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Facultad de Enfermería y Fisioterapia

Grado en Enfermería

TRABAJO FIN DE GRADO

Trabajo de carácter profesionalizante

Cuidados Paliativos en la enfermedad hepática


avanzada: Cirrosis Hepática

Autor: Juan Santos Martín

Tutor: Antonio Manuel Cardoso Muñoz

Salamanca, mayo de 2021


Índice
Listado de abreviaturas

RESUMEN ................................................................................................................. 1

INTRODUCCIÓN ..................................................................................................... 2

OBJETIVOS............................................................................................................... 4

DESARROLLO DEL TEMA ................................................................................... 5

1. Metodología .......................................................................................................... 5

2. Cirrosis hepática ................................................................................................... 5

2.1. Concepto y causas ....................................................................................... 5

2.2. Clínica ......................................................................................................... 6

2.3. Evolución, diagnóstico y tratamiento .......................................................... 9

2.4. Criterios de terminalidad en la enfermedad hepática avanzada ................ 10

3. Cuidados de Enfermería ..................................................................................... 11

3.1. Valoración según las catorce necesidades de Virginia Herdenson. .......... 11

3.2. Plan de Cuidados ....................................................................................... 14

CONCLUSIONES ................................................................................................... 22

BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................... 23

ANEXOS ................................................................................................................... 25
Listado de abreviaturas

ABVD Actividades básicas de la vida diaria.

AINES Antinflamatorios no esteroideos.

CP Cuidados paliativos.

EASL The European Association for the Study of the Liver.

INR Índice internacional normalizado.

MELD Model for End-stage Liver Disease.

NANDA North American Nursing Diagnosis Association.

NIC Nursing Interventions Classification.

NOC Nursing Outcomes Classification.

OMS Organización Mundial de la Salud.

PAE Proceso de Atención de Enfermería.

r/c Relacionado con.

SECPAL Sociedad Española de Cuidados Paliativos.

VHB Virus de la Hepatitis B.

VHC Virus de la Hepatitis C.

VIH Virus de la inmunodeficiencia humana.

WHPCA Worldwide Hospice Palliative Care Alliance.


RESUMEN

El aumento de la esperanza de vida que ha experimentado la sociedad se ha


acompañado de un incremento proporcional de las enfermedades crónicas, entre las
que se incluye la cirrosis hepática. Cuando estas patologías ya no disponen de un
tratamiento curativo, entran en juego los cuidados paliativos.

Los cuidados paliativos tienen como objetivo mejorar la calidad de vida de los
pacientes que se encuentran próximos a la muerte, sin alargar ni acortar el tiempo hasta
la muerte. La cirrosis hepática en fase terminal se caracteriza por presentar una
sintomatología heterogénea que limita la capacidad del enfermo para llevar a cabo las
actividades básicas de la vida diaria, lo que conlleva un detrimento de su calidad de
vida.

Enfermería constituye una pieza fundamental dentro del equipo


multidisciplinar de cuidados paliativos. El objetivo de este trabajo es desarrollar de
forma individualizada un Plan de Cuidados de Enfermería basado en las necesidades
establecidas por Virginia Herdenson, que permitirá brindar una atención integral al
paciente y a sus familiares.

Palabras clave: cuidados paliativos, enfermedad terminal, enfermedad hepática


avanzada, cirrosis hepática, plan de cuidados de Enfermería.

1
INTRODUCCIÓN

En las últimas décadas se ha observado un aumento progresivo de la esperanza


de vida, sin embargo, este hecho no equivale a un mayor número de años con buena
calidad de vida. Esto es debido, entre otros factores, a una mayor prevalencia de
enfermedades crónicas, entre las que se incluye la cirrosis, conforme envejecemos1.
En España, la esperanza de vida al nacer es de 80,7 años en hombres y 86,3 años en
mujeres, mientras que los años de vida en buena salud son 68,0 tanto en hombres como
en mujeres2.

Las enfermedades crónicas en fase avanzada, se caracterizan por afectar a una


población envejecida, con una gran dependencia y fragilidad. La dificultad para
determinar la fase terminal de estas enfermedades por su irregular evolución y el
intenso tratamiento con intención curativa que reciben próximo a la muerte, provoca
que la asistencia paliativa que se proporciona este grupo sea escasa3, 4.

Los cuidados paliativos (CP) tienen como objetivo principal mejorar la calidad
de vida de los pacientes y sus familiares en las fases finales de una enfermedad
terminal. Actualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) los define de la
siguiente forma: “Los cuidados paliativos constituyen un planteamiento que mejora
la calidad de vida de los pacientes (adultos y niños) y sus allegados cuando afrontan
problemas inherentes a una enfermedad potencialmente mortal. Previenen y alivian
el sufrimiento a través de la identificación temprana, la evaluación y el tratamiento
correctos del dolor y otros problemas, sean estos de orden físico, psicosocial o
espiritual” 5.

En el año 2017, se estima que a nivel mundial, más de 56,8 millones de


personas requirieron CP. Del total de defunciones mundiales en ese año, un 45,3%
requirieron una asistencia paliativa6. Actualmente, la OMS establece que solo un 14%
de las personas que requieren CP los reciben5.

Los CP son aplicados a pacientes que presentan una enfermedad terminal, la


cual se define por los siguientes criterios7, 8:

− Diagnóstico de una enfermedad avanzada, progresiva e incurable.


− Nula respuesta al tratamiento específico e individualizado, o persistencia de los
síntomas pese a los esfuerzos terapéuticos.

2
− Presencia de complicaciones, síntomas de carácter intenso, múltiples,
multifactoriales y/o cambiantes.
− Elevado impacto emocional para el paciente, la familia y el equipo terapéutico,
relacionado con la presencia de la muerte.
− Alta demanda y uso de recursos asistenciales.

