reportaje se relacionan sucintamente tres casos, que
corresponden a las historias más antiguas y cortas: (i) Fabiana (Bar Europa,
Cartagena, 2013) quien relató que en medio de una fiesta, Ciro Alfonso
Guerra Picón la siguió al bañó e intentó besarla y, frente a su negativa, le pidió
que nunca le fuera a decir a nadie; (ii) Gabriela (Embajada de Colombia,
Berlín, 2013), quien manifestó que como pasante de la Embajada fue parte de
la organización de un evento relacionado con la película Los viajes del viento,
y que aunque a ella no le pasó nada grave, sí sintió el asco y desagrado del
trato de Ciro en tanto le tocó el hombro y bajo su mano hasta la de ella, fue
coqueto y la invitó a salir, lo que fue raro para Gabriela porque estaba
trabajando y esa invitación no era relacionada con el trabajo; y (iii) Teresa
(Colombia, 2014 y 2018), quien indicó que en 2014, luego de una sesión de un
diplomado en temas audiovisuales, salieron con varios compañeros a tomar
una cerveza, y que cuando se quedaron solos intentó besarla, sin que ella le
hubiera dado señales de nada, lo que se repetiría otro día en que se
encontraron y él le dijo que había visto un trabajo suyo. Después, en el
Festival Internacional de Cine de Cartagena de 2018, Ciro le dijo que iba a
hacer una serie con Netflix y que la había metido en ese equipo, lo que le
sacaba en cara en todas las fiestas, como si ella le tuviera que pagar el favor.
125
7. Las entrevistas de Catalina Ruiz-Navarro:
126
415. Cuestionamiento del accionante: el accionante estima que todas las
aseveraciones que se han realizado en las entrevistas revelan “una intención
que supera la de dar a conocer un hecho noticioso, dirigiendo sus
actuaciones para generar una suerte de ajusticiamiento privado en contra de
quien declaran culpable de unas supuestas conductas que les habrían sido
puestas en conocimiento por las supuestas víctimas, realizando aseveraciones
dirigidas a afectar su buen nombre y su honra, al calificarlo sin miramiento
ni respeto alguno como un acosador y abusador sexual ante la opinión
pública, y reiterando su posición como persona destacada por su trabajo
como director de cine.”343 Lo anterior, precisa, no pretende desconocer el
derecho a informar ni el ejercicio de la actividad periodística de las
accionadas, solo que no pueden abrogarse la facultad de impartir justicia a
través de los medios344 respecto de delitos que no cuentan con una sentencia
judicial definitiva.345
127
quién comunica, de qué o quién se comunica, a quién se comunica y cómo se
comunica.
417. Al respecto, la Sala tiene que (i) las expresiones fueron realizadas por
una periodista con una agenda feminista; (ii) quien precisamente se refiere al
reportaje publicado en Volcánicas que, como se ha explicado, versa sobre un
asunto de interés público esto es, las denuncias sobre acoso y abuso sexual, en
las que se encuentra relacionada una figura pública, como lo es Ciro Alfonso
Guerra Picón, aspectos respecto de los cuales la Corte ha utilizado criterios
más estrictos al momento de aplicar restricciones. En este punto, es importante
precisar que en las expresiones cuestionadas (las que se encuentran en la
síntesis de las entrevistas), Catalina Ruiz Navarro utiliza palabras que
permiten inferir que no está transmitiendo información, sino exteriorizando lo
que piensa (“a mí es algo que no me extrañaría”, “yo tengo una opinión”,
“por supuesto que pienso que Ciro Guerra es culpable, pero eso no me hace
un juez”, “tenemos que sacarnos de la cabeza eso de que solo la justicia penal
por un juez es la verdad”, “yo como ciudadana tengo absoluto derecho de
tener una opinión y pensar que x o y persona es culpable de tal cosa porque
ese es mi derecho como ciudadana, y lo puedo decir en voz alta”, etc.).
Adicionalmente, (iii) las entrevistas no tienen un receptor específico, sino que
se dirigen a la sociedad en general, la cual tiene un interés legítimo en el tema;
y (iv) aquellas se difundieron a través de diferentes medios de comunicación,
lo que hace que lo transmitido tenga un mayor grado de difusión.
