Criminología

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CONCEPTO DE CRIMINOLOGÍA.

La criminología es una disciplina científica e interdisciplinaria que tiene por objeto el


estudio y análisis del delito, de la pena, del delincuente, víctima, criminalidad,
reacción social institucional, cultural y económica, a los fines de explicación,
asistencia y prevención de los hechos de violencia.
Basa sus fundamentos en conocimientos diversos de disciplinas y ciencias, tales
como son la sociología, psicología, trabajo social, medicina, antropología,
matemática, física y química. Apoyándose de manera indirecta del Derecho penal y
de otras ciencias de carácter forense.
La criminología surge a principios del siglo XIX como respuesta a la demanda social
de estudio de las fuentes del comportamiento antisocial, siguiendo las bases del
método científico, con la finalidad de promover mecanismos para su prevención y
tratamiento.
Etimológicamente la palabra criminología proviene del latín criminis, que significa
crimen y del griego logos-estudio, es decir, el estudio del crimen. Es evidente que
este es un concepto amplio y sumamente abarcativo, ya que no se limita al delito
sino integra todos los aspectos y áreas vinculado a los comportamientos que
provocan daño intencional a nivel individual, familiar, social y cultural.
La criminología ha sido definida por numerosos estudiosos de la investigación
criminológica, según los enfoques y cuadros teóricos y las épocas históricas en las
que fueron expresadas.
A nivel académico, Raffaele Garófalo (1885) se refirió a la criminología como el
estudio del delito, sus causas y los medios empleados para su represión, mientras
que Paul Toppinard (1890) definía la criminología como la ciencia del crimen y la
criminalidad, pese a que las definiciones resultaban ser todavía muy ampliables ya
incluían los elementos fundamentales de la criminología moderna.
La criminología se limita, según la concepción tradicional más restringida a la
investigación empírica del delito y la personalidad de su autor. Son características
de esta posición las exposiciones descriptivas de la criminalidad en su conjunto o
de los delitos en particular, así como estudios científicos de casos individuales y de
promedios. Los cursos vitales de los culpables se describen utilizando conceptos
psicológicos, psicopatológicos, psicoanalíticos o eclécticos y se exponen las
situaciones conflictivas.
Por el contrario, la concepción amplia de la criminología incluye también en el
análisis el conocimiento científico experimental sobre los cambios del concepto del
delito y sobre la lucha contra el delito, los controles de la conducta socialmente
desviada, así como los mecanismos de control policiales y judiciales. El objeto de la
criminología abarca, en consecuencia, la creación de las leyes penales, sus
infracciones y sus reacciones penales correspondientes.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS.

Los grandes filósofos griegos ya consideraron el crimen como un asunto al que se


debía prestar atención. Platón afirmaba que el crimen estaba motivado por la falta
de educación, por lo que el castigo debía estar orientado a acabar con esa
circunstancia.

Platón.

Aristóteles, por su parte, era partidario de los castigos ejemplares para que el
criminal no reincidiera.

Siglos después, a mediados del siglo XIII, Tomás de Aquino escribió sobre filosofía
de derecho penal en su obra Escolástica.

Durante la Edad Media se empezaron a realizar estudios médicos para investigar


crímenes, pero de manera aislada.
Por su parte, Tomás Moro vinculó el crimen con factores sociales y económicos en
su obra Utopía. Este autor mantenía que la desigualdad en la distribución de la
riqueza era una de las causas que llevaban a los criminales a actuar. Además,
también criticó la falta de proporción del sistema penal de la época.
Escuela clásica.
La primera etapa de la historia de la criminología ha sido denominada escuela
clásica, vinculada a los principios de la Ilustración. Esta filosofía estableció la
igualdad entre todos los hombres y propugnó la superioridad de la razón sobre el
dogma.

