La Regla Fundamental Del Psicoanalisis

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La regla fundamental

del psicoanálisis
Sus fundamentos. La regla de abstinencia.
La asociación libre (AL).La atención libremente
flotante (ALF). El material. El observable

* WilIy Perinot

La regla fundamental del psicoanálisis (RFP), constituida por la aso-


ciación libre (AL) para el paciente. su contrapartida para el médico, la
atención libremente flotante (ALF), y la regla de abstinencia <RA)son los
elementos que identifican y distinguen la técnica del psicoanálisis de
otras formas de psicoterapia. Pero al investigar la bibliografía, tanto la
AL como la ALF y la RA, son conceptos que se aplican directamente
como si el análisis mediante el sentido común bastara para colegir sin
dificultad y de manera directa, tanto sus respectivos significados
específicos dentro del psicoanálisis, como su importancia teórico-clínica.
Este trabajo tiene por objetivo hacer explícitos, y proponer entonces a
su discusión, los conceptos de la RFP que he creído comprender de: los
textos, las enseñanzas de mis docentes y observaciones de mi práctica
clínica.

A.La regla de abstinencia

En la medida de lo posible, la cura analítica debe ejecutarse en un estado


de privación -de abstinencia. 1 Pero por abstinencia no debe entenderse
la privación de una necesidad cualquiera siguiendo simplemente un
principio ético de origen ascético, ni tampoco lo que se entiende en el
sentido popular, a saber, la abstención del comercio sexual; se trata de

* Dirección: Sucre 2600, 1º "e" (1428) Capital Federal, Rep. Argentina


lA. E., 12, pp. 168-9 Y A. E., 17, p. 158
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algo diverso que tiene que ver con la dinámica misma de la contracción
de la enfermedad y la posibilidad de su recuperación. Esto es que: El
paciente enfermó como consecuencia de una frustración (al: Versa-
gung) 2 reciente y sus síntomas son satisfacciones sustitutivas con las
que se compensa de su pérdida. La curación consiste sobre todo en in-
vestigar de qué frustración primitiva es subsidiaria, si queremos lograr
una curación más duradera. Por todo esto hay que dejar subsistir en el
enfermo necesidad y añoranza como fuerzas pulsionantes del trabajo, y
guardarse de apaciguarlas mediante subrogados. El proceso del análisis
es también pesquisar las satisfacciones sustitutivas por inocentes que
éstas parezcan y hacer que renuncie a ellas pues las mismas se convier-
ten en resistencias temibles. La mejoría rápida, o el alivio que dan cier-
tas satisfacciones sustitutivas, hace que perdamos el motor más impor-
tante para buscar una cura más duradera. En ella, al paciente tienen
que restarle muchos deseos incumplidos de su relación con el médico. Lo
adecuado es denegar aquellas satisfacciones que más intensamente
desea y que exterioriza con mayor urgencia, siendo, muchas veces, el
silencio como respuesta a las preguntas uno de los instrumentos al
respecto. Sólo si mantenemos la frustración en el análisis empujamos a
las representaciones inconscientes a producir derivados que pongan en
descubierto la naturaleza de lo reprimido, ya que mientras no se haya
deshecho el proceso represivo originario 3 persistirá la incapacidad de
lograr una efectiva satisfacción en el presente.

B. El material

A menudo se discute, ¿cuál es el material sobre el que labora el psicoaná-


lisis?
Con frecuencia se plantean dudas y objeciones acerca de la veracidad
de los relatos de nuestros pacientes acerca de los hechos.
¿Cómo puede entonces construirse una hipótesis seria sobre algo tan
dudoso y que puede por tendenciosidad 4 haber mutilado quizá lo más
significativo de su contenido?

2 J. L. Etcheverry en su traducción de S. Freud interpreta Versagung como denegación


yen otros comofrustración y si bien parece una cuestión terminológica, ella es significativa
al ser dos fenómenos diferentes tanto en su importancia teórica como clínica.
3 En "Analisis terminable e interminable" (1937), Freud dice que deshacer el proceso
represivo originario turuerdrángung) como la operación genuina del proceso analíti-
co.
4 Esta tendenciosidad puede tener todos lo grados de conciencia.
La regla fundamental del psicoanálisis 297

Aprovecharemos en este punto una serie de discusiones que se han


planteado ya desde el tema del olvido de los sueños por Freud. 5 Adoptaré
la posición de que el material del que se ocupa el psicoanálisis y acerca
del cual extrae conclusiones no es lo real acontecido, sino del relato que
del mismo hace el paciente durante la sesión psicoanalítica. 6·7
Si bien es cierto que el olvido hace que desfiguremos y en ello
interviene no sólo nuestra intención conciente sino también aquel pro-
ceso que cuando estudiamos el trabajo del sueño llamamos elaboración
secundaria, es necesario reconocer que la desfiguración que produce no
son más que un fragmento de la elaboración a que son sometidos bajo
la censura los pensamientos reprimidos.
Sobre la mentira conciente acerca de los hechos es necesario dife-
renciar la mentira como estrategia conciente y con fundamentos 8 de
aquella que careciendo de fundamentación conciente que la justifique,
se halla sustentada por racionalizaciones que se parecen a lo que obser-
vamos en el experimento de Bernheim. Pues es en este segundo caso
donde el psicoanálisis puede descubrir los motivos inconscientes que
llevaron a ella. 9
La duda por el reflejo correcto del relato del paciente es considerada
por el psicoanálisis como un retoño de la censura psíquica, de la
resistencia a la irrupción de los pensamientos reprimidos. Y ello ocurre
cuando el miramiento por la censura no se ha agotado ni siquiera con
los desplazamientos y sustituciones que impuso. Entonces se adhiere
como duda en lo que se ha filtrado intentando completar su labor me-
diante la incertidumbre 10.
Los autores yerran en sus criticas al psicoanálisis por el material en
que hace sus observaciones, porque consideran arbitraria la modifica-
ción que el recuerdo hace de las vivencias que nos quedan y del relato
de éste, luego, en palabras. No creen que pueda utilizarse como material

r,La interpretacián de los sueños, A. E., 5.