418. Del anterior análisis, la Sala verifica que las expresiones de Catalina
Ruiz Navarro cuestionadas por el accionante, si bien se relacionan con los
hechos del reportaje, no se enmarcan en la libertad de información sino en la
libertad de opinión, en tanto no tienen la finalidad dar noticia sobre un
acontecimiento sino la de expresar críticas y cuestionamientos; esas
expresiones tratan sobre un discurso especialmente protegido; y en ningún
momento atribuyen de manera específica la comisión de un delito. Al
respecto, debe destacarse que la Corte Constitucional no puede establecer
estándares o parámetros respecto del uso del lenguaje utilizado en la
manifestación de opiniones, ya que de lo contrario abriría la puerta a la
censura.347
347
Esto, sin desconocer que hay contadas excepciones relacionadas con discursos prohibidos (pornografía
infantil, la incitación al genocidio, la propaganda de la guerra, la apología del odio que constituya incitación a
la violencia y la incitación al terrorismo). Sentencia SU-355 de 2019. M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez.
SV. Carlos Bernal Pulido. SV. Antonio José Lizarazo Ocampo. SV. Cristina Pardo Schlesinger. AV. Diana
Fajardo Rivera. AV. Alejandro Linares Cantillo. AV. José Fernando Reyes Cuartas.
348
“Ahora bien, al tratarse de una construcción que se soporta en las apreciaciones –morales, sociales,
religiosas o políticas– del individuo, la opinión, como creación personal, está naturalmente ligada a la
libertad de conciencia y, por ende, al libre desarrollo de la personalidad y a la dignidad humana. Entonces,
entender la opinión como una apreciación subjetiva, del fuero interno de quien opina, permite establecer
que, en principio, no puede ser interferida, modulada o censurada por terceros, pues ‘se garantiza
constitucionalmente que la opinión siempre será libre y que no podrá ser alterada por terceros por ser
fundada en los valores y expresiones personales de quien opina’.” Sentencia SU-355 de 2019. M.P. Luis
Guillermo Guerrero Pérez. SV. Carlos Bernal Pulido. SV. Antonio José Lizarazo Ocampo. SV. Cristina Pardo
Schlesinger. AV. Diana Fajardo Rivera. AV. Alejandro Linares Cantillo. AV. José Fernando Reyes Cuartas.
128
cuanto “la opinión es un conjunto de ideas subjetivas, un concepto interno,
una interpretación personal al amparo del libre intercambio de las ideas,
efectuada por la persona que opina”.349 De manera tal que su ejercicio no
puede estar sometido a los requisitos de veracidad e imparcialidad.350
422. La Sala considera que, en este espacio, se satisface ese requisito, propio
del deber de imparcialidad (matizado, como se ha explicado en los casos de
denuncias de violencia sexual, pues no es válido que el espacio conduzca a la
revictimización, entendida como la repetición incesante de los hechos, o su
representación en el lenguaje, y porque no debe conducir a un espacio de
confrontación o cara a cara entre ellas y quien consideran su agresor). Así, la
manera de cumplir esta condición no está regulada, ni existe por lo tanto una
sola forma válida. Por otra parte, Ciro Alfonso Guerra Picón es quien decide
349
“[Es] ‘la valoración o interpretación que una persona realiza sobre algo, sea ello un hecho fáctico o un
pensamiento subjetivo que haya previamente conocido de un modo cierto. Así, las facetas objetiva y subjetiva
de la realidad son subsumidas por el individuo cuando éste (sic) elabora un juicio ético, consecuente con su
pensamiento, sobre alguna información veraz o algún pensamiento de contenido ideológico previamente
conocidos (…) es una idea, un parecer o forma de ver el mundo.’ Así, la opinión es un juicio valorativo
acerca de algo o alguien, y su materialización necesariamente implica el pensamiento o la elaboración de
ideas a partir de una serie de estímulos externos.” Sentencia SU-355 de 2019. M.P. Luis Guillermo Guerrero
Pérez. SV. Carlos Bernal Pulido. SV. Antonio José Lizarazo Ocampo. SV. Cristina Pardo Schlesinger. AV.
