Agua y Territorio 8 Dossier Agua y Soste 2016

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NÚM. 8 JULIO-DICIEMBRE DE 2016 UNIVERSIDAD DE JAÉN, JAÉN, ESPAÑA ISSN 2340-8472 ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at .

v0i8

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AGUA y TERRITORIO

AGUA Y SOSTENIBILIDAD.
DEPURACIÓN Y REUTILIZACIÓN
DE AGUAS REGENERADAS
NÚM. 8 JULIO-DICIEMBRE DE 2016, UNIVERSIDAD DE JAÉN, JAÉN, ESPAÑA ISSN: 2340-8472 ISSNe 2340-7743 DOI 10.17561/ at.v0i8

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AGUA y TERRITORIO
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aguayt errit [email protected]
Revist a semest ral pat rocinada por el Seminario Permanent e Agua, t errit orio y medio ambient e (CSIC) y edit ada por la Universidad de Jaén.
Act úan como ent idades colaboradoras la Universidade Federal de Minas Gerais, la Universidade Est adual do Nort e Fluminense Darcy Ribeiro, El
Colegio de Michoacán, la Universidad de Cost a Rica, la Universidad Aut ónoma de Chile, la Universidad de Guadalaj ara y la Universidad Aut ónoma
Met ropolit ana Izt apalapa.
La revist a va dirigida a la comunidad cient í fi ca que desde varias perspect ivas cient í fi cas se muest ra int eresada en los enf oques sociales,
económicos, t errit oriales e hist óricos que posibilit an los est udios sobre el agua en el ámbit o iberoamericano y medit erráneo.
Agua y Territ orio const a esencialment e de t res secciones: la primera (Dossier) est á int egrada por la publicación de art ículos relacionados con
una t emát ica común. La segunda (Miscelánea) cont iene art ículos de t emát ica libre. La t ercera corresponde a Reseñas. Ot ras secciones no fi j as son
Document os y Archivos, Ent revist a, Relat os de experiencia, Event os, Proyect os, y Opinión.
Agua y Territ orio considera t an solo t rabaj os originales que no hayan sido publicados ant eriorment e ni est én a punt o de publicarse o evaluarse.
Agua y Territ orio quiere servir como un inst rument o para la concert ación ent re los grupos sociales y los gobiernos que se ven involucrados en
los numerosos confl ict os y disput as por la ut ilización del agua, la búsqueda de un nuevo modelo de desarrollo y la promoción de alt ernat ivas posibles
para cont ener el det erioro de los ecosist emas. Por su t emát ica y por la proyección iberoamericana y medit erránea de la revist a, Agua y Territ orio
t iene una clara vocación int ernacional que se re fl ej a en su Consej o Asesor y de Redacción.
Agua y Territ orio cent ra su at ención en varios aspect os vinculados al agua: el de las polít icas públicas y la part icipación ciudadana, el de los
modelos de desarrollo y medioambient ales, el del paisaj e, la memoria, la salud y el pat rimonio hidráulico. Por ello, publica y difunde t rabaj os que
desde diferent es vert ient es y disciplinas alient an los int ercambios de experiencias a uno y ot ro lado del At lánt ico como re fl ej o del cont ext o int erna-
cional en el que se ubica. Admit e art ículos en inglés, español, francés, it aliano y port ugués.
Agua y Territ orio pret ende ser una plat aforma de est udios sobre el agua capaz de recoger realidades muy diversas, con peculiaridades econó-
micas, sociales, cult urales y ambient ales muy defi nidas y het erogéneas.

Directores
Juan Manuel Matés Barco (Universidad de Jaén, España) Pilar Paneque Salgado (Universidad Pablo de Olavide, España)

Editor Secretaría
Jesús Raúl Navarro García (CSIC, España) Mariano Castro Valdivia (Universidad de Jaén, España)

Consejo de Redacción
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Lucía De Stefano (Universidad Complutense, España) Julia Martínez Fernández (Universidad Miguel Hernández, España)
Fernando Díaz del Olmo (Universidad de Sevilla, España) Leandro del Moral Ituarte (Universidad de Sevilla, España)
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María Luisa Feijoo Bello (Universidad de Zaragoza, España) Martín Sánchez Rodríguez (El Colegio de Michoacán, México)
Marcelo Gantos (Universidade Estadual do Norte Fluminense, Brasil) Alejandro Tortolero Villaseñor (Universidad Autónoma Metropolitana de México, México)
Luis Garrido González (Universidad de Jaén, España) Ronny Viales Hurtado (Universidad de Costa Rica, Costa Rica)

Consejo Asesor
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Edición
Jorge Chinea (Wayne State University) Francesco D’Esposito (Università degli Studi Frederico Alvim (CSIC-Universidad Pablo Jean-Nöel Salomon (Université Bordeaux 3) Beatriz Barrera (Universidad de Sevilla)
G. D’Annunzio) de Olavide) Fco. Manuel Navarro (CSIC)
Alice Poma (CSIC-Universidad Pablo de Olavide)
Elvira Giannetti (Universidad de Bolonia)
Agua y Territorio aspira a ser recogida en los más exigent es
Revista Agua y Territ orio repert orios y bases de dat os bibliográfi cas por lo que
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mat eria. Act ualment e se encuent ra incorporada a:
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eISSN 2340-7743 DOI 10.17561/ at.v0i8
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Sumario
NÚM. 8, JULIO-DICIEMBRE 2016, UNIVERSIDAD DE JAÉN, JAÉN, ESPAÑA ISSN 2340-8472 ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at. v0i8

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AGUA y TERRITORIO
Número 8
Dossier: Agua y sostenibilidad. Depuración y reutilización de aguas regeneradas
Wat er and sust ainabilit y. Wast ewat er t reat ment and t he reuse of regenerat ed
wat er ..................................................................................................... 7
Joaquín Melgarej o-Moreno, coord.
Present ación: Joaquín MELGAREJO-MORENO ................................................................................................... 8
PRATS-RICO, Daniel: La reut ilización de aguas depuradas regeneradas a escala mundial: análisis y prospect ivas. Reuse of
Puri fi ed Regenerat ed Wat er Worldwide: Analyzes and Proj ect ions............................................................. 10
MELGAREJO-MORENO, Joaquín; LÓPEZ-ORTIZ, M.ª Inmaculada: Depuración y reut ilización de aguas en España. Wast ewat er
Treat ment and Wat er Reuse in Spain ................................................................................................ 22
MOLINA-GIMÉNEZ, Andrés: Aproximación al régimen j urídico de la reut ilización de aguas regeneradas en España. Delineat ing
t he Legal Framework for t he Reuse of Reclaimed Wat er in Spain .............................................................. 36
TRAPOTE-JAUME, Art uro: Tecnologías de depuración y reut ilización: nuevos enf oques. Technologies of Wast ewat er Treat ment
and Reuse: New Approaches ..................................................................................................... ..... 48
ALFRANCA-BURRIEL, Óscar: Mét odos de valoración ambient al aplicados a la regeneración y reut ilización de aguas residuales
en agricult ura. Environment al Assessment Met hods Applied t o t he Regenerat ion and Reuse of Wast ewat er in Agricul-
t ure .............................................................................................................................. ......... 61
VILLAR-GARCÍA, Albert o del: Reut ilización de aguas regeneradas: aproximación a los cost es de producción y valoración de su
uso. Reuse of Reclaimed Wat er: Est imat ing t he Cost s of Product ion and Ut ilizat ion ........................................ 70
MELIÁN-NAVARRO, Amparo; FERNÁNDEZ-ZAMUDIO, M.ª Ángeles: Reut ilización de agua para la agricult ura y el medioambient e. Wat er
Reuse in Agricult ure and t he Environment ...................................................................................... ... 80
ORTUÑO-PADILLA, Armando; FERNÁNDEZ-ARACIL, Pat ricia: Reut ilización de aguas y ocio: Campos de golf . Reuse of Wast ewat er in
Golf Courses............................................................................................................................. 93

Miscelánea
RIVASPLATA-VARILLAS, Paula Ermila: La ampliación del suminist ro de agua en la Lima colonial a fi nes del siglo XVI: los primeros
problemas y sus soluciones. Expanding t he Supply of Wat er in Colonial Lima at t he end of t he 16t h Cent ury: Init ial
Challenges and t heir Solut ions ................................................................................................ ....... 104
LEÓN-FUENTES, Nelly Josefa: El agua y la obra pública hidráulica en México: concesiones, cont rat os y ot ras modalidades, 1880-
1940. Wat er and Public Works In Mexico: Concessions, Cont ract s, and ot her Management Modalit ies, 1880-1940 .... 123

Eventos ................................................................................................................... 136

Reseñas Bibliográficas............................................................................................. 142

Estadística y evaluación ......................................................................................... 151

Normas de Publicación ........................................................................................... 153

© Universidad de Jaén / Seminario Permanent e Agua, Territ orio y Medio Ambient e (CSIC)

6
Dossier

Agua y sost enibilidad.


Depuración y reut ilización de aguas regeneradas

Wat er and sust ainabilit y.


Wast ewat er t reat ment and t he reuse of regenerat ed wat er

Joaquín Melgarej o-Moreno, coord.


AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 8-9, JULIO-DICIEMBRE 2016, UNIVERSIDAD DE JAÉN, JAÉN, ESPAÑA ISSN 2340-8472 ISSNe 2340-7743 DOI 10.17561/at.v0i8.3291

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AGUA y TERRITORIO
Presentación
Joaquín Melgarej o-Moreno
Inst it ut o del Agua y las Ciencias Ambient ales, Universidad de Alicant e. Alicant e, España. j melgar@ua. es

En los últ imos lust ros, la unión de dist int os fact ores, t ales de ocasiones, t ras el t rat amient o adecuado, est as aguas se est án
como el crecimient o de la población, el aument o de la urbaniza- ut ilizando para proporcionar caudales ecológicos o volúmenes
ción, la ext racción de agua para su uso en agricult ura, las sequías ambient ales.
y el det erioro de la calidad del agua, han supuest o una mayor Es esencial que la regeneración y la reut ilización del agua
presión sobre los recursos hídricos a escala mundial. La regene- pasen a formar part e de la gest ión int egrada de los recursos hí-
ración y reut ilización plani fi cada del agua para dist int os usos es dricos que impulsan las inst it uciones est at ales y aut onómicas,
una est rat egia que ha ido ganando acept ación en muchas part es con lo que ello comport a de est ablecimient o de un marco de
del mundo. plani fi cación, de una reglament ación de los derechos al agua
La reut ilización de las aguas residuales es una opción impor- regenerada, de la fi j ación t ant o de los medios t écnicos para re-
t ant e en la Gest ión Int egrada de Recursos Hídricos (GIRH), que generar el agua como de las normas de vigilancia y seguimient o
t rat a t odos los aspect os del ciclo hídrico y opt imiza el uso del de la calidad del agua regenerada para sus posibles usos, y de la
agua en t odas sus formas. La inclusión de la regeneración y la defi nición del marco económico y fi nanciero con el que pot enciar
reut ilización como est rat egias básicas de la gest ión int egrada de su desarrollo.
los recursos es, sin duda, el ret o fundament al. La experiencia int ernacional indica que el éxit o de la reut i-
La reut ilización de agua conlleva cambios en las est ruct uras lización viene det erminada por “ la necesidad y la oport unidad”
t radicionales de asignación de recursos hídricos, fi nanciamient o del uso de agua regenerada en cada lugar y moment o hist órico
de est ruct uras, consideración de est ándares de calidad del agua, concret os. La percepción social mayorit aria hace que las fuen-
marcos reglament arios y mandat os inst it ucionales. Implica una t es convencionales (ríos y acuíferos) sean consideradas como las
buena gest ión a t odos los niveles, con el fi n de desarrollar un preferidas, en razón de su supuest a gran calidad, aunque es cada
enfoque holíst ico y polít icas consist ent es para la asignación de vez más frecuent e que el agua regenerada producida en nuest ras
recursos hídricos que sat isfagan las múlt iples necesidades de los est aciones t enga una calidad igual o superior a las de las fuent es
usuarios. super fi ciales y subt erráneas de zonas semiáridas, como las medi-
Los benefi cios de la reut ilización se mani fi est an principal- t erráneas españolas. Sin embargo, el régimen económico y fi nan-
ment e en el increment o de los recursos disponibles, t eniendo ciero que aplicamos a los recursos convencionales, con un escaso
en cuent a además que, frent e a ot ros recursos alt ernat ivos, las nivel de recuperación de cost es por part e de las administ raciones
aguas regeneradas t ienen unas import ant es vent aj as: son un re- y una consideración muy limit ada de sus cost es ambient ales, hace
curso est able al est ar condicionado por el abast ecimient o y en que el agua regenerada aparezca como una opción más cara que
zonas cost eras est e aument a en verano; es más barat o que los las fuent es convencionales.
t rasvases o la desalinización, ya que consume menos energía que La escasa recuperación de cost es de las fuent es convencio-
los ant eriores mét odos de increment o de la ofert a. Con los t rat a- nales de agua y la frecuent e ext ernalización de cost es que las
mient os act uales su calidad es sufi cient e para la mayoría de los afect an hacen que las propuest as de regeneración aparezcan
usos, por lo que carece de sent ido usar agua de mej or calidad con frecuencia como opciones más cost osas que aquellas. Pre-
para el riego u ot ras act ividades a un cost e excesivo. Del mis- cisament e por eso, solo cuando las fuent es convencionales son
mo modo, la ut ilización de aguas regeneradas permit e reducir insufi cient es o carecen de fi abilidad, la opción de regenerar y
la explot ación de acuíferos sobreexplot ados o con problemas de reut ilizar agua aparece como viable. Tant o la experiencia int er-
int rusión, especialment e marina en áreas cost eras. En mult it ud nacional como la nuest ra propia indican que ant e la necesidad de

© Universidad de Jaén / Seminario Permanent e Agua, Territ orio y Medio Ambient e (CSIC)

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Present ación

agua, el agua regenerada aparece como una solución viable desde regeneración de aguas depuradas para su reut ilización, así como
el punt o de vist a de su calidad, su cant idad y su cost e. una aproximación a las t endencias en est os campos. La t ipología
El monográfi co que present amos sobre “ Agua y sost enibili- de t rat amient os y t ecnologías aplicables abarca una amplia gama
dad. Depuración y reut ilización de aguas regeneradas” cont iene de combinaciones de procesos aerobios y anaerobios, de biomasa
ocho t rabaj os, que pret enden abarcar desde diferent es ópt icas fi j a y suspendida, sist emas int ensivos y ext ensivos, cent ralizados
la import ancia de la reut ilización de las aguas depuradas rege- y descent ralizados, et c. Recomienda el aut or que los fut uros de-
sarrollos t ecnológicos deberían priorizar el uso efi cient e y sost e-
neradas. El art ículo del Dr. Prat s, present a la sit uación de la reu-
nible de la energía y de los recursos nat urales, en general, y del
t ilización de aguas residuales a escala mundial; t ras realizar una
agua, en part icular.
revisión de la reut ilización en los dist int os países, explica por qué
la t endencia a reut ilizar agua en el mundo es crecient e, yendo Óscar Alfranca cent ra su at ención en el análisis de los mét o-
unida a la mej ora en los t rat amient os; describe cómo las moder- dos de valoración ambient al aplicados a la regeneración y reut i-
nas t écnicas para el t rat amient o de las aguas residuales pueden lización de aguas residuales en agricult ura. Albert o del Villar en
llegar a permit ir el uso direct o o indirect o de las aguas regenera- su t rabaj o analiza los cost es de producción del agua regenerada
das, llegándose a poder ut ilizar como aguas pot ables. y los servicios asociados para su reut ilización en la producción de
bienes y servicios. Y, por ot ro lado, det ermina el valor económico
El t ext o de los profesores J. Melgarej o y M.ª I. López-Ort iz
de las act ividades product ivas sust ent adas con est os recursos no
cent ra su observación en la experiencia de la depuración y reut i- nat urales.
lización de aguas en España. Mani fi est an que el pot encial de est e
En el t ext o de A. Melián y M.ª Ángeles Fernández se revisan
recurso no convencional se t orna est rat égico en las sit uaciones de
los usos que pueden t ener las aguas regeneradas en agricult ura.
défi cit , como sucede en buena part e de la fachada Est e del Medi-
Aunque t ras un correct o t rat amient o de depuración las opciones
t erráneo español. El ingreso de España en las inst it uciones euro-
de uso de las aguas residuales son muchas, se dest inan mayorit a-
peas ha sido un revulsivo en los t emas ambient ales, por cuant o ha
riament e a una fi nalidad agraria. Las vent aj as de regar con est a
supuest o la exigencia de adapt ar al país a la normat iva europea,
fuent e complement aria de agua es que se reduce la sobreexplo-
mucho más exigent e. El esfuerzo realizado ha sido import ant e,
t ación de los acuíferos y se puede aprovechar la carga nut ricional
pero t odavía est amos lej os de cumplir con t odos los requerimien-
del agua para disminuir la cant idad de fert ilizant e aport ado.
t os de Europa.
Terminamos el monográfi co con la aport ación de A. Ort uño
El régimen j urídico de la reut ilización de aguas regeneradas y P. Fernández-Aracil sobre la reut ilización de las aguas regene-
en España lo aborda el j urist a A. Molina. Part e de las bases legales radas en los campos de golf. El espect acular aument o de campos
generales que compart en t odas las aguas, para descender post e- de golf en el levant e español durant e las últ imas décadas unido a
riorment e al marco legal específi co que t ienen est os recursos no la crecient e preocupación sobre la sost enibilidad de los recursos
convencionales. hídricos ha suscit ado un int enso debat e sobre la relación ent re
En el t rabaj o de A. Trapot e se revisan las principales t ecno- los campos de golf y complej os inmobiliarios asociados y sus ne-
logías act uales de depuración de aguas residuales urbanas y de cesidades hídricas.

AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 8-9, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3291 9
AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 10-21, JULIO-DICIEMBRE 2016, UNIVERSIDAD DE JAÉN, JAÉN, ESPAÑA ISSN 2340-8472 ISSNe 2340-7743 DOI 10.17561/at.v0i8.3292

water and landscape

AGUA y TERRITORIO
La reutilización de aguas depuradas regeneradas a escala mundial:
análisis y prospectivas
Reuse of Puri fi ed Regenerat ed Wat er Worldwide: Analyzes and Proj ect ions
Daniel Prat s-Rico
Universidad de Alicant e. Alicant e, España. Prat s@ua. es

Resumen — El art ículo present a el est ado de la reut ilización de aguas residuales a escala mundial. Inicialment e se describen los parámet ros que defi nen el mayor o
menor défi cit de agua, y se muest ran las dist int as regiones con dé fi cit hídrico. Se revisan las principales causas que provocan el aument o en t odo el mundo
de est a problemát ica. Se incluye una breve reseña sobre sucesos hist óricos relacionados con el uso de aguas residuales, y se describen los usos posibles
de las mismas. Se revisa el est ado de la reut ilización a escala mundial en los dist int os países y regiones, según dos est udios realizados en 2008 y 2013.
Finalment e se apunt an las principales razones para un cont inuo crecimient o de la reut ilización de aguas residuales en el fut uro, que crece paralelament e
a la mej ora en su t rat amient o, ident i fi cando los países donde se espera mayor crecimient o. También se describe como las modernas t ecnologías para el
t rat amient o de aguas residuales, permit en el uso direct o o indirect o de las aguas regeneradas ut ilizándolas como aguas pot ables, describiendo los ej em-
plos más signi fi cat ivos.

Abstract — The art icle present s t he sit uat ion of reused wast ewat er globally. At t he out set we describe t he paramet ers used t o est ablish t he higher or lower wat er
defi cit are, as well as t he dif f erent regions where wat er supplies are under st ress. The main causes of t he worldwide increase of t his problemat ic are
reviewed. It includes a brief survey of hist orical event s relat ed t o t he use of wast ewat er and a descript ion of t he possible applicat ions of t his resource.
Worldwide, t he st at us of reused wat ers f or dif f erent count ries and regions is reviewed based on st udies conduct ed in 2008 and 2013. The essay addresses
t he main reasons f or t he cont inued growt h of reused wast ewat er in t he f ut ure, whose expansion parallels advances in it s t reat ment , and ident i fi es t he
count ries where a f urt her increase of it is expect ed. It also describes how modern t echnologies f or t reat ing wast ewat er allow f or it s direct or indirect
use f or drinking purposes, indicat ing t he most signi fi cant examples of t his t rend.

Palabras clave: agua, reut ilización, aguas depuradas regeneradas, escala mundial
Keywords: wat er reuse, regenerat ed puri fi ed wat er, worldwide

Información Artículo: Recibido: 14 marzo 2016 Revisado: 12 sept iembre 2016 Acept ado: 16 oct ubre 2016

© Universidad de Jaén / Seminario Permanent e Agua, Territ orio y Medio Ambient e (CSIC)

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La reut ilización de aguas depuradas regeneradas a escala mundial: análisis y prospect ivas

LA NECESIDAD DE REUTILIZAR LAS AGUAS RESIDUALES agua en múlt iples áreas geográfi cas. En el mapa 1 se puede ob-
servar cómo se dist ribuye la precipit ación media en las dist int as
Los problemas t ecnológicos más import ant es que afect an glo- regiones del mundo.
balment e a la humanidad son el abast ecimient o de energía y de
Se ut ilizan diversos crit erios para medir el défi cit hídrico de
agua en las cant idades sufi cient es para su bienest ar y desarrollo.
los t errit orios. Uno de ellos est á relacionado con la cant idad de
En el caso de la energía los recursos disponibles proceden agua disponible por habit ant e y año, que considera dist int os gra-
mayorit ariament e de fuent es no renovables (y por t ant o limit a- dos de escasez según se indica en la t abla 1.
das en el t iempo) y, además, su empleo provoca graves proble- En el mapa 2 se puede apreciar la sit uación de los dist int os
mas ambient ales (lluvia ácida, det erioro de la capa de ozono, países t eniendo en cuent a est e crit erio.
cambio climát ico, cont aminación radioact iva). Act ualment e son
Un índice muy int eresant e para evaluar la sit uación de la dis-
clarament e insufi cient es para abast ecer a t odos los países, sobre
ponibilidad de agua es la relación ent re las necesidades t ot ales
t odo, si se t iene en cuent a la demanda crecient e de las economías
de agua, para t odos los usos, en una det erminada cuenca, y los
emergent es.
recursos nat urales disponibles en dicha cuenca, medidos en las
En el caso del agua los recursos mayorit ariament e ut ilizados mismas unidades. Est e crit erio se denomina índice de est rés hídri-
hoy en día son renovables, a diferencia de los recursos energét i- co relat ivo (RWSI, Relat ive Wat er St ress Index), y se est ablece que:
cos, y provienen del ciclo nat ural del agua. Los problemas surgen
de su desigual dist ribución geográfi ca y t emporal, lo que provoca — Si RWSI > 0,4 se dan condiciones de est rés hídrico.
desequilibrios ent re los recursos disponibles y las necesidades de — Si RWSI < 0,4 se dan condiciones de poco est rés o sin est rés.

Mapa 1. Ciclo global del agua. Precipit aciones medias

Fuent e: Schert enleib & Egli-Brož, 2011.

Tabla 1. Grados de escasez hídrica en función de la disponibilidad de agua


Disponibilidad de agua Cali fi cación de la sit uación
Consecuencias de la sit uación
m 3/ hab. día hídrica del t errit orio
1.700-2.500 Vulnerabilidad Puede haber zonas en los t errit orios considerados con algún t ipo de rest ricción
1.000-1.700 Est rés En det erminadas épocas puede haber recursos limit ados para algunos usos del agua
Confl ict os ent re usos. Se debe acudir a recursos complement arios a los derivados del
500-1.000 Escasez
ciclo del agua, como desalación y reut ilización
<500 Escasez absolut a Problemas sanit arios y un claro défi cit para t odas las aplicaciones

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Daniel Prat s-Rico

Mapa 2. Recursos hídricos per cápit a en los dist int os países

Fuent e: World Wat er Development Report , 2015.

Mapa 3. Índice de est rés hídrico relat ivo, RWSI, a escala mundial

Fuent e: Fluet et al., 2009.

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La reut ilización de aguas depuradas regeneradas a escala mundial: análisis y prospect ivas

Mapa 4. RWSI en la UE

Fuent e: Werner & Collins, 2012.

Est o signi fi ca que si las necesidades de agua para t odos los — El crecimient o de la población y su mayor longevidad.
usos en una det erminada zona, o sist ema de explot ación, superan — El crecient e desarrollo de países muy poblados. Mayores deman-
el 40% de los recursos nat urales disponibles, se considera que se das de seguridad aliment aria y bienest ar económico.
dan condiciones de est rés. En el mapa 3 se muest ra la dist ribu- — Los grandes cambios demográfi cos con desplazamient o de la po-
ción media a escala mundial del RWSI. blación del ent orno rural al urbano.
Como se puede observar, muchas zonas en el mundo se en- — La cont aminación de las aguas.
cuent ran en la sit uación de elevados valores de RWSI. — Los periodos de sequía.
A escala europea se puede observar con mayor det alle en el — La progresiva deforest ación y desert ización en muchas regiones.
mapa 4 donde se aprecia que gran part e del t errit orio español
— Las consecuencias imprevisibles del cambio climát ico.
est á en sit uación de fuert e est rés hídrico.
Cuando la demanda de agua excede a las disponibilidades, Todos est os fact ores son import ant es e infl uyen en la progre-
se puede esperar la compet encia crecient e por el agua ent re los siva escasez de recursos hídricos de calidad a escala mundial. El
usuarios. Con el aument o de la escasez de agua y la presión so- efect o del crecimient o de la población es fácilment e cuant i fi ca-
bre los recursos hay una mayor probabilidad de confl ict os y pro- ble, como se puede apreciar en el gráfi co 1, donde se represent a
blemas para su administ ración, de que se cont amine, de que se la evolución de la disponibilidad de agua renovable por habit ant e
originen problemas de salud, así como del cierre de act ividades y año, con una proyección hast a 2050. La línea azul represent a
económicas como áreas de regadío, et c. la disponibilidad t ot al y la línea verde la disponibilidad real, una
Los desequilibrios que exist en act ualment e t ienden a acen- vez rest ados los caudales de los grandes ríos que van al mar, las
t uarse a escala mundial. Se pueden indicar hast a siet e causas escorrent ías de ramblas que desembocan en el mar, los recursos
import ant es de caráct er general: en zonas no habit adas, et c.

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Daniel Prat s-Rico

Gráfi co 1. Evolución del número de habit ant es en el mundo y de la disponibilidad media de agua

20000

18000 Población (millones)


Agua renovable disponible (m3/ hab.año)
16000 Agua total renovable (m3/ hab.año)

14000

12000

10000

8000

6000

4000

2000

0
Año 1950 1960 1970 1980 1990 2000 2010 2020 2030 2040 2050
Fuent e: elaboración propia.

En 2016, con una población mundial de 7.400 millones de Cabe cit ar, al menos, las siguient es vent aj as de la reut iliza-
habit ant es, el caudal de agua renovable disponible es inferior ción direct a plani fi cada:
a 2.000 m 3/ hab. año. Si se t iene en cuent a que la propia ONU
est ima en 1.500 m 3/ hab.año el caudal razonable para cubrir t o- — El aument o de la disponibilidad de agua en zonas sin reut iliza-
das las necesidades, se deduce la grave sit uación act ual y fut ura ción.
para muchos países y regiones, dados los desequilibrios geográ- — El uso int egrado y sost enible de los recursos hídricos.
fi cos y t emporales de la dist ribución de agua y las desigualdades — Mant ener el agua pot able para beber y el agua regenerada para
en las disponibilidades t écnicas y económicas para su aprove- uso no pot able.
chamient o. — Reducir la ext racción de agua super fi cial y subt erránea.
Para minimizar o resolver la problemát ica del agua en las — Cont ribuir a la reducción del consumo de energía en compara-
regiones con dé fi cit hídrico caben dos t ipos de act uaciones, ges- ción con el uso de los recursos de aguas subt erráneas profundas,
aguas t rasvasadas o aguas desaladas.
t ionar mej or y obt ener nuevos recursos. La reut ilización plani-
— Reducir las cargas de cont aminant es a las aguas recept oras.
fi cada del agua es una f orma evident e de obt ener nuevos re-
cursos. — Aument ar la producción agrícola.
— Reducir el uso de fert ilizant es.
El not able desarrollo alcanzado por la reut ilización plani fi ca-
da del agua, especialment e en países con recursos hídricos insu fi - — Al ser un recurso est able, permit e mayor fi abilidad en su dispo-
nibilidad.
cient es, se ha debido t ant o a la necesidad de ampliar los recursos
de agua para at ender una demanda en permanent e expansión, — Una mayor prot ección del medio ambient e mediant e la rest au-
ración de arroyos, humedales y lagunas.
como a la exigencia de mej orar las formas de gest ión de los vert i-
dos de aguas depuradas. Las aguas regeneradas deben considerar- — Aument ar el empleo y la economía local (por ej emplo, t urismo,
agricult ura).
se como un recurso no convencional, cuya gest ión debe incluirse
en una plani fi cación int egral de los recursos hídricos, que t enga Ahora bien, hay que considerar de igual modo una serie de
en cuent a los aspect os económicos, sociales y medioambient ales. inconvenient es que pueden limit ar, o en algunos casos imposibi-
La mej ora de la calidad de los efl uent es es el element o clave en lit ar, la alt ernat iva de la reut ilización. Ent re los inconvenient es
el aprovechamient o y la gest ión del agua. Así, el agua regenerada se pueden indicar:
puede sust it uir usos en los que se est é ut ilizando agua de gran
calidad, como det erminados usos urbanos o indust riales, y liberar — La necesaria calidad asociada al uso, lo que implica un t rat a-
est os caudales para ot ros usos más exigent es. mient o apropiado.

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La reut ilización de aguas depuradas regeneradas a escala mundial: análisis y prospect ivas

Figura 1. Calidad del agua en función de su t rat amient o

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Wast ewat er * Level of t reat ment depends
on t he reuse applicat ion

Fuent e: Raj endra y Bahat t arai, 2015.

— La necesidad de disponer de las apropiadas infraest ruct uras de co al Valle de México, donde se ut ilizan para el riego de 90.000
almacenamient o y dist ribución. ha de t ierras agrícolas, incluidas verduras.
— La acept ación social, que suele est ar direct ament e relacionada — 1906. En Jersey Cit y, NJ, USA, se empiezan a clorar las aguas
con la garant ía de calidad físico-química y microbiológica. suminist radas.
— Los cost es asociados a la reut ilización, que pueden ser elevados. — 1906. En el Bolet ín Mensual del Consej o de Salud del Est ado de
California, USA, se hace la referencia más t emprana a la calidad
del agua desde el punt o de vist a de la salud pública, en febrero
RESEÑA HISTÓRICA DE LA REUTILIZACIÓN A ESCALA MUNDIAL
de 1906, relat iva al t anque sépt ico de la ciudad de Oxnard:
El uso de aguas residuales para regadío se remont a a la ant i- “ ¿Por qué no ut ilizarla para el riego y mant ener las valiosas pro-
piedades fert ilizant es en solución, y al mismo t iempo puri fi car
güedad. En la civilización minoica, que surgió en la isla de Cret a
complet ament e el agua? La combinación de la fosa sépt ica y el
en la Edad del Cobre, año 3.000 a. C., ya se usaba agua residual riego parece el sist ema más racional, barat o y efi caz para est e
para la agricult ura. Algunos hechos signi fi cat ivos relacionados est ado” .
con la evolución de la demanda de aguas residuales y su reut ili- — 1913-1914. El proceso de lodos act ivados fue demost rado por
zación1 son: Ardern y Locket t en Inglat erra, y se desarrolló en la Est ación
Experiment al Lawrence en Massachuset t s.
— Año 97. La ciudad de Roma nombra un Comisionado para el su-
— 1922. Se const ruye una plant a de t rat amient o de aguas residua-
minist ro de agua, Sexus Julius Front inus.
les indust riales en Mikawaj ima, Tokio, Japón.
— Año 1500. En Alemania se emplean depuradoras para el t rat a-
— 1926. En el Parque Nacional del Gran Cañón, USA, el agua re-
mient o de aguas residuales.
sidual t rat ada se ut iliza por primera vez en un sist ema dual de
— Año 1700. En Reino Unido se emplean depuradoras para el t ra- agua, para la cist erna del inodoro, la aspersión del césped, el
t amient o de aguas residuales. agua de refrigeración y el agua de aliment ación de calderas.
— 1800-1880. Se est ablece el uso de alcant arillado en París (1880), — 1929. La ciudad de Pomona, en California, inicia un proyect o
Londres (1815) y Bost on (1833). para regar j ardines y céspedes con agua regenerada.
— 1850-1875. Se vincula una larga epidemia de cólera en Londres — 1968. En Namibia comienza la reut ilización direct a del agua re-
con la cont aminación de los pozos de suminist ro de agua. sidual como agua pot able. Con algunas modi fi caciones en el sis-
— 1850-1875. En Inglat erra Budd desarrolla una t eoría para la pre- t ema de t rat amient o, est a act ividad cont inúa en la act ualidad.
vención de la fi ebre t ifoidea.
— 1850-1875. En Alemania Koch demuest ra la conexión del ánt rax Se puede afi rmar que a part ir de 1960 y hast a la act ualidad
con la et iología bact eriana. se han desarrollado múlt iples avances t ecnológicos en el
— 1875-1900. En Francia Past eur demuest ra la cont aminación bac- t rat amient o de las aguas nat urales y de las aguas residuales
t eriana del agua. En Alemania Down propugna el uso de hipoclo- que propician alcanzar aguas regeneradas de calidad apropiada
rit o sódico como desinfect ant e. para los dist int os usos posibles. De hecho la calidad de las aguas
regeneradas puede ser superior al de las aguas nat urales, t al
— 1890. En Ciudad de México se const ruyen canales de drenaj e
como se esquemat iza en la fi gura 1.
para t omar aguas residuales dest inadas al riego de una impor-
t ant e zona agrícola al nort e de la ciudad. Aguas residuales no
t rat adas o t rat adas mínimament e llegan desde Ciudad de Méxi- POSIBLES USOS DEL AGUA RESIDUAL

Los usos posibles del agua residual a escala mundial pueden


ser muy variados:
1 Levine et al., 2010.

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— Municipales. Riego de parques públicos, inst alaciones deport i- — Los usos en las ciudades e indust rias próximas a las depuradoras
vas, j ardines privados, bordes de carret eras; limpieza de las disminuyen el cost e de infraest ruct uras de t ransport e y los gas-
calles; sist emas de prot ección cont ra incendios; lavado de ve- t os de bombeo.
hículos; cist erna del inodoro, uso en acondicionadores de aire, — Los usos urbanos e indust riales pueden ser menos est acionales
baldeo de calles. que los agrícolas, lo que disminuye el cost e de almacenamient o.
— Agrícolas. Riego de cult ivos de aliment os no procesados co- — Con la escasez de agua se acent úa la compet encia ent re usos,
mercialment e o procesados comercialment e, past os para los prevaleciendo aquellos que t ienen mayor valor añadido y que
animales de ordeño, forraj e, fi bra, cult ivos de semillas, fl ores permit en a los usuarios cubrir el cost e del t rat amient o y gest ión
ornament ales, huert os, cult ivo hidropónico, acuicult ura, inver- del agua depurada, o est ar menos subvencionados.
naderos, vit icult ura.
— Indust riales. Agua de refrigeración, t orres de refrigeración, Las razones coment adas llevan a la necesidad de obt ener
agua de lavado, lavado de áridos, fabricación de hormigón, efl uent es de alt a calidad para posibilit ar usos urbanos e indus-
compact ación del suelo, cont rol del polvo. t riales, así como la recarga de acuíferos para su recuperación y
— Recreat ivos. Riego de campos de golf, embalses recreat ivos con o para posibilit ar el uso indirect o del agua regenerada como pot a-
sin acceso público (por ej emplo, para pesca, navegación, baño), ble. Por ello es previsible un fuert e crecimient o en t rat amient os
embalses ornament ales sin acceso público, nieve art i fi cial. t erciarios convencionales y avanzados para las aguas residuales.
— Ambient ales. Recarga de acuíferos, humedales, pant anos; cau-
dales ecológicos, hábit at de vida silvest re, silvicult ura.
— Uso como pot able. Recarga de acuíferos para agua pot able, au- SITUACIÓN DE LA REUTILIZACIÓN A ESCALA MUNDIAL
ment o de los suminist ros de agua pot able de super fi cie, t rat a-
mient o hast a la calidad de agua pot able. Jiménez y Asano realizaron en 2008 un est udio est adíst ico
encont rando que unos cincuent a Mm 3/ día de agua residual se
Se reut iliza agua residual con dist int os grados de depuración. reut ilizaban en t odo el mundo. La mayor part e de est e volumen
También se usa sin t rat ar, sobre t odo en países poco desarrollados se emplea sin t rat ar, principalment e en China (14,1 Mm 3/ día) y
de América Lat ina, Asia y África subsahariana. México (13,6 Mm 3/ día). Los principales países que según el est u-
dio cit ado reut ilizan agua t rat ada son USA (7,7 Mm 3/ día), Arabia
Gráfi co 2. Usos del agua reut ilizada a escala mundial Saudí (1,9 Mm 3/ día), Egipt o (1,8 Mm 3/ día), Israel (1,0 Mm 3/ día)
Mej ora del Siria (1,0 Mm 3/ día) y España (0,8 Mm 3/ día).
medio En una revisión más recient e sobre los dat os disponibles a es-
ambiente 8% Otros 2% Riego de
áreas verdes cala regional, nacional y global realizada por Sat o et al. en 2013,
20% se deduce que de 181 países est udiados en 55 de ellos hay in-
Industrial formación disponible sobre generación, t rat amient o y ut ilización
19% de aguas residuales, en 69 hay información sobre generación y
t rat amient o y en 57 no hay información. No obst ant e, a pesar de
Recarga de que la información no es complet a y además no est á en algunos
acuíferos 2%
casos act ualizada, se pueden ext raer conclusiones int eresant es
Recreativo sobre la sit uación de la reut ilización a escala mundial. El resumen
6% de la sit uación en dist int as regiones del mundo es el siguient e:
Uso urbano Nort eamérica (excluyendo México). Cada año se generan 85
no potable km 3 de aguas residuales, de los que se t rat an 61 km 3 (75%) y se
8% reut ilizan 2,3 km 3 (3,8%). Un porcent aj e elevado de agua reut i-
Riego lizada (46% en California, 44% en Florida) se emplea en regadío,
Uso potable
agrícola 33%
indirecto 2% est imándose en 15.000 ha las zonas regadas en USA.
Fuent e: adapt ado de Int elligence, 2009. América Lat ina. Solo hay información complet a para 9 de
los 32 países de América Lat ina. De los países con información
En países desarrollados y para aguas con t rat amient o secun- se puede calcular una generación de aguas residuales de 29 km 3,
dario o superior, se est ima que los usos a escala mundial se dist ri- de los que se t rat an 5 km 3 (18%) y se reut ilizan 0,6 km 3 (2%). En
buyen como se indica en el gráfi co 2. México ent re de 70.000 y 190.000 ha se riegan con aguas resi-
Como se puede observar, los usos principales van orient ados duales t rat adas y no t rat adas, respect ivament e. En Perú 1.350 y
al regadío y la indust ria, siendo muy pequeño el porcent aj e de 9.346 ha se riegan con aguas residuales t rat adas y no t rat adas.
uso urbano. Est e hecho parece relacionado con los usos de las En Argent ina y Chile las áreas regadas con aguas residuales t rat a-
aguas dulces, ya que la demanda y consumo de agua para uso das son similares o más grandes que las áreas regadas con aguas
agrícola es, con gran diferencia, el sect or que más agua deman- residuales sin t rat ar. Se puede deducir que la escasez de agua no
da. Ahora bien, exist en razones import ant es para prever un au- es el principal impulsor del uso de aguas residuales en la mayor
ment o en los usos urbanos y en los usos indust riales de calidad: part e de América Lat ina. Los agricult ores usan aguas residuales
porque proporcionan una fuent e de baj o cost o de nut rient es para
los cult ivos.

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La reut ilización de aguas depuradas regeneradas a escala mundial: análisis y prospect ivas

Federación de Rusia y Est ados Independient es de la Unión ción (2%) y el mant enimient o de los caudales en ríos (29%). En
Soviét ica. Hay información complet a de 8 países y parcial de 7. Japón el uso de aguas residuales en la agricult ura y la indust ria
Cada año se generan 28 km 3 de aguas residuales, de los que se represent a solament e el 7% y 1% de las aguas residuales t rat adas,
t rat an 20 km 3 (71%) y se reut iliza 1,0 km 3 (3,6%). respect ivament e. Además, más del 3% del agua residual t rat a-
Orient e Medio y Nort e de África. Con la excepción de Argelia da se ut iliza para descargas en baños. Est a est rat egia de uso de
e Irak, est á disponible información complet a sobre la generación aguas residuales en Japón es algo único, ya que se cent ra en los
de aguas residuales, t rat amient o y uso en t odos los países de la usos de agua urbanos, en lugar de proporcionar agua principal-
región. Cada año se generan 22,3 km 3 de aguas residuales, de los ment e para usos agrícolas.
que se t rat an 11,4 km 3 (51%) y se reut ilizan 3,7 km 3 (17%). Como Europa. En la revisión de Sat o2 se dispone de información
se puede apreciar hay un elevado porcent aj e de uso de aguas re- complet a sobre la generación de aguas residuales, t rat amient o y
siduales t rat adas, lo que es esencial en est a región por su escasez uso para diez países de Europa, e información parcial del rest o,
de agua. Algunos países de la región t ienen previst o aument ar el 31 países. Los dat os disponibles conducen a una generación de
uso de aguas residuales t rat adas. Por ej emplo, Arabia Saudit a t ie- aguas residuales de 52 km 3, de los que se t rat an 35 km 3 (67%) y se
ne la int ención de aument ar el uso de las aguas residuales hast a reut ilizan 1,4 km 3 (2,7%). El uso de aguas residuales est á condi-
el 65% en 2016, mient ras que Israel ut iliza ya el 70% de las aguas cionado por la geografía. En el sur de Europa las aguas residuales
residuales en el sect or domést ico. Uso de aguas residuales repre- regeneradas se ut ilizan principalment e para el riego agrícola (44%
sent a alrededor del 10% del suminist ro nacional de agua israelí y de los proyect os de aguas residuales) y aplicaciones urbanas o
casi el 20% del suminist ro de agua para el riego. ambient ales (37% de los proyect os). En el nort e de Europa, las
África Sub-sahariana. De los 48 países de est a región úni- aguas residuales se ut ilizan principalment e para las aplicaciones
cament e hay información complet a de t res de ellos, y de ot ros ambient ales (51% de los proyect os) y la indust ria, que represent a
13 sólo información parcial, por lo que para est a región la infor- el 33% de los proyect os. Respect o a España, el 71% del volumen
mación es muy limit ada. De los pocos países con información se de aguas residuales se ut iliza para el riego, 17% para aplicaciones
puede calcular una generación de aguas residuales de 3,7 km 3, ambient ales, 7% para la recreación, 4% para la reut ilización urba-
mayorit ariament e de Sudáfrica (3,2), de los que se t rat an 3,3 na y el 0,3% para fi nes indust riales.
km 3 (89%), mayorit ariament e de Sudáfrica (3,2) y se reut ilizan
0,06 km 3 (2%). En la mayoría de los casos, las aguas residuales
que se ut ilizan para la agricult ura est án cont aminadas y suelen EL FUTURO DE LA REUTILIZACIÓN DE AGUAS RESIDUALES

ser sin t rat ar. En la act ualidad la reut ilización a escala mundial de aguas
Oceanía. La información complet a sobre los t res aspect os de residuales municipales est á en clara expansión.
aguas residuales est á disponible sólo para Aust ralia. El volumen En la publicación de Global Wat er Int elligence 3 se realiza
de agua residual t rat ada est á disponible para Nueva Zelanda. No un análisis exhaust ivo sobre las previsiones de crecimient o. Se
hay información con respect o a Fij i y las Islas Salomón. Hay una
apunt an cuat ro razones principales para est e crecimient o de la
generación de aguas residuales de 2,1 km 3, en Aust ralia, y se t ra-
reut ilización:
t an 2,3 km 3, en Aust ralia y Nueva Zelanda, reut ilizándose 0,35
km 3 en Aust ralia. Alrededor del 45% de los 450 proyect os de uso 1. La escasez de agua derivada del crecient e aument o económico
de aguas residuales en Oceanía son para la agricult ura. En Aus- y demográfi co. Cient os de millones de personas en muchas par-
t ralia, los 0,35 km 3 de aguas residuales t rat adas que se ut ilizan t es del mundo dependen act ualment e de recursos subt erráneos
anualment e represent an el 19% de las aguas residuales t rat adas sobreexplot ados. El cambio climát ico plant ea la posibilidad de
en el país y alrededor del 4% del suminist ro t ot al de agua. La que las sequías prolongadas se conviert an en fenómenos recu-
agricult ura es el sect or mayorit ario del uso de aguas residuales en rrent es. También llama la at ención el consumo de energía en el
Aust ralia, donde unas veint e mil ha se riegan con aguas residuales sect or del agua (en California, por ej emplo, el 20 %del consumo
de energía t ot al del est ado es en el t ransport e y t rat amient o de
t rat adas. En Nueva Zelanda, las aguas residuales se ut ilizan para
agua) y los requisit os adicionales de agua de los biocarburant es
el riego de campos de golf y para aplicaciones indust riales, pero
(un lit ro de bioet anol podría requerir hast a 2.100 lit ros de agua
los volúmenes implicados son pequeños. para hacer crecer la mat eria prima y para el proceso de t rans-
Asia. La información complet a est á disponible solo en cinco formación).
países, mient ras que en ot ros 14 hay dat os parciales. De la in- 2. Las preocupaciones medioambient ales est án pasando a primer
formación disponible se puede calcular una generación de aguas plano en la crisis del agua. Hist óricament e, la primera solución
residuales de 132 km 3, de los que se t rat an 42 km 3 (32%) y se reu- a la escasez de agua ha sido la de const ruir grandes presas y la
t ilizan 14 km 3 (11%). Se est ima que 1,3 millones de hect áreas se t ransferencia de agua. Est os enfoques est án ahora ampliament e
riegan con aguas residuales en China. El uso de aguas residuales considerados como perj udiciales para el medio ambient e. Por
no t rat adas es habit ual en países como Viet nam, Pakist án o la ot ra part e, la desalinización de agua de mar requiere energía, y
la t oma de agua y evacuación de salmueras pueden t ener un im-
India. Japón ha adopt ado una est rat egia int egral para el uso de
pact o sobre el medio ambient e marino si no son adecuadament e
aguas residuales t rat adas. En 2009, se ut ilizaron 0,2 km 3 de aguas
residuales t rat adas en est e país. Más de la mit ad se ut ilizó con 2 Sat o et al., 2013.
fi nes ambient ales, t ales como el riego de j ardines (27%), recrea- 3 Int elligence, 2009.

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Daniel Prat s-Rico

Gráfi co 3. Evolución previst a de la capacidad inst alada de los dist int os grados de t rat amient o de las aguas residuales
90

80
Secundario
70 Terciario y avanzado
Emergent e (MF/ UF+OI+UV)
60

50
hm 3/ día

40

30

20

10

0
Año 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017
Fuent e: Int elligence, 2009.

mit igadas. La reut ilización del agua ut iliza menos energía que la En el gráfi co 3 se muest ra el crecimient o previsible de la
desalinización, y su aplicación en general es benefi ciosa para el capacidad inst alada para los dist int os grados de t rat amient o a los
medio ambient e. Est a es una razón clave por la que act ualmen- que se puede somet er el agua residual ant es de su reut ilización.
t e se da prioridad a est a solución para paliar la escasez de agua
Como se puede apreciar, el t ipo de t rat amient o que más crece es
por los polít icos de t odo el mundo.
el t erciario y avanzado.
3. El valor económico que represent a la reut ilización del agua.
Sin reut ilización, el t rat amient o de aguas residuales t iene un Es int eresant e hacer mención del t rat amient o que deno-
valor ambient al, pero sin ningún valor fi nanciero. La reut iliza- minamos avanzado o emergent e, dada su recient e aplicación,
ción del agua, añade un nuevo valor a la propuest a. La inver- y que est á basado en t rat amient o del e fl uent e secundario con
sión en inf raest ruct ura de aguas residuales se mot iva no solo membranas y desinfección adicional. Est e t rat amient o combina
por la necesidad de los servicios públicos para cumplir con en serie el proceso de ult rafi lt ración (UF) o microfi lt ración (MF),
las regulaciones del medio ambient e, sino porque la reut iliza-
seguido de ósmosis inversa (OI) y de desinfección mediant e radia-
ción del agua crea la posibilidad de vender el product o fi nal.
ción ult raviolet a (UV) u ot ro proceso de oxidación avanzada. Est e
Incluso cuando el agua reciclada no se vende a un precio de
mercado, el gast o necesario para mej orar el t rat amient o de t riple t rat amient o (UF/ MF+OI+UV) obt iene un agua que cumple
aguas residuales para la reut ilización del agua, puede ahorrar las normas más exigent es que se puedan est ablecer para el agua
mucho dinero que habría que gast ar en ot ros proyect os de su- pot able y, en consecuencia, permit e su uso urbano o la inyección
minist ro de agua. La act ual crisis fi nanciera ha ref orzado los en acuíferos (o mezcla en embalses) para la reut ilización pot able
argument os económicos para la reut ilización del agua. El sec- indirect a.
t or del agua es un component e import ant e y clave del paisaj e
eco-indust rial a escala mundial. El mercado mundial del agua Est e t rat amient o emergent e se est á empleando ya en varios
est á creciendo rápidament e y se est ima que puede llegar a un países, por ej emplo:
billón de euros en 2020. Por ot ra part e, el pot encial de inno-
vación en el campo de la gest ión del agua podría cont ribuir de — Desde 2008 en el Condado de Orange (Orange Count y Wat er
manera signi fi cat iva a la creación de empleo y la compet it ivi- Dist rict ), en el Sur de California, hay en marcha un sist ema de
dad. Por ej emplo, en Europa un aument o del 1% de la t asa de reposición de aguas subt erráneas a part ir de aguas residuales
crecimient o de la indust ria del agua podría crear hast a 20. 000 que se somet en al sist ema avanzado de puri fi cación de agua.
puest os de t rabaj o4. Son inyect adas en el acuífero de donde se ext rae el agua po-
4. La disminución de la oposición pública a la reut ilización en t able, como barrera de int rusión marina para su reut ilización
general y a la reut ilización indirect a como agua pot able. La pot able. El proceso de puri fi cación produce agua de alt a calidad
crecient e con fi anza y buen result ado de las t ecnologías emer- que supera los est ándares del est ado de California y los est ánda-
gent es como la ult rafi lt ración, la ósmosis inversa, los biorreac- res federales de agua pot able en USA. Se emplea para producir
t ores de membrana y la desinf ección ult raviolet a han minimi- 260.000 m 3/ día de agua. Est á en funcionamient o desde enero de
zado los posibles problemas de salud pública relacionados con 2008, y desde ent onces en expansión hast a 2015. El sist ema de
la reut ilización t rat amient o puede producir 378.000 m 3/ día, y se proyect a una
capacidad últ ima de 492.000 m 3/ día. Se est ima que est e proce-
4 Sanz & Gawlik, 2014. so cont ribuye con alrededor del 25% del suminist ro de agua dul-

18 AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 10-21, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3292
La reut ilización de aguas depuradas regeneradas a escala mundial: análisis y prospect ivas

Gráfi co 4. Evolución previst a para la capacidad inst alada de t rat amient os t erciarios y avanzados por regiones
25

20
Capacidad instalada, hm3/ día

15

10

0
Año 2010 2012 2014 2016

Europa occident al Europa del est e y Asia cent ral Orient e Medio y Nort e de África
Asia Orient al y Pacífico Sur de Asia Nort e América
Lat ino América África Sub-Sahariana

Fuent e: elaboración de dat os de Int elligence, 2009.

ce en la cuenca y disminuye la dependencia de agua import ada una fuent e de orgullo para una ciudad que sigue a la cabeza del
cost osa desde el nort e de California y el río Colorado. mundo en la recuperación direct a. En los más de cuarent a y cinco
— En Singapur, la agencia nacional del agua int roduj o en 2003 el años de operación, el agua siempre ha cumplido con las normas
proyect o NEWat er (Singapore Wat er Reclamat ion), un proceso de calidad, permit iendo prot eger la salud de los consumidores.
de barreras múlt iples est rict as que supera los est ándares de
En est e caso el t rat amient o no incluye membranas, aunque est á
agua pot able. Cuent a act ualment e con cinco plant as con t rat a-
previst a una nueva plant a incorporando la t ecnología de biorreac-
mient o avanzado con una capacidad t ot al combinada de 462.000
m 3/ día de agua regenerada. Part e de est e agua se mezcla en
t ores de membranas.
los embalses con el agua que se emplea como agua pot able. En España t enemos ej emplos de t rat amient o avanzado en
NEWat er puede sat isfacer act ualment e el 30% de la demanda las depuradoras de Benidorm y de Rincón de León, en Alicant e,
t ot al de agua de Singapur, y se prevé que pueda sat isfacer hast a cuyo efl uent e secundario se somet e a UF + OI + UV y el agua
el 55% de su demanda en 2060. regenerada se aplica fundament alment e a regadío. En el caso de
— En Pert h, Aust ralia, un primer proyect o de reposición de aguas Benidorm permit e permut ar agua residual por agua dulce de acuí-
subt erráneas a gran escala comenzará a funcionar a fi nales de
fero (veremos con det alle est e caso en el apart ado de ej emplos
2016 para asegurar el suminist ro de agua pot able de la ciudad
del present e est udio).
cont ra la disminución de la precipit ación provocada por el
cambio climát ico. El t rat amient o incorpora la t riple barrera de Teniendo en cuent a cada uno de los posibles t rat amient os
membranas y desinfección. El agua t rat ada recarga un acuífero de regeneración, la capacidad inst alada de t rat amient os para la
profundo que se usará algunos años más t arde. La capacidad reut ilización de aguas residuales crecerá a escala mundial hast a
inicial es de cat orce mil millones de lit ros/ año, por lo que se alcanzar en 2016 los 130 hm 3/ día.
convert irá en la próxima fuent e de agua independient e del cli-
ma (ciclo del agua) para la crecient e población de Pert h, que
En el gráfi co 4 se muest ra la dist ribución de nuevos t rat a-
t ambién cuent a con dos plant as desaladoras de agua marina a mient os t erciarios, excluidos los emergent es, por regiones.
gran escala. Est e proyect o podrá suminist rar hast a el 20% de las Como se puede observar, Nort e América y Asia Orient al son
necesidades de agua pot able a más de dos millones de personas. las regiones con mayor previsión de crecimient o para est e t ipo
de t rat amient os.
Mención apart e merece el caso de Namibia, donde, en la
ciudad de Windhoek se cuent a con la primera, y de más larga Los cinco países en los que se prevé un mayor crecimient o
duración, inst alación de reut ilización de agua pot able direct a. en la const rucción de t rat amient os t erciarios o avanzados para
Lleva en funcionamient o desde 1968 y act ualment e proporcio- las aguas residuales urbanas son, por est e orden, China, Est ados
na cerca del 35% del suminist ro t ot al de agua pot able para la Unidos, España, México y Aust ralia. En la t abla 2 se indican los
ciudad. Windhoek t iene una población en rápido crecimient o de dat os para est os países.
325.000 personas en uno de los países más áridos de África del Podemos apreciar que España ocupa un lugar muy relevant e
Sur. La plant a de recuperación de Goreangab se ha convert ido en en est as previsiones de crecimient o y es, sin duda, el país de

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Daniel Prat s-Rico

Tabla 2. Países en los que se prevé un mayor crecimient o de la capacidad inst alada de nuevos t rat amient os t erciarios o avanzados
Millones Porcent aj e Increment o previst o ent re 2008 y 2016
Caudal de aguas residuales
País de habit ant es de reut ilización de la capacidad inst alada de t rat amient os
t rat adas (hm 3/ día)
(2008) (2008) t erciarios o avanzados (hm 3/ día)
China 1.338,0 69,7 14 10,4
Est ados Unidos 307,0 1.192,2 14 5,3
España 40,5 11,6 11 3,5
México 111,0 21,0 4 3,4
Aust ralia 21,3 5,4 15 2,4
Fuent e: elaborada con dat os de Int elligence, 2009.

Gráfi co 5. Pot encial de reut ilización en la UE


1261
1200

St at us year 2000
1000
Scenario II - wat er availabilit y (It aa*) invariant

700

600
Reused wast ewat er [Mm 3/ a]

497
496

500

400
287

300

200
144
112

100
67
57
39
35
30
31
25

16
13

12
8
5
7
8
7
5
5
3
4
4
2
2
Lat via 1
Luxembourg 0
0
Cyprus

Net herlands
UK

Est onia

Slovenia
Bulgaria

Romania

Aust ria
Malt a

Lit huania
It aly

Turkey

Hungary
Germany
France

Greece

Sweden

Norway
Spain

Czech Republic

Slovak Republic
Poland

Denmark

Swit zerland

Finland

Ireland
Belgium
Port ugal

*It aa: long t erm annual average

Fuent e: Raso, 2013.

la UE con mayor capacidad de reut ilización de aguas residuales. BIBLIOGRAFÍA


Raso5 realizó una proyección para los países de la UE hast a 2025
Fluet , M. J., Vescovi, L., y Bokoye, A. I. 2009: The Unit ed Nat ions World
most rando que España es el país que present a un mayor pot encial
Wat er Development Report 3: Wat er and Climat e Change (Cit izen
de crecimient o para la reut ilización, que puede alcanzar 1.200
Mobilizat ion, a Source of Solut ions) . Paris, UNESCO.
Mm 3/ año. El rest o de países con mayor pot encial son It alia y Bul-
Int elligence Global Wat er. 2009: Municipal Wat er Reuse Market s 2010.
garia con 500 Mm 3/ año, Turquía 287 Mm 3/ año, Alemania con 144
Media Analyt ics Lt d.
Mm 3/ año y Francia con 112 Mm 3/ año. El rest o de países t ienen
Jiménez, B. y Asano, T. 2008: Wat er Reuse: An Int ernat ional Survey
una previsión de reut ilización inferior a 100 Mm 3/ año. En el gráfi -
of Current Pract ice. Issues and Needs. London, IWA Pub. DOI
co 5 se muest ra la capacidad de reut ilización act ual y la proyec- 10.2166/ 9781780401881.
ción para 2015.
Levine, Audrey D., Leverenz, Harold L. y Asano, T. 2010: “ Wat er Recla-
mat ion and Reuse” , in Wat er and Healt h [Ed. Willie O.K. Grabow],
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20 AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 10-21, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3292
La reut ilización de aguas depuradas regeneradas a escala mundial: análisis y prospect ivas

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AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 22-35, JULIO-DICIEMBRE 2016, UNIVERSIDAD DE JAÉN, JAÉN, ESPAÑA ISSN 2340-8472 ISSNe 2340-7743 DOI 10.17561/at.v0i8.3293

water and landscape

AGUA y TERRITORIO
Depuración y reutilización de aguas en España
Wast ewat er Treat ment and Wat er Reuse in Spain
Joaquín Melgarej o-Moreno
Inst it ut o del Agua y de las Ciencias Ambient ales, Universidad de Alicant e. Alicant e, España. j melgar@ua. es

M. ª Inmaculada López-Ort iz
Universidad de Alicant e. Alicant e, España. iort iz@ua. es

Resumen — El t ema de la depuración y la reut ilización de las aguas es de gran t rascendencia, sobre t odo en los espacios donde la escasez de recursos convencionales
es un problema est ruct ural, como es el caso de España. El pot encial que present a est e recurso no convencional, est rat égico en las sit uaciones de défi cit ,
es incuest ionable; máxime si se t iene en cuent a en el marco de la plani fi cación y baj o el supuest o de un modelo de explot ación hídrica que t enga como
obj et ivo priorit ario la conservación, prot ección y mej ora de la calidad del agua, y la ut ilización sost enible y e fi cient e de los recursos nat urales. En el
t rabaj o se pone de mani fi est o cómo depuración y reut ilización van ligadas, ya que la reut ilización de aguas residuales est á asociada a una regeneración
previa, y son dos herramient as esenciales del modelo ambient al del agua, t al como lo preconiza la normat iva comunit aria. El ingreso de España en las
inst it uciones europeas ha sido un revulsivo en los t emas ambient ales, por cuant o ha supuest o la exigencia de adapt ar al país a la normat iva europea,
mucho más exigent e. El esfuerzo realizado ha sido import ant e, pero t odavía est amos lej os de cumplir con t odos los requerimient os de Europa.

Abstract — The issue of wast ewat er t reat ment and t he reuse of wat er is of great import ance, especially in areas where t he short age of convent ional resources is
a st ruct ural problem, as it is in t he case of Spain. The likelihood t hat t his unconvent ional, st rat egic resource would become scarce is unquest ionable,
part icularly in cases where wat er planning and exploit at ion syst ems priorit ize t he preservat ion, prot ect ion and improvement of wat er qualit y, as well
as t he sust ainable and ef fi cient use of nat ural resources. This paper shows how wast ewat er t reat ment and reuse are linked, as t he reuse of wast ewat er
is associat ed wit h a previous regenerat ion, and bot h of t hem are essent ial t ools f or maximizing environment al out comes, as called f or in t he European
Union Direct ives.

Palabras clave: depuración, reut ilización de aguas, España


Keywords: wast ewat er, t reat ment and wat er reuse, Spain

Información Artículo: Recibido: 14 marzo 2016 Revisado: 12 sept iembre 2016 Acept ado: 19 oct ubre 2016

© Universidad de Jaén / Seminario Permanent e Agua, Territ orio y Medio Ambient e (CSIC)

22
Depuración y reut ilización de aguas en España

INTRODUCCIÓN1 les o recreat ivos. Debe t enerse en cuent a, además, que el uso de
aguas regeneradas en la agricult ura disminuye el consumo de fer-
Las aguas depuradas regeneradas deben considerarse como t ilizant es, al aprovechar los nut rient es que est os recursos pueden
un recurso no convencional, cuya gest ión debe incluirse en una aport ar. Asimismo, proporciona alt ernat ivas al vert ido del agua
plani fi cación int egral de los recursos hídricos, que t enga en cuen- depurada en zonas en que est e result a complicado, y cont ribuye
t a los aspect os económicos, sociales y ambient ales. La reut iliza- a la depuración del agua cuando se ut iliza como fi lt ro verde, al
ción puede increment ar los usos del agua ya ut ilizada, aumen- eliminar sust ancias más difícilment e biodegradables. Los t rat a-
t ando la disponibilidad de recursos hídricos. El agua regenerada mient os para la regeneración increment an la garant ía sanit aria
puede sust it uir usos que no requieran una calidad elevada, libe- en aquellas zonas en las que ya venían siendo ut ilizadas las aguas
rando volúmenes de mej or calidad para ot ros usos más exigent es. residuales con inferior t rat amient o para el riego; mej oran la pro-
Las limit aciones ambient ales y las sequías plurianuales han lleva- duct ividad de los cult ivos, al eliminarse sust ancias perj udiciales,
do a numerosas poblaciones a plant earse la ut ilización de aguas y eliminan la cont aminación por vert ido al dominio público, en
depuradas como fuent e adicional de agua para aprovechamient os caso de no reut ilización direct a.
que no requieran una calidad de agua pot able.
Asociados a est as vent aj as hay que señalar ot ros benefi cios
Los benefi cios de la reut ilización se mani fi est an principal- indirect os que pueden obt enerse como la demanda de act ividad
ment e en el increment o de los recursos disponibles, t eniendo en en el sect or de la const rucción y la creación de empleo que con-
cuent a además que, frent e a ot ros recursos alt ernat ivos, las aguas lleva el esfuerzo inversor en infraest ruct uras y el mant enimient o
regeneradas present an unas import ant es vent aj as. Son un recur- de la agricult ura y sus valores ambient ales, sociales y pat rimonia-
so est able al est ar condicionado por el abast ecimient o. Son más les. En defi nit iva, las aguas regeneradas reut ilizadas rent abilizan
barat as que las obt enidas mediant e t rasvases o desalinización, los procesos de depuración y aport an t ecnología y una posición
ya que su producción consume menos energía que los ant eriores de vanguardia en la gest ión racional de los recursos hídricos dis-
mét odos de increment o de la ofert a. Con los t rat amient os act ua- ponibles.
les, su calidad es sufi cient e para la mayoría de los usos, por lo
que carece de sent ido usar agua de mej or calidad para el riego
u ot ras act ividades con un cost e excesivo. Est o permit e liberar SITUACIÓN DE LA DEPURACIÓN Y REUTILIZACIÓN EN ESPAÑA
recursos de mej or calidad para el abast ecimient o mediant e el in-
t ercambio con los regant es, reservando el agua pot able para usos La polít ica ambient al europea t iene ent re sus principios fun-
domést icos2. Del mismo modo, la ut ilización de aguas regeneradas dament ales la conservación, prot ección y mej ora de la calidad del
permit e reducir la explot ación de acuíferos sobreexplot ados o con agua, así como la ut ilización prudent e y racional de los recursos
problemas de int rusión, especialment e marina en áreas cost eras. nat urales. Para la consecución de dichos obj et ivos se han seguido
En muchas ocasiones, t ras el t rat amient o adecuado, est as aguas diferent es est rat egias en el t ranscurso del t iempo, que han ido
se est án ut ilizando para proporcionar caudales ecológicos o volú- desde la prot ección de los recursos hídricos en función de los usos
menes ambient ales3. También pueden ut ilizarse en usos indust ria- del agua (obj et ivos de calidad), al cont rol de vert idos mediant e
normas de emisión, para llegar a una est rat egia ambient al basada
1 Est e t rabaj o ha sido fi nanciado en part e por la Fundación Séneca-Agencia en la prot ección de las masas de agua consideradas como ecosis-
de la Ciencia y la Tecnología, con cargo al Proyect o “ El papel de los mercados del
t emas acuát icos, con un enfoque, por t ant o, más ambient al, que
agua en la gest ión int egrada de los recursos hídricos en las cuencas de fi cit arias”
(Ref. 19325/ PI/ 15). promueve e impulsa un uso más sost enible del agua4.
2 Un ej emplo de probada efi cacia lo encont ramos en la comarca de la Mari- Con la aprobación de la Ley de Aguas en 1985 se inicia una
na Baj a (Alicant e), donde se vienen realizando permut as ent re la agricult ura y el
nueva visión en relación con el cont rol de la cont aminación, al
abast ecimient o a t ravés del Consorcio de Aguas de la Marina Baj a. El Consorcio de
Aguas es el garant e del abast ecimient o en alt a de la mayor part e de la población incluir una serie de est ipulaciones que signi fi caron un cambio de
de la comarca desde 1968. Ha sabido art icular, j unt o a los regant es, un sist ema plant eamient o en relación con los vert idos. Los aspect os más rele-
de int ercambio de caudales que garant izan la “ su fi ciencia” de recursos globales
del sist ema. Los regant es acceden a no ut ilizar o liberar aguas blancas que por de- 4 La Administ ración hidráulica hizo sus primeras aproximaciones al proble-
recho les corresponden según las concesiones ot orgadas, ut ilizándose las mismas ma de cont rol de la cont aminación al clasi fi car los ríos españoles en prot egidos,
para sat isfacer las necesidades de abast ecimient o de los municipios cost eros. A vigilados, normales e indust riales, con una calidad de referencia decrecient e, lo
cambio, el Consorcio se compromet e a enviarle a los regant es caudales depurados que en t eoría signi fi caba que los vert idos debían ser cont rolados en función de
en buenas condiciones de calidad procedent es de las EDAR de la comarca para la t ipología del cauce al que vert ían, que a su vez est aba relacionada con los
at ender a las necesidades de regadío, o a fi nanciar las obras y gast os corrient es de pot enciales usos del agua en cada caso (Circulares del MOPU en 1959 y 1960). La
aquellas ot ras Comunidades que no acept an est os caudales. El equilibrio del sis- realidad dist ó bast ant e de lo que se pret endía con ese primer int ent o de cont rolar
t ema lo complet a una t ransferencia de recursos, bien como aport aciones direct as los vert idos y, ya en la década de los set ent a, fue el Cent ro de Est udios Hidrográ-
del Consorcio a los presupuest os de las Comunidades de regant es, bien a t ravés del fi cos del CEDEX el que elaboró unas Recomendaciones (1974) para el Diseño de
pago de fact uras energét icas en su nombre y mant enimient o de infraest ruct uras, Inst alaciones de Depuración. De est a manera, se prescribió, quizá por primera
que ha sido desde los años set ent a, y lo sigue siendo en la act ualidad, favorable vez con caráct er general, que los t rat amient os de depuración propuest os debían
para t odas las part es implicadas. De est a forma, el análisis de la demanda urbana cumplir unas condiciones para la calidad del efl uent e con caráct er orient at ivo que
de agua no puede ir separado del est udio de la demanda agrícola y viceversa, t an- podrían ser revisadas para casos especiales (Caj igas, 2012). De aquella década de
t o si el consumo es de caudales blancos, como si analizamos el consumo de aguas los set ent a se pueden dest acar los planes especiales de la Cost a Brava (1971) y de
depuradas, ya que el sist ema funciona de forma int egrada (Melgarej o et al, 2015). las Islas Baleares (1972), que represent aron el inicio de signi fi cat ivas act uaciones
3 Es el caso del agua proporcionada por la EDAR de Pinedo en Valencia, que en el lit oral español, cuyo obj et ivo no era ot ro que mej orar la sit uación de las pla-
permit e reut ilizar 78 hm 3/ año para emplearlos en el regadío y en la rest auración yas y, por t ant o, ofrecer una adecuada infraest ruct ura sanit aria para el desarrollo
medioambient al del Parque Nat ural de la Albufera. de la act ividad t uríst ica.

AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 22-35, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3293 23
Joaquín Melgarej o-Moreno; M. ª Inmaculada López-Ort iz

Gráfi co 1. Grado de conformidad de la Direct iva 91/ 271/ CEE, 1995-2010

100%

90%

80%

70%

60%

50%

40%

30%

20%

10%

0%
1995 1998 2000 2002 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010

Conforme En const rucción No conforme


Fuent e: Elaboración OSE a part ir del MAGRAMA, 2012.

vant es de esa nueva est rat egia fueron: a) “ Todos los vert idos capa- En España, la depuración a gran escala se inicia con el Plan
ces de provocar cont aminación requieren una aut orización” , lo que Nacional de Saneamient o y Depuración 1995-2005 (PNSD), que t e-
se t raducía en la práct ica en la exigencia de llevar a cabo medidas nía como principal obj et ivo cumplir la Direct iva 91/ 271CEE, que
correct oras para minimizar su impact o en el medio. b) Los vert idos est ablecía calidades de vert ido de aguas residuales t rat adas en
irán gravados con un canon en función de su t ipología y caract erís- función de la zona de vert ido7. El PNSD fue elaborado para coordi-
t icas cont aminant es. c) El incumplimient o de los límit es impuest os nar las act uaciones de las administ raciones públicas en est a ma-
en la aut orización llevaría consigo un expedient e sancionador por t eria, dado que es compet encia aut onómica. Durant e su período
daños al dominio público hidráulico. Pese a la cit ada regulación, de implant ación, se pasó de un volumen de 0,13 m 3/ habit ant e/
para que realment e fuera de verdadera aplicación lo est ipulado, día de aguas residuales t rat adas en 1996 a 0,31 en 2006. El dat o
había que esperar a la aprobación de los Planes Hidrológicos de más recient e, del año 2011, cifra el volumen de aguas residuales
Cuenca (PHC), por ser est os los que est ablecerían las “ caract eríst i- t rat adas en 13,5 hm 3/ día, y principalment e se producen en Anda-
cas básicas de calidad de las aguas y la ordenación de los vert idos lucía, Cat aluña, Madrid y Valencia8.
de aguas residuales” . Es decir, las aut orizaciones de vert ido care- En 2006 el grado de conformidad con las exigencias de t ra-
cían de referent e ciert o mient ras no se concret aran en los PHC los t amient o de la Direct iva para las depuradoras de t oda España
obj et ivos de calidad de acuerdo con los usos del agua5. era del 76%, con un 13% adicional de t rat amient os en ej ecución
El nuevo enfoque dado por la Ley de Aguas pront o se vio y un 11% de casos no conforme (por t rat amient o inadecuado o no
sobrepasado al incorporarse España a la CEE en 1986 y t ener que t rat amient o). Durant e el periodo 1995-2010, España solo depuró
cumplir con el elenco normat ivo europeo en mat eria de calidad el 84% de sus aguas residuales; y aunque la población equivalent e
de aguas. Primero, fueron las Direct ivas de obj et ivos de calidad o no conforme experiment ó un descenso considerable, sit uándose
de primera generación (baños, vida piscícola, prepot ables, et c.) en 2010 en un t ot al de 10.909.722 h-e (16%), el esfuerzo realizado
y, después, las de segunda generación (normas de emisión), cuyo no ha sido sufi cient e9. A España le quedaba en esa fecha t odavía
principal exponent e fue la Direct iva 91/ 271 sobre depuración de
aguas residuales urbanas6. “ sensibles” , “ menos sensibles” o “ normales” , y, de acuerdo a est a clasi fi cación,
los t rat amient os serán más o menos rigurosos. Los t ipos de t rat amient o se clasi-
fi can en t rat amient o primario, t rat amient o secundario, t rat amient o más riguroso
5 Caj igas, 2012. y t rat amient o adecuado. En 2006 se produj o una nueva declaración de zonas sen-
6 Direct iva 91/ 271/ CEE del Consej o, de 21 de mayo de 1991, sobre el t rat a- sibles y, como consecuencia, se t uvieron que adapt ar muchas inst alaciones para
mient o de las aguas residuales urbanas. Diario Ofi cial n.º L 135 de 30 de mayo de cumplir con los requisit os de reducción de nut rient es.
1991. La Direct iva 91/ 271/ CEE est ablecía las medidas necesarias que los Est ados 7 Resolución de 28 de abril de 1995, de la Secret aría de Est ado de Medio
miembros habían de adopt ar para garant izar que las aguas residuales urbanas re- Ambient e y Vivienda, por la que se dispone la publicación del Acuerdo del Consej o
cibieran un t rat amient o adecuado ant es de su vert ido, con la fi nalidad de reducir de Minist ros de 17 de febrero de 1995, por el que se aprueba el Plan Nacional
los niveles de cont aminación de las aguas super fi ciales. Est a Direct iva señala dos de Saneamient o y Depuración de Aguas Residuales. Minist erio de Obras Públicas,
obligaciones diferenciadas: el diseño y const rucción de colect ores que recoj an Transport e y Medio Ambient e. B.O.E. n.º 113, de 12 de mayo de 1995.
las aguas residuales generadas por las aglomeraciones urbanas y los dist int os t ra- 8 MAGRAMA, 2014.
t amient os a los que se debían somet er las aguas residuales ant es de su vert ido, 9 Porcent aj e de habit ant es equivalent es con t rat amient o de aguas residua-
en función de las caract eríst icas de la zona de vert ido. Las zonas se clasi fi can en les según los obj et ivos fi j ados por la Direct iva comunit aria 91/ 271/ CE respect o al

24 AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 22-35, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3293
Depuración y reut ilización de aguas en España

Gráfi co 2. Grado de conformidad con la Direct iva 91/ 271/ CEE por Comunidades Aut ónomas, 2010

98% 100% 100% 100% 100% 100% 100%


100%
92% 93%
90%
88% 86% 86%
78%
80% 73% 75%

63% 64%
60%
52%

40%

20%

0%
Canarias

Illes Baleares

Principado de Ast urias


Ext remadura

Galicia

La Rioj a
Andalucía

Cant abria

Región de Murcia
Cat aluña

Comunidad Foral de Navarra


Cast illa - la Mancha

Comunidad Valenciana
Ciudad Aut ónoma de Ceut a

Ciudad Aut ónoma de Melilla

País Vasco
Aragón

Cast illa y León

Comunidad de Madrid

Fuent e: Elaboración OSE a part ir del MAGRAMA, 2012.

mucho por hacer para poder cumplir con el obj et ivo marcado por de Medio Ambient e y Vivienda del MOPTMA), con los que había
la Unión Europea a t ravés de la Direct iva 91/ 271/ CE. La evolu- que fi nanciar t odas las necesidades en mat eria de saneamient o
ción del grado de cumplimient o o conformidad de España con la y depuración, con int ervención de las t res administ raciones con
normat iva europea de depuración puede verse en el gráfi co 1. En compet encias (est at al, aut onómica y local). El Plan preveía como
él queda evidenciado el avance not able que ha experiment ado el aport ación de la Administ ración General del Est ado (AGE) para
país como consecuencia de la aplicación del PNSD. cada Comunidad Aut ónoma un 25% de t oda la inversión que fuese
Según el MAGRAMA10, la Comunidad de Madrid, Comunidad precisa en act uaciones que se declaraban de int erés general, de-
Foral de Navarra, Región de Murcia, La Rioj a y las ciudades au- j ando por lo t ant o el 75% rest ant e a las Comunidades Aut ónomas
t ónomas de Ceut a y Melilla eran las regiones con mayor grado que debían acomet er las inversiones ant es del 31 de diciembre
de conformidad con la Direct iva 91/ 271/ CE, cumpliendo con el de 200511. Un element o clave radicaba en asegurar la adecuada
100%; por el cont rario, Canarias con un 52% era la región con el gest ión de las inst alaciones (explot ación y mant enimient o de los
porcent aj e más baj o (gráfi co 2). Por demarcaciones hidrográfi cas, sist emas de depuración) para evit ar su fracaso una vez const rui-
Taj o, Guadiana y Guadalquivir eran, en 2011, las que present aban das las plant as. Para ello, la AGE recomendaba a las Comunidades
peor calidad del agua. Miño-Sil, Ebro, Galicia Cost a, Cant ábrico Aut ónomas que creasen ent es supramunicipales de gest ión que,
occident al y orient al y Júcar fueron las demarcaciones donde t o- bien de forma direct a o a t ravés de empresas especialist as, se
das las est aciones de cont rol indicaron valores con menor cont a- hicieran cargo de la operación de las inst alaciones. Además, t odo
minación. ello conllevaría la generalización del cobro del denominado ca-
El PNSD cont emplaba inversiones por valor aproximado de non de saneamient o, con la fi nalidad de que est e permit iera al
1,9 billones de peset as de 1995 (11,4 miles de millones de eu- menos cubrir los cost es de explot ación e incluso pudiera servir
ros, según los dat os facilit ados por las Comunidades Aut ónomas como inst rument o clave para la fi nanciación de las plant as que
en 1995 y cont rast ados ent onces por la Secret aría de Est ado
11 MAGRAMA, 2007. No obst ant e, el éxit o de la fi nanciación del Plan est uvo
t ot al de habit ant es equivalent es. Mide el nivel de depuración y la e fi ciencia del en la aport ación de los Fondos Europeos (Cohesión y Feder), ya que la mayor
sist ema de depuración exist ent e en una cuenca hidrográfi ca o en un t errit orio part e de las est aciones depuradoras cont aron con est as ayudas (en algunos casos
det erminado. de hast a el 80 u 85%). Puede afi rmarse que más de la mit ad de las ej ecuciones del
10 MAGRAMA, 2012. Plan se aprovecharon de los recursos europeos (Caj igas, 2012).

AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 22-35, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3293 25
Joaquín Melgarej o-Moreno; M. ª Inmaculada López-Ort iz

debían acomet er las aut onomías en el marco de los acuerdos del refl ej ado en la t abla 1. Del t ot al de la inversión est imada, el
PNSD12. En defi nit iva, el Plan ha marcado un hit o en el desarro- Minist erio de Medio Ambient e se compromet ía a aport ar 6.233
llo de la depuración en España, ya que ha permit ido, desde su M€; de los cuales, 3.046 eran heredados del primer Plan de Sa-
aprobación en 1995 hast a el año fi j ado en la Direct iva (2005), la neamient o, 1.777 est aban asociados a nuevos compromisos de
const rucción de más de set ecient as depuradoras, lo que ha ele- int ervención y 1.430 eran de fi nanciación recuperable en 45 años
vado el nivel de cobert ura por encima del 80% y ha supuest o una a t ravés de las Sociedades Est at ales. Sin embargo, la crisis econó-
not able mej ora en la calidad del agua de los ríos y del lit oral. La mica que ha at ravesado el país desde 2008 no ha permit ido que
sit uación del cumplimient o de la Direct iva 91/ 271/ CEE en 2013 se ej ecut en la mayor part e de est as inversiones14.
puede observarse en el gráfi co 3.
Los obj et ivos básicos perseguidos por el PNCA eran los si-
Gráfi co 3. Cumplimient o de la Direct iva 91/ 271/ CEE en España, 2013 guient es: 1) Defi nir y asegurar los caudales ambient ales. 2)
Prot eger la biodiversidad y los dominios públicos hidráulicos y
marít imo-t errest res como t errit orio. 3) Gest ionar los dominios
públicos hidráulico y marít imo t errest re para asegurar la calidad
16% y el buen est ado de las masas de agua super fi ciales, subt errá-
neas, de t ransición y cost eras. 4) Garant izar el abast ecimient o a
las poblaciones. 5) Foment ar la part icipación pública y asegurar
una administ ración del agua t ransparent e. 6) Pot enciar la con-
cert ación, cooperación y coordinación int eradminist rat iva para
mej orar la dot ación y los niveles de servicios a la población. 7)
Prot eger los derechos de las generaciones act uales y fut uras a un
agua de calidad y a la conservación de los ecosist emas y del rico
y abundant e pat rimonio nat ural español.
84%
El PNCA preveía que, en 2015, unos mil doscient os hm 3/ año
–es decir, el 34 %de los aproximadament e 3.500 hm 3/ año del t ot al
de agua residual t rat ada ese año- fuese adecuadament e gene-
rada y est uviese pot encialment e disponible para reut ilización 15.
En 2012 España t enía un nivel de depuración comparable a los
países que forman part e de la UE, sit uándose en la media en
relación con los sist emas de depuración convencionales, aunque
Carga No Conforme 11.129.112 h-e por debaj o en lo que se refi ere a las zonas sensibles y t ambién a
Carga Conforme 57.402.876 h-e las pequeñas y medianas aglomeraciones16. Sin embargo, aunque
la Comisión Europea reconoce la “ solución de algunos problemas”
Fuent e: Torres, 2014.
ident i fi cados en sist emas de depuración de agua, señala que Es-
paña sigue “ rezagada” en la aplicación de la normat iva común.
En 2007 se aprobó el Plan Nacional de Calidad de las Aguas: Se t rat a básicament e de incumplimient os que afect an a “ zonas
Saneamient o y Depuración 2007-2015 (PNCA), que t enía como ob- sensibles” , es decir, enclaves en los que las exigencias de depu-
j et ivo fundament al lograr la plena conformidad con la Direct iva ración son mayores por t rat arse de áreas con valor ecológico o
91/ 271CEE y la Direct iva Marco del Agua, así como cubrir las ne-
“ dest inadas a la obt ención de agua pot able” , t al como est ablece
cesidades fut uras en mat eria de saneamient o y depuración 13. El
la direct iva sobre el t rat amient o de las aguas residuales urbanas
presupuest o t ot al asignado para est e programa ascendía a 19.645
M€, que se dist ribuían en diferent es act uaciones, t al como queda 14 El MAGRAMA ha reducido las necesidades inversoras urgent es hast a el 2020
a casi la mit ad, cifrándolas en 10.000 M€. Según el informe de la consult ora Price
12 Muchas Comunidades Aut ónomas, sensibles a la di fi cult ad que supondría la Wat er House Coopers (2014) sobre la gest ión del agua en España, durant e el pe-
gest ión de numerosas inst alaciones, abordaron la creación de ent idades gest oras riodo 2013-2021, las necesidades de inversión del sect or del agua ascenderían a
como ESAMUR en Murcia, EPSAR en Valencia, ACA en Cat aluña, en Madrid es el 15.700 M€, de los cuales 13.700 M€ se dedicarían a saneamient o, alcant arillado y
Canal de Isabel II quien cumple esa función, NILSA en Navarra y ot ras en Baleares, depuración (AEAS, 2015).
Rioj a, Galicia, Aragón y País Vasco; de manera que mediant e el cobro de un canon 15 En cuant o a la dist ribución por usos del agua depurada, en 2007, un 75%
de saneamient o (desigual en su cuant ía) han podido acomet er el mant enimient o y se dest inaba para uso agrícola, el 12% para usos recreat ivos y campos de golf, el
la explot ación de cient os de depuradoras (en algunos casos t ambién su const ruc- 6% para servicios urbanos, el 4% para usos ecológicos y recarga de acuíferos, y en
ción), cont ribuyendo así al éxit o del Plan de Depuración y al cumplimient o de la t orno al 3% era para uso indust rial.
normat iva europea. 16 España cumple la Direct iva 91/ 271 en un 84% según el últ imo informe
13 El Minist erio de Medio Ambient e, en colaboración con las Comunidades ent regado a Europa correspondient e al año 2013. Sin embargo, discerniendo el
Aut ónomas, realizó el Plan Nacional de Calidad de las Aguas: Saneamient o y De- cumplimient o por art ículos, se observa que en el art ículo 5, que corresponde
puración 2007-2015, con el propósit o de alcanzar los obj et ivos que no se habían al t rat amient o más riguroso en vert idos a Zonas Sensibles con eliminación de
cubiert o con el ant erior (que había logrado un nivel de conformidad del 77%) y Nit rógeno y Fósforo, España cumple solo ent re el 40% y el 60%. Aproximadament e
para dar respuest a a las nuevas necesidades plant eadas por la Direct iva Marco del set ecient as aglomeraciones urbanas t ienen abiert o un proceso de infracción por
Agua y por el Programa AGUA. incumplimient o y ot ras 200 est án det ect adas como pot enciales infract oras.

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Depuración y reut ilización de aguas en España

Tabla 1. Act uaciones previst as y valoración económica de las mismas en el Plan Nacional de Calidad de las Aguas:
Saneamient o y Depuración, 2007-2015

Euros %
1. Act uaciones declaradas de Int erés General (incluye las act uaciones de Confederaciones Hidrográfi cas y Sociedades Est at ales) 1.114 5,7
2. Act uaciones sin EDAR o con EDAR no conforme 2.903 14,8
3. Act uaciones por nueva declaración Zonas Sensibles 4.782 24,3
4. Act uaciones para cubrir necesidades fut uras 5.620 28,6
5. Act uaciones para cont ribuir a alcanzar los obj et ivos de la Direct iva Marco del Agua (DMA) 1.938 9,9
6. Act uaciones en saneamient o (sin depuración) 2.741 14,0
7. Act uaciones para foment ar I+D+I en saneamient o y depuración 547 2,8
TOTAL 19.645 100,0
Fuent e: MIMAM, 2007.

de 199117. Una part e import ant e del incumplimient o de España nal de Just icia de la UE condenó a España por vert er las aguas
se debe a la gran cant idad de zonas sensibles del país, ya que residuales de 38 zonas urbanas de más de 15.000 habit ant es sin
el 27,2% del t errit orio nacional est á incluido en la Red Nat ura t rat arlas previament e. Est e vert ido incont rolado supone un riesgo
2000, lo que ha supuest o un increment o de las necesidades de de- que infringe la ley sanit aria y medioambient al de la UE, en vigor
puración de unas doscient as poblaciones, con un cost e asociado desde 2000. La condena afect a al Reino de España y no se pronun-
superior a los 2.200 M€. cia cont ra las localidades afect adas, lo que obliga al Gobierno de
En 2003, casi cinco años después de que concluyese el pla- la Nación a cumplir la ley y abre la puert a a sanciones económicas
zo máximo para la inst alación de los sist emas de depuración de si la Comisión vuelve a denunciar la infracción ant e el t ribunal
aguas residuales, España recibió el primer aviso europeo por comunit ario19.
insufi cient e t rat amient o de las aguas en varias localidades. La El incumplimient o result a especialment e grave en Andalu-
amonest ación se repit ió en 2008. En 2011 el Tribunal de Just icia cía, donde hast a 13 zonas urbanas viert en aguas residuales direc-
de la Unión Europea condenó a España por incumplir la Direct iva t ament e al mar y la ausencia de depuradoras ha generado proble-
91/ 271/ CE, al no haber adopt ado las medidas necesarias en rela- mas de cont aminación por aguas fecales en zonas t an sensibles
ción con la recogida y t rat amient o de las aguas residuales urbanas como el Parque Nacional de Doñana; en Galicia, nueve ciudades
de numerosas aglomeraciones españolas de más de 15.000 habi- incumplen la norma (ent re ellas Vigo y Sant iago, A Coruña ya la
t ant es. En noviembre de 2014, la Comisión Europea de nuevo de- cumple est e año) y los residuos vert idos al mar han obligado a
nunció a España ant e el Tribunal de Just icia de la Unión Europea cerrar al marisqueo algunas rías durant e años. La Comunidad
(TJUE) por no garant izar el “ correct o t rat amient o” de las aguas Valenciana (6), Canarias (4), Cat aluña (2), Ast urias (2) y el País
residuales urbanas en varios municipios de Galicia y Cat aluña, y Vasco (1) complet an las zonas sancionadas por el t ribunal comu-
por haber remit ido información “ incomplet a” o no haber cumpli- nit ario. Finalment e, el 10 marzo de 2016, el Tribunal de Just icia
do los niveles ópt imos en poblaciones de Andalucía y Cat aluña. de la Unión Europea dict aminó que España ha incumplido algunas
En 2015 los procedimient os abiert os cont ra España por incorrect a obligaciones en virt ud de la direct iva de 1991 sobre t rat amient o
depuración afect aban a 800 núcleos de población repart idos por adecuado de aguas residuales urbanas en aglomeraciones de la
t oda la geografía nacional 18. En abril de ese mismo año, el Tribu- zona de Pont evedra y en Banyoles (Girona), t al y como denunció
la Comisión Europea. En cambio, da la razón a España al no ver
17 La det erminación de las zonas sensibles depende del Est ado para las incumplimient o de la normat iva en las aglomeraciones de Bollu-
cuencas hidrográfi cas int ercomunit arias y de las Comunidades Aut ónomas para las llos Par del Condado (Huelva), Abrera y Capellades (Barcelona).
cuencas int racomunit arias y las aguas cost eras. Una vez declarada zona sensible,
el plazo para cumplir los requisit os correspondient es son siet e años y las revisio- En 2014 se aprobó el Plan de Medidas para el Crecimient o,
nes de zonas “ sensibles” y “ menos sensibles” se deben hacer cada cuat ro años, la Compet it ividad y la Efi ciencia (Plan CRECE) con un obj et ivo:
de acuerdo al art ículo 5.6 de la Direct iva 91/ 271/ CEE. En 1998 se declararon las 2020. El Plan se fundament aba en la colaboración ent re la inicia-
zonas sensibles de las cuencas hidrográfi cas int ercomunit arias y se ident i fi caron
t iva pública y privada, y preveía una movilización de inversiones
las aglomeraciones afect adas. En los años siguient es, las Comunidades Aut ónomas
han publicado sus zonas sensibles, aunque la revisión cada cuat ro años no se ha con cofi nanciación europea est imada en 1.000M€, dest inados a la
realizado en t odos los casos. ej ecución de las infraest ruct uras de depuración necesarias para
18 En abril de 2015 España t enía abiert os cuat ro expedient es por falt a de dar cumplimient o a las exigencias comunit arias. El obj et ivo se
depuración de aguas residuales que afect aban a unos ochocient os núcleos de po-
cifraba en invert ir en 400 depuradoras con el fi n de mej orar la
blación repart idos por t odo el país. La Comisión Europea en ese moment o presen-
t ó una demanda ant e el Tribunal de Luxemburgo referida a uno de est os cuat ro calidad del agua de los ríos al depurar las aguas procedent es de
expedient es y part e de un procedimient o de infracción que se había abiert o en
2003. La demanda afect a a siet e núcleos de Andalucía, Cat aluña y Galicia, cada 19 Tras int erponer la denuncia, la Comisión reclamó al Gobierno que cum-
uno de ellos con más de diez mil habit ant es. Se t rat a de siet e “ zonas sensibles” , pliera con el t rat amient o de aguas residuales en 2015, horizont e hast a el cual
que se corresponden con las “ aglomeraciones” de Bollullos Par del Condado (An- Bruselas no volvería a denunciar al Ej ecut ivo español. En caso cont rario, España
dalucía); Abrera, Berga, Capellades, Figueres y El Terri (Cat aluña); y Pont evedra- podría perder las subvenciones que la UE ofrece a los Est ados para la const rucción
Marín-Poio-Bueu (Galicia). de las depuradoras que exige la ley.

