La Regla Fundamental Del Psicoanalisis
La Regla Fundamental Del Psicoanalisis
La Regla Fundamental Del Psicoanalisis
del psicoanálisis
Sus fundamentos. La regla de abstinencia.
La asociación libre (AL).La atención libremente
flotante (ALF). El material. El observable
* WilIy Perinot
algo diverso que tiene que ver con la dinámica misma de la contracción
de la enfermedad y la posibilidad de su recuperación. Esto es que: El
paciente enfermó como consecuencia de una frustración (al: Versa-
gung) 2 reciente y sus síntomas son satisfacciones sustitutivas con las
que se compensa de su pérdida. La curación consiste sobre todo en in-
vestigar de qué frustración primitiva es subsidiaria, si queremos lograr
una curación más duradera. Por todo esto hay que dejar subsistir en el
enfermo necesidad y añoranza como fuerzas pulsionantes del trabajo, y
guardarse de apaciguarlas mediante subrogados. El proceso del análisis
es también pesquisar las satisfacciones sustitutivas por inocentes que
éstas parezcan y hacer que renuncie a ellas pues las mismas se convier-
ten en resistencias temibles. La mejoría rápida, o el alivio que dan cier-
tas satisfacciones sustitutivas, hace que perdamos el motor más impor-
tante para buscar una cura más duradera. En ella, al paciente tienen
que restarle muchos deseos incumplidos de su relación con el médico. Lo
adecuado es denegar aquellas satisfacciones que más intensamente
desea y que exterioriza con mayor urgencia, siendo, muchas veces, el
silencio como respuesta a las preguntas uno de los instrumentos al
respecto. Sólo si mantenemos la frustración en el análisis empujamos a
las representaciones inconscientes a producir derivados que pongan en
descubierto la naturaleza de lo reprimido, ya que mientras no se haya
deshecho el proceso represivo originario 3 persistirá la incapacidad de
lograr una efectiva satisfacción en el presente.
B. El material
científico de S. Freud.
12 "5' Conferencia" (916), A. E., 16, pp. 76-7.
La regla fundamental del psicoanálisis 299
c. La asociación libre
13 Prejuicio cuya legitimidad científica fue demostrada años después en Zurich por C. G.
Jung y sus discípulos.
14 Cinco conferencias sobre psicoanálisis, S. Freud, A. E., 11, p. 25.
15 Hecho que remarcan con acierto M. Guiter y N.C. Marucco en su trabajo sobre el tema
"Asociación libre y atención flotante" Actas del XV Congreso Psicoanalítico de América
Latina, Buenos Aires, 1984.
16S. Freud "La interpretación de los sueños" (1900[1899]), A. E., 4, p. 122, y Esquema del
psicoanálisis (1940[1938]), A. E., 23, p. 174.
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mos luego- 17es necesario que el analista muestre que es capaz de sacar
provecho de ese asociar libremente mediante la escucha particular de
éste.
La AL se basa en la asociación de ideas, pero no se destaca con sufi-
ciente frecuencia que en ese aparente divagar, como superficialmente lo
sugiere el nombre, hay algo más que azar y sinrazón. Es necesario que
el analista la comprenda en su espesor para poder sostenerla con con-
vicción en la sesión.
Al iniciar el tratamiento proponemos al paciente que abandone las
representaciones-meta 18 y asocie libremente. El psicoanálisis puede
demostrar que el curso de las asociaciones no es fruto de la casualidad.
Con frecuencia quienes discuten la ley del determinismo psíquico pre-
sentan como signo inequívoco de asociación exenta de representación
meta el caso de las representaciones emergentes unidas por lazos de la
llamada asociación superficial. 19 Aun en esos casos, puede demostrarse
que, toda vez que un elemento psíquico se enlaza a otro aunque sea por
una asociación chocante o superficial, existe también entre ambos un
enlace correcto que cala más hondo sometido a la resistencia de la cen-
sura.P"
Los psiquiatras han renunciado demasiado fácilmente a la solidez de
la ensambladura psíquica. El discurrir sin sentido no se produce en el
terreno de la histeria, ni de la paranoia, ni en el de los sueños. Y quizá
no se instale en ninguna de las afecciones psíquicas endógenas.
Por más que nos lo propongamos es imposible establecer un pensar sin
representaciones-meta aun cuando dejamos emerger las representacio-
nes involuntarias. Pues puede comprobarse, cada vez que sea necesario,
que podemos renunciar sólo a las representaciones-meta que nos son
conocidas, y, cuando ellas cesan, cobran valimiento representaciones-
meta ignoradas (inconscientes) que pasan a dirigir el determinismo de
las representaciones involuntarias.
Es que lo inconsciente escoge con arreglo a fines del interés y esto vale
tanto para la asociación de ideas en el pensamiento abstracto como para
el representar sensible, la combinación artística plástica y la ocurrencia
chistosa.
El proceso represivo con sus pasos da sustento a la afirmación de que
en las asociaciones superficiales del discurso sin meta aparente de la
21J. Strachey (A. E., 5, p. 554, 15) advirtió que no debía confundirse el concepto de
transferencia empleado enLa interpretación de las sueños de la "transferencia" a un objeto
contemporáneo, sentimientos que el individuo aplicó originalmente a un objeto infantil.