El ámbito de aplicación de los CP incluye tanto a pacientes oncológicos, como


a aquellos con enfermedades crónicas avanzadas no oncológicas. La patología,
diagnosticada en adultos, que requirió más CP a nivel mundial en 2017 fue el cáncer.
Más del 70% restante correspondía a las enfermedades crónicas no oncológicas, donde
se engloban las insuficiencias orgánicas (cardiaca, respiratoria, hepática y renal), el
paciente geriátrico, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el ictus, las
demencias y otras afecciones. En lo que respecta a las enfermedades hepáticas, del
total de CP en ese año, representó un 2,4% (Figura 1)6.

1%
2% Neoplasias malignas 28,2%
2% 3%
2% VIH 22,2%
2,4%
Enfermedades cerebrovasculares 14,1%
Demencia 12,2%
5% 28,2
Lesión, envenenamiento, causas externas 6,4%
6%
Enfermedades pulmonares 5,0%
Enfermedades hepáticas 2,4%
12% Degeneración del Sistema Nerviosos Central 2,2%
Tuberculosis 2,1%
22% Cardiopatías no isquémicas 1,8%
14%
Insuficiencia renal 1,0%
Otras patologías

Figura 1. Necesidad mundial de cuidados paliativos para adultos por grupos de enfermedades
(>20 años) en 20176.

Respecto a la distribución por grupos de edad, los adultos entre 20 y 69 años


diagnosticados de patologías hepáticas presentan una mayor necesidad de CP que los
mayores de 70 años, siendo uno de los grupos de enfermedades que mayor población
joven requiere CP6.

La importancia de incidir en los CP en la cirrosis hepática es debido al gran


número de pacientes que fallecen sin recibir una adecuada asistencia paliativa. Una de
las razones a las que se atribuye este hecho, es la complejidad de pronosticar el curso
evolutivo de la enfermedad respecto a otras patologías crónicas, ya que presentan
varios periodos de exacerbación y recuperación9,10.

3
OBJETIVOS

A la hora de llevar a cabo este trabajo, hemos establecido una serie de objetivos
dirigidos a adquirir conocimientos sobre la enfermedad hepática terminal y los
cuidados que puede proporcionar Enfermería.

Objetivo general

Realizar un Plan de Cuidados de Enfermería en pacientes diagnosticados de


cirrosis hepática, con la finalidad de valorar adecuadamente todas sus necesidades y
desarrollar una atención integral en la fase terminal de la enfermedad.

Objetivos específicos

− Dar visibilidad a los cuidados paliativos en pacientes que padecen cirrosis


hepática.
− Conocer las posibles complicaciones que presenta la cirrosis hepática.
− Describir las funciones de Enfermería dentro del equipo multidisciplinar e
interdisciplinar encargado de los cuidados paliativos e incidir en las actividades
específicas relacionadas con el alivio de los síntomas y el duelo.

4
DESARROLLO DEL TEMA

1. Metodología

Este trabajo consta de dos apartados. Una primera parte basada en una revisión
bibliográfica no sistemática centrada en la cirrosis hepática en situación terminal, y un
segundo apartado en el que se desarrolla un Plan de Cuidados de Enfermería mediante
el Proceso de Atención de Enfermería (PAE) en pacientes con dicho diagnóstico.

Respecto a la revisión bibliográfica, se ha realizado una búsqueda, tanto en


inglés como en castellano, utilizando los motores de búsqueda PubMed/Medline,
Google Scholar; siendo la fecha de última consulta el 23 de febrero de 2021. Las
palabras clave utilizadas fueron: (“liver cirrhosis”, “cirrosis hepática”, “insuficiencia
hepática avanzada”) y (“palliative care”, “cuidados paliativos”). Los artículos
seleccionados fueron revisiones, revisiones sistemáticas y meta-análisis, acotando los
años de publicación entre 2010 y 2021. También se realizó una revisión dentro de la
bibliografía de artículos relevantes.

Otras fuentes de información utilizadas han sido páginas web especificas


relacionadas con el tema a tratar, como Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar
Social, Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL); Worldwide Hospice
Palliative Care Alliance (WHPCA), The European Association for the Study of the
Liver (EASL).

Para la elaboración del Plan de Cuidados de Enfermería, se ha realizado una


valoración integral utilizando como eje central las catorce necesidades establecidas
por Virginia Herdenson, y la taxonomía de North American Nursing Diagnosis
Association (NANDA), Nursing Outcomes Classification (NOC) y Nursing
Interventions Classification (NIC), disponible en la herramienta online NNNConsult.

2. Cirrosis hepática

2.1. Concepto y causas

La cirrosis es la etapa final de diferentes enfermedades hepáticas, caracterizada


por una fibrosis del tejido hepático que se acompaña de una distorsión en la
vascularización del hígado. La fibrosis resulta de un acúmulo de tejido conectivo
debido a la cicatrización repetida de diversas lesiones hepáticas11.

5
La distorsión vascular provocada por dicha fibrosis da lugar a una
redistribución de la circulación de la vena porta hacia las venas centrales,
comprometiendo el intercambio gaseoso en los hepatocitos y aumentando la
resistencia intrahepática al paso del flujo sanguíneo11. Este hecho junto con el
incremento del flujo sanguíneo esplácnico, como consecuencia de la vasodilatación
del lecho vascular, tienen como consecuencia el desarrollo de la hipertensión portal,
definida como la elevación del gradiente de presión venosa hepática por encima de 5
milímetros de mercurio. La hipertensión portal se relaciona directamente con dos de
las complicaciones principales de la cirrosis: la ascitis y la hemorragia por várices
gastroesofágicas12.