6 Incluyendo dentro del relato también todo acto, aun aquellos exentos de palabra, que
ocurran durante la sesión.
7 También S. Freud, A. E., 15, p. 77: "Al daño del recuerdo incierto del sueño podemos
remediarlo si establecemos que lo que ha de considerarse el sueño del soñante es
exactamente lo que éste cuenta, sin atender a todo cuanto él pueda haber olvidado o
alterado del recuerdo".
R Es decir, aquella distorsión que se hace del relato de la realidad con un fin que la sustente
(que no es lo mismo que su justificación ético-moral).
9 "Dos mentiras infantiles", A. E., 12, p. 320 (1913).
10 "Como des pues de una gran revolución en una de las repúblicas de la Antigüedad o del
Renacimiento. Las familias antes nobles y poderosas son ahora desterradas, y los altos
cargos se ocupan con recién llegados. En la ciudad solo se tolera a miembros empobrecidos
y carentes de poder, o a dependientes de los destronados que se han distanciado de éstos.
Pero tampoco ellos gozan en plenitud de los derechos civiles, se los vigila con desconfianza.
En lugar de la desconfianza del ejemplo, en nuestro caso aparece la duda." A. E., 5, p.
511.
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para una investigación. Lo consideran capaz de desorientarnos en el


conocimiento de la verdad. Subestiman el determinismo dentro de lo
psíquico. No han percibido que las modificaciones que se introducen,
tanto en el recuerdo como en el relato del mismo, para nada son arbi-
trarias pues mantienen un enlace asociativo con el contenido en cuyo
lugar se ponen, y nos sirven para indicarnos el camino hacia ese con-
tenido que a su vez puede ser el sustituto de otro. Para ello basta el
ejemplo que permite interpretar los sueños más resistentes a la labor de
análisis mediante el pedido al paciente de que vuelva a relatar el sueño,
donde hace pequeñas modificaciones u omisiones aparentemente insus-
tanciales para el sentido manifiesto. La censura deja así una marca de
su acción que nosotros elevamos a la condición de señal para iniciar el
trabajo de análisis, descubriendo en este factor, que los críticos ven como
el mayor obstáculo, un poderoso auxiliar. 11
Por eso el psicoanálisis exige el abandono de toda escala de aprecia-
ciones de la certidumbre y, a la más leve posibilidad de que algo haya
ocurrido de talo cual suerte, la trata como una certeza plena. Quien no
renuncie a este miramiento (por la certidumbre) en la persecución de
uno de los elementos del relato se atascará en el análisis hasta que se
decida a hacerlo. El menosprecio por los elementos en cuestión tiene, en
el analizando, este efecto psíquico: no logra que se le ocurra nada de las
representaciones involuntarias que se ocultan tras de él.
Por lo que toca a la imprecisión y la ambigüedad del relato. ése es un
rasgo como cualquiera; no es posible prescribir a las cosas por su
carácter. La tendencia de los neuróticos obsesivos a la imprecisión y
vaguedad fue claramente examinada en "El hombre de las ratas" y
también la aclara en otros trabajos. 12
Con respecto a la critica por la nimiedad de los hechos de observación
del psicoanálisis prefiero citar aquí literalmente a S. Freud en la
segunda de las Conferencias de introducción al psicoanálisis A. E., 15,
p.24.

[...) El psicoanálisis no puede gloriarse de no haberse dedicado nunca


a pequeñeces. Al contrario, su material de observación lo constituyen
por lo común aquellos sucesos inaparentes que las otras ciencias
arrojan al costado por demasiado ínfimos, por así decir la escoria del
mundo de los fenómenos. Pero ¿no confunden ustedes en su crítica la
grandiosidad de los fenómenos con lo llamativo de sus indicios? ¿Acaso
no existen cosas muy importantes que, en ciertas circunstancias y
épocas, sólo pueden traslucirse por medio de indicios sumamente

11 Cada paso en el desarrollo del psicoanálisis pone de manifiesto la talla de investigador

científico de S. Freud.
12 "5' Conferencia" (916), A. E., 16, pp. 76-7.
La regla fundamental del psicoanálisis 299

débiles? Podría mencionar sin dificultad varias situaciones de esa


índole. ¿No es mediante indicios mínimos como infieren -me dirijo a
los hombres jóvenes que hay entre ustedes- que han conquistado la
preferencia de una dama? ¿Aguardan para ello una expresa
declaración de amor, un abrazo tórrido, o más bien les basta con una
mirada inadvertida para otros, con un movimiento fugitivo, la presión
de una mano prolongada un segundo? Y si han participado como de-
tectives en la investigación de un asesinato, ¿esperan realmente
encontrarse con que el asesino dejó tras de sí, en el lugar del hecho,
una fotografía junto con su dirección, o más bien se conforman por
fuerza con las huellas más leves e imperceptibles de la persona
buscada? No despreciemos, entonces, los pequeños síntomas; quizás a
partir de ellos logremos ponernos en la pista de algo más grande."

c. La asociación libre

Los antecedentes de la asociación libre: El viraje renacentista centra el


interés en el hombre en tanto ser natural. Se pasa así del estudio del
alma, concepto más cercano a lo religioso propio del período previo de la
cultura medieval. al estudio de la psique intentando así distinguirla
más netamente de aquélla. Éste es el momento en que la psicología como
ciencia moderna comenzó a diferenciarse más claramente de la filosofía
y de la religión.
La noción cartesiana de innatismo de las ideas fue totalmente recha-
zada por el empirismo, que sostiene que el conocimiento surge de la
experiencia. Se retornó así a los escolásticos que fueron enérgicamente
defendidos por Tomás de Aquino que sostenía que: "Nada puede haber
en la mente que no estuviera previamente en los sentidos".
Tan pronto como se comenzó a analizar la mente humana se observó
que ciertos hechos que se experimentan juntos se recuerdan juntos, de
tal manera que al evocar uno de ellos se recuerda a los otros. La conclu-
sión fue: las ideas se suceden y se evocan unas a otras. Aristóteles fue el
primero en demostrar con particular éxito la utilidad de la asociación
para recordar. Consideró que la unión de dos o más ideas que se evoca-
ban entre sí se ajustaba a ciertas leyes. Fue el primero en intentar
explicar la memoria por el fenómeno de la asociación de ideas. Pero,
recién en el siglo XIX, el empirismo hizo de la asociación de ideas el
proceso mental básico. Esta escuela introdujo la expresión "asociación
de ideas", y la aplicó para explicar otros procesos mentales, tanto
cognitivos como afectivos. En este sentido la RFP es una extensión de
ella y da sustento a su aplicación por el psicoanálisis.
300 Willy Perinot

