Territorios Comunes 4 FINAL
Territorios Comunes 4 FINAL
Territorios Comunes 4 FINAL
ECOLOGÍA
POLÍTICA
EN TIEMPOS DE
PANDEMIA:
VISIONES CRÍTICAS E
INTERDISCIPLINARIAS
SOBRE SALUD
EN VENEZUELA
Agosto 2021 - No. 4
Territorios Comunes
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA: VISIONES CRÍTICAS E
INTERDISCIPLINARIAS SOBRE SALUD EN VENEZUELA
Territorios Comunes
Publicación de análisis y opinión del Observatorio de Ecología Política
de Venezuela
Edición digital
URL: ecopoliticavenezuela.org
CONTACTO: [email protected]
TWITTER: @ecopoliticave
FACEBOOK: https://www.facebook.com/ecopoliticave/
INSTAGRAM: https://www.instagram.com/ecopoliticave/?hl=en
Portada:
FOTOGRAFÍA: Dikó / ILUSTRACIÓN: Patricia Franco y Valentina Curcó
Fotografías:
Dikó (11, Contraportada)
Patricia Franco (14)
WHO Press Room. Intervención Patricia Franco (26)
ACNUR / Vincent Tremeau (34)
TestigoPurpura.com / Iván Sánchez (49)
Colección de fotos Zent (50, 54, 60, 67, 120, 126)
ILO (68)
Rosa Arjota Inquilla (79)
Alejandro Cegarra (eldiariodeburgos.elmundo.es) (80)
AFP.com (91)
Rosalí Hernández agenciaocote.com (96)
Prodavinci, Fabiola Guerrero (108, 111, 162)
Kape-kape.org (108)
Feliciano reyna (130, 141)
PROVEA (142)
ICRC.org (152)
Elides Sulbarán (165, 169, 171, 172)
ÍNDICE
06
Presentación
I.
PERSPECTIVAS Y EPISTEMOLOGÍAS
CRÍTICAS SOBRE SALUD, ECOLOGÍA Y
POLÍTICA
14
Breve historia de la relación entre salud, política y modelo de
desarrollo en Venezuela
Erick Camargo
26
Pandemia y biopolítica: los límites de la ciencia y el diálogo de
saberes
Francisco Javier Velasco
34
Salud y cuido como políticas de los comunes
Liliana Buitrago
50
Jtijatï: Nociones de salud entre los Amerindios del Amazonas
Venezolano
Egleé L. Zent
68
Ecología política de la pandemia y crisis civilizatoria: repensarnos
desde el cuerpo-Tierra como conexión subjetivo-planetaria
Emiliano Teran Mantovani
80
El COVID-19 como dispositivo. Inquietudes securitarias en
tiempos de pandemia
Keymer Ávila
II.
VENEZUELA EN TIEMPOS DE
PANDEMIA: DIVERSOS ÁMBITOS DE LA
SALUD Y LA ASISTENCIA SOCIAL BAJO
LA LUPA
96
El Sistema Público Nacional de Salud y el manejo de la
pandemia. Una mirada desde la salud colectiva
Oscar Feo Istúriz
108
La minería aurífera en la Amazonía venezolana y la
degradación ecológica de la vida. Ecocidio, genocidio y
etnocidio
Omar Vázquez Heredia
120
Pueblos Indígenas: más vulnerables ante la actual Pandemia
de COVID-19 en Venezuela
Luis Caballero-Manrique
130
Potencialidades, obstáculos y dilemas de la ayuda
humanitaria en la Venezuela actual
Entrevista a Feliciano Reyna
142
Elecciones de solidaridad: crónica de un dispositivo de
protesta
Eduardo Burguer. Laboratorio Ciudadano de No Violencia Activa
III.
ANÁLISIS DE CASOS
152
Arco Minero del Orinoco y malaria: impactos de la minería en
la salud
Mariangel Vielma
162
Agua en tiempos de pandemia Covid19
La cuenca del río Mucujún, un debate entre el bien común y la
rapiña económica
Elides Sulbarán
TERRITORIOS COMUNES NRO. 4
PRESENTACIÓN
RECUPERAR LAS
CONDICIONES DE UNA
VIDA DIGNA, RECOBRAR
OTRAS PERSPECTIVAS
SOBRE SALUD Y BUEN
VIVIR EN EL PLANETA
— Presentación 6
ÍNDICE ↑
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
En este sentido, hemos propuesto este salud, problematizaciones del campo de las
número desde una perspectiva orientada a la ciencias y visiones históricas del asunto sani-
defensa de la vida, humana y no humana; desde tario. Un segundo bloque, posa su mirada
la búsqueda de recuperación de una vida sobre la especificidad del caso venezolano, en
digna para todas y todos, y en consonancia el cual se examinan desde el sistema público
con el fortalecimiento de relaciones ecosisté- nacional de salud, pasando por cuestiones
micas más armoniosas. Partimos de un prin- vinculadas a la situación de los pueblos indí-
cipio diagnóstico: que la profunda crisis que genas, los impactos de la minería, la ayuda
vivimos es también un reflejo de formas de humanitaria hasta iniciativas ciudadanas de
relacionarnos con la naturaleza y de patrones solidaridad en la pandemia. Finalmente, un
de conocimiento dominantes –que incluyen último bloque analiza dos casos específicos
perspectivas sobre la salud y la enfermedad– de la realidad nacional sobre la salud, relacio-
que han contribuido a socavar las condiciones nados con la malaria y el agua.
de vida en el planeta; y por tanto, merecen una En el primer bloque temático denominado
crítica y revisión profunda. Perspectivas y epistemologías críticas sobre
A tono con la necesidad de promover visio- salud, ecología y política, se inicia con una
nes, diagnósticos y propuestas alternativas breve historia de la relación entre salud, polí-
ante la situación, nuestra revista abordará el tica y modelo de desarrollo en Venezuela, es-
asunto de la salud desde diferentes perspecti- crito por el historiador Erick Camargo. En el
vas, que se encontrarán en un total de 12 artí- texto, el autor nos ofrece un recuento históri-
culos y una entrevista. El conjunto de autoras co, desde el inicio de la República hasta nues-
y autores que han participado en este número tros días, donde expone cómo la evolución del
de Territorios Comunes reflejan una diversi- extractivismo se vincula con la aparición de
dad de experiencias y puntos de vista, prove- epidemias en el siglo XIX, y cómo es tratada
nientes de la antropología, medicina, historia, por el poder político, el cual estaba intentan-
etnoecología, sociología, derecho, lingüística, do materializar el proyecto civilizatorio. Con
geografía, ciencias políticas, ingeniería, pero el surgimiento de la Venezuela petrolera, se
también de organizaciones sociales y ONGs instalarían instituciones y políticas sanitarias,
vinculadas a la temática; lo que le otorga una pero el proceso de modernización petrolera
gran riqueza a este ejemplar. crearía nuevos focos de contaminación y vul-
En un primer bloque de artículos se brindan neración de la salud, y la emergencia de nue-
análisis críticos epistemológicos sobre las vas enfermedades. Camargo analiza también
concepciones y abordajes de la salud, en los el colapso del modelo petrolero y su vínculo
que se presentan perspectivas de pueblos con la precaria situación actual de la salud,
indígenas, ecofeministas y desde la ecología tratando de resaltar que debemos repensar
política. Además se proponen diversas pers- nuestra relación integral con los modelos de
pectivas sobre la relación entre política y sociedad y con la naturaleza.
— Presentación 7
ÍNDICE ↑
TERRITORIOS COMUNES NRO. 4
— Presentación 8
ÍNDICE ↑
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
— Presentación 9
ÍNDICE ↑
TERRITORIOS COMUNES NRO. 4
comparte una experiencia desde el activismo de los Andes, así como de patrones de inter-
en pro de la construcción y promoción de vención en áreas protegidas. El caso evidencia
estrategias de solidaridad ante la crisis vene- los esfuerzos de un grupo de profesionales
zolana y el autoritarismo gubernamental, lo comprometidos en la lucha por la protección
que incluye el surgimiento del escenario de de la zona (Mucuamigos), así como el logro
pandemia. El colectivo, de la mano de Eduardo de un recurso de amparo por el derecho a
Burger, presenta un recorrido en sus intentos la salud. Sulbarán evidencia cómo los inte-
de crear un dispositivo de acción, junto a una reses económicos son colocados por encima
serie de reflexiones sobre la solidaridad, que del ambiente, algo que tiene continuidad en el
en esencia refleja parte de las dinámicas de Gobierno actual. El autor cierra alertando que
las organizaciones venezolanas en la cons- de continuar los procesos de degradación de
trucción de alternativas ante la compleja esa cuenca, las consecuencias para la calidad
situación del país. de vida podrían ser graves e irresolubles, por
Finalmente, en la sección de los Análisis de lo que llama a actuar con decisión política.
casos, Mariangel Vielma describe la dramá- Esperamos que, con este, nuestro cuarto
tica situación de la malaria en Venezuela y número de Territorios Comunes, podamos
sus estrechos vínculos con la expansión de la ofrecer a los y las lectoras, buenos insumos
minería en el país. La autora ofrece un punteo y reflexiones para contribuir a abordar este
de los principales y más recientes estudios complejo contexto que nos está tocando
publicados sobre el problema, y las diversas afrontar. Nuestro interés, como ya lo hemos
aristas que operan en un contexto de severa dicho, es tomar estos desafíos que se nos
crisis nacional. El artículo evidencia cómo Vene- presentan, para repensar los sentidos
zuela está entre los peores países de la región comunes sobre salud, ecología, buen vivir y
en relación a la malaria y cómo la apuesta dignidad, en pro de una profunda transfor-
extractivista del Gobierno venezolano en la mación de las sociedades actuales. Del mismo
Amazonía, junto al crecimiento minero ilícito modo, sumar otro grano de arena para recu-
en la misma biorregión, están siendo factores perar las condiciones de una vida digna para
determinantes en la extraordinaria expansión las y los venezolanos y todo habitante y especie
de una enfermedad que ha venido creciendo de este planeta. Cada espacio ganado, cada
también en el norte del país y se ha expandido puerta que se abra hacia estos horizontes,
hacia otras naciones latinoamericanas. será la apertura de nuevas posibilidades hacia
Por último, el trabajo de Elides Sulbarán mundos de emancipación socio-ecológica.
Zambrano, analiza, en clave histórica, la seria
problemática de la gestión de la cuenca del
río Mucujún, en el estado Mérida. Se trata
de un caso emblemático, no sólo en relación
a conflictos ambientales históricos en Vene-
zuela, sino también vinculado a los procesos
de degradación de cuencas en la biorregión
— Presentación 10
ÍNDICE ↑
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
— Presentación 11
ÍNDICE ↑
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIAS.
I
PERSPECTIVAS Y
EPISTEMOLOGÍAS
CRÍTICAS SOBRE
SALUD, ECOLOGÍA
Y POLÍTICA
TERRITORIOS COMUNES NRO. 4
BREVE HISTORIA DE LA
RELACIÓN ENTRE SALUD,
POLÍTICA Y MODELO
DE DESARROLLO EN
VENEZUELA
Erick Camargo
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
“El modelo
extractivista impuesto
en el continente
I. Introducción desde la colonización
europea ha definido
La Pandemia de COVID-19 nos ha cambiado buscó articular las pro- el comportamiento
por completo la vida en el complicado año vincias de Tierra Firme de las epidemias, sus
2020; nos ha hecho plantearnos más seria- con el circuito económico tipos y difusión, así
mente lo conseguido por la modernidad, y la del Atlántico Norte, al ca- como su tratamiento”
crisis civilizatoria. Hemos visto la vulnerabi- pitalismo y la modernidad
lidad de los sistemas de salud en el llamado que se venían consolidan-
“Primer Mundo” y cómo las poblaciones han do a principios del siglo XIX en Europa.
buscado crear alternativas para proteger la En este artículo presentaremos un breve
salud y cuidarnos los unos a los otros. Nos ha recorrido histórico, desde el siglo XIX hasta
hecho, en última instancia, cuestionar la visión la actualidad, sobre la relación salud y política
de salud y los sistemas existentes y cómo se en el país. Veremos cómo se dispararon las
relacionan con el poder. primeras epidemias del período republicano,
En este sentido, es pertinente hacer una desde las etapas previas a la Guerra de la Inde-
revisión de cómo ha sido el proceso histórico pendencia y que luego se consolidaron en el
del surgimiento de las epidemias y el abordaje territorio, frenando los intentos de avance de la
político que se le ha dado a la salud en Vene- modernidad y la conquista espacial. Posterior-
zuela. Las epidemias son también el resultado mente, con el descubrimiento del petróleo y el
de una determinada forma de relacionarse desarrollo urbanístico, estas endemias serían
con la naturaleza, así como su difusión o confi- prácticamente erradicadas, pero la población
namiento en el territorio. La forma política se vería afectada por otras enfermedades
con la que se afronta el problema, así como el producto del estilo de vida urbano y la conta-
tratamiento desde los sistemas de salud y el minación derivada de la producción industrial
poder, están determinados por las relaciones y la agricultura a gran escala. Cerraremos
sociales de dominio reflejadas en diferencias con el reciente colapso del modelo petrolero
raciales, de clase y género; el poder político y la reconstrucción del modelo extractivista,
dominante pues, se expresa también en el la invasión de las tierras del sur del Orinoco y
abordaje de las epidemias. la reaparición de las viejas epidemias. Lo que
El modelo extractivista impuesto en el con- nos invita a replantear nuestra relación con
tinente desde la colonización europea ha defi- la naturaleza y cómo esta influye en nuestra
nido el comportamiento de las epidemias, sus salud y el abordaje que desde el Estado se le
tipos y difusión, así como su tratamiento. El ha dado en las distintas épocas.
caso venezolano no fue la excepción, siendo
que el tratamiento de estos asuntos sanita-
rios han estado íntimamente relacionados al
modelo de desarrollo nacional, al proyecto de
país surgido a raíz de la Independencia, que
II. Siglo XIX: pestes, búsqueda de la ilustrados, que deciden romper con el Antiguo
modernidad y disputas en torno a la Régimen, representado por el sistema colo-
salud nial español, e integrarse al nuevo mundo que
se conformaba en torno a los círculos comer-
Durante el siglo XIX, veremos un país ciales de Gran Bretaña y el creciente capita-
asolado por las enfermedades y las epide- lismo. La idea de modernidad y progreso se
mias. A través de las décadas de la centuria asienta así en el ideario común de quienes
se darán diversos brotes de fiebre amarilla, y deciden romper los lazos con la metrópoli
el paludismo será una constante tan perma- peninsular y fundar una nación en aque-
nente que se considerará característico de llas provincias algo relegadas del engranaje
las áreas rurales. Mucho se ha discutido imperial. Dentro de esas ideas de modernidad
sobre la causa de la fuerte presencia de y progreso, la salud era considerada en eje
epidemias durante este período. Diversos fundamental, entendida desde la aplicación
autores de la talla de Federico Brito Figueroa, de las ciencias modernas y el racionalismo,
Francisco González Guinan, Rómulo Gallegos, así como desde un enfoque sanitarista que
Arturo Uslar Pietri, Ramón Escovar Salom y buscaba erradicar la enfermedad, vista como
Rómulo Betancourt, para nombrar algunos de una amenaza a ese progreso.
distinto signo político e ideológico, atribuyen Ya en los prolegómenos de la Indepen-
este estado de insalubridad al escaso creci- dencia, las autoridades locales, sobre todo el
miento demográfico de aquel siglo, así como al Cabildo de Caracas, de donde nació la rebe-
atraso económico. Se alegaba que las enfer- lión del 19 de abril de 1810, se empeñaba en
medades evitaban el desarrollo del potencial difundir la vacuna contra la viruela como un
agrícola y la expansión del capital en las áreas factor de modernización. En este esfuerzo
rurales, donde la mano de obra era azotada destacarían figuras como Francisco Javier
por estos males. Las fronteras extractivas Balmis, Vicente Salias, Santiago Limardo
se mantuvieron relativamente estables, no y Andrés Bello. Previo a la Independencia
hubo avances de conquistas territoriales de se registraban “fiebres epidémicas” (palu-
gran magnitud, se dio en un proceso lento dismo) alrededor del Lago Tacarigua (Lago de
y no exento de retrocesos; cada vez que se Valencia), las cuales son producto de la defo-
desmontaba una región, aparecían brotes de restación que se venía realizando en el área
insalubridad que obligaban al abandono de del sur de dicho lago para ampliar la frontera
las empresas. El historiador José Luis Salce- agrícola y expandir los cultivos de exporta-
do-Bastardo incluso retrataría este siglo ción de añil y tabaco en aquellos valles (Silva
XIX como el siglo perdido, un paréntesis en Álvarez y Archila Medina, 1995). Estos terri-
la historia, en el cual la civilización no pudo torios, principalmente inundables, antiguo
avanzar ante la naturaleza que se oponía, lecho del propio lago, son terreno propicio
plagando de enfermedades a una población para la proliferación del mosquito vector del
en su mayoría “barbarizada” por “gobiernos paludismo, razón principal de la aparición
indolentes” (Salcedo-Bastardo, 1972). de dicha epidemia. Esto se evidenciaría con
Venezuela nace con las ideas de la Ilustra- más fuerza durante la campaña del coman-
ción, surge de las clases mantuanas, criollos dante realista Domingo Monteverde en 1812,
la cual se desarrolló por varios meses en la que las tropas penetraran las selvas del sur
cuenca del lago ya mencionado, generándose del Lago para poder realizar sus campañas
enormes bajas en ambos ejércitos producto andinas; igualmente en los valles de Aragua y
de fiebres palúdicas que venían afectando Barquisimeto la fiebre amarilla hará estragos
la región (Parra-Pérez, 1992). El “batallón en las filas realistas (Archila Medina, 1995).
francés” formado por voluntarios europeos Al finalizar la guerra el país quedó devas-
y comandado por el coronel Du Cayla, pierde tado por completo, grandes contingentes de
dos tercios de sus hombres por enfermedad población sufrieron movilizaciones forzosas,
y el mismo coronel debe ser reemplazado los bosques fueron quemados y talados. La
por Juan Pablo Ayala; igualmente José Félix naturaleza empezaría su proceso de rege-
Ribas, quién debía defender el Portachuelo neración luego de una década de conflictos.
de Guaica, cerca de Güigüe, debe retirarse a Durante el tiempo en el que existió la Gran
Caracas por enfermar de “fiebres” (Ibíd.). Colombia se vio un enorme interés por
La Guerra de Independencia vendría a ser atender la situación de salud, para el gobierno
un importante difusor de enfermedades. El republicano, la fiebre amarilla, la lepra y el
movimiento de las tropas por todo el terri- coto eran las enfermedades de mayor interés
torio, la ocupación de espacios que hasta ese desde el principio. La vacuna contra la viruela
momento permanecían ignotos o alejados de en las provincias se mantuvo como una prác-
los núcleos de población criolla, penetrados tica legada de la Colonia, aunque sólo se pudo
por fuerzas de ambos bandos –ejércitos que realizar efectivamente al finalizar la guerra
poseen entre sus filas enfermos–, llevarán en el territorio nacional (Martínez Garnica,
de un lugar a otro, las distintas enferme- 2008). En 1827 por iniciativa de José María
dades que irán encontrando en los territo- Vargas se funda la Facultad de Medicina,
rios por donde pasan; teniendo en contexto reemplazando al colonial Protomedicato y diri-
el aislamiento en el que se encontraban las giendo la docencia médica, lo que representó
regiones entre sí. Se observa el tratamiento un paso importante en la modernización de la
discursivo en la política sobre la epidemia y enseñanza médica y muestra del compromiso
la confrontación, “la peste son ellos”, seme- colombiano para con la salud (Silva Álvarez y
jante a los discursos actuales, mientras se Archila Medina, 1995). Caída la unión colom-
acusan entre los bandos de ser más destruc- biana, reasumida la autonomía de Venezuela
tores que las enfermedades que azotan el país como Estado independiente, el tema de la
(Gómez, 2020). La fiebre amarilla y el palu- salud y la sanidad estuvieron presentes en las
dismo arrasan los campamentos patriotas autoridades, pero su visión liberal de “dejar
llevándose consigo a insignes próceres como hacer, dejar pasar” aunada a las penurias
Manuel Palacio Fajardo o Manuel Valdéz, entre fiscales de la época, evitaron el desarrollo
otros; así como son diezmados los batallones de políticas estatales tendientes a abordar
de la Legión Británica durante los primeros la salud general de la población. Esto se ve
años de su estadía en Guyana, no por el fuego claro en la inexistencia de un sistema o de
enemigo sino por las enfermedades (Thibaud, instalaciones de salud pública, la cual queda
2017). En el bando realista igualmente en en manos de la Iglesia a través de hospicios,
Maracaibo se observa cómo el paludismo y lazaretos y hospitales de caridad, y por otro
la fiebre amarilla hacen estragos, luego de lado los pequeños hospitales militares, soste-
nidos estos sí por el gobierno (Ibíd.). a partir de la década de 1850, causando gran
El año de 1833 inició con las noticias de una cantidad de muertes desde oriente a occi-
epidemia que se llamó “Peste de Apure”, la cual dente, siendo una de las más temidas enfer-
afectó desde Mantecal a todo ese estado, provo- medades. La incapacidad técnica y material
cando una enorme mortandad; esta peste era para enfrentar las epidemias fue determi-
nada más y nada menos que un nuevo brote nante (González Guinán 1954). De acuerdo
de paludismo. La carencia de médicos, hospi- a la historiadora María Soledad Hernández,
tales y normas sanitarias para contener la el gobierno de los hermanos Tadeo y José
enfermedad era evidente y muy poco pudieron Gregorio Monagas, en medio de las dificul-
hacer las autoridades. El historiador Fran- tades políticas y serias críticas a su gestión,
cisco González Guinán (1954), quien registró ocultaron las cifras reales de víctimas de la
esta noticia, desde su mentalidad positivista, epidemia –lo que incluso profundizaría las
informaba que en las ciudades el grado de civi- diferencias entre Tadeístas y Gregorianos.
lización alcanzado permitían frenar los conta- El Obispo de Trícala, un Tadeísta y crítico del
gios y así estas evitaban ser infectadas; pero manejo de las cifras por parte de los minis-
en el campo venezolano, descrito como lugar tros del Presidente José Gregorio Monagas,
abandonado por el gobierno y desprovisto aseguraba que los muertos superaban a
de civilidad, la fiebre se enseñoreó del país y los 20.000 y no los escasos 5.000 individuos
provocó millares de muertes, y generó deso- señalados por el funcionario (Gómez, 2020), lo
lación durante todo el siglo referido. González que además evidenciaba con claridad el uso
Guinán, quien formaría parte de un gabi- político del asunto sanitario en el país.
nete del gobierno de Antonio Guzmán Blanco, Otra cuestión interesante respecto al cólera
expresaba la visión positivista dominante en la de esa época tiene que ver con su origen pan-
clase gobernante con respecto a la salud, las démico, relacionado con la erupción del volcán
epidemias y la enfermedad. Tambora (Indonesia) en 1816, lo que provocó
Los brotes de fiebre amarilla en Caracas que durante ese año se diese el fenómeno cli-
se contarían en los años 1839, 1850, 1857, mático global llamado “el
1858, 1860, 1864, 1869 y 1885 (Archila año sin invierno”, con ca-
Medina, 1995). En otras regiones del país se tástrofes a nivel mundial “Es curioso que
dieron varias epidemias igualmente de fiebre y la epidemia del cólera nuestra historiografía
amarilla, siendo Trujillo la provincia-estado en Bangladesh, que se iría ha ignorado por
más afectada, al experimentar 7 brotes de difundiendo por todo el Im- completo los efectos
la enfermedad en la segunda mitad del siglo perio Británico, hasta lle-
climáticos y sociales
XIX. El Estado procuró abrir la enseñanza de gar a nuestro país 34 años
vividos en nuestro país
la medicina en los Colegios Nacionales, con después. Es curioso que
el objetivo de formar médicos que luchasen nuestra historiografía ha
durante ese año sin
contra las enfermedades (Ibíd.). Otras epide- ignorado por completo los
invierno, revelando
mias asolaron el siglo XIX venezolano, tales efectos climáticos y socia- nuevamente que
como la del sarampión, la tosferina y el nunca les vividos en nuestro país ciertos aspectos de
ausente paludismo. durante ese año sin invier- la vida no están en el
El caso del cólera amerita también especial no, revelando nuevamente foco de los discursos
atención. Esta enfermedad impactaría al país que ciertos aspectos de la nacionales.”
vida no están en el foco de los discursos na- de médico, provocando la ira de los círculos
cionales. académicos que incineraron las publica-
Sin embargo, no todo el país, ni todos los ciones de Romero. Para algunos autores la
venezolanos, compartían la visión positivista presencia de Romero no fue totalmente nega-
y de modernidad que imperaba en el círculo tiva, su trabajo en el manicomio es recono-
oficial. A esta se contraponía la medicina cido por su éxito al abordar con un enfoque
popular, la cual se apoyaba en la naturaleza diferente las complicaciones mentales de
y en los rituales místicos heredados de los sus pacientes, que en muchos casos solo
pueblos indígenas y afrodescendientes; y que requieran de alguien que les hablara y enten-
eran las más utilizadas por la población, ante diera sus problemas (Oliveira, 2003).
la inexistencia de un sistema de salud estatal. A pesar de los avances obtenidos en el
Estas prácticas e ideas populares chocaban campo de la ciencia y la educación, así como
con las ideas de modernizar el país, aunque en las prácticas médicas privadas, el fuerte
algunos médicos recetaban medicinas de ideal liberal del gobierno lo cohibía de asumir
plantas, mezclando modernidad y saber la labor de gestor de sanidad; igualmente la
ancestral. Esta lucha fue patente durante el penuria fiscal permanente por gran parte de
guzmancismo, época en que el positivismo nuestra historia fortaleció la idea de alejar de
se arraigó en las élites dominantes del país y dichas responsabilidades al Gobierno. Pero
era la principal escuela de pensamiento en la esa situación tendería a cambiar repenti-
Universidad. Durante las tres últimas décadas namente. La pandemia de la llamada “Gripe
del siglo XIX, los avances de la ciencia médica Española” causó en Venezuela más de 25.000
en el país fueron evidentes: prominentes muertes, la cual estuvo acompañada por un
médicos introdujeron métodos modernos de brote de peste bubónica entre 1908 y 1919.
investigación y atención al paciente, también Pero esos años marcaron el final de una era y
se creó el Colegio de Médicos de Venezuela, la el inicio de otra.
Academia de Medicina y nuevos hospitales, no El siglo XIX representó una lucha entre
sólo en Caracas sino en todo el resto del país. el gobierno y su obstinación por modernizar
En este ambiente, durante el primer bienio el país, por explotar la naturaleza, y la gran
del gobierno de Joaquín Crespo (1884-1886), cantidad de enferme-
se daría un incidente que reflejaría dicho dades que aquejaron a la
conflicto. Crespo, de raigambre y extracción población, poniendo freno “La enfermedad era
popular y campesina, creía fielmente en la a gran parte de dichos relacionada con lo
medicina popular y los curanderos, así que a empeños. En el contexto
salvaje, y lo salvaje
su sanador personal, el señor Telmo Romero, no existía un cuestiona-
con la enfermedad;
le nombró como director del manicomio de miento de los efectos de
Caracas y le otorgó prerrogativas y respetos la explotación de la natu-
por tanto la salud era
como a todo profesional de la medicina. En raleza, las talas indiscri-
una expresión de la
febrero de 1886, la Universidad tuvo que ser minadas, el asentamiento misión civilizatoria.
cerrada, pues se dieron disturbios cuando en zonas inundables y Estos elementos son
salió una publicación del señor Romero humedales, y su relación claves para entender
llamada El Bien Público y que el gobierno soli- con las epidemias. No se la gran profusión de
citase le otorgara esta institución el grado tomaba en cuenta la cues- epidemias.”
tión de los flujos migratorios, desde la trata “pestes” que cubrían con “Las nuevas
de esclavos en la era colonial, hasta la cons- su manto de insalubridad exigencias del capital,
tante e ininterrumpida inmigración europea al país. Así en 1923 se pro- que necesitaban
al continente americano, que evidentemente mulga la Ley de Sanidad adentrarse en terrenos
trae siempre el riesgo de la difusión de enfer- Nacional; durante esos agrestes y selváticos
medades. Los conocimientos ancestrales en años se empieza a produ- para acceder a nuevos
medicina herbal, así como datos claves como cir la vacuna antivariólica yacimientos, exigen
el donde asentar aldeas, eran desechados, en en Venezuela y se inician una política de Estado
búsqueda de un mayor control del territorio y campañas de vacunación que atienda las
una facilidad en las operaciones de explota- y antituberculosis que son
necesidades sanitarias
ción de la naturaleza y acceso a los mercados señaladas con entusiasmo
de la población”
nor-atlánticos. La enfermedad era relacio- como el avance de la civili-
nada con lo salvaje, y lo salvaje con la enfer- zación sobre la barbarie
medad; por tanto la salud era una expresión rural (Silva Álvarez y Ar-
de la misión civilizatoria. Estos elementos son chila Medina 1995). Las nuevas exigencias del
claves para entender la gran profusión de capital, que necesitaban adentrarse en terre-
epidemias. nos agrestes y selváticos para acceder a nue-
vos yacimientos, exigen una política de Estado
III. Siglo XX: petróleo y modernidad, que atienda las necesidades sanitarias de la
nuevos contextos del problema de la población que trabaja en los campos petrole-
salud y la enfermedad ros y en las nuevas regiones económicamente
Con el descubrimiento de enormes yaci- articuladas al flujo de capital.
mientos petroleros y el inicio de su explotación Sin embargo, el salto más grande se da a
comercial por empresas capitalistas, la histo- partir de la muerte de Gómez en 1935. El 26 de
riografía tradicional divide en dos grandes febrero de 1936 se decreta el llamado Plan de
ciclos la historia nacional: la Venezuela rural Febrero, luego de grandes movilizaciones popu-
y la Venezuela petrolera. La centralización lares y huelgas, el cual en resumidas cuentas
del poder y unificación nacional bajo la dicta- propone una reforma constitucional que
dura de Juan Vicente Gómez configurarían un abarque el desarrollo de la educación nacional,
modelo de Petro-Estado que daría las herra- la higiene, la salud pública, asistencia credi-
mientas para una lucha contra las enfer- ticia para el fomento de la producción nacional,
medades y someter a la naturaleza, como ampliación de las obras públicas y perfeccio-
asumían los intelectuales de la época, tales namiento del ejército nacional (Pacheco, 1984).
como Arturo Uslar Pietri, Alberto Adriani, Ello se completaría con un plan de inmigración
Esteban Gil Borges, entre otros. y colonización. En fin, se intenta introducir a
Durante la primera mitad del siglo XX em- Venezuela dentro de los circuitos de la moder-
piezan a diseminarse hospitales y dispensa- nidad, sustentándose con los nuevos caudales
rios, precarios en su mayoría, pero orientados que produce la renta petrolera y evitando con
a combatir las enfermedades más comunes esto el surgimiento de movimientos marxis-
como el paludismo, la tuberculosis y la fiebre tas-socialistas que encaucen el descontento
amarilla; igualmente se descubren los agentes popular y el sentimiento de abandono de las
patógenos causantes de la mayoría de estas masas por parte del Estado.
A partir de este momento y con la formación más acelerada y monumental que la conce-
de los partidos políticos modernos, el lenguaje bida en el Plan de Febrero y los gobiernos
de la clase dirigente en materia de sanidad que siguieron sus lineamientos. La reforma
va encaminado a derrotar el abandono, la agraria y la expansión del capital, incidirían
barbarie y domesticar a la naturaleza para en la necesidad de saneamiento del país;
los fines del desarrollo económico y convertir campañas masivas de vacunación permiti-
a Venezuela en un país moderno y capitalista rían la erradicación de la viruela a nivel global
(Tinoco Acevedo, 1987). Los cambios que se incluyendo a Venezuela. El famoso doctor
desencadenan en el país, la rápida urbaniza- Enrique Tejera habla en 1961 de un triunfo de
ción que se va a ir desarrollando, fortalecerán la civilización sobre la muerte y la naturaleza
esta idea, discurso y acción. Sin embargo, (Archila Medina 1995). Este y otros factores
dentro de esta narrativa poco se tocan los incidirán en la explosión demográfica de las
casos de las enfermedades producidas por la décadas siguientes.
contaminación generada por el nuevo modelo En 1963, el paludismo se declaró erradi-
de desarrollo, que cada vez se va generali- cado luego de haber sido fumigados con DDT
zando. Si bien las llamadas “endemias”, palu- 600.000 km2 del territorio nacional. El perso-
dismo, fiebre amarilla, parasitosis, cólera; van naje descollante del momento fue Arnoldo Ga-
cediendo terreno, aparecen y se recrudecen baldón, fundador de la División de Malariolo-
otras enfermedades vinculadas al estilo de gía y de la cual fue jefe desde 1936 hasta 1950
vida moderno y la exposición a productos (López Ramírez, 1995); empezando su activi-
químicos nocivos por diferentes vías. Ahora dad de fumigación con vertidos de petróleo en
son derrames petroleros, mechurrios, dese- pozos y cursos de agua, que podrían servir
chos industriales, contaminación del aire y de criaderos del mosquito anofeles, principal
sónica, entre otros, junto a radicales cambios vector del paludismo (Vitae, 2003). Gabaldón
en los patrones alimenticios (gaseosas, enla- se enfocó en una lucha para exterminar al
tados, etc.), los agentes de deterioro de la vector de la malaria, más que generar una in-
salud. Así, vemos como las enfermedades munidad o desarrollar tratamientos eficaces
cardiovasculares y del sistema respiratorio, para la enfermedad; el enemigo era la natura-
la diabetes, obesidad, cáncer, entre otras; van leza en sí misma. Las campañas de propagan-
sustituyendo progresivamente a las viejas da del gobierno mostraban las operaciones
epidemias, sin que esto sea abordado como de saneamiento; fumigaciones masivas con
graves problemáticas de salud pública, y DDT como la panacea y la fórmula mágica de
mucho menos vinculadas a los efectos del salvar vidas; sin embargo estas fumigaciones
estilo de vida moderno. La modernización no han dejado consecuencias hasta la actuali-
desplaza la enfermedad, sino que modifica dad, pues el DDT es un agente de difícil diso-
sus expresiones. lución y se va acumulando
La política estatal sanitaria se intensi- con el paso de tiempo en
fica en el llamado período democrático, en el las cadenas tróficas, afec- “La modernización
cual mientras simultáneamente se pelea por tando a los animales y a no desplaza la
el acceso a una porción mayor de la renta, humanos por igual; gene- enfermedad, sino
se invierten enormes cantidades de esta en rando efectos canceríge- que modifica sus
la modernización del país, de forma mucho nos, disminución de la fer- expresiones.”
tilidad, entre otros (Montilla y Alvarado, 2015); ta el momento, entre en un “se da una relación
los cuales no han sido abordados y han que- proceso de desinversión desigual entre el centro
dado ignorados por las autoridades y quienes y abandono progresivo, del país y la periferia
manejan el discurso modernizador. Esta em- afectando principalmente (...) denotándose un
presa se llevó a cabo bajo el esquema de or- las áreas rurales del país carácter discriminador
ganización militar de quienes debían fumigar y y la periferia de las gran- producto de las
atender a los enfermos y se vio, efectivamen- des ciudades. Igualmen- relaciones de poder
te, como una guerra contra la naturaleza, que te se verá el surgimien- geográficas, de clases
se oponía al desarrollo y avance del hombre y to del modelo neoliberal, e incluso de raza y
la modernidad (Vitae, 2003). que desde el gobierno y
género”
Igualmente se observó un desarrollo de el sector empresarial, in-
sistemas de cloacas, se articuló progresi- tentarán desplazar pro-
vamente un sistema de salud pública, y se gresivamente al Estado de
vinculó el saneamiento del país y la pros- la atención a la salud pública, para llevarla al
peridad económica, gracias a los ingresos campo de la empresa privada y el enfoque de
petroleros, con el crecimiento, el desarrollo y la salud-sanidad como un servicio. Esto pro-
la modernización. Sin embargo, es importante vocaría un aumento de los efectos nocivos del
notar que ese desarrollo se dio de formas muy estilo de vida moderno en la salud de los ve-
desiguales, que aún se observan en las áreas nezolanos, que a falta de la asistencia médica
urbanas sectores barriales que a duras penas requerida, o su incapacidad para cubrir los
cuentan con cloacas rudimentarias y a cielo costos de la misma, se verán abatidos por las
abierto, en contraste con las áreas centrales “enfermedades de la modernidad”.
y suburbios de personas de altos ingresos.
