Guía Enfoques Curriculares
Guía Enfoques Curriculares
Guía Enfoques Curriculares
Enfoques Curriculares
Enfoque curricular conductista
En el paradigma conductista que se originó en las primeras décadas del siglo XX,
específicamente el conductismo operante de Skinner y Pavlov, considera que el profesor es
“una persona dotada de competencias aprendidas, que transmite conforme a una planificación
realizada en función de objetivos específicos” (Hernández Rojas, 2010, p. 114).
El trabajo del profesor es: determinar cuáles son aquellas ‘pistas’ que pueden lograr la
respuesta deseada; organizar situaciones de práctica en las cuales la conjunción de estímulos,
logren un ambiente ‘natural’ de desempeño; adicionalmente “organizar condiciones
ambientales de tal forma que los estudiantes puedan dar las respuestas correctas en la
presencia de los estímulos correspondientes y recibir refuerzos por las respuestas
correspondientes” Ertmer, P. y Newby. T. (1993).
Para Tyler, sin embargo, el proceso de aprendizaje abarcaba más que eso; entendía que
debería estar enfocado en el estudiante y no en el maestro y creía que una mayor interacción
del estudiante con sus experiencias de aprendizaje ocasionaba un cambio radical en su
comportamiento. Dicho modelo tuvo un impacto positivo y significativo en el desarrollo
curricular y evaluación. El modelo racional y sistemático de Tyler se enfoca en la relación de los
objetivos y sus resultados; pretende lograr que los maestros se pregunten lo siguiente: ¿cuáles
son los fines de la escuela?, ¿cuáles son las experiencias educativas?, ¿cómo comprobar el
logro de los objetivos? En adición, considera que las metas y objetivos educativos deben ser
transformados en criterios para seleccionar el material, organizar el contenido del programa e
invita a los maestros a reflexionar sobre los métodos y material dictado en clase.
Entiende que cualquier diseñador de currículo tiene que ir a tres fuentes: los estudiantes,
la sociedad y los requisitos del contenido. Esto con el propósito de obtener objetivos generales
tentativos. Dichos objetivos tienen que ser consistentes con la filosofía educativa y principios
de aprendizaje de la sociedad.
1. Identificar objetivos generales. Estos deben ser consistentes con filosofía educativa
imperante en esa sociedad y con los principios de aprendizaje sobre los cuales se
sustenta el sistema (Díaz, 2008). Deben considerar el contenido y la conducta esperada
por los estudiantes.
2. Clarificar los objetivos instruccionales precisos que proveen al estudiante la
oportunidad de expresar el comportamiento señalado en el objetivo.
3. Determinar la operación de cada objetivo.
4. Seleccionar, buscar, modificar y construir situaciones para determinar en la evaluación
la confiabilidad de los objetivos.
5. Diseñar y utilizar técnicas o instrumentos de medición y obtención de resultados.
6. Recoger y comparar los resultados obtenidos para determinar los cambios ocurridos.
Psicopedagogía
Módulo: “Modelos de orientación e intervención psicopedagógica”
Prof. Tania Navarrete Carrasco.
7. Analizar y comparar los resultados con los objetivos para determinar las fortalezas y
debilidades del currículo diseñado.
Precisamente este enfoque tecnológico surgió con esa expectativa, incluir la tecnología en el
proceso de enseñanza-aprendizaje para facilitarlos o inclusive mejorarlos. En términos
curriculares el objetivo principal es utilizar la tecnología para lograr la eficiencia del proceso
enseñanza-aprendizaje. Los objetivos se plantean en términos de conductas observables, el
contenido pasa a un segundo plano en donde es secuenciado y jerarquizado. La evaluación se
realiza mediante “criterios-objetivos”.
Generadores: el papel del estudiante será dominar los prerrequisitos que comprenden la tarea
a desarrollar, aprender a su propio ritmo, solucionar problemas de retraso y fracaso escolar, es
decir el perfil contempla que el alumno alcance dominar la técnica.
Orientadores: los fines y objetivos van orientados a las condiciones de selección y aplicación de
los recursos tecnológicos que se vayan a utilizar en el aula, tanto en el sentido de los docentes
Psicopedagogía
Módulo: “Modelos de orientación e intervención psicopedagógica”
Prof. Tania Navarrete Carrasco.
que deben de estudiar el contexto del centro educativo como los alumnos con la disposición
para recibir las clases de esta forma.
Multimedios: En este enfoque en específico se utilizan recursos como los son las TICs o los
sistemas informáticos donde el estudiante desarrolle y logre tener un aprendizaje en varias de
estas, de las cuales se pueden nombrar los paquetes integrados los cuales incluyen
procesadores de texto, bases de datos, hojas de cálculos, etc, otros de los que son incluidos
también son los programas de diseño, sistemas multimedia, entre otros.