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Joaquín Melgarej o-Moreno; M. ª Inmaculada López-Ort iz

Tabla 2. Act uaciones e inversiones est imadas, según priorización, hast a 2027

AGE COMUNIDADES AUTÓNOMAS


PRIORIDADES 1, 2 Y 3
AGE + COMUNIDADES AUTÓNOMAS NÚMERO NECESIDAD NÚMERO NECESIDAD
DE ACTUACIONES INVERSIÓN (M€) DE ACTUACIONES INVERSIÓN (M€)
Procedimient o de infracción Direct iva 91/ 271/ CEE ZZNN (P>15.000 hab-
3 115 2 15
equv). (2004/ 2031)
Procedimient o de infracción Direct iva 91/ 271/ CEE ZZSS (P>10.000 hab-
2 70 13 31
equv). (2002/ 2123)
Procedimient o de infracción Direct iva 91/ 271/ CEE ZZNN (2.000<P<15.000
101 212 269 635
hab-equv) y ZZSS (2.000<P<10.000 hab-equv). PPAA (2012/ 2100)
TOTAL 106 397 284 681

NÚMERO DE ACTUACIONES NECESIDAD INVERSIÓN (M€)


TOTAL TODAS LAS ADMINISTRACIONES 390 1.078
Fuent e: Torres, 2014; MAGRAMA / AEAS, 2015.

Gráfi co 4. Obj et ivos ambient ales de buen est ado de las aguas 2014-2020, la Unión Europa dot ará una fi nanciación de 1. 700
super fi ciales para el horizont e 2027 M€ (700 serán t ransf eridos a la AGE y 1. 000 a las Comunidades
Aut ónomas) para act uaciones que t engan que ver con la conser-
100
vación del medio ambient e y la prot ección de la e fi ciencia de los
90
93 recursos (Obj et ivo Temát ico 6). Los 700 M€ del Est ado (que se-
80 rán gest ionados por el MAGRAMA) irán dest inados exclusivamen-
70 t e a inf raest ruct uras de saneamient o y depuración (act uaciones
74
60 correct oras P. 1-P. 3). Sin embargo, los 1000 M€ que gest ionarán
64
50 las Comunidades Aut ónomas deben dest inarse al Obj et ivo Te-
40 mát ico 6, pero no necesariament e para el agua, aunque cabe la
30 posibilidad de que una buena part e se dest ine a inf raest ruct uras
20 de saneamient o. Queda, sin embargo, t odavía un dé fi cit de in-
10 versión muy import ant e para fi nanciar las act uaciones corres-
0 pondient es al rest o de prioridades.
2016 2021 2027
Fuent e: Planes Hidrológicos de Cuenca (1er ciclo), AEAS, 2015.
Según Torres20, la mayoría de las Comunidades Aut ónomas
t ienen canon o fi gura similar con valores de 0,4/ 0,5 €/ m 3. En
las redes de saneamient o de las ciudades. En el gráfi co 4 se ob- algunas Comunidades Aut ónomas el valor es baj o, no exist e o fal-
serva el obj et ivo de cumplimient o de la Direct iva Marco del Agua t a defi nición, es el caso de Cast illa y León, Andalucía, Galicia y
propuest o para el horizont e 2027. Canarias. El impact o t errit orial de las medidas a adopt ar para
Los procedimient os de infracción por incumplimient os que cumplir con la Direct iva 91/ 271 es mínimo o nulo en Aragón y Na-
t iene abiert os España por las aut oridades europeas han llevado al varra; de ent re 0,10-0,15 en Murcia, La Rioj a, Ast urias, Cat aluña
MAGRAMA a impulsar una priorización en la ej ecución de las dis- y Valencia; de 0,30 o más en Madrid, Cast illa y León, Andalucía y
País Vasco; el rest o se sit úa en un int ervalo que va de 0,1 a 0,30.
t int as act uaciones, j erarquizando desde la prioridad mayor (P. 1 y
En cualquier caso, el canon result ant e fi nal sería del orden de
P. 2), para aquellos casos que ya cuent an con sent encia y los que
0,6/ 0,7 €/ m 3 con la excepción de Madrid y País Vasco en donde
cuent an con dict amen mot ivado (P. 3), hast a las últ imas t res ca-
est aría en 0,8 €/ m 3.
t egorías (P. 4, P. 5 y P. 6), que englobarían el rest o de act uaciones
no incluidas en procedimient os de infracción, pero que pueden La fi nanciación de los planes de depuración se realiza a par-
t ir de la adapt ación a la normat iva comunit aria europea, la cual
considerarse incumplimient os pot enciales o se enmarcan en el
requiere inversiones para mant ener y act ualizar las infraest ruc-
Horizont e Programa de Medidas Plani fi cación Hidrológica 2027.
t uras exist ent es. La OCDE y la DMA recomiendan la plani fi cación
Las act uaciones previst as para dar respuest a a los incumplimien-
fi nanciera est rat égica para asegurar la sost enibilidad y funciona-
t os más graves (máxima prioridad: 1, 2 y 3) y las inversiones est i-
mient o de los servicios de abast ecimient o y saneamient o, y para
madas para t al fi n por la Administ ración General del Est ado (AGE)
ello, desarrolló el concept o de las 3Ts para la evaluación de est os
y por las Comunidades Aut ónomas pueden verse en la t abla 2. sist emas21. En España, la ej ecución de las infraest ruct uras corre
Aunque los f ondos europeos (Cohesión y Feder) han sido
20 Torres, 2014.
muy import ant es para el desarrollo del Plan Nacional de Depu-
21 Las 3Ts se refi eren a las vías de fi nanciación de los servicios de agua urba-
ración, las cant idades t ransf eridas desde Europa dist an de cu- nos: Tarif as ( t arif f s), t arifas de agua de los usuarios, siempre que se reinviert an
brir las necesidades de inversión del sect or. Durant e el período en los servicios de agua; Transf erencias ( t ransf ers), t ransferencias donant es; en

28 AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 22-35, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3293
Depuración y reut ilización de aguas en España

a cuent a de la Administ ración cent ral cuando se consideran de blaciones como Lorquí, Ceut í, Alguazas, San Javier y Cart agena,
int erés general o afect an a varias Comunidades Aut ónomas, y a que empleaban el agua t rat ada para el riego. Est as plant as se
cuent a de las Comunidades Aut ónomas o ayunt amient os cuando convert irían después en depuradoras convencionales, la mayo-
únicament e afect an a una Comunidad o a los municipios. ría con t rat amient os t erciarios. Post eriorment e, los efl uent es de
El Plan Nacional de Depuración de 1995-2005 det erminó las grandes depuradoras como las de Benidorm, Alicant e y Cast ellón,
act uaciones para el cumplimient o de las direct ivas europeas, y en la Comunidad Valenciana, t ambién serían ut ilizados para la
aseguraba la correct a gest ión de los sist emas de depuración me- agricult ura. En los años novent a se inició el riego de campos de
diant e el est ablecimient o de cánones de saneamient o. Las nece- golf con aguas depuradas.
sidades inversoras se est imaron en 12.000 M€ y, aunque en 2005 Cabe señalar, en est e sent ido, que el origen de la reut ili-
no se había ej ecut ado en su t ot alidad, se const ruyeron mil ins- zación en el ordenamient o j urídico español se remont a a la Ley
t alaciones depuradoras. El 50% de los recursos necesarios fueron de Aguas de 1985, que en su art ículo 101 det erminaba que “ el
aport aciones de fondos europeos (Cohesión y Feder), es decir, Gobierno est ablecerá las condiciones básicas para la reut iliza-
t ransferencias, y el 25%de la AGE (a t ravés de convenios bilat era- ción de las aguas en función de los procesos de depuración, su
les con las Comunidades Aut ónomas) o impuest os. calidad y los usos previst os” . Tras sucesivas modi fi caciones de la
El Plan Nacional de Calidad de las Aguas, por su part e, est i- ley y la aprobación y post erior derogación del Plan Hidrológico
maba las necesidades de inversión en 19.645 M€, si se incluían las Nacional, fue la ley 11/ 2005 la últ ima que hace referencia a la
inversiones en I+D+i, desde su aprobación en 2005 hast a el 2015 reut ilización ant es de que se aprobase el real decret o 1620/ 2007.
para afront ar el incumplimient o de la direct iva europea 91/ 271 La ley 11/ 2005 det erminaba que “ el Gobierno est ablecerá las
CEE, la declaración más ambiciosa de zonas sensibles y la Direct i- condiciones básicas para la reut ilización de las aguas, precisando
va Marco del Agua. La crisis económica que ha sufrido España no la calidad exigible a las aguas depuradas según los usos previst os”
ha permit ido que se ej ecut en ni el 15% de las inversiones previs- e incluía que “ el t it ular de la concesión o aut orización deberá
t as inicialment e. Post eriorment e, el MAGRAMA, en 2014, reduj o sufragar los cost es necesarios para adecuar la reut ilización de las
las necesidades inversoras a casi la mit ad, 10.000 M€ hast a 2020. aguas a las exigencias de calidad vigent es en cada moment o” . En
Finalment e, los Presupuest os Generales del Est ado para 2016 con- 2009 se redact ó un Plan preliminar del Plan Nacional de Reut ili-
t emplan inversiones para mej orar la calidad de las aguas a t ravés zación de Aguas, con el horizont e del primer ciclo de plani fi cación
de act uaciones en depuración y saneamient o cifradas en 179,32 hidrológica (2009-2015). Pese a que se est ruct uró para ser desa-
M€. Con t ales fondos se fi nanciarán las depuradoras de Gij ón (As- rrollado j unt o con el Plan Nacional de Calidad de las Aguas y los
t urias), Nerj a (Andalucía), Ibiza y Sant a Eulalia (Baleares), los sa- Planes Hidrológicos de Cuenca, no llegó a aprobarse. Por lo t ant o,
neamient os de la comarca agraria de Hervás (Ext remadura) o los el real decret o 1620/ 2007 siguió siendo la norma básica vigent e
colect ores generales en la ciudad de Ibiza (Baleares). Con el Plan sobre reut ilización de aguas regeneradas.
CRECE, se fi nanciarán las depuradoras de Plasencia y Losar de la En efect o, en 2001 se aprobó la ley 10/ 2001, del Plan Hidro-
Vera (Ext remadura), Vent a de Baños (Cast illa y León), los colect o- lógico Nacional (PHN), donde se recoge que “ España es un país en
res de Almendralej o (Ext remadura) y el Mar Menor (Murcia). A lo el que el agua es un recurso escaso, marcado por graves desequi-
ant erior, hay que sumar los 484 M€ que invert irán las Sociedades librios hídricos debido a su irregular dist ribución” , int ent ando es-
Est at ales de Agua en act uaciones en mat eria de abast ecimient o t ablecer las bases “ para una adecuada plani fi cación de la polít ica
y, sobre t odo, en depuración. En est a línea, se int egran act uacio- hidráulica que se impone como una necesidad, que no puede per-
nes como las depuradoras de San Claudio y Villapérez (Ast urias), manecer aj ena a est a realidad y como un inst rument o de supera-
Badaj oz (Ext remadura), Orense (Galicia), Burgos (Cast illa y León) ción de la misma” . La resolución de est os desequilibrios, según el
y el saneamient o de Vigo (Galicia) y los int ercept ores de la ría de PHN, debía cont emplar un uso armónico y coordinado de t odos los
Ferrol (Galicia). recursos hídricos capaces de sat isfacer de forma equilibrada los
obj et ivos de la plani fi cación. Con post erioridad, la ley 11/ 2005,
EVOLUCIÓN DE LA REUTILIZACIÓN PLANIFICADA EN ESPAÑA que modi fi ca la ant erior sobre el Plan Hidrológico Nacional, afi r-
ma que, si bien el t rasvase de agua ent re cuencas hidrográfi cas
Los orígenes de la reut ilización plani fi cada de las aguas re- podría suponer a priori una solución para el problema del agua,
siduales en España son difusos, comenzando sin que exist iera no es de inminent e aplicación para solucionar de manera urgen-
ningún t ipo de regulación y careciendo, en ocasiones, las aguas t e los problemas act uales, mient ras que exist en alt ernat ivas más
residuales de t rat amient o alguno. La primera experiencia se pro- práct icas ligadas a la gest ión de la demanda, la desalación o la
duj o en Gran Canaria, a principios de 1970, a t ravés de la EDAR reut ilización de recursos, que ayudarían a paliar la demanda de
de Barranco Seco I de la ciudad de Las Palmas, empleando el recursos hídricos, evit ando ent re ot ros la sobreexplot ación y con-
agua regenerada para el uso en riego agrícola. Más t arde, est a t aminación de acuíferos. Est a norma supuso un fuert e impulso a
práct ica se ext endió a ot ros municipios del archipiélago canario, la reut ilización a t ravés del programa nacional “ Act uaciones para
a las islas Baleares y a la Cost a Brava. A comienzos de 1980, se la Gest ión y la Ut ilización del Agua” , conocido como programa
const ruyeron plant as de lagunaj e en la Región de Murcia, en po- AGUA22. En él se programaron una serie de act uaciones de mej ora

el caso de España, de la Unión Europea; e Impuest os ( t axes), fondos recaudados 22 En el año 2001 exist ían en España alrededor de cient o cuarent a sist emas
por las aut oridades nacionales, locales o regionales a t ravés de los impuest os. de reut ilización, que en 2006 se elevaron a 322 sist emas, y disponían de un caudal

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Joaquín Melgarej o-Moreno; M. ª Inmaculada López-Ort iz

Tabla 3. Act uaciones de reut ilización cont empladas Mapa 1. Ubicación geográfi ca de las EDARs con sist emas de reut ilización
en el Programa AGUA

Recursos
Act uaciones aport ados
hm 3/ año
Act uaciones complement arias de reut ilización de
20
aguas residuales en el Campo de Dalías
Act uaciones de reut ilización de aguas residuales en
10
Almería
Reut ilización de aguas residuales en la ciudad de Má-
30
laga
Reut ilización de aguas residuales en el Mar Menor 25
Reut ilización de aguas residuales y obras complemen-
10
t arias en Villaj oyosa y ot ras zonas anej as
Reut ilización de aguas residuales EDAR de Novelda y
5
Monfort e del Cid
Reut ilización de aguas residuales de la EDAR de Sueca 10 Fuent e: CEDEX, 2008.
Reut ilización de aguas residuales depuradas de la Al-
5
bufera Sur ción fut uras; 7) promover las buenas práct icas de reut ilización de
Reut ilización de aguas residuales en el sist ema Vina- aguas regeneradas e, informar, sensibilizar y concienciar sobre los
5
lopó-Alicant í benefi cios de la reut ilización de agua regenerada.
Mej ora de depuración y reut ilización de aguas residua- La reut ilización est á asociada a una depuración previa. En
20
les en la Plana de Cast ellón
2005 exist ían en España más de dos mil quinient as EDAR que de-
Terminación de la reut ilización de las aguas residuales
30 puraban más de 3.375 hm 3 anuales de aguas residuales. En el
de Pinedo
mapa 1 puede verse la ubicación geográfi ca de los sist emas de
Tot al 170
reut ilización, dest acando los que se localizan en el arco medi-
Fuent e: Yagüe Córdova, 2005.
t erráneo, Andalucía y los archipiélagos de Baleares y Canarias,
de gest ión de aguas, poniendo el énfasis en la reut ilización y la zonas que combinan la exist encia de una elevada demanda urba-
desalación, con las que se preveía increment ar los recursos apor- na y/ o agrícola de recursos y la enorme di fi cult ad para proveerse
t ados mediant e reut ilización en 170 hm 3/ año23. Est as act uaciones en cant idades sufi cient es de los mismos, debido al agot amient o y
pueden verse en la t abla 3. det erioro de las fuent es de abast ecimient o t radicionales, la pro-
gresiva salinización de los acuíferos y al insufi cient e régimen de
El Plan Nacional de Reut ilización de Aguas, 2010-2015 (PNRA)
precipit aciones de est os lugares. En el int erior de la península,
pret endió el apoyo e implicación de las Comunidades Aut ónomas
dest aca Madrid sobre el rest o de las Comunidades Aut ónomas.
y Organismos de Cuenca para la fi nanciación y ej ecución de las in-
Por su part e, el volumen de aguas depuradas reut ilizadas en
fraest ruct uras de t rat amient o, acumulación y t ransport e del agua
España en 2006 se sit uaba en t orno a los 368 hm 3/ año, lo que su-
regenerada24. El PNRA se marcaba unos ambiciosos obj et ivos: 1)
ponía un 10,8% del t ot al de los caudales residuales depurados. La
alcanzar el buen est ado que la Direct iva Marco del Agua 60/ 2000/
dist ribución regional de los volúmenes reut ilizados puede verse
CE imponía para el año 2015; 2) conseguir el “ vert ido cero” en
en el gráfi co 5, donde se aprecia cómo los mayores caudales se
zonas cost eras; 3) sust it uir en zonas de int erior concesiones de
usaban en el arco medit erráneo, Andalucía y los archipiélagos de
agua prepot able por agua regenerada para los usos en que fuese
Baleares y Canarias, dest acando en especial la Comunidad Valen-
viable; 4) est ablecer un modelo de fi nanciación lo sufi cient emen-
ciana, que reut ilizaba 149 hm³ / año (40,4% del t ot al) y la Región
t e ágil y dinámico para foment ar el desarrollo de las act uaciones
de Murcia, que reut ilizaba 85 hm³ / año (23,0%) 25. La dist ribución
de reut ilización de aguas regeneradas; 5) foment ar la reut iliza-
de los 358 hm 3/ año por Demarcaciones Hidrográfi cas puede verse
ción sost enible de aguas regeneradas para los usos agrícola, am-
en el gráfi co 6, dest acando las demarcaciones del Júcar (34%)
bient al, recreat ivo, indust rial y urbano, como una opción viable
y Segura (28%) del t ot al; y, por det rás, Canarias (9%), Cuencas
con respect o al medio ambient e, la seguridad, salud, economía
y t ecnología disponible; 6) est imar las posibilidades de reut iliza- 25 En la Región de Murcia, t ras el diseño de un Plan General de Saneamient o
y Depuración, en el año 2001, se han ido ej ecut ando t odas las infraest ruct uras
concesionado o en t rámit e de obt ener la concesión de 506,8 hm 3/ año. previst as en el mismo, cont ando, en 2014, con 88 inst alaciones de depuración y
23 La reut ilización est á asociada a una depuración previa. En 2005 exist ían 47 bombeos que t rat an unos cient o diez hm 3/ año y dan servicio a más del novent a
en España más de dos mil quinient as EDAR que depuraban más de 3.375 hm 3 anua- y nueve por cient o de la población regional. Más del sesent a por cient o de est as
les de aguas residuales. De est as, se est ima que se reut ilizaban unos cuat rocient os inst alaciones cuent an con t rat amient o t erciario avanzado. La inversión que se ha
cincuent a hm 3/ año, lo que suponía un poco más del t rece por cient o del t ot al. llevado a cabo ha sido superior a los 650 M€ solo en est aciones de depuración y
24 Evaluación ambient al est rat égica del Plan Nacional de Reut ilización de colect ores generales. Más del novent a por cient o de agua t rat ada se reut iliza para
Aguas Regeneradas. Document o inicial. Puede consult arse en: ht t p:/ / www.mma. el riego en agricult ura y como caudales ambient ales para el río Segura, que ha
es/ secciones/ part icipacion_publica/ eval_amb/ pdf / 2009_p_006_document oini- pasado de ser el río más cont aminado de Europa a que en él se puedan realizar
cio.pdf t odo t ipo de act ividades deport ivas, incluida la pesca (ESAMUR, 2014).

30 AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 22-35, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3293
Depuración y reut ilización de aguas en España

Gráfi co 5. Dist ribución por Comunidades Aut ónomas Gráfi co 6. Dist ribución por Demarcaciones Hidrográfi cas
de los volúmenes reut ilizados (en %) en 2006 de los volúmenes reut ilizados (en %) en 2006
1% 1% 1,70% 0,40% 0,40%
2,60% 2,40%

3%
5%
6,30%
7%

7,40%
8%
40% 33,90%
7,50%

12%

9,20%

23% 28,30%

Valencia Murcia Cataluña


Júcar Segura Islas Canarias
Baleares Andalucía Canarias
C. Int. Cataluña C. Med. Andaluzas Islas Baleares
País Vasco Madrid Castilla-La Mancha
Fuent e: CEDEX, 2008. C. Atl. Andaluzas Ebro Tajo

Int eriores de Cat aluña (7,5%), Cuencas Medit erráneas Andaluzas Guadalquivir Guadiana
(7,4%) y Baleares (6,3%). Fuent e: CEDEX, 2008.
En el est udio del CEDEX con dat os de 2005 y 2006, solo se
agua regenerada en España est án represent ados en el gráfi co 7.
cont emplaban depuradoras de más de 1 hm 3/ año y no se cont a-
bilizaron sist emas de reut ilización con menos de 0,2 hm 3/ año, En primer lugar —y a mucha diferencia de los demás— fi gura el
por lo que puede afi rmarse que en la act ualidad la capacidad agrícola, con más del set ent a por cient o del t ot al del dest ino de
de reut ilización es mayor. Los dat os globales, publicados por Co- las aguas regeneradas y un volumen anual de 261 hm 3/ año, que
rrochano en 2008, considerando t odas las depuradoras, arroj an se ut ilizan para el riego de product os de consumo humano en
una cifra t ot al de 447,3 hm 3/ año. Las comunidades de Valencia y fresco, past os, agricult ura, cult ivos leñosos, ornament ales, vive-
Murcia han seguido increment ando sus programas de reut ilización ros y forraj es, ent re ot ros. Según el informe del CEDEX, en est e
hast a alcanzar en el caso de la Comunidad Valenciana, en 2010, caso no se incluyen en el uso agrícola aquellos riegos que est án
los 350 hm 3/ año, cifra que signi fi ca un increment o de más del ut ilizando agua brut a, como las zonas forest ales, los cuales deben
doble respect o a las cant idades de 200826. adecuarse a las calidades exigibles por el real decret o 1620/ 2007.
Cont ado est os volúmenes se alcanzarían los 310 hm 3/ año. Es sin
USOS DEL AGUA REGENERADA EN ESPAÑA duda el uso que más puede cont ribuir al ahorro de agua super fi -
cial y/ o subt erránea, y, por t ant o, ayudar a la conservación del
Los usos que se le pueden dar a las aguas regeneradas son medio nat ural. Al uso agrícola le sigue en import ancia el ambien-
muchos y variados. Los cinco principales a los que se dest ina el t al, al que se dest ina más del diecisiet e por cient o de los caudales
26 Es de dest acar, en el caso de la Comunidad Valenciana, el Plan de reu- reut ilizados, que sirven para la recarga y recuperación de acuí-
t ilización de Aguas en el área met ropolit ana de Valencia que consist e en la am- feros, el riego de bosques y zonas verdes, la silvicult ura, la res-
pliación de la capacidad de siet e depuradoras y la modernización y mej ora de los
sist emas de t rat amient o en las conducciones necesarias para t ransport ar el agua
t auración y mant enimient o de humedales, las in fi lt raciones para
depurada al lugar de uso, así como en la const rucción de colect ores para desco- evit ar la int rusión salina o la rest it ución de caudales ecológicos.
nect ar t ot alment e los sist emas de alcant arillado y las infraest ruct uras de riego. El uso recreat ivo, con el 7%de los caudales, const it uye el siguien-
El cost e de est as act uaciones asciende a unos cient o cuarent a M€, que generaran
unos cient o cincuent a hm 3/ año de agua regenerada para regar la huert a de Valen- t e aprovechamient o en import ancia, dest inándose los volúmenes
cia y mant ener la Albufera. principalment e en est e caso al riego de campos de golf, aunque

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Joaquín Melgarej o-Moreno; M. ª Inmaculada López-Ort iz

Gráfi co 7. Dist ribución por usos del agua regenerada en España Gráfi co 8. Evolución de la reut ilización de agua en España (hm3/ año)
0,30% 1600
1.380
1400

4,00% 1200
983
1000
7,10%
800

600
414
400 368
70,90%
200

0
17,70% 2008 2009 2015 >2015

Fuent e: Yagüe Córdova, 2014.

que represent a el 69% de su capacidad t ot al (2.546 hm 3/ año). La


capacidad de las est aciones regeneradoras en funcionamient o en
2006 fue de 706,6 hm 3/ año, lo que supone un 40% sobre el caudal
depurado. En cuant o al volumen de agua reut ilizada, 368 hm 3/
año supone un 52% sobre la capacidad de regeneración en funcio-
Agrícola Ambiental Recreativo
namient o y un 21% sobre el caudal de agua residual depurado30.
Por lo t ant o, t eniendo en cuent a que del volumen reut ilizado un
Urbano Industrial 60,75% pasa por una est ación regeneradora, podría deducirse que
Fuent e: CEDEX, 2008. los sist emas de reut ilización act uales podrían increment ar en un
68,34% los volúmenes de agua regenerada si exist ieran nuevas
t ambién a est anques o caudales circulant es ornament ales27. El demandas en su zona de infl uencia. En t odo caso hay que t ener en
4% se dedica al aprovechamient o urbano (residencial, j ardines cuent a la est acionalidad de la demanda del uso de riego agrícola,
privados, descargas de aparat os sanit arios) y servicios (riego de por lo que las capacidades de regeneración en est e t ipo de sist e-
zonas verdes, limpieza de calles, sist emas cont ra incendios, lava- mas son not ablement e superiores a los volúmenes regenerados, lo
do indust rial de coches); mient ras que solo una exigua cant idad, que hace difícil det erminar el sobredimensionamient o act ual de
el 0,3% del t ot al, es para aprovechamient o indust rial (aguas de las est aciones regeneradoras. Con t odo, la evolución del consumo
proceso y limpieza, refrigeración, condensadores). Result a fun- de est e t ipo de caudales y las previsiones que se est iman para
dament al que las administ raciones regionales impulsen e incluso el fut uro son clarament e alcist as, como puede apreciarse en el
obliguen cuando sea aconsej able al uso de aguas residuales depu- gráfi co 8.
radas cuando su aprovechamient o lo permit a, sobre t odo en los
espacios que se ven afect ados por défi cit permanent e28.
Del caudal reut ilizado t ot al (368 hm 3/ año), solo el 61%(223,7 COSTES DE LA DEPURACIÓN Y REUTILIZACIÓN
3
hm / año) cuent a con un t rat amient o de regeneración, mient ras
En el marco de la Unión Europea no se dispone de subven-
que el 39% rest ant e carece de él, reut ilizándose con una calidad
ciones concret as para foment ar la reut ilización de agua31. Los
de t rat amient o secundario. Debe t enerse en cuent a, en est e sen-
mecanismos exist ent es se pueden agrupar en dos cat egorías: los
t ido, que la ent rada en vigor del real decret o 1620/ 2007 obligaba
que fi nancian los cost es iniciales y los que se aplican a los cost es
a const ruir t rat amient os de regeneración en los casos en que no
exist a y a adecuar alguna de las est aciones regeneradoras exis- de explot ación. En España no exist e un mercado de agua regene-
t ent es para que su efl uent e se adapt e a las calidades de uso exi- rada, por lo que result a difícil obt ener un precio para est e pro-
gidas29. A escala nacional, las est aciones depuradoras de las que 30 En 2008 la reut ilización de aguas depuradas en la Comunidad Valenciana
t oman agua los sist emas de reut ilización t rat an 1.757 hm 3/ año, lo era de las más import ant es de España, alcanzándose la cifra de 225 hm 3/ año,
que se han ut ilizado principalment e en el regadío. Est a cifra represent a el 45%
27 Para el riego de campos de golf se prevé un import ant e crecimient o de las del agua t rat ada generada en las depuradoras (512 hm 3/ año). 154 hm 3 han sido
aguas regeneradas dest inadas a est e fi n, ya que exist en en la act ualidad en España reut ilizados direct ament e (30%), el rest o, 71 hm 3, han sido obt enidos mediant e
unos t rescient os campos de golf con unas necesidades hídricas de unos ochent a la aplicación de t rat amient os t erciarios, que en ocasiones son complement ados
hm 3/ año y en casi t odas las Comunidades se est á regulando con el fi n de obligar por procesos de desalinización, como, por ej emplo, en la EDAR de Benidorm,
a que est as inst alaciones se abast ezcan con est os recursos, como es el caso de la procedent es de 32 EDARs que t ienen incorporados est os t rat amient os avanzados
Comunidad Valenciana a t ravés de la ley 9/ 2006. (coagulación- fl oculación, fi lt ración y algunas ult raviolet as y/ o ósmosis inversa)
28 Melgarej o, 2009. (Melgarej o, 2009).
29 Idem. 31 Hernández et al, 2006.

32 AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 22-35, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3293
Depuración y reut ilización de aguas en España

duct o; por eso, se asume que el cost e por met ro cúbico debe ser de agua a depurar, dado que su procedencia det ermina la clase y
igual al precio máximo de vent a, garant izando así la cobert ura de el nivel de agent es cont aminant es que se deben eliminar y el t ipo
los gast os. Para favorecer la reut ilización, result a imprescindible de t rat amient o que se ha de aplicar. En segundo lugar, t iene que
est ablecer una polít ica de precios que repart a los cost es de la re- considerarse el uso al que se dest ina est e agua, porque según sea
generación y la gest ión de las aguas residuales ent re la t ot alidad se aplicarán unos procesos u ot ros para que se cumplan las calida-
del consumo, est ableciendo incent ivos para lograr que en t odos des exigidas por el mismo. Exist e una enorme variabilidad de los
los sect ores se ut ilice agua regenerada cuando est o sea posible. cost es asociados a los dist int os t rat amient os, pudiendo afi rmarse
El cost e unit ario del agua se defi ne como el cocient e ent re que aument an a medida que conllevan un mayor número de pro-
los import es abonados por el suminist ro de agua más los abo- cesos. Algunos usos, como son los de reut ilización indust rial y
nados en concept o de alcant arillado, depuración y cánones de los que se dest inan a la recarga de acuíferos, t ambién present an
saneamient o o vert ido, y el volumen de agua regist rada y dist ri- import ant es variaciones de precio. Especial at ención merece el
buida a los usuarios. En 2013 el cost e unit ario del agua se sit uó t ema de los cost es energét icos, ya que el consumo es muy des-
en 1,83 €/ m 3. El suminist ro alcanzó los 1,09 €/ m 3, mient ras que igual (y, por lo t ant o, el cost e) según la t écnica elegida. Así, hay
el saneamient o (alcant arillado, depuración, cánones de sanea- que t ener en cuent a que exist e una correlación ent re el grado de
cont aminación del agua t rat ada (medida por el cocient e ent re
Tabla 4. Cost e unit ario del agua (€/ m 3) por Comunidades Aut ónomas los h-e servidos y los met ros cúbicos procesados) y el consumo de
en 2013 energía de la plant a.
Tot al Suminist ro Saneamient o En t érminos generales, para un t rat amient o físico-químico
Andalucía 1,74 1,04 0,7
los cost es de inversión oscilan ent re 20 y 30 euros/ m 3/ día inst ala-
do y los de operación se sit úan ent re 0,02 y 0,03 euros/ m 3; para
Aragón 1,46 0,7 0,76
la fi lt ración sobre lecho de arena los cost es de inversión fl uct úan
Ast urias 1,32 0,68 0,64 ent re 55 y 100 euros/ m 3/ día inst alado y los de operación pueden
Baleares 2,21 1,11 1,1 represent ar ent re 0,01 y 0,03 euros/ m 3; y para una desinfección
Canarias 2,03 1,66 0,37 con rayos ult raviolet a los cost es de inversión pueden variar ent re
Cant abria 1,56 0,91 0,65 7,5 y 8,6 euros/ m 3/ día inst alado y los de operación ent re 0,01 y
0,02 euros/ m 3. Los procesos de microfi lt ración (MF), ult rafi lt ra-
Cast illa y León 1 0,54 0,46
ción (UF), ósmosis inversa (OI) y elect rodiálisis reversible (EDR)
Cast illa-La Mancha 1,28 0,79 0,49
se incorporan cada vez más al t rat amient o de aguas residuales,
Cat aluña 2,54 1,34 1,2 moviéndose sus cost es de inversión ent re 200 y 400 euros/ m 3/
Comunidad Valenciana 2,03 1,23 0,8 día t rat ado, mient ras que los de explot ación varían ent re 0,05 y
Ext remadura 1,49 1,04 0,45 0,09 euros/ m 3, o sea son del orden o ligerament e superiores al
Galicia 1,19 0,77 0,42
t rat amient o convencional, dependiendo de la calidad del e fl uen-
t e secundario33.
Madrid 2,02 1,28 0,74
En la Comunidad Valenciana, según los dat os obt enidos de
Murcia 2,73 1,86 0,87
la EPSAR (Ent idad Pública de Saneamient o de Aguas Residuales)
Navarra 1,47 0,73 0,74 de la Comunidad Valenciana, para 2009, los cost es de depuración
País Vasco 1,52 0,75 0,77 ascienden a un t ot al de 0,220 €/ m 3, que se dist ribuyen del modo
La Rioj a 1,06 0,5 0,56 siguient e: los cost es de personal ascienden a 0,088 €/ m 3 (40%);
Ceut a y Melilla 1,95 1,37 0,58 los de la energía, 0,042 €/ m 3 (19%); los de residuos, 0,035 €/ m 3
(16%); los de mant enimient o, 0,026 €/ m 3 (12%); los de react ivos,
Cost e unit ario medio 1,83 1,09 0,74
0,015 €/ m 3 (7%), y, baj o el epígrafe de varios (mat erial de labo-
Fuent e: INE, 2015.
rat orio, vehículos, combust ible, j ardinería, et c.), se cont abilizan
gast os por 0,014 €/ m 3 (6%). Por su part e, los cost es de explot a-
mient o y vert ido) fue de 0,74 €/ m 3 32. Los valores más elevados ción di fi eren de manera sensible at endiendo a los dist int os t rat a-
del cost e unit ario del agua en 2013 se dieron en Región de Murcia mient os. Así, ascienden a 0,26 €/ m 3 con t rat amient o secundario;
(2,73 euros por met ro cúbico), Cat aluña (2,54) y Baleares (2,21). a 0,06 €/ m 3, con t rat amient o t erciario; y a 0,14 €/ m 3, con t rat a-
Por el cont rario, Cast illa y León (1,00), La Rioj a (1,06) y Galicia mient os avanzados. El cost e de la dist ribución se est ablece en 0,1
(1,19) present aron los cost es más baj os. El conj unt o de los cost es €/ m 3 34. La est ruct ura de cost es de la depuración y reut ilización
unit arios del agua por Comunidades Aut ónomas puede verse en en la Comunidad Valenciana correspondient e a 2015 puede verse
la t abla 4. en el gráfi co 9.
¿Cuáles son los cost es de depurar y reut ilizar el agua? Hay que
comenzar señalando que los cost es de los procesos de depuración
y reut ilización de aguas est án condicionados por la exist encia de
varios fact ores. En primer lugar, ha de t enerse en cuent a el t ipo
33 Prat s y Melgarej o, 2006.
32 INE, 2015. 34 Melgarej o, 2009.

AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 22-35, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3293 33
Joaquín Melgarej o-Moreno; M. ª Inmaculada López-Ort iz

Gráfi co 9. Est ruct ura de cost es de la depuración y reut ilización t o sost enible, en cont raposición con los modelos t radicionales de
en la Comunidad Valenciana en 2015 desarrollo de la ofert a y en línea con algunos aspect os de los mo-
0, 8 delos de gest ión de la demanda. En los modelos de crecimient o
sost enible se debe de pot enciar y est imular el uso de t ecnologías
0, 7
más efi cient es, t ant o desde un punt o de vist a ambient al como
0, 6 0,1
económico. Baj o est a nueva concepción, la calidad del agua es
0, 5 una rest ricción para el desarrollo de la act ividad económica y los
0,25
€/ m 3

precios del recurso deben ser fi j ados de forma que, además de


0, 4
englobar el cost e de oport unidad, refl ej en la escasez y los daños
0, 3 0,06 0,06 producidos en el medio.
0, 2 En la act ualidad, España no cumple con la legislación co-
0,27 0,27
0, 1 munit aria en mat eria de depuración del agua urbana. El nivel
0 de cobert ura es cercano al 90% del t ot al en relación con la carga
TRATAMIENTO REUTILIZACIÓN cont aminant e, pero est á especialment e alej ado de cumplir los
obj et ivos que fi j a la DMA para la depuración en municipios de
DISTRIBUCIÓN TRAT. DESALACIÓN más de 10.000 habit ant es, ya que solo el 32% de est os municipios
TRAT. TERCIARIO TRAT. SECUNDARIO españoles cuent a con los sist emas de depuración t erciarios que
Fuent e: EPSAR, 2015. exige la legislación comunit aria35.
Dos son los aspect os hacia donde debe encaminarse la ges-
CONCLUSIONES
t ión en el fut uro: uno, la aplicación de nuevas t ecnologías que
La incorporación de España a la CEE en 1986 implicó la impliquen menos cost es energét icos, que sean más amigables con
adapt ación a la normat iva europea sobre depuración, más exi- el ent orno, que generen menos residuos, en defi nit iva, que sean
gent e que la española. Así, la aprobación en 1991 de la Direct iva más sost enibles; y, dos, un cambio en el modelo de fi nanciación,
91/ 271/ CEE sobre depuración de aguas residuales supuso la obli- con mayor prot agonismo de los cánones de saneamient o y una
gación de disponer de colect ores que recogieran las aguas resi- revisión profunda de las t arifas del agua, que garant ice el cumpli-
duales generadas por las aglomeraciones urbanas, y est ableció los mient o del principio de recuperación de cost es.
t rat amient os necesarios en función del emplazamient o donde se En est e nuevo modelo, la pot encialidad de la reut ilización
vert ían, clasi fi cando las zonas en “ sensibles” , “ menos sensibles” de aguas es un hecho incont rovert ible, sobre t odo en países con
o “ normales” , con el obj et ivo de reducir los niveles de cont ami- problemas de escasez como es el caso de España, pero su conso-
nación de las aguas super fi ciales. lidación como recurso no convencional est rat égico es un ret o que
En 1995 se aprobó el Plan Nacional de Depuración, que pre- obliga a t odos los act ores con responsabilidad en el t ema a act uar
cisaba las act uaciones que debían llevarse a cabo para el cumpli- de forma coordinada y con absolut o rigor en la plani fi cación de
mient o de las exigencias europeas. Además de señalar las depu- las act uaciones fut uras. El real decret o 1620/ 2007 por el que se
radoras que había que const ruir, ampliar, complet ar o adapt ar, el est ablece el régimen j urídico de la reut ilización ha supuest o un
Plan perseguía la correct a gest ión de los sist emas de depuración avance import ant e en la regulación de la reut ilización, al clari fi -
mediant e la creación de ent es supramunicipales de gest ión y el car t ant o las responsabilidades de las Administ raciones Públicas
est ablecimient o de cánones de saneamient o. En t oda España, en como las correspondient es a los concesionarios y usuarios fi nales,
1995, se habían const ruido 500 depuradoras (aunque no t odas y al est ablecer los crit erios de calidad para cada uno de los po-
cumplían las exigencias de la Direct iva) y el nivel de cobert ura sibles usos de est os caudales. Ahora bien, sigue siendo necesario
era del 40% en relación a la t ot alidad de la carga cont aminan- que se habilit en mecanismos para pot enciar la reut ilización y la
t e expresada en habit ant es equivalent es. Ent re 1995 y 2005, se adecuación de los sist emas exist ent es a las exigencias de calidad
const ruyó y aseguró el mant enimient o de mil depuradoras, alcan- más est rict as.
zando una cobert ura del 80% en 2005, lo que mej oró considera- Con t odo, hay que t ener en cuent a que el aument o de los
blement e la calidad del agua de los ríos y la cost a. volúmenes depurados no va a signi fi car un increment o aut omá-
En el año 2000 ent ró en vigor la Direct iva Marco del Agua, t ico de la reut ilización, por cuant o exist en diversos fact ores que
que pret endía uni fi car las act uaciones de la Unión Europea y al- pueden frenar su ext ensión. Cabe dest acar, en est e sent ido, la
canzar un “ buen est ado” de las masas de agua para 2015. La falt a de regularidad en la calidad del e fl uent e depurado en algu-
respuest a a las nuevas exigencias europeas fue la aprobación en nas EDARs; la necesidad de ut ilizar los efl uent es depurados para
2005 del Plan Nacional de Calidad de las Aguas, que se diseñó garant izar los caudales ecológicos, especialment e en los momen-
con el mismo horizont e t emporal que la DMA y t enía el obj et ivo t os de est iaj e o épocas de sequía; la di fi cult ad de convert ir las
de lograr el t ot al cumplimient o de los requerimient os europeos. demandas pot enciales en reales, especialment e en el caso de la
Una gest ión adecuada del agua requiere un equilibrio ent re reut ilización en riego agrícola, debido a la resist encia de los agri-
sus valores económicos y sus valores medioambient ales, sociales cult ores a sust it uir los recursos t radicionales por el agua regene-
y cult urales. La DMA est ablece un nuevo modelo de uso del agua
que puede denominarse modelo medioambient al o de crecimien- 35 Price Wat er House Coopers, 2014.

34 AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 22-35, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3293
Depuración y reut ilización de aguas en España

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AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 22-35, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3293 35
AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 36-47, JULIO-DICIEMBRE 2016, UNIVERSIDAD DE JAÉN, JAÉN, ESPAÑA ISSN 2340-8472 ISSNe 2340-7743 DOI 10.17561/at.v0i8.3294

water and landscape

AGUA y TERRITORIO
Aproximación al régimen jurídico de la reutilización
de aguas regeneradas en España
Delineat ing t he Legal Framework for t he Reuse of Reclaimed Wat er in Spain
Andrés Molina-Giménez
Inst it ut o del Agua y de las Ciencias Ambient ales, Universidad de Alicant e. Alicant e, España. andres. molina@ua. es

Resumen — Est e art ículo analiza el régimen j urídico aplicable a la reut ilización de aguas regeneradas en España, part iendo de las bases legales generales que compar-
t en t odas las aguas, para descender post eriorment e al marco legal especí fi co que t ienen est os recursos no convencionales. El régimen j urídico aplicable
es sufi cient e para generar un marco est able y dar seguridad j urídica a los act ores implicados en la act ividad. Falt a, no obst ant e, un mayor desarrollo de la
regulación en mat eria de fi nanciación, de modo que pueda clari fi carse la at ribución de los cost es de est a act ividad. La regulación favorece la ut ilización
de est as aguas por part e de quien ost ent a la aut orización de vert ido, y por t ant o, quien realiza la act ividad de depuración, lo que result a acert ado para
favorecer el desarrollo de est os proyect os.

Abstract — This art icle analyses t he legal regime applicable t o t he reuse of reclaimed wat er in Spain, st art ing wit h t he general legislat ion concerning wat er,
f ollowed by t he speci fi c legal f ramework t hat regulat es t his unconvent ional resource. This legal scheme is suf fi cient t o generat e a st able f ramework
and conf er legal prot ect ions t o st akeholders involved in t his act ivit y. However, f urt her regulat ion on fi nancing should be required, so as t o clarif y t he
responsibilit y f or paying t he cost s of t his act ivit y. The regulat ion f avors t he use of t hese wat ers by t hose who hold t he discharge permit and t heref ore
by t hose who carry out t he t reat ment . In our opinion, t hat opt ion is right in t hat it f avors t he development of t hese proj ect s.

Palabras clave: régimen j urídico, reut ilización, aguas depuradas, España


Keywords: legal syst em, reuse, puri fi ed wat er, Spain

Información Artículo: Recibido: 18 marzo 2016 Revisado: 21 sept iembre 2016 Acept ado: 22 oct ubre 2016

© Universidad de Jaén / Seminario Permanent e Agua, Territ orio y Medio Ambient e (CSIC)

36
Aproximación al régimen j urídico de la reut ilización de aguas regeneradas en España

INTRODUCCIÓN est e ámbit o desde diferent es perspect ivas. Lo mismo sucede con
ot ras normat ivas de caráct er ambient al o t errit orial. El result ado
Est e t rabaj o t iene como obj et o el est udio del conj unt o de es un régimen j urídico bast ant e het erogéneo, con una ciert a com-
disposiciones, comunit arias y est at ales, que afect an direct a o in- plej idad compet encial 2.
direct ament e a la reut ilización del agua residual depurada. Prin-
En primer t érmino, es necesario t ener en cuent a lo est able-
cipios de alcance general como el buen est ado ecológico de las
cido en la DMA, t oda vez que est a normat iva est ablece los prin-
masas de agua, la plani fi cación hidrológica int egral de las cuen-
cas, o la recuperación de cost es, forman part e del marco legal cipios fundament ales del Derecho de aguas en Europa3. De sus
que afect a a est a act ividad, que cuent a además con normat iva normas y principios se puede inferir que la ut ilización de las aguas
específi ca: el real decret o 1620/ 2007, de 7 de diciembre, por el regeneradas debe realizarse de manera coherent e con la plani-
que se est ablece el régimen j urídico de la reut ilización de las fi cación hidrológica, no hacer peligrar el buen est ado ecológico
aguas depuradas, en adelant e, RDR. de las masas de agua super fi cial o subt erránea y cumplir con el
principio de recuperación de cost es. Los planes de demarcación y
El aprovechamient o de las aguas regeneradas debe observar-
los programas de medidas est ablecen los obj et ivos cuant it at ivos y
se como una oport unidad para dar cumplimient o a los obj et ivos
cualit at ivos de las masas de agua, fi j an los crit erios para asignar
de la Direct iva 2000/ 60/ CE de 23 de oct ubre (DMA), que pret ende
los recursos y programan act ividades, siendo por t ant o inst rumen-
garant izar un agua de elevada calidad y en cant idad su fi cient e. La
t os regulat orios fundament ales para ordenar la reut ilización.
menor explot ación de las aguas nat urales, especialment e las sub-
t erráneas, gracias a la incorporación de est os caudales al ciclo, Desde el punt o de vist a de la prot ección cuant it at iva de las
así como la reducción de vert idos de aguas residuales al medio, masas de agua, la det racción de caudales depurados y post erior-
puede cont ribuir a alcanzar dichos obj et ivos1. ment e regenerados, que en consecuencia no son devuelt os a los
cursos fl uviales, podría event ualment e afect ar al volumen de
Además, el uso de est as aguas supone ot ro t ipo de benefi cios
agua circulant e. Sin embargo, su aprovechamient o puede evit ar
de caráct er social, como el mant enimient o de las comunidades y
nuevas capt aciones o reducir las exist ent es, favoreciendo con ello
el empleo rural, la mej ora de ent ornos urbanos aj ardinados, del
paisaj e o la cont ribución a la seguridad aliment aria de la pobla- el equilibrio del sist ema de explot ación, por lo que es preciso t e-
ción. ner en cuent a est a ext ernalidad posit iva para efect uar un balance
adecuado.
Es preciso asegurar, sin embargo, que la calidad del agua
regenerada sea la adecuada para los usos pret endidos, que su En el t erreno cualit at ivo, la ut ilización de aguas regeneradas
ut ilización no genere impact os ambient ales indeseables y que los no debe causar cont aminación en las masas de agua super fi cial o
cost es sean sost enibles y viables en relación con los precios del subt erránea, lo que debe confront arse con el hecho de que est os
rest o de fuent es de suminist ro. La sost enibilidad económica, no efl uent es reciben t rat amient os t erciarios, siendo mucho menos
obst ant e, debe evaluarse at endiendo no solo a los cost es, sino cont aminant es que las aguas residuales depuradas con t rat amien-
considerando el conj unt o de benefi cios económicos que la reu- t os secundarios. Aun con t odo, dichos caudales no est án exent os
t ilización puede report ar, así como los perj uicios y pérdida de de cont ener parámet ros cont aminant es, por lo que deben ser con-
pot encialidades derivadas de la escasez. t rolados.
La exist encia de riesgos sanit arios, dada la posible presen- Ot ra int eracción int eresant e es la posible recarga de acuí-
cia de bact erias y ot ros pat ógenos en las aguas regeneradas, el feros con est as aguas, lo que según la DMA requiere aut orización
cont enido en nit rat os y fosfat os o la presencia de cont aminant es expresa de las aut oridades compet ent es, y la garant ía de que en
emergent es no eliminados, son por ot ra part e aspect os que la ningún caso se empeorará la sit uación ambient al del acuífero.
normat iva debe abordar. En suma, en est e art ículo se analizan La recarga art i fi cial con aguas regeneradas no sería considerada
las cuest iones j urídicas más det erminant es que conciernen a est a como un vert ido direct o a la masa de agua subt erránea, lo que
act ividad, que cuent a con un marco legal en t érminos generales est á expresament e prohibido (art . 11.3 DMA), siendo por t ant o
adecuado, pero que debiera modernizarse para alcanzar una re- posible.
gulación más efi cient e. También debe t enerse en cuent a que la Direct iva 2006/ 118/
CE, de 12 de diciembre, relat iva a la prot ección de las aguas sub-
LA REUTILIZACIÓN EN EL MARCO JURÍDICO COMÚN 2 Casado, 2004, 65 y ss, pone de mani fi est o que en mat eria de vert idos,
DE PROTECCIÓN DE LAS MASAS DE AGUA. EL CONTEXTO NORMATIVO direct os, indirect os y difusos, la aplicabilidad de numerosas regulaciones sect oria-
les conexas genera una import ant e dispersión normat iva y es fuent e de con fl ict os
En el Derecho Comunit ario no exist e ninguna Direct iva que compet enciales, dada la di fi cult ad de deslindar las normas aplicables a los dife-
rent es t ipos de vert ido; ent ran en j uego aquí los marcos compet enciales relat i-
regule específi cament e la reut ilización de las aguas regeneradas.
vos a medio ambient e, ordenación del t errit orio, urbanismo, residuos, sanidad,
Sin embargo, muchas de las Direct ivas que abordan la prot ección espacios nat urales prot egidos, pesca fl uvial, ent re ot ros, t odos ellos con elevado
de los recursos hidráulicos, inciden direct a o indirect ament e en prot agonismo de las Comunidades Aut ónomas.
3 La Direct iva 2000/ 60/ CE se incorporó al ordenamient o j urídico español
1 Un buen ej emplo es el sist ema de permut as de aguas regeneradas por mediant e la ley 62/ 2003, de 30 de diciembre, de medidas fi scales, administ rat ivas
aguas nat urales que opera desde fi nales de los años 70 en la comarca de la Marina y del orden social, que incluye, en su art ículo 129, la modi fi cación del t ext o refun-
Baj a (Alicant e) baj o el cont rol del Consorcio de Aguas de la Marina Baj a (Melgare- dido de la Ley de Aguas, aprobado por Real Decret o Legislat ivo 1/ 2001, de 20 de
j o, Prat s y De Sant iago, 2015). También, Gil Olcina y Rico Amorós, 2015, 199 y ss. j ulio.

AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 36-47, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3294 37
Andrés Molina-Giménez

t erráneas cont ra la cont aminación y el det erioro4, aport a ele- aguas pot ables, en cuyo caso habría que t ener en cuent a la Direc-
ment os complement arios a la prot ección dispensada por la DMA. t iva 98/ 83/ CE del Consej o, de 3 de noviembre de 1998, relat iva
En ella encont ramos import ant es inst rument os como la fi j ación a la calidad de las aguas dest inadas al consumo humano9, en la
de normas de calidad y valores umbral para est as masas de agua, que se est ablece, ent re ot ros aspect os, la posible delimit ación de
la ident i fi cación de t endencias sost enidas de det erioro o el est a- perímet ros de prot ección.
blecimient o de medidas correct oras a t ravés de la programación
La reut ilización, por ot ra part e, es una act ividad que la Di-
de act uaciones en los planes hidrológicos de demarcación5.
rect iva 91/ 271/ CEE, sobre t rat amient o de aguas residuales urba-
Los sist emas de reut ilización deberán est ar monit orizados, y nas, recoge y foment a en su art ículo 12.1. Dicho precept o det er-
garant izar la no incorporación de cont aminant es en est as masas mina que el agua t rat ada deberá ser reut ilizada cuando result e
de agua. Si se comprueba la degradación de la masa, el programa
apropiado, minimizando los efect os adversos en el medio ambien-
de medidas deberá imponer medidas correct oras o incluso impe-
t e. El uso será apropiado cuando se cumplan los est ándares de ca-
dir la ut ilización de est as aguas.
lidad para cada t ipo de uso que prevé la reglament ación, sin que
Por ot ra part e, dado que la ut ilización del agua regenerada la aplicación de los efl uent es regenerados pueda considerarse un
puede suponer la int roducción de nut rient es en el medio, ponien- vert ido direct o y, por t ant o, suj et o a aut orización de vert ido10.
do en riesgo el cumplimient o del parámet ro 50 mg/ l de nit rat o en
aguas subt erráneas, o bien generando problemas de eut rofi zación Finalment e, es import ant e mencionar que algunos proyect os
en aguas super fi ciales, incluso afect ando a zonas vulnerables, re- de reut ilización, en cuant o supongan la t ransformación a regadío
sult a necesario cont ar con los inst rument os recogidos en la Direc- de t errenos rúst icos, así como los planes y programas que los
t iva 91/ 676/ CEE del Consej o, de 12 de diciembre de 1991, relat i- prevean, pueden est ar suj et os a evaluación de impact o ambient al
va a la prot ección de las aguas cont ra la cont aminación producida de proyect os y a evaluación est rat égica de planes y programas.
por nit rat os ut ilizados en la agricult ura. Así se desprende de la Direct iva 2011/ 92/ UE de 13 de diciembre,
No cabe duda de que los códigos de buenas práct icas agra- relat iva a la evaluación de las repercusiones de det erminados
rias que exige est a normat iva deben cont emplar, cuando proceda, proyect os públicos y privados sobre el medio ambient e, y de la
formas y met odologías de ut ilización de las aguas regeneradas en Direct iva 2001/ 42/ CE del de 27 de j unio relat iva a la evaluación
las explot aciones agrícolas. Si además nos encont ramos en una de los efect os de det erminados planes y programas en el medio
zona declarada vulnerable a est e t ipo de cont aminación, los pro- ambient e11.
gramas de act uación deberán cont emplar medidas que permit an Como puede apreciarse, ninguna de las Direct ivas coment a-
minimizar los impact os que pueden producir est as aguas6. das aborda de manera direct a la reut ilización de las aguas rege-
En ot ro orden de cosas, si las aguas regeneradas est án en neradas, aunque sí import ant es aspect os de su régimen j urídico.
disposición de afect ar a un espacio nat ural prot egido, result aría Afort unadament e, en el Derecho int erno español cont amos con
aplicable la Direct iva 92/ 43/ CE de 21 de mayo de 1992, relat iva a una normat iva específi ca en est e campo, como es la cont enida
la conservación de los hábit at s nat urales y de la fauna y fl ora sil- en el art ículo 109.1 del Real Decret o Legislat ivo 1/ 2001, de 20
vest res7, así como la Direct iva 2009/ 147/ CE de 30 de noviembre, de j ulio, por el que se aprueba el t ext o refundido de la Ley de
sobre conservación de las aves silvest res8. Las aguas regeneradas Aguas (TRLA). Est e precept o reunió una serie de principios que
podrían t ambién afect ar a masas dest inadas a la capt ación de ponían las bases para abordar los ret os que plant ea el uso de es-
4 La Direct iva 2006/ 118/ CE, de 12 de diciembre, fue incorporada en España t os recursos, principios que post eriorment e fueron complet ados y
mediant e real decret o 1514/ 2009, de 2 de oct ubre, por el que se regula la prot ec- desarrollados a nivel reglament ario por el RDR.
ción de las aguas subt erráneas cont ra la cont aminación y el det erioro.
5 En est e sent ido, son aut orizadas las voces que mant ienen que el régimen silvest res se art icula en la ley 42/ 2007, de 13 de diciembre, de Pat rimonio Nat ural
inst aurado por la DMA y la Direct iva de prot ección de las aguas subt erráneas, aun y de la Biodiversidad, cit ada en la not a ant erior.
t eniendo como valor la int roducción de un plant eamient o int egral de la gest ión 9 La Direct iva 98/ 83/ CE del Consej o, de 3 de noviembre de 1998, se incor-
sost enible del agua, y la prot ección de los acuíferos, adolecen de insu fi cient e poró al ordenamient o j urídico español mediant e real decret o 140/ 2003, de 7 de
clari fi cación t erminológica y concept ual, cont ando con una redacción complej a febrero, por el que se est ablecen los crit erios sanit arios de la calidad del agua de
y a veces reit erat iva. La incorporación de las mismas al ordenamient o español, consumo humano.
además, es mani fi est ament e mej orable en opinión de est os aut ores (Erize, 2013, 10 Las exigencias de calidad de est a Direct iva se aplican a las aguas residua-
161-162. Embid, 2003 y 2007). les procedent es de las depuradoras, no a las aguas regeneradas, que en realidad
6 Sanz Rubiales, 1997, 239 y ss, crit icó que las Comunidades Aut ónomas no suponen un vert ido direct o o indirect o al medio, sino event ualment e un vert ido
sean las compet ent es para designar las zonas vulnerables, t oda vez que ello puede de nat uraleza difusa que queda fuera de est e marco regulat orio. Sus exigencias de
compromet er la compet encia est at al asignada a las Confederaciones hidrográfi - calidad se det erminan, por t ant o, en su normat iva especí fi ca, y no est án suj et as
cas, en el est ablecimient o de perímet ros de prot ección. a aut orización de vert ido. Ya Mart ín Mat eo (1992, 153) advirt ió que la normat iva
7 La Direct iva 92/ 43/ CE de 21 de mayo de 1992 fue incorporada por el real reguladora de los vert idos no podía aplicarse a la cont aminación difusa, y en part i-
decret o 1997/ 1995, de 7 de diciembre, por el que se est ablecen medidas para cular a la aplicación de fert ilizant es y nut rient es. Sanz Rubiales (2004, 436) aclara
cont ribuir a garant izar la biodiversidad mediant e la conservación de los hábit at s que la cont aminación punt ual de las aguas subt erráneas, suj et a event ualment e a
nat urales y de la fauna y fl ora silvest res, dando cart a de nat uraleza legal a la Red aut orización de vert ido, se produciría con mot ivo de la int roducción punt ual de
Nat ura 2000 en España. Téngase en cuent a en la act ualidad la ley 42/ 2007, de 13 sust ancias cont aminant es en el subsuelo para evacuar los residuos de una det er-
de diciembre, del Pat rimonio Nat ural y de la Biodiversidad. minada act ividad, lo que no concurre en est e caso.
8 La Direct iva 2009/ 147/ CE de 30 de noviembre, fue t ranspuest a a nues- 11 La ley 21/ 2013, de 9 de diciembre, de evaluación ambient al, cont iene en
t ro ordenamient o j urídico por la derogada ley 4/ 1989, de 27 de marzo; en la la act ualidad el régimen j urídico est ablecido por la Direct iva 2011/ 92/ UE de 13
act ualidad, la prot ección de los espacios acuát icos donde se encuent ran las aves de diciembre y Direct iva 2001/ 42/ CE del 27 de j unio de 2001.

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Aproximación al régimen j urídico de la reut ilización de aguas regeneradas en España

PRINCIPIOS DE APLICACIÓN COMÚN RELEVANTES das necesarias para evit ar o limit ar la ent rada de cont aminant es
PARA EL USO DE AGUAS REGENERADAS en las aguas subt erráneas, y evit ar así su det erioro con el mismo
horizont e t emporal.
MANTENIMIENTO DEL BUEN ESTADO ECOLÓGICO
Para favorecer la consecución de est os obj et ivos, la Direct i-
DE LAS MASAS DE AGUA
va 2006/ 118/ CE de 12 de diciembre, de prot ección de las aguas
a) Aguas super fi ciales subt erráneas, obliga a los Est ados a fi j ar valores umbral y normas
de calidad para las sust ancias cont aminant es, det erminar las t en-
Según el art ículo 4 de la DMA, t odos los Est ados miembros dencias al increment o de su concent ración en las masas de agua,
t ienen la obligación de alcanzar el buen est ado ecológico de las y adopt ar medidas correct oras en caso de incumplirse los est án-
aguas super fi ciales en el plazo de 15 años desde la ent rada en vi- dares aplicables. Est os dat os deben incluirse en la plani fi cación
gor de la norma, es decir, est e obj et ivo debió alcanzarse en 2015, hidrológica, y las act uaciones de corrección correspondient es, en
salvo las excepciones debidament e aut orizadas12. Deben además los programas de medidas13.
aplicarse t odas las medidas necesarias para invert ir las t enden-
El real decret o 1514/ 2009, de 2 de oct ubre, por el que se
cias que puedan llevar al det erioro de est as masas.
regula la prot ección de las aguas subt erráneas cont ra la cont ami-
Las Confederaciones hidrográfi cas son las encargadas de ve- nación y el det erioro, cont iene una import ant e previsión relat iva
lar porque la calidad del efl uent e reut ilizado no perj udique el es- a las aguas regeneradas, t oda vez que su art ículo 6.4.d. habilit a
t ado ecológico de las masas de agua super fi cial e impida cumplir una excepción en cuant o a la aplicación de las medidas de limi-
las normas de calidad aplicables. Para ello debe act ivar las act ua- t ación, cuando la ent rada de cont aminant es en las aguas subt e-
ciones que det ermine el plan hidrológico de la demarcación, y el rráneas “ sea el result ado de una recarga art i fi cial aut orizada de
programa de medidas. conformidad con lo previst o en el art ículo 257.5 del reglament o
El real decret o 817/ 2015, de 11 de sept iembre, por el que del dominio público hidráulico, en el art ículo 53 del reglament o
se est ablecen los crit erios de seguimient o y evaluación del est a- de la plani fi cación hidrológica, o en el Real Decret o 1620/ 2007,
do de las aguas super fi ciales y las normas de calidad ambient al, de 7 de diciembre, por el que se est ablece el ré gimen j urídico de
especi fi ca los inst rument os necesarios para alcanzar est os obj e- la reut ilización de aguas depuradas” .
t ivos. La norma desarrolla lo est ablecido en el art ículo 92.t er.2 Las medidas prevent ivas que podrían ser excluidas son las
del Text o Refundido de la Ley de Aguas, que prevé la aprobación cont enidas en los apart ados 1 y 2 del mismo precept o. Se t rat a de
de programas de seguimient o del est ado de est as aguas. Dichos act uaciones que se incluyen en los programas de medidas de los
programas son: el programa de cont rol de vigilancia, el programa planes hidrológicos y que van dirigidas a ident i fi car sust ancias pe-
de cont rol operat ivo, el programa de cont rol de invest igación, así ligrosas, imponer las mej ores t écnicas disponibles y las mej ores
como el cont rol adicional de las masas de agua del Regist ro de práct icas ambient ales para limit ar la ent rada de cont aminant es
zonas prot egidas de cada demarcación. no peligrosos, o las dest inadas al est ablecimient o de perímet ros
El real decret o cont ribuye además a obj et ivar lo est ablecido de prot ección, ent re ot ras. Est a excepción solo puede aplicarse
por la normat iva sobre cont aminación por nit rat os, en cuant o a la cuando el órgano responsable realice act uaciones de comproba-
necesidad de evit ar problemas de eut rofi zación. Su disposición fi nal ción, cont rol y seguimient o de la masa de agua, sin observar nin-
cuart a modi fi ca el real decret o 261/ 1996, de 16 de febrero, y más gún det erioro.
concret ament e su art ículo 3.2.a). Es necesario en consecuencia de- En relación con el cont enido en nit rat os, el real decret o
t erminar las masas de agua que se encuent ran afect adas por est e 261/ 1996, de 16 de febrero, det ermina que las masas de agua
t ipo de cont aminación, o en riesgo de est arlo. En est a sit uación se subt erránea no deben superar los 50 mg/ l de concent ración de
encont rarán las aguas super fi ciales que present en, o puedan llegar a est a sust ancia, fi j ando así el mismo parámet ro que opera para
present ar una concent ración de nit rat os superior a 50 mg/ l. las aguas super fi ciales. Si las aguas regeneradas cont ribuyen a
La zona afect ada puede ser en t al caso declarada vulnerable, superar est os límit es en la masa de agua, la zona será declarada
act ivándose las medidas que prevean los programas de act uación vulnerable, se aprobará un programa de act uación y los códigos
y códigos de buenas práct icas agrarias, lo que podría comprome- de buenas práct icas agrarias se convert irán en inst rument os vin-
t er el uso de aguas regeneradas si son est as las que han cont ribui- culant es14.
do a la generación del problema.

c) Masas de agua para consumo humano


b) Aguas subt erráneas
En lo que se refi ere a est as masas, además de cumplir el
El art ículo 4 de la DMA, al igual que para las aguas super fi cia- obj et ivo compart ido de alcanzar el buen est ado ecológico, la
les, dispone que los Est ados miembros habrán de aplicar las medi-
13 Erize (2013, 220 y ss) dest aca la import ancia de la plani fi cación hidroló-
12 El plazo indicado puede ser prorrogado previa pet ición del Est ado miem- gica en la prot ección de las aguas subt erráneas, t ant o en lo que se re fi ere al Plan
bro y j ust i fi cación de las razones por las que alcanzar dicho obj et ivo no puede Hidrológico Nacional, como a los planes de demarcación. Señala además que t an
realizarse razonablement e, at endiendo a la magnit ud y cost e de las mej oras nece- import ant e es su aprobación, que ha sido realizada con ret raso, como su perma-
sarias. Est as prórrogas deben consignarse en la plani fi cación hidrológica de cuenca nent e act ualización.
y solo pueden realizarse durant e dos ciclos de plani fi cación. 14 Molina, 2015.

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Andrés Molina-Giménez

Administ ración debe velar porque se cumplan los requisit os es- Es indiscut ible que los cost es de la regeneración no deben
t ablecidos en el real decret o 140/ 2003, de 7 de febrero, por el recaer en el usuario urbano del agua pot able, sino en el usuario
que se est ablecen los crit erios sanit arios de calidad del agua de fi nal del agua reut ilizada. El usuario urbano no se benefi cia del
consumo humano. Si la aplicación de aguas regeneradas puede t rat amient o t erciario que precisa ser realizado para acondicionar
afect ar a alguna de est as masas, sería necesario det erminar si est os recursos para nuevos usos. Por t ant o, es el benefi ciario fi -
con ello quedan compromet idos los obj et ivos sanit arios fi j ados nal de est a act ividad quien debe cont ribuir a su fi nanciación. Se
por est a normat iva. precisa sin duda una regulación más compet a sobre el régimen
Tant o la DMA como la Direct iva sobre calidad de aguas para fi nanciero de est a act ividad.
consumo humano permit en est ablecer perímet ros de prot ección
en los punt os de capt ación de est as aguas. Dent ro de dichos pe- ASIGNACIÓN DE CAUDALES EN LA PLANIFICACIÓN HIDROLÓGICA
rímet ros pueden limit arse act ividades que puedan poner en ries-
go la correct a conservación de la masa. El art ículo 173 del real El cont enido de los planes hidrológicos de demarcación es
decret o 849/ 1986, de 11 de abril, por el que se aprueba el Re- muy import ant e para la regulación de las aguas regeneradas. Es-
glament o del Dominio Público Hidráulico (RDPH), at ribuye a los t os inst rument os cont ienen un conj unt o de regulaciones de int e-
Organismos de cuenca la compet encia para delimit ar e implant ar rés para la ordenación y dist ribución de est os efl uent es:
dichos perímet ros.
Trat ándose de aguas subt erráneas, el art ículo 6 del real de- a) Crit erios de asignación. En cada sist ema de explot ación
cret o 1514/ 2009, de 2 de oct ubre, en relación con el art ículo el plan cuant i fi ca el conj unt o de los recursos disponi-
92 quát er del TRLA, cont empla así mismo el est ablecimient o de bles, incluyendo las aguas regeneradas, y confi gura las
perímet ros de prot ección del t amaño que se considere necesario normas de explot ación t eniendo en cuent a su apor-
para prot eger est as masas. t ación. Una vez hecho est o, se pueden est ablecer los
crit erios de dist ribución de los caudales a los diferen-
t es usos. Las aguas regeneradas pueden asignarse ínt e-
EL PRINCIPIO DE RECUPERACIÓN DE COSTES grament e a un uso o formar part e de un conj unt o más
het erogéneo de aguas asignadas a un uso (i.e. riegos
El saneamient o básico y la depuración de las aguas residua- mixt os).
les son servicios públicos de t it ularidad local, según est ablecen
También se pueden reservar caudales regenerados para
los art ículos 25, 26 y 86.3 de la Ley de Bases de Régimen Local.
complement ar concesiones infradot adas (las conce-
Las Comunidades Aut ónomas int ervienen t ambién en est as act ivi-
siones no generan un derecho absolut o a los caudales
dades, dadas sus compet encias en medio ambient e, así como en
concedidos, sino una expect at iva a disfrut arlos depen-
obras hidráulicas de int erés aut onómico. Para ello han ido crean-
diendo de si exist en recursos disponibles). El plan puede
do leyes que regulan est os servicios y han desarrollado est ruc-
t ambién est ablecer crit erios o list as de usos preferent es
t uras organizat ivas específi cas, muchas veces descent ralizadas,
para opt ar a recibir est os caudales.
para su gest ión. De ahí que la depuración sea en la act ualidad una
compet encia compart ida. b) Los caudales regenerados comput an a efect os de est a-
blecer el cálculo de las reservas t ot ales de la cuenca;
Muchas Comunidades Aut ónomas han opt ado por fi nanciar el es decir, para det erminar los caudales que no deben ser
saneamient o a t ravés de t arifas, cánones o t asas que gravan el asignados a ningún uso, para poder at ender a las necesi-
consumo de agua pot able, dado que se presume que t odo con- dades de la cuenca en el fut uro. Una opción que apare-
sumo produce cont aminación. La norma pionera en est e sent ido ce en planes hidrológicos como el del Júcar, es permit ir
fue la Ley de Saneamient o de la Comunidad Valenciana de 199215. el uso t emporal de las reservas con el compromiso de ir
Est a confi guración fi nanciera es perfect ament e compat ible con sust it uyendo progresivament e dichas aport aciones por
la DMA, según la cual el benefi ciario de los servicios relacionados aguas regeneradas y/ o desalinizadas.
con el agua debe cubrir los cost es generados para su prest ación
c) Los planes pueden promover la producción de aguas re-
(principio de recuperación int egral de cost es), así como el princi-
generadas a cambio de obj et ivos ambient ales: reducir
pio de que quien cont amina paga.
las ext racciones de recursos subt erráneos, mej orar el
Sin embargo, la reut ilización no est á considerada en nuest ro est ado de las masas de agua, garant izar caudales ecoló-
ordenamient o como servicio público, ni se benefi cia de la cober- gicos, et c. En est a línea, en los planes deberá incluirse
t ura de est e t ipo de inst rument os fi nancieros. De ahí que exist a la prohibición de poner en riesgo el caudal ecológico o
una ciert a inseguridad j urídica en cuant o a la aplicación del prin- perj udicar el est ado ambient al de las masas de agua.
cipio de recuperación de cost es en est e ámbit o. De hecho, en la
d) Es posible t ambién est ablecer limit aciones cuant it at ivas
práct ica, las ERAR a menudo ent regan el agua regenerada a cos-
para las concesiones de reut ilización, de manera que el
t es muy baj os, incluso simbólicos, a usuarios con los que fi rman
plan puede prohibir que det erminados usos, fundamen-
convenios específi cos.
t alment e agrarios, sean cubiert os t ot alment e con aguas
15 ht t p: / / w w w. docv. gva. es/ por t al / f i cha_di sposi ci on_pc. j sp?si g=0805 regeneradas. Con est o se persigue que no accedan al
/ 1992&L=1. sist ema nuevas demandas, sino que sean los concesio-

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Aproximación al régimen j urídico de la reut ilización de aguas regeneradas en España

narios ya exist ent es los que puedan benefi ciarse de est a aguas depuradas, de modo que se conviert en en aguas apt as para
nueva fuent e de suminist ro. Como hemos señalado, ot ros usos. La mayor calidad exigida para est as aguas, en función
muchos usuarios cuent an con concesiones infradot adas, del uso para el que van dest inadas, se deduce de lo est ablecido
que reconocen volúmenes que no se pueden mat eriali- en el RDR. Los requisit os de calidad que exige est a reglament a-
zar en la práct ica por falt a de recursos16. ción obligan a realizar t rat amient os t erciarios de dist int o t ipo,
e) El plan puede imponer t ambién programas de aut ocon- dependiendo de las caract eríst icas del efl uent e de cada EDAR,
t rol de los caudales regenerados que vayan a ser ut ili- y del uso pret endido. Un t rat amient o secundario no sería su fi -
zados (calidad), así como prever la emisión de informes cient e.
periódicos de supervisión por part e del Organismo de La ut ilización de aguas regeneradas en la agricult ura o en
Cuenca; est o debe ir acompañado de crit erios para la ot ro t ipo de usos sobre el t erreno (riego de j ardines, campos de
revocación de aut orizaciones y concesiones de aguas re- golf, et c.) no supone un vert ido direct o o indirect o, sino un ver-
generadas, en caso de incumplimient o de obligaciones t ido difuso, y por t ant o se sit úa fuera del marco j urídico de la
legales. aut orización de vert ido del TRLA. Tampoco result aría aplicable
el régimen sancionador del TRLA en relación a los vert idos no
Como puede apreciarse, la plani fi cación hidrológica es un aut orizados.
inst rument o poderoso para regular la reut ilización de aguas de-
Al ser por t ant o una cuest ión relacionada con compet encias
puradas, permit iendo adapt ar la normat iva general sobre aguas,
de ordenación ambient al, t errit orial o agrícola, t odas ellas en
y específi ca sobre reut ilización, a las caract eríst icas y especi fi ci-
manos aut onómicas, cabría plant ear que est e t ipo de vert idos
dades de cada demarcación hidrográfi ca.
difusos fueran obj et o de una regulación aut onómica con rango
de ley, que incluyera una respuest a sancionadora en caso de in-
EL REAL DECRETO 1620/ 2007, DE 7 DE DICIEMBRE, cumplimient os19. Hoy por hoy, sin embargo, ninguna Comunidad
POR EL QUE SE ESTABLECE EL RÉGIMEN JURÍDICO Aut ónoma dispone de un régimen de est e t ipo.
DE LA REUTILIZACIÓN DE LAS AGUAS DEPURADAS

¿QUÉ ES EL AGUA REGENERADA? ACCESO AL AGUA REGENERADA.


¿QUIÉN PUEDE UTILIZAR ESTAS AGUAS?
El RDR desarrolla los principios generales sobre los que el
art ículo 109.1 del TRLA const ruye el marco legal de la reut iliza- El agua regenerada es considerada en el ordenamient o espa-
ción17. Est a norma, de nat uraleza reglament aria, defi ne en primer ñol como cualquier agua cont inent al, y por t ant o, t iene nat urale-
t érmino lo que debe ent enderse por reut ilización, diferenciando za demanial. El recurso no pert enece a nadie, ni siquiera a quien
ent re dos t ipos de aguas: las aguas depuradas y las aguas rege- lo depura. At endiendo a est a nat uraleza, quien quiera ut ilizarlo
neradas18. necesit a obt ener un t ít ulo de aprovechamient o del organismo de
cuenca, o de la aut oridad aut onómica equivalent e en las cuencas
Las primeras son aquellas que una vez t rat adas en la EDAR
int ernas.
result an legalment e admisibles para el medio al que van a diri-
girse (cauce, lago o laguna, mar) y por t ant o pueden obt ener una La normat iva dist ingue los siguient es supuest os:
aut orización de vert ido. Deben para ello cumplir los niveles para- a) Terceros. El real decret o est ablece que t odas las perso-
mét ricos exigidos por el RDPH y t ener unas condiciones de calidad nas físicas o j urídicas que desean ut ilizar aguas regene-
sufi cient e para no alt erar el buen est ado ecológico de la masa de radas deben obt ener una concesión administ rat iva baj o
agua, de conformidad con lo est ablecido en el plan hidrológico las reglas generales est ablecidas en el TRLA. Por t ant o,
de la demarcación. cuando una persona o ent idad que ni es el concesionario
Las aguas regeneradas, sin embargo, son aquellas que ob- del agua nat ural originaria, ni t ampoco es t it ular de la
t ienen un t rat amient o adicional al que result a obligado para las aut orización de vert ido, desea obt ener agua regenera-
da, deberá obt ener una concesión ordinaria, en compe-
16 Así, por ej emplo, el Plan del Júcar det ermina que: “ En los sist emas en los t encia de proyect os con ot ros pot enciales int eresados20.
que en est a normat iva se indica que exist en demandas no at endidas con sus re-
cursos propios, la reut ilización de aguas residuales depuradas solo se aut orizará o
concederá de forma que al menos un 50%del volumen se ut ilice para la sust it ución 19 En est e sent ido, Casado (2004, 496-498) dest aca que las Comunidades
de recursos procedent es de fuent es convencionales, con el límit e mencionado en Aut ónomas pueden int roducir nuevas infracciones administ rat ivas en mat erias co-
el apart ado 5, pudiendo el volumen rest ant e ut ilizarse para complement ar dere- nexas con el Derecho de aguas, aplicables incluso en cuencas int ercomunit arias,
chos que no han podido ser ej ercidos, de manera que se asegure que en ningún basándose en t ít ulos compet enciales propios como el medio ambient e, pesca, vías
caso se produce un increment o del défi cit ” . pecuarias, ent re ot ras. La aut ora dest aca que est a posibilidad ha sido avalada por
17 Ant es de est a normat iva, que es la primera en regular especí fi cament e el TC (Sent encia 196/ 1996 de 28 de noviembre, f.j . 3.º, y Sent encia 15/ 1998 de
la reut ilización, exist ían crit erios y normat ivas de reut ilización en algunos planes 22 de enero, f.j . 13), y varias Comunidades Aut ónomas la han ej ercido en mat eria
hidrológicos de cuenca, como el del Taj o, los canarios o el de las Islas Baleares, t ant o de pesca como de prot ección de vías pecuarias.
así como en diversos planes regionales de saneamient o y depuración en regiones 20 Señala Balt añas (2010) que: “ la diferenciación que est ablece el decret o
como Andalucía, Baleares, Cat aluña, Murcia o la Comunidad Valenciana, ent re ent re t it ular y usuario es muy posit iva para la reut ilización, porque puede haber
ot ras (Prat s y Melgarej o, 2006). muchos usuarios pot enciales que no t engan la capacidad fi nanciera, t écnica y de
18 Un det allado est udio de est a normat iva puede verse en Hernández y Álva- gest ión que exige la condición de t it ular y las responsabilidades que conlleva, y
rez, 2015. También, Navarro, 2013. sin embargo t ener int erés en el uso de aguas regeneradas” .

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b) Primer usuario. Se t rat a de la persona física o j urídica Según el RDR, las aguas regeneradas est án suj et as a las
que dispone de una concesión administ rat iva de aprove- mismas reglas que se est ablecen en el TRLA sobre con-
chamient o de aguas. Est amos por t ant o ant e un part icu- t rat os de cesión y cent ros de int ercambio. Sobre est e
lar, una empresa o una Administ ración pública, a quien punt o volveremos con mayor profundidad más adelant e.
el Organismo de cuenca ha ot orgado una concesión en
compet encia de proyect os para un uso det erminado
(agricult ura, indust ria, lúdicos, abast ecimient o a pobla- PROCEDIMIENTOS DE ADJUDICACIÓN. ¿CÓMO SE OBTIENE EL
DERECHO A UTILIZARLAS?
ciones, et c.)
Una vez realizado ese uso, est a misma persona o ent i- a) Concesión a t ercero
dad podría est ar int eresada en ut ilizar el agua depurada
para ot ro propósit o. En est e caso, es necesario det er- Rige en est e caso el procedimient o ordinario regulado en el
minar si ya es t it ular de la aut orización de vert ido o art ículo 79 del TRLA, y 104 y siguient es del RDPH. A grandes ras-
carece de ella. gos, el solicit ant e debe aport ar un proyect o de explot ación que
defi na el uso pret endido de las aguas regeneradas, las caract e-
● Cuando coincidan en la misma persona ambas condiciones ríst icas t écnicas de los procesos de regeneración y la calidad del
(concesionario y vert edor aut orizado), est aríamos en el agua result ant e, ent re ot ros aspect os. Se abrirá t ras ello una fase
supuest o que coment amos en el apart ado (c). Por t ant o, de información pública para que cualquier ciudadano t enga cono-
el int eresado deberá t ramit ar una aut orización de reut i-
cimient o de la exist encia del procedimient o y, en su caso, pueda
lización, que se cali fi ca en el RDR como una aut orización
present ar un proyect o alt ernat ivo para opt ar a dichos caudales22.
complement aria a la aut orización de vert ido, cont ando con
prioridad frent e a t erceros. Una vez culminada est a fase, la Confederación hidrográfi ca
● En ot ro caso, es decir, cuando el concesionario no es t it ular debe evaluar t odos los proyect os conforme a los crit erios que
de la aut orización de vert ido, deberá obt ener una conce- se desprendan de la plani fi cación hidrológica de la demarcación,
sión de reut ilización, que se t ramit ará, eso sí, sin compe- t ras lo que deberá emit ir una resolución en la que se adj udicará
t encia de proyect os. Con ello se garant iza para est e usuario la concesión al proyect o que se aj ust e mej or al int erés general.
preferencia en relación con t erceros event ualment e int ere-
sados. También puede opt ar por t ramit ar una aut orización La concesión de reut ilización es, por consiguient e, un act o
de vert ido, de manera conj unt a a la aut orización comple- administ rat ivo condicionado, de manera que el agua se adj udica
ment aria. baj o unas det erminadas condiciones de explot ación, uso, volu-
men, t iempos, et c. Est as especi fi caciones son impuest as por el
c) Tit ular de la aut orización de vert ido. En muchas ocasio- Organismo de cuenca, sin vinculación a lo est ablecido en el pro-
nes la ent idad que realiza el vert ido del agua residual, yect o de reut ilización que result e benefi ciado por la adj udica-
una vez ut ilizada el agua para los usos correspondien- ción. Por ello, la últ ima fase del procedimient o es la acept ación
t es, es la misma que en su moment o obt uvo la conce- por part e del solicit ant e (si el int eresado est á de acuerdo con
sión. Se t rat a no obst ant e de una ecuación que no siem- las condiciones impuest as); si est e no acept a, podrá recurrir la
pre se cumple. Por ej emplo, en el caso de las “ empresas resolución.
de vert ido” (art . 108 TRLA) o de la mayoría de las EDAR
urbanas.
Pues bien, con el obj et ivo de incent ivar la inversión en b) Concesión a f avor del primer usuario del agua
t ecnologías de regeneración, el RDR ot orga preferencia
Cuando el int eresado en obt ener la concesión es quien se
para obt ener las aguas regeneradas a quienes ya est án
benefi ció del primer uso del agua, t ambién debe obt ener una con-
depurando las aguas, de manera que si solicit an su ut i-
cesión administ rat iva. Sin embargo, el procedimient o es en est e
lización, cualquiera que vaya a ser el uso pret endido,
caso algo más rápido y seguro. La principal diferencia radica en
pueden t ramit arlo a t ravés de una simple aut orización
que la Confederación hidrográfi ca omit irá el t rámit e de compe-
administ rat iva complement aria a la aut orización de ver-
t encia de proyect os.
t ido.
El usuario debe solicit ar la reut ilización del agua a la Con-
Con ello se reducen, al menos en part e, las cargas
federación, comunicar el uso pret endido y present ar un proyect o
burocrát icas que conlleva la t ramit ación de una con-
que ident i fi que el origen y localización geográfi ca de los punt os
cesión sin compet encia de proyect os (primer usuario),
de ent rega, t ant o del agua depurada como del agua ya regene-
así como las incert idumbres derivadas de la t ramit ación
ordinaria de las concesiones (t ercero). Est a confi gura-
ción at ribuye a est os suj et os la máxima prioridad en la 22 Baj o est e procedimient o se encont rarán, ent re ot ros supuest os, t odos los
obt ención de est as aguas21. usuarios que pret endan obt ener caudales de una est ación depuradora-regenera-
dora pública, puest o que est a es la t it ular de la aut orización de vert ido y, además,
d) Adquirent es de agua regenerada mediant e cont rat os de la concesión originaria del agua pot able corresponderá a la ent idad t it ular del
cesión o cent ros de int ercambio de derechos de agua. servicio público de abast ecimient o a la población. No se dan, por t ant o, ninguna
de las condiciones que permit en ut ilizar las vías preferent es que se analizan a
21 Casado, 2004, 321-322. cont inuación, en los apart ados (b) y (c).

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Aproximación al régimen j urídico de la reut ilización de aguas regeneradas en España

rada. En suma, el proyect o debe especi fi car la ERAR que t rat ará hidrológico de la demarcación donde se insert a. Est e primer in-
las aguas y el post erior dest ino de las aguas ya acondicionadas. forme no es vinculant e; si incorpora reparos o considera que hay
También debe quedar claro en el proyect o el volumen anual aspect os del proyect o que no se concilian con la plani fi cación
de agua regenerada que se solicit a, así como sus caract eríst icas hidrológica, el procedimient o cont inuará. Es posible que en fases
paramét ricas t ras el proceso de depuración/ regeneración. Se de- sucesivas esos problemas sean subsanados.
fi nirán t ambién las infraest ruct uras de dist ribución y se j ust i fi cará Ahora bien, la normat iva cont empla un segundo informe, rela-
que la calidad del agua result ant e es idónea para el uso pret en- t ivo al caudal ecológico, cuyo cont enido es insubsanable si result a
dido, at endiendo a los parámet ros que exigen los Anexos del RDR negat ivo; si el órgano informant e considera el proyect o incompa-
para cada uno de ellos. t ible con el mant enimient o del caudal ecológico (m 3/ s circulant es)
El proyect o debe defi nir t ambién el sist ema de cont rol, los previst o en el plan hidrológico de la demarcación, el proyect o será
análisis del agua que se realizarán, las act uaciones de seguimien- rechazado y se cerrará el expedient e denegando la solicit ud.
t o, señalización y los sist emas para increment ar la e fi ciencia en En el procedimient o se exige t ambién el informe previo de
el uso del agua (ahorro, modernización de explot aciones benefi - la Comunidad Aut ónoma donde se encuent re el aprovechamient o,
ciadas, mej ora de redes, et c). de modo que est a pueda expresar su opinión sobre el impact o
Junt o al proyect o, la Confederación puede exigir document a- que el proyect o de reut ilización podría t ener en las áreas de su
ción complement aria, lo que dependerá de cada caso. Por ej em- compet encia. Se hace referencia con ello, fundament alment e,
plo, si el usuario que solicit a la reut ilización es una Comunidad a aspect os como la ordenación del t errit orio, el urbanismo, el
de Regant es, la solicit ud deberá ir acompañada por el document o medio ambient e (por ej emplo, la posible afección del proyect o a
que acredit e que la Junt a de Gobierno de dicha Comunidad ha espacios nat urales prot egidos, incluidos humedales) y la agricul-
t omado el acuerdo de ut ilizar dichas aguas y, por consiguient e, t ura, ent re ot ros.
de solicit ar su reut ilización a la Confederación. El informe aut onómico no es vinculant e para la Confedera-
Una vez recibida la document ación (solicit ud, proyect o y ción, de manera que incluso un informe negat ivo no t endría que
document ación complement aria), se inicia un procedimient o ad- suponer el archivo de la solicit ud de concesión para reut ilización.
minist rat ivo que cont iene diferent es fases. Las más dest acadas Ahora bien, si la Confederación decide aut orizar el proyect o en
son las siguient es: cont ra de lo indicado por el informe, t endrá que j ust i fi carlo de-
t alladament e ya que la Comunidad Aut ónoma podría impugnar la
● Requerimient o de subsanación y de información adicional. En concesión ant e los Tribunales.
ocasiones, las solicit udes no cont ienen t odos los element os que Lo más normal será que las apreciaciones que realice la Co-
se precisan según la normat iva o alguno de esos cont enidos es munidad Aut ónoma en est e informe se incorporen a la resolución
erróneo o insufi cient e. En vez de cerrar el expedient e sin más, por la que se adj udica la concesión en forma de condicionant es,
la Confederación hidrográfi ca debe requerir al solicit ant e que
imponiendo al concesionario del agua regenerada ciert as medidas
corrij a el problema en un plazo que nunca será inferior a 10 días,
que limit en los impact os en el t errit orio, en el medio ambient e
a cont ar desde el día siguient e a aquel en el que el int eresado re-
ciba la not i fi cación del requerimient o. Si el int eresado no corrige o en la agricult ura. El informe aut onómico debe emit irse en el
los defect os, se le considerará desist ido del procedimient o y se plazo de un mes desde que la Confederación lo solicit a y si la
procederá al cierre y archivo del expedient e. Comunidad Aut ónoma no lo envía a t iempo, puede cont inuarse
sin más el procedimient o.
Es posible que la Confederación observe cuest iones t écnicas
que no est án del t odo claras, especialment e en relación con los ● Propuest a de resolución. Con t oda la información incorporada al
procesos de depuración-regeneración propuest os, los parámet ros expedient e, la Confederación est á ya en condiciones de elaborar
del efl uent e de salida o las caract eríst icas de los cult ivos en el una propuest a de resolución. En est e document o se especi fi ca
caso de usos agrícolas. Si est o es así, el RDR prevé que la Confe- si se propone la adj udicación de la concesión o, en su defect o,
la denegación, expresando los mot ivos que j ust i fi can dicho pro-
deración envíe un requerimient o al solicit ant e para que complet e
nunciamient o; en el caso de que se prevea la adj udicación, se
la información t écnica. La normat iva no prevé el desist imient o en relacionarán las condiciones que el int eresado deberá cumplir.
caso de que el int eresado no present e est a document ación, por lo En concret o, al menos las siguient es:
que el procedimient o cont inuará, si bien lo más probable es que
fi nalice en la denegación de la concesión, por lo que el result ado * Origen y localización geográfi ca del punt o de ent rega del agua
será el mismo. depurada.
* Volumen máximo anual de aguas regeneradas que podrán ut i-
● Informes. Una vez se dispone de t oda la document ación, la Con- lizarse, expresado en met ros cúbicos, así como las modula-
federación desarrolla un procedimient o int erno, en el que t ienen ciones que se est ablezcan, y el caudal máximo inst ant áneo
gran prot agonismo los informes t écnicos que diversos depart a- expresado en lit ros por segundo.
ment os del organismo deben realizar con mot ivo del análisis del * Uso al que se aplicarán las aguas regeneradas (agrícola, indus-
proyect o. t rial, lúdico, et c.)
* Punt o de ent rega y lugar de uso del agua regenerada. Est os
En primer t érmino, la Ofi cina de plani fi cación hidrológica aspect os son muy import ant es desde el punt o de vist a de la
debe informar sobre si la iniciat iva es compat ible con el plan delimit ación de responsabilidades.