Del mismo modo, se da una relación desigual IV. Siglo XXI: colapso del Petro-Estado,
entre el centro del país y la periferia; tanto disolución de la modernidad y crisis de
en el sistema cloacal, como en el sistema de la salud
salud y la articulación de los establecimientos
médicos, dispensarios y demás; denotándose El siglo XXI tiene como entrada un proceso
un carácter discriminador producto de las de agitación política producto de la deca-
relaciones de poder geográficas, de clases e dencia de la Venezuela petrolera y la crisis de
incluso de raza y género. la renta. En este proceso se instala el gobierno
Este proceso de saneamiento y prosperi- de la llamada Revolución Bolivariana, que va
dad económica va a entrar en crisis. A finales proponer variados cambios políticos para
de los años 80’s el modelo petrolero empieza a el país. Definir al chavismo se ha llevado
mostrar fisuras y se desencadena un declive enormes ríos de tina y abre un debate inter-
progresivo, tanto en el ingreso de renta, como minable que no es el fin de este espacio; sin
en sus posibilidades para impulsar el tan an- embargo, nos limitaremos a mencionar que
helado desarrollo. El Petro-Estado llega a sus este fenómeno político aparece como reivindi-
límites y empieza a colapsar bajo su propio cador del Petro-Estado y con un discurso que
peso. La crisis desencadenada en esa década apunta a su restauración, bajo el modelo tradi-
hará que el sistema de salud construido has- cional socialdemócrata, en contraposición al
modelo neoliberal que se había impuesto en mismo, modelo que se va instaurando progre-
las dos últimas décadas del siglo XX. Así, en sivamente, de manera extraoficial; incluso en
el aspecto de la salud-sanidad, observamos hospitales públicos, donde los insumos deben
que los gobiernos bolivarianos apuntaron a ser costeados por los pacientes.
reconstruir un sistema de salud articulado, Se consolida la “derrota de la naturaleza”
reiniciaron campañas masivas de fumiga- con la evidente y progresiva expansión de la
ción en áreas rurales y urbanas, se crearon frontera agrícola, la deforestación de enormes
misiones como Barrio Adentro, destinadas a cantidades de bosques, como las selvas de
brindar un mayor acceso a la asistencia médi- Ticoporo; la conquista completa del territorio
co-sanitaria, financiada con el dinero prove- nacional, incluyendo regiones que anterior-
niente de la fluctuante renta petrolera; sobre mente se consideraban impenetrables en los
todo cuando se daría el tercer boom de los estados Bolívar, Zulia y Amazonas; todo lo cual
precios del petrolero. Un modelo extractivista, ha incidido en el aumento del extractivismo.
que como ya mencionamos, se encontraba En estos tiempos de crisis, el extractivismo
agotado y en proceso de colapso, que apenas ha tomado un nuevo rostro, un nuevo orden,
consiguió un respiro por los conflictos en el aparentemente desordenado, al carecer de la
Medio Oriente y el importante crecimiento de concentración del Estado o grandes empresas
China y los BRICS que aumentaron la demanda matrices, como vemos en el Arco Minero del
de hidrocarburos. Orinoco, dirigido por sindicatos del crimen,
A partir del 2012, cuando el boom desa- grupos irregulares y empresas de fachada de
parece y los precios de los hidrocarburos grandes capitales.
empiezan a bajar, se observa un colapso Este avance extractivista en tierras que
general del país y del financiamiento del habían permanecido en “reserva”, y el franco
Estado y la economía, totalmente dependiente deterioro del Estado, reflejado en la precarie-
y atada a dichos ingresos. El Petro-Estado dad de los sistemas de salud, ha redundado
llega a su ruina final, aunque el fondo de su en la reaparición de enfermedades conside-
existencia sigue manteniéndose a todo trance, radas erradicadas y de
buscando respiros en diversas modalidades epidemias, aunadas a la ya
de negocios, mudando la obtención de renta existencia de las enferme- “...desencadena
y el enfoque extractivista del petróleo a otras dades del estilo de vida mo- la aparición de
fuentes de divisas. Observamos ahora el desa- derno, sumándose a otras enfermedades
rrollo agresivo de la minería en todo el país, nuevas producto de la in- consideradas extintas,
sobre todo en el sur del Orinoco. Esto desen- toxicación por los produc- como el paludismo y
cadena la aparición de enfermedades conside- tos de la minería –como la difteria; producto
radas extintas, como el paludismo y la difteria; por ejemplo el mercurio, o no sólo del colapso
producto no sólo del colapso del sistema de bien los que se producen
del sistema de salud-
salud-sanidad basado en el financiamiento a raíz del colapso de la in-
sanidad basado en el
del Estado, sino también por el avance de la dustria petrolera–; todo
frontera extractiva, invadiendo los territorios
financiamiento del
lo cual ha confluido con la
de la Guayana. El discurso neoliberal resurge nueva pandemia mundial
Estado, sino también
en medio de la crisis, la salud es un servicio y de COVID-19. por el avance de la
sólo quienes puedan pagarlo tienen acceso al frontera extractiva”
en ciertos círculos, buscar alternativas, sin Gómez, Elvia (2020). En el Siglo XIX Las Estadísticas so-
desechar los criterios científicos que son fun- bre La Peste y El Cólera fueron tema para la diatriba
política. El Ucabista. Disponible en https://elucabista.
damentales, pero que vienen cargados de un
com/2020/06/30/en-el-siglo-xix-las-estadisticas-so-
poderoso discurso ideológico desarrollista. En bre-la-peste-y-el-colera-fueron-tema-para-la-diatri-
fin, buscar un balance que nos permita convivir ba-politica/.
con la naturaleza, en buen estado de salud y en-
González Guinán, Francisco (1954). Historia Contempo-
tender que hay barreras que ella misma tiene, ránea de Venezuela. 16 Tomos. Caracas: Ediciones de
para defenderse del extractivismo. la Presidencia de la República.
PANDEMIA Y
BIOPOLÍTICA: LOS
LÍMITES DE LA CIENCIA
Y EL DIÁLOGO DE
SABERES
Francisco Javier Velasco Páez
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
buen tratamiento y otros indican lo opuesto. Esas medidas, que per- “Esas medidas, que
Determinados estudios establecen que la mitieron hacer frente a permitieron hacer
vacunación no está exenta de riesgos mien- epidemias de peste, se pa- frente a epidemias
tras que otros señalan que la vacuna es la recen mucho a las medi- de peste, se parecen
única solución para salir de la pandemia. Esta das tomadas en 2020 en la mucho a las medidas
situación es evidencia de que el consenso cien- mayor parte de los países tomadas en 2020 en
tífico en torno al virus no es tan sólido como del mundo. Esa gestión de la mayor parte de los
las políticas lo presentan para justificar las la crisis sanitaria convoca países del mundo”
decisiones gubernamentales tomadas en dife- la noción de biopolítica in-
rentes latitudes. No hay un consenso general, troducida por Michel Fou-
sólo consensos frágiles y provisionales que cault, para mostrar cómo la vida se ha conver-
son, dicho sea de paso, lo propio del trabajo tido en un factor político, a través de un análisis
científico. Pero en virtud de la obligación polí- refinado de las relaciones saber-poder.
tica de actuar, hemos visto cómo surge una Michel Foucault (2001) subraya el contraste
especie de disputa y temor epistémico. entre ese modelo antiguo de la cuarentena,
en el que un poder soberano autoritario rige
II. Biopolítica, ciencia y arcaísmos en desde un Estado central la vida de las pobla-
el control de la pandemia ciones, y los dispositivos estratégicos de
control difuso de la vida puestos en marcha en
Dice Michel Foucault (2001, 17-18) que, Occidente, gracias a la medicina científica. Por
desde finales de la Edad Media existía en todos lo tanto, la mayor parte de esos dispositivos
los países europeos lo que hoy en día llama- basados en la ciencia –medidas estadísticas
ríamos un “plan de urgencia”, que debería de tasas de mortalidad y morbilidad, higiene,
ser puesto en práctica cuando la peste o una vacunación, control de los flujos migratorios–
enfermedad epidémica grave se manifestaran se repiten en la gestión hegemónica actual
en una ciudad. Ese plan incluía lo siguiente: el de la crisis, al lado de medidas arcaicas que
confinamiento de las personas en sus hogares se tenían por obsoletas por mucho tiempo.
de manera que pudieran ser localizadas en un La única diferencia es que las medidas de
lugar único (preferiblemente cada familia en cuarentena apuntan hoy en día antes que
su vivienda y cada persona en su habitación, todo a la salvación del sistema hospitalario. La
nadie debía moverse); la ciudad debía some- medicina científica, que se desarrolló y evolu-
terse a un sistema de vigilancia generalizada cionó vinculada al poder, hizo creer a muchos
que dividía en sectores y controlaba la ciudad, que las enfermedades infecciosas habían sido
utilizando personas (responsables de calles o vencidas. No obstante, vemos ahora la emer-
barrios) especialmente designadas para ello gencia de un virus que nos toma por sorpresa
y un sistema de información centralizado que y nos remite al horror de imágenes espan-
rendía cuentas diariamente a la alcaldía; los tosas del pasado con catástrofes, poblaciones
inspectores debían de revisar cotidianamente diezmadas e imperios derrotados. ¿Arroja
todas las habitaciones de la ciudad; se reali- esto alguna duda sobre las relaciones esta-
zaban procedimientos de desinfección, casa blecidas entre ciencia y poder en las socie-
por casa, con perfumes e incienso. dades modernas?
poder”, según la función que tradicionalmente los saberes expertos y los saberes prác-
se les ha atribuido, se encuentran súbitamen- ticos de la opinión. Para vivir y actuar en un
te desprovistos de argumentos sólidos ya que mundo incierto, los foros híbridos favorecen
saben muy poco del COVID-19. Si bien es cier- el diálogo entre expertos y otros actores
to que los métodos de secuenciación han he- sociales del conocimiento de campo, permi-
cho posible la rápida identificación del virus, tiendo co-construir contenidos intelectuales y
su comportamiento, las vías de transmisión, proponer medidas eficaces y legítimas. Esos
el período de contagiosidad y la duración de la foros no favorecen necesariamente la high-
inmunidad siguen siendo algunos de los enig- tech y pueden conducir a soluciones low-tech
mas que quedan por resolver. Trasmitiéndose menos costosas y más ajustables.
inexorablemente de China a Europa y al Medio El reconocimiento de los saberes no cien-
Oriente, y luego a América y pronto al África, el tíficos de campo como fuentes de invención y
coronavirus ha creado no sólo una crisis mun- de soluciones, no significa promover la anti-
dial, sino que ha transformado al mundo en un ciencia o la tecnofobia. Mirar hacia el pasado
vasto laboratorio. En todos los países se busca y hacia otras culturas, para de allí tomar ideas
comprender su funcionamiento, su forma de en vez de concentrarse dogmáticamente en
transmisión, cómo se puede inhibir y contro- un culto a la innovación, no quiere decir que
larlo, como inmunizarse, prevenir la infección o debemos alumbrarnos con velas sino cons-
prepararse para la emergencia de otros virus. truir un porvenir dialógicamente, democráti-
La incertidumbre aumenta por la crisis camente entre ciencia y sociedad.
climática que también ha hecho del planeta Pero la apertura de la ciencia a esos cono-
un laboratorio de experiencia. Para la inves- cimientos de campo debe ir más allá si de
tigación sobre el coronavirus, cada país, cada democracia y diálogo hablamos. La ciencia es
región, ofrece una cohorte de casos con pará- un sistema de creencias occidental surgido y
metros variables (medidas de confinamiento, desarrollado en un contexto socio-histórico
pruebas precoces) que pueden permitir las particular que, ciertamente, ha dado la posibi-
comparaciones con grupos testigos. En ese lidad de curar personas a través de distintas
proceso mundial de aprendizaje de control de prácticas, pero tiene sus límites. Cada cultura
virus, los humanos, infectados o no, tratados o tiene su propia forma de producir conoci-
no, vivos o muertos, se convierten de hecho en miento, incluyendo el conocimiento relativo a la
objetos de experiencia, en pruebas y ensayos medicina. Existen en nuestro continente (como
clínicos, en datos estadísticos. La búsqueda también en otras partes del mundo) saberes
del saber se confunde contradictoria y milenarios que han demostrado su eficacia
lamentablemente en la dinámica global de la y que no se limitan al conocimiento de prin-
pandemia con el control social, el gobierno de cipios químicos activos sino que, formando
las poblaciones por la biopolítica y la moviliza- parte de otras cosmovisiones, consideran
ción del rastreo electrónico de los individuos. también otras realidades relativas a los seres
No obstante, la incertidumbre no marca humanos, los flujos de energía y su relación
necesariamente la condena a muerte de las con las plantas, los animales, el clima y el
prácticas democráticas. Por el contrario, es ambiente en general. En este sentido se hace
posible inventar soluciones confrontando necesario asumir una actitud de humildad
epistémica, entendida como una virtud inte- Sin embargo, esa aper- “se hace necesario
lectual basada en la aceptación de que nues- tura debe llevarse a cabo asumir una actitud
tros conocimientos son siempre provisio- evitando la deformación de humildad
nales e incompletos y que deben revisarse a de saberes milenarios, epistémica, entendida
la luz de nuevas evidencias y otras miradas convirtiendo procesos como una virtud
(Agner, 2020; Lumbreras Sancho, 2020). El rituales y simbólicos en intelectual basada
intercambio sin hegemonías de visiones más meras mercancías. El re- en la aceptación
integrales de la salud y la enfermedad, los servorio de saberes que de que nuestros
esfuerzos de articulación entre los sistemas se han conservado a lo conocimientos son
tradicionales de medicina y estrategias más largo de siglos y que han
siempre provisionales
democráticas de acceso a medicinas, tienen fortalecido la conviven-
e incompletos y que
una gran relevancia en los actuales momentos cia de los humanos con la
y hacen frente a no pocos retos. Naturaleza no se pueden
deben revisarse
En el campo de la salud (y en otros también), reducir a simples cápsu-
a la luz de nuevas
el cartesianismo occidental gana mucho las o píldoras. La apertura evidencias y otras
abriéndose a otras epistemologías. Hace falta debe tener en cuenta que miradas “
una nueva toma de conciencia, el lenguaje hasta ahora se traslucen
inédito surgido de las circunstancias actuales en mayor medida la valida-
de crisis presenta conexiones evidentes con ción y la traducción científica del conocimien-
las teorías del conocimiento y las prácticas to médico tradicional que la permeabilidad de
societales del Sur Global. Ilustraciones de la medicina científica a visiones “no moder-
esto pueden verse en los conceptos de Sumak nas” de la salud (Agrawal, 2012). Por ello, es
kawsay o Buen Vivir (lamentablemente desvir- esencial no ignorar que un diálogo de saberes
tuado y banalizado por gobiernos del “progre- supone procesos continuos, compartidos y
sismo” populista) en América del Sur, Ubuntu amplios, dispuestos a considerar seriamente
en África del Sur o el Sarvodaya o Gram Sabha y con respeto las concepciones, proyectos y
en la India (Clark, 2013; Bobatto et al, 2020; preocupaciones de los otros.
Masso Guijarro, 2009).
LOS CUIDADOS Y
LA PANDEMIA EN
VENEZUELA DESDE UNA
MIRADA ECOFEMINISTA
Liliana Buitrago Arévalo
ECOLOGÍA
ECOLOGÍA
POLÍTICAPOLÍTICA
EN TIEMPOS
EN TIEMPOS
DE PANDEMIAS.
DE PANDEMIA.
micos”, por lo que cualquier tarea de repro- Para Tronto (1993) el cuidado se refiere a
ducción implica un relacionamiento con la todo cuanto hacemos para asegurar la soste-
naturaleza en clara ecodependencia. Sin nibilidad de la vida comprendiendo todo lo
embargo, esta dimensión queda invisibilizada que realizamos para mantener, continuar
y usualmente relegada en la reivindicación de y reparar nuestro mundo, que comprende
políticas necesarias para los cuidados. seres, cuerpos y entorno, entrelazados en
Para la organización La Otra Escuela (2018) red. Esta dimensión de redes y de cuidados
desde “una perspectiva transformadora”, de todo lo vivo remite a la sostenibilidad5
los cuidados implican los cuidados del sí, los (Carrasco, 2009; Pérez Orozco, 2011) de las
cuidados de la otra, los cuidados colectivos y los redes de vida, y es central para entender la
cuidados a los territorios. Al respecto señalan: crisis civilizatoria; como señala Pérez Orozco:
“poner la sostenibilidad de la vida en el centro
“El Cuidado del Sí, anclado al reconoci- significa considerar el sistema socioeconó-
miento de las emociones, las necesidades mico como un engranaje de diversas esferas
y los límites desde la sabiduría del propio de actividad (unas monetizadas y otras no)
cuerpo (…) el Cuidado de la otra, centrado cuya articulación ha de ser valorada según el
en las relaciones como parte constitu- impacto final en los procesos vitales” (p. 32).
tiva del cuidado desde la comprensión Desde una perspectiva feminista indígena, se
de humanizar la relación, tejer vínculos trataría no de un centro sino de una red de
y el construir hacia propósitos comunes redes con muchos centros interconectados,
de relación (…) el Cuidado Colectivo, en él más que una visión lineal.
exploramos el cuidado como un eje funda- Esta visión nos lleva a pensarnos las
mental de los grupos, procesos y estruc- esferas de la vida asociadas a los cuidados.
turas en las que participamos o traba- Por ejemplo, uno de los elementos fundamen-
jamos y desde las cuales incidimos en tales de la cadena de valor de los cuidados
transformaciones sociales y territoriales transformadores es la alimentación. Según la
(…) en el Cuidado del Territorio apelamos FAO (2017), el 80% de los alimentos que llegan a
a comprender el territorio desde una nuestros hogares son producidos por la agri-
perspectiva decolonial y compartimos cultura familiar de pequeña escala, principal-
miradas de diferentes comunidades para mente gestionada por las mujeres; esto implica
entender y reflexionar a partir de los que la salud también depende de ellxs y debe-
conflictos territoriales, formas de ejercer rían ser considerados trabajadorxs esenciales
el cuidado y el Buen Vivir” (p.8).
naron Cura da Terra, que reflejaba esta noción implícita
Cuidar tiene en su etimología la palabra a la salud a través del cuidado. Con un juego discur-
cura, y son sus usos, el primero en el sentido de sivo expresaban así la contradicción fundamental de la
modernidad que busca anular y romper el vínculo entre
cuidar algo o a otro y el segundo, en el sentido naturaleza y la humanidad y nos recordaban cómo a
de curar o asistir (Guimarães e Hirata, 2021)4 . través de la recuperación de esta conexión es posible
curarnos y promover una sociedad del cuidado. Dispo-
nible en: https://curadaterra.org/.
4 En el sentido de curar al otro, me gustaría resaltar 5 “El concepto de sostenibilidad exige no sólo que la vida
cómo cuando en 2020 inicia la pandemia por la COVID- continúe en términos humanos, sociales y ecológicos,
19, los pueblos indígenas y en especial las mujeres sino también desarrollar condiciones de vida aceptables
indígenas realizaron un encuentro global que denomi- para toda la población” Carrasco (2009).
desde una perspectiva de los cuidadxs, junto ducción ampliada de la vida. La atención
a las enfermeras y profesionales de la salud, a los cuerpos en el ciclo de vida no se
trabajos principalmente ocupados por las puede entender al margen del aprovisio-
mujeres y feminizados. Se denigra de la impor- namiento y gestión del agua, el espacio
tancia de los cuidados en pro del mantenimiento habitable, la producción de alimentos
de las estructuras de poder que mantienen a o las condiciones ambientales para el
lxs élites privilegiadxs (Tronto, 1993). resguardo de la salud, el bienestar y
El hacer y la poética desplegada del cuidar y el territorio. Los conceptos reproduc-
ser cuidado generan múltiples formas relacio- ción y sostenimiento de la vida apuntan
nales de vivir que expresan nuestros vínculos en esta dirección y sitúan la naturaleza,
vitales y el vigor de los mismos, incluyendo a el espacio y, de manera particular, los
la naturaleza y su valoración. No se trata de cuerpos en el punto de mira” (p.60).
agregar una dimensión más, se trata de agre-
garle valor a lo que consideramos y hacemos Igualmente, en otras valoraciones sobre los
para vivir, el trabajo de reproducción de “la cuidados, cuando consideramos los cuidados
trama de la vida” (Moore, 2020), darle impor- del territorio, resulta urgente la denuncia
tancia al “Común Reproductivo” y al “común sobre el avance de las actividades extracti-
territorio” (Vega, 2019), dotar de sentido a lo vistas depredadoras durante la pandemia. La
común, comunalizar, desde el proceso mismo deforestación, el avance de la frontera agrícola
de la reproducción de la vida. y del modelo agrícola tóxico agroindustrial, la
instalación de actividades mineras, son sólo
“Las discusiones sobre lo común se algunas de las actividades denunciadas por
producen igualmente en América Latina, diversas articulaciones de mujeres de Abya
en sus propias claves y con lenguajes Yala. Recordando una vez más que Latinoa-
singulares. Estas conectan con una tradi- mérica es una de las regiones más peligrosas
ción intelectual propia, vinculada tanto a para lxs defensorxs de los derechos humanos
las luchas recientes por la defensa de y de la naturaleza (Global Witness, 2017).
territorios y fuentes de vida colectiva Mientras a raíz de la Coronacrisis se hace
como a elaboraciones teóricas acerca inocultable el lado feminizado de la vida, es
de las comunidades, lo comunitario y la decir, cómo de las actividades y trabajos femi-
comunalidad” (Ibíd., p. 2) nizados (de crianza, salud, educación, cuidado a
adultos mayores, cuidado de los bosques y ríos,
De esta manera, se apuesta por una consi- entre otros) depende la vida del planeta entero,
deración amplia sobre lo que se considera la dependencia de los cuidados y las vulnera-
vida y de lo que incluimos, articulamos, en ciones diferenciadas sexualmente en todas las
nuestros análisis sobre el “sostenimiento de la dimensiones de reproducción y sostenimiento,
vida”, en esta dirección Vega (Ibíd.) señala que: el patriarcado, el capitalismo, el colonialismo y
el extractivismo, imponen un orden que presu-
“los análisis revelan la estrecha relación pone la masculinización de los territorios, secu-
entre comunes diversos cuando estos se ritizándolos, militarizando la vida y haciendo
miran desde la perspectiva de la repro- intensivos los patrones de acumulación extrac-
tivistas. Extractivismo y patriarcado son dos
caras del mismo orden de muerte en donde las relacional y; 3) mantener “Extractivismo y
violencias contra las mujeres y contra la natu- la mirada sobre la inter- patriarcado son dos
raleza son violencias gemelas. dependencia pero también caras del mismo orden
La defensa de los territorios también sobre la ecodependencia de muerte en donde
apunta a formas de violencias racializadas que sostienen las tareas las violencias contra
y diferenciadas sexualmente, como señalan de reproducción de la vida las mujeres y contra
diversas investigaciones desde los feminismos afectadas profundamente la naturaleza son
antiextractivistas por los bienes comunita- hoy en día por la precaria violencias gemelas.”
rios (Fernández, 2019), los feminismos terri- salud e impactos sobre los
toriales (Ulloa, 2016), comunitarios indígenas ecosistemas y las cadenas
(Cabnal, 2010), y una enorme diversidad de de representaciones de lo que son, como dice
organizaciones de Abya Yala, articulaciones Pérez Orozco, las vidas vivibles.
como la Red Latinoamericana de Mujeres
Defensoras de Derechos Sociales y Ambien- III. Cuidados y pandemia en Venezuela
tales, la articulación de mujeres de la COICA
en la panamazonía, El Movimiento de Mujeres Venezuela atraviesa una de las peores
Zapatistas, solo por nombrar algunas. A pesar crisis sociopolíticas, económicas y ecológicas
de las complejidades que le son propias y las de su historia. Existen estructuras, tramas y
diversas perspectivas, quisiéramos mantener casos de corrupción que han quedado en la
la mirada ecofeminista en tanto: denuncia, sin investigación ni justicia, favore-
ciendo un desfalco económico sin precedentes
“fuerza social articulada en expresiones blindado por la impunidad, junto a sanciones
diversas. Una suerte de movimiento económicas sobre Venezuela implementadas
social que aparece ilustrado por una por gobiernos extranjeros, al tiempo que el
pluralidad de voces y sujetas. Y en tanto modelo monoexportador se viene al suelo con
corriente de pensamiento y movimiento la caída progresiva de los precios del petróleo.
social, lo que tiene en común es que pone La pandemia global ha dejado en evidencia
de manifiesto la afinidad que hay entre cómo la fuerte desinstitucionalización de las
la opresión de las mujeres y la opresión estructuras elementales de bienestar social
sobre la naturaleza, que están conec- ha favorecido lógicas de securitización de
tadas en un esquema binario de domina- la cotidianidad y del espacio público, formas
ción” (Svampa y Pascual, 2020: s/p). económicas neoliberales autoritarias para el
despojo y la ruptura de los vínculos relacio-
De esta manera, en perspectiva ecofeminis- nales elementales para los cuidados.
ta sobre los cuidados es esencial, entre otros Se han profundizado lógicas de militariza-
aspectos, considerar: 1) los cuidados de los te- ción de los territorios urbanos y rurales que
rritorios y del cuerpo-territorio como unidad tienen como actores tanto estructuras oficiales
indisoluble de relaciones ecosistémicas, esto policiales y de seguridad, como un cuerpo de
es, fuera de la dicotomía naturaleza-humanx; actores paraestatales y criminales como los
2) la complementariedad y valor de la comu- llamados “sindicatos” de las zonas mineras o
nidad para todos los cuidados, pero que debe las redes de narcotráfico y trata de mujeres. La
ser cuidada en sí misma, en su tejido complejo deriva tanto del gobierno como de las formas
de gobernanza diversas de estos territorios con las mujeres como con “El endeudamiento (...)
es el autoritarismo, que es además un síntoma la naturaleza. es parte de la dinámica
tristemente generalizado en la región que, Este transitar de las de invisibilización y
junto al giro neoliberal de la economía y leyes políticas de los cuidados externalización de
de corte neoliberal de la década reciente en a los cuidados como políti- los procesos que se
Venezuela, y los pactos con grupos fundamen- cas no implica el abandono requieren para poder
talistas, hacen bisagra a cadenas de violencias a la demanda al Estado y el recuperar el bienestar
profundamente patriarcales. capital a saldar la deuda y la confiscación
patriarcal en este ámbi- del buen vivir como
“Varias autoras están problematizando to; implica una ampliación
horizonte político,
el neoliberalismo y su convergencia con para considerar cómo
en donde se transite
formas autoritarias y violentas. A su vez, además de los cuidados
las formas neoliberales en regiones como de personas en situación
de las políticas de los
América Latina implican un archivo clave de dependencia –como
cuidados a los cuidados
sobre la violencia originaria del capita- niñxs, adultxs mayores o como políticas para el
lismo. Estas cuestiones permiten animar personas con discapaci- sostenimiento
la crítica al neoliberalismo con preocu- dad o con alguna enferme- de la vida.”
paciones feministas sobre la dinámica dad o condición especial–,
moralizadora, financiera y desposesiva cómo las formas de comu-
que arremete contra cuerpos y territo- nidad actuales sostenidas por las mujeres en
rios” (Gago, 2020). los cuidados del sí, de la comunidad y de los
territorios, son políticas también de los cuida-
El endeudamiento, en sentido político y am- dos y requieren autonomía y condiciones para
plio no sólo como mecanismo sujeto a la es- potenciarse y multiplicarse, sin obviar las ten-
fera económica ortodoxa, es parte de la di- siones de los procesos de reproducción de la
námica de invisibilización y externalización vida de los entramados comunitarios (Gutié-
de los procesos que se requieren para poder rrez y Salazar, 2015).
recuperar el bienestar y la confiscación del En Venezuela, luego de un período inten-
buen vivir como horizonte político, en donde se sivo y vigoroso de disputa sobre la construc-
transite de las políticas de los cuidados a los ción de formas alternativas organizativas
cuidados como políticas para el sostenimien- del poder popular 6, la experimentación y
to de la vida. “El proyecto neoliberal consiste, concreción tímida del proyecto comunal7, o la
entre otras cosas, en la invisibilización y ex-
ternalización de los procesos regenerativos
6 Una discusión a detalle se ha dado en Buitrago (2016).
esenciales para el bienestar, lo que ha des- 7 La construcción del proyecto del Estado comunal,
truido -sobre todo a través de las medidas de como una forma de disputa con fuerte efecto especular
desde abajo en relación al Estado, derivó en la conforma-
austeridad- nuestra capacidad de hacer fren- ción de consejos comunales y comunas, y un marco legal
te a las múltiples crisis que genera” (Bruneau, propio para estos desarrollos organizativos comunita-
rios. Hoy se mantienen pocos, algunos como espacios
2021: s/p). La deuda de los cuidados es una productivos, como el ejemplo emblemático de la comuna
deuda contraída por las élites patriarcales el Maizal en el estado Lara, y otros como meros espa-
cios de gestión política de la distribución de alimentos
capitalistas, corporaciones y Estados tanto subsidiados desde el Estado en alianza con el partido de
gobierno.
en sus apuestas de lucha ante la criminaliza- región, con una tendencia “Existen tres
ción a defensores de derechos humanos, o los a una crisis alimentaria elementos que
problemas intrafamiliares y violencias ecote- global y el incremento de se conjugan en
rritoriales causadas por el avance de activi- las violencias contra las la pandemia: la
dades extractivistas como la minería, la defo- mujeres y niñas, en parti- subsistencia, la
restación, el turismo de élites o el desalojo cular en Venezuela debido conflictividad social
forzado que afectan sus territorios, su salud al contexto socioeconómi- marcada por las
y redes comunitarias de subsistencia16. co, político y sanitario que protestas y el fuerte
Ante el congelamiento y precarización de la precede a la pandemia. El deterioro de los
economía, la salud, la educación, la alimenta- comunicado del Grupo de
ecosistemas, todas
ción17, la salud de los comunes naturales y las Trabajo Cuidados y Géne-
ellas con una alta
posibilidades de vida, existen tres elementos ro de CLACSO (2020) se-
que se conjugan en la pandemia: la subsis- ñala que “Más de la mitad
incidencia sobre las
tencia, la conflictividad social marcada por las de las mujeres trabajado-
violencias contra
protestas y el fuerte deterioro de los ecosis- ras en América Latina y el las mujeres, niñas y
temas, todas ellas con una alta incidencia Caribe son trabajadoras cuerpos feminizados.”
sobre las violencias contra las mujeres, niñas informales, eventuales o
y cuerpos feminizados. se encuentran en condi-
Se han realizado estudios e investigaciones ciones de muy baja calidad de empleo. Ellas
en Latinoamérica (Bidegain y Calderón, 2018; están más expuestas a perder sus ingresos
2020; ONU Mujeres y Cepal, 2020; CIM y OEA, durante esta pandemia, como consecuencia
2020; Batthyány et al, 2020; Álvarez, 2021) y de las medidas de aislamiento social preven-
específicos en Venezuela (Avesa, 2020; Caro- tivo, y a la suspensión total o parcial de las
sio et al, 2021), en especial bajo la perspectiva actividades económicas”. En Venezuela esta
de la economía de los cuidados. Según la OIT, situación se agrava con los factores de cri-
las mujeres tienen a su cargo 76,2% de todas sis anteriormente mencionados, sumado a la
las horas del trabajo de cuidado no remune- dificultad en el acceso al agua, electricidad18 ,
rado (más del triple que los hombres). Todos gas, o la movilidad básica y la violencia femi-
los estudios sin excepción señalan la crisis de nicida19. Aunado a esto, el extractivismo toma
los cuidados y la gravedad de la misma para la
18 Aixa López, presidenta del Comité de Afectados por
Apagones, denunció que Táchira y Mérida están entre
16 El trabajo que realizamos desde el Observatorio las entidades con más dificultades en materia eléctrica,
de Ecología Política de Venezuela así lo refleja: no han con 18.519 y 13.218 fallas, respectivamente, en el mismo
cesado las denuncias de conflictos durante la pandemia período de tiempo. Durante el año 2020 en el país se
y en entrevistas a mujeres y organizaciones de mujeres registraron 157.719 apagones, siendo el estado Zulia
en enclaves extractivistas o comunidades afectadas por el más afectado con más de 32.000 cortes eléctricos.
despojos, se ha constatado esta situación que vulnera Disponible en: https://cronica.uno/en-2020-se-regis-
especialmente a comunidades indígenas y campesinas, traron-157-719-apagones-en-el-pais/. La grave situa-
aunque tiene su correlato en la precariedad de los servi- ción de los servicios públicos ha derivado en protestas
cios en zonas urbanas. continuas en todo el territorio nacional a pesar de las
17 Los Comités Locales de Alimentación, CLAP, han limitaciones del confinamiento. El Observatorio Vene-
paleado la situación alimentaria de hogares en situación zolano de Conflictividad Social (OVCS) registró 9.633
de pobreza extrema. Estos programas de distribución de protestas durante 2020: https://www.observatorio-
alimentos que se siguen garantizando a pesar de las difí- deconflictos.org.ve/destacado/informe-anual-situa-
ciles condiciones económicas, sin embargo, son de muy cion-de-la-conflictividad-en-venezuela-en-2020
bajo valor nutricional. 19 De acuerdo a las cifras levantadas por organizaciones
una deriva más autoritaria y agresiva, con un sidad): hiperconsumo frente a los límites
incremento hacia las actividades mineras y el económicos-ambientales, imaginario desa-
agronegocio a pesar del contexto de pande- rrollista frente a formas de vidas sostenibles
mia (Teran-Mantovani, 2020)20. cooperativas, dependencia de los combus-
tibles fósiles frente a la búsqueda de transi-
IV. Conclusiones ciones justas, el giro neoliberal y la imposición
de una economía de subsistencia parecieran
Una mirada ecofeminista y ecoterritorial profundizar las tensiones. A pesar de ello, y
sobre la pandemia y los cuidados en Vene- con dinámicas de baja intensidad, se realiza
zuela podría contribuir, en un contexto extrac- la reproducción de la vida con sus redes en
tivista, al replanteo de cuestiones básicas comunidades raizales, indígenas, campesinas,
como ampliar las miradas sobre las violen- racializadas y precarizadas que se encuen-
cias sobre las mujeres y niñas; la visibilidad tran sitiadas por gobernanzas mafiosas21 .
de las afectaciones estructuralmente colo- Los principales problemas de los enclaves
niales, racistas y patriarcales que subyacen mineros replican los que se reportan en la
a las violencias ecoterritoriales, como violen- literatura especializada latinoamericana,
cias que afectan de manera diferenciada a con décadas de estudios sobre megaminería,
mujeres y niñas, profundizando la crisis de los agronegocios, megaproyectos hídricos que,
cuidados; y la caracterización crítica sobre la entre otros factores, favorecen: el racismo
masculinización de los territorios y las condi- estructural, incrementan las violencias femi-
ciones para el ejercicio de los cuidados que nicidas, impidiendo los derechos a una vida
evidencien los vínculos entre reproducción, libre de violencias para las mujeres y la redis-
cuidados y comunalización, procesos afec- tribución, garantía desde el Estado y la comu-
tados por la desterritorialización y el despojo. nización y redistribución de los cuidados.