Esas consideraciones determinaron que los ilustrados afirmaran que todos los
individuos podían actuar responsablemente. Para ellos no había diferencia de fondo
entre aquellos que respetaban la ley y los que no, por lo que el estudio sobre los
crímenes debía estar centrado en el acto delictivo y no en el autor.

Los ilustrados, por lo tanto, concebían el delito como una creación jurídica y como
una ruptura del pacto social entre los ciudadanos.

Los postulados de la Ilustración sobre el crimen y sus autores partían de la creencia


en el libre albedrío de cada individuo. Además, consideraba que todos podían tener
un comportamiento desviado en un momento dado.

Por otra parte, los ilustrados pensaban que el castigo debía ser proporcional al daño
social causado. Esta corriente se posicionaba en contra de la crueldad en las penas
y de la arbitrariedad de los jueces.
Cesare Beccaria
Beccaria fue un jurista y filósofo italiano que destacó por su crítica a los modos
existentes en su época de procesar a los criminales. Para este autor ilustrado,
existía una clara desigualdad de los ciudadanos ante la ley.
Para solucionarlo, propuso que los juicios fueran públicos, así como que se
implementara un sistema de pruebas.
Montesquieu
Este filósofo francés fue el padre de la separación de poderes en el Estado. Para
este autor, era fundamental que el poder judicial se desvinculara del ejecutivo para
que la justicia fuera independiente.
Además, se posicionó en contra de las torturas y a favor de la idea de legislar
pensando en prevenir el crimen y no solo en castigarlo.
Rousseau
En su obra El contrato social, una de las más influyentes en la Ilustración, defendía
que el hombre es bueno por naturaleza, pero que se pervierte cuando vive bajo las
reglas de un Estado.

Rousseau afirmaba que el crimen era la prueba de la deficiente estructura del pacto
social y de un Estado desorganizado.

Escuela biológico-positivista
En el siglo XIX, la criminología comenzó a constituirse como disciplina científica. La
primera corriente que apareció fue la escuela positivista italiana, que consideraba
que la conducta humana, incluidos los crímenes, estaban predestinadas por sus
características innatas.

Esta escuela, a diferencia de la clásica, enfocaba su estudio en el delito y no en el


criminal. Además, defendía que la sociedad debía defenderse de cualquier acto
antisocial.

Para los miembros de esta corriente, el delito era solo una manifestación del
carácter innato de su autor. Así, la peligrosidad del sujeto debía ser la base para
decidir la sanción. Al estar considerados como enfermos sociales, no se descartaba
ningún tipo de castigo.

Sus postulados básicos eran los siguientes:

La existencia de un determinismo en la conducta delictiva.


El autor del crimen se convierte en el centro del análisis.
La existencia de diferencias biológica y antropológicas entre los criminales y los que
no lo son.
La escuela estaba orientada empíricamente.
Los postulados deterministas y biológicos de esta escuela fueron desmentidos por
Charles Goring en su obra “The English Convict”, publicada en 1913. Este autor
comparó a un grupo de convictos con otro grupo que no había cometido ningún
delito y concluyó que no existían las diferencias físicas entre ellos descritas por los
positivistas.

Cesare Lombroso

Cesare Lombroso es considerado como uno de los padres de la criminología. En


1876, publicó uno de los libros más importantes sobre la materia: El hombre
delincuente, en el que anunciaba la existencia de lo que llamaba “delincuente nato”.

Esta teoría afirmaba que ciertos individuos estaban peor desarrollados que el resto
y que tenían una tendencia innata a cometer delitos y a practicar la violencia. Según
el autor, esas personas se podían reconocer por sus características físicas.

Entre los rasgos físicos que, según Lombroso, distinguían a los delincuentes se
encontraban los cráneos con forma de pentágono; el mayor tamaño de las caras;
una separación mayor entre los pómulos; mandíbulas más anchas y alargadas;
sobrepeso; frente hundida; o frentes salientes.
Enrico Ferri

Otro de los autores pertenecientes a esta corriente fue Enrico Ferri. Como
Lombroso, también consideraba a los delincuentes como individuos anormales y
señalaba sus características físicas, hereditarias y psíquicas.