S. Freud tenía dificultades en el empleo de la hipnosis como método


general de exploración y tratamiento psíquico. Como alternativa pudo
proponer un cambio de técnica cuando consiguió recuperar los recuerdos
sin su empleo. Pero esto fue posible porque frente a la emergencia de
recuerdos no pertinentes, que los propios enfermos desestimaban como
incorrectos, en lugar de dejarse llevar por el desconcierto se aferró a un
prejuicio sobre el determinismo de los procesos anímicos. Freud no podía
aceptar que una ocurrencia del enfermo, producida en estado de tensa
atención, fuese enteramente arbitraria y careciese de nexos con la repre-
sentación olvidada que buscaba. 13-14

Buscamos del paciente dos cosas: que asocie libremente e intensifique


su atención para sus percepciones psíquicas y que suspenda la crítica
con que acostumbra expurgar los pensamientos que afloran. Y debe orde-
nársele expresamente 15 que renuncie a la crítica de las formaciones de
pensamiento percibidas. Hay que informarle y recordarle que el éxito
del psicoanálisis depende de que comunique todo cuanto le pase por la
cabeza mientras transcurre la sesión. No sólo aquello que adrede y de
buen grado le trae alivio, sino que también todo lo otro que se ofrezca
a su observación de sí, todo cuanto acude a su mente así sea desagra-
dable decirlo, aunque le parezca sin importancia y hasta sin sentido. o
incluso pueda parecer disparatado. Debiendo conducirse con sus ocu-
rrencias de manera totalmente neutral. es que esa crítica con la que
justifica su no comunicar es la culpable de que él no haya podido descu-
brir el camino para la resolución de sus síntomas. 16
Hay personas que encuentran dificultad para adoptar la actitud aquí
exigida hacia esas ocurrencias, que al parecer "ascienden libremente".
con renuncia a la crítica que en otros casos se ejerce sobre ella. Los
"pensamientos involuntarios" suelen desatar la resistencia más violenta
que pretende impedir su emergencia.
El paciente necesita que le sea explicada cuál es la labor que debe
realizar. No pocas veces interpreta que tiene la obligación de comunicar
sólo aquello que se le ocurre (que no debe obligarse a hablar de lo que no
tiene deseos).
Para lograr que su tarea se desarrolle adecuadamente requiere cierta
preparación psíquica y enseñanza, pero fundamentalmente -como vere-

13 Prejuicio cuya legitimidad científica fue demostrada años después en Zurich por C. G.
Jung y sus discípulos.
14 Cinco conferencias sobre psicoanálisis, S. Freud, A. E., 11, p. 25.
15 Hecho que remarcan con acierto M. Guiter y N.C. Marucco en su trabajo sobre el tema
"Asociación libre y atención flotante" Actas del XV Congreso Psicoanalítico de América
Latina, Buenos Aires, 1984.
16S. Freud "La interpretación de los sueños" (1900[1899]), A. E., 4, p. 122, y Esquema del
psicoanálisis (1940[1938]), A. E., 23, p. 174.
La regla fundamental del psicoanálisis 301

mos luego- 17es necesario que el analista muestre que es capaz de sacar
provecho de ese asociar libremente mediante la escucha particular de
éste.
La AL se basa en la asociación de ideas, pero no se destaca con sufi-
ciente frecuencia que en ese aparente divagar, como superficialmente lo
sugiere el nombre, hay algo más que azar y sinrazón. Es necesario que
el analista la comprenda en su espesor para poder sostenerla con con-
vicción en la sesión.
Al iniciar el tratamiento proponemos al paciente que abandone las
representaciones-meta 18 y asocie libremente. El psicoanálisis puede
demostrar que el curso de las asociaciones no es fruto de la casualidad.
Con frecuencia quienes discuten la ley del determinismo psíquico pre-
sentan como signo inequívoco de asociación exenta de representación
meta el caso de las representaciones emergentes unidas por lazos de la
llamada asociación superficial. 19 Aun en esos casos, puede demostrarse
que, toda vez que un elemento psíquico se enlaza a otro aunque sea por
una asociación chocante o superficial, existe también entre ambos un
enlace correcto que cala más hondo sometido a la resistencia de la cen-
sura.P"
Los psiquiatras han renunciado demasiado fácilmente a la solidez de
la ensambladura psíquica. El discurrir sin sentido no se produce en el
terreno de la histeria, ni de la paranoia, ni en el de los sueños. Y quizá
no se instale en ninguna de las afecciones psíquicas endógenas.
Por más que nos lo propongamos es imposible establecer un pensar sin
representaciones-meta aun cuando dejamos emerger las representacio-
nes involuntarias. Pues puede comprobarse, cada vez que sea necesario,
que podemos renunciar sólo a las representaciones-meta que nos son
conocidas, y, cuando ellas cesan, cobran valimiento representaciones-
meta ignoradas (inconscientes) que pasan a dirigir el determinismo de
las representaciones involuntarias.
Es que lo inconsciente escoge con arreglo a fines del interés y esto vale
tanto para la asociación de ideas en el pensamiento abstracto como para
el representar sensible, la combinación artística plástica y la ocurrencia
chistosa.
El proceso represivo con sus pasos da sustento a la afirmación de que
en las asociaciones superficiales del discurso sin meta aparente de la

17 Cuando estudiemos la atención flotante.


IR Representación meta: si bien no lo recubre en su totalidad se corresponde con la idea
directriz-finalidad del discurso.
19 Por consonancia, ambigüedad de los términos. sucesión, coincidencia en el tiempo, etc .•
es decir asociaciones sin relación interna de sentido, y, en fin. todas las asociaciones que
se permiten para la construcción de chistes y juegos de palabras.
2OS. Freud, La interpretación de los sueños. A. E., 4, p. 520.
802 Willy Perinot

asociación libre es donde lo reprimido puede, por transferencia meta-


fórica, ~1 esquivar así la censura, en un proceso similar al de las
transformaciones descriptas por la retórica.