La multicrisis actual en Venezuela pare- Pareciera entonces que la crisis de los cui-
ciera el síntoma de una enfermedad global dados en Venezuela, para
originada por la imposición de un modo de las mujeres y niñas, en
vida depredador de los vínculos de ecodepen- pandemia, ha resultado en “Una mirada
dencia. En su base representa una disputa una crisis de imposición ecofeminista y
ontológica (por el modo de estar en diver- de economías de subsis- ecoterritorial
tencia e insostenibilidad sobre la pandemia
e investigadoras feministas independientes como el
monitor de femicidios de Utopix (en Venezuela no existen
de las condiciones de vida, y los cuidados en
que hace que entronquen
cifras oficiales desde 2016), en 2020 cada 33 horas la
violencia femicida cobró una víctima. https://utopix.cc/
Venezuela podría
pix/informe-anual-enero-diciembre-2020-256-femici- contribuir, en un
dios-en-venezuela/
20 “En Venezuela, en medio de la desastrosa crisis que
21 Como un ejemplo de estas
dinámicas, en medio de la lógica contexto extractivista,
se vive, el 8 de abril se promulgó la Resolución N° 0010 de subsistencia, pero con auto- al replanteo de
mediante la cual se autoriza la práctica minera de oro, nomía, la Red de Cooperativas
diamantes y demás minerales estratégicos, en impor- CECOSESOLA inaugura en plena cuestiones básicas
tantes ríos de la Amazonía venezolana, lo que supone
una dramática expansión de las áreas de explotación
pandemia la sala de parto huma-
nizado en el centro de Salud Inte-
como ampliar las
en el marco del devastador proyecto Arco Minero del gral, que, con una visión holística miradas sobre las
Orinoco” (Teran-Mantovani, 2020), decreto luego dero-
gado ante las presiones y movilizaciones de las comuni-
y solidaria de la salud, presta
servicios a la comunidad de
violencias sobre las
dades y grupos ecologistas. Barquisimeto en el estado Lara. mujeres y niñas”
tanto la crisis en los sistemas de la organiza- fundamental para el ejercicio de los cuidados)
ción social de cuidados como el colapso de la del lado de quienes son afectados en su salud
salud del tejido que permite una relación con por la precarización de la salud de los ecosis-
la naturaleza para sus/los cuidados. temas. Implica considerar que las desigual-
Urge la búsqueda de alternativas, narra- dades sociales son producto de desigualdades
tivas y modos de vida por la sostenibilidad en ecológicas y que esta relación es proporcional
sentido amplio, que sean posibles más allá del a la salud de las comunidades feminizadas. Sin
imaginario del desarrollo. Acercarse a apro- agua no hay agricultura, sin agricultura no
ximaciones desde el territorio-cuerpo-tierra, hay alimentos, pero además los alimentos si no
que se relacionen con lo que señala Federici: son sanos nos enferman. La redistribución del
“Estamos concientizando que cuando trabajo de los cuidados pasa por la redistribu-
perdemos nuestra relación con la tierra ción con perspectiva de género del acceso y
perdemos mucho más que un recurso econó- usos de la tierra, a los servicios públicos que
mico. Como los pueblos de América lo han se requieren para la salud sexual y repro-
sabido desde siempre, cuando perdemos ductiva de las mujeres, pero recordando que
la tierra perdemos nuestro conocimiento, no hay servicios públicos sin comunes, no hay
nuestra historia y nuestra cultura. Como agua “como un servicio público” sin fuentes
Marx reconoció, la naturaleza es nuestro comunes de aguas sanas. En este camino el
cuerpo inorgánico, una extensión de nosotros ecofemisnismo, los feminismos comunitarios
mismos. Así la muerte de la tierra es nuestra indígenas y los espacios de re-existencias y
muerte. Cuando se corta un bosque, cuando se defensas territoriales frente a los extracti-
contaminen los océanos y cientos de ballenas vismos tienen mucho que aportar.
llegan a la orilla de la playa, nosotros morimos
también” (2020b:39).
Pasar de una perspectiva de las políticas
públicas de los cuidados, que son necesarias
y urgentes, a una perspectiva de los cuidados
como políticas implica éticamente, en perspec-
tiva ecopolítica feminista, que las relaciones de
poder que han establecido el orden del Antro-
poceno/Capitaloceno deben invertirse para
procurar los cuidados de la diversidad, los
cuidados para la sostenibilidad y los cuidados
de los vínculos de vidas, “retomar el pacto
con la naturaleza” (Shiva, 2020). Los cuidados
como políticas requieren debatir el cómo los
comunes son constitutivos para la reproduc-
ción de la vida y cómo se pueden procurar en
tanto parte esencial de la salud de las mujeres.
Romper con el imaginario de la “Venezuela
Potencia” y las enfermedades del desarrollo infi-
nito, pasa por ponerse en compasión (cualidad
V. Referencias bibliográficas
Albán, Adolfo (2013). Pedagogías de la re-existencia. Burguiere, André (1991). Diccionario akal de ciencias
Artistas indígenas y afrocolombianos, en: Walsh, C. históricas. Vol. 6. Madrid: AKAL.
(ed.). Pedagogías decoloniales: prácticas insurgen-
tes de resistir, (re) existir y (re) vivir. Quito: Ediciones Bruneau, Camille (2021). Una lectura ecofeminista de
Abya Yala. Tomo 1, pp. 443-468. la deuda para pensar la auditoría de otra forma. CA-
DTM. Disponible en https://www.cadtm.org/Una-lec-
Álvarez, Iliana (2021). Organización social de los cui- tura-ecofeminista-de-la-deuda-para-pensar-la-audito-
dados a la luz del Covid19. Un análisis para América ria-de-otra-forma
Latina y el Caribe. Oxfam. El Salvador. Disponible en
https://economiafeminita.com/organizacion-social-de- Cabnal, Lorena (2010). Feminismos Diversos: el femi-
los-cuidados-a-la-luz-del-covid-19/ nismo comunitario. Asociación para la cooperación
del Sur - Las Segovias. España. Disponible en https://
Araujo, Nadia. Hirata, Helena (2021). Care Work: A porunavidavivible.files.wordpress.com/2012/09/femi-
Latin American Perspective, en: Araujo, N. Hirata, nismos-comunitario-lorena-cabnal.pdf
H (eds.). Care and Care Workers. Springer, pp.1-
24. Disponible en https://link.springer.com/chap- Carosio, Alba. Rodríguez, Indhira. Elíaz, Tania (2020).
ter/10.1007/978-3-030-51693-2_1 Venezolanas en la Pandemia. CLACSO. Disponible en
https://www.clacso.org/venezolanas-en-la-pandemia/
Avesa (2020). El tiempo que dedican las mujeres al cui-
dado familiar y su impacto en la pobreza de los ho- Carosio, Alba. Flores, Mitzy. González, Ximena. Acevedo,
gares. Un desafío para las políticas públicas. Unión Doris. González, María. Rodríguez Indhira. Elíaz, Tania
Europea. Disponible en https://avesawordpress.files. (2021). Conversatorio virtual: La tierra herida. Pan-
wordpress.com/2020/08/economiadelcuidado.pdf demia, sociedad y género en América Latina, África,
Oriente y Europa. Mujeres viviendo la pandemia en
Batthyány, Karina (Coord.) (2020). Miradas latinoame- Venezuela. [Archivo de video]. Disponible en https://
ricanas a los cuidados. México / Buenos Aires: Siglo www.youtube.com/watch?v=HwhwfQC7eTQ&ab_chan-
XXI / CLACSO. Disponible en http://biblioteca.clacso. nel=CLACSOTV
edu.ar/clacso/se/20201209035739/Miradas-latinoa-
mericana.pdf Carrasco, Cristina (2009). Mujeres, sostenibilidad y
deuda social. Revista de educación, Extra (1), 169-
Bidegain, Nicole. Calderón, Coral (comps.) (2018). Los cui- 191. Disponible en https://dialnet.unirioja.es/servlet/
dados en América Latina y el Caribe. Textos seleccio- articulo?codigo=3019427
nados 2007-2018. CEPAL. Disponible en https://www.
cepal.org/es/publicaciones/44361-cuidados-ameri- CEPAL (2020). América Latina y el Caribe ante la pan-
ca-latina-caribe-textos-seleccionados-2007-2018 demia del COVID-19: efectos económicos y sociales.
Disponible en https://repositorio.cepal.org/bitstream/
Buitrago, Liliana (2016). Poder Popular: Poder-conflicto handle/11362/45337/S2000264_es.pdf ?sequen-
y transformaciones sociales en Venezuela. Conferen- ce=6&isAllowed=y
cia Nacional Clacso “Las ciencias sociales y los pro-
cesos de cambio en el siglo XXI”. Panel: Organización CIM. OEA (2020). COVID-19 en la vida de las mujeres.
Popular y Estado en procesos emancipatorios del si- Razones para reconocer los impactos diferenciados.
glo XXI. Caracas – Venezuela. Centro Internacional Disponible en https://www.oas.org/es/cim/docs/Ar-
Miranda. gumentarioCOVID19-ES.pdf
_____________ (2020). Sobre la noción de vida CLACSO (2020). Video presentación del libro: Mira-
en crisis y su orificación. Observatorio de Ecología das Latinoamericanas a los cuidados. Disponible
Política de Venezuela. Disponible en https://www. en https://www.clacso.org/miradas-latinoamerica-
ecopoliticavenezuela.org/2020/09/10/sobre-la-no- nas-a-los-cuidados-2/
cion-de-vida-en-crisis-y-de-como-orificamos-la-vida-li-
liana-buitrago/
FAO (2017). Ley Modelo de Agricultura Familiar del PAR- Gutiérrez, Raquel. Salazar, Huáscar (2015). Reproduc-
LATINO. Bases para la formulación de Leyes y Políti- ción comunitaria de la vida. Pensando la trans-for-
cas Públicas en América Latina y el Caribe. Disponible mación social en el presente. El Apantle, 1, 17-49.
en http://www.fao.org/3/i7354es/i7354es.pdf
Kothari, Ashish. Escobar, Arturo. Salleh, Ariel. Demaria,
Federici, Silvia (2013). Revolución en punto cero: tra- Francisco. Acosta, Alberto (2020). Can the corona-
bajo doméstico, reproducción y luchas feministas. virus save the planet? Open Democracy. Disponible
Madrid: Traficantes de sueños. Disponible en https:// en https://www.opendemocracy.net/en/oureconomy/
www.traficantes.net/sites/default/files/pdfs/Revolu- can-coronavirus-save-planet/
cion%20en%20punto%20cero-TdS.pdf
La Otra Escuela (2018). Cuidar para transformar. Broe-
___________ (2020a). Entrevista “El trabajo de los derlijk Delen. Colombia. Disponible en https://www.
cuidados es el más esencial que hay”: Silvia Federi- otraescuela.org/cuidar-para-transformar.html
ci. Desinformémonos. Disponible en https://desinfor-
memonos.org/el-trabajo-de-los-cuidados-es-el-mas- Maldonado-Torres, Nelson (2017). El arte como terri-
esencial-que-hay-silvia-federici/ torio de re-existencia. Una aproximación decolo-
nial. Iberoamérica Social, 8, 26-28.
___________ (2020b). Beyond the Periphery of the
Skin: Rethinking, Remaking, and Reclaiming the Body Moore, Jason (2020). El capitalismo en la trama de la
in Contemporary Capitalism. PM Press. vida. Ecología y acumulación del capital. Madrid: Tra-
ficantes de sueños. Disponible en https://www.trafi-
Fernández, Francisca (2019). Violencia estructural y cantes.net/libros/el-capitalismo-en-la-trama-de-la-vi-
feminismo: apuntes para una discusión. Extractivis- da
mo y patriarcado: la defensa de los territorios como
defensa de la soberanía de los cuerpos. Red Chilena Nora, Pierre (1972). L’événement monstre. Communica-
contra la violencia hacia las mujeres. Chile. Dispo- tions, 18(1), 162-172. Disponible en https://www.per-
nible en http://www.nomasviolenciacontramujeres. see.fr/doc/comm_0588-8018_1972_num_18_1_1272
cl/wp-content/uploads/2019/09/Violencia-Estructu-
ral-y-Feminismo.pdf OIT (2018). El trabajo de cuidados y los trabajadores de
cuidados para un futuro de trabajo decente. Disponi-
Gago, Verónica (2020). Lecturas sobre feminismo y neo- ble en https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---
liberalismo. Nueva Sociedad (290), 34-44. Disponible dgreports/---dcomm/---publ/documents/publication/
en https://nuso.org/articulo/lecturas-sobre-feminis- wcms_633168.pdf
mo-y-neoliberalismo/
ONU MUJERES. CEPAL (2020). Cuidados en América
Global Witness (2017). Defender la tierra. Asesinatos Latina y el Caribe en tiempos de COVID-19: hacia sis-
globales de defensores/as de la tierra y el medio am- temas integrales para fortalecer la respuesta y la
biente en 2016. Disponible en https://www.globalwit- recuperación. Disponible en https://www.cepal.org/
ness.org/en/campaigns/environmentalactivists/defen- es/publicaciones/45916-cuidados-america-latina-ca-
der-la-tierra/ ribe-tiempos-covid-19-sistemas-integrales-fortalecer
Grupo de Trabajo Cuidados y Género, CLACSO (2020). Pérez-Orozco, Amaia (2011). Crisis multidimensional
Declaración: los graves impactos que tiene la pan- y sostenibilidad de la vida. Investigaciones feminis-
demia en las desigualdades de género en la región. tas, 2, 29-53. Disponible en https://revistas.ucm.es/
Disponible en https://www.clacso.org/wp-content/ index.php/INFE/article/view/38603
uploads/2020/04/Grupo-de-Trabajo-CLACSO-Cuida-
dos-y-genero.pdf Puleo, Alicia. Blanco, Verónica (2019). Claves ecofemi-
nistas: para rebeldes que aman a la tierra ya los ani-
males. Madrid: Plaza y Valdés.
Ress, Mary Judith (2012). Sin visiones, nos perdemos: Tronto, Joan (1993). Moral boundaries: A political argu-
reflexiones sobre Teología Ecofeminista Latinoame- ment for an ethic of care. Londres: Psychology Press.
ricana. Colectivo Con-spirando. Disponible en http://
conspirando.cl/wp-content/uploads/2016/05/Sin-Vi- Ulloa, Astrid (2016). Feminismos territoriales en
sio%C2%B4n5.pdf América Latina: defensas de la vida frente a los
extractivismos. Nómadas, (45), 123-139. Dispo-
Segato, Rita (2021). Cunde la alarma ante la posibilidad nible en http://www.scielo.org.co/scielo.php?pi-
del orden patriarcal. Entrevista de Deutsche Welle. d=S0121-75502016000200009&script=sci_abstrac-
Disponible en: https://p.dw.com/p/3qMk8 t&tlng=en
Shiva, Vandana (2020). Presentación del Pacto Ecoso- Vega Solís, Cristina (2019). Reproducción social y cui-
cial e Intercultural del Sur. CLACSO. [Archivo de vi- dados en la reinvención de lo común. Aportes concep-
deo]. Disponible en https://www.youtube.com/watch?- tuales y analíticos desde los feminismos. Revista de
v=3jEDqTGeF7s&ab_channel=CLACSOTV Estudios Sociales, (70), 49-63. Disponible en: https://
journals.openedition.org/revestudsoc/46482
Svampa, Maristella. Pascual, Marta (2020). Los eco-
feminismos se enfrentan a una forma de hacer que Walsh, Catherine (ed.) (2013). Pedagogías decoloniales:
violenta a los cuerpos, las personas y la tierra. En- prácticas insurgentes de resistir,(re) existir y (re) vi-
trevista del Observatorio Plurinacional de Aguas. vir. Quito: Abya Yala.
Disponible en https://oplas.org/sitio/2020/09/29/
entrevista-a-maristella-svampa-y-marta-pascual-los- Wichterich, Chista (2015). Contesting green growth,
ecofeminismos-se-enfrentan-a-una-forma-de-hacer- connecting care, commons and enough, en: W. Har-
que-violenta-los-cuerpos-las-personas-y-la-tierra/ court. I. L. Nelson (eds.). Practising Feminist Political
Ecologies: Moving Beyond the “Green Economy. Lon-
Teran-Mantovani, Emiliano (2020). Los ritmos de la don: Zed Books. pp. 67-100.
nueva normalidad coordenadas del extractivismo
en la pandemia en América Latina. Observatorio de
Ecología Política de Venezuela. Disponible en: https://
www.ecopoliticavenezuela.org/2020/07/26/los-rit-
mos-de-la-nueva-normalidad-coordenadas-del-extrac-
tivismo-en-la-pandemia-en-america-latina/
JTIJATÏ: NOCIONES
DE SALUD ENTRE
LOS AMERINDIOS
DEL AMAZONAS
VENEZOLANO
Egleé L. Zent
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
tricos, atribuyéndoseles términos subjetivos Para los piaroa de las “Diversos estudios
(aunque pan-humanos) por lo que se concede selvas amazónicas, por entre los grupos
a la persona el status de sujeto. La tensión ejemplo, la noción de salud amerindios
objeto-sujeto pareciera una de las grandes “es inseparable de otros venezolanos (...)
aflicciones de los sistemas médicos conven- aspectos simbólicos, so- han mostrado que
cionales de la sociedad contemporánea: se ciales y medio ambienta- la salud es no solo
separa lo que inherentemente es una tota- les que determinan su vida una condición ideal
lidad, es decir mente-cuerpo físico. cotidiana, (…) es la mani- colectiva sino que
La concepción de salud descrita, ha coli- festación de una relación incluye esferas
sionado a menudo con otras tradiciones como equilibrada entre todos
tangibles e intangibles,
las indígenas. Por ejemplo, diversos estudios los elementos que la con-
emocionales,
entre los grupos amerindios venezolanos forman. Una persona sana
como curripaco o wakuénai (Hill y Oliver, jachoco adihua no solo
espirituales,
2007), piaroa o huottüja (Freire y Zent, 2007), está bien desde el pun-
cósmicas, e incluso
yabarana (Giordani, 2007), yanomami (Kelly y to de vista biofísico, sino perceptuales”
Carrera, 2007; Lizot, 2007), e’ñapa o panare posee un temperamento
(Villalón, 2007), kari’ña o kariña (Biord, 2007), controlado y en armonía
mapoyo o mopue (Scaramelli y Tarble, 2007), con su entorno físico, social y simbólico” (Frei-
pemón (Perera et al, 2007), pumé o yaruro re y Zent 2007:163).
(Barreto y Rivas, 2007), warao (Wilbert y Ayala, Similarmente, los kariña de los llanos y
2007), bari (Lizarralde y Lizarralde, 2021), e costas caribes, consideran a la salud como
incluso de otros pueblos amazónicos matsi- “un estado integral del que no es posible diso-
genka (Izquierdo y Shepard, 2004), shipibo-co- ciar cuerpo y espíritu. Las enfermedades
nibo (Follér, 1995), han mostrado que la salud son las somatizaciones de los daños al espí-
es no solo una condición ideal colectiva sino ritu y generalmente sobrevienen por infringir
que incluye esferas tangibles e intangibles, normas y tabúes, por apartarse del camino
emocionales, espirituales, cósmicas, e incluso de reglas y comportamientos ideales de la
perceptuales como la presencia o ausencia sociedad kariña” (Biord, 2007:109).
de ondas sonoras (Zent, 2013), colores o Las creencias de salud y muerte entre los
texturas. Los grupos amerindios consideran barí de la Sierra de Perijá, “se relacionan con
que estar y ser sano o saludable es la condi- un sistema cosmológico basado en un balance
ción ideal cósmica que permite la continuidad armonioso de su sociedad y medio ambiente (…)
de la vida más allá del cuerpo físico. Aunque no los espíritus y demonios son los causantes de
se pretenden hacer homogéneas las nociones las muertes, las cuales ocurren generalmente
de salud entre todos los grupos indígenas de después de violar restricciones culturales y,
América hoy día, es evidente que comparten además, pueden ser infligidas por animales
una tradición primigenia que se diversificó a lo silvestres (serpientes venenosas o jaguares),
largo de los siglos pero sigue expresándose en además de los ataques efectuados por los
lenguajes similares. Aseveraciones como las blancos” (Lizarralde y Lizarralde, 2021:49).
siguientes lo sustentan.
2008; Hultkrantz, 1961; Cayón, 2008; Mahecha, la oficina, de compras, etc.). Mientras que ïnë ja
Franky y Cabrera, 2000; Viveiros de Castro, es tangible y jnamodïjnamodï son intangibles,
1998; Erikson, 2000), aunque constituyen seres el ijkwö ju puede tener ambos estados depen-
complejos, poderosos, asociados a todos los diendo del contexto.
seres vivos, plantas, artrópodos, hongos, e d. awëla. sombra, reflejo, transformación sensible
incluso a muchos elementos que se creen inor- del cuerpo de la persona después de la muerte,
gánicos. Podría argumentarse que estos Maes- potencialmente peligroso. Parece concebido
tros están atentos a controlar los umbrales de como una suerte de entidad que aglutina sin
respeto y buen trato de lo que se conoce en la identidades específicas a muchos fallecidos y
sociedad dominante como la naturaleza, que van gradualmente desvaneciéndose como las
para los Amerindios incluye al Homo sapiens, memorias de los mismos. Awëla sostiene la
muy especialmente en sentido colectivo, social memoria social de quien falleció: se atenúa o
más que individual. Acciones violatorias, como disipa una vez que la última persona viva la o lo
el egoísmo o falta de solidaridad, explotación recuerda articulado a una red social.
por la acumulación o incluso pensamientos
negativos colectivos estimulan raptos de En tanto que es factible vivir sin el jnamo-
aquello esencial a ser persona (en este caso el dïjnamodï, no podemos existir en el mundo
jnamodï) que se expresa en síntomas de dolen- sensible sin el ijkwö ju o sin el ïnë ja dodo. Sin
cias u enfermedades, físicas o psíquicas, la más embargo, vivir sin jnamodïjnamodï, implica que
de las veces colectivas y ambientales (carencia uno no es una persona, más bien es una entidad
de presas, aguas de diferentes colores, olores viva incompleta, sin capacidad para apre-
ambientales, etc). Cada especie o grupo posee hender o apercibir como personas temporal
un Jkyo aemodï, y conglomeran a todos los de su y espacialmente. Una entidad sin jnamodï se
especie, los cuidan (dan refugio, alimento, segu- detecta por sus conductas egoístas, arro-
ridad) y están conscientes del adecuado manejo gantes, irrespetuosas de aires y suelos, poco
y manipulación de la fauna, flora, aguas, tierras, sensible a lo que su conducta pueda generar
aires por parte de las personas humanas y a la belleza, bienestar y salud del grupo. En
no-humanas. Cada uno de ellos ocupa hábi- este sentido, aunque jnamodï es intagible, las
tats particulares en sectores geo-determi- conductas de un ser vivo, aunque luzca como
nados de los bosques, ríos, cuevas, raudales, persona, son las que desencadenan su condi-
lagunas, aguas, cielos, entre otros espacios. ción de persona poseedora o no de jnamodï.
Los jnamodï jnamodï se encuentran en el En síntesis, la partida de jnamodïjnamodï
corazón de la persona, lo que hace que esta sea se produce por concomitantes tangibles
la parte más delicada del cuerpo jotï y la que más (sustancias, materiales, conductas) o intangi-
les importa. Los jnamodïjnamodï intervienen bles (palabras, pensamientos, ideas).
directamente en tres prácticas determinantes Etiológicamente, podemos establecer al
para mantener bienestar, salud y belleza: comu- menos tres categorías de raíz para caracte-
nicación con entidades intangibles, ensueño y rizar las circunstancias que instan la deser-
movimiento adecuado en el bosque, expresado ción jnamodïdel jnamodï del cuerpo:
como jkyo balebï (cazar, recolectar, explorar,
salir al bosque, ganarse la vida, ir a trabajar, a
a. Causal: dado por una relación directa de causa- 1. Tradicionales: conocidas desde el principio de
efecto que es difícil de controlar (percepciones-ac- los tiempos, insertadas en sus concepciones
ciones de los jkyo aemodï en muchos eventos, del cuerpo, salud-enfermedad, creencias y
manejos inadecuados del entorno y sus seres por sistemas de cosmovisión.
alguien no atento, reacciones impulsivas). 2. Introducidas: son el resultado del contacto con
b. Correlacional: dado por relaciones causales patógenos extranjeros a través de la exposición
propiciatorias asociadas a otros factores a personas en su mayoría no indígenas u otros
voluntarios o controlables (como activadas indígenas (criollos, europeos, etc.). Estas enfer-
por personas que quieren causar daños ñejto medades llegaron antes que los tratamientos
jatï, o por expresar en pensamiento o acción biomédicos para ellas, y
envidia, egoísmo, venganza, por evadir la solida- 3. Mixtas: resultado de la sinergia de enferme-
ridad y compasión cuando se requiere, agencia dades autóctonas y extranjeras, producto de
abusiva voluntaria, etc.). las dos dolencias anteriores.
c. Contributivo: comportamientos que pueden
generar la dolencia en determinados contextos Al igual que todos los grupos Amerindios
(manejos inapropiados de la sangre y otras mencionados, los jotï poseen un número signi-
sustancias como el waya o bilis de algunos ficativo de estrategias (preventivas, propi-
animales, causalidad dada por ignorancia, ciatorias y curativas) y para mantener la
irresponsabilidad o poca atención a lo que nos belleza, bondad y salud de manera continua
rodea, manejos de explotación inconscientes que en su entorno: básicamente para garantizar
conducen a la acumulación innecesaria, dolor o el bien de ellos, quienes los rodean y lo que los
muerte de terceros humanos y no-humanos, etc.). rodea. Se remite al lector interesado al libro
comunitario en el que participaron más de
III. Estrategias para mantener 500 personas (Zent, Zent,Juae Mölö, T. Jono,
y continuar la vida: terapias y G. Liye, et al 2019), a explorar los detalles de
procedimientos jti jatï esos tratamientos.
En febrero de 2019, como ha sido ensido en
El diagnóstico médico tanto occidental las últimas décadas, presencié la fabricación
como jotï es el proceso de identificar un tipo de una persona jotï, consolidándose una vez
de enfermedad en función de sus signos, más la tradición que se inició cuando la primera
síntomas y caracteres particulares. La enfer- mujer brotó del tronco del árbol jïjtïmo. No solo
medad jotï se concibe como una advertencia los componentes tangibles de humanidad sino
de un estado anómalo expresado por un también los intangibles están compuestos de
conjunto de signos y síntomas patológicos que partes del bosque, de los que dependen para
experimenta una persona enferma: sensa- su crecimiento y sustento: miríadas de espe-
ciones, transformaciones o cambios locali- cies de plantas, animales, además de mine-
zados en algunos de los componentes de la rales, del aire y el agua. La hiperconciencia de
persona (Zent y Zent, 2007). sus conexiones y las nuestras son esenciales
Los jotï clasifican las dolencias/enferme- para permitir la continuidad de la vida. Como
dades en al menos tres macro-categorías desde los tiempos primordiales de los inicios,
etiológicas principales que codificamos por una serie de conductas regulan el embarazo,
sus significados (Zent y Zent, 2011): el parto y postparto, guiando los principios de
creación de la condición humana. Una vez que para siempre con todo lo que existe; creando
Jtukuli, reconoció que un corazón latía en su una relación dialógica, las especies y partes
vientre, como la mayoría de mujeres jotï emba- del bosque cuidan al neonato y éste o ésta
razadas, ella y el padre de la criatura sustan- debe cuidar e incluso amar todo lo que existe.
ciaron la paternidad compartida desde la Como informan las narrativas antiguas,
gestación, evitando ciertas especies y lugares durante esos días, Jtau pidió para su bebé
que podrían afectar al feto y lo protegen de jnamodï fuertes, saludables, buenos, con
transformaciones indeseadas. El parto tuvo buena disposición para cazar y que le insu-
lugar dentro de la casa en su chinchorro, flaran inteligencia, volición, conocimiento y
y solo lo presenció Jtau, el padre del bebé. sensibilidad al neonato, siendo los asientos de
Como se esperaba, cuando el neonato salió la salud. Una vez que Jtau masticó todas las
del vientre miró al oeste donde se esconde partes del bosque que consideró esenciales
el sol, para denotar su camino de vida. Jtau para la vida, regresó a la comunidad. Jtukuli
cortó el cordón umbilical con fibra de wana, y Jtau frotaron sus cuerpos con ciertas hojas
había pasado la medianoche. Por tres días que habían bendecido. Luego sacaron de
la comunidad guardó silencio, solo se escu- la canasta la masa compuesta masticada y
charon pocos murmullos. Jtukuli envolvió la frotaron el cuerpo de su recién nacido con
placenta en una hoja de jtuku y Jtau la llevó con todas esas sustancias y esencias que lo pene-
él antes del amanecer la mañana después del traron, con la intención de protegerlo y conec-
nacimiento. Se internó con paso rápido en el tarlo para siempre con el cosmos. Jtukuli y
bosque, enterró superficialmente la placenta Jtau practicaron el milenario ritual au dïlï a
sobre las raíces de Jkieko jyeï para que trans- través del cual comprometieron al nuevo ser
firiera sus atributos a su nuevo hijo y siguió su a preservar todas las especies y compuestos
camino por horas. Armó una cesta con hojas que ingresaron a su cuerpo, a su vez, todas
de la palma de ulu y ligero caminó recogiendo las partes que integraban tal compuesto
por cinco días plantas (hojas, cortezas, raíces, actuarán durante toda su vida como vehículos
flores, resinas, fluidos, savias, látex, frutos de a través de los cuales el jnamodï penetra en el
diferentes lianas, hierbas, árboles), animales nuevo ser durante toda su vida.
(uñas, plumas, pelos, salivas, efluentes), La penetración corporal de las esencias
hongos (tallo, micelio, esporas, branquias) y marca el acontecimiento más complejo de la
artrópodos (alas, cabeza, tórax, abdomen), vida individual y social de Jotï: las partes espi-
así como fragmentos de suelos y piedras, rituales intangibles de una persona insuflan
líquidos estancados y aguas corrientes del literalmente el cuerpo recién nacido a través
bosque, en general tantos fragmentos del de materiales tangibles específicos.
bosque como la sabiduría lo orientó. Progre- La entrada de jnamodï al cuerpo del bebé
sivamente, Jtau masticó cada pedazo, elevó rompió el silencio comunitario que se cortó con
una oración o palabra a Jkyo ae y le pidió que un grito profundo que dio la mamá de Jtukuli.
lo tomara y bendijera, luego los colocó en la Se consumó la consustanciación. Todos en la
cesta formando una masa. comunidad se azotaron con ciertas hojas para
Algunos dicen que se buscan tantos pedazos escarificar sus piernas y brazos. Se termi-
del bosque por tantos días como sean necesa- naron las prohibiciones alimenticias preparto
rios para que el bebé establezca conexiones y empezaron los rituales yu: las bendiciones
de las carnes, toda la comida y seres vivos. dades y elementos, en tanto “Para los jotï
Más de 100 especies de plantas, mamíferos, que algunos otros a solo como para muchos
peces, artrópodos y hongos participaron en unos pocos. Las personas amerindios (...)
la interpenetración de esencia al nacer el humanas y no-humanas, la humanidad no
bebé de Jtukuli y Jtau. La comunidad cantó son ontológicamente equi- depende solamente
y bailó, celebrando la práctica de yu como valentes ya que todas de procesos
hicieron al inicio de los tiempos los primeros tienen la misma condición, psico-biológicos,
jkajo ja para agradecer, purificar los eventos limitaciones y potenciales sino de aquellos
y prevenir enfermedades, al tiempo que vigo- (Zent 2014; Zent y Zent socioculturalmente
rizar la continuidad de la forma de vida jotï. 2011; Zent et al, 2019).
apropiados”
Yu constituye el ritual de transformación del 2. La fabricación jotï de
animal-sujeto en un alimento-objeto por un seres humanos muestra
acto chamánico de comunicación fluida. formas alternativas de ser
Literalmente el bosque no está afuera del ser en el mundo: los humanos y el cosmos consti-
humano ni éste esta desarticulado del primero, tuyen creaciones bioculturales complejas. El yo
pertenecen a una misma y sola esfera, aquella y el cosmos son vistos integralmente como tota-
de la vida: se arman, conforman, sustancian, lidades interdependientes y consustanciadas,
consolidan, y permiten su continuidad. El y es a través de su interacción que el ser y el
bosque está en piernas, manos, piel, corazón, devenir de toda existencia se activa y sostiene.
ombligo, como el humano está en las lianas, Para perpetuar la vida, en bondad, salud y
agua, monos, nube, hormiga, árboles: su belleza en un ritmo constante de movimientos
comunicación no es sólo dialógica y racional, eternos, las personas deben practicar la filo-
está en esferas reflexivas, intuitivas, más sofía de jkyo jkwainï [amar y cuidar todo lo que
cercanas a la poiesis (ποίησις), en actividad nos rodea] y mantener una conciencia perma-
permanente, construyendo, reconstruyendo, nente de conectividad y dependencia de la
creando donde antes no existía alguna forma. miríada de criaturas que habitan en su entorno,
así como de las esencias fundamentales, aguas,
IV. Palabras finales aires, savias. Todo debe cuidarse, respetarse,
amarse. En esa medida pueden generarse
1. Para los jotï como para muchos amerindios, no procesos y dinámicas recíprocas continuas
existe tensión entre los seres humanos como (Zent, 2014).
objetos (Homo sapiens) y los sujetos (personas 3. La humanidad es solamente otra manera en
dotadas de agencia, sensibilidad, sentido, inteli- la que el universo se materializa: el objetivo
gencia): la humanidad no depende solamente de humano esencial es sostener y reproducir la
procesos psico-biológicos, sino de aquellos socio- interconexión total de las entidades y el cosmos
culturalmente apropiados. Tampoco es una condi- como la única estrategia posible para mantener
ción exclusiva del Homo sapiens, incluye, según el la existencia en la tierra. Tal responsabilidad
grupo étnico a algunas otras especies (no todas) es la huella footprint por excelencia de los
de plantas, animales, hongos, además de cuerpos humanos y está representada paradigmáti-
celestes (sol, luna). Algunos grupos étnicos atri- camente en el estilo de vida jotï. Soñar, cantar,
buyen la condición de persona a muchas enti- recolectar, cazar, cocinar, todos son parte de
un intercambio continuo vital (Zent, 2014).
