Analisis Sentencia T-030 de 2000 PDF

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ANTROPOLOGÍA Y SOCIOLOGÍA JURÍDICA

Docente: EMILIO RAMÍREZ CUERVO

FICHA JURISPRUDENCIAL

1. IDENTIFICACIÓN DEL CASO

CORTE CONSTITUCIONAL, Sentencia T-030 de 2000,


MAGISTRADO PONENTE: FABIO MORÓN DIAZ.
b. Fecha de producción
25 de enero de 2000.

c. Tribunal de Justicia
CORTE CONSTITUCIONAL
d. Actor.
BARBARA ESCOBAR DE VARGAS

e. Magistrado ponente
FABIO MORÓN DIAZ.

f. Acto jurídico
Proceso de revisión de la providencia proferida por Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Cúcuta, el veintitrés (23) de junio de mil novecientos noventa y nueve (1999),
en el trámite de la acción de amparo constitucional promovida por Barbara Escobar de
Vargas contra las Autoridades Tradicionales de la Comunidad U’WA y contra el ICBF
de la agencia Arauca.

g. Causal
La actora, BARBARA ESCOBAR DE VARGAS, impetró acción de tutela en contra
de las Autoridades Tradicionales de la Comunidad U’WA y contra el ICBF de la agencia
Arauca, por considerar que se vulneraron los derechos a la salud, a la vida y a la familia
de los menores de la comunidad U’WA.

2. BIEN JURIDICO TUTELADO


Considera la actora que con la actividad realizada por de las Autoridades Tradicionales
de la Comunidad U’WA y el ICBF de la agencia Arauca, se violan los derechos
fundamentales a la vida, a la familia y a la salud
3. PROBLEMA JURÍDICO PRINCIPAL
¿La resolución expedida por el ICBF que declara el abandono de los menores
de la comunidad U’WA Se vulnera los derechos fundamentales a la salud, la
vida y la familia de los menores de la comunidad U’WA?
4. RESUMEN FÁCTICO (HECHOS DEL CASO)
1. El 11 de febrero de 1999, en el Hospital de Sarare de Saravena, nacieron los
gemelos KEILA CRISTINA Y JUAN FELIPE AGUABLANCA CORREA,
hijos de ARTURO AGUABLANCA Y MARCIANA CORREA, pareja
perteneciente a la comunidad indígena de los U´WA asentada en el municipio de
Aguablanca.
2. Dos días después, esto es el 13 de febrero de 1999, los menores fueron trasladados
del mencionado hospital al Centro de Salud de Cubará, en donde el padre
manifestó que deseaba dejarlos allí, pues le era imposible llevarlos al seno de su
comunidad, dado que la misma repudiaba los nacimientos múltiples por
considerar que éstos la contaminan.
3. El 16 de febrero de 1999, el Centro de Salud de Cubará hizo entrega de los niños
al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Centro Zonal de Saravena y fueron
ubicados en hogar sustituto.
4. En consecuencia, de la presión ejercida por los medios de comunicación y de la
comunidad de los NNA, el 3 de marzo de 1999 fueron trasladados los menores a
la ciudad de Santa Fe de Bogotá.
5. Se tomo la medida de protección de ubicar a los niños en Casa de la Madre y el
Niño, institución autorizada por el I.C.B.F. para desarrollar programas de
adopción.
6. El 5 de mayo de 1999, la directora de la Casa de la Madre y el Niño, señora Barbara
Escobar de Vargas, le remitió al director general de Asuntos Indígenas del
Ministerio del Interior, una comunicación n la que le manifiesta que en su calidad
de encargada de la protección de los menores tenía “...particular interés en
conocer la verdadera situación en que se encuentran estos menores frente a la
comunidad U´WA a la cual pertenecen…”
7. El presidente del Cabildo Mayor le responde a la directora: “Los menores
deben regresar a Bienestar familiar de Saravena, porque fue una
solicitud especial de los padres de los menores, de la comunidad
indígena de Aguablanca y el Cabildo Mayor U´WA. Conforme a la
Constitución Nacional en especial el artículo 7 y cc; la Ley 21 de 1991
y la Ley 89 de 1990, toda decisión legislativa o administrativa de las
entidades públicas en que se ventilen casos de comuneros indígenas
deben ser concertadas, acto administrativo que se omitió en este
caso.”
8. La directora y representante legal de la Casa de la Madre y el Niño, decidió, en su
calidad de agente oficiosa de los menores, interponer acción de tutela ante el
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cúcuta, en la cual solicitó protección
inmediata para los derechos fundamentales a la vida, a la salud y para el derecho
a tener una familia de los menores indígenas que bajo medida de protección le
habían sido encomendados
La demandante le solicitó al Juez constitucional de primera instancia, que impidiera el
regreso de los menores a la comunidad U´WA, pues el mismo, según ella, implicaría
exponerlos a graves amenazas contra su vida, a torturas y a tratos crueles e inhumanos
o degradantes. Así mismo, que se ordenara a Bienestar Familiar declarar el abandono de
los menores, con el fin de iniciar el proceso de adopción, y como medida provisional, que
se negara la petición de traslado a Saravena, dado el delicado estado de salud de los
menores, para lo cual adjuntó varias certificaciones médicas que se refieren a su estado
de salud.
5. TESIS PRINCIPAL DE LA CORTE (RATIO DECIDENDI)

“el artículo 44 superior, que le da prevalencia a los derechos de los menores y


consagra como uno de ellos el derecho que ellos tienen a tener una familia y a no
ser separados de ella, a tiempo que reivindica el derecho fundamental al debido
proceso, consagrado en el artículo 29 de la Carta, no sólo de los menores, sino de
sus padres y de su comunidad, dado que la decisión revocada desconoció
presupuestos esenciales de la ley que rige los procesos y medidas de protección
aplicables a menores de edad”.