Las causas que se han identificado como inductores a la cirrosis son: la


enfermedad hepática alcohólica, los virus de la hepatitis B (VHB) y hepatitis C (VHC),
la esteatohepatitis no alcohólica, las enfermedades autoinmunes y otras causas
idiopáticas13. La hepatopatía alcohólica y el VHC, son las patologías que presentan
mayor incidencia en países desarrollados, mientras en Asia y África subsahariana la
causa principal es el VHB10,14.

Otros factores de riesgo asociados son el alcoholismo crónico, la edad


avanzada, el sexo masculino, la obesidad, la resistencia a insulina, la diabetes mellitus
tipo 2, la hipertensión arterial y la hiperlipidemia11.

2.2. Clínica

La enfermedad hepática terminal presenta una sintomatología heterogénea,


resultado de la progresiva aparición de complicaciones, y causante de una importante
discapacidad y dependencia en la realización de las actividades básicas de la vida
diaria (ABVD)14, 15. Una gran parte de las complicaciones de la cirrosis se producen
como consecuencia del desarrollo de hipertensión portal12.

La ascitis es una de las complicaciones que con mayor frecuencia se produce


por descompensación de la cirrosis. En el mundo occidental, es su principal causa,
constituyendo aproximadamente en el 80% de los casos. Esta acumulación de líquido
en la cavidad peritoneal es debido a la hipertensión portal. Este hecho, junto con la
vasodilatación del sistema esplácnico, da lugar a una mayor producción de linfa
esplácnica. Los cambios hemodinámicos dan como resultado la activación del sistema

6
renina-angiotensina-aldosterona. La retención de sodio produce una acumulación de
líquido y expansión del volumen de líquido extracelular, lo que conlleva la formación
de edema periférico y ascitis. Los signos exploratorios son aumento del perímetro
abdominal, edema periférico y afectación respiratoria de patrón restrictivo10, 12.

Si la ascitis aumenta la presión a nivel diafragmático, puede causar un


hidrotórax hepático. Esto es debido a la presencia de orificios en el diafragma,
provocando la progresión de la ascitis hacia el espacio pleural por trasudación. Por
tanto, el hidrotórax hepático se define como la acumulación de trasudado en el espacio
pleural sin estar asociado con otras patologías. Los efectos pueden ser una posible
insuficiencia respiratoria o la sobreinfección del líquido dando lugar a un empiema16.

La peritonitis bacteriana espontánea es una complicación frecuente de las


ascitis. Se trata de una infección del líquido ascítico sin tener origen a nivel
intrabdominal. La fisiopatología consiste en el paso de la microflora intestinal hacia
los ganglios linfáticos mesentéricos y al líquido ascítico, que en condiciones normales
es estéril12.

Las varices gastroesofágicas son otra de las principales complicaciones de la


cirrosis. Aproximadamente el 33% de los pacientes con diagnóstico histológico de
cirrosis las presentan. Es una complicación directa del aumento de la presión portal,
incrementándose el flujo sanguíneo en los vasos colaterales. Estas pueden romperse y
causar hemorragia digestiva alta. La mortalidad asociada a hemorragia por varices
se sitúa en torno a un 20 a 30%12.

La encefalopatía hepática es una de las complicaciones más invalidantes. Es


debida al paso de sustancias tóxicas y productos nitrogenados procedentes del
intestino, hacia la circulación sistémica, como consecuencia de una reducción en la
capacidad hepática para metabolizarlos17. Estas sustancias actúan sobre el sistema
nervioso central, causando alteraciones neurológicas y psiquiátricas. La fase temprana
se caracteriza por disminución de la atención, aumento del tiempo de respuesta,
cambios en la personalidad, agresividad, somnolencia, alteraciones en la actividad
neuromuscular y en la velocidad psicomotora. Esta fase ocurre hasta en el 80% de los
pacientes que padecen cirrosis. Cuando la afectación es más grave, puede llegar al
estado de coma. Estos síntomas condicionan negativamente la calidad de vida de los
pacientes, sobre todo en la realización de las ABVD9.

7
El síndrome hepatorrenal se define como una insuficiencia renal funcional
causada por una vasoconstricción intrarrenal que tiene lugar en pacientes con
hepatopatía crónica. Se asocia tanto con alteraciones en la circulación renal arterial,
como con la reducción de la resistencia vascular periférica. Las enfermedades
hepáticas también pueden causar insuficiencia renal aguda prerrenal, en el contexto de
descompensaciones edemato-ascíticas12, 16.

El síndrome hepatopulmonar es un trastorno del intercambio gaseoso


pulmonar, causado por una vasodilatación intrapulmonar y la formación de
comunicaciones arteriovenosas pleurales y pulmonares, asociado a la hipertensión
portal. La manifestación clínica de este síndrome es la disnea, que se agrava con el
esfuerzo físico pero mejora en decúbito supino, a diferencia de lo que ocurre
típicamente en la insuficiencia cardiaca16.

El dolor es uno de los síntomas que con mayor frecuencia es referido por estos
pacientes, con una prevalencia entre el 30-79%, siendo las localizaciones más
frecuentes la abdominal y la lumbar. La discapacidad causada por el dolor se aproxima
a un 75%14. La intensidad del mismo se ha llegado a comparar a la del cáncer de colon
y de pulmón9, 13.

Respecto al manejo del dolor en estos pacientes, hay que tener en cuenta que
la función hepática está alterada, por lo que el primer escalón de analgesia, los
antinflamatorios no esteroideos (AINES), deben ser evitados. Estos inhiben la función
plaquetaria, favorecen la aparición de úlceras gastrointestinales, y son causantes de
insuficiencia renal al inhibir la vasodilatación arteriolar aferente. Por otro lado, los
opioides se deben utilizar con precaución ya que el metabolismo de primer paso
hepático está disminuido, por lo que la biodisponibilidad se verá afectada. Esto sucede
por ejemplo con la morfina y oxicodona, cuyo aclaramiento hepático está reducido y
su biodisponibilidad aumentada. Asimismo, además de tener en cuenta los efectos
secundarios de los opioides (estreñimiento, náuseas, vómitos, somnolencia, etc.), hay
que saber que pueden empeorar la encefalopatía hepática9.

