Manuel Gómez
Manuel Gómez
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No debe confundirse con su padre, Manuel Gómez-Moreno González.
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Manuel Gómez-Moreno
Información personal
Nombre de
Manuel Gómez-Moreno Martínez
nacimiento
Familia
Educación
Información profesional
Cargos
Catedrático
ocupados
Índice
• 1Biografía
o 1.1Los Catálogos Monumentales y Artísticos de España
o 1.2En el Centro de Estudios Históricos y en la Universidad Central
o 1.3Estudios de lenguas hispánicas
o 1.4Exposición Internacional de Barcelona y otras actividades de gestión
cultural
o 1.5Durante la Guerra Civil
o 1.6Tras la Segunda República
• 2Reconocimientos
• 3Obra parcial
• 4Referencias
• 5Enlaces externos
Biografía[editar]
Nació en el seno de una familia de artistas e impresores. Su padre, Manuel
Gómez-Moreno González era un cultivado pintor, bien relacionado con la élite
cultural granadina y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando, con quien realizaría diversas exploraciones arqueológicas de
la provincia de Granada y de la propia ciudad, llegando a colaborar en la Guía de
Granada, de 1892.
Una estancia en Roma de su padre, pensionado por la Diputación de
Granada entre 1878 y 1880, y las enseñanzas del mismo durante sus excursiones
a distintos lugares, vinculadas al Centro Artístico y Literario y a la Comisión
Provincial de Monumentos de Granada, sirvieron de base para una sólida
formación práctica en el dibujo, la epigrafía y la documentación que, en suma, le
aportaron una enorme capacidad de observación.
En 1886 inició sus estudios de licenciatura, colaboró con Hübner en su Corpus
Inscriptionum Latinarum, y fue formado por Simonet en lengua árabe. Sus
primeras publicaciones estuvieron relacionadas con temas locales granadinos y
con arqueología romana y visigótica. Fue profesor de Historia y Arqueología
Sagrada en el Colegio-Seminario del Sacro-Monte entre 1890 y 1905.
En 1898 marcha a Madrid con la intención de presentarse a la Cátedra de Historia
del Arte en la Escuela Central de Artes y Oficios, firmada, entre otros por José
Ramón Mélida. Sostuvo una amplia lucha administrativa para, finalmente,
desestimarla. Aquí iniciaría un periodo en cierta forma errático hasta consolidarse
profesionalmente, integrándose, en un primer momento, en el entorno social
de Juan F. Riaño, gracias a las gestiones del pintor granadino Alejandro Ferrant.
Su conocimiento del árabe permite que el propio Riaño le encargue la ordenación
del epistolario de Pascual de Gayangos, padre de su esposa.
Los Catálogos Monumentales y Artísticos de España[editar]
Esta relación marcará un punto de inflexión en su vida, cuando en 1900, Alejandro
Pidal y Mon, marqués de Pidal, ministro de Fomento, aprobaría el proyecto de
realización de los Catálogos Monumentales y Artísticos de España, proyecto para
el cual contaba con el apoyo de Juan Facundo Riaño, miembro de la Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando. En 1901 comenzó la ejecución del
Catálogo Monumental de Ávila, al que seguirían el de Salamanca en
1903, Zamora en 1904 y León entre 1906 y 1908. Gracias a esos
desplazamientos, pudo conocer de primera mano y con todo detalle todos los
monumentos de las provincias catalogadas, además del establecimiento de toda
una serie de relaciones sociales fundamentales para su vida.
El abandono de los Catálogos Monumentales no le dejó fuera del proyecto
reformador emprendido en la primera década del siglo XX por los políticos
próximos a la Institución Libre de Enseñanza. En estos años se desarrolla una
amplia política de creación de distintas instituciones destinadas a la investigación
científica, cultural y pedagógica, como la Junta para la Ampliación de Estudios e
Investigaciones Científicas (1907), en el seno de la cual aparecería el Centro de
Estudios Históricos, de cuya sección de arqueología se haría cargo entre 1910 y
1936.
Retrato de Manuel Gómez-Moreno Martínez a los catorce años de edad (c. 1884), pintado por su
padre Manuel Gómez-Moreno González y conservado por la Fundación Rodríguez Acosta de Granada.
Desde allí realizaría distintas excursiones que, junto a su conocimiento previo
adquirido con los catálogos, acabarían conformando el corpus de datos para su
tesis doctoral sobre arqueología mozárabe, campo de investigación impulsado por
los propios ejes estratégicos del Centro.
