Migraciones: Gloria Gervitz

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MIGRACIONES

POEMA 1976-2016

Gloria Gervitz
Migraciones

3
en las migraciones de los claveles rojos donde revientan cantos de aves picudas
y se pudren las manzanas antes del desastre
ahí donde las mujeres se palpan los senos y se tocan el sexo
en el sudor de los polvos de arroz y de la hora del té
flujo de enredaderas a través de lo que siempre es lo mismo
ciudades atravesadas por el pensamiento
miércoles de ceniza
la vieja nana nos mira desde un haz de luz
respiran estanques de sombras
llueven morados casi rojos
el calor abre sus fauces
la luna se hunde en la calle y una voz de negra
de negra triste canta y crece
incienso de gladiolos
y tus dedos como moluscos tibios se pierden adentro de mí
estamos en la fragilidad de la corteza del otoño
en el parque rectangular
en la canícula
cuando los colores claros son los más conmovedores
después de Shajarit
olvidadas plegarias ásperas
nacen vientos levemente aclarados por la oración
bosques de pirules
y mi abuela tocaba siempre la misma sonata

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una niña toma una nieve en la esquina de una calle soleada y más hacia el este
un hombre lee un periódico mientras espera el camión me masturbo pensando en ti
se fractura la luz los chillidos de las gaviotas el amanecer
y la ropa está tendida al sol la espuma en el azoro del ala
impenetrable la sonata de la abuela el color y el tiempo de las buganvilias son para ti
tú dijiste que era el verano oh música el polen quedó en mis dedos
y la invasión de las albas tu olor de violetas ácidas y afiebradas por el polvo
y la invasión de los verdes las palabras que no son más que una oración larga
abajo gritos de niños que juegan una forma de locura después de la locura
vendedores de nueces las jaulas donde se encierran los perfumes
respiración de rosas amarillas las alegrías interminables
y mi abuela me dijo a la salida del cine la voluptuosidad de nacer una vez y otra
sueña que es hermoso el sueño de la vida muchacha éxtasis inmóvil
bajo el sauce inmerso en el verano sólo la impaciencia se demora muévete
dóciles nubes descienden hacia el silencio muévete más
el día se disipa en el aire caliente no tengas miedo
estalla el verde dentro del verde y las fotografías despintándose por la fermentación del silencio
bajo el grifo de la bañera abro las piernas los corredores abiertos
el chorro del agua cae la fiebre enrojeciéndose en otros cielos
el agua me penetra las terrazas lustradas oscureciéndose con las acacias
se abren las palabras del Zohar y en la cocina los platos recién lavados
quedan las preguntas de siempre fruta y almíbares
y yo me hundo más y más en la crecida de los ríos
en el vértigo de Kol Nidrei en la noche de los sauces
antes de comenzar el gran ayuno en los lavaderos del sueño
en los vapores azules de las sinagogas donde se desprende ese vaho de entrañas femeninas
después y antes de Rosh Hashaná inconfundible y anchuroso
en lo blanco de la lluvia te dejo mi muerte íntegra intacta
mi abuela reza el rosario toda mi muerte para ti
y al fondo precipitándose ¿a quién se habla antes de morir?
el eco del Shofar abre el año ¿dónde estás?
en la vertiente de las ausencias al noreste ¿en qué parte de mí puedo inventarte?
desembocan las palabras la saliva y los milagros apilándose en la iglesia de Santa Clara
los insomnios y el atrio llenándose de lágrimas

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flores de tinta en un hebreo luido geometría momentánea
saliéndose de los rollos de la Toráh insomnio lento y cerrado
resbalándose despacio el alba desaguándose
van perdiéndose los días un sol de abejas rompiéndose
los va prensando la migraña y llueve mientras mi abuela reza el rosario
no me encuentro y llueve mientras mi hermano dice Kadish por mí
ni siquiera tengo cirios para velar mi muerte y cada día estoy más lejos y no sé qué hacer
ni siquiera sé las palabras del Kadish no puedo salirme de mí
no tengo brújula y sólo en mí conozco y siento a los demás
¿dónde se rompen los latidos? invención que comienza cada mañana
¿con qué se desprende este último pedazo de sueño? monótono aprendizaje de despertar y volver a ser yo
y la casa amarrada a un árbol amarrada al viento ¿y si despierto para siempre?
las hojas y su sombra de ópalo se disuelve la mañana
espiral de ecos lapsos de silencio caliente
reverberación espacios afilados
somos lo que pensamos estructuras instantáneas
pensamiento atrás del pensamiento rectángulos
regresan las grullas puedo ver fragmentos casi los aromas
abren con sus alas el silencio cada nivel tiene su propia irrigación sanguínea
instantáneas flores blancas en un cielo vacío mi nana está conmigo mientras guardo mis cosas para irme
en las ciudades al mediodía palomas alrededor del cuarto aleteos
más y más al sur abro la ventana
cuando el calor rodea la respiración de las montañas pequeñísimas fisuras duelen atrofian
siempre hacia el sur inflaman la tarde
prefiero seguir aferrada a lo que invento no siento lo que soy
y no entender lo que sí existe soy lo que fui
mejor soñar que estoy muerta y lo que estoy queriendo ser
y no morirme de los tantos sueños que me inventan en el vuelo de las ercilias de centro abierto a la penetración
me vuelvo a dormir y ya no sueño en el contorno apenas
y la luz atropellándose en el filo del día las amigas se acarician
y el grito de los árboles ensordeciéndose porque siempre es la primera vez
y la tarde sólo dice lo mismo porque hemos nacido muchas veces
no abre esa pausa entre lo real y siempre regresamos
único espacio habitable y las flores abriéndose

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y los altos altísimos pájaros deteniéndose en su vuelo los polvos de trigo la pasta de dientes con sabor a chicle
rasgándose entre las nubes y aquellos enjuagues para desenredar el cabello en días largos
y las llovidas nubes llenándose de alas persianas requemadas del sol verde de Cuernavaca
en la amplitud del sueño una niña se mira el sexo en el ardor del mediodía
despierto y casi es noche espeso de insectos y lagartijas
entro a un cine no estoy segura si dormir es estar despierta
está nevando en Nueva York las manos me estorban no sé dónde ponerlas
entro a otro cine lenta la lluvia casi se detiene
el presente es sólo una circunstancia todo se detiene me aprieta pero llueve
desciendo se abren ventanas
son casi las ocho de la mañana abajo médanos
clarea y es enero y más abajo parten los navíos como una exhalación
transcurrimos dentro de nosotros hacia las muchachas de los frescos del palacio de Cnossos
estoy viviendo superposiciones de instantes en una perspectiva plana muchachas de agua y cal
me extiendo sobre tardes que no existen más que para mí y la piel se desata
afuera de las ventanas queda el tiempo de hoy y atrás un sol de polvo
este día no lo conozco y más adentro pájaros
estoy agarrada de mis otros días y nunca llegamos más que a nosotros mismos
estoy agarrada de mí pero todo el año allá en la memoria florecen los geranios
aferrándome a mí y las persianas verdes también están allí en esa memoria
y aún así aún así todo se acaba latidos que se fijan en un daguerrotipo
hasta lo de para siempre se acaba ¿dónde laten?
hasta las costumbres de siempre acaban acabándose ¿en qué parte?
pequeños momentos saturados que se distienden algo se desliza va hacia una cesación
se alcanzan en la disolución estoy lejos de las mañanas
mientras siga encerrada en este cuarto lejos de los hombres y de las mujeres
mientras siga lloviendo lejos de los hábitos y las costumbres
mientras todavía pueda sentir que siento y el hambre me dejo caer
me obligue salir a la calle la atmósfera se cierra
pero por qué creer esto si al otro lado del mar irrecuperable el amarillo
florean todo el año geranios la caída tenue
y los grandes baúles pesados de aromas resinosos y cálidos pérdida del color
se derraman en habitaciones desconocidas rompimiento
y los ungüentos y los jabones de avena y de leche de cabra obstinación del blanco

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y se inscriben las primeras palabras de la Toráh en los paisajes de neuronas casi en el umbral del oráculo de Delfos
en la expiación del blanco sólo hay una primera y única respuesta
en la angustia del blanco no hay explicación inmediata
en la neutralidad del blanco apenas la incisión
estoy aferrada a la vida y mi madre y algunas amigas juegan bridge
ráfagas de sol y fuman un cigarrillo tras otro
a ráfagas la lluvia y el perfume de las señoras mezclado al blanco
ramificaciones casi azul se oscurece
el cabello deshecho y ese olor a través de las ventanas casi olvidados los pirules
ese olor que sube desde la infancia pálido el viento
queda una línea de amarillo vaho de mimbre en el porche deslavado
aletea reaparece la casa se deshace
ahora ondula larga eternidad de los jardines de arena
de muy lejos casi parece un principio de girasol perseverancia del aire
ahora se disloca apenas percibiéndose del blanco se doblan las hojas inician el regreso
otra vez perfora la substancia de la nada despierto y las amigas tiemblan entre los sauces
otra vez comienzan los sueños aferrados a la línea casi todavía amarilla la veranda sombría fresca en el bullicio del lino
no voy a ninguna parte aquí está todo aquí está allá peino tus cabellos castaños
siento una identificación profunda con el polvo casi no nos movemos
paisaje hueco amplio inconstante agudo el polen cubre aquella memoria de espejos
no puedo atravesar el aire todavía me arde me toco estoy sola
comienzo a vivir de brisa albas de los otros diluvios
quisiera rezar y no sé rezar querida lejana
ni siquiera sé qué es lo que quiero decir la complicidad de la voz
yo no inventé a esa muchacha su persistencia
ella forzó su existencia dentro de mí y yo soy lo que está cayéndose
y en las regiones donde las mujeres trenzan sus cabellos castaños ahora estoy en un paisaje de cenzontles
y perfuman sus axilas cada vez estoy más cerca
en esas regiones donde el olor del sexo madura y oprime las tardes cuando posea esa inmensidad
en las juderías altas y bajas escondidas en las mañanas de Segovia apenas tendré fuerza para despertar en la brevedad de la muerte
los romances de las niñas judías y los caballeros cristianos la luz golpea el aire
todavía acechan desde los puentes estamos donde los colores se abren
y los relatos de la Hagadá me crecen son días largos y apretados como la migraña
mientras espero desvelada en los corredores de los aeropuertos y todo se repite

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los árboles desamarrándose
la noche deshaciéndose
¿y después?
lo único verdadero es el reflejo del sueño que trato de fracturar
y que ni siquiera me atrevo a soñar
continuo plagio de mí misma
y el lugar del encuentro es sólo tiempo
todo no es sino tiempo
allá donde unas cuantas buganvilias en un vaso de agua
bastan para hacernos un jardín
porque morimos solos
y la muerte es apenas el despertar
de este sueño primero de vivir
y dijo mi abuela a la salida del cine y llegaron los tejedores de sillas
sueña que es hermoso el sueño de la vida muchacha y los carpinteros con sus maderas de encino y de naranjo
se oxida la lumbre de las veladoras y los herreros con sus barandales como enredaderas
y yo ¿dónde estoy? y los hombres de las plantas y los ensambladores desmemoriados
soy la que fui siempre y al fondo del corredor de ladrillo las orquídeas y las jaulas de los canarios
lo inesperado de estar siendo y el cardenal y los pericos australianos y las gardenias perfumándose
llego al lugar del principio donde comienza el comienzo y ese gusto de vivir
éste es el tiempo
es el tiempo de despertar me enjuagan el cabello con una jícara y suben el volumen del radio
la abuela enciende las velas sabáticas desde su muerte y me mira y yo huelo a palmolive y a rosas y la alegría se esparce y la madre canta boleros
se extiende el sábado hasta nunca hasta después hasta antes
mi abuela que murió de sueños se prepara el cuarto de las abluciones
mece interminablemente el sueño que la inventa las paredes frotadas con aceite de almendro
que yo invento espeso el brillo de los mosaicos y de las bancas sumergidas
una niña loca me mira desde adentro y las mujeres depilándose con cera caliente zurean como palomas
entre vapores blancos de eucalipto
estoy intacta
nubes rojas como venas surcan la tarde
cambian las mareas
rómpete día

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me han ungido con nardos el pelo corto me hace vulnerable
y albahaca ¿hacia dónde regreso?
estoy anclada
me sostienen porque estoy ebria no hay polvo
me dejan dormir en un cielo púrpura está la inmovilidad de los objetos
absoluta quietamente detenida en mí
parada sobre la estera de bambú
lavo mi sexo el clítoris duro y henchido en otra memoria
lo incomprensible transparente
y el placer se hace tan intenso los visillos abriéndose
que también me orino una mujer una ventana

los árboles rompiéndose las alas en la luz


y la mujer en la ventana

escena después del blanco

en las oficinas los teléfonos están ocupados y las secretarias


pasan una y otra vez el mismo memorándum y nadie sabe que está vivo

¿cuál porción de la realidad es más frágil


la mía
o aquella en la que me ven los demás?