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* Caract eríst icas de calidad del agua regenerada, que en t odo t ar por esperar a una resolución ext emporánea o, en su caso, ele-
caso deben cumplir los crit erios exigidos para cada uso de var el asunt o a los Tribunales de lo Cont encioso Administ rat ivo.
acuerdo con lo est ablecido en el anexo I.A del RDR. Dichas
condiciones han de mant enerse al menos hast a su punt o de
ent rega a los usuarios. c) Aut orización al t it ular de una aut orización de vert ido
* Descripción del sist ema de reut ilización de las aguas. (aut orización complement aria a la de vert ido)
* Especi fi cación de los element os de cont rol y de la señalización
del sist ema de reut ilización. Como ya se ha indicado, lo que caract eriza a est e supuest o
* Programa de aut ocont rol de la calidad del agua regenerada, es que el solicit ant e ya es t it ular de una aut orización de vert ido,
que incluya los informes sobre el cumplimient o de la calidad sea o no el primer usuario del agua. El RDR premia est a sit uación
del efl uent e, conforme est ablece el anexo I.B y I.C del RDR. foment ando que quien ya realiza la depuración vaya más allá,
* Plazo de vigencia de la concesión. aplicando t rat amient os adicionales que permit an la regeneración
* Medidas de gest ión del riesgo, en caso de inadecuación sobre- y post erior reut ilización del agua.
venida de la calidad del efl uent e para el uso aut orizado.
En est e caso, el int eresado no t iene por qué solicit ar una
* Cualquier ot ra condición que el organismo de cuenca consi-
nueva concesión de reut ilización, dado que el RDR le permit e
dere oport una, en razón de las caract eríst icas específi cas del
caso y del cumplimient o de la fi nalidad del sist ema de reut ili-
t ramit ar una simple aut orización. Sin embargo, aunque pudiera
zación del agua. parecer que est a regulación supone una menor carga procedi-
ment al, lo ciert o es que las diferencias con la t ramit ación de
● Fase de audiencia. Dado que las condiciones impuest as pueden una concesión sin compet encia de proyect os no son demasiado
diferir de las plant eadas en el proyect o de reut ilización presen- sust anciales. Lo más import ant e es que est os agent es t ienen pre-
t ado por el int eresado, podría darse el caso de que est e no las ferencia frent e a cualquier ot ro para obt ener la adj udicación de
compart iera o no las acept ara, considerando que pueden supo-
las aguas regeneradas.
ner un increment o en los cost es, perj udicar sus expect at ivas,
di fi cult ar la operación, et c. Podría result ar así mismo que la Si observamos la t ramit ación que se exige en el art ículo 9
Confederación est ime el proyect o inviable y proponga la no ad- del decret o para obt ener una concesión de reut ilización al pri-
j udicación de la concesión. De ahí que la normat iva permit a en mer usuario del agua, veremos que la mayoría de los t rámit es se
est a fase que el int eresado t enga acceso a t odo el expedient e, reproducen t ambién para obt ener una aut orización complemen-
lo pueda analizar y exprese su parecer en forma de alegaciones. t aria de reut ilización (solicit ud, proyect o, informes, propuest a de
El plazo para realizar las alegaciones es de diez días hábiles (no
resolución, acept ación y resolución defi nit iva).
fest ivos) desde el día siguient e al que se recibe la not i fi cación.
Exist en, sin embargo, dos alt ernat ivas para t ramit ar est e
● Resolución. Llegados a la fase fi nal del procedimient o, la Con-
federación, a t ravés de su president e o del órgano en quien t ipo de aut orizaciones:
delegue, emit irá una resolución acordando la concesión de las
aguas regeneradas o denegando su adj udicación. Est a resolución a) Tramit ación de la aut orización complement aria de vert ido. En
deberá not i fi carse al int eresado en el plazo de un mes desde que est e caso, el usuario ya dispone de una aut orización de vert i-
se reciben las alegaciones. Podría ocurrir que la Confederación do, por lo que solo debe solicit ar la aut orización complemen-
incumpla est e plazo y no emit a resolución. En ese caso ent ra en t aria si desea reut ilizar el agua.
j uego la inst it ución del silencio administ rat ivo. El sent ido del b) Tramit ación conj unt a de la aut orización de vert ido y de la
silencio, favorable o desfavorable, no viene especi fi cado en el aut orización complement aria de reut ilización. En est e caso, la
RDR, por lo que result a preciso aplicar la normat iva general so- ent idad que pret ende ut ilizar el agua regenerada no dispone
bre procedimient o administ rat ivo. t odavía de aut orización de vert ido, aunque sí dispone del agua
en origen. El usuario, sin embargo, pret ende obt ener la aut o-
Según el art ículo 24 de la ley 39/ 2015, de 1 de oct ubre, rización de vert ido como paso previo para benefi ciarse de las
del procedimient o administ rat ivo común de las Administ raciones aguas depuradas una vez regeneradas. En est e caso, en vez de
públicas, cuando la legislación específi ca no defi na el sent ido del t ramit ar una concesión de reut ilización, puede t ramit ar con-
silencio, la regla general es el silencio posit ivo. Sin embargo, j unt ament e la aut orización de vert ido y la complement aria
exist en varias excepciones. Una de ellas abarca los casos en que de reut ilización. El int eresado deberá manifest ar su propósit o
de reut ilizar el agua depurada en el procedimient o para la
el procedimient o concierna a bienes de dominio público o servi-
obt ención de la aut orización de vert ido.
cios públicos, lo que ocurre en relación con las concesiones sobre
aguas regeneradas, que son de dominio público23. En consecuen- En ambos casos, la aut orización de reut ilización (comple-
cia, ant e la falt a de resolución por part e de la Confederación, de- ment aria a la de vert ido) especi fi cará los requisit os y condiciones
bemos ent ender denegada la concesión. Sin embargo, dado que la que permit irán ut ilizar las aguas regeneradas.
obligación de resolver siempre persist e, el int eresado podría op-

23 Est a ley ent rará en vigor el 2 de oct ubre de 2016, sust it uyendo a la t o- MERCADOS DE AGUA REGENERADA
davía vigent e (en el moment o de ent rega de est e t rabaj o), ley 30/ 1992 de 26
de noviembre, de régimen j urídico de las Administ raciones públicas y del proce-
Una int eresant e posibilidad para hacer más at ract iva la in-
dimient o administ rat ivo común, cuyo art ículo 42 est ablece la misma regla que
ahora se incluye en la nueva normat iva. La inminencia de su ent rada en vigor versión en proyect os de reut ilización es la opción de incorporar
aconsej a su incorporación al t ext o. las aguas regeneradas a un sist ema de mercado. El TRLA recoge

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Aproximación al régimen j urídico de la reut ilización de aguas regeneradas en España

en su art ículo 67 y siguient es el cont rat o de cesión de derechos chos de t erceros, a los caudales medioambient ales o al est ado de
al uso privat ivo de las aguas, así como los cent ros de int ercam- conservación de los ecosist emas acuát icos.
bio de derechos. Est as dos fórmulas permit en el int ercambio de ● Se incumplen los requisit os señalados en la Ley, como podría ser
caudales ent re concesionarios a cambio de un precio. Un merca- una cesión a usuarios de rango inferior o bien cuando el nuevo
do suj et o, por ot ra part e, a import ant es cont roles por part e de usuario va a dedicar el agua a un uso que es incompat ible con las
exigencias de calidad del agua reut ilizada para ese uso.
la Administ ración hidráulica, a quien corresponde o bien ot orgar
● La Confederación ej erce un derecho de adquisición preferent e,
su aut orización (cont rat os de cesión) o impulsar el int ercambio
rescat ando los caudales regenerados de t odo uso privat ivo.
(cent ros de int ercambio) 24.
Ant e la duda sobre si los caudales regenerados podrían par- Si la Confederación no emit e resolución expresa en el plazo
t icipar en est e esquema, el RDR int roduce un art ículo (art . 6) de dos meses, desde que se le remit ió el acuerdo de cesión sus-
que cont empla expresament e ambos supuest os. De acuerdo con crit o ent re las part es solicit ando la aut orización de la cesión, se
el apart ado primero del precept o, t ant o los t it ulares de una au- ent enderá que acept a dicho cont rat o (silencio posit ivo). Est e pla-
t orización de reut ilización, como los que disponen de concesión zo es de solo un mes cuando las cesiones conciernen a miembros
de reut ilización, pueden realizar cont rat os de cesión, t ant o en de la misma Comunidad de Usuarios.
condición de cedent es como de adquirent es del agua. Pueden Por ot ra part e, el últ imo inciso del art ículo 6.2. del RDR per-
incluso llegar a ceder la t ot alidad de los caudales disponibles. mit e a quienes disponen de agua regenerada part icipar en las
operaciones de los cent ros de int ercambio de derechos, t ant o
Est e t ipo de cesiones son siempre t emporales y solo pueden
como cedent es de agua (pueden por t ant o “ vender” los cauda-
realizarse a favor de usuarios de igual o mayor rango según el or-
les regenerados a la Confederación) o como adquirent es (pueden
den de preferencia del Plan hidrológico de la demarcación (abas-
comprar aguas regeneradas ofrecidas por la Confederación previa
t ecimient os urbanos, regadíos, usos indust riales, lúdicos, et c.)
su adquisición a t erceros).
Por ot ra part e, siempre est án suj et as a aut orización administ ra-
Est e modelo de mercado di fi ere sust ancialment e de los con-
t iva por part e de la Confederación, que debe comprobar que se
t rat os de cesión. En est e caso la iniciat iva la t iene la Administ ra-
cumplen t odas las condiciones legales.
ción hidráulica, que puede decidir realizar ofert as públicas de
Los cont rat os de cesión deben ser formalizados por escrit o adquisición de caudales a cambio de un precio, poniendo post e-
y en ellos se recogerán, como mínimo, las siguient es especi fi ca- riorment e esos caudales a disposición de ot ros usuarios dispues-
ciones: t os a pagar la cant idad que est ablezca la Confederación. Se t rat a
del modelo de los “ bancos del agua” , que se desarrolló con ciert o
● Ident i fi cación de los cont rat ant es. éxit o en California hace algunos años25.
● Concesión administ rat iva o t ít ulo j urídico en virt ud del cual cada
Para que se pueda crear un cent ro de int ercambio es nece-
part e ha adquirido el derecho a usar privat ivament e las aguas
obj et o del cont rat o, debidament e inscrit os en el Regist ro de
sario que así lo decida el Consej o de Minist ros, que mediant e un
Aguas. Acuerdo, a propuest a del Minist erio de Medio Ambient e, aut oriza
● Volumen anual de aguas regeneradas suscept ible de cesión. a las Confederaciones hidrográfi cas a realizar las ofert as públicas
● Compensación económica que, en su caso, se est ablezca. de adquisición y a la post erior cesión de los caudales obt enidos
● Uso al que se va a dest inar el caudal cedido. a t erceros int eresados. El precio lo fi j a la propia Confederación,
● En el caso de cesiones ent re usuarios de agua para riego, ident i- que debe garant izar el cumplimient o de los principios de publici-
fi cación expresa de los predios que el cedent e renuncia a regar, dad y concurrencia propios de la cont rat ación pública.
o se compromet e a regar con menos dot ación durant e la vigencia Es import ant e indicar que t ant o los cont rat os de cesión como
del cont rat o, así como la de los predios que regará el adquirent e los cent ros de int ercambio pueden benefi ciarse de los t rasvases.
con el caudal cedido. Para circular los caudales obj et o de cesión ent re diferent es de-
● Período al que se refi ere el cont rat o de cesión. marcaciones hidrológicas la normat iva exigía una Ley habilit ant e,
● Inst alaciones o infraest ruct uras hidráulicas necesarias para la lo que hacía verdaderament e complicado llevar a efect o est as
cesión. iniciat ivas. Sin embargo, con mot ivo de la aprobación de la Ley de
● Acredit ación de haber realizado un uso efect ivo del agua en al- Evaluación Ambient al, en el año 2013, bast a con que la Dirección
gún moment o de los t res años ant eriores a la fecha de la cesión
General del Agua aut orice el uso de las infraest ruct uras26.
de derechos.

Una vez recibida la document ación en la Confederación, se ¿PUEDEN LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS PROMOVER
t ramit a un expedient e administ rat ivo en el que se realiza un es- INFRAESTRUCTURAS DE REUTILIZACIÓN?
t udio del caso y se acuerda aut orizar o no la cesión en función de
Las Administ raciones públicas pueden promover est as inicia-
si se cumplen las condiciones de la normat iva. Los mot ivos que
t ivas t ant o de manera direct a como mediant e planes y programas
pueden plant earse para denegar la aut orización del cont rat o de
cesión son los siguient es: 25 Howit , 2007, 119 y ss.
26 Véase la disposición fi nal cuart a de la ley 21/ 2013, de 9 de diciembre, de
● La Confederación est ima que la cesión afect a negat ivament e al evaluación ambient al, en la que se modi fi ca el art ículo 72 del TRLA, fl exibilizando
régimen de explot ación de los recursos en la cuenca, a los dere- el sist ema y rebaj ando el rango en la t oma de decisiones en los casos en que deba
aut orizarse una cesión de derechos que conlleve la ut ilización de infraest ruct uras
24 Navarro, 2012. que int erconect en t errit orios de dist int os planes hidrológicos de cuenca.

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Andrés Molina-Giménez

de reut ilización. El RDR invit a a las Administ raciones a aprobar rias, y son impuest os por la Confederación hidrográfi ca para cada
planes y programas con esa fi nalidad. El obj et ivo es plani fi car proyect o. Es import ant e recalcar que se t rat a de valores paramé-
las infraest ruct uras necesarias (colect ores, EDAR/ ERAR, infraes- t ricos mínimos, que pueden ser increment ados si la Confedera-
t ruct uras de dist ribución del agua regenerada) y programar su ción, de forma razonada, así lo decide. Nunca puede reducirse el
ej ecución con arreglo a las disponibilidades presupuest arias. La nivel de prot ección, por el cont rario.
fi nanciación de la const rucción y operación del sist ema puede Los valores pueden verse alt erados t ambién por el efect o
realizarse mediant e t arifas que los usuarios fi nales deberán asu- de normat ivas más rigurosas que, si bien no est án dest inadas a
mir para disponer del agua regenerada. regular est a act ividad, pueden incidir indirect ament e en ella. Así,
La ej ecución de est as infraest ruct uras permit e poner a dis- por ej emplo, el nivel de calidad exigido a un agua regenerada
posición de los int eresados las inst alaciones, si bien est os deben cuyo uso se vaya a realizar en el ámbit o de un espacio nat ural
obt ener la correspondient e concesión, o en su caso aut oriza- prot egido, puede ser mayor al est ablecido en el RDR, ya que en
ción administ rat iva complement aria, para poder disponer de las ese caso ent rará en j uego la normat iva específi ca que regula ese
aguas. La propia Administ ración promot ora de la iniciat iva debe espacio nat ural (i.e. un humedal prot egido al que pudieran llegar
obt ener concesión o aut orización por part e de la Confederación part e de las aguas regeneradas).
si pret ende ut ilizar direct ament e las aguas regeneradas, ya que
El responsable de mant ener la calidad del agua regenerada
una cosa es la ej ecución de las obras y ot ra la capacidad para
en el punt o de ent rega es el t it ular de la concesión o aut orización
disponer y disfrut ar de un bien de dominio público como es el
de reut ilización. A part ir de ese moment o, el responsable es el
agua regenerada.
usuario fi nal del agua. A menudo, ambas condiciones concurren
A menudo, est e t ipo de infraest ruct uras se promueven in- en la misma persona, pero es posible que el t it ular de la conce-
direct ament e por las Administ raciones t errit oriales (Est ado o
sión o aut orización y el usuario fi nal sean personas o ent idades
Comunidades Aut ónomas). En el caso de las obras est at ales, es
dist int as.
común encomendar la const rucción y en su caso explot ación a
sociedades est at ales. Si con post erioridad se opt a por delegar la
gest ión de la ERAR a ot ra ent idad, la normat iva exige un convenio CONCLUSIONES
en el que se especi fi quen las condiciones.
En un cont ext o de escasez de recursos hidráulicos, consus-
Finalment e, exist e una fórmula int eresant e para ej ecut ar
t ancial a la realidad española, y que previsiblement e se agravará
obra pública en general, e hidráulica en part icular, incent ivando
en los próximos años como consecuencia del cambio climát ico,
con ella la colaboración público-privada t ant o en el diseño como
la ut ilización de recursos no convencionales como son las aguas
en la fi nanciación, ej ecución, mant enimient o y operación. Se t ra-
regeneradas se ha convert ido en un fact or est rat égico. No cabe
t a del cont rat o de concesión de obra pública27. Mediant e est e
inst rument o se encarga a una empresa (seleccionada en licit ación duda que est as aguas pueden cont ribuir a equilibrar el balance
pública) que fi nancie y ej ecut e las obras, a cambio de concederle hídrico de las demarcaciones hidrográfi cas est ruct uralment e de-
su explot ación en exclusiva durant e un periodo de t iempo su fi - fi cit arias. No se t rat a de que por sí solas vengan a resolver dichos
cient e para recuperar la inversión y el benefi cio indust rial pact a- défi cit s, pero sí pueden suponer un apoyo signi fi cat ivo al rest o de
do. La empresa recuperará la inversión t rasladando a los usuarios fuent es convencionales y no convencionales.
una t arifa por la ut ilización de la obra. Los proyect os de reut ilización deben cont ribuir a alcanzar
el buen est ado ecológico de las masas de agua, así como favore-
cer su equilibrio cuant it at ivo. Deben servir a su vez para reducir
¿QUÉ CALIDAD DEBE TENER EL AGUA REGENERADA
los vert idos de aguas residuales t rat adas en secundario al medio,
Y PARA QUÉ USOS ES POSIBLE?
aport ando caudales de mayor calidad para usos defi cit arios. La
El agua regenerada no es apt a para uso de boca, pero al mar- derivación de est os caudales deberá realizarse de manera que
gen de est a limit ación, el agua regenerada puede ut ilizarse para no compromet a el caudal ecológico de los cursos de agua a los
muchos propósit os (agrarios, indust riales, riego urbano, baldeos, que accederían las aguas depuradas. También pueden ayudar a
lúdicos, et c). Cada uno de est os usos precisa un t ipo diferent e de reducir los vert idos de aguas residuales al mar.
agua regenerada, con condiciones de calidad variables28. El progreso t ecnológico, así como la inversión en invest iga-
El Anexo IA del RDR especi fi ca la calidad exigible en el punt o ción, desarrollo e innovación, son aspect os import ant es en est e
de ent rega del agua regenerada en función del t ipo de uso. Si cont ext o, sobre t odo desde la perspect iva del abarat amient o de
van a ser varios usos, siempre se exigirá el nivel de calidad más los cost es y mej ora de la calidad del efl uent e. No cabe duda,
est rict o asignado a cualquiera de ellos. Est os valores deben ser además, de la import ancia de implicar a la sociedad en est as
especi fi cados en las concesiones y aut orizaciones complement a- act ividades, de modo que los sist emas de reut ilización sean t rans-
parent es y abiert os a la part icipación pública. En est e sent ido,
27 La concesión de obra pública es un cont rat o regulado en la Ley de Cont ra-
no sobran las campañas educat ivas e informat ivas que ayuden
t os del Sect or Público (Real Decret o Legislat ivo 3/ 2011, de 14 de noviembre, por
el que se aprueba el t ext o refundido de la Ley de Cont rat os del Sect or Público). a concienciar a la ciudadanía de la import ancia y ut ilidad de la
28 Álvarez, 2010. reut ilización, en el marco del ciclo int egral del agua.

46 AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 36-47, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3294
Aproximación al régimen j urídico de la reut ilización de aguas regeneradas en España

Los proyect os de reut ilización deberían part ir, por ot ra part e, BIBLIOGRAFÍA
de una plani fi cación previa en la que se analicen las pot enciales
AFSSA. 2008: Réut ilisat ion des eaux usées t rait ées pour l’ arrosage ou
demandas, organizando las inversiones y esquemas organizat ivos
l’ irrigat ion (en ht t ps:/ / www.anses.fr/ fr/ syst em/ fi les/ EAUX-Ra-
para adapt arse al cont ext o. La plani fi cación permit e ident i fi car EauxUsees.pdf).
los usos pot enciales, det erminar los t rat amient os apropiados,
Álvarez, Sant iago M. 2010: “ Régimen de responsabilidad de los concesio-
aproximar los cost es, así como ident i fi car la exist encia de una narios y usuarios de aguas regeneradas” , en Navarro, T. M. (coord.):
demanda solvent e y dispuest a a asumirlos. Solo así se puede ga- Reut ilización de aguas regeneradas: aspect os t ecnológicos y j urídi-
rant izar el buen fi n de est os proyect os. cos. Murcia, Fundación Inst it ut o Euromedit erráneo del Agua, 327-
El marco j urídico act ual, t ras la aprobación del Real Decre- 356.
t o de Reut ilización en 2007, proporciona seguridad j urídica a los Balt añas, A. 2010: “ Viabilidad de la Reut ilización en España” , ponencia
act ores implicados, así como garant ías para prot eger t ant o la sa- present ada en el VIII Congreso de AEDYR, Barcelona.
lud como el medio ambient e. El modelo prima a quien realiza la Casado, Lucía. 2004: Los vert idos en aguas cont inent ales. Las t écnicas
depuración del agua, incent ivando la aplicación de t rat amient os de int ervención administ rat iva. Granada, Comares.
adicionales que acondicionen los efl uent es para nuevos usos, lo Embid, A. 2003: “ Consideraciones j urídicas generales sobre la Direct iva
que result a razonable. No se impide con ello la aparición de nue- marco de aguas con at ención especial a las aguas subt erráneas” , en
Revist a Int erdisciplinar de Gest ión Ambient al , 49, 3-16.
vos act ores, event ualment e int eresados en obt ener y gest ionar
dichos caudales, lo que se art icula a t ravés de la fi gura de la Embid, A. 2007: “ La Direct iva Marco del Agua y algunos de los problemas
de su proceso de implant ación en España y ot ros países europeos” ,
concesión, con o sin compet encia de proyect os según el caso.
en Ingeniería y Territ orio, 80, 20-27.
La reut ilización es, por ot ra part e, un element o import ant e
Erice, María V. 2013: La prot ección de las aguas subt erráneas en el Dere-
en la plani fi cación hidrológica, de modo que los planes deben cho de Aguas español . Pamplona, Aranzadi.
evaluar est os aport es y art icular la t oma de decisiones at endien-
Gil Olcina, Ant onio, y Rico Amorós, Ant onio M. 2015: Consorcio de Aguas
do a su disponibilidad. Los planes hidrológicos de la demarcación de la Marina Baj a. Universidad de Alicant e-Inst it ut o Int eruniversi-
son por ello inst rument os muy import ant es para impulsar est a t ario de Geografía.
act ividad y organizar los aprovechamient os result ant es, incluidos Hernández, Sonia M. y Álvarez, Sant iago M. 2014: “ El nuevo régimen de
los usos ambient ales. Son así mismo fundament ales para garan- la reut ilización de las aguas depuradas: en especial, las novedades
t izar el cumplimient o de los obj et ivos de la DMA y del rest o de en el nuevo plan hidrológico de la Demarcación del Segura” , en
Direct ivas del agua. Revist a Cat alana de Dret Ambient al , V, 2, 1-21.
El RDR incorpora además la posibilidad de ceder a t erce- Howit , R. E. 2007: “ Spot prices, opt ion prices, and wat er market s: an
ros los caudales regenerados, a t ravés de los cont rat os de cesión analysis of emerging market s in California” , en K. William East er, M.
W. Rosegrant , y A. Dinar (eds.): Market s f or Wat er: Pot ent ial and
de derechos de aprovechamient o, o incluso mediant e cent ros de
Perf ormance. Norwell, Massachuset t s, Kluwer Academic Publishers,
int ercambio de derechos de agua, lo que proporciona un nuevo
119-140.
at ract ivo para el desarrollo de proyect os de regeneración. Ade-
Mart ín Mat eo, R. 1992: Trat ado de Derecho Ambient al (vol. II). Madrid,
más, t ras las novedades incluidas por la Ley de Evaluación Am-
Trivium.
bient al, dichos caudales podrían perfect ament e circularse ent re
Melgarej o, J., Prat s, D. y de Sant iago, F. 2015: “ Un modelo de gest ión
diferent es demarcaciones hidrográfi cas, a t ravés de infraest ruc-
exit oso: el Consorcio de Aguas de la Marina Baj a” , en Pat ricia Fer-
t uras de t rasvase. nández, Armando Ort uño, y David Baut ist a Rodríguez (eds.): Cómo
La mayor carencia que present a est a regulación es, en mi se gest iona una ciudad . Alicant e, Servicio de Publicaciones de la
opinión, la ausencia de previsiones relacionadas con la aplicación Universidad de Alicant e, 189-212.
del principio de recuperación de cost es. No hay en el Reglament o Molina Giménez, A. 2015: “ La cont aminación difusa del agua por act ivi-
ninguna referencia a la necesidad de que los usuarios de est as dades agrarias. Especial referencia al riego con aguas regeneradas” ,
aguas cubran los cost es generados, lo que favorece sit uaciones en Melgarej o, J., Molina, A., Ort ega, A. y Benit o, M. A. (coords.):
Agua y Derecho. Ret os para el Siglo XXI. Pamplona, Aranzadi.
en las que el últ imo dest inat ario de las aguas no asume ínt egra-
ment e la repercusión que le correspondería sobre los cost es de Navarro, T. M. 2013: “ La ut ilización de los recursos hídricos no conven-
cionales. Carencias y disonancias de un régimen j urídico inconclu-
la act ividad. Est os aspect os t erminan siendo regulados a t ravés
so” , en Embid, A. (dir.): Usos del Agua (Concesiones, Aut orizaciones
de convenios ent re las ERAR y los usuarios, de manera a menudo y Mercados del Agua) . Navarra, Civit as.
poco t ransparent e.
Navarro, Teresa M. 2012: “ Cuest iones j urídico-ambient ales de la reut ili-
En defi nit iva, est amos ant e un marco regulador que no pone zación de aguas regeneradas” , en Embid, A. (coor.): Agua y Ciuda-
excesivas t rabas al desarrollo de la act ividad, más allá de las des. Navarra, Civit as, 389-426.
imprescindibles t rat ándose de un bien demanial, cuya calidad Prat s, D. y Melgarej o, J. 2006: Desalación y reut ilización de agua. Sit ua-
sanit aria y ambient al es preciso garant izar; sin embargo, en mi ción en la provincia de Alicant e. Alicant e, Fundación COEPA.
opinión, sería deseable una regulación pormenorizada de los as- Sanz Rubiales, I. 1997: Los vert idos en aguas subt erráneas. Su régimen
pect os fi nancieros, que son pieza clave para garant izar la sos- j urídico. Madrid, Marcial Pons.
t enibilidad de est os proyect os, indiscut iblement e necesarios en Sanz Rubiales, I. 2004: “ La cont aminación difusa de las aguas por residuos
nuest ro cont ext o. ganaderos. Análisis j urisprudencial” , en Revist a de Derecho, 5.

AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 36-47, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3294 47
AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 48-60, JULIO-DICIEMBRE 2016, UNIVERSIDAD DE JAÉN, JAÉN, ESPAÑA ISSN 2340-8472 ISSNe 2340-7743 DOI 10.17561/at.v0i8.3295

water and landscape

AGUA y TERRITORIO
Tecnologías de depuración y reutilización: nuevos enfoques
Technologies of Wast ewat er Treat ment and Reuse: New Approaches
Art uro Trapot e-Jaume
Inst it ut o Universit ario del Agua y de las Ciencias Ambient ales, Universidad de Alicant e. Alicant e, España. at j @ua. es

Resumen — En est e art ículo se revisan las principales t ecnologías act uales de depuración de aguas residuales urbanas y de regeneración de aguas depuradas para su
reut ilización, así como una aproximación a las t endencias en est os campos. La t ipología de t rat amient os y t ecnologías aplicables abarca una amplia gama
de combinaciones de procesos aerobios y anaerobios, de biomasa fi j a y suspendida, sist emas int ensivos y ext ensivos, cent ralizados y descent ralizados,
et c. Además de opt imizar la efi ciencia de los procesos de t rat amient o, las t endencias en I+D+i se est án orient ando, en buena medida, a la eliminación de
los denominados cont aminant es emergent es y al desarrollo de t ecnologías de regeneración para la reut ilización, ent re las que cabe dest acar los procesos
de membrana. En t odo caso, los fut uros desarrollos t ecnológicos deberían priorizar el uso efi cient e y sost enible de la energía y de los recursos nat urales,
en general, y del agua, en part icular.

Abstract — This paper examines t he principal current t echnologies of urban wast ewat er t reat ment and reclamat ion f or reuse, and delineat es t he t rends in t hese
fi elds. The t ype of t reat ment s and t echnologies cover a wide range of combinat ions of aerobic and anaerobic processes, fi xed and suspended biomass,
int ensive and ext ensive syst ems, cent ralized and decent ralized syst ems, et c. In addit ion t o opt imizing t he ef fi ciency of t reat ment processes, t rends in
I+D+i are largely f ocused on t he eliminat ion of t he so-called emerging cont aminant s and t he development of t echnologies of recl amat ion f or reuse, which
include membrane processes. In any case, f ut ure t echnological development s should priorit ize t he ef fi cient and sust ainable use of energy and nat ural
resources in general and of wat er in part icular.

Palabras clave: agua, t ecnologías de depuración, reut ilización


Keywords: wat er, wast ewat er t reat ment , reused wat er

Información Artículo: Recibido: 19 marzo 2016 Revisado: 12 sept iembre 2016 Acept ado: 25 oct ubre 2016

© Universidad de Jaén / Seminario Permanent e Agua, Territ orio y Medio Ambient e (CSIC)

48
Tecnologías de depuración y reut ilización: nuevos enfoques

INTRODUCCIÓN Tabla 1. Composición t ípica de un agua residual urbana según el nivel


de concent ración de los parámet ros cont aminant es
La preservación del medio ambient e, en especial del hídri-
co, es hoy en día no solo obj et o de una fuert e demanda social CONCENTRACIÓN (mg/ l)
PARÁMETRO
sino un mandat o legal y la base de un desarrollo sost enible. La Fuert e Media Débil
degradación del medio ambient e hídrico, a causa de la cont ami- Sólidos Tot ales (ST) 1.200 700 350
nación urbana, indust rial y agrícola, supone un fact or limit ant e Fij os 600 350 175
del desarrollo económico, pues afect a de forma negat iva a sus Volát iles 600 350 175
usos pot enciales, desde el abast ecimient o público hast a cual- Sólidos en Suspensión (SS) 350 200 100
quier act ividad recreat iva, llegando incluso a afect ar y modi fi car (SS sedimentables+SS coloidales) Fij os (SSF) 75 50 30
los ecosist emas. Volát iles (SSV) 275 150 70
SS sediment ables (SSs) 20 10 5
El art . 93 del Text o Refundido de la Ley de Aguas de fi ne con-
t aminación como “ la acción y el efect o de int roducir mat erias o SS coloidales (SSc) 330 190 95
formas de energía, o inducir condiciones en el agua que, de modo Sólidos Disuelt os (SD) 850 500 250
direct o o indirect o, impliquen una alt eración perj udicial de su Fij os 525 300 145
Volát iles 325 200 105
calidad en relación con los usos post eriores, con la salud humana,
o con los ecosist emas acuát icos o t errest res direct ament e aso- Demanda Bioquímica de Oxígeno
a 5 días (DBO5) 400 220 110
ciados a los acuát icos; causen daños a los bienes; y det erioren o
Demanda Química de Oxígeno (DQO) 1.000 500 250
di fi cult en el disfrut e y los usos del medio ambient e” .
Carbono Orgánico Tot al (COT) 290 160 80
Consecuent ement e, un curso fl uvial se considera cont amina-
do cuando la composición o el est ado de sus aguas ha sido direct a Nit rógeno t ot al (NT) 85 40 20
Nit rógeno Tot al Kj eldahl (NTK) 85 40 20
o indirect ament e modi fi cado por la act ividad ant rópica, en una
Nit rógeno Orgánico (N-NO) 35 15 8
medida t al que se reducen las posibilidades de ut ilización para Nit rógeno Amoniacal (N-NH3) 50 25 12
t odas o algunas de las fi nalidades a que podía dest inarse en su Nit rit os (NO2—) 0 0 0
est ado nat ural. Nit rat os (NO3—) 0 0 0
Una de las principales causas de la cont aminación de los me- Fósforo t ot al (PT) 15 8 4
dios hídricos —j unt o con los vert idos indust riales o de origen agro- Fósforo Orgánico (PO) 5 3 1
pecuario y la cont aminación difusa procedent e de escorrent ías, Fósforo Inorgánico (PI) 10 5 3
aguas de t orment as, t ransport e por vía at mosférica, et c.— son las Cloruros 100 50 30
aguas residuales urbanas no t rat adas o solo parcialment e, est o Alcalinidad (como CaCO3) 200 100 50
es, las aguas recogidas en las aglomeraciones urbanas proceden- Grasas 150 100 50
t es de los vert idos de la act ividad humana domést ica (aguas re-
Fuent e: Met calf & Eddy, 2000.
siduales domést icas) o la mezcla de est as con las procedent es de
act ividades comerciales, indust riales y agrarias int egradas en el
núcleo urbano, así como las aguas de lluvia. Tabla 2. Parámet ros de cont aminación de la escorrent ía urbana

En la t abla 1 se recoge la composición t ípica de un agua re- CONCENTRACIÓN (mg/ l)


PARÁMETRO
sidual urbana, con t res grados posibles de cont aminación (fuert e, Rango Valor medio
media y débil). Generalment e, concent raciones elevadas de los DBO5 9-38 20
parámet ros corresponden a consumos de agua baj os y viceversa.
DQO 60-200 105
Es import ant e dest acar que la escorrent ía que genera la llu- SS 100-450 195
via sobre las super fi cies urbanas (escorrent ía urbana) se conside-
N t ot al 1,2-6,0 2,7
ra t ambién agua residual, por cuant o moviliza las cargas cont ami-
nant es acumuladas en dichas super fi cies durant e los periodos de P t ot al 0,1-1,7 0,5
4 6
t iempo seco (periodos ent re precipit aciones), que son arrast radas Coliformes Fecales, CF (N.º/ 100 ml) 10 -10 105
y vert idas en los cauces fl uviales, pudiendo afect ar gravement e a Fuent e: Temprado et al., 1996.
los ecosist emas de los medios recept ores. En la t abla 2 se recoge
la composición t ípica de un agua de escorrent ía urbana, referida a aguas en la Unión Europea. Est a direct iva incluye disposiciones
los parámet ros más signi fi cat ivos, y sus respect ivos valores. para la prot ección de las aguas cont inent ales (super fi ciales y sub-
t erráneas), las aguas de t ransición y las aguas cost eras.
Consecuent ement e, y en cont ra de lo que hast a hace pocos
años venía siendo habit ual, hoy en día ya no se considera una prác- Todos est os mot ivos hacen imprescindible depurar las aguas
t ica sost enible el vert ido direct o a los medios hídricos de las aguas residuales previament e a su vert ido en los medios recept ores.
de escorrent ía, sobre t odo a raíz de la Direct iva 2000/ 60/ CE, co- Se ent iende por depuración, o t rat amient o de las aguas re-
nocida como Direct iva Marco del Agua (DMA). La DMA est ablece siduales, el “ conj unt o de operaciones encaminadas a eliminar
un marco comunit ario de act uación en el ámbit o de la polít ica de o reducir los agent es cont aminant es present es en el agua resi-
aguas y const it uye el referent e de las act uaciones en polít ica de dual” . En el equilibrio propio de la nat uraleza, la depuración se

AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 48-60, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3295 49
Art uro Trapot e-Jaume

realiza en los cursos de agua, Figura 1. Esquema del Sist ema Int egral Hidráulico-Sanit ario
mediant e los mecanismos de
aut odepuración. Sin embar- Sist ema Int egral
ACUÍFERO
go, en la act ualidad, para Hidráulico-Sanit ario
mant ener el ciclo nat ural y
Núcleo urbano
posibilit ar la recuperación
de la capacidad de aut ode- ETAP AGUA
Red de distribución
Potabilización POTABLE
puración de los ríos, se hace
necesario emplear sist emas
RÍO Red de saneamiento
de t rat amient o de las aguas

(direct a)
REUTILI-
ZACIÓN
residuales. AGUAS
RESIDUALES
El t rat amient o de las ACUÍFERO
aguas residuales en una Es- EDAR AGUAS ERA EDAM
Depuración DEPURADAS Regeneración Desalación
t ación Depuradora de Aguas
REUTILIZACIÓN
Residuales (EDAR) o, simple- (indirecta)
ment e, depuradora, consist e MAR
en acelerar o int ensi fi car los
procesos de aut odepuración
de los medios recept ores, Principales elementos del sistema Recursos de agua
ETAP (Est ación de Trat amient o de Agua Pot able): Pot abilización Convencionales:
forzándolos en un t iempo y EDAR (Est ación Depuradora de Aguas Residuales): Depuración Superficiales: ríos, lagos
espacio mínimos, con la fi na- ERA (Est ación Regeneradora de Aguas): Regeneración Subt erráneos: acuíferos
lidad de producir un efl uent e EDAM (Est ación Desaladora de Agua de Mar): Desalación/ Desalinización No convencionales:
● Capt aciones Reut ilización
que pueda ser descargado sin
causar serios impact os al me- Conducciones Desalación

dio ambient e. Fuent e: Elaboración propia.


Una EDAR est á const it ui-
los procesos de t rat amient o adicional que puedan ser necesarios
da por un conj unt o de infraest ruct uras, mecanismos e inst ala-
para adecuar su calidad al uso previst o (reut ilización).
ciones que llevan a cabo el t rat amient o de las aguas residuales
mediant e la aplicación de operaciones de t ipo físico, químico y Las aguas residuales generadas en los núcleos urbanos han
biológico que permit en adecuar su calidad a la normat iva de ver- sido t radicionalment e reut ilizadas en punt os sit uados aguas aba-
t idos, de manera que los efl uent es depurados que se viert en no j o para ot ras demandas de agua, mediant e el vert ido de est os
alt eren sust ancialment e la calidad de las masas de aguas recep- efl uent es a los cursos fl uviales y su dilución en el caudal circu-
t oras (imagen 1). lant e. Est a es la denominada reut ilización indirect a del agua. La
reut ilización direct a o plani fi cada del agua t iene un origen más
Avanzando en el nivel de t rat amient o de las aguas residua-
recient e y supone el aprovechamient o direct o de e fl uent es, con
les, los efl uent es depurados pueden regenerarse, somet iéndose a
un det erminado nivel de t rat amient o previo, sin la exist encia de
t rat amient os complement arios para adecuar su calidad a la nor-
un vert ido o una dilución en un curso de agua.
mat iva de reut ilización. Est os t rat amient os se llevan a cabo en
Est aciones Regeneradoras de Aguas (ERA), est o es, un conj unt o de Tant o la depuración como la reut ilización —j unt o con la po-
inst alaciones donde las aguas residuales depuradas se somet en a t abilización del agua y, en su caso, la desalación— son componen-
t es int rínsecos del ciclo del agua. La fi gura 1 muest ra el esquema
Imagen 1. Vist a aérea de la EDAR “ Rincón de León” (Alicant e) del ciclo hídrico urbano, que podríamos denominar “ Sist ema In-
t egral Hidráulico-Sanit ario” .
El esquema de la fi gura 1 represent a de forma implícit a una
gest ión conj unt a de los recursos hídricos convencionales (aguas
super fi ciales y subt erráneas) y no convencionales (reut ilización y
desalación), de manera que, idealment e, el balance hídrico que-
de compensado dent ro de una det erminada unidad hidrológica.
En relación con t odo lo ant erior, el Gobierno acaba de con-
cluir el segundo ciclo de la plani fi cación hidrológica (2016-2021)
—el primer ciclo abarcaba el sexenio 2009-2015— con la aproba-
ción, a propuest a del Minist erio de Agricult ura, Aliment ación y
Medio Ambient e (MAGRAMA), de los planes hidrológicos de cuenca
Fuent e: Ent idad Publica de Saneamient o de Aguas Residuales de la Comunidad de las doce demarcaciones hidrográfi cas compet encia del Est a-
Valenciana (EPSAR). do y de cuat ro planes hidrológicos de compet encia aut onómica,

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Tecnologías de depuración y reut ilización: nuevos enfoques

correspondient es est os últ imos a demarcaciones hidrográfi cas in- Tabla 4. Requisit os exigidos a los vert idos de aguas residuales urbanas
t racomunit arias. depuradas para zonas sensibles (Direct iva 91/ 271/ CEE)

La aprobación de los planes hidrológicos del segundo ciclo Concent ración Porcent aj e mínimo
Parámet ro
represent a un impulso a una polít ica del agua dest inada a alcan- (media diaria máxima) de reducción (%)
zar un equilibrio ent re la consecución de los obj et ivos ambient a-
2 mg/ l (10.000-100.000 h-e)
les y los obj et ivos de at ención a las demandas. Asimismo, se da P t ot al 80
1 mg/ l (>100.000 h-e)
cumplimient o a la DMA y se recuperan los ret rasos acumulados
en mat eria de agua en los últ imos años, con lo que nuest ro país 15 mg/ l (10.000-100.000 h-e)
N t ot al 70-80
10 mg/ l (>100.000 h-e)
puede iniciar el t ercer ciclo de plani fi cación hidrológica j unt o a
los demás miembros de la Unión Europea. Fuent e: Direct iva 91/ 271/ CEE.

En los doce planes de compet encia est at al se incluyen más de pales nut rient es pot encialment e eut rofi zant es, est o es, el nit ró-
diez mil medidas a ej ecut ar, con una inversión previst a de 15.000 geno (N) y el fósforo (P).
M€, a los que hay que añadir ot ros 2.500 M€ para los cuat ro planes En cuant o a la reut ilización, la norma de referencia en Espa-
int racomunit arios, lo que hace una suma t ot al de 17.500 M€. De ña es el real decret o 1620/ 2007 (RD de reut ilización), que est a-
est e mont ant e, aproximadament e el 65% corresponde a medidas blece los mecanismos legales que permit en disponer del agua re-
dest inadas a cumplir los obj et ivos ambient ales y de prot ección sidual depurada como recurso alt ernat ivo, impulsando, a su vez,
frent e a inundaciones est ablecidos en la normat iva europea, y el planes de reut ilización y de uso más efi cient e del recurso hídrico.
35% rest ant e a las medidas previst as para la sat isfacción de las La norma det ermina los requisit os necesarios para llevar a cabo
demandas y ot ros usos sect oriales relacionados con el agua. En la act ividad de ut ilización de aguas regeneradas (aguas residua-
relación con los obj et ivos ambient ales, se increment an los cau- les depuradas que, en su caso, han sido somet idas a un proceso
dales ecológicos y se mej ora la calidad de las aguas mediant e de t rat amient o adicional o complement ario que permit e adecuar
act uaciones de saneamient o y depuración. su calidad al uso al que se dest inan), los procedimient os para
obt ener la concesión exigida en la ley, incluyendo disposiciones
relat ivas a los usos admit idos y los crit erios de calidad mínimos
MARCO NORMATIVO DE LA DEPURACIÓN Y DE LA REUTILIZACIÓN
obligat orios exigibles para la ut ilización de las aguas regeneradas
según los usos.
El referent e normat ivo de la depuración de las aguas resi-
duales es la Direct iva 91/ 271/ CEE (D271) —parcialment e modi- De acuerdo con el RD de reut ilización, el agua regenerada
fi cada por la Direct iva 98/ 15/ CE—, que cont iene est ipulaciones podrá ut ilizarse para los siguient es usos:
relat ivas a la recogida, t rat amient o y vert ido de las aguas resi-
duales urbanas y el t rat amient o y vert ido de las aguas residuales 1) Urbanos:
procedent es de det erminados sect ores indust riales. La D271 es- Residencial (riego de j ardines privados y descarga de apara-
t ablece unos requisit os mínimos para el vert ido de dichas aguas t os sanit arios).
y unos diferent es plazos para cumplirlos, según el t amaño de la Servicios (riego de zonas verdes urbanas –parques, campos
población en habit ant es equivalent es (un habit ant e equivalent e, deport ivos y similares–, baldeo de calles, sist emas cont ra in-
h-e, es la unidad de cont aminación que represent a la carga orgá- cendios y lavado indust rial de vehículos).
nica biodegradable con una Demanda Bioquímica de Oxígeno de 2) Agrícolas:
cinco días (DBO5) de 60 gramos de oxígeno por día), que el vert ido
Riego de cult ivos de consumo en fresco en cont act o direct o
afect e a aguas cont inent ales o marinas, y que viert a a zonas sen-
con el agua regenerada.
sibles o menos sensibles (t ablas 3 y 4).
Riego de cult ivos que no se consumen en fresco (con t rat a-
Los parámet ros de cont rol de los efl uent es depurados se re- mient o indust rial post erior), riego de past os para consumo
fi eren a la mat eria orgánica —medida como DBO5 o como DQO de animales product ores de leche o carne. Acuicult ura.
(Demanda Química de Oxígeno)—, a los sólidos en suspensión (SS)
Riegos de cult ivos leñosos, fl ores ornament ales, viveros, in-
y, en el caso de vert idos a zonas sensibles eut rófi cas, a los princi-
vernaderos sin cont act o direct o con el agua regenerada, rie-
Tabla 3. Requisit os exigidos a los vert idos go de cult ivos indust riales no aliment arios, viveros, forraj es,
de aguas residuales urbanas depuradas (Direct iva 91/ 271/ CEE) cereales y semillas oleaginosas.

Concent ración Porcent aj e mínimo 3) Indust riales:


Parámet ro
(media diaria máx.) de reducción (%) Aguas de proceso y limpieza. Ot ros usos indust riales.
DBO5 Torres de refrigeración y condensadores evaporat ivos.
25 mg/ l O2 70-90
(a 20 ºC sin nit ri fi cación)
DQO 125 mg/ l O2 75 4) Recreat ivos:
35 mg/ l (>10.000 h-e) 90 (>10.000 h-e) Riego de campos de golf.
SS t ot ales
60 mg/ l (2.000-10.000 h-e) 70 (2.000-10.000 h-e) Est anques, masas de agua y caudales circulant es ornament a-
Fuent e: Direct iva 91/ 271/ CEE. les sin acceso público.

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Art uro Trapot e-Jaume

5) Ambient ales: c) Para uso en inst alaciones hospit alarias y ot ros usos similares.
Recarga de acuíferos por percolación localizada a t ravés del d) Para el cult ivo de moluscos fi lt radores en acuicult ura.
t erreno. e) Para el uso recreat ivo como agua de baño.
Recarga de acuíferos por inyección direct a. f) Para el uso en t orres de refrigeración y condensadores eva-
Riego de bosques, zonas verdes y de ot ro t ipo no accesibles porat ivos, except o lo previst o para uso indust rial en el anexo
al público. Silvicult ura. I.A.3.calidad 3.2.
Ot ros usos (mant enimient o de humedales, caudales mínimos g) Para el uso en fuent es y láminas ornament ales en espacios
y similares). públicos o int eriores de edi fi cios públicos.
h) Para cualquier ot ro uso que la aut oridad sanit aria o ambien-
El real decret o de reut ilización est ablece seis t ipos de cali-
t al considere un riesgo para la salud de las personas o un
dad del agua (A, B, C, D, E y F) según sus caract eríst icas bact e-
perj uicio para el medio ambient e, cualquiera que sea el mo-
riológicas, puest o que el condicionant e de los t rat amient os de
ment o en el que se aprecie dicho riesgo o perj uicio.
regeneración es el nivel de desinfección. En la t abla 5 se recogen
est os t ipos de calidad y los valores paramét ricos máximos admi-
sibles correspondient es. T ECNOLOGÍAS DE DEPURACIÓN Y DE REGENERACIÓN

Al mismo t iempo, el real decret o de reut ilización prohíbe El t rat amient o de las aguas residuales en una EDAR y, en su
expresament e la reut ilización de las aguas depuradas para los caso, de las aguas depuradas en una ERA para su regeneración y
siguient es usos: post erior reut ilización, se organiza en líneas, formadas por una
a) Para el consumo humano, salvo sit uaciones de declaración serie de fases o et apas sucesivas. Cada una de est as fases se com-
de cat ást rofe en las que la aut oridad sanit aria especi fi cará pone de diferent es procesos y de t ecnologías específi cas que se
los niveles de calidad exigidos a dichas aguas y los usos. seleccionan en función de las caract eríst icas de los afl uent es, del
b) Para los usos propios de la indust ria aliment aria, t al y como grado o nivel de t rat amient o deseado y de la calidad requerida a
se det ermina en el art ículo 2.1 b) del real decret o 140/ 2003, los efl uent es, t eniendo en cuent a las circunst ancias propias del
de 7 de febrero por el que se est ablecen los crit erios sani- emplazamient o de la EDAR-ERA (demográfi cas, geográfi cas, urba-
t arios de la calidad del agua de consumo humano, salvo lo níst icas, usos del agua, et c.)
dispuest o en el anexo I.A.3.calidad 3.1c para el uso de aguas La fi gura 2 muest ra el diagrama de fl uj o de las fases del
de proceso y limpieza en la indust ria aliment aria. t rat amient o que componen las líneas de agua y de fango (líneas
habit uales de proceso) de una
Tabla 5. Tipos de calidad del efl uent e regenerado según los límit es bact eriológicos
EDAR convencional (biológica)
del real decret o de reut ilización
y de una ERA. Además, en una
Tipo de Escherichia coli Nemat odos Legionella spp. EDAR con digest ión anaerobia
Usos
calidad (UFC/ 100 ml) int est inales (UFC/ 100 ml) de fangos puede exist ir una
Torres de refrigeración y condensadores t ercera línea, denominada lí-
Ausencia Ausencia
evaporat ivos nea de gas. Mediant e el pro-
A Ausencia ceso de digest ión anaerobia
Residenciales < 100
< 1 huevo/ 10 l se genera biogás, formado
Recarga de acuíferos por inyección direct a No se fi j a límit e
mayorit ariament e por met ano
Servicios urbanos
(70%), con el que se produce
Riego agrícola sin rest ricciones B < 100-200 < 1 huevo/ 10 l < 100
elect ricidad por cogenera-
Riego de campos de golf ción, para cubrir, al menos en
Riego de cult ivos que no se consumen en part e, las necesidades ener-
fresco (con t rat amient o indust rial post erior), gét icas de la plant a depura-
< 1 huevo/ 10 l No se fi j a límit e
riego de past os para consumo de animales dora.
C < 1.000
product ores de leche o carne. Acuicult ura
Recarga de acuíferos por percolación No se fi j a A cont inuación, se des-
No se fi j a límit e criben sucint ament e los ob-
localizada a t ravés del t erreno límit e
Riegos de cult ivos leñosos, viveros y cult ivos j et ivos, las operaciones y las
indust riales D < 10.000 < 1 huevo/ 10 l < 100 t ecnologías ut ilizadas en cada
Masas de agua sin acceso público una de est as fases.
Riego de bosques y zonas verdes no accesibles No se fi j a El pret rat amient o t iene
E No se fi j a límit e No se fi j a límit e
al público límit e como obj et ivo separar del
Ambient ales: mant enimient o humedales, agua residual las mat erias
F La calidad se est udiará caso por caso
caudales mínimos groseras, que por su nat ura-
Fuent e: Guía para la Aplicación del real decret o 1620/ 2007 por el que se est ablece el Régimen Jurídico de la Reut ilización de leza o t amaño podrían causar
las Aguas Depuradas. problemas de operación y/ o

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Tecnologías de depuración y reut ilización: nuevos enfoques

Figura 2. Diagrama de fl uj o de las fases de t rat amient o de una EDAR-ERA a las conocidas como “ t ec-
nologías blandas, nat urales
EDAR o ext ensivas” (lagunaj es,
humedales art i fi ciales,

LÍNEA DE
AGUA
fi lt ros verdes, et c.). Las
primeras, a diferencia de
las segundas, t ienen un
mayor consumo energét ico
AFLUENTE PRETRATA-
MIENTO y requieren menos espacio

LÍNEA DE
FANGOS
(agua residual)
para su implant ación. Ge-
neralment e, las t ecnolo-
TRATAMIENTO gías int ensivas pueden dar
PRIMARIO Energía
servicio a núcleos urbanos
ESPESAMIENTO de cualquier t amaño (en
TRATAMIENTO Cogeneración t érminos de h-e), gracias,
SECUNDARIO sobre t odo, a la gran di-
(Biológico) Aerobia versidad de variant es dis-
DIGESTIÓN Anaerobia Biogás ponibles que le confi eren
VERTIDO
Efluent e una enorme versat ilidad,
depurado quedando las ext ensivas
Fango DISPOSICIÓN
DESHIDRATACIÓN circunscrit as a pequeñas
t rat ado FINAL
poblaciones.
El sist ema int ensivo
ERA de depuración más amplia-
TRATAMIENTO ment e difundido a nivel
TERCIARIO
mundial es el de fangos
act ivados, que cuent a
Efluent e Depósit o con numerosas variant es
regenerado regulador REUTILIZACIÓN
según el modo de funcio-
namient o (dist int os pro-
cesos considerados como
Fuent e: elaboración propia. convencionales, aireación
prolongada, canales de
mant enimient o en las inst alaciones (maquinaria, conducciones, oxidación, react or discon-
et c.) y unidades de depuración post eriores. Tales son los casos de t inuo secuencial o SBR, et c.). En su confi guración básica, el pro-
los grandes sólidos, mat erias fl ot ant es de gran t amaño, gravas, ceso de fangos act ivados const a de dos fases o et apas en serie:
arenas y sólidos de pequeño t amaño, aceit es, grasas y fl ot ant es una de oxidación biológica y ot ra de separación sólido-líquido
de pequeño t amaño. Las operaciones y t écnicas que comprende ( fi gura 3 e imagen 2).
el pret rat amient o son: el desbast e —mediant e rej as y/ o t ami- La primera et apa (oxidación biológica) se realiza en un
ces—, el desarenado y el desengrasado. react or biológico o biorreact or, agit ado y aireado, en donde se
El t rat amient o primario t iene como obj et ivo separar del provoca el desarrollo de un cult ivo microbiano formado por gran
agua residual los SS sediment ables por gravedad. La operación número de microorganismos —principalment e bact erias aerobias,
más frecuent e es la decant ación o sediment ación primaria, que est o es, que precisan de oxígeno disuelt o para respirar— los cua-
se realiza en decant adores primarios. les, agrupados en fl óculos, (bio)degradan la mat eria orgánica. La
Finalment e, en el t rat amient o secundario se elimina la ma- segunda et apa (separación sólido-líquido) t iene lugar en un de-
yor part e de la mat eria orgánica (disuelt a y coloidal) y de los SS cant ador secundario o clari fi cador, donde se separan del efl uent e
no sediment ables. En la depuración de las aguas residuales urba- ya depurado los fl óculos biológicos formados en el biorreact or.
nas se ut ilizan principalment e procesos de t ipo biológico, mot ivo Una part e de los fangos producidos en el decant ador secunda-
por el cual a est e t rat amient o se le suele denominar t ambién rio se recircula al react or biológico para mant ener una adecuada
como t rat amient o biológico. Los sist emas de t rat amient o pueden concent ración de microorganismos en el mismo, mient ras que el
ser de biomasa suspendida y de biomasa fi j a. Ent re los primeros, rest o (fangos en exceso) se purga hacia la línea de fangos.
el sist ema t ípico es el de fangos act ivados y ent re los segundos, Los fangos son subproduct os result ant es de la depuración del
el de lechos bact erianos. agua residual, concret ament e, del t rat amient o primario (fango
Est as t ipologías de procesos se encuadran dent ro de las de- primario) y del secundario (fango secundario, biológico, o en ex-
nominadas “ t ecnologías duras o int ensivas” , por cont raposición ceso). Se caract erizan por su ext rema liquidez (ocupan mucho vo-

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Figura 3. Esquema del t rat amient o secundario de fangos act ivados después del t rat amient o secundario, para obt ener
React or Decant ador mej ores rendimient os en la eliminación de DBO5 y SS.
biológico secundario Uno de sus principales obj et ivos es el de adapt ar la
calidad de las aguas residuales a las normas est able-
Afluent e Efluent e
(Agua residual) (agua depurada) cidas según el post erior uso del efl uent e (t rat amien-
Oxidación Licor Separación
mezcla
t os de regeneración para reut ilización) o el dest ino
biológica sólido-líquido
del medio recept or, por lo que t ambién suelen de-
nominarse t rat amient os complement arios, de afi no
Recirculación de fangos o avanzados. Incluye, asimismo, ent re sus obj et ivos,
Fangos en la eliminación de nut rient es (fundament alment e N y
exceso P, para evit ar problemas de eut rofi zación), met ales,
et c. y la reducción de cargas excepcionales de t ipo
punt ual o est acional.
Fuent e: elaboración propia. En el caso concret o del t rat amient o t erciario de
regeneración para reut ilización, su obj et ivo es mej o-
Imagen 2. Trat amient o secundario por fangos act ivados de una EDAR rar la calidad del efl uent e depurado en la EDAR para cumplir los
urbana en servicio (EDAR “ Rincón de León” , Alicant e) requisit os de calidad de las aguas regeneradas conforme el real
decret o de reut ilización. Para ello, es preciso complement ar las
inst alaciones de t rat amient o previas con procesos avanzados que
reduzcan la carga cont aminant e residual hast a valores admisibles
para el uso al que vaya a dest inarse el agua product o y elimi-
nen los microorganismos pat ógenos para garant izar la adecuada
calidad sanit aria del agua. Desde est a perspect iva, el obj et ivo
principal del t rat amient o de regeneración es reducir la cant idad
de agent es pat ógenos que hayan sobrevivido a los t rat amient os
de depuración, así como reducir el nivel de sólidos en suspensión
y t urbidez, a fi n de adapt arse a calidades mínimas exigidas para
su uso, conforme el real decret o de reut ilización.
Como se ha dicho ant eriorment e, el t rat amient o t erciario de
regeneración se lleva a cabo en una ERA, que puede implant arse
como una ampliación o mej ora de la propia EDAR o diseñarse ex
Fuent e: elaboración propia sobre imagen de Google Maps.
novo conj unt ament e con est a (imagen 4).
lumen) y su put rescibilidad (sanit aria y ambient alment e Imagen 3. Element os de la línea de agua (en color amarillo) y de la línea de fangos
perj udicial), razones por las cuales deben ser adecua- (en color roj o) de una EDAR (EDAR “ Mont e Orgegia I” , Alicant e)
dament e t rat ados ant es de su evacuación de la EDAR.
El conj unt o de procesos que se emplean para t rat ar los
fangos conforma la línea de fangos, que normalment e
est á int egrada por el espesado (en espesadores por gra-
vedad o por fl ot ación), para concent rar los fangos por
eliminación de agua y reducir su volumen, mej orando el
rendimient o de los procesos post eriores; la est abiliza-
ción o digest ión (en digest ores aerobios o anaerobios),
para reducir el cont enido de la mat eria volát il a fi n de
hacer el residuo menos put rescible y más est able; y la
deshidrat ación (en fi lt ros banda, fi lt ros prensa o cent rí-
fugas), para eliminar agua del fango y convert irlo en un
(bio)sólido fácilment e manej able y t ransport able.
En la imagen 3 se indican las inst alaciones de las
líneas de agua (pret rat amient o, t rat amient o primario y
t rat amient o secundario) y de fangos (espesado, diges-
t ión y deshidrat ación) de una EDAR.
En cuant o al t rat amient o t erciario, est á const it uido
por los procesos que se aplican a las aguas residuales, Fuent e: elaboración propia sobre imagen de Google Maps.

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Tecnologías de depuración y reut ilización: nuevos enfoques

Imagen 4. Inst alaciones del t rat amient o t erciario de la EDAR-ERA gulación- fl oculación-decant ación lamelar (físico-químico), discos
“ Alicant e Nort e” (Alicant e) de t elas ( fi lt ración) y radiación UV (desinfección).
No obst ant e, cada caso part icular deberá est udiarse indivi-
dualment e para defi nir el t rat amient o más adecuado, que de-
penderá t ant o de la calidad del e fl uent e depurado como del uso
post erior del agua regenerada, de aspect os económicos, de la
disponibilidad de espacio, et c.
Para un diseño inicial, pueden considerarse las líneas genera-
les de t rat amient o indicadas en la t abla 6, en función de los t ipos
de calidad del real decret o de reut ilización (ver t abla 5).

SISTEMAS AVANZADOS DE TRATAMIENTO

A lo largo de los últ imos años, los sist emas más o menos
convencionales de biomasa suspendida (fangos act ivados) y de
biomasa fi j a (lechos bact erianos) han ido evolucionando hacia
sist emas más avanzados, que opt imizan los rendimient os, el con-
Fuent e: elaboración propia sobre imagen de Google Maps. sumo energét ico y los requerimient os de espacio, como aspect os
más signi fi cat ivos.
Ent re los procesos más ut ilizados en los t rat amient os t er-
Es, por ej emplo, el caso de los sist emas de biomasa fi j a sobre
ciarios de regeneración, pueden dest acarse los siguient es: físico- lecho móvil y de los sist emas de biomasa fi j a sumergida. Ent re los
químico (coagulación + fl oculación + decant ación lamelar), fi l- primeros, dest acan el Biorreact or de Lecho móvil o MBBR ( Mo-
t ración (sobre lecho granular, fi lt ros de discos, fi lt ros de t elas), ving Bed Biofi lm React or ) y el Proceso Int egrado de Biopelícula y
nit ri fi cación-desnit ri fi cación (para eliminar nit rógeno), ósmosis Fangos Act ivados o IFAS ( Int egrat ed fi xed Film Act ivat ed Sludge);
inversa (en el caso de aguas salinas o salobres) y desinfección y, ent re los segundos, los react ores biológicos de lecho relleno o
(cloración, ozonización, radiación UV). En la imagen 5 se mues- PBBR ( Packed Bed Biological React ors) —t ambién denominados
t ran algunas de las t ecnologías implicadas en est os procesos: coa- fi lt ros inundados, biofi lt ros o fi lt ros biológicos inundados, bio-
Imagen 5. Procesos de un t rat amient o t erciario (EDAR-ERA “ Alicant e Nort e” , Alicant e): coagulación- fl oculación-decant ación lamelar (izq.),
fi lt ración por discos de t elas (cent ro) y desinfección por radiación UV (dcha.)

Fuent e: elaboración propia.

Tabla 6. Líneas de t rat amient o t erciario de regeneración (T-1 a T-6) según los t ipos de calidad de la Tabla 5 (A, B, C, D y E)

Trat amient os sin desalación Trat amient os con desalación


T-1 T-2 T-3 T-4 T-5 T-6
Físico-químico Físico-químico Físico-químico Físico-químico
(coagulación- (coagulación- (coagulación- (coagulación-
fl oculación-decant ación) fl oculación-decant ación) Filt ración Filt ración fl oculación- decant ación) fl oculación- decant ación)
Filt ración Filt ración Luz UV Filt ración Filt ración
Ult rafi lt ración (UF) Luz UV Desinfección Filt ración con membrana Desalación Elect rodiálisis
Reversible EDR
Desinfección Desinfección Ósmosis inversa (OI) Luz UV
Desinfección Desinfección
Calidad: A Calidad: B Calidad: C, D Calidad: E Calidad: t odas Calidad: B, C, D, E
Fuent e: elaboración propia (adapt ado de Guía para la Aplicación del RD 1620/ 2007 por el que se est ablece el Régimen Jurídico de la Reut ilización de las Aguas Depu-
radas).

AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 48-60, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3295 55
Art uro Trapot e-Jaume

Figura 4. Diagramas de bloques comparat ivos ent re un sist ema de sólidos en suspensión y de microorganismos, que veri fi caría las
de fangos act ivos convencional (a) y un sist ema MBR (b) exigencias del real decret o de reut ilización.
Los MBR son sist emas en los que se int egra la degradación bio-
Agua Decantador Reactor Decantador Agua
residual Pretratamiento
primario biológico secundario depurada lógica de las aguas residuales (biodegradación) con la fi lt ración de
(a) membrana (separación sólido-líquido) ( fi gura 4 e imagen 6).
Recirculación Fangos
de fangos en exceso En el diseño ex novo de un sist ema de depuración y de re-
MBR Agua generación, el MBR puede operar simult áneament e como t rat a-
depurada
Agua
Pretratamiento Decantador Reactor (y regenerada) mient o secundario y t erciario ( fi gura 5), reduciéndose signi fi cat i-
residual primario biológico
vament e las necesidades de espacio.
(b)
Recirculación
de fangos
Fangos
en exceso
Los MBR pueden adopt ar diferent es confi guraciones ( fi gura
6): membrana sumergida int egrada (a), membrana sumergida no
Fuent e: elaboración propia. int egrada (b) y membrana ext erna (c), siendo las dos primeras
las más empleadas en la act ualidad. Los sist emas de membrana
rreact ores de lecho inundado, biofi lt ros granulares, et c. — y los
ext erna est án práct icament e en desuso.
react ores biológicos de lecho fl uidizado o FBBR ( Fluidized Bed
Biological React ors). En los sist emas int egrados las membranas est án sumergidas y
ubicadas dent ro del react or biológico, mient ras que en los no in-
Sin embargo, los desarrollos más signi fi cat ivos se focalizan
t egrados las membranas sumergidas se ubican en un t anque sepa-
en el Biorreact or de Membrana o MBR ( Membrane BioReact or ).
rado, lo que facilit a su mant enimient o y reparación o sust it ución.
El MBR es una modi fi cación del sist ema convencional de fangos
En los sist emas ext ernos las membranas no est án sumergidas y la
fi lt ración se realiza en módulos independient es del react or bio-
Imagen 6. Inst alación de un módulo de MBR (izq.) lógico.
y MBR en funcionamient o (dcha.)
Por ot ro lado, las EDAR urbanas han est ado t radicionalmen-
t e diseñadas para eliminar la mat eria orgánica (DBO5) y los só-
lidos en suspensión (SS), prest ando, en general, poca at ención
a los compuest os nit rogenados y fosforados. De hecho, según la
Direct iva 98/ 15/ CE (ver t abla 4) únicament e sería necesario eli-
minar est as sust ancias en el caso de vert idos a zonas sensibles,
por ej emplo, eut rófi cas (embalses, lagos, rías, et c.). A pesar de
ello, en la act ualidad, y sobre t odo a raíz de la promulgación de
la DMA, la mayoría de las EDAR est án incorporando t ambién pro-
Fuent e: Koch Membranes Syst em. cesos de eliminación de nut rient es, especialment e nit rógeno, por
el impact o negat ivo que est e element o ocasiona en los medios hí-
dricos recept ores. Efect ivament e, el nit rógeno (N) —j unt o con el
act ivados, en el que se sust it uye el decant ador secundario por fósforo (P)— es un fact or de eut rofi zación, y su presencia o la de
unidades de membrana de microfi lt ración (MF, t amaño de poro alguno de sus derivados en las aguas residuales es perj udicial para
ent re 0,1 y 1 μm) o de ult rafi lt ración (UF, t amaño de poro ent re los cauces, debido a que los compuest os del nit rógeno (amoníaco,
0,005 y 0,1 μm), para producir un efl uent e de alt a calidad, libre nit rit os, et c.) consumen oxígeno, con la consiguient e reducción
Figura 5. Diagramas de bloques comparat ivos ent re un t rat amient o biológico convencional con t rat amient o t erciario de fi lt ración y desinfección (a)
y un sist ema MBR de t rat amient o t erciario (b)

Agua Decantador Reactor Decantador Agua Agua


Pretratamiento Filtración Desinfección
residual primario biológico secundario depurada regenerada

(a)
Recirculación Fangos
de fangos en exceso
MBR
Agua
regenerada
Agua Decantador Reactor
Pretratamiento
residual primario biológico

(b)
Recirculación Fangos
de fangos en exceso
Fuent e: elaboración propia.

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Tecnologías de depuración y reut ilización: nuevos enfoques

Figura 6. Confi guraciones más comunes de los MBR: (a) sist ema 7). En est e proceso conj unt o de nit ri fi cación-desnit ri fi cación, el
sumergido int egrado, (b) sist ema sumergido no int egrado, afl uent e ent ra en un react or anóxico, en donde al no haber oxí-
(c) sist ema ext erno geno libre las bact erias se ven obligadas a consumir nit rat o para
Recirculación poder degradar la mat eria orgánica. En est a et apa, el nit rat o es
(a) Purga
(int erna) t ransformado a nit rógeno gas (desnit ri fi cación) y eliminado del
sist ema. A cont inuación, en una segunda et apa, el agua residual
es conducida a un react or aerobio, en donde el amoníaco se con-
Reactor viert e primero a nit rit o (nit rit ación) y seguidament e a nit rat o
biológico Permeado
Afluent e (nit rat ación). Est a segunda et apa, en la que el amoníaco se con-
viert e a nit rat o (nit ri fi cación), requiere la presencia de oxígeno
Bomba
Membranas libre (proceso aerobio).
sumergidas Los sist emas MBR t ambién pueden diseñarse para la elimina-
Recirculación ción biológica de nit rógeno. La fi gura 8 muest ra el diagrama de
(b) (ext erna) Purga fl uj o complet o de una EDAR con MBR no int egrado y con nit ri fi ca-
ción (N)-desnit ri fi cación (DN).
Al margen de los sist emas aerobios, pueden emplearse sis-
Permeado
Reactor t emas anaerobios en la línea de agua, los cuales, por ot ro lado,
Afluent e biológico van siendo cada vez más ut ilizados en la línea de fangos, concre-
Bomba t ament e, en la digest ión. Los dos sist emas anaerobios con mayor
Membranas proyección son el MBR anaerobio o AMBR ( Anaerobic Membrane
sumergidas Biological React or ) y el react or de mant o de fangos de fl uj o as-
cendent e o UASB ( Up fl ow Anaerobic Sludge Blanket ). El AMBR se
Purga encuent ra aún en fase de desarrollo. Las invest igaciones en plan-
(c) Recirculación (ext erna) t a pilot o se vienen cent rando, principalment e, en con fi guraciones
de membrana ext erna.
El UASB es el sist ema de biomasa fi j a que más desarrollo y
Afluent e Reactor
biológico Permeado difusión ha t enido en los últ imos años, especialment e en Lat inoa-
Bomba mérica. En España, por el moment o, no se aplica en la depuración
Membranas no de aguas residuales urbanas, aunque sí en la de aguas residuales
sumergidas indust riales.
Fuent e: CEDEX, 2014. La innovación t ecnológica del UASB reside en un disposit ivo
t rifásico sit uado en la part e superior del mismo que permit e se-
del oxígeno disuelt o en los ríos por debaj o de los valores necesa- parar int ernament e la biomasa, el efl uent e t rat ado y el biogás
rios para la vida piscícola. ( fi gura 9).
Para eliminar los compuest os orgánicos nit rogenados en las Los UASB t ienen unos rendimient os en eliminación de DBO5
EDAR se aplican procesos de nit ri fi cación-desnit ri fi cación. La ni- del 60-70% mient ras que, por ej emplo, un decant ador primario
t ri fi cación es un proceso biológico mediant e el cual el nit rógeno elimina del orden del 30-40%, lo que conviert e a est os sist emas
amoniacal del agua residual se oxida a nit rat o. El proceso t iene en una posible alt ernat iva a los t rat amient os primarios habit uales
lugar en condiciones aerobias, es decir, en presencia de oxígeno para pequeñas poblaciones (fosa sépt ica, t anque Imhoff, decan-
disuelt o. La desnit ri fi cación es un proceso por el cual los nit ra- t ador primario).
t os y nit rit os se reducen
Figura 7. Proceso conj unt o de nit ri fi cación-desnit ri fi cación con desnit ri fi cación preconect ada
a nit rógeno libre. Est e
proceso t iene lugar en un Recirculación int erna
react or biológico anóxico (nit rat os)
(sin oxígeno libre). Nor-
malment e, ambos proce- React or React or
anóxico aerobio Decant ador Efluent e
sos se realizan de forma Afluent e
(desnit rificación) (nit rificación) secundario
conj unt a, como nit ri fi ca-
ción-desnit ri fi cación.
Uno de los esquemas
funcionales más ut iliza- Recirculación ext erna Fangos
(fangos) en exceso
dos es el de desnit ri fi ca-
ción preconect ada ( fi gura Fuent e: elaboración propia.

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Art uro Trapot e-Jaume

Figura 8. Diagrama de fl uj o de una EDAR con MBR sumergido no int egrado y con nit ri fi cación (N)-desnit ri fi cación (DN)
MBR sumergido no integrado

Rej as Tanque Decant ación React or biológico Membranas


gruesos/ finos homogeneización* Primaria* sumergidas
Influyent e

Tamiz DN N Permeado
Desarenador-
Pozo de gruesos desengrasador < 3mm

Bomba

Recirculación
Reactor Recirculación
biológicoint erna ext erna Purga Deshidrat ación
* Procesos opcionales
Espesamient o Digest ión
Espesador

Fuent e: CEDEX, 2014.

T ENDENCIAS EN I+D+ I digerido es deshidrat ado ant es de su disposición fi nal y el líquido


drenado se ret orna al proceso biológico. La carga de nut rient es
Recient ement e, el Minist erio de Agricult ura, Aliment ación y de est a corrient e de ret orno ( sidest ream ) es considerable, y pue-
Medio Ambient e (MAGRAMA) ha publicado un document o, deno- de llegar a increment ar la carga de nit rógeno en el afl uent e en un
minado Innovación e Invest igación en el sect or del agua. Líneas 15-25%, con la consiguient e sobrecarga del sist ema de nit ri fi ca-
Est rat égicas ( IDi agua), en el que se est ablecen las líneas est rat é- ción-desnit ri fi cación de la línea de agua.
gicas en I+D+i en el ciclo int egral del agua. De acuerdo con est e A fi n de paliar est e problema, se han desarrollado diversos
document o y en el ámbit o de las t ecnologías relacionadas con el procesos para el t rat amient o de est as corrient es de ret orno an-
t es de reint roducirlas en la línea de agua, cent rados, fundamen-
Figura 9. Element os const it ut ivos de un UASB (izq.) e imagen de un t alment e, en la eliminación o reducción del amoníaco. Uno de
UASB en servicio los más novedosos es el proceso combinado SHARON+ANAMMOX.
El proceso SHARON ( Single react or syst em f or High Ammonia
Removal Over Nit rit e) es un sist ema de nit ri fi cación apropiado
para aguas residuales con alt as concent raciones de amonio (>0,5
g N/ l). Se basa en la nit ri fi cación por microorganismos aerobios
y desnit ri fi cación por microorganismos het erót rofos anaerobios,
en donde la nit ri fi cación y la desnit ri fi cación se inhiben en un
react or simple con elevadas t emperat uras, aireación limit ada e
Fuent e: Henze y Van Loosdrecht (2008). int ermit ent e. En est e proceso, el 50% del amonio es convert ido a
nit rit o en presencia de oxígeno.
agua, la I+D+i se cent ra en la depuración, regeneración y reut i- El proceso ANAMMOX ( ANaerobic AMMonium OXidat ion) re-
lización del agua, así como en el desarrollo de t ecnologías que present a una alt ernat iva para el t rat amient o de aguas con alt as
apuest en por la efi ciencia hídrica y energét ica. En el campo con- concent raciones de nit rógeno y baj as concent raciones de mat eria
cret o de las t ecnologías de depuración de las aguas residuales y de orgánica, debido a que es un proceso aut ot rófi co (no necesit a
la regeneración de los efl uent es depurados para su reut ilización, mat eria orgánica como fuent e de carbono) y anóxico (no necesi-
gran part e de las act uaciones en I+D+i se orient an hacia los MBR. t a oxígeno disuelt o). Se t rat a de un proceso biológico mediant e
el cual ciert as bact erias (aut ót rofas anaerobias) en condiciones
Ot ra import ant e línea de act uación se re fi ere a la elimina-
anóxicas oxidan anaeróbicament e el amonio direct ament e a ni-
ción de nut rient es. Tal y como se ha expuest o ant eriorment e,
t rógeno gas.
exist e un gran número de t ecnologías y procesos de nit ri fi cación-
desnit ri fi cación, más o menos convencionales, para la línea de El proceso combinado SHARON+ANAMMOX se realiza en dos
agua. Las act uaciones en I+D+i seguirán profundizando en est a react ores separados dispuest os en serie ( fi gura 10). En el react or
cuest ión y, aún más, en el t rat amient o de las denominadas “ co- Sharon (aerobio) se oxida aproximadament e el 50% del amoníaco
rrient es de ret orno” , que se generan en las EDAR con digest ión (NH3) a nit rit o (NO2—), y en el react or Anammox (anóxico) se rea-
anaerobia de fangos. Efect ivament e, como result ado de la diges- liza la desnit ri fi cación a nit rógeno gas (N2).
t ión anaerobia, se obt iene un fango con alt a concent ración de Est e proceso combinado produce poco fango y requiere me-
amonio y, en menor medida, de fosfat os. Normalment e, el fango nos del 40% de la energía de aireación que un proceso convencio-

58 AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 48-60, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3295
Tecnologías de depuración y reut ilización: nuevos enfoques

Figura 10. Sist ema SHARON (50%) + ANAMMOX para el t rat amient o de las corrient es de ret orno de la línea de fangos

N2

Fango digerido

Drenaj es
NH3
Fango Digest ión Deshidrat ación aerobio anóxico Ret orno a
anaerobia NO2— proceso
Fango deshidrat ado React or SHARON React or ANAMMOX
(50%)
Fuent e: elaboración propia.

nal de eliminación de nit rógeno. Asimismo, no necesit a mat eria los sist emas ext ensivos, ent re los que dest acan los humedales
orgánica para producir nit rógeno en la et apa de desnit ri fi cación. art i fi ciales ( const ruct ed wet lands). Se t rat a de sist emas en los
Una de las líneas propuest as en IDi agua, que viene susci- que se llevan a cabo las funciones nat urales de los humedales
t ando el int erés de las administ raciones sanit arias y de la comu- para el t rat amient o de las aguas residuales. Est as funciones na-
nidad cient ífi ca desde hace algún t iempo, es la eliminación de t urales (eliminación de mat eria orgánica carbonosa y nit rogena-
cont aminant es emergent es o EC ( Emerging Cont aminant s). Los da, sólidos en suspensión, et c.) son realizadas por la veget ación
EC se pueden defi nir como “ cont aminant es desconocidos o no re- (macrofi t as arraigadas o en fl ot ación), el suelo (en el caso de
conocidos como t ales, cuya presencia en el medio ambient e no es macrofi t as arraigadas) y las comunidades microbianas que habi-
necesariament e nueva, pero sí la preocupación por las posibles t an el humedal.
consecuencias de la misma” . La Direct iva 2013/ 39/ UE se re fi ere a En función del t ipo de circulación del agua, los humedales
los CE como “ sust ancias priorit arias” e incluyen compuest os t ales art i fi ciales pueden ser de fl uj o horizont al (o de fl uj o super fi cial) y
como pest icidas, product os indust riales, hormonas, fármacos y de fl uj o vert ical (o de fl uj o subsuper fi cial). Generalment e, los hu-
product os de higiene personal. medales de fl uj o vert ical se ut ilizan como t rat amient o secundario
Los t rat amient os convencionales de depuración no se han y los de fl uj o horizont al como t rat amient o t erciario.
most rado muy efi caces ant e det erminados CE, por lo que est án Como vent aj as añadidas, los humedales art i fi ciales se int e-
evaluando nuevos sist emas que sean capaces de eliminarlos. En gran perfect ament e en el paisaj e y cont ribuyen a la mej ora am-
est e sent ido, las invest igaciones realizadas hast a la fecha suelen bient al del ent orno (imagen 8).
limit arse a est udios en plant a pilot o, generalment e a nivel de
Imagen 8: Humedal art i fi cial de macrofi t as en fl ot ación (Plaza Ecópolis,
laborat orio. Así, por ej emplo, se est án evaluando procesos com-
Madrid). Ej emplo de int egración paisaj íst ica
binados anaerobios-aerobios, como el de un UASB seguido de un
MBR (imagen 7), con unos primeros result ados sat isfact orios.
Por ot ro lado, además de los procesos ant eriores, que se en-
cuadran dent ro de los sist emas int ensivos, hay que mencionar
Imagen 7. Plant a pilot o de un sist ema combinado UASB+MBR para el
est udio de la eliminación de cont aminant es emergent es (Laborat orio
del Inst it ut o Universit ario del Agua y de las Ciencias Ambient ales de la
Universidad de Alicant e)

Fuent e: Agua Inc (www.aguainc.com).

CONCLUSIONES

Las t ecnologías de depuración de aguas residuales y de rege-


neración de efl uent es depurados para reut ilización avanzan muy
rápidament e. A ello est án cont ribuyendo decisivament e las uni-
versidades y los cent ros de invest igación, en muchas ocasiones a
t ravés de convenios de colaboración con empresas implicadas en
el ciclo int egral del agua.
Una part e sust ancial de las act uales líneas de t rabaj o en
Fuent e: elaboración propia. I+D+i se cent ra en la eliminación de cont aminant es emergent es.

AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 48-60, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3295 59
Art uro Trapot e-Jaume

En est e sent ido, se est án evaluando t ecnologías que incluyen sis- y 2008/ 105/ CE en cuant o a las sust ancias priorit arias en el ámbit o
t emas anaerobios y de membranas, como los UASB y los MBR, de la polít ica de aguas (en ht t ps:/ / www.boe.es/ doue/ 2013/ 226/
respect ivament e. En los próximos años est a t endencia no solo se L00001-00017.pdf).
mant endrá sino que, muy probablement e, se increment ará. Henze, M., Van Loosdrecht , M., Ekama, G. A. y Brdj anovic, D. 2008:
Biological Wast ewat er Treat ment : Priciples, Modelling and Design.
Uno de los t emas pendient es es el de la depuración de las
London, IWA Publishing (en ht t p:/ / ocw.unesco-ihe.org/ plugin fi le.
pequeñas poblaciones, ent endidas como t ales, según la D271, las
php/ 1025/ mod_r esour ce/ cont ent / 1/ Int r oduct i on%20%281%29.
de menos de 2.000 h-e. Sobre est a cuest ión, habrá que incidir pdf).
t ant o en las t ecnologías como en la t ipología y plani fi cación de
Hernández, A. 1996: Depuración de Aguas Residuales. Madrid, Colegio de
los sist emas de depuración (cent ralizados o descent ralizados, in-
Ingenieros de Caminos, Canales y Puert os.
t ensivos o ext ensivos, et c.).
Hont oria García, E. 2015: Pregunt as y respuest as para diseñar y predi-
Ineludiblement e, deberá seguir progresando la I+D+i relacio- mensionar. Memoria y experiencias en los sist emas de depuración.
nada con los t rat amient os t erciarios de regeneración para reu- Granada, Godel Impresiones Digit ales, S.L.
t ilización, principalment e para usos urbanos, agrícolas (de vit al Melgarej o, J., Prat s, D., Molina, A. y Trapot e, A. 2015: “ A case st udy
import ancia en zonas de pluviomet ría irregular y escasa, como es of urban wast ewat er reclamat ion in Spain: comparison of wa-
el caso del arco medit erráneo peninsular) y, por supuest o, am- t er qualit y produced by using alt ernat ive processes and relat ed
bient ales (recarga de acuíferos y caudales ecológicos). cost s” , en Journal of Wat er Reuse and Desalinat ion. DOI: 10.2166/
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sist ema-espaniol-gest ion-agua/ Lineas_est rat egicas_innovacion_in-
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AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 61-69, JULIO-DICIEMBRE 2016, UNIVERSIDAD DE JAÉN, JAÉN, ESPAÑA ISSN 2340-8472 ISSNe 2340-7743 DOI 10.17561/at.v0i8.3296

water and landscape

AGUA y TERRITORIO
Métodos de valoración ambiental aplicados a la regeneración
y reutilización de aguas residuales en agricultura
Environment al Assessment Met hods Applied t o t he Regenerat ion
and Reuse of Wast ewat er in Agricult ure
Óscar Alfranca-Burriel
Universit at Polit ècnica de Cat alunya. Cast elldef els, Barcelona, España. oscar. alf ranca@upc. edu

Resumen — El análisis económico y fi nanciero de los proyect os de sist emas de regeneración y reut ilización de aguas residuales se ha concent rado frecuent ement e en
los cost es y benefi cios privados, t ant o por las di fi cult ades met odológicas relacionadas con la est imación de las ext ernalidades, como por la disponibilidad
de dat os necesarios para su valoración. La consideración de los cost es y bene fi cios ambient ales permit e una mej ora sust ancial en el diseño y gest ión de
los sist emas de regeneración y reut ilización de aguas residuales, ya sean públicos o privados. Como consecuencia, t ambién se produce una mej ora en la
gest ión de las inversiones en est os sist emas de t rat amient o. El obj et ivo de est e t rabaj o es present ar unos fundament os básicos para los principales mét o-
dos de valoración ambient al. Y muy especialment e, cuando est os son aplicados en act ividades relacionadas con el uso de aguas residuales en agricult ura.

Abstract — The economic and fi nancial analysis of wast ewat er reuse syst ems proj ect s has laid emphasis on t he issues of privat e cost s and benefi t s, bot h because of
met hodological dif fi cult ies relat ed t o est imat ing exist ing ext ernalit ies and t he lack of available dat a needed f or it s measurement . Taking f ull account
of t he environment al cost s and benefi t s allows f or a subst ant ial improvement in t he design and management of public and privat e wast ewat er reuse
syst ems. Consequent ly, an improvement is also obt ained in t he management of invest ment s in t he t reat ment syst ems. The main obj ect ive of t his paper
is t o present t he essent ial t heoret ical f oundat ions f or t he main environment al valuat ion met hods, and most part icularly when t hey are applied t o
wast ewat er use in agricult ure.

Palabras clave: mét odos de valoración ambient al, aguas residuales, agricult ura, preferencias reveladas, preferencias declaradas
Keywords: environment al valuat ion met hods, wast ewat er, agricult ure, revealed preferences, st at ed preferences

Información Artículo: Recibido: 27 febrero 2016 Revisado: 21 sept iembre 2016 Acept ado: 28 oct ubre 2016

© Universidad de Jaén / Seminario Permanent e Agua, Territ orio y Medio Ambient e (CSIC)

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Óscar Alfranca-Burriel

La ut ilización de aguas residuales en agricult ura ha recibido Sin embargo, el problema podría ser diferent e cuando el agua se
una at ención crecient e en los últ imos t iempos. Los mot ivos prin- obt iene de manera informal, sin consideración alguna por las con-
cipales son la escasez de agua para riego y el int erés por disminuir diciones sanit arias5 puest o que la concent ración de component es
la presencia de sust ancias cont aminant es en el medio ambient e. nocivos (por encima de unos límit es permit idos) podría originar
En los proyect os relacionados con el riego agrario, result a impres- problemas en la salud humana6.
cindible aplicar unos mét odos específi cos de valoración ambien-
t al, puest o que las met odologías convencionales no son válidas
EXTERNALIDADES Y BIENES PÚBLICOS
para est imar t odas sus consecuencias económicas y ambient ales.
EN LOS PROYECTOS DE AGUA REGENERADA
Por ej emplo, el mét odo de análisis cost e-benefi cio requiere de
la monet ización de los efect os ambient ales relacionados, t ales Una hipót esis fundament al en economía es que los cambios
como la inst alación de una plant a desaladora y sus posibles efec- en los precios de los bienes modi fi can el bienest ar de consumido-
t os sobre el suelo marino. Habit ualment e est os bienes y servicios res y de product ores. Si bien la cuant ía de est os cambios puede
ambient ales no pueden asignarse mediant e un mercado y carecen est imarse mediant e el excedent e del consumidor y el excedent e
de precio. Todavía más complej a es la valoración de bienes que del product or, en el caso de los bienes de no-mercado las varia-
no present an un uso claro, pero sí un valor por su propia exist en- ciones en el bienest ar originadas por modi fi caciones en los pre-
cia, como podría ser un t ipo de alga específi ca o un paisaj e rural. cios y cant idades consumidas, deben medirse mediant e los cam-
El obj et ivo de est e t rabaj o es present ar una descripción de los bios en la curva que indica la disposición a pagar por part e de los
principales mét odos de valoración ambient al y, muy especialmen- consumidores (puest o que no exist e un precio para est os bienes).
t e, algunas bases sobre su aplicación en el uso de aguas residuales
Las curvas que represent an la disposición marginal a pagar
en agricult ura. El art ículo comienza con una breve present ación
los bienes públicos y los bienes de no–mercado son imprescindi-
de la lit erat ura más recient e sobre est e t ema. Post eriorment e, se
bles para expresar la demanda de algunos servicios ambient ales
describen algunos concept os económicos esenciales en el análi-
agrarios, t ales como formación del paisaj e rural o la mej ora en
sis de proyect os sobre agua regenerada. La sección t ercera t rat a
la biodiversidad de una comarca. Sin embargo, est a disposición
sobre la colaboración público-privada en los servicios de sanea-
podría est imarse mediant e la observación direct a de las t ransac-
mient o y abast ecimient o de agua. Con post erioridad, se presen-
ciones relacionadas, puest o que no exist e un mercado para los
t an algunos fundament os sobre los principales mét odos de valo-
bienes públicos y ambient ales. Por t ant o, la búsqueda de mét odos
ración. Para acabar, se discut en algunos problemas met odológicos
alt ernat ivos que permit an est imar la demanda de est os bienes,
y se ofrecen unas conclusiones.
result a ineludible.
El valor económico de un recurso nat ural o ambient al puede
AGUA REGENERADA Y AGRICULTURA calcularse como la suma de los valores present es del bien, una
vez descont ados los fl uj os de sus servicios asociados. Los bienes
La reut ilización de agua para riego es una act ividad cada vez ambient ales inciden en el bienest ar humano de manera diversa.
más frecuent e en agricult ura, t ant o en zonas rurales, como urba- Una primera et apa en la valoración de est os bienes consist e en de-
nas y periurbanas. Las aguas regeneradas y reut ilizadas pueden t erminar el rango de los impact os esperados, es decir, las caract e-
cont ener diferent es subst ancias, en función de la fuent e en que ríst icas del bien que le ot organ su valor y que deberían recogerse
fueron obt enidas y de su nivel de t rat amient o1. Con frecuencia el mediant e t écnicas de valoración ambient al. La suma de los dife-
precio de las aguas residuales t rat adas es menor al de las aguas rent es valores parciales permit e calcular el Valor Económico Tot al,
convencionales, lo que supone un incent ivo usar aguas residuales que represent a el conj unt o de efect os sobre el bienest ar humano.
por los regant es2.
Dado que algunos de est os fl uj os y servicios no pueden com-
Por ej emplo, algunos de los component es principales de las prarse o venderse en un mercado (y por t ant o no t ienen precio) el
aguas residuales y regeneradas como nit rógeno, fósforo y po- valor económico de est e recurso nat ural podría ser muy diferent e
t asio pueden ut ilizarse como nut rient es para plant as. Ent re los al de su valor comercial o residencial. Un precio de mercado sería
posibles element os nocivos se hallan algunas sales, met ales y muy difícil que pudiera recoger el valor de los servicios asociados
met aloides, pest icidas, component es t óxicos orgánicos y micro- a la biodiversidad de la zona o su función como element o sust an-
cont aminant es3. cial en la formación del paisaj e rural.
Exist e un gran número de est udios en los que se est iman Una hipót esis principal en la est imación de los cost es y be-
los benefi cios para la act ividad agraria relacionados con el agua nefi cios del agua regenerada es que cualquier int ervención pú-
regenerada4. Est as invest igaciones descart an posibles consecuen- blica puede modi fi car el fl uj o de servicios asociados y por t ant o
cias sanit arias cuando se cumplen unos prot ocolos est ablecidos. provocar cambios en el valor present e de est e bien. Es decir, que
cualquier alt eración en el fl uj o de bienes y servicios present aría
1 Pescod, 1992. Qadir et al, 2007a. Jiménez y Asano, 2008. Keralt a et al.
2010. Qadir et al. 2015. su cont rapart ida en el valor económico del bien. Algunos de est os
2 Hurliman y McKay, 2007. fl uj os present an vinculaciones con el mercado y podría generarse
3 Siemens et al. 2008. Simmons et al. 2010.
4 Ver por ej emplo Hamilt on et al. 2007. Qadir et al. 2007b. Scot t et al. 5 Drechsel et al. 2010. Raschid-Sally y Jayakody, 2008.
2004a. Scot t et al. 2004b. Scheierling et al. 2011. 6 WHO, 2006.