En el Centro de Estudios Históricos y en la Universidad
Central[editar]
En el Centro desarrolló su actividad educativa. En la Sección de Arqueología los
escasos alumnos del momento disfrutaban de un método de enseñanza directo,
basado en el apoyo de los contenidos teóricos con clases prácticas de
observación de fotografías, diapositivas o materiales, cuando no de excursiones a
los sitios objeto de estudio. Allí formó discípulos
como Cabré, Carriazo, Camps, Mergelina, Navascués, Mateu, Beltrán o Camón.
Participó en el proceso de institucionalización de la arqueología en España en la
redacción de la Ley de Excavaciones de 1911. Además fue vocal de la Junta
Superior de Excavaciones y Antigüedades. En 1913 obtuvo la Cátedra de
Arqueología Árabe en la Universidad Central. Una posición institucional y
académica privilegiada y un programa ideológico bien definido son las bases
desde las que, a partir de década de los veinte, definiría su concepción de
la prehistoria española. De hecho, sus primeros trabajos de síntesis sobre el tema
son el Ensayo de prehistoria española de 1922 y la Síntesis de prehistoria
española de 1925, ambas inéditas hasta su publicación en las Misceláneas de
1949.
Estudios de lenguas hispánicas[editar]
También en la década de los años veinte comenzaron a aparecer sus estudios
sobre epigrafía que supusieron un hito en el conocimiento de la escritura ibérica,
ampliados en su discurso de ingreso a la Real Academia Española, en 1942, con
el título Las lenguas hispánicas (1942).
Junto a la actividad científica de esta etapa desarrolló una amplia actividad
institucional, política y educativa. Promovió, con Elías Tormo, la creación de la
revista Archivo Español de Arte y Arqueología (1925), sin duda, un referente
historiográfico en España.
Exposición Internacional de Barcelona y otras actividades de gestión
cultural[editar]
Fue designado comisario de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 y
en 1930 fue nombrado director general de Bellas Artes por Elías Tormo, cuando
este fue Ministro de Instrucción Pública (fue su consejero desde 1923).
En 1933 llevaría a cabo uno de los mayores logros de la acción cultural de
la Segunda República, el crucero por el Mediterráneo en el buque Bahía de Cádiz.
Este viaje ponía en práctica las premisas educativas y pedagógicas de
la Institución Libre de Enseñanza.
Durante la Guerra Civil[editar]
En 1934 dejó su cátedra aunque continuó sus actividades como director
del Instituto Valencia de Don Juan entre 1925 y 1950, en el Patronato de la
Alhambra (fue su secretario desde 1913) o en las academias de la Historia y
Bellas Artes. En junio de 1936 fue nombrado presidente de la Junta Superior del
Tesoro Artístico, encargada de la catalogación y conservación del patrimonio
artístico,4 y durante la Guerra Civil fue asesor de la Junta Delegada de
Incautación, Protección y Salvamento del Tesoro Artístico de Madrid.
Tras ella, con cerca de setenta años, todavía desarrolló una ingente actividad
científica, apareciendo trabajos tan significativos como el citado sobre Las lenguas
hispánicas (1942) o las Misceláneas (1949), además de otros sobre epigrafía
como El plomo de Líria (1953) o La escritura bástulo-turdetana (1961).
Tras la Segunda República[editar]
Su actividad profesional y política durante la Segunda República no supusieron
contratiempo alguno para que, tras la victoria franquista en 1939, recibiera
reconocimiento a su labor científica.
En 1942 le fue impuesta la gran cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio, entre
1944 y 1950 obtuvo la dirección honoraria del instituto Diego Velázquez del recién
creado Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Más adelante recibió
asimismo reconocimientos por su labor investigadora, como el de Historia de
la Fundación Juan March en 1956, gracias a la publicación de su obra Adán y la
Prehistoria.
Es importante valorar el apoyo de muchos de sus alumnos en otras etapas,
algunos incorporados al sistema universitario,
como Tovar, Mergelina, Nieto o Gallego Burín.
Reconocimientos[editar]
Entre otros honores y distinciones cabría señalar la distinción como Doctor honoris
causa por las universidades de Montevideo, de Oxford en 1941, de Glasgow en
1951 y de Granada en 1970.
Académico de número de la Real Academia de la Historia (1917), de la Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando (1931) y de la Real Academia
Española (1943).
Miembro de la Society of Antiquaries de Londres y de la Hispanic Society de
Nueva York, además de integrante de los Patronatos del Metropolitan Museum de
Nueva York, del Museo del Prado, del de Artes Decorativas, del Arqueológico
Nacional o del Museo de La Alhambra; director del Instituto Valencia de Don Juan.