Propuesta Pentecostes
Propuesta Pentecostes
Propuesta Pentecostes
2. DON DE INTELIGENCIA
LECTOR.- Poco tiene que ver este don con lo que nosotros
entendemos hoy por ciencia. En la Escritura hace referencia a
todo lo que tiene que ver con el conocimiento de Dios y la
existencia entera, en relación con Él.
“El Espíritu, que procede del Padre y del Hijo, dispone y
prepara el alma para recibir a su Dios, estas disposiciones son
los dones del Espíritu Santo
“Él os enseñará todo, y os recordará todo lo que os he dicho…
Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la
verdad completa” (Juan 14, 26).
. Silencio y reflexión personal: - ¿En qué percibo que el
Evangelio de Jesús es la referencia fundamental de mis
criterios y actitudes? Me doy tiempo en la cuarentena de leer
un trocito de la Biblia.? Depósito en el altar la lenguita. Reza el
Ave María.
4. DON DE CONSEJO
5. DON DE FORTALEZA
6. DON DE PIEDAD
Con esto entendemos que los frutos del Espíritu Santo no son
algo propio, sino que es algo que el mismo Espíritu Santo
forma en nosotros. Y para que pueda formar estos frutos es
necesario dejarlo entrar en nuestra vida. Te invito a que
hagas un momento de silencio en la presencia de Dios y
mentalmente imagínate abrir tu corazón como abrir una puerta
y así recibirás los frutos….
2. Alegría
Es el gozo que experimentamos, fruto de tener a Dios en
nuestras vidas. Es ese contento de sabernos suyos y de estar
cerca de Dios. Esa alegría que no nos abandona ni en las
situaciones más extremas, porque Dios vive en nosotros,
porque no estamos solos, porque se quedó con nosotros todos
los días hasta el fin de los tiempos.
3. Paz
La paz es el lazo que une al Padre y al Hijo. En ese lazo
encontramos la calma que permite que nada nos turbe, ni en
las circunstancias más extremas, ya que es Dios quien vive en
nosotros y su compañía hace que nada nos perturbe pues Él
ya venció a la muerte y al dolor.
Reflexión: Nombrar algunos hechos de violencia que ha
sufrido nuestro país y darnos el abrazo de paz como
compromiso de ser instrumentos de paz.
4. Paciencia
La paciencia es el fruto que nos permite hacerle frente a la
tristeza y al desánimo frente a una situación que parece no
terminar. Cultivar la paciencia sin Dios puede ser una tarea
titánica, pero la presencia del Espíritu en nuestras vidas
hace que esa paciencia brote y podamos enfrentarnos a
situaciones duraderas, incluso permanentes, con confianza y
calma.
5. Longanimidad
Sinónimo de perseverancia es esa fuerza que nos
permite realizar un trabajo de larga duración sin decaer. Tal
vez la conquista de una virtud o las propias vivencias que
requieren que no desistamos, que continuemos y si caemos
nos levantemos una y otra vez, como un porfiado, a continuar
el camino trazado. Y por el otro lado a continuar con el bien de
un trabajo, de una misión, de anuncio del reino de Dios que
nos ha sido encomendado.
Reflexión: Pedir la gracia de perseverar en nuestros buenos
propósitos
6. Benignidad
El Papa Francisco nos dijo: «Quien no conoce la ternura de
Dios está perdido». La benignidad habla de esa dulzura y
ternura con la que Dios nos trata personalmente y como en
presencia de su Espíritu esta misma ternura brota de nosotros
y nos permite relacionarnos con los demás con esa misma
delicadeza, dulzura y ternura, reflejo de Dios.
7. Bondad
El amor de Dios es un amor que empuja a que salgamos al
encuentro. El encuentro con Dios, irremediablemente
nos empuja a salir a encontrarnos con el otro y transmitir lo
que nos ha sido dado. Nos empuja a un trato caritativo, bueno,
especialmente con los más necesitados física y
espiritualmente.
9. Fidelidad
Es ese permanecer constante al lado del amado. Buscamos
cumplir nuestras promesas imitando al mismo Dios que cumple
sus promesas con nosotros. Mediante la fidelidad
comunicamos seguridad y permanencia, nuestras relaciones
personales se afianzan y permanecen, nuestro amor se hace
perdurable.
11. Templanza
Es ese fruto mediante el cual conquistamos la propia vida, nos
hacemos dueños y señores de nuestra
existencia, modulando nuestros sentimientos, nuestros
apetitos, debilidades, y optando siempre por el bien, incluso
forzándonos a hacerlo.