Pero no indicó con claridad el sentido de esa diferencia. La traducción de Ühertragung,
siguiendo la raíz griega, es metáfora y se acerca a los conceptos retóricos de metábasis
y transposición. Esta comprensión, a mi entender, permite distinguir mejor un concepto
del otro, siendo esta literalización sin distinción de los conceptos fuente de frecuentes
confusiones teóricas.
22 y como siempre, J. L. Etcheverry en su encomiable traducción para la edición de
Amorrortu de las Obras Completas de S. Freud nos advierte del original en alemán para
que tengamos en cuenta otras direcciones de sentido que pueden escapar al ser traducido
el concepto.
2:1 "Consejos al médico ..." S. Freud, A. E., 12, p. 111.
31 Corresponde al término alemán ziel: meta, blanco, finalidad, término, objeto propósito.
32 La interpretación de los sueños, A. E., 5, pp. 485 Y 543.
33 Sirenas: Tienen el cuerpo de mujer de la cintura para abajo y de ave de allí para arriba.
Su canto es sumamente melodioso, pero mortífero. Los navegantes que lo oyen caen
muertos. Pero si hay un mortal que puede resistir su canto las que mueren son ellas.
Cuando Ulises pasa por esos rumbos mediante el consejo de la maga Circe, se tapa los
oídos con cera y resiste el canto ..." (Diccionario de Mitología Griega, Dioses y Héroes,
A. MA Garybay K., Porrúa, México, 1980.)
34 "Las palabras ambiguas son como "cambios de vía" {Wechsell para el circuito de
asociación". De esta manera llama S. Freud lA. E., 7, pp. 58n, 64,72,791.
35 Tropos del discurso: (retórica) palabra o conjunto de palabras que en un contexto
determinado cambia de significación. Los tropos mas conocidos para los psicoanalistas
son la metáfora y la metonimia, pero son múltiples.
306 Willy Perinot
"Freud advierte acerca de este tipo particular de escucha atenta en A. E., 8, p. 115.
La Odisea. de Homero (traducción de J .L. Calvo, Nacional, Madrid), en un diálogo donde
:17
Pero tengamos muy presentes las críticas allacanismo pues así como
un simple juego de palabras no alcanza ni siquiera para un mal chiste,
tampoco el (abluso de esta técnica alcanza para un psicoanálisis. :I!j
La palabra puente debe necesariamente ser además sustituto del nexo
interno yeso es lo que la eleva a la categoría de señal. 411 El traductor
[traduttore] es un nombre parecido al de traidor [tradittore]: y también
es una clase de traidor y de algún modo lleva con justicia ese nombre.
No podemos ser tan ingenuos de creer que una ambigüedad del lenguaje
sea siempre el acceso a un atajo correcto.
Es en el terreno de la ALF es donde más se vislumbra lo delicado de
nuestra tarea.
La ALF si bien puede ser una uia regia de acceso a lo ice. no es una
ancha y cómoda autopista, sino un camino secundario, mal señalado,
fangoso y lleno de desvíos equivocados (equívocos).
Es aquí donde se objetiva la importancia del análisis del analista ya
que sus conflictos inconscientes irresueltos, como el punto ciego del cam-
po visual, 41 generan una particular sordera en la escucha para detectar
los desvíos simbólicos del material que se presenta a la percepción sen-
sorial como (muro de) concreto, o muestra caminos a través de un equí-
voco, que aparta lo reprimido tanto en el paciente como en nosotros
mismos.
En esto creo coincidir con el sentido de lo dicho por Lacan cuando hace
recaer el acento en la analogía existente entre los mecanismos del in-
consciente y los del lenguaje, 42·4:1 siendo dicha similitud estructural en-
El chiste y su relación ... (A. E., 8, p. 115): "[...] no basta con encontrar palabras equívocas
:Itl
E. El observable
F. Conclusión
Resumen
para demostrar los elementos en los que el psicoanálisis basa sus desarrollos teóricos
sino también para la comprensión de lo esencial de su técnica. Sin estos instrumentos
se pierde la capacidad para detectar las manifestaciones de lo ice. Se reduce el
psicoanalista a un interpretante. Se equipara el instrumento terapéutico psicoanalítico
con otras psicoterapias. Clínicamente pierde su eficacia terapéutica en la que basa su
prestigio.
Por eso deben ser sometidos una y otra vez los parámetros teóricos y clínicos de la misma
para someterlos a su discusión crítica y verificar si la lectura que propone el autor es
correcta, ha cambiado, o debe serlo como consecuencia de nuevos desarrollos teóricos
clínicos.
Summ.ary
The fundamental psychoanalytic rule, an essential tool for analytic training, is treated
in variable ways in the literature. Its definition is too often taken for granted, and/or
secondary aspects are emphasized, leading to confusion. It is indispensable to define its
conceptual contents in a clear and precise way, not onIy in order to demonstrate the
elements on which psychoanalysis bases its theoretical developments, but also for the
understanding of what is essential in its technique. Without these instruments, the
capacity for detecting the manifestations of the unconscious is lost. The psychoanalyst
is then reduced to an interpreter. The therapeutic instrument is then equalled to other
psychotherapies. Clinically, it loses its therapeutic efficacy, on which its prestige is based.
For these reasons, the theoretical and clinical parameters ofthis rule must be critically
discussed time and time again to verify whether the reading the author proposes is
correct, has changed, or must be changed as a consequence of new theoretical clinical
developments.
Bibliografía