D. La atención libremente flotante

Según S. Freud: "La ALF consiste meramente en no querer fijarse Ial:


merheni (adherirse) ~2 en nada en particular y en prestar a todo cuanto
uno escucha la misma atención libremente flotante." 2:1 En "Psicoaná-
lisis" (1926), fue traducida para la versión española de Editorial Amo-
rrortu por J. L. Etcheverry como atención parejamente flotante, y coin-
cide con el Diccionario de psicoanálisis de Laplanche y Pontalis. Ambos
conceptos son válidos pero parciales: en un sentido,parejamente acentúa
el prestar a todo pareja atención; en cambio, libremente acentúa el
conservar la atención libre de adhesión, de la atadura que pretende
imponernos el paciente con su representación meta (tema), de la cual
manifiestamente se quiere ocupar.
O. Rank indicó a Freud que una técnica semejante a la ALF se veía ya
en la condición de la creación poética. en un pasaje al respecto del
epistolario de filósofo-poeta Friedrich Schiller con Korner donde dice:
"No parece bueno, y aun es perjudicial para la obra creadora del alma,
que el entendimiento examine con demasiado rigor las ideas que le
afluyen. Si se la considera aislada, una idea puede ser insignificante u
osada, pero asociadas con otras puede entregar un eslabón faltante para
la comprensión de aquello que buscamos". 24 Y es este hecho lo que avala
la posición de algunos autores para acentuar la espontaneidad y la sor-
presa como elementos fundamentales. Pero es necesario destacar que
estos elementos son consecuencia del concepto más que del fundamento.

21J. Strachey (A. E., 5, p. 554, 15) advirtió que no debía confundirse el concepto de
transferencia empleado enLa interpretación de las sueños de la "transferencia" a un objeto
contemporáneo, sentimientos que el individuo aplicó originalmente a un objeto infantil.
Pero no indicó con claridad el sentido de esa diferencia. La traducción de Ühertragung,
siguiendo la raíz griega, es metáfora y se acerca a los conceptos retóricos de metábasis
y transposición. Esta comprensión, a mi entender, permite distinguir mejor un concepto
del otro, siendo esta literalización sin distinción de los conceptos fuente de frecuentes
confusiones teóricas.
22 y como siempre, J. L. Etcheverry en su encomiable traducción para la edición de
Amorrortu de las Obras Completas de S. Freud nos advierte del original en alemán para
que tengamos en cuenta otras direcciones de sentido que pueden escapar al ser traducido
el concepto.
2:1 "Consejos al médico ..." S. Freud, A. E., 12, p. 111.

~·ILa interpretación de L{).~sueños, A. E., 4, p. 124.


La regla fundamental del psicoanálisis 303

Resulta claro que no se trata de una distracción, sino de una particular


atención que determina una escucha diferente, pero no puede dis-
tinguirse cual es la diferencia que caracteriza la especial atención que
requiere la escucha psicoanalítica. No debe confundirse la ALF con lo
sostenido por Th. Reik que tiende a desviar la escucha en el sentido de
una empatía IEinfühlungl que esencialmente tendría lugar en el nivel
infraverbal. ;¿5 Ni tampoco creer de forma ingenua que es suficiente para
conseguirla abandonarse a una "especie de divagación mental" para sin-
tonizar mejor su inconsciente con el inconsciente de su paciente. Ni
aceptar sin más que se trata de algo del orden de lo inefable presente
en todo acto creativo y que pretender racionalizar este proceso des-
naturaliza la esencia misma de la técnica.
La comprensión del material implica un acto creador y se requieren
para ello libertad, intuición y capacidad para tolerar la sorpresa de lo
nuevo. Pero quiero destacar taxativamente que detectar los efectos a
partir de los cuales necesariamente estamos obligados a inferir la pre-
sencia de lo inconsciente, no es producto de pura intuición, 26 ni tampoco
resultado de una unión mística 27 con el psicoanálisis, su creador o sus
profetas de turno, ni mucho menos que la ley del determinismo psíquico
nos autorice "el todo vale" donde todo lo que se le ocurre al analista de
manera "despreocupada" y "libre" está en relación con lo ice del paciente
dejando librado "el psicoanalizar" a un espontaneísmo simplista que
justifica, a mi entender, los prejuicios que tiene la comunidad científica
contra el psicoanálisis. La interpretación es el resultado de un trabajo
arduo y complejo donde nada es dado de antemano y de manera directa.
Por eso creo necesario señalar claramente los elementos constitutivos
que permitan distinguir este tipo de atención de otros fenómenos
aledaños y afines para comprender racionalmente en qué consiste la
tarea específica de la ALF. Si no la propuesta freudiana "Uno debe alejar
cualquier injerencia conciente sobre su capacidad de fijarse, y abando-

2" Laplanche y Pontalis, Diccionario de psicoanálisis, Labor, Buenos Aires, 1970.


26 Intuición: dícese del conocimiento inmediato y directo de un objeto sensible.
2; Mística: (f.) Unión inefable del hombre con Dios mediante el conocimiento y el amor.