Criminología moderna
La criminología comenzó a ampliar sus miras a partir del siglo XX. En algunos países
se aumentó el campo de estudio y se incluyeron materias como la criminalística, la
penología o la reacción social que provocan los delitos.
Igualmente, los avances en psicología y sociología han tenido una gran repercusión
entre los estudiosos en criminología.
A mediados del siglo XX, se produjo un gran cambio de paradigma en la
criminología. A partir de ese momento, la atención pasó a fijarse en cómo el criminal
llegaba a serlo, en el ambiente social y en las víctimas.
Escuela de Chicago
A comienzos del siglo XX, las obras de Robert E. Park, Ernest Burguess y otros
sociólogos inspiraron la aparición de la escuela de Chicago. Los dos primeros
identificaron cinco zonas concéntricas típicas de las ciudades en crecimiento, entre
las que la “zona en transición” era donde más desorden se producía.
En los años 40 del siglo XX, Henry McKay y Clifford R. Shaw estudiaron en
profundidad a los delincuentes juveniles y encontraron que estos solían
concentrarse en la “zona en transición”.

En líneas generales, los sociólogos de esta escuela utilizaron la ecología social para
aplicarla a las ciudades. Entre otros aspectos, descubrieron que los barrios urbanos
con peores indicadores económicos eran más propicios para que se rompiera la
estructura social, educativa y familiar. Esto era un foco de cultivo para que
aparecieran las actividades delictivas.

Otros estudiosos afirmaron que existía un vínculo social y psicológica añadido. Así,
Edwin Sutherland concluyó que los individuos aprenden e imitan el comportamiento
delictivo de otros criminales mayores y más experimentados.
Criminología crítica
Otra corriente contemporánea de esta ciencia es la criminología crítica, basada en
el marxismo, la economía política, la teoría crítica y el feminismo.

Esta escuela pretende estudiar la delincuencia y la justicia en relación con la


estructura de clases y los procesos sociales. De esta manera, sus seguidores
contemplan las leyes y los castigos partiendo de la base de la existencia de un
sistema opresor y que fomenta la desigualdad. La criminología crítica, por lo tanto,
da especial importancia al contexto del delito.

Esta desigualdad afecta con especial incidencia a la clase obrera, a las mujeres, a
las minorías étnicas y a los niños.

La criminología crítica tuvo su momento fundacional en 1968, cuando se celebró la


Conferencia Nacional de Desviación.

ENDROCRINOLOGÍA CRIMINAL

Según se ha dejado establecido en la concepción antropológica del delito, las


fundamentaciones que precisan determinar los factores causales de la delincuencia,
subsiste un ilimitado número, pero se ha dejado precisada la idea con el encuentro
de condiciones endógenas que establezcan la posibilidad del encuentro con
alteraciones orgánicas capaces de producir desviaciones psicológicas originadoras
del daño a nivel criminal.
Estas conceptuaciones que han venido multiplicándose en los diferentes puntos
establecidos a través de directrices múltiples nacidas en los últimos cincuenta años,
han dado lugar a que se establezca el estudio de una consecuencia delictiva
originada biológicamente, lo que da lugar al establecimiento de circunstancias que
pueden asociarse en los campos endocrinológicos y psicológicos.
Tratándose de las alteraciones orgánicas un aceptable punto de partida en la
investigación de los efectos causales es el de carácter endocrinológico, para poder
aceptar la existencia de alteraciones orgánicas capaces biológicamente de producir
el desencadenamiento de una conducta que llegue hasta la consumación delictiva.
Médicamente se conoce a la endocrinología como la parte de la medicina y de la
biología que tiene por objeto el estudio de las glándulas de la secreción interna. De
esto, aceptamos que el punto de partida médico pretende determinar que el
funcionamiento de las glándulas mencionadas es parte esencial en cuanto a que se
determina su función, que es a través de una secreción. Esta secreción determina
en la actividad glandular el conocimiento de una función en que los tejidos u órganos
se separan y modifican, elaborando un producto nuevo que se vierte al exterior o
bien que se devuelve a la sangre, lo que da lugar a que se establezcan en el primer
caso la secreción externa y en el segundo la secreción interna. En este orden de
ideas, la secreción interna es la caracterización de las glándulas orgánicas con un
funcionamiento capaz de trastocar la vida orgánica interna en forma inmediata y al
establecer mediante efectos en la conducta del ser que pueden trastocarlo hasta
llevarlo a límites exteriores difíciles, y en el tema que nos ocupa hasta poder
establecer la presencia de un daño a nivel delictivo.
La endocrinología criminal precisa en sí un estudio esquemático de cada glándula
de secreción interna, capaz de crear problemas que puedan ser llevados a nivel
delictivo, por ende, puede establecerse la problemática de cada función orgánica
glandular revelada, con sus síntomas y con los posibles resultados de la afección.