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y la música abismándose tumbada sobre la poltrona de mimbre frente al espejo con las piernas abiertas
y las fotografías en cajas de habanos complácese ella en su cuerpo

los cables delgadísimos ríos de golondrinas lejos del oráculo agarrada de la profundidad de las orquídeas anticipa el placer
el calor como colmillo de jabalí y ensoñecida se toca el sexo con los dedos llenos de saliva

el sol hundiéndose en la canícula ¿quién es esa ella que desde mí se derrama anegándose en sí misma?
y ella con un ramo de alcatraces desembarcando en el Puerto de Veracruz y yo no me canso de oír una y otra y otra vez las canciones de Bola de Nieve

¿te acuerdas? y lo azul después de las misas de amaneciendo y de las enredaderas de lluvia
como si nada hubiera sucedido
rómpete memoria
rómpeme y mi nana me tira del pelo recién lavado y lo trenza con listones de estambre
y el olor del café sube

¿por qué me despertaste?

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y no llueve y no llueve
y me pensé en lo real real y los sauces doblándose
invulnerable la sequía y las bestias y el amanecer y la luz deshojándose
y mi vida más pensada que vivida
palmeras ¿queda tiempo?
distancias
¿tengo miedo?
en la inestabilidad de otras memorias las plañideras lloran
recomenzado todo y siempre lejos la imaginación lo irreversible soñado en la canícula barro derretido de macetas y resolana
remembranzas
íbamos las muchachas a lo alto del río
y no estábamos y es el verano apacentado de bueyes y todo está quieto los cestos amarillos de amole para tallar la ropa
la vieja casa en el enmedio machacábamos con piedra la mañana
las rosas abriéndose a la exuberancia del olvido en lo hueco la lejía
áspera limpísima
y yo sin atreverme a entrar en esos cuartos escurriéndose
sin nada más que el ruido de la respiración abriendo sus ramas
floreciéndose
pasa una nube sombra de colibrí dispersándome hacia adentro

¿en dónde estuve todo este tiempo? ¿a dónde iría si pudiera llegar? ¿qué sería si yo fuera?

¿por qué no llueve? ¿me oyes?

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bébeme como si fuese agua y las palabras hablan
derrámame y hablan

y ocultándose en la amplitud del vestido y hablan


hundiéndose
tímido y no quiero oírlas no quiero
un olor lila y las oigo
un pétalo
y el miedo desbocándose
los pétalos apenas cubriéndola y la ropa sin lavar en el canasto
las lilas deshilándosele entre las piernas y los recuerdos amontonándose

el deseo monótono y negro como una caja de laca china y yo enclaustrándome como monja
encerrándome en telas burdas y gruesas
y como un perfume que hubiera envejecido en el frasco
no se parecía a nadie escondiéndome de mi cuerpo
ni siquiera recordaba escondiéndome de mí

¿qué debo recordar? la falta de deseo es tan intensa como la pasión


la falta de deseo de su cuerpo la hace gritar
¿qué miedo olvidado debo recordar?
comienza a llover casi no es lluvia
es un desamparo

un desgajamiento

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mis muertos son tan reales como yo y les hablo en ruso y en idish siempre fuiste la más hermosa
nadie más tuvo importancia
y en la casa las baldosas recién pulidas oh maligna
la oscuridad humedeciéndose en los armarios destiérrame
las sábanas de lino almidonadas déjame ir
la ropa impecable que todavía huele a ti ten piedad de mí
y el polvo escondiéndose como un animal tú que me has consolado
ayúdame a olvidarte
¿y tú por qué te escondes atrás de la migraña cuando te hablo?
¿me oyes?
me escuchas? ¿estás todavía conmigo?
¿eres acaso mi propio eco?
¿me escuchas?
estoy en el mismo lugar
el mismo lugar donde todo comenzó
donde se comienza
donde todo comienza
ya casi en el olvido la misma cara entre las manos
ella la misma muchacha
aunque apenas si todavía una muchacha

y abro las persianas y cierro las persianas


y se pone la mesa y se limpia la mesa
y enciendo las luces y las apago
y doblo la ropa y desdoblo y doblo
y el mismo polvo y la misma estación seca y larga
y los frascos vacíos y vueltos a llenar por si tú vienes
y cae el viento
y caen las hojas
y caigo

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arrúllame ¿y a quién le importan estos recuerdos?
envuélveme
ella muchacha con flores
¿y si un día no estás ahí para responderme? y los vestidos plisados y la boca muy roja sonriendo
¿y si no vienes? ahora sólo un retrato guardado en una caja de habanos

¿y si dejas para siempre estas habitaciones que desempolvo para ti? ella con el sol de mediodía
flores blancas
y esto ¿tiene importancia? y los dos niños agarrados a su falda
caminando por el Parque México
me haces daño
suéltame ella que no sabía decir Kadish
no me quites lo que he aprendido por mí misma despidiéndose en una estación de tren
despidiéndose de padres y hermanos
las mujeres se sientan en el suelo a quienes nunca más volvería a ver
yo digo Kadish por ti y por mí
las palabras están gastadas como esas piedades con el mármol gastado por los besos ella
Madre de Dios ruega por nosotras oh tantos sueños que no alcanzaron el mar

y ella que vino desde Kiev ella gorda


ramo de flores contra el pecho vieja antes de tiempo
vida para ser vivida en un tiempo más largo ¿cómo pudo ocurrirme a mí?
oh madre que olvidé el pelo recogido hacia atrás
en esta hora y en la hora de nuestra muerte y la mirada de un animal herido
Adonai Eloheinu Adonai Ejad
adiós y estuviste distante de los otros
adiós y estuviste distante de ti
oh madre y te quedó para siempre el sabor del té
adiós de aquel samovar de tu casa

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¿oyes mi llanto? apoyo mi cabeza de niña
¿oyes mi llanto que te cubre como una tela? toco tu corazón
rásgala cierro los ojos
rómpeme estoy atada a ti como el ahogado
cúbreme con tus cenizas a la piedra anudada a su cuello
libérame
ya no tengo miedo
espero las noches como un animal amarrado que patea no puedo hundirme más abajo de tu corazón
patea
y te acuso llévate la luz
y de qué puedo culparte noche
¿cómo hubiera podido ser de otro modo?

el oráculo se cumple

déjame ir
suéltame
no regreses
no quiero quedar atrapada en tu sueño sin poder despertar
¿hacia dónde ir?

llego sólo al lugar del principio


regreso para besar tu pulso
para caer de rodillas
devotamente beso las arterias de tus manos
oh madre ten piedad de mí
oh madre misericordiosa
ten piedad de mí
sosténme
derrótame pero dame tu consuelo

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sin oponer resistencia y desovándose en pequeñísimas estrellas
en la espera el alba
en la anunciación y el blanco destiñéndose en los muebles y en su ropa
en la quietud que antecede a la visita y en los pétalos
que antecede al nombre y en las rosas
en la belleza absoluta del regreso
en la fiebre y el cuerpo marchitándose
en la percepción anulada y oliéndose a orines
en la fragilidad
nadie a quién decir esto y la muchacha que lloraba abrazada a su madre muerta
¿quién puede decir su propia vida? sigue llorándose dentro de mí

y no hubo tiempo porque esperé otra cosa otra palabra me muevo ahora cerca del silencio
la impronunciada la inoída
¿tú abriste la ventana?
y nos dispersamos en la rutina aquella la que busqué soy
no hay evidencias
y las palabras que no dijimos las verdaderas las que sí decían
quedaron en aquel sueño del que no pudimos despertar apenas la respiración de una mujer vieja lejos
escúchalas yo
el camisón arrugado
ahora que ya no estás déjame decirte el día interminable
el aire quieto
la calma en línea recta
blanco sobre blanco latiendo
pulso cada vez más lento
lentamente
aprieto aflojo aprieto
respiro respiro
estoy respirándome
estoy respirando
respirando
¿y quién me va a recordar?

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ruido de arterias uno se va a morir a solas a solas en lo oscuro
sólo respirando lejos de lo que uno fue o creyó ser
ella apenas respirando como en un día cualquiera
uno se muere entre los sentimientos más simples
se atraviesa un recuerdo en la sorpresa enorme de estarse muriendo
hay grillos en el borde de la tarde
no hay noches uno se hace un hueco en la oscuridad
y se echa ahí como un animal
duermo en la memoria

abro los ojos

nada
nadie
yo todavía yo
‫יתגדל ויתקדש שמה רבא‬

estoy más lejos


¿puedes verme?

quiero despertar

por el momento manos y pies quedan en la misma posición


doblo el camisón y lo guardo

por qué no abrir los ojos en la oscuridad


en la propia oscuridad como al principio

entonces abrí la ventana

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como Jonás en el vientre de la ballena
como la sibila dentro de las paredes húmedas
sin saber qué decir sin nada para decir
por ti siempre para ti
esta fidelidad debe haber sido a mí misma

viejos sentimientos cuidadosamente olvidados rompen el olvido


y sabes que te hablo a ti sólo a ti para siempre a ti

el aire se llena de flores


la lluvia también se desplaza hacia el sueño
lentamente recupera su sombra
se inclina como un sauce
cae
yo regreso a casa

‫יזכר אלהים נשמת אמי מורתי שהלכה לעולמה‬

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¿me estás oyendo?
¿me oyes? debajo de mi nombre estoy yo
la pequeña olvidada dice que no sabe dice que no sabe
abísmame memoria para que pueda perdonar
loba ¿estás allí?
¿quién podría decir la compasión?
quédate
y para recordarme vuelvo a ti
qué sola debes sentirte
febrero
(esto es sólo el testimonio del oyente)
hablo de aquellos tiempos viviéndose
vuelvo a ver aquella cara
¿puedo acaso arrancarme de mí?

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escucho a través de paredes subterráneas cómo los presos testigo contesta
se dan señales unos a otros contéstame
la voz
memoria ¿me oyes? cae
creces como lo que se olvida
caen las palabras
y aquella que soy y lo que de ellas nace
ofrece perdón a la que fui

sobre la mesa unas fotografías no expliques perdida en ti


esa muchacha la de la izquierda al frente tú
sí esa soy yo no expliques cada año
Yizkor

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ella llora la mira la sigue mirando con los ojos cerrados
sin tocarla en un acto reflejo lloro con ella me gustaría despertar y hablarte pero no tengo nada que decir
busco el lugar del corazón

el llanto se pierde en lo oscuro del sueño en la oscuridad de la noche


en lo oscuro de la casa en la opacidad del silencio
somos los que se van

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y a los treinta días de muerta y ante ese montón de tierra y piedras se escucha la mujer enmarcada en su propio paisaje apoyándose en la borda
ese canto de los hombres del desierto las olas en esa inmovilidad aparente fijan su sueño
aunque no entiendas arameo y bruscas irrumpiéndose en el sueño las palabras del Kadish
escúchalo y los hombres jugando dominó y bebiendo cerveza
y el niño durmiéndose y la tarde hundiéndose
quito las piedras para que penetren las palabras y en la borda la figura de ella
(reverberación del vestido gris)

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una muchacha sola en el muelle desembarcamos un mediodía en el Puerto de Veracruz
el calor es muy intenso la luz es blanca y lastima traíamos los abrigos de astracán de los abuelos
es tan violenta esta luz que la desnuda y en La Habana comí nísperos y mangos por primera vez
la despoja ¿a quién contarle esto?
la luz es interminable tiene que cerrar los ojos
el niño se suelta de su mano memoria del mar de su tedio
ella está allí por primera vez y para siempre de la muchacha que fui
la luz queda vacía del vestido que ahora se ve ridículo en la fotografía
desciendo
a través de persianas cerradas música que nunca he escuchado memoria de las tablas percudidas del barco
desciendo de aquellas olas impávidas en su belleza
vendedores con frutas desconocidas memoria de la luna casi insoportable
desciendo
despacio interminable descenso y es mediodía y es hoy y desembarco y es un día de agosto
y jamás me había sentido tan aferrada a la vida
otra vez la misma escena

la mujer en el muelle deslumbrada


el niño corretea en el malecón
en lo adentro para siempre la añoranza
más allá del mar la otra orilla de la nostalgia
fui injusta con mi madre
y después de todo ¿qué hice yo con mi vida?
desciendo

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iría a morir al otro lado del mar esa es su única certidumbre ella me mira ella dice que quisiera morir
lo que ya fue lo que no será más (no es verdad está tan llena de gozo que por eso piensa en la muerte)
separo cuidadosamente los recuerdos que me atan a ese corazón
nada de aquello que la inquietaba se trasluce en esa fotografía de antes de partir
el pelo recogido y el niño con ella en esas fotos anodinas de pasaporte

ella es real sólo hasta donde puedo imaginarla


¿hubiéramos sido amigas?

