Los beneficios de implementar la alimentación complementaria en niños mayores de 6 meses incluyen: 1) Proporcionar los nutrientes necesarios para el crecimiento y desarrollo; 2) Estimular el aprendizaje de nuevos sabores, texturas y la masticación; 3) Promover la independencia y autoestima del niño.
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Los beneficios de implementar la alimentación complementaria en niños mayores de 6 meses incluyen: 1) Proporcionar los nutrientes necesarios para el crecimiento y desarrollo; 2) Estimular el aprendizaje de nuevos sabores, texturas y la masticación; 3) Promover la independencia y autoestima del niño.
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ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA EN LOSNIÑOS MAYORES A 6 MESES
Los beneficios de implementar la alimentación complementaria en niños mayores de 6 meses incluyen: 1) Proporcionar los nutrientes necesarios para el crecimiento y desarrollo; 2) Estimular el aprendizaje de nuevos sabores, texturas y la masticación; 3) Promover la independencia y autoestima del niño.
Los beneficios de implementar la alimentación complementaria en niños mayores de 6 meses incluyen: 1) Proporcionar los nutrientes necesarios para el crecimiento y desarrollo; 2) Estimular el aprendizaje de nuevos sabores, texturas y la masticación; 3) Promover la independencia y autoestima del niño.
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¿CUÁLES SON LOS
BENEFICIOS DE IMPLEMENTAR LA ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA EN LOSNIÑOS
MAYORES A 6 MESES? Reciban un aporte adecuado de energía, proteínas, vitaminas y minerales que son necesarias de acuerdo a su edad, para que tengan un buen crecimiento y desarrollo. Conozcan y se acostumbren a nuevos sabores y texturas. Estimulen y aprendan a masticar alimentos que ya no son simplemente de consistencia líquida sino también sólida y semisólida. Favorece la autorregulación. En palabras menos redundantes esto significa que promueve su independencia y su seguridad; lo que más adelante se va a traducir en su autoestima. Fomenta el desarrollo del sentido del gusto. A través de diferentes texturas, colores, olores y sabores también se desarrolla el gusto y hace que se integre a la dieta familiar mucho antes que otros bebés. Ayuda en el proceso de dentición Ayuda en el proceso del desarrollo óseo del paladar, mandíbula y masticación Hábitos saludables de alimentación. A través de las rutinas, el crecimiento cerebral aumenta. Se preguntarán que cómo sucede esto: hay mayor número de conexiones neuronales y cada vez que se repite una rutina, la conexión cerebral se hace más grande, lo que se traduce en crecimiento del cerebro. Promueve el desarrollo del centro de saciedad. Son niñ@s que se ha demostrado que tienen mejor regulación en su proceso de hambre y saciedad de manera temprana. Responden de manera adecuada a sus señales de hambre y no se fuerzan las comidas. Mayor adaptación a la variedad de alimentos. Ya que se respeta el ritmo de cada bebé y se procura que la textura y apariencia natural de cada alimento se respete, de esta manera son más afines a diferentes frutas, verduras y proteínas. Promueve la motricidad fina. El hecho de presentar cada alimento de una forma separada, permite que se desarrollen habilidades oculo-motrices, desarrollo de músculos faciales, de la masticación, realización de la pinza fina y gruesa, coordinación motriz fina hasta no tirar nada de la cuchara. La higiene de los alimentos que brindemos a los niños es importante, ya que las diarreas frecuentes en esta edad son causa de desnutrición infantil y talla baja. Ante esto toma en cuenta estas recomendaciones generales: Evita darle alimentos envasados. Los alimentos deben estar frescos y bien lavados para evitar cualquier infección. Debes lavarte las manos antes de tocar los alimentos. Enjuagar los utensilios en agua caliente, ayuda a eliminar los residuos del lavavajillas; es preferible utilizar una esponja distinta para lavar los utensilios del bebé. Si los alimentos le producen diarrea o estreñimiento por más de 2 días, debes llevarlo al centro de salud y seguir las indicaciones de su médico. No se recomienda antes porque: disminuye la producción de leche materna, no cubre las necesidades nutritivas, los lactantes pequeños no pueden digerir determinadas comidas, se expone al niño a microorganismos patógenos (con posibilidad de diarrea y malnutrición), mayor riesgo de alergias y retorno a la fertilidad de la madre. No se debe retrasar la alimentación complementaria: la leche materna no tiene suficiente energía y nutrientes para los lactantes de más de 6 meses (riesgo de retraso de crecimiento y desnutrición), por deficiente aporte de hierro y cinc, y porque hacia los 6 meses mejora la habilidad motora oral (masticación, deglución…) y la aceptación de sabores y texturas diferentes. Si se deja pasar este momento pueden aparecer dificultades para la aceptación adecuada de los sólidos. Durante esta etapa es fundamental ofrecerles alimentos de origen animal, vegetal, frutas, cereales, tubérculos, aceites o grasa vegetal. Todo ello debe irse implementando a medida que nuestro hijo vaya creciendo, además la textura y frecuencia variará según la edad. La higiene de los alimentos que brindemos a los niños es importante, ya que las diarreas frecuentes en esta edad son causa de desnutrición infantil y talla baja. Ante esto toma en cuenta estas recomendaciones generales: Evita darle alimentos envasados. Los alimentos deben estar frescos y bien lavados para evitar cualquier infección. Debes lavarte las manos antes de tocar los alimentos. Enjuagar los utensilios en agua caliente, ayuda a eliminar los residuos del lavavajillas; es preferible utilizar una esponja distinta para lavar los utensilios del bebé. Si los alimentos le producen diarrea o estreñimiento por más de 2 días, debes llevarlo al centro de salud y seguir las indicaciones de su médico.