Diana Fajardo Rivera. AV. Alejandro Linares Cantillo. AV. José Fernando Reyes Cuartas.
350
“(…) Es decir que, distinto de la afirmación sobre hechos que se presentan a través del ejercicio de la
libertad de información o prensa, llamados a tener respaldo en la realidad, cumplir con los requisitos
constitucionales de la veracidad e imparcialidad o con la responsabilidad social en el caso de los medios, la
opinión en cambio es una idea, un parecer o forma de ver el mundo, que de hallarse injusta o impertinente,
debe combatirse con otras opiniones o pareceres, no con sanciones de ninguna índole, menos aún penales.”
Sentencia C-417 de 2009. M.P. Juan Carlos Henao Pérez. SV. Nilson Pinilla Pinilla. SV. Jorge Ignacio Pretelt
Chaljub. SV. Manuel Urueta Ayola (conjuez). SV. Luis Ernesto Vargas Silva.
129
responder con monosílabos, cerrando la posibilidad de entregar una versión
más amplia o incluso una opción sobre los hechos.
423. La Sala constata además que, a raíz del fallo de segunda instancia,
Volcánicas remitió un amplio cuestionario al señor Ciro Alfonso Guerra
Picón, el cual no fue respondido, según los elementos de prueba disponibles.
Este cuestionario, sin duda, permitía profundizar en la versión del accionante.
En este orden de ideas, aunque el amparo será negado la Sala sugerirá (i) que
Ciro Alfonso Guerra Picón responda las preguntas y (ii) que, si las periodistas
lo consideran pertinente, publiquen sus respuestas, dado que han planteado un
enfoque del periodismo feminista y de las denuncias de acoso sexual como un
espacio que abre un diálogo social.
424. Así las cosas, la Sala Primera de Revisión concluye que Catalina Ruiz-
Navarro y Matilde de los Milagros Londoño Jaramillo, a través del reportaje
Ocho denuncias de acoso y violencia sexual contra Ciro Guerra (i) no
desconocieron sus derechos fundamentales y (ii) publicaron un trabajo
periodístico que respeta la ética de la profesión, así como la apuesta adicional,
ética y profesional en defensa de los derechos de las mujeres, y con miras a la
creación de un espacio seguro para la transmisión de sus denuncias.
Asimismo, (iii) encuentra que lo expresado por Catalina Ruiz-Navarro durante
las entrevistas que le dio a varios medios de comunicación después de la
publicación del reportaje constituye un ejercicio legítimo de su la libertad de
opinión, pues en dichos espacios expresó críticas y cuestionamientos partiendo
de un discurso especialmente protegido, las cuales no atribuyen de manera
específica la comisión de un delito.
425. Como se explicó al formular los problemas jurídicos, este caso tiene
trascendencia constitucional, y permite avanzar en el conocimiento de la
dimensión objetiva de la libertad de expresión, así como en el papel del
escrache y el periodismo feminista para correr el velo de la discriminación
estructural, avanzar en la lucha contra las violencias basadas en género y abrir
canales de discusión pública sobre el acoso y el abuso sexual. En
consecuencia, la Sala entrará a determinar si en el caso objeto de estudio se
presentan elementos propios del abuso del derecho al acceso a la
administración de justicia, no con el fin de determinar si se ha producido en
ese marco una violación a los derechos de Catalina Ruiz-Navarro y Matilde de
los Milagros Londoño Jaramillo (pues ellas no son accionantes en este
trámite), sino para contribuir en la comprensión del acoso judicial y los litigios
estratégicos contra la participación pública. Para prevenir entonces un uso
ilegítimo de la administración de justicia.
131
pretensión de que los jueces ordenen a las periodistas no volver a nombrar a
Ciro Guerra y/o relacionarlo con hechos delictivos, pues al menos en este
escenario constitucional y con independencia de las conclusiones a las que
lleguen las autoridades judiciales que se encuentran a cargo de los procesos
civil y penal que inició el señor Guerra Picón con base en los mismos hechos
que motivaron esta acción de amparo, ello se traduce en una censura previa,
es decir, en el mayor atentado contra la libertad de expresión. Cabe recordar
que las periodistas accionadas estaban difundiendo un discurso especialmente
protegido, en tanto involucra denuncias sobre acoso, abuso y violencia sexual;
por lo cual, al pretender no volver a ser nombrado, el accionante busca que se
guarde silencio sobre un asunto de interés público, sobre acciones
discriminatorias relacionadas con hechos de violencia contra la mujer.