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y ella se arranca de su sombra y las palabras no la alcanzan y la tierra se deshiela y no sé por qué esta mañana me quedará para siempre
y la vida es el único refugio y tú te me moriste te me moriste en mi es el olor de los lirios arrancándose a la nieve
(en realidad es una mañana igual a las demás)
¿por qué es ésta la que guardo?

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tercos sueños dádivas para nadie apenas para ella misma el grito es sin lágrimas sin voz desnudo
la fotografía no nos descubre nada (todavía es una mujer joven) es lo más cerca que puedo estar
yo nunca la conocí ella no quiere que yo la recuerde
déjame hablar
¿en qué momento aquellos sueños comenzaron a perseguirme? y el grito lejos
y las palabras no pudieron llegar al corazón
rosas en el último peldaño

y otra vez no reconozco la voz

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aquella muchacha sola en el muelle me acerco a la borda miro el mar no guardo ningún recuerdo
esta imagen para siempre nada a qué aferrarme
¿qué vida fue ésta?
y toda esa gente ¿dónde está ahora?
¿y qué es lo que esto quiere decir?

y mi voz confundiéndose con la tuya


los pájaros golpeándose contra la luz
el verano desbordándose
y ella escribiendo cartas en un idish que ya nadie habla

¿esa mujer soy yo?

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nada no me dices nada acaso somos la misma oscuridad las mismas palabras los mismos gritos
nada no queda nada nunca lo sabrás los muertos no entienden a los vivos

el tedio de la espera y si fuera hasta tus fauces y si fuera hasta el remordimiento


el diagrama de la lluvia el movimiento de los sueños tú que ya no me escuchas tú que ya no me oyes llorar

y yo avergonzándome de mi acento de extranjera ábreme el perdón acógeme en tu indiferencia


y de las costumbres de mi casa la tierra te ha deshecho no sabes que estoy aquí

la lluvia arrecia somos cómplices


concédeme tu olvido

¿dónde está tu muerte ahora?

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y ese olor a madera mojada ¿y qué buscabas en aquel sueño?
ese olor húmedo y salobre dame la añoranza para que pueda buscarte
todo cuanto he amado desapareció
las mujeres exangües bajo la luz (muchas usan peluca) estoy cercada
murmuran palabras recién aprendidas en aquella lengua extranjera ruega por mí

las repiten como letanía busco en la tierra mojada un lugar para morir
las estrellas se desprenden de la noche ¿cómo encontrarte?

siguen su propia ruta


yo desde aquí las sigo a ciegas

todavía oigo envuelto entre la niebla el canto de las sirenas


todavía no conozco el olvido tampoco conozco el perdón

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la lluvia cae no bastó sentir
cumple ni siquiera bastó la serenidad
no es insistir mirarla
mi vida no dejó huella
de allí hasta el principio agua en el agua
insípida
beso estos bordes dudo
queda el hábito de despertar durante años he hablado en un idioma que no es el mío
¿estoy acaso lista para morir?
la mañana
las flores momentáneas

¿quién recordará mi casa?

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¿con qué puedo retenerte? nunca sabré no sé si estás oyéndome
me lleno las manos de aquellos lirios arrancados a la nieve
los lirios se marchitan ¿qué recuerdan los muertos?
regresan a la tierra
quién sabe si volveremos a encontrarnos afuera enmudece la lluvia

(bendíceme madre)

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estoy muy cerca de tu corazón ¿tú me oyes a mí? los sauces se desprenden de la lluvia
la oscuridad se dilata ha pasado tanto tiempo desde que estuve aquí
el tiempo de vivir es tan corto
caigo en el sueño sin salir del sueño madre no me juzgues
es un día como cualquier otro tú también estás condenada al olvido
afuera llueve

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¿me dejarás algún día a solas conmigo?
¿me dejarás algún día llegar a a ser la que soy?

¿me dejarás?

la luvia cesó queda su sombra


casi se filtran las voces
¿las mismas?
no lo sé

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entonces tuve el sueño o la visitación del sueño como si tuviera nostalgia de lo que estoy siendo
como el viajero antes de llegar me siento agitada nostalgia de mí
quiero entender o despertar como si pudiese comenzar de nuevo
el agua centellea como una cuchilla como si me mudara a otra casa
era el Leteo como quien repite palabras que son mantras
que son un monólogo desde ti hacia ti
como si fuese yo la que ha comenzado a morir y no tú
como si el miedo y el polvo fuesen uno

66 67
de arcilla la mañana queda una línea de luz no más consistente que una idea
de ríos la mañana el sol como una bala en el intersticio del día
y los recuerdos son el puente
¿hacia dónde desde dónde? y en el cuarto tu sueño
profundísimo y dulce como un animal querido

no tengo el lugar sólo la añoranza del lugar la rutina


y el tiempo que pasa

68 69
sigo el movimiento del sueño sus huellas pequeñísimas he construido mis sueños cerca de las rocas golpeadas por el mar
sigo el movimiento del río su peso sus partículas yo elegí este paisaje árido
su silencio sus larvas sus laberintos esta constancia esta sed
las estrellas que flotan como cáscaras nada más triste que esta vastedad que es apenas nada

queda la mañana
la olvidada
la mañana para no ser vista
la mañana para llorarme
la espesa la temida
la larga
la indefinible
la quieta mañana

y el aire arqueándose bajo las acacias


70 71
turban a la piedra sus sueños de agua ¿con qué puedo retenerte?

acaso el tiempo en otra oscuridad ¿desde la vieja casa (hoy convertida en restaurante)
es su transparencia con sus baldosas desteñidas y sus techos altos?

¿desde los jardines de arena vistos hace ya tantos años?

¿desde mi miedo?

72 73
ven olvidada ven sollozada
ven y dime disuélveme en tu lengua como a una hostia
¿me reconoces en ti? hasta la avidéz del polvo

arrástrame hasta la desembocadura del dia no me dejes


déjame en su quietud en su aspereza
lléname de lágrimas para que pueda llorarte
tocaré tu lucidéz y la resaca de este día
te lameré las manos como un animal
mírame
no te desvanezcas
no me dejes

74 75
déjame en ti déjame ser en ti déjame doler en ti y el agua en su silencio de raíz
déjame llorarme en ti en su lentitud de raíz
no me dejes se abre temblando

¿qué me vas a decir? y la mañana se queja


¿qué más me vas a decir? y se mece con las viejas palabras
las largas las sumergidas palabras

dámelas para que pueda buscarte dámelas


para que pueda abrirme no al conocimiento de ti
sino al confuso presentimiento del camino hacia ti

desde esas palabras te hablo


desde el pensamiento y la idea del pensamiento
desde ti y el principio que emana de ti
desde el deseo de llegar hacia ti

y la mañana se abre
y comienza Shajarit
oh hermosura oh hermosura
oh hermosura

escúchame
donde quiera que estés
escúchame

76 77
es en esta luz que me consume
en su transparencia
donde más te busco

es en la resequedad de esta mañana


imperceptible derramada
agua en los labios del sediento

madre soy yo la buscada


te he llevado sobre mí
sintiendo tu peso

y el olvido me duele
como una herida
la luz se aquieta

y te oía dentro de mí
te oía en la desembocadura
naciéndote

y las palabras se hundieron


y el llanto se embebió en la arena
y yo me quedé en la orilla

y había algo entrañable en los días y en el recuerdo de los días


y me tomó el tiempo de vivir para despertar
pero lo más importante no lo dijimos
hay un vértigo en esta luz
y el día se desploma era cerca del corazón oscuro de los sauces
y las golondrinas atraviesan el instante donde aún te nombro y me postro ante ti
como antes como siempre
¿qué saben los dioses de los sueños de los hombres?

78 79
estoy bajo un cielo pálido la luz sube en oleadas
por siempre el pálido inmenso silencio vagido
y era dentro de mí como una floración
en lo callado inmenso del nombre
un despertar al otro lado mortal y sola en su errancia
y yo quería saber la traspasada palabra
pero sólo me fue dado preguntar
a tientas
el otoño se tensa como un arco la oficiante
la lluvia también se desplaza hacia el sueño vieja madre cómplice
lentamente recupera su sombra
intercede
se inclina como un sauce
cae

80 81
ay convocada ábreme con tu saliva
nocturna empújate hasta mi hondura hasta el desamparo
como un charco de miedo
recíbeme como si fuese un puñado de tierra
con tus ojos de viuda
abriéndote en tu hambre tránsito yo misma
te clavas en lo extenuante del amor

y la noche
temblándose en todas sus ramas
se arrodilla ante el abismo
me cubre como una lágrima

y caemos por la misma pendiente


cómplices

82 83
las palabras avalancha de hojas
brevísimas húmedas y su lamento seco y rojo

rozan la superficie el río se inclina


como una serpiente hacia su sed
el tiempo va más aprisa que yo
y la voz sabe que no sabe
la noche se desgaja
toco su desnudez de agua
y ella grita dentro del grito

84 85
entré al lugar entreme huérfana de súbito
la luz
¿dónde están las palabras por qué no comparecen
por qué no me socorren? queda el agua como un cilicio
cavando en su violencia

y no tengo voz para decirlo

86 87
entre los muros y la piedra en su sueño
tus gritos en su barro
cayéndose
nudo hasta su fondo
espiral
y la voz golpeándose
límite sorda
volcándose
en el cielo vacío

88 89
y sembraron las tierras de sal y ella sola en su fondo
y las araron con sal larva
y el escriba selló las palabras
se estremece
en la purificación de la cantera se contrae como un molusco
la fe en su laberinto pálida
en su desgarradura
en lo más profundo del adentro
y ella acechando
la anhelante de bruces

90 91
oscurísima dilatación
y tú y tú
en lo abismal de su agua
ella flota en el vientre de la tierra
la fuente se alumbra a sí misma
boca abajo como los suicidas
derramándose
el oír tenso
ancla

92 93
tócame adentro de ti he de arrancarte
con esa contención que se desborda he de pisarte

tócame tú frágil
en esta oscuridad del pensamiento tú que tiemblas

en lo incomprensible de mí reconcíliame conmigo


en esa otra incomprensible yo para que la tierra me sea leve

ah si pudieras tatuarme no sé cómo seguir


si te quedaras ahí estoy seca
si tan sólo te quedaras

como una perra ciega


amamantando

quédate
dame las palabras

95
hablo para ti hablo desde ti húmedos ideogramas
y el dolor resbalando como una gota de agua trazos ilegibles
en este equinoccio de primavera

la vieja lluvia floreciéndose entre las piedras


el deseo siempre de otras cosas
que no sé qué son

la lluvia que ahora se marchita


y se amarilla
como el eco de una flauta de carrizo

y esta nostalgia
que apenas si toca la carne
pero mortifica el alma

96 97
como una medusa la conciencia
quema este cuerpo estas palabras

pobre cosa inerme y sonámbula


¿me oyes todavía?
que acabará cubriéndose de hierba

¿o soy yo la que me he perdido?