Doctrina de la vida espiritual y contemplativa. Tratado de lo que no tiene explicación


racional.
Misticismo: Doctrina que enseña la posibilidad de un conocimiento absoluto por vía
suprarracional o intuitiva. Místico: (fam.) que afecta devoción exagerada. Planeta, Dic-
cionario Enciclopédico, 10 tomos, 1986.
Mística: designa la actividad espiritual que aspira llevar a cabo la unión del alma con
la divinidad por diversos medios (ascetismo, devoción, amor, contemplación) es propio
de las ideologías. De acuerdo con los neoplatónicos es la actividad del alma que produce
el contacto del alma individual con el principio divino. Este contacto suscita una ilumi-
nación interior de esta alma, que le hace conocer (aunque no le permite enunciar) la
esencia y la existencia, esto es el ser de la realidad divina. Ferrater Mora, Diccionario de
filosofía. Sudamericana, Buenos Aires, 1975.
304 Willy Perinot

narse por entero a 'sus memorias inconscientes' ", 28 se vacía de conteni-


do, y su desarrollo se vuelve enigmático y acerca peligrosamente el saber
del analista a una mántica. 29
Para definir el concepto tal como considero que puede interpretarse he
tomado de la etimología latina y sus derivados en diferentes idiomas 30
algunas direcciones de sentido que -me parece- están presentes en
fijarse {al: merkenl .

1. Fijación: No dirigir la atención sobre un tema en particular con


interés excluyente de otros.
2. Merken: (alemán) No olvidar nada del discurso y prestar atención
a todo por igual.
3. Cohaerens: (lat) Poder prestar atención a las incoherencias del
relato, tratando de no llenarlas con elaboración secundaria. (La
etimología latina muestra que uno de los derivados de adherir es el par
significante coherencia-inherencia / incoherencia, vital para la com-
prensión del concepto.)
4. Adherir: No permitir que nuestra atención se adhiera a la preocu-
pación manifiesta por el paciente.
5. Fiseare: (ital.) No obstinarse, no encantarse, ni obsesionarse con
tema alguno (de aquí se deduce los motivos de la insistencia de S.
Freud, de abandonar incluso la intención de curar). Tener el poder de
apartarse de las direcciones de sentido que nos propone el paciente.
6. Non (ermarsi:(ital.) No detenerse en ningún elemento determinado
del discurso.
7.parejamente: Prestar a todo la misma pareja atención, no permitir
que ningún tema monopolice por sí mismo el interés del analista.
8. libremente: En el sentido que se permite que la atención siga su
propio fin y no el que impone el relato del paciente.

28 "Consejos al médico ..." A. E., 12, p. 112.


29 mántica: (f) Conjunto de artes adivinatorias; adivinación.
30 Adherir: h.1490 tomodellat. adhaerere 'estar adherido'deriv. de boerere DERlV:adhesión
(dellat adhaesio). Adhesivo (dellat. adhaesiuus). Adherente y adherencia. OTROSDERIV
de haerere: Coherente,Oat. coharene.-tis, participio activo de cohaerere 'estar pegado');
coherencia, incoherente, incoherencia. Inherente (dellat. inhaerens,-tis participio activo
de inhaerere 'estar adherido'; inherencia. (Diccionario Etimológico, J. Corominas)
Cohaerens: coerente, aderente, unito, connesso. Adhaereo: aderire, stare attacato, fermarse,
non DIPARTIRSI dal. (Dizionario Latin Italiano, Campanini Carboni, Paravia- Torino (1961)
Adherir: pegar una cosa con otra. Adhesión: acción y efecto de adherirse
Fijación: Dirigir la atención sobre algo con interés (Diccionario Enciclopédico Planeta, 10
tomos, 1986)
Fissare: fig: avere una fissazione, ostinarsi in una idea, incantarsi. tDizionari della lingua
italiana, IG., Agostini-Novara, 1982)
Merken: fijarse en; atender a; no olvidar. (Diccionario Alemán-Español, M. Amador.)
La regla fundamental del psicoanálisis 305

Veamos cómo se plantean articuladas con el concepto estas direcciones


de sentido propuestas.
En sesión el paciente nos propone con su relato que mantengamos
atención a la meta 31 de él, es decir a la idea directriz o tema del mismo.
Cuando intentemos prestar atención en otra dirección siguiendo otra
lógica, nos encontraremos con máxima resistencia, severas críticas y
amargos reproches tratando de impedir así que aparezcan otros senti-
dos, a los que para nada quiere aludir. Nos reclama que prestemos aten-
ción en nuestra escucha al sentido de lo que concientemente quiere de-
cir, no a las palabras que emplea, ni a su fonética, ni cómo lo dice, ni
cómo una idea se enlaza a la otra por asonancia, similcadencia, contras-
te, contigüidad, imagen fónica, aliteración, etc. Y, justamente, esta opo-
sición es lo que nos permite clarificar algo más el significado de la frase
"no fijarse a ningún tema y prestar atención a todo por igual".
Es .necesario recordar que la inmediatez del sentido del relato mani-
fiesto seduce y atrapa al analista haciendo que se estrelle contra un
mundo (muro) concreto, que se vacía de contenido a poco de iniciada la
sesión. Pero ¿por qué seduce y atrapa al analista?, ¿por qué entra el
analista en complicidad con el paciente? Porque mediante la elaboración
secundaria y otros mecanismos rellena los huecos poniendo coherencia
donde no la había y/o justamente donde podía surgir un sentido resistido
además para el propio analista. (Por esto es acertado sostener que la
resistencia es también del analista.) 32

El relato manifiesto que el paciente nos propone exige atender; es como


el canto de las sirenas para Ulises, una trampa sobre la cual es necesario
estar advertidos. 33 La técnica analítica, como el consejo de la maga
Circe, nos ofrece la manera de escapar de la aparente coherencia del
sentido manifiesto. Nos indica que debemos estar atentos a: lagunas,
dichos, comentarios al margen, silencios, asociaciones superficiales,
fallidos, secuencias, etc., y tratar de detectar los "cambios de vía"
{wechsel}; 34 a estos elementos en retórica se las denomina tropos del
discurso. 35

31 Corresponde al término alemán ziel: meta, blanco, finalidad, término, objeto propósito.
32 La interpretación de los sueños, A. E., 5, pp. 485 Y 543.
33 Sirenas: Tienen el cuerpo de mujer de la cintura para abajo y de ave de allí para arriba.

