Capítulo 17 - Nuestra Respuesta A La Santidad de Dios - Temor Reverente

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Capítulo 17: Nuestra respuesta a la santidad de Dios

NUESTRA RESPUESTA A LA SANTIDAD DE DIOS


¡Dios es santo, santo, santo! A la luz de esta gran verdad, debemos preguntarnos: “¿Cómo
debemos vivir entonces?” A continuación, veremos varias de las respuestas bíblicas más
importantes que se refieren a la santidad de Dios. Debemos siempre tener en mente que el
estudio de los atributos de Dios no es simplemente una búsqueda intelectual, sino que debe
tener un gran impacto sobre nuestra doxología (es decir, adoración) y nuestra praxis (o sea,
acciones o conducta).
REVERENCIA Y TEMOR PIADOSO
1. En Salmos 96:9 se encuentra uno de los más hermosos mandamientos en todas las
Escrituras respecto a la responsabilidad del creyente ante el Señor. Resume su
significado en tus propias palabras.
Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad; Temed delante de él, toda la tierra.
NOTA: La palabra “hermosura” viene del término hebreo jadará que puede ser
traducido como “vestidura” o “esplendor”. La misma frase se encuentra en Salmos
96:9, 110:3, 1ª Crónicas 16:29 y 2ª Crónicas 20:21. Existe un debate respecto a si el
salmista se refiere a la santidad de Dios o a la de quien está adorando. Si es la
primera, entonces es un llamado para que nosotros vengamos a adorar a Dios debido
a la belleza de su santidad. Si es la segunda, entonces es un llamado a venir ante
Dios con corazón puro y una vida santa. Esta es la verdadera belleza ante los ojos de
Dios. El llamado a temblar no es porque Dios es caprichoso o porque no es confiable
sino por la infinita grandeza de su santidad y poder.

2. En Isaías 6:2-3 se nos da un pequeño vistazo dentro del mismo trono de Dios. ¿Qué
podemos aprender de esta escena de adoración celestial?
Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus
rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces,
diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su
gloria.
Spurgeon – Los serafines esperan a Dios, que es luz de la vida. Note que humildes
están en esa presencia; se cubren ante esa majestuosidad infinita.

NOTA: Las Escrituras no revelan mucho acerca de estas criaturas angelicales


llamadas “serafines”. Sin embargo, debido a su proximidad al trono de Dios es lógico
suponer que posiblemente sean las criaturas más grandiosas de todas en cuanto a
santidad y poder. Aun así, en la presencia de Dios solo pueden inclinar sus cabezas
y adorar. Ha habido muchas opiniones expresadas respecto al simbolismo de sus
alas. Es posible que cubran sus rostros en reverencia o porque ni siquiera para ellos
sea posible soportar la gloria de Dios. Cubren sus pies en humildad reconociendo que
son meras criaturas y solo el Señor es Dios.
3. En Isaías 8:13 se nos dan tres deberes con respecto a la relación del creyente con el
Señor. Lee el texto e identifica estos deberes llenando los espacios en blanco.

A Jehová de los ejércitos, a él santificad; sea él vuestro temor, y él sea vuestro miedo.

a) A Él debemos Santificar. La palabra “santificad” viene del hebreo cadash que


literalmente significa “separar” o “consagrar”. Debemos separar a Dios en
nuestros corazones como apartado o distinto de todas las demás personas o
cosas. Él ha de tener el primer lugar en nuestras vidas sin que compita con
ningún otro deseo o lealtad.
b) Sea Él nuestro Temor. La palabra “temor” viene del término hebreo morád, el
cual indica temor, terror, reverencia o asombro. Temor y terror son
frecuentemente asociados con la injusticia o la maldad. El mal y los malvados
nos infunden terror. Sin embargo, cuando la palabra es usada para referirse a
Dios, se trata de un temor que resulta de su infinita majestad, belleza, santidad,
justicia y poder.
c) Sea Él nuestro Miedo. La palabra “miedo” viene del hebreo morá, cuyo
significado es “causar terror, conmoción, intimidación o asombro”. Del contexto
(v.12) aprendemos que Dios está amonestando a su pueblo a no temer a los
hombres y de esa manera comprometer su fe, sino que deben temerle y
seguirle a Él con todo su corazón. Entonces Él será un santuario para su pueblo
y los protegerá de sus enemigos (v.14).

4. Habacuc 2:20 Mas Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra.
Comentario Conciso - calle delante de él—en señal de sumisión reverente y sujeción
a sus juicios.
y Eclesiastés 5:1-2 Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más
para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal.
No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de
Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus
palabras.

M. Henry - Dirígete a la adoración de Dios, y tómate el tiempo para componer para ella. Evita
que tus pensamientos vaguen y vaguen: evita que tus afectos se agoten hacia los objetos
equivocados. Debemos evitar repeticiones vanas; Aquí no se condenan las oraciones
copiosas, sino las que no significan. ¡Cuán a menudo nuestros pensamientos errantes hacen
que la asistencia a las ordenanzas divinas sea un poco mejor que el sacrificio de tontos!
Muchas palabras y apresuradas, usadas en la oración, muestran locura en el corazón,
pensamientos bajos de Dios y pensamientos descuidados de nuestras propias almas.

son dos textos importantes que nos comunican algo de la reverencia requerida al
acercarnos a Dios para orar o adorar. Resume el significado de ambos textos y explica
cómo las verdades que expresan se pueden aplicar a nuestras propias vidas.
Resumen (Acciones)
• Callar (reverencia y humildad).
• Guardar mi camino.
• Acercarme más para oír.
• No ofrecer un sacrificio o adoración sin entendimiento.
• Guardar mi boca y corazón (pocas palabras).
* Porque Dios es grandioso y esta en el cielo (majestuoso) y yo simple mortal
sobre esta tierra (humildad).

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