Consistencia de los alimentos Los alimentos complementarios se pueden administrar
como: • Transitorios: triturados, purés y semisólidos a partir de los 6 meses. A los 8 meses pueden tomar alimentos sólidos con sus propias manos. • Alimentos familiares: alrededor de los 12 meses pueden alimentarse de la dieta familiar, siempre que sea equilibrada y variada con pequeñas adaptaciones a sus habilidades motoras (picada, trozos pequeños), aumentando gradualmente la consistencia y la variedad de los alimentos. Tener en cuenta que los niños necesitan alimentos energéticamente densos, y que hay evitar los que puedan causar daño por el riesgo de atragantamiento, como los frutos secos, uvas, aceitunas, zanahorias crudas… La introducción de los triturados debe hacerse con cuchara, salvo en circunstancias especiales como los grandes prematuros. No se aconseja el biberón para beber zumos ni líquidos azucarados, porque favorece la aparición de caries. Los líquidos se pueden administrar en taza o vaso desde los 6 meses.
Frecuencia de consumo y densidad energética Aumentar el número de veces que el
niño es alimentado con alimentos complementarios conforme pasa la edad: entre los 6-8 meses se pueden dar 2 a 3 comidas diarias de alimentación complementaria, a partir de los 9 meses se pueden dar 3 a 4 comidas diarias, junto a aperitivos nutritivos (pan, fruta) 1 a 2 veces/día. Si la densidad energética de los preparados es baja o el niño está alimentado al pecho puede requerir comidas más frecuentes. Alimentos complementarios Los alimentos deben ser variados para satisfacer los requerimientos nutricionales. Los niños alimentados con lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses deben iniciar la alimentación complementaria con frutas y purés de verduras con carne. No se justifica la introducción de leche adaptada solo para preparar papillas de cereales. La situación ideal es que el niño cumpla el año de edad sin que se haya introducido leche de vaca. La madre puede extraerse leche para hacer papillas de cereales, o realizarlo con agua o caldo. Aconsejar a la madre que, hasta el año de edad, ofrezca el pecho antes que los alimentos complementarios, y cuando sustituya alguna toma o complete con otros alimentos, se extraiga la leche y la conserve para cuando se ausente o para preparar papillas de cereales. • Patatas, cereales, verduras, frutas, carne, pescado y huevos deben tomarse de forma frecuente. La dieta diaria debe incluir alimentos ricos en vitamina A (frutas, verduras, aceite), en vitamina C (frutas, patatas), en vitaminas B (huevo, verduras de hoja verde, soja, carnes, pescados, patatas y otros tubérculos) y en folatos (legumbres, verduras de hoja verde, zumo de naranja). • Carne, pescado, huevo o legumbres diariamente, por su riqueza en muchos nutrientes clave (aminoácidos esenciales, hierro y zinc). Los nutrientes están más concentrados en la carne magra que en la grasa. El pescado tiene proteínas de alta calidad, similares a la carne magra, menos graso y es rico en yodo. Los pescados azules son ricos en ácidos grasos polinsaturados omega-3 importantes para el neurodesarrollo. El retraso en la introducción de alimentos alergénicos (huevo, pescado) no ha disminuido las alergias, tanto en niños con riesgo como sin riesgo. • El huevo se puede dar desde los 6 meses, bien cocinado para evitar el riesgo de salmonellosis. Anexo_1 continuación Información y educación para la salud: consejos preventivos [321] • La cantidad de leche necesaria en los niños no alimentados al pecho es al menos 280-500 ml/día, recomendándose ingestas de 500 ml/día durante el primer año. No se debe aumentar la cantidad de leche diaria porque desplaza la ingesta de otros alimentos complementarios y entorpece la habilidad para comer. Otras fuentes de lácteos aceptadas