A esta manera de entender el aprendizaje, se suma todo un conjunto de propuestas que han
contribuido a la formulación de una metodología constructivista. Entre dichas propuestas vale
la pena mencionar:
• La teoría del aprendizaje significativo: el aprendizaje tiene que ser lo más significativo
posible; es decir, que la persona-colectivo que aprende tiene que atribuir un sentido,
significado o importancia relevante a los contenidos nuevos, y esto ocurre únicamente cuando
los contenidos y conceptos de vida, objetos de aprendizaje puedan relacionarse con los
contenidos previos del grupo educando, están adaptados a su etapa de desarrollo y en su
proceso de enseñanza-aprendizaje son adecuados a las estrategias, ritmos o estilos de la
persona o colectivo.
• Aprendizaje por descubrimiento: no hay forma única de resolver los problemas. Antes de
plantear a los participantes soluciones, los facilitadores deben explorar con ellos diferentes
maneras de enfrentar el mismo problema; pues no es pertinente enseñar cosas acabadas, sino
los métodos para descubrirlas.
• Las zonas de desarrollo: un nuevo aprendizaje debe suponer cierto esfuerzo para que
realmente implique un cambio de una zona de desarrollo real, a una zona de desarrollo
próximo, pero no con un esfuerzo tan grande (por falta de conocimientos previos, por
ejemplo) que el nuevo contenido quede situado fuera de la zona a la que tiene acceso
potencialmente la persona o el grupo.
Psicopedagogía
Módulo: “Modelos de orientación e intervención psicopedagógica”
Prof. Tania Navarrete Carrasco.
• El aprendizaje centrado en la persona-colectivo: la persona-colectivo interviene en el proceso
de aprendizaje con todas sus capacidades, emociones, habilidades, sentimientos y
motivaciones; por lo tanto, los contenidos del proceso pedagógico no deben limitarse sólo al
aprendizaje de hechos y conceptos (contenido conceptual), sino que es necesario atender en la
misma medida a los procedimientos (contenido procedimental), las actitudes, los valores y las
normas (contenido actitudinal), si se quiere una adaptación activa de la persona o grupos a
nuevas situaciones sociales. Así mismo, hay que considerar sus propios estilos, ritmos y
estrategias de aprendizaje.
• La teoría de las inteligencias múltiples: en nuestro ser habitan siete diferentes inteligencias
que nos permiten abordar el mundo de manera diversa, y en toda persona algunas de ellas
están más o menos desarrolladas que otras; por lo tanto, la enseñanza también debería
adaptarse a esa realidad. Estas inteligencias son:
Uno de los modelos curriculares que se impulsa con mayor fuerza en la primera década
del siglo XXI es el llamado enfoque de competencias. En prácticamente todo el mundo y, en
particular en nuestro medio, existe una euforia por establecer planes de estudio
fundamentados en las competencias. En varias instituciones de educación superior desde
mediados de la década de los años noventa se impulsan reformas curriculares organizados por
este enfoque.
Así, surge como una de las respuestas al hecho de que los estudiantes al graduarse
poseen un conjunto de conocimientos obsoletos y que éstos muchas veces no responden a lo
que se necesita para actuar en la realidad, es decir se necesita ampliar la mirada, generosa y
lúcida capaz de abarcar la realidad humana de todas sus direcciones, multipolar, integradora y
resistente a la incertidumbre que genera la complejidad.
Psicopedagogía
Módulo: “Modelos de orientación e intervención psicopedagógica”
Prof. Tania Navarrete Carrasco.
De Ketele (2008), Roegiers (2000) y Jonnaert (2006), citados por Zabala (2014), se sabe
que una competencia es un conocimiento especializado, integrado y aplicado a las situaciones
y contextos sociales diversos, teniendo en cuenta que determinada competencia permitirá
actuar en determinados contextos, es decir, una competencia es específica, por lo que no
puede servir de manera unívoca en cualquier contexto, se trata de buscar la especificidad de la
actividad. La competencia implica una interacción con el entorno y el contexto desde la
reflexión crítica, la participación colaborativa y la integración compleja y creativa de
conocimientos que dan lugar a acciones de innovación que transforman intencionadamente la
manera como el estudiante interactúa con sus contextos de relación.
• El saber procedimental: relacionado con la habilidad para ejecutar una acción o secuencia de
acciones siguiendo métodos, técnicas y/o estrategias adecuadas a la resolución de una tarea
concreta.
En un mayor nivel de desarrollo, corresponde al facilitador del curso planificar cada sesión de
aprendizaje, considerando secuencias formativas que permitan poner en práctica las
actividades previstas en cada unidad de aprendizaje, para el logro de las competencias
planteadas.
Enfoque Socio-Crítico
Para Acosta, Albor, Fuentes y Sierra (2010), el enfoque curricular socio-crítico logra la
elaboración de significados, siendo su finalidad principal, la emancipación de las personas
desde la perspectiva de concientizarlas y prepararlas para que se apropien de la dirección de
sus vidas de manera comprometida. Los investigadores conforman estos lineamientos, de
acuerdo con el pensamiento de Freire, el cual supone que la acción de conocer, requiere de la
comunicación dialéctica de la acción y la reflexión y de la reflexión relativa a la acción, para
conformar una nueva acción. Freire piensa que la praxis no es parte de lo hipotético e
imaginario, más bien, su campo de acción se encuentra en las circunstancias sociales y
culturales que se dan en un período histórico delimitado.