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Mét odos de valoración ambient al aplicados a la regeneración
y reut ilización de aguas residuales en agricult ura

una respuest a a est os cambios. Sin embargo, muchos de est os de las aguas residuales a los usos más valiosos, a unos precios que
fl uj os no est án propiament e det erminados por el mercado, sino incorporen t odos sus valores sociales. Por los mismos mot ivos,
por ot ros fact ores con caract eríst icas de bien público. t ampoco podría darse un proceso de revelación de preferencias al
Las caract eríst icas que defi nen a un bien público son dos: precio que permit iera refl ej ar t odos los valores sociales del agua
la no exclusión y la no rivalidad. Por la capacidad de exclusión regenerada. Es decir, que en un mercado sin rest ricciones, el pre-
ent endemos que exist e la posibilidad de limit ar el acceso de un cio de las aguas residuales podría ser inefi cient e. Un aspect o sus-
individuo a est e bien (ya sea para su consumo o para ut ilizarlo t ancial es que, con frecuencia, los consumidores est án dispuest os
como fact or de producción). La condición de rivalidad se refi ere a pagar un precio superior al de mercado, ant es que renunciar a
a la imposibilidad de que varios individuos puedan consumir la alguno de los servicios ambient ales asociados.
misma unidad del mismo bien. Si se sat isfacen est as dos condicio- El cálculo de los cost es y benefi cios ambient ales cada vez
nes, un sist ema de mercado descent ralizado podría no alcanzar result a más habit ual en los proyect os hidráulicos. Sin embargo,
una asignación ópt ima. Es decir, que t al vez sería necesaria la su elevada complej idad met odológica, así como la di fi cult ad
int ervención pública en su gest ión (que requeriría de una mej ora para cont rast ar empíricament e las valoraciones, det ermina que
en los fl uj os de información asociados). la aplicación de est os mét odos present e con frecuencia muchas
di fi cult ades. En el caso de las aguas residuales, queda pat ent e la
Las ext ernalidades relacionadas con las aguas residuales
import ancia de los efect os ambient ales en la Direct iva Marco del
aparecen cuando empresas o individuos generan cost es o bene-
Agua (DMA). La DMA represent a un paradigma en la aproximación
fi cios sobre ot ros agent es sociales y est os cost es o benefi cios no
a la plani fi cación hidrológica y ent re sus concept os fundament a-
son compensados. Para garant izar la gest ión efi cient e de cual-
les se encuent ra el de recuperación de los cost es. Est e principio
quier proyect o de agua regenerada, la cuant i fi cación de est as
implica que en el cálculo de los cost es y bene fi cios relacionados
posibles consecuencias result a imprescindible. En un proyect o de
con la reut ilización del agua deberían considerarse no solament e
reut ilización, por ej emplo, deberían considerarse las siguient es
los cost es fi nancieros, sino t ambién los cost es y benefi cios am-
ext ernalidades posit ivas: aument o en la disponibilidad de agua,
bient ales.
disminución en el uso de fert ilizant es y disminución en la sobre
explot ación de acuíferos, ent re ot ras. Las ext ernalidades negat i- La valoración económica de los bienes ambient ales supone
vas se relacionan esencialment e con los riesgos químicos y bio- una información muy relevant e en los proyect os de reut ilización.
lógicos. El valor t ot al de un bien se defi ne como la suma de su valor de
uso y de no-uso. Los valores de uso son los que derivan de la
Las aguas residuales present an con frecuencia las caract e-
ut ilización del bien, y se ven afect ados por cualquier cambio en
ríst icas de bien público, puest o que buena part e de la sociedad
el ent orno. El valor de no-uso se refi ere a la disposición a pagar
las consume y se benefi cia de ellas sin necesidad de pagar por su
por unos recursos que no se ut ilizan, ni piensan ut ilizarse en el
disponibilidad. Así, por ej emplo, result a difícil la exclusión del
fut uro. El principal de est os valores es el valor de exist encia,
consumo individual de un humedal art i fi cial que se ha const ruido
que refl ej a el bienest ar que unas personas obt ienen del simple
ut ilizando aguas residuales y que ha mej orado las condiciones de
conocimient o de que un bien exist e. Por su propia nat uraleza, los
biodiversidad de la zona y sus valores paisaj íst icos. La nat uraleza
valores de no-uso son al mismo t iempo valores no comerciales.
no rival de los benefi cios relacionados con el consumo de aguas
El principio de recuperación de cost es en la DMA comport a
residuales, así como su di fi cult ad de exclusión, j ust i fi can en la
que en los proyect os de aguas regeneradas se consideren no sola-
mayoría de los casos la necesidad de su regulación pública. Pese
ment e los cost es fi nancieros, sino t ambién los cost es y benefi cios
a las caract eríst icas de bien público de las aguas regeneradas,
ambient ales. Con frecuencia no exist e un mercado para est os bie-
exist en benefi cios relacionados con su ut ilización o consumo que
nes, y por t ant o no pueden asignarse mediant e un precio. Es de-
j ust i fi can las decisiones privadas. Es decir, que habría agent es pri-
cir, que para reconocer su valor monet ario sería necesario aplicar
vados dispuest os a invert ir t iempo y esfuerzo (así como su posible
unas t écnicas de valoración ambient al. La valoración económica
cost e de oport unidad) para ut ilizarlas como input en un proceso
de los bienes ambient ales result a fundament al en el proceso de
product ivo. Est a perspect iva de bien privado podría referirse t an-
t oma de decisiones de la gest ión pública.
t o a las aguas residuales t rat adas como a las que no lo han sido.
Por ej emplo, agencias de agua en Aust ralia, Israel y los Est ados En la gest ión de las empresas de aguas residuales, los dos ob-
Unidos pueden vender aguas t rat adas a posibles agricult ores y j et ivos principales son la recuperación de los cost es de inversión
propiet arios de campos de golf, (ya sea direct ament e o mediant e y el suminist ro de agua con un grado de calidad acept able para
un programa de recarga de acuíferos) y obt ener benefi cios me- los usuarios. La recuperación de los cost es mediant e la vent a del
diant e su uso como agua de riego7. agua t rat ada para riego agrario suele ser un obj et ivo incumplido,
que solament e se sat isface gracias a la int ervención pública. En
Un aspect o fundament al en la asignación de aguas residua-
los países en desarrollo result a ext raño que los agricult ores pa-
les t rat adas es que, a causa de la presencia de ext ernalidades,
guen por el agua (ya sea est a super fi cial o de pozo) más allá de
bienes comunales, y de las caract eríst icas de bien público de al-
unos cost es de ext racción. Por ot ra part e, no es ext raño que las
gunos de est os bienes (por ej emplo, en una zona de humedales)
aguas t rat adas o canalizadas reciban algún t ipo de subsidio.
el funcionamient o del mercado no permit e siempre la asignación
Aunque no es muy habit ual que el precio del agua para riego
7 Mills et al. 2004. Van Roon, 2007. permit a recuperar t odos los cost es relacionados con la inst ala-

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Óscar Alfranca-Burriel

ción de la plant a, sí que exist e un ciert o margen para det erminar la correct a en comparación con ot ros usos alt ernat ivos del agua.
un precio que permit a garant izar la recuperación de los cost es En est e mét odo, la calidad del agua residual podría considerarse
iniciales (cuando no incluso la obt ención de un bene fi cio, en el como un input más en el proceso product ivo y devenir un funda-
caso de las indust rias). En general, la ut ilización más rent able ment o esencial en la gest ión sost enible del agua.
de las aguas residuales se relaciona con el consumo humano. En Si exist en diferencias sust anciales ent re el valor obt enido
est e caso, el agua puede at ravesar por diversos procesos como mediant e el uso del agua y el que podría obt enerse a t ravés de su
microfi lt ración, ósmosis inversa o irradiación mediant e rayos UVA mej or ut ilización posible, est aría j ust i fi cada la consideración del
(o alguna t ecnología que permit a un grado de desinfección si- cost e de oport unidad como un cost e del proyect o (si no se escoge
milar). Est os procesos permit en crear agua con un nivel de cali- el uso más rent able). Algunos problemas esenciales en la ges-
dad semej ant e al agua de consumo común, por lo que su precio t ión del agua son las condiciones relacionadas con su calidad y el
t ambién sería superior, y podría ut ilizarse para usos domést icos decrecimient o de su disponibilidad. Est as consecuencias podrían
o ambient ales. comport ar algunos efect os muy relevant es como la int rusión sa-
El uso de los fl uj os de agua t rat ada descargada en el medio lina, la cont aminación por agroquímicos, el det erioro de hume-
ambient e desde plant as de t rat amient o municipales const it uye dales y est uarios, la dest rucción de hábit at s o la disminución de
una est rat egia fundament al para el ahorro en los cuerpos nat u- la biodiversidad.
rales de agua. Los fl uj os de aguas t rat adas (si se descargan sin
haber recibido el t rat amient o necesario) podrían ocasionar efec-
t os negat ivos sobre los cuerpos recept ores. La viabilidad de una COSTES DE INFRAESTRUCTURAS DEL AGUA

plant a de reut ilización depende de circunst ancias locales que de-


Las condiciones compet it ivas de mercado no se dan habi-
t erminan su balance de cost es y bene fi cios. En la mayoría de las
t ualment e en el sect or de las aguas residuales, a causa en buena
ocasiones, el mayor benefi cio radica en la disponibilidad de agua
part e de los elevados cost es de infraest ruct ura, que podrían in-
para consumo humano, que es posible obt ener a part ir de agua
ducir el suminist ro de unos servicios a precios inefi cient es (exce-
de riego, agua para uso indust rial, o bien agua ut ilizada con fi nes
sivament e alt os) desde una perspect iva privada.
ambient ales. En resumen, el análisis de un proyect o de plant a de
t rat amient o debería realizarse desde una perspect iva municipal En los proyect os de agua regenerada, los cost es de inversión
o regional, y aplicando un análisis cost e-benefi cio, en el que se en la infraest ruct ura inicial (creación, expansión o rehabilit ación
consideren no solament e los efect os privados sino t ambién los de la red de t uberías) suelen ser muy elevados. Habit ualment e
sociales y ambient ales. est os cost es se refi eren a inversiones que suponen un gast o de
const rucción único e irreversible, y result a complej o evaluar su
disponibilidad. Dado que se t rat a de inversiones que suponen un
EL ANÁLISIS COSTE- BENEFICIO gast o de const rucción único e irreversible, suelen considerarse
como un monopolio nat ural.
El análisis cost e-benefi cio es un mét odo para la t oma de de-
cisiones y suele aplicarse en la selección de proyect os para la Un monopolio nat ural es un monopolio en una indust ria que
inst alación de plant as de t rat amient o de aguas residuales. En la es la única capaz de producir a un cost e medio mínimo en el
selección se consideran no solament e los proyect os con un cost e largo plazo, con una diferencia muy subst ancial respect o al res-
menor (análisis cost e-efi ciencia) sino aquellos en que la diferen- t o de compet idores. La consecuencia principal es que, como se
cia ent re ingresos y cost es es máxima. t rat a de un mercado con una sola empresa, los precios podrían
ser excesivament e elevados, la producción inefi cient e y reducirse
Desde la década de los años 50, cuando se desarrollaron
la calidad t ant o en la producción fi nal como en los servicios de
las t écnicas más básicas del análisis cost e-benefi cio, se han pro-
dist ribución. Est a sit uación suele darse en indust rias en las que
ducido unos cambios muy signi fi cat ivos en la nat uraleza de los
los cost es de capit al son muy elevados (y fundament ales para el
problemas analizados, así como en los inst rument os analít icos
desarrollo del negocio) y las economías de escala son subst ancia-
ut ilizados. Est os mét odos son los que permit en el análisis y la
les en relación al t amaño del mercado. Es decir, se t rat a de un
valoración de bienes ambient ales relacionados con los proyect os
mercado en el que exist en grandes barreras de ent rada.
de aguas residuales.
Muchos aut ores han propuest o el uso de aguas residuales en
El mét odo de análisis Cost e-Benefi cio se desarrolló inicial-
diferent es escalas y ot ros han descrit o mét odos y guías para pro-
ment e para calcular el Valor Act ualizado Net o (VAN), en proyec-
mover el uso seguro de las aguas residuales8. De hecho, la pro-
t os públicos de inversión, y muy especialment e en inversiones
visión de un servicio como el suminist ro de aguas residuales por
relacionadas con el agua, que ut ilizaban los fact ores de produc-
part e de las empresas requiere de un balance ent re los int ereses
ción con la fi nalidad de obt ener un conj unt o de product os fi nales
públicos y privados, que pueden present ar int ereses divergent es.
(como agua pot able, energía hidroeléct rica y agua de riego). La
Así, la vert ient e pública suele asociarse a la responsabilidad y la
mayoría de est os bienes se comercializan en el mercado, de modo
obligación de proporcionar servicios a los habit ant es y a los con-
que la est imación de su valor monet ario es inmediat a.
t ribuyent es de una zona. Por ot ra part e, si el servicio lo ofrece
El análisis cost e-benefi cio const it uye un inst rument o funda- una empresa privada, debería asegurarse una compensación, que
ment al para la t oma de decisiones relacionada con el agua rege-
nerada y permit e cont rast ar si la decisión de reut ilizar el agua es 8 Ensink y Van der Hoek, 2009. Molinos et al. 2012.

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Mét odos de valoración ambient al aplicados a la regeneración
y reut ilización de aguas residuales en agricult ura

podría ser imprescindible para cubrir los riesgos asociados con el Pese a que se ha producido un aument o considerable de los
mant enimient o de las infraest ruct uras necesarias. acuerdos PPP en el sect or del agua y las aguas residuales durant e
las dos últ imas décadas, t odavía exist en part icularidades en la
ut ilización de est a forma de organización en el sect or del agua
EL PARTENARIADO PÚBLICO-PRIVADO (PPP)
regenerada. Esencialment e, el principal element o diferenciador
EN LA GESTIÓN DE LOS SERVICIOS DE SANEAMIENTO
es que el agua const it uye un element o primordial para la vida
Y ABASTECIMIENTO DE AGUA
humana. Por est e mot ivo, al cont rario de ot ros servicios públi-
Durant e gran part e del siglo XX, los sist emas de abast eci- cos, como la elect ricidad, comunicaciones o aeropuert os, los in-
mient o de agua en la mayoría de las áreas urbanas de los países dividuos no disponen de alt ernat ivas a la ut ilización de est e ser-
indust rializados fueron de propiedad pública. Así, los servicios de vicio, lo que comport a la obligación de garant izar est e servicio a
abast ecimient o y saneamient o se desarrollaban con crit erios en t odos los posibles usuarios (t ant o si pueden pagar su ut ilización
los que primaba la capacidad de pago de los usuarios y se gest io- como si no es así). Dado que est e servicio suele considerarse
naban con baj as expect at ivas de bene fi cio privado. Es decir, baj o como básico, suele haber una discusión sobre si debería haber
un principio de equidad social. De lo ant erior, el agua se conside- un benefi cio o no asociado con su funcionamient o. En el caso del
raba como un bien público y su acceso como una condición previa agua regenerada, est a di fi cult ad se mani fi est a en el baj o bene-
para la part icipación polít ica y social. fi cio del servicio si se compara, por ej emplo, con sect ores como
las t elecomunicaciones.
El part enariado público-privado es un t ipo de organización
que se ha aplicado especialment e en la provisión de agua para En la posición de dominio monopolíst ico que suelen pre-
el consumo público. Ot ros sect ores, como el sanit ario, t ambién sent ar las empresas PPP en el sect or de las aguas residuales,
ut ilizan con frecuencia est a forma societ aria a causa del elevado se mani fi est a la vent aj a de un dominio previo para mercados y
gast o inicial en infraest ruct uras. Exist e una variación considera- servicios. Result a habit ual que, en el largo plazo, el cont rol en
ble ent re la inversión de capit al y la t ransferencia de t ecnolo- la gest ión y ofert a de est as empresas, comport e algún t ipo de
gía, la gest ión y los recursos operat ivos que int ervienen en cada regulación pública de cont rol.
sect or. Las asociaciones PPP se han ut ilizado en una variedad
de formas en los sect ores de infraest ruct ura, incluyendo la in-
MÉTODOS DE ESTIMACIÓN DEL VALOR AMBIENTAL
versión de capit al en proyect os muy especializados, t ales como
APLICADOS A LAS AGUAS RESIDUALES
aeropuert os, carret eras, puent es y los proyect os de generación
de energía, así como en proyect os de educación y servicios de sa- La sobreexplot ación de los recursos hídricos suele consi-
lud. El problema más import ant e relacionado con el uso de agua derarse como uno de los principales efect os que derivan, ent re
regenerada para la producción agraria est á relacionado con la ot ros, de la inexist encia de un mercado, puest o que para est e
salud. Así, el obj et ivo primordial en el t rat amient o de las aguas t ipo de bienes no result a posible el aj ust e ent re ofert a y deman-
residuales radica en sus condiciones sanit arias y en los posibles da. Los inst rument os reguladores disponibles permit irían fi j ar un
efect os sobre la salud pública que podría conllevar su consumo. precio, basado en algún t ipo de normat iva pública (de especial
La incapacidad del sect or privado para ampliar la cobert ura import ancia en las aguas residuales). En est e caso, result a esen-
de los servicios en barrios de rent as baj as, con independencia cial la disponibilidad de mét odos de valoración que permit an con-
de su capacidad de pago, fue det erminant e para que la mayoría siderar el valor de las posibles ext ernalidades relacionadas con
de gobiernos municipales asumieran la gest ión pública de est os los servicios generados.
servicios. El result ado fue que gran part e de los sist emas de su- La valoración de las aguas residuales se realiza mediant e un
minist ro de agua acabaron gest ionados por los poderes públicos, conj unt o de t écnicas que permit en cuant i fi car el valor económico
con el obj et ivo fundament al de alcanzar su universalización. En de los bienes ambient ales. Su obj et ivo principal es la expresión
los casos en los que se mant uvo la gest ión privada (como en en unidades monet arias de los cambios en el bienest ar de las per-
Inglat erra y Francia) se procedió a una regulación muy det alla- sonas, asociados con las t ransformaciones relacionadas con el uso
da. Por ej emplo, en las empresas inglesas los dividendos est aban o la exist encia de las aguas residuales. Baj o la hipót esis de que el
limit ados y cualquier excedent e debía ser reinvert ido en el sis- bienest ar de las personas se origina mediant e la sat isfacción de
t ema. sus preferencias, la medida del bienest ar podría expresarse a t ra-
En est e nuevo escenario, el sect or público asumió la respon- vés de su disposición a pagar (o a ser compensado) por el cambio
sabilidad de gest ionar y promover el suminist ro de agua pot able sobre un est ado inicial. Exist en dos grandes grupos de mét odos
en la mayor part e del mundo indust rializado. En est e sist ema, las para la valoración de bienes y servicios que se fundament an en
empresas ofert ant es acaban con fi gurando un monopolio nat ural las preferencias de los individuos: los mét odos de preferencias
en el que no son aplicables las reglas del mercado. En la nueva reveladas y los mét odos de preferencias declaradas.
regulación, a est e servicio se le exigen condiciones de acceso La principal dist inción ent re est os mét odos de valoración
universal y salud pública, además de convert irse en un sect or radica en la fuent e de los dat os. Así, los dat os pueden obt ener-
que requiere de fuert es inversiones para la ampliación de las co- se mediant e observaciones direct as de las personas afect adas, o
bert uras a zonas de baj o poder adquisit ivo, con t asas de ret orno bien a t ravés de un conj unt o de respuest as a pregunt as hipot ét i-
privadas muy reducidas. cas. En el primer caso, la información se obt iene por la revelación

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de las preferencias (mét odo de preferencias observadas o reve- MÉTODOS DE PREFERENCIAS REVELADAS
ladas). Y en el segundo, las preferencias se declaran (mét odo de
preferencias declaradas o hipot ét icas). Los cambios en los precios de los bienes modi fi can el bien-
est ar de consumidores y de product ores. La magnit ud de est os
Los mét odos de valoración se fundament an en un conj unt o
cambios puede calcularse mediant e el excedent e del consumi-
de hipót esis básicas: dor y el excedent e del product or, respect ivament e. En el caso
de bienes de no-mercado, los cambios en el bienest ar generados
* Los cambios ambient ales deben incidir en la ut ilidad de los in-
por las modi fi caciones en las cant idades consumidas (no exist e
dividuos de forma signi fi cat iva (mayor que cero) en t érminos
monet arios. precio para est os bienes) pueden medirse mediant e los cambios
* El valor t ot al de un cambio en las condiciones ambient ales es
en la curva, que indicaría la disposición a pagar por part e de los
igual a la suma de los cambios individuales. consumidores. Las curvas que represent an la disposición marginal
* Los diferent es cambios en el medio ambient e pueden ser com- a pagar son necesarias para caract erizar bienes públicos y bienes
parables una vez calculados en unidades monet arias. de no–mercado, t ales como los servicios del medio ambient e (por
* Ot ros bienes ambient ales del mismo valor podrían act uar como ej emplo, el mant enimient o de unos humedales art i fi ciales) pero
bienes sust it ut ivos, sin pérdida de bienest ar. no pueden est imarse a part ir de la observación direct a de las
t ransacciones en est os bienes. Dada la ausencia de mercado para
Los valores de no-uso se corresponden con aquellos benefi - bienes públicos y ambient ales, es necesario emplear mét odos al-
cios que no necesit an deuna relación direct a ent re los consumido- t ernat ivos para calcular su demanda.
res y el bien. Es decir, que no es necesaria la ut ilización del bien
Los mét odos de preferencias reveladas se basan en las rela-
(ya sea direct a o indirect a) para obt ener su valor. Est os valores
ciones que se est ablecen ent re los bienes o servicios ambient ales
suelen conocerse como el valor de exist encia, y derivan senci-
obj et o de valoración y los que se adquieren en el mercado. Las
llament e del conocimient o de que est e bien exist e, ya sea por sí
personas revelan en su comport amient o con respect o al bien pri-
mismo o para el uso que pueda hacerse de él.
vado el valor que realment e le ot organ al bien ambient al. Debido
a la relación ent re bien privado y bien ambient al que implica los
MÉTODOS DE VALORACIÓN DEL AGUA REGENERADA. mét odos de preferencias declaradas, la aplicación de est os mé-
CONCEPTOS PRINCIPALES t odos se circunscribe a la est imación de los valores de uso. Ot ra
limit ación de los mét odos de preferencias declaradas es que solo
Las ext ernalidades generadas por el agua, así como sus ca- pueden medir la valoración de los bienes a post eriori, una vez
ract eríst icas de bien público, permit en explicar los fallos en los consumidos, por lo que no permit en est imar valores para nive-
mecanismos de mercado y la necesidad de ut ilizar mét odos de les de calidad que t odavía no han sido experiment ados. En est os
valoración ambient al para gest ionar la t oma de decisiones, t ant o casos podrían ext rapolarse los valores obt enidos en sit uaciones
públicas como privadas. ex- ant e como en proyect os de caract eríst icas parecidas o bien
La valoración económica de los recursos ambient ales se fun- ut ilizar mét odos de preferencias declaradas. Los principales mé-
dament a en que est os recursos present an impact os diversos sobre t odos de preferencias reveladas son el mét odo del cost e de viaj e,
la ut ilidad de los individuos. En el caso de las aguas t rat adas, la cost es evit ados y el mét odo de los precios hedónicos.
valoración monet aria de est os efect os podría considerarse como La principal fi nalidad del mét odo del cost e de viaj e consist e
un indicador de los cambios en la ut ilidad de las personas, direc- en est imar el valor recreat ivo del recurso considerado (por ej em-
t ament e relacionado con la disponibilidad del agua. Est a hipó- plo, un humedal) mediant e un indicador como el gast o que los
t esis se sust ent a en que los consumidores deben escoger ent re visit ant es deben realizar para llegar a visit ar est e lugar. Gracias
bienes diversos y en la ut ilidad que puede obt enerse mediant e al conocimient o de est e gast o result a posible est imar una función
su ut ilización. de demanda, que podría indicar la disponibilidad al pago por día
La economía ha desarrollado un conj unt o de t écnicas para de visit a. Es decir, que el mét odo se basa en el reconocimient o
est imar el valor de los bienes de no-mercado. Baj o el supuest o de de que los gast os necesarios en el viaj e son un component e prin-
que el bienest ar de las personas se origina mediant e la sat isfac- cipal en el cost e de visit a del recurso. Est e supuest o provoca que
ción de sus preferencias, la medida del bienest ar podría expre- puedan producirse variaciones en los result ados según cual sea la
sarse a t ravés de su disposición al pago o de la compensación ant e muest ra de visit ant es ut ilizada.
un cambio en la sit uación o est ado inicial. El mét odo del cost e de viaj e se modeliza con frecuencia
Exist en básicament e dos mét odos para est imar los cambios como una demanda agregada (por ej emplo, la correspondient e a
en la demanda o en la ofert a de los bienes de no-mercado. Los t odos los visit ant es de un humedal) o bien como demandas indi-
mét odos basados en las preferencias reveladas y los mét odos ba- viduales, que después pueden agregarse. La función de demanda
sados en las preferencias declaradas. El primero se fundament a individual (represent ada, por ej emplo, mediant e el número de
en la est imación del valor a part ir de la observación de bienes visit as) suele especi fi carse como una función dependient e de un
muy semej ant es. El segundo, a part ir de las respuest as a unas conj unt o de caract eríst icas socioeconómicas y ambient ales, en-
pregunt as hipot ét icas. t re las que se incluye el precio de ent rada al lugar. Est e se con-

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Mét odos de valoración ambient al aplicados a la regeneración
y reut ilización de aguas residuales en agricult ura

sidera un buen indicador puest o que habit ualment e el precio se es ot ra de las principales rest ricciones de est e mét odo, así como
mant iene const ant e en el t iempo. los valores de no-uso del bien, o las posibles expect at ivas de los
Los mét odos de los cost es evit ados, cost e de reposición o consumidores sobre la evolución de los precios.
cost e de sust it ución son mét odos ut ilizados para est imar el valor Debido a la relación ent re bien privado y bien ambient al que
de los servicios que ofrecen los ecosist emas9. El cálculo se basa fundament a los mét odos de preferencias reveladas, la aplicación
en cualquiera de los cost es necesarios para evit ar daños por los de est os mét odos se circunscribe normalment e a la est imación de
servicios perdidos, y muy especialment e con el cost o de reem- los valores de uso. Ot ra limit ación de los mét odos de preferencias
plazar los servicios del ecosist ema, o el cost o de la prest ación de reveladas es que solo pueden medir la valoración de los bienes a
servicios sust it ut ivos. Así, por ej emplo, los primeros est udios so- post eriori, una vez consumidos, por lo que no permit en la est ima-
bre los efect os de la cont aminación del agua sobre los product o- ción de valores para niveles de calidad que t odavía no han sido
res se basaban en el mét odo de la función de daños ambient ales. experiment ados.
Est a aproximación se fundament a en la est imación de una función En resumen, los mét odos de preferencias reveladas se basan
daño-dosis que relaciona las medidas de polución con la medida en las relaciones que se est ablecen ent re los bienes o servicios
física del daño (por ej emplo, mediant e el invent ario de mat eria- ambient ales valorados y los que se adquieren en el mercado. Una
les expuest os al riesgo de cont aminación). Para calcular el valor hipót esis fundament al es que las personas revelan en su compor-
t ot al de la posible ext ernalidad, una vez calculado el daño indi- t amient o con respect o al bien privado el valor que realment e se
vidual, est e se mult iplica por el conj unt o de unidades afect adas. le ot orga al bien ambient al.
Est os mét odos no proporcionan medidas fundament adas en
la volunt ad de pagar por un product o o servicio. Por el cont rario,
se basan en el supuest o de que si las personas incurren en gast os MÉTODOS DE PREFERENCIAS DECLARADAS
para evit ar daños causados por servicios de los ecosist emas per- Los mét odos de preferencias declaradas se refi eren a un
didos o para reemplazar algún servicio de los ecosist emas, est os conj unt o de t écnicas basadas en las declaraciones de individuos
servicios deberían ser reemplazados. Es decir, que los mét odos sobre sus preferencias al plant earse cuáles son sus preferencias
se aplican más correct ament e en aquellas sit uaciones en que
ent re diversas opciones que describen un conj unt o de sit uaciones
los gast os para evit ar daños o reemplazo de fact ores, van a ser
o escenarios hipot ét icos. Est a es la principal diferencia con los
efect ivament e realizados. Un ej emplo es el t rabaj o de Ramírez y
mét odos de preferencias reveladas, que se fundament an sobre
Ríos10, que present a un modelo de valoración de cost os ambien-
sit uaciones observadas.
t ales sobre la calidad del agua pot able en municipios del Depar-
t ament o de Risaralda (Colombia). Por medio de est e t rabaj o, se Los mét odos de preferencias declaradas necesit an del diseño
pudo est ablecer que la cont aminación del agua por coliformes de encuest as específi cas para obt ener la información necesaria.
fecales era una variable signi fi cat iva, aunque no la única, para Aquí aparece un primer aspect o fundament al: de fi nir las varia-
explicar la morbilidad por enfermedad diarreica aguda (EDA). Se bles relevant es que int ervienen en el modelo de valoración, así
comprobó además que las defi cient es condiciones de t rat amient o como los niveles en que est as variables det erminan los result a-
y desinfección afect aban la salud de los pobladores de los muni- dos. La siguient e et apa en la const rucción del diseño es analizar
cipios del depart ament o, especialment e en lo que se re fi ere a la las respuest as obt enidas. En t érminos generales, se pueden dis-
población con necesidades básicas insat isfechas o la población t inguir t res t ipos de respuest as declaradas:
más vulnerable.
● Elección. El encuest ado selecciona en cada escenario plant eado
El mét odo de los precios hedónicos se basa en la t eoría de la alt ernat iva preferida.
las caract eríst icas11, y consist e en ident i fi car la infl uencia de la ● Jerarquización. El encuest ado ordena las alt ernat ivas present a-
calidad ambient al sobre det erminados fact ores sobre el valor fi - das de acuerdo a sus preferencias.
nal de un bien. Es decir, que el mét odo permit e explicar el valor ● Escalamient o. El encuest ado present a el grado de preferencia
t ot al de un bien en función de un conj unt o de caract eríst icas. Por ent re opciones a part ir de una escala semánt ica. Es decir, que se
ej emplo, una plant a de regeneración sería preferida en función present an unas posibilidades de respuest a ordenables y semán-
de variables como la velocidad, efi ciencia energét ica o dimensión t icament e aut ónomas y con un signi fi cado acabado (por ej em-
(ent re ot ras). De lo ant erior, el valor t ot al de un bien dependerá plo, buenísimo, bueno, normal, menos bueno).
de la evaluación de t odas sus caract eríst icas y, como en cualquier
Es import ant e dest acar que para garant izar la calidad de la
función de demanda, el cambio en una de las caract eríst icas pue-
encuest a suelen realizarse encuest as pilot o o t rabaj os simulados
de modi fi car el precio fi nal del bien.
ant es de su realización.
Una de las principales limit aciones de est e mét odo reside
El Mét odo de Valoración Cont ingent e es uno de los mét odos
en la gran necesidad de información est adíst ica para poder iden-
de preferencias declaradas más represent at ivo. Est e mét odo si-
t i fi car t odas las variables explicat ivas. La fi abilidad de los dat os
mula un mercado mediant e un cuest ionario, en el que el encues-
9 ECM, 2005. t ador realiza el papel de oferent e del bien y el encuest ado de
10 Ramírez y Ríos, 2010. demandant e12. El cuest ionario est ablece las condiciones en las que
11 Est a t eoría fue inicialment e propuest a por Lancast er, 1971, y desarrollada
post eriorment e por Griliches, 1971, y Rosen, 1974. 12 Mit chell & Carson, 1989.

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t endría lugar el int ercambio y por ello se conoce como escenario ● Si a la persona ent revist ada se le pide que ordene un conj unt o
de la valoración, simulando un cambio en la provisión del bien. de alt ernat ivas según sus preferencias, est e mét odo se conoce
Ent onces, se pregunt a al individuo por la máxima cant idad de di- como ordenación cont ingent e ( cont ingent ranking).
nero que est aría dispuest o a pagar o, alt ernat ivament e, se le pre- ● Si se le solicit a que punt úe cada una de las alt ernat ivas en una
sent a un precio que la persona ent revist ada puede acept ar o no. escala (por ej emplo, ent re 1 y 10), est e mét odo se conoce como
cont ingent rat ing.
Los principales mét odos de elección son dos: el mét odo de
● Si se le requiere que elij a la opción preferida ent re un conj unt o
ordenación cont ingent e y los experiment os de elección. La dife-
de alt ernat ivas, ent onces se denomina mét odo de los experi-
rencia sust ancial radica en que, mient ras que en el experiment o
ment os de elección ( choice experiment ).
de elección se solicit a a las personas ent revist adas la elección de
la opción preferida ent re diferent es alt ernat ivas, la ordenación
cont ingent e se fundament a en la ordenación de las alt ernat ivas CONCLUSIONES
según sus propias preferencias. Las alt ernat ivas est án compuest as
El análisis económico y fi nanciero de los proyect os relacio-
por diferent es combinaciones de bienes (que se describen me-
nados con los sist emas de regeneración y reut ilización de aguas
diant e sus at ribut os) y el cost e asociado a cada una de ellas. Est os
residuales se ha concent rado t radicionalment e en los cost es y
mét odos present an la vent aj a respect o a los basados en la valora-
benefi cios privados, t ant o por las di fi cult ades met odológicas re-
ción cont ingent e de que obligan a los elect ores a represent ar sus
lacionadas con la est imación de las ext ernalidades exist ent es,
mét odos de elección ent re un conj unt o de at ribut os, por ej emplo
como por la disponibilidad de los dat os necesarios para su valo-
en el caso de unos humedales13.
ración.
Los mét odos de los Experiment os de Elección consist en en
present ar a la persona ent revist ada un conj unt o de alt ernat ivas La consideración de los cost es y benefi cios permit e una me-
que cont ienen at ribut os comunes de un bien, pero con dife rent es j ora sust ancial en el diseño y gest ión de los sist emas de rege-
caract eríst icas. Al suj et o ent revist ado se le solicit a que elij a la neración y reut ilización de aguas residuales, ambient ales, t ant o
alt ernat iva preferida para cada conj unt o. Cada conj unt o de elec- públicos como privados. Como consecuencia, t ambién se origina
ción se realiza ent re una alt ernat iva const ant e (el est ado act ual una mej ora en la gest ión de las inversiones en est os sist emas de
en el cual se encuent ra el bien sin ningún cambio) y una serie de t rat amient o.
alt ernat ivas propuest as. La elección realizada por el individuo in- La reut ilización de aguas residuales es una act ividad con t en-
dica una preferencia por los at ribut os de una alt ernat iva respect o dencia al monopolio nat ural, a causa de los muy elevados cost es
de las ot ras. Est e mét odo se fundament a en valorar cambios en relacionados con la inst alación de las infraest ruct uras necesarias
los at ribut os del bien, lo que permit e t ransformar las respuest as para el t rat amient o, dist ribución y gest ión del agua. No suele ser
en una est imación y en magnit udes monet arias. rent able, desde el punt o de vist a económico privado, la ofert a de
En cuant o a unos humedales art i fi ciales en los que se ut iliza est os servicios cuando exist e más de una empresa en un mercado.
agua regenerada, los mét odos de elección podrían ut ilizarse si, La posición monopolíst ica, combinada con la necesidad bá-
en lugar de valorar un escenario det erminado, pudiera int eresar sica del agua conviert e la provisión de agua reut ilizada en un
la valoración separada de los dist int os indicadores o at ribut os del servicio muy suscept ible al ent orno económico y polít ico, t ant o
humedal. Est os podrían ser, por ej emplo, el grado de biodiversi- en su creación, como en su expansión en el largo plazo.
dad, la calidad del suelo, problemas relacionados con la int ru-
sión salina, o algunos element os específi cos del propio paisaj e
de humedales. En una sit uación como est a, el ayunt amient o de BIBLIOGRAFÍA
la zona afect ada podría est ar int eresado en conocer el valor de
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En est os casos, la valoración ambient al de un humedal cons- Drechsel, P. y Evans, A. E. V. 2010 “ Wast ew at er Use i n Ir r i gat ed Agr i -
t ruido t ambién podría fundament arse en la aplicación reit erada cul t ur e ” , en Ir r i gat i on and Dr ai nage Syst em s, 24, 1, 1-3.
del mét odo de valoración cont ingent e, si bien en algunos casos doi: 10. 1007/ s10795-010-9095-5
podría ser más precisa la aplicación de ot ros mét odos alt ernat ivos Drechsel, P., Scot t , CA, Raschid-Sally, L., Redwood, M., B. y Bahri, A.
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AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 61-69, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3296 69
AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 70-79, JULIO-DICIEMBRE 2016, UNIVERSIDAD DE JAÉN, JAÉN, ESPAÑA ISSN 2340-8472 ISSNe 2340-7743 DOI 10.17561/at.v0i8.3297

water and landscape

AGUA y TERRITORIO
Reutilización de aguas regeneradas: aproximación a los costes
de producción y valoración de su uso
Reuse of Reclaimed Wat er: Est imat ing t he Cost s of Product ion and Ut ilizat ion
Albert o del Villar-García
Universidad de Alcalá. Alcalá de Henares, Madrid, España. albert o. delvillar@uah. es

Resumen — El present e t rabaj o t iene dos obj et ivos principales. Por una part e, analizar los cost es de producción del agua regenerada y los servicios asociados para su
reut ilización en la producción de bienes y servicios. Y, por ot ro lado, det erminar el valor económico de las act ividades product ivas sust ent adas con est os
recursos no nat urales. Se ha podido analizar act uaciones y proyect os que represent an más del veint e por cient o del volumen t ot al de agua reut ilizada en
España, obt eniendo una est imación de indicadores de cost es de inversión y de explot ación, j unt o a un indicador de cost e medio de producción y dist ribu-
ción de 1,10 €/ m 3. A part ir de indicadores de product ividad se est ima que el valor económico de los bienes y servicios producidos por la reut ilización es
de unos 2.165 millones de euros anuales.

Abstract — This paper has t wo main obj ect ives. On t he one hand, it analyses t he cost s of available reclaimed wat er and t he associat ed product ion of goods and
services. On t he ot her hand, it seeks t o det ermine t he economic value of t he act ivit ies sust ained wit h t hese resources. It has been possible t o analyze
wat er t reat ment proj ect s and relat ed init iat ives represent ing more t han 20% of t he t ot al reused wat er in Spain, which has yielded est imat es of t he
indicat ors of invest ment and operat ing cost s, as well as an average product ion cost of about 1.10 €/ m 3. Indicat ors of product ivit y have est imat ed t hat
t he economic value of goods and services produced by reused wast e wat er is about 2,165 million €/ yr.

Palabras clave: reut ilización, cost e del agua, precios del agua, product ividad del agua y valor económico del agua
Keywords: Reused wat er, wat er cost , wat er prices, wat er product ivit y and economic value of wat er

Información Artículo: Recibido: 15 marzo 2016 Revisado: 21 sept iembre 2016 Acept ado: 30 oct ubre 2016

© Universidad de Jaén / Seminario Permanent e Agua, Territ orio y Medio Ambient e (CSIC)

70
Reut ilización de aguas regeneradas: aproximación a los cost es de producción y valoración de su uso

Not hing is more usef ul t han wat er; but it will t ación const ant e de información que implement e cot as elevadas
purchase scarce anyt hing; scarce anyt hing can de efi ciencia. Es vit al conocer las magnit udes económicas que
be had in exchange f or it . A diamond, on t he plant ean la producción y el uso de aguas regeneradas en las act i-
cont rary, has scarce any value in use; but a very vidades económicas y la corrección de ext ernalidades. Mediant e
great quant it y of ot her goods may f requent ly be la valoración fi nanciera conocemos los fl uj os de cost es e ingresos
had in exchange f or it 1. (precios) que se generan en el proceso de producción y dist ribu-
ción a los usuarios de est e t ipo de recursos. No obst ant e, la mera
aproximación cont able a est os fl uj os fi nancieros no nos permit e
INTRODUCCIÓN
conocer el alcance económico complet o del uso de est e recurso.
Hace más de dos siglos que Adam Smit h formuló la llamada Precisamos, para complet ar el análisis, una valoración económica
“ Paradoj a del Valor” , poniendo como ej emplo el nulo valor eco- basada en los impact os posit ivos de la ut ilización de t ales recur-
nómico del agua (a pesar de ser el principal soport e vit al) frent e sos. Incluyendo una cuant i fi cación de las act ividades económicas
a los diamant es. El fact or diferencial que mot iva est a valoración que son sost enidas con aguas regeneradas.
es la escasez, medida en t érminos de ofert a-demanda. En la ac- Nuest ro propósit o es realizar una aproximación al “ valor”
t ualidad, la afi rmación de Adam Smit h sobre el agua no puede ser de est e recurso desde cuat ro “ perspect ivas” . Proceso en el que
asumida como t ot alment e ciert a, al menos en lo que se re fi ere det erminaremos cuáles son los cost es de los servicios de produc-
a una buena part e de España. La ofert a de recursos hídricos es ción y dist ribución del agua regenerada, cuáles son los precios
insufi cient e para cubrir la demanda de los mismos, por lo que y el fl uj o de ingresos fi nancieros est imados por su dist ribución
podemos deducir que el agua sí t iene un valor económico. y comercialización, cuáles son y cómo podemos cuant i fi car las
El agua t iene un marcado caráct er económico como “ act ivo ext ernalidades corregidas con est e t ipo de recursos, y cuál es el
product ivo” , t ant o en la función de producción de las act ividades valor de las act ividades que son sust ent adas con est a t ipología
económicas como de element o int egrado de un ecosist ema que de recursos.
produce bienes ambient ales. Su uso es compet it ivo y fi nit o, es
decir, la apropiación de est e element o para una act ividad con-
LA IMPORTANCIA DE LA REUTILIZACIÓN EN ESPAÑA
cret a incapacit a su uso en ot ra act ividad. Est e caráct er es lo que
ha mot ivado la const ant e búsqueda de agua y la regulación hast a De acuerdo a la información est adíst ica recogida en el Ins-
el límit e de las fuent es nat urales en det erminadas regiones. Al- t it ut o Nacional de Est adíst ica, en 2013 (últ imo año disponible)
canzado est e límit e, no ha quedado más remedio que recurrir a se reut ilizaron en el conj unt o de España unos 544,7 hect ómet ros
dos soluciones: increment ar la efi ciencia en su uso y aument ar la cúbicos de agua. Est a cifra es un 12% inferior al volumen reut ili-
ofert a de agua con recursos de ot ras procedencias (desalación o zado en 2011, ej ercicio en el que se reut ilizó el mayor volumen
reut ilización) o regiones (t rasvases). de agua de la últ ima década, y similar al volumen de agua reu-
Obviando la problemát ica de los t rasvases de agua, la re- t ilizada en el año 2012. La Comunidad Valenciana const it uye por
generación de aguas residuales present a una vent aj a adicional sí sola el 46% del t ot al nacional, j unt o con Andalucía y la Región
sobre la desalación al reducir el impact o que generan los vert idos de Murcia engloban casi las t res cuart as part es del volumen de
de las aguas residuales (aun con ciert o t rat amient o, ya que no eli- aguas reut ilizadas.
mina t ot alment e la carga cont aminant e) sobre las masas de agua.
Si consideramos que t écnicament e solo es viable poder reu-
Present ando est a últ ima, por t ant o, un doble valor como solución
t ilizar como máximo un rango comprendido ent re 50-60% de las
a los problemas generados en el medio ambient e derivados de la
aguas residuales procesadas por los sist emas de depuración, en
escasez y la cont aminación.
algunas regiones (Comunidad Valenciana y Región de Murcia) est e
Con est a perspect iva, en los últ imos años se ha increment a- nivel ya ha sido alcanzado en 2012, no exist iendo volúmenes im-
do la capacidad de regeneración de aguas residuales urbanas para port ant es de recursos de est a procedencia a los que poder recu-
su reut ilización en det erminadas act ividades, t ant o product ivas rrir en el fut uro. No obst ant e, en ot ras regiones con limit aciones
como ambient ales. De acuerdo a las cifras recogidas en las est a- en sus recursos hídricos, caso de las regiones medit erráneas no
díst icas ofi ciales del INE2, a nivel nacional se reut iliza de media señaladas ant eriorment e (Andalucía y Cat aluña) y los dos archi-
alrededor del 12% de las aguas residuales generadas, con diferen- piélagos (Baleares y Canarias), t odavía queda recorrido en el re-
cias considerables ent re regiones. curso a est e t ipo de aguas.
El proceso de t oma de decisiones respect o a la plani fi ca- La reut ilización est á llamada a convert irse, j unt o a la desa-
ción y gest ión de los recursos hídricos requiere de una alimen- linización, en la única fuent e de increment o de nuevos recursos
1 “ Nada es más út il que el agua; pero est a no comprará nada; nada de valor en los próximos años. Agot ada la vía de regulación de recursos
puede ser int ercambiado por ella. Un diamant e, por el cont rario, t iene escaso super fi ciales, sobreexplot adas las aguas subt erráneas, solo queda
valor de uso; pero una gran cant idad de ot ros bienes pueden ser frecuent ement e la alt ernat iva de ahorrar/ mej orar la efi ciencia y los recursos no
int ercambiados por est e” (Adam Smit h: An Inquiry int o t he Nat ure and Causes of
convencionales. Es t an signi fi cat iva la nueva aport ación de est e
t he Wealt h of Nat ions, 1776).
2 h t t p : / / w w w. i n e . e s/ j ax i / t ab l a. d o?p at h =/ t 26/ p 067/ p 01/ se r i e / recurso, que el Plan Nacional de Calidad de las Aguas (2007-2015)
l0/ &fi le=01005.px &t ype=pcaxis&L=0. fi j aba un obj et ivo de volumen reut ilizado de 1.200-1.300 hm 3/

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Albert o del Villar-García

Tabla 1. Volumen de agua reut ilizada en España (2009-2014)

Volumen de agua reut ilizada 2009 2010 2011 2012 2013 2014
Andalucía 120.369.806 124.253.159 115.852.664 88.735.488 64.694.900 57.335.295
Aragón 1.472.208 1.961.999 1.472.190 1.468.099 1.475.129 1.528.985
Ast urias, Principado de 0 1.964.001 2.746.916 0 0 13.938.255
Balears, Illes 46.431.749 34.934.997 40.383.986 43.532.381 69.790.894 55.651.915
Canarias 34.153.631 31.474.273 31.037.181 30.555.266 25.519.489 27.728.320
Cant abria 0 0 0 3.883.412 2.160.391 1.948.005
Cast illa y León 3.719.451 3.716.265 927.598 2.767.036 5.518.526 3.926.670
Cast illa-La Mancha 7.576.865 5.341.396 1.535.421 1.532.566 8.435.507 5.583.405
Cat aluña 43.492.067 35.479.584 30.128.657 30.097.920 30.327.905 25.299.975
Comunit at Valenciana 172.834.013 156.602.263 304.904.325 270.064.277 250.116.692 248.946.060
Ext remadura 0 0 805.565 0 0 55.115
Galicia 1.010.737 1.011.689 1.011.653 1.009.498 1.009.568 457.710
Madrid, Comunidad de 6.957.729 6.990.872 9.357.276 11.727.867 11.854.381 14.550.725
Murcia, Región de 94.107.669 85.592.441 65.596.402 61.869.573 68.774.129 66.877.855
Navarra, Comunidad Foral de 0 0 0 0 0 0
País Vasco 4.767.659 6.368.773 5.580.160 3.182.777 4.799.784 6.707.970
Rioj a, La 0 0 0 0 0 0
Ceut a y Melilla 55.588 173.060 119.049 121.798 183.806 171.915
España (Total) 536.949.172 495.864.772 611.459.045 550.547.960 544.661.099 530.708.175
Fuent e: Elaboración propia a part ir de INE, 2015. Cifras en met ros cúbicos.

año, cifra aún lej os de alcanzarse. Dicho volumen vendría a re- da la ut ilización de aguas reut ilizadas para algunos usos como el
present ar el 25%de las aguas residuales depuradas en el conj unt o consumo humano3.
de España, y hast a el 45% de las aguas residuales del conj unt o de Los mayores requisit os de calidad se encuent ran en los usos
las regiones medit erráneas y de los dos archipiélagos. Est e dat o urbanos (riego de j ardines privados o descarga de aparat os sani-
permit e valorar lo ambicioso del obj et ivo del PNCA (2007-2015) y t arios) frent e a los usos de ocio (riegos de campos de golf) y am-
la razón por la que no se ha conseguido alcanzar más del 50% de bient ales (mant enimient o de humedales) en los que hay menores
los volúmenes previst os. valores de cumplimient o de los crit erios de calidad de las aguas
a reut ilizar.
APROXIMACIÓN A LOS COSTES DE PRODUCCIÓN El segundo element o que infl uye en el cost e de producción
de est e recurso es el nivel de calidad de las aguas depuradas con
En nuest ro int ent o de aproximación al valor de la reut iliza- t rat amient o de acuerdo a la normat iva y cumpliendo los requisi-
ción en España comenzaremos abordando los cost es de produc- t os de la Direct iva 91/ 271 (Trat amient o secundario). Perogrullo:
ción de los servicios para la aplicación de est e t ipo de recursos. a menor nivel de carga cont aminant e, menores cost es adicionales
En est a búsqueda, señalaremos los diferent es fact ores (4) que in- de t rat amient o para su reut ilización. Es obvio que aguas que solo
ciden en la producción de est os servicios y analizaremos algunos requieren de una fi lt ración adicional y desinfección t endrán un
casos específi cos represent at ivos. menor cost e que aquellas que requieren procesos más comple-
Para la aplicación de aguas reut ilizadas se requiere de ser- j os (ult rafi lt ración, ósmosis, elect rodiálisis, et c.) derivados de su
vicios de producción, t ransport e y dist ribución. Est os servicios carga cont aminant e o calidad del efl uent e.
no son homogéneos en el t errit orio ni para t oda mat eria prima El t ercer element o que conj uga en los cost es de producción
(aguas depuradas t rat adas), por lo que hay que t ener en cuent a es la dimensión del proyect o. Por la aplicación de economías de
ciert os fact ores que inducirán a un mayor o menor cost e de los escala aquellos proyect os de mayor volumen de aguas t rat adas
servicios dependiendo de los proyect os y el uso al que est én des- present arán menores cost es unit arios que ot ros similares de
t inadas las aguas t rat adas. menor t amaño. Es obvio que la consecuencia de est e principio
Siguiendo la secuenciación de los servicios, el principal ele- conlleva que los proyect os priorit arios t ienen que est ablecerse
ment o det erminant e del cost e de producción es el dest ino fi nal en aquellos lugares donde exist a cant idad su fi cient e de recursos
de est e recurso. De acuerdo a la normat iva vigent e (real decret o
3 Salvo sit uaciones de declaración de cat ást rofe en las que la aut oridad
1620/ 2007) según el uso fi nal de est e recurso es necesario cum- sanit aria especi fi cará los niveles de calidad exigidos a dichas aguas y los usos
plir con ciert os parámet ros de calidad del agua, est ando prohibi- (art ículo 4 del real decret o 1620/ 2007).

72 AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 70-79, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3297
Reut ilización de aguas regeneradas: aproximación a los cost es de producción y valoración de su uso

Gráfi co 1. Volumen de agua depurada y reut ilizada (Año 2012)

800.000.000

700.000.000

600.000.000

500.000.000

400.000.000

300.000.000

200.000.000

100.000.000

0
es

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Ma
As

rra
va
Na Volumen Aguas Residuales Volumen Aguas Reut ilizadas
Fuent e: Elaboración propia a part ir de INE, 2015. Cifras en met ros cúbicos.

pot enciales de est a nat uraleza y demanda de los mismos que den aguas regeneradas present a algunas di fi cult ades. Exist en est udios
lugar a una dimensión ópt ima en el diseño de los sist emas de por part e de algunos aut ores y organismos que t rat an de simpli-
producción. fi car est as cifras en t érminos de “ cost es medios” . El problema
Por últ imo, siendo un element o novedoso en los requisit os de suminist rar est e t ipo de información es la amplit ud de casos y
del real decret o 1620/ 2007, los cost es de análisis y requisit os circunst ancias donde los niveles indicados no son siquiera repre-
formales de caráct er administ rat ivo suponen una part ida nada sent at ivos. De hecho, en los cálculos del Plan Nacional de Reut ili-
desdeñable en ciert os sist emas de producción y dist ribución de zación de Aguas de fi nales del 2010 se proporciona una est imación
aguas reut ilizadas4. La normat iva impone el cont rol, y la respon- de cost es unit arios según el t rat amient o necesario, dando lugar
sabilidad del t it ular de la concesión o aut orización, de la calidad hast a seis alt ernat ivas posibles.
del agua regenerada “ hast a el punt o de ent rega” (art ículo 5.4 Según lo recogido en est e document o, el cost e t ot al uni-
del real decret o 1620/ 2007). Est e fact or encarece est a rúbrica t ario est aría comprendido ent re 0,0624 €-0,5515 € por cada
del cost e de dist ribución del agua regenerada por el imperat ivo met ro cúbico regenerado, a los que habría que incluir el cost e
de cont rolar (analít icas) t odos los punt os de dist ribución. En los de t ransport e y dist ribución. Ot ros aut ores5 han est imado j unt o
casos de un solo punt o de ent rega, est e cost e sería indiferent e, a los cost es de producción el alcance que t ienen los cost es de
pero en sist emas con múlt iples usuarios enganchados en una red dist ribución para grandes sist emas (más de cinco hm 3/ año), de-
de dist ribución est a part ida no es baladí. t erminando cost es medios de producción de 0,062 €/ m 3 (al que
habría que añadir el cost e de dist ribución) est imando un cost e de
Los demás element os que confi guran los cost es del sist ema
inversión para la implant ación de 4,5 €/ m 3; y 0,1897 €/ m 3 (con
son propios y de idént ica nat uraleza a cualquier proceso de pro-
el cost e de dist ribución ya agregado) con 7,5 €/ m 3 de cost e de
ducción, que requiere de una inversión inicial y de mant enimien-
implant ación.
t o de las inst alaciones, j unt o con una serie de cost es operat ivos
y de explot ación en la producción. Las economías de escala son En ot ros casos, los cost es de producción de est os servicios en
aplicables (y deseables) a est os procesos product ivos. ent ornos muy desfavorables (con necesidad de t rat amient os más
sofi st icados) pueden superar est e rango de valores. En el caso de
Teniendo present e lo ant erior, cifrar de forma global los cos-
Gran Canaria, en un sist ema que dist ribuye alrededor de 5 hm 3/
t es de producción de los servicios del agua mat erializados con
año6, es necesario recurrir a procesos de membranas y de ósmo-
4 En el caso de algunos sist emas int egrados con ciert a experiencia, el cost e sis inversa en pequeñas unidades de producción (en un t ot al de
de cont rol analít ico apenas represent aba un 1%-2% de los cost es de explot ación
ant es del real decret o 1620/ 2007; mient ras que a part ir de la aplicación de est e 5 Muj eriego, 2005. Bravo Guaj ardo, 2012.
requisit o est a part ida ha dado un salt o hast a el 6%-10% de est os cost es. 6 Dat o medio correspondient e al período 2009-2013.

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Albert o del Villar-García

Tabla 2. Cost es unit arios del agua en función del t rat amient o de regeneración

Cost es
Trat amient o de regeneración
Implant ación €/ m 3 Explot ación €/ m 3
Físico-Químico + Filt ración + Filt ración de Membranas + Cloro residual 0,82 0,20
Físico-Químico + Filt ración + Ult raviolet a + Cloro residual 0,12 0,09
Filt ración + Ult raviolet a + Cloro residual 0,05 0,06
Filt ración 0,03 0,06
Físico-Químico + Filt ración + Filt ración de Membranas + Ósmosis Inversa + Cloro residual 1,14 0,46
1,09
Físico-Químico + Filt ración + Elect rodiálisis Reversible + Ult raviolet a + Cloro Residual 1,04 0,46
Fuent e: Minist erio de Medio Ambient e y Medio Rural y Marino, 2010, 58.

14 inst alaciones que, salvo en t res casos, no llegan a superar un unos 7.800 m 3/ día) y para un período de explot ación, en prin-
volumen de t rat amient o de 500.000 m 3/ año) para adecuar la ca- cipio, no más allá del 2030. La inversión en el sist ema (con una
lidad del agua regenerada, dest inada en su mayor part e para uso conducción de unos 4.150 met ros hast a la fábrica) es de unos
en procesos agrarios. Est e part icular, unido a una orografía muy 12,7 millones de euros, lo que nos proporciona un indicador de
desfavorable para el suminist ro y a un complej o sist ema de dist ri- implant ación de unos 2,82 €/ m 3. Dados los elevados requisit os
bución y bombeos, hacen alcanzar cost es medios cercanos a 1,40 de calidad del agua (superiores en algunos aspect os a los fi j ados
€/ m 3 (con un nivel de 0,48 €/ m 3 para los cost es de explot ación en el real decret o 1620/ 2007) los cost es son elevados, pero asu-
del t rat amient o t erciario sin considerar los cost es de inversión). mibles por la empresa ya que ahorra la t arifa del agua pot able.
Los cost es de implant ación (inversión) de los t rat amient os supe- El CAE7 de la inversión alcanza los 0,23 €/ m 3, mient ras que los
ran los 4 €/ m 3 debido a las di fi cult ades señaladas y el reducido cost es anuales de explot ación se sit úan alrededor de los 0,50-
t amaño de las plant as de t rat amient o, represent ando hast a casi 0,60 €/ m 3, suponiendo un cost e unit ario t ot al de unos 0,73-0,83
4 veces las cifras previst as en el PNRA (t abla 2), mient ras que la €/ m 3. Magnit ud compet it iva respect o al precio del recurso al que
inversión en implant ación de los sist emas de dist ribución llega a ha sust it uido, que no es ot ro que el de las redes generales de
alcanzar los 9,35 €/ m 3. En est as circunst ancias, los cost es energé- dist ribución del Canal de Isabel II.
t icos represent an casi el 30% de los cost es de explot ación debido
En el caso del proyect o del Camp de Tarragona, las cifras
a los fuert es desniveles que se t ienen que superar en virt ud de
son diferent es debido a la amplia red de t ransport e y dist ribu-
la accident ada orografía del t erreno y la ext ensión de la red de
ción asociada al proyect o (unos 18.000 met ros). La producción
dist ribución.
de agua regenerada exige una inversión de unos 34 millones de
Junt o al caso ant erior, el Programa de Reut ilización de Agua euros (poco más de dos €/ m 3 de cost e de implant ación para el
de la Comunidad de Madrid (Madrid Dpura, 2005-2010) ha supues- diseño de 45.000 m 3/ día), j unt o con unos 17,75 millones de € para
t o una inversión fi nal de 600 millones de euros (incluyendo las la red de t ransport e y dist ribución (un t ot al de casi cincuent a y
redes de t ransport e y dist ribución, con más de mil doscient os dos millones de euros). En una primera fase, el volumen anual
kilómet ros de longit ud) para una capacidad de reut ilización de de agua suminist rada será de unos 6,8 hm 3 (19.000 m 3/ día), y el
unos 70-80 hm 3/ año en riego de zonas verdes públicas, usos in- cost e de explot ación se ha calculado en unos 0,434 €/ m 3 (sin in-
dust riales, de recreo y baldeo de calles. Est as cifras ponen de cluir analít icas) al que habría que añadir los cost es de t ransport e
mani fi est o un indicador de unos ocho €/ m 3 como cost e de implan- y dist ribución en 0,117 €/ m 3. Todo ello nos lleva a considerar un
t ación (inversión) de la regeneración y dist ribución. cost e t ot al medio de 1,16 €/ m 3 para el agua reut ilizada.
Los cost es de explot ación del programa Madrid Dpura no se Los ant eriores proyect os se referían a recursos de muy alt a
han difundido ni son de acceso público. Pero dado que la t arifa calidad que son empleados en procesos indust riales o en gran
variable aplicada por el Canal de Isabel II para est e recurso se escala. No obst ant e, est a no es la t ónica general de la reut ili-
sit úa (2015) en un int ervalo ent re 0,16-0,35 €/ m 3, puede darnos zación. La mayor part e de los proyect os t ienen como dest ino el
una idea aproximada de los cost es de explot ación de unos 15-20 uso agrario o recreat ivo (riego de campos de golf), con menores
millones de euros anuales, sin incluir el capít ulo de inversiones y requisit os de calidad del recurso que permit en el uso de t écnicas
su correspondient e amort ización.
menos cost osas, y en ámbit os y dimensiones a nivel local.
Tenemos ot ros dos casos de grandes proyect os, para uso in-
Encont ramos numerosas act uaciones cuyos efl uent es t ienen
dust rial del agua regenerada, cuyo cost e de inversión y explot a-
como dest ino el uso agrario sust it uyendo o complement ando
ción ha corrido a cargo de los usuarios. Son el caso de la papelera
ot ros recursos, sobre t odo en el arco medit erráneo de la penín-
Holmen Paper en la Comunidad de Madrid y el Camp de Tarragona
sula. A modo de ej emplo, podemos cit ar el caso de la EDAR de
en Cat aluña.
En el caso de la papelera Holmen, cuyo proyect o en 2010 se 7 El Cost e Anual Equivalent e (CAE) es ut ilizado como medida comparat iva
ent re dist int os sist emas y t rat amient os dado que homogeniza los cost es de inver-
concibió para sust it uir caudales de agua pot able por agua rege-
sión y los cost es anuales de explot ación, facilit ando el análisis de las act uaciones
nerada, el sist ema est á diseñado con una capacidad de hast a 4,5 y obviando la comparación ent re la mayor o menor necesidad de inversión o los
hm 3/ año (12.400 m 3/ día, aunque act ualment e la papelera ut iliza mayores o menores cost es de explot ación.

74 AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 70-79, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3297
Reut ilización de aguas regeneradas: aproximación a los cost es de producción y valoración de su uso

Tabla 3. Rango de cost es unit arios de producción y dist ribución del agua regenerada en España del caudal regenerado muy superior al uso
agrícola (debido a la afección a un espacio
Implant ación €/ m 3 Explot ación €/ m 3 CAE €/ m 3
nat ural con una mayor fi gura de prot ec-
Producción agua regenerada 0,20-4,50 0,06-0,48 0,08-0,84 ción afect ado por elevados niveles de eu-
Dist ribución agua regenerada 4,00-8,00 0,15-0,40 0,47-1,04 t rofi zación -La Albufera de Valencia-), por
0,55-1,88 lo que es necesario un doble t rat amient o
(ult raviolet as y fi lt ros verdes) que suponen
Fuent e: Elaboración propia.
un mayor desembolso en la inversión. Las
Jumilla8 (Murcia). Puest a en marcha en 2014 con una vigencia cifras de est a act uación en mat eria de uso
de 25 años, que ha supuest o una inversión fi nal de unos cuat ro ambient al (puest a en marcha en 2014) suponen unos diecisiet e
millones de euros fi nanciados por dist int as Administ raciones Pú- millones de euros de inversión en los t rat amient os de regenera-
blicas (47% Fondos Europeos, 25% MAGRAMA, 25% por la CARM y ción y t ransport e, además de un cost e de explot ación anual de
3%usuarios), con unos cost es de explot ación anuales de unos cien 1,2 millones de euros aproximadament e. Para un volumen anual
mil euros para producir 1,5 hm 3/ año con dest ino a la Comunidad est imado de unos 4,23 hm 3, los indicadores obt enidos present an
de Regant es de Mirafl ores (1.329 ha). La CCRR asume los cost es niveles de unos 4,04 €/ m 3 como cost e de implant ación (inversión)
de explot ación anuales (calculados en 0,067 €/ m 3) 9 y t ransport a y un CAE unit ario t ot al de 0,59 €/ m 3, casi un 50%superior al cost e
y dist ribuye los caudales a sus socios. La act uación t iene como unit ario at ribuido para el uso en riego agrícola (0,41 €/ m 3).
3
obj et ivo complement ar los recursos subt erráneos (3,9 hm / año) y Como puede apreciarse surgen grandes di fi cult ades para ho-
alcanzar un volumen t ot al de unos cuat ro mil m 3/ ha/ año que se mogeneizar los valores y proporcionar cifras razonables sobre el
ut ilizan de forma localizada. De acuerdo a est os dat os, el cost e cost e de producir y dist ribuir est a t ipología de recurso. No obs-
unit ario de producción sería de unos 0,086 €/ m 3 con un cost e de t ant e, vamos a t rat ar de proporcionar ese dat o genérico global
implant ación (subvencionado) de 2,67 €/ m 3. acerca del cost e fi nanciero de producir y dist ribuir agua regene-
En el caso de riegos de campos de golf y j ardines públi- rada, t eniendo present e que su t rat amient o debe hacerse con las
cos, t enemos una act uación sobre la EDAR de Cerro del Águila reservas oport unas al considerar un dat o basado en int ervalos.
(Málaga) 10 que produce unos 5,36 hm 3/ año para su uso en los mu- Habiendo analizado act uaciones que suponen la producción de
nicipios de Fuengirola y Mij as. El t erciario ha t enido un cost e de más de cient o veint e hm 3/ año (represent at ivos del 20% del volu-
inversión de unos seis millones de euros y la red de t ransport e y men de agua regenerada en España) se pueden proporcionar unos
dist ribución de 6,7 millones de euros. El cost e de implant ación se rangos de inversión de implant ación en producción y dist ribución
est ima en unos 2,37 €/ m 3 y el cost e de explot ación anual en unos de agua regenerada, niveles de los cost es de explot ación y el
2,6 millones de euros. Los indicadores que se obt ienen son del cost e anual equivalent e (CAE), t ant o para la producción de est e
orden de 0,49 €/ m 3 como cost e de mant enimient o y conservación recurso como para su post erior t ransport e y dist ribución.
anual y 0,17 €/ m 3 como repercusión de la inversión (CAE), lo que Las diferencias más signi fi cat ivas en la producción de est e
t ot aliza un cost e de 0,66 €/ m 3 en la producción y post erior t rans- recurso proceden de los requisit os de calidad del agua regenera-
port e y dist ribución del recurso. da para los usos asignados, en t ant o que los cost es del sist ema de
Las act uaciones en est a mat eria cuyos efl uent es t engan t ransport e y dist ribución son consecuencia de las redes e infraes-
como dest ino el uso ambient al t ambién present an diferencias sig- t ruct ura necesarias para su suminist ro a los usuarios.
ni fi cat ivas en relación al dest ino y caract eríst icas de los efl uent es En t érminos medios, con una capacidad inst alada act ual de
de la fase de t rat amient o secundario de las EDAR. A modo de
producción de unos seiscient os cincuent a hm 3 anuales y una pro-
ej emplo podemos analizar el caso de la EDAR de Sueca11 (Valen-
ducción y dist ribución de unos quinient os cincuent a hm 3 de media
cia), con un doble uso (agrícola y ambient al) de sus e fl uent es
en los últ imos años, podemos cuant i fi car la inversión realizada en
y requisit os de calidad diferent es en cada caso. En est e part i-
unos cinco mil millones de euros (1.500 millones de euros en mó-
cular, el uso ambient al requiere de unas condiciones de calidad
dulos de t rat amient o t erciario y producción de agua regenerada,
y 3.000 millones de euros en los sist emas de t ransport e y redes
8 Puede consult arse el proyect o y la inversión asumida por el MAGRAMA de dist ribución. El CAE de est a inversión se cuant i fi ca en casi
en el siguient e enlace: ht t p:/ / www.magrama.gob.es/ es/ agua/ planes-y-est rat e- t rescient os veint e millones de euros, en t ant o en cuant o que los
gias/ inf ormes-de-viabilidad-de-obras-hidraulicas/ 943_CHS_APROVECHAMIENTO_
cost es de explot ación no ligados a la inversión se est iman en unos
AARR_EDAR_JUMILLA_t cm7-164341.pdf.
9 En línea con los cost es de producción est imados en ot ras fuent es (Simón doscient os ochent a y seis millones de euros anuales. Todo est o se
Andreu, 2014) para la región de Murcia y el t ipo de uso del recurso regenerado, t raduce en un cost e t ot al anual de unos seiscient os seis millones
est imado ent re 0,055-0,08 €/ m 3. de euros, lo que nos proporciona un indicador de 1,10 €/ m 3 (0,44
10 Puede consult arse el proyect o en la página WEB del MAGRAMA en el si-
€/ m 3 de cost e de producción y 0,66 €/ m 3 de cost e de t ransport e
guient e enlace: ht t p:/ / www.magrama.gob.es/ es/ agua/ planes-y-est rat egias/
inf ormes-de-viabilidad-de-obras-hidraulicas/ 966_ACM_Reut ilizacion_Cerro_del_ y dist ribución).
Aguila_t cm7-163999.pdf. Como se ha mencionado con ant erioridad, est as cifras son
11 Puede consult arse el proyect o en el siguient e enlace: ht t p:/ / www.ma-
est imaciones a part ir del análisis de act uaciones que represent an
grama. gob. es/ es/ agua/ planes-y-est rat egias/ inf ormes-de-viabilidad-de-obras-
hidraulicas/ reut ilizacion_aguas_residuales_en_albufera_sur_mma_int erne_t cm7- una quint a part e del volumen t ot al del agua reut ilizada en Espa-
27301.pdf. ña. Cabe considerar que los proyect os y act uaciones que se han

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Albert o del Villar-García

llevado a cabo hast a el moment o son aquellos que requerían de por cient o del cost e t ot al de generación del recurso, en línea con
una mayor urgencia o eran de menor complej idad y baj o cost e. ot ras act uaciones similares.
La t ónica general de los proyect os fut uros present a cost es margi- En el caso especial de las Islas Canarias, el Consej o Insular de
nales crecient es y, por t ant o, t enderán a increment ar los cost es Aguas de Gran Canaria aplica una sola t arifa por el agua regenera-
de est e t ipo de recursos. da12 de 0,41 €/ m 3 para t odos los usos (generalment e riego agríco-
la y aplicación en campos de golf). Est a t arifa, aunque elevada en
PRECIOS DE LOS SERVICIOS DE AGUAS REUTILIZADAS relación a ot ras aplicadas en diferent es lugares de España para la
reut ilización en regadío, supone una subvención de algo más del
En el apart ado precedent e hemos analizado los cost es de sesent a por cient o respect o al cost e de producción, t ransport e y
producción y dist ribución del agua regenerada para su post erior dist ribución calculado, como se mencionó en el apart ado ant erior
reut ilización. Sin embargo, no hay que confundir est os cost es con debido a las caract eríst icas de la producción de est os servicios.
el precio fi nal sat isfecho por los usuarios. La ut ilización de est os Las act uaciones cuyos recursos regenerados t engan aplica-
recursos suele llevar aparej ada una part e import ant e de subven- ción en la reut ilización para ot ros usos diferent es de los de rega-
ciones para promover el empleo de est a fuent e y la sust it ución de dío, no present an t an generosos valores de subvención, aunque no
caudales de origen nat ural. est án exent as de una rebaj a en los precios respect o a los cost es.
En general, exist e una fuert e component e de subvención en Es el caso de las act uaciones con dest ino a usos urbanos (riego de
los cost es de inversión, que son asumidos en su t ot alidad (o casi) parques y j ardines o baldeos de calles) o usos en act ividades de
y en muchos casos por las Administ raciones Públicas. Es práct ica ocio (riego de campos de golf). En est as act uaciones, suele exist ir
común diferenciar al t ipo de usuario y aplicar polít icas de precios una part e de subvención en la inversión y no se han encont rado
diferent es en función de est e. Los recursos cuyo dest ino sea la casos de subvenciones en los cost es de explot ación corrient es. En
reut ilización en act ividades de riego de cult ivos, los usuarios sue- caso de exist ir fi nanciación para la inversión a cargo de fondos
len sufragar una mínima part e de los cost es de inversión y asumen europeos, no se t raslada est e component e de la fi nanciación a
la t ot alidad de los cost es de explot ación. Sin embargo, los usua- los precios que abonan los usuarios del servicio (est e component e
rios indust riales, urbanos y los campos de golf suelen sat isfacer de fi nanciación suele rondar el 20-25% del t ot al). Ot ra part e de
ent re el 40% y el 100% de la inversión, además de la t ot alidad de subvención que se suele dar (de uso no exclusivo en est e t ipo de
los cost es de explot ación. act uaciones) es la aplicación de dilat ados períodos de amort iza-
Siguiendo los ej emplos aport ados con ant erioridad, en el ción de las inversiones (alcanzando incluso los 30-40 años) que
caso del aprovechamient o de las aguas regeneradas de la EDAR reduce la fact ura anual en concept o de amort ización, y que t iene
de Jumilla, dado que los usuarios asumen un 3% del t ot al de la como consecuencia la rebaj a en el precio del servicio realizado
inversión, el pago que realizan en t érminos medios por cada me- con est os recursos.
t ro cúbico que reut ilizan en sus cult ivos viene a sit uarse en unos En el caso del riego
Tabla 4. Tarifas reut ilización Canal Isabel II en la Comunidad de Madrid de algunos campos de
golf de la provincia de
2008 2012 2016 Málaga que ut ilizan re-
Cuot a servicio regeneración 5,1468 € × iR × m 3/ día 5,5532 € × iR × m 3/ día 5,7362 € × iR × m 3/ día cursos regenerados para
Cuot a servicio t ransport e 3
5,2419 € × iT × m / día 3
5,6559 € × iT × m / día 3
5,8422 € × iT × m / día el riego de sus inst alacio-
nes, los precios medios
Consumo regeneración <25% 0,2711 €/ m 3 0,2925 €/ m 3 0,3021 €/ m 3
pagados por est e servicio
25%<Consumo regeneración<75% 0,1979 €/ m 3 0,2135 €/ m 3 0,2206 €/ m 3 se han est imado en casi
Consumo regeneración >75% 0,1247 €/ m 3 0,1345 €/ m 3 0,1390 €/ m 3 0,63 €/ m 3, con una sub-
Consumo t ransport e <25% 0,0517 €/ m 3
0,0557 €/ m 3
0,0574 €/ m 3
vención de unos 0,034 €/
25%<Consumo t ransport e<75% 0,0378 €/ m 3
0,0408 €/ m 3
0,0422 €/ m 3 m 3 que apenas represen-
t a el 5% del cost e t ot al.
Consumo t ransport e >75% 0,0237 €/ m 3 0,0256 €/ m 3 0,0265 €/ m 3
Est a subvención es con-
Fuent e: Elaboración propia a part ir de los decret os de aprobación de t arifas de la Comunidad de Madrid (Años 2008, 2012 y 2016). secuencia de la no reper-
cusión en los precios de
la fi nanciación que t iene su origen en fondos europeos que, en
0,074 euros. Dicha magnit ud podría sit uarse en línea del cost e del
est e caso, alcanza el 20% de la inversión t ot al.
recurso al que complement a, de origen subt erráneo, que era una
de las cláusulas de ent endimient o de la Administ ración con los En el caso de la reut ilización en servicios de bien público
usuarios para la realización del proyect o. de caráct er local, caso de riego de parques y j ardines urbanos
Como puede apreciarse, las act uaciones ligadas a la reut ili- o baldeo de vías públicas, los t it ulares (ayunt amient os) siguen
zación en el sect or de regadío present an un fuert e component e dos est rat egias de aplicación de los cost es soport ados por la reu-
de subvención ligado a la inversión. En el caso que nos ocupa, 12 15 €/ hora de agua (la hora de agua equivale a unos t reint a y seis met ros
EDAR de Jumilla, est a subvención represent a casi el set ent a y uno cúbicos).

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Reut ilización de aguas regeneradas: aproximación a los cost es de producción y valoración de su uso

t ilización del agua. En det erminados casos se aplican los cargos El import e sat isfecho por la ut ilización de est e recurso por
sobre los presupuest os municipales, sin component e de precio part e de los usuarios es bast ant e compet it ivo. Est a t arifa lleva
a los usuarios de los servicios del agua; mient ras que en ot ras más de una década en vigor y se ha venido act ualizando anual-
circunst ancias se repercut en t ot al o parcialment e sobre el cost e ment e para aj ust ar los precios al cost e de los servicios.
de los servicios del agua que sufragan los usuarios. En est e últ imo La t arifa del Canal de Isabel II est á plant eada para est abili-
caso est amos ant e una subvención cruzada de los usuarios de los zar la ofert a y demanda de est e t ipo de recurso. En el supuest o de
servicios del agua al conj unt o de la población (sea o no sea usua- que el usuario ut ilice menos capacidad que la cont rat ada el pre-
ria del servicio). cio por el agua reut ilizada puede llegar a más que duplicarse con
En los usos ambient ales, al t rat arse de un bien público, no se respect o a la sit uación inicialment e plant eada, ya que el obj et ivo
aplican precios por est os servicios, siendo los cost es asumidos por es aj ust ar la producción de agua regenerada con el consumo de
la Administ ración compet ent e. est e recurso para evit ar excesos de capacidad (y los cost es fi j os
Los usos indust riales suelen sufragar casi la t ot alidad del cos- no recuperables asociados a ese exceso de capacidad). Una forma
t e de las inst alaciones y de los cost es corrient es de explot ación muy int eligent e de conseguir el equilibrio fi nanciero.
anuales. Las grandes act uaciones buscan en est os proyect os la
garant ía del suminist ro y condiciones de calidad para la explot a- APROXIMACIÓN A LA VALORACIÓN
ción económica. DEL USO DE LAS AGUAS REUTILIZADAS
En el supuest o de sist emas int egrados de redes de abast eci-
mient o de aguas regeneradas para su reut ilización en act ividades La reut ilización de aguas regeneradas en las diferent es ac-
indust riales, ocio (campos de golf) y usos municipales (riego de t ividades present a un increment o de valor económico considera-
zonas verdes y baldeos de vías públicas) como es el caso de la red ble. La posibilidad de ut ilizar nuevos recursos permit e incremen-
del Canal de Isabel II en la Comunidad de Madrid, se aplican sis- t ar la producción de bienes y servicios que, de ot ra manera, no
t emas t arifarios que discriminan a los usuarios por el volumen de hubiera sido posible sin aport es de nuevos recursos hídricos.
recursos consumidos y la capacidad cont rat ada ut ilizada. Aque- En t érminos globales, las aguas regeneradas que se producen
llos usuarios con un consumo bimest ral superior a los 150.000 en España y pueden ser suscept ibles de reut ilización en dist int as
met ros cúbicos, se les aplica una t arifa negociada y adapt ada a act ividades económicas represent an aproximadament e un 2,5%
la inversión y los cost es incurridos (caso de la papelera Holmen del t ot al de recursos hídricos disponibles empleados. Dado que
ant eriorment e cit ado). Para volúmenes de reut ilización inferiores muchas act ividades (sobre t odo el regadío) ut ilizan recursos de
a la cifra ant erior se aplica una t arifa con dos component es y diversa procedencia (super fi ciales, subt erráneos, regenerados o
cuat ro concept os. Un component e por el agua regenerada y ot ro desalación) no es posible discriminar de forma precisa la part i-
component e por el t ransport e desde la plant a de regeneración cipación en la producción de bienes y servicios de cada uno de
hast a el punt o de suminist ro. En ambos component es se aplica ellos. En est e caso, la aproximación al valor de las act ividades
una part e fi j a como cuot a de servicio y ot ra part e variable como soport adas con aguas regeneradas suponemos present a los mis-
cuot a de consumo. mos indicadores de product ividad que las que ut ilizan ot ro t ipo
Las cuot as de servicio en ambos casos son personalizadas de recursos.
para cada usuario a t ravés de los fact ores (el fact or iR y el fact or A nivel t errit orial, son las comunidades aut ónomas del arco
iT), que recogen un porcent aj e de inversión que se imput a por la medit erráneo y el archipiélago balear las más benefi ciadas por
prest ación de los servicios de regeneración y t ransport e respect o el increment o de recursos de est a nat uraleza. La reut ilización
a la inversión t ot al en cada uno de ellos, cuyo cálculo y análisis se supone más del 13% del t ot al de recursos hídricos empleados en
realiza de forma individual para cada usuario, al que se mult iplica la Región de Murcia en el conj unt o del regadío, y más del 7% en la
por los met ros cúbicos día cont rat ados. Comunidad Valenciana dent ro del mismo sect or.
Tabla 5. Valor unit ario aguas reut ilizadas En t érminos nacionales, el 71% del agua reut ilizada se em-
plea en act ividades de regadío (aproximadament e unos 390 hm 3
Valores (€/ m 3)
Reut ilización anuales), en usos ambient ales se emplean unos 46,5 hm 3 al año
Baj o Alt o Más probable
(un 17% del t ot al de las aguas reut ilizadas), en usos urbanos para
Uso urbano (Indust ria) 4 79,44 226,95 107,82
baldeos de vías públicas y riego de zonas verdes se dest ina el 4%
1
Uso urbano (Baldeos y zonas verdes) del t ot al (22 hm 3 anuales), los usos indust riales son poco repre-
0,50 1,86 1,09
Uso ambient al 1 sent at ivos en alrededor del 1% del t ot al (5,4 hm 3 anuales) y los
Uso ocio/ t urismo (Golf) 2,4 1,30 15,93 9,87 usos de ocio en riegos de campos de golf suponen unos 38,3 hm 3
Uso regadío3 0,50 5,00 2,75 al año (7% del t ot al).
Fuent e: Elaboración propia. Para poder asignar un valor económico al uso de est e recur-
1 Cifras obt enidas de INE (2015). so, relacionaremos la product ividad del agua reut ilizada con la
2 Cifras obt enidas de Cust odio, E. 2015, 146.
3 Cifras obt enidas de Minist erio de Medio Ambient e y Medio Rural y Marino,
act ividad económica a la que va dest inada, salvo en el caso de los
2007. usos urbanos dest inados a riego de zonas verdes y baldeos de vías
4 Cifras obt enidas de Melgarej o y Villar, 2010. públicas, y los usos ambient ales (mant enimient o de caudales y

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Albert o del Villar-García

recargas de acuíferos) que se det erminará el valor económico en CONCLUSIONES


t érminos de cost e del recurso sust it uido. El mot ivo fundament al
es que ambos casos son servicios de bien público que no presen- En el present e t rabaj o se ha querido dest acar la import ancia
t an un valor direct o de mercado con el que podamos comparar, est rat égica de la reut ilización de aguas residuales regeneradas en
su apart ado económico. Est a import ancia est rat égica deriva de la
por lo que empleamos el precio del recurso para usos urbanos
condición de fuent e de diversi fi cación de recursos, que permit e
como medida del valor de sust it ución. Todos est os valores se pue-
increment ar la capacidad product iva y su uso sin aument ar la
den obt ener de diferent es fuent es en los últ imos años, dent ro de
presión sobre el medio nat ural. En t érminos relat ivos, la reut ili-
unos rangos de variación.
zación represent a un 2,5% del volumen t ot al de recursos hídricos
Aplicando est os valores a los volúmenes de agua reut ilizada aplicados, con unos quinient os cincuent a hect ómet ros cúbicos.
para cada uso de media en los últ imos años, obt enemos una valo- Junt o a est e fact or cuant it at ivo, la reut ilización añade una
ración económica del agua reut ilizada en t orno a 2.165 millones vent aj a adicional al ser un recurso más “ predecible” que los que
de euros anuales (cifra en un rango comprendido ent re un mínimo t ienen una procedencia nat ural. Los volúmenes de aguas residua-
de 737 millones de euros y un máximo de 4.014 millones de euros les suelen ser est ables, lo que produce efl uent es const ant es y
aproximadament e). Est a cifra nos proporciona un indicador me- de poca variación en volumen para su regeneración y post erior
dio de 3,95 €/ m 3 (ent re 1,35 y 7,33 €/ m 3). aplicación para la producción de bienes y servicios.
Si confront amos est a cifra con el cost e de producción que No obst ant e, la regeneración de aguas residuales t rat adas
hemos obt enido en el apart ado 3 (606 millones de euros anuales), t iene el inconvenient e de incurrir en cost es elevados, superiores
vemos que el ret orno de la inversión en est e t ipo de recursos es a la media de los recursos de origen nat ural. Cost es que, por ot ra
sobradament e posit ivo (en una relación de más de 1 a 3). part e, t ampoco son excesivament e desproporcionados y que son
Exist en ot ras valoraciones que podemos medir en t érminos perfect ament e asumibles en las act ividades a las que pueden ir
económicos más allá del valor de la producción de bienes y servi- dest inados est os caudales, ya que est os input s product ivos gene-
cios. Es el caso de la corrección de ciert as ext ernalidades como ran un import ant e valor añadido.
la eliminación de vert idos de carga orgánica al medio nat ural. Al Los precios que se aplican por part e de los operadores a los
suponer un t rat amient o mej orado respect o del requerido por la usuarios de est e t ipo de recursos son bast ant e aj ust ados y com-
normat iva para su vert ido al medio nat ural (t rat amient o secunda- pet it ivos con ot ras fuent es (desalinización). Se sit úan por debaj o
rio), se elimina ciert a carga de cont aminación que, de ot ro modo, del cost e de producción, dado que exist e un fuert e component e
acabaría en los cursos nat urales. de subvención pública (sobre t odo para los usos en act ividades
de regadío) en el cost e de inversión y puest a en marcha de las
Anualment e, unos cuat rocient os cincuent a hect ómet ros cú- infraest ruct uras (plant as de t rat amient o y redes de t ransport e
bicos de aguas depuradas no son vert idos al medio nat ural (con y dist ribución). En est e sent ido, los precios aplicados al uso de
t rat amient o secundario), disminuyendo el aport e de carga orgá- est os recursos permit en la cobert ura de los cost es corrient es de
nica. Si est imamos que el proceso de t rat amient o secundario eli- explot ación y de una part e de los cost es de inversión.
mina un 92% del nit rógeno y el fósforo, y el 95% de la DBO5, por Algunos operadores han creado est ruct uras de t arifas que
recurrir a solo t res indicadores de carga de las aguas residuales, podríamos cali fi car de “ int eligent es” e “ incent ivadoras” (es el
podemos est ablecer el t ot al de est os component es que se elimina caso del Canal de Isabel II) en el uso de est os recursos, priman-
mediant e el t rat amient o t erciario. El agua residual urbana pre- do la est abilidad y la ut ilización próxima a la plena capacidad
sent a unos valores medios13 de est os component es cifrados en 40 product iva en el consumo que realizan los usuarios acogidos al
mg/ l de nit rógeno t ot al, 8 mg/ l de fósforo t ot al y unos 200 mg/ l suminist ro de est a fuent e de recursos.
de DBO5. El t rat amient o secundario nos dej aría un efl uent e cuya La reut ilización permit e mej orar la calidad ambient al, re-
composición t odavía t endría ciert os niveles de est os parámet ros duciendo el nivel de vert idos de carga cont aminant e al medio
(de media: 3,2 mg/ l de nit rógeno, 0,6 mg/ l de fósforo y 10 mg/ l nat ural, a la par que proporciona la posibilidad de ahorrar cost es
de DBO5), que permit irían mej orar los niveles de fert ilización en de fert ilización a los usuarios.
act ividades de riego. En t érminos cuant it at ivos, las act ividades económicas que
En t érminos absolut os, el t rat amient o t erciario y su post erior son sust ent adas por la reut ilización se pueden est imar en unos
reut ilización elimina vert idos t ot ales al medio nat ural que pode- 2.165 millones de euros anuales, en un rango de valores que se
mos cifrar en unas 1.450 t oneladas de nit rógeno, 290 t oneladas sit úan ent re 737 y 4.014 millones de euros. Est a cifra present a
de fósforo y 4.500 t oneladas de DBO5. En su mayor part e, dado un indicador medio de 3,95 €/ m 3, que podemos confront ar con
que el 81% del volumen de agua reut ilizada se aplica en riegos el cost e medio de producción, t ransport e y dist ribución de est a
(cult ivos, zonas verdes y campos de golf), se podría reducir la t ipología de recurso (1,10 €/ m 3). Result ados que validan econó-
fact ura en aplicación de fert ilizant es nit rogenados y fosfat ados, micament e la est rat egia de reut ilización.
en algo más de 2,5 millones de €/ año, si t enemos en cuent a los
precios medios por t onelada de est e t ipo de abonos y de acuerdo BIBLIOGRAFÍA
a su concent ración.
Bravo Guaj ardo, L. M. 2012: “ Viabilidad Económica del uso de agua del
13 Met calf & Eddy, Inc. 1995. Sist ema de Regeneración y Reut ilización Agua para el riego agrícola

78 AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 70-79, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3297
Reut ilización de aguas regeneradas: aproximación a los cost es de producción y valoración de su uso

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AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 70-79, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3297 79
AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 80-92, JULIO-DICIEMBRE 2016, UNIVERSIDAD DE JAÉN, JAÉN, ESPAÑA ISSN 2340-8472 ISSNe 2340-7743 DOI 10.17561/at.v0i8.3298

water and landscape

AGUA y TERRITORIO
Reutilización de agua para la agricultura y el medioambiente
Wat er Reuse in Agricult ure and t he Environment
Amparo Melián-Navarro
Universidad Miguel Hernández. Orihuela, Alicant e, España. amparo. melian@umh. es

M. ª Ángeles Fernández-Zamudio
Inst it ut o Valenciano de Invest igaciones Agrarias. Moncada, Valencia, España. f ernandez_marzam@gva. es

Resumen — En el present e art ículo se revisan los usos que pueden t ener las aguas regeneradas en agricult ura y con una fi nalidad medioambient al. Aunque t ras un
correct o t rat amient o de depuración las opciones de uso de las aguas residuales son muchas, se dest inan mayorit ariament e a una fi nalidad agraria. Las
vent aj as de regar con est a fuent e complement aria de agua es que se reduce la sobreexplot ación de los acuíferos y se puede aprovechar la carga nut ri-
cional del agua para disminuir la cant idad de fert ilizant e aport ado. En las próximas décadas parece que además de en agricult ura, las aguas regeneradas
cada vez se ut ilizarán más para diferent es usos urbanos y ambient ales. A nivel medioambient al, las aguas depuradas facilit an el mant enimient o de los
humedales y los caudales mínimos ecológicos.

Abstract — This art icle analyses reused wat er f or agricult ural and environment al purposes. Af t er proper puri fi cat ion t reat ment s have been applied t here are
many opt ions available f or t he use of t he reclaimed wast ewat er, but most of it is used in agricult ure. It is possible t o reduce t he overexploit at ion of
aquif ers wit h t his addit ional source of wat er, and we can t ake advant age of t he nut rit ional value of t he wat er t o reduce t he amount of f ert ilizers used
in commercial f arming. In t he next decades it seems t hat in addit ion t o agricult ure reclaimed wat er will be used increasingly f or dif f erent urban and
environment al purposes. At t he environment al t he use of t reat ed wat er f acilit at es t he maint enance of wet lands and minimum ecological fl ows.

Palabras clave: depuración de agua, agua regenerada, agricult ura de regadío, humedales, sost enibilidad ambient al
Keywords: wast ewat er puri fi cat ion, puri fi ed wat er, irrigat ed agricult ure, wet lands, environment al sust ainabilit y

Información Artículo: Recibido: 14 marzo 2016 Revisado: 21 sept iembre 2016 Acept ado: 2 noviembre 2016

© Universidad de Jaén / Seminario Permanent e Agua, Territ orio y Medio Ambient e (CSIC)

80
Reut ilización de agua para la agricult ura y el medioambient e

INTRODUCCIÓN1 breexplot ación de los acuíferos. Est o es especialment e import an-


t e en países como los del área medit erránea, donde el aport e de
El agua es esencial para la vida y el bienest ar de las perso- est e t ipo de agua t iene claras vent aj as económicas y medioam-
nas. En el últ imo siglo ha pasado de ser un recurso nat ural “ in- bient ales. Al cont ribuir al equilibrio ent re la ofert a y la demanda
agot able” a ser “ limit ant e” para el desarrollo económico y social. suponen una solución cost e-efi cacia correct a, un efect o que es
La demanda del agua se ha elevado not oriament e en t odas aún más valorado en las zonas hidrológicament e defi cient es4.
las zonas urbanas, donde la población hace un uso mucho más
Numerosos aut ores5 apelan a la import ancia de conseguir
int ensivo del agua del que hacía hace décadas. Est a fuert e de-
nuevos usos para las aguas regeneradas: “ la reut ilización de re-
manda, en el caso de España, es con frecuencia mayor en áreas
cursos obt enidos de la regeneración de aguas residuales debería
donde las precipit aciones son escasas y que t ienen un balance
considerarse irrenunciable, t ant o desde el punt o de vist a social
hídrico clarament e defi cit ario. A la gran exigencia de caudales
como ambient al y sanit ario” , ya que “ además de opt imizar el
y la escasez nat ural del recurso, se unen los problemas de con-
t aminación y di fi cult ades en los t rat amient os, lo que complica propio proceso de depuración, con la ut ilización de est os recursos
la disponibilidad de agua y hace más necesaria la búsqueda de no convencionales se consigue rebaj ar la presión de la demanda
alt ernat ivas que garant icen el suminist ro. sobre los det erminados recursos hídricos convencionales” .
La reut ilización de las aguas es en sí un fenómeno real, un Las aguas regeneradas son un recurso más dent ro de la ges-
hecho const at ado y empleado en t odo el mundo y a lo largo de t ión hídrica y aunque no puedan considerarse un recurso conven-
la hist oria de la humanidad. Desde la ant igüedad los núcleos po- cional sí t ienen un papel clave en la plani fi cación int egral del
blacionales siempre dieron import ancia no solo a disponer de un agua. A pesar de ello su import ancia a nivel cuant it at ivo es t o-
volumen det erminado de agua, sino que t ambién se buscaba que davía muy baj a, represent ando en t orno a un t res por cient o del
est a t uviera la sufi cient e calidad. Sin embargo, hast a el siglo XIX t ot al de recursos hídricos disponibles. Sin embargo, la mej ora
no se puso de mani fi est o la necesidad de una adecuada gest ión de la calidad de los efl uent es es fundament al para su post erior
del agua residual como medio de prot ección de la salud pública2. aprovechamient o, no hay que olvidar que el agua puede t ener
A part ir de la década de los 70 en la normat iva europea se ha una vida casi ilimit ada si es bien gest ionada.
dado un papel priorit ario a la depuración de las aguas, ya que En líneas generales, el agua regenerada puede dest inarse a
t oda el agua vert ida a un cauce puede ser empleada aguas abaj o act ividades que no requieran un recurso de gran calidad, lo que
con dist int os fi nes. permit e liberar los volúmenes de mej or calidad para ot ros usos
El propio ciclo nat ural de las aguas supone que un mismo más exigent es6. Ot ro obj et ivo fundament al del procedimient o de
recurso sea ut ilizado de forma direct a o indirect a por diversos regeneración de aguas es sobre t odo ambient al, ya que con la
usuarios, por lo que los procesos de regeneración de aguas que ya depuración del agua se evit a el vert ido de cont aminant es a cau-
han sido ut ilizadas se vuelven imprescindibles. ces fl uviales, acuíferos o al mar. De no hacerlo, los problemas se
Ent re t odos los usos que se dan a las aguas regeneradas, el agravan, ya que las aguas residuales que no son t rat adas generan
mayorit ario es el agrario (aproximadament e un set ent a por cien- efect os adversos como eut rofi zación, malos olores, impact o vi-
t o del t ot al), básicament e para el riego de cult ivos y past os. Le si- sual, cont aminación direct a de ot ras aguas, et c. 7
guen el uso medioambient al, sobre t odo las funciones de recarga
De forma t radicional el agua regenerada ha sido siempre una
de acuíferos y la recuperación de humedales. Además, est án los
garant ía para los suminist ros del riego, sobre t odo en las zonas
usos recreat ivos (especialment e campos de golf), el urbano y el
indust rial (principalment e en el sect or t ext il). El agua depurada con mayor défi cit hidrológico, siendo ut ilizada en la agricult ura
se ut iliza para un fi n agrario en alrededor de cincuent a países3, desde hace siglos. En la act ualidad es cada vez más frecuent e
surt e el 10% de t odas las t ierras de regadío del mundo, siendo el int ercambio de agua dest inada en su inicio a fi nes agrícolas
est a su ut ilidad principal, pero en la act ualidad t ambién son cada para dedicarla a un uso urbano, una demanda crecient e y en la
día más numerosos sus fi nes medioambient ales. que puede obt enerse un mayor valor económico y social. Es por
Precisament e por su relevancia y signi fi cación, en est e art í- ello que se dice que el agua regenerada ofrece bene fi cios t ant o
culo se va a desarrollar de forma explícit a la ut ilidad y uso del a usuarios urbanos como a agricult ores y, por supuest o, al medio
agua depurada en las dos áreas que t ambién se encuent ran vincu- ambient e.
ladas ent re ellas: la agricult ura y el medio ambient e. Con excepción del uso para aliment ación humana y para el
ganado, un agua que ha sido convenient ement e depurada puede
dest inarse práct icament e a cualquier fi n. Es ciert o que su calidad
GENERALIDADES SOBRE EL USO DEL AGUA REGENERADA
fi nal no siempre será igual, sino que dependerá del t rat amient o al
El uso cada vez más ext endido de la reut ilización del agua que haya sido somet ida. El cost e de obt ención suele ser propor-
permit e aument ar las dot aciones a la vez que se reduce la so- cional a la calidad fi nal obt enida, lo que dependerá t ambién de
las caract eríst icas iniciales que t enía el agua residual de part ida.
1 Est e t rabaj o ha sido fi nanciado en part e por la Fundación Séneca-Agencia
de la Ciencia y la Tecnología, con cargo al Proyect o: El papel de los mercados del
agua en la gest ión int egrada de los recursos hídricos en las cuencas de fi cit arias. 4 FAO, 2013.
(Ref. 19325/ PI/ 15). 5 Hernández et al. 2006.
2 Molinos et al. 2012. 6 Melgarej o, 2009.
3 Aquarec, 2006. 7 Morugán-Coronado, 2011.

AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 80-92, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3298 81
Amparo Melián-Navarro; M. ª Ángeles Fernández-Zamudio

Tabla 1. Resumen de algunas experiencias realizadas con aguas residuales

Año Lugar Dest ino-Uso


1912-1985 Golden Gat e, California (USA) Riego de j ardines y abast ecimient o lagos art i fi ciales
1926 Gran Cañón, Arizona (USA) Cist ernas wc, riego de parques y j ardines
1929 Pomona, California (USA) Riego de parques y j ardines
1942 Balt imore, Maryland (USA) Enfriamient o de met ales y acero
1960 Colorado (USA) Riego de campos de golf
1961 Irvine Ranch, California (USA) En riegos, indust ria y cist erna wc
1962 La Soukra (Túnez) Riego de cult ivos de naranj os
1969 Wagga Wagga (Aust ralia) Riego de parques, zonas deport ivas y cement erios
1970 Enst ra (Sudáfrica) Procesos de fabricación del papel
1976 Orange Wat er Dist rict , California (USA) Recarga de acuíferos
1977 Dan Proj ect , Tel-Aviv (Israel) Recarga de acuíferos y riego agrícola
1984 Gobierno de Tokio (Japón) Cist erna wc
1985 El Paso, Texas (USA) Recarga de acuíferos
1987 Mont erey, California (USA) Riego de cult ivos
1989 Shoalhaven Heads (Aust ralia) Riego de parques y j ardines, Cist erna wc
1989 Gerona (España) Riego de campos de golf
1999 Willunga Basin, Adelaide (Aust ralia) Riego de cult ivos de uvas
Fuent e: Morugán Coronado, 2011, en base a un t rabaj o de Keremane, 2010.

Gracias a las mej oras t ecnológicas implement adas en las úl- 1991, que legislaba sobre el t rat amient o de las aguas residuales
t imas décadas y cont ando con las infraest ruct uras que posibilit en urbanas. Est a norma fue t ranspuest a al ordenamient o j urídico
el int ercambio real de derechos de aguas ent re las part es involu- del Est ado español por el real decret o ley 11/ 95 y real decret o
cradas, hoy por hoy son muchos los posibles usos del agua regene- 509/ 96, con los que se int ent a dar cumplimient o a la norma legal
rada. Los principales y que se dan en diversas part es del mundo europea, e impulsar el t rat amient o correct o de las aguas residua-
son8: agricult ura (semilleros y cult ivos), uso urbano no pot able les urbanas ant es de su vert ido. Más recient es son la Direct iva
(lavaderos, sanit arios, baldeo de las calles, limpieza, j ardines, comunit aria 2000/ 60/ CE del 23 de oct ubre de 2000, denominada
parques, aire acondicionado, et c.), medioambient al (lucha con- Direct iva Marco del Agua, que recoge de manera muy amplia los
t ra incendios forest ales, caudales ecológicos, recarga de zonas aspect os que condicionan la prot ección y gest ión de las aguas.
húmedas, recarga art i fi cial de acuíferos, cont rol de la int rusión Post eriorment e el real decret o 1620/ 2007, de 7 de diciembre, se
marina, et c.), indust ria y const rucción (refrigeración, aliment a- concent ra de forma específi ca en los usos permit idos y crit erios
ción de calderas, mezcla de mat eriales, limpieza de maquinaria) de calidad que se exigen en la reut ilización de las aguas depura-
y ot ros muy diversos (acuicult ura, fusión de nieve, limpieza de das. En el caso del agua dest inada a fi nes agrarios se encuent ran
ganado, eliminación de polvo, et c.). en el nivel segundo de exigencias en calidad, medida en pará-
met ros como t urbidez, concent ración máxima de Echerichia coli,
Algunas experiencias con aguas residuales9, según su princi-
et c., y solo por debaj o de las aguas dest inadas al uso urbano,
pal dest ino, y de las que se t iene const ancia desde principios del
donde los crit erios son más exigent es.
siglo pasado son los recopilados en la t abla 1.
La necesidad hace que el mayor número de sist emas o plan-
Algunos de est os usos no est án exent os de ciert a cont rover-
t as depuradoras (llamadas t ambién Est aciones de Depuración de
sia y t ienen di fi cult ades para su acepción social. Se insist e en los
Aguas Residuales, o EDAR) en nuest ro país se hallen en el arco
posibles problemas de salud pública (t rasmisión de pat ógenos)
medit erráneo, Andalucía y los archipiélagos de Baleares y Cana-
y ot ras limit aciones at ribuyéndoles un efect o negat ivo sobre la
rias. En est as zonas coexist e una alt a demanda urbana y/ o agrí-
calidad de los cult ivos. Ant e el grupo de det ract ores, una correc-
cola con el agot amient o de las fuent es t radicionales de obt ención
t a gest ión, responsabilidad y un mayor conocimient o cient í fi co y
de agua, debido a la salinización de los acuíferos o las escasas
t écnico es lo que favorecerá una mayor implant ación, una ut ili-
precipit aciones. Madrid, por su import ant e población, t ambién
dad más efi cient e y mej or acept ación social.
requiere de un ext enso servicio en plant as depuradoras.
El uso de est as aguas est á muy regulado y exige el cumpli-
En el gráfi co 1 se represent a el volumen de agua que se reu-
mient o de la normat iva al respect o. En primer lugar, se nombra
t iliza en cada demarcación hidrográfi ca, dest acando sobre t odas
la Direct iva del Consej o Europeo (1991/ 271/ CEE) de mayo de
las demás la demarcación del Júcar y del Segura, así como ot ras
8 Asano, 1991. áreas medit erráneas. Es evident e que ant e la falt a de disponibili-
9 Morugán-Coronado, 2011. dad de agua solo cabe ut ilizar fuent es alt ernat ivas de suminist ro.

82 AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 80-92, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3298
Reut ilización de agua para la agricult ura y el medioambient e

Gráfi co 1. Volumen de agua reut ilizada según demarcación hidrográfi ca (en Hm 3/ año). Dat os para 2007

128,43

104,75

42,39
28,24
16,72 13,94
9,21 7,56 6,23 4,45 3,04 2,21 1,03
s

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ad
C.

Gu
Fuent e: CEDEX, 2008.

La práct ica de la depuración de aguas residuales en España diversi fi cación de cult ivos, en la que el clima medit erráneo es un
no ha dej ado de crecer en las últ imas décadas, y desde la década aliado clave. Las cifras ofi ciales hablan de que ent re 1986 y 2009
de los 70 se t rat a de una t ecnología que se ha ext endido a t odos se produj o un aument o de la super fi cie regada cercano a las set e-
los núcleos poblacionales. Solo en el periodo 2000-2005 el volu- cient as mil hect áreas, es decir un crecimient o del 22%11.
men de agua reut ilizada aument ó un 69%10, evidencia de que la Según afi rma el Minist erio de Agricult ura, el regadío es una
sociedad cada día es más conscient e del esfuerzo que debe hacer pieza fundament al del sist ema agroaliment ario español, ya que
por regular sus vert idos, a la par que se encuent ran cada día más aport a más del cincuent a por cient o de la producción fi nal agra-
fi nes para las aguas regeneradas. ria, a pesar de que las t ierras regadas solo ocupan el 13%de la su-
per fi cie agrícola út il. En t érmino medio una hect área de regadío
produce unas seis veces lo que una hect área de secano, y genera
LA IMPORTANCIA DEL RIEGO PARA LA ACTIVIDAD AGRARIA
una rent a cuat ro veces superior 12.
La agricult ura es una gran consumidora de agua. Con el riego Pero el regadío t ambién present a grandes cont radicciones.
se increment a el aprovechamient o pot encial de los suelos y se Est a act ividad exige disponer de cost osas infraest ruct uras que de-
facilit a que las plant as ut ilicen plenament e los demás fact ores de ben ser renovadas y requieren cont inuas inversiones para su man-
producción, mej orando así sus rendimient os. Los regadíos se han t enimient o. Por ot ra part e, est as infraest ruct uras han hecho del
vuelt o un fact or esencial para las economías rurales y con ellos se riego el gran consumidor de agua (aproximadament e el sesent a
ayuda a la supervivencia de gran part e de la población mundial. y ocho por cient o del consumo t ot al), generando polémica y re-
celos ent re los diferent es grupos sociales, ya que surge una gran
Al fi nal del siglo XX, la agricult ura empleaba por t érmino me-
compet encia por un recurso nat ural realment e escaso en nuest ras
dio el 70% de t oda el agua ut ilizada en el mundo. La FAO est ima
lat it udes y al que la indust ria, las act ividades t uríst icas y de ocio,
que el agua dest inada al riego aument ará aún un 14% para 2030,
la const rucción, et c., t ambién quieren acceder.
sin embargo, no puede increment arse al rit mo insost enible que se
ha dado en las décadas fi nales del siglo XX. El regadío español consume 24.500 Hm 3 de agua al año, de
las que dos t erceras part es proceden de aguas super fi ciales y una
En el caso de España la t ransformación de secanos en regadío
t ercera part e de aguas subt erráneas. Ot ras fuent es menos con-
ha sido durant e muchos años la gran esperanza de la agricult ura vencionales, como las aguas regeneradas o las aguas desaladas,
española. Las polít icas hidrológicas del siglo XX impulsaron la fi - son t odavía poco frecuent es. Dado que la presión del regadío so-
nanciación y la ej ecución de grandes obras públicas, pasándose bre el consumo de recursos hídricos ya es excesiva, sobre t odo en
del millón de hect áreas t radicionalment e regadas en España a los part e de la España cent ral y las zonas medit erráneas, donde más
3,5-3,7 millones de hect áreas act uales. desequilibrio hay ent re ofert a y demanda de agua, se hace pat en-
Est a int ensi fi cación fue mayor desde 1986, cuando España t e que deban encont rarse alt ernat ivas a las fuent es t radicionales
se incorpora a la Unión Europea. La modernización de las est ruc- si se pret ende mant ener est os niveles de consumo.
t uras agrarias en general y del riego en part icular, increment ó
not ablement e la capacidad de producción, facilit ando una gran
11 FNCA, 2016.
10 INE, 2008. 12 MAGRAMA, 2016.

AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 80-92, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3298 83
Amparo Melián-Navarro; M. ª Ángeles Fernández-Zamudio

En cualquier caso, no est á de más recordar que las mej oras suelo y afect ando al rendimient o de los cult ivos. Por su part e,
t ecnológicas que se est án generalizando en los regadíos, per- los cult ivos y su modelo de gest ión t ambién t ienen sus efect os
mit en regar un mayor número de hect áreas con mucha menos sobre el suelo: afect an a sus propiedades físicas y químicas, al
cant idad de agua. Es el caso del riego por got eo, que se est á cont enido original de mat eria orgánica, modi fi can la est ruct ura,
ext endiendo de manera mayorit aria, y en la mayoría de los casos est abilidad, capacidad de amort iguación y ret ención de agua, la
permit e sust it uir con gran efi ciencia a los sist emas de gravedad act ividad biológica y el int ercambio de nut rient es.
e inundación, que son modalidades de riego que requieren de El uso de agua regenerada para el riego de los cult ivos puede
volúmenes mucho mayores de agua. t ener un efect o direct o en la fert ilidad y product ividad del suelo,
El reconocimient o social que siempre ha t enido el regadío en principio se prevé un impact o posit ivo, al ser est as aguas ricas
ha venido ligado a las vent aj as del desarrollo económico que ha en nut rient es y mat eria orgánica. Sin embargo, un riego prolon-
propiciado. Pero t ras un crecimient o descont rolado del número gado con aguas regeneradas podría generar det erminados pro-
de pozos irregulares y la expansión del riego en zonas con un fuer- blemas ambient ales, lo que obliga a aplicar un est rict o manej o
t e défi cit de agua, se const at a un aument o de la cont aminación de est e t ipo de aguas y frecuent es cont roles para evit ar efect os
difusa por nit rat os y a la par una disminución en la apreciación so- nocivos.
cial de la población sobre est a modalidad de agricult ura. En est e Ent re t odos los efect os direct os y benefi ciosos de ut ilizar el
moment o las administ raciones y regant es deben propiciar una agua depurada para el riego, hay que mencionar la reducción del
nueva cult ura del agua. Los obj et ivos ambient ales t an reseñados uso de fert ilizant es y el increment o de la product ividad agraria
por la DMA, o Direct iva Marco del Agua (2000/ 60/ CE), implican en las t ierras áridas propias de zonas de baj a pluviomet ría. Por
una est rict a regulación de los nuevos regadíos, la reducción del ello se dice que el uso de aguas depuradas en la agricult ura es
consumo de agua y una mej ora evident e de la e fi ciencia de las una opción de fut uro al increment ar la viabilidad t écnica y eco-
infraest ruct uras y de los sist emas de riego. nómica de los cult ivos en muchas zonas donde la agricult ura es
una act ividad principal pero que sin embargo dispone de recursos
POSIBILIDADES QUE OFRECEN LAS AGUAS REGENERADAS hidrológicos escasos14.
EN AGRICULTURA Por ot ro lado, sigue siendo preciso superar las di fi cult ades de
su acept ación social, para lo que es imprescindible una gest ión
Si durant e años las necesidades de agua en la agricult ura se
adecuada15. Los inconvenient es se cent ran en dos aspect os, por
cubrían plenament e con aguas subt erráneas y super fi ciales, en la
una part e en el cost e, no solo del recurso en sí sino de t oda la
act ualidad est o no es siempre posible. La disponibilidad de aguas
infraest ruct ura que se requiere para poder ser llevado a cabo, y
subt erráneas hoy por hoy es mucho menor, debido a la sobreex-
por ot ra la respuest a del cult ivo, ya que t odas las especies no se
plot ación cont inuada de muchos acuíferos13. Tampoco es siempre
adapt an por igual a est e suminist ro. Por ej emplo, se analizan los
posible conseguirla por almacenamient o, por lo que surge la ne-
efect os de ut ilizar las aguas recicladas en cult ivos leñosos16 y en
cesidad de buscar nuevas alt ernat ivas.
cult ivos hort ícolas17.
A lo ant erior se añade ot ro problema, y es la mala calidad
Si bien en la práct ica se const at a que el uso de aguas de-
de los recursos t radicionales, ya que las aguas est án salinizadas
puradas es limit ado en agricult ura básicament e por el precio18,
o cont aminadas por fert ilizant es y ot ros product os químicos. La
el garant izar unos det erminados suminist ros hidrológicos t ambién
posibilidad de ut ilizar el agua depurada como part e del ciclo hi-
t iene benefi cios medioambient ales19. Ot ros est udios no alaban las
drológico es la evidencia de la cont inua adapt ación que realiza el
bondades del agua regenerada sino que remarcan más sus incon-
ser humano con el medio ambient e.
venient es, especialment e nombran su elevado precio (debido a su
Encont ramos ant ecedent es de aplicación de aguas residuales
cost e de obt ención y t ransport e), el que necesit en ser mezcladas
a t errenos agrícolas desde la ant igüedad, aprovechando su valor
con ot ras aguas (algo que di fi cult a su gest ión) y sobre t odo inci-
fert ilizant e (ya lo hacían griegos y romanos) o como est rat egia
den en los riesgos en cuant o a la posible t oxicidad, sobre t odo de
para la eliminación de cont aminant es ant es del vert ido a los ríos
algunos element os químicos.
(referencias hechas en China, Inglat erra o Alemania desde el s.
XVI). No obst ant e, es durant e el siglo XX y en el present e cuando
más se ha avanzado en est e sist ema alt ernat ivo de depuración. DATOS SOBRE LA APLICACIÓN DEL AGUA REGENERADA
Básicament e los obj et ivos han sido regular los recursos hídricos EN AGRICULTURA
en zonas defi cit arias, a la vez que favorecer la resolución de cier-
t os problemas medioambient ales, como ir creando barreras con- Según información publicada por el Minist erio de Agricult u-
t ra la int rusión marina. ra20, el principal dest ino del agua depurada es la act ividad agraria
En agricult ura el problema de escasez de agua viene pare-
j o al de la pérdida de la calidad del suelo. La escasez del agua 14 Melián, 2005. Navarro Caballero, 2010. Nicolás et al. 2011.
15 Candela et al. 2007; Carr et al. 2011.
conlleva la salinización de los t errenos y puede generar desert i-
16 Alcón et al. 2012a.
fi cación a largo plazo. La falt a de precipit aciones disminuye los 17 López-Cuquej o, 2001.
lavados nat urales increment ando la concent ración de sales en el 18 Mont esinos, 2004.
19 Alcón et al. 2012b.
13 Ibáñez et al. 2008. Van Camp et al. 2010. 20 Puig, 2012.

84 AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 80-92, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3298
Reut ilización de agua para la agricult ura y el medioambient e

(sobre el 71%), mient ras que el uso menos represent at ivo es el ur- Los diversos est udios realizados sobre la reut ilización del
bano, al que se dirigiría solo el 4% del volumen de agua regenera- agua depurada en la agricult ura mencionan numerosas vent aj as
da. Las previsiones indican que el principal increment o será para de est e uso, siendo algunas de las principales las siguient es:
un uso ambient al (el que se est ima consumirá del 17,7% en 2006
al 21,9% en el año 2021), el indust rial (que pasará del 0,3% al 12% — Se puede t ener una mayor garant ía en el suminist ro, el cual
en ese mismo periodo) y el urbano (que pasará del 4% al 9,1%). En puede ser más const ant e y seguro, ya que será posible dispo-
ner del mismo incluso en los periodos de sequía.
esa evolución se cree que proporcionalment e mermarán las can-
t idades dest inadas a agricult ura y act ividades de ocio recreat ivo. — Represent a un aport e cont inuo de nut rient es para las plant as.
— Disminuye los gast os de fert ilización como consecuencia del
Según el informe CEDEX21 de un volumen de aguas regene-
aport e de micronut rient es en el agua residual (básicament e
radas anual de 261 Hm 3/ año, el 70% fue dest inado a act ividades
nit rógeno, fósforo y pot asio).
agrarias. Las Comunidades Aut ónomas que mayores volúmenes
— Cont ribuye a la conservación de recursos hídricos, permit ien-
reut ilizan para el riego agrícola son: Valencia (113,5 Hm 3/ año) y
do reservar el agua original para ot ros fi nes y favorecer el
Murcia (83,5 Hm 3/ año). Solo est as dos Comunidades Aut ónomas equilibrio ecológico.
acaparan el 75,41% de las aguas reut ilizadas para un fi n agrario,
— Aunque no ocurre con el rest o de alt ernat ivas de agua con
o lo que es igual, el 53,53% del t ot al del caudal regenerado en
las que se podría comparar, generalment e el agua regenera-
España el año analizado. da puede represent ar un cost e económico menor al de ot ras
Como es lógico las Comunidades Aut ónomas con mayor défi - fuent es convencionales.
cit de agua y que a su vez dependen de una agricult ura int ensiva — Aplicadas de forma correct a, son aguas que cont ribuyen a la
y muy product iva, son las que más inviert en en mecanismos para regeneración de suelos ubicados en zonas de baj a pluviome-
t ener fuent es alt ernat ivas de agua que complement en a las t radi- t ría, que en el caso español podrían ser t oda la cuenca me-
cionales, como es el caso de las aguas depuradas. dit erránea, y garant iza la cont inuidad de una act ividad t an
import ant e como la agraria.

VENTAJAS E INCONVENIENTES DEL USO DEL AGUA


En cuant o a sus inconvenient es, ret icencias o desvent aj as
REGENERADA EN AGRICULTURA
por las que est as aguas no se aplican de manera más mayorit aria,
dest acan:
Con la reut ilización de aguas residuales que han sido depu-
radas, no solo se ayuda a paliar los problemas de escasez de agua — Los agricult ores han de dar su apoyo explícit o para que pue-
en las zonas áridas y semiáridas, t ambién se resuelve un proble- dan ser usadas. Su acept ación dependerá por lo t ant o del im-
pact o net o en la rent a de las explot aciones y las opciones que
ma medioambient al. Ocurre con frecuencia que el agua residual
les ofrezca el rest o de alt ernat ivas hidrológicas.
t rat ada result a t ener una mej or calidad que el agua original de la
zona, adecuándose de mej or manera a su uso en riego22. Est o se — Uno de los principales miedos son los posibles efect os sobre
la salud debido a su cont enido microbiológico. Surgen dudas
observa al comparar la analít ica de un agua depurada con la de
sobre la posible t ransmisión de enfermedades infect o-cont a-
agua de pozo. En general los parámet ros claves est án cont rolados giosas (bact erias y virus).
en ambos, e indican que las dos son apt as para el riego, sobre
— Exigen unas infraest ruct uras convenient ement e diseñadas
t odo si nos referimos a salinidad, element os pot encialment e fi -
para que sea fact ible el t ránsit o del agua desde las EDAR a las
t ot óxicos o bact eriológicos. Pero la realidad es que en zonas con parcelas de riego. Est e t ransport e se conviert e con frecuencia
acuíferos sobreexplot ados los niveles de boro y sodio son menores en uno de los más difíciles de gest ionar y que más encarece el
si se ut iliza un agua que ha sido depurada. Se podría decir, por proceso.
lo t ant o, que la depuración mej ora la calidad de unos recursos — También generan dudas sobre su capacidad fert ilizant e. Una
hidrológicos que est án nat uralment e det eriorados. carga excesiva de N, P y K puede provocar efect os nocivos
Además, en el caso de que se emplee en el riego de los cul- sobre el t erreno, las plant as y sobre el rest o de aguas subt e-
t ivos un agua regenerada que cont enga un det erminado nivel de rráneas.
nit rat os, est o podrá suponer un ahorro en el post erior uso de fer- — Su uso requiere de una evaluación previa de diversos paráme-
t ilizant es. Se t rat a de aprovechar dichas aguas de modo que se t ros, que hay que saber gest ionar: sólidos en suspensión, pH,
conduct ividad, et c. Por ej emplo, si la mat eria orgánica que
reduzcan los input s agrícolas, por lo que se producirá un efect o
t iene el agua es en principio biodegradable, pero no dispo-
medioambient al posit ivo (menor aport e de nit rat os, menor por
ne de sufi cient e oxígeno, no se degradará adecuadament e y
lo t ant o concent ración de nit rat os en el agua que percola o de dará lugar a condiciones sépt icas. Por su part e, una excesiva
escorrent ía y menos riesgo de cont aminación de los acuíferos) y conduct ividad por exceso de salinidad origina problemas de
un efect o económico sobre la rent a del agricult or (al reducirse el permeabilidad en el suelo, y la concent ración de ciert os iones
cost e de los abonos, que suele ser uno de los principales insumos Na, Ca, Mg, Cl, o B provocan diversos daños a los cult ivos. El
de los cult ivos). pH del agua, por su part e, puede afect ar a la solubilidad de los
met ales y alt erar el equilibrio del suelo.
— Puede darse la presencia de met ales pesados (como cadmio,
21 CEDEX, 2008. mercurio o zinc) que t ienen claros efect os t óxicos para los
22 López-Cuquej o, 2001. cult ivos y la salud.

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Amparo Melián-Navarro; M. ª Ángeles Fernández-Zamudio

— La simple presencia de sólidos en suspensión, lo que se perci- En est e mismo sent ido ot ras buenas práct icas indican que
be como t urbidez, provoca det erioros en los sist emas de riego hay que señalizar debidament e las t uberías para que en caso de
localizado, por obt uraciones. Además, se pueden formar pe- avería puedan ser pront o localizadas. Asimismo, se debe evit ar
queños depósit os de lodos que generen en el suelo condiciones
regar con agua regenerada a menos de dos semanas de la reco-
anaeróbicas.
lección para que el posible cont act o del agua con los frut os no
repercut a en la calidad fi nal y comercial de la cosecha.
Respect o al t ipo de cult ivo es muy limit ant e porque condi-
REQUERIMIENTOS PARA LA UTILIZACIÓN DEL AGUA
REGENERADA EN AGRICULTURA
ciona la frecuencia del riego y la cant idad de agua que debe ser
empleada. Cada especie veget al muest ra una t olerancia dist int a
Si la int ención es que una zona agraria emplee el agua rege- al cont enido en sales y asimila de forma desigual por ej emplo el
nerada como fuent e de suminist ro para el riego, hay una serie de nit rógeno o el fósforo (que son dos nut rient es muy frecuent es en
fact ores que deben ser t enidos en cuent a. las aguas regeneradas). Igualment e va a ser muy import ant e co-
Lo primero es que las aguas residuales depuradas deben nocer el valor económico que pueda t ener la producción, ya que
cumplir las normas de calidad f ísico-química que j unt o a ot ras det erminará una elección u ot ra del suminist ro hídrico.
caract eríst icas sanit arias o microbiológicas vienen de fi nidas en En la plani fi cación de una infraest ruct ura hidrológica me-
la propia legislación, act ualment e el real decret o 1620/ 2007. diant e el suminist ro de agua depurada, ot ra de las principales
Dichas condiciones de calidad est án dif erenciadas según los usos di fi cult ades es poder equilibrar las demandas pot enciales con los
a los que se dest ina el agua, est ando el uso agrario en el se- volúmenes reales. Por la part e de la demanda para los cult ivos,
gundo lugar en el nivel de exigencias. Los parámet ros que se est a suele ser muy est acional, y si est á alt ament e concent rada
cont rolan son: la presencia o no de nemat odos int est inales y quizás no sea posible sat isfacerla.
de Escherichia col i en el agua, el grado de t urbidez, los sólidos Finalment e, la viabilidad de un proyect o para la reut iliza-
en suspensión y la cant idad de nit rógeno y f ósf oro t ot al. Así ción de las aguas residuales pasa por obt ener el apoyo de los
mismo, y según el uso, procede ralizar un cont rol de Legionel l a agricult ores, y est o signi fi ca reconocer su innat a resist encia a
o Sal monel l a. los cambios y su ret icencia a la sust it ución de los recursos t ra-
Ot ro de los requisit os es disponer de la infraest ruct ura ne- dicionales por ot ros nuevos, que en est e caso sería ut ilizar como
cesaria t ant o para el t rat amient o que necesit an las aguas para suminist ro de agua de riego un agua regenerada. En est e sent ido
ser regeneradas, como para el t ransport e e int ercambio de las se hace necesaria una correct a información inicial y a ser posible
mismas y poder con ello reut ilizarlas. Se necesit arán, ent re ot ras, una formación práct ica a los fut uros usuarios. Sin duda conocer
conducciones, inst alaciones de bombeo, almacenaj e, et c., est o cómo debe hacerse un buen manej o de las mismas es lo que hará
en su conj unt o supone una gran inversión en element os inmovili- que se consolide el uso del agua regenerada en la agricult ura, y
zados que se deben poder amort izar. Sin duda, el lugar donde se con ello pasar de ser un recurso minorit ario y no convencional, a
ubique la EDAR y cómo se defi na el plan de uso, deben ser bien convert irse en uno est rat égico y la solución para la agricult ura de
plani fi cados para evit ar que los cost es fi nales hagan insost enible regadío en muchas comarcas agrarias españolas.
el proyect o.
El ut ilizar agua depurada pasa por garant izar t ant o la con-
POSIBLES PROBLEMAS DERIVADOS DEL USO DE AGUA
servación de la fert ilidad del suelo, es decir sus caract eríst icas
DEPURADA EN EL RIEGO
orgánicas e hidrogeológicas, como la necesidad de obt ener pro-
ducciones con las máximas garant ías higiénicas y sanit arias, y es Los principales aspect os a considerar en la evaluación
por ello que su manej o y post erior aplicación debe realizarse de agronómica del uso de est e t ipo de aguas en el riego serían:
modo cont rolado. salinidad, macronut rient es, micronut rient es, met ales pesados,
También in fl uyen las caract eríst icas f ísico-químicas y edá- pH, sólidos en suspensión, cloro residual, et c. Por una part e,
fi cas del suelo. Por ot ra part e, serán muy relevant es las carac- si t ienen una excesiva proporción de iones Na, Ca, Mg, Cl o B,
t eríst icas del sist ema de riego (si es por gravedad, localizado, se pueden producir daños a los cult ivos y provocar problemas
et c. ). En principio, y t al como se indica en la guía para aplicar de permeabilidad en el suelo. El cont enido de minerales como
correct ament e el real decret o 1620/ 2007, el riego localizado es nit rógeno, f ósf oro, pot asio y ciert os microelement os, reduce las
el mét odo más adecuado para aplicar est e t ipo de aguas, ya que necesidades de f ert ilización 23 pero t odos ellos son igual de bue-
con ot ros como el riego por inundación no se podría evit ar que nos en una proporción correct a como malos si su concent ración
se ext iendan por ot ra super fi cie donde no son út iles. Hay que es excesiva.
minimizar el uso de element os que aument en la evaporación, Por su part e, los sólidos en suspensión que se originan por la
escorrent ía o in fi lt ración (por ej emplo, los reguladores de pre- precipit ación de element os químicos, presencia de algas, et c.,
sión, got eros aut ocompensant es, et c. ). El riego debe de est ar pueden obst ruir los got eros y ot ro t ipo de emisores del riego lo-
aut omat izado para evit ar el encharcamient o y la escorrent ía. calizado. Los sólidos en suspensión t ambién t aponan los poros
Finalment e es muy import ant e que las personas que manipulan del suelo, reduciendo la aireación y las vías por las que penet ra
de f orma direct a est e t ipo de suminist ro t omen las precauciones
pert inent es para evit ar posibles riesgos sanit arios. 23 Asano et al. 1991.

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Reut ilización de agua para la agricult ura y el medioambient e

Gráfi co 2. Recomendaciones de ut ilización de aguas depuradas para uso agrícola

50 49

40
32
30 27
24 25
23
19 20
20 17
13
11 10 11
10 8
5 5 6
4 3 3
1 2 2 0 0
0
Se podrían ut ilizar Se podrían Se podrían Se podrían En ningún caso se
en su t ot alidad sin ut ilizar, pero ut ilizar, pero solo ut ilizar, pero deberían ut ilizar
rest ricciones de mezcladas cuando no se dependiendo del
uso ni disponga de ot ras t ipo de cult ivo
procedencia aguas

Tot alment e en desacuerdo ¬


Bast ant e en desacuerdo De acuerdo
Bast ant e de acuerdo Tot alment e de acuerdo
Fuent e: Cost a y Melián, 2015.

el agua. Una buena alt ernat iva a est os problemas es somet er el depuradas en agricult ura y principales inconvenient es del uso del
agua residual a un t rat amient o secundario, lo que reduciría con- agua depurada en agricult ura.
siderablement e los sólidos en suspensión y, además limpiar con En lo relat ivo a las perspect ivas se plant ean cinco opciones
ciert a regularidad las t uberías, ut ilizar fi lt ros y cloro para preve- desde la más amplia (ut ilizar est e t ipo de agua sin rest ricciones)
nir la obt uración de los got eros. hast a la más rest rict iva (no ut ilizar en ningún caso) —gráfi co 2—.
Los result ados indican que no hay un rechazo explícit o a est a
ACEPTACIÓN DEL USO DE AGUA DEPURADA EN AGRICULTURA
fuent e de agua y t ampoco se condiciona su uso al mero hecho de
no disponer de ot ro t ipo de agua, sino que ven asumible su ut ili-
De forma global los posibles riesgos de seguridad aliment aria zación. Sin embargo, los ent revist ados inciden en que se apliquen
son los que más ut ilizan los det ract ores del uso de agua rege- sobre t odo mezcladas con ot ras aguas y que su uso se condicione
nerada en la agricult ura, haciendo que haya una percepción de al t ipo de cult ivo al que se refi eran.
alguna manera negat iva, percepción que di fi cult a la expansión En lo relat ivo a los inconvenient es que ven en las mismas, se
de est a modalidad de agua. Un est udio cualit at ivo24 con el que señala el riesgo de t oxicidad (que es el aspect o en el que hay un
se consult a a expert os para sondear el grado de acept ación del mayor consenso) pero t ambién se apunt an los problemas que po-
uso del agua depurada en la agricult ura, muest ra las posibilida- drían causar en las inst alaciones de riego por got eo, la necesidad
des de aplicación en el surest e español. Est e est udio se funda- de bombearlas desde depuradoras (con el consiguient e incremen-
ment a en la experiencia y opinión de: agricult ores regant es, que t o de cost e) y la necesidad de almacenamient o en balsas por la
son los usuarios direct os del agua, t écnicos y ot ros responsables discont inuidad del caudal disponible —gráfi co 3—.
de las Comunidades de Regant es y Juzgados Privat ivos del Agua,
gest ores de empresas relacionadas con el agua, invest igadores,
profesores de universidad y funcionarios vinculados al ámbit o hi- UTILIZACIÓN DE LOS LODOS DE LAS DEPURADORAS EN AGRICULTURA

drológico. Se t rat aba, por lo t ant o, de sondear la acept ación por


Además del agua regenerada, las depuradoras producen lo-
part e de los agent es que podrían ut ilizar direct ament e est e t ipo
dos de depuración, un subproduct o derivado de los propios t rat a-
de aguas o bien int ervenir en la difusión de est a t ecnología.
mient os de las aguas residuales. Est os lodos son ricos en mat eria
La encuest a, realizada en 2013, recopiló información apor- orgánica y nut rient es, por lo que pueden ser ut ilizados como en-
t ada por 65 expert os. Sus opiniones fueron clasi fi cadas median- mienda orgánica en suelos pobres.
t e una escala Likert t abulada de 1 a 5. Los aspect os analizados
El uso de lodos de depuración en la act ividad agraria se re-
responden a dos pregunt as claves: perspect ivas de uso de aguas
gula a t ravés del real decret o 1310/ 1990, en el que se est ablece
los requisit os y cualidades físico-químicas que deben cumplir los
24 Cost a, 2015. lodos para su ut ilización. Los que incumplan los límit es est able-

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Amparo Melián-Navarro; M. ª Ángeles Fernández-Zamudio

Gráfi co 3. Principales inconvenient es del uso de agua depurada

40

30 28

23 22 21
20 18
16 17
15
13 12 13
10 10 11
10 9
6
4 4
2 2
0
Toxicidad Problemas para su Necesidad de bombeo Necesidad de
ut ilización en el riego desde depuradoras almacenamient o
por got eo (habit ualment e (balsas) por
ubicadas en cot as discont inuidad en el
baj as) caudal disponible

Tot alment e en desacuerdo ¬


Bast ant e en desacuerdo De acuerdo
Bast ant e de acuerdo Tot alment e de acuerdo
Fuent e: Cost a y Melián, 2015.

cidos t ambién se ut ilizan, pero en est e caso se les da un secado zonas de la provincia de Alicant e, muest ra que no exist en dife-
t érmico y se dest inan a usos energét icos. rencias import ant es ent re los suelos regados con aguas residuales
Según EPSAR25 2015, organismo que sirve de coordinación en- depuradas y aquellos regados con aguas convencionales, ya que
t re las dist int as EDAR de la Comunidad Valenciana, en est a región solo se encont raron ligeras variaciones en algunas de las propie-
se produj eron en 2014 un t ot al de 360.000 t de lodo, una cifra dades del suelo est udiadas (como una ligera modi fi cación punt ual
que en el año 2005 llegó a superar las 500.000 t . Dichos lodos se de la conduct ividad eléct rica) pero no había cambios respect o a
dist ribuyeron para un uso agrario (un 83% del t ot al se aplicó di- las act ividades enzimát icas.
rect ament e al t erreno y un 5% previament e se compost ó y luego En cuant o a ot ros parámet ros relacionados con la conserva-
fue aplicado), dist ribuyéndose por una ext ensión t ot al de 14.139 ción, degradación, salinidad, fert ilidad y cont aminación del sue-
ha, a las que de media se aplicó 21,1 t de mat eria húmeda por lo, así como sobre la product ividad de un cult ivo somet ido a un
hect área. El rest o, el ot ro 12% del t ot al, se dest inó a los hornos riego con agua residual depurada, la cit ada invest igación indicó
de cement era. que se encont raron aument os punt uales de sodio asimilado y un
Los lodos, por lo t ant o, hay que valorarlos como un result ado aument o ligero de fósforo, mient ras que no se apreció ningún
más del proceso de regeneración de las aguas residuales y no hay cambio not able en el pH, ni en el calcio, nit rógeno, magnesio,
que verlos como un problema, sino como una valiosa fuent e de cinc, cobre, manganeso, cadmio, plomo, cromo… Por lo t ant o, no
mat eria orgánica y nut rient es para el campo. se percibió ninguna variación signi fi cat iva en las propiedades del
suelo. En las condiciones est udiadas se concluye que el uso de las
aguas residuales para riego no alt era las propiedades del suelo.
DATOS PRÁCTICOS SOBRE EL USO DEL AGUA
En ot ros t rabaj os27 se revisan las dist int as experiencias reali-
REGENERADA EN AGRICULTURA
zadas en campo. Así, en el Campo de Dalías (Almería), según se-
Para fi nalizar est a part e sobre el uso del agua regenerada en ñalaba en la década de los 90 el Plan de Ordenación del Territ orio
agricult ura se coment an algunas experiencias práct icas con las de la Comarca del Ponient e Almeriense, gran part e de los volú-
que se t rat a de conocer desde el punt o de vist a cient í fi co-t écnico menes de agua depurada se dest inarán a la agricult ura int ensiva,
los efect os de est e uso. Algunas invest igaciones26 se han cent rado para campos de golf una vez pasada la campaña agrícola o para la
en hacer un seguimient o sobre los efect os en el suelo agrario a infi lt ración en el t erreno. El volumen inicial previst o para depurar
cort o y medio plazo. Asi, t ras un ensayo de cuat ro años en t res y reut ilizarse era de 10 Hm 3, no siendo cifras signi fi cat ivas respec-
t o al consumo t ot al y el défi cit hídrico que t iene la comarca, pero

25 EPSAR, 2015.
26 Morugán-Coronado, 2011. 27 López-Cuquej o, 2001.

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Reut ilización de agua para la agricult ura y el medioambient e

dado que era el inicio de est a t ecnología se puede clasi fi car como ASPECTOS MEDIOAMBIENTALES DEL AGUA REGENERADA

una cifra int eresant e.


Junt o con la agraria, la ot ra vert ient e que hay que valorar
El est udio habla de dest inar est as aguas a los cult ivos hor- del agua regenerada, es su ut ilidad para el medio ambient e. El
t ícolas en invernadero (hort alizas y fl ores), at ribuyendo a cada mero hecho de que las aguas sean depuradas ant es de ser vert idas
agricult or una dot ación de 7.000 m 3/ ha y año, cant idad que podía de nuevo a la nat uraleza ya es una cuest ión muy relevant e. El que
increment arse, a la par que lo haría su precio medio, con la in- de esa manera las aguas puedan ser reut ilizadas para ot ros fi nes
t ención de que los agricult ores cont uvieran el gast o. Los efect os t iene a su vez grandes vent aj as.
obt enidos son bast ant e buenos, según menciona el aut or, quien En los apart ados ant eriores ya se ha coment ado cómo las
los resume diciendo que gracias al agua regenerada se ha conse- aguas regeneradas son una alt ernat iva o complement o al rest o de
guido que: suminist ros t radicionales. Dada la fuert e demanda agraria y urba-
na que exist e sobre los recursos hídricos, el poder cont ar con una
● Sea posible una alt ernat iva de cult ivos, ya que con los pozos nueva fuent e de agua permit e sobre t odo reducir la sobreexplo-
originales de agua, muy salinizados, el t omat e era casi la única t ación de acuíferos. Est e hecho es muy necesario, sobre t odo si
verdura que podían cult ivar. los acuíferos t ienen di fi cult ades para regenerarse nat uralment e,
● Los rendimient os de las cosechas han subido hast a duplicarse o bien hay problemas de int rusión de aguas saladas, algo muy fre-
en el t omat e, desde que se ut ilizan aguas depuradas, las cuales cuent e en zonas cercanas a la cost a. Al ut ilizar aguas regeneradas
t ienen mej or calidad que muchas de pozos t radicionales. Espe- se puede racionalizar la ext racción de est as aguas subt erráneas,
cialment e t ienen mucha menos concent ración de boro que las dej ando margen para que se recuperen de manera nat ural, algo
aguas nat urales, y al venir con ciert a riqueza de nit rógeno y ya de por sí difícil en las zonas de escasa precipit ación. Sin duda,
fósforo suponen además un ahorro en fert ilizant es. est e podría ser su primer gran benefi cio medioambient al, pero
● Los agricult ores pueden programar sus riegos. Al ser la demanda t iene ot ros.
conocida y cont rolada por la Comunidad de Regant es, agiliza Algunos de los benefi cios ambient ales de ut ilizar aguas re-
not ablement e la gest ión y mej ora la calidad del t rabaj o del generadas se desprenden de los propios usos que t ienen. Por
agricult or. ej emplo, usadas para el riego con frecuencia permit en reducir la
● Finalment e, el agua ahora llega para t odos los usuarios, evit an- carga de fert ilizant es en los cult ivos, algo muy benefi cioso para
do los confl ict os surgidos en una zona muy árida donde el agua el medio ambient e: se consume menos product os químicos con
es un fact or muy limit ant e y apenas hay vent a de caudales de el consiguient e ahorro energét ico que eso conlleva y se evit a la
pozos part iculares. acumulación excesiva de químicos sint ét icos en los suelos y capas
freát icas, una reducción del nivel de cont aminación que redunda
También señala los inconvenient es det ect ados, que son los posit ivament e en t oda la cadena t rófi ca y en la salud de los seres
ya mencionados de forma genérica, y no se aprecian grandes pro- vivos.
blemas, siendo quizás la presencia de sólidos en suspensión lo que Los usos del agua regenerada con un fi n ambient al est án con-
requiere de una mayor at ención en la gest ión. t emplados en el real decret o 1620/ 2007, donde t ambién se espe-
ci fi can los requisit os en cuant o a los parámet ros de calidad que
Finalment e, y dado que j unt o a las ret icencias por posibles
se exigen para cada uno de ellos. En est e reglament o se at ribuye
riesgos sanit arios los agricult ores parecen condicionar su uso al
al agua regenerada los siguient es usos ambient ales:
precio que se ofrezcan las aguas regeneradas, hay cifras —rela-
t ivament e recient es— que informan de est e dat o. Por ej emplo, ● Recarga indirect a de acuíferos, es decir aquella que se da cuan-
las est adíst icas ofi ciales del INE señalan para 2013 como cost e do el agua ent ra en los mismos percolando a t ravés del t erreno.
unit ario del saneamient o de aguas un dat o global a nivel nacional ● Recarga direct a de acuíferos, cuando se producen inyecciones
de 0,70 euros/ m 3. Se t rat a de una cifra muy elevada si se com- de agua específi cament e para est e fi n.
● Riegos de bosques, zonas verdes y en silvicult ura.
para con los precios medios que t iene el agua convencional de
● Mant enimient o de humedales, cont ribución a caudales ecológi-
riego, los cuales en ocasiones son realment e simbólicos. Ot ras
cos mínimos y ot ros fi nes ambient ales similares.
fuent es cit an28 el cost e para el t rat amient o de aguas residuales
(incluyendo t rat amient o t erciario) que oscila ent re 0,6 y 0,8 eu-
AGUAS REGENERADAS Y SU VINCULACIÓN CON LOS HUMEDALES
ros/ m 3, aunque especi fi ca la gran variabilidad exist ent e según los
dist int os t ipos de t rat amient os y las condiciones en que est os se En 1975 ent ró en vigor la Convención de Ramsar sobre los
dan. Est e aut or plant ea una cuest ión t rascendent al: la necesidad Humedales de Import ancia Int ernacional. En ella se reconoce
de repart ir los cost es de la regeneración y gest ión del agua ent re la import ancia de los humedales como prest adores de servicios
la t ot alidad del consumo. Parece una refl exión lógica ya que los ecológicos fundament ales, no solo porque son unos est upendos
efect os posit ivos que con ellas se consiguen son ext rapolables a reguladores de los regímenes hídricos, t ambién son una fuent e
t oda la sociedad. de biodiversidad a nivel de especies y de ecosist emas. Son bienes
nat urales de gran valor económico, cient ífi co, cult ural y recrea-
28 Melgarej o, 2009. t ivo, además de desempeñar un papel esencial en la adapt ación

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Amparo Melián-Navarro; M. ª Ángeles Fernández-Zamudio

al cambio climát ico y para la at enuación de sus efect os más ne- dación product o de la presión del desarrollo urbano e indust rial
gat ivos. del área met ropolit ana de Valencia— se pone de mani fi est o cómo
El papel que realizan los humedales nat urales son en su ma- el uso del agua depurada puede ayudar a recuperar el est ado
yoría fact ibles de realizar por humedales art i fi ciales, llamados ecológico del lago, algo que, por ot ra part e, viene condicionado
t ambién sist emas de lagunaj e. Se t rat a de una serie de est anques por la ent rada en vigor de la propia DMA. Las caract eríst icas de
o lagunas art i fi ciales de agua depurada que en algunos casos lle- la Albufera de Valencia eran a fi nales de los años 70 ya negat ivas
gan a cumplir una doble función. Por una part e, j uegan un rol como consecuencia de ent radas excesivas de mat eria orgánica
social y económico al act uar como reservorios de agua depurada alóct ona y nut rient es inorgánicos, originando un zooplanct on re-
que se puede usar en regadíos sin compromet er la calidad de ducido comparado con la gran cant idad de fi t oplanct on, y pobre
los product os obt enidos. Por ot ra part e, además de facilit ar el fauna bént ica. Para comenzar a revert ir est a sit uación ha sido
desarrollo de act ividades de educación ambient al y de ocio en necesaria la reducción de las cargas de nut rient es (especialment e
la nat uraleza pueden t ener una función ecológica, al funcionar el fósforo) mediant e act uaciones de saneamient o y depuración,
como un humedal, en el que se ha desarrollado un ecosist ema de así como asegurar los fl uj os de agua adecuados. La reut ilización
agua dulce, con un ent orno de diferent es hábit at s de int erés, y de las aguas depuradas en las zonas regables del ent orno de La
en los que es normal la presencia de diversas especies de aves29. Albufera puede reconducir est os aport es de nut rient es hacia la
biomasa del regadío evit ando su ent rada en el lago y rest it uyendo
su sit uación al mej orar el est ado ecológico del mismo t al y como
LOS FILTROS VERDES dict a la DMA.

Los fi lt ros verdes son un sist ema nat ural de depuración de Ot ra experiencia31 analiza las lagunas de Campot éj ar, en Mo-
aguas. Cuando se aport a un caudal cont rolado de agua de mala lina de Segura (Murcia), cuyo sist ema de depuración mediant e
calidad sobre la super fi cie de un t erreno, donde previament e se lagunaj e sust it uye a las ant iguas depuradoras y conviert e est os
ha inst alado una masa forest al o cult ivo, est a hará de mét odo na- lagos en aut ént icos refugios de fl ora y fauna. Algunas aves de las
t ural para depurar el agua ant es de que se reint egre de nuevo en que nidi fi can en est os lagos art i fi ciales est án amenazadas en el
la nat uraleza. El agua se aplica al t erreno mediant e riego a mant a cont ext o europeo y mundial. Todo est o les conviert e en un mo-
u ot ro sist ema de inundación. Con est e sist ema, a la vez que delo de sost enibilidad que compat ibiliza la depuración del agua
se favorece el crecimient o de especies veget ales, generalment e y su uso agrícola post erior con la conservación de la nat uraleza.
arbóreas y maderables, se produce una recarga art i fi cial de los En ot ro t rabaj o32 cent rado t ambién en la Albufera de Valen-
acuíferos, obt eniéndose, por lo t ant o, un benefi cio económico y cia y su Parque Nat ural est udia los efect os ambient ales del riego
ot ro ambient al. con aguas residuales depuradas en el cult ivo del arroz. La zona
La depuración se realiza mediant e la acción conj unt a del se surt e de agua de diversas procedencias siendo una de ellas la
suelo, los microorganismos y las plant as, en un proceso que pasa cercana depuradora de Pinedo. Est a depuradora t iene una ca-
por una t riple acción, ya que hay una fi lt ración física, unos fe- pacidad de depuración de 375 millones de lit ros diarios, siendo
nómenos químicos al haber int ercambios iónicos, precipit ación, la EDAR más grande de la Comunidad Valenciana y una de las
et c., y procesos biológicos de degradación de la mat eria orgánica mayores de España. En un 50% sus aguas regeneradas t ienen un
de las capas del t erreno afect adas. aprovechamient o agrícola (concret ament e para el riego) y el ot ro
50% un fi n medioambient al, ya que sirve de recarga del lago y
Est e fenómeno de fi lt ros verdes es lo que se est á producien-
zonas húmedas que hay en la Albufera, o bien son aguas saneadas
do cuando se aplica un agua regenerada en el riego de un cult ivo,
que se viert en al mar.
como podría ser el arrozal de humedales t an emblemát icos como
la Albufera de Valencia, las marismas de Doñana o el Delt a del
Ebro. Lo que est á ocurriendo es que el propio cult ivo del arroz CONCLUSIONES
funciona como un fi lt ro verde, permit iendo que el agua vaya de-
purándose cada vez más según fl uye de parcela en parcela. Las limit aciones ambient ales de ciert os t errit orios, la esca-
sez hídrica o las sequías plurianuales llevan a ciert as poblaciones
a plant earse la ut ilización de aguas depuradas como fuent e hídri-
DATOS PRÁCTICOS SOBRE EL USO DEL AGUA REGENERADA ca complement aria o adicional, sobre t odo en aprovechamient os
EN EL MEDIO AMBIENTE que no requieran la calidad que t iene un agua pot able.

Tal y como se ha realizado ant es al hablar del uso del agua La viabilidad de la reut ilización dependerá de que sean equi-
regenerada en agricult ura, cit amos algunas experiencias práct i- librados los benefi cios aport ados respect o a los cost es que aca-
cas sobre la aplicación del agua regenerada con un fi n medioam- rrean. El valor económico del agua que se libera es clave ya que
bient al. es muy versát il en sus usos, que pueden ser agrarios, urbanos,
indust riales y medioambient ales. Por lo t ant o, son una alt ernat i-
En un t rabaj o cent rado en la Albufera de Valencia30 —zona
va que evit a t ener que buscar recursos de un cost e mayor. El valor
de incalculable valor ambient al que ha sufrido una severa degra-

29 Ballest eros, 2012. 31 Ballest eros, 2012.


30 Cifres et al. 2006. 32 Mart ínez-Cort ij o, 2003.

90 AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 80-92, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3298
Reut ilización de agua para la agricult ura y el medioambient e

social y medioambient al se logra al impedir que se viert an aguas CEDEX, 2008: Realización de una base de dat os sobre los sist emas de
residuales sin t rat ar a los sist emas cost eros o a los acuíferos, lo reut ilización de aguas depuradas en España. Madrid. Cent ro de Es-
que a medio y largo plazo est á benefi ciando t ant o a una act ividad t udios y Experiment ación de Obras Públicas. Minist erio de Agricul-
t ura, Aliment ación y Medio Ambient e.
como la t uríst ica como al mant enimient o de los ecosist emas.
Cifres, E., Mondría, M., y Juan Ferruses, F. 2006: “ Act uaciones del pro-
El principal uso del agua regenerada, ent re t odos los posi-
grama AGUA para el desarrollo sost enible de l’ Albufera de Valen-
bles, es el agrícola suponiendo un suminist ro de agua imprescin- cia” , en III Congreso de Ingeniería Civil, Territ orio y Medio ambien-
dible sobre t odo para las zonas de mayor défi cit hídrico. Tienen t e: Agua, diversidad y energía. Zaragoza, 25-27 de oct ubre.
t ambién el benefi cio añadido de que el agua regenerada incor- Cost a Bot ella, D. A. 2015: “ Est udio de gest ión hídrica en la Comarca de
pora nut rient es que son benefi ciosos para el suelo y necesarios la Vega Baj a del Segura. Especial incidencia en el uso agrario del
para los cult ivos, por lo que el agricult or obt iene un considerable agua” , t esis doct oral, Universidad Miguel Hernández, Elche.
ahorro en fert ilizant es. Cost a Bot ella, D. A. y Melián, A. 2016: “ Los ret os del uso del agua de-
Aunque si hay que señalar solo uno, el uso de mayor valor purada y desalada en el Surest e español: aplicación a la agricult u-
debe ser el medioambient al, donde el agua regenerada j uega ra” , en Navarro Caballero, Teresa M. (dir.): Desaf íos del Derecho de
Aguas. Variables j urídicas, económicas, ambient ales y de Derecho
un papel clave en el mant enimient o de ciert as zonas húmedas.
comparado. Aranzadi edit orial.
Se t rat a de cont rarrest ar las fi lt raciones salinas marinas o la so-
EPSAR, 2015: Ent it at de Sanej ament d’ Aigües. Memoria de Gest ión 2014
breexplot ación a la que se somet en en la act ualidad a los acuífe-
(Disponible en: ht t p:/ / www.epsar.gva.es/ sanej ament / quienes-
ros. En el caso concret o de los paraj es que forman los humedales,
somos/ INFORME-DE-GESTION.pdf).
no sería j ust o valorar su import ancia solo por sus act ividades eco-
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nómicas (agricult ura o t urismo) ya que la vida nat ural que hay en
en la agricult ura: ¿Benefi cios para t odos? Informe sobre Temas Hí-
ellos, y que se podría mant ener gracias a la aport ación de aguas dricos, 35. Roma, FAO.
regeneradas, es un int angible de un gran valor para las generacio-
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AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 93-102, JULIO-DICIEMBRE 2016, UNIVERSIDAD DE JAÉN, JAÉN, ESPAÑA ISSN 2340-8472 ISSNe 2340-7743 DOI 10.17561/at.v0i8.3299

water and landscape

AGUA y TERRITORIO
Reutilización de aguas y ocio: Campos de golf
Reuse of Wast ewat er in Golf Courses
Armando Ort uño-Padilla
Universidad de Alicant e. San Vicent e del Raspeig, Alicant e, España. arorpa@ua. es

Pat ricia Fernández-Aracil


Universidad de Alicant e. San Vicent e del Raspeig, Alicant e, España. pat ricia@ua. es

Resumen — El espect acular aument o de campos de golf en el levant e español durant e las últ imas décadas unido a la crecient e preocupación sobre la sost enibilidad
de los recursos hídricos ha suscit ado un int enso debat e sobre la relación ent re los campos de golf y complej os inmobiliarios asociados y sus necesidades
hídricas. Así, est e art ículo hará referencia a las t ipologías emergent es de complej os urbaníst icos ligados a campos de golf como punt o de part ida de
análisis. A cont inuación, se hará un repaso a las necesidades de riego de un campo de golf y las posibilidades de reut ilización, est imando el número de
viviendas necesarias en el complej o urbaníst ico para que el campo de golf se pueda regar ínt egrament e con los e fl uent es depurados de las viviendas
anexas al campo —2.000-3.000 viviendas—. El t ema fi nalizará con un repaso a la legislación sobre el riego de campos de golf.

Abstract — The dramat ic numerical increase of golf courses in t he last decades in east ern Spain, along wit h t he growing concern about t he sust ainabilit y of wat er
resources, has sparked an int ense debat e about t he relat ionship bet ween golf courses and real est at e development over t he demand f or wat er. Thus,
t his art icle will f ocus on t he emerging t ypes of housing complexes linked t o golf as a st art ing point f or analysis. Next , we will consider t he applicat ion
of reused wat er f or irrigat ing golf courses by est imat ing t he number of homes in t he real est at e development complex —approximat ely 2.000 t o 3.000—
required t o keep t he sport ing fi eld wat ered wit h t reat ed ef fl uent f rom t hose privat e residences. Finally, t he art icle provides an overview of legislat ion
relat ed t o reused wat er and t he irrigat ion of golf courses.

Palabras clave: golf, agua, riego, reut ilización, inmobiliario


Keywords: golf courses, irrigat ion, reused wat er, real est at e

Información Artículo: Recibido: 28 marzo 2016 Revisado: 21 sept iembre 2016 Acept ado: 5 noviembre 2016

© Universidad de Jaén / Seminario Permanent e Agua, Territ orio y Medio Ambient e (CSIC)

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Armando Ort uño-Padilla; Pat ricia Fernández-Aracil

INTRODUCCIÓN1 benefi cios por volumen de agua ut ilizado frent e a ot ras act ivida-
des que realizan un uso consunt ivo del agua, como el caso de la
En las últ imas décadas ha t enido lugar un increment o muy agricult ura.
considerable t ant o del número de j ugadores como de campos de
Así, en zonas t uríst icas, aun cuando present en un dé fi cit hí-
golf a nivel mundial. Así, en el conj unt o de Europa se ha pasado
drico elevado j ust i fi can est as inst alaciones por la riqueza y em-
de menos de t res mil campos de golf en 1985 a más de siet e mil
pleo que generan en el ent orno del campo de golf.
en 20142, increment ando el número de j ugadores en ese mismo
periodo en más del t riple. Por el cont rario, los movimient os ecologist as los rechazan
por su caráct er especulat ivo, impact o paisaj íst ico y como depre-
De igual forma, en Est ados Unidos, en 2014 se superaban los
dador de recursos nat urales en general; la super fi cie ocupada por
diecisiet e mil campos de golf con más de veint icinco millones de
un campo de golf de 18 hoyos es de unas cincuent a ha6.
j ugadores, lo que implica que en t orno al doce por cient o de su
población j uega al golf 3. Precisament e, sobre el consumo de recursos hídricos recae
gran part e de la cont roversia ant eriorment e cit ada, con fi riendo
En el caso español, ha sido espect acular la proliferación de
sent ido a est e t ema. En ese consumo de agua no solament e habría
campos de golf y operaciones asociadas de modo que, frent e a los
que t ener en cuent a el propio del campo de golf sino que habría
31 que exist ían en 2006 en la Comunidad Valenciana y la Región
que considerar t ambién al cada vez más frecuent e complej o in-
de Murcia, se proyect aban, est aban en t ramit ación o en const ruc-
mobiliario asociado y act ividades inducidas (comerciales, socia-
ción 180 campos de golf más, práct icament e t odos ellos ligados a
les, de ocio y rest auración, et c.), puest o que ambos forman part e
complej os con una ofert a t ot al de casi 800.000 viviendas4. Tam-
de la misma operación urbaníst ica.
bién en ot ras zonas del Medit erráneo como la Cost a del Sol se
ha det ect ado est e fenómeno con más de set ent a campos de golf Asimismo, el agua de riego del campo de golf puede proce-
durant e los últ imos años5. der de efl uent es depurados, los cuales podrían haberse generado
en el propio complej o inmobiliario anexo al campo de golf.
Desde sus orígenes, y pese a la variedad de t ipologías y de
diversidad de gest ión, la práct ica del golf ha est ado ligada al Baj o est as premisas, en primer lugar se hará referencia a las
deport e elit ist a y al ocio y vacaciones de personas de alt o poder t ipologías emergent es de complej os urbaníst icos ligados a cam-
adquisit ivo. Sin embargo, desde la últ ima década del siglo XX los pos de golf como punt o de part ida de análisis. A cont inuación, se
campos de golf han proliferado en t odo el mundo haciendo que hará un repaso a las necesidades de riego de un campo de golf,
fueran accesibles a un mayor público, separándose de su pasado variables infl uyent es y su gest ión. El siguient e epígrafe t rat ará la
más exclusivo. reut ilización en el consumo de campos de golf: ámbit o de aplica-
ción y perspect ivas, obligat oriedad frent e a prioridad, et c.
Paralelament e, la implant ación de un campo de golf est á
habit ualment e rodeada de polémica debido a su impact o eco- Relacionado con est e últ imo t ema, y a part ir de los dat os de
nómico, social y ambient al, por lo que no es ext raño encont rar consumo de un campo de golf, se est imará el número de vivien-
post uras cont rapuest as sobre su conveniencia ent re los dist int os das necesarias en el complej o urbaníst ico para que el campo de
agent es socioeconómicos present es en el t errit orio donde se pre- golf se pueda regar ínt egrament e con los efl uent es depurados de
t enden desarrollar est as inst alaciones deport ivas que, en muchos las viviendas anexas al campo, es decir, que el riego del campo
casos, vienen acompañadas de complej os inmobiliarios. de golf sea aut osufi cient e. El t ema fi nalizará con un repaso a la
legislación sobre el riego de campos de golf: procedencia de las
Los defensores del golf j ust i fi can el alt o número de est os
aguas, obligat oriedad de reut ilización, et c.
equipamient os deport ivos argument ando su mayor margen de

1 El cont enido de est e art ículo es frut o de la fi nanciación de t res proyec- LAS TIPOLOGÍAS EMERGENTES DE CAMPOS DE GOLF
t os de invest igación. El primero fue llevado a cabo desde el Depart ament o de
Geografía Humana de la Universidad de Alicant e gracias a un convenio con el Durant e las últ imas décadas el número de campos de golf
Minist erio de Medio Ambient e en 2006. Est e t rabaj o, t it ulado “ Impact o t errit orial
de los campos de golf y operaciones asociadas en el levant e español” fue dirigido
ligados a complej os inmobiliarios ha crecido de forma inint errum-
por José Ramón Navarro-Vera y Armando Ort uño-Padilla. El segundo fue part e pida. Ent ender las causas que dinamizan est e fenómeno result a
del proyect o t it ulado “ Procesos recient es de urbanización y gest ión sost enible crucial de cara a la plani fi cación hidrológica y la est imación de las
del agua: una exploración sobre las relaciones en la cost a medit erránea de la demandas hídricas fut uras.
Península Ibérica (1990-2008)” , fi nanciado por el CYCIT en 2009 (CSO2009-12772-
03-03) y dirigido por María Hernández, miembro del Inst it ut o de Geografía de la Los complej os residenciales asociados a campos de golf na-
Universidad de Alicant e. El t ercero, t it ulado “ Urbanización y met abolismo hídrico cieron en los años cincuent a en los Est ados Unidos y han crecido
en la cost a de Alicant e: análisis de t endencias en el periodo 2000-2010” (CSO2012- en popularidad década t ras década. Durant e los ochent a, casi el
36997-C02-02), fi nanciado por el Minist erio de Economía y Compet it ividad en el
marco de los Programas de Invest igación no orient ados. Además, Pat ricia Fernán- t reint a y cinco por cient o de los nuevos campos incluían com-
dez-Aracil es benefi ciaria de las ayudas para cont rat os dest inados a la formación plej os inmobiliarios, cifra que ascendía al 46% a comienzos del
predoct oral, enmarcadas en el Programa Propio del Vicerrect orado de Invest iga- siglo XXI7.
ción, Desarrollo e Innovación para el foment o de la I+D+i en la Universidad de
Alicant e. En el caso español, ha sido espect acular la proliferación de
2 EGA, 2014. campos de golf y operaciones asociadas de modo que, frent e a los
3 NGF, 2014.
4 Navarro y Ort uño, 2010. Ort uño, Hernández y Civera, 2015. 6 RFEG, 2003.
5 Grindlay et al. 2011. 7 Mulvihill et al. 2001.

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Reut ilización de aguas y ocio: Campos de golf

31 que exist ían en 2006 en la Comunidad Valenciana y la Región para los desarrollos residenciales en España queda pat ent e por
de Murcia, se proyect aban, est aban en t ramit ación o en cons- el hecho de que el 90% de los campos de golf desarrollados son
t rucción 180 campos de golf, práct icament e t odos ellos ligados a promovidos por las inmobiliarias, not ando que es la propia Real
complej os con una ofert a t ot al de casi ochocient as mil viviendas8. Federación Española de Golf la que dest aca la oport unidad em-
También en ot ras zonas del Medit erráneo como la Cost a del Sol se presarial de est e binomio: “ El golf, mot or del desarrollo urbanís-
ha det ect ado est e fenómeno con más de set ent a campos de golf t ico residencial” o “ El golf vinculado a la vivienda aport a un valor
durant e los últ imos años9. añadido excepcional, refuerza el crecimient o de la rent abilidad e
Est e fenómeno se vio espoleado desde los años sesent a impulsa la vent a dent ro de un segment o de client es especialmen-
cuando la eclosión del t urismo de masas se liga direct ament e al t e int eresant e para el sect or” 16.
desarrollo de infraest ruct uras, facilit ando el asent amient o resi-
dencial. Así, la popularización de los vuelos de baj o cost e desde
fi nales de los novent a permit e el desplazamient o de millones de LAS NECESIDADES DE RIEGO DE UN CAMPO DE GOLF Y SU GESTIÓN

t urist as y la repet ición de la visit a varias veces al año, fact or


clave en la elección de regiones t uríst icas emblemát icas como la El consumo de agua de un campo de golf varía sust ancial-
provincia de Alicant e, la Cost a del Sol o el Algarve (sur de Port u- ment e en función de variables climat ológicas, t opográfi cas, eda-
gal) y, en general, para t omar la decisión de comprar una vivienda fológicas, drenaj e, exposición al vient o y al sol, t ipo de especies
en est os dest inos10. cespit osas empleadas, el t amaño o el diseño del campo de golf 17.
Por ej emplo, un campo de golf puede t ener un consumo anual
Así, la disponibilidad de vuelos direct os hacia dest inos de
golf es uno de los fact ores clave en la elección de un dest ino de 80.000 m 3-100.000 m 3 en el nort e de Francia y de 150.000 m 3-
golfíst ico para los t urist as del golf 11, como ocurre en el caso de 200.000 m 3 en el sur. Valores mucho más alt os pueden encont rar-
las Islas Baleares, donde la presencia de vuelos de baj o cost e era se en climas secos y cálidos18. En un est udio que abarcaba el 15%
muy import ant e para los t urist as de golf que poseían una vivienda del t ot al de los 17.000 campos est adounidenses, las necesidades
o bien se aloj aban en casas de familiares o amigos12. medias de riego en campos de 18 hoyos oscilaban ent re 52.000 m 3
También en el caso part icular de la Comunidad Valenciana en el noroest e a los 566.000 m 3 en est ados del suroest e19.
y la Región de Murcia, para los j ugadores que se encont raban A diferencia de las zonas con climas cálidos, la escasa preocu-
de vacaciones (menos de t res meses de est ancia en la zona), la pación por el recurso hídrico en zonas de elevada pluviomet ría,
accesibilidad era import ant e para casi un set ent a por cient o de se const at ó, por ej emplo, en sendos campos de golf merced a las
ellos, obt eniéndose porcent aj es similares para los resident es en ent revist as llevadas a cabo a sus gerent es: en el campo inglés,
el complej o residencial 13. sit uado en la localidad de Reading ( Reading Golf Club ), t an solo
Desde un punt o de vist a empresarial, la est rat egia se j us- se regaba en verano, lo que implicaba un consumo medio anual
t i fi ca en base a result ados obt enidos en diversos t rabaj os, por inferior a 500 m 3/ ha procedent es de aguas subt erráneas y con
ej emplo, se ha est imado que el aument o de precios es del 0,006% un cost e anual escasament e de 400 libras/ año (unos quinient os
por cada 1% de disminución de la dist ancia al campo de golf 14. euros/ año). En Holanda, en un campo sit uado en la ciudad de
Además, el desarrollo inmobiliario suele ser en baj a den- Delft ( Golf baan Del fl and ), el gerent e desconocía complet ament e
sidad (adosados, bungalows, chalet s…) en lugar de edi fi cios, si- el consumo de agua del campo de golf dada la abundancia del
guiendo las preferencias de la mayoría de los compradores, lo recurso20.
cual es una const ant e en dist int as zonas del mundo15. La t ipología En cuant o a la gest ión del agua en los campos de golf, ob-
edi fi cat oria elegida no es baladí en t érminos de consumo de agua viament e más relevant e cuant o mayor es la escasez del recurso
de las viviendas como se verá más adelant e.
como se ha coment ado, merece la pena dest acar el uso de lagos,
En el caso concret o de la fachada cost era medit erránea, ha que puede proporcionar un almacenamient o de agua que funcio-
sido la práct ica sat uración de la primera línea cost era la que ha ne como depósit o de regulación: disponer de agua almacenada
provocado que los promot ores hayan recurrido al desarrollo de en los lagos permit e cubrir los picos de demanda, incluso si los
est os complej os para mant ener los benefi cios obt enidos en loca-
recursos principales est uvieran fuera de uso de manera t emporal.
lizaciones cost eras. Así, las vist as de un campo de golf sust it uyen
La exist encia de los lagos supone una mayor facilidad y seguridad
a la del mar como fact or de increment o del precio de las vivien-
al sist ema de riego y permit e una mej ora del medio ambient e,
das en las operaciones golf-vivienda en emplazamient os alej ados
ya que no es necesario recurrir al bombeo de pozos ni a ot ros
de la cost a. El enorme reclamo que suponen los campos de golf
recursos super fi ciales. La const rucción de lagos t ambién supone
8 Navarro y Ort uño, 2010. una mej ora del ecosist ema y del hábit at , posibilit ando la implan-
9 Grindlay et al. 2011.
10 King y Warnes, 2000. Huet e, 2009. 16 Aymerich Golf Management , 2006.
11 KPMG, 2012. 17 Pira, 1997. Barret , 2003. Wit t eveen y Bavier, 1998. Graves y Cornish,
12 Garau y Borj a, 2008. 1998.
13 Navarro y Ort uño, 2010. 18 Gossling et al. 2012.
14 Anderson y West , 2006. 19 Throssell et al. 2009.
15 Graves y Cornish, 1998. 20 Ort uño y Civera, 2013.

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t ación de herbáceos y arbust os j unt o al perímet ro del lago, lo que fi lt rado por el césped, la reducción de los fert ilizant es a usar en
favorece la regeneración de la fl ora caract eríst ica21. el riego, la mej ora en el balance hidrológico y, sobre t odo, la po-
No menos import ant e en la gest ión de los recursos hídricos sibilidad de suprimir defi nit ivament e el riego con agua pot able de
es la presencia de est aciones met eorológicas, aunque t odavía los campos de golf pudiendo reservar est e recurso limit ado para
muchos campos no disponen de est a t ecnología. Las est aciones ot ros usos más básicos25.
met eorológicas cuent an con medidores de humedad y sist emas de Con t odo, cabe señalar que no en t odas las regiones con pro-
int errupción de riego que permit en ident i fi car zonas con necesi- blemas de recursos hídricos es obligat orio el uso de reut ilización
dades de agua similares y priorit arias de riego, discriminando las de aguas para el riego del campo de golf como se verá más ade-
áreas de roughs (zonas de hierba alt a) y las calles. lant e.
En cuant o a la t ecnología empleada en el riego, más allá de
lo avanzada que pueda ser en cada caso part icular, cabe mencio- LA AUTOSUFICIENCIA EN EL RIEGO DE LOS CAMPOS DE GOLF
nar que el riego por aspersión permit e alcanzar una efi ciencia de
aplicación que puede llegar a alcanzar el 85%, e incluso el 90% Se ent iende que un campo de golf es aut osu fi cient e en su
cuando viene acompañada de las cit adas est aciones met eorológi- riego cuando se riega ínt egrament e con aguas depuradas proce-
cas, sondas de humedad, et c., cifra que est á muy por encima de dent es del complej o residencial asociado.
la efi ciencia alcanzada por ot ros sist emas como el riego por sur- En est e marco, para est imar el número de viviendas necesa-
cos o por inundación que, como máximo, pueden alcanzar el 80%, rias a t al fi n es preciso conocer:
siendo los valores más habit uales del orden del 60%, e incluso del
30-40% en caso de inundación permanent e22. 1. La t ipología de vivienda edi fi cat oria del complej o del campo de
golf.
2. El volumen de agua t rat ado respect o del consumido en la vi-
LA REUTILIZACIÓN EN EL RIEGO DE CAMPOS DE GOLF
vienda.

Fue a mediados de los años sesent a cuando se plant eó en Respect o del primer punt o, la t ipología más habit ual en est os
Est ados Unidos por primera vez la posibilidad de reut ilizar las complej os es la vivienda adosada, con pequeño j ardín y/ o pis-
aguas depuradas para el riego de campos de golf en los Est ados cina, si bien en algunos campos aparecen bloques comunit arios
donde las rest ricciones al consumo de agua eran mayores como de escasas alt uras que, en algunos casos, t ambién cuent an con
en Arizona o California23. En la act ualidad, en Est ados Unidos, el piscina y j ardín compart idos. De est e modo, las densidades brut as
12% de campos de golf reut iliza agua para el riego, not ando que residenciales oscilan ent re las 10 y 30 viviendas/ ha.
est os valores superan el 35% en est as zonas en las que las necesi-
El consumo de agua medio de est as t ipologías edi fi cat orias
dades hídricas son mayores24.
para el caso concret o del surest e español se cifra en 1.257 l, con
La reut ilización de aguas residuales para el riego de un cam- un máximo de 1.585 l en verano y de 1.055 l en invierno para una
po de golf const it uye una fórmula respet uosa con el medio am- vivienda aislada con piscina y j ardín. Igualment e, el consumo de
bient e y acorde a la sit uación de escasez de agua exist ent e en agua de una vivienda en una comunidad de propiet arios es de
muchas part es del planet a. Se t rat a de ut ilizar para el riego un 446 l, alcanzando como valores máximo y mínimo 487 l y 410 l
efl uent e con baj os niveles de nut rient es, sales, met ales pesados respect ivament e26.
y con un cont rol sanit ario de los niveles bact erianos pero que, sin En cuant o a la segunda pregunt a, el efl uent e de una vivienda
embargo, no es pot able. Por lo t ant o, desde el punt o de vist a del se encuent ra ent re un 75% y un 85% del consumo de la vivienda,
balance hidrológico, supone una buena opción para el riego de los pudiendo llegar al 90%27. En el caso de est e espacio del lit oral
campos de golf que, además, evit a diluir el efl uent e t rat ado en medit erráneo, para est imar el porcent aj e a aplicar hay que t ener
un medio mayor sin haberse reut ilizado. en cuent a la presencia mayorit aria de viviendas con j ardines y
Una vez usada para el riego, el agua se pone en cont act o con piscinas y las pérdidas ocasionadas por el riego del j ardín y la
el t erreno, donde por acción biológica del suelo pueden eliminar- evaporación en las piscinas.
se t ambién ot ra serie de agent es cont aminant es. En algunos cam- Para el caso de las piscinas, en el Área Met ropolit ana de
pos donde se riega con est e sist ema, se usa calcio para eliminar el Barcelona y baj o unas dimensiones medias de unos 30 m 2 como
exceso de bicarbonat os y de sales. No exist e ningún est udio que ocurre en est e ámbit o, el consumo supone un 18% del consumo
indique alguna diferencia ent re el est ado del césped regado por t ot al del hogar 28, not ando que su vaciado se realizaba con una
est e t ipo de agua y el regado con agua de ot ros orígenes, por lo periodicidad media de t res años, pat rón conduct ual semej ant e
que se t rat a de un mét odo recomendable. al de est a zona del surest e español. Por ot ro lado, las pérdidas
Los benefi cios direct os del uso del agua reut ilizada son la por evaporación, fi lt raciones, et c. suponen únicament e el 25%del
reducción de nut rient es y de agent es cont aminant es a t ravés del t ot al del consumo de agua dest inado al llenado de la piscina (algo

21 McCart hy, 2006. 25 Ort uño y Civera, 2013.


22 Fuent es, 1998. 26 Rico et al. 2009.
23 Gill y Rainville, 1997. 27 Hernández et al. 2004. Asano et al. 2006.
24 Throssell et al. 2009. 28 Vidal et al. 2011.

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Reut ilización de aguas y ocio: Campos de golf

más del cuat ro por cient o del consumo domést ico t ot al), mient ras y aj ardinadas de la urbanización y el campo de golf, que se riega
que el agua del vaciado se canaliza por la red de saneamient o. Es ínt egrament e con est e agua depurada.
decir que, en conj unt o, se perdería del orden del 5% del agua de El agua procedent e de la red de saneamient o de t odas las
consumo domést ico por est e concept o. viviendas t iene como dest ino la est ación depuradora, la cual de-
En cuant o a los j ardines, aunque no se recupera agua para pura el agua (t rat amient o t erciario) y la viert e a un embalse regu-
su depuración porque se infi lt ra en el subsuelo, su super fi cie es lador sit uado j unt o a las inst alaciones de la depuradora.
pequeña en los campos analizados y las especies exist ent es son Est e embalse t iene una capacidad de 100.000 m 3 y, en fun-
medit erráneas, con necesidades de riego net ament e inferiores a ción de las necesidades de riego de la urbanización y del campo,
los j ardines at lánt icos t ípicos en el Área Met ropolit ana de Bar- se va ut ilizando su agua almacenada. El campo de golf, ya dent ro
celona. De est e modo, en verano, para una super fi cie media de de sus inst alaciones, posee ot ro embalse de 45.000 m 3 para con-
30 m 2, el consumo sería de unos 120 l/ día29, es decir, en t orno al sumo de riego propio. Además, en los últ imos nueve hoyos inaugu-
ocho por cient o del consumo t ot al domést ico que efect ivament e rados hay dos lagos decorat ivos, que suman un volumen de 35.000
no se podría recuperar. m 3 y que, en un moment o dado, t ambién se pueden ut ilizar para
Globalment e, el porcent aj e de agua no recogido por la red riego del campo, por lo que el campo posee unas reservas que, al
de saneamient o por el llenado de piscinas y riego de j ardines se 100%, pueden ascender a los 180.000 m 3, de los cuales 80.000 m 3
encuent ra en t orno al t rece por cient o del consumo t ot al. En t odo son exclusivament e para riego del mismo campo, y 100.000 para
caso, hay que t ener en cuent a que el riego del j ardín y evapora- riego compart ido de la urbanización y del campo.
ción del agua es mucho más import ant e en verano que en invierno El caudal promedio obt enido de la depuradora es de 700-800
por lo que el coefi cient e aument aría en invierno. Además, como m 3/ día (22.500 m 3/ mes y próximo a 300.000 m 3/ año), llegando a
se ha señalado previament e, la t ipología edi fi cat oria no es ho- casi duplicarse en los dos meses de verano -del 15 de j unio al 15
mogénea en ninguna de las operaciones analizadas de modo que de agost o- hast a 1.200-1.300 m 3/ día (37.500 m 3/ mes).
conviven viviendas con y sin piscina, j ardín, bloques de apart a- El cont rast e ent re el volumen de riego y el depurado a lo
ment os, et c. que implicarían un coefi cient e superior. largo del año muest ra la aut osufi ciencia del campo de golf ya
Por t ant o, de acuerdo con t odas consideraciones y puest o que, a excepción de los meses de verano, donde el consumo de
que los cálculos que se van a realizar son aproximados, se consi- riego es 13.500 m 3/ mes superior al caudal depurado, en el rest o
derará un coefi cient e para t odas las operaciones de golf-residen- del año el caudal depurado es superior al consumo de riego en
cial del 80%. 2.490 m 3/ mes.
Recordando que el consumo de una vivienda aislada con j ar- Así, el riego que no puede suminist rar la depuradora en los
dín y piscina es superior a los 1.250 l / día, aplicando el porcen- meses de verano, 13.500 m 3/ mes, podría ser aport ado por el em-
t aj e del 80%, result a como valor fi nal que el efl uent e generado balse sit uado en el mismo campo de golf de capacidad de 45.000
por una vivienda ocupada en el complej o asciende de media a m 3. Si t odavía fuese insufi cient e, se podría ut ilizar el embalse
1m 3 aproximadament e, aunque en algunos campos se supondrá regulador de la depuradora, de unos cien mil m 3. Por lo t ant o,
inferior dado que la t ipología es mixt a. aunque el volumen depurado supere al volumen requerido para
el riego en la mayoría de los meses, es necesaria una regulación
A part ir de est as est imaciones, seguidament e se analizan
hidrológica durant e los meses est ivales.
varios campos de golf sit uados en el surest e español donde se
aproximan el número de viviendas necesarias para la aut osu fi - A part ir de est e result ado, la pregunt a sería ahora cuánt as
ciencia del riego del campo de golf. viviendas se precisan para alcanzar ese caudal depurado.
Teniendo en cuent a que por cada vivienda (la densidad en
est e complej o es de 10,32 viviendas/ ha) con una ocupación de
ANÁLISIS DE AUTOSUFICIENCIA EN EL CAMPO DE GOLF 1 t res habit ant es se obt iene un efl uent e del orden de 1 m 3/ día, con
unas 1.000 viviendas ocupadas permanent ement e en el complej o
Est e campo de 18 hoyos se inauguró en 2006 y es part e de un
se obt endrían unos 30.000 m 3/ mes, es decir, se alcanzarían unos
complej o residencial el cual, en abril de 2007, disponía de 4.000
350.000 m 3/ año, cifra que garant izaría clarament e la aut osu fi -
viviendas con piscina y j ardín. Su consumo anual es de 285.000 m 3
ciencia de est e campo, y se aproximaría al consumo de la mayoría
o bien 4.500 m 3/ ha.
de campos de golf de est e ent orno.
El plan parcial que incluye las viviendas y el campo de golf
Insist iendo en est as cifras, dado que el desarrollo urbaníst ico
dispone de una red de saneamient o mixt a, con una red de aguas
ligado al campo se compone de 4.000 viviendas, se est ima que
residuales y ot ra para el agua de lluvia. La red de saneamient o
la ocupación de las viviendas es del orden del veint e por cient o
viert e a la est ación depuradora de aguas residuales del propio
fuera de los meses est ivales (700-800 m 3 depurados que equivalen
plan parcial, que est á sit uada en la zona más baj a de la urbaniza-
a unas 700-800 viviendas ocupadas sobre un t ot al de 4.000) y del
ción. El agua residual, una vez depurada, es acumulada para pos-
orden de un t reint a y cinco por cient o en verano, es decir, una
t eriorment e ut ilizarse para el riego de la zona, las zonas verdes
ocupación media anual en t orno al veint icinco por cient o.
Sin embargo, dada la recient e const rucción de est e campo
29 Parés et al. 2013. Gómez y Saurí, 2003. de golf y su complej o residencial asociado, cabría plant earse si

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Armando Ort uño-Padilla; Pat ricia Fernández-Aracil

con el paso de los años podría ascender la ocupación anual y, na part e del agua requerida para el riego del campo, cifra muy
en consecuencia, el número de viviendas const ruidas podría ser baj a para asegurar la aut osufi ciencia del campo, respaldando de
menor para garant izar esa aut osufi ciencia. est a forma los result ados obt enidos en los campos est udiados pre-
viament e.