DRAE (2021). Salud. Diccionario de la Real Academia Hill Jonathan. Myla Oliver (2007). Los Curripaco (Ku-
Española. Disponible en https://dle.rae.es/salud. rrim, Wakuénai), en: G. Freire & A. Tillett (eds.). El
estado de la salud indígena en Venezuela. Caracas:
Erikson, Philippe (2000). The Social significance of Coordinación Intercultural de Salud de los Pueblos
pet-keeping among Amazonian Indians, en: P. Pober- Indígenas (CISPI). Ministerio de Salud y Desarrollo
seck & J. Serpell (eds.). Companion Animals and Us. Social. Venezuela. Vol. I p. 19-75
Cambridge: Cambridge University Press. pp. 7-26.
Hultkrantz, Åke (1961). The owner of the animals in the
Ewart, Elizabeth (2005). Fazendo pessoas e fazendo religion of North American Indians, en: A. Hultcrantz
roças entre os Panará do Brasil Central Revista de (org.). The supernatural owners of nature. Stockholm:
Antropologia, São Paulo, USP, 48(1):9-35. Almqvist and Wiksell. pp. 53-64.
Fausto, Carlos (2008). Donos demais: maestria e domínio Ingold, Tim (1995). ‘People Like Us’: the Concept of the
na Amazônia. Mana, 14(2), 329-366. Disponible en ht- Anatomically Modern Human. Cultural Dynamics.
tps://doi.org/10.1590/S0104-93132008000200003 7(2): 187-214.
Follér, Maj-Lis (1995). Future health of indigenous peo- Izquierdo, Carolina. Shepard, Glenn (2004). Matsigenka,
ples: A human ecology view and the case of the Ama- en: C. Ember y M. Ember Encyclopedia of Medical An-
zonian Shipibo-Conibo. Futures 27(9-10):1005-1023. thropology: Health and Illness in the World Cultures.
Kluwer Academic/Plenum Publishers. Vol II, p. 823-837.
Foucault, Michel (2004). Abnormal: Lectures at the Co-
llège de France, 1974-1975, V. Marchetti y A. Salomo- Kant, Immanuel (1985). Idea for a universal history
ni (eds.). Graham Burchell, Picador, 374 pp. from a cosmopolitan point of view. On history. 5.ed.
Trad: Lewis White Beck. Indianapolis: Bobbs-Merril.
Freire Germán. Aimé Tillett (eds.) (2007). El estado de la pp. 11-26
salud indígena en Venezuela. Caracas: Coordinación
Intercultural de Salud de los Pueblos Indígenas (CIS- Kaye, Howard (1983). Commentary on Promethean Fire,
PI). Ministerio de Salud y Desarrollo Social. Venezue- by Charles J. Lumsden and Edward O. Wilson. Com-
la. Volúmenes I y II. mentary 76(4).
Freire Germán. Stanford Zent (2007). Los Piaroa (Huo- Kelly, José Antonio. Carrera, Javier (2007). Los Yano-
ttüja / De’aruhua), en: G. Freire & A. Tillett (eds.). El mami (Yãnomãmi), en: G. Freire & A. Tillett (eds.). El
estado de la salud indígena en Venezuela. Caracas: estado de la salud indígena en Venezuela. Caracas:
Coordinación Intercultural de Salud de los Pueblos Coordinación Intercultural de Salud de los Pueblos
Indígenas (CISPI). Ministerio de Salud y Desarrollo Indígenas (CISPI). Ministerio de Salud y Desarrollo
Social. Venezuela. Vol I p. 133-207. Social. Venezuela. Vol I p. 325-381
Giordani Lourdes (2007). Los Yabarana, en: G. Freire & Kohn, Eduardo (2007). Animal masters and the ecolo-
A. Tillett (eds.). El estado de la salud indígena en Vene- gical embedding of history among the Ávila Runa of
zuela. Caracas: Coordinación Intercultural de Salud Ecuador, en: Carlos Fausto & Michael Heckenberger
de los Pueblos Indígenas (CISPI). Ministerio de Salud (orgs). Time and memory in indigenous Amazonia:
y Desarrollo Social. Venezuela. Vol I p. 209-261. anthropological perspectives. Gainesville: University
Press of Florida. pp. 106-129.
Hallowell, A. Irving (1960). Ojibwa ontology, behavior
and world view, en: G. Harvey (ed.). Readings in Indi- Lima, Tania Stolze (1999). The Two and its Many: Reflec-
genous Religions. New York: Continuum, pp. 17-49. tions on Perspectivism in a Tupi Cosmology. Ethnos,
64(1):107-131.
Henley, Paul (1988). Los E’ñepa, en: J. Lizot (ed). Los
Aborígenes de Venezuela. Caracas: Fundación La Sa- Lizarralde, Manuel. Roberto Lizarralde (2021) Los Barí
lle-Monte Ávila Editores. Volumen III, p. 215-311. de la Sierra de Perijá: salud y enfermedad dentro de
un contexto cultural e histórico. Manuscrito no publi-
cado preparado para el volumen III de salud indígena
en Venezuela.
Lizot Jacques (2007). Los Yanomami (Yãnomãmi), en: G. Rivera Andía, Juan Javier (ed.) (2019). Non-Humans in
Freire & A. Tillett (eds.) El estado de la salud indígena Amerindian South America. Ethnographies, Cosmo-
en Venezuela. Caracas: Coordinación Intercultural logies, Rituals and Songs Berghahn Books (European
de Salud de los Pueblos Indígenas (CISPI). Ministerio Association of Social Anthropologists, Series, 37).
de Salud y Desarrollo Social. Venezuela. Vol I p. 263- New York: Oxford, p.382
323.
Scaramelli Franz. Tarble, Kay (2007). Los Mapoyo (Mo-
Lumsden, Charles J. Wilson, Edward (1981). Genes, pue), en: G. Freire & A. Tillett (eds.). El estado de la sa-
Mind and Culture: The Coevolutionary Process. Cam- lud indígena en Venezuela. Caracas: Coordinación In-
bridge: Harvard University Press. pp.428 tercultural de Salud de los Pueblos Indígenas (CISPI).
Ministerio de Salud y Desarrollo Social. Venezuela.
Lumsden, Charles J. Wilson, Edward (1983). Prome- Vol II p. 141-187.
thean Fire: Reflections on the Origin of Mind. Cambri-
dge, MA: Harvard University Press. pp.228 Silva, Nalua (1997). La percepción ye’kwana del entor-
no natural. Scientia Guianae, 7: 65-84.
Mahecha, Dany. Franky, Carlos. Cabrera, Gabriel
(2000). Nukak, kakua, juhup y hupdu (Makú): cazado- Soulé, Michael (1985). What is Conservation Biology?
res nómadas de la Amazonia colombiana, en: Geogra- The Biological Diversity Crisis, 35(11):727-34.
fía Humana de Colombia. Amazonía-Caquetá. Tomo
VII. Vol. II. Bogotá: Instituto colombiano de Antropo- Taylor, Anne-Christine (1996). The Soul’s Body and Its
logía e Historia. 129-211. States: An Amazonian Perspective on the Nature of
Being Human. The Journal of the Royal Anthropologi-
Mansutti, Alexander (1997). Los gerentes de la selva. La cal Institute. (N.S.), 2(2):201-215.
Iglesia en Amazonas, 77:44-48.
Vilaça, Aparecida (1992). Comendo como gente: formas
McCallum, Cecilia (1996). Morte e pessoa entre os kaxi- do canibalismo wari (Pakaa-Nova). Rio de Janeiro:
nawá. Mana 2(2):49-84. Editora da UFRJ.
Miller, Joanna (2007). As coisas: enfeites corporais e a Villalón, María Eugenia (2007). Los E’ñapa (Panare), en:
noção de pessoa entre os Mamaindê (Nambiquara). G. Freire & A. Tillett (eds.). El estado de la salud indí-
Tese de Doutorado, PPGAS-Museu Nacional, UFRJ. gena en Venezuela. Caracas: Coordinación Intercul-
tural de Salud de los Pueblos Indígenas (CISPI). Mi-
Orobitg Canal, Gemma (2001). Repensar las nociones nisterio de Salud y Desarrollo Social. Venezuela. Vol
de cuerpo y de persona: ¿Por qué para los indígenas II p. 13-73.
Pumé para vivir se debe morir por un rato? Etnográ-
fica, 5(2):219-240. Viveiros de Castro, Eduardo (1979). A Fabricação do
Corpo na Sociedades Xinguana, en: João Pacheco de
Overing, Joanna. M.R. Kaplan (1988). Los Wóthuha (Pia- Oliveira Filho (org.). Sociedades Indígenas e Indige-
roa), en: J. Lizot (ed). Los Aborígenes de Venezuela. nismo no Brasil. Rio de Janeiro: UFRJ, Editora Marco
Caracas: Fundación La Salle-Monte Ávila Editores. Zero. pp. 31-39.
Volumen III, p. 307-411.
Viveiros de Castro, Eduardo (1986). Araweté: os deu-
Perera, Migel Ángel. Rivas, Pedro. Scaramelli, Franz ses canibais. Rio de Janeiro: J. Zahar / Associação
(2007). Los Pemón, en: G. Freire & A. Tillett (eds.). El Nacional de Pós Graduação e Pesquisa em Ciências
estado de la salud indígena en Venezuela. Caracas: Sociais.
Coordinación Intercultural de Salud de los Pueblos
Indígenas (CISPI). Ministerio de Salud y Desarrollo Viveiros de Castro, Eduardo (1992). From the enemy’s
Social. Venezuela. Vol II p.189-245. point of view: humanity and divinity in an Amazonian
society. Chicago: U. Chicago Press.
Pollock, Donald (1996). Personhood and Illness among
the Kulina. Medical Anthrtopology Quarterly. New Se- Viveiros de Castro, Eduardo (1998). Cosmological pers-
ries. 10(3):319-341. pectivism in Amazonia and elsewhere, en: Simon Bo-
livar Lectures, Department of Social Anthropology.
Reichel-Dolmatoff, Gerardo (1971). Amazonian Cosmos: University of Cambridge. Manuscrito.
The Sexual and Religious Symbolism of the Tukano In-
dians. Chicago: University of Chicago Press.
Whitehead, Neil (2002). Dark shamans, kanaima and the Zent, Egleé. Stanford Zent. Alirio Juae Mölö, Tito Jono
poetics of violent death. Dirham & London: Duke Uni- Juae, Gerardo Liye Juae, Aba Yolo de Jtitekya, Alber-
versity Press. pp.309 to Melomaja Bojkonamajau, Domingo Ikyekaja Ijtë
Waïjlo, Mariela Yaluja Janiau, Alabala Aubojkyo Luwi,
Wilbert Werner. Cecilia Ayala Lafée-Wilbert (2007). Los Jtukyabojlae Bowijte, Soledad Wajkemaja Janijañeu,
Warao, en: G. Freire & A. Tillett (eds.). El estado de la Ulijkulë Jtute Jtitekya, Iván Juae Janiau, Alejandro
salud indígena en Venezuela. Caracas: Coordinación Mölö Jono, Ulija Jliye, Lucas Juae Mölö, Katalina Jtite-
Intercultural de Salud de los Pueblos Indígenas (CIS- kya, Luis Olabu Yolo, Aura Amigoja Ulijayu, Koko Yolo
PI). Ministerio de Salud y Desarrollo Social. Venezue- de Bowijte, Kyabo Bowijte Jtute, Rossana Tujuokaña
la. Vol II p.331-397. Urijlu, Marina Jono Jluwilu, Mario Liye Yaluja, (203
autores jotï) (2019). Nï Jotï Aiye: Jkyo Jkwainï. Libro
Wilson, Edward (1984). Biophilia. Harvard University comunitario jotï: historia, territorio y vida. Ediciones
Press. pp.157 IVIC / Irwin Andrew Porter Foundation, Acaté Ama-
zon Conservation, Global Diversity Foundation. Cara-
Wilson, Edward (1995). Biophilia and the Conservation
cas: Editorial Arte, pp.529.
Ethics, en: Kellert, S. y E. O. Wilson (eds). The Biophilia
Hypothesis. Washington D.C.: Island Press. pp. 31-41.
ECOLOGÍA POLÍTICA
DE LA PANDEMIA Y
CRISIS CIVILIZATORIA:
REPENSARNOS DESDE
EL COMO
CONEXIÓN SUBJETIVO-
PLANETARIA
Emiliano Teran Mantovani
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
“En este momento de nuestra medita- capacidad de saturar todos los ámbitos de
ción sobre la crisis civilizatoria y de la vida
la vida social, sus impactos han sido también
que estamos enfrentando, todo discurso
ambiental tiene que colocarse en pausa económicos, energéticos, sociales y psicoló-
para permitir que del silencio, emerja la voz gicos, alimentarios, ambientales y políticos.
de la tierra, el lenguaje de la tierra, la ética
de la tierra…” De ahí que se le adjudique términos como
“sindemia” –sinergia entre factores biológicos
y sociales que tienen un impacto negativo en
I. Mundo-pandemia y crisis las condiciones de la salud (Horton, 2020)–
civilizatoria: una crisis en el orden de o “Corona-crisis” (Brinks e Ibert, 2020), por
la vida en la Tierra mencionar ejemplos.
La crisis económica global, proceso abierto
Ha transcurrido más de un año desde que la desde 2008/2009, se ha agudizado en 2020
COVID-19 fuese declarada como una pandemia a raíz de la pandemia, registrándose una
global y el sistema-mundo ha sufrido diversos contracción del PIB prácticamente en todos
trastoques. Por un lado, se superan los ciento los países del mundo, con excepción de China
ochenta y cinco millones de contagiados y supe- –con cifras record negativas incluso en países
ramos a los 4 millones de fallecidos a raíz de la como Estados Unidos o España–; el hundi-
enfermedad (julio 2021), con focos de mayor miento de ciertos sectores determinantes
intensidad en los Estados Unidos, Brasil, India de la economía mundial, como el turismo,
y varios países europeos y latinoamericanos. los servicios o el entretenimiento presen-
El despliegue exponencial del virus continúa cial; y la reciente adición de 131 millones de
(algo que ocurre de maneras desiguales entre personas a la pobreza (United Nations, 2021).
países), aunque por oleadas y a un ritmo menos Las previsiones para los próximos años están
acelerado, mientras que las tasas de morta- marcadas por una enorme incertidumbre,
lidad globales han descendido respecto a por los peligros de que nos encontremos ante
inicios de la pandemia. Los impactos sanitarios una gran recesión –¿peor que la de la crisis
son mucho mayores a los que provoca sólo la de la década de 1930?– y donde merodea el
COVID-19, debido a la crisis (o el colapso) de los temido fantasma del “estancamiento secular”
sistemas públicos de salud (y en general de las o estancamiento permanente, a pesar de
instituciones de asistencia social), la notable los coyunturales ánimos que despiertan los
disminución de la atención de otras enferme- mega-programas de estímulo y recuperación
dades, entre otros factores. económica del Norte Global. Además de la
Por otro lado, es importante resaltar que pérdida de miles de empleos, se han generado
esta pandemia es claramente un problema de transformaciones en las dinámicas del mundo
carácter multi-dimensional: dados sus nota- del trabajo –tales como el crecimiento de las
bles ritmos de contagio y la masividad que tendencias a la automatización y el teletra-
ha alcanzado (en un mundo profundamente bajo–; se han amplificado las desigualdades
interconectado y globalizado), además de su sociales e internacionales; al tiempo que se
hace parte de una serie de eventos límite que expresan como enferme- “El sistema-Tierra
en realidad están concatenados, como los in- dad. Es por esto que este se ha intoxicado
cendios en la Amazonía, los incendios de Aus- es un tiempo en donde se de modernidad,
tralia de 2020, el dramático derretimiento de está redimensionando de capitalismo. El
glaciares y los casquetes polares, la pérdida drásticamente la valora- antropoceno y la
de fertilidad del suelo o el hecho que 2020 ción de la vida y la muerte. crisis civilizatoria
igualara al 2016 como el año más cálido (se- se expresan como
gún los registros publicados por la NASA), sin enfermedad.”
contar con los varios eventos climáticos extre- II. Re-pensando la
mos que han estremecido al mundo en 2021. salud/enfermedad
La Tierra gime, cruje, es el pathos planetario; desde la ecología
el ‘síntoma’ –palabra que proviene del griego política: la noción de cuerpo-Tierra
y nos remite a la concurrencia, a la coinciden- como conexión subjetivo-planetaria
cia de fenómenos– nos revela la posibilidad
de que el planeta se convierta en un ambiente Al amenazar directamente nuestras vidas
hostil a la vida tal y como la conocemos. y la de nuestros seres queridos, y al romper
A esto hay que sumarle el despliegue de con las dinámicas de nuestra cotidianidad, la
dispositivos de muerte, de intoxicación, de pandemia ha sido una bofetada que quebró
desnutrición, de degradación cotidianos, el efecto narcotizador de la vieja “norma-
propios del sistema dominante: derrames lidad”. Esto nos ha permitido redimensionar
permanentes de petróleo, de desechos indus- preguntas clave sobre los determinantes
triales, que envenenan aguas, especies, impactos que al planeta han generado los
cuerpos; alimentos infestados de agroquí- estilos de vida dominantes, sobre el rumbo
micos, de conservantes; accidentes de tránsito que como especie humana hemos tomado en
que se llevan 1,3 millones de vidas al año –el esta historia reciente, y sobre la particular
automóvil también mata–; aires llenos de gases forma de aproximarnos y relacionarnos con la
de combustión, químicos y metales pesados; naturaleza –algo que interpela fundamental,
islas de plástico; campos de radiofrecuencia y aunque no únicamente, a las sociedades y
ondas electromagnéticas que rodean a miles y culturas urbanas contemporáneas.
miles de personas en todo el mundo. ¿Cómo este shock social y subjetivo que ha
Paradójicamente, a medida que la tecnolo- provocado la pandemia nos puede aproximar,
gía aparece como ‘más avanzada’, que esta- de maneras más profundas, a una compren-
mos más inundados de aparatos y dispositivos sión y conexión sobre los orígenes de la crisis
de punta para automatizar nuestra vida; a me- civilizatoria? ¿Cómo podemos vincular estos
dida que aparecen más robots, viajes a Marte evidentes peligros a nuestra salud personal con
o transportes voladores particulares, la Vida la situación de enfermedad del sistema-Tierra?
en la Tierra se ha hecho más insalubre, se ha Como ya hemos mencionado, uno de los
hecho verdaderamente insoportable. Somos pilares de la crisis civilizatoria lo representa
más vulnerables que nunca. El sistema-Tierra esta cosmovisión, este patrón de saber impe-
se ha intoxicado de modernidad, de capitalis- rante en el que se consolidó una separación
mo. El antropoceno y la crisis civilizatoria se entre los humanos y la naturaleza, que además
2021). En esta línea, las nociones de salud tie- en clave del sistema-Tierra en su conjunto.
nen fuertes sentidos de comunidad, tanto en- Es en este sentido, e inspirados en el pensa-
tre humanos como con el resto de especies y miento ambiental latinoamericano –con
el entorno cósmico –siendo que esta comu- trabajos como el de Ana Patricia Noguera– y
nión está determinada no sólo por aspectos la geografía crítica, que traemos la noción de
materiales sino también espirituales y cultu- cuerpo-Tierra para repensar esta conexión
rales. De ahí que la enfermedad aparezca vin- subjetivo-planetaria: Tierra que incluye a la
culada a la fragilidad o ruptura de la armonía tierra (con minúscula), el humus, pero también
con ese cosmos. todo el entramado de ciclos, dinámicas, flujos
Por otro lado, los aportes de la ecología energéticos y climáticos del planeta –lo que se
política, la geografía crítica y el ecofeminismo emparenta tanto con la idea de pachamama
(Noguera, 2013; Haesbaert, 2021; Ulloa, 201) de la cosmovisión andina, como con la visión
también nos ofrecen herramientas epis- de Gaia de James Lovelock–; Tierra que es
témicas para comprender cómo el cuerpo cuerpo en sí mismo, que es a la vez nuestro
humano debe ser entendido como una exten- cuerpo humano; cuerpo humano que se
sión misma de las redes planetarias de la expresa al mismo tiempo como extensión del
vida; cómo se encuentra en profunda cone- planeta, en todas sus diferentes escalas.
xión y pertenencia con las tramas ecosisté- Si como hemos mencionado, el cuer-
micas. En este sentido, decir que el humano po-Tierra se ha enfermado; si los entramados
es naturaleza expresa no sólo su posición en de vida planetarios se encuentran intoxicados,
un entorno ecológico, sino su propio carácter del mismo modo, nosotros también lo estamos.
de continuación del mismo, de expresión de la Necesitamos conectar la experiencia subjetiva
totalidad, de su hechura como parte de esas y social que estamos viviendo en la pandemia,
redes ambientales. La palabra humano está con un entendimiento de la particular situa-
emparentada con humus, que significa tierra, ción histórico-ambiental en el planeta, de lo
suelo, una referencia a la materialidad y terre- que hoy, en este tiempo de crisis civilizatoria,
nalidad de la que provenimos, que es al mismo significa esta concurrencia de fenómenos que
tiempo cultural e inmaterial. están creando un ambiente hostil a la vida tal y
La salud por tanto no debe remitirnos sólo como la conocemos. Además de comprenderla
al cuerpo-individuo, sino a la corporalidad en un sentido más integral –físico, cultural,
viva más amplia que nos determina, a la que energético, espiritual– requerimos desloca-
pertenecemos. La noción de “cuerpo-terri- lizar la noción de enfermedad únicamente en
torio” popularizada y muy debatida desde los el individuo, para asumirla también como un
feminismos comunitarios y el ecofeminismo proceso eco y geo-sistémico en desarrollo en
es muy útil para reflejar estas continuidades el sistema-Tierra, que tiene facetas y expre-
vitales –el cuerpo (de la mujer) como terri- siones muy variadas –el colapso ambiental y
torio en disputa y conquista, el cuerpo conec- el cambio climático son un reflejo de ello.
tado a dinámicas espaciales y a los elementos La enfermedad del cuerpo-Tierra es la
ambientales de la reproducción de la vida. nuestra. Es necesario asumir esta situación
En este artículo reivindicamos una ecología acorde a las dimensiones que tiene, y tomar
del ser, y enfocándonos en este tiempo de medidas urgentes ante ello. Necesitamos
antropoceno, proponemos mirar la crisis sanar y desintoxicar para transformar.
permita, como mínimo, sostener el complejo sidad; ‘siembra’ de agua; “Pero también es
proceso de tránsito del cambio sistémico que uso de cultivos, plantas y necesario que se
se requiere. No se trata de algo fácilmente materiales adaptados a fortalezcan los tejidos
alcanzable. Muy al contrario, junto con la los cambios en curso; en- sociales y entramados
necesidad de sortear los intereses políticos tre otros. Pero también es comunitarios que,
y económicos que adversarían una transi- necesario que se fortalez- a través de la acción
ción de este tipo, nos encontraríamos ante can los tejidos sociales y cooperativa puedan
una movilización de fuerzas y recursos nunca entramados comunitarios estar en capacidad
antes visto, una reorganización societal de que, a través de la acción de responder ante las
enormes dimensiones, sin precedentes en la cooperativa puedan estar difíciles situaciones
historia de la humanidad; algo que además en capacidad de respon-
que van surgiendo en
requeriría un profundo involucramiento de der ante las difíciles situa-
esta crisis”
las sociedades, una importante movilización ciones que van surgiendo
global de acción e interpelación a los grandes en esta crisis; sus poten-
poderes, un sacudón cultural y político acorde cialidades para la auto-
a este tiempo histórico. nomía, sus sistemas de cuidado y salud, sus
Como tercer ámbito tenemos el reforzar, saberes medicinales, sus sistemas inmunoló-
basado primordialmente en la idea de resi- gicos. Esta orientación es ineludible ante los
liencia, que nos remite a la capacidad de co- tiempos que se desarrollan.
munidades y ecosistemas para absorber y Estas ideas que presentamos son apenas
recuperarse de diversas perturbaciones que algunos referentes, algunos horizontes para
los impactan. Esta idea es crucial en un mun- contribuir en la reflexión y discusión sobre
do que se ha vuelto caótico, inestable y volá- cómo enfrentar este contexto de seria degra-
til, que se va caracterizando por la cada vez dación de la vida. La ruta que transitemos
más frecuente ocurrencia de eventos extre- debe, definitivamente, ser diferente a la que
mos (sequías, tormentas, inundaciones, etc). se ha recorrido en la historia moderna hasta
Incluso si fuese posible detener con rapidez el la fecha. Se requerirá una gran creatividad y
curso de la devastación ambiental y el agra- disposición para ello. Si aún hay tiempo para
vamiento del cambio climático, existen indicios recuperar un proyecto emancipatorio, este ya
que apuntan a inevitables transformaciones no podrá estar sólo fundamentado en un ideal
de ciertas condiciones atmosféricas y en los de riqueza económica, de crecimiento ilimitado
ecosistemas que tendrán importantes impac- o de ‘progreso’ ascendente; en el centro deberá
tos, y para los cuales es fundamental estar estar la reproducción y sostenibilidad de la
preparados. Por ello es vital que los procesos vida socio-ecológica. Ya no podrá ser sólo un
de transición y transformación socio-ecológi- proyecto pensado desde y para los humanos;
ca se dirijan también al reforzamiento y bús- deberá incluir a la comunidad de especies que
queda de resiliencia en todos los ámbitos de vivimos en la casa común, y sobre todo, enar-
la reproducción de la vida. Ello implica, por bolar la bandera de la sanación y liberación de
ejemplo, orientaciones en los procesos de la Tierra como el cuerpo más amplio que nos
restauración ecológica que refuercen el en- acoge, al que pertenecemos.
torno ambiental ante las potenciales nuevas
condiciones –reforzamiento de la biodiver-
EL COVID-19 COMO
DISPOSITIVO.
INQUIETUDES
SECURITARIAS EN
TIEMPOS DE PANDEMIA1
Keymer Ávila
1
Este trabajo es la síntesis de dos textos anteriores: Ávila, 2020a y 2020b. Un resumen de
esta versión actualizada fue presentada en las V Jornadas LASA-Venezuela en junio de 2021.
Para la elaboración de esta línea de trabajo, aún en desarrollo, se contó con el respaldo del
Instituto de Educación Internacional (IIE) y la Red de Activismo e Investigación por la Convi-
vencia (REACIN).
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
El peligro de contagio
exige la obediencia
rápida del pueblo y
I. Introducción otorga la autoridad
máxima a los
La pandemia es real en términos bioló- En la actualidad, ya no gobiernos. Se reducen
gicos y sanitarios; tiene además una dimen- se trata de una ciudad de esta manera
sión ideológica y mediática. A estas alturas ni de un país, es el mun- las posibilidades
no se discuten sus dimensiones: al momento do entero en el que se ha de organización
de escribir estas líneas las muertes por declarado la peste. Éste
desde abajo, así
COVID-192 superan los cuatro millones (JHU, se transforma entonces
como revueltas o
2021). En este texto se presentan algunas -como nunca antes- en
resistencias callejeras.
inquietudes iniciales sobre las lógicas secu- el “laboratorio de poder”
ritarias que parten de los intentos de conten- perfecto para poner en
La única solución es el
ción del COVID-19, pero que a su vez los tras- práctica todos los dispo- confinamiento”
cienden. Se trata de las formas bajo las cuales sitivos disciplinarios y de
puede instrumentalizarse políticamente la control, con tecnologías
pandemia, sirviendo ésta como dispositivo de punta ampliamente diseminadas. Donde no
securitario que reduce los derechos de la se goce suficientemente de estos recursos,
ciudadanía, que se extiende e institucionaliza. las delaciones vecinales o comunitarias admi-
Se toma como ejemplo el caso venezolano. nistradas por el gobierno de turno, o el simple
Michel Foucault en Vigilar y castigar (1975), uso de la fuerza, no faltarán.
cuando explica el panoptismo describe clara- Y a pesar de convencernos que hemos
mente lo que se hacía a finales del siglo XVIII avanzado mucho en conocimientos y como
cuando se declaraba la peste en la ciudad, prác- sociedad, terminamos todos reducidos a la
ticas que permanecen intactas hasta nues- pura vida biológica (nuda vida –Agamben,
tros días. Se intensifica la vigilancia, estrictos 2005-). El peligro de contagio exige la
controles militares y policiales aseguran el obediencia rápida del pueblo y otorga la auto-
confinamiento. Los cuerpos de seguridad más ridad máxima a los gobiernos. Se reducen de
letales velan por el cuidado de tu salud. Llegando esta manera las posibilidades de organización
a niveles en los que pueden haber claras expre- desde abajo, así como revueltas o resisten-
siones del lado mortífero de la biopolítica: se cias callejeras. La única solución es el confi-
puede hasta matar “legítimamente” a quienes namiento o “distancia social”.
representen un peligro biológico.
que fueron repudiadas por diversos secto- tencia 4 . La expresión máxima de la reduc-
res del país. La Fiscal General de la República ción opositora se encuentra en su no parti-
(FGR) denunció que con estas sentencias se cipación en las elecciones parlamentarias
rompió el hilo constitucional. Estos conflictos de diciembre de 2020, con lo que le cedieron
desembocan en las protestas de 2017, en las al gobierno el único poder que le faltaba por
que murieron –al menos- unas 124 personas controlar: el Poder Legislativo. De esta manera
(Ávila y Gan, 2018). Posteriormente se impone la excepcionalidad institucional iniciada con la
una ilegítima e inconstitucional Asamblea Na- ANC en 2017, como símbolo de poderes ilimi-
cional Constituyente (ANC), que no fue recono- tados concentrados en el Ejecutivo Nacional,
cida por importantes sectores, nacionales e se profundizó durante la pandemia. La no
internacionales. Con la ANC se dio una especie reconocida ANC se transforma ahora en AN
de autogolpe con el que el gobierno se apropia oficial, la excepcionalidad de la primera ahora
sin límites de todas las instituciones del Esta- se hace norma a través de la segunda. Y así
do, excepto de la AN. Se toma militarmente el la excepcionalidad político-institucional se
Ministerio Público y la FGR -que también había extiende hasta nuestros días.
denunciado las irregularidades del proceso
de convocatoria de la ANC- sale exiliada del LA EXCEPCIONALIDAD NORMATIVA
país, bajo amenazas de ser privada de liber-
tad. Uno de los primeros actos de la ANC es Según Agamben, la norma tiene inserta
nombrar de manera irregular un nuevo FGR. dentro de sí su propia excepción, la segunda
Es esta misma ANC la que convoca y orga- se fundamenta en la primera. Supuestamente
niza –fuera de lapso- las cuestionadas elec- se suspende el derecho para su protección. Y
ciones presidenciales del 20 de mayo de 2018, así está consagrado en la Constitución de la
en las que no hubo participación real de la República Bolivariana de Venezuela (2000), los
oposición por carecer de garantías institu- estados de excepción se encuentran dentro
cionales para ello (ilegalización de partidos del título “De la protección
políticos, opositores inhabilitados o presos, de esta Constitución”.
detenciones arbitrarias, entre otras). Desde 2016 hasta la “Así se llega al 13
Al autogolpe del Ejecutivo materializado actualidad, se han dicta- de marzo de 2020
con la imposición de la ANC de 2017 y a las no do unas 25 declaratorias cuando se decretó el
reconocidas elecciones de 2018 respondió el de estado de excepción a Estado de Alarma
sector más visible y hegemónico de la oposi- nivel nacional (MIDHNUV, para atender la
ción con una serie de acciones no institucio- 2020). Así se llega al 13 de
emergencia sanitaria
nales (autoproclamación del Presidente de marzo de 2020 cuando se
del COVID-19; se
la AN como Presidente de la República; exis- decretó el Estado de Alar-
tencia simbólica de poderes públicos para- ma para atender la emer-
trataría entonces de
lelos, insurrecciones armadas fallidas), que gencia sanitaria del CO-
la continuidad del
solo fortalecieron interna y nacionalmente estado de excepción
al gobierno de Nicolás Maduro, mermando a 4 Para ver de manera más deta-
existente de manera
la oposición partidista hasta su casi inexis- llada la respuesta de la oposi- ininterrumpida en el
ción durante 2019 y el primer
semestre de 2020, ver: Ávila,
país desde hace
2020b: 7-8. cinco años”
VID-19; se trataría entonces de la continuidad por ingreso del 87% y una “Ningún otro poder
del estado de excepción existente de manera pobreza extrema del 61% controla al Ejecutivo
ininterrumpida en el país desde hace cinco (España y Ponce, 2018). En y éste no controla al
años (a la emergencia económica se suma la el último informe anual del aparato militar ni
emergencia sanitaria). Más allá de su incons- PNUD (2019) sobre el Índi- policial. Entre ellos
titucionalidad y de la evasión de los necesa- ce de Desarrollo Humano solo existen relaciones
rios controles (provenientes de instituciones (IDH), sólo Siria y Libia, dos de reciproca utilidad
como la AN y el TSJ), según esta normativa 5 países con prolongadas que gira en torno a
las fuerzas de seguridad pueden “tomar todas guerras, han perdido más intereses particulares”
las previsiones necesarias” para hacer cum- puestos en el IDH que Ve-
plir este decreto, es decir, ejercer el poder de nezuela (ha retrocedido 25
manera abierta, discrecional y arbitraria. puestos en este ranking
De esta manera, se crean las condiciones mundial). El deterioro de los servicios públicos
jurídico-formales que hacen de la excepción básicos como agua, electricidad, salud, trans-
la regla en Venezuela. Si esto es así desde porte, gasolina e internet, es cada vez más
lo normativo, el plano de la realidad, de las grande. Aproximadamente el 13% de la pobla-
relaciones que se generan a partir de esos ción ha decidido emigrar, se estimaba que a
mandatos, es de un descontrol institucional de finales de 2020 este porcentaje llegaría a un
la actividad del Poder Ejecutivo. Este descon- 20% (6,5 millones de personas) (ACNUR, 2019).
trol cae en cascada sobre el aparato militar y La infraestructura de servicios necesaria
policial que se constituyen, a su vez, en herra- para satisfacer efectivamente los derechos
mientas fundamentales de su sostenimiento. sociales, especialmente el sistema de salud,
Ningún otro poder controla al Ejecutivo y éste ya se encontraba colapsada desde antes de la
no controla al aparato militar ni policial. Entre llegada del COVID-19. Entonces cabe pregun-
ellos solo existen relaciones de reciproca tarse, ante la precariedad socioeconómica
utilidad que gira en torno a intereses particu- descrita, ¿cómo exigirle a una población que
lares (Ávila, 2018). no vive de su salario, que
tiene que ganarse el pan
LA EXCEPCIONALIDAD DE LA VIDA COTIDIANA diariamente en la calle,
que se quede en su casa
“Durante los siete
En Venezuela durante los últimos años los por semanas o meses? primeros meses de
derechos sociales también han retrocedido, Durante los siete prime- cuarentena ya se
con una escasez general de alimentos y me- ros meses de cuarentena contaban -al menos-
dicinas, que tienen como correlato la apari- ya se contaban -al menos- unas 5.607 protestas
ción de enfermedades que se consideraban unas 5.607 protestas exi- exigiendo derechos
erradicadas. Una inflación estimada en más giendo derechos sociales sociales en todo el
de 1.000.000% (Werner, 2018); durante los úl- en todo el país. También se país. También se
timos 14 años la moneda ha perdido más de reportaron 63 saqueos en reportaron 63 saqueos
100.000.000 veces su valor. Con una pobreza 13 estados (OVCS, 2020; en 13 estados”
OCHA, 2020).