Su canto es sumamente melodioso, pero mortífero. Los navegantes que lo oyen caen
muertos. Pero si hay un mortal que puede resistir su canto las que mueren son ellas.
Cuando Ulises pasa por esos rumbos mediante el consejo de la maga Circe, se tapa los
oídos con cera y resiste el canto ..." (Diccionario de Mitología Griega, Dioses y Héroes,
A. MA Garybay K., Porrúa, México, 1980.)
34 "Las palabras ambiguas son como "cambios de vía" {Wechsell para el circuito de
asociación". De esta manera llama S. Freud lA. E., 7, pp. 58n, 64,72,791.
35 Tropos del discurso: (retórica) palabra o conjunto de palabras que en un contexto
determinado cambia de significación. Los tropos mas conocidos para los psicoanalistas
son la metáfora y la metonimia, pero son múltiples.
306 Willy Perinot

La técnica advierte debemos estar atentos a: los puntos de fractura del


discurso, no sólo donde cambia el tema pasando a otro círculo de repre-
sentaciones sin conexión aparente (coherencia-incoherencia), sino tam-
bién cuando dentro del mismo círculo de representaciones una palabra
se convierte en tropo por la escucha analítica en ALF. Tropo o lugar del
discurso donde el sentido cambia de vía (WechselJ, mostrando por aso-
ciación aquello que escapa a la percepción conciente sujetada por la
lógica del sentido. Y da cuenta de la idea que sostiene el psicoanálisis:
aunque se intente restringir el sentido, siempre se diceíescucha) más de
lo que concientemente se tiene la intención de decir(escuchar) a pesar
de la voluntad contraria para ello. 36 Un bello ejemplo de esta particular
escucha que se requiere para el análisis y que es necesario desarrollar,
la encontramos en la anécdota de cómo Ulises engaña a Polifemo. 37
Esta atención, que nada tiene de desatenta y que justamente por eso
sorprende, puede detectarse con particular claridad en los historiales
clínicos de S. Freud, pero está presente a lo largo de toda su obra. La
técnica reveladora y sorprendente consiste en acomodar nuestra postura
psíquica también al sonido pero sin olvidar el sentido de las palabras.
En escuchar a la "representación palabra (Wortvorstellung) [acústica]"
con los sentidos que sugiere por el sonido y no por las relaciones con las
"representaciones cosa del mundo IDingvorstellungl". Este fenómeno se
observa en numerosos estados patológicos y, justamente allí donde la
censura se hace sentir con máxima intensidad, es donde se privilegia
la significación acústica de las palabras, sobre el significado de ésta,
avanzando en sus dichos siguiendo las asociaciones superficiales, en
lugar de las internas. 38

"Freud advierte acerca de este tipo particular de escucha atenta en A. E., 8, p. 115.
La Odisea. de Homero (traducción de J .L. Calvo, Nacional, Madrid), en un diálogo donde
:17

el cíclope Polifemo, interroga a Ulises por su nombre:


ULlSES:Polifemo, ¿tú me preguntas mi célebre nombre? Te 10 voy a decir. NADIE es mi
nombre, NADl¡'; me llaman mi madre y mi padre y todos mis compañeros ...
(Luego relata cómo Ulises y su grupo clavan una estaca en el único ojo de Polifemo y éste
enloquecido por el dolor, gritó. Y los Cíclopes que habitaban en otras cuevas cercanas
al oír estos sus gritos, se acercaron y preguntaron):
CrcLOP.;s:"¿Que cosa tan grande sufres, Polifemo, para gritar de esa manera en la noche
inmortal y hacernos abandonar el sueño? ¿Es alguno de los mortales que tienes prisioneros
que se lleva tu rebaño contra tu voluntad, o te está matando AI.GlIIEN con engaño, o, con
sus fuerzas?"
Les contesta desde la cueva el poderoso Polifemo: "Amigos, NADIE me mata con engaño
y no con sus propias fuerzas."
Ellos contestaron: "Pues si estás solo y NAlJTE te ataca .., es imposible escapar de la
enfermedad del Gran Zeus, pero al menos suplica a tu padre Poseidón."
¡S El chiste y su relación ... , A. E., 8, p. 115.
La regla fundamental del psicoanálisis 307

y la vemos señalados en forma clara y distinta por S. Freud en sus


trabajos clínicos:

Juanito: wagen (carruaje) ---> wegen (por causa de


Schreber: selig (difunto) ---> selig (dichoso)
"Hombre de los lobos": grusha (cierta clase de peras) ---> grusha
(nombre de la niñera)
"Hombre de las ratas": ratten (ratas) ---> ratten (cuotas)
"Fetichismo": glanze (brillo) ---> glance (mirada)

Pero tengamos muy presentes las críticas allacanismo pues así como
un simple juego de palabras no alcanza ni siquiera para un mal chiste,
tampoco el (abluso de esta técnica alcanza para un psicoanálisis. :I!j
La palabra puente debe necesariamente ser además sustituto del nexo
interno yeso es lo que la eleva a la categoría de señal. 411 El traductor
[traduttore] es un nombre parecido al de traidor [tradittore]: y también
es una clase de traidor y de algún modo lleva con justicia ese nombre.
No podemos ser tan ingenuos de creer que una ambigüedad del lenguaje
sea siempre el acceso a un atajo correcto.
Es en el terreno de la ALF es donde más se vislumbra lo delicado de
nuestra tarea.
La ALF si bien puede ser una uia regia de acceso a lo ice. no es una
ancha y cómoda autopista, sino un camino secundario, mal señalado,
fangoso y lleno de desvíos equivocados (equívocos).
Es aquí donde se objetiva la importancia del análisis del analista ya
que sus conflictos inconscientes irresueltos, como el punto ciego del cam-
po visual, 41 generan una particular sordera en la escucha para detectar
los desvíos simbólicos del material que se presenta a la percepción sen-
sorial como (muro de) concreto, o muestra caminos a través de un equí-
voco, que aparta lo reprimido tanto en el paciente como en nosotros
mismos.
En esto creo coincidir con el sentido de lo dicho por Lacan cuando hace
recaer el acento en la analogía existente entre los mecanismos del in-
consciente y los del lenguaje, 42·4:1 siendo dicha similitud estructural en-