98 99
suplicante en su desmesura tantos años para llegar a esta mañana
anfitriona con las manos vacías igual a cualquier otra

en su resequedad de madre para llegar a este día


igual a todos los días
la luz desciende
insidiosa y recibirlo
tábano en ofrenda

nada me es dado saber

100 101
¿en qué parte de mí lloras? todavía estoy dentro de la luz
pero eres tú la que ha de decirme
cálido inevitable sueño tú la palabra vacía la que guarda el nombre
como un regazo
desbordada luz
como un recuerdo de madre en la confluencia de los sueños
anegándose en el corazón

absuelta luz
en la extensión del instante

luz sola sin más


desasida
mínima en su raíz

quebrada luz áspera


detenida en su grito
temblándose entre las manos

102 103
y dije tu nombre quietísima luz
y el lugar era de aire apenas polvo

y la palabra ¿eres tú la que habita el nombre?


la presa ¿tú la que irrumpes?

en la desolación de la fe el peso de la Pythia


en la conciencia
y la palabra cierva
en la amplitud del silencio balbuceando
se desploma me cierno en círculos como un halcón
dócil en su infinita contradicción
en su misericordia segada luz
en su deslumbramiento
y el corazón se cierra
y el corazón se abre
deslumbrándose

104 105
flujo y reflujo de los años vestales agua que se desgaja si pudiera tocar tu profundidad pálida
agujeros del agua si pudiera abrir de tajo el miedo
aquí adentro la luz se derrama agua como una ostra cuando es acariciada
y la palabra cruza el umbral si pudiera abrir eso cerrado como tu cuerpo
agua hasta el polvo
y me llené la boca de tierra agua hincada en ti
para callar a las palabras agua padeciendo tu sed hincada en ti
hasta el polvo
agua que pide ser besada
puño cerrado que se deshace en lodo habría de decirte y no me oyeras
fuera como si nunca hubieras sido
para que tú me recojas
y me hurtes de mí en esto que no entiendo

como una piedra en eterna obediencia

106 107
y te hablaba a ti y tanto cielo en tu cabeza
y tú eras yo
y el corazón que no quiere hundirse
y tan oscura el agua hundiéndose

como quien entrega el alma y yo como antes y como siempre


y no hay quién y desde para siempre obedeciéndote

no sé hacer otra cosa


nunca he sabido hacer otra cosa

obedezco te obedezco

y lo huérfano allí abierto


en canal

108 109
it is spring again
y la luna golpeándose bajo ese cielo the plum trees are blooming
más pálido que el agua más pálido que tus sueños
más endeble you planted them long
long ago
y tú me decías
—suéñate que es hermoso el sueño de la vida y la voz decía
muchacha
deja que entre en ti
¿recuerdas? que hurte en ti lo que me pertenece

no puedo despertar

110 111
do you hear my heart’s disquiet? with big blue
beautiful eyes
does my longing my boundless longing
distress you? swollen feet
lungs full of water
the longing is in your mind —me dice
disguised as an old woman
soaked to the marrow

a harpooned whale
sinking in to herself

in to her rage
pledged wiht love

112 113
y el corazón que no quiere hundirse and she is so lonely
hundiéndose an orphan

y yo queriéndome llegar a ti in the world of the dead


y el agua y oscurísima

siémbrame

Rise
Mother from off me

God damn you God damn me my


misunderstanding of you

114 115
but this is not loneliness summer opens up
it is not sadness agapanthus clench to the sun
this flow is pure joy blue
though joy is always sad at its root you let life pass by
it is delivered like death without your knowing a life spent longing
it is this not knowing that flows things you didn’t need
it enters as a body enters love you listen to yourself
decode old forgotten selves
this restless beauty remorse from far away
leaps like a leopard —words
Kadosh meaning suddenly gone
Kadosh leap
Kadosh dreams soar
then fade
words flood like tears slow
slow homecoming
loaded words oh mother
like a fisherman’s net if only I could forgive you
oh mother
flayed words if only you could forgive me
like ash on the skin of a sadhu

silt words
unspoken

116 117
estoy en tu silencio
en éste tu olvido —que es el mío ahora eres tú la que llora
la que suplica
como un sol el cuerpo se arrodilla
y se hunde ¿dónde estás llorando?
¿dónde en mí es que lloras?
estoy ahí en lo quieto
en ese tu fluir quietísimo
en esa tu luz

118 119
soy la última beso tu miedo
en estar con ella beso lo solo de tu miedo

en asistirla tu huérfano miedo


en morirla tu para siempre miedo

suéltala —me dicen tu miedo dentro de mí

pero si pudiera le daría mi pulso y la devoción como una hoja de obsidiana


si pudiera cubriría de flores su espanto corta

si pudiera le pediría a la mismísima tierra


que la absuelva

y la perdone

perdóname tú a mí
perdonada

120 121
el silencio en su semilla y la palabra
la luz quieta
rompe vuélcase
yo ahí ahí

la luna en su tajo
más frágil que tu sueño
celda tú en mí
sin mí

122 123
y ahora ¿qué me vas a decir?
¿qué más me vas a decir?

Si crees que puedes causar daño,


entonces cree que lo puedes reparar.
Si crees que puedes herir,
entonces cree que también puedes curar.

124 125
la memoria, donde se la toque, duele

y quizás
y esto que soy
y cambia
y está en el centro
la intensidad de lo que es
así entra ella en la Mikveh
así se sumerje
así la ofrenda
así
en el corazón del agua

126 127
y ahí di
dime
ahí metida
en ese cuerpo tú que me conoces
de vieja
yo tú que eres más yo
que yo
más mortal
que nunca tú que me entiendes

y el cuerpo porque yo a ti
no te entiendo
áspera
textura tú sí
de simiente tú
de hoja
dime
la piel dime

con las manchas dime


de la tierra

y los días allí


uno
y otro

y otro

¿y si esto fuera sólo


un sueño?

128 129
y el cuerpo y en lo sola
y conmigo
no deja
no me deja en lo solo terco
y vanidoso
no se deja entender
esta yo
y no se imagina
no se imagina a la que tanto quiero
y tanto me quiere
lo que nos está pasando
y me mira
y se mira

y se fascina
mirándose

con sus aretes de cuarzo


sus perlas

sus broches de París

me mira
y no ve

a la mujer gorda
y vieja

que soy

¿y yo si la veo?

130 131
y los otros y en la calle
el sol
¿qué ven y la vida
cuando me ven?
a manos llenas

como si sobrara
como si fuera

para siempre

y el cuerpo aquí
atrapado

y yo allí
en ese cuerpo

yo que no sé
y no quiero
saber

que estoy
vieja

132 133
¿qué atajos el insomnio casi toca
la perfección
qué camino
estoy bien despierta en el sueño
qué es esto
que siento? son las tres de la mañana
y tengo miedo
¿a dónde
este naufragio ¿esto es ser vieja
¿es así?
estas palabras
estos huesos

a dónde?

¿qué hago aquí?

134 135
y se me viene de ti las todas palabras
de pronto digo
una nostalgia
y el cuerpo
acaso un tedio viejo girasol
de otra yo también se inclina
ante la caricia
olvidada
se dobla
y grito tímido
leve
y la pequeña se dobla
la apenas
vieja ante ti

grita las palabras


son tuyas
¿yo?
desde ti
¿ésta te acogen
soy
yo? desde ti
su vuelo

¿no las oyes?

¿es que ya no me oyes?

136 137
y la voz ¿y si me quedo sola
cayéndose sola en lo solo
y tú
en sus filos de este cuerpo solo?

en sus acantilados ¿quién para recibirlo?


¿quién para ungirlo?
tú en este cuerpo
que se cierra ¿quién para decir Kadish por mí?

y pide
apenas si fui
me está pidiendo
la que tenía
qué: que haber sido

no sé apenas
el trazo

¿qué debería
haber sido?

138 139
¿yo escogí mi vida? quisera ser consolada
¿se cumplió el oráculo? de mis faltas

¿obedecí? de no haber podido estar


cuando tenía que estar
¿a quién?
¿para qué? que me preguntaran por qué
por qué no pudiste
¿cuál de todas las vidas
que me han vivido ¿por qué?

es la más mía
la más verdadera?

¿dónde lo vivido?

¿dónde lo que me inventé?


¿dónde me equivoqué?

140 141
¿dónde amanece
la vieja casa?
la ventana
¿dónde el recuerdo? se llena de luz

¿de mí? y el día


¿de la que fui? irrevocable
en la humanísima
¿de ti? mañana
se abre

y yo despierto

142 143
Old sunflower
you bowed
to no one
but Great Storm
of Equinox

Viejo girasol
ante nadie

te inclinaste
solo ante la Gran Tormenta
del Equinoccio

¿desde qué desprendimiento la ofrenda?


pétalos de agua

monótonos
aleteos
desgajando
astillas
y todo ese oleaje bajo la piel
relámpago de sílabas
antes de junio
antes de las lluvias
saudades

144 145
llueve
y dijo
es una iniciación
no tengo más corazón que el que tú rasgas
como si hubiera bebido cicuta
y tú más oscura que nunca
la deja hacer me desbordas
la mira hacer
pero soy yo la que cruza los límites
en sus parajes de grito
el agua irrumpe

cerca del sollozo


la caída rápida
en desbandada
fluye
y el cuerpo

desprendida rama
olor a frisias
un desbarrancarse

desde lo más hondo


me estoy rompiendo

cáliz
seco el fluir
las flores dique

el cuerpo inmensurable

146 147
y baja
y las palabras
entre mí
y yo misma doblándose
dóciles
en aquel enero
en su declive temblándose
dóciles
súplica tajo
dislocamiento desampárandose

en este paisaje y en ese desamparo


en lo dócil
en ese agujero
en ese espejo la mirada

en esos bordes y ahí besa


en lo sola
en ese desamparo besa
y baja
en eso desamparado besa
se arquea
se cimbra y abierta

y la caída invadida por la mirada


más colmada ella gime

abre esta carne

y el cuerpo
ávido

no se atreve a renunciar

148 149
acaríciate me dice un puro sí este sí mismo
y yo obedezco
y tiemblo extendiéndose como una mancha

y el placer llega en oleadas como un puño levantado

y se vuelca desgajándose como una ceiba

y se hunde gimiéndose

más y las caricias se hacen más rápidas

y más y más dulces

y más adentro y más abruptas

pálido

devoto

irremediable

abriendo

abriéndose

más

más adentro

más en sí mismo

más sí mismo

150 151
y el temblor se repliega
ya casi no tiemblo
y la palabra acude
¿o es que el temblor
y se exige
se hizo ruego?
y se padece
en esa su exigencia
de este silencio
ábreme como un surco
aunque no tenga nada más qué decir
loba
pulpa del sueño

¿acaso es el miedo

el altísimo?

