Particion de Bienes
Particion de Bienes
Particion de Bienes
Introducción
Según el artículo 815 del Código Civil dominicano: "Nadie puede ser obligado a mantener
indivisos los bienes y puede en cualquier momento pedir la división, sin perjuicio de los
convenios y prohibiciones en contrario".
Sin embargo, se puede acordar una moratoria de zonificación por un período limitado, sin
embargo, el acuerdo no es obligatorio después de cinco años, pero puede renovarse.
Si las partes acuerdan libre y voluntariamente la división, no es razonable reclamar: sin interés
no hay reclamación. Si una acción se interpone a pesar de la celebración de un contrato, se
vuelve inadmisible en este contexto procesal por falta de interés.
Si hay una disputa sobre el acuerdo porque hubo objeciones a algunos aspectos, por supuesto,
la demanda debe ser examinada en los tribunales.
Sin embargo, si no se presenta la demanda dentro de este plazo, la acción de división conjunta
de divorcio tendrá una duración de dos años a partir de la fecha de la sentencia. Si dentro de
los dos años siguientes al anuncio de la sentencia de divorcio, ninguno de los cónyuges se ha
esforzado por cumplir las condiciones, se considera que se ha llevado a cabo la liquidación y
división de la sociedad después de la disolución del divorcio. Cada cónyuge conserva lo que
tiene.
En general, si se acaba el matrimonio, se liquidan los bienes y cada uno se queda con la mitad,
pero no es tan fácil.
El proceso de liquidación de la comunidad puede ser:
División Amistosa: Cuando los cónyuges no están de acuerdo sobre la división de los bienes
comunes.
El procedimiento a seguir es el siguiente:
Si la liquidación es amistosa, la división antes mencionada puede establecerse en un acto de la
misma estipulación y convención, en el caso de divorcio por mutuo consentimiento, en el caso
de divorcio por causas especiales, puede prepararse por un notario para el acto
correspondiente redactado, acordado por las partes Prevalece el acuerdo.
División Judicial: Cuando los cónyuges no están de acuerdo sobre la división de los bienes
comunes.
Si dos cónyuges demandan al mismo tiempo, según los principios procesales generales, sólo
puede continuar siendo demandante el que primero obtenga la aprobación del secretario del
tribunal para solicitar el acto original y fecha y fecha. cuando obtuvo su visa.
Pero es necesario aclarar que, en el caso de endoso previo del marido, su conducta ha sido
aceptada por el tribunal. En la práctica, el otro cónyuge puede ser subrogado, siempre que
mantenga un fuerte interés.
Si las partes acuerdan libre y voluntariamente la división, no es razonable reclamar: sin interés
no hay reclamación. Si una acción se interpone a pesar de la celebración de un contrato, se
vuelve inadmisible en este contexto procesal por falta de interés.
Si hay una disputa sobre el acuerdo porque hubo objeciones a algunos aspectos, por supuesto,
la demanda debe ser examinada en los tribunales.
Asimismo, pudiera acoger las críticas de la parte demandada sobre el perito y el notario
sugeridos inicialmente por el demandante, al tiempo de acoger los nombres solicitados por el
demandado, o bien designar otros diferentes a los sugeridos por las partes; en este último
caso, dado que habría controversia entre las partes, ha de admitirse la apelación contra esa
sentencia. Si en la misma decisión se ordena la partición y se resuelve sobre los peritos y los
notarios, debe apelarse la sentencia íntegra, aunque el dispositivo relativo a la orden de
partición parecería ser más preparatorio que interlocutorio; por tanto, la alzada debería
enfocar su estudio al punto controvertido:
la designación del perito y del notario.
De igual modo, puede rechazar la partición, ya en el ámbito del fondo de la demanda, cuando
a juicio del tribunal no concurran las condiciones requeridas por la Constitución y la
jurisprudencia para la procedencia de la partición.
Y, finalmente, en caso de producirse una aquiescencia de la demanda, sin objetarse la
partición ni los peritos y notarios propuestos por el demandante, pudiera ordenarse la
partición, mediante una sentencia que, por no resolver ninguna controversia, luce más
preparatoria que interlocutoria, a pesar de que como hemos expuesto la jurisprudencia ha
serpenteado respecto de la naturaleza de este tipo de decisión.
Sin embargo, importa resaltar que además de que el criterio externado precedentemente no
ha sido constante en nuestra máxima instancia del Poder Judicial, pues en otras sentencias ha
sostenido que la apelación no aplica a estas decisiones, a nivel de cortes de apelación se ha
venido interpretando en los últimos tiempos que, dado que se trata de un proceso que
comprende varias fases, y al limitarse el tribunal a-quo a disponer la partición no ha decidido
nada definitivamente, la decisión se acerca más a una preparatoria y, por tanto, la apelación
contra ella deviene en inadmisible.
, a saber:
“En caso de que contra esta sentencia se interpusiese un recurso de apelación, el tribunal de
alzada podría y, atendiendo a que el fallo impugnado no resuelve ninguna controversia entre
las partes, reputar dicha sentencia como preparatoria, declarar inadmisible dicho recurso
cuando no se haya conocido ni se haya planteado ningún incidente, o bien, si lo ha sido,
decidir sobre éste, acogiéndolo y modificándola o confirmándola
Conclusión
Los bienes que pueden incluirse en la partición pueden ser los
bienes que el superior posee personalmente, o los bienes que el
superior puede controlar.