5 Que lleva al menos unas doce prórrogas, en el marco
de una gran incertidumbre formal.
ese mismo lapso el COVID-19, según cifras contraste que se realiza en el párrafo ante-
oficiales, había acabado con la vida de 2.829 rior, basado en la información disponible, no
personas (Patria 2021), es decir, fue casi tan pretende tener exactitudes, sino visibilizar
letal como los cuerpos armados oficiales. y denunciar las magnitudes de la violencia
En este período para los venezolanos las institucional de carácter letal en el país, que
fuerzas de seguridad del Estado han sido más alcanza unos niveles que puede llegar incluso
mortales que la pandemia que azota al mundo. a ser contrastada con las muertes provo-
Es importante advertir que las cifras cadas por COVID-19. Ambas muertes, ya sea
oficiales sobre la pandemia no son confia- por acción u omisión estatal, son expresiones
bles, el subregistro de esta información en de la excepcionalidad en la que nos encon-
Venezuela se estima que oscila entre el 63% tramos inmersos los venezolanos.
y el 95% (ACFMN, 2020:16-17). Así que el
2840 2837
2835
2829
2830
2825
2820
2815
2810
2805
2800
Muertes a manos de fuerzas de seguridad Muertes COVID-19
400
FGR se pronuncia por 2da vez contra la FAES (caso agricultores del Zulia)
Argentina y España respaldan los informes de la ONU sobre Venezuela
350
150
Elecciones parlamentarias
100
50
0
ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC
autónomo del Ejecutivo Nacional. En otros social, cuestionamientos públicos del FGR
espacios (Ávila, 2012; 2017) se ha analizado contra las Fuerzas de Acciones Especiales –
cómo en años electorales, el tema securitario FAES-) y externos (Consejo de DDHH, condena
y el manejo de los cuerpos policiales es muy por parte de gobiernos aliados, CPI) durante
sensible a estas coyunturas. El gobierno a el segundo semestre del año, pueden explicar
nivel internacional necesitaba dar algunas esta reducción circunstancial de muertes
muestras que generaran confianza, y a su institucionales. A su vez, éstos pueden servir
vez quería bajar las tensiones durante ese también de indicador sobre cómo las autori-
lapso dentro del país. A esto se suma que dades políticas pueden ordenar y controlar en
a mediados de junio la Alta Comisionada de determinadas coyunturas al aparato policial
Naciones Unidas para los Derechos Humanos y afectar directamente las muertes que éste
(ACNUDH) publica su segundo informe sobre genera. Esto corrobora que el uso de la fuerza
la situación de derechos humanos (DDHH) en letal por parte de las policías no es una mera
Venezuela y en septiembre también lo hace respuesta a la violencia delictiva.
la Misión Independiente de Determinación En contraste, en lo que sí se aprecia un
de Hechos de Naciones Unidas para Vene- abrupto incremento es en las detenciones
zuela (MIDHNUV). En octubre los gobiernos ilegales y arbitrarias, todo en el marco del
de Argentina y España, que hasta esa fecha Decreto de Estado de Alarma para hacer
se habían manifestado como aliados del cumplir la cuarentena (Gráfico 3). Durante
gobierno venezolano, decidieron respaldar 2020 se registraron 15.470 violaciones al
los mencionados informes votando en la derecho a la libertad personal, lo que repre-
ONU a favor de la resolución sobre la situa- senta un incremento de un 464% de estos casos
ción de los DDHH en Venezuela, ampliando el respecto al año 2019; el 93% de estas deten-
mandato de la MIDHNUV por dos años más ciones fueron masivas (más de 10 personas en
(Consejo de DDHH de la ONU, 2020; Ministerio un mismo evento). Cuando se analiza el histó-
de Relaciones Exteriores, Comercio Interna- rico de este tipo de violaciones al derecho a la
cional y Culto de Argentina, 2020). Semanas libertad personal, la cantidad de detenciones
después la fiscal de la CPI expresó “que ilegales y arbitrarias en el marco de opera-
existía un fundamento razonable para creer tivos policiales durante 2020 (14.451) aumen-
que en Venezuela han ocurrido crímenes de taron un 14.370%, cifra solo superada por las
competencia de la Corte” (CPI, 2020). Esta de las “Operaciones de Liberación del Pueblo”
conjugación de factores internos (necesidad (OLP) del año 2015 (16.924), que ha sido uno
de crear un ambiente de distensión para las de los operativos policiales más violentos y
elecciones de la AN, cuarentena nacional, cuestionados de los últimos años en Venezuela
reducción de los espacios y de la movilidad (Ávila, 2017; González, 2021).
18000
16000
14000
12000
10000
8000
6000
4000
2000
0
2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020
Dentro de estas detenciones ilegales y nezolano no escapa de esa lógica, por el con-
arbitrarias se encuentran decenas de perio- trario, la aprovecha de la mejor manera que
distas y profesionales de la salud que contra- puede. Este tipo de situaciones lejos de afec-
dijeron la versión oficial sobre el tratamiento tar a los regímenes autoritarios los fortalece,
de la pandemia. La privación de libertad por son un instrumento formidable para ampliar
razones políticas aumentó 60,6% durante su poder y mermar los derechos de la ciuda-
este período. La situación de los privados de danía. Así, por ejemplo, se acaba con reunio-
libertad y de los migrantes retornados se hizo nes, concentraciones, ma-
también cada vez más precaria (Ávila, 2020b: nifestaciones y cualquier
15-16; González 2021). Estas evidencias son forma de resistencia calle- “Este tipo de
claras manifestaciones de la instrumentali- jera. Toda la ciudadanía de
situaciones lejos
zación del COVID-19 como dispositivo securi- manera voluntaria se con-
de afectar a los
tario y de control en la Venezuela post- Chávez. fina en sus hogares, bajo
pena de prisión o muerte.
regímenes autoritarios
V. Comentarios finales En términos globales,
los fortalece, son
aparecen nuevos disposi- un instrumento
La pandemia genera múltiples funcionali- tivos, y mientras que los formidable para
dades para cualquier Estado autoritario, es la adultos mayores –con- ampliar su poder y
excusa perfecta para el estado de excepción siderados como no pro- mermar los derechos
que se extiende a nivel global. El gobierno ve- ductivos por el capitalis- de la ciudadanía.”
mo– son ofrecidos en sacrificio, los chivos reducción de derechos. Ante nuevas formas
expiatorios siguen siendo los tradicionales: de dominación habrá también nuevas formas
migrantes (que en el caso venezolano serían de resistencia. La libertad, igualdad, no discri-
los retornados), extranjeros, trabajadores in- minación, junto a la lucha por la redistribución
formales y sectores precarizados que viven al de los recursos, la salud pública y nuestra re-
día, que no pueden mantener la cuarentena. lación con el ambiente son nuevamente los ob-
En fin, nuevos discursos legitimadores con jetos de disputa. Estos parecen ser los retos
viejos propósitos de orden y control, afloran ante esta pandemia totalitaria global, en la que
las delicadas tensiones políticas entre libertad ya no se distinguen claramente las diferencias
y seguridad, lo individual y lo colectivo, la pro- ideológicas ni partidistas de los gobernantes
pia supervivencia y la solidaridad, nacionalis- de turno, porque finalmente coinciden en sus
mo e internacionalismo. No se debe naturali- objetivos pragmáticos. Solo que algunos lo di-
zar lo que sucede ni entregarse dócilmente a simulan mejor que otros.
esta nueva fase de expansión autoritaria y de
ACNUR (2019). La UE, OIM y ACNUR expresan su soli- Ávila, Keymer (2020b). ¿Qué es más mortal en Venezue-
daridad con los refugiados y migrantes venezolanos. la: sus fuerzas de seguridad o el COVID-19? Inquietu-
Disponible en: https://bit.ly/3aHSSR4 des securitarias en tiempos de pandemia. Caracas:
Friedrich Ebert Stiftung. Disponible en https://bit.ly/
Agamben, Giorgio (2005). Estado de excepción. Homo 3miyD2P
sacer, II, I. Buenos Aires: Adriana Hidalgo editora.
Ávila, Keymer (2020c). “Dan más balas de las que reci-
Aniyar, Lola (1987). Criminología de la Liberación. Ma- ben: Uso de la fuerza letal en la Venezuela post-Chá-
racaibo: Universidad del Zulia. vez”. Crítica Penal y Poder, 20. Disponible en: https://
bit.ly/3eLuu6c
Ávila, Keymer (2012). La instrumentalización del delito:
política, empresas de comunicación e inseguridad. Ávila, Keymer y Gan, Natalia (2018). Balance de muertes
Sobre cómo la inseguridad logró posicionarse en el violentas ocurridas en el contexto de la conflictivi-
primer lugar de la agenda pública en Venezuela, en: dad política en Venezuela durante abril-julio de 2017.
Crítica Penal y Poder del OSPH de la UB, 2, 36-64. Dis- Anuari del Conflicte Social 2017, 7. Disponible en: ht-
ponible en: https://bit.ly/3xM8CPC. tps://bit.ly/3eM4jMw
Ávila, Keymer (2017). Las Operaciones de Liberación Ball, Patrick (2016). Violence in Blue. Granta. Disponible
del Pueblo (OLP): entre las ausencias y los excesos del en: https://granta.com/violence-in-blue/
sistema penal en Venezuela, en: Crítica Penal y Poder
del Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Baratta, Alessandro (2004). Derechos humanos: entre
Humanos (Ospdh) de la Universitat de Barcelona (12), la violencia estructural y violencia penal. Por la pa-
58-86. Disponible en https://bit.ly/3rp0SRe (Consulta cificación de los conflictos violentos, en: Criminología
del 2-6-2021). y Sistema Penal (Compilación in memoriam). Montevi-
deo-Buenos Aires: Editorial B de F, p. 299-333.
Ávila, Keymer (2018). Estado de excepción y necropo-
lítica como marco de los operativos policiales en Ve- Consejo de DDHH de la ONU (2020). Votación sobre la
nezuela. Revista Crítica Penal y Poder, 15, 180-214. resolución sobre los DDHH en la República Bolivaria-
Disponible en https://bit.ly/2yQTNBK na de Venezuela. Disponible en https://twitter.com/
UN_HRC/status/1313493075323424768
Ávila, Keymer (2019a). Venezuela: la guerra no solo es
de minitecas. Nueva Sociedad. Disponible en https:// CPI (2020). ICC Prosecutor, Mrs Fatou Bensouda, recei-
nuso.org/articulo/Venezuela-Maduro-Guaido/ ves high-level delegation from the Bolivarian Republic
of Venezuela in the context of its ongoing preliminary
Ávila, Keymer (2019b). Una masacre por goteo: Vene- examinations. Disponible en https://www.icc-cpi.int/
zuela y la violencia institucional. Nueva Sociedad. Dis- Pages/item.aspx?name=pr1544
ponible en https://bit.ly/2S9zKFq
Del Olmo, Rosa (1979). Limitaciones para la prevención
Ávila, Keymer (2019c). Uso de la fuerza y derecho a la de la violencia: la realidad latinoamericana y la teoría
vida en Venezuela. Caracas: PROVEA. Disponible en criminológica, en: Ruptura Criminológica. Caracas:
https://bit.ly/37AmGiM UCV; Ediciones de la Biblioteca.
España, Pedro. Ponce, María (2018). Encuesta sobre OVCS (2020). Informes de conflictividad social en Ve-
Condiciones de Vida en Venezuela. IIES/UCAB. nezuela. Observatorio Venezolano de Conflictividad
Social. Abril, Mayo, Junio, Julio, Agosto y Septiembre
Foucault, Michel (1975). Vigilar y castigar. Nacimiento 2020. Disponibles en http://www.observatoriodecon-
de la prisión. México: Siglo XXI, 2005. flictos.org.ve/
Foucault, Michel (1977). El juego de Michel Foucault, en: Patria Blog (2021). COVID-19 Estadísticas Venezuela.
Saber y verdad. Madrid: Ediciones La piqueta. Disponible en https://covid19.patria.org.ve/estadisti-
cas-venezuela/
Foucault, Michel (2001) Defender la sociedad. Curso en
el Collège de France (1975-1976). Argentina: Fondo PNUD (2019). Informe sobre Desarrollo Humano 2019,
de Cultura Económica. Programa Naciones Unidas para el Desarrollo. Dis-
ponible en https://bit.ly/2yM3RMl
González, Elienai (2021). Derecho a la Libertad Personal.
Informe 2020. Situación de los Derechos Humanos en República Bolivariana de Venezuela (2020) Decreto me-
Venezuela. Provea: Caracas. En proceso de edición. diante el cual se declara el estado de alarma para
atender la emergencia sanitaria del coronavirus (CO-
JHU (2021) COVID-19 Dashboard. Johns Hopkins Uni- VID-19). G.O.E. Nº 6.519 del 13 de marzo de 2020.
versity & Medicine Coronavirus Resource Center.
Disponible en https://coronavirus.jhu.edu/map.html República Bolivariana de Venezuela (2000). Constitu-
ción de la República Bolivariana de Venezuela. G.O.E.
Mbembe, Achille (2011). Necropolítica seguido de Sobre Nº 5.453 del 24 de marzo de 2000.
el gobierno privado indirecto. España: Editorial Me-
lusina. Silva, Carlos, Pérez, Catalina, Cano, Ignacio y Ávila, Key-
mer (2019). Análisis comparativo regional. Monitor
Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Interna- Uso de la Fuerza Letal en América Latina, en: Monitor
cional y Culto de Argentina (2020). Posición argentina del uso de la Fuerza Letal en América Latina: un estu-
ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Dis- dio comparativo de Brasil, Colombia, El Salvador, Mé-
ponible en https://www.cancilleria.gob.ar/es/actuali- xico y Venezuela. México: CIDE. Disponible en https://
dad/noticias/posicion-argentina-ante-el-consejo-de-de- bit.ly/2xauU3i
rechos-humanos-de-la-onu (Consulta del 29-5-2021).
Sozzo, Máximo (2016). Postneoliberalismo y penalidad
MIIDHSV (2020). Informe de la Misión Internacional In- en América del Sur. A modo de introducción, en: Post-
dependiente de Determinación de los Hechos sobre la neoliberalismo y penalidad en América del Sur. Bue-
República Bolivariana de Venezuela. Ginebra: ONU. nos Aires: CLACSO.
OCHA (2020). Venezuela: COVID-19. Flash Update N° 3 Werner, Alejandro (2018). Perspectivas para las Amé-
Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación ricas: Una recuperación más difícil. Diálogo a Fondo.
de Asuntos Humanitarios. 23 de abril de 2020. El blog del FMI sobre temas económicos de América
Latina. Disponible en https://blog-dialogoafondo.imf.
OMS (2020). Preguntas y respuestas sobre la enfer- org/?p=9669
medad por coronavirus (COVID-19). Disponible en ht-
tps://bit.ly/320V7hH Zaffaroni, Eugenio (1998). En busca de las penas per-
didas. Deslegitimación y Dogmática Jurídico-Penal.
Argentina: EDIAR.
II
VENEZUELA
EN TIEMPOS
DE PANDEMIA:
DIVERSOS ÁMBITOS
DE LA SALUD Y LA
ASISTENCIA SOCIAL
BAJO LA LUPA
TERRITORIOS COMUNES NRO. 4
VENEZUELA. EL SISTEMA
PÚBLICO NACIONAL DE
SALUD Y EL MANEJO
DE LA PANDEMIA. UNA
MIRADA DESDE LA
SALUD COLECTIVA
Oscar Feo Istúriz
ECOLOGÍA
ECOLOGÍA
POLÍTICAPOLÍTICA
EN TIEMPOS
EN TIEMPOS
DE PANDEMIAS.
DE PANDEMIA.
Este artículo presenta una breve conceptua- II. Los sistemas de salud
lización de los sistemas de salud; una revisión
de los inicios del sistema de salud de Venezuela El Instituto Suramericano de Gobierno en
con comentarios sobre su situación actual; Salud de UNASUR (ISAGS, 2012) define sistema
para concluir con una perspectiva crítica de salud como el conjunto de acciones, normas
sobre el manejo de la pandemia en Venezuela. y personas que una nación o colectividad
construye para satisfacer las necesidades y
I. Introducción demandas de salud de su población, y cuyas
actividades se relacionan directa o indirecta-
En el mundo coexisten y se confrontan mente con la atención a la salud individual y
diversas concepciones en relación a la salud, colectiva. Como se puede ver, este concepto va
una, dominante, biomédica, centrada en la mucho más allá de los tradicionales servicios
enfermedad y sus aspectos biológicos e indi- de atención médica dirigidos a la enfermedad.
viduales, en lo que Menéndez (1992) llamó “el Así mismo, se señala que las inequidades de
modelo médico hegemónico”; otra, centrada acceso a servicios oportunos y de calidad, se
en la salud de la población, que asume a la traducen en desigualdades en la situación de
salud/enfermedad como un proceso social e salud y en las formas de enfermar y morir de
históricamente determinado, parte del ciclo los colectivos humanos.
vital, indisolublemente vinculado a la vida. Los componentes de un sistema de salud
Así mismo, coexisten diversas formas de son cuatro: i) las políticas sanitarias y sus nor-
hacer y entender las políticas y sistemas de mas; ii) los profesionales, técnicos y personas
salud, una centrada en la atención individual que trabajan en el sistema; iii) la red de servi-
a la enfermedad, concebida como “servicio o cios y sus modelos de atención y gestión; y iv)
bien de mercado” regido por las leyes de la los insumos necesarios para cumplir sus obje-
oferta y la demanda, determinada por la capa- tivos. La dinámica e interrelación de esos com-
cidad de pago de la persona, interviniendo el ponentes está dada por la
Estado sólo para ofrecer servicios mínimos a forma en que se concibe la
los pobres y excluidos de la dinámica social. salud en cada país, y por la “Con los avances
A esa concepción se opone otra, que la forma como se financian, tecnológicos de la
entiende como derecho humano y social gestionan, regulan y se
tercera revolución
fundamental, que debe ser garantizado por el prestan los servicios, ex-
industrial que
Estado en forma universal e integral a todos presadas en los modelos
los ciudadanos, sin distingos de ningún tipo de atención y gestión.
han transformado
y con amplia participación ciudadana. Esta Con los avances tecno-
radicalmente la vida,
perspectiva incorpora y valora las concep- lógicos de la tercera revo- se ha ocasionado
ciones y prácticas de salud de la medicina lución industrial que han una entrada de la
tradicional de nuestros pueblos originarios. transformado radical- salud a los circuitos
mente la vida, se ha oca- de acumulación y
sionado una entrada de producción de capital”
la salud a los circuitos de acumulación y pro- Miguel Otero Silva en su trilogía de novelas
ducción de capital (Feo, 2019); surge lo que se Fiebre, Casas Muertas y Oficina Número Uno.
llama “complejo médico industrial financiero” En esos años, bajo la dictadura de Juan
(CMI), integrado por grandes corporaciones Vicente Gómez, no existe Ministerio de Salud, y
privadas, que incluyen a las poderosas indus- se asumen las políticas impulsadas por la FR,
trias farmacéutica y tecno médica, que cons- brazo filantrópico de la Exxon, que como ya
tituyen uno de los sectores más dinámicos de señalamos, tenía interés en controlar al palu-
la economía, y se han convertido en un actor dismo para explotar el petróleo. Esa fue una
fundamental en el diseño de las políticas públi- etapa de cesión total de nuestra soberanía
cas de salud. Su interés no es salud de la po- en materia de salud pública, a tal punto que
blación sino el lucro, e impulsan una tendencia el Ingeniero Jefe de la Misión de Ingeniería
para captar recursos públicos y desviarlos al Sanitaria de la FR en Venezuela, T. Saville, fue
sector privado. Este proceso ha impactado los designado en 1926 Jefe del Servicio Nacional
sistemas de salud, porque ha ido acompañado de Ingeniería Sanitaria (Castellanos, 1982;
de una profunda medicalización de la vida, con Martin-Frechilla, 2008).
marcada mercantilización y deshumanización Es bajo el gobierno de López Contreras,
de la salud. Se convierte el CMI y sus intere- febrero 1936, que se crea el Ministerio de
ses económicos en uno de los determinantes Sanidad y Asistencia Social, a partir de la esci-
fundamentales de las políticas públicas y sis- sión del entonces Ministerio de Agricultura y
temas de salud. Difícil comprender lo que su- Salubridad, en dos Ministerios: el de Agri-
cede en los sistemas de salud, sin compren- cultura, y el de Sanidad y Asistencia Social
der los intereses y presiones del CMI. (MSAS). Se designa como primer ministro a
Enrique Tejera, científico y parasitólogo, quien
III. El sistema de salud de Venezuela renuncia al cargo a sólo cuatro meses de
haber sido designado, debido a un conflicto
Para inicios del siglo XX no existían los generado por la aprobación por el Congreso
sistemas de salud tal y como los conocemos de una ley de Lucha contra la malaria, impul-
en la actualidad, la atención a la enfermedad sada por la FR, que él consideraba inconve-
era prestada en instituciones u hospitales que niente (Velázquez, 2004).
no formaban parte de redes de atención, y se Se designa como su sucesor a otro gran
financiaban básicamente a partir de la benefi- científico y político, Aníbal Santos Dominici,
cencia o caridad dirigida a los pobres. quien también dura pocos meses en el cargo y
En Venezuela, es muy clara la influencia de renuncia por contradicciones con la aproba-
la industria petrolera a través de la Funda- ción de una Ley del Trabajo promovida por la
ción Rockefeller (FR) en la génesis de nuestro OIT, en cuyo articulado se establece la crea-
sistema de salud. No podía la industria petro- ción del Seguro Social Obligatorio. Señalaba el
lera expandir su explotación debido a las ende- ministro Santos que la creación de ese seguro
mias que afectaban a la población, particular- fragmentaría el sistema de salud.
mente la malaria, principal causa de muerte Necesario es reconocer el acierto de Tejera
en los primeros cincuenta años del siglo XX. y Santos Dominici, el primero al confrontar
Esta historia es magistralmente narrada por una visión que priorizaba los programas
verticales sobre la integralidad de la salud,
de cerca de 10 millones de personas que A partir del 2007, con la entrada de los
carecían de acceso a los servicios públicos de militares a la conducción del Ministerio de
atención médica, lo cual le generó una gran Salud, se inicia un periodo de parálisis de los
aceptación en la población (OPS, 2006). avances y comienza un importante retroceso.
Sin embargo, problema importante, Barrio Se iniciaron una gran cantidad de remodela-
Adentro nace como una estructura paralela ciones de infraestructura hospitalaria, que
al Ministerio de Salud y bajo el comando de nunca fueron adecuadamente culminadas; los
la Misión Médica Cubana. Su desarrollo al negocios y la improvisación estuvieron fuerte-
margen del Ministerio de Salud contribuyó mente presentes.
más a la fragmentación existente. Además, Se planteó la construcción de nuevos hospi-
tomaba como referencia el modelo de aten- tales; sin embargo, buena parte de estos se
ción de Cuba, que a pesar de sus avances, no financiaron pero nunca se construyeron; hubo
respondía a las realidades de la situación de mucha corrupción, que en su momento fue
salud de Venezuela, y mantenía el predominio denunciada, pero nunca se tomaron medidas
de un pensamiento medicalizado y centrado en correctivas ni de castigo a los responsa-
la enfermedad. Dos ejemplos de esa situación, bles. Allí están como ejemplos el oncológico
que luego se traduciría en serios problemas de Guarenas (Miranda) y el cardiológico de
de salud, fue la decisión de que los consulto- adultos en Montalbán (Caracas). La corrup-
rios de Barrio Adentro no aplicaban inmuniza- ción y la impunidad han sido uno de los grandes
ciones, ni hacían control prenatal. obstáculos para la construcción de un SPNS.
Sin embargo, Barrio Adentro fue un éxito Otro elemento importante en el fracaso en
como mecanismo de inclusión social en salud, la construcción del SPNS ha estado en la dis-
llevando consultas médicas a sitios que nunca continuidad de las políticas de salud y la ines-
habían disfrutado de esos servicios, se desa- tabilidad de los cuadros de dirección; a partir
rrolló un modelo que fue creciendo en niveles de 1999, en los gobiernos de Hugo Chávez y
de complejidad y capacidad resolutiva, para lo Nicolás Maduro, ha habido 17 ministros de
cual se crearon más de mil centros de Diag- salud, algunos de ellos con unos niveles de ig-
nóstico Integral (CDI) y Salas de Rehabilita- norancia, improvisación y
ción Integral (SRI), que conformaron un nuevo corrupción, que sin duda
nivel de atención. condujeron a un desman- “Se iniciaron una
Posteriormente, en el año 2006 se crean las telamiento de las iniciales gran cantidad de
Áreas de Salud Integral Comunitaria (ASIC) y acertadas políticas de remodelaciones de
que actualmente se consideran la unidad salud, y a la extrema de-
infraestructura
básica organizativa y operativa de la estra- bilidad que hoy muestra
hospitalaria, que nunca
tegia de construcción y gestión del SPNS, en el nuestro sistema de salud.
marco de un modelo de Redes Integradas de Además, en todo este
fueron adecuadamente
Salud. Sin embargo, habría que señalar una tiempo no se ha logrado la
culminadas; los
debilidad de las ASIC, y es que no se ajustan aprobación de una Ley de negocios y la
a la configuración geopolítica del país, gene- Salud, que norme y organi- improvisación
rando problemas de coordinación con las ce al sistema de salud, ni un estuvieron
instancias regionales y locales de gobierno. marco jurídico que lo regule. fuertemente
presentes.”
ficultad para procesar pruebas, que además, Por otro lado, la pandemia ha ocultado e invi-
se encuentran centralizadas en Caracas. Sólo sibilizado el resto de los problemas de salud. Pa-
en los últimos meses se han habilitado unos reciera que sólo importa la pandemia, pero hay
pocos laboratorios (5) en algunas regiones; una gran cantidad de asuntos sanitarios que no
centralización que plantea importantes dificul- se están resolviendo en los centros asistencia-
tades logísticas y retrasos en la información, les públicos. Basta ver la enorme cantidad de
ya que todas las muestras deben ser almace- solicitudes de ayuda que pululan por las diver-
nadas y transportadas para su procesamien- sas redes sociales, provenientes de personas
to en los pocos laboratorios existentes. enfermas que no logran resolver sus proble-
En relación a la hospitalización de los casos mas en el sistema público, y que solicitan apoyo
asintomáticos, ha traído graves consecuen- para resolverlas en el sector privado.
cias, ya que esa “hotelización” compulsiva de En relación a la vacunación, no se conoce
asintomáticos se convierte en una situación un Plan Nacional de Vacunación, para la fecha
que hace que mucha gente prefiera mante- 28 abril 2021 han llegado al país menos de un
nerse oculta e ignorada, antes de entrar en millón de vacunas y existe un gran retraso y
aislamiento en sitios donde se carece de las desorden en su aplicación a los sectores prio-
condiciones mínimas para garantizar aten- ritarios; según notas informativas del propio
ción sanitaria, alimentación y servicios higié- gobierno, una parte significativa de esas
nicos adecuados. En buena parte del mundo vacunas se han utilizado para proteger a los
esos casos reciben atención domiciliaria, altos cuadros de dirección política, militar y
El liderazgo político y mediático lo ejerce sanitaria (PCDC y GPC, 2021).
el alto gobierno, y este ha estado altamente No puede dejar de mencionarse el severo
politizado. No hay vocería oficial del MPPS, y impacto de la pandemia en los trabajadores
la información publicada en la página web del de salud. Informaciones no oficiales (Infobae,
Ministerio es muy escasa y limitada. 2021) reportan que para el 10 de abril habían
Ha habido escasa capacidad para ocurrido 456 muertes en trabajadores de la
comprender la relación entre las medidas salud, lo cual expresaría que más de un 20% de
recomendadas para combatir la pandemia, y las muertes por COVID-19 serían en médicos
las condiciones en que la gente vive y trabaja. y otros trabajadores del área, lo cual luce
Existen condiciones objetivas que impiden la poco probable, y sería sencillamente expre-
adopción de muchas de las medidas que se sión del subregistro existente en la mortalidad
recomiendan; la cuarentena, imposible para el por esta enfermedad. En cualquier caso, es
mayoritario sector de la población que depende cierto que existen deficientes condiciones de
de su trabajo diario para subsistir; las condi- trabajo y dificultades para acceder regular-
ciones de vivienda y el hacinamiento impiden mente a los equipos de protección personal.
el aislamiento y distanciamiento social; las Lo evidente, es que ha habido un total e inex-
precarias condiciones del transporte, obligan cusable silencio oficial ante esa situación.
a permanecer en espacios confinados con
afluencia masiva de personas; la falta de agua,
dificultan la puesta en práctica de medidas
como el lavado frecuente de manos, etc.
MINERÍA AURÍFERA EN LA
AMAZONÍA VENEZOLANA
Y DEGRADACIÓN
ECOLÓGICA DE LA VIDA.
EFECTOS ECOCIDAS,
GENOCIDAS Y ETNOCIDAS
Omar Vázquez Heredia
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
que la crisis ecológica es una consecuencia cimiento de la productividad del trabajo por
del “capitaloceno”, la actual era histórica que encima del aumento del salario real; la llama-
se encuentra determinada por relaciones da plusvalía relativa. Así, los capitales tienen
sociales y ambientales que privilegian la ince- como objetivo permanente la producción de
sante acumulación de capital, y que su naci- una mayor cantidad de mercancías y valor
miento inicia en los albores del capitalismo en un menor tiempo socialmente necesario, a
con la conquista-colonización del Atlántico través del incremento de la explotación de la
y América (Moore, 2013:10). Esto supuso el fuerza de trabajo de la clase trabajadora y de
comienzo de la privatización-mercantiliza- la apropiación de bienes comunes provenien-
ción de los bienes comunes naturales en gran tes de la naturaleza.
escala, en un proceso de simplificación de la Ese desarrollo de las fuerzas productivas
naturaleza y el trabajo para su cuantificación propio de las relaciones sociales capitalistas,
como parte de la acumulación de capital. implica la incorporación de nuevas tecnolo-
En el capitaloceno ocurre una fractura del gías, técnicas de administración de la fuerza de
intercambio metabólico entre seres humanos trabajo y más apropiación de bienes comunes
y naturaleza, porque las necesidades de la naturales, para elevar la escala de produc-
acumulación de capital imponen una sobre- ción y acumulación, y necesita la apertura de
apropiación y degradación de los atributos nuevas fronteras de mercancías, con la profun-
ecológicos de los bienes comunes naturales, dización de la ruptura metabólica entre seres
que implica la extracción de más nutrientes humanos y naturaleza, que se ha expresado
de la naturaleza de los que le son repuestos en la aparición de la crisis ecológica. De ese
en los ciclos de vida (Bellamy-Foster, 2000). Y, modo, se imbrica el incremento de la producti-
como una expresión del capitaloceno, el siste- vidad del trabajo y el saqueo de la naturaleza,
ma-mundo capitalista ha requerido constituti- la “acumulación por capitalización” y “acumula-
vamente la creación de subjetividades depre- ción por apropiación”, que ocurre en el interior
dadoras de la naturaleza, que son insensibles y en las fronteras de mercancías del proceso
ante la crisis ecológica al tener una estructura mundial de acumulación de
cognitiva, perceptiva y sensitiva incapaz de capital (Moore, 2013:14).
conocer, percibir y sentir la destrucción de las Entonces, por la propie- “En el capitaloceno
fuentes y condiciones ambientales de la vida, a dad privada de los medios ocurre una fractura
pesar de que se encuentran expuestos y vulne- de producción, el desarro- del intercambio
rables ante esa realidad (Machado, 2017). llo de las fuerzas produc- metabólico entre seres
tivas en las relaciones so-
humanos y naturaleza,
Capitaloceno, fronteras de mercancías ciales capitalistas, en vez
porque las necesidades
y sobreacumulación de capital: precio de crear una mayor can-
y demanda de oro en el siglo XXI tidad de tiempo libre, per-
de la acumulación de
mitir la satisfacción de las
capital imponen una
El capitaloceno como era histórica se ha necesidades y un consumo sobreapropiación y
cristalizado en el sistema-mundo capitalista, planificado, democrático y degradación de los
donde los capitales requieren incrementar sostenible de los bienes atributos ecológicos
la escala de producción y acumulación para comunes naturales; lo que de los bienes comunes
evitar su desvalorización, al lograr un cre- ha provocado es la pro- naturales”
último estado del país por el decreto N° 269 de por el desplome del precio del petróleo en
1989 (Bello y Tillet, 2015). 2015 y 20165, y por las repudiables sanciones
En 2011, la creación del A.M.O aconteció en económicas de EEUU y la Unión Europea apli-
medio de altos precios del petróleo y niveles cadas entre 2017 y 2019.
normales de extracción petrolera 4 , y no como En 2016, el gobierno invitó a más de 150
efecto de la crisis de la industria petrolera empresas transnacionales para establecer
venezolana. Pero, fue un fracaso en su obje- la explotación de gran escala en la minería
tivo manifiesto de aumentar la escala de las aurífera al sur del Orinoco. No obstante, esas
operaciones de extracción minera con más grandes empresas mineras evitaron invertir
control económico estatal, por la existencia e instalarse en ese territorio, producto de
de un tipo de cambio oficial sobrevaluado, que la inestabilidad política ocasionada por la
imponía una brecha entre el precio real del victoria de la oposición de derecha en las elec-
oro y la cantidad de dólares que obtenían con ciones de la Asamblea Nacional en diciembre
su venta al Estado. Esto, profundizó la condi- de 2015, las sanciones económicas extran-
ción de enclave de las operaciones de minería jeras y la existencia de bandas armadas
aurífera en el sur del Orinoco; pero con un mineras sin un mando operativo concen-
mayor nivel de informalidad e ilegalidad, que trado en el poder estatal y empresarial. Así,
facilitó el crecimiento de bandas armadas ha persistido y ampliado la extensión territo-
mineras en tanto organizaciones paraesta- rial de la minería aurífera, con operaciones
tales y la apropiación ilegal de una parte de de mediana y pequeña escala, en medio un
las ganancias por funcionarios civiles, poli- contexto de ilegalidad e informalidad.
ciales y militares del Estado.