6. DECISIÓN
RESUELVE

Primero. CONFIRMAR la sentencia proferida el 23 de junio de 1999 por la Sala


de Decisión Civil-Familia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cúcuta, a
su vez confirmada por la Sala de Casación Civil de la H. Corte Suprema de Justicia,
mediante la cual tuteló los derechos a la salud, a la vida y a tener una familia, de
los menores KEILA CRISTINA Y JUAN FELIPE AGUABLANCA
CORREA, para lo cual le ordenó al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar,
continuar con la definición de la situación legal de los menores, “...mediante el
trámite o proceso administrativo de protección correspondiente”.

Segundo. LEVANTAR la suspensión que de los efectos de la Resolución No. 001


de 20 de septiembre de 1999, había ordenado a través de Auto de fecha 16 de
noviembre de 1999, advirtiendo que el cumplimiento de lo dispuesto en la citada
resolución, deberá estar precedido de la conformación de un grupo de especialistas,
(médicos, psicólogos, antropólogos, nutricionistas), que bajo la coordinación de la
Dirección Seccional del I.C.B.F. Agencia Arauca, señalará el momento en que sea
oportuno el traslado de los menores, recomendará los tratamientos a seguir, e
ilustrará a la familia y a la comunidad U´WA sobre los cuidados que deban ser
suministrados a los menores, una vez éstos retornen a su comunidad, y tendrá a
cargo, al menos por un año, el seguimiento del proceso, rindiendo informes
periódicos a la Sala de Decisión Civil - Familia del Tribunal Superior de Cúcuta.

Tercero. Por Secretaría General, líbrense las comunicaciones previstas en el artículo


36 del Decreto 2591 de 1991, para los efectos allí contemplados.
7. SALVAMENTOS Y ACLARACIONES DE VOTO (SINÓPSIS)
N/A

11. ANÁLISIS PERSONAL

Desde el análisis jurisprudencial anterior de la sentencia T-030/00, según la tradición


que normalmente conocemos como una representación familiar es en instancia opuesta
al que conforma la cultura indígena UW’A, al presentarse en ella un parto múltiple o
coloquialmente conocido como nacimiento de gemelos, es en su defecto
“contaminación” o “maldición” para su cultura, debido a que para ellos esto conforma
parte de sus derechos ancestrales siendo una tradición legitima que durante siglos se
practicó en la mencionada comunidad
Por otra parte, nuestras creencias y enseñanzas son las de confiar la protección de los
derechos de niños, niñas y adolescentes, consagrados en el Art 44 de la Constitución
Política, recitado en el siguiente párrafo:
“Son derechos fundamentales de los niños: la vida, la integridad física, la salud y la
seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una
familia y no ser separados de ella, el cuidado y el amor, la educación y la cultura, la
recreación y la libre expresión de su opinión. Serán protegidos contra toda forma de
abandono, violencia física o moral, secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral
o económica y trabajos riesgosos. Gozaran también de los de demás derechos
consagrados en la Constitución, en las leyes y en los tratados internacionales
ratificados por Colombia. La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de
asistir y proteger al niño para garantizar su desarrollo armónico e integral y el
ejercicio pleno de sus derechos. Cualquier persona puede exigir de la autoridad
competente su cumplimiento y la sanción de infractores. Los derechos de los niños
prevalecen sobre los derechos de los demás.”

Aun así, por otro lado, se debe respetar y consagrar los derechos de las culturas y
comunidades indígenas consagradas en Art 246 de la Constitución política, recitado en
el siguiente párrafo:
“Las autoridades de los pueblos indígenas podrán ejercer funciones
jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial, de conformidad con sus
propias normas y procedimientos, siempre que no sean contrarios a la
Constitución y leyes de la República. La ley establecerá las formas de
coordinación de esta jurisdicción especial con el sistema judicial nacional.” Llevando
este artículo de la mano con el tiempo de 7 meses que ellos solicitaron para entrar en
dialogo con su comunidad y aun así la defensora de familia, Ana Beatriz Arguelle,
decide tomar el caso por abandono y solicita al A-quo entrar a un proceso de adopción
pero la impugnación presentada por parte del Cabildo mayor, Roberto Pérez
Gutiérrez, no está de acuerdo con la solicitud de la Defensora de familia, Ana Beatriz
Arguelle, y se argumenta que los menores Keila Cristina y Juan Felipe fueron
trasladados
Teniendo este artículo, se remite a la jurisprudencia que sobre el tema ha producido la
Corte Constitucional, para sostener, que teniendo en cuenta que los padres de los
gemelos Aguablanca no pudieron asumir su cuidado personal, crianza y educación, por
los arraigados principios religiosos y culturales de la comunidad a la que pertenecen, los
cuales hacen que dichos niños sean considerados una “maldición”
Teniendo en cuenta en cuenta los derechos en disputa de ambas partes.
Nos quedan esencialmente claro que el derecho a la vida y derechos de los niños
consagrados en el código del menor, prima sobre cualquier otro mandato.

Desde la óptica de la adopción, los derechos de los niños gozan de protección


constitucional especial debido a las situaciones de debilidad, vulnerabilidad e
indefensión, al iniciar un proceso de adopción, se proporciona una familia a aquellos
niños que no pueden permanecer en la suya de origen, creando un vínculo de
paternofilial entre personas que no lo tienen por naturaleza.

Elaborado por: Fecha:


DAISY ANDREA RICAURTE ORTIZ. ID 38456 17/03/2022.
LAURA LUCÍA ESCOBAR TOLEDO ID 38414

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