ANÁLISIS DE AUTOSUFICIENCIA EN EL CAMPO DE GOLF 2 De hecho, suponiendo una ocupación del número de vivien-
das similar a la del caso ant erior, del 60% equivalent e a 130 vi-
Se t rat a de un campo de golf inaugurado en 1999, con 18 viendas, y t eniendo en cuent a el volumen medio de e fl uent es por
hoyos, de modo que en el moment o de realizar la invest igación vivienda de 650 l diarios, se obt iene que 130 viviendas generan
se encont raban ej ecut adas 364 viviendas con t ipología mixt a: vi- aproximadament e una novena part e de las necesidades de riego
viendas con j ardín y piscina y comunit arias con j ardín y piscina del campo (260.000 m 3/ 365 * 130 viviendas *0,65 m 3).
compart idos. Por ello, se puede suponer un consumo medio de Por t ant o, nuevament e, se precisarían unas mil doscient as
unos 800 l/ vivienda de manera que el e fl uent e medio diario por viviendas ocupadas permanent ement e para garant izar la aut osu-
vivienda se reduciría a unos 0,65 m 3. fi ciencia del riego del campo de golf que, baj o esa ocupación del
El campo est á regado en su t ot alidad con agua depurada pro- 60%, ascenderían a unas dos mil viviendas const ruidas.
cedent e de una depuradora sit a a unos dieciséis km del campo. Merece la pena resalt ar que a part ir del año 2008 dej ó de
La red de riego est á diseñada con t odos los element os para depurarse el efl uent e del complej o residencial del campo de golf
conseguir la máxima efi ciencia de la misma, es decir, el campo de en las inst alaciones propias del campo ya que desde la gest ión
golf est á dot ado de una red con aspersores independizados y con- del campo se prefi rió t ener un solo suminist ro de agua depurada,
t rolados por los sist emas de monit orización de las necesidades de ahorrando así el proceso de depurar el volumen de las viviendas
los cult ivos, con las correspondient es est aciones met eorológicas, que era escaso e irregular, obt eniéndose, de est a forma, el t ot al
sondas de humedad y el ordenador de riego. del volumen de riego de una est ación depuradora ext erna a las
Los dat os correspondient es al año 2005 most raron un consu- inst alaciones del campo.
mo de 7.600 m 3/ ha/ año (358.827 m 3/ año), de manera que con los
efl uent es procedent es de las viviendas del complej o (44.891 m 3)
VALORACIÓN DE LOS RESULTADOS RESPECTO
no se llegaría al 13% de las necesidades de riego del campo de
DE LA AUTOSUFICIENCIA DE RIEGO
golf (44.891 m 3 / 358.827 m 3).
Aplicando los est ándares previos de volumen de efl uent es De acuerdo con el análisis efect uado, se est ima que en t orno
por vivienda, el volumen depurado en la depuradora del propio a unas mil-mil quinient as viviendas permanent ement e ocupadas
Plan al que el campo pert enece, se correspondería con una media son necesarias para garant izar la aut osufi ciencia de un campo
de 217 viviendas ocupadas durant e t odo el año sobre un t ot al de de golf. Sin embargo, el hecho de que t odos los complej os resi-
364 viviendas const ruidas (60%). denciales evaluados en est e ent orno alcancen una media anual
Teniendo present e que, en est e caso, las necesidades de rie- ent re el 30% y el 60% implica que, para lograr esa aut osu fi ciencia
go del campo son mayores que las del campo de golf 1 ant erior en el riego, sean necesarias del orden de 2.000-3.000 viviendas
y que el efl uent e por vivienda es menor, se obt iene que serían const ruidas.
necesarias del orden de 1.500 viviendas ocupadas permanent e- En cualquier caso, est os result ados dependen de las necesi-
ment e (358.000 m 3 / 365 * 0,65 m 3) de modo que, mant eniendo dades propias del riego del campo y de las t ipologías de viviendas.
la ocupación act ual del 60% equivaldría a unas dos mil quinient as Así, lógicament e cuant o mayor sea la efi ciencia del riego y me-
viviendas const ruidas. nor el consumo, precisará un número menor de viviendas ocupa-
das. Análogament e, si el complej o est á compuest o por viviendas
aisladas con j ardín y piscina, el número de viviendas necesarias
ANÁLISIS DE AUTOSUFICIENCIA EN EL CAMPO DE GOLF 3
ocupadas permanent ement e sería menor, unas mil, frent e a una
Est e campo de golf fue inaugurado en 1998 y est á rodeado t ipología edi fi cat oria mixt a donde sean relevant es las viviendas
por casi doscient as veint e viviendas con una t ipología diversa: sin j ardín o piscina o comunit arias, en que precisaría unas mil
unifamiliares con piscina y j ardín, adosados y bloques con piscina quinient as. Por ot ra part e, las caract eríst icas de est os complej os
comunit aria. Por ello, se puede suponer un consumo medio diario hacen que su est acionalidad sea elevada de modo que la ocupa-
por vivienda similar al est imado en el caso ant erior, es decir, de ción media anual oscila ent re el 25-30%durant e los primeros años
800 l, lo que equivale a la generación de unos 650 l de e fl uent es hast a el 50-60% una vez consolidada la promoción inmobiliaria,
que podrían ser depurados en las propias inst alaciones del campo con lo que el número de viviendas const ruidas para garant izar la
de golf hast a complet ar el volumen necesario para el riego del aut osufi ciencia del riego del campo de golf en el largo plazo se
campo. encont raría ent re 2.000 y 3.000 viviendas.
Sin embargo, el caudal aport ado por las viviendas est aba También es muy elocuent e el hecho de que un campo con
muy lej os de cubrir las necesidades de riego del campo de golf, menos de 220 viviendas haya decidido suprimir el uso de e fl uen-
260.000 m 3 / año, t al cual relat aba el greenkeeper (responsable t es depurados procedent es de las viviendas import ándolos desde
de j ardinería del campo): las viviendas solo aport aban una nove- una depuradora ext erna para evit ar el cost e de la depuración

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Reut ilización de aguas y ocio: Campos de golf

ant e caudales escasos e irregulares. Es decir, que la opción del mo/ recarga. La Guía recomienda que exist a más de una fuent e
riego con efl uent es procedent es del complej o parece quedar su- de abast ecimient o, siendo una de ellas las aguas residuales con
pedit ada a los casos en que la promoción inmobiliaria sea de un un t rat amient o previo adecuado. Específi cament e, el Plan Terri-
t amaño not able. t orial Especial de Desarrollo Turíst ico de La Gomera, aprobado en
Pese a t odo, y aun cuando se alcanzase un volumen de agua el decret o 56/ 2003, de 30 de abril, indica que el agua de riego
reut ilizada sufi cient e, las punt as de riego veraniegas podrían ha- del campo de golf procederá necesariament e de la depuración
cer insufi cient e el agua reut ilizada procedent e de las viviendas, de aguas residuales, de aguas desaladas de mar o de cualquier
lo que hace necesaria la presencia en los campos de golf de em- ot ro proceso análogo, debiendo est ar aut orizado por el Consej o
balses de regulación, que permit en almacenar los excedent es de- Insular de Aguas de La Gomera32. Post eriorment e en el Cabildo
purados en invierno y reut ilizarlos en verano para compensar las de Lanzarot e, la Ordenanza Municipal Marco para la gest ión y el
punt as de demanda de riego. uso efi cient e del agua en los municipios33 dedica un art ículo a los
campos de golf donde indica que será obligat orio realizar el riego
de las zonas verdes del campo de golf con agua regenerada.
LA REUTILIZACIÓN EN EL RIEGO DE CAMPOS DE GOLF
En Cat aluña (68 campos de golf), para obt ener una concesión
Y NORMATIVA VIGENTE
de agua para el riego de los campos de golf, se ha de garant izar
la procedencia de la misma como agua residual t rat ada en es-
Fue a mediados de los años sesent a cuando se plant eó en Es-
t aciones depuradoras si se superan ciert os umbrales de excep-
t ados Unidos por primera vez la posibilidad de reut ilizar las aguas
cionalidad (nivel I, nivel II o emergencia) en función del agua
depuradas para el riego de campos de golf en los Est ados donde
embalsada en la comunidad, basándose en el decret o 187/ 2005,
las rest ricciones al consumo de agua eran mayores como en Ari-
de 6 de sept iembre.
zona o California30. En la act ualidad, en Est ados Unidos, el 12% de
campos de golf reut iliza agua para el riego, superando el 35% en En la Comunidad de Madrid (62 campos de golf), el uso del
las zonas en las que las necesidades hídricas son mayores31. agua reut ilizada se ha impuest o para el riego de los campos de
golf. Su caso ha sido menos permisivo que ot ras comunidades au-
En el caso español, el real decret o 1620/ 2007, de 7 de di-
t ónomas, pues el Gobierno regional a t ravés del Canal de Isabel II
ciembre, por el que se est ablece el régimen j urídico de la reu-
y la Confederación Hidrográfi ca del Taj o dio un ult imát um de dos
t ilización de aguas depuradas, marca los requisit os mínimos del
años en 2006 para que los campos de golf usaran agua depurada
agua depurada para su ut ilización en el riego de campos de golf.
para el riego. El proceso de adapt ación se realizó de t al manera
Con t odo, cabe señalar que no en t odas las regiones espa- que en los campos de golf exist ent es, el Canal de Isabel II ej ecu-
ñolas con problemas de recursos hídricos es obligat orio el uso de t aba las infraest ruct uras necesarias desde la est ación depuradora
reut ilización de aguas para el riego del campo de golf. Seguida- más cercana hast a el límit e con el campo de golf y el campo
ment e, se expone la legislación vigent e en dist int as comunidades de golf debía sufragar el rest o de las infraest ruct uras desde ese
aut ónomas, allí donde exist e mayor t radición de campos de golf punt o. Act ualment e, el real decret o 1/ 2016, de 8 de enero ―por
combinada con problemas de recursos hídricos (las cifras sobre el que se aprueba la revisión de los Planes Hidrológicos de las
el número de campos de golf act uales han sido ext raídas a part ir demarcaciones hidrográfi cas del Cant ábrico Occident al, Guadal-
de la información facilit ada por la Real Federación Española de quivir, Ceut a, Melilla, Segura y Júcar, y de la part e española de
Golf). las demarcaciones hidrográfi cas del Cant ábrico Orient al, Miño-
En las Islas Baleares (21 campos de golf), la ley vinculada Sil, Duero, Taj o, Guadiana y Ebro― est ablece una dot ación brut a
con la gest ión del agua en los campos de golf es la ley 4/ 2008, para riegos de campos de golf, con caráct er general, de 7.500 m 3/
de 14 de mayo, de medidas urgent es para un desarrollo t errit o- ha/ año, como máximo, referida de forma exclusiva a super fi cie
rial sost enible en las Illes Balears. Prohíbe j unt o a los campos de regable propia del campo de j uego, con exclusión de super fi cies
golf usos residenciales o de aloj amient os t uríst icos, requiriendo con t rat amient os duros, rough ext remo o zonas complement arias
la document ación j ust i fi cat iva correspondient e a la sufi ciencia de lo que es est rict ament e el campo de j uego. Est a dot ación pue-
de agua adecuada para regar el campo de golf, que t iene que de alcanzar la cifra de los 9.000 m 3/ ha/ año en el caso de que se
proceder necesariament e de la reut ilización de aguas residuales riegue con aguas residuales regeneradas, previa present ación por
depuradas. Finalment e, se regula que en el procedimient o admi- part e del int eresado de un est udio que j ust i fi que las necesidades
nist rat ivo se exigirá siempre el est udio de evaluación de impact o hídricas específi cas del campo de golf y la efi ciencia alcanzada en
ambient al pert inent e. la inst alación de dist ribución y riego.
En las Islas Canarias (26 campos de golf) exist e desde 1995 la En Andalucía (126 campos de golf), la normat iva donde se
Guía Met odológica para la realización de est udios de impact o de relaciona la gest ión de los recursos hídricos reside en el decret o
campos de golf. En ella se plant ea la realización de un balance 43/ 2008, de 12 febrero, regulador de las condiciones de implan-
hídrico donde se incluyan las previsiones de consumo de agua de t ación y funcionamient o de campos de golf en Andalucía. Est e
cada año y el origen del mismo. El balance deberá acercarse lo decret o dedica part e de su art iculado a de fi nir las zonas idóneas
máximo posible a un sist ema aut osufi cient e en relación al consu- para implant ar un campo de golf desde el punt o de vist a hidro-

30 Gill y Rainville, 1997. 32 Espej o y Cánoves, 2011.


31 Throssell et al. 2009. 33 Mart ín, 2008.

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Armando Ort uño-Padilla; Pat ricia Fernández-Aracil

lógico. En cuant o al riego de los campos de golf, se impone que Unidos, de complej os residenciales debido a la mayor rent abili-
debe realizarse con agua regenerada, si bien en det erminados dad que se alcanza baj o est e modelo de promoción frent e a los
casos se podría regar con agua de origen dist int o. De est a forma, casos de campos de golf sin operación urbaníst ica asociada.
cuando no exist a un caudal depurado su fi cient e, el Organismo de En el caso español ha sido desde inicios de est e siglo cuando
Cuenca correspondient e podrá aut orizar ot ros recursos hídricos se ha desarrollado espect acularment e est e fenómeno. El fact or
de diferent e origen. det onant e del proceso se encuent ra nuevament e en la rent abi-
En est e sent ido, si se t rat a de un campo de golf de Int erés lidad de est as operaciones de golf-residencial apoyadas por la
Turíst ico, el Organismo de Cuenca puede conceder el uso de agua práct ica sat uración de los espacios lit orales. Es decir, el privi-
no regenerada para riego, siempre que se use exclusivament e legiado paisaj e con vist as al mar es sust it uido por las vist as al
para regar el green y el lavado de las calles a fi n de mant ener el campo de golf. Est e modelo se conviert e en fact ible gracias al
nivel de calidad del campo. Al igual que en ot ras comunidades, despegue de las compañías de vuelos de baj o cost e y a la escasa
el decret o 43/ 2008 descart a los caudales dest inados al consumo rent abilidad del suelo agrícola frent e a los campos de golf-resi-
humano para regar los campos de golf. dencial en la mayor part e del área est udiada. En esa localización
En la Región de Murcia (25 campos de golf), la ley 4/ 2009, de espacial se adviert e la import ancia de la accesibilidad por carre-
14 de mayo, est ablece que se somet erán a evaluación ambient al t era en la medida en que los emplazamient os est án muy próximos
aquellos proyect os que t engan por obj et o campos de golf. Por a la densa red de aut ovías. En cuant o a la t ipología de complej o
ot ra part e, en el ya cit ado real decret o 1/ 2016, de 8 de ene- residencial, muy import ant e para la gest ión de los recursos hídri-
ro, se est ablece una dot ación máxima net a de 8.000 m 3/ ha/ año, cos, en su inmensa mayoría se t rat a de baj as densidades, es decir,
con una efi ciencia de riego mínima de 0,95. Además, los recursos adosados, bungalows, chalet s, et c.
que permit an su desarrollo se encont rarán en consonancia con lo A cont inuación, se han evaluado las necesidades de riego de
acordado en su declaración de impact o ambient al y procederán los campos de golf en dist int as regiones del mundo, en lo cual
de la reut ilización de aguas depuradas o desalinización de agua infl uyen fact ores climat ológicos, t opográfi cos, edafológicos, dre-
de mar (except uando casos provisionales t ransit orios durant e su naj e, exposición al vient o y al sol, t ipo de especies cespit osas
implant ación). Se encuent ra prohibido, por ot ro lado, el uso de
empleadas, el t amaño o el diseño del campo de golf, et c. Por
volúmenes procedent es de los t rasvases Negrat ín-Almanzora y
ej emplo, un campo de golf puede t ener un consumo anual prác-
Taj o-Segura, con dest ino a riego t emporal o defi nit ivo de campos
t icament e nulo en regiones de alt a pluviomet ría y superar los
de golf y sus zonas verdes asociadas.
500.000 m 3 / año en regiones áridas del planet a.
Para fi nalizar con est e repaso nacional se hará referencia a
En cuant o a la gest ión del riego, en las zonas con menor dis-
la Comunidad Valenciana (56 campos de golf), cuya ley 5/ 2014,
ponibilidad del recurso hídrico se suele t ener est aciones met eo-
de 25 de j ulio, de Ordenación del Territ orio, Urbanismo y Paisaj e,
rológicas a la vez que se ut iliza el riego por aspersión, con el que
deroga lo dispuest o en la ley 9/ 2006, de 5 de diciembre, regula-
se pueden alcanzar valores del 85-90% en la e fi ciencia del riego.
dora de campos de golf en la Comunit at Valenciana, que priori-
zaba el uso del agua depurada, con los mínimos de calidad exigi- Relacionada con esa gest ión del agua en campos de golf, en
bles, sin que en ningún caso se pudieran usar caudales dest inados est as regiones es crecient e el uso de efl uent es depurados para el
al consumo humano o al agrícola que no fuesen liberados de dicho riego del campo (reut ilización de aguas), cuya mayor vent aj a es-
uso. Por lo t ant o, act ualment e, en aquellas áreas afect adas por t riba en la liberación de recursos convencionales para ot ros usos.
la Demarcación Hidrográfi ca del Segura, es de aplicación lo dis- Puest o que la mayoría de los campos de golf plani fi cados
puest o ant eriorment e para el caso de Murcia en el real decret o act ualment e en zonas t uríst icas vienen acompañados de un com-
1/ 2016. Por ot ro lado, para el caso de las zonas incluidas en la plej o inmobiliario, se ha t rat ado de evaluar la aut osu fi ciencia del
Demarcación Hidrográfi ca del Júcar, no se especi fi ca la dot ación riego, es decir, si el riego del campo de golf puede efect uarse
est ablecida para el uso en campos de golf o recreat ivo en el ya merced a los efl uent es depurados del campo de golf. Est e caso
expuest o real decret o 1/ 2016. se ha propuest o para la zona del levant e español. Así, a part ir
de un desarrollo urbaníst ico en baj a densidad residencial, la es-
t acionalidad propia en est e t ipo de complej os y las necesidades
CONCLUSIONES
medias de riego de un campo de golf en est e ent orno espacial,
A lo largo del present e art ículo se ha hecho un repaso a la los result ados indican la necesidad de unas mil-mil quinient as
t emát ica que envuelve la reut ilización de aguas en el riego de viviendas ocupadas de manera permanent e que, dada la cit ada
campos de golf. est acionalidad, se convert irían en unas dos mil-t res mil viviendas
En primer lugar, y para encuadrar la mat eria, se han est udia- ej ecut adas (en el últ imo epígrafe de est e t ema se resuelve un
do a grandes rasgos cuáles son las t ipologías emergent es de cam- ej ercicio aclarat orio de est os concept os).
pos de golf en la act ualidad puest o que ello in fl uirá en la gest ión En t odo caso, las medidas de ahorro o efi ciencia en el con-
del riego del campo de golf y, por t ant o, en las necesidades de sumo de recursos hídricos en los complej os de campos de golf-
reut ilización en el medio plazo. En est e marco, durant e las últ i- residencial no se ciñen exclusivament e a una mayor e fi ciencia
mas décadas, las operaciones de campos de golf vienen acompa- de riego del campo de golf o a lograr la aut osufi ciencia, sino que
ñadas, en países t an import ant es para est a práct ica como Est ados pueden afect ar al consumo de agua pot able en las propias vi-

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Reut ilización de aguas y ocio: Campos de golf

viendas. Est e sería el caso de los j ardines de las viviendas que, Bolet ín Ofi cial del Est ado, 2014 (23 de sept iembre): Ley 5/ 2014, de 25
en muchas ocasiones, se siguen regando con agua pot able. Así, de j ulio, de Ordenación del Territ orio, Urbanismo y Paisaj e, de la
exist en ej emplos de fórmulas para reducir est e consumo como, Comunit at Valenciana.
por ej emplo, el caso de El Dorado Hills, en California, donde, el Bolet ín Ofi cial del Est ado, 2016 (19 de enero): Real Decret o 1/ 2016, de 8
promot or, ant e la imposibilidad de desarrollar un complej o de de enero, por el que se aprueba la revisión de los Planes Hidrológi-
cos de las demarcaciones hidrográfi cas del Cant ábrico Occident al,
4.500 viviendas, dos campos de golf y ot ros servicios asociados,
Guadalquivir, Ceut a, Melilla, Segura y Júcar, y de la part e española
plant eó la posibilidad de reut ilizar las aguas depuradas t ant o en
de las demarcaciones hidrográfi cas del Cant ábrico Orient al, Miño-
los campos de golf, zonas verdes y parques, como en los j ardines Sil, Duero, Taj o, Guadiana y Ebro.
de las viviendas mediant e una red de dist ribución dual para cada
Consell Insular de Mallorca. Depart ament del Territ ori. Direcció Insular
casa. El éxit o fue t al que en 2005, El Dorado Irrigat ion Dist rict d’ Ordenació del Territ ori. 2011: Plan Territ orial Insular de Mallor-
(EID) obligó a que t odos los nuevos desarrollos reut ilizaran aguas ca.
depuradas allí donde fuera fact ible34. Consell Insular d’ Eivissa i Forment era. Depart ament de Turisme, Urba-
Finalment e, la act ual legislación de campos de golf ha avan- nisme i Ordenació del Territ ori. 2005: Plan Territ orial Insular de
zado en la obligat oriedad del uso de aguas depuradas para el Ibiza y Forment era.
riego de campos de golf, si bien no queda garant izada en t odos Diari Ofi cial de la Generalit at de Cat alunya, 2005 (9 de sept iembre):
los casos como ocurre en diversos Est ados nort eamericanos o en Decret o187/ 2005, de 6 de sept iembre, por el que se aprueba la
la Comunidad Valenciana o Andalucía en el caso español. modi fi cación del Decret o 93/ 2005, de 17 mayo, de adopción de
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Miscelánea
AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 104-122, JULIO-DICIEMBRE 2016, UNIVERSIDAD DE JAÉN, JAÉN, ESPAÑA ISSN 2340-8472 ISSNe 2340-7743 DOI 10.17561/at.v0i8.3300

water and landscape

AGUA y TERRITORIO
La ampliación del suministro de agua en la Lima colonial
a fines del siglo XVI: los primeros problemas y sus soluciones
Expanding t he Supply of Wat er in Colonial Lima at t he end of t he 16t h Cent ury:
Init ial Challenges and t heir Solut ions
Paula Ermila Rivasplat a-Varillas
Universidad de Sevilla. Sevilla, España. rivasplat avarillas@gmail. com

Resumen — En 1578, Lima había const ruido un sist ema de dist ribución de agua que acercaba las aguas de un manant ial a la ciudad. La algarabía ant e la llegada
del agua de boca a la Plaza Mayor no duró mucho, pues a la par surgieron problemas económicos, t écnicos y sanit arios que las aut oridades t rat aron de
solucionar, mient ras el sist ema se ampliaba a los barrios de la ciudad. La disponibilidad de agua de boca en fuent es públicas y privadas signi fi caba poder
y prest igio para la ciudad y sus vecinos.

Abstract — In 1578 Lima had const ruct ed a syst em of wat er dist ribut ion t hat brought t he spring wat ers t o t he cit y. The rej oicing about t he arrival of wat er at t he
Plaza Mayor did not last very long because t he syst em had economic, t echnical and sanit ary problems, which t he aut horit ies t ried t o solve while simul-
t aneously ext ending t he pipeline along t he cit y. Drinking wat er availabilit y in privat e and public f ount ains meant power and prest ige f or t he cit y and it s
resident s.

Palabras clave: Lima, siglo XVI, sist ema de dist ribución de agua, fuent es públicas y privadas, caj as de agua, cañerías, cont rol público, fi nanciación, t ecnología
Keywords: Lima, XVI cent ury, wat er dist ribut ion syst em, privat e and public fount ains, wat er t anks, pipeline, public cont rol, funding, t echnology.

Información Artículo: Recibido: 11 agost o 2014 Revisado: 26 enero 2016 Acept ado: 7 febrero 2016

© Universidad de Jaén / Seminario Permanent e Agua, Territ orio y Medio Ambient e (CSIC)

104
La ampliación del suminist ro de agua en la Lima colonial a fi nes del siglo XVI:
los primeros problemas y sus soluciones

El obj et ivo del t rabaj o es conocer los primeros problemas que Mapa 1. Ubicación de Perú y Lima
surgieron t ras inaugurar la fuent e y el sist ema de dist ribución de
agua en la ciudad de Lima e ident i fi car las medidas adopt adas por
el Cabildo, la elit e y la población en el periodo de 1578 a 1599.
En el lapso de t iempo est udiado, la población obt enía agua
de diferent es lugares: del río, de las acequias, de los manant ia-
les, de la nieve que era t raída de las sierras de Lima, a quince
leguas de allí y, sobre t odo, del encañado de las fuent es públicas
y privadas1. Teniendo en cuent a que la propiedad del agua de
boca la t enía el Cabildo, ident i fi caremos los mot ivos que llevaron
a la ampliación del agua pot able en la ciudad, lo cual nos ayudará
a examinar si las soluciones adopt adas a fi nes del siglo XVI fueron
efi cient es o no, es decir, si benefi ciaron al conj unt o de la pobla-
ción o solo a las elit es en est e periodo de t iempo.
Est e art ículo part e de una realidad geográfi ca y met eoroló-
gica concret a: la ciudad de Lima t iene acceso a muy poca agua
fl uvial y aluvial porque est á ubicada en medio del desiert o cost e-
ro ent re la cordillera andina y el océano Paci fi co. Est a carest ía de
agua solo se alivia en los meses est ivales, cuando hay abundancia
de lluvias en la cordillera de los Andes. Aguas que descienden
como escorrent ía por sus laderas.
Las fuent es primarias de est e art ículo provienen de las act as
capit ulares del Cabildo de la ciudad de Lima comprendidas en
el periodo que va de 1578 a 1599. La met odología aplicada es
explorat oria, descript iva y analít ica de las fuent es consult adas
para poder cumplir los obj et ivos propuest os. Nos int eresa det ec-
t ar y analizar cómo el Cabildo y la población se organizaron para t iene un clima t emplado que fl uct úa ent re los 14 y 25 ºC. También
hacer frent e a los primeros problemas que la dist ribución de agua lo est á en la franj a cost era desért ica del lit oral cent ral peruano,
bebible generó en una capit al de gran import ancia polít ica y eco- que se caract eriza por una precipit ación t an escasa que hace la
nómica en la monarquía hispánica. Est e t rabaj o se plant ea las compet encia a los desiert os más ext remos del mundo como el
siguient es pregunt as: ¿Exist ió una conexión polít ica y económica Arábico y el de Namibia2. La causa de su formación es una suma
al acceso del agua de boca en Lima? ¿Si t odos pagaban impuest os de aspect os geográfi cos ent re los que dest aca el fenómeno de la
para acceder al agua por qué est e recurso llegó en forma exclusi- inversión t érmica3. Es decir, los vient os alisios al cont act o con el
va a unos pocos en desmedro de la mayoría? ¿Qué papel desempe- mar frío por la corrient e marít ima de Humboldt al chocar con la
ñaron los virreyes, el Cabildo, la elit e, los convent os y los vecinos cordillera de los Andes se condensan y forman un est rat o de nu-
en la expansión del agua encañada? Est as y ot ras pregunt as se bes que es caract eríst ico de la ciudad, así como una fi na lluvia (la
t rat arán de resolver en el present e art ículo. De est a manera, los garúa) y una alt a humedad ambient al.
punt os a t rat ar son las caract eríst icas climát icas, t opográfi cas,
El río Rímac corre a su vera permaneciendo seco la mayor
orográfi cas y demográfi cas de la ciudad de Lima, los aspect os
part e del año, a excepción de los meses de diciembre a abril
t ecnológicos y fi nancieros que impact aron en la dist ribución y
cuando se producen int ensas lluvias en la cordillera de los Andes,
mant enimient o del agua, el poder que generaba la t enencia de
donde t iene su cuenca alt a. De est a manera, hidrológicament e,
agua bebible y la ampliación del suminist ro de agua en la ciudad
el río Rímac t iene régimen hídrico irregular, aument ando est a-
a t ravés del encañado.
cionalment e la carga de agua de los ríos que descienden hacia el
Es necesario t ener en cuent a que est e t rabaj o es de caráct er
Océano Paci fi co. La ubicación cost era de la ciudad recibe el au-
explorat orio porque no se ha publicado nada sobre el t ema en el
ment o del caudal del río Rímac al producirse el deshielo en cot as
periodo de est udio propuest o, siendo pionero en la mat eria.
alt as de la cordillera, t ant o por la fuert e pendient e del t erreno
como por la velocidad que adquieren las aguas, provocando una
BREVE APUNTE SOBRE EL CLIMA LIMEÑO fuert e erosión. Las lluvias en la cuenca alt a del río pueden llegar
Y EL RÉGIMEN HÍDRICO DEL RÍO RÍMAC a ser ext remas en épocas de inest abilidad climát ica, como duran-

Lima se encuent ra ubicada a 12º 7’ de Lat it ud Sur y a 77º


23’ de Longit ud Oest e con respect o al meridiano de Greenwich y 2 Capel Molina, 1999, 25-35. Ausencia casi de precipit aciones, except o ga-
rúas o rocíos que solo provocan 5,9 mm al año. Est a cant idad lo t ipi fi ca como un
desiert o práct icament e puro.
1 Bonachía Hernando, 1998, 60. En la dist ribución del agua no falt aba la fi - 3 Ibidem, 36. “ La inversión del clima limeño en la cost a peruana de t ropical
gura del aguador, que se ot orgaba mediant e arrendamient o o privilegio. Los agua- en subt ropical no es más que la consecuencia de la irrupción de la corrient e fría
dores est aban somet idos a un est rict o cont rol de la aut oridad sobre los precios, de Humboldt hacia el Pacífi co t ropical a lo largo de la cost a occident al de América
medidas, et c. del Sur desde Chile hast a Piura en el t errit orio peruano” .

AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 104-122, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3300 105
Paula Ermila Rivasplat a-Varillas

t e el fenómeno del Niño que Plano 1. Ubicación de los barrios alt os y baj os de Lima
aument a el caudal fl uvial,
convirt iéndose en un peligro
para ciudades colindant es a
los ríos. En el caso limeño,
los fenómenos del Niño más
severos fueron los de 1578 y
17284.
En cuant o a los t erre-
mot os, Lima es part e del
Cint urón Circum-Pacífi co,
una de las zonas sísmicas
más act ivas del mundo. Los
seísmos en est e área se ori-
ginan principalment e por el
choque de dos placas t erres-
t res, la Nazca y la Sudame-
ricana. Aunque el cent ro
de Lima, que es la part e
colonial de la ciudad, se en-
cuent re sobre un depósit o
grueso de grava aluvial con
nivel freát ico profundo, las Fuent e: Elaboración propia.
oscilaciones sísmicas son lo
para poder ext ender el sist ema a ot ros punt os de la ciudad. Sin
sufi cient ement e fuert es como para provocar rot uras en el sist ema
embargo, el Cabildo accedió a ot orgar agua pública y privada,
de dist ribución de agua pot able5. La ciudad de Lima ha est ado ex-
según las necesidades y solicit udes. Est o se debió al desmesurado
puest a a seísmos de alt a magnit ud con relat iva frecuencia, siendo
aument o poblacional que Lima experiment ó durant e el periodo
el más fuert e durant e el periodo de est udio el del día 9 de j ulio
de est udio que debió provocar colapsos en el sist ema. Incluso se
de 1586.
empezó a ext raer agua sin permiso del Concej o. Est os robos de
agua no fueron denunciados en su real magnit ud. En est e punt o,
DISTRIBUCIÓN Y MANTENIMIENTO DE AGUA: TECNOLOGÍA habría que t ener en cuent a que al inaugurarse la fuent e de la
Plaza Mayor, Lima t enía aproximadament e diez mil personas y en
En 1578 el agua llegaba a la fuent e de la Plaza Mayor a t ravés 1600 había increment ado su población a 14.262 habit ant es (in-
de una t arj ea que la t raía desde un manant ial hast a la ciudad, y a cluyendo indios, negros y mest izos) 7. Asimismo, la ciudad se ex-
part ir de allí con t uberías de arcilla hast a su dest ino fi nal 6. El sis- t endía lent ament e, ocupando más de las iniciales 117 cuadras de
t ema de dist ribución de aguas en Lima empezó a t ener problemas su fundación, es decir una ext ensión mayor de 215 hect áreas. No
desde su misma inst alación. Uno de ellos fue el cont inuo aniego
obst ant e, el crecimient o poblacional fue mayor a su expansión fí-
que provocaba el agua que se escapaba de la fuent e de la Plaza
sica, por lo que habría más solares cuyos ocupant es demandaban
Mayor porque no se había const ruido un adecuado sist ema de eva-
más criados y esclavos, o bien, viviendas convert idas en t ugurios
cuación. Ot ros fueron las cont inuas rot uras de las t uberías por la
donde vivía la población de baj os recursos económicos.
presión del agua por lo que t uvieron que empezar a const ruir más
aliviaderos y caj as de agua en dist int os punt os de la ciudad. Est as Los primeros problemas se empezaron a manifest ar en los
fugas de agua del sist ema de dist ribución generaban problemas barrios alt os de la ciudad de Lima, ubicados a mayor alt ura que
sanit arios al ingresar el agua de las acequias. El mant enimient o el rest o del casco ant iguo de la ciudad pues el t erreno se eleva
del encañado est aba dando problemas porque lo const ruyeron sin de forma paulat ina en dirección a los Andes. Los barrios alt os se
elaborar un mapa fi nal del sist ema, lo hicieron de memoria dej an- encuent ran a 600 met ros al est e de la Plaza Mayor de Lima, cuya
do señas en las paredes que, con el t iempo, se borraron. Pront o mayor ext ensión se ubica sobre una cuest a que t iene una alt ura
aparecería un problema aún mayor la escasez del fl uj o del agua de 175 met ros8.
La plaza de la universidad, más t arde denominada Inquisi-
4 Macharé y Ort lieb, 1993, 40. Durant e la colonia, Meganiños o de int ensi-
dad muy fuert e se dieron en los años de 1578 y 1728. Niños fuert es sucedieron en ción, era la zona que dividía a la ciudad —desde un punt o de
los años de 1593, 1596, 1624, 1686, 1701, 1720, 1747 y 1791, y Niños moderados, vist a hidráulico— en una part e alt a y ot ra baj a. Los barrios alt os
los años de 1574, 1803 y 1814.
5 Alva Hurt ado, Meneses Loj a y ot ros, 1991, 1-2. 7 López de Velasco, 1894, 463. Lohmann Villena, 1983, 270.
6 Rivasplat a Varillas, 2013,107. Val Valdivieso, 2003, 47. La t ubería cerámi- 8 Panfi chi Huamán, 1995, 15-42. Est a zona elevada de Lima t enía un cent ro
ca de at anores daba lugar a una conducción limpia, segura y con pocas pérdidas ceremonial y un canal prehispánico, el Huat ica, que ext raía agua del río Rímac
relat ivas. con el fi n de expandir la agricult ura y que se siguió usando durant e la colonia.

106 AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 104-122, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3300
La ampliación del suminist ro de agua en la Lima colonial a fi nes del siglo XVI:
los primeros problemas y sus soluciones

t enían más agua y en esa zona la infraest ruct ura revent aba por t e, para poder limpiar la cañería con facilidad y sin t ener que
la presión del agua ent ubada. Los barrios baj os, por el cont rario, hacerlo desde los ext remos12.
necesit aban almacenes de agua para su dist ribución y repart o. Ent re los const ruct ores y reparadores del sist ema de dist ri-
En est e periodo, la zona denominada “ barrios alt os” se lle- bución de agua dest acaron frailes, albañiles, arquit ect os e inge-
nó de numerosos convent os, inst it uciones públicas y casonas que nieros civiles y milit ares. Hubo una rápida difusión de la t ecnolo-
albergaban familias ext ensas con criados y esclavos. Por lo t ant o, gía y del uso de mano de obra local que necesariament e produj o
era un área de la ciudad muy demandant e de agua fresca privada una mezcla de t écnicas y conocimient os válidos en la práct ica.
y pública. En los barrios alt os descendía el agua ent ubada por gra-
vedad, pero la const ant e fuga de agua del área ent ubada reveló
la exist encia de una mayor presión del agua en aquella zona. Est a PRIMER PROBLEMA: FALTA DE DESAGUADERO
pérdida provocaba la disminución de agua en los barrios baj os. EN LA PLAZA MAYOR Y SU SOLUCIÓN
Ant e est a sit uación, los alarifes, maest ros de obras, albañiles y
cañeros ent endieron la necesidad de que hubiera un mayor núme- Un problema que surgió al poco t iempo de ser inaugurada
ro de aliviaderos o almacenes de agua en esa zona, así como de la fuent e de la Plaza Mayor fue la evacuación del agua sobrant e,
una represent ación gráfi ca de la ubicación de las arcas, acompa- que formaba grandes lodazales en las calles, por lo que a la par
ñada de un libro o regist ro de los benefi ciarios direct os del agua. que avanzaba la cañería debían const ruir desagües, pero no lo
Además, el depósit o llamado “ Caj a real” , que capt aba el hicieron13. De est a manera, durant e t res años, la fuent e de la
agua del manant ial, y la t arj ea, acueduct o abovedado de ladrillo Plaza Mayor no t uvo desaguadero, algo t an element al como un
y cal, que llevaba el agua hast a la ciudad, t enían que prot egerse punt o de desfogue había sido obviado ant e la algarabía de t ener
para evit ar que fuesen sabot eadas fácilment e. Las aut oridades agua fresca de manant ial en la ciudad. Est e olvido produj o per-
y t écnicos realizaban visit as periódicas para impedir la t ala de manent es encharcamient os y la pérdida del agua que debía ir a
árboles o la explot ación agrícola a lo largo de su recorrido. El ot ros barrios más alej ados14. En 1579 fue advert ido est e descuido
manant ial requería una limpieza frecuent e para eliminar los res- y por fi n al cabo de dos años de la inspección ocular para hacer
t os de veget ación, limos y barros que arrast raba el agua, que el desaguadero de la fuent e de la Plaza Mayor, el 28 de j ulio de
la ensuciaba y at ascaba. Asimismo, las aut oridades prohibieron 1581, el Cabildo lo encargó a los comisarios y al j uez de aguas15.
act ividades cont aminant es en el sist ema de dist ribución de agua
El 6 de oct ubre de ese año se nombró a una persona para que
para impedir la generación de enfermedades y pest es9.
se ocupase de vigilar t odo el sist ema y mant ener limpia la fuent e
“ En la t oma de agua, desde donde comienza a correr encañada, que de la Plaza Mayor. Est e ofi cial fue Francisco de Morales, que re-
es en su misma fuent e, se hizo un cercado de cant ería en forma de cibiría cien pesos anuales por su t rabaj o. El Cabildo le ent regó
t orre cuadrada, con una puert a, que de ordinario est á cerrada con un j uego de llaves de las caj as de agua de la ciudad y ot ro igual
llave; viene el agua dent ro por debaj o de t ierra, t odo el sobredicho lo t endría el secret ario del Cabildo. Sin embargo, no duró mucho
espacio, y es una grande acequia de t arj ea labrada de cal y ladrillo,
t iempo, pues el 1.º de j unio de 1582 se nombró en est e cargo a
arqueada con sus alcant arillas y padrones a t rechos hast a llegar a
la ciudad: en ella ent ra y se repart e por arcaduces y at enores” 10.
un indio, Juan Isla, port ero del Cabildo, con la misma obligación
y salario. En 1583, el Cabildo ordenó a los regidores que habían
El sist ema de at anores, arcaduces o cañerías y sus correspon- asumido los cargos de comisarios de las fuent es que comprobasen
dient es arcas de repart o o almacenes est aban dist ribuidos por la que la fuent e de la Plaza Mayor est uviera reparada, así como la
ciudad para llevar el agua hast a las plazas y hacia el int erior de
pat ios, casas, palacios, hospit ales, et c. Est e sist ema de repart o 12 Regist ro: Abert ura con su t apa o cubiert a para examinar, conservar o re-
parar lo que est á subt erráneo o empot rado en un muro o paviment o (González,
se basaba en la gravedad para conducir el agua a t ravés de las 1998a; Roj as de C., 1598, f. 84). Se ponía cada quinient os pasos un arca o descan-
cañerías, fabricadas en barro, cuyas piezas est aban machihem- so donde se recogía el agua y de un arca a ot ra se ponía cada cien pasos un lebrillo
bradas e impermeabilizadas con zulaque —bet ún en past a hecho o arquet a de regist ro, que servía para hallar la quiebra del sist ema sin desmont ar
t oda la fábrica. Las cañerías debían seguir el t razado de las calles públicas para
con est opa, cal, aceit e y escorias o vidrios molidos para t apar las
facilit ar las reparaciones.
j unt as de las t uberías— como en España11. Las cañerías no se po- 13 Cruz Cabrera, 1996, 134. En ciert os lugares en España, el Cabildo vendía
nían direct ament e en la t ierra, sino que se insert aban dent ro de en almoneda los remanent es o sobrant es de agua de las fuent es públicas, algo que
un est uche de sección cuadrangular const ruido generalment e con no sucedió en Lima.
ladrillos. Cada ciert o t ramo, se inst alaban regist ros o abert uras 14 Est o no fue obviado en México ya que el agua del desagüe fue propuest a
como energía para un molino (AGI. Gobierno México, 1088, L.1bis, F. 8r-9r, 22
t ant o en el est uche de ladrillo como en el at anor correspondien- de sept iembre de 1530, “ Real cedula al president e y oidores de la Audiencia de
México para que vean lo que solicit an los procuradores generales de Nueva España
sobre llevar agua hast a la plaza principal de la ciudad para surt ir a los vecinos,
9 Val Valdivieso, 2003, 130. Las aut oridades locales prohibían lavar t rapos, const ruyendo un molino que aproveche el agua que se perdiese a part ir de la
hort alizas o cualquier ot ra cosa que generase suciedad baj o pena de mult a. Cos- fuent e” ).
t umbre que se arrast raba desde, al menos, la Baj a Edad Media. 15 Libros de cabildo de Lima, Libro noveno, Años 1579-1583 (10 de j ulio de
10 Cobo, (1639), 1964, 314. 1579). El agua que manaba de la fuent e de la Plaza Mayor proporcionaba agua
11 González, 1998a, 360-361. Los arcaduces macho y hembra se zulacaban o fresca, pero, a la vez, formaba lodazales y focos de infección. Por eso, al año de
unían a base de cal, est opa, polvo de ladrillo, escorias molidas, clara de huevo y abrirse la fuent e, sus comisarios expusieron en la j unt a capit ular del 10 de j ulio
aceit e. de 1579 la necesidad de un desaguadero para est a fuent e.

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encañadura y las caj as. El gast o sería asumido por la sisa de la obligación de hacer y mant ener en buen est ado los desagües que
carnicería16. salían de sus casas, pero los de las fuent es públicas los asumía el
Al cabo de diez años el agua que eliminaba la fuent e pro- Cabildo.
vocaba charcos y mal olor pues el desaguadero no era limpiado
periódicament e, por lo que est a plaza t enía mal aspect o. Est a
SEGUNDO PROBLEMA: LA FALTA DE PLANOS DEL SISTEMA
sit uación hizo reaccionar al virrey García Hurt ado de Mendoza,
DE DISTRIBUCIÓN DE AGUA ENCAÑADA
exigiendo al Cabildo que t omara medidas ya que el ornat o, lim-
pieza y mant enimient o de la Plaza Mayor eran muy import ant es. El 3 de j ulio de 1581, el Cabildo denunció que no había un
Ant e est a sit uación, el encargado del desaguadero, Pedro Falcón, libro en su archivo donde se anot aran los asunt os del agua de
fue despedido por no haber t enido cuidado de limpiar la pila y boca de la ciudad como la ubicación de las caj as del sist ema de
nombraron a Félix Rodríguez con un salario de cien pesos para abast ecimient o de agua pot able ni los lugares donde se había
que la limpiara y reparara en 1591, le siguió Jacomé Bricaino17. realizado una encañadura o encañado. El Cabildo formó una
Est e cargo de ofi cial de la limpieza de la fuent e de la Plaza Mayor comisión int egrada por dos regidores que, con la ayuda de los
perduró hast a el fi n de la presencia española en el Perú. maest ros cañeros, det ect aron marcas señaladas por los albañiles
El uso de est a fuent e por la población era diario y el desgast e en las paredes y en ot ras part es de la ciudad durant e el t endido
obligaba a repararla y cambiar las baldosas de piedra const an- de los conduct os de agua. Est as marcas podían borrarse con el
t ement e. Más t arde, el número de fuent es, pilas y almacenes polvo y la garúa, perdiéndose est a información necesaria para las
por la ciudad aument aron y, muchas veces, el agua rebosaría sus reparaciones del sist ema. Los regidores del Cabildo consideraron
cont enidos, formando charcos que int ent aban dirigir hacia las que las conducciones debían ser reproducidas y anot adas en un
acequias, aliviaderos o desaguaderos porque un sist ema de husil- libro para saber la ubicación de las caj as de agua y las principales
los o alcant arillas subt erráneas aún no exist ía en Lima. El procu- conexiones de las cañerías.
rador de la ciudad, el j uez de aguas, los comisarios y alguaciles Est as indicaciones dej adas por los cañeros en dist int os pun-
de fuent es recorrían el sist ema, pues las cañerías empezaron a t os de la ciudad señalaban la ubicación de las canalizaciones, de
romperse por la presión del agua y las reparaciones exigieron los punt os de desfogue del sist ema y de las arcas, puest as de t re-
inmediat ez. Las calles est aban encharcadas por las const ant es cho en t recho en el sist ema. La import ancia de est as anot aciones
fugas de agua. Est e problema obligó a hacer desaguaderos de las est aba en que permit ían su inspección periódica y reparación en
fuent es públicas que permit iesen eliminar el sobrant e de agua. caso de det ect arse averías en alguna part e del t razado19.
Ya había albañares y vaciaderos de las casas part iculares e inst i-
La sisa a la carne impuest a a la población pagó los gast os de
t uciones públicas que descargaban sus efl uent es al río Rímac. El
inspección de la ciudad en busca de las marcas dej adas por los
Cabildo ordenó que est os desaguaderos debían hacerse a ras del
cañeros, la compra de un libro de anot ación y los emolument os
suelo. Algunas casas t enían canalones alt os y baj os que descar-
del escribano que t endría que dar fe del act o de ident i fi cación
gaban sus aguas en los desaguaderos públicos, pudiendo producir
para que el mayordomo del Cabildo desembolsara el dinero. Tal
est ancamient o con los residuos sólidos y líquidos expelidos desde
libro se guardaría en el archivo del Cabildo. En vist a de que de-
t ales conduct os, perj udicando el empedrado si lo había o creando
moraba la apert ura del mencionado libro, est a vez, a fi nales de
lodazales de polvo y barro, en caso cont rario. Pront o, el problema
enero de 1582, el procurador mayor solicit ó que en aquel libro no
no solo fue la const rucción de nuevos desaguaderos sino sobre
solo se pusiese la ubicación de las t uberías, sino los nombres de
t odo su reparación, como el que est aba en la plazuela de la In-
las personas a quienes se les había concedido agua y aut os que
quisición18. La conservación del buen est ado de los desaguaderos
se habían hecho en razón de ello20. Así y t odo, no han llegado a
era fundament al pues caso cont rario generaría fi lt raciones en las
nosot ros los invent arios de cañerías que el Cabildo mandó hacer.
cañerías de agua dulce, con los consiguient es riesgos para la salud
También se ha perdido la información sobre los depósit os o alma-
pública, especialment e graves si cont aminaba los colect ores.
cenes de agua que est uvieron repart idos por diferent es punt os de
Los vecinos de las ciudades eran los responsables del cuidado la ciudad, t ant o la cant idad de paj as dadas como la t ot alidad de
y limpieza de los t ramos viarios inmediat os a sus viviendas, con la
19 Mat eos Royo, 2005, 143 (Vit ruvio Polión, t . VIII, c. VII, 206-208). Los cana-
16 Ibidem (4 de febrero y 6 de oct ubre de 1581). les de mampost ería cubiert os eran frecuent es en los acueduct os sit uados fuera de
17 Libros de cabildo de Lima, Libro undécimo, Años 1588-1593 (6 de j ulio y las ciudades. Las cañerías o t uberías debían disponer de arcas o regist ros a t ramos
31 de agost o de 1590, 3 de abril de 1592). El 22 de enero 1594, est e o fi cial de más o menos regulares con el obj et o de que si se produj era alguna avería en cual-
limpieza avisó de que se habían arrancado dos piedras del est ribo de la pila de la quier part e de la conducción, no hubiese necesidad de revisar t oda la t ubería y se
Plaza Mayor. Post eriorment e se comprobó que no se t rat ó de un act o de sabot aj e, pudiese con facilidad encont rar el sit io en que se hubiese producido. Además de la
sino que la fuerza del agua había revent ado y quebrado las piedras de la pila de la reparación y limpieza del sist ema, est os recept áculos facilit aban la acumulación
fuent e. hídrica y su fi lt ración. El arca general recogía el agua de capt ación, de ella part ía
18 Libros de cabildo de Lima, Libro décimo, Años 1583-1588 (21 de mayo de una red de cañerías con arquet as de regist ro cada ciert a dist ancia.
1586 y 5 de j unio de 1587). En la document ación ut ilizada mencionan muy poco 20 Muy pocos planos del sist ema de dist ribución de agua de América hispana
a los desaguaderos. Lo mismo ocurría en España. Por ej emplo, el invest igador de los siglos XVI y XVII se conservan, a diferencia del siglo XVIII. Por ej emplo, en
Cruz Cabrera (1996, 79) t rascribe lo siguient e sacado de los libros cabildos de el Archivo General de Indias se encuent ra el plano de la ant igua at arj ea y ot ra
Baeza: “ Nada se dice en est os document os sobre la conformación de los caños de de la nueva conducción del agua de Chapult epec por arcos (MP-México, 715 —año
desagüe, t an necesarios para la evacuación de sobrant es y seguridad de la salud 1761—). El plano de las at arj eas y conduct os de agua que abast ecían a la ciudad
pública” . de México, cerca del pueblo de Sant a Fe, en AGI, MP-México, 545 (año 1754).

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La ampliación del suminist ro de agua en la Lima colonial a fi nes del siglo XVI:
los primeros problemas y sus soluciones

los usuarios. El desorden y el descont rol del Cabildo en asunt os “ El agua del río Rímac no es t an buena como la de los demás valles
document ales eran problemas crónicos t ant o en Lima como en de est os llanos…, pero proveyole Dios de una fuent e a t res cuart os
cualquier ot ra ciudad de la monarquía. de legua de la ciudad, de una agua t an buena, que los médicos no sé
si quisieran fuera t al. Oí decir a uno de ellos, y el más ant iguo que
hoy vive, que la fuent e de est a agua le habría quit ado más de t res
TERCER PROBLEMA: LA CONSERVACIÓN DE LA CALIDAD mil pesos de rent a cada año, porque después que el pueblo bebe de
Y CANTIDAD DEL AGUA DEL MANANTIAL ella, las enfermedades no son t ant as, part icularment e las cámaras
QUE PROVEÍA DE LÍQUIDO AL SISTEMA
de sangre, que se llevaban a muchos” 24.

El manant ial de donde se ext raía agua est aba rodeado de Las primeras denuncias sobre sabot aj es, que personas anó-
mont es y árboles, cuyas raíces permit ían que la t ext ura del suelo nimas habrían hecho en la t oma mat riz, es decir en la capt ación
fuera esponj osa y ret uviese agua, pero la int ervención humana a del agua, fueron realizadas desde 1583. El regidor y j uez de aguas
t ravés de los desbroces, t alas, explanaciones y el labrado habían —Francisco Ort iz de Arbildo— fue a ver el daño hecho, llevando
provocado compact ación o apelmazamient o de la est ruct ura del consigo al alarife para que comprobara y cert i fi cara la magnit ud
suelo que provocaba alt eraciones del drenaj e nat ural. La expe- del est rago y det ect ara a los culpables para condenarlos. Llevó
riencia había demost rado que la falt a de agua que alguna vez se un escribano para que diera fe de la visit a y al ofi cial de las fuen-
dio en la fuent e de la Plaza Mayor se debía en part e a est a últ ima t es, Juan Isla, a cuyo cargo est aba la vigilancia de la obra25. Est a
causa, por lo que prot egieron al manant ial, cercándolo con cinco denuncia fue la primera de las muchas que se dieron a lo largo
fanegadas de t ierra y t apias21. El obj et ivo era conservar la calidad de t oda la colonia.
y cant idad de sus aguas.
A pesar de prot eger el manant ial, al poco t iempo fue necesa- CUARTO PROBLEMA: LOS PRIMEROS PROBLEMAS TÉCNICOS
ria mayor cant idad de agua para abast ecer a la fuent e de la Plaza DE LA ENCAÑADURA POR LA PRESIÓN, LOS SEÍSMOS,
Mayor y a ot ros punt os de la ciudad. Un año y medio después de
EL ROBO DE AGUA Y SUS TENTATIVAS DE SOLUCIÓN
inaugurarse la fuent e, el 14 de j ulio de 1580, el Cabildo sugirió
ingresar más agua a la cañería, procedent e de ot ro puquio, con el Todo el sist ema de dist ribución de agua, almacenes, caj as
consent imient o del virrey Toledo. De est a manera, una comisión de agua, pilas y fuent es, requería mant enimient o cont inuo desde
conformada por el capit án Juan Maldonado de Buendía, Juan de 1578. Est e sist ema no era perfect o por los const ant es at ascos
Barrios y algunos albañiles fueron al nacimient o del manant ial y en las t uberías. La limpieza, por su part e, era lent a porque im-
examinaron el lugar y los alrededores para encont rar ot ro que plicaba cort ar el agua por largos periodos de t iempo. La t ubería
aument ara la cant idad de agua fresca del primero, que se envia- de la part e est e de la ciudad, conocida como los barrios alt os,
ba a la fuent e de la Plaza Mayor. Finalment e, el 22 y 30 de enero casi siempre est aba revent ada por la presión del agua, que hacía
de 1581, el Cabildo ordenó incorporar un puquio o manant ial de necesaria la const rucción de almacenes y aliviaderos por dist int os
agua para la fuent e de la ciudad, según las condiciones de la obra punt os de la ciudad para baj ar la presión y t ener agua para surt ir
primera y se det erminó que el dinero provendría de la sisa el 23 a las demás part es. Además, el agua no llegaba en cant idad su-
de febrero de 158122. fi cient e para dist ribuirla por simple gravedad en t oda la ciudad.
El agua de manant ial era t ransport ada por una cañería de La t ubería, que circulaba baj o los caminos de la ciudad y de las
doce kilómet ros de longit ud e iba envuelt a en una masa de ladri- acequias, est aba prot egida del peso ext erno por una argamasa o
llo cilíndrico con mezcla de calicant o (cal y arena) para su mej or mort ero. No obst ant e, podía quebrarse por la acción de t erremo-
prot ección. El diámet ro de los t ubos era ent re 28 y 30 cent ímet ros t os de gran magnit ud, por el peso excesivo de los carret ones o por
y de est as mat rices salían ramales con t ubos de menor diámet ro, la presión del agua. Además, las acequias circulaban muy cerca
de 15 cent ímet ros. Los t ubos de cerámica con el int erior vidriado del encañado de agua pot able, con alt a probabilidad de cont ami-
t enían fragment os de ladrillo que ret enían los sediment os, siendo nación a t ravés de las rot uras de las t uberías de barro vit ri fi cado.
dest apados cada ciert o t iempo para ret irar el acumulado y dej ar- De est a manera, la calidad del agua que t omaba el habit ant e de
lo limpio23. Así, el agua del manant ial que llegaba a las fuent es Lima podía llegar a ser de muy mala calidad si es que no se t oma-
de la ciudad había reducido bast ant e los males est omacales que ban las precauciones necesarias.
padecían los habit ant es de Lima por beber el agua del río:
Los albañiles medían la anchura del canal o marco por el que
21 Libros de cabildo de Lima, Libro Noveno, Años 1579-1583 (19 de mayo de discurrían las aguas y el peso o presión que la propia agua ej er-
1581) (AGI. México, 1088, l. 3, f. 138, 9 de agost o de 1538). En un est ado similar cía al ingresar por el marco u ori fi cio pract icado en las planchas
est aba la fuent e de Chapult epec, de la que se proveía de agua la fuent e de la que eran colocadas en su camino en la at arj ea o en las arcas de
ciudad (Salazar-Exaire, 2014, 60). Igualment e, la carencia de agua fue una proble-
mát ica const ant e para los habit ant es de San Andrés Chalchicomula a comienzos agua26. No se medía el caudal, pero se sabía t eóricament e su exis-
del siglo XVII. t encia. Los ori fi cios o paj as eran medidos de forma rudiment aria
22 Libros de cabildo de Lima, Libro Noveno, Años 1579-1583 (9 de enero de
1581). 24 Lizárraga, 2002, 83.
23 Arciga, 2011. El sist ema de agua se impermeabilizaba con zulaque, al 25 Libros de cabildo de Lima, Libro Noveno, Años 1579-1583 (24 de mayo de
menos en Sevilla. La document ación no menciona nada al respect o en cuant o a 1583).
Lima. Sin embargo, las excavaciones arqueológicas han con fi rmado que los t ubos 26 Cast año Hinoj o, 1978, 118. Si t enían t odos los aguj eros del arca el mismo
de conducción eran vidriados. nivel no habría desigualdades en cuant o a la presión y disfrut e de la misma.

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con punzones durant e las visit as e inspecciones mandadas hacer gas de agua por rot uras del encañado. En Lima se empezaron a
por el Cabildo con mot ivo de lit igios de dist ribución y cant idad de det ect ar los primeros fraudes a fi nales del XVI y a adopt arse las
agua ot orgada o por denuncias de robos. primeras medidas en el XVII. La primera denuncia de robo de agua
La disminución del agua en los barrios baj os hizo necesaria la fue realizada el 11 de mayo de 158730. En alguna part e, la cañería
const rucción de varios almacenes desde donde acumular, decan- había sido abiert a sacando el agua del sist ema de conducción que
t ar y repart ir el agua27. El reservorio más import ant e est aba en iba a la Plaza Mayor. Sin licencia del Cabildo y sin haber pagado
el int erior del hospit al de la Caridad, en una de las esquinas de nada, hacían uso de ella. Los regidores indicaron que est o debía
la plazuela de la universidad, t ambién llamada de la Inquisición. corregirse, pues perj udicaba a t odos y convenía cerrar las part es
Más t arde se const ruyeron ot ros dos almacenes que abast ecieron abiert as de las caj as de agua. El regidor Mart ín de Ampuero fue
al convent o de la Encarnación y a la pilet a de la Plazuela de San elegido para est a comisión, pero no lo hizo, así que fue reit erada
Sebast ián, y ot ros más en convent os y casonas de vecinos princi- est a pet ición el 26 de j unio de 158731.
pales. Sin embargo, las muest ras del defi cient e sist ema de alma- Las aut oridades del Cabildo acordaron poner algún vigilant e
cenaj e y de conservación del agua eran evident es. Por ej emplo, para capt urar a los infract ores del robo de agua del sist ema de
del agua que se escapaba de la caj a de la Caridad se formaban conducción. Pese a t odo, cont inuaron durant e t odo el periodo co-
grandes lodazales en 1583. La solución est aría en hacer ot ra caj a lonial, aument ando los ori fi cios o rompiendo el marco por abaj o
por la acequia grande de Huat ica y conducir el agua sobrant e que para que fi lt rase mayor cant idad de agua. Los albañiles part ici-
se generara en la Caridad hacia una acequia28. paban en el robo de agua por dinero, al abrir más los aguj eros
Las cañerías de part iculares recibían el agua regulada a t ra- sin permiso de la alcaldía durant e las labores de mant enimient o
vés de una placa de piedra o de bronce denominada marco en la o reparación y limpieza. Personas no aut orizadas podían acceder
que había pract icados varios aguj eros con el diámet ro equivalen- a los depósit os por la facilidad de alt erar marcos de repart o y
t e a la cant idad de agua que debían gozar los bene fi ciarios. Las provocar adult eración y fraude.
fuent es públicas no t enían marcos para regular el agua que reci- Como indica la hist oriadora Val Valdivieso lo que ocurre en
bían direct ament e de la cañería del almacén. Est a cañería no era Lima es análogo a lo que sucede en cualquier ciudad de la me-
un sist ema cerrado y los cálculos que hacían los maest ros cañeros t rópoli:
no eran exact os, pues se comet ía un error import ant e: muchas de
las paj as que circulaban por una cañería, iban a seguir haciéndolo “ Garant izada la llegada de agua a la ciudad, el concej o debe velar
para que t odos los vecinos t engan acceso a ella, y es aquí donde se
por ot ras diferent es hast a perderse. Ello signi fi ca que se cont aron
produce ot ro nivel de int ervención. El agua se pone a disposición
varias veces las mismas cant idades, con lo que el cálculo t ot al
del vecindario mediant e fuent es públicas, pero est o no sat isface a
de agua conducida no se correspondía con el número real de pa- t odos. Est o explica que algunos vecinos quieran disponer de caño
j as concedidas. Los vecinos compraban dos, una y media paj a de propio y est o puede hacerse por dos vías: capt ando, sin aut oriza-
agua y los convent os recibían de forma grat uit a o por merced de ción, agua de la conducción publica, o bien consiguiendo el pert i-
t res a medio real de agua. Ot ro gran problema para el sist ema de nent e permiso para hacerlo” 32.
dist ribución de agua era los seísmos. El primer gran t erremot o
t ras la fundación de Lima ocurrió durant e el gobierno del virrey En est e cont ext o, en el año de 1588, los vecinos empezaron
Fernando Torres y Port ugal, conde de Villar Dompardo, el 9 de a solicit ar al Cabildo la adquisición de paj as de agua más asi-
j ulio de 1586. Dest ruyó gran part e de Lima y El Callao e incluso duament e. Recordemos que nueve y cinco años at rás ya se ha-
provocó un maremot o29. Est e seísmo habría causado graves daños bía dado al convent o de San Francisco y a la Inquisición, desde
mat eriales como el derrumbe de la t orre de la cat edral y ot ros ent onces no hubo más pet iciones ya que la est aban t omando sin
edi fi cios, así como el desprendimient o de peñascos del cerro San permiso o se abast ecían de la fuent e pública. El 15 de febrero de
Crist óbal y el agriet amient o del t erreno, que provocó graves rot u- 1588 se produj o la t ercera pet ición de agua de una inst it ución
ras en el sist ema de dist ribución de agua y acequias. Est o, aunado religiosa a t ravés del prior del convent o de Sant o Domingo, fray
al hecho de que la cañería ya se rompía por la presión del agua, Reginaldo de Lizárraga, que solicit ó cuat ro paj as de agua para
generó escapes en diferent es punt os de la ciudad, caso de la pla- hacer una pila en el claust ro de la casa. El corregidor Francisco
za de la universidad, específi cament e en su pila pública y en las de Quiñones y el capit án Diego de Agüero examinaron la pet ición
casas de la Inquisición. y dieron la orden de que se diese el agua que les pareciera, pero
sin perj uicio de la que iba a la fuent e principal.
El agua que llegaba a la fuent e de la ciudad era escasa, las
aut oridades empezaron a sospechar que había algo más que fu- 30 Val Valdivieso, 2003, 45 y 55. Casi en t odos los lugares en que hay una obra
de conducción de agua al casco urbano se producen apropiaciones part iculares
27 Mat eos Royo, 2005, 145. En Daroca, en la met rópoli, el agua era conduci- indebidas del agua de la ciudad, t omándola de los conduct os generales, a veces a
da mediant e arcaduces de arcilla ent errados en el subsuelo coronados cada ciert a escondidas. Est o provoca el descont ent o del grueso del vecindario, que se sient e
dist ancia por arcas con el doble propósit o de decant ar el agua y permit ir precisar amenazado en sus derechos.
el lugar de posibles rot uras al const at arse si corría el agua a t ravés de est as. 31 Libros de cabildo de Lima, Libro Décimo, Años 1583-1588 (26 de j unio
28 Libros de cabildo de Lima, Libro Décimo, Años 1583-1588 (14 de agost o de 1587), Carmona, 2000, 76. Por ej emplo, en Sevilla, el agua de las caj as y
de 1583). Los encargados en dar orden para la ej ecución de la obra eran los depósit os municipales que servían para la redist ribución del agua era robada y la
comisarios-regidores que cont rat aban los albañiles necesarios para ello. red de t uberías era manipulada con obj et o de consumir en bene fi cio propio o de
29 AGI. Lima, 31. Cart a del virrey conde de Villar al rey (Lima, 3 de noviem- aument ar el aport e que se recibía (Carmona, 2000).
bre de 1586). 32 Val Valdivieso, 2003, 123.

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La ampliación del suminist ro de agua en la Lima colonial a fi nes del siglo XVI:
los primeros problemas y sus soluciones

Los problemas del agua conducida por las t uberías est aban de la población, siendo de vit al import ancia el papel que ej ercía
manifest ándose más asiduament e desde 1587. Una de las más el Cabildo como garant e del bien común. Para conseguir ese fi n,
graves era la rot ura de las cañerías y el encharcamient o que hu- el agua j ugó un dest acado papel, garant izando su disponibilidad
medecía las casas y provocaba amenaza de derrumbe. Se dio un en cant idad y con la calidad sufi cient e para mant ener sat isfecha
caso int eresant e de un vecino, Juan de Bilbao, que había en-
a la población. La obligación del Cabildo fue unir a la población,
t ablado un pleit o con el Cabildo porque el agua de la cañería
reforzando el sent imient o de pert enencia a su localidad, hacién-
causaba dest rozos mat eriales de forma periódica en su casa. El 30
de marzo de 1588, el procurador Garci Pérez sugirió que era más dolo a t ravés del prest igio que deparaba la disponibilidad de agua
provechoso comprar la casa para la ciudad a censo que repararla, en el ámbit o público y privado38.
ya que el Cabildo est aba condenado a hacerlo regularment e por Pero, en realidad, los que realment e se benefi ciaron del
el daño que el agua desbordada hacía en ella. Finalment e, se agua fueron la elit e religiosa, sobre t odo convent os, y la laica,
decidió comprar la casa y pagarla de propios33. como los regidores, encomenderos y funcionarios39. Las personas
part iculares y las inst it uciones religiosas que t enían las relaciones
EL CONTROL POLÍTICO DEL AGUA DE BOCA EN LIMA de poder sufi cient es obt enían una concesión de agua a pesar de
que pudieran derivarse perj uicios para el rest o de la población.
El poder económico que alcanzó el virreinat o del Perú debido
Tal como indica Val Valdivieso:
a la minería fue máximo en el periodo est udiado y t raj o prospe-
ridad a ot ros sect ores económicos. En est e cont ext o, el concej o
“ Se considera el agua como un inst rument o de poder, del que se
concent ró una part e de sus esfuerzos en la polít ica hidráulica en
sirven los poderosos para marcar su privilegiada condición, afi anzar
cuant o a la gest ión, la const rucción, el mant enimient o, repara-
su posición y hacerse acept ables al conj unt o de habit ant es. Porque
ción de fuent es y pilares, así como su fi scalización, fi nanciación e
el agua permit e marcar diferencias sociales y es un inst rument o que
inspección direct a, respondiendo a la responsabilidad del concej o
favorece el cont rol y la regulación de los int ereses y act ividades
de abast ecer a sus vecinos y aument ar el prest igio de la ciudad 34.
del vecindario, así como la ampliación del ámbit o de int ervención
El poder que t enía el Cabildo se ponía de mani fi est o en su t it u-
concej il” 40.
laridad sobre el agua y en la capacidad de poder disponer de su
uso, obligando a la población a que acept ara sus decisiones, al El poder del Cabildo se dej ó sent ir sobre los vecinos al obli-
punt o de exigir t ribut os por su usufruct o a modo de sisas, es de-
garlos a act uar según unas normas impuest as, que no siempre
cir, pagos ext raordinarios35. La población cooperaba con sisas para
coincidirían con su volunt ad o con sus int ereses, lo que denot aba
ampliar el sist ema. Sin embargo, la ret ribución no siempre era
j ust a porque el Cabildo est aba cont rolado por los poderosos del su poder en el cont rol del uso del agua en la ciudad, est ando
lugar a quienes favorecía, pero no por eso dej aba de cumplir en somet idos a su aut oridad y const reñidos a seguir unas paut as de
lo básico con la población, pues el agua se percibía como un bien conduct a impuest as por quien les gobernaba, fuesen o no de su
público y comunal. El Cabildo t enía el poder de dar agua al barrio agrado. De est a manera, el Cabildo t enía que cumplir con el de-
que considerase por los mot ivos que fueran, ceder su usufruct o ber de t odo buen gobernant e de mant ener el orden y la paz, ga-
a part iculares, cont rolar su ut ilización, obt eniendo de t odo ello rant izando los recursos que sat isfi cieran las necesidades de t odos
claros benefi cios36. los int egrant es de la comunidad. Los regidores t enían el poder de
Sin embargo, el ej ercicio del poder se basa en pact os que cont rolar e int ervenir sobre el uso del agua, indicando a la pobla-
implican un acuerdo int erno, t ácit o ent re los gobernant es y los ción parámet ros a cumplir, así como evit ar la polución del agua
gobernados. Así, los problemas de mant enimient o se soluciona-
de boca. Por eso buscó ingresar más agua de ot ros manant iales:
ban a t ravés del Cabildo, que negociaba con los sect ores privi-
para aument ar su cant idad y calidad 41.
legiados e inst it uciones públicas y privadas, conciliando los in-
t ereses part iculares a fi n de desarrollar un proyect o en común, El agua pot able pert enecía al Cabildo o a la ciudad y la
ya que los órganos de gobierno urbano se present aban como los concedía como usufruct o a la población. La prioridad de acceso
garant es de los int ereses de t oda la comunidad 37. Est o obligaba a al agua la t enían las fuent es públicas, pero lo más select o de
quienes ej ercían el poder a hacerse acept ables para el conj unt o la elit e laica y religiosa accedía al agua por merced, es decir
33 Libros de cabildo de Lima, Libro Decimonoveno, Años 1621-1624 (3 de
regalado, y ot ros lo compraban. La presión que la elit e ej er-
marzo de 1622). Ot ro caso se dio en 1622 cuando se ent abló un pleit o j udicial cía sobre el Cabildo para de fi nir el t razado de la dist ribución de
ent re un vecino llamado Francisco Quint ero cont ra el Cabildo en la Real Audiencia
por haber puest o una caj a de agua en sus casas, habiéndole producido daño y 38 Ibidem, 190. El agua dispensadora de rent as y recursos del poder.
menoscabo en sus propiedades. Pedía una reparación civil de 1300 pesos. 39 Izquierdo Benit o, 1985, 1081. En aquellas ciudades en que j unt o al poder
34 Álvarez, 1985. público o t emporal (concej o) podía exist ir un poder eclesiást ico import ant e (ca-
35 Val Valdivieso, 2003, 117, 201 y 133. Al fi nal de la Edad Media, las miradas t edral, con su respect ivo obispo y Cabildo), los confl ict os ent re uno y ot ro, por
propias y aj enas perciben que las acciones emprendidas en una ciudad para man- diversos mot ivos, podían ser frecuent es.
t enerla bien abast ecida, limpia y hermosa se hacen con el obj et ivo de verla más 40 Val Valdivieso, 2003, 46, 54 y 65. Ese papel ennoblecedor del abast eci-
honrada y más poderosa. mient o no es privat ivo de los espacios públicos, afect a t ambién a los privados.
36 Ibidem, 64-69. 41 Ibidem, 49, 139, 140 y 161. Los Cabildos perseguían el mant enimient o del
37 Mat eos Royo, 2005, 153. Val Valdivieso, 2003, 19. orden y t ienden a dar un t rat o de favor a sus vecinos frent e a los foráneos.

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agua y su acceso a ella era por diversas vías42. Ant e t odo prima- evacuación de aguas sucias45. A t ravés de comisiones, los regi-
ba la presión polít ica del virrey sobre los regidores del Cabildo dores administ raban el t rabaj o de un ofi cial que se encargaba
para que favoreciese a sus favorit os. A t al punt o que Francisco de velar por el mant enimient o y limpieza del sist ema desde “ su
de Toledo arrebat ó al Cabildo la facult ad de nombrar al j uez nacimient o hast a la pila de la plaza” y recibía cien pesos de plat a
de aguas e impuso ciert os crit erios a t ravés de est e funcionario al año de la sisa de la carne. Est os ofi ciales que eran capat aces
que favorecieran el abast o en ciert os t ramos de la ciudad. Ot ra cont rat aban, a su vez, a indios o negros, quienes realizaban el
presión era monet aria, pues quien diese dinero t enía derecho verdadero t rabaj o. De est a manera, los comisarios y los ofi ciales
al agua porque cont ribuía en la ampliación del sist ema: en un serían un ej emplo de la burocracia colonial j erarquizada, pues los
comienzo como prést amo para ser ret ribuido con las sisas y pos- que al fi nal realizaban el t rabaj o recibían ínfi mas pagas o a veces
t eriorment e en forma de donación como la presión máxima para ni las recibían conformándose, muchas veces, solo con la comida
t ener agua. Ot ras maneras de presión eran las pet iciones de su- diaria promet ida. Est e sist ema de dist ribución de agua requería
minist ro privado de part iculares con poder polít ico import ant e, de mant enimient o e inspección const ant e de ahí la cont rat ación
incluso ofrecimient os de crear almacenes en casas o convent os de un capat az que se hiciera cargo expresament e de est o, baj o
para proporcionar agua a las fuent es públicas que encubrían la el cont rol de los comisarios de la fuent e que eran dos regidores
verdadera int ención de obt ener agua para sí. Finalment e, el robo que el Cabildo elegía.
sist emát ico y en gran magnit ud de agua, que se producía desde El surgimient o de nuevos punt os de abast ecimient o de agua
la misma implant ación del sist ema43. corrient e obedeció a la polít ica concej il y a la iniciat iva privada.
A fi nes del siglo XVI, la demanda sobre el agua aument ó de- En el caso limeño, la const rucción de pilas públicas fue impulsada
bido a problemas climát icos, al crecimient o demográfi co de la por el Cabildo, los vecinos pudient es y los convent os que solici-
ciudad y al mayor poder polít ico que alcanzaron las elit es afi nca- t aban una fuent e en el int erior domést ico de sus recint os. Los
das en Lima. En el periodo de 1578 a 1599, el poder convent ual gast os anuales del mant enimient o de est e sist ema de dist ribución
infl uyó en las decisiones que t omaba el Cabildo en cuant o a la de agua eran pagados de la sisa de la fuent e y de las derramas
dist ribución del agua en la ciudad de Lima. El Cabildo se vería de los propios vecinos46. En Lima, la difusión del agua de “ pie”
obligado paulat inament e a conceder el uso del agua a t odas las o corrient e acabaría dependiendo del número de int eresados en
comunidades religiosas y hospit ales, ya que los favores espirit ua- ella, número que aument ó al rit mo que lo hicieron las mercedes
les que derivaban de la exist encia de convent os y casas pías en de agua concedidas por la Corona.
la ciudad eran, en la época, un bien t an cuant i fi cable como cual- En el caso limeño —como ya se mencionó— el agua pert ene-
quier ot ro de t ipo mat erial. cía a la ciudad y el Cabildo podía disponer de ella cuando quisiera
Las fuent es y las pilas eran los dest inos fi nales del sist ema de y quit ársela a cualquiera en caso de emergencia. Est e sist ema
conducción de agua por at anores, que fueron ampliándose por las de dist ribución de agua era público, nunca privado. La posesión
calles de Lima en la medida en que los vecinos solicit aban disfru- del agua era del Cabildo y el usufruct o de la población, pero la
t ar de agua pot able, fuera por compra o por merced. Jugaron un elit e y la Iglesia se resist ieron. Por eso, consumían más agua que
papel muy import ant e en la ampliación del sist ema los convent os, la concedida, muchas veces sin pagarla siquiera, conduct a que
que prest aban dinero al Cabildo para que el agua llegase hast a afect aba a t odos los usuarios y que el Cabildo ya no pudo t olerar
sus barrios y una vez allí no solo abast ecieran de agua al convent o en el siglo XVII a causa de la escasez de agua. No hay que olvidar
sino a la plaza o plazuela principal del lugar. Su vigilancia y man- que Lima est á en medio de un desiert o, por lo que el Cabildo se
t enimient o est uvo en manos de un ofi cial de fuent es que t enía obligó a gest ionar mej or el uso del agua47. Además, a fi nes del
que mant enerla limpia y visit ar t oda la cañería, que incluía el siglo est udiado se dio en forma consecut iva una serie de años con
manant ial, la at arj ea, t odos los almacenes, caj as de agua, pilas oscilaciones climát icas severas que provocaban aument o y dismi-
y fuent es44. nución drást ica del caudal de agua de escorrent ía y subt erránea,
La limpieza periódica de las fuent es, pilas y almacenes de que afect aban al sist ema de dist ribución de agua de Lima48.
agua era una t area que recaía sobre el concej o, que buscaba
acrecent ar el prest igio urbano de la ciudad y velar por los int e-
45 Val Valdivieso, 2003, 129. Bonachia, 1996, 194. Bonachia, 1998, 63. Ade-
reses de la población al regular asunt os referidos a la salubridad, más de razones de salubridad y abast ecimient o de la población, las fuent es eran
a la higiene colect iva, a la cant idad de agua de consumo y a la component es de ut ilidad pública, de prest igio y de ornat o urbano “ para ennoble-
cimient o” , acrecent ar su “ pro e honra de la villa y de los que en ella viven” .
46 La sisa impuest a en la carne fue muy ut ilizada para abast ecer la ciudad de
agua. Así, por ej emplo, en AGI. Sant o Domingo, 899, l.1, f. 229v., 31 de agost o de
1561 (Real cédula que “ echase un maravedí de sisa en cada arrelde de vaca que
42 Ibidem, 191. “ Los regidores t ienden a aparecer como garant es del int erés en la ciudad se vendiese y se gast are en t raer el agua del río…” ).
colect ivo. Lo que persiguen es mant ener el orden y hacer posible a algunas perso- 47 Macharé y Ort lieb, 1993, 40. “ El agua ha sido siempre un bien muy valio-
nas poderosas ciert as conduct as irregulares abusivas que pasarían desapercibidas so, máxime en lugares con escasez o di fi cult ades de t ransport e y dist ribución…
en la medida en que no supusieran una agresión direct a a las necesidades básicas est e bien t an valioso como escaso, convert ido en un aut ént ico signo de poder,
del rest o del conj unt o social” . alcurnia y dist inción. Por est a razón el concej o, la Iglesia y los vecinos de elit e
43 Cast año Hinoj o, 1978, 116. mant uvieron fuert es int ereses en el cont rol del agua de boca que iban a menudo
44 Ibidem, 117. La obligación de los cañeros era ver dos veces al año los en perj uicio de los derechos del vecindario” .
caños y lumbreras de fuera de la ciudad, por donde viene el agua, debiendo lim- 48 Idem. Fenómenos del Niño de grado muy fuert e se dieron en 1578, fuert e
piarlas y vigilar para que no se usaran para ot ros fi nes. en 1593 y 1596, y moderado en 1574.

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La ampliación del suminist ro de agua en la Lima colonial a fi nes del siglo XVI:
los primeros problemas y sus soluciones

LA FINANCIACIÓN DE LA DISTRIBUCIÓN Y MANTENIMIENTO DEL AGUA nes, et c. Pero casi de cont inuo acudía a ingresos ext raordinarios
que eran las sisas, derramas o repart imient os de diferent es can-
El Cabildo se ocupaba de la fi nanciación de la act ividad ur- t idades ent re los vecinos pecheros de las colaciones o barrios52.
baníst ica y, por ende, del encañado. La ampliación de las cañe-
Las sisas eran ayudas ext raordinarias y punt uales provenien-
rías requirió de prest aciones fi nancieras vecinales, imposiciones
t es de la población para hacer frent e a gast os que excedían los
t ribut arias y penas pecuniarias impuest as por el Cabildo49. Las
ingresos ordinarios de los propios del Cabildo53. Se t rat aba de un
ciudades afront aban grandes gast os en la t raída del agua, en el
impuest o indirect o que facilit aba su recaudación municipal. Unos
mant enimient o de las inst alaciones y en la infraest ruct ura nece-
derechos reales basados en el impuest o sobre el int ercambio y la
saria para garant izar la provisión de agua sufi cient e en el int erior
t ransformación de ciert os product os que eran cedidos por el rey
de la ciudad.
a las ciudades reales para su aut ofi nanciación. La ciudad solía
La expansión demográfi ca y económica en Lima generó una renunciar a su percepción direct a, opt ando, por el cont rario, por
crecient e demanda de agua en la ciudad. La función del Cabil- arrendarlos a part iculares, procedent es en su mayoría del sec-
do fue esencial para conseguir ayuda fi nanciera y negociar con t or poderoso de la comunidad, capaces de aport ar un numerario
part iculares e inst it uciones con el fi n de que la ampliación de la sufi cient e a la recaudación direct a de las imposiciones ent re la
cañería se hiciese realidad 50. El int erés común por el mant eni- población54. Las sisas gravaban los product os esenciales55. En el
mient o del encañado obligó al Cabildo a est ablecer pact os con la caso limeño, est e impuest o se impuso en la carne y, a veces, en el
elit e religiosa y laica y la población en su conj unt o. El virrey en vino. De ot ra manera, no hubiera sido posible hacer la ampliación
est e aspect o desempeñó un papel import ant e, así como el Cabil- y mant enimient o de las cañerías, pues eran muy caras.
do, para lograr consensos sociales en la regulación y dist ribución
A veces los gast os se hacían por prorrat eo, según las paj as de
del agua. Sin embargo, los int ent os result aron infruct uosos por
agua que algunos vecinos disfrut asen. Por un t iempo los est rat os
la lent it ud en las obras. Una de las razones sería que las mat e-
privilegiados acept aron cont ribuir, incluida la Iglesia, pero algu-
rias primas eran proveídas por la elit e laica y religiosa local, por
nos religiosos se quej aron y se les devolvió lo invert ido a comien-
lo que obt enían import ant es ingresos51. Además, est aba el robo
zos del siglo XVII.
de agua del encañado, circunst ancia que hacía muy difícil lograr
un consenso, pues t odos buscaban su bien propio por encima del La sisa de la carne fue un impuest o, una forma de repart ir
colect ivo. los gast os, que se renovaba periódicament e y era el medio más
efect ivo de obt ener dinero rápido. Se empezó a ut ilizar durant e
La ampliación del encañado en Lima fue complicada, cost osa
la const rucción del sist ema de agua ent ubada hacia la fuent e de
y lent a. En el siglo XVI, el Cabildo solía t ener sus arcas casi vacías
la Plaza Mayor en la década de los set ent a del siglo XVI. Una
y para obras de envergadura t enía que recurrir a mercedes reales
vez que se alcanzó est e obj et ivo, la sisa se ut ilizó para reparar
ot orgadas por el mismo rey, pedidos a t ravés del virrey o, en au-
t aj amares, t ender t uberías por la ciudad y const ruir almacenes y
sencia de est e, al president e de la Real Audiencia. La precariedad
caj as de agua.
económica había reducido el papel del mayordomo a buscar en
cada caso los recursos económicos, en un desempeño profesional La primera sisa solicit ada por el Cabildo para obras de alt o
muy ligado a lo que ahora ident i fi caríamos como el día a día. cost o, consist ió en gravar los art ículos de import ación que en-
Su compet encia era la administ ración del t esoro municipal que t raban a la ciudad, pero —fi nalment e— se impuso la sisa sobre la
procedía, sobre t odo, de la rent a de los propios, es decir, del carne, un product o que consumían t odos los moradores y vecinos
alquiler de los bienes rúst icos y urbanos que el Cabildo reservaba de la ciudad, quienes al ser bene fi ciarios direct os de las mej oras
para sí mismo. Sin embargo, Lima solo sacaba de ahí part e del que se hicieran en la ciudad, t endrían que asumir est os gast os.
dinero que necesit aba, de manera que const ant ement e t uvieron El 23 de mayo de 1578 se implant ó la sisa de la carne por el
que solicit ar ayudas económicas a la Corona y a las aut oridades virrey Francisco de Toledo. Una sisa de seis años dest inada en
coloniales; en su defect o, no le quedaba ot ro remedio que acudir sus dos t erceras part es a la const rucción del sist ema de dist ri-
a los vecinos.
De est a manera, los gast os de la ampliación del encañado 52 Mart ín Fuert es, 1985, 605. Mont uriol González, 1985, 1037. Val Valdivie-
provenían en part e de los propios y rent as concej iles que est aban so, 2003, 46 y 113-114. El gast o era t an grande que se recurría a la cont ribución
punt ual de los vecinos. Est a forma de proceder era propia de la Baj a Edad Media,
dest inados a arreglar la infraest ruct ura pública, pero no eran su fi -
pues ya Alfonso XI lo aut orizaba. Pero parece ser que, en la segunda mit ad del
cient es. Así, el Cabildo se vería en la necesidad de recurrir a cen- siglo XV, su ut ilización empezó a ser más frecuent e, segurament e porque es, en-
sos enfi t éut icos, cont rat os de arrendamient os, ingresos proce- t onces, cuando los gast os de las obras públicas se increment an de forma not oria,
dent es de la act ividad mercant il, rent a de moj onaría, prést amos, como por ej emplo las conducciones y la const rucción de fuent es y t odo t ipo de
reparaciones.
enaj enaciones, penas de cámara y fi sco procedent es de infraccio-
53 Mont uriol González, 1985, 1047-1056. La sisa era una pervivencia de im-
posiciones fi nancieras que los vasallos daban a su señor feudal.
49 Álvarez, 1985, 159. 54 Furió y García, 1985. El valor legal de est a cesión se ponía de mani fi es-
50 Mat eos Royo, 2005, 131 y 148. El papel de los concej os fue esencial, no t o cada vez que la ciudad hacía uso de esos derechos; así en los cont rat os de
solo como promot or fi nanciero, sino t ambién como la única inst it ución pública que arrendamient o de las sisas, el t ext o se encabeza siempre con la reproducción del
podía unir a t odos los est rat os locales para acept ar el proyect o en aras del bien document o de la cesión real.
común. 55 Ibidem, 1625-1626. Las sisas gravaban el vino, la carne, la molienda de
51 Cuart as Rivero, 1985, 241. Est e hist oriador se pregunt a si int ereses crea- granos, la manufact ura del pan (t ahona), los animales, los bienes raíces, los paños
dos pueden alargar la ampliación de la cañería en una ciudad. y el lino.

AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 104-122, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3300 113
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bución de agua pot able y una t ercera part e para los muros de a considerar el agua como un bien grat uit o, la comunidad pagaba
cont ención del río Rímac. Todos, religiosos y laicos, cooperaron la infraest ruct ura, los gast os de funcionamient o del sist ema y el
en la const rucción de la fuent e y los gast os se repart ieron ent re mant enimient o de la calidad del agua suminist rada.
los vecinos, moradores de la ciudad y ent re ot ras personas que El agua concedida a los vecinos que lo solicit aban era dada
est aban en la comarca. De t odos los mencionados, al menos los en usufruct o y no como propiedad, por lo que el Cabildo podía
vecinos fueron empadronados para saber cuánt os eran y llevar cort arla o racionarla cuando le pareciese. Al menos en t eoría, la
la cont abilidad. prioridad era el agua que llegaba a las fuent es públicas.
A pocos años de inaugurada la fuent e de la Plaza Mayor, la Los vecinos anhelaban t ener agua de cañería, pero el Cabildo
encañadura de agua empezó a hacer visibles sus primeros des- no podía sat isfacer a t odos por la escasez de fondos, ent onces en
perfect os. El 13 de agost o de 1582, el Cabildo debat ió la nece- 1586 se produj o el primer prést amo de un vecino para la conclu-
sidad que t enía la ciudad de hacer reparaciones en el sist ema sión de una caj a de agua, con la condición de la devolución del
de dist ribución de agua. Sin embargo, sus arcas carecían de li- dinero. Se t rat aba de un desaguadero que est aba j unt o a las casas
quidez, est aban sin propios, e incluso debían 10.000 pesos, y de Balt asar de la Cruz que no t erminaba de concluirse por lo que
lo que había de la sisa de la carne era muy poco. Los regidores se decidió fi nalment e capt urar est e agua, que se escapaba y ane-
pidieron echar sisa al vino que se consumía en la ciudad por t res gaba las calles, en una caj a de agua para el almacenamient o y la
años, la cual t ambién pagarían t odos56. Incluso en 1583, el Cabil- conservación del agua pot able58. Est e t rabaj o hubiera sido reali-
do decidió que los vecinos de las parroquias de San Marcelo y San
zado con la sisa de la carne, pero no se hizo por haber poco dinero
Sebast ián cont ribuyeran monet ariament e en su const rucción, al
en ella. En est e cont ext o, el 14 de noviembre de 1586, el fi scal
ser los principales bene fi ciarios, pues result aba “ convenient e y
de la Real Audiencia —licenciado Carbaj al— ofreció dinero para
j ust o” . Ent onces, el Cabildo det erminó que se echara de sisa un
t erminar est a caj a de agua, pero asegurándosele su devolución
real por arroba de carne de vaca, pues ent onces cost aba solo seis
cuando la sisa de la carne lo t uviese: ent onces se acordó que los
reales, habiendo est ado ot ros años a ocho y nueve. E incluso,
regidores Francisco Ort iz de Arbildo y Luis Rodríguez de la Serna
est a vez, se impuso sisa al vino de la t ierra que se vendía al por
hiciesen la obra t omando los ofi ciales que fuesen necesarios y los
menor a dos reales por cada bot ij a. Medidas impuest as por t iem-
mat eriales que conviniese y libraran lo necesario de est e prést a-
po limit ado y suj et as a la con fi rmación del virrey Mart ín Enríquez
mo que est aba en poder del mayordomo.
de Almansa.
El agua se obt enía por concesión o vent a del concej o, como
El Cabildo necesit aba la sisa de la carne para cont inuar con
órgano represent ant e del común, siendo plenipot enciario en los
las obras públicas y la ampliación de la cañería, pero a veces —a
ot orgamient os de t ales escrit uras. El ot ro modo de obt ener agua
solicit ud de los regidores— se quit ó, alegando sobreprecio de la
carne, que llegó a est ar t an cara que la gent e se abst uvo de com- era por robo ilegal por rot ura de las cañerías. Act o que fue perse-
prarla. La eliminación de la sisa del 1 de sept iembre de 1586 hizo guido porque no solo mermaba el caudal de las fuent es públicas
que se det uviese la obra de las fuent es, generando problemas, sin dej ar benefi cio económico alguno, sino que además ocasiona-
por lo que se volvió a poner para inst alar t uberías que llevaran el ba grandes gast os en reparaciones.
agua pot able a ot ros punt os de la ciudad y así t odos part icipasen ¿Cómo se calculaba la medida de agua y, por consiguient e, su
de est e benefi cio. precio? Lima ut ilizó como medida básica la “ paj a de agua” , que
En la ciudad de los Reyes, t odos pagaban el impuest o de equivalía a la cant idad de agua que salía por un ori fi cio del diá-
la carne para la const rucción de la infraest ruct ura necesaria, al met ro de un t allo de cent eno que podía fraccionarse en medias
menos en el XVI, pues a part ir del XVII se eximió de t al pago a la y cuart as59. En el periodo de est udio (1578-1599) la paj a de agua
Iglesia, incluso se les devolvió el dinero ent regado. En el periodo cost aba 400 pesos, pero la t endencia sería baj ar est a t arifa en
est udiado, 1578-1599, los impuest os afect aban a t odos, pues la los siglos siguient es. El primer vecino que pidió agua de la fuent e
ampliación y mant enimient o del sist ema de agua pot able conlle- para int roducirla en su casa fue la encomendera doña Jordana
vaba import ant es gast os que los cont ribuyent es debían sufragar Mej ía. En la Junt a Capit ular del 4 de noviembre de 1588 se ordenó
mediant e exacciones ext raordinarias o impuest os, aunque esos al regidor Francisco de León para que lo gest ionara y comunicara
sist emas hidráulicos sí t erminaban benefi ciando a algunos de for- lo que hiciera al Cabildo60. El 11 de noviembre de 1588, el regidor
ma legal o subrept icia, porque int roducían en sus casas una con- dio relación sobre el agua concert ada por 400 pesos corrient es
ducción de agua próxima. Muchos de est os benefi ciarios obt enían
ser iguales para t odos, pues dependían del poder y de la riqueza de cada persona
agua de forma grat uit a porque las aut oridades ent regaban mer-
o grupo” ).
cedes o cedían grat uit ament e el agua a los más poderosos y el sis- 58 Levillier , 1925, 134. La caj a recogía el agua y desde ella se encauzaba a
t ema t erminaba benefi ciando a est os. Así, el agua de uso común, cualquier dest ino.
cuya conducción se había realizado gracias a los impuest os de los 59 El Cabildo limeño guardaba medidas de pesos de mercado, aunque no se
cont ribuyent es, ofrecía a un grupo, con frecuencia no cont ribu- sabe si t enía medidas de las paj as de agua (Maier Allende, 2005, 51). Se desconoce
el origen, pero es ant iguo. Se pract icaba con el t allo una incisión en una super fi cie
yent e, la posibilidad de ut ilizarla como propiedad privada57. Pese de barro fresca quedando un ori fi cio de t amaño similar.
60 Almorza Hidalgo, 2012, 1. Jordana Mej ía era encomendera, viuda de Mel-
56 Hinoj osa Mont alvo, 1997-1998, 157-170. El impuest o de la sisa era una chor Verdugo. Heredó la encomienda de Caj amarca y fundó un obraj e en ella. En
fuent e de ingresos para la hacienda local. Lima, la casa de Jordana Mej ía fue de las pocas que t uvo fuent e privada. Est as
57 Segura Graiño, 2003, 17 (“ Las inst it uciones públicas posibilit aban una viudas y familias de encomenderos fueron las encargadas de recibir y aloj ar a los
apropiación del agua para usos privados, pero est os usos part iculares no podían virreyes.

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La ampliación del suminist ro de agua en la Lima colonial a fi nes del siglo XVI:
los primeros problemas y sus soluciones

de a nueve reales que se había de dar a Mej ía. A su pet ición, el El regidor Diego Núñez de Figueroa fue el segundo vecino
t rat o fue hecho por escrit o est ipulando que la cant idad de agua que recibió una paj a de agua en 1593 por haber gast ado mucho
a darse fuese una paj a “ que no excediera de un cuart illo” y que dinero (6.000 pesos) en llevar el agua de la fuent e de la Plaza
el lugar a t omar fuese con el parecer del alarife de la ciudad 61. Mayor a San Marcelo y a su paso abast ecer de agua a los hospit ales
De est a manera, si alguna persona quisiera agua de la fuent e, que est uviesen por el camino. Est e sevillano, que fue regidor del
t enía que pagar la cant idad precisa y pact ar con el comisario que Cabildo de la Ciudad de los Reyes, era conocido por su despren-
debía llevar el conciert o al Cabildo para que quedara const ancia. dimient o: puso a su disposición 2.000 pesos para adquirir t rigo
El dinero recaudado de la vent a de paj as de agua habría de ut ili- dest inado al consumo de la ciudad en 1590 y adelant ó dinero
zarse para las obras de mant enimient o del encañado. En 1589 se para la const rucción de la fuent e en la plazolet a de San Marcelo63.
habría realizado una inspección ocular de t odo el sist ema de dis- Los vecinos y las inst it uciones empezaron a pedir paj as de
t ribución de agua, gast ándose en ello lo necesario del dinero que agua con mayor asiduidad desde 1594, por lo que el Cabildo orde-
ent regó Jordana Mej ía “ por ser negocio de mucha import ancia el nó al alarife que det erminara si había agua su fi cient e para eso y
agua que venía a la ciudad para la salud de t odos los moradores cuál debería ser el precio. Así, el 1.º de febrero y el 6 de mayo de
y habit ant es” 62. ese año, el secret ario de gobernación Álvaro Ruiz de Navamuel y
Los vecinos exigían la const rucción de más fuent es de agua la sevillana María Faj ardo de Villarroel, muj er de Diego Núñez de
fresca en ot ros punt os de la ciudad. El virrey García Hurt ado, III Campoverde, regidor perpet uo, solicit aron agua64. Álvaro pidió un
marqués de Cañet e, y la mayoría de los oidores de la Real Audien- real de agua, una cant idad exorbit ant e. Se ignora si se le conce-
cia est aban de acuerdo en la necesidad de hacer fuent es en la dió. Diego ya había recibido una paj a de agua y su esposa María
parroquia de San Sebast ián, San Marcelo y ot ros lugares, confor- pedía ot ra más para int roducirla en su casa, ofreciendo pagar 400
me a la primera t raza de la obra principal de la fuent e. Incluso pesos, igual cant idad que pagó Jordana Mej ía. El Cabildo acept ó y
algunos regidores pidieron echar sisa al vino y a ot ras carnes para los comisarios de la fuent e fueron encargados de hacerlo. Ambas
obt ener dinero con el fi n de acelerar la ej ecución de est as obras muj eres eran encomenderas y con gran poder económico.
públicas. Los vecinos moradores de aquellas part es de la ciudad Inst it uciones civiles, eclesiást icas (convent os y hospit ales) y
lo exigían ya que habían cont ribuido en la sisa de la carne de vaca vecinos habían prest ado dinero al Cabildo para acelerar y agilizar
para acabar la obra de la fuent e de la Plaza Mayor, la reparación el proceso de conducción de agua por la ciudad, con la condición
de las barreras de cont ención para prot eger las barrancas del río de su devolución. El hospit al de Sant a Ana había prest ado 2.596
y la const rucción del puent e de la ciudad. Todos eran conscient es pesos para la fuent e en 1593 y pidió su devolución un año des-
de la necesidad de hacer más fuent es y ot ras obras públicas. Por pués. El 26 de enero de 1596, el convent o de San Agust ín pidió
esas razones, el 29 de oct ubre de 1590, los regidores vot an a el pago de los 4.000 pesos que había prest ado para la obra de
favor de que cont inuara la sisa de la carne de vaca que se pesaba las fuent es. El Cabildo ordenó se cargasen a la sisa del vino y la
en la carnicería a medio real cada arroba, acordándose pedir al carne. Asimismo, el convent o de monj as de la Encarnación prest ó
virrey García Hurt ado de Mendoza que echara sisa al carnero que 2.500 pesos al Cabildo para llevar agua a la fuent e del convent o,
se rast reaba en la ciudad porque el dinero recaudado de la de la con la condición de que se le devolviese en un año de los ingresos
vaca result aba t an poco que la imposición de ot ras sisas era im- de la sisa. El 17 de j ulio de 1598 el regidor Alonso de Vargas Car-
prescindible. Así, est e virrey aplicó la sisa para la const rucción de baj al y el procurador mayor Francisco de Sandoval ot orgaron es-
ot ras fuent es el 8 de febrero de 1591. La aplicada a la carne de crit ura a favor del convent o de Nuest ra Señora de la Encarnación,
vaca que se pesaba en la carnicería era de medio real por arroba, según el aut o provist o por el Cabildo y confi rmado por el virrey.
y la aplicada a los carneros que se vendían en el rast ro era de un De igual manera, el 13 de noviembre de 1598, el convent o de la
real por cabeza. Merced había prest ado mil pesos de plat a para int roducir agua
Las reparaciones del sist ema de dist ribución de agua pot able en su int erior. El 8 de enero de 1599, el procurador general del
eran habit uales y los gast os crecían. El j uez de aguas pidió 40 convent o de San Agust ín, fray Diego de Vargas, solicit ó al Cabildo
pesos para arreglar la compuert a o evacuación del desaguadero la reparación de la pila de la plaza, pero como no había dinero el
principal que salía del hospit al de la Caridad, y con el parecer del mayordomo t omó cien pesos prest ados de propios.
alarife, el mayordomo ent regó el dinero el 11 de noviembre de De est a manera, los convent os impulsaron el avance de la
1594. De est a manera, el sist ema fue haciéndose más complica- red de cañerías a los dist int os barrios de la ciudad, ya que con el
do, por lo que se puso a ot ra persona a las órdenes del comisario adelant o de dinero se aceleraba la obra const ruyéndose almace-
de la fuent e. El 13 de sept iembre de 1596 se nombró un sobres- nes y fuent es de agua, que a la larga bene fi ciaron a los vecinos
t ant e o capat az para ocuparse t ambién del cobro de la sisa.

61 Cruz Cabrera, 1996, 134. Por ej emplo, en Baeza —en 1594— se vendió 63 Lohmann Villena, 1986, t . II, 216 y 217.
a don Diego de Quesada, señor de las villas de Garcíez y Sant o Tomé, el caudal 64 Ibidem, 1983, t . II, 215. Bárbara María Faj ardo de Villarroel, nacida en
de una “ paj a de agua” , al precio de 200 ducados. En Lima se pagaba aproxima- Sevilla, viuda del capit án Ant onio de Hoznayo, de est e mat rimonio heredó enco-
dament e una cuart a part e más por la paj a de agua, al menos en el caso de la miendas en La Paz y recibió una pensión de mil pesos impuest a sobre un repart i-
encomendera Jordana Mej ía. mient o en Chimo y Chicama. Se casó de nuevo con Diego Núñez de Campoverde,
62 Libros de cabildo de Lima, Libro Undécimo, Años 1588-1593 (29 de mayo sevillano, regidor perpet uo y acaudalado mercader y agent e en el Perú de la
de 1589). Sociedad Milit ar radicada en Sevilla.