TIPOLOGÍA CRIMINAL

Dentro de la escuela positivista se dan una serie de clasificaciones para los


delincuentes. Estas clasificaciones fueron expuestas por César Lombroso, Enrico
Ferri y Rafael Garofalo, principalmente. Para Lombroso el delito no existe como tal,
lo que sí existen son delincuentes. Su principal aporte a la criminología fue su teoría
del delincuente nato. Esta teoría fue formulada gracias a los resultados de más de
cuatrocientas autopsias de delincuentes y seis mil análisis de delincuentes vivos a
partir del método experimental Inductivo que empleaba en hospitales. Lombroso
establece que los delincuentes con delitos graves en común tienen taras genéticas
como ser:
❖ Protuberancia en la frente.
❖ Pómulos salientes.
❖ Ojos achinados.
❖ Protuberancias en el cráneo.
Además, Lombroso distinguía 7 grupos de delincuentes:
1.- CRIMINAL NATO.
Lombroso al examinar distintos delincuentes, llegó a la conclusión de que el criminal
no es un hombre común, sino que por sus característicos rasgos morfológicos y
psíquicos constituye un tipo especial. Este criminal, según Lombroso, presenta
signos de inferioridad orgánica y síquica como:
• Menor capacidad craneana.
• Mayor diámetro bizigomático.
• Gran capacidad orbitaria.
• Escaso desarrollo de las partes anteriores y frontales.
• Contrastando con el gran desarrollo facial y maxilar (pragmatismo).
• La insensibilidad y la falta de remordimientos.
• La imprevisión en grado portentoso.
• Una gran impulsividad.

2.- DELINCUENTE LOCO MORAL.


Según Lombroso es el estado psicopatológico que impide o perturba la normal
valoración de la conducta desde el punto de vista moral, pero dejando subsistente
la capacidad cognoscitiva y volitiva. La descripción que Lombroso da de este loco
moral son las siguientes:
• Son sujetos de peso de igual o mayor a la normal.
• El cráneo tiene una capacidad igual, y en general no tiene diferencia con los
cráneos normales.
• La sensibilidad psíquico-moral es, por lo tanto, una sublimación de la
sensibilidad general.
• Son personas antipáticas que no conviven casi con nadie, odia con o sin
motivos.
• Son hábiles en la simulación de la locura.
• Es muy vanidoso, es propia de los criminales natos como de los locos
morales, vanidad morbosa, para ser de su vida algo muy elegante.
• Son personas bastante excitables, crueles, indisciplinados, etc.
• Es excesivamente egoísta, pero a pesar de eso es altruista, aunque solo sea
una forma de perversión de los afectos.

3.- DELINCUENTE EPILÉPTICO.