Otros posibles síntomas que pueden aparecer son calambres, astenia, fatiga,
caquexia, atrofia muscular o desnutrición. La fisiopatología de esta última es
multifactorial: por un lado, existe un aumento del catabolismo y, por otro, una
disminución de la ingesta por falta de apetito y dispepsia9, 12, 14, 17.

8
A nivel endocrinológico, se ha observado una disfunción sexual relacionada
con hipogonadismo14, 18. Se manifiesta como impotencia, infertilidad y disfunción
eréctil en el 53-93% de los hombres. En mujeres, la anovulación crónica, la amenorrea
y la disfunción sexual está presente en un 77% aproximadamente. El interés sexual se
encuentra disminuido en un 65% y 40%, respectivamente14.

Al igual que otras enfermedades terminales, asociado al pronóstico de la


enfermedad, se puede presentar ansiedad y depresión. Además, a parte de todos estos
síntomas de los pacientes, sus cuidadores principales pueden desarrollar el
denominado síndrome de sobrecarga del cuidador19.

2.3. Evolución, diagnóstico y tratamiento

La evolución natural de la cirrosis parte desde una fase asintomática, conocida


como cirrosis compensada. Progresivamente se produce un aumento de la presión
portal y disminución de la función hepática, dando como resultado la denominada
cirrosis descompensada. En la fase asintomática, los pacientes presentan una buena
calidad de vida y la media de supervivencia se estima entre 10 y 12 años. Según va
progresando la enfermedad hacia la fase descompensada, se produce un acúmulo
gradual de síntomas que merma la calidad de vida de los pacientes y se caracteriza por
una evolución rápida hacia la muerte19, 20. Desde que se produce la descompensación,
la mortalidad a 5 años es del 85%14.

El diagnóstico se realiza mediante la historia clínica y exploración física, junto


con pruebas de diagnóstico por imagen (ecografía, tomografía computarizada,
resonancia magnética) que muestran un hígado irregular y nodular, y elastografía. En
el caso de ser necesario un diagnóstico diferencial, se realizará una biopsia hepática
que proporciona un diagnóstico definitivo y confirma la etiología18.

En la actualidad, el único tratamiento curativo de enfermedad hepática


avanzada es el trasplante hepático13, 14
. La cirrosis descompensada se considera
actualmente una enfermedad irreversible, ya que no existen tratamientos que
modifiquen el curso natural de la enfermedad. El manejo en la fase descompensada se
fundamenta en suprimir los factores etiológicos de la enfermedad y en tratar las
distintas complicaciones que se van desarrollando11, 16.

9
2.4. Criterios de terminalidad en la enfermedad hepática avanzada

Dentro del estudio de la patología hepática, se han desarrollado diferentes


sistemas de puntuación clínica con el fin de predecir el riesgo de mortalidad en los
pacientes diagnosticados de cirrosis. Entre ellas destacan dos, la puntuación Child-
Turcotte-Pugh y Model for End-stage Liver Disease (MELD). Ambos sistemas son los
más utilizados debido a la objetividad que presentan y su fácil uso13.

La clasificación Child-Turcotte-Pugh o Child-Pugh, fue inicialmente diseñada


para cuantificar el riesgo quirúrgico en el trasplante hepático. En 1972 fue modificada,
sustituyendo el parámetro de estatus nutricional por el tiempo de protrombina,
estableciendo la escala que se utiliza actualmente17.

Los parámetros que incluye son la presencia de ascitis y su cuantía, los niveles
de bilirrubina y albúmina en sangre, el tiempo de protrombina o índice internacional
normalizado (INR), la presencia y grado de encefalopatía (Clasificación de West-
Haven). A cada variable se le asigna un valor del uno al tres (Anexo 1); y, de acuerdo
con la puntuación total obtenida, se establecen tres posibles grados, que se nombran
con las letras del abecedario (Anexo 2)17:

− Grado A o enfermedad bien compensada, entre cinco y seis puntos.


− Grado B o compromiso funcional significativo, entre siete y nueve puntos.
− Grado C o enfermedad descompensada, entre diez y quince puntos.

Sus principales inconvenientes, son el empleo de medidas subjetivas en la


valoración de la ascitis y la encefalopatía, y que las otras dos categorías presentan
límites demasiado amplios17.

El modelo MELD consiste en un sistema matemático de predicción de la


supervivencia en pacientes diagnosticados de enfermedad hepática basado en la suma
de los valores de bilirrubina, el INR y la creatinina. Su puntuación varía entre seis y
cuarenta puntos, aunque con la fórmula pueden obtenerse valores mayores. Cuanto
menor sea la cifra obtenida, mejor pronóstico de supervivencia. Es utilizada para
priorizar a los pacientes en lista de trasplante. Se correlaciona bien con la mortalidad
a tres meses y tiene la ventaja de no incluir variables subjetivas, y que las utilizadas
son fáciles de obtener y reproducibles. La fórmula a aplicar es11, 17:

MELD = 9,57 (creatinina)mg/dl+ 3,78 (bilirrubina) mg/dl+ 11,2 (INR) + 6,4314

10
La SECPAL ha establecido una serie de criterios a modo de guía, para
determinar la diferencia entre el diagnóstico de enfermedad avanzada y terminal en
patologías crónicas. Los factores en el caso de la cirrosis hepática son: paciente no
apto para trasplante hepático y presentar una clasificación C en la escala Child-Pugh21:
− Encefalopatía grado 3-4
− Ascitis moderada
− Bilirrubina > 3 mg/dl
− Albúmina < 2.8 g/dl
− Tiempo de protrombina < 30 %
Si se presenta el síndrome hepatorrenal, se considera como situación terminal,
ya que carece de tratamiento eficaz21.