152 153
Consume my heart away; sick with desire

sólo siente
siente
el cuerpo siente
y ella está ahí
inmersa
sintiendo

154 155
dice que tiene miedo y el grito
dice su miedo apenas
está ahí en ese cuerpo un filo
en ese miedo un ala
me dejo tocar la luz

me abandono al miedo sobre ti
y el miedo desde ti
áspero adentro de ti
brutal abriéndome
ahí en ti
expuesto para ti
a merced y sólo así

y yo como ahogada sólo así
como penitente purificada
ante él de tanta vida
de rodillas sólo así
podía yo encontrarte
y ella ella llora
en mí
y pide más
se ovilla en ese regazo de lágrimas
en esa oscuridad cálida
en su increíble necesidad

156 157
el amor no tiene piedad
y yo que estoy hecha de palabras
no tengo palabras
y el corazón cae
en el corazón del mismísimo Dios
y yo me tiemblo ante ti
en el deseo de ti
de ser en ti
como de Dios

el camino del cielo está empedrado de infiernos


y el camino del infierno está empedrado de cielos

158 159
y el cuerpo ¿es el alma la que se abre
cae en sí mismo
a la profundidad
cae en ti
de la carne
cae
para ti o soy yo la que me abro
a éste mi cuerpo
tócamelo
siéntelo que un día mirará de frente
¿lo sientes? y sólo una vez
a la muerte?
¿me sientes?
aní ledodí vedodí lí

aní ledodí
aní ledodí

160 161
the bounded is loathed by its possessor

y es la primera mañana del primer día de primavera


y yo salgo de tu sueño para entrar en el mío
y la luz es blanca
y se amanece con el calor
y el corpiño blanco me aprieta
y acariciándome mis pequeños senos
me bajo los calzones
me cubro con la sábana almidonada
y toco mi sexo de niña
me meto los dedos
me exploro
encuentro el punto del placer
y me detengo allí
mis dedos son cada vez más hábiles
más exactos
cierro los ojos y me digo --cochina
decírmelo me excita
y lo que siento se expande
me invade toda
me cubre toda
y soy este cuerpo
este rapto esta inmensidad
estoy en el placer adentro del placer de darme placer
y mi nana dormidísima en la hamaca de al lado
y la casa hundiéndose en el sopor

162 163
y en el zócalo comienza el bullicio del mercado y el calor rompiéndose las alas
hay jugos de naranja y de toronja quebrándoselas entre las buganvilias
y agua de horchata y de jamaica y de tamarindo quebrando la flor de calabaza y los huauzontles
y atole de fresa y champurrado y la vaina para los pájaros y los rábanos
y tamales de dulce y tamales oaxaqueños y los racimos de nísperos y las mazorcas de maíz
y papayas y ciruelas y mangos de manila desbrojándose en los costales del café
y plátanos morados y plátanos machos y en el alpiste y en las semillas de amaranto
pencas de dominicos y tabascos y en los costales de mijo y de frijol
sandías más rojas que la sangre y en los canastos desbordándose de tanto chile
guanábanas expuestas como sexos el chipotle el morita el ancho el cascabel
capulines rojísimos el guajillo el chile manzano el de árbol el chilaca
granadas escurriéndose y los piquín tan chiquitos y tan picosos y los habaneros
zapotes negros desbordándose y el mole verde y el rojo y el negro y el amarillo
mameyes abiertos como vulvas y el coloradito y el ajonjolí para todos los moles
piñas gordas y jugosas y quesos de Oaxaca como bolas de estambre
la fruta de la pasión endureciéndose y queso de cabra con ceniza y el panela y el cotija
y el calor metiéndose en los petates y el manchego para las quesadillas
metiéndose en los chiquihuites y tlayudas y tlacoyos y molcajetes y metates
metiéndose en las mojarras y anafres y sopladores de palma
y en las cubetas rojas de camarones y en los portales los rebozos de Santa María
metiéndose en las langostas las guayaberas las blusas de lino de maguey
en las patas de cangrejo moro los deshilados de las monjas de Aguascalientes
en las jaibas amarradas en la sierra para el ceviche los dibujos mágicos de las tejedoras mayas
y en las almejas entreabiertas y asustadísimas las playeras con el águila y el nopal que dicen Viva México
en los pulpos flácidos desmayándose en su tinta alebrijes afiebrados y enloquecidos
en los ostiones soñándose en el fondo del mar y alpargatas y huaraches y peines de madera y de plástico
en las ostras pequeñitas como piedras de río y collares de cristal y turmalinas y ámbar y ojo de tigre
en los pámpanos blancos de Michoacán y mariposas y ángelas y ágatas y ónix y ébano
en las truchas de agua dulce y de agua salada y caracoles y peinetas de nácar y de carey
en los esmedregales transparentes y en el robalo y la crema nivea y el shampoo del tío Nacho
y en las carpas de Morelos y en el callo de hacha los corazones bordados en punto de cruz
y en los charales con la cabeza rota y los jabones de almendra y de rosas y de avena
en los grandes huachinangos y de coco y de manzanilla
y en las aletas de tiburón y de azufre para el acné

164 165
y el calor acaloradísimo con tantos celsius y música y más música
desmoronándose en las conchas y en los cuernos y ruido y más ruido adentro del ruido
y en las galletas de nata y en las bañadas en miel y en las maría y del Istmo y con sus trenzas enredadas como serpientes
y dulces de arrayán y ates de membrillo y de guayaba llegan las Tehuanas y las Juchitecas y las de Salina Cruz
camotes de Puebla y piñones y garbanzos y pepitas son mujeres de grandes tetas con pezones de amapola
y tabaco para enrollar y vainilla de Papantla y rajas de canela imponentes medusas con iguanas en la cabeza
y las golondrinas columpiándose en los alambres de la luz medusas con arracadas de oro y huipiles bordados
y los filamentos del calor colgándose acostumbradas a llevar las riendas
y las raíces colgando de no sé dónde a no sé dónde acostumbradas a las grandes comilonas
y árnica y ruda y hojas de sávila acostumbradas a las grandes borracheras
y perlas de éter y manojos de eucalipto acostumbradas a darse placer frotándose el clítoris con aceite de coco
y de albahaca y de mirto y de lágrimas acostumbradas a amamantar niños y a amamantar hombres
y glorias para las ofrendas acostumbradas a chupar el pene como si fuera un caramelo
y veladoras y cirios y estampas de santos acostumbradas a los excesos del calor
y medallitas milagrosas y escapularios dejándose desflorar con los dedos
y amuletos para el mal de ojo déjandose cubrir con pétalos de sangre desflorada
y el incienso y el copal dejándose besar la sangre
y el estruendo de las voces vistiéndose con enaguas percudidas de encajes
y pájaros llenos de jaulas y el mercado llenándose de las altísimas vocales del zapoteco
y jaulas de pericos con las alas recortadas y las voces llenándose de flores
y loros verdes mentando madres y un enamorado empinándose una cerveza tras otra para darse valor
y las campanas de la iglesia llamando a misa y una marimba con el corazón astillado
y música aquí y música allá acompañándose y emborrachándose cantan:
y bandadas de papagayos !ay Zandunga!
y cenzontles de otros paisajes y de otros recuerdos !qué Zandunga, mamá por Dios!
y el canto sostenido de los canarios amarillos !Zandunga que por ti lloro
y el cilindrero dándole vueltas y más vueltas a la manija prenda de mi corazón!
y a la misma canción
y un violín triste y flaco
y una guitarra ensoñeciéndose
y un trío desafinándose cantan:
tú me acostumbraste a todas esas cosas
y tu me enseñaste que son maravillosas...

166 167
y el calor derritiéndose en las barras de chocolate los naúfragos del pulque encallándose en el vértigo
y los chiles gueros sudándose y los serranos y los que pasan los días tomándose su mezcal
y los chiles poblanos para rellenar marchitándose y no saben si es sábado o apenas comienza la semana
y las acelgas y las verdolagas y los hongos marchitándose los pirados volándose como papalotes
y el huitlacoche y los gusanos de maguey los enamorados en estado de gracia
y los chapulines y los escamoles marchitándose los iluminados por el Espíritu Santo
y los aguacates y las jícamas y el cilantro y el perejil los que ven que te aqueja mirándote el iris de los ojos
y la yerbabuena y las lechugas orejonas y los quintoniles los que ven tu futuro mirándote la palma de la mano
y el pápalo y los tomatillos y el epazote marchitándose los videntes del tarot y los que ven sin ver
y las cebollas buscándose el corazón y los que hacen las limpias y los conjuros
y las lágrimas y el calor enrojeciéndose y los chinos curándote con alfileres
y el rojo marchitándose dentro del rojo y el babalawo invocando al destino con el oráculo de Ifá
y las marchantas del pinole y del cacao y la Virgen del Cobre cubriéndose de compasión
durmiéndose sentadas y la Virgen de Guadalupe cubriéndose de rosas
y sus escuincles colgándose de sus pechos colgados los que pintan sus sueños en papel de amate
y bacinicas y aguamaniles de peltre los que descifran los jeroglíficos de los sueños
y jarras de barro para mantener el agua fresca el calor erosionándose en los sueños
y desde Campeche vienen a vender sandalias y los sueños rompiéndose como si fueran de vidrio
y cinturones de culebra y de lagarto los gritos de los niños jugando a las canicas
agujas de plata para bordar los gritos de los niños jugando futbol
y sirenas y crucifijos tallados en cuerno de buey los jugadores empedernidos jugándose la vida
y bajo la sombra de un ziricote está la peluquería la muerte que no es más que la otra cara de la baraja
y amarrándosele al tronco del ziricote un pedazo de espejo y las peleas a muerte de los gallos a navajazo limpio
y los clientes mirándose hagan sus apuestas señores chicoteen los billetes
y la mirada mirándose complacida que corra el dinero que corra la sangre que corra el tequila
y la belleza real o imaginada mirándose arrobada no se me achicopalen no se me echen para atrás
y aquí y allá los que ayudan con las bolsas del mandado no se me rajen échense al dinero por delante
y los viejos levantándose temprano por si llega la muerte aquí no hay lugar para el miedo
y los que se embriagan con toloache acuérdense que el que no arriesga no gana
y los que se embriagan con el néctar de las flores acuérdense que la vida no es más que un juego
los vendedores de cera de abejas para no oír el tiempo acuérdense de que si no es ahora entonces cuándo
los que pelan tunas sin sentir las espinas acuérdense que estamos aquí de prestado
las espinas de adentro de los sueños atízenle mis valientes atízenle
los ángeles de mentiras con sus alas de mentiras que a morir venimos

168 169
y el calor con su hocico abierto
y afuera del mercado aves del paraíso
y su voracidad y su jadeo
y azucenas y margaritas y alhelís
y la mañana alargándose indefensa
y orquídeas desnudas como animales
y las lluvias al otro lado
y raíces como manojos de venas verdes
atrás de los cerros
y jacintos y crisantemos y lilas y nenúnfares
atrás de las montañas
y heliotropos y anturios y jazmines
los grandes mazos de lluvia verde
y hortensias con el color quebrado
pudriéndose como la piel de los cenotes
y azáleas con las ramas quebradas
ahogándose en este calor
gardenias ahogándose en sus pétalos
relámpagos de palomas
y naufragándose perfumadas de seda
y el sol con sus estrías aún más blancas
en el kimono de una geisha
viniéndose abajo con su manto de avispas
inconsolables ráfagas de girasoles
y de abejorros y de moscas
ramos de cempasúchiltl para los difuntos
impávido espléndido deslumbrante
y las flores doblándose
rodeándose de zanates negros
y los vivos pasándose la botella de aguardiente
y las gentes abanicándose
y música y música y más música
y el sudor chorreándose
y la triste tristeza de los muertos ensordeciéndose
y la ropa empapándose
y tan apisonada la tristísima y tan sorda
y yo traigo los calzones mojados
y tan morida y tan muerta
y el sexo pegajoso
que ya ni sabe lo muertísima que está
y en el baño sucio del mercado
y las flores llorándose
me toco y me vengo y me orino
y los vivos viviéndose
y el calor desmesurado frenético
y tragándose su vida
y la Santísima Virgen de Guadalupe
a goterones tragándosela
y sus ofrendas marchitándose
y tragándose su miedo
y las cuetlaxóchitl escaldándose
y tanto ajetreo la vida
y los nardos perdiendo la erección
y tantos días descarapelados
y el calor deshojándose
y la calor como alma en pena
y el cáliz derramándose
y el deseo mordiéndose el corazón
y las flores calientes
y envenenándolo como picadura de alacrán
y los pétalos ebrios
y azahares para las novias que ya probaron el amor
aferrándosele al tallo
y azahares para las quedadas y las de la Primera Comunión
hasta que no aguantan más
y para las que se matrimoniaron con Dios
y mueren
y se quedaron con el himen intacto