incluyen la leche fermentada, el yogur y el queso, que se pueden introducir en cantidades pequeñas alrededor de los 6-9 meses. Los niños mayores de un año no alimentados al pecho pueden tomar leche entera de vaca sin diluir, aconsejando un mínimo de 200-400 ml/día si la dieta incluye otros alimentos de origen animal y entre 300-500 ml/día en caso contrario. La leche de vaca desnatada o semidesnatada tiene menor contenido en vitaminas y no se recomienda en menores de 2 años. • Proporcionar dietas con adecuado contenido en grasas. Si no se administran alimentos de origen animal regularmente, es necesario añadir diariamente 10-20 g de grasa o aceite; en caso contrario añadir 5 g. Por su composición, se prefiere el aceite de oliva en todas las preparaciones culinarias. • Evitar las bebidas con escaso valor nutritivo como té, café, infusiones, bebidas azucaradas y carbonatadas, procurar que la cantidad de zumos de fruta no desplace la ingesta de alimentos más ricos en nutrientes. La AAP recomienda un máximo de 180 ml/día de zumo de fruta. • Recomendar no añadir sal o azúcar a las comidas. • Evitar la miel hasta el año de edad, por su contenido en esporas de Clostridium Botulinum, que unido a la insuficiencia de ácido gástrico del lactante puede causar botulismo. • Las últimas recomendaciones de la Espghan (2008) aconsejan introducir el gluten no antes de los 4 meses ni después de los 7 meses. Tanto prolongar la lactancia materna, como iniciar, cuando está con ella, pequeñas cantidades de gluten se asocia con menor riesgo de desarrollar enfermedad celiaca, y esto último también reduce el riesgo de diabetes tipo 1 y de alergia al trigo. • Las dietas vegetarianas no cubren las necesidades de nutrientes en esta edad, salvo que se administren suplementos específicos, por lo que se desaconsejan. En el anexo 2 se presenta un ejemplo de comida que se puede tomar y deglutir sin problemas a determinadas edades y etapas del desarrollo. No indica que se deban ofrecer necesariamente a estas edades. Anexo_1 continuación Alimentación de 6 a 24 meses • Anexos programa de salud infantil / AEPap / 2009 Alimentación de 6 a 24 meses [322] Suplementos vitamínicos y minerales La ingesta variada de alimentos hace usualmente innecesaria la utilización de alimentos fortificados. Sin embargo, incluso en países desarrollados, se está incrementando el raquitismo bioquímico y clínico, por lo que el Comité de Nutrición de la AAP recomienda la suplementación con 200 UI/día de vitamina D para lactantes que ingieren menos de 500 ml/día de leche materna o de fórmula. Alimentación responsable Los niños deben ser alimentados directamente por los cuidadores y cuando sean mayores y coman solos, se les debe ayudar, siendo sensibles a sus señales de hambre y saciedad. Se debe alimentar de forma pausada y paciente, animándolos a comer pero sin forzar nunca. Si los niños rechazan muchos alimentos, experimentar con diferentes combinaciones y texturas. Reiterar los alimentos hasta que sean aceptados. Minimizar las distracciones durante las comidas. Hacer de las comidas momentos para el aprendizaje y el cariño, estableciendo contacto visual directo y hablándole mientras come. Desaconsejar las comidas con peligro de atragantamiento (frutos secos, uvas, aceitunas…). Higiene y seguridad en la manipulación de los alimentos Asegurar la higiene de manos del niño y del cuidador antes de las comidas y de su preparación. Es importante una buena higiene de los alimentos y de los utensilios para su preparación y administración. Alimentos complementarios procesados por la industria alimentaria (cereales y homogeneizados) Se fabrican siguiendo las normas de la Unión Europea, y tienen un papel importante cuando no hay disponibilidad para preparar alimentos complementarios a partir de alimentos frescos.