3. Cuidados de Enfermería en pacientes diagnosticados de cirrosis hepática en


situación terminal

3.1. Valoración según las catorce necesidades de Virginia Herdenson.

1) Necesidad de respirar normalmente.


La cirrosis en fase terminal puede afectar de manera grave al sistema
respiratorio. Las posibles causas son la ascitis, el hidrotórax hepático y el síndrome
hepatopulmonar.
Ante la presencia de ascitis, la expansión pulmonar puede verse comprometida,
originando un patrón restrictivo con volúmenes pulmonares reducidos e insuficiencia
respiratoria.
En estos pacientes, además de valorar las constantes respiratorias (frecuencia
y saturación arterial de oxígeno), y los signos y síntomas de insuficiencia respiratoria
e infección; Enfermería debe medir el perímetro abdominal para estimar si el acúmulo
de líquidos afecta al patrón respiratorio.

2) Necesidad de comer y beber adecuadamente.


Una dieta que cubra las necesidades energéticas y nutrientes necesarios es de
suma importancia. Estos pacientes presentan un catabolismo aumentado, por lo que la
ingesta energética se deberá aumentar de manera proporcional. Por otro lado, la dieta
deberá aportar las suficientes proteínas y aminoácidos. El enfermo puede padecer
dispepsia y falta de apetito, por lo que se incidirá en la presentación de las comidas
haciéndolas apetecibles.

11
Respecto a la ingesta de líquidos, se ha de tener en cuenta la acumulación de
los mismos que se produce estos pacientes, realizando un balance hídrico en el que se
cuantifiquen las entradas y salidas para evitar la formación de edemas y el aumento de
la ascitis. A su vez, se restringirá el consumo de sal sustituyéndola por otros
condimentos. Las bebidas alcohólicas se limitarán con el fin de no descompensar aún
más la cirrosis.
En el caso de la encefalopatía hepática, con el objetivo de evitar posibles
broncoaspiraciones, se deberán valorar vías alternativas a la alimentación enteral,
como la vía parenteral. La sonda nasogástrica estará contraindicada debido a la posible
presencia de varices esofagogástricas. En la fase de agonía, se respetará que el enfermo
coma cuando y cuanto quiera.

3) Necesidad de eliminación.
La eliminación urinaria puede verse alterada como consecuencia de
complicaciones de la cirrosis, tanto por la acumulación y redistribución de líquidos
corporales como por un síndrome hepatorrenal.
La eliminación intestinal no tiene por qué estar afectada por la propia patología,
aunque existe la posibilidad de que los pacientes presenten estreñimiento debido a la
falta de movilidad secundaria a encamamiento y el uso de opioides para el control del
dolor. Además, las varices gastroesofágicas pueden ser causa de un sangrado en la vía
digestiva alta, produciendo melenas.

4) Necesidad de moverse y mantener posturas adecuadas.


En las fases terminales, estos enfermos tienden a estar encamados debido a
múltiples causas, entre las que se incluyen la ascitis, la astenia, la encefalopatía
hepática y la pérdida de masa muscular. Ante el aumento del perímetro abdominal y
la disnea, las posturas corporales que adquieren pueden no ser adecuadas.

5) Necesidad de dormir y descansar.


Es importante mantener un horario de sueño y descanso nocturno favoreciendo
la actividad diaria. En el caso de la encefalopatía hepática, pueden desarrollar
somnolencia aumentando las horas de sueño. El dolor y la angustia ante la muerte
pueden alterar el patrón del sueño impidiendo el correcto descanso.
Los cuidadores principales tienden a no descansar por temor a no estar
presentes en los últimos momentos.

12
6) Necesidad de vestirse y desvestirse con normalidad.
Debido a la astenia, a la encefalopatía y la caquexia esta necesidad se ve
afectada, siendo incapaces de realizar esta ABVD.

7) Necesidad de mantener la temperatura corporal normal.


Se deberá vigilar la temperatura corporal ya que es un signo de alarma de
infección. Es importante descartar como primera posibilidad una peritonitis bacteriana.

8) Necesidad de mantener buena higiene corporal y la integridad de la piel.


Una correcta higiene permitirá prevenir el desarrollo de infecciones y úlceras
por presión. Al pasar la mayor parte del día encamado, el riesgo de formarse úlceras
por decúbito es alto. Estas pueden ser dolorosas y malolientes, aumentando la
incomodidad para el paciente y la familia.

9) Necesidad de evitar peligros en el entorno y poner en peligro a otros.


La encefalopatía hepática puede provocar que el paciente presente episodios de
auto y heteroagresividad.
El tiempo limitado de vida y la falta de tratamiento curativo son factores que
favorecen el desarrollo de depresión, ansiedad y una posible hostilidad hacia el equipo
sanitario, tanto por parte del paciente como de los familiares.

10) Necesidad de comunicar emociones, necesidades, temores y opiniones.


Es importante saber comunicarse con el enfermo facilitando que exprese su
estado anímico y temores respecto a la enfermedad, sobre todo por la fase terminal en
la que se encuentra. Al mismo tiempo, se evaluará la correcta comunicación entre la
familia y el paciente, favoreciéndola siempre que sea posible. En caso de desarrollar
una encefalopatía y en la fase de la agonía, la comunicación puede ser difícil,
impidiendo que se lleve a cabo.

11) Necesidad de actuar o reaccionar de acuerdo con las propias creencias.


Se respetará y facilitará que el enfermo pueda proceder según sus creencias,
independientemente cuales sean, aceptando las diferentes decisiones que tome y
mostrando nuestro apoyo a estas.