El chiste y su relación ... (A. E., 8, p. 115): "[...] no basta con encontrar palabras equívocas
:Itl

para lograr un buen efecto de chiste. Es necesario descubrir en la semejanza de palabras


otra semejanza esencial oculta a la conciencia",
40 No es como erróneamente se cree la polisemia constitutiva del lenguaje lo que la
constituye una señal, sino el aprovechamiento de dicha situación por el proceso primario
lo que la convierte en señal.
4\ Punto ciego: una de las característica del punto ciego del campo visual es que el sujeto
no tiene conciencia de su existencia.
42 Laplanche y Pontalis, Diccionario de psicoanalisis, Labor, 1970.
~:J Pero no debe confundirse similitud con identidad.
308 Willy Perinot

tre los dos fenómenos inoonscientes lo que se trataría de hacer funcio-


nar, lo más libremente posible, en la actitud de escucha del analis-
ta.44
Pero creo necesario agregar que si no tenemos una comprensión clara
y distinta del concepto es muy difícil colocarse en atención flotante,
estar abiertos a la sorpresa y dejar que el mecanismo funcione lo más
libremente posible.

Demos forma de enunciado a las conclusiones que permiten elevar a la


condición de ley necesaria al determinismo psíquico, y que son el fun-
damento de la atención libremente flotante del analista y la asociación
libre que le corresponde al paciente.

a. Cuando se abandonan las representaciones-meta concientes, el con-


trol de las asociaciones se realiza desde representaciones-metas in-
concientes.
b. Toda vez que un elemento psíquico se enlaza con otro por una aso-
ciación, aunque ésta sea chocante y superficial, existe tambiéri entre
ambos un enlace correcto y que cala más hondo dado por un elemento
inconsciente, sometido a la resistencia de la censura, de la cual las
asociaciones superficiales son un sustituto por desplazamiento.
,

De estos dos enunciados hace el psicoanálisis amplísimo uso en la


investigación de las neurosis; más aun, los eleva a ambos a la condición
de pilares de su técnica.
Cuando un analista pide a su paciente que deponga toda reflexión y
cuente todo lo que le pasa por la cabeza, se atiene a la premisa de que
no puede deponer las representaciones relativas al tratamiento, y se
considera con fundamento para inferir que eso que cuenta en apariencia
inofensivo y arbitrario, tiene relación con su estado patológico. 45-46
Una vez descripta por el psicoanálisis, se descubre que la misma téc-
nica que éste emplea para la comprensión del material la vemos como
emergencia de un proceso primario inconsciente en: la construcción del
sueño, los equívocos de los niños, la técnica de construcción del chiste y
la ironía; en las creaciones de los poetas y de los artistas, en los discursos
de los líderes, en los síntomas de la neurosis, en algunos delirios y en la

44 Laplanche y Pontalis, Diccionario de psicoanalisis.


45 Otra representación meta de la que el paciente no tiene sospecha es la de la persona
del analista. La valoración plena y la demostración en profundidad de esos dos escla-
recimientos pertenece a la exposición de la técnica psicoanalítica como método
terapéutico, pero expresamente no abordo el tema de la transferencia porque no es el
tema del artículo.
46 S. Freud, La interpretación de los sueños, A. E., 5, p. 525.
La regla fundamental del psicoanálisis 309

construcción neurótica de objeto de amor y odio; en la técnica de: los


hipnólogos modernos, de las interpretaciones de los oráculos de la an-
tigüedad clásica, 47 de los interpretan tes de sueños de la antigüedad, y
por último en las figuras de la retórica clásica.
Como vemos presenta en común con la técnica psicoanalítica, su apoyo
en la ambigüedad de los términos. Entonces, ¿cuál es la originalidad del
empleo de esta técnica de parte del psicoanálisis? La diferencia es que
cuando es empleada por no psicoanalíticos sólo vemos el despliegue de
su funcionamiento en la práctica, pero hasta dónde la pude investigar
bibliográficamente, no hallé ni su descripción, ni sus fundamentos, ni
cómo se puede aprender a desarrollar. Sin embargo el desarrollo de la
teoría psicoanalítica permite no sólo dar cuenta de los principios en que
se sustenta dicha técnica, sino que también da cuenta de por qué hay
personas incapaces para detectar los tropos, la causa de dicha incapa-
cidad y cómo resolver dicha impotencia.
Nuestra disciplina no sólo es conciente de su empleo sino que propone
un método de aprendizaje y desarrollo, a través del trípode en el que se
sustenta la formación analítica. En cambio, todas las otras disciplinas
lo consideran casi una condición previa, acentúan la espontaneidad del
proceso.
y vale la pena volver a destacar la importancia que tiene esta escucha
en ALF para el futuro de un análisis, tal como lo habíamos anticipado
cuando hablamos de la asociación libre. Ejemplo de esto es lo que una
persona en análisis, me señaló:

"Usted me pide que asocie diciendo lo primero que se me ocurra, pero


nunca me di cuenta que de esas asociaciones salieran las cosas que us-
ted me intepreta.

Este hecho me llevó a interrogarme en qué medida tenía la técnica


incorporada y darme cuenta de que sólo iba a poder convencerlo me-
diante la escucha. Hecho destacado muy claramente por el mismo S.
Freud en Consejos al médico en la... (A. E., XII, p. 132):

"Como se ve, el precepto de fijarse en todo por igual es el correspon-


diente necesario de lo que se exige al analizando, a saber: que refiera
todo cuanto se le ocurra sin crítica, sin selección previa. Si el médico
se comporta de otro modo, aniquila buena parte de la ganancia que
brinda la obediencia del paciente a esta regla fundamental del psi-
coanálisis" .