Desde 2013 empezó una reducción del EFECTOS: ECOCIDAS, GENOCIDAS Y ETNOCIDAS
precio del oro que terminó en 2016 cuando
comenzó un repunte progresivo hasta 2020. El término ecocidio es contemporáneo con
Entonces, en febrero de 2016, para buscar el estallido en las últimas décadas de la crisis
una fuente de divisas alternativas a las prove- ecológica, que se viene incubando desde el
nientes de la industria petrolera, el gobierno inicio del sistema-mundo capitalista. Desde
mediante el decreto 2.248, inició la ejecución 1970, se ha hablado de ecocidio para refe-
del A.M.O, con el establecimiento de una Zona rirse en términos generales al efecto siste-
de Desarrollo Estratégico. En un contexto mático de una acción u omisión humana,
nacional caracterizado por una crisis econó- que ocasiona una degradación de la natura-
mica iniciada en 2014, con el recorte de las leza con impacto global, imposible o difícil de
divisas destinadas a las importaciones que restaurar, que destruye el conjunto de las
comenzó en 2013, para dirigir esos recursos condiciones ambientales necesarias para la
al pago de la deuda gubernamental y pasivo de supervivencia de la vida humana y no humana
Pdvsa. Dicha crisis económica fue agravada en un territorio específico, en el presente y
futuro; afectando a la actual y venideras gene-
4 El precio de la cesta venezolana en 2011 fue 100,11
dólares el barril, y la extracción petrolera venezolana
en 2011 fue 2.880.000 barriles diarios. Datos del estado 5 La cesta venezolana pasó de 88,42 dólares el barril en
financiero consolidado de Pdvsa de 2011-2012-2013; y 2014 a 44,65 en 2015 y 35,15 en 2016. Datos del estado
del Boletín Anual de la Opep de 2012. financiero consolidado de Pdvsa de 2016.
raciones, al enfermar sus cuerpos incluso imbrica un ecocidio, con “ Así, se imbrica un
hasta la muerte y aniquilar la posibilidad de la efectos genocidas, al eli- ecocidio, con efectos
vida humana y no humana sin peligros para la minar la presencia física genocidas, al eliminar
salud (Neira et al, 2019). de los indígenas de esos la presencia física de
En ese sentido, existe una relación entre territorios donde no exis- los indígenas de esos
la degradación de la naturaleza y el deterioro ten condiciones ambienta- territorios donde no
directo o indirecto de las condiciones ambien- les para la vida, y efectos existen condiciones
tales necesarias para conservar cuerpos etnocidas, porque impone ambientales para
con vida y salud, porque actividades ecocidas participar en la misma ac- la vida”
como la minería propician la proliferación tividad minera para com-
de un conjunto de enfermedades y conta- prar en el mercado: me-
minan ecosistemas hasta anular o dificultar dicinas, alimentos y otros
la posibilidad de la supervivencia humana y no bienes básicos.
humana. Así, se hace evidente que los seres
humanos somos partes de la naturaleza, a. Efectos ecocidas
porque al degradar sus atributos ecológicos
con la llamada tradicionalmente contamina- La minería moderna puede ser calificada
ción, también se degradan las vidas y cuerpos. como ecocida, porque es una actividad siste-
En el caso del A.M.O, que afecta territorios mática y masiva de degradación de la natura-
ancestrales de veinte pueblos indígenas, la leza. Esto ocurre en la apertura y ampliación
degradación de los atributos ecológicos de la de las minas, en la extracción del material
naturaleza, tiene un mayor impacto en la vida en donde hay mineral, en su transporte y en
y salud de esos seres humanos. Las operacio- la separación del mineral del resto de dicho
nes mineras provocan las condiciones para material; así como en las transformaciones
enfermedades epidémicas, respiratorias, es- ambientales ocasionadas por la instalación de
tomacales y neurológicas; con consecuencias las operaciones mineras, con la construcción
más negativas en poblaciones indígenas sin de infraestructura y la atracción de población.
atención médica, peores alimentadas y con Por lo tanto, “se trata de una actividad en sí
sistemas inmunológicos frágiles. A su vez, al misma depredadora e insustentable, puesto
degradar los atributos naturales de los eco- que supone la explotación de un material no
sistemas de la Amazonía venezolana, como renovable con métodos destructivos o conta-
por ejemplo la contaminación de fuentes hídri- minantes” (Velasco, 2020).
cas y tierra, impiden que los pueblos indígenas La magnitud y la forma concreta de esos
desarrollen actividades necesarias para su efectos negativos en la naturaleza dependen
supervivencia que son propias de sus socio- del tipo de mina (subterránea o superficial);
culturas como el consumo de agua de los ríos, la escala de la operación minera por la exten-
pesca artesanal, agricultura familiar y caza sión de la zona intervenida y la cantidad de
tradicional. Entonces, ese antiguo aprovecha- material removido, desechos que produce y
miento de la naturaleza, se transforma en un agua consumida; el método de extracción del
peligro para salud y en origen de enferme- material donde yace el mineral; y la técnica
dades para los indígenas, al consumir agua, empleada para separar el mineral del mate-
pescados y alimentos contaminados. Así, se rial extraído por el uso de sustancias más o
menos tóxicas como el mercurio o cianuro en sexual. En resumen, la “La minería aurífera
el caso de la minería aurífera. minería aurífera al sur del al sur del Orinoco
En la actualidad, la minería de oro en la Orinoco degrada al mismo degrada al mismo
Amazonía venezolana se realiza con una escala tiempo la naturaleza y los tiempo la naturaleza
mediana y pequeña, en minas superficiales cuerpos de trabajadoras y los cuerpos de
en las que emplean instrumentos de extrac- y trabajadores, mujeres e trabajadoras y
ción mecanizados o manuales: maquinaria indígenas que tienen sus trabajadores, mujeres
y explosivos, balsas dragadoras, monitores territorios ancestrales e indígenas”
hidráulicos, elevadores, picos, palas y bateas. en esa región venezolana
Para separar el oro del denominado material (Kapé Kapé, 2020).
infértil, en su mayoría se usa mercurio, pero
también se ha incluido la utilización de cianuro, b. Efectos genocidas y etnocidas
con la construcción de piscinas que se llenan
de esa sustancia química. Esto, con la incor- La degradación de la naturaleza y las enfer-
poración de empresas extranjeras y nacio- medades que proliferan en los territorios
nales sin reconocimiento en el sector minero afectados por la minería aurífera de mediana
mundial, que han logrado un incremento al y pequeña escala, que ocurre en la Amazonía
menos parcial de la escala productiva. venezolana, pueden tener directamente
En esa región del país, la minería aurí- efectos genocidas en contra de la población
fera desforesta, remueve la capa vegetal y indígena, en el sentido que puede estimular
degrada los suelos; sedimenta los ríos y seca la eliminación masiva de su presencia física
otras fuentes hídricas; contamina el agua, en sus territorios ancestrales, como resul-
aire, suelo y cuerpos con mercurio y otras tado del desplazamiento forzado y en menor
sustancias tóxicas que generan enferme- medida de la muerte.
dades estomacales y neurológicas; destruye La extracción de oro al sur del Orinoco,
ecosistemas donde habitan especies animales al contaminar los ríos con mercurio y otras
y vegetales; esparce en el aire polvo que sustancias tóxicas, degrada la idoneidad de
provoca enfermedades respiratorias; origina esa agua para el consumo humano y afecta
estancamientos de agua que estimula el dos fuentes alimentarias de los pueblos indí-
aumento del mosquito anopheles, que es el genas: la agricultura de autosustento y la
vector de una enfermedad epidémica como la pesca. En ese sentido, comunidades indígenas
malaria (Bello y Tillet, 2015). deben desplazarse de manera permanente
A su vez, al trasladar y concentrar en o cotidiana para acceder a otras fuentes
oleadas a grandes cantidades de personas que hídricas, porque el consumo de agua contami-
trabajan por períodos limitados en las minas nada ha generado incluso la muerte de niños y
o localidades que sirven de campamento, niñas por diarreas agudas.
ocasiona un incremento de la producción de Las dificultades para el acceso a alimentos
basura, condiciones habitacionales insalu- se acentúan por la degradación de los suelos
bres y de hacinamiento, caza de animales y la caza depredatoria de los animales silves-
silvestres, práctica de la prostitución y trata tres que realizan los mineros en las adya-
de mujeres, con la proliferación del contagio cencias a las minas. Además, existen otros
de enfermedades epidémicas y de transmisión
V. Referencias bibliográficas
Bellamy-Foster, John (2000). La ecología de Marx. Ma- gía Política de Venezuela. Disponible en https://www.
terialismo y naturaleza. Madrid: El Viejo Topo. ecopoliticavenezuela.org/2020/08/19/reporte-situa-
cion-de-la-mineria-en-venezuela-en-tiempos-de-co-
Bello, Luis. Tillet, Aimé (2015). Minería en la Amazonía vid-19-agosto-2020/.
Venezolana: derechos indígenas y ambientales. El
caso del pueblo Yanomami. Caracas: Watanabi. SOS Orinoco (2020). Minería, guerrilla y enfermedades:
el legado de la revolución a los indígenas de la Reser-
Kapé-Kapé (2019). Educación en Amazonas: dos gran- va de Biosfera Alto Orinoco Casiquiare, Amazonas
des polos problemáticos. Boletín 11. Ciudad Bolívar. Venezolano. Informe de actualización.
Kapé-Kapé (2020). Minería ilegal en las comunidades indí- Velasco, Francisco Javier (2020). Un fantasma depre-
genas de Bolívar y Amazonas. Boletín 20. Ciudad Bolívar. dador recorre a Venezuela. Territorios Comunes, 3:8-
15. Disponible en https://www.ecopoliticavenezuela.
Machado, Horacio (2017). América Latina” y la Ecología org/wp-content/uploads/2020/03/0-Territorios-Co-
Política del Sur. Luchas de re-existencia, revolución munes-3_FINAL3.pdf
epistémica y migración civilizatoria, en: Alimonda, H.
Toro-Pérez, C. Martín, F. (coords.). Ecología Política Vitti, Minerva (2018). Amazonas: profundización del ex-
Latinoamericana. Pensamiento crítico, diferencia la- tractivismo, disputas territoriales, y conflictos. Revista
tinoamericana y rearticulación epistémica. Volumen SIC. Centro Gumilla. Disponible en https://www.revista-
II. Buenos Aires: Clacso. sic.gumilla.org/2018/amazonas-profundizacion-del-ex-
tractivismo-disputas-territoriales-y-conflictos/
Moore, Jason (2013). El auge de la ecología-mundo capita-
lista (I) y (II). Las fronteras mercantiles en el auge y de- Vitti, Minerva (2020). Blanca y los indígenas pemón que
cadencia de la apropiación máxima. Laberinto, 38 y 39. volvieron a criar la tierra. Revista SIC. Centro Gumilla.
Disponible en http://revistasic.gumilla.org/2020/blanca-
Neira, Hernán. Russo, Lorena. Álvarez Subiabre, Berna- y-los-indigenas-pemon-que-volvieron-a-criar-la-tierra/
dita (2019). Ecocidio. Ecocide. Revista de Filosofía, 76.
WHO (2019). World Malaria Report. World Health Orga-
OEP (2020). Reporte: situación de la minería en Vene- nization. France. Disponible en https://www.who.int/
zuela en tiempos de COVID-19. Observatorio de Ecolo- publications/i/item/9789241565721
REPORTE
PUEBLOS INDÍGENAS:
MÁS VULNERABLES
ANTE LA ACTUAL
PANDEMIA DE COVID-19
EN VENEZUELA
Luis Caballero-Manrique
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
— Pueblos Indígenas: Más vulnerables ante la actual Pandemia de COVID-19 en Venezuela 121
ÍNDICE ↑
TERRITORIOS COMUNES NRO. 4
cada diez hogares tenían interrupciones recu- yoría de los indígenas des- “La Agencia de la
rrentes en el servicio de agua y el 25% de los plazados se encuentran Organización de las
hogares no tenía acceso estable al agua po- en la región norte, sin em- Naciones Unidas
table (Programa Mundial de Alimentos, 2020). bargo, muchos de ellos ya para los Refugiados
están presentes en 16 es- (ACNUR) señala
Un nuevo virus: SARS-CoV-2. Una nueva tados diferentes de Brasil que desde 2018 ha
enfermedad: COVID-19 (Agencia de la ONU para registrado la entrada
los Refugiados, 2020). a Brasil de indígenas
Para complicar aún más la situación, El día 13 de marzo de de Venezuela. Éstos
emerge en China a finales de 2019 un nuevo 2020, un día después que
se dividen en cuatro
virus del grupo coronavirus y que es identifi- la Organización Mundial
grupos étnicos: Warao
cado como SARS-CoV-2 (Severe Acute Respi- de la Salud (OMS) declaró
ratory Syndrome-Coronavirus-2), agente como pandemia la enfer-
(66%), Pemón (30%),
causal de una nueva enfermedad conocida medad infecciosa produ-
Eñepa (3%) y
como COVID-19 (Coronavirus Disease-19), cida por el coronavirus, Kariña (1%).”
que hace alusión al año de aparición del citado en Venezuela se emite el
virus. La enfermedad se propaga inicialmente decreto mediante el cual
de forma epidémica desde inicios de 2020 en se declara el estado de alarma para atender
el país asiático para luego diseminarse a otros la emergencia sanitaria de COVID-19. Se crea
continentes, adquiriendo carácter pandémico una Comisión Presidencial para la prevención
desde el mes de marzo del mismo año. y control de esta enfermedad, integrada entre
otros por el Ministerio para los Pueblos Indí-
FLUJO MIGRATORIO A PAÍSES LIMÍTROFES genas (Decreto No. 4.160, 2020).
Sin embargo, ha resultado difícil en Vene-
La información del movimiento migratorio zuela, estimar las cifras de casos positivos
reportado por el Departamento de Asuntos y de fallecidos en los pueblos indígenas,
Económicos y Sociales de Naciones Unidas, motivado al desconocimiento del número
dio a conocer que en Colombia se registraron de pruebas rápidas (PDR) y confirmatorias
1.142.319 de inmigrantes a diciembre de 2019, (PCR). Organizaciones de trabajo socioam-
que equivale al 2,3% de la población colom- biental y de pueblos indígenas, han reportado
biana, los cuales procedían principalmente de desde el inicio de la pandemia hasta el 21 de
Venezuela (91,81 %). En tal sentido, el Estado marzo de 2021, un total de 6.020 contagios,
colombiano ha tenido que asumir este fuerte 49 fallecidos y una incidencia de 261 conta-
fenómeno migratorio en los actuales tiempos gios por 100.000 habitantes en la Amazonía
de pandemia (Ministerio de Salud y Protección venezolana, un área que bajo criterios biogeo-
Social de Colombia, 2020). gráficos y administrativos abarca los estados
La Agencia de la Organización de las Nacio- Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro. Estas
nes Unidas para los Refugiados (ACNUR) seña- cifras son ostensiblemente menores a las de
la que desde 2018 ha registrado la entrada a los ocho países restantes en la Panamazonia.
Brasil de indígenas de Venezuela. Éstos se di- No obstante, se evidencia en un período muy
viden en cuatro grupos étnicos: Warao (66%), corto del mes de marzo de 2021, un notable
Pemón (30%), Eñepa (3%) y Kariña (1%). La ma- incremento en el número de contagios repor-
— Pueblos Indígenas: Más vulnerables ante la actual Pandemia de COVID-19 en Venezuela 123
ÍNDICE ↑
TERRITORIOS COMUNES NRO. 4
tados para el estado Bolívar, cuyas causas son VIOLACIÓN DE DERECHOS “El racismo
parcialmente atribuidas a la nueva variante estructural y la
brasileña del virus (Observatorio Watani- La situación expuesta discriminación
ba-ORPIA, 2021). por diversas organizacio- histórica de los que
nes vinculadas al monito- poblaciones indígenas
TBC, MALARIA, SARAMPIÓN Y FIEBRE reo de los derechos hu- y afrodescendientes
AMARILLA EN LA AMAZONÍA manos y a la prestación dede las Américas (...)
generan una situación
los servicios públicos, han
El racismo estructural y la discriminación dado a conocer la profun- de vulnerabilidad
histórica de los que poblaciones indígenas da inconsistencia del Esta-
a los efectos de la
y afrodescendientes de las Américas, han do para proteger a los pue-
actual pandemia
sido y continúan siendo objeto, generan una blos indígenas. Entre ellas
situación de vulnerabilidad a los efectos de destacan la Coordinadora
de COVID-19 con
la actual pandemia de COVID-19 con relación de las Organizaciones In-
relación a la
a la población general. Estas poblaciones, dígenas de la Amazonía población general”
además se enfrentan a menores ingresos Venezolana (COIAM) y la
económicos, complejas condiciones de vida y Organización Regional de
menores niveles de escolaridad, entre otros Pueblos Indígenas de Amazonas (ORPIA).
determinantes sociales de la salud. La cuenca La Alta Comisionada de las Naciones Uni-
del río Amazonas, la más grande del mundo das para los Derechos Humanos se ha pro-
(compartida por Brasil, Colombia, Ecuador, nunciado sobre los derechos de los pueblos
Perú, Bolivia, Guyana, Surinam y Venezuela) indígenas, en ocasión de la presentación de
comprende un total de 2.467 territorios con su informe sobre Venezuela el 2 de julio de
826 comunidades indígenas, de las cuales 2020. La situación humanitaria ha perjudica-
unas 200 viven en aislamiento voluntario. do desproporcionadamente los derechos eco-
En estas poblaciones de la Amazonía, se han nómicos y sociales de estos pueblos, especial-
documentado desafíos en cuanto a la salud mente sus derechos a un nivel de vida digno,
como la tuberculosis (TBC), la malaria, el incluido el derecho a la alimentación, y la sa-
sarampión y la fiebre amarilla. Se le suman lud. Hay violaciones de los derechos colectivos
la falta de agua y saneamiento, así como la de los pueblos indígenas a
inseguridad alimentaria. Una de las reco- sus tierras, territorios y
mendaciones emitida por la Organización recursos tradicionales. La “La extracción
Panamericana de la Salud (OPS) y dirigida a extracción de minerales,
de minerales,
los gobiernos, es la de incluir la variable etni- especialmente en los es-
especialmente en los
cidad en los registros de salud para producir tados Amazonas y Bolívar,
información que permita adaptar las inter- incluyendo la región del
estados Amazonas y
venciones a las necesidades de las distintas Arco Minero del Orinoco
Bolívar, incluyendo
poblaciones con respecto al COVID-19 (Orga- (una vasta zona destinada la región del Arco
nización Panamericana de la Salud, 2020). a esta actividad según de- Minero del Orinoco
creto presidencial núme- (...), ha dado lugar a
ro 2248 del 24 de febrero violaciones de diversos
de 2016), ha dado lugar a derechos colectivos”
violaciones de diversos derechos colectivos, visión sistemática, focos “Se han reportado
entre otros los derechos a mantener cos- de alta prevalencia de en una revisión
tumbres, modos de vida tradicionales y una infección por virus de la sistemática, focos de
relación espiritual con su tierra. La minería inmunodeficiencia huma- alta prevalencia de
también provoca graves daños ambientales na (VIH) en comunidades infección por virus de
y en la salud, como el aumento del paludismo Warao de Delta Amacuro la inmunodeficiencia
y la contaminación de las vías fluviales. Tiene (9,6%) y alta endemicidad humana (VIH) en
un efecto diferenciado en las mujeres y niñas de Hepatitis B en comuni- comunidades Warao de
indígenas, que corren mayor riesgo de ser dades Yanomami de Ama- Delta Amacuro (9,6%)
objeto de trata de personas. El hecho de no zonas (14,3%) y Japreria
y alta endemicidad
consultar a los pueblos indígenas sobre estas del Zulia (29,5%) (Russell
de Hepatitis B
actividades constituye una violación de su de- et al, 2019). Se requiere,
recho a la consulta (ACNUDH, 2020). un mayor esfuerzo para
en comunidades
La Comisión para los Derechos Humanos identificar determinantes
Yanomami de
en el Zulia, reportó en agosto de 2019 la situa- de la salud, factores cul- Amazonas (14,3%) y
ción en este estado, donde reside el 61,2% de turales, creencias, con- Japreria del
la población indígena nacional. Un 82,6% de la ductas y adelantar pro- Zulia (29,5%)”
población indígena en el Zulia reside en áreas gramas de inmunización
urbanas, siendo el Wayuu el mayor pueblo contra la Hepatitis B en los
indígena, asentado principalmente en la Penín- servicios de atención materna y neonatal, así
sula de la Guajira y al igual que otros pueblos como campañas preventivas del VIH y de las
como Barí, Yupka y Japreria, atraviesan infecciones de transmisión sexual. La OMS en
graves estados de pobreza, desnutrición y su Informe mundial sobre el paludismo, seña-
precaria prestación de servicios públicos la que la Región de las Américas registró un
como electricidad, agua potable, gas domés- aumento de casos de malaria, en gran parte
tico y transporte, a los que se suma la escasez debido a los aumentos en la transmisión de di-
de combustible. En los centros de salud de cha enfermedad en Venezuela (Organización
la Guajira venezolana se ha denunciado la Mundial de la Salud, 2019).
escasez de insumos médicos, lo que obliga a Pocas investigaciones se han realizado
la automedicación o al traslado a Colombia sobre carencias nutricionales de micronu-
(país donde el pueblo Wayuu es también el trientes en población indígena. Un estudio
pueblo indígena predominante) para recibir efectuado con el objetivo de determinar defi-
un servicio médico privado (Comisión para los ciencia de vitamina A, incluyó niños menores
Derechos Humanos en el Zulia, 2020). de cinco años provenientes de población indí-
gena, hallándose una prevalencia de déficit
VIH, HEPATITIS B, PALUDISMO, DÉFICIT DE marginal o subclínico de 5,77%. Los investiga-
MICRONUTRIENTES dores recomendaron mantener una vigilancia
centinela de los niveles de retinol sérico y de
Las desigualdades sociales y de acceso a la disponibilidad y consumo de alimentos ricos
la salud aumentan el riesgo de muchos gru- en vitamina A, particularmente en la pobla-
pos de minorías raciales y étnicas de enfer- ción indígena que habita en la cuenca del río
marse y morir. Se han reportado en una re- Orinoco, por ser minorías étnicas en mayor
— Pueblos Indígenas: Más vulnerables ante la actual Pandemia de COVID-19 en Venezuela 125
ÍNDICE ↑
TERRITORIOS COMUNES NRO. 4
— Pueblos Indígenas: Más vulnerables ante la actual Pandemia de COVID-19 en Venezuela 127
ÍNDICE ↑
TERRITORIOS COMUNES NRO. 4
Forde, Allana. Crookes, Danielle. Sugila, Shakira. Dem- Organización de las Naciones Unidas (2007). Declara-
mer, Ryan (2019). The weathering hypothesis as an ción de las Naciones Unidas sobre los Derechos de
explanation for racial disparities in health: a systema- los Pueblos Indígenas. 107a. sesión plenaria 13 de
tic review. Annals of Epidemiology, 33:1-18-e3. septiembre de 2007.
Foro Penal (2020). Coordinación de Pueblos Indíge- Organización Mundial de la Salud (2019). Informe mun-
nas. Situación Actual de los Pueblos y Comunidades dial sobre el paludismo. OMS. 4 de diciembre de 2019.
Indígenas ante la Pandemia del COVID-19. Caracas,
abril 2020. Disponible en https://foropenal.com/ Organización Panamericana de la Salud (2020). Consi-
wp-content/uploads/2020/04/REPORTE-ABRIL-INDI- deraciones relativas a los pueblos indígenas, afro-
GENAS-2020-V.3-1.pdf descendientes y otros grupos étnicos durante la pan-
demia de COVID-19. OPS/OMS
Instituto Nacional de Estadística (2011). Resultados Po-
blación Indígena. XIV Censo de Población y Vivienda Programa Mundial de Alimentos (2020). Evaluación de
2011. INE. República Bolivariana de Venezuela. Disponi- Seguridad Alimentaria-Venezuela. Principales hallaz-
ble en http://www.ine.gob.ve/documentos/Demografia/ gos-WFP-Oficina Regional para América Latina y el
CensodepoblacionyVivienda/pdf/ResultadosBasicos.pdf Caribe. Enero, 2020. Disponible en https://reliefweb.
int/sites/reliefweb.int/files/resources/WFP_VEN_
Juárez-Ramírez, Clara. Márquez-Serrano, Margari- FSA_Main%20Findings_2020_espanol_final.pdf
ta. Salgado de Snyder, Nelly. Pelcastre-Villafuerte,
Blanca. Ruelas-González, María. Reyes-Morales, Russell, Nancy. Nazar, Kevin. Del Pino, Sandra. Gonzá-
Hortensia (2014). La desigualdad en salud de grupos lez, Mónica. Díaz Bermúdez, Ximena. Ravasi, Giovanni
vulnerables de México: adultos mayores, indígenas y (2019). Infección por el VIH, sífilis y hepatitis virales
migrantes. Revista Panamericana de Salud Pública, en las poblaciones indígenas y afrodescendientes en
35(4):284-290. América Latina: una revisión sistemática. Revista Pa-
namericana de Salud Pública, 43(17). Disponible en
Ministerio de Salud y Desarrollo Social. Instituto Na- https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31093241/
cional de Nutrición. Fondo de las Naciones Unidades
para la Infancia. Centro de Investigaciones en Nutri-
ción. Instituto Científico de P&G (2003). Prevalencia
del Déficit de Vitamina A en niños y niñas entre 6 a 59
meses de edad. Caracas, abril 2003.
— Pueblos Indígenas: Más vulnerables ante la actual Pandemia de COVID-19 en Venezuela 129
ÍNDICE ↑
TERRITORIOS COMUNES NRO. 4
ENTREVISTA A
FELICIANO REYNA
DE ACCIÓN SOLIDARIA:
“La criminalización de las organizaciones
humanitarias se inscribe en un patrón
general de criminalización de las
organizaciones de la sociedad civil”
Observatorio de Ecología Política De Venezuela
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
Feliciano Reyna es el Presidente de Acción rales, pero sin embargo, genera daños como
Solidaria, una organización que desde 1995 si se tratara de algo de esa naturaleza. Una
se orienta a la atención integral en salud a de esas instituciones es el Programa Mundial
personas afectadas por el VIH. Es además de Alimentos que hizo en Venezuela, en el
creador y promotor de varias iniciativas y terreno, entre julio y septiembre de 2019, una
organizaciones de derechos humanos en investigación sobre inseguridad alimentaria,
Venezuela, con una amplia trayectoria y reco- en el marco del informe global 2020 de crisis
nocimiento en el área. alimentaria1 . Para ese momento reportaba
En esta entrevista miramos el controver- que un 32% de la población venezolana estaba
sial tema de la ayuda humanitaria, que ha en situación de inseguridad alimentaria aguda,
aumentado su importancia mientras Venezuela de ellas 2,3 millones en una situación crítica y
vive la peor crisis de su historia republicana. el resto ya en situación de inseguridad alimen-
Recorrimos los dilemas de la polarización y el taria. Lo que para mí fue muy importante de
conflicto político, así como el rol de los actores ese estudio es que encontraban que un 65%
y las sanciones internacionales en la genera- adicional estaba en una potencial situación
ción de respuestas humanitarias, sobre lo que de entrar también en inseguridad alimentaria
Reyna complejiza y nos ofrece una evaluación si ocurría algún evento adicional que pudiera
crítica y despolarizada. También examinamos afectar su acceso a medios de vida. Esto fue,
el papel de las organizaciones humanitarias, en como decía, hasta septiembre de 2019 y ya en
un contexto de disputas y criminalización contra el año 2020 nos encontramos en medio de la
el conjunto de las organizaciones sociales en el pandemia del coronavirus, donde sin duda se
país, por parte del Gobierno nacional. habría exacerbado esta situación.
Hay otros estudios también para ese año
OEP: Venezuela atraviesa una profunda 2019, respecto de nuestras capacidades
crisis de carácter humanitario, que sin para atender situaciones de necesidad en el
embargo es difícil de explicar, tanto a lo interno tema de salud, que indicaban que estábamos
como a lo externo, ante una realidad que ha en una situación de mucha precariedad.
sido extremamente polarizada. ¿Qué indica- Entre las señales más evidentes, cuando se
dores concretos evidencian esta crisis? está en un contexto de emergencia humani-
taria, están los desplazamientos internos o
FR: Hay órganos internacionales que han las migraciones forzosas. La plataforma R4V,
producido información sobre Venezuela que que es como ‘respuestas para Venezuela’
nos hacen sustentar la idea de que atrave- (Response for Venezuela) ya ha documen-
samos una emergencia humanitaria compleja, tado que hay más de 5.5 millones de personas
entendiendo ésta como la que produce daños fuera del país, sobre todo empezó a trabajar
a las personas, una situación de gran inse-
guridad humana como producto de conflictos 1 Véase: https://www.wfp.org/publica-
t i o n s / 2 0 2 0 - g l o b a l - r e p o r t - f o o d - c r i s e s ?_
políticos, es decir, que no resulta, por ejemplo, g a= 2 . 268013965. 205187 7528 .1620219 082-
de conflicto armado o de desastres natu- 607630742.1620219082
sobre aquellas que efectivamente migraron esta situación de necesidad humanitaria por
forzosamente y este es un dato que es real- los próximos dos o tres años, antes de poder
mente significativo, porque lo único que expli- empezar a imaginar que se pueda volver a tran-
caría que haya este nivel tan pronunciado sitar un camino hacia el desarrollo. Las eviden-
de desplazamientos internos y de migración cias pues son muy diversas, podemos entrar
forzosa, es precisamente el hecho de que la en el ámbito de lo ambiental, de poblaciones
sobrevivencia está comprometida en el lugar que están en lugares más remotos, de pueblos
de donde uno procede y por eso hay que ir a indígenas, de adultos mayores, es decir, si uno
buscarla a otros lugares, sean internamente va sumando datos sobre situaciones particu-
donde todavía pueda haber alguna oportu- lares, esa es claramente una situación crítica
nidad de ganarse la vida o sea en el exterior. desde el punto de vista humanitario y también
Fue muy importante también ver cuando se el reconocimiento de que es producto de un
planteó el regreso de algunas familias, preci- conflicto político que de no resolverse haría
samente por la situación del coronavirus: en que esta situación permanezca en el tiempo.
2020, se estima que habrían venido, algo así
como 150-180 mil personas, pero después OEP: En relación a la pandemia, el manejo
se empezó a ver otra vez su regreso. Eran de la misma ha servido también como esce-
personas que quizá se habían venido uno o nario para que gobiernos y otros actores
dos años antes, pensaron que al volver a su impongan sus agendas. Por ejemplo, en Vene-
país por lo menos podrían defenderse mejor zuela, profundizar el extractivismo, el autori-
que en el exterior donde se estaban cerrando tarismo y una política neoliberal, ante la vulne-
oportunidades de trabajo, los confinamientos, rabilidad de las grandes mayorías, frente al
todo lo que ya conocemos de la pandemia avance de un virus del que aún desconocemos
del coronavirus, y sin embargo, de nuevo, muchos elementos. Pero por otro lado, poten-
comenzó la salida, porque es difícil imaginar cias extranjeras inciden negativamente en
que la situación aquí haya llegado a tal grado las crisis de nuestros países, donde resaltan
de dificultad que de verdad la vida está en las sanciones internacionales de los Estados
riesgo para muchas personas. Unidos. ¿Cómo se ven las organizaciones
Tenemos unos análisis en un sitio web que se humanitarias en esa compleja dinámica?
llama HumVenezuela, en la que hemos ido docu-
mentando la situación para mostrar que efec- FR: En el caso de la situación geopolítica, y
tivamente, en términos de alimentación y nutri- de la imposición de agendas de otros países,
ción, salud, medios de vida, educación y acceso algunos de ellos, pues de mucho poder en lo
al agua, que es tan fundamental, tan vital, la internacional, tanto del bloque que en este
afectación alcanza a millones de personas en momento apoya más al gobierno de Venezuela,
Venezuela y no se ve, por ahora, que esa situa- sea Rusia, China, Irán, Turquía, Bielorrusia; o
ción pueda mejorar y ayudarlas a salir de este por el otro lado, los que lo oponen, como en
contexto, que lleguen directamente insumos de el caso de Estados Unidos; hay claramente
la ayuda internacional para poder salvar la vida ahí una situación que afecta a la población
o para aliviar sufrimiento que sea necesario. venezolana, que es donde nosotros hemos ido
Nosotros pensamos que de no darse otras centrando mucho nuestras opciones de inci-
respuestas, probablemente estaremos en dencia. Esto implica que sea posible que la
población sufra tanto, aquí estamos noso- Todo esto les va dando unas condiciones de
tros haciendo que lleguen cargas de ayuda autonomía que son fundamentales si uno
humanitaria, o que se abra la puerta a dinero’, piensa que se va a recuperar una condición
como se está diciendo en estos momentos con de vida digna, autónoma, suficiente de las
lo del acuerdo para el mecanismo COVAX 2 . familias. Pero eso está siendo claramente
Y en el lado gubernamental, la respuesta afectado por un intento de manejo atado a
también es política, es decir, no admitir que intereses partidistas, ideológicos de la imple-
los daños son productos de políticas erradas, mentación de la respuesta humanitaria. Más
de gran corrupción, de abuso de poder de responsabilidad y más necesidad de que eso
años previos, entonces el discurso presente no ocurra por supuesto es hacia el gobierno
son las sanciones, que esos son los crimi- en este momento, porque en esa implementa-
nales que internacionalmente han atacado al ción es donde quizás se corre el riesgo mayor
gobierno de Venezuela y quieren acabar con de manipulación. Pero ciertamente también
la revolución, y así van. Al final, todo estos hay una situación internacional que involucra
discursos borran a la persona de esa nece- a la oposición con acceso a recursos con
sidad de respuesta, terminan en sus distintas cercanía con estos actores internacionales
condiciones de vulnerabilidad, de nuevo desa- que pueden ampliar la respuesta humanitaria
parecida de ese discurso, no son tomadas en términos de sus aportes, donaciones y eso
en cuentas, no oye uno realmente que haya todavía no lo vemos ocurriendo.
un énfasis, una preocupación por ese sufri-
miento cotidiano, por esa pérdida de vida, por OEP: ¿Piensas que la ayuda humanitaria
esa desesperanza, no ver, digamos alguna pueda estar exenta de la política?
posibilidad de salida futura y termina sola-
mente en una pugna interna o en una pugna FR: Veo difícil sacar por completo la
con actores foráneos y realmente sin dar de respuesta humanitaria de la política, siendo
ninguna manera respuesta a la población. además que en la base del surgimiento de
Ahí vemos el asunto del ingreso al país la emergencia humanitaria compleja que
del Programa Mundial de Alimentos y el estamos viviendo, está el propio conflicto polí-
intento, entendemos, por parte del gobierno, tico, está en la base de todos los daños que
de que lo que pueda implementar en materia se han producido. Este ha sido un proceso de
alimentaria sea a través de las Clap. O bien, lenta instalación, tiene muchos años gestán-
programas como el de las transferencias dose, tuvo que ver con la erosión del estado de
de efectivo, que son fundamentales también derecho que fue dándose poco a poco y, pudié-
para empezar a dar a personas en necesidad ramos pensar en momentos muy importantes
acceso a esos recursos que pueden ayudar a como el intento en 2007 del cambio de la consti-
dinamizar el comercio local, que una familia tución de 1999, y cómo de todas maneras esas
pueda ir a la bodega y entonces el bodeguero provisiones protectoras fueron imponiéndose
también puede a su vez comprar los insumos. por medio de leyes, algo que había anunciado
el mismo Chávez en su momento, que nada le
2 El mecanismo Covax es la alianza entre la OMS y otros impedían hacerlo por otras vías, seguir impo-
organismos internacionales para tratar de garantizar
el acceso a vacunas seguras y asequibles en 2021 por niendo. Y bueno, también al no preservarse
parte de los países participantes.