432. La Sala enviará entonces copia de esta providencia a los procesos penal
y civil en curso para que, en el marco de sus competencias y de considerarlo
pertinente, tengan en cuenta los lineamientos que ha fijado la Sala sobre el
ejercicio abusivo del derecho al acceso a la administración de justicia del
accionante y la necesidad de aplicar una perspectiva de género al resolver
casos relacionados con escenarios de discriminación en contra de la mujer
(supra, acápite “q” de las consideraciones).
133
solicitó el amparo de sus derechos y que se ordene a las periodistas que (i)
retiren el reportaje del portal de Internet de Volcánicas y las redes sociales o,
subsidiariamente, rectifiquen sus declaraciones; (ii) publiquen, en condiciones
equivalentes al reportaje inicial, la parte resolutiva de la sentencia que conceda
el amparo; y (iii) se abstengan de realizar cualquier otro tipo de publicación en
la que lo vinculen con hechos delictivos y aseveren su responsabilidad.
443. Para ello, aplicó los criterios de quién comunica, sobre qué y quién se
comunica, a quién comunica y cómo comunica, explicando que el caso trata
sobre dos periodistas que, a través de un medio de comunicación digital,
independiente y feminista, comunican sobre acoso y abuso sexual, en
concreto, la experiencia de ocho mujeres amparadas por la reserva de la fuente
y que solicitaron mantener su anonimato, y quienes identificaron a Ciro
Alfonso Guerra Picón como agresor. El medio de comunicación es abierto
para todos y todas, sin que sea necesario suscribirse o pagar una afiliación, y
difundió un discurso especialmente protegido por la Constitución Política
mediante un reportaje y en ejercicio del periodismo investigativo. La Sala
135
destacó que en el reportaje era claramente diferenciable la reproducción de los
testimonios de las glosas de las periodistas, y que también se previó un
espacio para la transcripción de la llamada que las periodistas le hicieron al
accionante.
446. Por último, la Sala resaltó que los deberes del periodismo en la denuncia
de hechos de trascendencia social, que podrían implicar la ocurrencia de un
hecho punible exigen la garantía de un espacio para contrastar las narraciones
con la versión de la persona a quien se le atribuye un hecho socialmente
nocivo, y que en el caso concreto eso se satisfizo por cuanto en el reportaje,
Volcánicas incluyó la transcripción de una llamada a Ciro Alfonso Guerra
Picón en la que las periodistas le preguntaron si ha tomado cursos sobre
prevención del acoso sexual, si ha acosado a mujeres en festivales de teatro o
en otros escenarios, si ha utilizado la fuerza física para acercarse a mujeres, a
lo que el director de cine respondió que sí tuvo un seminario sobre el tema en
Netflix, y que no ha realizado ninguno de los actos descritos. Ligado a esto,
destacó que el accionante decidió responder con monosílabos, cerrando la
posibilidad de entregar una versión más amplia, y que en cumplimiento de la
sentencia de tutela de segunda instancia las periodistas le remitieron un
cuestionario, que no respondió, a pesar de que permitía profundizar en su
versión.
VIII. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, la Sala Primera de. Revisión, administrando justicia
en nombre del pueblo, y por mandato de la Constitución Política,
RESUELVE:
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Tercero. REMITIR copia de esta decisión al Juzgado Cuarenta y Siete (47)
Civil del Circuito de Bogotá, que tramita la demanda declarativa de
responsabilidad civil extracontractual iniciada por el señor Ciro Alfonso
Guerra Picón contra Catalina Ruiz -Navarro y Matilde de los Milagros
Londoño, y a la Fiscalía 292 Local adscrita a la Casa de Justicia de Kennedy,
Grupo de delitos querellables de Bogotá, en la que cursa la denuncia penal
presentada por el tutelante contra las periodistas mencionadas. Lo anterior,
para los efectos expuestos en esta providencia.
Notifíquese y cúmplase
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