12) Necesidad de desarrollarse de manera que exista un sentido de realización


personal.
Esta necesidad se ve alterada por el tiempo limitado de vida.

13
13) Necesidad de participar en actividades recreativas o juegos.
El enfermo puede tener menos interés por este tipo de actividades, asociado
principalmente a la depresión y al dolor.

14) Necesidad de aprender, descubrir o satisfacer la curiosidad personal.


Si el paciente desea recibir información acerca sobre la patología que presenta,
posible evolución y pronóstico, se le deberá transmitir con un vocabulario adaptado a
su nivel cultural y de forma veraz, favoreciendo de esta forma su autocuidado y la
preparación ante el duelo.

3.2. Plan de Cuidados en pacientes con cirrosis hepática en situación terminal

Para la elaboración del Plan de Cuidados se ha utilizado el recurso NNNConsult22.

Necesidad 1. Respirar normalmente.

Diagnóstico NANDA: [00032] Patrón respiratorio ineficaz relacionado con (r/c) la


ascitis.

Objetivo NOC: [0403] Estado respiratorio: ventilación.


Intervenciones NIC:
− [3350] Monitorización respiratoria: valorar los niveles de saturación arterial de
oxígeno, la frecuencia respiratoria, el ritmo, la profundidad, el esfuerzo
respiratorio y el uso de musculatura accesoria.
− [3390] Ayuda a la ventilación: adoptar posturas que disminuyan la disnea y
reduzcan los esfuerzos respiratorios, siendo en este caso en decúbito supino.

Necesidad 2. Comer y beber adecuadamente.

Diagnóstico NANDA: [00002] Desequilibrio nutricional: inferior a las necesidades


corporales r/c aumento del catabolismo.

Objetivo NOC: [1004] Estado nutricional.


Intervenciones NIC:
− [1100] Manejo de la nutrición: determinar el estado nutricional, el número de
calorías y los nutrientes necesarios para satisfacer las necesidades del paciente.
Seleccionar una dieta que cubra los requerimientos nutricionales y rica en fibra
para evitar el estreñimiento.

14
− [1803] Ayuda con el autocuidado: alimentación. Vigilar la capacidad para
deglutir y asegurar una postura adecuada para facilitar la masticación y
deglución. Proporcionar ayuda cuando sea necesario. Realizar higiene bucal
después de cada comida principal.

Diagnóstico NANDA: [00026] Exceso de volumen de líquidos r/c la elevación de la


presión portal.

Objetivos NOC: [0601] Equilibrio hídrico, [0606] Equilibrio electrolítico.


Intervenciones NIC:
− [4170] Manejo de la hipervolemia: controlar diariamente el peso, realizar el
balance hídrico cuantificando las entradas y salidas de líquidos, medir el
perímetro abdominal, valorar la existencia de edema periférico, administrar
medicación para reducir la precarga según la pauta médica y colocar las
extremidades en alto disminuyendo el edema.
− [2009] Manejo de electrólitos: hiponatremia. Vigilar la presencia de síntomas
neurológicos, musculoesqueléticos y manifestaciones cardiovasculares,
controlar los desequilibrios electrolíticos asociados (hipopotasemia, acidosis
metabólica e hiperglucemia) y administrar diuréticos.

Diagnóstico NANDA: [00103] Deterioro de la deglución r/c la encefalopatía hepática.

Objetivos NOC: [1010] Estado de deglución, [0303] Autocuidados: comer.


Intervenciones NIC:
− [3200] Precauciones para evitar la aspiración: evaluar el nivel de conciencia y
la capacidad de deglución, elevar el cabecero entre treinta y noventa grados
durante la ingesta y mantenerlo durante cuarenta y cinco minutos.

Necesidad 3. Eliminación.

Diagnóstico NANDA: [00016] Deterioro de la eliminación urinaria r/c el síndrome


hepatorrenal.

Objetivos NOC: [0503] Eliminación urinaria, [0504] Función renal.


Intervenciones NIC:
− [590] Manejo de la eliminación urinaria: monitorizar el volumen de diuresis,
la frecuencia miccional, el aspecto de la orina y la presencia de sedimentos y
restos hemáticos.

15
Diagnóstico NANDA: [00015] Riesgo de estreñimiento r/c el encamamiento y uso de
opioides.

Objetivo NOC: [0501] Eliminación intestinal.


Intervenciones NIC:
− [450] Manejo del estreñimiento/impactación fecal: registrar la frecuencia
deposicional y características de las heces. Aplicar enemas de limpieza y
laxantes para facilitar al menos una deposición diaria.

Necesidad 4. Moverse.

Diagnóstico NANDA: [00085] Deterioro de la movilidad física r/c la astenia y atrofia


muscular.

Objetivo NOC: [0203] Posición corporal: autoiniciada.


Intervenciones NIC:
− [840] Cambio de posición: establecer un horario de cambios posturales
adecuados al paciente en un intervalo de cuatro horas, incluyendo posiciones
que alivien la disnea. Minimizar la fricción en los movimientos y mantener la
ropa de la cama estirada evitando la formación de úlceras por decúbito.

Necesidad 5. Reposo/sueño.

Diagnóstico NANDA: [00198] Trastorno del patrón del sueño r/c la encefalopatía
hepática y la ansiedad ante la muerte.

Objetivos NOC: [0004] Sueño, [2009] Estado de comodidad: entorno.


Intervenciones NIC:
− [1850] Mejorar el sueño: estudiar el patrón y horas del descanso nocturno.
Desarrollar actividades diurnas para favorecerlo. Determinar los efectos
secundarios de la medicación en el patrón de sueño. Adecuar el entorno para
un correcto descanso.
− [6482] Manejo ambiental: confort. Crear un ambiente tranquilo y relajante.
Reducir los estímulos ambientales como la luz, el ruido y la temperatura para
favorecer el descanso. Proporcionar una habitación individual favoreciendo la
privacidad del paciente y los familiares.