170 171
y ramos de nubes y estoy oyendo los mismos boleros que oía mi mamá
y narcisos extáticos y el tiempo se diluye en muchos tiempos
y ramos de rocío y de no me olvides y mi vida está hecha de muchas vidas
y los pansies de D. H. Lawrence mi nana y yo comemos en una fonda
abriéndose en toda su belleza pedimos tasajo y sopa de médula
y begonias y geranios iris frisias bebo a grandes sorbos una coca-cola bien fría
y malvones y petunias y violetas y tulipanes y me sabe tan rica que se me saltan las lágrimas
y dalias y nopalillos acalorados y hoscos mi nana me compra un algodón de azúcar
y cactus secándose en sus macetas de barro me compra chochitos de anís
y coronas de Cristo vertiéndose en sangre de corales y yo emberrinchándome
y la sangre cubriéndose de espinas me compra una nieve de limón
y alas de pavo real mirándose con los ojos muy abiertos y se me pasa el berrinche
y atados de heno y de alfalfa para el ganado mi nana Lupe habla poco
y atados de juncos y plumas de avestrúz y caléndulas es de Oaxaca y no sabe bien español
y racimos de estrellas y atados de pico de tucán me lleva a misa a escondidas de mis padres
y atados de claveles rojos y rosas muchas rosas me enseña a persignarme
y allí está la muchacha que pintó Diego Rivera y me encomienda a la Virgen de Guadalupe
con los alcatraces ay! virgencita Madre de Dios
y olvidada en una caja de habanos consoladora de los afligidos
la fotografía de la abuela rusa en Xochimilco salud de los enfermos
en una trajinera cargada de alcatraces refugio de los pecadores
y veo a mi abuela poblana en su casona de Las Lomas rosa mística
y es la canícula desbordándose líbrame del mal
y el aire se tiñe de pétalos qué te digo virgencita qué más te digo
y la veranda de tan blanca se me pierde con qué palabras si no sé el Ave María
y yo me pierdo en el recuerdo con qué palabras si tengo tanto miedo
y veo a mi mamá poniéndole alcatraces tendrías que abrir la herida
a un jarrón de talavera y en la radio la profunda la verdadera herida
están tocando los boleros que tanto le gustan abrir ahí en esa trizadura
y veo a mi nana y veo a esa niña que soy yo y en esos los tantos y tan heridos días
llevándole alcatraces a mi mamá y en los tantos yerros
y me veo hoy ahora aquí y en ese despojo y en esa violencia de mí hacia mí
aquí después de todos estos años y en todos esos los años en que me desperdicié
y tengo en un florero unos alcatraces y me olvidé de mí

172 173
y me acuso porque eso me hice y más
¿dónde quedó lo que viví lo que creí vivir?
y eso y más para que mi mamá me quisiera
¿dónde el sueño que fui que sigo siendo?
y eso y más para merecer su amor
dónde toda esa gente y todos esos días que desaparecieron
y sigo queriéndola y sigo obedeciéndola
como en los cementerios en que no hay nombres
y aún muerta sigo obedeciéndola
no hay fechas sólo pedazos de cerámica rota
y aún en contra de mí sigo obedeciéndola
y para ella y por ella ofrezco mi daño
santificado sea su nombre
ruega por nosotras
ruega por nosotras
ruega por nosotras
ni rezarte sé virgencita
ni el Padre Nuestro ni tus letanías me sé
Madre sin pecado concebida
la que está en falta soy yo
yo que no he podido llegar a ser yo
y lo huérfano ahí
ahí de raíz
y mi nana me cuenta de su nahual
y me dice que las niñas blancas no tienen nahual
y que voy a estar siempre sola y desprotegida
y yo me abrazo a ella y lloro con ella
y ella me enreda en su rebozo
el rebozo huele a humedad y a sudor
y nunca mas volví a oler ese olor
tan de ella y tan solamente de ella
un día se largó con el jardinero
debe haber muerto hace mucho
a mí se me murió cuando me dejó y se fue
aparece en casi todas mis fotos de niña junto a mí

174 175
estoy en lo más perdonado estoy en el Parque de Polanco el viejo Parque de Polanco
no hay culpa con la misma Torre del Reloj las mismas bancas
no hay arrepentimiento el mismo estanque y la mismísima y vieja Iztaccíhuatl
no hay nada que perdonar la volcana y feroza Iztaccíhuatl sola y en lo más solo del amor
hay miedo sigue soñándose

176 177
y se habla de lo que se ve y los ciruelos cubriéndose de flores
y se habla de lo que se hace y la niña en la bicicleta soy yo
y se habla de esto y de aquello y suelto el manubrio de la bici
y lo más verdadero se calla y lo suelto para que tú me veas
lo más verdadero no se dice mírame
mira cómo no me caigo
mira qué fuerte estoy
mira mis manos abrazando el aire
mira de lo que soy capaz
¿sí me estás viendo?
mírame aquí estoy
aquí contigo
¿sí me ves?
¿sí me oyes?

ven para que pueda decirte todo lo que te quería decir


y no te dije
ven
¿no sientes cuánto te quiero?
¿no sientes mi amor?

178 179
y el amor estaba allí para ser herido y me quedo en eso roto y huérfano
y te acostumbras a la lastimadura con la lealtad de un perro
y la herida se hace más profunda
y el dolor más insoportable
y estás enseñada a tolerarlo
y un día el dolor y tú supuran
y el dolor ya no puede contenerse
y no hay quien te defienda de ti
no hay más nada ni nadie
nadie ni nada sólo tú
sólo esa tú que eres tú

180 181
¿hasta dónde puedo irme en contra de mí? Señora de lo Inentendible
¿hasta dónde estoy dispuesta? Misericordiosa
¿hasta dónde? aunque no existas
necesito creer en ti
te necesito ven
ven y entra tú en esa marisma
en ese oleaje en ese lamento
en sus arrefices en sus filos
entra y cúbrelos
cubre su aflicción y su arrepentimiento
cúbrelos como cubres a los que se ahogaron por amor
y a los que se ahogaron por la falta de amor
recógelos ven
recógeme también a mí ven
ven y aplácame esta fiebre
aplácame este enojo
acúdete ven
ven y cálmame ven
ven y besa tú la herida

182 183
bésala para que algo como un destello
¿quién reza? ¿yo?
se filtre en eso tan deshabitado
¿quién me responde?
abismal incomprensible
¿de dónde me vienen estas palabras?
hermético
reseco
y por mí ¿quién va a decir Kadish por mí?
cerrado
inalcanzable

184 185
y el miedo allí
tengo que abrir los ojos
detenido allí
tengo que abrirlos
inquebrantable allí
tengo que ver el daño
allí prensado
lo quieto inamovible tengo que verlo
lo quieto interminable tengo que ver
y el miedo me embiste tengo que ver
y me desprende la retina y no veo
no veo no veo no veo no veo no veo no veo
no veo dónde me estoy lastimando no veo
no veo la herida no veo
y allí me quedo
allí en lo álgido
no veo el daño
no veo el despojo
no veo no veo

186 187
y el miedo se me convierte en súplica
y el miedo se desborda
y el enojo se convierte en súplica
y no me deja pensar
y el dolor en súplica
y no me deja entender
y el mismísimo miedo no es sino súplica
y no me deja hacer nada y las palabras suplican
y no puedo hacer nada y yo suplico
y no quiero hacer nada es otra forma de la obediencia
y no quiero ver nada y estoy enseñada a obedecer
y no veo nada y estoy obedeciendo
estoy adentro del miedo y dejándome golpear por ese miedo
allí donde más duele allí y no tengo como defenderme
allí estoy estoy inerme ante él
y entonces pido perdón no sé de qué
no sé por qué
y pido te pido no me dejes
no me dejes no me dejes no me dejes
y eso no se pide
y yo lo estoy pidiendo
como una indigente pido
no tengo verguenza
tengo miedo
tengo mucho miedo

188 189
y luego, ¡ay! luego están esos los otros días y la luna más alta y más desnuda que el viento
los inexplicablemente hermosos rompiéndose en ese cielo
y los sueños de amor tan violentamente azul
aunque no sean más que sueños como un enjambre de estrellas
y los boleros astillándose el corazón
y el perfume rojo de los claveles rojos y del miedo dime ¿qué sabes tú del miedo?
y el vértigo de esto que estoy sintiendo
ah! si pudiera sumergirme en la Kastalia
y quedar purificada
como si hubiera ido a la Mikveh para ti
para que tomes de mí lo que es tuyo
para morirme de amor
aun cuando no haya amor
allí está el principio
allí comienza el comienzo
allí el desbordamiento
lo inmenso desbordado allí
allí el saber que así debe ser
que así ha sido siempre
que no sabemos nada
que siempre es la primera mañana
siempre el primer día
y no hay más no hay más
no sabemos más

190 191
y la luna allí impredecible y la luna se monta en las azoteas
certera como Artemisa y el calor le quita fuerza
la luna con sus garras blancas de leona y la deja caer
la luna escondiéndose entre los matorrales y la despoja y la desgaja
dispuesta a hundirse en mi carne y la deshace
allí escondida en este calor queda una mancha blanca
allí donde yo también me escondo un pétalo
y me dejo lamer entre las piernas un hilo
allí me dejo dar esos besos un miedo que no se dice
allí bajo esa música silenciosa y se hace lodo
allí aturdida por el calor queda la luna quemada por el sol
allí expuesta allí pido allí te pido queda la sangre seca
allí intoxicada de deseo queda su sombra
allí en ese abrasamiento queda un eco entre las piedras
allí en esa inmensidad queda un ruido roto
allí toco allí le guío
allí le ayudo con las manos
y él se deja guiar se deja hacer
lo hace me lo hace
hace lo que le pido
lo hace en la voluptuosidad
en el esplendor de la luna
lo hace llorando
y yo de bruces también lloro
y le pido más

192 193
y aunque es ella la que rige los ciclos menstruales estoy sumergida en ese sueño
y aunque no hace concesiones con la menopausia estoy sumergida dentro de ti
y puede ser despiadada con los bochornos
y los cólicos y los cambios de estado de ánimo ¿tú también tienes miedo?
la luna es ahora sólo una respiración
un sueño fragmentado

194 195
y la luna deteniéndose a las orillas de la cama mírame
y deslizándose dócil y blanca entre las sábanas mira como me abro
y tú y yo besándonos con los ojos cerrados mira como estoy de abierta para ti
y hundidos hasta el último miedo hundidos
hasta los todavía más hundidos besos
allí libándonos el uno al otro
allí hundiéndonos el uno en el otro

196 197
y tus dedos ávidos diestros el martirio del éxtasis
hurgan penetran la caída en el otro en lo otro
y el placer se hace más intenso la felicidad sobrepasa al placer
más fuerte
más despiadado
mórbido dulcísimo
incontrolable
y acabo orinándome como una niña
y el llanto también es de niña
y la luna se oculta
y nos deja a solas
y solos
y lo demás ya no existe
lo único que existe somos tú y yo

198 199
y yo con las piernas abiertas sé que el amor tiene ese poder
con los brazos abiertos sé que esa muerte es exhuberante
con el sexo abierto sé que para merecerla
temblándome tengo que dejarme comer el corazón
derramándome lo supe desde el primer beso
sudada crucificada sé que me tomó una vida saberlo
me estoy muriendo de amor sé que pude no haberlo sabido

200 201
y el cuerpo vulnerado se somete al placer estoy allí ofrendada
se somete a ese gozo se deja gozar lamiéndote como una perra
amor amor qué cosas nos hacemos lamiéndote las manos lamiendo tus pies
sin saber lo que nos hacemos lamiendo tu sexo
recorriéndote con la lengua como una perra
invisibles tatuajes mis besos
pequeñas corzas desbalagadas
buscando el olor de su madre
mis besos

202 203
mis besos temblando ¿qué son para mí los días si pierdo mi amor por ti?
temblándose bajo esa luna oscura ¿qué son si pierdo la belleza de mi amor por ti?
oscura como una perla de los mares del sur ¿qué son si pierdo la terrible belleza de mi amor por ti?