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de menos recursos65. También provocaba que vecinos con poder de aguas con poder para gast ar lo necesario en ello. Ant e est a
económico solicit aran agua de est os almacenes para int roducirla sit uación, la licit ación pública para la ampliación del sist ema fue
en sus casas. llevada a cabo el 19 de mayo de 158168.
Durant e est os años, los vecinos import ant es de la ciudad (los Ant e la presión de la población por el agua, el Cabildo puso
encomenderos, encomenderas, comerciant es, regidores, oidores en marcha la ext ensión paulat ina de las cañerías por la ciudad 69.
y ofi ciales de la Casa de la Moneda) pidieron agua para sus casas. El primero en recibirlas fue el convent o de San Francisco, que ha-
El 19 de enero de 1598, Álvaro de Alcocer y Alarcón, sevillano, re- bía pedido varias veces que se le diese licencia para poder met er
gidor perpet uo y t esorero de la Sant a Cruzada pidió licencia para un poco de agua en su claust ro. El 16 de j unio de 1581, después
que del caño de la fuent e pudiera met er en su casa media paj a de más de dos años de la primera solicit ud, el Cabildo le concedió
de agua, t omándola del almacén más cercano66. El Cabildo le dio una paj a de agua, t omándola de la caj a que est aba encima de
licencia, previo pago de 200 pesos corrient es. El lugar de donde la acequia grande de Huat ica, sin perj uicio del agua que iba a la
habría de t omarla sería decidido por los comisarios del agua. Plaza Mayor 70.
A veces se solicit aba agua al virrey y est e la concedía a su La plaza de la Universidad pront o sería llamada de la Inqui-
nombre a algunos vecinos ilust res de la ciudad. El 8 de j unio de sición porque el Sant o Ofi cio había comprado la casa de Nicolás
1598 el Dr. Yñigo de Hornero, prot omédico, dij o en el ayunt a- de Ribera, que est aba en uno de sus fl ancos, para t rasladar a ella
mient o que el virrey Velasco había dado licencia para que el Ca- su audiencia y cárcel. Un canal de dist ribución de agua fresca
bildo le diese el agua que había pedido para su casa, como indi- pasaba cerca, por lo que pidió al Cabildo que le ent regase agua.
caba el decret o del que hizo present ación. Se le concedió media Los comisarios debían comprobar si era posible hacer lo pedido,
paj a de agua, pagando por ella 150 pesos corrient es y baj o la sin que la fuent e principal recibiera daño71. De est a manera, de la
condición de quedar supedit ada a las fuent es públicas. Al mes, los cañería de la fuent e pública se dio agua a la Inquisición en 1583.
comisarios de las fuent es señalaron el lugar de donde se le daría En los barrios baj os se fueron const ruyendo varios almacenes
el agua al prot omédico, que a su vez ent regó el dinero. de agua para llevar agua a est a zona: los principales bene fi ciarios
Al cabo de un año, el 5 de febrero de 1599, el Cabildo asumió era la elit e que vivía en la zona, quienes compraban su usufruc-
el empedrado de las calles por donde había inst alado la cañería t o. El pret ext o para ext ender la cañería era const ruir una fuent e
de las fuent es. Las ot ras calles sin empedrar las cubriría la sisa pública en la plaza de San Marcelo o en el espacio abiert o donde
j unt o con los vecinos y las personas que por allí t uvieran casa. est aba el mármol de Carbaj al, pero solo era una int ención, pues
Una de est as calles, t an malt rat adas, era la que est aba j unt o al no se dest inaba el sufi cient e dinero para los gast os72.
convent o de San Agust ín. Asimismo, la primera vez que se impuso Uno de los principales gest ores e impulsores de la ampliación
que el gast o de reparación del respiradero o acequia que pasaba del encañado sería el virrey García Hurt ado de Mendoza, que en
por unas casas lo pagase el dueño, sucedió el 1.º de febrero de la j unt a capit ular del 31 de diciembre de 1592 proclamó que una
1599. de las cosas más necesarias para la vida humana, el ornat o y la
policía de la ciudad era el agua pot able que llegaba a las fuent es
ya hechas, debiendo hacerse ot ras siguiendo el modelo de las
LA AMPLIACIÓN DEL SUMINISTRO DE AGUA
ant ecesoras. De est a manera, la sat isfacción de la necesidad de
A OTROS BARRIOS DE LA CIUDAD
agua se convirt ió en un punt o de preocupación para las aut orida-
Un año después de inaugurada la fuent e de la plaza mayor, el des, a la vez que en uno de sus deberes para con los gobernados73.
Convent o de San Francisco fue el primero en solicit ar agua para
uso privado —el 6 de abril de 1579— y los regidores en el Cabildo
empezaron a debat ir sobre la necesidad de ampliar el sist ema de 68 Ibidem (19 de mayo de 1581). Se mandó pregonar por nueve días la bús-
dist ribución de agua hacia ot ros barrios más alej ados del cent ro67. queda del mej or post or para remat ar en quien más barat o y mej ores condiciones
Después de dos años del primer debat e en el Cabildo, el 10 de ofreciese para realizar el t rasvase de ot ra fuent e que aliment ara a la que suminis-
t raba de agua a la ciudad.
abril de 1581, se decidió ampliar el sist ema y eso exigía almace-
69 Fernández Chávez, 2011, 40. Una cañería se const ruyó para surt ir un
nes desde donde el agua sería repart ida y descargada por nuevos convent o o solar agraciado con una merced, con el paso del t iempo el agua se
desaguaderos que en algunos t ramos requerían puent es de paso fraccionaría y en la mayoría de los casos se ut ilizaría la misma cañería para t irar
pagados a cost a de los propios de la ciudad. También las cañerías nuevos ramales que llegasen hast a las casas de los nuevos int eresados, o bien al ir
creciendo la red de dist ribución comenzaron a conect arse unas cañerías con ot ras
requerían mant enimient o. La responsabilidad est aría en el j uez
para llegar a nuevos punt os de la geografía urbana.
70 Urquiola Permisán, 2009, 53-71. Una paj a de agua proporcionaba durant e
65 Bonachía Hernando, 1998, 63. Por ej emplo en la met rópoli, a fi nales del un día un t ot al de 648 lit ros o 0,648 met ros cúbicos de agua (SEDAPAL —Servicio
siglo XV, se permit ió que los frailes del monast erio de San Juan en Burgos, canali- de agua pot able y alcant arillado de Lima—, 1997, s/ p.).
zaran el agua hast a su convent o con condición de edi fi car una fuent e en la plaza 71 Libros de cabildo de Lima, Libro Décimo, Años 1583-1588 (2 de sept iem-
del monast erio que “ mane de cont inuo” para el uso de la población. bre de 1583).
66 Lohmann Villena, 1983, t . II, 19-21. Álvaro de Alcocer y Alarcón nació en 72 Libros de cabildo de Lima, Libro Undécimo, Años 1588-1593 (15 de enero
Madrid. Llegó al Perú en 1572 y regresó a Sevilla, donde se convirt ió en mercader de 1592). Un mármol en recuerdo del cast igo que se propinó a Gonzalo Pizarro y
de la carrera y navegación de las Indias. Volvió al Perú con el cargo de t esorero de Francisco de Carbaj al, el demonio de los Andes, quienes se levant aron cont ra el
la Sant a Cruzada. Fue regidor perpet uo del Cabildo limeño (1589-1610). poder cent ral. Est e mármol se colocó en 1538 en el sit io donde se derribó la casa
67 Libros de cabildo de Lima, Libro noveno, Años 1579-1583 (6 de abril de de Carbaj al y se sembró de sal para que nada creciera sobre él.
1579). El primero que pidió agua de la fuent e fue el convent o de San Francisco. 73 Val Valdivieso, 2003, 186.

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La ampliación del suminist ro de agua en la Lima colonial a fi nes del siglo XVI:
los primeros problemas y sus soluciones

El frenesí en la amplia- Plano 2. Ubicación de los almacenes de dist ribución de agua en los barrios baj os de Lima
ción del sist ema se dio en los
últ imos años del gobierno de
est e virrey: el agua llegó a
dist int os punt os de la ciudad
a t ravés de fuent es públicas
y privadas. Almacenes de
agua fueron const ruidos en
las casas de algunos regido-
res. Como el de Francisco de
León, que consint ió no pedir
derecho a indemnización por
los daños y perj uicios que
recibieran sus casas del agua
infi lt rada74. De est a manera,
en la j unt a capit ular del 14
de febrero de 1594 se propuso
hacer un almacén grande en
la esquina de las casas que ha-
bían sido de Álvaro Illescas y
que, por aquel ent onces, eran
del regidor perpet uo Francis-
co de León con el obj et o de
repart ir desde allí el agua Fuent e: Elaboración propia.
que iría a San Sebast ián y San
Marcelo por haber en aquellos colegiales. Asimismo, el capit án Ant onio Suárez de Medina, sevi-
barrios mucha gent e y vecindad, procurándose que sus vecinos llano, había pedido que se le diese una paj a de agua para su casa
cont ribuyeran con algo a ello. También se acordó que ese alma- provenient e del almacén que est aba j unt o a est e colegio76. El
cén t uviese un pilar t al como se había hecho en la esquina de las Cabildo les concedió las pet iciones con la condición de que ant e
casas del licenciado Juan Mart ínez Rengifo75. Así observamos que cualquier emergencia, serían preferidas las fuent es públicas a las
los regidores y la elit e permit ían que en sus casas se const ruye- part iculares y que si no llegaba agua no había de ser el Cabildo ni
sen almacenes de agua con el pret ext o de acercar el agua a la la sisa obligados a devolver cosa alguna77.
población. En los barrios alt os de la ciudad, el hospit al de Sant a Ana
En j ulio de 1594, el ent ubado llegaba hast a el convent o de había prest ado dinero al Cabildo para acelerar los t rabaj os de
San Agust ín e ipso fact o empezaba a darse agua de ahí a la elit e inst alación de cañerías, pero no se había hecho nada porque se
que lo pedía. El 12 de agost o de 1594 se concedió t ít ulo o po- est aba t rabaj ando en los barrios baj os de la ciudad. El 9 de sep-
sesión de agua al Dr. Diego de Salinas por una paj a de los caños t iembre de 1594, el virrey García Hurt ado de Mendoza mandó
que iban a la fuent e de San Agust ín. De est e punt o se proyect ó det ener la ampliación del t ramo que est aba proyect ado del barrio
ext enderlo a San Marcelo y San Sebast ián. Finalment e, al est ar el de San Agust ín a San Marcelo en la part e occident al de los barrios
barrio de San Sebast ián más cercano al río y poderse aprovechar baj os para empezar con los arreglos en la part e alt a de la ciudad.
sus aguas, se concluyó que el barrio con mayor necesidad de agua La deuda compromet ida con el hospit al obligó a hacerlo y el 7 de
era San Marcelo. Se acordó que la conducción del agua se dirigie- oct ubre de 1594 se decidió reorient ar la obra hacia la plazuela de
se allí a t ravés del camino real que cruzaba t oda la ciudad rumbo Sant a Ana en el área orient al.
al puert o, pasando por el convent o de San Agust ín y la parroquia Ant e est e cambio de dirección no t ardaron en manifest ar-
de San Sebast ián. En la esquina del camino real donde est aba el se reacciones en la part e más occident al de los barrios baj os a
Mármol de Carbaj al se haría una pila para que desde allí se pudie- t ravés del hospit al del Espírit u Sant o, que solicit ó media paj a de
se llevar el agua al monast erio de las monj as de la Encarnación. agua el 4 de noviembre de 159478. El mayordomo de est e hospit al,
En 1594, el Colegio Máximo de San Pablo fue la primera ins-
76 Lohmann Villena, 1982, v. II, 280. Ant onio Suárez de Medina, sevillano que
t it ución educat iva a la que se concedió agua para la fuent e de los
pasó a Tierra Firme en 1570 como fact or del suyo y se hizo vecino de Lima donde
acumuló un import ant e caudal de dinero por sus act ividades mercant iles ent re El
74 Lohmann Villena, 1986, t . II, 172-174. Francisco de León Garavit o (1583- Callao y Panamá.
1612) fue regidor perpet uo del Cabildo limeño. Vivió en la esquina de las calles 77 Libros de cabildo de Lima, Libro Duodécimo, Años 1593-1597 (1.º de j ulio
denominadas de los Bodegones y de los plat eros de San Pedro. de 1594). El Cabildo limeño difícilment e cort ó agua a los part iculares, pero sí pro-
75 Rodríguez Quispe, 2005, 116 y 140. Mart ínez Rengifo, fundador económico cedió a cast igar a los albañiles y font aneros que permit iesen la ent rada de agua a
del Colegio Máximo de San Pablo, permit ió a la Compañía de Jesús afi anzar su casas de part iculares sin licencia.
labor educat iva. Libros cabildo de Lima, Libro Undécimo, Años 1588-1593. Vivió a 78 Cruz Cabrera, 1996, 103, 133 y 222. “ Las excesivas concesiones de agua
t res cuadras de la Plaza Mayor, frent e a la plazuela de los Coloquios. a convent os y part iculares t erminaron compromet iendo los propios raudales de

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Ant onio Fernández, pidió agua para el servicio de sus enfermos, El 1.º de enero de 1596, el año que fi nalizó el gobierno del
alegando que el Cabildo había dado agua a los demás hospit ales virrey García Hurt ado de Mendoza, expuso en el Cabildo el bene-
y convent os de la ciudad de forma grat uit a, por lo que considera- plácit o que sent ía al haber llevado “ el agua de las fuent es a los
ba j ust o que se le diera media paj a de agua. El Cabildo accedió convent os y ot ras part es como era not orio y era bien se prosiga
pero la inst alación sería a cost a del hospit al. Los comisarios de hast a llevarla a San Sebast ián, San Marcelo, la Encarnación y a las
aguas indicarían el lugar donde había de t omarse el agua. De est e demás part es que conviniese según parecer del Cabildo, comuni-
modo, la ampliación de las t uberías en la part e alt a y baj a de la cándose las decisiones al virrey” 83.
ciudad empezó a hacerse, pero est a vez ayudados económica- La conexión del encañado con el barrio de San Sebast ián t er-
ment e por los propios int eresados, sin devolución del gast o efec- minó en una fuent e el 9 de febrero de 159684. Sin embargo, al
t uado a la aut oridad compet ent e. Así, la presión de los dist int os poco t iempo, el 19 de abril de ese año, empezaron las quej as de
barrios limeños al Cabildo para abast ecerlos de agua fresca era los vecinos y sobre t odo de los frailes de San Agust ín porque no
bast ant e fuert e, ya que el agua era considerada un bien común y llegaba el agua a est e barrio y menos aún a San Sebast ián. Ant e
público, pero el Cabildo t endía a favorecer al sect or dominant e, est a sit uación, los regidores t rat aron la manera de solucionar el
t rat ando de no at ent ar cont ra los int ereses básicos del conj unt o problema: quit ar el agua a los part iculares para que llegase a las
de la población79. fuent es públicas. Es decir, dej ar sin efect o las paj as o reales de
En la int ersección de los barrios alt os y baj os, en la plaza agua repart idos por la part e que iba a San Sebast ián. Finalment e,
de la Inquisición, el agua era dist ribuida desde una caj a de agua se decidió no darla a ninguna persona ni convent o si no era por
de la Caridad por medio de un caño y aliviaderos que se rompían la medida de las arandelas o anillos en cada almacén, prot egidos
const ant ement e. El almacén di fi cult aba el paso del agua hacia la con las llaves que el Cabildo t enía en su poder.
Plaza Mayor porque era pequeño, est aba mal const ruido y t enía El 21 de sept iembre de ese año 1596, a poco t iempo de refor-
riesgo de caída de sus paredes. El Cabildo debat ió sobre est o el mado el almacén de agua cerca de la Casa, Recogimient o y Hos-
12 de noviembre de 1593 pero fi nalment e decidió rehacerla el 13 pit al de la Caridad, el comisario de la obra comunicó que est aba
de febrero de 1595. La comisión se formó al cabo de cinco meses rot o un pedazo de est a obra y se debía reparar para evit ar fugas o
y el obj et ivo fue hacer ot ro almacén de mayores dimensiones pérdidas. El almacén de la Caridad est aba generando problemas a
que reemplazara a la caj a de agua colindant e al hospit al de la t oda la red: cañerías, almacenes y, sobre t odo, la at arj ea. Según
Caridad. El almacén permit iría subir más agua y llegar mej or a el informe de los alarifes del 25 de oct ubre de 1596, la caj a de
las fuent es de la part e baj a de la ciudad 80. Tomó casi dos meses agua del manant ial y la t arj ea est aban rot as por muchas part es,
hacer el almacén y más de dos años t omar la decisión de hacerlo. de manera que la mayor part e del agua se perdía. La causa est aba
La inst alación de t uberías cont inuaba. Mient ras, la ciudad en que el almacén const ruido próximo al hospit al de la Caridad
hizo frent e a un serio problema de escasez de agua desde fi nales había sido elevado mucho y por ello el agua volvía at rás y provo-
de 1595, ya que llegaba poca a las fuent es de la part e baj a de la caba rot uras en el sist ema de la part e de los barrios alt os, por lo
ciudad. El comisario Francisco de León lo comunicó en la j unt a que convenía poner la caj a en el est ado en el que est aba ant es. Es
capit ular del 29 de diciembre de 1595, indicando que convenía decir, se había elevado est e almacén con la creencia de mej orar
met er agua en el manant ial que abast ecía a la ciudad porque el el sist ema, pero result ó lo cont rario. Los alarifes aprendieron a
que venía de la caj a principal era escaso. Un nuevo manant ial ha- conocer el movimient o del fl uj o del agua de la cañería en una
bía sido det ect ado, conduciéndolo hacia una caj a de agua, pero suert e de ensayo y error.
se requería limpiar la zona y reparar una acequia que conect ara La primera vez que el Cabildo quit ó el agua a un vecino ocu-
con la mat riz principal para ingresar el agua por la t arj ea. El rrió el 29 de noviembre de 1596. El agua fue ret irada al Dr. Diego
Cabildo accedió a que est a conexión fuese hecha lo ant es posible de Salinas ya que el almacén que había fabricado a la puert a de
para aliviar la necesidad de agua de la vecindad 81. Sin embargo, sus casas est aba dañado y fi lt raba la humedad por las paredes.
al cabo de seis meses, el comisario de la obra de la fuent e, Luis Había que hacer de nuevo est e almacén, pero al descubrir que
Rodríguez de la Serna, denunció en el ayunt amient o que no se consumía el agua sin pagar por ella, el Cabildo ordenó quit ársela
t erminaba de hacer el canal que permit iría met er más agua de defi nit ivament e.
ot ro manant ial, t al como se había decidido hacía años82.
Al asumir el cargo el virrey Luis de Velasco est e devolvió la
licencia al Cabildo para que eligiera al j uez de aguas, ent re sus
regidores, el 30 de diciembre de 1596, facult ad que le había sido
agua que vaciaban en las fuent es públicas, lo que originó serias prot est as, ya
arrebat ada durant e el gobierno de Francisco de Toledo. A pesar
desde fi nales del siglo XVI, t oda vez que las nuevas redes hidráulicas se habían de los problemas de escasez de agua y de los fallos en el sist ema
const ruido en su mayor part e por medio de derramas ent re t odos los vecinos” . de conducción, cont inuó la ampliación de la red de dist ribución.
79 Val Valdivieso, 2003, 134 y 136. En la j unt a capit ular del 27 de enero de 1597, el comisario de la
80 Cast año Hinoj o, 1978, 119. Llega la t arj ea principal a un “ depósit o de
donde arranca la cañería nueva. Por la part e de dent ro de la ciudad había que
obra de las fuent es, el regidor Francisco de León, propuso, como
const ruir un arca para dar alt ura al agua. De ella salen t odos los caños para hacer est aba acordado, que el agua de boca se llevara al barrio de San
el repart o” .
81 Libros de cabildo de Lima, Libro Duodécimo, Años 1593-1597 (29 de di- 83 Ibidem. (1 de enero de 1596).
ciembre de 1595). 84 Ibidem . (9 de febrero de 1596): “ La obra de la fuent e de San Sebast iano
82 Ibidem. (12 de j ulio de 1596). se ha cont inuado y est á acabada” .

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La ampliación del suminist ro de agua en la Lima colonial a fi nes del siglo XVI:
los primeros problemas y sus soluciones

Marcelo y al de la Encarnación, porque aquellas part es de la ciu- novedades en el manej o del agua, ent re ellas las fuent es de cho-
dad est aban bast ant e pobladas. Sin embargo, al comisario no le rro y el grifo de agua en ot ros lugares indianos87.
pareció buena idea ut ilizar el agua que iba a San Sebast ián para la Los convent os prest aban sus inst alaciones para hacer al-
Encarnación, pues no bast aría para unas y ot ras fuent es públicas. macenes donde deposit ar el agua que consumían y desde donde
Est e comisario sugirió t omar agua del almacén que est aba en la poder dist ribuirla por el barrio a t ravés de cañerías. Sin embar-
esquina de la Plaza Mayor hacia el convent o de la Encarnación por go, no est aban libres de problemas t écnicos que afect aban a su
haber menos fuent es por aquel t ramo. Los regidores acordaron infraest ruct ura, como la exist encia de cañerías quebradas que
que los alarifes dieran su opinión. humedecían las paredes y anegaban las calles.
La indecisión en cuant o al t ramo a seguir fue resuelt a cuando La ampliación de la dist ribución de agua por la ciudad pro-
las monj as de la Encarnación prest aron una cant idad considerable siguió con problemas. Uno de ellos era que las calles por donde
para t raer agua al convent o con la condición de que se le devol- pasaba el agua encañada habían est ado adoquinadas, pero con la
viese de las sisas. Ent onces, el Cabildo ordenó que obra habían quedado desempedradas. El Cabildo ordenó empe-
drarlas el 23 de febrero de 1598 aprovechando que había mucha
“ La encañadura se prosiga por la calle que est á ordenado hast a
piedra en aquel ent onces. También la rot ura del encañado de
met erla en el monast erio en la part e y lugar donde se ha de hacer la
la red de dist ribución solt aba agua a las calles y humedecía las
fuent e principal del monast erio por cuent a de la sisa y para poder
proseguir la obra se admit e el prést amo de los 2.500 que ofrece la paredes, que amenazaban con derrumbarse. El almacén y caj a
abadesa por un año el cual pagado se le devolverá de lo primero de agua del hospit al de la Caridad era el que mayores problemas
que procediere” 85. daba. El 28 de sept iembre de 1598, se leyó en la j unt a capit ular
una pet ición de solución del Dr. Marcos Ternero. El Cabildo delegó
El 31 de j ulio de 1598, el dinero de las monj as de la Encar- est a t area en el regidor Francisco de León para que hiciera ciert o
nación fue ent regado al regidor comisario Francisco de León para desaguadero. Asimismo, en la j unt a capit ular del 9 de oct ubre de
que prosiguiese la obra. En la j unt a capit ular del 17 de diciembre 1598, Juan Jiménez Flores dij o que la caj a de agua que est aba en
de ese año, el Cabildo informó que se había t runcado la obra que las paredes de sus casas —de donde t omaba agua para su fuent e
llevaba el agua al barrio de las monj as de la Encarnación porque part icular— se fi lt raba muchas veces, las paredes se humedecían
se pret endía llevar el t ramo a ot ra part e, pero se mandó not i fi car y su casa corría riesgo porque queriéndolo arreglar no se hallaba
al comisario que ingresara el agua al int erior del convent o. El Ca- la llave de la caj a de agua. Pidió licencia para t ener en su poder
bildo j ust i fi có est a medida porque había que cumplir con el mo- una llave, que el Cabildo le concedió con la condición de que
nast erio ant es que con cualquier ot ro como est aba ordenado. Sin no t omara más agua de la señalada. También los desaguaderos o
embargo, al cabo de un año —el 8 de oct ubre de 1599— la abadesa aliviaderos creaban problemas. Ot ro problema era la insufi cient e
del monast erio de la Encarnación, Mencía de Sosa, había enviado vigilancia del sist ema con solo un alguacil y una escasa inversión
una pet ición en la que indicaba que est aba ordenado y mandado en el mant enimient o.
por el virrey Luis de Velasco que a cost a de la sisa met iese el
A fi nales del siglo XVI, varios barrios limeños t enían ya sus
agua de las fuent es en el monast erio, haciéndose un almacén en
fuent es, la placet a de la Inquisición, el barrio de San Sebast ián,
él. El monast erio para facilit ar est e t rabaj o había adelant ado el
los monast erios, las casas de hombres principales, las cárceles y
dinero, pese a lo cual el comisario se negaba a hacer el almacén.
el palacio, ent re ot ros lugares88.
El Cabildo le ordenó obedecer 86.
De igual manera, en 1598, el convent o de la Merced había
prest ado 1.000 pesos de plat a para met er agua a su int erior. El CONCLUSIONES
Cabildo det erminó pagar primero al convent o del monast erio de
Las causas que provocaron la ampliación del encañado en
la Encarnación que le había prest ado dinero ant eriorment e.
Lima fueron sociales porque la población de los dist int os barrios
Hay que decir que algunos miembros de órdenes religiosas exigía que el agua llegara a ellos, pero los problemas climát icos,
eran expert os albañiles, incluso con conocimient os y habilidades t écnicos y económicos lo impidieron o ret ardaron. Asimismo, el
en infraest ruct uras hidráulicas y t écnicas de abast ecimient o de acceso al agua ent ubada se hizo polít ica por los con fl ict os de po-
agua, por lo que inst alaron fuent es, albercas, pilas, pozos y let ri- der ent re el Cabildo, virrey y las elit es.
nas en los convent os, a veces sin permiso, consumiendo más agua
El cont rol que t enía el Cabildo sobre el encañado era t ot al,
de la permit ida. La cont ribución de los religiosos a la int roduc-
int erviniendo en la regulación del consumo del agua en la ciudad.
ción de la t ecnología europea en Indias fue fundament al t ant o en
la ubicación de las posibles fuent es de abast ecimient o de agua,
como en el diseño de canales, est anques y fuent es. El Cabildo 87 Gonzalbo Aizpuru, 2004, 391-412. Díaz-Mart a, 1981, 689-699. González,
t omaba en cuent a a est os singulares albañiles pues int roduj eron 1998, 346 y 347. Por ej emplo, fray Diego de Chávez fue creador de la laguna
art i fi cial de Yuriria, en el sur de Guanaj uat o, en el año de 1548. Fray Francisco de
Tembleque, que realizó el acueduct o de Zempoala de 34 km en el alt iplano de Mé-
xico, ent re 1554 y 1571. Tiene 67 arcos y 1059 varas de longit ud. Muchas de est as
85 Libros de cabildo de Lima. Libro Decimot ercero. Años 1598-1601 ( 8 de obras de ingeniería civil fueron concebidas y dirigidas por religiosos, franciscanos
oct ubre y 8 de marzo de 1599). y carmelit as.
86 Val Valdivieso, 2003, 188. El papel del agua en la organización del espacio 88 Lizárraga, 2002, 83. “ …porque como las calles sean en cuadro, y el agua
urbano. vaya encañada por medio de las calles, es fácil de la calle ponerla en casa” .

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Apoyándose en su predominant e posición, imponía su crit erio y ño t ant o hidrológica como t opográfi cament e y comprendiesen y
decisión en aquello que afect aba al suminist ro del agua. Se ocu- manej asen mej or el sist ema. Por ej emplo, los alarifes creyeron
paba de t odo lo que se refería a la disponibilidad de agua para haber hecho lo mej or al elevar y remodelar la caj a de la Caridad
consumo, acondicionamient o de los punt os de abast ecimient o, aunque las consecuencias fueron negat ivas, generando mayor
mant enimient o de la cañería a t ravés del cont rol del t rabaj o de presión en la cañería por lo que t uvieron que deshacer lo hecho y
los t écnicos, así como de las medidas necesarias para garant izar mant ener est e almacén en el est ado en el que est aba para evit ar
su salubridad. que el sist ema colapsara. De est e modo, si bien en nuest ro perio-
En Lima, el agua pert enecía a la ciudad y el Cabildo ven- do de est udio algunas iniciat ivas no cumplieron las expect at ivas,
día su usufruct o a los vecinos, pero no su propiedad. Por eso, el enorme esfuerzo realizado consist ió en promover la t ecnología
en sit uaciones de necesidad se podía cort ar el agua. Las fuent es hidráulica con el fi n de lograr una mej or adapt ación del ent orno
públicas t enían preferencia por lo que, al menos en t eoría, la po- nat ural a las necesidades humanas.
blación general est aba sobre la elit e laica o religiosa. El Cabildo Las aguas subt erráneas de la ciudad de Lima est aban muy
t enía el cont rol de la dist ribución del agua en Lima, pero algunos profundas por lo que no había alj ibes, por eso necesit aban de al-
de sus vecinos podían presionarle para t ener uso de agua pot able macenes de agua para abast ecerse. Así, est e ciclo se caract erizó
a t ravés del poder polít ico y religioso. por la const rucción de almacenes de agua en la part e baj a de la
A los barrios baj os llegaba poca agua o quedaban sin ella ciudad para —a t ravés de ellos— ext ender la cañería a los dist in-
durant e días por la rot ura de las cañerías en los barrios alt os. t os barrios de la ciudad. Los convent os y la elit e religiosa y laica
Todo se debía a la carencia de un plan maest ro para realizar un cooperaron en la ampliación del sist ema, ofreciendo sus casas
repart o homogéneo por la ciudad. La cañería avanzaba según las para la const rucción de caj as que, a la vez que proveían agua a
pet iciones y el dinero ent regado, sin el seguimient o de un pro- sus solares, permit ían ext ender el sist ema para que llegara a las
yect o o plan previo, sino según las circunst ancias coyunt urales. plazas donde se const ruirían las fuent es públicas. Así, el agua
En un principio, los vecinos que querían fuent es privadas pagaban llegó a la fuent e de la plaza de la universidad o de la Inquisición,
su acceso al agua, pero pront o, a fi nales del XVI, nos encont ramos la plaza de San Agust ín, la plaza de San Sebast ián y se empezaría
con mayor cant idad de mercedes de agua, en especial a órdenes a ext ender hacia los barrios de San José y San Marcelo. El énfasis
religiosas y a inst it uciones de caridad. El cont rol y mant enimien- en est a et apa fue proporcionar agua a los barrios baj os que t enían
t o de est e sist ema de dist ribución del agua lo llevaba el j uez de mayor penuria para conseguirla y mucha la compraban de agua-
aguas, sus comisarios y alguaciles. dores. La part e alt a de la ciudad t enía mej or acceso al agua y la
Lima se dividió hidráulicament e en barrios alt os y baj os, ha- mayor part e la ext raía ilegalment e.
biendo más fuent es en la part e baj a de la ciudad que en la zona La expansión económica y demográfi ca supuso un poderoso
alt a. En el periodo est udiado se pusieron fuent es en las plazas impulso para ampliar el sist ema de dist ribución de agua por la
de San Agust ín, San Sebast ián y varias fuent es privadas más. A ciudad. La est abilidad polít ica local y la expansión del crédit o
fi nales del siglo XVI, el sect or de los barrios baj os de Lima em- permit ieron ut ilizar dinero público hacia empresas dedicadas no
pezó a poblarse rápidament e, mient ras que los barrios alt os don- solo a promover la act ividad económica, sino t ambién la calidad
de est aba la reducción de indios “ Sant iago del Cercado” y los de vida de la población. Avaladas por práct icas consuet udinarias,
convent os t omaban el agua sin ningún cont rol de la at arj ea. Más algunas de est as iniciat ivas est aban dest inadas a procurar un me-
t arde se const ruirían las fuent es de Sant a Ana y de Sant iago. Sin j or abast o de agua, crist alizando en aut ént icos pact os sociales
embargo, es necesario t ener en cuent a que las fuent es marcaban ent re los diversos sect ores de la población: el pago de sisas, la
física, económica y simbólicament e a la ciudad y se convirt ieron const rucción de almacenes en convent os, la int ervención en la
en polos de at racción de una población que necesit aba de agua ampliación del encañado de un mayor número de vecinos, et c. El
para vivir, pero t ambién eran divisores del espacio, sirviendo para Cabildo t rat ó de ofrecer a la población la mej or agua posible y
afi anzar límit es ent re los diversos barrios. Así, el agua cumplió cerca de sus viviendas o en punt os colect ivos de aprovisionamien-
un papel import ant e en la organización del espacio. A la vez que t o a disposición del vecindario.
se ampliaba el sist ema, el Cabildo prot egió las nuevas fuent es, El Cabildo t rat aba de conseguir un buen nivel de calidad en
abrevaderos, t uberías y arcas de los at aques y malos usos de par- el agua, mediant e el cont rol de la dist ribución y disponibilidad
t iculares para evit ar det erioros y at ascos.
de los recursos hídricos a fi n de increment ar la honra local y con
Las necesidades de los convent os aceleraron la ampliación ello su poder. La exist encia de fuent es —máxime, si eran her-
del t razado al facilit ar al Cabildo el acceso al crédit o y reducir mosas— proporcionaba honor y prest igio, por lo t ant o reforzaba
los problemas inmediat os de fi nanciación. La ayuda no solo fue el poder de la ciudad, a la vez que se convert ía en uno de sus
económica sino t ambién t écnica hidráulica al asegurar el man- signos caract eríst icos y dist int ivos. Una fuent e pública o privada
t enimient o de los almacenes para el abast o de la ciudad. Así, ennoblecía. Todas est as acciones cont ribuyeron de forma impor-
algunos religiosos en est os convent os se revelarían como diest ros t ant e a increment ar el grado de cohesión de la colect ividad con
albañiles que mej oraron la t écnica hidráulica paulat inament e. su ciudad y aument ar el poder concej il, legit imando su posición,
El periodo de 1578 a 1599 const it uyó una época de ensayo, garant izando sus int ereses, fort aleciéndolo y haciendo acept able
error y aprendizaj e en el desarrollo de la t écnica hidráulica. Así, el poder ej ercido por los regidores del Cabildo ant e la comuni-
est a et apa sirvió para que los cañeros conocieran el t erreno lime- dad. Con el fi n de hacer frent e al mant enimient o del sist ema se

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La ampliación del suminist ro de agua en la Lima colonial a fi nes del siglo XVI:
los primeros problemas y sus soluciones

recurría habit ualment e a recaudaciones ext raordinarias, sisas o Cast año Hinoj o, J. 1978: “ Est udio sobre las aguas del cabildo de Cór-
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AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 123-135, JULIO-DICIEMBRE 2016, UNIVERSIDAD DE JAÉN, JAÉN, ESPAÑA ISSN 2340-8472 ISSNe 2340-7743 DOI 10.17561/at.v0i8.3301

water and landscape

AGUA y TERRITORIO
El agua y la obra pública hidráulica en México:
concesiones, contratos y otras modalidades, 1880-1940
Wat er and Public Works In Mexico:
Concessions, Cont ract s, and ot her Management Modalit ies, 1880-1940
Nelly Josefa León-Fuent es
Universidad Veracruzana. Xalapa, México. nleon@uv. mx

Resumen — En est e art ículo se analiza cómo el agua en México, desde la época de la colonia, experiment a su proceso de privat ización y de incorporación como ser-
vicio público. Desde ent onces, ha est ado suj et a a las formas de cont rol y regulación de la administ ración de los gobiernos municipales y de los sect ores
sociales con poder económico y polít ico. La información remit e a las dist int as modalidades en los procesos de gest ión que regularon el abast o de agua a
las ciudades y con ello cont ribuyeron a la modernización del país durant e el periodo de 1880-1940. Un aspect o relevant e del t rabaj o es que se subrayan los
alcances y limit aciones fi nancieras, organizat ivas y t écnicas de los municipios, cuest iones que mant uvieron a la inst it ución local en una relación vulnerable
y desvent aj osa con ot ros niveles de gobierno y la iniciat iva privada.

Abstract — This art icle analyses how wat er in colonial Mexico underwent a process of privat isat ion and incorporat ion as a public ut ilit y. Since t hen it has been
subj ect ed t o f orms of cont rol and regulat ion by municipal government s and privat e init iat ives backed by economic and polit ical power. The inf ormat ion
available reveals dist inct modalit ies in t he management processes t hat regulat ed t he provision of wat er in t he cit ies and t heir cont ribut ion t o t he mo-
dernisat ion of t he count ry f rom 1880 t o 1940. One relevant aspect of t he t ext underlines t he fi nancial, organisat ional, and t echnical scope and limit a-
t ions of municipal administ rat ions, which in t urn illust rat e t he vulnerabilit y and disadvant ages experienced by municipal government vis-à-vis ot her
levels of government and privat e ent repreneurship.

Palabras clave: abast ecimient o de agua, servicio urbano, formas de gest ión, México
Keywords: Wat er supply, urban ut ilit ies, forms of wat er management , México

Información Artículo: Recibido: 31 enero 2015 Revisado: 29 j unio 2015 Acept ado: 7 febrero 2016

© Universidad de Jaén / Seminario Permanent e Agua, Territ orio y Medio Ambient e (CSIC)

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Nelly Josefa León-Fuent es

“ Si bien es esencial implicar al sect or privado en blico y privado sobre la administ ración y explot ación del agua y
la gest ión de los recursos hídricos, debería ser en las obras asociadas a est a. En el año de 1940, se concluye que
calidad de cat alizador fi nanciero y no como una los ayunt amient os crean las Junt as de Mej oras Mat eriales y es-
condición previa para el desarrollo del proyect o.
t ablecen las t arifas para el pago del servicio de agua, a fi n de
Puest o que la valoración del agua incluye
cont ribuir al abast ecimient o regular del agua en las poblaciones3.
prioridades sociales y ambient ales, así como la
recuperación de gast os, el cont rol de los act ivos El t rabaj o se divide en t res part es: en la primera se dest acan
debería permanecer en manos del gobierno y de los ant ecedent es hist óricos de la manera en que el agua, desde
los usuarios” 1. la llegada de los españoles a México, se convirt ió en un obj et o
mercant il, suj et o a vent as y formas de fi nanciamient o; la segun-
da, subraya como la concesión de las redes de agua represent a
INTRODUCCIÓN
uno de los primeros det onant es de obras públicas urbanas que
El obj et ivo de est e t rabaj o es analizar como recurso el agua j ust i fi can las funciones sobre t odo de los gobiernos municipales;
y cómo se ha considerado un recurso mercant il y, por t ant o, obj e- y la últ ima, analiza cómo durant e el por fi riat o las concesiones se
t o de negocio. Por eso, en est a ocasión, t oca observar las formas legalizaron y adquirieron el cariz de cont rat os y ot ras modalida-
en que las inst it uciones gubernament ales y empresas privadas des, al adopt ar polít icas y formas de modernización europea que
nacionales o ext ranj eras han cont ribuido a la inst alación de las incluyeron el fi nanciamient o de redes de agua en obras públicas,
redes de abast o de agua necesarias en los núcleos de población, Est o permit ió observar el papel que desempeñó el ayunt amient o
a t ravés del est ablecimient o de acuerdos, concesiones, cont rat os como órgano gest or.
u ot ras modalidades de explot ación del recurso y cómo con est e
t ipo de obra pública ha cont ribuido a la modernización del país.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
La t emporalidad que abarca cont iene dos periodos, uno que
va de 1880 a 1929 y el segundo de 1930 a 1940. Es en el primer Desde el inicio de la et apa Colonial en México el agua se in-
periodo cuando el esplendor de la economía liberal y la evolución cluyó en las cesiones absolut as de t ierras que los españoles reci-
del capit alismo en el ámbit o int ernacional se manifest ó con el bieron. A mediados del siglo XVII est e recurso se reglament ó como
desarrollo de las vías de comunicación, el auge indust rial y co- un element o separado de la t ierra, de modo que si los habit ant es
mercial que propició la movilidad de capit ales, organizaciones, compraban una merced o una mayor ext ensión de t ierra ―y si
empresas y personas ent re las ciudades más import ant es del mun- querían el agua como propia― t ambién debían pagar por ella.
do occident al. Ent onces, al igual que la t ierra, se consideró un recurso suj et o
En México, est e impulso modernizador fue encabezado por el al cont rol real español, y se vendía por mercedes individuales4.
president e Por fi rio Díaz, quien incorporó a México a los cambios De modo que el agua comenzó a ser un bien part icular o privado,
globales2 y su gobierno (1876-1910) promovió polít icas, leyes y como una mercancía para quienes la podían comprar. Pero est o
reglament os que apoyaron est e proceso de mej oras. no aplicaba para t odos, pues los indígenas t enían el agua como un
bien comunal al servicio y aprovechamient o de t odos los habit an-
Durant e el por fi riat o est os procesos se aplicaron en las ciu-
t es desde ant es de la aplicación de las Leyes de Indias5.
dades de México que t uvieron como ej e económico el desarrollo
indust rial y comercial. En ellas se hizo indispensable la apert ura y La ambivalencia del recurso del agua en el uso privado y
desarrollo de las redes de abast o del agua y saneamient o urbano; comunal persist ió desde la Colonia hast a el XIX, lapso en el que el
así que est e est udio observa cómo el abast o del recurso est uvo recurso hídrico se vendió a part iculares e inst it uciones locales6.
supedit ado al cont rol de los ayunt amient os, el est ado y la federa- A fi nes del siglo XVIII, y en especial durant e el siglo XIX, se apre-
ción, según el moment o hist órico; est as inst it uciones de gobierno cia una t ercera modalidad en la regulación del agua: como obra
est ablecieron concesiones, cont rat os y ot ras modalidades con los pública, servicio para quienes se concent raban en los núcleos de
grupos de elit e locales o regionales. población y que carecían de est e recurso. En est a modalidad se
desarrolló, con el auge del comercio, el proceso de indust rializa-
El segundo periodo de análisis, de 1930 a 1940, re fi ere al
ción y crecimient o urbano, con int ervención del gobierno muni-
t iempo en el que las empresas privadas de abast ecimient o de
cipal, las elit es y los empresarios que, por int ereses part iculares,
agua cont inuaron su part icipación, pero cada vez más limit ada
promovieron las obras públicas relacionadas con el agua7.
y cont rolada porque el municipio ret omaba su función específi ca
sobre el suminist ro de agua, solo que baj o la vigilancia normat iva, Es necesario t ener claro que las “ obras públicas” son aque-
operat iva y fi nanciera de la federación. Por t ant o, se enfat izan llas que se producen y consumen colect ivament e e implican la
los vaivenes, benefi cios y perj uicios que genera el esquema pú-
3 Birrichaga, 2007.
4 Medida equivalent e a cinco paj as de agua; es decir, cinco libras por minu-
1 UNDESA, 2003, 27-28. t o (Palerm, 2002, 230). Jurídicament e, las mercedes de agua fueron reconocidas
2 Cuando se hace referencia a cambios globales durant e est e t iempo es hast a la primera década del siglo XX, y cont roladas por los gobiernos locales y
porque en algunas ciudades de países del mundo occident al (Buenos Aires, Argen- est at ales.
t ina; Málaga y Madrid en España, por ej emplo) los gobiernos est aban incorporando 5 Margadant , 1989.
“ nueva t ecnología” para inst alar un sist ema de saneamient o o de abast o de agua 6 Según se aprecia en document os de los archivos not ariales de Querét aro,
que mej orara las condiciones de higiene de aquellas poblaciones que se iban con- Puebla, México, Cuernavaca y Xalapa (Aboit es, 1998. Birrichaga, 1997 y 1998).
cent rando (Méndez, 2013. Mat és Barco, 2013, 2014, 2015, 2016. Heredia, 2013). 7 León, 2009.

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El agua y la obra pública hidráulica en México: concesiones, cont rat os y ot ras modalidades, 1880-1940

presencia de fondos del Est ado, Cuando el gobierno carece de la cular como a las que había comprado en la misma calle, baj o la
capacidad económica para realizar las obras int erviene el sect or consigna de aport ar de su peculio una fuent e y un conj unt o de
privado8. Est a fue una práct ica común fundament ada desde las veint e lavaderos. El segundo ocurre cuando en 1779 el t enient e
Leyes de Indias expresadas por el rey Felipe II en 1563 y 1567, milit ar Joaquín de Cast illo compró la merced de agua y con simi-
que a la let ra dice: lar acuerdo con la aut oridad local llevó el agua del manant ial de
Techacapa para su uso part icular. En est e caso no le t ocó cons-
“ que no se haga obra pública sin acuerdo del que gobernare […] que t ruir, pero sí pagar el mant enimient o de los lavaderos del mismo
nuest ro president e t enga cuidado de ver cómo y lo que se gast a en nombre que est aban en t ot al descuido13.
las dichas obras y hacer que se t ome en cuent a de ello en cada un
año [que] Las obras públicas que se hubieren de hacer a cost a del El uso y la explot ación del agua se modi fi có con el desarro-
consej o de las personas y las que se pudiere y las personas que en llo de la indust ria t ext il en la primera mit ad del siglo XIX. Para
ello hubieren de ent ender […] que se hagan y reparen puent es a su avance fue necesario inst alar maquinaria hidráulica, lo que
cost a de los que de ello t uvieren benefi cio […] los vuest ros virreyes, implicó la edi fi cación de diversas obras, y por ello los empresa-
president es y gobernadores se informaran que es lo que podrán rios solicit aron permisos a los cabildos municipales respect ivos.
cost ear y hacerse y que lugares y personas han de gozar de ello; y La aut orización fue ot orgada a los nuevos empresarios baj o dos
repart ir a cada uno según el benefi cio que recibiere y más provecho condiciones: a) Que no se apropiaran del agua de la población a
de ello t uviere” 9.
menos que ya la t uviesen como suya; y b) Que brindaran un be-
Est e principio legislat ivo se const it uyó en una práct ica co- nefi cio para la comunidad afect ada al mover los cursos de agua.
t idiana durant e la colonia, pero se increment a en el siglo XVIII Est o signi fi ca que el Est ado ej ercía cont rol del recurso y como
cuando, con la mayor movilidad comercial de los más import ant es part e del “ buen gobierno” cumplía con su función de cont ribuir
cent ros urbanos que se ubican ent re la zona del Alt iplano y el gol- con det erminadas obras públicas a la población que servía14.
fo de México, se realizaron algunas obras hidráulicas. La inversión Una vez que los empresarios conseguían la aprobación de la
que los municipios hacían en relación a est e recurso nat ural era inst it ución municipal desviaban el curso nat ural de las fuent es de
escasa porque “ los usos fundament ales del agua no present aban agua a t ravés de la apert ura de zanj as para colocar caños, acue-
grandes variant es. Salvo excepciones, solo se ut ilizaba para el duct os, caj as de agua y at arj eas a fi n de conj unt ar las corrient es
aseo, la limpieza, el riego y el abrevadero de los animales” 10, de agua y aument ar la presión y const ancia indispensables para
habida cuent a que los ayunt amient os frecuent ement e carecían el movimient o de la rueda hidráulica que act ivaba la maquinaria
de fondos económicos para solvent ar las obras. En ese cont ext o, con la que se fabricaban diversos product os t ext iles.
el sect or privado, apoyado en la legislación colonial, ya fuera por Muchos procesos indust riales como el descrit o permit ieron la
int ereses económicos o familiares, est aba dispuest o a emplear dot ación de obras públicas en zonas urbanas. Debido al desarro-
recursos para componer alguna vía de comunicación o realizar llo, la población fue aument ando y generó una economía comer-
obras para la capt ación de acuíferos, o incluso para el desarrollo cial ligada a la indust ria. De ahí que el ayunt amient o, siguiendo la
de algunas act ividades agrícolas o manufact ureras. t radición colonial, condicionara a los empresarios a proporcionar
Un ej emplo es el caso de Juan Ant onio Urrut ia y Arana, mar- un benefi cio a la población, t raduciéndose est o en la const rucción
qués del Villar del Águila (Querét aro, 1726-1738), quien compró de conj unt os de lavaderos, t anques de agua, acueduct os, fuent es
el agua en mercedes con el propósit o de llevarla a su domicilio. públicas, puent es o caminos que mej oraran la int eracción social
Por ello, mandó const ruir un gran acueduct o, fi nanciando el 67% y económica ent re las poblaciones circunvecinas15.
de los cost os, mient ras que el rest ant e 33% fue aport ado por el
municipio. Según sus acuerdos, t ambién mandó const ruir cuat ro
LAS CONCESIONES DE LAS REDES DE AGUA,
fuent es públicas para el servicio de la población11. Post eriormen-
UNO DE LOS PRIMEROS DETONANTES DE OBRAS PÚBLICAS URBANAS
t e, en 1763, Joseph Bret on, dueño de una hacienda en San Andrés
Chalchicomula, Puebla, por int erés de comercializar los derra- Las act as de cabildo de diversas localidades de la Repúbli-
mes de agua para sí, y viendo la precaria sit uación del abast o a ca, ant es del siglo XIX, revelan los acuerdos ent re empresarios y
la fuent e pública y a la población, cost eó la const rucción de la aut oridades16. Sin embargo, hacia la segunda mit ad del siglo XIX,
cañería y arcos para la conducción del agua12. los arreglos t ransit aron de simples acuerdos municipales a con-
Dos ej emplos más se present an en la ciudad de Xalapa. El cesiones formales. Por ello es pert inent e cuest ionarse ¿por qué
primero, cuando en 1777 el t enient e José María Gorozpe compró aparece est a fi gura normat iva si ant es bast aba con un acuerdo ce-
mercedes de agua al ayunt amient o y con su aut orización cons- lebrado ent re las j unt as de cabildo y los part iculares para realizar
t ruyó un acueduct o, una caj a y la at arj ea para obt ener el agua det erminadas obras públicas? ¿Cuál fue el mot ivo que propició la
de los manant iales de Xallit ic y conducirla t ant o a su casa part i-

8 Connolly, 1994. 13 León, 2009.


9 De León Pinelo, 1992, t . III, 2099. 14 Idem. Connolly, 1997.
10 Mat és Barco, 2009, 39. 15 Un caso ilust rat ivo fue la const rucción del puent e (en la salida del camino
11 ht t p:/ / www.queret aro-mexico.com.mx/ t urismo/ acueduct o.ht ml (con- a Coat epec) y el conj unt o de lavaderos, con t anques, acueduct os y at arj eas j unt o
sult a realizada el 20 de marzo de 2014). a la fábrica del Dique (León, 2009).
12 Salazar, 2014. 16 Idem. Birrichaga, 1997.

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Nelly Josefa León-Fuent es

formalización o los cambios de algunas cost umbres heredadas de privado” 23, porque el Est ado ot orgó la concesión legal de obras de
la época de la colonia? ut ilidad pública a individuos part iculares o const it uidos en com-
Después de la Guerra de Reforma, durant e los gobiernos pañías.
de Juárez (1861-1872) y Lerdo de Tej ada (1872-1876), el Est ado Est as obras se aprecian desde ant es del por fi riat o, cuando
adopt ó una polít ica liberal apoyada en el fort alecimient o de la algunos indust riales t ext iles que ya cont aban con maquinaria hi-
propiedad privada, a t ravés de la redist ribución de las t ierras, lo dráulica incorporaron maquinaria de vapor, lo que hizo necesario
que a su vez amplió el mercado de fuerza de t rabaj o y permit ió explot ar ot ros acuíferos para aument ar y regular la cant idad de
mant ener baj os los cost os de producción; aunado a ello se dio la agua indispensable para la obt ención de vapor, cuyo proceso ut i-
uni fi cación del mercado nacional a t ravés de los ferrocarriles, lizaba compuest os químicos, reduct ores y fi lt ros que consumían
apunt alado con la eliminación de impuest os a la circulación int e- mucha más agua24, lo que mot ivó que los empresarios obt uvieran
rior, a lo que se sumó el impulso al mercado ext erno17. nuevament e permisos de los ayunt amient os a cambio de apoyar
con su peculio obras que benefi ciaran a las poblaciones.
En est e sent ido, el Est ado ―apoyado en la concepción libe-
ral ― promovió una polít ica de foment o y desarrollo indust rial que La evidencia de que los ayunt amient os aut orizaron la cons-
lo llevó a cont rolar de una manera más formal la administ ración t rucción de las obras hidráulicas requeridas ―y las formalizaron a
de sus recursos, lo que hizo de la “ concesión” una de las formas t ravés de concesiones― se det ect a en est udios de esa época sobre
más provechosas para impulsar el desarrollo económico, y que ciudades como Puebla, Mont errey, Toluca, Ciudad de México y
se defi ne: Xalapa25.
En 1855, en Puebla, la empresa Cañerías de Puebla de Igna-
“ [como el act o administ rat ivo el cual se] confi ere a una persona cio Guerrero recibió la concesión de part e del ayunt amient o para
una condición o poder j urídico para ej ercer ciert as prerrogat ivas surt ir de agua pot able, colocar cañerías y llaves económicas a t o-
públicas de bienes del Est ado, […] el cont rat o legal de la concesión das las casas y fuent es públicas de la ciudad; con excepción de la
da el derecho a los part iculares de uso o explot ación de un recurso, población dispersa y dist ant e del cent ro urbano y de quienes reci-
t rát ese de algún derecho de propiedad de la t ierra,[…] el derecho
bían el agua por derecho de las ant iguas mercedes. En el cont rat o
de vía o de la propiedad del agua y de t errenos result ant es de la
de cesión de derechos se indicaba que Guerrero podía vender el
desecación de lagos y ríos” 18.
agua que quisiera, después de abast ecer a los sect ores cit ados.
La concesión como inst rument o de subsidio se relacionó con En ot ra cláusula se expresaba que ningún ot ro empresario podía
la necesidad “ real o fi ct icia de compensar la baj a rent abilidad int ervenir en el ramo y los propiet arios de fi ncas únicament e de-
de las inversiones” 19 en infraest ruct ura, de la que carecían los bían hacer uso del servicio de est a empresa, con lo que Guerrero
gobiernos municipales o est at ales desde la Colonia hast a el si- aseguró el monopolio del agua26.
glo XIX. Por est a razón, a part ir de 1865 el gobierno formalizó De igual forma el ayunt amient o de Toluca, en 1862, ot orgó la
acuerdos consensuales ent re los act ores implicados para const ruir concesión al ingeniero inglés Jorge Ainslic para const ruir un caño
obras públicas, es decir, ent re aut oridades locales, gobierno na- con t ubería de plomo que conduciría el agua de la hacienda La
cional y empresarios cont ando a veces con la opinión pública20. Pila al cent ro de la ciudad para surt ir de agua a la gent e de mej or
Las concesiones ot orgadas con el fi n de realizar obras públi- posición social. La aut oridad se compromet ió a pagar por la ins-
cas signi fi caban una fuent e de ingreso para el Est ado, una forma t alación un cost o superior a 21.000 pesos; por ello, inst it uyó “ el
de administ rar los servicios públicos locales y una manera de legi- impuest o al derrame” , consist ent e en 24 pesos anuales a quienes
t imarse ant e los habit ant es; mient ras que a los concesionarios les fueran los benefi ciados, hast a cubrir la deuda27.
confería una forma de cont rol de los recursos para el desarrollo En 1871, en Xalapa28, los empresarios t ext iles Bernardo Sa-
de su indust ria21. Ambos act ores, al proporcionar servicios a la po- yago y Jorge Todd, const it uidos en una compañía, inst alaron má-
blación, adopt aron element os de lo que se denomina “ economía quinas de vapor en sus est ablecimient os, por lo cual solicit aron
moral” , basada en la j ust a equidad de los individuos que, en est e la concesión del cabildo a fi n de const ruir un acueduct o y una
caso, reclaman la sat isfacción de sus necesidades del recurso; represa de más de cinco km para conducir y concent rar el agua
por eso el ayunt amient o debía asegurar el servicio de agua a la de varios manant iales que surt ían a los ríos Sordo y Pixquiac. Con
población, para que de est a manera se mant uviera ecuánime, sin el obj et o de garant izar el éxit o de su empresa mot ivaron a 200
expresiones de violencia debido a su falt a o escasez22. ciudadanos, ent re ellos a sus t rabaj adores, para que solicit aran
agua ent ubada porque escaseaba en las fuent es públicas. Pero el
La int roducción de redes para el abast o del agua a las pobla-
ayunt amient o se negó, por carecer de liquidez, a responder est a
ciones represent ó una de las primeras obras o servicios públicos
que “ en México se sit úan en el part e-aguas ent re lo público y lo 23 Connolly, 1997, 55.
24 Hernández, 2004.
17 Kunzt , 2010. 25 Suárez, 1998. León, 2009. Cast añeda, 1998.
18 Serra, 1996, 385-389. 26 Birrichaga, 1998.
19 Ibidem, 386. 27 Cast añeda, 1998.
20 Rodríguez, 1999. 28 Los ej emplos que se seleccionaron para el cent ro del Est ado veracruzano
21 Connolly, 1997. León, 2009. se dest acan por los est udios que se han hecho para est e espacio y porque, al
22 Rodríguez, 1999. parecer, van a la vanguardia en cuant o a los cambios t ecnológicos y sociales.

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El agua y la obra pública hidráulica en México: concesiones, cont rat os y ot ras modalidades, 1880-1940

solicit ud. En est a sit uación los empresarios aprovecharán para de salud que plant eaban la idea de que t oda ciudad debería de
acudir al gobierno est at al, quien aprobó la concesión y, baj o est a t ener agua, drenaj e fl uido y buena vent ilación32. Pero la infraes-
presión, el cabildo del ayunt amient o t uvo que fi rmar el convenio t ruct ura que se const ruyó en el siglo XIX escasament e cont ribuía
y apoyar la iniciat iva empresarial aport ando una mínima part e a los requerimient os necesarios porque respondía más a int ereses
de los gast os para la primera red de agua ent ubada en Xalapa. part iculares.
Est a, como part e del benefi cio común29, legit imó las funciones Pese a que la const rucción de alcant arillas, acueduct os y
públicas del Est ado frent e a la ciudadanía. Como est ablecían los at arj eas era una at ribución del gobierno local, los márgenes de
reglament os emit idos por el gobierno en el siglo XIX, el sist ema acción est uvieron limit ados, ent re ot ros fact ores, por la escasez
de agua debía formar part e de la est ruct ura física urbana a cargo fi nanciera, el desconocimient o de la t ecnología y la falt a de ca-
de las aut oridades locales. pacidad organizat iva, a lo que se sumó la insufi cient e polít ica pú-
La reglament ación est at al relacionada con el agua se modi- blica orient ada hacia la salud y bienest ar de los ciudadanos como
fi có durant e el periodo comprendido ent re 1800 y 1900, debido lo dest aca Mat és Barco33, quien enfat iza que los niveles de gest ión
al proceso de const rucción de un nuevo Est ado, las formaciones de los ayunt amient os españoles fueron bast ant e limit ados frent e
de los grupos en el poder y el desarrollo de las ideas relat ivas a al desarrollo del capit al. Sit uación similar ocurría en ayunt amien-
la salud e higiene de las zonas urbanas. Se est ablecen ordenanzas t os lat inoamericanos, part icularment e mexicanos. Por ende, si
de orden est at al y municipal que guardan una relación similar en las empresas privadas y los part iculares t enían int erés por condu-
cont enidos. En la Const it ución de 1825 (art ículos 59, 61 y 62), las cir los recursos con fi nes indust riales, o para el benefi cio propio,
Ordenanzas municipales de 1837 (Art ículos 142 y 150) y la Ley impulsaron la const rucción de infraest ruct ura mediant e el arreglo
General del Gobierno del Est ado de Veracruz de 1855 (Art ículo de concesiones con los gobiernos municipales.
139) se indica que son at ribuciones del ayunt amient o: cuidar la En la década que va de 1870 a 1880 se experiment a una
limpieza de calles, mercados y plazas públicas; la const rucción paulat ina incorporación del marco legal derivado de las polít icas
y reparación de puent es, calzadas y caminos; la desecación de de libre mercado y de fort alecimient o de la propiedad privada,
pant anos o aguas est ancadas e insalubres, y la remoción de lo que promovidas desde la const it ución de 1857. Frut o de ello se desa-
pueda alt erar la salud de los hombres y el ganado. Además, en mort izaron los bienes eclesiást icos y se ampliaron las libert ades
1825 se creó la Junt a de Sanidad y en 1837, la Junt a de Caridad, económicas que permit ieron desarrollar más el concept o de la
ambas para apoyar la problemát ica surgida por las recurrent es libert ad individualizada y la libre compet encia; además, se “ fo-
epidemias30. ment aron los derechos laborales y el lugar de la empresa privada,
En est e t enor, el art ículo 146 de la Ley General del Gobierno nacional y ext ranj era, en el proceso de crecimient o” 34 del Est ado.
del Est ado de 1855 subraya el cuidado y la conservación de las De ahí que, a part ir de 1870, se observen acuerdos o cont rat os
fuent es públicas procurando que haya abundancia de agua31. Des- concesionados por las inst it uciones locales y est at ales a empre-
pués de la Guerra de Reforma, ent re 1869 y 1876, a las funciones sarios, quienes aún para esa década aprovecharon el recurso a
del ayunt amient o se sumaron ot ras como: cuidar el alumbrado cambio de benefi cios a la comunidad afect ada: de esa forma la
público, los j ardines de las plazas, las fuent es públicas y las at ar- inst it ución cubría la función de servir a sus ciudadanos con obras
j eas del cent ro de la ciudad. Las leyes y ordenanzas señaladas se públicas.
relacionaban con la prevención y el t rat amient o de enfermedades
epidemiológicas, como part e de la polít ica sanit aria de México, la DE LAS CONCESIONES A LOS CONTRATOS
cual se apegó a los cánones de los países europeos y americanos. PARA LAS REDES DE AGUA DURANTE EL PORFIRIATO
Después de la segunda mit ad de siglo XVIII, cuando llegaron
las ideas relat ivas a la higiene para prevenir las enfermedades La recuperación y modernización de la economía est uvo
cont agiosas, se favoreción la libre circulación del aire y del agua, acompañada de t ransformaciones est ruct urales como la indus-
la apert ura de calles para facilit ar la circulación, la remoción de t rialización y la urbanización, que demandaba la const rucción
basuras y la canalización de los desechos líquidos fuera de los de infraest ruct ura y servicios públicos35. Por ello, para colocar
cent ros urbanos pasaron a ser claves para la vida de la pobla- a México al rit mo de los avances de los países desarrollados de
ción. En consonancia con lo ant erior, las acciones en mat eria de Europa (Gran Bret aña, Francia y Alemania), el president e Manuel
agua, de drenaj e y remoción de inmundicias las impulsó el conde González impulsó ent re 1880 y 1884 una polít ica que dio cabida a
Revillagigedo y represent aron las bases de las polít icas públicas las concesiones como cont rat os empresariales al capit al ext ran-
j ero, lo que permit ió al Est ado delegar responsabilidades en la
29 Como lo señalan las dist int as const it uciones y reglament os municipales const rucción de redes de agua, int roducción de energía eléct rica,
del siglo XIX, aunque se avanzó en los t rámit es legales ent re los agent es involucra- ent re ot ras ramas de la economía, ant e su incapacidad para cum-
dos, y en la const rucción del acueduct o, no se llegó a un feliz t érmino por oposi-
ción de los hacendados cañeros de la zona de Coat epec, ent re quienes se vivió un plir con ellas. Las concesiones empresariales represent aron el
int enso confl ict o que se resolvió con la int ervención de la federación (León, 2009, imán para at raer capit ales, medios t écnicos, fi nancieros y formas
355-377).
30 Gobierno del Est ado de Veracruz, 1997 (Ley para la organización, policía 32 Connolly, 1997.
y gobierno del int erior, Gobernador: Miguel Barragán, t . I (1824-1827), 288-291; t . 33 Mat és Barco, 2013.
III (1840-1860), 39-41; art . 122 a 165, sección, 20 de marzo de 1837, t . III, 395. 34 Kunt z, 2010, 312.
31 Gobierno del Est ado de Veracruz, 1997, t . III (1840-1860), 399. 35 Ibidem.

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Nelly Josefa León-Fuent es

de gest ión para el desarrollo de dist int as obras con el propósit o ción urbana, creó espacios de acción para la empresa privada40.
de desencadenar el desarrollo del mercado y el progreso del país. Se mani fi est an mediant e t res vías reglament adas: a) la adminis-
Con est e ant ecedent e, cuando el general Por fi rio Díaz re- t ración direct a, cuando los ayunt amient os o gobiernos est at ales
t ornó a la presidencia en 1884, se at raj o a empresas ext ranj e- prest aban el servicio en algunos cent ros urbanos asumiendo t o-
ras baj o el régimen de concesiones y apoyos arancelarios para dos los requerimient os (diseño de obra, cont rol t écnico, mano de
obra y mat eriales); b) el cont rat ismo, que est ablece una est ipula-
el desarrollo de la indust ria t ext il y cervecera; a ello se aunó la
ción ent re dos o varias volunt ades en la que el Est ado se reserva
explot ación de minas y la ext racción de pet róleo, el desarrollo
la propiedad y el derecho de apropiación y según los acuerdos,
de las vías de ferrocarril y la apert ura de puert os de alt ura que
emplea a los t rabaj adores de forma direct a y se hace cargo de
facilit aran la libert ad comercial ent re países.
sus salarios; o la obra en su t ot alidad corre por cuent a de una
Las fábricas t ext iles se est ablecieron en su mayoría en un empresa part icular, comúnment e ext ranj era, y c) la concesión o
espacio que va desde Veracruz al alt iplano y de ahí hacia el nort e; la privat ización, que consist ía en que los gobiernos locales o est a-
en part icular en lugares que ya t enían t radición art esanal y co- t ales o ambos concedieran el abast o de agua a empresas o com-
mercial y en donde se localizaron las principales vías del ferroca- pañías part iculares, con mayor o menor inj erencia del Est ado41.
rril. Varias fábricas prosperaron por el empeño de las compañías Est os modelos t uvieron mat ices de aplicación de acuerdo con las
capit alist as ext ranj eras (inglesas, francesas y nort eamericanas), negociaciones que est ablecían los permisionarios o concesiona-
porque se asent aron cerca de las fuent es de agua o buscaron for- rios con las aut oridades, en forma de subvenciones o exenciones
mas de acercarla. fi scales, plazos y condiciones con base al mont o de las obras,
El agua fue un recurso est rat égico, primero para la fuerza los int ereses económicos y polít icos, además del lugar donde las
mot riz de la maquinaria hidráulica, luego para la de vapor y, fi nal- obras se const ruyeran.
ment e, para la generación de energía eléct rica út il para las dis- En México, las dos últ imas modalidades fueron las más prac-
t int as act ividades que permit ieron el crecimient o de la indust ria t icadas, aun cuando en la mayoría de las ciudades prevaleció el
y el del rit mo de la producción de mercancías para el mercado36. modelo de las concesiones a empresarios part iculares o int egra-
dos en compañías (con el predominio de las nacionales sobre las
El auge de la indust ria y el impulso al crecimient o económico
ext ranj eras) que cont aron con la aut orización y mediación del
mot ivó la movilización de habit ant es del campo a la ciudad para
Est ado.
ocuparse en las fábricas, el comercio y ot ras act ividades. Est a
concent ración de población hizo que varias ciudades en las dos El cont rat ismo est uvo acompañado de arreglos inst it uciona-
les como la const rucción de dist int as obras públicas y los cont ra-
últ imas décadas del siglo XIX necesit aran de la habilit ación de
t os formales se negociaron con empresas ext ranj eras, principal-
los servicios públicos e infraest ruct ura urbana. Sin embargo, los
ment e brit ánicas y francesas, que t enían experiencia su fi cient e,
alcances fueron de dist int a magnit ud para las ciudades implica-
poseían habilidades y aut oridad para dirigir el t rabaj o en equipo.
das pues mient ras algunas t uvieron un aument o signi fi cat ivo de
Además de cont ar con fuent es de fi nanciamient o ext erno para
población, ot ras se est ancaron o disminuyeron durant e el por fi ria-
proveerse de los adelant os t écnicos y cient ífi cos, como los t ubos
t o. Además, como lo expresan Aboit es, Birrichaga y Garay, surgió
de hierro colado que hicieron más fuert es y duraderas las t ube-
una polít ica urbaníst ica “ orient ada a modi fi car la ant igua t raza rías que se inst alaron de la calle a los domicilios part iculares,
Colonial de las ciudades” 37, que cont aba con acueduct os, caj as los embalses o presas dest inados a mant ener la regularidad del
y fuent es de agua como part e de las obras públicas para que las abast ecimient o urbano y del campo42.
poblaciones se abast ecieran del preciado líquido.
Ej emplo de ello es la compañía inglesa Pearson & Son, que se
El abast o del agua se modernizó en el por fi riat o con la ins- ocupó del desagüe de la Ciudad de México, de las obras port uarias
t alación de un sist ema en red abiert a, compuest o por un circuit o de Veracruz, Salina Cruz y Coat zacoalcos, y de la int roducción del
de t uberías rami fi cadas con dist int as salidas unidas a t anques al- agua en est a últ ima urbe, ent re ot ras obras43.
macenadores, caños, acueduct os y t anques decant adores y repar- En lo referent e a los primeros sist emas hidroeléct ricos, la
t idores que permit ieron ampliar la ofert a del servicio38. Ello im- presa de Necaxa fue concesionada inicialment e a la empresa
plicaba fuert es cost os de inst alación por la novedosa t ecnología, francesa Societ é du Necaxa en 1889, pero al no cumplir las ex-
la necesidad de cont rat ación de personal cali fi cado y mat eriales pect at ivas en t iempo y forma, la concesión se t ransfi rió en 1902 a
que exigían la apert ura o alineación de calles para una ópt ima Pearson & Son, que j unt o con ot ros accionist as fundaron la com-
circulación de la red 39. pañía The Mexican Ligt h and Power Company Limit ed de capit al
El nuevo sist ema en red t uvo t res modalidades, derivadas canadiense e inglés44. Ot ra concesión la t uvo la Compañía Eléct ri-
de las polít icas públicas del régimen liberal, que generaron la
40 Kunt z, 2010.
int eracción permanent e ent re la economía pública y la privada, 41 Serra, 1997. Connolly, 1993.
ent re el Est ado y el mercado, que, para promover la moderniza- 42 En Inglat erra se habían inst alado en la primera mit ad del siglo XIX. Est as
obras públicas fueron realizadas por nueve compañías o empresas dedicadas a la
36 Aboit es, Birrichaga y Garay, 2010. const rucción de obras para el abast o de agua (Derry y Williams, 1971, 612-613).
37 Ibidem, 26. 43 Connolly, 1997. Garner, 2005.
38 León, 2014. Connolly, 1997. 44 Invirt ió 12.000.000 de dólares, capit al con el que logró const ruir un sist e-
39 Alfaro, 2013. Mat és Barco, 2009. ma de canales, unidos a t ravés de 40 kilómet ros de t úneles que concent ró varias

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El agua y la obra pública hidráulica en México: concesiones, cont rat os y ot ras modalidades, 1880-1940

ca de Luz y Fuerza del Río Conchos para const ruir La Presa de la Ot ro breve ej emplo se observa en la ciudad de San Luis Pot o-
Boquilla en Chihuahua, subsidiaria de la empresa anglo canadien- sí, donde la empresa de Aguas de la Ciudad de San Luis Pot osí, S.
se Makenzie, que desde Toront o dirigía la const rucción de est a A. —const it uida por 48 socios de los gobiernos est at al y municipal,
obra45. Similar sit uación se observa cuando en 1912 se const ruyó así como de varios ciudadanos pot osinos con capit al económico—
la Presa de Taximay en Tula Hidalgo, con una inversión de la Com- acordó en 1894 const ruir una red de agua pot able que abast eciera
pañía Luz y Fuerza del Cent ro ( fi lial de la empresa canadiense a dicha ciudad; para ello, edi fi caron una presa en la sierra la
The Mexican Light & Power Limit ed) y del Ferrocarril de Pachuca. Escalerilla. Est a obra sería libre de impuest os, pero con la po-
Las primeras hidroeléct ricas t uvieron como propósit o apoyar el sibilidad de vender paj as de agua (500 lit ros de agua cada una)
desarrollo de la minería y la red de agua pot able de las ciudades a quienes la necesit aran t ant o para sus act ividades product ivas
relacionadas con est a act ividad ext ract iva, así como el desarrollo como para el mant enimient o de la salud de sus familias49.
agrícola regional 46. En Xalapa, Veracruz, en 1907, los Gobiernos est at al y muni-
Con la apert ura que Por fi rio Díaz les brindó, est as compa- cipal aprobaron el proyect o del general Ángel García Peña para
ñías pudieron realizar obras de mayor envergadura, que reque- int roducir agua del río Pixquiac a Xalapa const ruyendo un t anque
rían una considerable inversión de capit al ext ranj ero, un mayor de capt ación y almacenamient o para llevar el agua en t ubería de
conocimient o cient ífi co y t ecnológico y redes de fi nanciamient o. fi erro a los domicilios de part iculares y a los hidrant es50 coloca-
En cambio, las empresas nacionales de individuos part iculares dos est rat égicament e en la ciudad para el servicio público. Para
fort alecieron sus negocios a t ravés de la const rucción de obras cubrir los cost os, la empresa acordó con el cabildo la vent a de
públicas como el sist ema de redes en algunas ciudades, mediant e mercedes de agua a los habit ant es cobrando 3,00 pesos mensua-
acuerdos según su posición o grado de inj erencia con las inst it u- les por paj a, en calidad de impuest os51.
ciones locales o est at ales. La inst alación de redes de agua para poblaciones de provincia
Ent re 1880 y 1930 se regist raron ent re 30 y 40 empresas en se realizó en mayor medida con capit al de empresas nacionales,
ciudades con import ancia económica y/ o polít ica de las ent idades aunque t ambién part iciparon compañías ext ranj eras de capit al
federat ivas de Chihuahua, Coahuila, Jalisco, México, Michoacán, brit ánico, nort eamericano, francés o belga52. La razón principal
Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querét aro, Sinaloa, San Luis Pot osí, est riba en las facilidades concedidas por el gobierno por fi rist a a
Sonora, Zacat ecas, Tamaulipas, Veracruz y Yucat án. La oleada de los inversores ext ranj eros como respuest a al ideal de progreso
modernidad que t raj o la incursión de dichas empresas fue apro- que plant eaba el posit ivismo y la polít ica liberal.
vechada por los cent ros urbanos con mayor increment o pobla- Las empresas nacionales est aban const it uidas por un indivi-
cional al demandar una t ransformación en sus sist emas de abas- duo, ot ras por dos o más miembros de la elit e local, quienes en
t ecimient o de agua, pero las poblaciones más pequeñas fueron ocasiones cubrían alguna función import ant e en el ayunt amient o,
excluidas de est e avance porque sus condiciones económicas eran el gobierno est at al o federal 53.
dist int as47. La int ención de las empresas era lograr negocios con su fi -
Para most rar cómo se incorporó el modelo de las concesio- cient es ganancias por su part icipación en la vent a de agua, ya
nes formales a empresas privadas en las ciudades de provincia que la concesión se convirt ió en la forma administ rat iva adecua-
bast e cit ar unos cuant os ej emplos. En 1887, la carencia de ser- da para cont rolar y regular los derechos y las obligaciones ent re
vicios públicos en la ciudad de Mazat lán, Sinaloa, favoreció que concesionarios y el Est ado. Así, la federación cont ribuyó en la
Francisco Echeguren y de la Quint ana, j unt o con un grupo de mej oría de las condiciones de salud de sus comunidades y los
inversionist as, formaran la Compañía Abast ecedora de Agua de concesionarios lograron cont rat os con diversas condiciones: la
Mazat lán, con el obj et ivo de hacer t odas las inversiones y t ra- duración del t iempo de explot ación de las concesiones (cuyo in-
baj os que fueran necesarios para dot ar de servicio de agua a la
49 Cast añeda, 1998.
ciudad en un plazo máximo de 20 meses, por una suma mensual
50 Los hidrant es son “ bocas de caño de agua” , es decir, t ubos gruesos con
fi j a; de est e modo en 1890 llegó agua limpia, su fi cient e y cons- varias válvulas o salidas aliment ados por la red de abast ecimient o público, coloca-
t ant e a Mazat lán 48. dos est rat égicament e en las esquinas y calles para que la población se proveyera
del recurso, sobre t odo considerando a aquellos que carecían de acceso direct o.
fuent es acuíferas (Tecolut la, Necaxa y Tenango) en una amplia zona geográfi ca 51 Archivo Hist órico Municipal de Xalapa (en adelant e AHMX), Fondo Secret aría
comprendida en t errit orio de los Est ados de Puebla, Hidalgo y México. El agua que (FS), 1907, 4, 72.
después se conducía a las t urbinas de la plant a de Necaxa, ant es t uvo una caída 52 Por ej emplo, el abast o de agua de la ciudad de Veracruz y la de Coat za-
de 443 m de alt ura. La concent ración de agua permit ió a la compañía cont rolar coalcos est uvo a cargo de la empresa brit ánica de Pearson & Son. Mient ras que
el mercado de energía eléct rica más import ant e para los primeros diez años del los empresarios ingleses James St oker y William Walker se responsabilizaron de la
siglo XX, abarcando las ciudades de México, Puebla, Orizaba y Pachuca (Mart ínez red de Mont errey y la compañía St ruckt or —dirigida por el nort eamericano Tomas
y Ramos, 2006, 235-251). Branniff— del abast o del agua de Tampico. Los franceses Dillon y Makin, sin ma-
45 Rivas y Pérez, 2013. yores prerrogat ivas, obt uvieron del gobierno coahuilense la concesión para int ro-
46 En el caso de la presa de Necaxa las ciudades que se vieron favorecidas ducir el agua ent ubada a la ciudad y las familias alemanas (radicadas en Toluca,
fueron Pachuca, Puebla y la ciudad de México. Respect o de la presa de la Boquilla desde aproximadament e 1860) Rosenzweig, Graff, Got t wald y Henkel, como fun-
fue principalment e la ciudad de Chihuahua y, fi nalment e, la presa de Taximay se cionarios del ayunt amient o, formaron una compañía part icular para encargarse
aprovechó para int roducir el agua en Tula y ot ras poblaciones de Hidalgo (Mart ínez de la colocación de la red de agua de la ciudad. En est e caso, fundament alment e,
y Ramos, 2006. Rivas y Pérez, 2013) para abast ecer del recurso sus empresas (Connolly, 1997. Birrichaga, 1998, 202-
47 Connolly, 1993. Aboit es, Birrichaga y Garay, 2010. 210. Cast añeda, 1998, 167-169).
48 Cont reras, 2007. 53 Cast añeda, 1997.

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t ervalo fl uct uaba ent re 20 y 99 años de vigencia), los cost os de la cola, indust rial y urbano del país. Pero, ¿qué sucedió con el agua?
infraest ruct ura, las exenciones fi scales, la reducción en derechos ¿siguió est ando baj o cont rol de los part iculares? ¿Hast a dónde
aduanales, las formas de recuperación económica y el grado de llegó el cont rol del recurso con los gobiernos post revolucionarios?
relación ent re los niveles de gobierno local, est at al y federal. Uno de los result ados de la Revolución mexicana fue la Cons-
Durant e esos años los dist int os niveles de gobierno carecie- t it ución de 1917, que favoreció —principalment e— el int erés pú-
ron de una legislación adecuada que permit iera un cont rol e fi - blico en det riment o de los int ereses part iculares. En su art ículo
cient e de est as compañías; aunado a ello est aba el hecho de que 27 inst auró que “ la propiedad de t ierras y aguas comprendidas
los empresarios cont aran con las prerrogat ivas que les ot orgaba en el t errit orio nacional corresponden originalment e a la nación,
el president e Díaz, que les permit ió incidir en la edi fi cación de la la cual ha t enido y t iene el derecho de t rasmit ir el dominio de
infraest ruct ura urbana de la Ciudad de México y de ot ras ciuda- ellas a los part iculares, const it uyendo la propiedad privada” 57,
des en la provincia mexicana, con el fi n de obt ener abundant es con lo que se reafi rma el caráct er federal en cuant o a la idea de
ganancias. cent ralización del agua. Para el caso de los cuerpos de agua la no-
ción de propiedad “ inalienable e imprescript ible de la nación” 58
Con el progreso por fi riano, el fi nanciamient o ext erno de
result ó part e de un proceso iniciado con la ley de 1888 al que se
obras públicas mediant e el endeudamient o aceleró una t endencia
le incorporó la ley de 6 de enero de 1915 para darle el sust ent o
cent ralizadora en manos del gobierno federal y debilit ó los pode-
legal al Est ado, a fi n de que procediera al repart o de t ierras,
res locales, lo que se manifest ó en la cent ralización de funciones.
aguas y bosques.
El 5 de j unio de 1888 se inicia la regulación de las corrient es fl u-
viales, las cuales gradualment e fueron quedando baj o la vigilan- Para Luis Aboit es59 signi fi có una rupt ura y un volver al pasa-
cia federal. Post eriorment e, en 1908, la reforma const it ucional do porque se ret orna a las práct icas coloniales. Los “ usuarios”
a la fracción 22 del art ículo 72 int roduj o el concept o de dominio ya no serían únicament e los agricult ores privados, sino t ambién
público sobre las corrient es declaradas federales, argument ando los pueblos, las corporaciones y los ej idos. Asimismo, el agua
que el agua es de dominio público y de caráct er federal, lo que acompañó a la t ierra en la discusión j urídica sobre el repart o
permit ió a los part iculares acceder a concesiones, a t ravés del o rest it ución a los campesinos de forma similar a t iempos de la
gobierno federal, excluyendo con ello a los gobiernos locales en colonia, cuando ambos recursos se ent endían como una sola cosa
la t oma de decisiones54. Est os cambios legales facilit aron la cons- ya que est án est rechament e vinculados para el desarrollo agríco-
t rucción de diversas obras en ciudades que por su crecimient o la y humano: por eso se puede considerar que dependía uno del
demandaban más servicios55. ot ro. Aunque en realidad fue solo durant e el siglo XVI cuando los
dos recursos permanecieron unidos en la vent a de mercedes de
La fragilidad económica y legal de los ayunt amient os fren- t ierra. Sin embargo, para el siglo XVII (1643) las mismas Leyes de
t e a las compañías privadas, se manifest ó cuando las empresas Indias se modi fi can y apart an los dos recursos para vender merce-
se impusieron, a pesar de no cont ar con el beneplácit o de los des de t ierra y agua por separado.
usuarios, quienes est aban inconformes por el pago excesivo de
El gobierno federal, para fort alecer la federalización y con-
impuest os. En ocasiones, los usuarios pedían apoyo al gobierno
vert irse en la inst ancia suprema en el manej o del recurso hidráu-
federal, especialment e cuando se generaban con fl ict os ent re los
lico, promovió polít icas gubernament ales y obligó a los usuarios
compradores, las empresas y los ayunt amient os, y si est os pro-
a ceñirse gradualment e a las nuevas reglas. Por ello, desapareció
blemas no se solucionaban con acuerdos verbales, int ervenía la
la Secret aría de Foment o60 en 1917 y se creó la Secret aría de
acción j udicial, con la mediación del gobierno est at al o federal 56.
Agricult ura y Foment o (en adelant e SAyF), la cual se hizo cargo
de las funciones administ rat ivas y polít icas, así como de la formu-
EL AGUA COMO OBRA PÚBLICA Y EL AYUNTAMIENTO lación de leyes para la promoción de las act ividades inherent es al
DURANTE EL PERIODO POSREVOLUCIONARIO sect or agropecuario y forest al del país, la dot ación y rest it ución
de t ierras, la administ ración de las aguas de propiedad federal,
Al t érmino del movimient o armado del periodo revoluciona- así como de las obras de irrigación, desecación y mej ora de t e-
rio el abast o del agua en las ciudades est uvo cont rolado por em- rrenos61. Post eriorment e, t ambién se encargó de vigilar los cam-
presarios y compañías, que t enían el recurso hídrico como obj et o bios en las concesiones de obra pública de las aguas nacionales
mercant il. México se encont raba vulnerable, inmerso en una cri- dest inadas al abast o de las poblaciones por grandes o pequeñas
sis económica y fi nanciera, pues los bancos est aban endeudados que fuesen.
a consecuencia de los avat ares de la revolución, por lo que fue
necesario est ablecer polít icas gubernament ales que ayudaran a
la recuperación económica de la República. De modo que est a- 57 Tena Ramírez, 1982, 825.
58 Aboit es, 1998, 89.
blecieron leyes, reglament os y normas para las inst it uciones fi -
59 Ibidem.
nancieras, de crédit o nacional y de organización que operaran los 60 Que había sido creada en 1891 como la Secret aría de Foment o para at en-
proyect os del gobierno mexicano e impulsaran el desarrollo agrí- der las funciones de foment o agrícola, colonización de t errenos baldíos, irriga-
ción, chequeo de pesas y medidas, exposiciones de product os agrícolas e indus-
54 Aboit es, 1998. t riales y los observat orios met eorológicos y ast ronómicos (Carrillo, 2011, vol. 2,
55 Connolly, 1997. t . 1, 342).
56 León, 2009. Cast añeda, 1998. 61 Carrillo, 2011, t . II.

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El agua y la obra pública hidráulica en México: concesiones, cont rat os y ot ras modalidades, 1880-1940

Hast a la década de 1920 las empresas habían logrado conce- ciones de salud pública que debían at ender los problemas sanit a-
siones en diversas ciudades mediant e aut orizaciones federales y rios pasaron a ser responsabilidad de la federación.
en las que los ayunt amient os respect ivos permit ían explot ar dicho Consolidar la cent ralización efect iva del agua y facilit ar su
servicio de agua. No import aba si ocasionaban perj uicios ya que cont rol sobre el abast o de agua pot able obligó a la federación
no t enían ninguna obligación con el municipio y se convirt ieron en en 1929 a crear la Ley Federal de Aguas, que en su art ículo 14
verdaderos dict adores del consumo de agua62. Sobre t odo por la defi nió el procedimient o para la confi rmación del derecho de las
amplia vigencia que las empresas part iculares habían fi rmado con empresas sobre el agua. El art ículo subraya que las compañías
las aut oridades, con la int ención de ret ener sus derechos sobre seguirían abast eciendo a t erceros siempre y cuando pagaran las
las dist int as fuent es; es decir, est aban su fi cient ement e enraiza- cuot as det erminadas por la SAyF. Est e organismo, desde su fun-
das en el cont rol del agua de diversas localidades y no permit ían dación en 1928, sent ó las bases para ot orgar las concesiones de
que el Est ado posrevolucionario recuperase el vit al líquido. agua de uso público y domést ico. Est ipulaba que las compañías
El gobierno federal comenzó a ej ercer un crecient e cont rol privadas, part iculares y los ayunt amient os debían dar un depó-
sobre los usos del agua debido a los confl ict os ent re las compañías sit o de 50 pesos por cada 1.000 m³ que fueran dest inados para
privadas y la población, generados por los precios excesivos que abast ecer de agua a las poblaciones. Se supedit ó la vigencia de
cobraban por el agua. Est e fue el caso de los pobladores de Ixt e- acuerdo al art ículo 31 de esa misma ley a un máximo de 75 años,
pec, Oaxaca, quienes en 1926 fi rmaron cont rat os para pagar 10 siempre que est uvieran al día con la cont ribución de las cuot as
pesos por cada llave de agua de media pulgada. Y no porque est u- que anualment e pagaban67.
vieran de acuerdo con el precio del servicio de agua y el valor del Lo ant erior expresa que la cent ralización in fl uyó de manera
hielo, sino “ por la fuerza irresist ible que produce la sed” 63, sobre negat iva en la administ ración que los ayunt amient os ej ercían so-
t odo t rat ándose de poblaciones en la cost a suroest e de México, bre los recursos porque sus fi nanzas se debilit aron y no se les per-
en t ierra calient e, lo que hace necesario el consumo de agua en mit ió adquirir deudas ext ernas. Por t al mot ivo, algunos gobiernos
abundancia. Est e t ipo de sit uaciones obligó al gobierno federal locales recurrieron al endeudamient o int erno para fi nanciar obras
a imponer nuevas formas de regularizar el acceso al agua como públicas programadas en sus presupuest os.
vigilar las t arifas o apoyar a los gobiernos est at ales y municipales
Baj o est e cont ext o legal y administ rat ivo, el abast ecimient o
para recuperar o comprar las empresas de agua.
del recurso cont inuó en manos de empresarios part iculares que
Por ot ra part e, los gobiernos post revolucionarios —apoyados la misma ley prot egía al permit irles acceder librement e a 60.000
en los est udios de Past eur y Koch, que habían demost rado la im- m³ , mient ras que los ayunt amient os solo accedían a 50.000 m³
port ancia de la calidad del agua como vehículo de t rasmisión de según señala Lanz68. Lo ant erior expresa la fort aleza de las em-
enfermedades— realizaron diagnóst icos de salud pública a fi n de presas part iculares y la escasa liquidez de los ayunt amient os, ya
evaluar el funcionamient o de las empresas. En est e sent ido, el minada por los cont rat os “ benefi ciosos” expedidos ant es de la
agua se convirt ió en un element o clave de salud pública e higiene referida ley. De est a forma, los gobiernos locales quedaron aún
personal 64. más limit ados por el pago de cont ribuciones anuales y el cont rol
Los diagnóst icos relat ivos a la calidad del agua que corría del gobierno federal.
en las redes de varias ciudades para el consumo de la población De acuerdo con el art ículo 23 de la Ley de Aguas Propiedad
indicaban que había “ más de mil gérmenes del grupo Coli por lit ro Nacional de 1929, se indica que t oda solicit ud de concesión de
de agua” 65. Por ello, el agua ent ubada est aba infect ada de est os aguas se suj et ará a las disposiciones est ablecidas en los regla-
microorganismos causant es de enfermedades gast ro-int est inales ment os de la SAyF. Por ej emplo, que se debe: “ Demost rar que el
que ocasionaban un elevado índice de mort alidad infant il y redu- aprovechamient o que solicit e sea para usos domést icos o servi-
cían la esperanza de vida. Ant e est e panorama el gobierno fede- cios públicos de las poblaciones, que se obra en represent ación
ral asumió la t area de impulsar y generalizar los nuevos sist emas de la aut oridad municipal o que se t iene concesión de ella” 69.
de abast o de agua, apoyado en el art ículo 27 de la Const it ución El capít ulo IV, art ículo 37, señala que es el ej ecut ivo federal el
de 1917. Est a le ot orgaba el rango de propiedad nacional a las encargado direct o de regular los derechos de las concesiones.
aguas y expresaba que los part iculares y colect ividades solo po-
En 1933 la federación det erminó que el Depart ament o de
dían t ener acceso al agua por medio de resoluciones del Est ado66.
Salubridad gest ionara la aprobación de un reglament o general de
Por t ant o, se cent ralizó el recurso hídrico mient ras que las fun-
aguas pot ables. Est e fue aut orizado en 1934, durant e el gobierno
del president e Abelardo Rodríguez, como anexo al Código Sanit a-
62 Connolly, 1997. rio. El art ículo 257 est ablecía las normas j urídicas, en los ámbit os
63 Birrichaga, 1998, 219. federal y local, en mat eria de salud, y el Depart ament o de Salu-
64 Ibidem. Aboit es, 1998. bridad quedaba aut orizado para dict ar las medidas convenient es
65 AHMX, fondo México Independient e, paq. 4, 1928, exp. 98, s/ f, 42. Cabe
señalar que el grupo coli est á formado por microorganismos llamados Escherichia
apegadas a los análisis físicos, químicos y bact eriológicos que de-
coli, ent erobact er, Klebsiella y cit robact er, es decir, bact erias que compart en bían realizarse en las fuent es de abast ecimient o con el obj et o de
caract eríst icas comunes y se encuent ran en el int est ino y las heces fecales de
los humanos y animales que provienen del agua o de los aliment os cont aminados
(w ww.sl ideshare.net / l ucasburchard/ col if ormes.app1.semarnat .gob.mx/ pl ayas/ 67 Birrichaga, 1997. Lanz Cárdenas, 1982, t . II.
nuevo/ analisis_t ecnico02.sht m, consult a realizada el 24 de j ulio de 2014). 68 Lanz Cárdenas, 1982, t . II.
66 Aboit es, 1998. 69 SIAPS, 2010, 34.