16
Necesidad 6. Vestirse.

Diagnóstico NANDA: [00109] Déficit de autocuidado en vestirse r/c la astenia y la


encefalopatía hepática.

Objetivo NOC: [0302] Autocuidados: vestir.


Intervenciones NIC:
− [1802] Ayuda con el autocuidado: vestirse/arreglo personal. Favorecer la
independencia del paciente en el aseo y vestido siempre que sea posible, y
prestar ayuda cuando sea necesario.

Necesidad 7. Temperatura.

Diagnóstico NANDA: [00007] Hipertermia r/c peritonitis bacteriana.

Objetivo NOC: [0800] Termorregulación.


Intervenciones NIC:
− [3900] Regulación de la temperatura: medir la temperatura con una frecuencia
mínima de ocho horas, y valorar los signos y síntomas de fiebre, como
enrojecimiento cutáneo, diaforesis, escalofríos, aumento de la frecuencia
cardiaca y respiratoria. Utilizar medidas físicas y administrar antipiréticos en
caso de fiebre.
− [6540] Control de infecciones: lavarse las manos antes y después de cada
actividad, limpiar la piel del enfermo con un agente antibacteriano, manipular
las vías de acceso venoso de manera aséptica y realizar las curas con la mayor
asepsia posible. Iniciar profilaxis antibiótica para la peritonitis bacteriana
espontánea en caso de estar indicado.

Necesidad 8. Higiene/piel.

Diagnóstico NANDA: [00249] Riesgo de úlcera por presión r/c el encamamiento y la


falta de movilidad.

Objetivo NOC: [1101] Integridad tisular: piel y membranas mucosas.


Intervenciones NIC:
− [3520] Cuidados de las úlceras por presión: registrar las úlceras presentes
clasificándolas en estadios del uno al cuatro. El equipo de Enfermería
establecerá la cura más adecuada según las características de la herida, de

17
manera que se realice su cuidado de forma estandarizada por parte de todo el
personal. Deberá ser sencilla, evitando el dolor y la incomodidad.
− [3540] Prevención de úlceras por presión: utilizando la escala Braden, se
deberá cuantificar el riesgo de desarrollar úlceras por decúbito. Será necesario
proteger los puntos de presión, realizar cambios posturales periódicos, según
el tiempo establecido y mantener la piel limpia e hidratada. Mantener la ropa
de la cama limpia y seca, sin arrugas.

Necesidad 9. Evitar peligros/seguridad.

Diagnóstico NANDA: [00133] Dolor crónico.

Objetivo NOC: [1605] Control del dolor, [2000] Calidad de vida.


Intervenciones NIC:
− [2210] Administración de analgésicos: estudiar de manera integral la causa del
dolor (fisiológica, psicológica, social y cultural). Aplicar escalas, como la
visual analógica, para tratar de objetivar su intensidad. El dolor es una
sensación subjetiva, por lo que debemos actuar de acuerdo con la información
que nos transmite el paciente. Administrar el analgésico más adecuado para
cada situación y valorar el uso de infusión continua.

Diagnóstico NANDA: [00062] Riesgo de cansancio del rol de cuidador.

Objetivo NOC: [2210] Resistencia del papel del cuidador.


Intervenciones NIC:
− [7040] Apoyo al cuidador principal: determinar el grado de conocimiento sobre
la enfermedad y la aceptación de su papel como cuidador. Enseñarle técnicas
de cuidado para mejorar la seguridad del paciente y estrategias para fomentar
su propia salud física y mental durante el periodo de asistencia socio-sanitaria.
Informarle sobre la situación clínica y facilitarle apoyo en el proceso del duelo.

Diagnóstico NANDA: [00138] Riesgo de violencia dirigida a otros r/c la encefalopatía


hepática y la falta de tratamiento curativo.

Objetivo NOC: [1401] Autocontrol de la agresión.

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Intervenciones NIC:
− [6487] Manejo ambiental: prevención de la violencia. Asignar una habitación
individual cuando sea posible, eliminar objetos que puedan ser usados como
armas, aplicar técnicas para reducir la ansiedad y en caso de no efectividad,
aplicar medidas físicas de sujeción.

Diagnóstico NANDA: [00206] Riesgo de sangrado r/c las varices esofagogástricas.

Objetivo NOC: [0413] Severidad de la pérdida de sangre, [1015] Función


gastrointestinal.
Intervenciones NIC:
− [4022] Disminución de la hemorragia: digestiva alta. Comprobar la presencia
de sangre oculta o franca en vómitos, esputos y heces; obtener muestras de
dichas secreciones para enviar a analizar en laboratorio, mantener la vía aérea
permeable y administrar medicación si es necesario.

Necesidad 10. Comunicación.

Diagnóstico NANDA: [00053] Aislamiento social r/c la hospitalización.

Objetivo NOC: [2002] Bienestar personal.


Intervenciones NIC:
− [5270] Apoyo emocional: promover una relación de confianza que favorezca
que el paciente exprese sus emociones. Realizar una escucha activa de sus
sentimientos y creencias, mostrando nuestro apoyo y una actitud empática.
Favorecer, si es necesario, el diálogo y el llanto como medio para reducir el
estrés emocional. Proporcionar apoyo durante las diferentes fases del duelo
(negación, ira, negociación, depresión, aceptación o rechazo).

Diagnóstico NANDA: [00059] Disfunción sexual r/c hipogonadismo.

Objetivo NOC: [0119] Funcionamiento sexual.


Intervenciones NIC:
− [5248] Asesoramiento sexual: valorar la posible afectación de la enfermedad
en sus relaciones sexuales y las implicaciones que esto tiene a nivel
psicológico. Derivar al equipo médico especialista.