204 205
y la belleza desollándose y el abrasamiento más solo
desollándose en su hermosura más solo y más ensimismado

206 207
y no necesito comer y de todo esto
y no necesito dormir ¿qué va a quedar?
y no necesito de los días
y no necesito las noches
vivo sin saber de mí
vivo sin vivir en mí
el deseo abarca todo
arrasa con todo
soy sierva de la loca
la insondable
la inasible pasión

208 209
y yo pidiendo más y pidiéndole más y la lengua metiéndose en la hendidura del sexo
y más y más y tú dejándote dándote
y él llevándote a más y a más
y más y tú dejándote más y más
y más y más

210 211
y por un instante la luz y el placer me estalla y él lo lame
cae sobre la luz y el amor se me viene encima como una fiera
y la luz se deslumbra
y se queda ciega
y entonces se devela el Misterio
y es tan breve en su manifestación
y tan oscuro el repentino esplendor
y tan oscuro el placer de ese esplendor
y tan oculto cuanto más se devela
tan oculto que las palabras
no alcanzan a nombrarlo
y los astros no tienen piedad
y el instante se pierde
y yo me pierdo en él

212 213
¿qué hice de mi vida? ¿dónde lo huérfano?
¿qué hice de mi vida? ¿dónde dentro de mi golpea?
¿hasta dónde me la lastimé? ¿dónde golpean las palabras?
¿hasta dónde me dejé lastimar? ¿dónde si lo golpeado no tiene palabras?
¿hasta dónde me la lastimaron?

214 215
y el miedo allí en el otro miedo allí el miedo
el de más adentro el más temido allí agazapado
allí creciéndose como un cáncer allí inevitable
allí acechándome
no hay nada que lo detenga
es un absoluto
como el amor a Dios
como el amor a ti
como tomar los hábitos
y encerrarme en mí

216 217
y el perdón no me perdona necesita tiempo mucho tiempo y la locura es ahora más callada
tiempo para perdonar y más sutil y más enloquecida
y para cuando pueda llorarla
y ya no queda tiempo ya no tendrá importancia

218 219
y mi madre tiene más miedo que yo y crecen rosas
y está más huérfana que yo rosas como arterias
y yo traigo su miedo rosas echando sangre
y hago lo que ella quiere qué estoy herida madre!
y soy lo que ella quiere qué me heriste madre!
y las prohibiciones siguen qué me saqueaste madre!
y los castigos siguen qué me dañaste madre!
y es allí donde habito déjame salir de ti!
allí me cobijo déjame salir!
allí encuentro sosiego
allí en ese hueco en esa carencia
en ese agujero allí

220 221
¿y de qué madre huyo? y las fotografías quedaron allí olvidadas
¿y qué madre huye de mí? y este diálogo es un monólogo casi ya sin voz
dichoso aquel que huye de su madre y es aquí donde las palabras sin voz se arrodillan y se quiebran
dice Lezama Lima y es aquí que la muchacha que llora abrazada a su madre muerta
y yo de quién huyo si traigo el útero dentro sigue llorando dentro de mí
de quién si no puedo salir de esa matriz
no puedo salir y la madre
está fría y está cumplida
y yo allí hambreándome de su hambre
allí dentro de esa madre que tuve
allí dentro de esa madre que me inventé
y nos devoramos la una a la otra
y no nos saciamos
y la madre también soy yo

222 223
y los ciruelos llenándose de pájaros y mi mamá se hizo vieja y en un domingo
y las ramas enraizándose en la tierra se puso un zapato azul y un zapato negro
y en la alacena los frascos de mermelada y ella sin darse cuenta y con sus perlas
sellados con parafina y su broche de jade y el absurdo de esos zapatos
y la desolada desoladísima desolación de esos zapatos

224 225
y nunca dejó de fumar comienza a llover
fumó hasta el último día la lluvia golpea las piedras
y se ahogó en sí misma golpea
y yo me quedé sin ella golpea las nubes
y con todo lo que de ella traigo dentro de mí las nubes golpeadas
se amontonan como focas
golpea a la luna
la luna golpeada se ahoga en el agua
los golpes son cada vez mas fuertes
más precisos
más desesperados
y la lluvia no cede
golpea como un látigo
golpea como el miedo
golpea inmisericorde
implacable golpea
no para de golpear
no para de llover
llueve y llueve
y llueve

226 227
y el oráculo se rompe ‫בא שערט בא שערט‬
la línea que lo sostiene se rompe ‫עס איז בא שערט‬
la red de protección se rompe Bashert Bashert
y yo sigo allí obedeciéndola es iz Bashert
y ella allí ahogándose es iz Bashert
y yo allí ahogándome en ella es iz Bashert
así tenía que ser
así estaba escrito
¿dónde está escrito?
¿qué es escribirlo?
¿el destino está antes del aleph?

228 229
cubro con besos tu miedo y el solsticio se inclina ante la madre
la tierra va a cubrirte y la alimenta
la tierra va a cubrir todo ese miedo y ella alimenta este sueño
y el olvido va a cubrir al miedo y en ese sueño estoy yo

230 231
y el sueño se interumpe abruptamente tuve respuestas más recónditas que las preguntas
como si lo hubiese mordido una víbora lo que de veras soy escapa a mi entendimiento
no sé quién en mí decide por mí
y salto al abismo de las alturas
y me enredo en mis propias alas

232 233
y cada día es único imprevisible imperfecto ¿y qué queda?
sólo el vacío es perfecto ¿qué va a quedar?
y la vida está llena de imperfecciones ¿qué de lo que fui?
y no sé cómo vivirla ¿qué de mi?

234 235
y lo que no hice ¿estás llorando?
y lo que no dije no lo sé
y lo que no di
todo eso que me guardé quizás y eres tú la que llora
¿para qué?
¿para quién lo guardé?

236 237
¿a quién apelo como Job ante Dios? y la voz con sus esdrújulas
la loca con sus vocales aún más locas
¿ante quién me interrogo? y sus acentos y sus diéresis
y sus puntos y sus comas
¿a quién le estoy hablando? se está muriendo
¿quién me está hablando? a zarpazos y a sollozos se me está muriendo
y yo aquí sola sola sola sola sola
y ella diciéndome que ya no tiene nada que decirme

238 239
y la madre en la terraza grande y regreso a ti como antes y como siempre regreso a ti
juega mahjong con sus amigas mírame aquí estoy aquí en tu sueño aquí contigo
y fuma un cigarrillo tras otro aquí en el esplendor del sol
y las señoras están concentradas
y también fuman y toman café
y yo ahora estoy más vieja que tú
y me pinto el pelo como tú
y traigo tus aretes de perlas
y me parezco a ti
y tú estás muerta
verdaderamente muerta
más muerta y más sola
y más desamparada que yo

240 241
¿es que no hay nadie?

¿nadie?

¿ni siquiera yo?

y en la mesa olvidados en un vaso de agua


quedan los claveles rojos de este sueño

242 243
cálido apasionado cuerpo
dime qué hago con todo este miedo
no me dejes
¿qué hago?

244 245
Dice: Dice:
tienes que regresarte a ti estás en la belleza de estar viva en esta tu vida
tienes que regresar aquí en tu cuerpo aquí están tus alas

246 247
Dice: deja que llegue a ti la palabra
¿por qué te dices que no sientes ya pérdida déjala significar el nombre
en perder tu vida? déjala oscura y silenciosa
el nombre no se nombra
¿por qué te dices esa mentira? se nombra su presencia
su eco su resonancia
el nombre no se pronuncia
deja que la palabra fluya
deja que se filtre en sangre
déjala desangrarse en ti
no la indagues
no la preguntes
déjala ser
déjala nacida
déjala latiendo
muda como el nombre de Dios
lávala límpiala santifícala
es ella la que te guía hacia ella
mírala de frente
está adentro de ti
sábete que está bendita
sábete que no es el fruto de tu vientre
sábete que está en todos y es de nadie
sábete que te ha bendecido

248 249
Dice: Dijo:
no sabías el amor yo soy La palabra
ahora lo sabes yo soy la que nace naciéndose de sí misma
esa es la respuesta que buscabas ábrete para que te llene de mí
abréme tu sexo ábremelo
y siente cómo penetro y te fecundo
ábrete al placer de estar preñada de lo que no puede decirse
y que ahora sabes
siéntelo
deja que te inunde
no tengas miedo
estoy aquí
aquí en ti y contigo
gózame y goza tu vida
la única y tuya y de ti y para ti
esta es la única eternidad que tendrás nunca
date a luz a ti misma
empújate hacia afuera
y nómbrame

250 251
dice:
toca

¿sientes?

¿sientes
cómo te desborda?

ese fluir
dijo el rabino Zusya poco antes de morir:
“cuando esté ante las puertas del cielo no me van a preguntar ese gozo
¿por qué no fuiste Moisés? sino ¿por qué no fuiste Zusya?”
¿por qué no llegaste a ser lo que sólo tú podías llegar a ser? míralo

no se dice

es tú misma


en ti

hablo de los pulsos

no es la luz

es tú

tú en luz

el corazón en luz

luz disuelta en clorofila

¿la oyes?

252 253
fluye ¿en qué parte
de mí
se inclina estoy?

dócil ¿adónde?

húmeda
y esta alegría casi
dice: azul
como un lote baldío
¿escuchas?
parece un águila
es tu respiración
un quetzal

y lo que hubiese querido ser


y más hey no te vayas
dice una voz
y más dentro
de mí

no es que pueda explicar


pero quédate

esto soy yo
éstos los días

la vida
y

254 255
estoy aquí

me dejo estar en el calor


del final del verano
oigo mi respiración
que es también la tuya en esto que siento

no sé a quién le hablo alta

el viaje indómita
en lo más solo
como una sequoia
necesita ser
compartido como una yegua joven

y la luna súbita
donde se ahogó Li Po
impredecible
baja
hasta el estanque
y en su vuelo
y yo
que siempre soy otra la palabra

y la misma allí

aquí donde la luz

en este año de mi edad se dobla


que son todos los años

256 257
el sol atrévete
entre los narcisos
dame
deslumbrado
come
¿qué hago de mi mano
con tanta
belleza?
desbórdame
¿y si me quedara
sin palabras? palabra

de toda
misericordia

¿vas a dejarme?

y si digo
es el alma

¿digo algo?

258 259

adónde es amasijo de luz
que he estado
que estoy desembocadura

adónde se me fue la vida la claridad


la vivida
como si se le acabara
adónde el corazón
la por vivir
se está así en Dios
y si hubiera sido otra
sería la misma otra -en lo que llamamos
Dios-
no tengo más vida
que ésta
que me vive y yo ahí
y yo con ella
en ella como quien mira
como quien oye
en esto que soy
yo la intrusa
y en esto otro la de ti presentida
que también
soy espera

y que no sé qué es y tiembla

mía de mí el humano temblor


mi vida
toda de ante ti

¿y si supiera y falta el aire


qué sabría?

260 261
siente
ah esperada

en tu gozo sí puedes
reclamo
lo que colmado siente

colma
¿sientes?

¿quién es ésa
que me hace ser
la que inunda
soy
penetra
y para qué
duélese
y por qué
es que soy? allí

en su belleza

duélese
en ti

dice:
tómame

ábreme

ábrete en mí

262 263
y la alegría

doblega

profundo

duele

duele su belleza tosca

su silencio

duele

y el cielo de septiembre
baja
hasta mí
cálido

y cubierto de niebla

y yo
que un día
moriré

estoy aquí

en este instante
que es todos los instantes

estoy viva

264 265
Glosario:
Adonai Eloheinu Adonai Ejad (El Señor es nuestro Dios, el Señor es uno…): fragmento de
la plegaria más importante de la religión judía.
Agua de horchata: es una bebida refrescante hecha con arroz muy popular en México.
Alebrijes: animales fantásticos y surrealistas de madera y cartón, pintados a mano y
originarios de Oaxaca.
Amate: es un papel hecho de la corteza de un árbol y desde los tiempos prehispánicos
se usa para escribir textos y hacer dibujos.
Amole: planta nativa de México. Sus raices se utilizan como jabón.
Aní ledodí vedodí lí: ‫אני לדודי ודודי לי‬: yo soy de mi amado y mi amado es mío… estas
palabras del “Cantar de los Cantares” las sigue diciendo hasta el día de hoy la novia en
la ceremonia de matrimonio judío.
Ate: una especie de jalea dulce. Las mas usuales son las de membrillo, guayaba y ciruela.
Atole: bebida elaborada con maíz cocido diluido en agua o leche.
Babalawo: Santero cubano. Predicen tu futuro con el Tablero de Ifá y hacen limpias y
curaciones. En sus ceremonias de iniciación los babalawos suelen caer en trance.
Bashert: palabra en idish que significa destino: es is bashert: así tenía que ser, así estaba
predestinado. ‫ בא שערט בא שערט‬
‫עס איז בא שערט‬

Bola de Nieve: Ignacio Villa (1911-1971) cantante, compositor y pianista cubano. Su


estilo personalísimo lo coloca dentro de los grandes del bolero. Su cara redonda y negra
le valió el apodo de Bola de Nieve.
Bolero: el bolero es un género musical que se originó en Cuba a principios del siglo
XX. Entre los compositores más destacados del género se encuentran los cubanos Bola
de Nieve, José Antonio Méndez y Frank Domínguez y los mexicanos Agustín Lara y
Armando Manzanero. Los boleros son muy románticos y sensuales. En Cuba a esta
música la llaman “el filin” y dicen que enferma de amor si la oyes mucho.