Individuo que sufre de epilepsia y comete a causa de esta enfermedad un delito,
generalmente cometen delitos violentos. Una característica de estos delincuentes
es que siempre utilizan armas blancas para cometer delitos violentos. Las
características de los criminales epilépticos son:
• Destructividad.
• Tendencia al suicidio.
• Cambios de humor.
• Amnesia.
• Vanidad.
• Doble personalidad para escribir.

4.- DELIENCUENTE LOCO.


El delito en estos no es más que un episodio en su anomalía mental, es considerado
criminalmente inimputable en esta clase de delincuentes. Se considera al alcohólico
y al histérico. Además, Lombroso hace una diferencia entre los delincuentes locos
y los locos delincuentes. Siendo los locos delincuentes los enfermos de mentes sin
capacidad de entender o de querer que cometen algún crimen sin saber lo que
hacen. En cambio, el delincuente loco es el sujeto que ha cometido un delito y
después enloquece en prisión.

5.- DELINCUENTE OCASIONAL.


A los delincuentes ocasionales Lombroso los divide en pseudo criminales,
criminaloides.
a) Delincuentes pseudo criminales
Están constituidos en los siguientes subgrupos:
• Aquellos que comenten delitos involuntarios, que no son reos a los ojos de la
sociedad y de la antropología, pero no por eso son menos punibles.
• Los autores de delitos, en los cuales no existe ninguna perversidad, y que no
causan ningún daño social pero que son considerables ante la ley, y aunque
no aparezcan para nosotros delitos, los son, algunos se cometen por
necesidad o por dura necesidad.
• Los culpables de hurto, de incendio, heridas, duelos en determinadas
circunstancias extraordinarias, como la defensa del honor, de la persona, de
la subsistencia, de la familia, etcétera.
• Se encuentran también en los delitos de falsedad.

b) Criminaloides

• Son aquellos en que un incidente los lleva el delito, sujetos con cierta
predisposición, pero que no hubiera llegado al delito de no haberse
presentado la oportunidad, la ocasión hace al ladrón.
• La imitación.
• La cárcel como está ahora, es la ocasión para asociarse al crimen.
• Finalmente están los que son apresados por engranajes de la ley.
6.- DELINCUENTE PASIONAL.
Para Lombroso un delincuente pasional no puede ser un delincuente loco, tampoco
tiene aspectos atávicos, ni epilepsia, ni locura moral. Por lo tanto, tiene que ser un
sujeto con otras características y estas son:
1) Rareza (5 a 6%) entre los delitos de sangre.
2) Edad entre 20 y 30 años.
3) Sexo: 36% de mujeres, el cuádruple de los demás delitos.
4) Cráneo sin datos patológicos.
5) Belleza de la fisonomía, casi completa ausencia de caracteres, que se notan
tan frecuente en criminales y locos.
6) A la belleza del cuerpo responde la honestidad del alma.
7) Afectividad exagerada.
8) Anestesia momentánea en el momento del delito.
9) Conmoción después del delito.
10) Suicidio o tentativa de este inmediatamente después del delito.
11) Confesión: al contrario de los delincuentes comunes, no oculta el propio
delito, lo confiesan a la autoridad judicial como para calmar el dolor y el
remordimiento.

7.- LA DELINCUENTE FEMENINA.


Lombroso sospechaba que las mujeres destinadas a cometer crímenes
desarrollaban una fuerza inusual, en tanto que las prostitutas se dedicaban a este
comercio debido a su particular belleza. Tales planteamientos resultan difíciles de
reconciliar con la observación directa, y Lombroso, tras años de estudiar fotos de
delincuentes femeninas, de medir sus cráneos y cuantificar sus bíceps y tatuajes,
se encontró prácticamente donde había empezado. Los signos inequívocos de
generación, como deformaciones craneales o hirsutismo simiesco, se manifiestan
en muy contadas ocasiones. Con el tiempo, Lombroso cayó en cuenta de que las
delincuentes femeninas mostraban menor cantidad de signos de degeneración por
la simple razón de que eran menos evolucionadas que los hombres. Con lo cual, las
mujeres primitivas resaltaban menos entre los restantes miembros de su sexo.
Dedujo que, puesto que las mujeres son, por naturaleza, más sumisas ante la ley
que los hombres, la infrecuente criminal femenina ha de ser genéticamente
masculina. Por ende, las mujeres condenadas sufrían un doble ostracismo: el legal
y el social. Lombroso dice: “En consecuencia, esta doble excepción hace de la mujer
criminal un verdadero monstruo”.