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Diagnóstico NANDA: [00069] Afrontamiento ineficaz r/c el pronóstico de la
enfermedad.

Objetivo NOC: [1302] Afrontamiento de problemas.


Intervenciones NIC:
− [5290] Facilitar el duelo: fomentar la expresión de sentimientos, identificando
los miedos y las estrategias personales de afrontamiento. Evitar el uso de
eufemismos para referirse a la muerte. Apoyar a la familia favoreciendo que
manifiesten sus preocupaciones y pensamientos.

Necesidad 11. Creencias/valores.

Diagnóstico NANDA: [00066] Sufrimiento espiritual r/c la muerte.

Objetivo NOC: [2001] Salud espiritual.


Intervenciones NIC:
− [5420] Apoyo espiritual: tratar al enfermo con dignidad y respeto en todo
momento. Utilizar la comunicación como herramienta para establecer una
relación de confianza con el paciente y sus familiares. Animar a interaccionar
con familiares y amigos. Asegurar que el cuidador estará disponible para
apoyarle en los momentos de sufrimiento.

Diagnóstico NANDA: [00136] Duelo r/c el pronóstico de la enfermedad.

Objetivo NOC: [1307] Muerte digna, [2608] Resiliencia familiar.


Intervenciones NIC:
− [5260] Cuidados en la agonía: Identificar las prioridades de los cuidados.
Respetar y comprender los sentimientos y las actitudes del paciente. Tener en
cuenta a la familia en la toma de decisiones. Mantener la intimidad y respeto.
− [7140] Apoyo a la familia: estudiar el impacto psicológico en los familiares,
ofreciendo una esperanza realista y apoyándolos durante el duelo.

Diagnóstico NANDA: [00147] Ansiedad ante la muerte.

Objetivo NOC: [2007] Muerte confortable.


Intervenciones NIC:
− [5820] Disminución de la ansiedad: permanecer con el paciente
proporcionándole seguridad y tranquilidad. Hacerle saber que estamos con él

20
y que no se encuentra solo. Administrar la medicación pautada y necesaria
según las circunstancias. Favorecer la despedida de los familiares antes del
fallecimiento.

Necesidad 12. Trabajar/realizarse.

Diagnóstico NANDA: [00055] Desempeño ineficaz del rol r/c la enfermedad.

Objetivos NOC: [1501] Desempeño del rol, [1300] Aceptación: estado de salud.
Intervenciones NIC:
− [5370] Potenciación de roles: ayudar al paciente a identificar los cambios de
roles debido a su situación y facilitar el diálogo con sus familiares sobre la
adaptación de los mismos para compensar el papel de miembro enfermo.

Necesidad 13. Recrearse.

Diagnóstico NANDA: [00097] Disminución de la implicación en actividades


recreativas r/c la enfermedad y la hospitalización.

Objetivo NOC: [1209] Motivación.


Intervenciones NIC:
− [5330] Control del estado de ánimo: evaluar el estado de ánimo al inicio de los
CP y según progresa la enfermedad. Adaptar las actividades y el ambiente de
acuerdo con las circunstancias del paciente.
− [5400] Potenciación de la autoestima: animar al convaleciente sin dar falsas
esperanzas, identificando sus puntos fuertes y comprobando la imagen que
tiene de sí mismo.

Necesidad 14. Aprender.

Diagnóstico NANDA: [00126] Conocimientos deficientes.

Objetivos NOC: [1803] Conocimiento: proceso de la enfermedad.


Intervenciones NIC:
− [5602] Enseñanza: proceso de enfermedad. Evaluar los conocimientos que
tienen el paciente y los familiares sobre la situación clínica. Explicarles la
fisiopatología y la evolución, siempre y cuando quieran recibir dicha
información.

21
CONCLUSIONES

1. La importante carga de síntomas que experimentan los pacientes que padecen


cirrosis hepática en situación terminal los convierte en candidatos para
incluirlos en un programa de cuidados paliativos, pero el número de enfermos
que los reciben en la actualidad es menor de lo esperado.

2. Dentro del equipo multidisciplinar responsable de los cuidados paliativos,


Enfermería constituye un pilar básico. Es el personal que más tiempo dedica al
cuidado del paciente, de ahí la necesidad de una formación específica en
cuidados paliativos que permita una adecuada atención de los enfermos.

3. En el Plan de Cuidados de Enfermería realizado, se han intentado plasmar


las distintas actividades que se pueden desarrollar con el objetivo de dar una
calidad de vida al paciente en la fase final de su enfermedad. A su vez,
consideramos que la familia juega un papel significativo en los cuidados
paliativos, por lo que se debe incluir en dicho plan.

22
BIBLIOGRAFÍA

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indicadores del estado de salud en España y su magnitud en el contexto de la
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24
ANEXOS

Clasificación de Child-Pugh
Puntuación
Parámetros
1 2 3
Ascitis Ausente Leve Moderada
Bilirrubina mg/dl ≤2 2-3 >3
Albumina g/dl > 3,5 2,8-3,5 < 2,8
T. protombina, INR < 1,8 1,8-2,3 > 2,3
Encefalopatía No Grado 1-2 Grado 3-4

Anexo 1. Clasificación de Child-Pugh17.

% de supervivencia según la puntuación obtenida en la clasificación de Child-Pugh


Supervivencia al Supervivencia a los dos
Grado Puntos
año años
A
enfermedad
5-6 100% 85%
bien
compensada
B
compromiso
7-9 80% 60%
funcional
significativo
C
enfermedad 10-15 45% 35%
descompensada

Anexo 2. Porcentajes de supervivencia al año y a los dos años según la puntuación


obtenida en la clasificación de Child-Pugh17.

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