Dcho - Proc.penal-Testigos-Carga Publica

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EL SER TESTIGO ES UNA CARGA PÚBLICA:

Esta obligatoriedad tiene su fuente primaria en el artículo 7 de la


Constitución Nacional. Se trata de un deber civil por cuanto no solo está
obligado a comparecer, sino que fundamentalmente a expresar la verdad de
cuanto supiere y le fuere preguntado; por lo que en consecuencia fuera de
las excepciones establecidas por la ley (artículos 234 y 235 del Código
Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires), nadie puede eximirse del
cumplimiento de este deber por tratarse de una cuestión de orden público.

Las leyes procesales imponen la obligación de comparecer a aquellas


personas que sean citadas judicialmente y, ante la incomparecencia
reiterada sin justificación alguna, la ley de fondo castiga dicha omisión, en
el art. 243 Código Penal. Pero por su parte, en la obra ―Protección de
testigos y Proceso Pena‖, el jurista Daniel Mario Rudi manifiesta: (…) el
testigo puede legalmente abstenerse de concurrir a declarar cuando, por
razones atendibles para el tribunal, se encuentre en una circunstancia de
riesgo personal o familiar. Ello, excluye la culpabilidad del delito previsto
en el art. 243 del Código Penal (Será reprimido con prisión de quince días
a un mes, el que siendo legalmente citado como testigo, perito o intérprete,
se abstuviere de comparecer o de prestar la declaración o exposición
respectiva. En el caso del perito o intérprete, se impondrá, además, al reo,
inhabilitación especial de un mes a un año.), porque el obstáculo de la
situación de peligro constituye una causa de fuerza mayor, desde el
momento en que los atentados criminales son hechos ajenos al testigo.
Posteriormente agrega (…) al mismo tiempo que la obligación de declarar
(art. 240 C.P.P.N.), la persona citada en el rol de ―testigo‖ empieza a gozar
del derecho a la protección del Estado cuando se teme que pueda ser
víctima de amenazas contra la seguridad propia o doméstica, por obra del
sindicado o sus cómplices (Rudi, 2002, ―s.d‖). Además de ello dada la
naturaleza de esta prueba, el testigo es insustituible, es decir, que otra
persona no puede declarar en su lugar, por lo que citado debidamente y
bajo el apercibimiento de ley, ante su negativa a comparecer puede ser
conducido por la fuerza pública.

¿Puede, entonces, una persona negarse a ser testigo?


No, porque constituye una carga pública.
Deberá ser identificado previamente y ser mayor de edad.

Deberá ser imparcial al hecho que se investigue en el procedimiento, es


decir, no puede tener relación de amistad o enemistad, ser familiar o estar
involucrado de alguna forma con los hechos.

¿Existe un tiempo determinado que pueda demorar el procedimiento?

No hay mínimo ni máximo definidos: el plazo va a depender de cada caso


en particular y según lo que disponga el juez o los funcionarios que estén a
cargo del procedimiento; por supuesto, siempre dentro de los límites
razonables. Durante ese período, la policía o el juez están facultados para
restringir la comunicación del testigo a los fines de resguardar su
testimonio.

Los testigos son colaboradores de la justicia y es por eso que deben recibir
un trato digno y respetuoso y que sean mínimas las molestias derivadas del
procedimiento (art. 79 Código Procesal Penal de la Nación).

CÓDIGO PROCESAL PENAL DE LA NACIÓN:

El ser testigo es una carga pública en todo el territorio nacional. En cuanto


al CPPN lo establecen los arts. 239 y 240. En caso de negarse podrían
incurrir en desobediencia (art. 239 CP). Los testigos están obligados a
testificar (art. 240 CPPN). Tener presente la prohibición de declarar (art.
242 CPPN).

Actas: art. 138 CPPN alude a los testigos que intervienen en la


documentación y alude a dos testigos, en caso que no puedan o quieran
firmar se hará mención de ello.

Clasificación de los testigos:

Testigos de actuación: son aquellos que son convocados para determinado


acto que lleve a cabo la autoridad estatal. Ejemplo: cuando se realiza un
allanamiento. Art. 141 CPPN alude a quienes no pueden ser testigos de
actuación.

Testigo de cargo: el presentado por las partes o que haya percibido por sus
sentidos determinado hecho, o que conozca los hechos.
Testigo de oídas: es quien declara apoyado en un conocimiento meramente
referencial.

CÓDIGO PROCESAL PENAL DE LA PROVINCIA DE BUENOS


AIRES:

Deber de declarar: art. 232 (obligación).

Actas: art. 117, alude a los testigos que intervienen en la documentación y


no en cuestiones que se relacionan con los arts. 239 a 243 (lo dice
Bertolino) aunque dice el art. 117 “los testigos deberán…”. En las actas se
necesita un testigo, su imposibilidad debe ser señalada.