CLASIFICACIÓN SEGÚN ENRICO FERRI


Ferri es conocido por su equilibrada teoría de la criminalidad, por su programa
ambicioso Político- Criminal y por su topología criminal.
Para Ferri, el delito no es producto exclusivo de ninguna patología individual, sino
que es un fenómeno social, y que además es el resultado de la acción de factores
diversos: individuales, físicos y sociales.
Factores que influyen en el delito según Ferri:
1.- Factores antropológicos o individuales:
✓ Constitución orgánica del individuo.
✓ Constitución Psíquica.
✓ Caracteres personales de este como: raza, edad, sexo, estado civil, etc.
2.-Factores físicos o telúricos:
✓ Clima.
✓ Estaciones.
✓ Temperatura.
3.- Factores Sociales.
✓ Densidad de población.
✓ Opinión pública.
✓ Familia.
✓ Moral.
✓ Religión.
✓ Educación.
✓ Alcoholismo.

CLASIFICACIÓN SEGÚN RAFAEL GARÓFALO:


Para Garofalo el hombre delincuente responde a un modelo de deficiencia psíquica
o moral, de carácter hereditario, con una falta de sentimientos altruista, e
incapacidad para vivir en sociedad. Además, defiende el bien de la sociedad por
encima de todo, aunque para ello hubiese que eliminar a los individuos causantes
del mal común, incluso su “raza”, entendiendo como raza un concepto que se acerca
más a lo que hoy conocemos como cultura, con el fin de evitar la perpetuidad de la
misma. Garofalo crea una teoría para sancionar al autor de un delito:
Teoría de la terribilidad:
La temibilidad es la perversidad constante y activa que hay que temer de parte del
delincuente. Esta teoría es criticada por Arturo Rocco, quien dice que la temibilidad
no es característica del autor sino más bien es repercusión social de esa
característica.
Tesis de la peligrosidad:
Más tarde, se abandona esta teoría y se reemplaza por la Tesis de la peligrosidad
como base de la responsabilidad criminal. Por ejemplo, si alguien da un abortivo a
una mujer no embarazada, no se debe sancionar el daño objetivo, en realidad no lo
hay, sino la peligrosidad subjetiva que emana de la personalidad del autor.
Este autor dice que para que exista un delincuente nato establece cuatro tipos:
1.- El asesino:
Criminal nato que no tiene sentimientos de altruismo y de probidad, por lo que puede
cometer delito cuando se le presente la oportunidad.
2.- El delincuente violento:
La falta de sentimiento de piedad, por lo que comete delitos violentos.
3.- El ladrón:
El que atenta contra la probidad. Este sentimiento no tiene raíces profundas en
estos individuos. Le falta el sentimiento altruista y está influenciado por el medio
ambiente.
4.- El delincuente lascivo:
No encaja en las anteriores, podría ser delincuente sensual.
Garofalo define que la pena, tiene por objeto defender a la sociedad de los
inadaptados y los socialmente peligrosos, en casos graves, a los primeros se les
debe aplicar la pena capital y a los segundos abandonarlos en una isla.
Además, impone tres clases de pena:
▪ Pena de muerte para los asesinos.
▪ Cadena perpetua para los delincuentes violentos.
▪ Trabajo en colonias agrícolas de ultramar para los ladrones.

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