ese estado de derecho, todo lo que llevó a fobia como los promovidos por la alcaldesa
expropiaciones arbitrarias, a daños a la tierra, Claudia López; pero en todo caso, lo que uno
a pequeños, medianos y grandes productores hubiera esperado después de reuniones que
del campo, más la gran corrupción. Todo esto se dieron por ejemplo en Ecuador, eran polí-
al final, cuando llegamos a este momento ticas de la región en su conjunto, respuestas
actual, se ve difícil sacar por completo lo que comunes de los distintos países que facili-
se refiere a la respuesta humanitaria de esas taran, uno, el reconocimiento de la población
referencias políticas. venezolana como refugiada, con todo lo que
Y por otro lado también, como ya he mencio- eso significa desde la protección, y después,
nado, está el caso de las sanciones más gene- hacer una movilización regional posible de
rales o sectoriales, que terminan también recursos y de prácticas para que la pobla-
entrando dentro de la diatriba del conflicto ción venezolana se pudiera integrar adecua-
político. Para mí es sorprendente, analizando la damente a la vida en esos países de acogida.
situación de cooperación internacional huma- Luego vino la pandemia y eso ha sido muy
nitaria, que entre los 23 países con necesidad grave, pero estas medidas hubieran podido
de apoyo de cooperación humanitaria en el ocurrir mucho antes y entonces ya haber
mundo, para el cierre del año 2020, Venezuela estado en marcha, incluso hubiera podido
es el último en recepción de recursos con mejorar la situación de estas personas.
solo un 21% de la solicitud de recursos, según Uno de nuestros argumentos ha sido que
OCHA-ONU. Solicitud que en los casos de los 4 ese uso político o esa manipulación de la
países con las mayores crisis de inseguridad respuesta humanitaria es inevitable, estamos
alimentaria, Afganistán, Yemen, República en medio de una pugna que no se puede negar,
Democrática del Congo y Venezuela, nuestro pero tiene que haber la manera de ampliar el
país estaba por unos 760 millones de dólares apoyo al país en el plan de respuesta huma-
y los demás ninguno bajaba de más de mil y nitaria, y debería haber esa ampliación reco-
tantos millones de dólares. Si lo vemos en nociendo los riesgos de esa manipulación
términos de migración forzosa, la respuesta política, pero entendiéndolos como parte del
regional para Siria, con una crisis en tamaño terreno tan complejo en el que nos estamos
casi igual a la nuestra, tenía una solicitud de moviendo y que eso no impida una vez más
más de 6 mil millones de dólares y la venezo- trabajar por la población venezolana.
lana de mil 400 millones para poder atender a
la población. La diferencia es gigantesca y al OEP: ¿Qué logros puedes mencionar del
final es difícil no pensar que ahí hay factores trabajo de las organizaciones humanitarias
de tipo político que son los que tienen esta en el país?
situación quizás no estancada pero sí con una
respuesta insuficiente para la dimensión del FR: Cuando se dan estas situaciones como
drama que estamos viviendo. las que estamos pasando en Venezuela de
Ha sido también muy decepcionante la emergencia humanitaria, se activan unos
respuesta regional en algunos países, como lo grupos de trabajo que buscan identificar a
hemos visto con Colombia; vienen en general las poblaciones con mayor vulnerabilidad en
más allá de unos hechos muy graves de xeno- áreas específicas, y al activarse esos grupos
situación, buscar contribuir de nuevo a que humanitaria? ¿Piensas que esta dimensión es
haya ese diálogo o negociación entre actores, tomada en cuenta?
para poder, eventualmente, salir del conflicto
político para que entonces también la situa- FR: Lo ambiental no está siendo conside-
ción de necesidad humanitaria encuentre su rado con la importancia que debería tener
propia salida. y parte de esto es porque incluso dentro del
Cuando estamos en estos espacios de conjunto de organizaciones de la sociedad
interlocución internacional siempre plan- civil que venimos trabajando en los temas
teamos que los cálculos que puedan hacerse de derechos humanos, no hemos tenido una
tengan en cuenta a la población y la necesidad experiencia previa por formación, por acción
de esos procesos de negociación que ayuden en el ámbito de los derechos ambientales. Hay
a salir del conflicto político. Hay quienes plan- algunas organizaciones que han sido muy
tean que esa ayuda humanitaria puede ayudar, enfáticas en esto que han estado planteando
por ejemplo, al gobierno de Maduro, pero esa que es urgente esa mirada y que deberíamos
es realmente una visión limitada, porque lo todas estar también involucradas en esta
humanitario al final no deja de ser parcial, y necesidad de mirar hacia lo ambiental como
en situaciones de crisis de tales dimensiones un elemento que profundiza la situación huma-
el impacto es además mínimo. Si un plan de nitaria. Si acaso en algunos grupos se trata
respuesta humanitaria que fuera más robusto lo que tiene ver con el derecho al agua, o por
en Venezuela, en vez de ser de 760 millones ejemplo los derechos de pueblos indígenas,
de dólares, fuera de 2 mil millones, de todas en algunos casos la corrupción que se pueda
maneras es imposible resolver los problemas generar, por ejemplo en un proyecto como el
de fondo tan graves que tiene el país. Solo la del Arco Minero, pero realmente no ha tenido
inversión para recuperar la infraestructura todo el peso que debería tener. Hay informes
hospitalaria y para recuperar la respuesta particulares, y son informes importantes
del sistema de salud, según algunos cálculos que han tenido este enfoque de derechos
necesitan empezar con unos 5 mil millones humanos, pero todavía no tienen ni el espacio
de dólares, y para el ámbito agroalimentario, ni la importancia que deberían tener dado el
con todas sus capacidades, necesitas hasta impacto claro que tienen también sobre even-
12 mil millones de dólares. Así que, esa es una tualmente un futuro sostenible para el país.
mirada miope, corta, sobre la situación del Tenemos que hacer que las soluciones huma-
país si se piensa que robustecer la respuesta nitarias sean también sostenibles, que esto
humanitaria va a tener alguna influencia sobre sea importante en la agenda.
mejorar la percepción del gobierno actual, y
entonces eso va a retrasar respuestas polí-
ticas. Así que, digamos, para nosotros esto
ha sido un argumento que hemos tenido que
refutarlo muchas veces. “Lo ambiental no está siendo
considerado con la importancia
OEP: ¿Cómo, en general, las organizaciones
de ayuda humanitaria perciben el problema que debería tener en los asuntos
ambiental como un elemento más de la crisis humanitarios de derechos humanos”
2021, con el hecho muy grave de que en el respuestas muy arbitrarias, no lo reconocen
caso de Azul Positivo interviniera la DGCIM, y eso va afectando de nuevo la respuesta. Hay
que fuera un órgano militar, y que nuestros también algunos temas de focos de violencia
compañeros estuvieran presos por casi un de grupos que tienen control de zonas a las
mes. Por supuesto que crea una situación que sería deseable llegar con respuesta
tanto en el personal de las organizaciones humanitaria, pero también pasa con cuerpos
como de las personas receptoras, de mucho de seguridad del Estado, me refiero a policías,
temor. Esperamos que esto pueda variar. sean nacionales o sean estatales, y terminan
Nosotros en particular y con otras organiza- más bien convirtiéndose en las distintas alca-
ciones, que somos un grupo pequeño, estamos balas, grupos que de manera muy arbitraria
buscando desde el año pasado, a partir de obstaculizan el trabajo. Una vez más, esa
una conversación positiva que tuvimos con el interlocución con distintos entes del Estado es
canciller Jorge Arreaza y su equipo, de crear necesaria, debería ser fluida y permanente.
una instancia de coordinación y protección Se necesita de protección, es decir, que
del trabajo humanitario, que esperamos que si hay, que seguramente seguirá habiendo,
pueda avanzar muy pronto y permita abrir el algunas de estas situaciones arbitrarias que
espacio humanitario, facilitar la labor de las afectan al personal de las organizaciones, sea
organizaciones y protegerla desde las posibi- posible resolverlas inmediatamente, y que el
lidades de tener una acción articulada a nivel personal de las organizaciones no se sienta
nacional, regional y local. tan vulnerable que eventualmente no siga
Hay grupos indígenas a los que no se ha trabajando. El Estado tiene la obligación de
podido llegar más por problemas de gasolina y facilitar y proteger el trabajo por la gente, por
prohibiciones de vuelos, por ejemplo, es decir, la población venezolana.
hay todo un área de trabajo necesaria e impor-
tante para articularla entre las organizaciones OEP: ¿Cómo percibes el panorama de crisis
nacionales e internacionales, la cancillería para los próximos años y qué nuevos roles
que ha estado coordinando con el sistema podrían jugar este tipo de organizaciones?
de Naciones Unidas, y el propio sistema de ¿Prevés algunos cambios en sus dinámicas?
Naciones Unidas, y quizás otros actores.
FR: Si no hay unas soluciones de fondo al
OEP: Además de los mencionados, ¿qué conflicto político la verdad es que se ve difícil
otros obstáculos enfrentan las organiza- el futuro para la población. Ojalá se dé en
ciones de ayuda humanitaria en Venezuela? este próximo período de meses y un par años
esfuerzos hacia lo electoral, por ejemplo, un
FR: En estos estados de alerta en la espacio donde sea posible generar condiciones
pandemia, un factor es la movilidad en el país
y por supuesto, el acceso al combustible.
Problemas en estos ámbitos vienen desde
Si no hay soluciones de fondo al conflicto
hace mucho tiempo y sobre todo, si se está en
las regiones, esa movilidad es muy compleja, político la situación humanitaria podría
incluso si se llevan salvoconductos surgen permanecer en el tiempo
para que las personas participen en procesos acuerdo entre el gobierno y la oposición para
políticos, puedan manifestarse, expresarse y la aplicación del mecanismo COVAX, aunque
que eso lleve eventualmente a que se equilibre hemos visto un ir y venir de medidas que no
la representación en los distintos espacios del deja de causar mucha angustia y mucha preo-
Estado. Eso es una manera, ojalá funcionara de cupación, porque de nuevo uno quisiera que
nuevo, y es como imaginarse un posible camino avanzaran de una forma mucho más lineal,
de resolución duradera, no violento, democrá- pero no es así. Hay que estar claro de que se
tico. Esto significaría también que habría que trata de un proceso, más bien de un plazo más
encontrar algunas garantías para que se faci- largo, un plazo en el que desafortunadamente
litara la transición posible, es decir, más que la sabemos que va haber muchas personas que
transición, ese proceso de transformación de no tendrán como hacerle frente, que serán
lo que nos está ocurriendo en el país. víctimas de la emergencia humanitaria antes
Hay quienes hoy por hoy están totalmente de que las respuestas lleguen. Pero yo espero
en contra de que algo de esto pueda darse, que si sea posible, así como estamos no es
ya que afectaría sus intereses y les es mucho sostenible, no conviene a nadie, esto así no es
más conveniente mantener las cosas como bueno para nadie. Estamos de todas maneras
están, pero no parece que esto sea sostenible obligados a seguir trabajando muchísimo
con facilidad, por lo menos a mediano plazo. para apoyar a la población en los próximos 2,
Por otro lado, procesos que tienen que ver 3 años mínimos, con esta labor desde la pers-
con la justicia tienen maneras de ser trami- pectiva humanitaria intensa.
tados. Ya hubo suficiente experiencia en otros
países al respecto y hay quienes los trabajan
con mucho conocimiento, porque, bueno, cier-
tamente ha habido situaciones muy graves en
materia de violación de derechos humanos y
eso debería también conseguir justicia.
Si es posible, ir encontrando una salida al
conflicto político y que puedan nuevamente
generarse posibilidades de recuperación
económica, de generación de empleo digno, y
no esta situación precaria, esa recuperación
será lenta, pero ojalá no se haga a expensas
de un crecimiento indiscriminado, con daños
claros al ambiente; que no sea solamente
una apertura para la entrada de grupos que
sólo vean a nuestro país como una presa y
sacarle toda la riqueza posible sin ningún tipo
de consideración por otras condiciones que
necesitamos. Yo desearía ver esos cambios.
Acabamos de ver una de esas cosas que
pueden por lo menos detener así sea temporal-
mente el deterioro de la población, que es este
ELECCIONES DE
SOLIDARIDAD: CRÓNICA
DE UN DISPOSITIVO DE
PROTESTA
Eduardo Burger / LABO (Laboratorio Ciudadano de NoViolencia Activa)
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
“Diseñar alguna
clase de respuesta
que invitara a la
Entre 2018 y 2020, el LABO desarrolló te el ciclo de protestas de desfragmentación
varios dispositivos enfocados en integrar 2017, los asomos de otra y la generación
con mayor ahínco el ejercicio y el concepto crisis de confianza, una de confianza, de
de solidaridad como práctica estratégica de más, otra vez. reconocimiento
la Noviolencia Activa frente al autoritarismo Se respiraban duelos del desamparo que
imperante en Venezuela y su efecto sobre la durísimos. La resaca de vivíamos se sentía
ciudadanía, incluyendo su acceso a los servi- los destellos y desenga-
crucial.”
cios de salud. Fue así como surgió Elige Solida- ños, de los logros y mise-
ridad, cuyo planteamiento fue el de “hackear” rias de las enormes mar-
y subvertir la narrativa de elecciones dudosas chas que habían agitado la
dedicadas a imponer prácticas autoritarias, ciudad, pesaba sobre los cuerpos, sobre las
bajo la premisa de que la democracia ha de calles. Pero todavía había ímpetu.
ser, ante todo, tan sostenible como cada un* Actuar, aún en nuestra limitadísima escala,
de sus ciudadan*s. nos parecía imperativo. Diseñar alguna clase
de respuesta que invitara a la desfragmenta-
Abstención Solidaria. Sabrosa nos sonaba ción y la generación de confianza, de reconoci-
la paradoja. El nombre tenía gancho y el miento del desamparo que vivíamos se sentía
concepto nos hacía alucinar con la posibilidad crucial. Nos inventamos, con descarada inge-
de ofrecer una alternativa a los cuestionables nuidad, el concepto de Abstención Solidaria.
comicios presidenciales venezolanos de mayo La idea tenía su encantadora sencillez
de 2018. La idea, iluminar un tema crítico: la y ponía el dedo en la llaga. Entre l*s ciuda-
solidaridad. dan*s que censuraban los comicios, aquell*s
Las elecciones, en aquel entonces, otra vez que pugnaban por participar en los mismos y
planteaban la lógica del falso dilema. Lúcidas o aquell*s que podían incluso sentirse amena-
no las airadas opciones que se debatían, des- zados si no se presentaban a la mesa, todo
de interpelar la legitimidad de los comicios a la era debatible menos la realidad doliente de
revisión de las posturas, la viabilidad de una que vivíamos en una emergencia humanitaria
salida negociada al conflicto o los caminos de compleja. ¿Alguien exageraría al decir que
la violencia; todo inspiraba división, desencan- también le dolía, en el cuerpo, la frustración
to, mejor dicho, desesperación. Las ONG foca- de no hallar respuesta íntegra al colapso?
lizadas en los derechos humanos podían o no “El aire está lleno de nuestros gritos, pero
documentar, denunciar y difundir los atrope- la costumbre ensordece” dice el viejo Sam
llos generados por el manido proceso electo- Beckett (1982, p. 57).
ral, los líderes políticos medían su participa- El adagio vale no solo para nuestras lesio-
ción o no en la contienda en razón de no perder nes y traumas, que se solapan; no solo para la
las esenciales cuotas de poder y la sociedad continua opresión a la que se nos somete; sino
en general experimentaba, tras un período de también para los incontables ejercicios de so-
intensa efervescencia y protagonismo duran- lidaridad que, desde hace décadas, l*s vene-
zolan*s desarrollan desde todos los ámbitos y Otras preguntas iban y venían. Insistíamos
perspectivas, mucho antes de que la catástro- en aquel momento en que el aporte debía
fe fuera catástrofe y el colapso, colapso. tener una representación numérica -en este
Ante el panorama fragmentador que caso, monetaria- para que se cumpliera la
asomaban las elecciones de aquel entonces, función de un dispositivo de protesta solidario,
¿por qué no podíamos ser solidari*s con una manifestación masiva y contundente, de
nuestro desamparo, con el abandono y el daño apoyo de unos a otros, de amparo y a su vez,
antropológico al que se nos exponía? de rechazo a las condiciones en que ocurrían
Un dólar, un voto. La premisa era polémica, los comicios.
irreverente y peliaguda. A través de un crow- Una sola observación en aquel entonces
dfunding alojado en un país con posibilidades nos llevó a engavetar la iniciativa. Había poco
de auditoría robusta, bajo un esquema de tiempo, no habíamos generado las alianzas y
transparencia y código abierto que a su vez, conexiones suficientes, sin esa socialización
sin muchas complejidades, podía contribuir al y construcción colectiva, la integridad de la
anonimato; se invitaba a cada ciudadan* vene- propuesta se vería amenazada. Dicho de otro
zolan* a destinar un dólar a una organización modo: no era sostenible.
o iniciativa solidaria de probidad. Así, cada La sola afirmación, nos dio en la madre. Es
quien podía manifestar de manera potente, verdad, no teníamos cuerpo para desplegar la
conmovedora, beligerante y compasiva; su campaña.
incomodidad, su cuestionamiento, su rechazo,
su desacuerdo o su abstención frente a los Solidaridad y sostenibilidad
comicios dudosos, que nos atascaba en falsos
dilemas mientras avanzaba la devastación. Un Solidaridad. En su etimología nos invita a
voto de amparo, empezábamos a llamarlo. Si no pensar en solidez, es decir, en la condición de lo
había condiciones para elegir ninguna opción, sólido. Conviene preservar la distancia entre
narrativa o tentativa, para empezar, debíamos los términos para experimentar su sentido. No
buscar mecanismos para elegirnos un*s a lo sólido, sino la condición de lo sólido. Lo que
otr*s desde un mínimo ejercicio de confianza. hace a algo consistir, esto es, tener cuerpo.
-¿Y qué hay de las personas que no pueden Hacer un trabajo arqueológico del término
siquiera manifestarse con un dólar? ¿Y de excede el carácter borroso de estas notas y la
quienes se sienten amenazados si no van a capacidad de quien las escribe. Digamos que
votar o si más bien lo hacen? ¿Y de los refu- el concepto se entroniza en la lucha de clases,
giados? ¿Y de las personas sin conexión?- nos en los esfuerzos gremiales y sindicales; que
preguntaban. brillan con potencia en el movimiento que lideró
-A través de otro, de alguna persona de el electricista de un astillero para desmontar
confianza, de algún afecto en mejores condi- cierta dictadura en Polonia. Agreguemos,
ciones, pueden lograr su anónimo voto de acaso, además, que con el apodo de solidaridad
amparo enviándoles un mensaje de texto una vicaría en Chile amparó a las víctimas de la
-respondíamos, más segur*s de lo que acaso tiranía de Pinochet y que algún Papa no menos
debíamos estar. polaco, recalcó cómo la solidaridad conlleva a
implicarse en el destino del otro.
Para ser honestos y precisos, si he de su ejercicio. La sola idea “La sola idea de un
remitirme al lugar desde donde intentamos de un “dispositivo” de “so- “dispositivo” de
comprenderla y ejercerla muy modestamente lidaridad” parece estar en “solidaridad” parece
desde el LABO, digamos que desde un principio juego con la idea de que, estar en juego con
formó parte de una meditación constante, desde la perspectiva de la idea de que, desde
especialmente después de que se apagaran esta última, no se puede la perspectiva de
las protestas de 2017. ayudar a otro sin implicar- esta última, no se
Entonces debatíamos en torno a lo que, erra- se en su existencia. puede ayudar a otro
damente o no, se nos presentaba como dos La preocupación en sin implicarse en su
vertientes de la Noviolencia Activa. Compren- aquel entonces radicaba
existencia.”
díamos por un lado una visión táctica, que mal en cómo las acciones de
llamábamos “sharpeana” por vincularla a las solidaridad podían generar
propuesta de Gene Sharp, y una que asociá- deudas en quienes las ex-
bamos a la idea de hacer comunidad en el marco perimentaban y, aún desde un ámbito de reci-
del programa constructivo que proponía Ghandi. procidad, producir jerarquías sometidas a ejer-
Fragmentos de una nota de Efecto Cocuyo sobre cicios de poder y contribuir a la estigmatización.
una actividad que en el LABO realizamos en Empezábamos a tantear la idea de que la
mayo de 2018, asoman las aristas más senci- solidaridad, esto es, la condición de lo que
llas de aquel debate en la voz de algunos de sus consiste, más que ayudar, es hacer tejido so-
interlocutores (Moreno-Losada, 2018): cial, implicarnos mutuamente en nuestros
desamparos y hacernos cobijo. Hacer cuerpo
“Después de las protestas, todos entramos en la devastación.
en un estado zombie. Entendimos que Es Levinas (1993, p. 110) quien, en su ensayo
teníamos que evolucionar. Ahora nos vemos Entre nosotros, nos recuerda que “el otro
como conectores entre ideas y personas” subsiste tras el concepto que le comunico”
“Nos hemos dado cuenta de que en Vene- y que nuestra relación con el otro desborda
zuela hay una proliferación del término soli- la comprensión. Atreviéndonos a una arries-
daridad y esto genera una sensación del gada y errática trasposición, la solidaridad
cántaro vacío, ¿cómo se llena eso?” está más allá del concepto desde el cual la
“Esto nos obliga a tener una reflexión tramamos en relación con el otro, más allá de
profunda sobre la ayuda humanitaria para nuestras posturas, pero también de las fina-
Venezuela. Es algo necesario, pero compli- lidades y, sin embargo, hace consistir o da
cado. Una ayuda humanitaria puede socavar consistencia a dicha relación. Como escapa
la misma dignidad que busca rescatar” de la comprensión, esto es, de sus preten-
siones, de la instrumentalización, nos implica
Más allá del debate abierto, realizado bajo en nuestro propio desamparo.
la lógica de laboratorio, los dispositivos de so- Es decir, desde una perspectiva idealista,
lidaridad que intentábamos ensayar, pronto ejercer la solidaridad va de la mano de reco-
encontraban alguna clase de barrera o lími- nocer el propio desamparo y nos lleva inevitable-
te que, me atrevería a afirmar, eran los de la mente a ese descampado. La ayuda que brindo
solidaridad misma, es decir, la integridad de o recibo no es una solución definitiva, antes la
daridad durante la pandemia, en alianza con posible darle continuidad. “Nuestro intento
otras cinco organizaciones: Historias Que Pero sus destellos nos por integrar
Laten, El Bus TV, La Guarura, el Observatorio ayudaron a comprender GenteHaciendo a
de Ecología Política y Ciudad Laboratorio. Lo mejor qué tipo de dispo- la extraordinaria
llamamos GenteHaciendo. sitivo podía contribuir a iniciativa de Frena
“Queremos abordar este difícil tiempo ese ejercicio de solidari- La Curva no cuajó
poniendo nuestra mirada y nuestro hombro dad que, desde hace ya como esperábamos
a las diferentes solidaridades sociales que décadas, frente a la de- (...) Pero sus destellos
surgen, a lo que está haciendo la gente para vastación, desde las más nos ayudaron a
resistir y para ayudarse” (LABO, 2020a). variopintas escalas y
comprender mejor
Pronto la iniciativa se desbarataría. perspectivas, realizan l*s
qué tipo de dispositivo
Hacerse casa, darnos amparo pasaba por venezolan*s dentro y fue-
asumir esa precariedad radical, hacernos ra del terruño.
podía contribuir
sostenibles unos a otros. Por diversos motivos,
a ese ejercicio de
no fue posible para las cinco organizaciones y Elige solidaridad solidaridad”
las personas que forman parte de ella darle
sostenibilidad a esa campaña que arrancó Tejer, enredar, articu-
con tanta fuerza. lar, contribuir al “flow”, a la consistencia que
Movid*s por el frenesí que implicaba mueven los vínculos, las conexiones, visibilizar
responder a la pandemia desde la lógica del la extraordinaria diversidad de respuestas, a
programa constructivo, de hacer comunidad, su vez, contribuir a experimentar, a vivir la ex-
GenteHaciendo había sido una continuación periencia de amparo, el rescate de la confian-
más sostenible de Frena La Curva, un enfoque za que nos hace sostenibles; eso buscábamos.
de alcance global nacido en España, similar Así que nos dio otra vez por atrevernos a pen-
a la hora de visibilizar y articular distintas sar en un dispositivo que, en vez de establecer
iniciativas autónomas dedicadas a ayudar a la un aspecto o un enfoque de solidaridad, con-
gente en medio de la pandemia. tribuyera a la misma, tal y cual como la venían
“El Estado debería hacer esfuerzos por ejerciendo incontables venezolan*s desde sus
convocar a los sectores profesionales de la distintas historias, contextos y afecciones.
sociedad mejor capacitados para atender Entonces, a finales de 2020, una vez más se
la contingencia. Sin embargo, centraliza nos presentó una nueva coyuntura electoral,
el poder y profundiza sus mecanismos de con su plétora de disensos, imposturas, dudas
control social. De manera que nuestra pobla- e interpelaciones, entre ellas, la carencia de
ción, especialmente la más vulnerable, queda condiciones materiales del sistema electoral
sumida en una circunstancia de absoluto para garantizar un ejercicio pleno. Decidimos
desamparo que nos obliga a asumir el desafío desempolvar el dispositivo de “Abstención Soli-
de la pandemia desde la autonomía y la auto- daria”. Más temprano que tarde, nos topamos
gestión” (LABO, 2020b). con la necesidad de asumir los difíciles apren-
Nuestro intento por integrar GenteHacien- dizajes que experimentamos como laboratorio.
do a la extraordinaria iniciativa de Frena La Lo primero fue implementar la escucha
Curva no cuajó como esperábamos, no fue atenta a la hora de desarrollar las alianzas.
Surgieron distintas perspectivas sobre el Inspirad*s por la retórica “En vez de emplear la
dispositivo. A algunas organizaciones les de l*s emprendedor*s, nos solidaridad para fines
hacía ruido la petición de dinero, similar a la de decantamos por el mínimo ajenos a la misma, una
“Abstención Solidaria”. Otras abogaban más producto viable, el mínimo instrumentalización
bien por inspirar las más cotidianas acciones ejercicio posible que, como que aquí y allá ha
de solidaridad. Lucía inevitable considerar respuesta ciudadana, ma- contribuido a la
que debíamos contribuir a valorar los más nifestara nuestra posición devastación, el
disímiles ejercicios en las más diversas frente a los comicios par- ejercicio en este caso
escalas. Nos preguntábamos por el alcance, lamentarios de 2020 y, a su invitaba a “hackear”
por los límites, por no entorpecer sino forta- vez, contribuyera de algún esa lógica y emplear
lecer las iniciativas ya existentes al movilizar modo a atender las vulne-
la coyuntura política
apoyo hacia las mismas. Queríamos insistir rabilidades que padecía-
como herramienta
en una campaña que se desplegara desde mos como ciudadanía.
una perspectiva de “red de redes”. El nombre Elige Solidaridad fue el
para favorecer
original, nos sugirieron, debía irse. Sin duda, nombre de la pequeña cam- el ejercicio de la
la palabra abstención tenía connotaciones paña que pusimos en mar- solidaridad”
negativas. En algún momento, ya a punto de cha abrazando nuestros
volver a tirar la toalla, se nos sugirió que el desamparos encontrados
valor de la propuesta radicaba especialmente (LABO, 2020c). Construir la confiabilidad nece-
en su capacidad para invertir los términos de saria para el manejo de los fondos y el debate
la ecuación. En vez de emplear la solidaridad sobre la distribución de los mismos tomaría de-
para fines ajenos a la misma, una instrumen- masiado tiempo si quería hacerse con integri-
talización que aquí y allá ha contribuido a la dad. Había en curso, por lo demás, incontables
devastación, el ejercicio en este caso invitaba campañas de recaudación
a “hackear” esa lógica y emplear la coyuntura de toda índole, desde distin-
política como herramienta para favorecer el tas organizaciones por los “Ahora que lo pienso,
ejercicio de la solidaridad. derechos humanos hasta los dispositivos de
Acaso la solidaridad solo es íntegra cuando amistades que se movili- manifestación, de
actúa en función de sí misma. Lo cual no quie- zaban por algún familiar protesta, no siempre
re decir que, en consecuencia, resulte crítica enfermo. Lo usual en el pa- se concretan ni se
y estratégica a la hora de desmontar el apa- norama de una normalidad articulan de modo
rato opresivo. que nunca ha sido. idóneo para generar el
Sea como fuere, nos angustiaba vivir por No habíamos, por lo
impacto que ansiamos,
segunda o tercera vez un llamado a elecciones demás, probado el dispo-
antes sirven de
que mucho tenía de falso dilema y que, una vez sitivo en su mínima expre-
más, no pudiéramos generar una manifesta- sión. Decidimos avanzar
metáfora viva a través
ción de protesta que insistiera en atender la esos dos milímetros con
de la cual producir
emergencia humanitaria que vivíamos. Cual- una campaña pequeña, articulaciones,
quier elección sostenible debía pasar por con- que hiciera red con las aprendizajes y legados
diciones para la ciudadanía y dichas condicio- campañas en curso y, su- ante los dilemas a los
nes pasaban por la atención cabal a la crisis. mado a lo aprendido en cuales nos somete la
GenteHaciendo y Frena La opresión”
III
ANÁLISIS
DE CASOS
TERRITORIOS COMUNES NRO. 4
EL ARCO MINERO Y LA
INTENSIFICACIÓN DE LA
MALARIA AL SUR DEL
ORINOCO
Mariangel Vielma Mendoza
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
“Distintas
comunidades
indígenas han
I. Introducción diagnósticos errados por denunciado a través de
confusión entre los sínto- comunicados cómo la
La recolonización de la Amazonía y la mas del paludismo con los minería ha procurado
Guayana venezolana para la explotación del COVID-19 y por lo tan- la proliferación
de minerales ha provocado desequilibrios to no recibir la terapéutica de la malaria en
ambientales que se reflejan en el aumento correspondiente. sus territorios,
de casos de malaria, teniendo Venezuela Además, la cultura mi- siendo poblaciones
un repunte de la enfermedad en los últimos nera que impulsa el Estado
ya afectadas por
años que ha activado las alarmas internacio- a través de la propaganda
desnutrición,
nales. Para el año 2014 el país alcanzó 91.918 asociada al bienestar, ri-
casos de malaria, en el 2017 fueron 406.000 queza y superación de la
sarampión y la
casos (Naciones Unidas, 2018), mientras que crisis económica, incita a contaminación de sus
para el 2018 fueron 411.586 casos, siendo la población a sumarse a aguas por efecto del
estos datos significativos para la región de esta actividad económi- uso del mercurio para
las Américas, pues para el año 2017 aportó ca, siendo el proyecto del la obtención del oro. “
el 53% de los casos reportados del conti- Arco Minero del Orinoco
nente (Oropeza, 2019). Además, la constante (A.M.O.) un ejemplo de ello.
migración de venezolanos a países vecinos ha El Decreto N° 2.248 (24/02/2016) que esta-
procurado una dispersión de la malaria en los blece la Zona de Desarrollo Estratégico Nacio-
sitios receptores. nal A.M.O, representa una falsa solución para
El repunte y trasmisión de la malaria es el resurgimiento de la economía venezolana,
consecuencia de la crisis socio-económica pues la apuesta minera condena el territo-
que padece la población venezolana. Dicha rio al sur del Orinoco a su destrucción. Una
precariedad es el motivo principal por el cual apuesta desde el Ejecutivo Nacional para ad-
cada vez más personas se dirigen, desde di- quirir ingresos en divisas, en un momento-país
ferentes ciudades y localidades hacia las mi- donde la crisis socio-económica y el desman-
nas, ubicadas fundamentalmente al sur del telamiento sistemático de las instituciones del
río Orinoco, colocando sus vidas en riesgo Estado se profundizaban. Desde entonces el
por múltiples factores, como violencias, pre- A.M.O. ha sido el elemento acelerador y masi-
carias condiciones de trabajo y no menos ficador de la actividad minera en la Amazonia
importante, la alta probabilidad de contraer venezolana, procurando mayor movilidad de
enfermedades propias de los ambientes mine- personas de todas partes del país a esta zona,
ros, tales como el paludismo. Esto último hace incidiendo a su vez en el significativo aumento
que se presente entonces otro problema en el de los casos de malaria.
contexto de emergencia humanitaria comple- Pero esta enfermedad no solo afecta a
ja que vive el país, el poder contar con asis- las personas que trabajan en las minas,
tencia y tratamiento médico oportuno para también afecta a las poblaciones aledañas y
la malaria, así mismo también pueden existir en particular a las poblaciones indígenas. En
esta vasta región al sur del Orinoco donde Sucre, Monagas, Delta Amacuro, Anzoátegui,
habitan 29 pueblos indígenas, 3 de ellos en Nueva Esparta, Miranda y Zulia) y argumenta
aislamiento voluntario (ORPIA et al, 2020), la que el determinante principal de la transmi-
minería ha afectado sus modos de vida (cultu- sión y dispersión de la malaria en el país se
ra-territorios). Por ello, distintas comuni- debe a la migración masiva por la actividad
dades indígenas han denunciado a través de minera; así mismo expresa que la trasmisión
comunicados cómo la minería ha procurado la en el estado Amazonas “…está relacionada
proliferación de la malaria en sus territorios, con incremento en puntos de actividad de
siendo poblaciones ya afectadas por desnu- minería y en extensión de las áreas de minería
trición, sarampión y la contaminación de sus en algunos municipios del Estado...” (Misión
aguas por efecto del uso del mercurio para la Técnica OPS et al, 2018).
obtención del oro.