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Nelly Josefa León-Fuent es

det erminar la pot abilidad necesaria del agua que cont ribuyera a est at ales. Ent re las medidas est aban: a) que los ayunt amient os se
la salud y la higiene de la población70. somet ieran a una disciplina severa y aust era de robust ecimient o
En 1934, el president e Abelardo Rodríguez promovió refor- de sus fi nanzas y b) que se acogieran a la ayuda del Banco (BHU
mas a la Ley de Aguas de Propiedad Nacional para facilit ar que OP) para realizar sus obras de abast o de agua y drenaj e. Lo in-
los ayunt amient os recuperaran part e de sus t areas en el servicio t eresant e era que la población debía cubrir part e de sus gast os
público, sin desat ender el dominio federal. Según el art ículo 2° para cont ar con el fi deicomiso del banco. Además, t oda vez que
se indica: se int roduj era el agua se debía cobrar una t arifa a los habit an-
t es y para hacerlo era necesario formalizar las Junt as de Mej oras
“ Los ayunt amient os que est én aut orizados para usar aguas de pro- Mat eriales, int egradas por un miembro del ayunt amient o, algu-
piedad nacional, con el fi n de at ender los servicios públicos y do- nos vecinos y un represent ant e del banco, quienes, desde luego,
mést icos de las poblaciones, solo podrán cont rat ar con part iculares vigilaban los recursos recuperados y pagaban al banco. Aunque,
la administ ración de dichos servicios, previo permiso de la Secret a- como dice Diana Birrichaga, la presencia de las j unt as represent a
ría de Agricult ura y Foment o. […] el aprovechamient o de las aguas la inj erencia direct a del gobierno federal en la administ ración del
será por mediación del cont rat ist a, [que] se suj et ará al régimen de
agua pot able74. A pesar de ello, el proceso de devolución del agua
las concesiones […] y t arifas que se present arán a la SAy F” 71.
a la nación se demoró un poco más.
Est a normat ividad federal brindó espacio a algunos ayunt a- Ot ra de las polít icas de los gobiernos post revolucionarios
mient os para recuperar el servicio de abast o de agua, que est aba fue promover rest ricciones a la import ación de bienes ext ran-
en manos de empresas privadas. Aunque a varias empresas no les j eros para favorecer el foment o a la producción nacional de di-
fue fácil separarse del negocio del agua por los nexos o las deudas chos bienes, pero para desarrollar la indust ria se requería de una
cont raídas con las mismas aut oridades. Tal es el caso de la em- fuert e inversión en la infraest ruct ura necesaria para promover
presa del general Ángel García en la ciudad de Xalapa, que había la agricult ura de riego en grandes espacios, lo cual incidió en la
ganado la inst alación de la red abiert a de agua desde 1907, y aun reest ruct uración del sist ema bancario para act ivar la economía,
con los cambios de la legislación, permaneció hast a su muert e en por lo que el gobierno creó en 1925 el Banco de México y el Banco
1937. Est a sit uación se produj o por la exist encia de deudas, co- Nacional de Crédit o Agrícola en 192675. Así, en ese mismo año,
nocimient os t écnicos y de suelos, además de la int eracción social el gobierno expidió la Ley sobre Irrigación con Aguas Federales
ent re el gobierno municipal y los empresarios locales. y creó la Comisión Nacional de Irrigación (CNI) para promover
Por ot ra part e, la federación asumió la t area de impulsar la la const rucción de obras de riego que impulsaran la agricult ura
generalización de los nuevos sist emas de abast o de agua y drena- nacional, sobre t odo, en el árido nort e del país donde ha habido
j e, que en buena medida permit ió la recuperación de las redes de una nat ural escasez de agua y la irrigación de la zona result a
agua de manos de compañías privadas, a t ravés del apoyo credit i- fundament al.
cio del Banco Hipot ecario Urbano y de Obras Públicas (BHU y OP)
o de la Nacional Financiera72, inst it ución que fue est ablecida por
CONCLUSIONES
el mismo president e Abelardo Rodríguez en 1933 para const ruir
obras de abast ecimient o de agua, la const rucción de drenaj e, A part ir de la exposición sobre la import ancia de las con-
mercados, servicios municipales, rast ros y lavaderos públicos, cesiones, los cont rat os y ot ras modalidades int ervinient es en el
para abat ir los coefi cient es de morbilidad y mort alidad de la po- desarrollo de la obra pública hidráulica en México, desde el por-
blación mexicana73. fi riat o hast a las primeras décadas post revolucionarias, se pueden
Durant e el gobierno del president e Lázaro Cárdenas, especí- plant ear las siguient es conclusiones:
fi cament e en el año de 1939, se propuso dot ar de agua pot able y Se considera que t ant o el agua como la t ierra son recursos
drenaj e a t odos las poblaciones en general, a fi n de prot egerlas de básicos para el desarrollo humano y como t al desde la época de
los problemas ext remos de salud y evit ar la mort alidad. La mayo- la colonia fueron obj et o mercant il, ya que la ley reglament aba
ría de los habit ant es se encont raban en condiciones de pobreza, a que ambas eran propiedad privada, suj et as a compravent a y el
pesar de ello y debido a la economía, solo era posible int roducir rey de España era el propiet ario. Las gest iones correspondient es
agua pot able a las cabeceras municipales, aunque el BHU y OP oca- al agua las realizaban los virreyes y alcaldes municipales; sin em-
sionalment e dio crédit o a ayunt amient os pequeños. Sin embargo, bargo, persist ió el agua como un recurso comunal ent re los grupos
est os no permit ían el uso del agua más allá de su espacio. indígenas porque fue respet ada y reglament ada en las Leyes de
El gobierno cardenist a buscó ser reconocido como “ el sexenio Indias.
del agua pot able” , por lo que propuso un plan en el que los ayun- Los modelos para reglament ar el agua privada y comunal
t amient os t uvieran servicios públicos apoyados por los gobiernos persist ieron hast a las t res últ imas décadas del siglo XVIII. En esa
época se aprecia un t ercer modelo como part e de las obras pú-
70 Birrichaga, 1997. blicas, que fueron emergiendo cada vez más debido a la est abi-
71 Lanz Cárdenas, 1982, t . 2, 137-138.
72 Est e banco fue creado por el gobierno federal para t rat ar de resarcirse
de la crisis product o de la revolución y de los cambios de las polít icas nacionales
(Birrichaga, 1997, 109). 74 Idem.
73 Birrichaga, 2007. 75 Birrichaga, 1997.

132 AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 123-135, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3301
El agua y la obra pública hidráulica en México: concesiones, cont rat os y ot ras modalidades, 1880-1940

lidad, crecimient o poblacional y auge comercial e indust rial de más colect ivo, organizado y reglament ado en cuencas o subcuen-
las ciudades. cas hidrográfi cas76.
A part ir de est e periodo son los cabildos municipales quienes Por el cont rario, en ot ras regiones el gobierno insist e en la
se debían encargar de la gest ión de las obras, pero ant e su inca- privat ización del recurso. En buena medida, porque sin la pre-
pacidad fi nanciera y operat iva para const ruirlas se apoyaron en las sencia de la empresa privada —sea de capit al local, nacional o
elit es locales a t ravés de acuerdos consensuados. Por ello durant e int ernacional— los ayunt amient os y los gobiernos en sus dist int os
el siglo XIX la const rucción de obras públicas puso de mani fi est o la niveles, son incapaces de asumir la const rucción de una red de
necesidad de fort alecer la legit imidad de la inst it ución local a t ra- abast ecimient o de agua y saneamient o, así como su mant eni-
vés de concesiones escrit as con las elit es. Sin embargo, el ayunt a- mient o, en las condiciones de seguridad e higiene que exige una
mient o se mant uvo vigilant e en cuant o a la reducción en las vent as sociedad desarrollada. A t ít ulo de ej emplo se puede cit ar el caso
de agua, pero no por eso aument ó su cont rol sobre la misma. de la empresa privada brasileña Odebrecht , que se encuent ra en
proceso de privat izar el agua en las ciudades de Puebla, Veracruz
En el por fi riat o se requirió un abast o cont rolado y cont inuo
para el desarrollo de los cent ros urbanos. Se hizo necesaria la y Coat zacoalcos.
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Event os
AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 137-141, JULIO-DICIEMBRE 2016, UNIVERSIDAD DE JAÉN, JAÉN, ESPAÑA ISSN 2340-8472 ISSNe 2340-7743 DOI 10.17561/at.v0i8

water and landscape

AGUA y TERRITORIO
IX Congreso Ibérico de Gestión y Plani ficación del Agua
“Agua, ciudad y salud de los ecosist emas:
Int egrando perspect ivas, proponiendo soluciones”
Valencia, 7-9 sept iembre 2016

Como manifest ó el profesor Francesc La Roca en la presen-


t ación del Congreso que ha presidido, la gest ión del ciclo int egral
del agua urbana present a act ualment e una serie de disfunciones y
ret os que es necesario abordar. Los sist emas t écnicos e inst it ucio-
nales desarrollados desde fi nales del siglo XIX y a lo largo del XX
se enfrent an hoy a un cont ext o -t ant o biofísico como socioeconó-
mico y polít ico- muy diferent e del moment o en que se planearon.
Desde diferent es posiciones se viene reclamando la necesidad de
defi nir un nuevo marco regulador del abast ecimient o y el sanea-
mient o, que —por un lado— alinee la gest ión del ciclo int egral del
agua urbana con las nuevas exigencias y dé respuest a, por ot ro,
a la demanda de mej ora de dichos servicios. Más precisament e,
se requiere un marco de crit erios e inst rument os que orient en y
asist an a los prest adores de los servicios en el cumplimient o de
su misión. los sociales y cult urales con los ecosist emas acuát icos, y est able-
El nuevo modelo de gest ión del ciclo urbano del agua que cer polít icas de democracia local efect iva.
se requiere reformula la relación de la ciudad con el agua y con El reconocimient o del acceso al agua pot able y al sanea-
ot ros recursos (t errit orio, suelo, energía). No incluye solament e mient o como un derecho humano pone en cuest ión la lógica neo-
el suminist ro de agua pot able, su dist ribución domiciliaria y su liberal de gest ión de los servicios del agua. No obst ant e, desde
correct a evacuación —lo que ya es mucho— sino que cont empla esa visión basada en la mercant ilización de la vida, se ha reac-
e int egra el conj unt o del fenómeno agua en el espacio urbano, cionado promoviendo un enfoque reduccionist a del derecho hu-
incluyendo las aguas de lluvia, la red hidrográfi ca sobre la que mano, con un reconocimient o merament e formal del mismo que
se asient a y rodea a la ciudad, los paisaj es fl uviales, el drenaj e, result a inefi caz.
las aguas regeneradas y los procesos de recirculación. Los nuevos A part ir del año 2000 se ha revert ido la t endencia de privat i-
plant eamient os surgen desde la vocación de incorporar la gest ión zación de los servicios de abast ecimient o y saneamient o, impul-
del ciclo del agua como element o del proyect o urbano de conj un- sada en gran medida por organismos fi nancieros int ernacionales
t o y reconoce a los agent es sociales como act ores capacit ados en desde los años 80 del siglo pasado. Est e proceso de remunicipa-
la gest ión sost enible de su hábit at . lización del ciclo urbano del agua se ha venido int ensi fi cando a
A est as demandas ha querido a responder el IX Congreso part ir de 2009.
Ibérico de Gest ión y Plani fi cación del Agua. Sin embargo, y en cont ra de las t endencias mundiales, en el
cont ext o europeo de polít icas de aust eridad impuest as a raíz de
la crisis fi nanciera int ernacional, las inst it uciones europeas est án
ÁREA TEMÁTICA I. AGUA, MODELO DE GESTIÓN Y DEMOCRACIA
promoviendo la privat ización de los servicios de abast ecimient o
El movimient o por una gest ión pública part icipat iva de los y saneamient o en los países más afect ados por la crisis, pese a
servicios urbanos de agua exige garant izar el cont rol ciudadano la fuert e oposición social. En algunos de est os países el proceso
efect ivo sobre el agua, como pat rimonio común; recuperar víncu- de privat ización est á relacionado t ambién con la búsqueda de

© Universidad de Jaén / Seminario Permanent e Agua, Territ orio y Medio Ambient e (CSIC)

137
IX Congreso Ibérico de Gest ión y Plani fi cación del Agua

port amient o impact a sobre t odos los cost es que el sist ema sopor-
t a en abast ecimient o, saneamient o y drenaj e.
Para que la aplicación del principio de repercusión de los
cost es pot encie efi cazment e un enfoque de gest ión de la deman-
da se debe aplicar conj unt ament e con ot ras medidas y presu-
puest os: garant ía de regulación por la administ ración pública y
t ransparencia en los circuit os de asignación de los ingresos t a-
rifarios, en primer lugar, así como sensibilización, información
act iva y adapt ación a hábit os sost enibles de consumo por part e
de los ciudadanos. La recuperación de cost es no puede ser regida
exclusivament e por crit erios de efi ciencia económica, sino que
t iene que considerar siempre las condiciones sociales, cult urales,
climat ológicas, hidrológicas y urbaníst icas locales. En det ermina-
dos cont ext os, como en el caso part icular de las favelas de Rio
fi nanciación alt ernat iva por part e de los ayunt amient os en crisis,
de Janeiro, que fue analizado por el Congreso, se pone especial-
a t ravés del mecanismo perverso del canon concesional.
ment e en cuest ión la aplicación mecánica de mét odos de gest ión
Frent e a la cont raposición t radicional de dos modelos alt er- est ándar.
nat ivos de provisión de servicios y garant ía de derechos (el mo-
El Pact o Social por el Agua Pública, suscrit o por más de cua-
delo público versus el modelo privado) algunos sect ores sociales
rent a ayunt amient os, diput aciones y parlament os aut onómicos
proponen una t ercera vía: la de los comunes, caract erizada por
en t oda España, asume un enfoque int egral que busca hacer efec-
modelos relacionales y colaborat ivos de gest ión, donde la socie-
t ivo el ej ercicio universal de est e derecho, promoviendo modelos
dad civil ocupa los vacíos de gobernabilidad dej ados por el sect or
de gest ión pública part icipat iva y garant izando la t ransparencia
público y present a una alt ernat iva a las propuest as que se ofre-
basada en sist emas adecuados de indicadores.
cen desde el mercado.
El Congreso valora posit ivament e modelos de gest ión como
Lo “ público” no es de forma aut omát ica más t ransparent e,
el de Águas de Ribat ej o en Port ugal, en el que dest aca la solida-
democrát ico, accesible y equit at ivo; est as cualidades dependen ridad int ermunicipal; o el promovido en Berlín, surgido a part ir
de cómo se inst it ucionalice su gest ión y acceso. La defensa de de una decisión democrát ica, mat erializada en referéndum, que
un modelo de gest ión pública para garant izar el derecho humano garant iza la recuperación de cost es pero sin ánimo de lucro, con
al agua t iene que venir acompañada por una de fi nición e imple- part icipación ciudadana direct a en los consej os de dirección de la
ment ación ambiciosa de dicho derecho. Frent e a int erpret aciones empresa, la inst it ucionalización efect iva de la rendición de cuen-
reduccionist as que se basan en el porcent aj e de cobert ura del t as, observat orios ciudadanos e indicadores de gest ión signi fi cat i-
servicio, los defensores del derecho humano al agua proponen vos y comprensibles para la ciudadanía.
defi niciones ambiciosas que incluyen crit erios y valores de ‘ ase-
quibilidad’ , democracia, t ransparencia, equidad en el acceso y
sost enibilidad económica y ambient al. De los aspect os ambient a- ÁREA TEMÁTICA 2. CIUDAD Y TERRITORIO RURAL.
les del ciclo urbano del agua se t rat ó ampliament e en ot ras áreas INTERDEPENDENCIAS
t emát icas del Congreso.
Es import ant e aprender de las t écnicas ancest rales de agri-
Sin embargo, no exist e una defi nición única de “ asequibi-
cult ura, sost enibles y adapt adas a los condicionamient os t opo-
lidad” o de “ pobreza hídrica” , y dicha defi nición es complej a.
gráfi cos, edafológicos y climát icos, de las civilizaciones preindus-
La erradicación de la pobreza hídrica requiere un marco de go-
t riales. En América del Sur est as t écnicas se perdieron en gran
bernanza adecuado que especi fi que clarament e las inst it uciones
part e con la colonización europea. Los regadíos t radicionales
responsables de garant izar el derecho humano al agua y permit a
ident i fi car con claridad a aquellos colect ivos que en cada caso
necesit an el apoyo solidario.
La t ransparencia y la rendición de cuent as en la gest ión del
ciclo urbano del agua es una condición básica y previa para que
est a pueda cont ribuir al ej ercicio efect ivo del derecho humano
al agua. Transparencia implica el suminist ro act ivo de t oda la
información vinculada a las caract eríst icas (t écnicas, económi-
cas, ambient ales y socio-sanit arias) cuant it at ivas y cualit at ivas
de los servicios del agua. La t ransparencia respect o al diseño de
los esquemas t arifarios es fundament al para la implement ación
efect iva de la repercusión de los cost es, de manera que responda
a principios de sufi ciencia económica, equidad, asequibilidad y
efi ciencia. Es necesario que los usuarios conozcan cómo su com-

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IX Congreso Ibérico de Gest ión y Plani fi cación del Agua

de los diferent es t errit orios de los países ibéricos t ambién son, realidades, sin somet erse a megaproyect os descont ext ualizados
como es bien sabido, una fuent e valiosísima de conocimient os y e insost enibles.
pot encialidades, con import ant e proyección de fut uro. La Nueva La severidad, la frecuencia y los daños asociados a las inun-
Cult ura del Agua debe ent roncar, inspirarse y enriquecerse con las daciones han aument ado en los últ imos años y es previsible que
enseñanzas de la ant igua cult ura del agua. sigan increment ándose en un fut uro. Paralelament e, se ha com-
El Congreso ha prest ado at ención a las huert as del ent orno probado que la gest ión t radicional de la inundación, cent rada en
medit erráneo en el que se celebró, dest acando por un lado sus medidas est ruct urales, es con frecuencia inefi cient e.
múlt iples servicios ambient ales, sociales y cult urales y, por ot ro, Sobre la base de est as const at aciones, el Congreso defi ende
el problema de la presión urbaníst ica, residencial e infraest ruct u- la necesidad de desarrollar las siguient es alt ernat ivas: Aut ént i-
ral, alent ada por las expect at ivas de los planes urbaníst icos sobre cas medidas de rest auración fl uvial, con incorporación de part i-
los espacios periurbanos, la reducción de super fi cie, la fragmen- cipación pública y const rucción de capacidades sociales, que no
t ación y, especialment e, la reducción de población act iva agraria, impliquen nuevos impact os, como por ej emplo las act uaciones
hast a convert irse en un espacio de “ regadío sin regant es” . erróneament e denominadas ‘ limpieza de cauces’ . En el caso de
El abandono de parcelas y del rico pat rimonio nat ural y cul- t ramos que no puedan conducirse a una verdadera rest auración
t ural de est os espacios agrarios disminuye su pot encial para con- se propone la nat uralización de los mismos, recuperando el mayor
t ribuir a la seguridad aliment aria, en cant idad y, especialment e, espacio posible para el río.
en calidad. Se desaprovecha así su capacidad para mej orar la
sost enibilidad de los espacios urbanos a t ravés del desarrollo de
circuit os de consumo de proximidad, con mayor efi ciencia ener-
gét ica y la cont ribución al cierre de fl uj os del met abolismo urba-
no propio de una economía circular.
Es fundament al mant ener vivos est os paisaj es cult urales por-
que est imulan la calidad de vida y el sent ido de pert enencia,
favorecen el desarrollo sost enible de la mat riz rural y son claves
para la resiliencia de las ciudades en un cont ext o de cambio cli-
mát ico y crisis energét ica.
El Congreso ha discut ido la necesidad de aplicar medidas de
prot ección y foment o de la funcionalidad de est os espacios, in-
cluidas fi guras de ordenación t errit orial, pat rimonial y paisaj íst i-
ca, así como medidas t endent es a apoyar los ret ornos económicos
de la act ividad product iva.
Igualment e se pone de mani fi est o la gran infl uencia de los Por ot ra part e, subsist en graves problemas en el t rat amient o
espacios urbanos sobre el conj unt o del t errit orio y sus ecosist e- de los cauces fl uviales en los ent ornos urbanos, siendo necesaria
mas y la necesidad de adopt ar fl uj os met abólicos urbanos más la mej ora de la convivencia ent re el sist ema de drenaj e nat ural
sost enibles, en relación con el circuit o de producción y consumo y art i fi cial en las ciudades. Para ello result a clave considerar el
de aliment os y con ot ros ámbit os, como la huella hídrica de las uso de suelo urbano como una presión signi fi cat iva, adapt ando
act ividades de la const rucción. Un mayor cont rol local sobre los los asent amient os a los cursos fl uviales, evit ando la ocupación
procesos product ivos urbanos y periurbanos facilit a la t ransición de los cauces y limit ando los usos en las zonas inundables, como
hacia sist emas con menor huella hídrica, energét ica y ambient al. est ablece la ley t ant as veces t ransgredida. Es necesario opt ar por
En est e sent ido, en el Congreso se ha dest acado la riqueza de ini- una ordenación del espacio urbano adapt ada a los ríos y por la
ciat ivas locales que ponen en valor los espacios agrarios periurba- rest auración de est os en el int erior de los espacios urbanos.
nos, pot enciando su mult ifuncionalidad e incorporando obj et ivos
Es imprescindible incorporar los Sist emas de Drenaj e Sost e-
de regeneración social. nible (SuDS) como t ecnologías complement arias de las infraes-
t ruct uras convencionales desde las fases más t empranas del pla-
ÁREA TEMÁTICA 3. EL AGUA Y LOS RÍOS EN EL ENTORNO URBANO
neamient o urbano. Para impulsar est e proceso es fundament al el
desarrollo de un marco t écnico y normat ivo, la puest a en marcha
Los ent ornos urbanos son uno de los muchos acont ecimien- de mecanismos de fi nanciación y la mej ora de la gobernanza de
t os que engloba el espacio fl uvial. Solo baj o esa ópt ica, dando las aguas pluviales, t omando el prot agonismo las administ racio-
prot agonismo al río como ej e vert ebrador de las poblaciones, nes locales. Las barreras que hoy en día t odavía obst aculizan el
lograremos est ablecer unas relaciones río-ciudad equilibradas y proceso de t ransición del drenaj e urbano son clarament e más
sost enibles. De ot ra part e, es necesario seguir insist iendo en que socio-inst it ucionales que t écnicas. Se debe por t ant o poner el
los ret os de la gest ión del agua requieren su inserción en proce- foco en las inst it uciones. La incorporación de las inundaciones
sos de ordenación t errit orial que est én basados en visiones int e- pluviales en la t rasposición de la Direct iva de Inundaciones al or-
gradoras y que propongan soluciones aj ust adas a las diferent es denamient o j urídico de los dist int os Est ados Miembro permit iría

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IX Congreso Ibérico de Gest ión y Plani fi cación del Agua

avanzar más fácilment e hacia la int egración de los SuDS en las El abast ecimient o urbano es uno de los principales ret os a los
polít icas de ordenación del t errit orio. que se enfrent a la gest ión del agua act ualment e. La búsqueda de
Es necesario reivindicar los ríos como vías de conect ividad alt ernat ivas sociales, inst it ucionales, económicas y t ecnológicas
ecológica del t errit orio y como fuent e de servicios recreat ivos, es fundament al para hacer frent e a los múlt iples ret os, como la
paisaj íst icos y cult urales. Especial t rat amient o merecerán en crecient e presencia de cont aminant es emergent es en los e fl uen-
est e sent ido los cursos fl uviales t emporales, que no siempre son t es urbanos, que exigen aplicar nuevos enfoques a los sist emas
bien ent endidos, valorados y asimilados socialment e en su diná- de saneamient o y depuración. En el Congreso se han present ado
mica y aspect os ecológicos y est ét icos. diversas experiencias para mej orar la calidad del abast ecimient o,
a la vez que se mant iene o recupera el buen est ado de los ríos,
Finalment e, gran part e de las malas práct icas en relación acuíferos y ecosist emas del agua, incluyendo las aguas est uarinas
a los ríos t ienen su explicación en el super fi cial y escaso cono- y lit orales.
cimient o de sus valores por part e de la población y en la inercia
cult ural y operat iva de t écnicos y gest ores. Una nueva y mayor
cult ura fl uvial, en ambos sect ores de la sociedad, que cont ribu-
yera a devolver a los ríos las funciones y espacios perdidos, me-
j oraría la vida de las ciudades y la salud de la sociedad misma.
En est e sent ido, el Congreso ha propuest o las siguient es líneas de
t rabaj o generales:

● Desarrollar programas educat ivos en t odos los ámbit os de


la polít ica y la gest ión de las aguas.
● Revisar de forma crít ica y rigurosa los recursos didáct icos
que se ut ilizan act ualment e en la enseñanza.
● Pot enciar el uso educat ivo y cult ural de las int ervencio-
nes de rest auración, rehabilit ación o mej ora de los ríos,
especialment e en los ent ornos urbanos, considerando t o-
das las fases del proceso como recursos pot enciales para A pesar de los avances realizados en la gest ión del ciclo ur-
el aprendizaj e. bano del agua en las últ imas décadas, es posible seguir realizando
● Recuperar el pat rimonio hidráulico en desuso e incor- mej oras en el sect or con medidas perfect ament e aplicables, ya
porarlo al conj unt o de recursos para la educación, di- sean medidas no est ruct urales (relat ivas a la concienciación, di-
vulgación y realización de act ividades cult urales de las fusión y educación de usuarios, a la formación de t écnicos o al
foment o de la invest igación) o medidas est ruct urales como:
ciudades.
● Complet ar la incorporación de disposit ivos y elect rodo-
ÁREA TEMÁTICA 4. ECOSISTEMAS Y CICLO URBANO DEL AGUA mést icos hidroefi cient es para seguir reduciendo la de-
manda de agua por part e de est os.
El grado de conocimient o del impact o del cambio climát i- ● Ut ilizar recursos alt ernat ivos a las fuent es hídricas t ra-
co es progresivament e mayor, los result ados y la invest igación dicionales, opt imizando el consumo de agua pot able
cient ífi ca (por ej emplo las met odologías de evaluación de vul- mediant e la “ adecuación de calidades” a los usos (“ fi t
nerabilidad y riesgos, así como de cálculo de la huella hídrica, for purpose” ), pot enciando la reut ilización y/ o recicla-
present adas en el Congreso) aport an result ados cada vez más j e de las aguas aprovechando fl uj os ant es desperdiciados
concluyent es e inequívocos. El cambio climát ico es, pues, una (aguas pluviales, aguas grises, et c.).
evidencia como refl ej an los valores de forzamient o radiat ivo del
● Aument ar el cont rol y el mant enimient o de las redes para
sist ema climát ico t errest re. Temperat uras y precipit aciones ya
la reducción de la demanda debida a pérdidas.
est án manifest ando cambios not ables. La disminución de cau-
dales anunciada en los modelos climát icos y el aument o de la ● Mej orar la efi ciencia de los usos ext eriores, a t ravés de
irregularidad de las lluvias obligan a desarrollar, desde ya, polí- sist emas de j ardinería hidroefi cient es.
t icas y medidas de adapt ación a la nueva realidad climát ica. La ● Pot enciar la minimización de consumos de energía en
ciudad va a ser un ent orno especialment e vulnerable a los efect os las diferent es fases del ciclo urbano del agua (aducción,
del cambio climát ico. La adecuación de los sist emas de abast e- pot abilización, dist ribución, saneamient o, depuración) y
cimient o y las medidas de reducción de ext remos hídricos deben especialment e en lo que se refi ere a la provisión de agua
ser ej es principales de las polít icas de reducción del impact o del calient e sanit aria.
calent amient o global en la escala local. Lament ablement e est o ● Replant ear a fondo los modelos de relación con las aguas
no se t raslada, con la urgencia que la gravedad del problema pluviales y el drenaj e de la ciudad, pot enciando el desa-
requiere, a las decisiones que deben t omarse en el nivel de las rrollo de SuDS, en la línea de lo recogido en las conclusio-
act uaciones polít icas. nes del área t emát ica 3 del Congreso.

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IX Congreso Ibérico de Gest ión y Plani fi cación del Agua

Los indicadores de sost enibilidad son una herramient a con un rias, inút iles o mal plani fi cadas, con el agravant e de no ser ino-
gran pot encial para explicar una det erminada realidad, pero dada cuas sino perj udiciales. Est as obras, que en el ámbit o europeo
la abundancia de indicadores que act ualment e se est án ut ilizando se asocian con f recuencia a la corrupción polít ica y económica,
en la invest igación cient ífi ca, es necesario defi nirlos t eniendo en se conviert en en t ragedia en los países de Iberoamérica con
cuent a la especi fi cidad del problema que se pret ende explicar, abusos, pillaj e, dest rucción y una violencia que no respet a ni
delimit ando clarament e el obj et ivo concret o que se quiere ana- la vida de las personas, como hemos podido comprobar t rist e-
lizar y adapt ándolos a la realidad local. Asimismo, es import ant e ment e est e año con el asesinat o de la líder ecologist a hondureña
garant izar la implicación social en la defi nición de las bat erías Bert a Cáceres.
de indicadores, además de considerar la limit ación que puede
En el Congreso se present ó el caso de una inf raest ruct ura
suponer su caráct er est át ico.
hidráulica obsolet a en el est uario del Guadalquivir, la presa de
El Congreso abordó de manera específi ca los indicadores de Alcalá del Río, que a pesar de est ar ya plenament e amort izada
est ado ecológico y ambient al requeridos en el ámbit o de la Di- y sin apenas f uncionalidad, cont inúa represent ando una impor-
rect iva Marco del Agua y de la Direct iva Marco Est rat egia Mari- t ant e barrera a la cont inuidad fl uvial. La recuperación de la
na, señalándose algunos problemas de incert idumbre cient í fi ca cont inuidad f uncional de los ríos debe ser plant eada desde una
asociada a la int erpret ación de sus result ados. Se puso de ma- perspect iva ibérica, dado que la rest auración de los ríos int er-
ni fi est o t ambién la necesidad de una buena int egración de est os nacionales exige act uaciones conj unt as para la eliminación de
inst rument os legales en las áreas geográfi cas a las que se aplican, obst áculos con impact os muy signi fi cat ivos sobre la int egridad
especialment e las aguas cost eras, así como la import ancia de la
fl uvial de los ríos compart idos ent re España y Port ugal. El Con-
coordinación de su implement ación en los países que compart en
greso acogió con sat isf acción la recient e decisión del Minist erio
demarcaciones hidrográfi cas y regiones marinas, como es el caso
do Ambient e de Port ugal en relación a la selección de un con-
de los países ibéricos.
j unt o de inf raest ruct uras hidráulicas que serán demolidas en un
Los grandes proyect os (megaproyect os) que comport an plazo breve.
grandes cost es sociales, económicos y ambient ales, siguen cons-
t it uyendo una realidad f recuent e: obras hidráulicas innecesa- Fundación Nueva Cult ura del Agua

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Reseñas Bibliográfi cas
AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 143-144, JULIO-DICIEMBRE 2016, UNIVERSIDAD DE JAÉN, JAÉN, ESPAÑA ISSN 2340-8472 ISSNe 2340-7743 DOI 10.17561/at.v0i8.3303

water and landscape

AGUA y TERRITORIO
BUSTOS, Beatriz, PRIETO, Manuel, y BARTON, Jonathan, 2015, gest ión del agua por empresas privadas, part icularment e el caso
Ecología Polít ica en Chile. Nat uraleza, propiedad, cono- del río Loa, y la ambigüedad o cont radicción ent re el modelo eco-
cimient o y poder, Santiago de Chile, Editorial Universitaria, nómico (“ neoliberal” ) y su ideología “ neut ral” o con ausencia de
275 págs. ISBN 9561124653. ella, al t iempo que acusa la apolít ica ecológica chilena.
Más adelant e, en la Part e III dedicada a Conocimient o,
¿Qué es la ecología polít ica? Est a la primera pregunt a que vie- Claudia Sepúlveda Luque (Universidades de la Front era y Aust ral
ne a la ment e. Mient ras que en América Lat ina es t odavía un t ema
de Chile) y Juanit a Sundberg (Universidad de Brit ish Columbia)
j oven, y aún en el calor de la discusión académica, en Europa y
colaboraron con “ Apert ura ont ológica, mult iplicidad y perf or-
los Est ados Unidos cuent a ya con varias décadas de est udio, por lo
mación: explorando una agenda post humanist a en Ecología Po-
menos desde comienzos de los set ent a. Lo verdaderament e int ere-
lít ica a part ir del desast re del río Cruces en Valdivia” . En est e
sant e en t odo caso, es el hecho de que la relación con la nat uraleza
t rabaj o, las aut oras se cuest ionan la percepción ont ológica de
es inherent e de la vida humana, y más allá de corrient es de pensa-
la vida de los cisnes de cuello negro, del río Cruces valdiviano.
mient o o de t endencias polít icas o económicas, solo hay –hast a el
A raíz del desast re ecológico causado en 2004 en est a región del
moment o- un planet a en el que la humanidad t oda ha podido desa-
sur de Chile, conf ront an la pregunt a ¿Tienen un valor monet ario
rrollarse, circunst ancia que t rae consigo una serie de int errogant es
est os cisnes?
como, por ej emplo, ¿puede lograrse la sust ent abilidad ent re las
necesidades de una población mundial en crecimient o con los re- Del mismo modo, Beat riz Bust os (Universidad de Chile) con
cursos nat urales limit ados exist ent es en el siglo XXI? su t rabaj o “ Producción de conocimient o en Chile y el caso de la
crisis salmonera” , realiza una revisión de la relación Est ado-cono-
Así, los edit ores del libro, Beat riz Bust os, Manuel Priet o y Jo-
nat han Bart on, se plant ean la relación ent re nat uraleza, propiedad, cimient o-nat uraleza en cuant o a la generación de conocimient o
conocimient o y poder, los cuales cuent an cada uno con un apart ado en el país, en el que dist ingue los lugares de invest igación y pro-
compuest o por dos art ículos, respect ivament e. De est e modo, la pri- ducción y t ambién la int eracción con los circuit os del capit al. Así,
mera part e dedicada a Nat uraleza, recoge el t rabaj o de Laura Ogden Bust os present a el caso del virus ISA y su impact o en la indust ria
(Dart mout h College, USA) y George Holmes (Universit y of Leeds), salmonera nacional.
t it ulado “ Involucramient os globales del bosque, incluso en el fi n del El últ imo apart ado recoge los t rabaj os sobre Poder. Primero,
mundo” , en el que exponen el rol de la administ ración del Parque Marcela Palomino-Schalscha (Vict oria Universit y of Wellingt on),
Nacional Karukinka, en la Tierra del Fuego chilena, en la conserva- con su art ículo “ Ej ercit ando el poder en t iempos neoliberales:
ción de los lagos glaciares y colonias de pingüinos. resist encia, comodi fi cación y emprendimient o en Alt o Biobío” ,
Por su part e, Ricardo Rozzi (Universit y of Nort h Texas-Uni- refi ere la relación direct a ent re el modelo económico del neo-
versidad de Magallanes), con su t rabaj o “ Ét ica biocult ural: una liberalismo y los impact os en la nat uraleza. Específi cament e,
ampliación del ámbit o socioecológico para t ransit ar desde la ho- present a la sit uación del Alt o Biobío, en el cent ro-sur de la cor-
mogeneización biocult ural hacia la conservación biocult ural” , se dillera andina chilena, espacio en el que han colisionado poder e
pregunt a sobre la dimensión ét ica en la invest igación ecológica. int ereses de condicionamient o t uríst ico del paisaj e nat ural y la
Para ello realiza una revisión y propuest a met odológica aplicable organización de indígenas para prot est arlo y revert irlo.
a las indagaciones en dicha área. A cont inuación, Álvaro Román (Universidad Albert o Hurt ado)
En el segundo apart ado del libro, referent e a la Propiedad, y Jonat han R. Bart on (Universidad Cat ólica de Chile), en su t raba-
Daniel Tecklin (Universidad Aust ral de Chile), ent rega su ensayo j o “ Una ecología polít ica de las t ransformaciones t errit oriales en
“ La apropiación del lit oral de Chile: La ecología polít ica de los Chile: poder y gobernanza en los sect ores forest al y salmonero” ,
derechos privados en t orno al mayor recurso público del país” , cambian el enfoque del problema, abordando desde los efect os
en el que aborda los dist int os usos del lit oral chileno, desde los paisaj íst icos y los confl ict os t errit oriales a la gest ión t errit orial,
más t radicionales como la pesca y las represent aciones simbólicas en el cual la pobreza y la t oma de decisiones son incorporadas al
const ruidas en t orno a ellos, como las disposiciones de uso por proceso de gobernanza del espacio, a t ravés de la aplicación de
part e de sect ores privados. En t odos ellos se ent ret ej en confl ict os la ecología polít ica. Sin embargo, t odo est o result a en un int enso
y ret os a la gobernanza, sobre la prioridad de la ut ilización de debat e act ual. Precisament e, los aut ores señalan que las crít icas
esos espacios o evit ar que se viert an desechos. exist ent es refi eren a la necesidad de est udiar la int eracción en-
Seguidament e, Manuel Priet o (Universidad Cat ólica del Nor- t re sect ores y est ruct uras de poder involucrados en las t ransfor-
t e) —en el art ículo “ La Ecología (a) Polít ica del modelo de aguas maciones espaciales, t ant o en el “ mercado” forest al como en el
chileno” — describe la sit uación present e en Chile en t orno a la salmonero del país.

© Universidad de Jaén / Seminario Permanent e Agua, Territ orio y Medio Ambient e (CSIC)

143
Reseñas Bibliográ fi cas

Para concluir, dos cosas merecen observarse con det enimien- gobiernos de dist int as t endencias (izquierda y derecha), cuyas
t o. Por una part e, la relevancia de pensar y afront ar los t emas polít icas –o despolít icas- han ocasionado graves daños. Se t rat a,
de impact o hacia la nat uraleza, y consiguient ement e, de las pues, de poder est ablecer una visión general que permit a avanzar
repercusiones casi imprevisibles para el planet a y la humanidad y “ crear” diálogos t ransversales en —por ej emplo— una verdadera
ent era. Y, por ot ra part e, la import ancia de at ender est os pro-
resolución y cumplimient o del prot ocolo de Kiot o.
blemas desde ot ras miradas y perspect ivas, mucho más amplias,
ecléct icas y diversas, pues la primera part e del libro ret rat a con Froilán Ramos Rodríguez
ciert o romant icismo las labores de “ descolonización” y de “ mo- Universidad Simón Bolívar, Venezuela
vimient os” de marcada t endencia polít ica, como obra de impulso Universidad de los Andes, Chile
a la ecología polít ica, pero dej a de lado las responsabilidades de fj [email protected]

144 AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 143-144, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, eISSN 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3303
AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 145-146, JULIO-DICIEMBRE 2016, UNIVERSIDAD DE JAÉN, JAÉN, ESPAÑA ISSN 2340-8472 ISSNe 2340-7743 DOI 10.17561/at.v0i8.3304

water and landscape

AGUA y TERRITORIO
DEL VAL VALDIVIESO, María Isabel, 2015, La percepción del “ Aguas peligrosas-aguas aprovechables: concepción ideoló-
agua en la Edad Media, Alicante, Publicacions Universitat gica y realidad product iva de los marj ales. El sur del Reino de
D´ Alacant, 318 págs. ISBN 978-849-717-345-2. Valencia (XIV-XV)” es frut o de una recient e t esis doct oral pre-
sent ada en la Universidad de Alicant e, cuya aut ora Miriam Parra
La fruct ífera hist oriadora medievalist a Dra. Ma Isabel del Val Villaescusa, explica hábilment e la import ancia de los marj ales en
Valdivieso organizó una reunión de 15 visiones hist oriográfi cas Orihuela y sus condiciones excepcionales para la product ividad
que logran alumbrar un t ópico t an concret o como sust ancial en la agraria, así como la calidad de sus past os y cult ivos, que a su
hist oria de la humanidad: el agua. Baj o el t ít ulo La percepción del vez refuerzan la calidad aliment icia de t odos los animales que
agua en la Edad Media, 15 invest igadores invit an al lect or a sus- se cazaban y los frut os que se recolect aban en ellos. Las t ierras
t ent ar con información hist órica su inquiet ud act ual por defender alicant inas cercanas al mar brindaron excelent es condiciones na-
el uso sost enible del agua, dej ando en mani fi est o la import ancia t urales para la diet a de sus pobladores medievales.
de la relación: hombre-agua. Ya que la pérdida de est a relación
La invest igación t it ulada “ Água e emoções ent re a paisagem
signi fi caría el deceso de la humanidad, es el hombre quien nece-
real e a imaginada: font es decorat ivas no Jardín dos Amores e nos
sit a la racionalización y j ust a repart ición del agua para t odos los
Jardins do Paraíso” , de la hist oriadora port uguesa Isabel Vaz de
habit ant es de cualquier sociedad en el mundo. Bien lo coment a
Freit as, Universidade Port ucalense Infant e Don Henrique, rescat a
la Dra. del Val Valdivieso en su int roducción: “ En el mundo globa-
22 ilust raciones medievales para evidenciar, a t ravés del art e de
lizado en el que vivimos, los problemas derivados de la escasez
la pint ura, la import ancia que t uvo el agua para el hombre en la
de agua pot able son cada vez más evident es. Todas las sociedades
época medieval. Gracias a est e original t rabaj o se comprueba
cont emporáneas son conscient es que garant icen la cont inuidad
que en el imaginario religioso del hombre medieval, el agua debía
de la vida” 1.
est ar present e en el paraíso t errenal.
Met odológicament e el libro est á plant eado en t res part es
¿Cómo se imagina el At lánt ico la gent e que t iene un ciert o
para abordar desde perspect ivas dist int as el t ema cent ral de la
conocimient o del mar a fi nales de la Edad Media?2 Usando como
obra, pero se complement an para reafi rmar y comprender la im-
fuent e primaria los diarios de viaj e de Gut ierre Díez de Games,
port ancia que t uvo el agua en la hist oria medieval ibérica: Pri-
y rememorando lo escrit o por Crist óbal Colón en sus viaj es, los
mera part e: “ De lo real a lo imaginado” (Capít ulos 1-5); Segunda
invest igadores Michael Bochaca (Universit é de la Rochelle) y Bea-
part e: “ De la palabra escrit a: De la t rat adíst ica a la diplomacia”
t ríz Arízaga Bolúmburu, lograron amalgamar sus visiones para
(Capít ulos 6-9) ; Tercera part e: “ Usos del agua en las cult uras cris-
int ent ar cont est ar a est a pregunt a. Respuest a que se ext iende
t iana, musulmana y hebrea” (Capít ulos 10-15) .
y const ruye en el art ículo t it ulado “ Conocimient os náut icos y re-
Es pert inent e mencionar con orden y equidad las invest iga- present aciones del mar en la Baj a Edad Media: el ej emplo del
ciones que int egran cada una de las páginas del libro. At lánt ico próximo” .
El primer t rabaj o del libro fue realizado por el profesor ¿Cómo solucionó el almirant e Crist óbal Colón la necesidad
José Rodríguez Fernández (Universidad del País Vasco) y se t it ula del hombre por mant ener su cercanía con el agua? Est a respuest a
“ Agua, poder, sociabilidad y desigualdades de género en las fuen- nos la propone hábilment e el hist oriador Ist ván Szászdi León-Bor-
t es públicas de las villas alavesas (1450-1550)” . El aut or demues- j a (Universidad de Valladolid) al consult ar fuent es document ales
t ra la import ancia de la localización de las fuent es públicas en como el Diario de Colón cit ado por fray Bart olomé de las Casas,
las villas alavesas en t iempos de la t ransición árabe a los con fi nes donde manifest ó su ocupación y sat isfacción al moment o de fun-
cronológicos post eriores de los Reyes Cat ólicos. El doct or Rodrí- dar la ciudad de La Isabela: “ La ciudad de la Isabela, que surge
guez apunt a la cercana relación que t uvieron las fuent es de agua bellísima, est á j unt o a un puert o excelent e, que abunda en peces
con las parroquias en las sociedades medievales, concluyendo suculent os, que probados por los médicos, se dan a los enfermos
que la cercanía de la inst it ución cat ólica con el agua se t rat a de para que recobren la salud” . Colón sabía que para el progreso
un símbolo de poder social con el que cont ó la iglesia, aport ando defi nit ivo de su empresa en América debía mant enerse cercano
un punt ual croquis que facilit a la comprensión de su est udio. al agua dulce.

1 Del Val Valdivieso, 2015, 9. 2 Ibídem, 101.

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145
Reseñas Bibliográ fi cas

Las crónicas incomplet as, escrit as por el hist oriador Pedro Universit é de Picardie, Rica Amran, consult ó el Archivo
López de Ayala (1333-1407) acerca de la Corona de Cast illa mo- Hist órico Nacional para la elaboración de su t ext o “ Agua,
t ivaron el int erés de la profesora Covadonga Valdaliso Casano- conversos e In-quisición” , donde el lect or aprende que el j udío
va (Universidade de Coimbra). Por ello t it uló su est udio “ Agua converso cambió de religión pero no su percepción y uso del
y espacio en el discurso hist oriográfi co medieval cast ellano: las agua.
crónicas de Pedro López de Ayala” . En él dest aca el dominio del
La arqueóloga islámica Belén Vázquez Navaj as, de la Univer-
agua que ej erció Enrique III (1390-1406), permit iéndole sost ener
sidad de Córdoba, publica el t ext o “ El rit ual de las abluciones en
su dominio milit ar en la época de su reinado ya que los ríos y ma-
Al-Ándalus: una aproximación a t ravés de la Arqueología” . Baj o
res fueron un import ant e ej e comunicador. “ Quien quiera ganar
una lent e e int erpret ación arqueológica, habla del import ant e
una guerra, que domine el agua” .
element o del agua en la const rucción y uso religioso de las mez-
La doct oranda Diana Pelaz Flores, de la Universidad de Valla- quit as y baños árabes.
dolid, present a uno de sus primeros frut os académicos: “ De fuen-
“ El agua en la ciudad andalusí: práct icas y rit os” es un t ext o
t es, ríos y mares. Presencia y signi fi cado del agua en la lit erat ura
hist órico de la invest igadora Ieva Reklait yt e, donde con fi rma la
cort esana del siglo XV cast ellano” . En est e t rabaj o hizo uso de
la lit erat ura cort esana para reit erarle al lect or el prot agonismo import ancia de las cost umbres cot idianas religiosas a t ravés del
nat ural que t uvo el agua en la vida de los hombres y muj eres de rit o de la puri fi cación de los musulmanes del Al-Ándalus.
la Edad Media. Con su amplia experiencia en Hist oria Medieval, la cat edrá-
El agua, a t ravés de la sabiduría de un médico medieval, es t ica de la Universidad Complut ense de Madrid, la Dra. Crist ina
una visión enriquecedora. Ellos daban al agua virt udes milagrosas Segura Graiño escribió “ Agua mágica y/ o “ aqua sanct a” . El agua
baj o la part icular creencia de su poder puri fi cador y regenerador. en el imaginario popular religioso madrileño” . En sus páginas nos
El t ext o “ El agua en los t ext os médicos medievales. Un ej emplo desarrolla la idea de que el agua como element o mágico es vit al
del siglo XIV” , de la hist oriadora Crist ina de la Rosa Cubo (Uni- para lograr ent ender el pensamient o medieval de Madrid. La in-
evit able unión de religión y magia…
versidad de Valladolid), aborda el uso del agua desde aspect os
t eóricos relacionados con la higiene, el medicament o y aliment o Eduardo Jiménez Rayado (Universidad Complut ense de Ma-
de los pacient es que sufrieron la sombra de la enfermedad en drid) rescat ó el t ema del agua en su represent ación sust ancial de
t iempos medievales. la lluvia. En “ El agua imaginada: Rogat ivas y pet iciones de lluvia
La invest igadora Pérez Rodríguez propone una sugest iva in- en el Madrid medieval” analiza el imaginario mezclado con el
vest igación t it ulada “ La visión del agua en los diplomas medie- crist ianismo que t enían de la lluvia los agricult ores madrileños
vales a t ravés del léxico” , que nos permit e ver el prot agonismo medievales.
del agua en la vida social de las sociedades medievales a t ravés La Dra. Ma Isabel Val Valdivieso reit era en “ La percepción del
del exhaust ivo est udio del léxico de los diplomas de inst it uciones Agua en la Edad Media. Conclusiones” su invit ación al lect or a la
como el Monast erio de San Vicent e de Oviedo o el Monast erio de refl exión y búsqueda de soluciones a los problemas del agua del
Belmont e. mundo cont emporáneo.
La import ancia del agua como element o puri fi cador dent ro Est a obra es de obligado análisis no solo para t odos aquellos
de la religión j udía perduró en aquellas oleadas de “ crist ianos est udiosos de la hist oria del agua, sino t ambién para los defenso-
nuevos” que habit aron en t iempos medievales. La profesora de la res del uso adecuado de est e recurso nat ural.

Mt r. Abraham Mercado Ravell


Universidad de Sevilla
[email protected]

AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 145-146, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, eISSN 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3304 146
AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 147-148, JULIO-DICIEMBRE 2016, UNIVERSIDAD DE JAÉN, JAÉN, ESPAÑA ISSN 2340-8472 ISSNe 2340-7743 DOI 10.17561/at.v0i8.3305

water and landscape

AGUA y TERRITORIO
PADILLA CALDERÓN, Esther, 2012, Agua, poder y escasez. La los t rabaj os de Rocío Cast añeda sobre At lixco y Ant onio Escobar
const rucción social de un t errit orio en un ej ido sonorense, sobre San Luis Pot osí –por cit ar algunos ampliament e conocidos–,
1938-1955, Hermosillo, El Colegio de Sonora, 288 págs. el libro dej a ver un aspect o que no debemos olvidar al empren-
ISBN 978-607-7775-324. der una invest igación: que el est udio del confl ict o social es clave
para reconst ruir la hist oria de los usos del agua en las sociedades
¿Qué es la escasez? ¿cómo se resuelve? ¿cómo se const ruye? locales y/ o regionales.
Est as sugerent es pregunt as guían la invest igación de Est her Pa-
dilla Calderón, quien en Agua, poder y escasez… nos ofrece un En el t ercer y cuart o capít ulo Est her Padilla analiza la pro-
t rabaj o valioso para los cient ífi cos sociales int eresados en los usos blemát ica cent ral: la dist ribución del agua en el ej ido de San
Miguel de Horcasit as. Se part e de la consideración de que el ej ido
sociales del agua en México y América Lat ina. A part ir del ej ido
es un espacio socialment e const ruido, en el cual se dan con fl ict os
de San Miguel de Horcasit as y su anexo Los Ángeles, en el est ado
por los recursos nat urales y humanos. La selección del periodo y
de Sonora, la invest igadora analiza cómo se const ruyó y resolvió
la problemát ica es pert inent e, pues con ello la aut ora cont ribuye
la escasez del agua en una región árida del nort e mexicano t ras la
al est udio de la reforma agraria mexicana a part ir de los recursos
más import ant e reforma agraria lat inoamericana. nat urales, un camino ensayado previament e por Rocío Cast añeda
A t ravés de un excelent e est udio de caso, la aut ora argumen- y más recient ement e por Inés Ort iz Yam, pero que aún t iene mu-
t a que la escasez de agua es una const rucción social, result ado de cho por aport ar a t ravés de nuevos casos. El ej ido de San Miguel
la incorporación de nuevos act ores a la explot ación de la t ierra y de Horcasit as se const it uyó ofi cialment e en 1938. Previament e,
el agua, y de la forma en que sus acciones públicas generan des- los campesinos arrendat arios de las haciendas de la región hi-
igualdad social. Un primer element o a dest acar es la import ancia cieron pet iciones de repart o –con base en la ley del 6 de enero
de defi nir los concept os que empleamos para nuest ras invest iga- de 1915– desde 1917, y al año siguient e los habit ant es de San
ciones. Est o es, de hecho, lo que permit e a la aut ora demost rar Miguel recibieron una dot ación provisional, que se consolidó en
que la falt a de agua vivida por los ej idat arios de San Miguel fue 1924. Si algo queda claro es que el repart o agrario dio paso a una
ant e t odo un problema de dist ribución, es decir, un problema de confront ación en San Miguel, enfrent ando a los ej idat arios con
desigualdad social. El libro ilust ra la necesidad de diferenciar la pequeños propiet arios y hacendados. El caso refuerza algo bien
sequía —relacionada con condiciones nat urales del medio— y la conocido por la hist oriografía: que en las décadas de 1920 y 1930
escasez, un proceso de caráct er social en el cual la insu fi ciencia la incorporación de los benefi ciados por el repart o agrario dio
o inexist encia del agua no t iene un origen nat ural, a pesar de que paso a confl ict os inédit os, pues los ej idat arios eran por primera
est a sea sent ida como t al por un grupo social. vez suj et os con derechos propios en la explot ación de la t ierra y
el agua a lo largo y ancho de México.
Los dos primeros capít ulos sirven para plant ear la problemá-
t ica, sea a t ravés de la defi nición del marco concept ual o de los En el anexo de San Miguel, Los Ángeles, subyacen ot ras pro-
ant ecedent es hist óricos. Si algo queda claro en la const rucción blemát icas. La población se caract erizaba por haberse formado
hist órica del t errit orio de Horcasit as es que en Sonora los siglos a part ir de una fábrica t ext il desde principios de siglo. En 1921
XVIII y XIX son el periodo de auge de la hacienda agropecuaria, los obreros solicit aron dot ación ej idal, y aunque desist ieron en
la cual se consolida en un largo periodo que va de 1740 a 1860. 1933 recibieron dot ación dos años más t arde, como part e de la
Est a conclusión es ya una aport ación a la hist oriografía sobre los formación de la client ela del callismo sonorense. Est e caso revela
aprovechamient os de los recursos nat urales, pues muest ra una dos element os que, creo, deben ser analizados con más profundi-
hacienda dinámica y sust ent able que permit ió el uso racional de dad por los hist oriadores: en primer lugar, que el repart o agrario
la t ierra y el agua, sin negar por ello sus enormes cost os sociales. en zonas de t radición obrera generó nuevas ident idades a t ravés
La aut ora concluye que en los años de la gran propiedad no hubo de la posesión de la t ierra, y en segundo lugar que el ej ido fue
escasez de agua en el valle. Est a amplia mirada hist órica permit e ut ilizado polít icament e para fort alecer al régimen (pos) revo-
a Padilla Calderón concluir que el t errit orio es un espacio cons- lucionario. En la década de 1920 los habit ant es de Los Ángeles
t ruido socialment e en el cual se producen condiciones mat eriales habían sido miembros de la Confederación Regional de Obreros
y sociales de exist encia que lo harán un ámbit o de poder y disput a de México (CROM), pero a part ir de 1938 se int egraron a la Con-
en la cual se repart en los recursos a t ravés de la confront ación federación Nacional Campesina (CNC), con lo que coadyuvaron,
social. Creo que la formulación de est a conclusión es t ambién ahora desde la t rinchera campesina, a la consolidación del corpo-
un aport e para los est udios del agua: a t ravés del diálogo con rat ivismo mexicano.

© Universidad de Jaén / Seminario Permanent e Agua, Territ orio y Medio Ambient e (CSIC)

147
Reseñas Bibliográ fi cas

Concent rándonos en el problema hídrico, Agua, poder y es- acceso hídrico, pero los con fl ict os cont inuaron en la década de
casez… muest ra que la reforma agraria canceló los repart os de 1950. A part ir de est as pugnas la aut ora sost iene que la escasez
agua coloniales y dio paso a la búsqueda de nuevos acuerdos para no se produj o por una sequía, que ciert ament e exist ió, sino que
acceder y compart ir el agua a t ravés de múlt iples con fl ict os. Est o f ue product o de las modi fi caciones a la inf raest ruct ura
ocurrió debido a la incorporación de nuevos act ores sociales: los hidráulica. Asimismo, concluye que la f ormación del ej ido
ej idat arios. Si ant es el repart o del agua se hacía a t ravés de re- increment ó la presión sobre el agua al aument ar la super fi cie
presas, canales y acequias que se surt ían por gravedad, a part ir irrigada, dando paso a una crecient e con fl ict ividad social. El
de 1930 se explot aron pozos que bombeaban el agua. El t rabaj o dominio de los hacendados —que llevó a que varios campesinos
muest ra, pues, que el repart o dio pie a una nueva infraest ruct ura abandonaran sus t ierras en los sesent a— muest ra, como subraya
hidráulica que, en últ ima inst ancia, most ró que los ej idat arios Padilla, que la escasez est á direct ament e relacionada con el
consideraron el agua como part e inherent e de su dot ación de t ie- poder ej ercido por ciert os grupos
rras y, por t ant o, la usaron sin t ener derecho para ello. Aún más: sociales para dominar el agua, en det riment o de los sect ores
la dot ación de aguas para el ej ido solo ocurrió hast a 1989, pero la menos f avorecidos. En últ ima inst ancia, el t rabaj o revela que
posesión previa por los ej idat arios revela que el repart o concedió los est udios sobre el agua son una arist a valiosa para que nos
a los campesinos amplio poder en t orno a los recursos nat urales. acerquemos al est udio hist órico de un last re de las sociedades
Ello creó nuevas t errit orialidades y modelos de repart o del agua lat inoamericanas: la enorme desigualdad social y la incapacidad
en el valle. de los Est ados y los act ores sociales para garant izar un acceso
En el capít ulo cinco se analiza la escasez del agua en j ust o a los recursos nat urales.
el ej ido, un problema clave que va de 1944 a 1955. Uno de En suma, Agua, poder y escasez… reconst ruye una hist oria
los mayores impact os del repart o agrario f ue generar mayor local de desigualdad social que encuent ra su expresión en el con-
presión sobre el agua, lo que desembocó en un abiert o con - fl ict o por el agua. El libro es un aport e a la hist oria de los recursos
flict o ent re ej idat arios y propiet arios privados. Cuando en nat urales y cont ribuye a nuest ro conocimient o sobre el repart o
1943 el gobernador ordenó que una de las t omas f uera para agrario, un t ema que merece ser revisit ado. Est oy seguro de que
las haciendas y no para los ej idat arios empezó la escasez. la obra de Est her Padilla es valiosa no solo por sus result ados, sino
Al mej orarse la inf raest ruct ura hidráulica de los hacendados por lo sugerent e de sus pregunt as y por la posibilidad que ofrece
el problema de los ej idat arios se agravó, llegando a su clímax para abrir un diálogo sobre el agua, la desigualdad y la escasez en
en 1947. Dos años después se signaron acuerdos de México y Lat inoamérica.
Sergio Rosas Salas
Inst it ut o de Ciencias Sociales y Humanidades “ Alfonso Vélez Pliego”
Benemérit a Universidad Aut ónoma de Puebla
[email protected]

AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 147-148, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, eISSN 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3305 148
AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 149-150, JULIO-DICIEMBRE 2016, UNIVERSIDAD DE JAÉN, JAÉN, ESPAÑA ISSN 2340-8472 ISSNe 2340-7743 DOI 10.17561/at.v0i8.3306

water and landscape

AGUA y TERRITORIO
Las acciones concret as llevadas a cabo en las cuencas con-
KAUFFER MICHEL, Edith F. (coord.), 2014, Cuencas en Chiapas:
duj eron a los aut ores a referirse a ellas como t errit orios de in-
la const rucción de ut opías en cascada, Ciudad de México,
t ervención y formas de perpet uar ut opías. Los diez capít ulos que
Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en
int egran la obra est án orient ados a examinar t ales experiencias
Antropología Social, 332 págs. ISBN 978-607-486-285-0.
y, a part ir de ello, generar aport es para su mej oramient o. Capí-
Cuencas en Chiapas: la const rucción de ut opías en casca- t ulos que se encuent ran organizados en dos grandes apart ados: la
da es una obra que present a varias invest igaciones realizadas en primera part e, Deconst ruyendo la GIRH como ut opía en marcha:
dist int as cuencas del est ado de Chiapas, una de las 32 ent idades t ropiezos, limit ant es y cont radicciones, se cent ra en develar el
federat ivas de México, ubicada en el ext remo surest e del país en caráct er parcial de las int ervenciones realizadas en algunas de
la front era con Guat emala. Dichas invest igaciones se orient an a las cuencas de Chiapas, dest acando la dimensión social y polít ica
most rar las soluciones que se adopt aron ant e las problemát icas de est os cont ext os. La visión crít ica de los aut ores coloca sobre
exist ent es en t orno a los recursos hídricos, a part ir de la revisión la palest ra los impact os de las acciones ingenieriles, los efect os
de algunas propuest as e int ervenciones hist óricas y cont emporá- negat ivos con los cuales han t enido que convivir los habit ant es de
neas en diferent es part es del est ado. Para ello, los aut ores part en est os t errit orios y las cont radicciones de la práct ica polít ica. La
de una perspect iva const ruct ivist a que se dist ancia del enfoque segunda part e, Viej as y nuevas ut opías en las cuencas de Chiapas:
nat uralist a t radicional que lideró durant e casi dos siglos est a cla- perf eccionando la GIRH, se orient a a la revisión de algunas int er-
se de est udios. Así, el abordaj e analít ico de los diversos casos venciones recient es en las cuencas y al plant eamient o de varias
present ados se fundament a en la crít ica a una de fi nición net a- propuest as para su perfeccionamient o, ent re los cuales resalt an:
ment e t écnica y física, en la cual la cuenca es ent endida como procesos de organización, part icipación local, educación y visión
una unidad nat ural donde los suelos, la veget ación, la fauna, el económica.
clima, la geología y la t opografía est án en conexión con las aguas La primera part e engloba la mit ad de los capít ulos del t ext o.
y en la que no se incluye la int ervención humana. En el capít ulo 1, “ Uniendo dest inos: el proceso de reubicación
En est e sent ido, se propone un nuevo acercamient o t eórico- de Vega del Paso y Ribera de Chalchi por la const rucción de la
met odológico desde el cual la cuenca es advert ida, más allá de las presa La Angost ura” , se est udia el caso de la const rucción de la
int eracciones ent re los element os del ambient e, como un espacio presa de Chicoasén y sus consecuencias sobre los habit ant es de
que se encuent ra mediado por diversas formas de apropiación y dos localidades reubicadas en un solo asent amient o. Víct or Ga-
dinámicas poblacionales. Las cuencas no son vist as únicament e llardo devela el fracaso del proyect o y los confl ict os que produj o
como unidades nat urales, sino que se encuent ran at ravesadas por al int erior de las localidades afect adas. El capít ulo 2, “ La t oma
delimit aciones est ablecidas por los seres humanos, convirt iéndo- de decisiones e implement ación de polít icas ambient ales en la
las en espacios con una dimensión profundament e polít ica, social gest ión de cuencas: el caso del río Sabinal” , se cent ra en el análi-
y cult ural, art iculada con las act ividades de los grupos est ableci- sis de la experiencia del referido río desde el marco legal federal
dos en su demarcación, que no necesariament e se corresponden y est at al. Su aut ora, María Luisa Ballinas, pone en evidencia que
con sus límit es físicos e, incluso, a veces los colocan en ent redi- t ales legislaciones no se cumplen de manera est rict a y dej a ex-
cho. puest os los int ereses polít icos vinculados a la GIRH.
Est a nueva perspect iva part e de un cuest ionamient o de la En el capít ulo 3, “ Front eras est at ales, ¿barreras de la GIRH?
gest ión int egrada de recursos hídricos (GIRH), principio rect or de La cuenca t ransfront eriza del río Almandros -Oxolot án (Chiapas-
las polít icas hídricas en el mundo, desde el cual se promueve el Tabasco)” , los hallazgos de Edit h Kauffer y Clara Luz Villanueva
manej o y desarrollo coordinado del agua, la t ierra y ot ros recur- muest ran que la front era, ent re dos est ados federados que com-
sos relacionados, con el obj et ivo de maximizar el bienest ar social part en la misma cuenca, marca una diferencia social y económi-
y económico de una manera equit at iva sin compromet er la sus- ca, part icularment e en lo relacionado al acceso a los servicios de
t ent abilidad de los ecosist emas vit ales. Est e cuest ionamient o es agua y saneamient o, refl ej o de condiciones de vida muy diferen-
compart ido por t odos los invest igadores que cont ribuyeron con el t es. Ernest o Cruz Kant er en el capít ulo 4, “ Reconst rucción hist ó-
t ext o, afi rmando que la GIRH, t ant o en sus plant eamient os como rica de la práct ica mexicana de aprovechamient o de las aguas de
en sus concreciones no refl ej a, para el caso de Chiapas, lo que los ríos compart idos con Guat emala: de la ut opía a la realpolit ik
propone en sus aspect os concept uales. (1950-2000)” , pone de relieve el cont rast e ent re los discursos de

© Universidad de Jaén / Seminario Permanent e Agua, Territ orio y Medio Ambient e (CSIC)

149
Reseñas Bibliográ fi cas

cooperación ent re México y Guat emala y las part icularidades de Tapachula, a favor de los municipios ubicados más arriba de
las relaciones polít icas int ernacionales ent re est os dos países en la cuenca y, además, mencionan las afect aciones causadas por
t orno al agua, que giran en t orno a confl ict os y ausencia de coo- inun-daciones derivadas de fenómenos hidromet ereológicos.
peración. Finalment e, el últ imo capít ulo de est a primera part e, David Ol-vera, Karim Musálem-Cast illej os, Elba Flaviel y
“ Acciones de mit igación en Chiapas, ¿solución o paliat ivo ant e Alej andra Méndez en el capít ulo 9, “ Perspect ivas de la
los desast res? El caso del huracán St an” , describe las principales gobernanza de las cuencas compart idas de los ríos Coat án y
medidas implement adas t ras la ocurrencia de diversos Cahoacán ent re México y Guat e-mala” , luego de haber descrit o
fenómenos hidromet ereológicos ocurridos en Chiapas en los las principales problemát icas de las cuencas, analizan una
últ imos años, con part icular énfasis en el huracán St an. Juan encuest a aplicada en un encuent ro bi-nacional de la Unión
Carlos Velasco y Guadalupe Álvarez develan la desart iculación Int ernacional para la Conservación de la Na-t uraleza (UICN).
ent re la gest ión de riesgos de desast res, la polít ica hídrica y las Dicho análisis resalt a la necesidad de est ablecer una
int ervenciones asociadas a la GIRH. cooperación ent re ambos países como un ret o de gobernanza
Con el capít ulo 6, “ La organización y part icipación social hídrica. En el capít ulo 10, “ Abordaj e educat ivo para la gest ión
y ciudadana en el cuidado ambient al de la cuenca del Valle de del riesgo de desast res en Mot ozint la, Chiapas: un acercamient o
Jovel: logros, di fi cult ades y ret os” , inicia la segunda part e de a la GIRH” , Guadalupe Álvarez plant ea una propuest a educat iva
la obra. Angélica Schenerok est udia la experiencia de las orga- dest inada a gest ionar el riesgo de una de las cuencas más afec-
nizaciones de la sociedad civil en t orno a las principales proble- t adas por las inundaciones en Chiapas y apuest a al desarrollo de
mát icas de est a cuenca, básicament e cont aminación y det erioro nuevas herramient as de gest ión local.
ambient al causado por la int ervención de los recursos hídricos y
el suelo. Da cuent a de diversas est rat egias desarrolladas en el En general, se t rat a de un t rabaj o que refl exiona en t orno a
las complej as y diversas consecuencias que surgen de las int er-
marco del comit é de cuenca, a part ir del t rabaj o colect ivo de
venciones en las cuencas chiapanecas y aport a diversas propues-
diversos grupos de la sociedad. En el capít ulo 7, “ Procesos de
t as de aplicación empírica que podrían cont ribuir a perfeccionar
formación para el desarrollo comunit ario en la cuenca Lagunas de
los planes y acciones emanadas de la GIRH a part ir del est udio y
Mont ebello. Una propuest a de int ervención desde la met odología
análisis de las realidades locales. Las invest igaciones present adas
crít ica” , Luz Helena Horit a, Ant onio Sant iago, Susana Muñoz y
a lo largo del t ext o, respaldadas por dat os const ruidos a part ir
Art uro Tello part en de una met odología desde la cual se pret ende
del t rabaj o de campo y de elaboración de diagnóst icos, permit en
cont ribuir al fort alecimient o de las pot encialidades locales para
advert ir diferent es problemát icas, dist int os ángulos para abordar
mej orar la GIRH y foment ar los procesos part icipat ivos.
el t ema cent ral de la obra y una variedad de plant eamient os que
En el capít ulo 8, “ Consideraciones locales para la propuest a apunt an a cuest ionar las dist int as experiencias e int ent os de con-
de un esquema de pago por servicios ambient ales hidrológicos cret ar la gest ión int egrada de los recursos hídricos en la ent idad.
(PSAH): hacia una ut opía más. Est udio de caso en la cuenca del Además, invit an a abrir el debat e sobre las dimensiones polít icas
río Cahoacán” , Rafaela Laino y Karim Musálem-Cast illej os descri- de la noción de cuenca y de la formulación y concept ualización
ben las problemát icas de una cuenca ubicada dent ro de Chiapas misma de la GIRH en el afán de “ […] cont ribuir a la const rucción
pero at ravesada por los límit es de varios municipios. Present an de nuevas ut opías de cascada, pero de manera conscient e, res-
una propuest a de pago por servicios ambient ales en la ciudad de ponsable, abiert a y creat iva” 1.

María N. Rodríguez Alarcón


Candidata a la Maestría en Antropología Social-CIESAS, México D.F.
[email protected]

1 Kauffer Michel, 2014, 321.

AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 149-150, JULIO-DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, eISSN 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8. 3306 150
Estadística y evaluación
AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, p. 152, JULIO-DICIEMBRE 2016, UNIVERSIDAD DE JAÉN, JAÉN, ESPAÑA ISSN 2340-8472 ISSNe 2340-7743 DOI 10.17561/at.v0i8

water and landscape

AGUA y TERRITORIO
Agua y Territorio.
Informe estadístico del proceso editorial 2016
En 2016 se han recibido 30 artículos para su publicación de los Hira De Gortari Rabiela (UNAM. México)
que se han rechazado 8 (26,6%). De los 22 artículos publicados, 18 Beatriz Ensabella (Universidad de Córdoba. Argentina)
corresponden a la sección de Dossier y 4 a la de Miscelánea. Los Antonio Escobar Ohmstede (CIESAS-D.F. México)
coordinadores de los Dossiers han sido 5 investigadores
Kathryn Furlong (Universidad de Montreal. Canadá)
pertenecientes a instituciones académicas de Chile, México y
España. Betsabé Laura Gómez Marcial (El Colegio Mexiquense. México)
Claudia González (Universidad de Caldas. Colombia)
Los autores de los artículos publicados en la sección de Dossier
y Miscelánea son 37, adscritos a instituciones de las siguientes Manuel González de Molina (Universidad Pablo de Olavide. España)
nacionalidades: España 11 (29,7%), México 8 (21,6%), Colombia 5 Antonio González Reynoso (Instituto de Investigaciones Dr. José María
(15,5%), Austria 4 (10,8%) y Países Bajos 3 (8,1%). Con menor Luis Mora. México)
representación, también han participado autores de Argentina, Alejandro Luis Grindlay Moreno (Universidad de Granada. España)
Canadá, Francia y Perú (1 de cada país). Paula K. Guerrero García (Fundación Humedales. Colombia)
Respecto al género, 22 son mujeres (59,4%) y 15 hombres Nohora Guzmán (Universidad Autónoma del Estado de México)
(40,6%). Y solo ha habido un autor vinculado a la revista (2,7%). La Antonio Herrera (Universidad Pablo de Olavide. España)
adscripción institucional de los autores es muy diversa y están Juan Infante (Universidad Pablo de Olavide. España)
vinculados a 6 universidades o centros de investigación de México, 5
Verónica Ibarra (UNAM. México)
de España, 2 de Colombia, 2 de los Países Bajos, 1 de Austria, 1 de
Argentina, 1 de Canadá, 1 de Francia y 1 de Perú. María Pilar Iracheta Cenecorta (El Colegio Mexiquense. México)
Los 39 evaluadores han realizado un total de 60 informes. Karina Beatriz Kloster (UNAM. México)
Destaca el carácter internacional (27) que supone el 69,2% de los Antonio de Lucas Martínez (Universidad de Castilla La Mancha. España)
evaluadores, que se manifiesta en la diversidad de su procedencia: Elvira Lindoso Tato (Universidad de La Coruña. España)
Argentina (3), Brasil (1), Canadá (1) Colombia (3), Francia (1) y
Ganiveth Manjarrez Paba (Fundación Universitaria Tecnológico
México (18). Por su parte, los evaluadores españoles (12) han
representado el 30,7%. Del número total, 16 son mujeres (41%) y 23 COMFENALCO. Colombia)
hombres (59%). Antonio Martín Martín (Universidad de Córdoba. España)
En 2016 el tiempo medio transcurrido entre la recepción de un Eric Mollard (Institut de Recherche pour le Développement. Francia)
artículo y el envío de respuesta definitiva al autor, tras el proceso Paula Gabriela Núñez (Universidad Nacional de Río Negro. Argentina)
de evaluación, ha sido de 13 meses. Raúl Pacheco-Vega (Centro de Investigacion y Docencia Económicas,
EL CONSEJO DE REDACCIÓN DE AGUA Y TERRITORIO Aguascalientes. México)
AGRADECE LA GENEROSA APORTACIÓN Alejandra Peña (Instituto Mexicano de Tecnología del Agua. México)
DE LOS EVALUADORES QUE HAN COLABORADO Francisco Javier Peña de Paz (El Colegio de San Luis. México)
CON LA REVISTA DURANTE 2016: Jaime Peña Ramírez (Universidad Nacional Autónoma de México)
Ismael Aguilar Benitez (El Colegio de la Frontera Norte. México) Nicolás Pineda Pablos (El Colegio de Sonora. México)
Estanislao Arana García (Universidad de Granada. España) Pablo Andrés Ramos (Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá.
Alfredo Azcoitia (Universidad Nacional de Río. Argentina) Colombia)
Carlos Barciela López (Universidad de Alicante. España) Teresa Rojas-Rabiela (Centro de Investigaciones y Estudios Superiores
Alex R. Caldera Ortega (Universidad de Guanajuato. México) en Antropología Social. México)
Anahí Copitzy (El Colegio de Jalisco. México) Jimena Sasso (UNAM. México)
José María Coronado Tordesillas (Universidad de Castilla La David Soto Fernández (Universidad Pablo de Olavide. España)
Mancha. España) Enric Tello Aragay (Universidad de Barcelona. España)

© Universidad de Jaén / Seminario Permanente Agua, Territorio y Medio Ambiente (CSIC)

152
Normas de publicación
AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 15 4-15 7, JULIO-DICIEMBRE 2016, UNIVERSIDAD DE JAÉN, JAÉN, ESPAÑA ISSN 2340-8472 ISSNe 2340-7743 DOI 10.17561/at.v0i8

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AGUA y TERRITORIO
Acceso abierto al Consej o de Redacción y a la ent idad edit ora, especialist as en
las áreas t emát icas de la revist a, y es doblement e anónimo, no
Est a revist a provee acceso libre e inmediat o a su cont enido. desvelándose ni la ident idad del aut or, ni las de los evaluadores,
La exposición grat uit a de la invest igación favorece los int ercam- que serán t res en caso de diversidad de opiniones.
bios y una mej ora del conocimient o global. El informant e podrá recibir el informe emit ido por ot ro eva-
luador.
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Estructura interna
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La revist a const a de t res secciones fi j as bien defi nidas. somet idos a evaluación.
Una primera —DOSSIER— est á int egrada por la publicación de Los evaluadores est án obligados a señalar cualquier confl ict o
art ículos relacionados con una t emát ica común (de cuat ro a siet e) de int ereses ant es de emit ir su informe, así como ot ra cualquier
a los que se añade una present ación realizada por el/ los coordi- razón que pueda j ust i fi car su abst ención en el proceso de eva-
nador/ es de dicho dossier con un máximo de 15.000 caract eres. luación. Deben ser imparciales, honest os y realizar su t rabaj o de
modo confi dencial, diligent e y respet uoso en el plazo de un mes
La segunda sección —MISCELÁNEA— cont iene un número va-
desde la llegada del art ículo.
riable de art ículos.
Los evaluadores realizarán su t rabaj o valorando globalmen-
La t ercera sección fi j a —RESEÑAS— const ará de un número
t e el art ículo, sus aport aciones y emit iendo al fi nal un informe
indet erminado de reseñas bibliográfi cas.
conclusivo.
Además de est as t res secciones fi j as la revist a podrá cont ar
La revist a publicará un list ado de los informant es que han
con un art ículo por número de una sección que se denominará
int ervenido en el proceso de evaluación.
DOCUMENTOS Y ARCHIVOS.
Los evaluadores han de rellenar un formulario que const a de
Asimismo, podrá cont ar con una sección t it ulada ENTRE-
t res part es.
VISTA/ RELATOS DE EXPERIENCIA que podrá referirse al t ema del
dossier, a un t ema de act ualidad o a personaj es relevant es en el
ámbit o t emát ico de la revist a. 1. Valoración global del artículo

Podrá cont ar t ambién con una sección referida a EVENTOS/ Se anot ará si el art ículo es publicable en su versión act ual, no
PROYECTOS que consist irá en una reseña crít ica sobre algún even- publicable o publicable con modi fi caciones.
t o especialment e import ant e que se haya celebrado en los úl- En caso de que precise modi fi caciones se señalará si son de
t imos meses o el abordaj e de los cont enidos de un proyect o de caráct er formal, de fondo y los aspect os concret os a
invest igación int ernacional que est é desarrollándose y ent re en modi fi car.
las t emát icas de la revist a.
Asimismo, la revist a podrá t ener una sección de OPINIÓN 2. Aportaciones del artículo
para est imular debat es.
Idoneidad del t ít ulo/ Resumen/ Palabras clave.
El cont enido de cada número de la revist a AGUA Y TERRITO-
RIO es aprobado por el Consej o Edit orial. Act ualidad y pert inencia del art ículo para la revist a.
Originalidad y aport ación al est ado de la cuest ión y a la in-
t erdisciplinariedad.
Evaluación externa Cont ribución para el foment o de fut uras invest igaciones.
Originalidad y aport ación al debat e.
Cada t ext o es revisado previament e por un miembro del Con-
sej o de Redacción para realizar una primera evaluación general y Ut ilidad general y para la docencia así como para los lect o-
saber el cumplimient o o no de las normas, calidad de redacción, res.
su t emát ica, et c. Calidad e innovación met odológica.
El proceso de evaluación, que debe acabar en el plazo máxi- Ut ilización de nuevas fuent es de información y/ o mat erial
mo de 3 meses, se lleva a cabo mediant e evaluadores ext ernos document al ya conocido.

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varios los aut ores, se señalará el aut or con el que se mant endrá
exclusiva responsabilidad de sus aut ores. La Universidad de Jaén t oda la correspondencia. El t ít ulo del t rabaj o deberá ser cort o
y el Seminario Permanent e Agua, Territ orio y Medio Ambient e no y claro. Si t iene subt ít ulo deberá separarse del ant erior por dos
se hacen responsables en ningún caso de la credibilidad y aut en- punt os (:). Si la primera lengua empleada es ot ra dist int a del
t icidad de los t rabaj os. cast ellano, ést e se empleará en segundo lugar. En est a página se
El aut or recibirá un informe razonado de la decisión del Con- incluirá t ambién un resumen del t rabaj o en cast ellano e inglés,
sej o de Redacción, que incluirá los mot ivos de la acept ación, de así como en el idioma en el que est é escrit o el art ículo (si se t rat a
la solicit ud de modi fi cación o del rechazo de su manuscrit o. En del port ugués, it aliano o francés). El resumen est ará en t orno a
caso de acept ación vinculada a la int roducción de cambios se le los 800 caract eres. Se incluirán cinco palabras clave en cast e-
remit irán los informes originales de los evaluadores, j unt o con las llano e inglés y, si se da el caso, en la ot ra lengua empleada. El
recomendaciones del Consej o de Redacción. resumen incluirá los obj et ivos, la met odología, los result ados y
El aut or deberá realizar las modi fi caciones requeridas en un aport aciones originales, así como las conclusiones, esquema que
plazo de quince días. Caso de no cumplir el aut or est e plazo, su se aconsej a seguir en el desarrollo de los art ículos.
art ículo puede ver ret rasada su aparición en la revist a ant e la ne- También se podrá incluir el nombre, apellidos y correo elec-
cesidad de cerrar la edición. La revisión de las pruebas conlleva t rónico de t res posibles evaluadores con los que no se t enga una
el consent imient o t ácit o a ser publicado el art ículo t al como lo especial relación de amist ad o académica.
envíe de nuevo el aut or. El original será t rat ado confi dencialmen- Tendrán una ext ensión máxima de 30 páginas (DIN A4) nu-
t e por la redacción de la revist a hast a que sea publicado. meradas correlat ivament e, escrit as por una sola cara, incluyendo
Los art ículos fi rmados por varios aut ores deben incluir una not as, cuadros, gráfi cos, mapas, apéndices y bibliografía a 1,5
declaración fi rmada por t odos ellos cert i fi cando que han cont ri- espacios, escrit os en Arial, t amaño 12 en t ext o y 10 en párrafos

AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 15 4-157, JULIO DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8 155
Normas de publicación

t ext uales y en not as. El número máximo de caract eres en el art í- Libro colect ivo: González, P. 2006: “ El abast ecimient o urba-
culo será de 80.000 incluyendo espacios en blanco. no de agua en Andalucía” , en Pérez, J. y González, M.
Los epígrafes o apart ados del t ext o NO irán numerados. Su (coords.): Agua, t errit orio y pat rimonio. Cáceres, Junt a
enunciado irá en minúscula con int erlineado a doble espacio. No de Ext remadura, 19-44.
se harán subapart ados. Art ículo de revist a: Matés-Barco, J. M. 2013: “La conquista
Si el art ículo ha sido fi nanciado, est a circunst ancia se co- del agua en Europa: los modelos de gestión (siglos XIX y
locará en una not a ubicada t ras el t ít ulo del art ículo, en la que XX)”, en Agua y Territorio, 1, 21-29, http://
aparecerán las ent idades pat rocinadoras y el proyect o de inves- dx.doi.org/10.17561/at.v1i1.1030
t igación en el que se insert a dicho t rabaj o, las becas y ayudas
obt enidas, et c. En est a primera not a aparecerán t ambién ot ros Tesis: López Aguilar, A. 2001: “ La problemát ica del agua en
agradecimient os que el aut or desee hacer const ar. Chile” , t esis doct oral, Universidad Aut ónoma de Barce-
lona, Barcelona.
Al t rabaj o propiament e dicho podrán añadirse apéndices o
anexos, debiendo ir con t ít ulo y numerados. Página web: ht t p:/ / www.seminarioat ma.org. Consult a reali-
Las not as serán breves e irán a pie de página, en Arial, t ama- zada el 25 de febrero de 2009.
ño 10, a espacio sencillo, numerándose correlat ivament e, con la
Se evit arán las cit as t ext uales. Si excepcionalment e se inclu-
referencia en superíndice. El número de la not a deberá ir ant es
yen, deberán ser breves y a espacio sencillo, con los int ercalados
de la punt uación ort ográfi ca (Ej emplo “ …..de la modalidad men-
del aut or ent re corchet es. Se ruega a los aut ores que en caso de
cionada ant eriorment e” 1).
que sean ext ensas se t rasladen a las not as.
Incluirán Apellido/ s del aut or, fecha de edición (en caso de
varias publicaciones de ést e en un mismo año, se unirán a esa
fecha las let ras a, b, c…, para evit ar confusiones) y a cont inua-
ción los números de volumen o t omo, número y página o páginas Normas aplicables a fotografías, tablas, gráficos…
usadas, sin incluir sus iniciales (v. t ., n.º o núm., p./ pp.). En nin-
gún caso se pondrán referencias bibliográfi cas int ercaladas en el Se recomienda que las fot ografías sean de la mej or calidad
t ext o del manuscrit o. posible para evit ar pérdida de det alles en la reproducción. Lle-
Ej emplo: García Toledo, 2004a, 55-63. Si se cit an simult á- varán un breve pie o leyenda para su ident i fi cación, indicándose
neament e obras del mismo aut or no se indicará el apellido del asimismo, el lugar aproximado de colocación y las fuent es ut ili-
aut or de nuevo: García Toledo, 2004a, 55-63; 2012, 53. zadas. Los format os elect rónicos acept ados serán TIFF, EPS o PDF
Las referencias de diferent es aut ores y obras se separan con con fuent es incrust adas. La resolución mínima será de 300 ppp
un punt o. y 8 bit s de profundidad de color para las imágenes de grises, y
1.200 ppp para las de un solo bit , en el t amaño que se pret enda
Ej emplo: Barco, 2012, 50. Weyler, 1999, 21. Kenmain, 2000, 35.
que aparezcan publicadas. Se enviarán en fi chero apart e, nunca
Las cit as document ales deben comenzar por el archivo o ins- insert as en el archivo de Word.
t it ución correspondient e, sección y legaj o, t ipo de document o,
lugar y fecha, pero eliminando las palabras innecesarias (sección, Las tablas se numerarán correlat ivament e y deben hacerse
legaj o, et cét era), poniendo comas de separación. Ej emplo: AHN, con la función de t ablas de Word. La numeración de la t abla irá en
Ult ramar, 185, salvo en la primera cit a de cada Archivo o Biblio- la part e superior de ella, seguida de su t ít ulo en Arial 10. Debaj o
t eca, en la que se desarrollará el nombre complet o, poniéndose de la t abla en Arial 10 irá la fuent e document al o bibliográfi ca con
a cont inuación las iniciales ent re parént esis, sin punt os int erme- la que se ha elaborado.
dios. Ej emplo: Archivo Hist órico Nacional (en adelant e AHN). Los gráficos se realizarán preferiblement e con Excel y debe-
La bibliografía fi nal que debe llevar cada art ículo se limit ará rán insert arse en el t ext o en format o Normal. La numeración del
a las obras cit adas, que irán ordenadas alfabét icament e, siguien- gráfi co irá en la part e superior, seguida de su t ít ulo en Arial 10.
do cada una el siguient e orden: apellidos en minúscula e iniciales Debaj o del gráfi co en Arial 10 irá la fuent e document al o biblio-
de cada aut or, año de publicación, t ít ulo en cursiva, lugar (si se gráfi ca con la que se ha elaborado.
refi ere a libros), edit orial y DOI; o apellidos, iniciales del
nombre, año, t ít ulo ent recomillado, nombre de la revist a en Los mapas deberán insert arse en format o Imagen. La nume-
cursiva, número de la revist a, páginas y DOI (para revist as). ración del mapa irá en la part e superior del mismo, seguida de
En caso de que se cit en varios t rabaj os del mismo aut or y año su t ít ulo en Arial 10. Debaj o del mapa en Arial 10 irá la fuent e
se deberán marcar con let ras (a,b…). Deben evit arse los document al o bibliográfi ca del que se ha ext raído.
guiones o cualquier t ipo de marca ant es de las referencias,
Los gráfi cos y mapas se numeran correlat ivament e.
incluyendo el DOI en t odas aquellas obras que lo posean.
Las fot ografías de document os o de mot ivos reales se nume-
Ej emplos: rarán correlat ivament e con la denominación de Imágenes.
Libro: García, M. J. 2007: Agua y Salud en la primera mit ad Cualquier ot ro t ipo de element o se numerará correlat iva-
del siglo XX. Madrid, Tecnos. ment e baj o la denominación de Figuras.

156 AGUA Y TERRITORIO, NÚM. 8, pp. 15 4-157, JULIO DICIEMBRE 2016, ISSN 2340-8472, ISSNe 2340-7743 DOI 10. 17561/ at . v0i 8
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deben ser enviados por los aut ores al correo elect rónico aguayt e-
rrit [email protected]. En el t ext o, desarrollar t odas las abreviat uras empleadas,
except o las ampliament e ut ilizadas: et c. km, ha, m 3, m 2 …
No ut ilizar negrit as en el t ext o. Las cursivas se ut ilizarán sólo
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o de ot ro idioma.
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bro o t rabaj o reseñado, siguiendo est os crit erios: apellidos del de las mismas cit as en not as seguidas o cont inuas, se ut ilizará
aut or en mayúscula, nombre en minúscula, año de edición, t ít ulo Ibidem cuando incluya alguna variant e, e Idem si es exact ament e
en cursiva, lugar de edición, edit orial, número de páginas, ISBN. igual a la ant erior.
Ej emplo: FERREIRA, Francisco, 2005, Est ado del agua en Cost a Es convenient e la ut ilización de minúsculas en las iniciales
Rica, México D.F., Edit orial Siglo XXI, 300 págs. ISBN 968-496-500- de cargos (alcalde, capit án...), t ít ulos (conde...), t rat amient os
4. Tendrán una ext ensión máxima de 1.500 palabras y seguirán (licenciado...), dej ando el uso de las mayúsculas para los casos
las normas generales de la revist a. El nombre del aut or de la de inst it uciones relevant es.
reseña fi gurará al fi nal, seguido de su fi liación académica y correo Los incisos ent re guiones deben siempre --como en est e
elect rónico. ej emplo-- marcarse con doble guión.
Se ent iende por reseña crít ica aquella que cont ext ualiza la Las fechas deben desarrollarse al complet o, t ant o en el t ex-
obra reseñada, señalando su relevancia y las razones que explican t o como en las not as. Ej emplo: Sevilla, 5 de abril de 1980.
la elaboración de la reseña. Debe señalarse la import ancia del
t ema que aborda y la discusión hist oriográfi ca en la que se inscri-
be, señalando t ambién el cont ext o en el que aparece la obra en Nota de copyright
cuest ión, enmarcándola en la t rayect oria del aut or, en el marco
de ot ras obras exist ent es sobre el t ema y relacionándola con la © Universidad de Jaén.
problemát ica concept ual y met odológica que aborda, así como en Los originales publicados en las ediciones impresa y elect ró-
función de las fuent es empleadas. nica de est a Revist a son propiedad de la Universidad de Jaén, así
Las reseñas se enviarán a t ravés de ht t p:/ / revist aselect ro- como de las Universidades que realicen la edición de monográfi -
nicas.uj aen.es. cos específi cos en América Lat ina o Europa, siendo necesario cit ar
El edit or de reseñas evaluará la conveniencia de su publi- la procedencia en cualquier reproducción parcial o t ot al.
cación. Si se desea proponer la reseña de un det erminado libro, Salvo indicación cont raria, t odos los cont enidos de la edición
deberá enviarse por correo a la siguient e dirección post al: Dr. elect rónica se dist ribuyen baj o una licencia de uso y dist ribución
Juan Manuel Mat és Barco. Depart ament o de Economía. Campus “ Creat ive Commons Reconocimient o-No Comercial 3.0 España”
Las Lagunillas, s/ n. Edi fi cio de Ciencias Sociales y Jurídicas. Uni- (CC-by-nc). Puede consult ar desde aquí la versión informat iva y
versidad de Jaén. 23071 Jaén. España. el t ext o legal de la licencia. Est a circunst ancia ha de hacerse
const ar expresament e de est a forma cuando sea necesario.

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Sumario AGUA y TERRITORIO 8
Dossier: Agua y sostenibilidad. Depuración y reutilización de aguas regeneradas
Water and sustainability. Wastewater treatment and the reuse of regenerated
water ..................................................................................................... 7
Joaquín Melgarej o-Moreno, coord.
Present ación: Joaquín MELGAREJO-MORENO ................................................................................................... 8
PRATS-RICO, Daniel: La reut ilización de aguas depuradas regeneradas a escala mundial: análisis y prospect ivas. Reuse of
Puri fi ed Regenerat ed Wat er Worldwide: Analyzes and Proj ect ions............................................................. 10
MELGAREJO-MORENO, Joaquín; LÓPEZ-ORTIZ, M.ª Inmaculada: Depuración y reut ilización de aguas en España. Wast ewat er
Treat ment and Wat er Reuse in Spain ................................................................................................ 22
MOLINA-GIMÉNEZ, Andrés: Aproximación al régimen j urídico de la reut ilización de aguas regeneradas en España. Delineat ing
t he Legal Framework for t he Reuse of Reclaimed Wat er in Spain .............................................................. 36
TRAPOTE-JAUME, Art uro: Tecnologías de depuración y reut ilización: nuevos enf oques. Technologies of Wast ewat er Treat ment
and Reuse: New Approaches ..................................................................................................... ..... 48
ALFRANCA-BURRIEL, Óscar: Mét odos de valoración ambient al aplicados a la regeneración y reut ilización de aguas residuales
en agricult ura. Environment al Assessment Met hods Applied t o t he Regenerat ion and Reuse of Wast ewat er in Agricul-
t ure .............................................................................................................................. ......... 61
VILLAR-GARCÍA, Albert o del: Reut ilización de aguas regeneradas: aproximación a los cost es de producción y valoración de su
uso. Reuse of Reclaimed Wat er: Est imat ing t he Cost s of Product ion and Ut ilizat ion ........................................ 70
MELIÁN-NAVARRO, Amparo; FERNÁNDEZ-ZAMUDIO, M.ª Ángeles: Reut ilización de agua para la agricult ura y el medioambient e. Wat er
Reuse in Agricult ure and t he Environment ...................................................................................... ... 80
ORTUÑO-PADILLA, Armando; FERNÁNDEZ-ARACIL, Pat ricia: Reut ilización de aguas y ocio: Campos de golf . Reuse of Wast ewat er in
Golf Courses............................................................................................................................. 93

Miscelánea
RIVASPLATA-VARILLAS, Paula Ermila: La ampliación del suminist ro de agua en la Lima colonial a fi nes del siglo XVI: los primeros
problemas y sus soluciones. Expanding t he Supply of Wat er in Colonial Lima at t he end of t he 16t h Cent ury: Init ial
Challenges and t heir Solut ions ................................................................................................ ....... 104
LEÓN-FUENTES, Nelly Josefa: El agua y la obra pública hidráulica en México: concesiones, cont rat os y ot ras modalidades, 1880-
1940. Wat er and Public Works In Mexico: Concessions, Cont ract s, and ot her Management Modalit ies, 1880-1940 .... 123

Eventos ................................................................................................................... 136

Reseñas Bibliográficas............................................................................................. 142

Estadística y evaluación ......................................................................................... 151

Normas de Publicación ........................................................................................... 153

Ent idades Colaboradoras: EL COLEGIO DE MICHOACÁN, UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA,


UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA IZTAPALAPA, UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHILE, UNIVERSIDADE FEDERAL DE MINAS GERAIS,
UNIVERSIDADE ESTADUAL DO NORTE FLUMINENSE, UNIVERSIDAD DE COSTA RICA

http:/ / revistaselectronicas.ujaen.es/ index.php/ atma

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