Aspectos de La Comunicación Del Buen Docente Comunicacion Actividad5

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Aspectos de la comunicación del buen docente

Se entiende por buen docente aquel que es competente y que su labor la


realiza con eficacia. Este trabajo se centra en los aspectos que intervienen en
su comunicación. A continuación, se analizarán, las características que se
consideran más importantes.

La voz: Características y uso.

Es la principal herramienta utilizada por los docentes para realizar su


trabajo, además de considerarse un recurso metodológico. Cada voz tiene sus
propias características como son timbre, entonación, ritmo, velocidad…, pero
¿Cuál es la manera correcta de usarla para conseguir la atención de nuestros
oyentes?

 El tono (o altura musical de la voz): es el modo de decir las cosas. Un


tono monótono y poco variado, puede aburrir a los alumnos. Para evitar
que esto ocurra, se aconseja combinar frases enunciativas, con
exclamativas e interrogativas, ya que esto nos ayudará a ir alternando la
entonación. Jugar en las exposiciones con el tono permitirá realzar
aquello que es más importante.
 Timbre (“la huella digital de la voz”): Aunque modificar el timbre es una
tarea difícil, si es posible mejorarla. El timbre grave transmite convicción
y autoridad, mientras que un timbre agudo puede distraer a los oyentes
(Bernard, 2014).
 Ritmo: es el número de palabras por emisión de voz. La importancia de
controlar el ritmo radica en que por un lado mejora la comprensión del
mensaje y por otro beneficia al docente para humedecer su sistema
fonatorio (Borragán, A. y del Barrio, J.A, 2011:41).
 Velocidad: Es recomendable en las explicaciones hablar a una velocidad
de entre 150 a 180 palabras por minuto, ya que hay que dar tiempo a los
alumnos a que asimilen aquello que se está diciendo.
 Clara e inteligible: el mensaje tiene que llegar de una forma nítida y sin
dificultad a nuestros alumnos.
En cuanto a su uso se sabe que, los docentes son profesionales de la voz,
y por ello deben ser conscientes de lo que esto significa y los riesgos que
conlleva. Un correcto uso puede prevenir de lesiones en las cuerdas vocales
que suponen la aparición de pólipos, nódulos o laringitis crónica.

Resulta común entre docentes las continuas molestias que sufren durante
el curso con carraspeos, picores en la garganta, además del notorio
empeoramiento de ella según transcurre la semana lectiva (Alves, A. y Nuño, J.
1996).

La falta de recursos vocales que provocan un sobreesfuerzo en la voz y de


recursos corporales que afecta a la emisión vocal, además del
desconocimiento de lo que afecta a su voz son rasgos que los docentes tienen
en común (Gassull,
C. en Bustos Sánchez, 2003).
Para evitar este tipo de trastornos en la voz en los docentes, se debería
insistir en las posibles consecuencias que acarrean un mal uso de la voz,
suponiendo la concienciación por parte de cada uno, y, por otro lado,
fomentando la prevención, es decir, que tomen medidas desde el principio de
su etapa como docentes.

A continuación, se muestran algunos de los consejos que recogen


profesionales en cuanto a la prevención de estos trastornos:

 “Se deberá controlar el nivel de humedad relativa para que esté


comprendida entre el 30-70%”. (Martin, W y Cortes A. 2015:147).
 “No competir vocalmente con un ruido ambiental excesivo”. (Alves, A. y
Nuño, J. 1996:34).
 “Disminuir la utilización de la función vocal, utilizando para ello medios
técnicos apropiados, por ejemplo, pizarras digitales, presentaciones
mediante software informático, y favoreciendo la accesibilidad a estos
recursos electrónicos mediante acciones de formación e información del
trabajador”. (Dorta, W. M., Aguilera, A. J. C., y Higueras, J. E. 2014:147).
 Intentar no imponer la autoridad con la voz.
 “Practicar habitualmente ejercicios de respiración, relajación… “(Alves,
A. y Nuño, J. 1996:40).
 “Adaptar la voz según las exigencias del lugar donde se utilice” (Zampa
C. 2009:4).
 “Evitar el cansancio y el esfuerzo vocal”. (Zampa C. 2009:4)
• Características del mensaje

En la mayoría de las ocasiones, el docente elige el lenguaje oral en sus


clases como medio para transmitir conocimientos, esta tarea dependiendo de lo
que se quiera contar se puede tornar difícil.

Son varios los factores que van a intervenir, ya que no vale con el mero
hecho de contarlo, sino que tiene que ser asimilado de forma correcta por la
audiencia y además estimularles para que quieran saber más.

También resulta muy productivo durante el desarrollo del mensaje el uso de


un lenguaje motivacional; como se ha apuntado antes, el objetivo no es sólo la
transmisión de conocimientos, sino que también se quiere conseguir que los
alumnos quieran aprender más y se sientan bien en el proceso de aprendizaje.
Para esto se necesita saber qué es lo que les motiva, según Navarrete B.
(2009) las razones que tienen los alumnos para esforzarse en el aula son
diversas, desde las ganas de saber y aprender, obtención de premios, agradar,
alcanzar una meta o reforzar su autoestima. Con el lenguaje podemos atender
a cada una de estas motivaciones, reforzando aún más al alumno.

Tanto la motivación como el interés que se despiertan en el alumno son el


resultado de estímulos provocados por parte del profesor.