El informe sobre malaria en pueblos indí- II. Estudios recientes sobre la malaria
genas de la organización Kapé-Kapé (2019) en Venezuela
refiere que “la malaria es la enfermedad más
común en doce de las trece comunidades Varios trabajos de investigación sobre la
abordadas, representando el 92,31% de los minería y malaria en Venezuela demuestran
casos”; así mismo el 40% de las muertes en los que la región al sur del río Orinoco, donde se
indígenas se debe a esta enfermedad. Para las emplaza el A.M.O., es el área de mayor afecta-
comunidades originarias es difícil el acceso ción por paludismo y analizan las consecuen-
a los centros de salud por lo distante que se cias a nivel nacional, identificando las nuevas
encuentran, y muchas veces estos centros no regiones que reportan esta enfermedad. Dichos
cuentan con personal médico, ni con trata- estudios reafirman cómo el extractivismo
miento antimalárico, muriendo entonces por minero en esta región sureña del país afecta la
esta enfermedad. salud ambiental, y como consecuencia, la salud
Debido a los datos reportados por Vene- humana. Cabe recordar que la creación de
zuela en los últimos años a los organismos piscinas de agua estancada, utilizadas para la
internacionales, se han activado mecanismos práctica minera aluvial, genera grandes cria-
de cooperación con instituciones venezolanas deros para las larvas de los mosquitos trans-
para atender la situación, en concordancia misores de la enfermedad. Esto se mezcla con
con los planes para combatir la malaria a las precarias condiciones de trabajo en las
nivel mundial1 . El Plan Maestro para el forta- minas –así como su lejanía de los centros de
lecimiento de la respuesta al VIH, la tubercu- salud pública–, produciendo condiciones para
losis y la malaria en la República Bolivariana un considerable aumento de los casos.
de Venezuela desde una perspectiva de salud El trabajo más reciente publicado sobre
pública (2018) plantea la situación epidémica el tema se titula Malaria en el Sur de Vene-
en 9 estados del país (Bolívar, Amazonas, zuela: el punto más caliente de América Latina
(Grillet et al, 2021), en el cual se analizó la data
1 Dichos planes son, “Estrategia Técnica Global para de casos notificados de malaria (P. vivax y P.
la Eliminación de la Malaria (2016-2030)” tutelada por falciparum) en el período 2007-2017. Dicha
la Organización Mundial de la Salud y el programa de
“Eliminación de la Malaria en las Américas: 2016-2020”
data fue proporcionada por el Programa de
dirigida por la Organización Panamericana de la Salud. Control de la Malaria del Ministerio del Poder
ANÁLISIS 154
ÍNDICE ↑
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
Popular para la Salud y los Indicadores de de casos de malaria por P. vivax, durante el
vigilancia de la malaria de la OPS (2014-2017), período 2007-2017 en la entidad. Así mismo, la
ya que los boletines semanales estuvieron presencia de P. falciparum y P. vivax fue signi-
disponibles solo hasta 2017. El estudio logró ficativa en las parroquias San Isidro y Dalla
contabilizar la tasa de incidencia de malaria Costa, ambas del municipio Sifontes, donde se
por cada 1.000 habitantes, por parroquia ubican los pueblos mineros de El Dorado y Las
y por especie de Plasmodium. Identificaron Claritas, sitios donde la deforestación y conta-
también los puntos críticos, o áreas de trans- minación ambiental es significativa, y que se
misión persistente de malaria y fuentes de sitúan dentro en la Reserva Forestal Imataca,
contagio para la región. que a su vez está afectada por la poligonal del
Particularmente en el estado Bolívar, Decreto N° 2.248.
los puntos críticos se ubican al este de la Los resultados del estudio durante la década
entidad; específicamente la parroquia San 2007-2017 para el estado Bolívar se presenta
Isidro (municipio Sifontes) aportó el 43,4% como un resumen en la siguiente tabla:
Total de casos acumulados de malaria durante la década 1.207.348 casos, (rango: 32.037-411.586)
El estudio arrojó que la mayoría de las imágenes satelitales, determinando así que la
personas infectadas por malaria eran pérdida de cobertura boscosa está relacio-
hombres, en edades comprendidas entre 11 y nada con la tendencia ascendente de los casos
40 años, siendo el grupo más afectado el de de malaria en el mismo lapso de tiempo, “tanto
21 a 30 años, y que al menos del 62 al 66% de P. vivax como P. falciparum aumentaron en
los casos (P. vivax y P. falciparum, respectiva- incidencia (4 a 8 veces) con el tiempo en esas
mente) correspondía a personas que traba- regiones junto con una disminución concomi-
jaban en las minas de oro. tante de la cubierta vegetal (3 a 6 veces) como
En la investigación se consideraron los resultado de tales actividades mineras” (Ibíd.).
datos laborales de las personas afectadas por El estudio también describió la dinámica
malaria, y se cruzó la información entre los espacio temporal de la malaria a nivel nacional
puntos críticos identificados y las áreas defo- en el periodo 2014-2017:
restadas obtenidas de Global Forest Watch e
“… desde 2014, la malaria se ha propa- cómo en el sur-este del país se ubica el punto
gado desde las regiones costeras del sur crítico de trasmisión de la malaria, y cómo fue
y noreste hasta las sabanas centrales de su propagación en el territorio nacional desde
las tierras bajas y las ecorregiones del el año 2014 al 2017. La cartografía denominada
piedemonte de los Andes occidentales Mapa de difusión del riesgo espacial representa
donde la malaria había sido eliminada la incidencia anual del parásito, y en él se visua-
anteriormente, aumentando la población liza cómo la mayoría de los casos se concen-
en riesgo a alrededor del 50% en compa- traban en 2014 en el sureste del país, pero
ración con el 34,4% en 2010” (Ibíd.). en los años sucesivos se muestra el aumento
en la incidencia de casos hacia el suroeste
El resurgimiento de la malaria en áreas del país (estado Amazonas) y hacia el noreste
anteriormente endémicas y en nuevos sitios (estados Delta Amacuro, Monagas y Sucre),
resulta de la movilidad de personas de distintas acotando además un aumento en el piedemonte
partes del país para trabajar en las minas, andino (correspondiente a los estados Apure
lugares donde se infectan con Plasmodium y y Barinas), en los llanos centrales (estados
se convierten en huéspedes del parásito, y al Guárico y Anzoátegui) y en algunas zonas del
retornar a sus sitios de origen se convierten estado Miranda y Aragua. Cabe destacar que el
en vectores de trasmisión de la enfermedad. aumento en la incidencia de malaria en el estado
Además, la prevalencia de ésta se mantiene Bolívar, más allá de los puntos críticos, así como
por el declive de los programas de control en el estado Amazonas, coincide con la expan-
antimaláricos, por efecto de la crisis sanitaria sión e intensificación de la minería en la región
que enfrenta el país. al sur del río Orinoco.
En la investigación se muestra además una
síntesis cartográfica que permite visualizar
ANÁLISIS 156
ÍNDICE ↑
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
Otro estudio importante que trabajó el babilidad de que “existan “...muchas mujeres
tema de la expansión de la malaria fue el reali- casos autóctonos de todos de distintas partes
zado por Camacaro y Garrido (2018), Enfoque los estados del país impor- del país son captadas
Epidemiológico de género en la importación/ tados desde zonas minera, para el trabajo sexual
introducción de la malaria en Venezuela. a consecuencia de las mi- en zonas mineras;
Caso del Estado Aragua, el cual analiza cómo graciones transitorias con estando allí, se
el comercio sexual en las zonas mineras al mayor relevancia en muje- infectan de malaria
sur del Orinoco representa un determinante res que ejercen la prostitu- y al volver al lugar de
socio-epidemiológico para la trasmisión de ción en estas zonas” (Ibíd.). origen la enfermedad
la malaria. Además, en esta investigación las Otra información resul-
se trasmite cuando
autoras ponen el foco en la división sexual del tante de las entrevistas
un mosquito sano
trabajo en las zonas mineras, pues es mayor fue el constatar que en las
el porcentaje de hombres que trabajan en la minas no existe ningún tipo
se infecta de una
minería, contrario a las mujeres pues ellas de centro de salud para la
paciente contagiada...”
son destinadas a labores domésticas o de asistencia pertinente de
cuidado, y por supuesto a labores sexuales. pacientes con paludismo,
En el trabajo, se enuncia que la prosti- pero por el contrario, sí existe todo un comer-
tución coadyuva con el aumento de casos cio asociado al extractivismo minero, como
importados/introducidos de malaria con bares, bodegas y currutelas. Las declaracio-
riesgo de endemia e instauración de casos nes revelaron la dinámica de comercialización
autóctonos en el estado Aragua. Sucede que del tratamiento antimalárico y la mala admi-
muchas mujeres de distintas partes del país nistración sin ningún tipo de supervisión mé-
son captadas para el trabajo sexual en zonas dica; entrevistadas afirmaron que la venta del
mineras; estando allí, se infectan de malaria y tratamiento para el paludismo puede llegar a
al volver al lugar de origen la enfermedad se costar “una grama de oro” y que si el mismo
trasmite cuando un mosquito sano se infecta paciente contagiado no compra su tratamien-
de una paciente contagiada, iniciando así un to simplemente muere.
nuevo ciclo de retrasmisión en zonas no endé- Es una realidad que en las zonas mineras es
micas de paludismo tradicionalmente. imposible el cumplimiento completo del trata-
En la investigación se analizó el discurso de miento antimalárico por lo costoso que resulta
cuatro entrevistadas infectadas con malaria para los pacientes, así como es una realidad la
provenientes del estado Bolívar donde traba- probabilidad de reinfección, por ello las auto-
jaron como prostitutas en las minas, detectán- ras afirman que estas condiciones generan en
dose coincidencias en las respuestas sobre la los pacientes resistencia a
procedencia de otras mujeres que trabajaban los medicamentos dificul-
con ellas, resaltando otros estados del país tando así el proceso cura- “...la venta del
a parte de Aragua, entidades como Guárico, tivo y dificultando también tratamiento para
Nueva Esparta, Carabobo, Distrito Capital, Var- la prevención y control de el paludismo puede
gas, entre otras, lo que evidencia la alta pro- la enfermedad. llegar a costar “una
grama de oro”...”
ANÁLISIS 158
ÍNDICE ↑
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
ANÁLISIS 160
ÍNDICE ↑
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
Universitat Oberta de Catalunya (s.f). La triada epide- Oropeza, Valentina (2019). La escalada de la malaria en
miológica. Módulos de Fundamentos de Epidemio- Venezuela. PRODAVINCI. Disponible en http://factor.
logía y Bio estadística. Disponible en http://cv.uoc. prodavinci.com/escalademalaria/index.html
edu/UOC/a/moduls/90/90_243/web/main/m2/v3_1.
html#:~:text=El%20modelo%20tradicional%20de%20 Osborn, Frances. Rubio-Palis, Yasmin. Herrera, Mel-
las,el%20hu%C3%A9sped%20y%20el%20agente. fran. Figuera, Andreina. Moreno, Jorge (2004). Ca-
racterización Ecoregional de los Vectores de Malaria
Organización Mundial de la Salud (2020). Paludismo. en Venezuela. Boletín de Malariología y Salud Am-
Disponible en https://www.who.int/es/news-room/ biental, 44(2):77-92. Disponible en http://www.iaes.
fact-sheets/detail/malaria edu.ve/descargas/Boletn%20de%20Malariologa%20
y%20Salud%20Ambiental/V44-N2-2004/03_caracteri-
Instituto Nacional de Salud (2018). Unidad Temática N° zacion_ecoregional.pdf
7. Vigilancia, prevención y control de enfermedades
zoonóticas y metaxénicas selectas. Ministerio de Sa- Torres, Mary Ann. Villegas, Leopoldo (s.f). Malaria en
lud, Perú. Disponible en http://bvs.minsa.gob.pe/lo- Venezuela, una epidemia resurgente como parte de
cal/MINSA/4520.pdf una emergencia humanitaria compleja. Informe si-
tuacional. Consejo Internacional de Organizaciones
Organización Regional de los Pueblos Indígenas del es- con Servicio en SIDA (ICASO) y Global Development
tado Amazonas (ORPIA). WATANIBA Grupo de Traba- One (GDO). Disponible en http://icaso.org/wp-content/
jo Socioambiental de la Amazonía. Plataforma contra uploads/2019/08/Malaria-Briefs-FINAL-ESPANOL.pdf
el Arco Minero. Centro para la Reflexión y la Acción
Social (CERLAS). Plataforma en Defensa de la Cons-
titución. Grupo de Trabajo sobre Asuntos Indígenas
(GTAI). Grupo de Investigaciones sobre la Amazonía
(GRIAM). Observatorio de Ecología Política de Vene-
zuela (2020). Situación de la Amazonía Venezolana en
tiempos de pandemia. Informe diagnóstico y propues-
tas para la Asamblea Mundial Amazónica. Disponible
en https://www.ecopoliticavenezuela.org/wp-content/
uploads/2020/07/Informe-situaci%C3%B3n-Amazon%-
C3%ADa-Venezuela.-AMPA-2020.pdf
LA CUENCA DEL
MUCUJÚN, UN DEBATE
ENTRE EL BIEN COMÚN Y
LA RAPIÑA ECONÓMICA
Elides A. Sulbarán Zambrano
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
— La cuenca del río Mucujún, un debate entre el bien común y la rapiña económica 163
ÍNDICE ↑
TERRITORIOS COMUNES NRO. 4
se tiene conciencia de la importancia del agua alcaldías del mismo, encargada desde 1998
como elemento fundamental para sustentar la de administrar, operar, mantener, ampliar y
salud de los hombres, y que su disposición es rehabilitar los sistemas de distribución de
uno de los mejores indicadores de la calidad de agua potable y los sistemas de recolección y
vida, se tendrá conciencia de la importancia de disposición de las aguas servidas en el estado
proteger las fuentes del agua que utilizamos y Mérida (http://www.aguasdemerida.com.ve).
de garantizar los mecanismos que la ponen a La Junta Directiva de Aguas de Mérida,
nuestra disposición y su operación eficiente. designada por el gobierno estadal que se
No en balde el derecho humano al agua potable inició a finales de 2017, practicó un diagnós-
limpia y al saneamiento fueron reconocidos en tico de la empresa, cuyos resultados fueron:
la Resolución 64/292 de la Asamblea General equipos, sistemas, bombas y flota vehicular
de las Naciones Unidas el 28/07/2010, afir- carente de mantenimiento adecuado y opor-
mando su carácter esencial para la realiza- tuno, acortando su vida útil; no se realizaron
ción de todos los derechos humanos. las inversiones requeridas para el manteni-
El 11 de marzo de 2020 la Organización miento y sustitución de equipos de las plantas
Mundial de la Salud declaró el brote de coro- potabilizadoras, ocasionando una baja opera-
navirus como una pandemia global. Para ese tividad en el tratamiento y distribución del
momento ya existía el conocimiento sobre el agua; procesos irregulares en la venta de 35
tipo de patología que caracteriza al COVID-19 vehículos; una nómina abultada, bajos sala-
y, a pesar de que se especuló mucho respecto rios, deudas de vestuario y equipamiento, y
a las vías de transmisión y la potencialidad recursos insuficientes para pagar los sueldos
de contagio de las mismas, hubo un acuerdo y bonificaciones.
general respecto a la urgente necesidad de A inicios de 2018 se reportaron en la ciudad
reducir al máximo los contagios, dando lugar de Mérida brotes de enfermedades gastroin-
a una campaña de divulgación de lo que ahora testinales, posiblemente relacionados con la
se conoce, comúnmente, como MEDIDAS DE calidad y regularidad en el suministro de agua,
BIOSEGURIDAD. a lo que se sumó la dificultad en conseguir los
Mucho se ha especulado sobre estas químicos requeridos para la potabilización,
medidas y ellas, en general, varían dependiendo como el sulfato de aluminio y el gas cloro. Ante
de la fuente de información; pero todas tienen las denuncias de la Junta Directiva, el gobierno
en común la higiene personal, especialmente el nacional decidió intervenir la empresa y quitó
lavado frecuente de las manos, y el aseo perma- a la gobernación de Mérida la administración
nente de cualquier sitio donde las personas que sólo tenía 5 meses en funciones.
deban permanecer. Estas acciones sólo son Hoy, el cuadro del servicio de agua potable
posibles disponiendo, entre otros elementos, de en la ciudad ha cambiado poco. En diferentes
agua en cantidad y calidad suficientes. sitios aparecen botes de aguas blancas que
El abastecimiento de agua potable para no son oportunamente reparados, mientras
el Área Metropolitana de Mérida, capital del algunos sectores sufren constantes interrup-
estado Mérida, está a cargo de Aguas de ciones que se prolongan por varios días lo que,
Mérida CA, empresa hidrológica descentrali- en medio del cuadro de emergencia sanitaria
zada que opera como una compañía anónima por el COVID-19, representa una limitación
constituida por la gobernación del estado y 22 intolerable a la posibilidad de aplicar eficien-
ANÁLISIS 164
ÍNDICE ↑
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
Imagen N° 1. Cuenca media alta del Mucujún, visto desde el Parque Nacional Sierra de La Culata. En estos sectores aún se conserva el uso
agrícola como preponderante. Fuente: E. Sulbarán.
Mireya Colmenares (2018) señala que la ficie, 14,2% corresponden a espacios de valles
cuenca del Mucujún es el espacio más estra- aluviales intramontanos, la restante super-
tégico e importante del estado Mérida al sumi- ficie corresponde con áreas de montañas
nistrar el agua para abastecimiento urbano bajas en forma de lomas alargadas adosadas
del más del 30% de su población, correspon- a las estribaciones montañosas de la Sierra
diente al 70% de la demanda de Mérida, la de La Culata (9,9%), y vertientes montañosas
ciudad capital del estado y su área metropo- de fuertes pendientes de la misma Sierra las
litana; asimismo, que del total de su super- cuales se extienden sobre el 75,9%. La autora
— La cuenca del río Mucujún, un debate entre el bien común y la rapiña económica 165
ÍNDICE ↑
TERRITORIOS COMUNES NRO. 4
localiza este territorio entre las coordenadas el clima de montaña, diversas rutas de acceso
Norte: 278.000; 976.000 m, Sur: 262.000; peatonal a la cuenca alta, la existencia de servi-
952.000 m, Este: 278.000; 968.000 m; Oeste: cios de atención al visitante y la cercanía a la
262.000; 968.000 m. ciudad de Mérida, lo que hace de esta región
Posee recursos paisajísticos singulares: un destino turístico tradicional muy atractivo y
valles intramontanos, bosques húmedos en las para el uso residencial, dando lugar a un creci-
laderas y páramos con lagunas de origen glaciar miento poblacional que determina rotunda-
en cantidad cercana a las 200; en los páramos mente sus condiciones socioeconómicas, como
están presentes secciones de un ecosistema se observa en el siguiente cuadro que detalla la
endémico, el Páramo Desértico. A ello se suma evolución de su demografía:
Señala la autora que tales cifras contrastan de Mérida, multiplicando los costos de potabi-
seriamente con datos provenientes de los 25 lización que pueden llegar a ser insuficientes,
consejos comunales de la parroquia, que en a pesar de que, tal como señala Colmenares
2017 contabilizaron 14.910 personas; 12.557 (2018) la empresa estatal Aguas de Mérida
de ellas ubicadas en 2.005 hogares de 31 obtiene aproximadamente US$ 320.000 al año
centros poblados y una población dispersa de por la facturación del servicio en la ciudad. De
2.353 personas. estos ingresos, no hay retorno para conser-
La economía, tradicionalmente agrícola, vación o saneamiento ambiental en la cuenca.
ha experimentado el crecimiento del turismo
receptivo. La mayor parte de las instalaciones La historia
turísticas y las viviendas se localizan aguas
arriba de la captación de agua del acue- La planta Enrique Bourgoin que sirve a
ducto de la ciudad de Mérida, y dado que en la ciudad de Mérida, inició actividades en la
los centros poblados no hay equipamiento de década de 1970, surtiéndose de una captación
red de aguas servidas, sus habitantes hacen localizada en el cauce del río Mucujún. Durante
uso de pozos sépticos, muchos de ellos actual- la segunda mitad del siglo XX, esta cuenca
mente colapsados, lo que incrementa la carga fue escenario de conflictos recurrentes por
de contaminantes que deben ser tratados en la ocupación de sus espacios. Los valores
la planta del acueducto, convirtiéndose en un ambientales de la misma, especialmente sus
problema que en la actualidad ya compromete paisajes, amén de la cercanía con la ciudad de
la salud de la población del Área Metropolitana Mérida, la han hecho muy atractiva para dife-
ANÁLISIS 166
ÍNDICE ↑
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
— La cuenca del río Mucujún, un debate entre el bien común y la rapiña económica 167
ÍNDICE ↑
TERRITORIOS COMUNES NRO. 4
Las presiones por ocupaciones contrarias Era la primera vez que un tribunal fallaba
al propósito de la Zona Protectora dieron lugar un recurso de amparo a favor de la salud y
a un hecho que hace del caso del Mucujún, la protección del ambiente; pero entonces,
pionero en cuanto a los intentos sociales, como ahora, los propósitos ordenadores de la
técnicos, legales y administrativos en procura planificación chocaron con intereses diversos
de su conservación: el logro exitoso de un que, saltándose las normas con el apoyo, por
recurso de amparo por el derecho a la salud. acción u omisión, de las instituciones públicas
De la misma fuente citamos: con competencias administrativas en la
región, han logrado su cometido haciendo que
A pesar de la creación de la Zona Protec- el panorama ya difícil esbozado para 1977,
tora y su correspondiente reglamento sea una cruda realidad. La calidad de vida de
de uso, la instalación de los desarro- la población local y la de la ciudad de Mérida
llos ganaderos continuó alterando la se encuentran gravemente comprometidas.
calidad del agua y del medio ambiente. Aquí, es pertinente citar al Geógrafo Alberto
De allí que las comunidades próximas Pérez (2017):
a la subcuenca del río Mucujún, solici-
taran (1987) amparo constitucional del Evidentemente en 30 años de regula-
derecho a disfrutar de los parámetros ción de la cuenca bajo la figura de Zona
adecuados de la biósfera (artículos 50 y Protectora por parte del Estado Vene-
106 CN), por medio de la protección del zolano (Ministerio del Ambiente/MINEA
derecho a la salud (artículo 76 CN). Estos e INPARQUES), los niveles de interven-
preceptos constitucionales se refor- ción de la cuenca se han incremen-
zaron y ampliaron a partir de los prin- tado en forma notoria como lo refleja la
cipios rectores de la Ley Orgánica del presencia de casi 2000 edificaciones
Ambiente para la conservación, defensa entre viviendas residenciales y de
y mejoramiento del medio ambiente en descanso, hoteles-posadas, comercios,
beneficio de la calidad de vida (artículo instalaciones recreacionales y oficinas
1° LOA) y de las previsiones de la ley de gobierno. Esta presencia humana se
Forestal de Suelos y Aguas... Finalmente, estima está consumiendo más del 50%
el 30 de mayo de 1989, después de casi (2.3 mt3/seg.) del caudal promedio/día
dos (2) años de haberse interpuesto la que dispone el río Mucujún y todos sus
solicitud de amparo constitucional, el afluentes (4.1 mt3/seg.). Si a ello adicio-
Tribunal Agrario de Primera Instancia, namos el agua consumida por activi-
con sede en El Vigía, emitió su pronun- dades agropecuarias, la cual se reco-
ciamiento sobre el fondo de la demanda, noce ha disminuido en más de un tercio
declarando con lugar la acción judicial su extensión hoy día, estimado en unos
de la Comunidad de El Playón contra las
ANÁLISIS 168
ÍNDICE ↑
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
— La cuenca del río Mucujún, un debate entre el bien común y la rapiña económica 169
ÍNDICE ↑
TERRITORIOS COMUNES NRO. 4
ANÁLISIS 170
ÍNDICE ↑
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
Imagen N° 3.
— La cuenca del río Mucujún, un debate entre el bien común y la rapiña económica 171
ÍNDICE ↑
TERRITORIOS COMUNES NRO. 4
ANÁLISIS 172
ÍNDICE ↑
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
— La cuenca del río Mucujún, un debate entre el bien común y la rapiña económica 173
ÍNDICE ↑
TERRITORIOS COMUNES NRO. 4
ANÁLISIS 174
ÍNDICE ↑
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
— La cuenca del río Mucujún, un debate entre el bien común y la rapiña económica 175
ÍNDICE ↑
TERRITORIOS COMUNES NRO. 4
Tabla No. 1. Categorías y unidades de zonificación de la propuesta de anteproyecto del PORU para la Zona
Protectora de la cuenca del Mucujún. Fuente: elaboración de MUCUAMIGOS
ANÁLISIS 176
ÍNDICE ↑
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
Tabla No. 2. Estructura propuesta para el PORU para la Zona Protectora de la cuenca del Mucujún.
Fuente: elaboración de MUCUAMIGOS
— La cuenca del río Mucujún, un debate entre el bien común y la rapiña económica 177
ÍNDICE ↑
TERRITORIOS COMUNES NRO. 4
ANÁLISIS 178
ÍNDICE ↑
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
V. Referencias bibliográficas
Barreto, Yocoima. Duque, Fabiola (1990). Estudio de ca- Ministerio de Ecosocialismo y Aguas (2017). Proyecto
pacidad de sustentación de la cuenca del río Mucujún. de Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso de la
Mérida: Ministerio del Ambiente y de los Recursos Na- Zona Protectora de la Subcuenca del Río Mucujún.
turales Renovables, Dirección Regional Mérida. Dirección Estadal Ambiental Mérida.
Bevilacqua, Mariapía. Cárdenas, Lya. Medina, Domingo Núcleo de Desarrollo Endógeno “Mocaqueteos” (2007).
(2006). Las Áreas Protegidas de Venezuela: Diagnós- Comunidad organizada de El Vallecito (Mérida) se dirige
tico de su Condición, 1993-2004. Caracas: Asociación al comandante Hugo Chávez Frías. Aporrea. Disponible
Venezolana para la Conservación de Áreas Naturales en https://www.aporrea.org/regionales/a33380.html
ACOANA, Fundación Empresas Polar, Comité Nacional
Venezuela UICN, Conservation International Venezuela. Organización Mundial de la Salud (2020). COVID-19:
cronología de la actuación de la OMS. Disponible en
Cardozo, Javier. Gómez, Arnaldo. Mejías Carlix (2009). https://www.who.int/es/news/item/27-04-2020-who-
Amparo constitucional agroambiental en la cuenca timeline---covid-19
del río Mucujún: veinte años después. Derecho y Re-
forma Agraria, 35:17-35. ____________________________ (2020). Brote
de enfermedad por coronavirus (COVID-19): orien-
Carrero, Omar. Colmenares, Edgardo. González, Ma- taciones para el público. Disponible en https://www.
rixsa. López, Antonio. Medina, Alicia. Pizzani, Omar. who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavi-
Salazar, Arévalo. Sutherland, José (1977). Considera- rus-2019/advice-for-public
ciones acerca del ordenamiento de la cuenca del río
Mucujún. 3er. Curso de Adiestramiento para el Per- Organización Panamericana de la Salud (2020). Reco-
sonal del Ministerio del Ambiente y de los Recursos mendaciones clave de agua, saneamiento e higiene:
Naturales Renovables. Centro Interamericano de De- COVID-19. Recuperado en https://www.paho.org/es/
sarrollo Integral de Aguas y Tierras (CIDIAT). Mérida. documentos/recomendaciones-clave-agua-saneamien-
to-e-higiene-covid-19
Colmenares, Mireya (2018). Diagnóstico Evaluativo con
fines de Ordenamiento Territorial de la Red de Asenta- Pérez, Alberto (2017). Propuesta de Proyecto de Plan
mientos de la Zona Protectora Subcuenca Río Mucujún de Ordenación del Territorio y Reglamento de Uso de
– Estado Mérida. Trabajo Especial de Grado. Universi- la Zona Protectora de la Subcuenca del Río Mucujún,
dad Central de Venezuela, Facultad de Humanidades y MINEA 2017. OPINIÓN Y RECOMENDACIONES DE MO-
Educación, Postgrado en Geografía, Maestría en Aná- DIFICACIÓN Y REVISIÓN. CIDIAT – PAMALBA ULA.
lisis Espacial y Gestión del Territorio. Caracas.
Ramírez, Nerio. (2018). Zonificación de los niveles de
Estévez, Raúl (2008). Consideraciones ambientales susceptibilidad desde la perspectiva hidrogeomor-
y geomorfológicas en torno a posibles desarrollos fológica en la subcuenca del rio Mucujún, con fines
agrícolas y/o habitacionales en la Cuenca del Rio Mu- de proponer restricciones y potencialidades para
cujún, Estado Mérida. Disponible en https://mucujun. la ocupación. Universidad de Los Andes, INPRADEM
blogspot.com/2008/ Mérida, FUNDAPRIS, CIGIR.
Figueroa, Danilo (2018). Afecciones estomacales Transparencia Venezuela (2019). Merideños sin agua,
en la ciudad de Mérida podrían apuntar a calidad aunque llueva. Disponible en https://transparencia.org.
del agua potable. Disponible en http://prensa.ula. ve/project/merida-meridenos-sin-agua-aunque-llueva/
ve/2018/01/21/afecciones-estomacales-en-la-ciu-
dad-de-m%C3%A9rida-podr%C3%ADan-apuntar-cali-
dad-del-agua-potable
— La cuenca del río Mucujún, un debate entre el bien común y la rapiña económica 179
ÍNDICE ↑
TERRITORIOS COMUNES NRO. 4
Historiador de la Universidad Central de Venezuela y estu- MgSc en Lingüística. Investigadora y activista del Observa-
diante de Derecho en la Universidad Santa María (Caracas). torio de Ecología Política de Venezuela, participa del Grupo
Escritor, investigador; activista ambiental y social; crítico al de Trabajo Mujeres, Cuerpos y Territorios. Sus intereses
sistema político y social imperante. Buscando alternativas de investigación abordan problemáticas relacionadas a
de vida e interrelación con la naturaleza. Ha participado en los Estudios Críticos del Discurso, Movimientos Sociales,
varios espacios de organización política y actualmente es Ecofeminismos y transformaciones sociales en Venezuela.
miembro del Observatorio de Ecología Política de Venezuela.
EGLEÉ L. ZENT,
FRANCISCO JAVIER VELASCO,
Venezolana y madre de dos hijos. Cuenta con una forma-
Doctor en Estudios del Desarrollo del Centro de Estudios del ción ecléctica (botánica, arte, antropología, biología de la
Desarrollo (CENDES), Universidad Central de Venezuela. conservación). Condujo estudios de postgrado en el Insti-
Doctor en Sociología, Université du Québec á Montréal. tuto Venezolano de Investigaciones Científicas, las Univer-
Magister Scientiarum en Planificación Urbana y Regional, sidades de California en Berkeley, de Oregón en Eugene y de
mención ambiente, de Mc Gill University. Especialista Georgia en Athens, terminando un PhD en 1999. Amante
en Ecodesarrollo, Université de Montréal. Antropólogo, de toda expresión de vida, y de nuestra responsabilidad de
mención Magna Cum Laude, egresado en la Facultad de preservarla para todos y todo, incluso quienes no han sido
Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Central de generados, niños, plántulas, cachorros.
Venezuela. Ecólogo Social. Ha sido Coordinador de investi-
gaciones y del curso de postgrado en Planificación Agroeco-
lógica de la Escuela Venezolana de Planificación entre 2011
y 2014. Coordinador Académico del Instituto Latinoameri-
cano de Agroecología “Paulo Freire” (IALA- Barinas, Vene-
zuela) 2008. Coordinador del Curso de Postgrado en Evalua-
ción de Impacto en Salud y Ambiente, mención Amazonía,
del Centro de Estudios del Desarrollo (CENDES) de la
Universidad Central de Venezuela entre 1997 y 2004. Profe-
sor-investigador en la Universidad Central de Venezuela,
la Escuela Venezolana de Planificación, Mc Gill University
y Université du Québec á Montréal. Miembro del Observa-
torio de Ecología Política de Venezuela. Activista de la Plata-
forma contra el Arco Minero del Orinoco.
ANÁLISIS 180
ÍNDICE ↑
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
Sociólogo de la Universidad Central de Venezuela, Master en Médico (Universidad Central de Venezuela) especialista
Economía Ecológica por la Universidad Autónoma de Barce- en Salud Pública, coordinador de la comisión de salud de la
lona, y candidato a Phd en Ciencia y Tecnología ambientales Constituyente de 1999. Fue consultor de Políticas y Sistemas
por la misma universidad. Ha sido investigador asociado de Salud de OPS/OMS en Washington DC, y del Instituto
al Centro de Estudios para el Desarrollo (CENDES) y al Suramericano de Gobierno en salud de UNASUR en Brasil.
Centro de Estudios Latinoamericanos “Rómulo Gallegos” Profesor titular jubilado de la Universidad de Carabobo, y
(CELARG). Miembro del Observatorio de Ecología Política de del instituto de Altos Estudios “Arnoldo Gabaldón”. Profesor
Venezuela. Autor del libro “El fantasma de la Gran Venezuela” invitado de diversas universidades del continente. Miembro
(Fundación Celarg, 2014), que obtuvo mención honorífica del fundador de ALAMES, Asociación Latinoamericana de
Premio Libertador al Pensamiento Crítico 2015. Participa en Medicina Social y Salud Colectiva, y del Grupo de Trabajo
el Grupo Permanente de Trabajo Sobre Alternativas al Desa- Salud Internacional y Soberanía Sanitaria de CLACSO.
rrollo organizado por la Fundación Rosa Luxemburgo y en el
Grupo de Trabajo CLACSO sobre ecología política. OMAR VÁZQUEZ HEREDIA,
— La cuenca del río Mucujún, un debate entre el bien común y la rapiña económica 181
ÍNDICE ↑
TERRITORIOS COMUNES NRO. 4
Médico de Salud Pública. Representante para Venezuela de Guionista. Activista y creativo del Labo Ciudadano. Co-di-
Alianza Global para el Yodo (IGN). Egresado de la Univer- rector de la Fundación Plano Creativo. Docente de la Univer-
sidad Central de Venezuela, culminando las carreras de sidad Católica Andrés Bello. El Laboratorio Ciudadano
Veterinaria (1979) y Medicina (1989). Especialista en Nutri- de No Violencia Activa (LABO), también conocido como
ción Clínica y Salud Pública. Se ha desempeñado en los Laboratorio Ciudadano de Noviolencia Activa, desarrolla
Ministerios del Ambiente, de Salud y en el Instituto Nacional campañas, actividades y proyectos enfocados en ofrecer a
de Nutrición. Ha publicado más de 120 trabajos divulgativos la ciudadanía espacios de experimentación y deliberación
referidos a fauna silvestre y aspectos sanitarios, así como desde tres premisas: fortalecer el tejido social, desarrollar
varios artículos arbitrados inherentes a la salud pública. contenido oportuno y diseñar acciones en el marco de los
Derechos Humanos.
Arquitecto por la Universidad de Cornell (1980). Fundador Licenciada en Geografía (2011) de la Universidad Central
y Presidente de Acción Solidaria. Fundador en 2003, junto de Venezuela. Diplomados en Educación Universitaria
con otros activistas, de CODEVIDA, Coalición de Organi- y Gestión e Interpretación del Patrimonio Cultural y
zaciones por los Derechos a la Salud y la Vida. Entre 2005 Natural. Integrante del Centro Excursionista Univer-
y 2012, Presidente de Sinergia, Asociación Venezolana de sitario-UCV (2008-2011), voluntaria en el programa de
Organizaciones de la Sociedad Civil. Miembro de la Junta educación ambiental “GEO-Chamos” (2012-2013). Acti-
Directiva del Centro Internacional para la Legislación vista ambiental, integrante de la Plataforma contra el Arco
del Sector No Lucrativo, con proyectos para promover y Minero del Orinoco, investigadora en el Centro para la
defender las libertades de asociación, reunión y expresión en Reflexión y la Acción Social -CERLAS (2020) e investiga-
más de 100 países. Fundador en 2010 de CIVILIS Derechos dora de conflictos socio-ambientales en el Observatorio de
Humanos, para documentar e informar sobre el estado de la Ecología Política de Venezuela.
Democracia y los Derechos Humanos en Venezuela. Coor-
dinador de los esfuerzos de socorro a través del Programa
de Acción Humanitaria de Acción Solidaria, desde junio de
2016. Premio a los Derechos Humanos del Centro para la Paz
y los Derechos Humanos de la Universidad Central de Vene-
zuela y la Embajada de Canadá en Venezuela y Premio Llama
de la Esperanza de Amnistía Internacional en Venezuela.
ANÁLISIS 182
ÍNDICE ↑
ECOLOGÍA POLÍTICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
ELIDES A. SULBARÁN,
— La cuenca del río Mucujún, un debate entre el bien común y la rapiña económica 183
ÍNDICE ↑
ecopoliticavenezuela.org
[email protected]