47 Tal como nos llega a través de diferentes textos y leyendas.


310 Willy Perinot

E. El observable

Nuestro inconsciente, que no coincide con el de los filósofos ni con lo


inconsciente, según Lipps, no es un observable directo sino un proceso
de inferencia 411 y es por este camino que se considera que un determinado
fenómeno conciente (inexplicable para la lógica del proceso secundario)
no es sino una repercusión psíquica remota de procesos inconscientes.
Pero ¿cómo se descubre?: Mediante la técnica psicoanalítica que
aplicada en la sesión al relato del paciente en AL y el analista en ALF
muestra que: aquel conjunto de elementos extraños en apariencia y
considerados como tales fuera de la ensambladura psíquica 4:1 tiene
suficiente coherencia o sistema so entre sí para ser considerados como
eslabones de un conjunto solidario; pues están vinculados por un entra-
mado de relaciones, sólo que las mismas están ocultas a la conciencia.
y aquello que se creyó como asociación caprichosa o fenómenos no
psíquicos (sin sentido, ni intencionalidad) debe considerarse como
efectos de lo inconsciente.
Sólo cuando el material es escuchado bajo la técnica propuesta, es
posible establecer los nexos que le dan coherencia y muestran las aso-
ciaciones como eslabones de una misma cadena.
Es esta particular escucha la capacidad (poder) para descubrir las
manifestaciones de lo inconsciente y esto a su vez quiere decir capacidad
para descubrir los elementos del discurso que muestran la existencia de
un sistema coherente en aquello que a la percepción conciente era un
conglomerado in-significante. Sin la capacidad de escucha en ALF no
podría detectarse que tienen significación psíquica y se presentarían
como automatismos inevitables, producto de atavismos instintivos,
degeneraciones de lo psíquico, enfermedades orgánicas, accidentes
casuales y/o realidades.

~sLa. interpretacián. de lo« sueño .s, A. E., 5, p. 602.


411Los actos sintomáticos, fallidos, transferencias, estados emotivos, sueños, síntomas,
olvidos, asociaciones, etc.
,.,Sistema: Conjunto de entes materiales solidarios o relacionados entre sí de manera
coherente. Conjunto estructurado de elementos interdependientes vinculado en un
entramado de relaciones inspiradas por una idea que les confiere cierta cohesión y
coherencia.<Diccionario Enciclopédico, Planeta, 1984.)
Kant: "Por sistema entiendo la unidad de las formas bajo una sola idea." <Diccionario
de filosofía, Ferrater Mora)
Bleuler: "I... 1 Las ideas se unían en una notable y extravagante serie de asociaciones,
aunque siempre había cierta vinculacion inherente entre eslabón y eslabón. En conjunto
había suficiente coherencia o sistema." Esta definición de Bleuler es más interesante,
en la medida en que se trata de un texto contemporáneo a cuando S. Freud comenzó a
emplear este concepto de sistema. Bleuler, Demencia precoz, Paidós, p. 40.)
La regla fundamental del psicoanálisis 311

Es en ese material puesto de manifiesto mediante dicha técnica donde


podemos descubrir los fenómenos que nos permiten inferir la existencia
de una mente inconsciente de la cual nada sabe el paciente, y a su vez,
a partir de esos elementos, construir los andamios teóricos del psi-
coanálisis.

F. Conclusión

Precisar en forma clara y distinta los contenidos conceptuales de la regla


psicoanalítica fundamental es imprescindible tanto para demostrar los
elementos en los que el psicoanálisis basa sus desarrollos teóricos como
para la comprensión de la técnica de investigación de los procesos
inconscientes. El psicoanalista, sin estos instrumentos, pierde eficacia
para detectar las manifestaciones de lo ice; queda reducida su interven-
ción a la de un interpretante más; el instrumento terapéutico psicoana-
lítico queda equiparado con una psicoterapia; pierde el basamento de su
prestigio, su poder terapéutico para proponer, en la neurosis de
transferencia, una cura más radical que otras psicoterapias.
Por la importancia que tiene como regla los parámetros teóricos y
clínicos debe ser expuestos una y otra vez para verificar la interpretación
que cada autor propone de la RFP y cuidarnos de darlos por supuestos
consabidos.
Por la importancia que tiene como fundamental deben ser sometidos
a revisión y discusión crítica para señalar si se han detectado fenómenos
que obligan a reformularla, cuáles han sido los efectos de los nuevos
desarrollos teóricos sobre la misma y expedirnos sobre su valor actual
a casi 100 años de su creación.

Resumen

La Regla Psicoanalítica Fundamental, herramienta esencial en la formación analítica,


tiene un tratamiento desparejo en la bibliografía. Su definición con demasiada frecuencia
se da obvia y/o se acentúan aspectos secundarios de la misma que llevan a confusión.
Precisar en forma clara y distinta sus contenidos conceptuales es imprescindible no solo
312 Willy Perinot

para demostrar los elementos en los que el psicoanálisis basa sus desarrollos teóricos
sino también para la comprensión de lo esencial de su técnica. Sin estos instrumentos
se pierde la capacidad para detectar las manifestaciones de lo ice. Se reduce el
psicoanalista a un interpretante. Se equipara el instrumento terapéutico psicoanalítico
con otras psicoterapias. Clínicamente pierde su eficacia terapéutica en la que basa su
prestigio.
Por eso deben ser sometidos una y otra vez los parámetros teóricos y clínicos de la misma
para someterlos a su discusión crítica y verificar si la lectura que propone el autor es
correcta, ha cambiado, o debe serlo como consecuencia de nuevos desarrollos teóricos
clínicos.

Summ.ary

THE FUNDAMENTAL RULE OF PSYCHOANALYSIS

The fundamental psychoanalytic rule, an essential tool for analytic training, is treated
in variable ways in the literature. Its definition is too often taken for granted, and/or
secondary aspects are emphasized, leading to confusion. It is indispensable to define its
conceptual contents in a clear and precise way, not onIy in order to demonstrate the
elements on which psychoanalysis bases its theoretical developments, but also for the
understanding of what is essential in its technique. Without these instruments, the
capacity for detecting the manifestations of the unconscious is lost. The psychoanalyst
is then reduced to an interpreter. The therapeutic instrument is then equalled to other
psychotherapies. Clinically, it loses its therapeutic efficacy, on which its prestige is based.
For these reasons, the theoretical and clinical parameters ofthis rule must be critically
discussed time and time again to verify whether the reading the author proposes is
correct, has changed, or must be changed as a consequence of new theoretical clinical
developments.

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