En resumen, el currículo sociocrítico para Acosta et al. (2010) representa “un conjunto
de elementos culturales, científicos, y valorativos, planeados como posibilidades de
transformación social desde el escenario académico. El currículo se presenta como una
herramienta compleja de emancipación desde la perspectiva transversal e integradora” (p. 35).
Con base en lo explicado anteriormente, Acosta et al. (2010) proponen al diálogo entre
educandos, educadores (as) y demás miembros de la comunidad aprendiente, como la
herramienta más importante para construir una teoría crítica participativa y deconstructora
del currículo tradicional. Ven en Freire y su concepto concientizador la posibilidad de reformar
y convertir el currículo en algo más que complicados contenidos, en visualizar al ciudadano (a)
como una persona con una posición personal definida, que requiere el respeto por su
identidad y posición histórica, con el fin de que pueda conocerse más plenamente y así
transformar la situación para beneficio propio y el de los demás
Complementario a la idea anterior, Freire (citado por Acosta et al., 2010) insta a la
necesidad de elegir temas significativos que sean parte del momento socio-histórico del
conocimiento y de los problemas modernos, con el fin de que participen en su análisis
comunidades de educadores y demás actores del proceso educativo, recurriendo al diálogo
cooperativo que construya una teoría que sea crítica, participativa y renovadora del currículo.
Si así ocurre, los intereses primordiales de las personas son los que van a fundamentar la
forma en cómo se relacionan con el mundo, y por lo tanto, edificar el conocimiento que
proviene de la interacción con los otros.
Por otro lado, Habermas (citado por Acosta, et al., 2010) establece tres intereses cognitivos:
En este caso, la sobrevivencia de la especie humana pueda darse, en la medida en que esta
entienda su ambiente y lo modifique con actos correctos. En el campo de la educación, este
interés es posible, en la forma en que el (la) docente y el (la) estudiante interactúan para
entender el mundo y las acciones que van ejecutando como parte de actos correctos que
integran el proceso educativo.
presenta como aquel que se presenta independiente de todo lo que está afuera de la persona;
y, por ende, como un estado de autonomía que exige responsabilidad por parte de las
personas.
Psicopedagogía
Módulo: “Modelos de orientación e intervención psicopedagógica”
Prof. Tania Navarrete Carrasco.
Pero, como de las personas están insertos en un contexto social, la autonomía se erige en un
alto grado de interacción con otros individuos que reclaman respeto por la suya propia. De ahí,
que la autonomía individual no pueda separarse de la libertad de los demás, de donde se
colige que la emancipación está ligada a las ideas de justicia y de igualdad. El tipo de saber
generado por el interés emancipador es fundamentalmente crítico, de lo que se deriva que la
práctica educativa se visualiza como aquella que orienta al educando a comprender cómo es el
mundo en que vive, cuáles son las relaciones de poder que se dan en la sociedad y cómo
actúan para restringir e inhibir la libertad (pp. 43-44).
De acuerdo con Acosta et al. (2010), el desarrollo del currículo socio-crítico parte del análisis
de lo que acontece en el aula y la sociedad. Por estos motivos, es una acción moral y política
que permite analizar a los y las participantes del proceso educativo, para entretejer una teoría
que los (as) transforme y les ayude a madurar; esto es posible mediante la comunicación
dialógica de los conocimientos en diferentes núcleos temáticos basados en los valores, que se
trabajan desde la transversalidad, la integración y el enfoque holístico, para que la y el
ciudadano (a) postmoderno pueda humanizarse y humanizar lo que está a su alrededor. Desde
esta visión, la teoría crítica destinada al currículo, insta a lo siguiente (Acosta et al., 2010):
Enfoque sociocognitivo
Por otra parte, el profesor/a como mediador del aprendizaje, debe subordinar la
enseñanza al aprendizaje, para desarrollar en los aprendices los procesos cognitivos y afectivos
en el marco de un modelo de aprender a aprender enseñando a aprender. Desde este modelo
de aprendizaje/enseñanza, los profesores debemos dar prioridad a los procesos de
Psicopedagogía
Módulo: “Modelos de orientación e intervención psicopedagógica”
Prof. Tania Navarrete Carrasco.
aprendizajes, elaborando estrategias de enseñanza centradas en procesos, en formas de
estrategias de aprendizajes cognitivas, metacognitivas y afectivas orientadas al sujeto que
aprende. Reafirmándose de esta manera que el desarrollo de las capacidades potenciales con
tonalidades afectivas es básico en este modelo. En el modelo socio-cognitivo el cómo enseñar
se subordina al cómo aprende el que aprende y desde esa perspectiva el aprender a aprender
supone el uso adecuado de estrategias de aprendizaje por parte del aprendiz, con la mediación
adecuada y oportuna del profesor/a, favoreciendo y respetando los procesos cíclicos del
aprendizaje, a través de recursos adecuados como la arquitectura del conocimiento. Al mismo
tiempo en esa mediación se debe facilitar el aprendizaje cooperativo entre iguales.