Art. 119 dice “…cuando falta la firma de testigos de actuación deberá ser
analizada”.

Testigos de actuación: art. 120 CPPBA.

El principio fórum delicti commissi (lugar de comisión del delito), nace del
art. 118 de la Constitución Nacional y se entrelaza con la garantía de juez
natural.

En relación a los arts. 138 del CPPN y 117 del CPPBA, en virtud de ser
testigo es una carga publica, de negarse alguien a dicha comparecencia, se
lo deberá informar de que ello in curre en desobediencia y se deberá
comunicar con el fiscal o el juez.

En caso de desobediencia en flagrancia, al negarse a ser una persona testigo


en un procedimiento de allanamiento, por ejemplo, en Nación se lo podría
demorar por no más de 10 hs., -art. 184 inc. 8°- y en Provincia por no más
de 12 hs. –art. 294 inc. 8°-.

Testigo de identidad reservada: puede solicitar declarar. Muy importante


leer artículo 233bis. En este caso cede la obligatoriedad de recibírsele a
dicha persona la respectiva declaración testimonial.
DIFERENCIA ENTRE DENUNCIA Y TESTIMONIO. La denuncia,
como regla, es facultativa (voz “podrá” – art. 285 CPPBA) y sólo como
excepción resulta obligatoria (art. 287 CPPBA). El ser testigo contiene la
obligatoriedad de declarar “la verdad” (art. 232 CPPBA). La sola
denuncia no basta para detener a una persona (art. 151 CPPBA), aunque un
solo testigo puede fundar las conclusiones de una sentencia para condenar a
una persona. O sea, no rige en nuestro sistema procesal el principio de
“testis unus testis nullus” (testigo único, testigo nulo). Es decir, cuando hay
un solo declarante su testigo debe ser “apreciado con mayor severidad y
para erigirse como prueba debe ser categórico y convincente” (Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Civil, autos: “Pj, Carlos Alberto
c/Transportes Río Grande SACIF s/interrupción de prescripción (art. 3986
C.C.-julio de 2010).

Establecen Cuándo el Denunciante Puede Ser Considerado


Autor del Delito de Falso Testimonio – 11 de octubre de 2011.

Al resolver si quien resulta denunciante puede ser considerado autor del


delito de falso testimonio en los términos del artículo 275 del Código
Penal, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
resolvió que quien efectúa una denuncia puede ser responsable del delito
de falso testimonio si al ratificar sus dichos bajo juramento refiere haber
percibido por sus sentidos algún extremo que pueda ser considerado
como prueba.
En el marco de la causa “E. G. E. s/ falsa denuncia”, el fiscal
interviniente apeló la resolución que dispuso el archivo de las
actuaciones.
El Ministerio Público Fiscal invocó que el delito que debía investigarse en
las presentes actuaciones es el de falso testimonio, mientras que en la
resolución atacada se archivó el legajo al entender que la conducta se
trataría de una denuncia formulada contra una persona determinada y
por tanto se estaría frente al supuesto contemplado por el artículo 109
del Código Penal.
Los jueces que componen la Sala V explicaron que en el presente caso
el tema a decidir consistía en “si quien resulta denunciante puede ser
considerado autor del delito de falso testimonio en los términos del art.
275 del Código Penal”.
Con relación a ello, los jueces explicaron que “quien efectúa una
denuncia puede ser responsable del delito de falso testimonio si al
ratificar sus dichos bajo juramento refiere haber percibido por sus
sentidos algún extremo que pueda ser considerado como prueba”.
En tal sentido, los magistrados explicaron que ello lleva “a la conclusión
de que quien efectúa una denuncia no necesariamente incurre en falso
testimonio, pero no puede eximirse de incurrir en tal delito si se dan los
presupuesto apuntados”, ya que “así como ambas figuras prevén
supuestos diferentes, nada impide que se puedan violentar ambos tipos
penales”.
Los jueces sostuvieron que “el delito contemplado en el art. 245 del
digesto sustantivo dista mucho de tratarse del mismo supuesto que el del
275, mas nada lleva a concluir que exista entre ellos un carácter
subsidiario o alternativo”, debido a que “la falsa denuncia contempla sólo
el caso de quien pone en conocimiento de la autoridad correspondiente
la existencia de un delito, pero sin realizar un aporte que pueda ser
tenido como prueba sobre lo que se denuncia, o en caso de así hacerlo,
no se lo hace bajo juramento”.
La mencionada Sala concluyó que “se puede ser denunciante y no
testigo, testigo y no denunciante y ambas cosas a la vez, la cuestión
radica, como se explicó en que si además de poner en conocimiento
el hecho ante la autoridad, se aporta prueba en algún sentido y
sobre esto se presta juramento se incurrirá entonces en el delito de
falso testimonio”.
En base a lo expuesto, en la sentencia del 11 de octubre de 2011, la Sala
V decidió revocar la resolución apelada.

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