Y por último se debe señalar el final del mensaje, ya que este debe de
dejar a los alumnos con ganas de aprender más (del Barrio, J. A., y Borragán,
A.,2011).

Actitud
La comunicación del docente se verá fuertemente vinculada a la actitud
que toma frente a su labor, frente a los alumnos o frente a la materia que
explica.

A continuación, se describirán algunas actitudes del docente competente.


a. Conocimiento de la etapa evolutiva de sus alumnos:

Entendiendo que, la tarea del profesor no sólo implica la transmisión de


conocimientos, sino que además de esto, está la función de educador, por ello
deberá tener una serie de recursos, habilidades, estrategias dirigidas a
adaptarse y atender las necesidades de cada alumno. Éstas serán diversas
dependiendo de las circunstancias del individuo, pero lo que sí tendrán en
común los estudiantes es la etapa evolutiva en la que se encuentran. Los
cambios físicos, cognitivos, emocionales y sociales, son para todos y van a
estar profundamente influidos por ellos. Conocer las características de la etapa
evolutiva que atraviesa el alumnado permite comprender las posturas que
toman hacia determinados estímulos.

De esta forma cuanto más se conozca sobre la adolescencia, mejor


entenderá a los alumnos y estos se sentirán más cercanos al docente, y es en
la cercanía desde donde es más fácil trabajar y aprender.

b. Conoce la labor que desempeña y entiende el valor que tiene


para la sociedad:

La Educación es uno de los pilares que sostiene a la población, y toda


persona que se dedique a esa labor debe ser consciente de ello. Muchos de los
avances sociales a lo largo de la historia se han visto influenciados por
reformas educativas, esto justifica la importancia que tiene la Educación para la
sociedad.

Por otro lado, el docente debe ser consciente que su forma de actuar
repercute en sus alumnos y puede influir de forma positiva en su desarrollo. Su
papel como mediador entre las familias, otros profesores y compañeros de
clase,

hace de su labor algo verdaderamente útil para la sociedad, y más


concretamente para el alumno.

Saber identificar los problemas que está atravesando un estudiante y


desde el centro intentar dar una solución, puede suponer una mejora del
desarrollo del alumno. No sólo basta con mirar resultados académicos, sino
que hay que mirar más allá.

a. Que se sienta atraído por la materia que explica:

Como puede resultar obvio en la transmisión de conocimientos, el mensaje


debe ser correcto, es decir, no puede haber errores en el contenido que se
explica. Por diversos motivos, aunque se cuente con una preparación de base,
el profesor puede dudar a lo largo de una explicación, pero debe saber que esa
duda también la están percibiendo los alumnos. Aquí cobra valor el porqué de

preparar las clases, ya que durante la explicación se debe transmitir seguridad


en lo que se dice.

También es importante, que el profesor se sienta atraído por los contenidos


que desarrolla, sólo si el siente fascinación por lo que cuenta, logrará
trasladarla a sus oyentes; ya que se hará con el recurso adecuado para
conseguir que sus alumnos compartan la emoción que el siente hacia lo que
explica.

a. Formación continua:

El docente debe intentar dar respuesta en la medida de los posible a las


necesidades que el alumno presenta. En la actualidad, nos encontramos con
avances que afectan a la labor docente desde diferentes puntos de vista y
algunos de estos intervienen favoreciendo el aprendizaje.

La aparición de las TIC y la forma tan rápida en la que evolucionan,


suponen para el profesor una constante formación para conocer su
funcionamiento y ponerlo en práctica.

El auge en investigación en materia de Educación, permite al profesor estar


al tanto de nuevas metodologías o teorías del aprendizaje. Este conocimiento
beneficia al educador en su tarea.
c. El docente reflexivo.

La necesidad de la reflexión en la práctica docente es algo evidente, ya que


permite un análisis de las actuaciones que se han llevado a cabo en el aula.

Como afirman Carbonero, Martín-Antón y Reoyo “La filosofía de logro de


una verdadera educación de calidad debería llevar al profesorado a una
reflexión constante sobre los procesos de enseñanza y aprendizaje,
asegurando así la aplicación de unas habilidades eficaces para la formación de
nuestros alumnos”. (2015:135).

A continuación, se proponen algunos factores que invitan a la práctica


reflexiva:”

 Los resultados y el esfuerzo que pone cada uno de los alumnos en


conseguirlos: un análisis de esto permite adaptar las tareas de manera
individualizada para que logren el mejor resultado.
 El desarrollo de la clase.
 El trato con los alumnos y entre los alumnos.
 Hacer autocrítica.
Todas estas reflexiones deben estar orientadas para mejorar día a día en la
práctica docente y dar una educación de calidad.

El clima en el aula

La educación actual no solo consiste en adquirir conocimientos, sino que


también valores, la tolerancia, el respeto o la integración, deben ser adoptados
por toda la comunidad educativa, y es el docente el que vela porque en el aula
se estén llevando a cabo.

Como es natural, en cada aula se respirará un ambiente. Debido a las


circunstancias de la clase y las de cada individuo en concreto, éstas
conformarán el propio clima de la clase. El buen docente observará que tipo de
“cultura” predomina en esa clase e intervendrá con los recursos necesarios
para guiar a la clase a su objetivo, que es el aprendizaje.

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