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Callo de hacha: especie de molusco bivalvo que se encuentra en los estuarios, bancos de Escuincles: término de origen náhuatl para designar a un niño o muchacho.
arena, bahías y lagunas costeras del Pacífico desde Baja California hasta el Perú.
Guanábana: es una fruta tropical dulce con un toque ácido.
Cempasúchiltl: flor nativa de México de color anaranjado de uso común en las fiestas de
Guayabera: camisa de mangas cortas o largas adornadas con bordados y bolsillos en la
Día de muertos o de Todos los Santos.
pechera y faldones, de uso común en el sur de México y el Caribe.
Cenote: son los accesos naturales a los ríos subterráneos de Yucatán. Tuvieron un gran
Gusanos de maguey: especie de larva de lepidóptero que crece en las pencas de la planta
significado en los ritos ceremoniales de la cultura maya.
del agave y consumida en la cocina mexicana tradicional.
Champurrado: preparación mexicana elaborado con maíz molido, chocolate oscuro y
Hagadá: significa relato o narración. La Hagadá más conocida es la de Pesaj (Pascua), que
agua con vainilla.
narra la historia del éxodo de Egipto.
Chapulines: nombre náhuatl dado a grillos o saltamontes. En México se preparan con
Huachinango: pez americano también conocido como pargo rojo.
ajo, sal y chile para su consumo.
Huaraches: nombre con el que se designa cierto tipo de sandalia en México.
Charales: son peces pequeños de agua dulce.
Huauzontles: planta comestible nativa de México.
Chiquihuite: nombre que reciben en México diversos tipos de canastas tejidas con palma,
mimbre, bejuco o carrizo para poner las tortillas calientes en la mesa. Huipiles: blusa o vestido de la cultura indígena de México y América Central adornado
con motivos coloridos que suelen estar bordados a mano.
Cilindrero: también conocido como organillero, es el ejecutante o manejador de un
instrumento conocido como organillo que reproduce melodías grabadas en cilindros Huitlacoche: hongo comestible de sabor muy apreciado en México.
de metal o de papel. Aunque de origen europeo, la música de los cilindreros es un
Idish: es la lengua de los judíos de Europa central y tiene casi mil años de antigüedad.
componente habitual de la cultura metropolitana mexicana.
Su origen es un dialecto antiguo del alemán y se escribe con caracteres hebreos.
Conchas: variedad de pan dulce mexicano llamado así por el parecido de su forma al de Desafortunadamente el idish es un idioma que está desapareciendo.
las conchas de mar.
Iguanas: es un gran lagarto árboreo en peligro de extinción típico de Oaxaca.
Copal: nombre que recibe un conjunto de resinas aromáticas vegetales. El copal es un
Iztaccíhuatl: volcán inactivo del Valle de México, llamado también “La mujer dormida”.
elemento muy importante en la tradición médica y religiosa de mesoamérica desde la
época prehispánica. Kadish: (de la raíz hebrea que significa sagrado) es la oración para difuntos. Está escrita
en arameo, no habla nunca de la muerte y es una alabanza a Dios.
Cuernavaca: llamada también la ciudad de la eterna primavera.
Kadosh: viene de Kidush: santificar o consagrar. Kadosh Kadosh Kadosh: Santo Santo
Cuetlaxóchitl: la flor de nochebuena, originaria de México, tambien llamada poinssettia.
Santo. Parte del Sanctus en la Misa Católica y palabras de la Keddushah, plegaria judía.
Epazote: planta aromática empleada como condimento en diversos guisos mexicanos.
Kastalia: una de las fuentes cerca del Oráculo de Delphos donde se bañaban las sibilas.
Escamoles: huevos de hormiga muy apreciados como alimento en la cultura mesoamericana
Kol Nidrei: es la oración con la que se inicia el servicio de Yom Kipur (Día del Perdón).
desde tiempos prehispánicos.
Su música es una de las más hermosas y solemnes de la liturgia judía.

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Leteo: del griego λήθη: olvido. Río del inframundo cuyas aguas otorgan el olvido. Petates: tipo de alfombra tejida o estera utilizada en América Central y México.
Mamey: fruto de pulpa de color naranja oscuro originario de México. Cuando está Pico de Tucán: es una flor de clima cálido llamda así por su parecido al tucán y es de color
partido a la mitad parece una vulva. rojo y amarillo.
Metate: nombre que recibe en México desde los tiempos prehispánicos un mortero de Pinole: elaborado con harina de maíz tostado y molido.
piedra de forma rectangular. Se usa para moler diversas cosas entre otras el maíz para
Pirado: nombre vulgar para designar a un loco en México.
hacer las tortillas.
Plátanos tabasco y dominicos: varían en tamaño y sabor, los dominicos son más dulces y
Mezcal: viene del náhuatl mexcalli: «maguey cocido» es una bebida alchólica a la que
más pequeños.
también le dicen: «bebida caída del cielo» generalmente ponen un gusano dentro de la
botella y es la bebida por excelencia de Oaxaca, Pulque: la palabra es de origen náhuatl y es una bebida alcohólica fermentada del
agave o maguey. Se consume más en las zonas rurales y se la conoce desde los tiempos
Mijo: es un cereal muy nutritivo utilizado como alimento para aves.
prehispánicos. Dicen que se debe tomar despacito a besos y no de un solo trago como
Mikveh: baño ritual de purificación en aguas vivas (agua de lluvia) se deben llevar a cabo el tequila.
7 abluciones.
Pythia: del griego πυθώνισσα: sacerdotisa de Apolo que daba los oráculos en el Templo
Molcajete: nombre que desde los tiempos prehispánicos recibe en México un mortero de Delphos sentada en un trípode. La Pythia o Sibila era también la posesa, la vidente.
de piedra tallada en forma cóncava para macahacar especies, principalmente chiles para
Quelites: son riquísimos en guisos mexicanos acompañados de carne o solos.
hacer salsas, se trituran con otra piedra llamada tejolote.
Quintoniles: especie herbácea de la familia del amaranto.
Mole: dstintos tipos de salsas mexicanas hechas a base de chile y especias.
Rosh Hashaná: Año Nuevo Judío.
Nahual: dentro de las creencias mesoamericanas es un ser sobrenatural que tiene la
capacidad de adoptar forma animal. El término refiere tanto a la persona que posee esa Ruda: planta medicinal a la que se le atribuyen propiedades esotéricas de protección.
capacidad como al animal mismo que hace la veces de su alter ego.
Sadhu: asceta hindú mendicante. Los sadhus andan practicamente desnudos y con el
Pápalo: planta comestible desde la cultura prehispánica de México. cuerpo cubierto de ceniza.
Papalote: su nombre quiere decir mariposa. La palabra es de origen náhuatl y lo conocemos Saudades: palabra de origen portugués. Describe un sentimiento de nostalgia, tristeza,
como cometa. melancolía, añoranza de alguien o de algo.
Parque de Polanco: este parque está en el corazón de la Colonia Polanco en la Ciudad de Sequoia: “tectonia grandis” árbol gigante originario del norte de California. En plena
México y lo inaguró en los últimos años de 1930 el Presidente Lázaro Cárdenas. madurez puede superar los 100 m de altura.
Parque México: construído en 1927 en la Colonia Hipódromo Condesa, es uno de los Shajarit: oración de la mañana.
parques más hermosos de la Ciudad de México y fue durante varias décadas un sitio
Shofar: cuerno de carnero que desde la antigüedad se ha tocado en Rosh Hashaná y a la
de reunión de muchos de los emigrantes judíos que salieron de Europa huyendo de las
terminación del servicio religioso de Yom Kipur.
persecuciones antisemitas.

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Talavera: Cerámica de barro vidriado típica del Estado de Puebla desde el Siglo XVI. El Yizkor: viene de la raíz hebrea zajor: recuerda. Es una oración que se inicia con las
color tradicional fue por mucho tiempo el blanco y el azul. palabras: “Recuerda Dios el alma que pasó a la vida eterna.”
‫ יזכר אלהים נשמת אמי מורתי שהלכה לעולמה‬Se reza solo cuatro veces al año en la sinagoga en
Threnos: del griego θςήνος: lamento. Es una lamentación por alguna calamidad o
memoria de la madre, el padre o de algún hijo.
desgracia. Un canto fúnebre.
Yom Kipur: Día del Perdón. Es el día más solemne del año judío y se reza en ayuno
Tlacoyo: tortilla de masa de maíz a la que se le pone en medio frijol o queso para formar
durante 24 horas.
una pieza alargada en forma de óvalo.
Zanates: son aves negras de plumas brillantes, los machos son hermosos y grandes y su
Tlayuda: tortilla de maiz grande, rellena de frijol y bañada en salsa roja, típica de los
canto es fuerte y estridente, a veces se les confunde con los cuervos.
valles centrales del estado de Oaxaca.
Zapote: nombre náhuatl para un tipo de fruta tropical de pulpa negra y dulce.
Toloache: nombre náhuatl para un tipo de planta de propiedades psicoactivas empleada
comúnmente en la brujería para enamorar o enamorarse. Zapoteco: el zapoteco se habla en el Iztmo de Tehuantepec y sus alrededores. Hay unos
100 mil hablantes del idioma. Los zapotecos se autodenominaban «gente de las nubes».
Toráh: (de la raíz Ohr: luz y del verbo Leharot: iluminar) La Toráh está dividida en dos
partes, la escrita y la oral. La escrita es la que llamamos Biblia o Antiguo Testamento y Ziricote: árbol caducifolio del sureste de México. Su madera es muy dura y casi negra.
la oral es el Talmud.
Zohar o Libro del Esplendor: texto cabalístico escrito en España a finales del siglo XIV.
Tunas: es el fruto del nopal y es emblemático de México. Para comerlo se le quita la
cáscara que tiene muchas espinas, ademas de su rico sabor y de que puede prepararse de
distintas maneras, posee enormes beneficios para la salud
Vainilla de Papantla: los totonacas que habitaban esas tierras del Estado de Veracrúz la
llamaban “la flor negra”.
Verdolagas: es una planta popular en los guisos mexicanos y tiene propiedades nutritivas
y curativas.
Xochimilco: palabra náhuatl que significa «en el lugar de la sementera florida» . Ubicado
en el sur de la Ciudad de México fue declarado en 1987 patrimonio de la Humanidad.
Tristemente está en deterioro aunque se puede todavía disfrutar recorrer el lago en las
vistosas trajineras adornadas con flores.
Yitgadal veyitkadash shemé rabá…: ‫ יתגדל ויתקדש שמה רבא‬con estas palabras se inicia el
Kadish. Es una plegaria que santifica y exalta el nombre de Dios. Se reza en memoria de
los muertos.

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Créditos y Notas

Pág. 125: Rabbi Nachman De Breslau Pág. 130: G. Seferis


Pág. 144: Lorine Niedecker
Pág. 154: W. B. Yeats
Pág. 162: William Blake

Pág. 34:
‫יזכר אלהים נשמת אמי מורתי שהלכה לעולמה‬
Recuerda Dios el alma de mi madre, mi maestra, que regresó a su semilla, a Tí, Dios.

Pág. 114: los últimos 4 versos son de Charles Olson. No los puse en cursivas porque
resaltaban de una manera que interfería con el uir del poema.

Pág. 159:

el camino del cielo está empedrado de infiernos


y el camino del infierno está empedrado de cielos
Poema Sufi

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Agradezco el apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes de México ya que
algunas de las partes de Migraciones fueron escritas como becaria del SNCA (Sistema
Nacional de Creadore)

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